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ESTÁNDARES DE APRENDIZAJE QUE SON CONSIDERADOS POR EL GRUPO

TÉCNICO DE INTERÉS EVALUABLE PREFERENTE PARA LA EBAU DE 2018.

BLOQUE 1. LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA


DESAPARICIÓN DE LA MONARQUÍA VISIGODA (711).

Explica las diferencias entre la economía y la organización social del Paleolítico y el Neolítico, y las
causas del cambio. (Tema 1)
El Paleolítico es el primer y más largo período de la Prehistoria y significa piedra vieja y deriva de los
utensilios de piedra que utilizaron los pequeños grupos nómadas, que practicaban la caza, el carroñeo y la
recolección de frutos silvestres y bayas, eran depredadores.
El clima en este periodo era frío y los hombres vivían en cuevas. Los homínidos durante el
paleolítico fueron cazadores, pescadores y recolectores de frutos. Eran por lo tanto depredadores y
nómadas (se desplazaban buscando nuevas zonas de caza y recolección). Los principales útiles utilizados
por aquellos hombres fueron las piedras talladas. Aparecen las primeras manifestaciones artísticas de la
humanidad. Las pinturas y los grabados en cuevas o abrigos rocosos al aire libre, constituyen el Arte
rupestre. La pintura rupestre cantábrica es una arte figurativo donde destaca la representación de
animales con gran realismo, naturalismo y utilización de diferentes colores, destacando la Cueva de
Altamira (Santillana del Mar, Cantabria).
Durante el Neolítico (5.000-3.000 A.C) se dan una serie de transformaciones en los modos de vida
humanos, motivados por el paso de una economía depredadora a una de economía productiva basada en
la agricultura y la ganadería (aunque se siga cazando y pescando como complemento a su alimentación),
que permite el aumento de la población y el desarrollo de poblados estables (sedentarismo). Sus
características son: el descubrimiento de la agricultura y la domesticación de animales, la división social
del trabajo (jefes, guerreros, agricultores, pastores), la invención de la cerámica, la cestería y el tejido, la
creación de la arquitectura y la elaboración de herramientas con piedra pulimentada. Continúa en esta etapa
el arte rupestre levantino, caracterizado por la representación de escenas de caza y de recolección.

Explica el diferente nivel de desarrollo de las áreas celta e ibérica en vísperas de la conquista romana
en relación con la influencia recibida de los indoeuropeos, el reino de Tartesos y los colonizadores
fenicios y griegos. (Tema 1)
A comienzos del siglo V a.C., en la Península Ibérica pueden distinguirse dos grandes espacios de
acuerdo con su mayor o menor contacto con los pueblos colonizadores: la zona costera mediterránea y casi
toda Andalucía, que se corresponden con el territorio ocupado por los pueblos ibéricos y los asentamientos
tartésicos, muy influidos por fenicios y griegos; y, el resto de la Península, que estaba habitado por otros
pueblos con rasgos distintos, influidos por la llegada de las primeras oleadas de indoeuropeos, que los
griegos llamaron celtas.
En la primera mitad del primer milenio a.C llegaron a la península ibérica los pueblos colonizadores
procedentes del Mediterráneo oriental. Se les llamaba pueblos colonizadores debido a que gracias a su
desarrollo cultural más elevado que el de los pueblos que habitaban en la Península, aportaron a éstos
elementos muy variados de tipo civilizador. La razón principal que explica la llegada de estos pueblos a la
Península era su interés comercial. Los colonizadores se sintieron atraídos por la riqueza en metales de la
Península, especialmente en plata, cobre, estaño. Los primeros en llegar fueron los fenicios, luego los
griegos y posteriormente los cartagineses (herederos y continuadores de los fenicios). El legado de las
colonizaciones es de primera magnitud pero apenas traspasó el ámbito de la costa mediterránea y del valle
del Guadalquivir. Se cuenta en el haber de estos pueblos la penetración en tierras hispanas de: el torno
alfarero, el uso de la moneda, el impulso a la vida urbana, el alfabeto fenicio y griego y también influencia
en el arte.

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2.1 Tartessos: mito y realidad:
Además las fuentes escritas, la arqueología ha proporcionado vestigios materiales que corroboran la
riqueza de este reino, como son los tesoros de piezas de orfebrería de oro y plata que se han encontrado en
yacimientos arqueológicos (Carambolo, Sevilla) con una clara influencia oriental. Geográficamente, se
situó en el sudoeste de la Península Ibérica (bajo Guadalquivir). El auge de este reino se produjo entre el
siglo VIII a.c-V a.c., y destacaron en la explotación de las minas que atrajo a los pueblos colonizadores
(griegos, fenicios) con los que comerciaba el mineral explotado.
2.2 Los íberos (los pueblos del sur y este).
La España Ibérica se desarrolla desde el siglo V a.C hasta la conquista de todo su territorio por Roma,
y está integrada por un conjunto de pueblos que ocupan el Sur, desde la baja Andalucía y las costas
levantinas (Este) con tradiciones y cultura comunes, derivadas de las influencias colonizadoras de griegos
y fenicios, pero ni políticamente ni socialmente constituyeron nunca una unidad (pueblos iberos fueron los
ilergetes, layetanos, edetanos, bastetanos, turdetanos, etc.).
Su economía se basaba en la agricultura y la ganadería, y destacaron en la tecnología del hierro y en
la artesanía de cerámica. La importancia del comercio llevó a la creación de una moneda propia.
Tuvieron relaciones comerciales con griegos y fenicios (lo que supone una gran influencia en su cultura),
y algunos pueblos iberos desarrollaron la escritura.
Habitaban en poblados amurallados elevados, con una sociedad fuertemente jerarquizada
(existencia de una aristocracia guerrera), dividida según su poder económico, político y militar. Su
gobierno variaba desde la monarquía, con reyezuelos de varias ciudades, a jefes militares.
Entre las manifestaciones artísticas destacan su cerámica y esculturas funerarias como la Dama de
Elche.
2.3 Los celtas (los pueblos del norte, centro y oeste peninsular).
Llegaron con la nueva oleada indoeuropea (pueblos que pertenecen al grupo lingüístico celta,
procedentes del centro de Europa, en los siglos VIII-VI a.C. dominan el uso del hierro), que atraviesan los
Pirineos, alcanzan el valle del Ebro y se extienden, gradualmente, por la Meseta. Se mezclaron con la
población autóctona, imponiendo su lengua y su cultura (Celtíberos).
Conservaron el modo de vida agrícola y pastoril. El comercio era escaso. Su organización social
(más primitiva) era la tribu, basada en vínculos de sangre (clanes y linajes). Cada clan asumía la defensa y
control de sus propios miembros. Eran expertos en la metalurgia de objetos de hierro y de bronce.
Ofrecerán una dura resistencia a la dominación romana.
La enorme variedad de pueblos se traducía en grandes contrastes y diferencias en la organización
económica y social: Los carpetanos y vetones, los vacceos, los lusitanos, los arévacos, los galaicos,
astures, cántabros, los galaicos y los vascones.

Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla a cabo. (Tema 1)
4.2 LA ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.
La conquista de Hispania por las armas fue seguida de un hecho mucho más significativo como fue
la transformación del territorio en provincia romana y la creación de un territorio romanizado. La
romanización es el proceso por el que los pueblos mediterráneos, integrados en el estado romano,
adoptaron las formas de vida y la mentalidad de sus conquistadores, transformando su idioma,
costumbres, organización social, economía y cultura. La romanización fue un largo proceso que se dio
con distinta intensidad según las circunstancias de cada momento y el carácter de sus habitantes. La
romanización fue más intensa en unas regiones que en otras. Las zonas sur y del este peninsular destacan
por su total romanización, pero esta fue muy débil en las regiones montañosas del norte. El proceso de
romanización en la península se llevó a cabo a través de los siguientes medios o instrumentos:

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- La organización política y administrativa. La división provincial.
El sistema administrativo implantado por Roma y el derecho Romano (leyes). Fue necesario
implantar una regulación administrativa, que permitiera un mejor gobierno, unos procedimientos fiscales
(cobro de impuestos), para contribuir al mantenimiento del estado romano y una organización burocrática.
Los romanos introdujeron la división del territorio en provincias. Al frente de estas provincias se hallaban
los gobernadores del que dependían una serie de funcionarios encargados de cuestiones administrativas,
jurídicas, militares y fiscales (recaudación de impuestos).
- Las vías de comunicación. Para controlar el territorio, los romanos trazaron una red de
comunicaciones organizada. Esto permitía mejorar las rutas existentes antes de la conquista y construir
otras nuevas, creándose las calzadas, que abarcaban toda la Península y enlazaba las ciudades más
importantes del interior a la costa. Ejemplos de calzadas como la Vía de la Plata.
- El papel del Ejército. Se reclutaron tropas auxiliares de los pueblos indígenas, lo que facilitaba su
contacto con los romanos. Además, los soldados reclutados al término del servicio militar, podían obtener
el privilegio de ciudadanía romana y recibir lotes de tierra.
- La extensión de la vida urbana. (elemento esencial de la vida romana). Las ciudades
aumentaron y se convirtieron en el centro administrativo, jurídico, político y económico de la Hispania
romana, por lo tanto uno de los principales elementos de romanización. Éstas se organizaron bajo las reglas
del urbanismo romano y se llenaron de edificaciones (foros, acueductos, templos, circos, anfiteatros…) que
constituyen uno de los legados más importantes del pasado romano. Entre las ciudades fundadas por los
romanos destacamos: Barcino (Barcelona), Tarraco (Tarragona), Caesar Augusta (Zaragoza), Hispalis
(Sevilla) o Emerita Augusta (Mérida).
- El asentamiento de ciudadanos romanos (entrega de tierras a soldados veteranos en pago a su
servicio militar)
- La concesión progresiva de la ciudadanía romana a los indígenas.
- La sociedad. La sociedad estaba formada por población libre y por población esclava. Entre los
libres había diferentes grupos: el orden senatorial; el orden ecuestre; los decuriones y la plebe. No
todos los hombres libres tenían la misma condición política u jurídica, siendo la condición más
privilegiada, con plenos derechos civiles y políticos, la de los ciudadanos romanos. Este derecho, de ser
ciudadano romano, será extendiendo a una población cada vez mayor con el paso del tiempo.
- La integración de la economía de Hispania en el sistema económico del imperio. La agricultura
fue el sector económico principal. La posesión de tierras era símbolo de prestigio y riqueza. Los romanos
introdujeron nuevas técnicas en la agricultura, como el barbecho, una especialización en los cultivos, el
regadío y un utillaje agrícola más moderno (arado romano, trillo con ruedas). Los cultivos principales
fueron el trigo, la vid y el olivo. Se fue generalizando un tipo de explotaciones agrarias de grandes
dimensiones, conocidas como villas romanas, que constaban de una zona edificada y al alrededor los
campos de cultivo. El comercio interior se desarrollaba en torno a la ciudad, como centro de intercambios,
donde llegaban productos agrícolas y artesanales. La moneda, las calzadas y la paz romana mejoraron los
intercambios comerciales, como lo documentan los objetos de lujo importados de Roma u Oriente,
dirigidos a las clases altas o al Estado.
- La religión romana fue un factor de romanización de Hispania.
4.3 EL LEGADO CULTURAL DE LA HISPANIA ROMANA
El legado cultural de Roma fue intenso y pervive hasta nuestros días.
El latín se impuso como lengua hablada y escrita. Los emperadores de origen hispano (Trajano o
Adriano) o los escritores (Séneca, Marcial o Quintiliano) nos muestran la asimilación de Hispania al
Imperio romano ya en el siglo I; que va a suponer una adaptación de la mentalidad romana de los más
altos cargos y figuras hispanas, que querían ascender en los escalones administrativos. El latín es el
sustrato de las lenguas romances: castellano, gallego y catalán.

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El legado artístico y arquitectónico deja constancia en las ciudades, con sus templos, foros
(Ampurias), teatros (Mérida y Sagunto), anfiteatros (Itálica), acueductos (Segovia), puentes (Alcántara),
arcos conmemorativos (Medinaceli en Soria y Bará en Tarragona), etc...
El derecho romano, que regulaba la convivencia de una sociedad, es la base de nuestro derecho en
la actualidad.
La religión romana se apoyaba en las divinidades oficiales: los dioses adoptados de los griegos, el
culto al emperador, a los dioses protectores de la casa, o a los relacionados con el ciclo económico. El
Cristianismo se fue extendiendo de forma lenta en Hispania hasta que en siglo IV se convirtió en la
religión mayoritaria.

Resume las características de la monarquía visigoda y explica por qué alcanzó tanto poder la Iglesia
y la nobleza. (Tema 1)
Introducción. Los visigodos eran un pueblo germánico muy romanizado, ya que llevaban tiempo
mucho tiempo asentados dentro del imperio en la zona del Danubio. A raíz de un pacto realizado con
Roma, los visigodos entraron en la Península para luchar contra los otros pueblos bárbaros y consiguen su
expulsión, excepto a los suevos que se mantuvieron independientes en el Noroeste (incorporados al reino
visigodo posteriormente). Como consecuencia del pacto firmado con Roma los visigodos fundaron un
reino independiente, que abarcaba el sur de las Galias con capital en Tolosa y se fueron asentando desde
allí en tierras hispanas. Pero su asentamiento definitivo en Hispania se debió a que fueron derrotados por
los francos y expulsados de la Galia. Se asentaron, entonces, de forma progresiva en las llanuras
hispanas de la Meseta central y eligieron Toledo como capital de su reino (siglo VI).
B) LA MONARQUÍA VISIGODA: consolidación y características
El reino se basaba en la herencia romana (organización administrativa, derecho romano, lengua
latina) y la germana (reyes electivos). La población hispanorromana, que era la mayoritaria, se mantuvo
separada de la visigoda, minoritaria. Hablaban lenguas diferentes, tenían leyes separadas y religiones
distintas (arrianismo visigodo y catolicismo hispanorromano), pero esas diferencias desaparecen con su
integración cultural, administrativa, territorial y política, hacia el siglo VI.
→La unificación: Leovigildo y Recaredo.
El vacío de poder dejado en Hispania por la caída del Imperio romano fue cubierto por la
monarquía visigoda que estableció su capital en Toledo.
La unificación territorial. Leovigildo se propuso consolidar la unificación del reino visigodo y
crear un estado fuerte. Intentó la unificación territorial, con campañas militares contra los
establecimientos bizantinos del Sur (serían expulsados posteriormente), los pueblos del Norte (vascones)
y derrota a los suevos del noroeste incorporando este territorio. La debilidad interna de aquel reino hizo
posible la implantación de los bizantinos en el sur, que buscaban reconstruir el Imperio romano, para lo
cual envía expediciones militares para poder recuperar los territorios de la cuenca mediterránea.
La unificación religiosa. A Leovigildo le sucedió su hijo Recaredo, protagonizó un
acontecimiento de excepcional importancia, la conversión al catolicismo (589). Los visigodos, hasta ese
momento habían sido arrianos (el arrianismo era una versión del cristianismo), lo que chocaba con la
población hispano-romana que era cristiana, por eso la conversión al catolicismo facilitó la unidad
política, religiosa y cultural del reino.
La unificación jurídica. Posteriormente gobernó Recesvinto (653-672) siendo su obra más
importante fue la elaboración del Líber ludiciorum o Fuero Juzgo, que se trataba de un recopilación de
las leyes del reino (influenciado por el derecho romano) y que tenía validez para todo el reino y sería en
adelante, el texto por el que se debían regir todos los jueces a la hora de administrar justicia.
→Las instituciones de gobierno visigodas:
La organización política de los visigodos era la monarquía, a cuyo frente se encontraba el rey. El
monarca tenía plenos poderes, tanto como ejecutivos como legislativos y judiciales. Los monarcas eran al
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tiempo jefes del ejército, encargado de la guerra y la paz, eran los legisladores y los jueces supremos.
Ahora bien el trono no se heredaba, sino que ese alcanzaba por elección de los grandes magnates de la
nobleza y de la Iglesia (aunque los reyes intentaron siempre convertir el cargo en hereditario).
El régimen monárquico visigodo era el resultado de tradiciones tribales propias, por las que el
pueblo era dirigido por un jefe militar con sus nobles. Era una monarquía electiva (los nobles elegían el
rey); por lo que hubo enfrentamientos constantes por el poder. Los reyes visigodos trataron de asociar el
trono a sus herederos, para poder asegurar la sucesión y evitar los enfrentamientos, transformándose en
hereditaria con el rey Leovigildo.
En la práctica, el rey gobernaba con la ayuda del Officiun Palatinum (centro del poder político
visigodo), donde intervenían dos órganos de gestión: el Aula Regia o Consejo del rey (asamblea
consultiva, formada por los principales nobles, con la misión de asesorar al rey en las decisiones de
gobierno) y los Concilios (colaboraban con el rey en tareas legislativas y asuntos de gobierno, que eran
reuniones de obispos presididas por el rey). Formaban parte del Officium Palatinum los personajes de
alto rango, que, con el título de comes, estaban al frente de diferentes servicios (tesoro regio,
administración de las tierras de la corona, recaudación de impuestos, gastos del monarca y de su casa).
También había funcionarios territoriales y militares, como los duces (duques) provinciales delegados del
rey.
→ La organización social y económica:
-En la Hispania visigoda predomina el mundo rural. En el campo destacan las grandes
explotaciones, que eran propiedad de la aristocracia y de la Iglesia, y cuyo trabajo corría
fundamentalmente a cargo de colonos (campesinos libres pero con estrechos vínculos con los propietarios
que limitaban su libertad). Las ciudades estaban en declive.
-Los monarcas se apoyaron en los nobles que consideraban adictos a su causa (gardingos), los
llamados fieles al rey, que eran una especie de vasallos personales a los que se compensaba con las
entrega de tierras y bienes (pre-feudalismo). Los miembros de la nobleza a su vez tenían encomendados,
a los que concedían tierras a cambio de recibir de ellos de apoyo militar. En el medio rural los grandes
propietarios acaparan las funciones públicas, como la administración de justicia o la recaudación de
impuestos, que ejercían sobre los colonos.
La Iglesia adquirió una enorme influencia y poder, tras la unificación del reino, y se fundaron
numerosos monasterios, con gran poder económico; dándole gran importancia a los concilios, las
asambleas de obispos, convocadas por el monarca, con cierto carácter político y religioso (el rey buscó su
apoyo).
Nobleza e Iglesia, como grupos poderosos, tenían por tanto intereses comunes y coincidían en
impedir el establecimiento de una monarquía fuerte que pudiera limitar su influencia y privilegios.
Además los reyes dependían de su apoyo para acceder al trono y mantenerse en él.

Representa una línea del tiempo desde 250 a. C. hasta 711 d. C, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

Identifica las diferencias entre una imagen de pintura cantábrica y otra de pintura levantina.
(Tema 1)
Durante el Paleolítico Superior aparecen las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad.
Las pinturas y los grabados en cuevas o abrigos rocosos al aire libre, constituyen el Arte rupestre. La
pintura rupestre cantábrica es una arte figurativo donde destaca la representación de animales con gran
realismo, naturalismo y utilización de diferentes colores, destacando la Cueva de Altamira (Santillana
del Mar, Cantabria).
Destacamos durante el Mesolítico y el Neolítico la pintura levantina con formas esquemáticas y
monocromas que incluyen la representación de figuras humanas en escenas como la de Cogull (Lleida).
Las pinturas rupestres levantinas se localizan en abrigos rocosos relativamente bien iluminados.

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BLOQUE 2. LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE
CAMBIO (711-1474)

Representa una línea del tiempo desde 711 hasta 1474, situando en una fila los principales
acontecimientos relativos a Al Ándalus y en otra los relativos a los reinos cristianos.

Describe la evolución política de Al Ándalus (Tema 2)


Conquista: como introducción
La presencia de los musulmanes en la península ibérica se debió a la confluencia de dos procesos
simultáneos: la crisis interna de la monarquía visigoda y el movimiento expansivo de Islam.
La rapidez de la conquista musulmana sólo puede explicarse por la debilidad de la resistencia
encontrada (crisis de la monarquía visigoda, las luchas del poder). En muchos casos la aristocracia
hispanogoda prefería rendirse o pactar con los invasores. La ocupación de los territorios conquistados se
realizó mediante la rendición incondicional contra los que ofrecieron resistencia (perdiendo derechos y
tierras) y la rendición pactada a los que se sometieron voluntariamente (se les respeta derechos y tierras a
cambio del pago de tributos siendo este el procedimiento más habitual). Pero también facilitó la conquista
el respeto manifestado por los conquistadores hacia los cristianos (respeto de sus prácticas religiosas,
propiedades).
2. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE AL ÁNDALUS (ETAPAS DEL DOMINIO MUSULMÁN)
2.1 EL EMIRATO DEPENDIENTE (714-756)
-Un emir o gobernador quedaba al mando de al-Ándalus como un territorio más del imperio islámico
con capital en Damasco (Siria). Se iniciaba la etapa denominada del emirato dependiente (714-756),
caracterizada por la obediencia al califa Omeya de Damasco.
Fue esta una época de consolidación de los musulmanes en la península y de extrema turbulencia. La
diversidad étnica de los musulmanes (árabes de distintas tribus, bereberes) establecidos en la península fue
una de las causas principales de esta situación. Había disputas entre los grupos invasores de la península
por alcanzar el poder e incluso sublevaciones de los beréberes.
-A mediados del siglo VIII (750) hubo una gran conmoción en el Islam. La familia de los Abasidas se
sublevó contra los Omeyas que era la dinastía que había controlado hasta entonces el imperio islámico
desde Damasco. La revolución abasí puso fin al control del Califato por los Omeyas. Pero un miembro de
la familia Omeya Abd Al Rahmán, se refugió en el norte de África junto con sus fieles. Posteriormente,
con sus tropas y con la ayuda de sus partidarios en la península, logró hacerse con el poder de Al-
Andalus, y se proclamó emir independiente, debido a que rompió el contacto político con los califas
abasíes.
2.2 EMIRATO INDEPENDIENTE (756-929)
Durante la etapa del emirato independiente se consolidó el poder musulmán en la Península. Al
llegar a la Península, Abd-al-Rahmán I (756-788) se proclama emir, establece la capital en Córdoba y
consolida su poder gracias a un ejército de mercenarios (esclavos eslavos). Para consolidar su poder
dividió Al-Andalus en coras o provincias, sometidas a un gobernador y fijó los límites de las marcas
fronterizas frente a las tropas cristianas (Superior en Zaragoza, Media en Toledo e Inferior en Mérida) y
transformó su gobierno en un emirato independiente del califato de Bagdad capital del imperio islámico.
En este periodo se produce la consolidación del Estado andalusí y el afianzamiento de la autoridad del
emir
Pero ello no impidió que hubiera conflictos internos, ya fueran revueltas sociales (aumento de la
presión fiscal sobre los mozárabes), pugnas por el poder y las rebeliones de los dirigentes de las marcas
fronterizas de al-Ándalus con ansias de independencia. Sus sucesores en el emirato tuvieron que hacer
frente también este tipo de sublevaciones y rebeliones que se sucedieron a lo largo del siglo IX. Sin duda
la sublevación más peligrosa fue la que inició el muladí Omar ibn Hafsum, perteneciente a una familia
noble visigoda que había aceptado la religión islámica y que se rebeló contra el emir.

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2.3 EL CALIFATO DE CÓRDOBA (929-1031)
→ El emir Abd al Rahmán III inició su reinado en el año 912 en aquel contexto de revueltas y
desordenes. En el 929, su autoridad se hizo absoluta, cuando se proclamó califa convirtiéndose en jefe
político y religioso. La adopción del título de Califa por Abd al-Rahman III significó la independencia
religiosa de al-Andalus, pero también el inicio del período más esplendoroso de la historia de la España
musulmana. Aquella época representó el máximo apogeo económico, político y cultural de Al-Ándalus.
Abd al-Rahman III, cuando accedió al emirato se propuso desde el primer momento restablecer la
autoridad de los omeyas en al-Ándalus:
- Consiguió pacificar al-Ándalus. El emir acaba con la sublevación de los muladíes poniendo fin a
las luchas internas. Consigue acabar con los intentos separatistas de las marcas fronterizas.
- Puso freno al avance cristiano en el norte (la frontera con los cristianos en esos momento era el
río Duero). Llevó a cabo expediciones de castigo (aceifas o razzias) contra los núcleos cristianos del norte.
- Potenció la marina de guerra e intervino en suelo africano conquistando Melilla y Ceuta.
Potenció un ejército basado principalmente en mercenarios (bereberes, eslavos).
- Desde Córdoba, como Califa ejerció un poder absoluto, auxiliado por funcionarios de su
confianza. Por debajo del califa, y como hombre de confianza, estaba el hachib o primer ministro y, en un
plano inferior, los visires o ministros secundarios. Para la administración de justicia los califas
nombraban a los qadis (jueces).
Abd al-Rahman III fue un político y militar de excepción consiguió para Al-Andalus la paz y la
prosperidad.
→Su hijo al-Hakam II (961-976) protagonizó una etapa de paz con los cristianos, y protegió las
artes y la cultura y embelleció Córdoba (ampliando la mezquita).
→El siguiente califa, Hisam II (976-1009) vivirá recluido en su palacio sin intervenir en el
gobierno, mientras el poder fue ejercido por un hachib, llamado Almanzor. Este logró hacerse con el
control absoluto de al-Ándalus, estableciendo una dictadura militar y teniendo bajo sus órdenes a un
poderoso ejército de bereberes. Almanzor dirigió una serie de campañas contra los núcleos cristianos del
norte basadas en ataques y saqueos a ciudades del norte peninsular (Santiago, Pamplona…). Los hijos de
Almanzor (que buscaron mantener los poderes de su padre) no pudieron mantener el orden en Al-
Andalus por las profundas rebeliones y guerras por la conquista del poder entre diferentes bandos
(bereberes, árabes, eslavos) que querían nombrar a su propio califa. En el año 1031 el califato de
Córdoba desapareció. Al-Ándalus se descompuso en un mosaico de reinos taifas.
2.4 REINOS TAIFAS:
La desaparición del califato de Córdoba dio lugar a la formación en al-Ándalus de un mosaico de
pequeños reinos independientes, denominados taifas, que se mostraron sumisos con los monarcas
cristianos. Los reinos taifas estaban dirigidos por árabes (la mayoría), bereberes y otros por eslavos
(descendientes de mercenarios que lucharon a las órdenes de Almanzor). Los núcleos más destacados
fueron los de: Zaragoza, Badajoz, Toledo y sobre todo Granada y Sevilla. Las frecuentes disputas entre
ellos provocaron un mayor debilitamiento, recurriendo, en muchos casos, al apoyo de los reyes cristianos
del norte que comenzaron entonces a imponer tributos periódicos (parias) a las taifas a cambio de su
protección (para no ser atacados). Estos tributos reforzaron el poder cristiano.
2.5 LOS IMPERIOS NORTEAFRICANOS (ALMORÁVIDES Y ALMOHADES)
A) LOS ALMORÁVIDES (1090-1145)
La conquista de Toledo por los cristianos en el año 1085 (Alfonso VI) supuso la caída de la línea
del Tajo, lo que suponía una situación de amenaza. Además los cristianos exigían parias cada vez más
altas. A finales del siglo XI los reyes taifas de Sevilla, Granada y Badajoz pidieron ayuda al imperio
almorávide que se había constituido pocos años antes en el norte de África. Los almorávides eran una
confederación de tribus beréberes, dedicadas desde el punto de vista económico a la ganadería, que
predicaban el fanatismo religioso partidario de la guerra santa. Llegaron en muy poco tiempo a formar un
imperio en el Magreb con centro en Marraquech. Los almorávides desembarcaron en la península ibérica
y a los pocos meses derrotaron a Alfonso VI de Castilla y León en la batalla de Sagrajas, 1086 (Badajoz).

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El imperio almorávide conquistó los reinos taifas con lo que unificó todo Al-Ándalus bajo su poder.
Además, continuaron enfrentándose a los cristianos en diferentes batallas.
De todas formas el dominio almorávide en al-Andalus fue muy efímero, pues desapareció el año
1145 después de una ola de descontento entre la población (excesivo rigor religioso frente a mozárabes y
judíos que empezaron a emigrar a tierras cristianas), corrupción de los dirigentes, aumento de impuestos,
resistencia y avance de los reinos cristianos y sucesivas sublevaciones contra su presencia en la península.
B) LOS ALMOHADES (1147-1212)
Al producirse la desintegración del imperio almorávide se constituyeron en al-Ándalus los
denominados segundos reinos taifas. Simultáneamente se había formado en el Magrib un nuevo imperio,
el almohade, integrado por tribus beréberes. Desde el norte de África los almohades se dirigieron a la
península ibérica, logrando no sin esfuerzos vencer y dominar a los taifas de al-Andalus (esta conquista se
inicia hacia el año 1147). Además derrotaron a Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos (Ciudad
Real, 1195). Sevilla pasó a ser la capital del imperio almohade hispano. Los almohades llevaron a cabo
diversas incursiones y correrías contra los reinos cristianos que reaccionaron enérgicamente, derrotando a
los almohades en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (Jaén, 1212). Aquella batalla abrió las puertas
del valle del Guadalquivir a los cristianos.
A raíz de la desaparición de los almohades se formaron, una vez más, reinos de taifas en al-
Ándalus, los terceros. Ahora bien, con la única excepción del reino que tenía como centro Granada, todos
los restantes tuvieron una vida muy limitada, cayendo rápidamente en poder de los cristianos uno tras otro.
2.6 EL REINO NAZARÍ DE GRANADA. EL ÚLTIMO REDUCTO DEL ISLAM
PENINSULAR
El reino nazarí de Granada comprendía las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería. El
reino nazarí tomó ese nombre de la dinastía creada por Yusuf ibn Nasr (Muhammad I). Este reino logró
sobrevivir por los pactos con los reyes castellanos (a los que pagaban un tributo), una importante red de
fortificaciones, terrestres y marítimas y una protección montañosa natural. Pero la causa principal que
ayudó a su permanencia fue la crisis que padeció la corona de Castilla en el transcurso del siglo XIV lo que
supuso una menor presión. El reino nazarí pervivió hasta la conquista de Granada por los Reyes Católicos
en 1492.

Resume los cambios económicos, sociales y culturales introducidos por los musulmanes en Al
Ándalus.
(Tema 2)
3. REVITALIZACIÓN ECONÓMICA Y URBANA
Al-Ándalus alcanzó entre los siglos VIII y X, un gran desarrollo económico, plasmado en la
pujanza de la agricultura, pero sobre todo en la importancia de las ciudades y del comercio, lo que
contrastaba notablemente con el panorama que ofrecían por aquella época las tierras cristianas europeas.
La principal novedad del sistema económico de al-Ándalus fue el desarrollo de la producción artesanal y
del comercio. De ahí que sin menospreciar el papel de la agricultura y en general del mundo rural, sean las
ciudades la punta de lanza de la economía islámica.
→Al hablar de agricultura de la España musulmana suele pensarse en la intensificación del
regadío y en la introducción de nuevos cultivos. En realidad, los principales cultivos de al-Ándalus eran los
tradicionales de secano (trigo, cebada, olivo, vid). Pero ciertamente hubo importantes novedades,
particularmente en el impulso al regadío, cuya base se encontraba en el uso de la noria y de las acequias.
Al mismo tiempo los musulmanes de al-Ándalus, introdujeron nuevos cultivos, y están ligados a cultivos
como el arroz, los agrios, el algodón o el azafrán, pero también el fomento de los árboles frutales, las
plantas aromáticas y medicinales y la abundancia de huertas y vegetales. También la extracción de recursos
naturales (sal, madera, minerales...) tuvo mucha importancia.
→El auge de la artesanía y del comercio iba ligado al esplendor de la vida urbana en al-
Ándalus (que participaba de este modo en la civilización de ciudades que era el mundo islámico). Eran el
centro de vida económica al ser grandes centros de consumo que estimulaban la artesanía y el comercio. El
núcleo fundamental de la ciudad islámica era la medina (donde se encontraba la mezquita mayor), un
primer cinturón lo formaban la alcaicería (callejuelas dedicadas al comercio de lujo), y las alhóndigas
(depósitos de mercancías), un segundo cinturón albergaba los barrios residenciales, y por último el zoco
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que era un amplio espacio dedicado al mercado, cuyo emplazamiento variaba según las ciudades.
Herencia de épocas anteriores o de fundación nueva como Almería, las ciudades con sus zocos, eran
centros de producción y de un activo comercio. La ciudad más importante de al-Ándalus fue sin duda
alguna Córdoba.
→La actividad artesanal fue de suma importancia. Destacaba ante todo la producción textil (seda,
lino, algodón, lana), el trabajo de las pieles y de los cueros, la cerámica, el papel y el trabajo de los metales
preciosos. A destacar la construcción de navíos. Al-Ándalus mantuvo relaciones mercantiles tanto con el
resto del mundo islámico como con los países cristianos. El comercio era una de las actividades más
dinámicas. El comercio interior se efectuaba en los zocos de las ciudades, donde se hallaban los bazares.
Se mantuvo también un intenso comercio exterior, con los países islámicos o la Europa cristiana.
Exportaron productos agrícolas (aceite, azúcar, higos y uvas), minerales y tejidos e importaban especias y
productos de lujo del Próximo Oriente; pieles, metales, armas y esclavos de la Europa cristiana; y oro y
esclavos negros del territorio africano del Sudán. Se vio favorecido por la acuñación monedas (dinar de oro
y dirham de plata); así como en la densa red viaria, heredada de los romanos
4. LA ESTRUCTURA SOCIAL
La sociedad de al-Ándalus presenta una gran variedad según criterios étnicos, religiosos y
económicos. A la población hispano-visigoda hubo que agregar los invasores musulmanes que habían ido
llegando desde el 711. En principio, el elemento diferenciador más claro en el seno de la población de al-
Ándalus era el religioso: por una parte, los musulmanes, por otra los no musulmanes. Claro que entre los
adeptos al Islam había diferencias étnicas –árabes y beréberes, por ejemplo-, jurídicas –libres o esclavos- y,
por supuesto, económicas. Analicemos brevemente la sociedad andalusí:
Los musulmanes:
La población musulmana, estaba compuesta por los grupos procedentes del exterior, y de los
hispano-visigodos conversos al Islam. Grupos principales de población musulmana:
-Árabes: Son una minoría de la población, poseen grandes propiedades de tierra y controlan los
altos cargos del poder.
-Los beréberes llegaron dirigidos por los árabes en la conquista de la Península, fueron un grupo
numeroso y provenían del norte de África. Los beréberes se establecieron en las zonas más pobres y con
peores tierras, por lo que se sintieron discriminados y realizaron diferentes sublevaciones.
-Muladíes: La religión islámica fue aceptada por una gran parte de la población hispano-visigoda.
Esa aceptación masiva de la nueva religión por los hispanos obedece, sin duda, a las ventajas sociales que
significaba ser musulmán como no pagar determinados impuestos. A dichos conversos se les denominaba
muladíes. Fueron objeto de discriminación por los árabes y se les aumento los impuestos por que
protagonizan algunas revueltas.
Las minorías no musulmanas:
Aparte de los musulmanes había en al-Ándalus, mozárabes (cristianos) y judíos, unos y otros
tolerados por los conquistadores (podían practicar su religión). Ambos estaban obligados a pagar
impuestos de diferente tipo.
-Los cristianos de al-Ándalus eran los mozárabes, fueron disminuyendo tanto por las conversiones
al Islam como por la emigración hacia los reinos cristianos del norte. Por otra parta, las relaciones entre
mozárabes y musulmanes empeoraron con el rigorismo religioso de almorávides y almohades.
-Los judíos por su parte, vivían preferentemente en núcleos urbanos, en barrios propios.
Los judíos y los cristianos eran minorías toleradas pero subordinados a los musulmanes y
consideradas inferiores y vivían en barrios separados.
Las diferencias sociales también eran de tipo económico:
La clase social más elevada era la aristocracia. La integraban básicamente miembros de familias de
origen árabe. Solían poseer grandes propiedades territoriales, pero a la vez ocupaban cargos de relieve
(altos funcionarios) en la administración. Después nos encontraríamos con ricos comerciantes. En el otro
extremo del abanico social se hallaba la masa popular urbana, integrada por artesanos, y los jornaleros del
campo con condiciones de vida precarias. Y en el escalón más bajo los esclavos: negros traídos de África
(Sudán) y eslavos del centro y este de Europa. Servían de mano de obra en el campo y en la ciudad, y
como esclavos domésticos y militares al servicio de las grandes familias. Algunos de ellos consiguieron
con el tiempo la libertad.

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5. LA RELIGIÓN, LA CULTURA Y EL ARTE:
La religión islámica es monoteísta, y según la tradición fue rebelada a Mahoma, el profeta de Alá.
El libro sagrado de los musulmanes es el Corán. La religión impregna la política, la sociedad, la cultura y
el arte.
Desde el punto de vista cultural el mundo musulmán recogió y recopiló gran cantidad de obras,
literarias, filosóficas o científicas, por los territorios que sometió. El Islam, en su expansión, toma y mezcla
sabiamente elementos de las diferentes civilizaciones y culturas con las que entra en contacto. Asimila
el mundo clásico a través de la cultura bizantina e incorpora conocimientos científicos y técnicos de países
tan lejanos como China, India o Persia (el papel, la brújula, la pólvora, los números arábigos,
conocimientos astronómicos, químicos y médicos), transmitiendo estos conocimientos a la Europa
Medieval a través de Al-Ándalus, ocupando un papel esencial en la formación y trasmisión del saber en la
Edad Media europea. Muy importante fue la recuperación de obras de la antigüedad clásica. Las
actividades intelectuales fueron muy intensas, sobre todo en tiempos del califa al-Hakam II (el mayor
esplendor cultural se alcanzó en el siglo X), el cual envío emisarios por todo el mundo islámico en busca
de manuscritos árabes de interés literario o científico. El árabe se impuso como lengua oficial.
Por lo que se refiere a la creación literaria en lengua árabe, ocupa un puesto de honor la poesía
(Ibn Hazm), pero también desarrollaron la geografía y la historia. En el ámbito de las ciencias se
cultivaron la astronomía, las matemáticas, la botánica, la farmacología y la medicina (a destacar la obra del
médico Abulcasis, S.XI)). Una de las principales aportaciones de la España musulmana fue el sistema de
numeración de origen indio, desde donde se difundió al mundo cristiano sustituyendo a la numeración
romana.
En el siglo XII destacaron grandes pensadores como el pensador y médico judío Maimónides y
sobre todo Averroes que también ejerció como médico, aunque se le conoce principalmente por sus
comentarios de las obras de Aristóteles.
El arte hispanomusulmán, como todos los aspectos de la civilización islámica, está impregnado
por la doctrina religiosa. Estaba prohibida la representación de imágenes en los edificios religiosos. Hablar
de las artes en al-Ándalus es tanto como hablar de su rica y decorativa arquitectura y el empleo de
materiales pobres (ladrillo, yeso). Podemos destacar obras de arquitectura como: la mezquita de Córdoba
y el palacio de Madinat-al-Zahara (época califal), la Giralda de Sevilla y torre del oro (época
Almohade), la Alhambra de Granada (arte nazarí).

Explica el origen de las Cortes en los reinos cristianos y sus principales funciones. (Tema 3)
5. EL NACIMIENTO DE LAS CORTES
A partir del siglo XII, el auge de las ciudades y el poder económico de la burguesía habían aumentado
notablemente. Todo impulso a los monarcas a dar entrada a los representantes de las ciudades más
importantes en la Curia Regia, consejo integrado por nobles y clérigos cuyo cometido era asesorar al rey.
Esto dio lugar al nacimiento de las Cortes.
Se trataba, por lo tanto, de una institución integrada por representantes de la nobleza, de la iglesia
y de las ciudades (burgueses). Las cortes medievales eran convocadas por el rey y reproducían la
estructura estamental de la época, ya que estaban compuestas de tres brazos de aquella sociedad. En
cualquier caso, estas Cortes no son equiparables a las de las actuales Cortes o Parlamentos.
Aunque existían diferencias entre unos reinos y otros, parece que en todos los territorios las funciones
de las Cortes eran:
-Atender las consultas del rey en asuntos de especial importancia
-Sobre todo, votar los subsidios o impuestos de carácter extraordinario, ya que los ingresos fiscales
ordinarios a menudo eran insuficientes para atender los gastos de la monarquía.
- Los representantes aprovechaban también para sus protestas y peticiones.
Las primeras Cortes que se crearon en la Península fueron las del reino de León en el año 1188 y más
adelante, las del reino de Castilla (1217). Con la unión de los reinos de Castilla y León las Cortes

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comenzaron a convocarse juntas. Las cortes castellanas mantuvieron siempre un carácter consultivo y de
aprobación de subsidios.
Durante el siglo XIII se constituyeron en el resto de los reinos. En la Corona de Aragón, cada reino
tenía sus propias Cortes (Aragón, Cataluña, Valencia). A diferencia de Castilla, gozaban de una cierta
función legislativa y votaban impuestos.
Comenta el ámbito territorial y características de cada sistema de repoblación, así como sus causas y
consecuencias. (Tema 3)
2.2 LOS SISTEMAS DE REPOBLACIÓN:
La repoblación es un proceso paralelo a la reconquista y consiste en ocupar, repartir y explotar las
tierras que se iban incorporando a los reinos cristianos. Estas tierras podían estar vacías de gente, sin
cultivar, o todo lo contrario, por lo que se desplazaba a la población, voluntaria o forzosamente,
sustituyéndola por otra.
El resultado fue una estructura de propiedad de la tierra mantenida hasta nuestros días prácticamente
sin modificaciones, entre una España latifundista al sur y una España de medianas y pequeñas propiedades
al norte. Pese a los diferentes modelos de repoblación, el modelo de sociedad feudal se consolidó por
todo el territorio con sus instituciones típicas como el señorío territorial y jurisdiccional.
Se consolidaron las relaciones señoriales y la sociedad estamental donde la nobleza y el clero se
convierten en los grandes propietarios de la tierra. Dependiendo de las características de los nuevos
territorios que se ocupan, hay diferentes maneras o modalidades de repoblación, dando lugar a formas de
ocupación y tipos de organización social diferentes:
→ La repoblación en los siglos VIII-X (repoblación de presura):
-La repoblación del Valle del Duero. La tarea más importante desarrollada por el reino astur en el
periodo comprendido entre su nacimiento y el primer tercio del siglo XI fue la repoblación del valle del
Duero, en la zona situada al norte de dicho río.
Aunque sí hubiera población en el valle del Duero antes de la colonización cristiana, sin duda era
escasa y, lo que es más importante, no estaba organizada ni por Córdoba ni por el reino astur (“tierra de
nadie”).
Los reyes astures reconocen la plena propiedad de las tierras a los campesinos que quieran
cultivarlas. La repoblación de tierras en principio es espontánea siendo realizada por pequeños campesinos
procedentes del norte (zona cantábrica) que ocupan de forma individual la tierra, se la apropian y la
reparten en pequeñas propiedades que reciben el nombre de presuras.
Así se van formando pequeñas comunidades de hombres libres propietarios de tierras que se
organizan en aldeas. El resultado fue el predominio de pequeña y mediana propiedad.

También llegan mozárabes que huyen de Al-Ándalus y ocupan y explotan tierras de cultivo. El rey
entregaba la carta puebla (o de repoblación), documento donde figuraban las normas a que habían de
ajustarse los pobladores, con las exenciones y privilegios que se les otorgaban.

En el siglo X, cuando la frontera se asienta en el río Duero, el tipo de repoblación cambia: los
grandes nobles del reino y los grandes monasterios comienzan a apropiarse de las tierras repobladas y
someten a los campesinos (tienden a acaparar la propiedad de la tierra que es trabajada por los campesinos
a cambio de una renta). Tuvo un carácter oficial porque se realizaba en el nombre del rey.

-En las tierras pirenaicas el proceso es similar, siendo ocupadas las tierras primero por campesinos
bajo el nombre de aprisio, y luego por poderosos como nobles o clérigos que acaparan las tierras y
someten a los campesinos bajo su poder.

→ La repoblación en el siglo XI y primera mitad del siglo XII (Repoblación concejil):


-La repoblación de las tierras entre el Duero y el sistema central se ha denominado de frontera o
concejil. Lo primero alude al papel militar de la zona, convertida en frontera sur de los reinos de Castilla y
León. Esto explica el papel fundamental que tuvieron los caballeros, tanto en la defensa del territorio
recientemente repoblado como en la organización de cabalgadas contra al-Ándalus. La expresión
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repoblación concejil hace referencia al hecho de que en este territorio se crearon poderosos concejos a los
que se dota de privilegios, en villas o ciudades, que eran el centro de un amplio alfoz, en el que a su vez,
había abundantes aldeas campesinas que trabajaban las tierra (se las denomina comunidades de villa y
tierra). A los nuevos pobladores se les concedía un solar para levantar su casa y tierras de cultivo que
pasaban a ser de su propiedad. Los monarcas castellanos y leoneses concedieron a las ciudades y villas de
estos territorios generosos fueros (carta puebla), en los que se recogían las normas, libertades, deberes,
privilegios, derechos, la relación de los vecinos con el rey o con los señores (adquieren un enorme poder e

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influencia), libertades y deberes, que debían regir la vida local. Los fueros otorgaban libertades y
privilegios para atraer población a una zona peligrosa de frontera. Esta repoblación fue dirigida por el rey y
configura una zona de mediana propiedad.
-A partir del siglo XII los cristianos toman el valle del Tajo y el Ebro, pero la repoblación difería
de la que hemos visto anteriormente debido una abundante población musulmana en el valle del Tajo y
del Ebro, la cual en buena medida siguió asentada en dicho territorio. Los musulmanes de las ciudades se
asentaron en los barrios extramuros de las ciudades y algunos permanecieron conservando sus tierras en el
campo.
→ La repoblación en la segunda mitad el siglo XII y comienzos del siglo XIII (Órdenes militares):
Los monarcas en lucha contra los almohades, encomiendan a las Órdenes Militares la defensa y
ocupación de las tierras fronterizas incorporadas concedidas por los reyes, poco o escasamente pobladas de
zonas de las actuales Extremadura y La Mancha. Las órdenes militares se encargan de la defensa y
ocupación del territorio a cambio de grandes latifundios concedidos por el rey. Las Órdenes Militares son
grupos de monjes-soldados con espíritu de cruzada contra el Islam. La estructura de la propiedad
predominante fueron los latifundios, dedicados a la explotación ganadera, la solución más idónea para
zonas extensas y con escasa población. En España las más importantes fueron la de Alcántara, Santiago y
Calatrava.
→ La repoblación en el siglo XIII (repartimientos):
Desde el siglo XIII tras la victoria de las Navas de Tolosa sobre los almohades, se lleva a cabo la
ocupación del valle del Guadalquivir, Murcia, Valencia y Baleares. Son las regiones más ricas y
densamente pobladas de Al-Ándalus. En las ciudades que se resisten a la conquista, se expulsa a la
población islámica, que emigra al reino nazarí o a África, en las que no oponen resistencia, los
musulmanes se trasladan a los arrabales y a las zonas rurales, adjudicando la mayor parte de sus viviendas
y tierras a los conquistadores, mediante el repartimiento. Tras la conquista de cada ciudad musulmana se
hacen inventarios de los bienes (casas, tierras) de la población musulmana huida o expulsada y se reparten
en lotes, el rey distribuye estos lotes entre la población cristiana, de acuerdo con su nivel social y grado de
participación en la conquista. La tierra se concentró en manos de grandes nobles y de la Iglesia (se forman
grandes señoríos).
Además la Andalucía bética era un territorio fronterizo, frente a los nazaríes de Granada, pero también
frente al poder musulmán del norte de África, por lo que las zonas de mayor peligro fueran entregadas a las
órdenes militares.
El resultado fue la creación de grandes latifundios en poder de la nobleza, las órdenes militares y la
Iglesia.
Pero al mismo tiempo se potenciaron los grandes concejos que fueron el auténtico nervio de la política
repobladora: Córdoba, Sevilla y Cádiz.
En Valencia y Alicante: se dividen las tierras y se reparten lotes entre los conquistadores pero se
mantiene en la tierra a muchos campesinos musulmanes.

Explica el origen y características del régimen señorial y la sociedad estamental en el ámbito


cristiano.
(Tema 3)
4. EL RÉGIMEN SEÑORIAL Y LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
La aparición y el desarrollo del régimen señorial
Como en el resto de Europa, entre los siglos VIII al XIII se produjo una feudalización de la
sociedad hispánica. En el siglo XIII prácticamente toda la sociedad del territorio cristiano peninsular
estaba regida por una red de relaciones señoriales, según las cuales los nobles obtenían rentas de sus
propiedades y ejercían derechos jurisdiccionales.
Los señoríos eran territorios concedidos por el rey a un particular o a una institución en ocasiones
como pago por un servicio prestado (consejo, ayuda militar). La debilidad económica de los reyes en esta
época, los llevó a conceder a nobles y eclesiásticos señoríos territoriales (feudos) para su explotación
económica, que podían llevar aparejado unos derechos jurisdiccionales sobre la población allí asentada
(señorío jurisdiccional), con el fin de que éstos ejercieran el control del territorio en su nombre. Los
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señores podían nombrar a las autoridades municipales del señorío, cobrar impuestos o administrar justicia.
Por otra parte, con el avance de la reconquista, los campesinos libres poco a poco vieron la necesidad de
ponerse bajo la protección de los señores a cambio de entregarles sus tierras. Con el proceso de
repoblación se producen importantes transformaciones sociales como el aumento considerable de la
nobleza y del clero y una disminución de las propiedades y las libertades de los campesinos.
La sociedad estamental
La división social fue consecuencia de dos factores: la importancia de la fuerza militar en una
sociedad en guerra casi permanente y, y la influencia de la Iglesia en el terreno ideológico.
Surgió una estructura tripartita, definida por la función especial que cada grupo social o estamento
desempeñaba para el conjunto de la comunidad: la nobleza (los defensores), cuyo cometido era la defensa
de la comunidad; el clero (los oradores), encargado de rezar y velar por la salvación de las almas: y el
estado llano (los trabajadores), al que correspondía trabajar para el mantenimiento de todos.
Cada estamento se regía por sus propias normas. La nobleza y el clero gozaban de privilegios
reconocidos legalmente que el estado llano carecía al completo de ellos. Se produce un aumento
considerable del poder y de la propiedad de la tierra en manos de la nobleza y del clero.
La nobleza. El ascenso al estamento privilegiado de la nobleza solo lo podía conceder el rey,
normalmente por servicios prestados a su persona, ya fuera con las armas en la casa real o por la
administración de un territorio. A partir de ese momento la nobleza se transmitía por linaje a sus
descendientes. Dentro de la nobleza una gran variedad de situaciones (alta y baja nobleza) según su poder
económico, prestigio o influencia.
Defendían el reino, con su propio equipo militar (caballo, armas y subordinados) y el de su séquito.
Para cumplir con esta obligación, el rey le entregaba un beneficio, del que obtener rentas suficientes para
sufragar sus gastos militares. Tenían privilegios como no pagar impuestos, tenían jueces propios (eran
juzgados por los de su misma condición), y derecho a determinados cargos políticos.
Además, los titulares de señoríos disfrutaban en ellos de una serie de derechos específicos: cobro de
rentas a los campesinos que trabajaban las tierras señoriales; derechos sobre monopolios, como el molino, o
el cobro de peaje por atravesar una puerta o cruzar un puente; derechos jurisdiccionales, como nombrar a las
autoridades municipales del señorío, o administrar justicia.
El clero. Oraban para la salvación de los creyentes y prestaban la única asistencia social que había
(hospicios, hospitales o escuelas). El rey también les entregaba un beneficio y les permitía cobrar
determinados impuestos (diezmo), así como cobrar los llamados derechos de altar (dar misa, administrar los
sacramentos...).
Igual que la nobleza, los eclesiásticos gozaban de privilegios, como el de tener tribunales especiales
propios o estar exentos de pagar impuestos. Se distinguía entre el alto (arzobispos, abades, etc.), que solían
ser segundones de la nobleza y el bajo, que podían vivir con el pueblo (párrocos) o apartados en un
monasterio, bajo unas reglas concretas (frailes, monjas y monjes).
Así mismo, la Iglesia poseía señoríos con sus privilegios específicos; en estos casos el titular era una
institución eclesiástica (una abadía, una catedral) y el que estaba a la cabeza misma (el abad, el obispo)
ejercía como señor sobre las tierras y vasallos del señorío.
Pero, a diferencia de la nobleza, el estamento eclesiástico no era un estamento cerrado, sino que a él
tenían acceso tanto los nobles como los miembros del estado llano, aunque los primeros acaparaban las altas
dignidades eclesiásticas, mientras que los segundos ocupaban los cargos inferiores.
El estado llano. Era el estamento más numeroso y heterogéneo. Procuraban el sustento propio y el
mantenimiento de los otros dos estamentos. No tienen privilegios y se pueden distinguir varios grupos
(grandes diferencias en cuanto rentas o posición social):
- Campesinos: eran la inmensa mayoría de la población. Había campesinos libres, con propiedad de la
tierra (este grupo fue en retroceso). La mayoría eran campesinos sin propiedades, que trabajaban las tierras
de un señor, pagando rentas en dinero o en especie (un grupo que fue en aumento). Se produce una
progresiva disminución de propiedades y libertades de los campesinos.

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- Artesanos, mercaderes y hombres de negocios de las ciudades eran escasos. También había
una gran variedad de situaciones dentro de este grupo. Con el tiempo artesanos y mercaderes fueron
constituyendo una burguesía con residencia en las ciudades.
- Judíos: vivían en las ciudades, dedicándose a la banca, los préstamos o la usura, artesanía….
- Mudéjares: árabes en territorio cristiano, dedicados a tareas agrícolas y a oficios artesanales
(carpintería o albañilería).
- Sectores marginados: mendigos, vagabundos y enfermos.

BLOQUE 3. LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN


MUNDIAL (1474-1700)

Define el concepto de “unión dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes
Católicos y describe las características del nuevo Estado. (Tema 5)
1. LA UNIÓN DINÁSTICA DE CASTILLA Y ARAGÓN
Cuando Enrique IV muere en 1474, Isabel es proclamada reina de Castilla en Segovia y el
conflicto dinástico deriva en una guerra civil entre dos bandos: a Isabel la apoyan, las ciudades, y la
nobleza más poderosa (grandes linajes), y la Corona de Aragón; a Juana la Beltraneja apoya otra parte de
la nobleza y Portugal. El rey de Portugal (Alfonso V) se casa con Juana e invade Castilla con su ejército,
tras su derrota en Toro, parte de la nobleza cambia de bando apoyando a Isabel. En 1479 vence el bando de
Isabel y se firma del Tratado de Alcaçovas con Portugal, donde Isabel fue reconocida como reina de
Castilla y se reconocía el monopolio portugués sobre el África situada al sur un paralelo que pasaba por el
extremo meridional de Canarias.
En las mismas fechas Fernando se convierte en monarca de la Corona de Aragón al morir su padre
(1479). Isabel y Fernando se convirtieron en reyes de las dos coronas más importantes de la península. El
papa de Roma les otorgará el título de Reyes Católicos, tras finalizar la guerra de Granada y suprimir el
poder musulmán en la Península.
Tras el matrimonio de Isabel y Fernando (1469) se forma una unión dinástica donde ambos reinos
seguían manteniendo su independencia y sus instituciones, sus fronteras, su sistema de recaudación de
impuestos, lenguas, leyes, aduanas y sus usos tradicionales, es decir, que los súbditos de una corona eran
considerados extranjeros en la otra. Las dos coronas comparten a los mismos soberanos pero mantienen
separadas sus instituciones y leyes. Isabel y Fernando llegaron a un acuerdo, en la Concordia de Segovia,
sobre un sistema de gobierno conjunto de Castilla (un acuerdo similar se establecería también respecto a al
gobierno de Aragón). Los reyes quedan asociados en todos los actos de poder (documentos oficiales,
monedas, escudo).
La monarquía de los Reyes Católicos tenía como comunes la diplomacia y el ejército, y tuvieron tres
objetivos comunes: el dominio peninsular (unidad territorial), la unidad religiosa de los súbditos y la
centralización del poder (reduciendo la influencia de los nobles que, tanto en Aragón, como en Castilla,
habían organizado revueltas y sublevaciones contra el poder del rey durante los decenios anteriores).
La nueva monarquía sentó las bases de la monarquía autoritaria, creando unos órganos de poder
que dependieran de la monarquía y sometiendo a las fuerzas que se habían opuesto a la consolidación del
poder real: nobles y clero.
2. LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO MODERNO: LA MONARQUÍA AUTORITARIA
La monarquía de los Reyes Católicos era un conjunto de territorios, cuyo único vínculo jurídico eran
los monarcas, pero también procuraron consolidar y crear organismos e instituciones que reforzaron el
poder real e incluso algunos de ellos comunes a todos sus territorios (Inquisición, embajadores o ejército)
2.1. La monarquía autoritaria.
Los Reyes Católicos buscan controlar el poder del Estado. Reforzaron la autoridad real,
disminuyendo o anulando el poder político de los estamentos privilegiados (nobleza y clero), quedan
subordinados al poder real, deben obedecer al trono y colaborar. Por tanto la actitud de los Reyes Católicos
hacia los nobles fue prudente y compensatoria redujeron su poder político pero se respetó que los nobles

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consolidaran y aumentar su poder económico y su influencia social (mantienen sus privilegios) y que la
Iglesia hiciera lo mismo (se la da el control de la poderosa Inquisición).
Se convierten en un modelo de monarquía autoritaria (sobre todo en Castilla más que en Aragón).
Se crean y potencian organismos al servicio directo de los monarcas: controlan la administración a través
de un cuerpo de funcionarios, mejoran el cobro de impuestos, disponen de un ejército permanente, cuentan
con una diplomacia a su servicio y crean o potencian instituciones al servicio de la Corona. Establecieron
las primeras bases de un Estado moderno, sin embargo mantuvieron rasgos medievales como dirigir la
guerra en persona y su corte itinerante
2.2. Las instituciones de gobierno.
Al aumentar las competencias del Estado y el poder político de la monarquía, la administración
central se hizo más compleja y requería una numerosa burocracia que integraba cada vez más a juristas y
letrados pertenecientes en su mayoría a la pequeña nobleza.
→Se consolidan los Consejos, que eran órganos colegiados, encargado de orientar y asesorar a los
reyes, con decisiones finales en el rey. Solían tener funciones legislativas y judiciales (Tribunal de
justicia), formando parte de él letrados.
El Consejo Real de Castilla y el de Aragón eran órganos territoriales, ejerciendo su función sobre
un territorio determinado. El de Castilla se componía por un presidente (un eclesiástico), nobles y sobre
todo de letrados (juristas); y era un órgano supremo de gobierno y de justicia. El de Aragón, parecido al
castellano, tenían atribuciones sobre Aragón, Cataluña, Valencia, las Baleares, Sicilia y Nápoles. En la
Corona de Aragón se mantiene intacta la monarquía pactista. Isabel y Fernando tienen limitada su
autoridad y se ven obligados a respetar los privilegios y fueros de Valencia, Aragón, Cataluña y Baleares,
nombrando a lugartenientes o virreyes como representantes suyos en estos reinos, dada su escasa presencia
personal. Su autoridad frente a las Cortes y estamentos sociales es menor que en Castilla.
Consejos especializados en una función concreta fueron:
-El de la Cruzada (administraba el dinero obtenido por luchar contra el infiel, a cambio de las
indulgencias papales (perdón de pecados).
-El de las Órdenes Militares (desde donde se controlaba la administración de las órdenes de
Calatrava, Santiago y Alcántara).
-El Consejo de la Inquisición fue un tribunal eclesiástico que dependía directamente de los
monarcas. Los Reyes Católicos, para perseguir a los falsos conversos (convertidos a la religión cristiana,
que seguían practicando ocultamente su religión judía) establecieron el Tribunal de la Inquisición,
valiéndose de una bula del papa de 1478, por la que se autorizaba a los Reyes Católicos a nombrar
inquisidores en sus reinos. El Consejo de la Inquisición o Santo Oficio, era nombrado por el rey y tenía
jurisdicción en todos los reinos, con la misma finalidad.
→ La Santa Hermandad, nace para mantener el orden en el interior de Castilla (sobre todo en las
áreas rurales). Las forman cuadrillas armadas y organizadas por los concejos, sus funciones son vigilar los
caminos y perseguir el bandolerismo en las zonas rurales de todo el reino, incluidas las zonas de
jurisdicción señorial. También se utilizó como aparato de recaudación. Da a la monarquía prestigio y
autoridad en el territorio.
→ En Castilla las Cortes fueron perdiendo importancia, dada la mayor autoridad real, y fueron
convocados en pocas ocasiones: sólo para la jura del heredero y para solicitar ayudas monetarias para
financiar las guerras. En Aragón cada reino tiene las suyas propias, tienen poder legislativo y fiscal y
disponían de delegaciones permanentes. Las cortes se constituían por representantes de la nobleza, el clero
y de los miembros (procuradores) de determinadas ciudades.
2.3. La administración de justicia.
Se impuso la llamada justicia pública o real, frente a la señorial, que no desaparecerá. El mayor
cambio fue el de extender la jurisdicción de la Inquisición sobre todos sus reinos.

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→ En Castilla la Audiencia (Chancillería) sigue siendo la máxima instancia judicial (tribunales de
justicia de segunda instancia o superiores) que resolvían las apelaciones de los condenados por no estar de
acuerdo con las decisiones de la justicia de los corregidores o los señores. En la Corona de Castilla había
sedes en Granada y Valladolid. La última instancia judicial sería el Consejo de Castilla.
2.4. La administración local: el corregidor.
→ Dentro de los concejos (Castilla), sobresale la figura del corregidor (que ya existía y se consolida
en este período), nombrado por el rey y pagado por el municipio, era la máxima autoridad judicial, militar,
fiscal y el encargado de velar por el orden público y moral; y elevaba al rey las peticiones del concejo.
Como complemento a lo anterior……………y conclusión………..
El proceso de unificación requería también la unidad religiosa, en torno al cristianismo. Su
política se centró en combatir a los infieles y propagar la fe católica. Además de la Inquisición, puede
centrarse en: la conversión forzosa de los mudéjares de Castilla y la expulsión de los judíos.
El nuevo Estado de los Reyes Católicos se completa con una política de expansión territorial con la
Conquista de Granada y la anexión de Navarra. Una política internacional basada en una diplomacia
internacional (embajadores), el ejército y una hábil política matrimonial de alianzas con sus hijos e hijas.
En lo fundamental siguieron la expansión mediterránea y anti-francesa de Aragón, que les permitió el
control de gran parte de Italia; mientras que Castilla centró sus intereses en la política norteafricana y
atlántica: Canarias, las recién descubiertas “Indias” (América).

Explica las causas y consecuencias de los hechos más relevantes de 1492. (Tema 5 y 6)
Hacer un breve introducción mencionando que los tres hechos se producen durante el reinado de os
RRCC. El proceso de unificación requería también la unidad religiosa, en torno al cristianismo. Su política
se centró en combatir a los infieles y propagar la fe católica. El descubrimiento de América es parte su
política internacional.
Esquema visto en clase (puede servir como guía)

17
Causas y consecuencias de la Conquista de Granada
3.1.1 La conquista de Granada
Causas
El reino nazarí de Granada (que comprendía las actuales provincias de Málaga, Almería y Granada) era
vasallo del reino de Castilla y sujeto a un pago de un tributo. La causa final que justificó la guerra se debió
a que los granadinos tomaron la fortaleza fronteriza castellana de Zahara (1481) y comenzó una dura
guerra. Aquel conflicto bélico exigió un gran esfuerzo militar (armas y miles de hombres) y económico.
Las hostilidades solían consistir en largos asedios de plazas fuertes (fortalezas y ciudades amuralladas).
Las operaciones militares se vieron favorecidas por las luchas entre bandos nobiliarios por hacerse con el
trono de Granada. En una de las batallas entre cristianos y musulmanes cayó prisionero Boabdil
(pretendiente al trono de Granada) que fue puesto en libertad porque les era útil para incentivar las disputas
entre los propios granadinos (lucha entre bandos por el poder) y así debilitarles.
Las tropas de los Reyes Católicos fueron haciéndose con los territorios del reino nazarí mediante
asedio y pactos de rendición de las plazas fuertes a cambio de tratos de favor (Almería). Muchas ciudades
se fueron rindiendo mientras que Málaga sufre un asedio durísimo, y una vez conquistada, toda la
población sobreviviente se somete a la esclavitud. La última fase de la guerra corresponde al asedio de la
ciudad de Granada. Al ser complicada la conquista de las murallas de Granada el ejército cristiano se
estableció en la vega de Granada donde estableció su campamento militar. La ciudad empezó a pasar
penurias y hambre. Boabdil hacía tiempo que estaba en tratos con los Reyes Católicos que habían de ser
secretos. Fruto de esos contactos fue la capitulación y la entrega de la Alhambra (2 de enero de 1492).
Las capitulaciones de la ciudad de Granada garantizaron a los musulmanes granadinos el derecho a usar su
lengua, sus vestidos y costumbres, a practicar su propio culto y a ser juzgados por sus propios jueces.
Consecuencias
La conquista fue considerada por la reina como el mayor y mejor acontecimiento de su reinado. Fue
una conquista celebrada en España y en Europa, donde el espíritu de cruzada contra el infiel se reactivaba
(expansión de los turcos). Granada se consideró la adquisición más preciada de aquel reinado y supone el
fin de la Reconquista frente a los musulmanes. VER esquema
Cerrar las consecuencias con alguna idea del apartado 4.3 Los mudéjares (población
musulmana) estaban legalmente protegidos por las capitulaciones firmadas con los antiguos reyes
musulmanes granadinos. En 1502, se les dio un plazo para hacerse cristianos, dejar su lengua y costumbres
y su forma de vestir, ofreciéndoles la posibilidad de emigrar. Esta imposición creó brotes de violencia y
revueltas, que suponen que los reyes decidan la expulsión de los mudéjares en la Corona de Castilla que no
se convirtiesen al cristianismo. La mayoría de los mudéjares castellanos opta por convertirse, y pasan a
denominarse moriscos (nunca abandonaron sus viejos ritos, ni lengua). En la Corona de Aragón los
mudéjares continuaran trabajando las tierras de grande familias nobiliarias y siguieron siendo la única
minoría religiosa, aunque no por mucho tiempo, en la España de los Reyes Católicos.
18
Causas y consecuencias del descubrimiento de América
Causas
1.1 EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
a) Motivaciones y condiciones previas que hacen posibles los descubrimientos
Una serie de factores y circunstancias favorecieron e impulsaron la expansión ultramarina en los
años finales del siglo XV:
-La necesidad económica: se trata de buscar la ruta alternativa para el comercio de las especias
(seda, perfumes, piedras preciosas) que, procedentes de Extremo Oriente y la India, había sido bloqueada
por los turcos al conquistar Constantinopla y Oriente Medio.
-La mentalidad: en el Renacimiento, muchos estudiosos y gente culta habían aceptado la idea de la
esfericidad de la Tierra, abandonando las ideas medievales de que ésta era plana. Ideológicamente, el
hombre estaba abierto a nuevas ideas y sentía curiosidad por todo lo desconocido.
-La capacidad técnica: se necesitan recursos técnicos para navegar en alta mar (en mares como el
Atlántico de fuerte oleajes), lejos de las costas; como naves (naos y carabelas), que serán diseñadas por los
marineros atlánticos y el perfeccionamiento de la brújula y el astrolabio. Hubo avances cartográficos
(portulanos).
-Portugal y Castilla están en plena expansión en el siglo XV por tanto, tienen los medios para
financiar viajes y se genera una rivalidad entre ambas coronas.
b) Cristóbal Colón
Cristóbal Colón aprovecha este contexto y el interés de castellanos y portugueses, demostrado
durante el siglo XV, por controlar las rutas comerciales del Atlántico, para llevar a la práctica su proyecto
de llegar a la India navegando por el Oeste. Este proyecto lo presenta a la monarquía portuguesa, que
después de consultar con asesores y expertos lo rechazan, ya que decían que Colón estaba equivocado
(cálculos erróneos) y además los portugueses tienen la esperanza de llegar por la costa africana a la India.
Colón se dirige entonces a Castilla donde pretende presentar de nuevo su proyecto. Acogido por los
frailes de La Rábida (Huelva), ellos son los que le facilitarían una primera entrevista con los Reyes
Católicos (1486). Una comisión de expertos coincidió con los portugueses en que sus ideas eran
incorrectas. Aunque el dictamen fue negativo, los monarcas le dieron esperanzas de volver a examinar su
idea más adelante.
c) Las Capitulaciones de la Santa Fe.
Años después fue llamado a Granada, los reyes aceptan el proyecto y ordenaron redactar unos
acuerdos con Colón: las Capitulaciones de la Santa Fe (1492), para establecer las condiciones en las que se
llevaría a cabo la expedición. Los Reyes se titulaban señores de las mares océanas y a Colón, en
satisfacción de lo que ha de descubrir, el título de almirante de la Mar Océana, el de virrey y gobernador de
las tierras que descubra (con carácter vitalicio) y la décima parte de los beneficios y de las riquezas
obtenidas en las Indias.
d) La primera expedición colombina: el descubrimiento de América.
Se reunieron tres naves con los tripulantes necesarios (120 hombres). La expedición salió el 3 de
agosto de 1492 del puerto de Palos de Moguer (Huelva).
Las tres embarcaciones, el 12 de octubre de 1492, avistaron la isla de Guanahaní (Islas
Bahamas), rebautizada como San Salvador. Colón tomó posesión de ella, junto con La Española (Haití y
República Dominicana) y Juana (Cuba), en nombre de los reyes Isabel y Fernando. Las otras dos naves
regresaron y Colón trajo consigo algunos indios, y cuenta a los Reyes su viaje en la ciudad de Barcelona.
Consecuencias
4. CONSECUENCIAS DEL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA Y LA COLONIZACIÓN
DE AMERICA PARA ESPAÑA, EUROPA Y LA POBLACIÓN INDÍGENA
1.1 Consecuencias para la población indígena
-Consecuencias sociales: Se produce un fuerte descenso demográfico de la población indígena,
por el efecto de las enfermedades (gripe, viruela, tifus para las cuales no tenían reservas naturales) de
origen europeo y por la dureza del trabajo a que fueron sometidos (explotación en las encomiendas). Otra
consecuencia fue el intenso fenómeno social del mestizaje (descendientes de dos etnias).

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- Consecuencias políticas. Se produce la caída de los imperios precolombinos: aztecas, mayas o
incas, entre los más destacados. La destrucción de sus formas tradicionales de vida y de su
organización social (implantación de instituciones gubernamentales, a imagen de la metrópoli).
- Consecuencias culturales: las civilizaciones preexistentes fueron poco respetadas y quedan como
manifestaciones marginales. El castellano se impone como idioma culto y oficial, quedando las lenguas
indígenas para el uso coloquial.
- Consecuencias religiosas: cristianizar a los indios de forma obligada (a través de la violencia si
se negaban) o a través de las reducciones de las principales órdenes religiosas (evangelizar, a la vez que
enseñarles a cultivar la tierra….)
4.2 Consecuencias para España y Europa
Tras el descubrimiento de América, se abrió un flujo de comercio ultramarino, con consecuencias
decisivas para España y Europa. Un impacto muy importante fue la llegada a España y Europa de grandes
cantidades de oro y sobre todo de plata de las minas americanas (sobre todo de México y Perú). La
llegada de esta cantidad de metales preciosos va a suponer la financiación de la política exterior y militar
de la monarquía española (mantenimiento del Imperio), y la subida de los precios (inflación) como
consecuencia de la mayor circulación del dinero en Europa (acuñación masiva de monedas). El oro y la
plata que llega de América, en su mayoría llegó para ser empleado en los gastos de las campañas militares
en Europa, inversiones suntuarias (templos, joyas, palacios) y no en cuestiones productivas.
La relación comercial que se establece con América hace que se estimule la exportación de vino,
aceite, tejidos, muebles, herramientas, armas; que fue siendo sustituida por los países europeos que usaban
España como intermediaria.
Se produjo una redistribución de las nuevas mercancías en los circuitos comerciales europeos. El
comercio americano proporcionó diversidad de productos agrícolas que no se conocían en Europa, como
el maíz, la patata o nuevas hortalizas, así como otros productos que tienen mucha aceptación (cacao,
azúcar, tomate, tabaco, cochinilla, cueros…). Algunos de esos productos se aclimatan bien en Europa
(maíz, patata).
Otras consecuencias: inicio de una corriente migratoria de europeos hacia América y la
ampliación de conocimientos geográficos y científicos.
Causas y consecuencias de la expulsión de los judíos
Causas
4.2 Judíos y conversos
La vigilancia de los conversos: la Inquisición
En España, tras los progroms del siglo XIV, había aumentado el número de conversos-judíos
convertidos al cristianismo-, pero en muchos casos la conversión estaba motivada por el afán de ponerse a
salvo de la hostilidad antisemita. Los Reyes Católicos, con la finalidad de perseguir a los falsos conversos,
obtuvieron del Papa autorización para establecer la Inquisición en sus reinos (Castilla y Aragón). El
Tribunal del Santo Oficio o Inquisición, era un órgano eclesiástico pero bajo órdenes directas de los
reyes. Solo perseguía las desviaciones dentro del cristianismo; por tanto podía actuar contra los conversos
no contra los judíos. Comenzó a funcionar manteniendo un rigor religioso extremo, llevando a cabo
numerosos procesos (autos de fe), con castigos que iban desde la imposición de un sambenito (especie de
casulla) a la muerte, pérdida de bienes, cárcel, pasando por numerosas torturas e interrogatorios.
La expulsión de los judíos
Si los reyes eran conscientes de haber logrado la unidad dinástica, aspiraron a conseguir la unidad
religiosa, en torno al cristianismo; pero se encontraron con la existencia de dos grupos de población que
no eran cristianos: judíos y mudéjares. Aunque los judíos habían convivido con los cristianos
pacíficamente, tras la crisis del siglo XIV comienzan a ser perseguidos: asesinatos, reclusión en aljamas,
signos distintivos en su indumentaria. El sentimiento general antijudío, siempre latente en las clases
populares, cobra aspectos por lo tanto violentos y funciona a modo de válvula de escape de las tensiones
internas de la sociedad. Estos ataques se debieron, en parte, a las prácticas de usura que practicaban
algunos judíos (prestamistas) con las clases más bajas o cuestiones hacendísticas (cobro de impuestos), que
les permitían un puesto en la corte. Pero era una mirada demasiado simplista de los judíos donde solo una

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minoría se dedicaba a esas actividades siendo un grupo social muy heterogéneo (había una mayoría de
artesanos, tenderos…).
En este contexto se explica la medida real de la conversión total al cristianismo o emigrar. Los reyes
ordenaron mediante un decreto en el año 1492 la expulsión o conversión de todos los judíos de sus reinos
en el plazo de cuatro meses. El motivo según el decreto fue estrictamente religioso, y no concierne solo a
los judíos, sino a los conversos; mientras que estos tuvieran ante sus ojos a judíos que practicaban su fe no
escaparían a la tentación de volver a su antigua creencia. La mayoría opta por el exilio (a los que se les
llamará sefardíes). Para los monarcas la decisión era una cuestión de Estado al buscar la unidad religiosas
en sus reinos.
Consecuencias
Se calcula que salen unos siendo unos 150.000 judíos (destino: Portugal, norte de África, Imperio
Turco). Se perdió a una población instruida y laboriosa (artesanos, comerciantes, médicos hombres de
negocios).
Los judeoconversos fueron sospechosos de seguir judaizando, practicando su religión ocultamente
(se les acusa de ser falsos cristianos), siendo el foco de atención de la Inquisición y odiados por las masas
populares (donde se mezclaban motivos religiosos y de clase ya que ocupaban cargos en la administración
como por ejemplo regidores). Las masas populares respondieron con una mentalidad agresiva, basada en la
limpieza de sangre, que diferenciaba a los cristianos nuevos (judeoconversos) de los viejos.

Compara los imperios territoriales de Carlos I y el de Felipe II, y explica los diferentes problemas
que acarrearon. (Tema 7)
(En este estándar es necesario realizar una breve introducción, después señalar los objetivos de
cada reinado y sus dominios, y hacer una breve alusión a cada problema).
Introducción: Carlos I y Felipe II de la familia de los Austrias o Habsburgo protagonizan gran
parte de la historia de España del siglo XVI. Tanto uno como otro fueron reyes de Castilla y Aragón. Sin
embrago sus dominios no se van a limitar a la Península Ibérica, y se extendían por Europa, América,
África y Asia. Para mantener este Imperio se vieron inmersos en continuos conflictos y guerras que
financiaron principalmente con fondos de Castilla. Los Habsburgo serán reyes de una multitud de reinos
diferentes que conservaran sus propias instituciones y peculiaridades. Estos monarcas afianzan un sistema
político basado en la monarquía autoritaria.
1. EL IMPERIO DE CARLOS I DE ESPAÑA Y V DE ALEMANIA (1516-1556)
1.1. LOS DOMINIOS DE CARLOS I
La herencia de Carlos va a ser enorme fruto de la herencia materna (Juana la Loca) y paterna
(Felipe el Hermoso):
La herencia materna: Incluye la Corona de Castilla (con Navarra, las Canarias, las plazas
norteafricanas y los territorios americanos) y la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia, Cerdeña
y Nápoles y Sicilia).
La herencia paterna comprende los territorios de su abuela paterna (María de Borgoña): Flandes
(Países Bajos), Luxemburgo y el Franco Condado; tras la muerte de su abuelo, el emperador
Maximiliano de Habsburgo, presentó su candidatura y consigue el título de emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico con el título de Carlos V, heredando las tierras patrimoniales de la familia de los
Habsburgo en Austria.
1.2. LOS CONFLICTOS INTERNOS
1.2.1 Las Comunidades de Castilla
Carlos I desembarcó en 1517 en Villaviciosa (Asturias). Don Carlos venía acompañado de un
numeroso séquito flamenco y borgoñón (Adriano de Utrecht), que trataba a Castilla como si fuese un
territorio conquistado. Este sequito era el que aconsejaba y controlaba al joven rey y recibía privilegios y
cargos de gobierno. Los castellanos se vieron apartados de los cargos de gobierno por unos recién llegados.

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En 1518, se reúnen las Cortes de Valladolid, para jurar al nuevo rey y se aprecia una desilusión. Las
Cortes le exigen que respete las leyes castellanas y que accedieran a los altos cargos los castellanos (que se
apartase de los consejeros extranjeros y que los cargos importantes no fuesen para extranjeros), y que
aprendiese castellano.
Carlos después se presentó para ser aceptado por las Cortes aragonesas y catalanas y después de
diferentes reuniones fue aceptado también como rey. El rey estando en Barcelona recibe la noticia (1519)
de su elección como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como sucesor de su abuelo
Maximiliano. Desde aquel momento las preocupaciones de Carlos y sus consejeros giran en torno al
Imperio. La noticia fue mal recibida en Castilla, por entender que el rey se alejaba del reino y que se verían
envueltos en asuntos que no les concernían. El monarca debía de ir a Alemania para ser elegido
personalmente emperador, pero no tenía fondos (para el viaje y ser coronado emperador) y sus consejeros
le dijeron que podía sacarlos de Castilla (territorio más rico y próspero).
El desencadenante de la rebelión. Carlos convocó Cortes (Santiago y Coruña) para pedir más dinero.
Tras muchas discusiones con los procuradores de las Cortes, con presiones y sobornos consigue que le
concediesen el subsidio (dinero) necesario para irse y conseguir el título de emperador (1520). Organizó su
viaje, dejando al extranjero Adriano de Utrecht, como regente de Castilla. Al regreso de los procuradores
a sus ciudades, el descontento acumulado desemboca en la sublevación de las Comunidades de Castilla.
La situación era muy preocupante. Adriano de Utrecht quedaba gobernando Castilla, y al ser
extranjero hace que se perciba la idea de que el rey no tenía voluntad, que desconfiaba de los castellanos y
que estaba sometido a la influencia de los flamencos. La rebelión contra el monarca Carlos V se extiende
por las ciudades y villas de Castilla. Participan en el movimiento comunero miembros de la burguesía
(artesanos, letrados) y pequeña nobleza de las ciudades. La alta nobleza permanece al margen hasta que la
revuelta adquiere un carácter antiseñorial y participarán al lado del monarca.
Las reivindicaciones de los comuneros son variadas: pretenden limitar el poder real y dar mayor
importancia a las Cortes (quieren participar en el gobierno del reino a través de las Cortes); rechazo de los
consejeros extranjeros, que los cargos del reino sean ocupados por castellanos, y le piden que resida en
Castilla (rechazo de la idea imperial de Carlos ya que sienten que sacrifica los intereses de Castilla por sus
intereses personales, no querían compartir a su rey); pretenden que no salga ni oro ni plata, ni lana (defensa
de la industria textil castellana) a otros países.
El levantamiento se inicia en Toledo (su líder aquí es Juan Padilla) y después se unieron diferentes
ciudades de Castilla: Segovia (Bravo), Ávila, Zamora o Salamanca (Maldonado) entre otras. Los
representantes de las ciudades en rebelión constituyen la Santa Junta (1520), que actúa de gobierno en
nombre de la reina Juana. Los comuneros organizan un ejército. La extensión del movimiento comunero a
las villas de señorío coloca a la alta nobleza a lado de Carlos V y en contra de la sublevación (miedo a un
movimiento antiseñorial y en defensa de sus derechos señoriales). Adriano formó un nuevo ejército y pasó
a la ofensiva controlando los territorios dominados hasta entonces por los comuneros, que fueron vencidos
finalmente en Villalar (23 de abril de 1521), y sus jefes (Padilla, Bravo y Maldonado) fueron ejecutados,
sin juicio previo, sobre el campo de batalla. Al final, las ciudades acabaron sometiéndose al poder real;
aunque, en Toledo, María Pacheco (la viuda de Padilla) resistió seis meses más. Después de la derrota de
Villalar, Castilla no tendrá más remedio que inclinarse y contribuir en soldados y dinero a la política
imperial.
1.2.2 Las germanías valencianas y mallorquinas
En 1519 aprovechando que la nobleza y autoridades de Valencia habían abandonado la ciudad por
miedo a un brote de peste, los artesanos y comerciantes de estas germanías se hacen con el control de la
ciudad y se niegan a admitir la lealtad al virrey. Este tuvo que huir y los agermanados controlaron el
gobierno de la ciudad y todas las villas y ciudades de los alrededores. La revuelta, espontánea y sin líderes
claros, se extiende a otras ciudades del reino como Palma de Mallorca. La revuelta se extiende también en
el campo donde los campesinos (pequeños propietarios y jornaleros) se quejan de los impuestos y de las
rentas que pagan a los señores (abusos señoriales).
Se trataba de la rebelión del artesonado urbano y de campesinos, que intentaron tomar el poder de las
ciudades, controladas por la nobleza y la burguesía más adinerada, exigiendo mayor participación en el
22
gobierno. La unión del ejército real y la nobleza hizo que fuera sofocada en 1521, sus dirigentes fueron
ajusticiados y hubo una dura represión.
1.3 LA IDEA IMPERIAL Y LOS CONFLICTOS EXTERIORES
a) Los objetivos que persigue la IDEA IMPERIAL fueron reunir a toda la cristiandad bajo la
bandera del emperador (un poder con valor simbólico y de prestigio) y de luchar contra los enemigos del
cristianismo: los turcos en Europa oriental y el Mar Mediterráneo, y la herejía protestante en el resto de
Europa. Pero resultó ser un fracaso, ya que se crearon estados nacionales, divisiones dentro de la
cristiandad occidental, entre católicos y protestantes, unido a la constante amenaza de los turcos.
El hecho de ser Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico le imprime la obligación de
defender la Cristiandad y el de ser el único rey que debía gobernar varios reinos unidos (soberano de una
multitud de entidades autónomas con administración propia).
Carlos V se sintió Emperador de la Cristiandad y árbitro de la política europea (paz para los
cristianos y lucha contra los infieles). Esta idea chocó con Francia, que se negó a aceptar un papel
secundario en Europa. Además la reforma protestante rompió la unidad religiosa de Europa occidental. La
idea del Emperador fracasó.
b) LOS CONFLICTOS EXTERIORES:
- Amistad con Portugal: Se refuerza con el matrimonio del Emperador con Isabel de Portugal
(1526). Firmó un acuerdo con este país resolviendo el problema de reparto de tierras entre España y
Portugal, por el cual las Islas Molucas, donde se producen especias, pasaban a ser soberanía portuguesa.
- Enemistad con Francia por el dominio de Milán: Francia cercada por los dominios de Carlos V
es el mayor rival. Francisco I de Francia fue su principal adversario y ocupó territorios de Borgoña
(Carlos se siente heredero de este territorio) y mantuvo la autoridad sobre Milán (después haberlo
conquistado), donde esperaba lanzarse al control del resto de Italia que será el principal escenario de
enfrentamientos. Esta rivalidad llevó a diversas guerras entre estos soberanos. Las tropas imperiales de
Carlos V derrotaron a los franceses en la batalla de Pavía (1525), donde fue vencido y hecho prisionero
Francisco I. La rivalidad con Francia por Italia va a continuar en el tiempo ya que Francisco I no cumplió
sus promesas al verse en territorio francés y reanudó las hostilidades en Italia con apoyos exteriores. El rey
francés recibe el apoyo de Venecia, Florencia y el papa Clemente VII (recelosos y alarmados del
predominio español en Italia). Las tropas imperiales (españoles y alemanes) de Carlos se dirigieron a Roma
y saquearon la ciudad (1527). Las hostilidades contra los franceses continuaron hasta que se llega a un
pacto (Paz de Cambrai, 1529): Carlos V renunció a Borgoña y Francisco I a Milán. Pero las rivalidades y
enfrentamientos por este territorio continuarán durante años. Finalmente el ducado de Milán pasará a ser
un dominio de España. El Milanesado tiene una posición estratégica y era un enclave fundamental en las
comunicaciones del Imperio de los Habsburgo.
-Política mediterránea: se basó en la defensa del Mediterráneo occidental (un mar inseguro) y el
control de Norte de África, tanto con fines comerciales, como para impedir la piratería que amenazaba las
costas españolas. Carlos V dirigió personalmente la expedición contra Túnez. Tomó la ciudad, aunque no
pudo evitar la huida de los corsarios a Argel. Poco después, Túnez se declaró independiente y formará
parte del Imperio Otomano; además se pierde Trípoli y Bujía, quedando Melilla como plaza importante en
África, intentando impedir la piratería de los berberiscos. Estos se alían con los turcos y saquean ciudades
costeras de España e Italia. Una preocupación constante fue el problema de la expansión del Imperio Turco
que amenazaba Europa (los turcos eran dueños de los Balcanes, Hungría).
- Conflictos religiosos en el seno del imperio (la lucha contra el protestantismo): La Reforma
Protestante de Lutero planteó a Carlos V un problema gravísimo ya que ponía en peligro la unidad
religiosa y la unidad política del Imperio. Fue por lo tanto una lucha política y religiosa, ya que una parte
importante de los príncipes y ciudades del Imperio alemán se convirtieron a la nueva fe (sobre todo el
luteranismo), enfrentándose a Carlos V, que se mantuvo siempre fiel a la unidad religiosa de la
Cristiandad.
Desde el principio, Carlos se había opuesto enérgicamente a las doctrinas de Lutero, a quién declaró
fuera de la ley en la dieta imperial (asamblea) de Worms (1521). El deseo de mantener la paz religiosa y
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política en Alemania y no provocar una ruptura explica la larga serie de negociaciones patrocinadas por el
emperador. Solicita del Papa la celebración de un concilio. El deseado Concilio, se reúne en Trento, desde
1545-1563, con largos periodos de interrupción, los protestantes no acuden. No sirve para la
reconciliación, sino para reafirmar el dogma católico y romper con los protestantes. A este movimiento
católico nacido del Concilio de Trento se le denomina la contrarreforma.
Finalmente el emperador se enfrenta militarmente a los príncipes protestantes derrotándolos en la
batalla de Mühlberg (1547) pero no consigue imponer su autoridad política. Los enfrentamientos
acabaron con la Paz de Augsburgo (1555), que reconocía la división religiosa en el seno del Imperio
alemán (libertad a cada príncipe para imponer la religión católica o la luterana en sus territorios).
-La abdicación del emperador. En 1556 el emperador abdica dejando la mayor parte de su herencia
a su hijo y sucesor Felipe II, salvo la dignidad imperial y los territorios patrimoniales de los Austrias
(tierras de Alemania y Austria) que heredó su hermano Fernando. Flandes y el Franco Condado los heredó
Felipe II. El emperador se retira al monasterio de Yuste donde muere en 1558.
2. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II (1556-1598)
Sus ideas políticas fueron la defensa del catolicismo y la lucha contra los infieles (ya fueran
musulmanes y herejes protestantes) y el mantenimiento de la hegemonía de la casa de Austria en Europa
(manteniendo el patrimonio heredado).
2.2 LOS DOMINIOS DE FELIPE II. La unidad ibérica.
Felipe II hereda de su padre los territorios peninsulares -Castilla y Aragón-, los dominios italianos
(el Milanesado, Cerdeña, Nápoles y Sicilia), las posesiones americanas, los Países Bajos (Flandes),
Luxemburgo, el Franco Condado, y los territorios del Norte de África. También se convirtió en rey de
Portugal.
Portugal (la unidad ibérica). En 1578, al morir el rey Sebastián de Portugal sin herederos se plantea
un problema sucesorio. Felipe II hace valer sus derechos a la corona (hijo de Isabel de Portugal y nieto de
Manuel I el Afortunado). La nobleza y el alto clero se decantan por el rey español y las clases populares y
el bajo clero, por don Antonio. EL rey envía un ejército a Portugal para defender sus derechos. Tras un
enfrentamiento inicial, el Duque de Alba vence y Felipe II es reconocido como rey portugués en 1581
(Cortes de Thomar).
Con la unión de ambas coronas, se consigue la unión ibérica, que ya habían intentado los Reyes
Católicos, haciendo de Felipe el monarca del más extenso imperio (en sus estados no se ponía el sol) al
unirse dos imperios coloniales (a las colonias españolas se unían las portuguesas, Brasil y enclaves en
África y Asia).
2.2. LOS CONFLICTOS EXTERIORES
- Francia: Felipe II hereda de su padre el enfrentamiento por Francia por el dominio de Italia. Las
tropas españolas aplastan a las francesas en San Quintín (1557) y, da paso a la Paz de Cateau-Cambrises
(1559), donde se devolvían los territorios ocupados por Francia, que renunciaba a reclamar derechos sobre
Italia, y se acordaba el matrimonio del rey español con Isabel de Valois hija del rey francés. able.
- La lucha contra los turcos. Estos controlaban el Mediterráneo oriental, expulsando a los
venecianos de esta zona comercial y, aliados a los piratas berberiscos, amenazaban las costas de Italia y
España. Ante el peligro común, Venecia y España, forman una alianza (Liga Santa), apoyada por el Papa
Pío V para atacar a los turcos, capitaneada por don Juan de Austria (hijo natural de Carlos V). Vencieron
los cristianos en la Batalla de Lepanto (1571) frente a las costas griegas; los turcos se recuperaron pronto
de la derrota, pero sólo los piratas berberiscos siguieron amenazando las costas mediterráneas españolas
(saqueos).
- Países Bajos (Flandes): Desde 1566 es el mayor problema político y militar del reinado de Felipe
II, y se mezclan las cuestiones religiosas (expansión del protestantismo, calvinismo), con las políticas
(deseo de autonomía y autogobierno de la nobleza flamenca encabezada por Guillermo de Nassau, príncipe
de Orange, y el conde de Egmont). Es un problema que tuvo diferentes fases. La decisión de imponer por
la fuerza los dogmas de la fe católica, enciende los ánimos de las provincias del Norte de los Países Bajos,
de mayoría calvinista. El Duque de Alba fue enviado al mando de un ejército para someter a los
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protestantes de los Países Bajos (que habían asaltado iglesias católicas), no respeta las instituciones de
aquellos territorios y establece un régimen de terror, con numerosas condenas de muerte (se ejecutan a
algunos de sus líderes). Lleva a cabo una represión implacable y careció de tacto y de conocimiento de
aquellas tierras.
La severidad de actuación de los españoles, la conmoción provocada por las muertes, los abusos de
los soldados, la falta de respeto a los órganos de gobierno de los Países Bajos y la introducción de un
nuevo impuesto provocan una nueva sublevación generalizada; comenzando una guerra cruel que duró
unos 80 años que consumió los tesoros y los soldados de España; y que se desarrolló por mar y por tierra.
La imposibilidad de una victoria final de los españoles, por desconocer el terreno, la ayuda de territorios
protestantes alemanes, el apoyo de Inglaterra y su superioridad naval, hace que el rey tenga que actuar
enviando más tropas y buscando una conciliación que no se va a producir.
Felipe II envió a su hermanastro Don Juan de Austria, que usó tanto la mano dura como la
conciliación. Los abusos calvinistas llevaron a los católicos de Flandes (sur) a inclinarse a la sumisión real,
siempre que respetase sus instituciones de gobierno. Pese a los intentos conciliadores de los gobernadores
españoles la ruptura con las Provincias del Norte era definitiva y estas se declaran independientes de
España. El apoyo de Isabel de Inglaterra a estas provincias que se declararon independientes y el desastre
de la Armada Invencible impidieron el sometimiento de los rebeldes. Esta larga y costosa guerra supone un
enorme desgaste económico y militar para la monarquía hispánica.
Al final de su reinado Felipe II cede la soberanía de los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia,
bajo un régimen de autogobierno (que fue un fracaso), pero se niega a reconocer la independencia de las
Provincias del Norte, por lo que las tensiones continúan. Los Países Bajos quedan divididos entre los del
Norte (actual Holanda) calvinistas y prácticamente independientes, y los del Sur (Flandes, actual Bélgica)
católicos, leales a Felipe II, que continúan gobernados por la Corona española.
- Inglaterra: las relaciones con este país pasaron por diferentes fases y fueron fluctuantes. Felipe II
estuvo casado con la reina María Tudor defensora del catolicismo que al morir, le sucede su hermanastra
Isabel I, con la que intentó intento mantener buenas relaciones. Pero las tensiones con Inglaterra van a venir
por América, los Países Bajos y por cuestiones religiosas. Isabel I orientó a Inglaterra hacia el
anglicanismo; ordenó el ataque de los corsarios (pretenden romper el monopolio comercial de España en
América) a las posesiones españolas en las Indias y a los barcos que venían cargados de oro y de plata de
aquellas tierras; y además Isabel apoya a los rebeldes de los Países Bajos frente al rey español y les envió
dinero y un numeroso ejército. Felipe II, debido a esta situación, planea invadir Inglaterra y ordena
organizar una gran flota (la Gran Armada o la Armada Invencible). Esta armada parte hacia el Canal de
la Mancha para recoger al ejército de Flandes que después serviría para invadir las islas. Pero el plan
resultó un fracaso, ya que no pudieron llegar a recoger las municiones, ni las tropas de Flandes, ya que los
rebeldes holandeses habían cerrado los puertos y las tempestades disgregaron las naves, que aisladas fueron
atacadas por los ingleses. Debieron regresar, después del desastre de la Invencible (1588) perdiendo
muchos hombres y barcos.
España dejó de ser la primera potencia marítima y las costas americanas sufrieron duros y frecuentes
ataques de los corsarios al no poder dominar de forma clara el Atlántico.
2.3. LOS CONFLICTOS INTERNOS EN EL REINADO DE FELIPE II
- Rebelión de los moriscos de las Alpujarras (1568-1571): Los moriscos vivían sobre todo en zonas
rurales (buenos y fieles trabajadores de las tierras de señores) y seguían conservando sus tradiciones y
costumbres, incluso fieles al Islam después de la conversión forzosa (en Castilla y luego en Aragón). Con
Carlos V se les había dado un plazo de 40 años para que se comportaran como cristianos y la convivencia
fuese la apropiada. La conversión sincera no se produjo y los moriscos seguían siendo musulmanes (se
temía que se aliasen con los piratas y los turcos). Felipe II prohibió el empleo del árabe, el uso de
determinadas vestimentas y obligó a los niños a que fuesen instruidos en la fe cristiana. Estas medidas
sobre todo afectaron donde existía el grupo más numeroso, Granada, y el descontento por estas medidas
junto con el acoso de la Inquisición, les lleva a sublevarse 1568. Es una rebelión esencialmente rural que
lleva a una pequeña guerra. El rey envió a Don Juan de Austria al frente de las tropas. Ante la ofensiva del
ejército real, comienzan las disensiones entre los sublevados y se disgregan, venciéndoles. Para evitar
25
nuevos conflictos, todos los moriscos fueron expulsados de Granada y repartidos por Castilla,
quedándose despobladas las Alpujarras.
- Las alteraciones en Aragón. Antonio Pérez, antiguo secretario de Estado de Felipe II, era un
corrupto y fue acusado de alta traición (por revelar secretos de estado) y encarcelado (por medio estaba la
extraña muerte del secretario de Juan de Austria). Tras once años, se fugó de la cárcel y huyó a Aragón,
protegido por el Justicia Mayor de Aragón (magistrado al que acudían los aragoneses, para recurrir las
culpas impuestas por cualquier autoridad), pidiendo la defensa de sus fueros ya que era súbdito aragonés.
Entonces, el rey le acusó de un supuesto delito de herejía y fue recluido en la cárcel de la Inquisición,
único tribunal que tenía jurisdicción en toda Castilla y Aragón. El encarcelamiento de Antonio Pérez fue
visto como un acto que iba en contra de los fueros de Aragón y un motín popular en Zaragoza lo sacó de la
cárcel y huyó a Francia. El Justicia de Mayor de Aragón en este contexto acusó de al rey de ir en contra de
los fueros.
La respuesta de Felipe II fue contundente: envió un pequeño ejército que entró en Aragón para
restablecer el orden (no hubo apenas resistencia) y mandó ejecutar al Justicia Mayor, Juan de Lanuza.
Luego impuso que el virrey aragonés podía ser o no aragonés y que el nombramiento del Justicia Mayor
era potestad regia (y no de las Cortes de Aragón). Aragón tenía miedo a una reacción negativa del rey y
respetaron sus ideas (siguieron conservando sus instituciones).

Analiza la política respecto a América en el siglo XVI y sus consecuencias para España, Europa y la
población americana. (Tema 6)
En la política respecto a América podemos destacar la conquista, el gobierno y la
administración de América y su explotación durante los reinados de Carlos I y Felipe II.
Esquema - guía visto en clase

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1.2. LA EXPLORACIÓN Y CONQUISTA:
→Características de la conquista:
Cada expedición se concibe como una empresa de iniciática particular, formada por un capitán y
sus soldados (la hueste). El rey otorga a los conquistadores una capitulación de conquista que es un
acuerdo entre la corona y un particular, que le da derecho a reclutar gente a su costa y dominar un
territorio, especificando además el reparto de los futuros beneficios. El botín que se encontrase se repartía
entre el capitán y sus hombres y una parte para el rey. El éxito de la expedición supone una nueva
incorporación de tierras a la Corona. Los conquistadores aportaban hombres y dinero y la Corona daba
legitimidad a sus aspiraciones a cambio de reservarse una parte de sus posibles ganancias. En su
penetración en tierra los conquistadores se beneficiaron de la superioridad de sus armas de acero, del uso
de la pólvora y de los caballos, recursos frente a los que poco podía hacer los indígenas. A los indios se les
leía un requerimiento (texto legal) que había que leerles invitándolos a aceptar la autoridad del rey de
España y aceptar el cristianismo; si no lo aceptaban, se les debía de someter por la fuerza.
La conquista se lleva a cabo en diferentes etapas: La conquista de las islas Antillas, Florida, la
conquista del Imperio Azteca por el extremeño Hernán Cortés, la conquista de Perú (El Imperio
Inca) por la hueste de Francisco Pizarro. Los conquistadores llegaron al Ecuador y Colombia (se la
llamó Nueva Granada), Chile (se funda Santiago de Chile) y Bolivia. Francisco de Orellana recorrió por
primera vez el río Amazonas. También expediciones españolas conquistaron el Río de la Plata,
extendiéndose por Argentina (fundación de Buenos Aires), Uruguay, Paraguay. Hacia finales del siglo XVI
cesaron las expediciones militares de conquista, pero no las de exploración.
2. LA COLONIZACIÓN DE AMÉRICA:
Tras las fases iniciales de descubrimiento y conquista, la Corona española aborda la cuestión quizá
más interesante dentro del fenómeno del encuentro entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo: el de la
colonización. La seguridad de la pertenencia de los territorios americanos a España se garantizaba entre
otras medidas, con el envío de pobladores, que fundaran ciudades, que trasladaran las pautas de vida y de
organización occidentales, que roturaran los campos, que se aplicaran a las distintas industrias posibles y
que, en definitiva, pusieran de manifiesto la incontestable incorporación de las Indias a Castilla mediante el
surgimiento de una civilización en todo, o casi parecida a la peninsular.
2.1 La corriente migratoria hispana
La Casa de Contratación de Sevilla fue la encargada de vigilar y orientar la emigración a
ultramar, que precisaba de una licencia y la anotación en los libros correspondientes del nombre de
aquellos que decidían embarcarse rumbo al Nuevo Mundo.
Los españoles casaron, cuando pudieron, con mujeres de procedencia española; los hijos nacidos de
estos matrimonios recibieron el nombre de criollos, pero dada la escasez de mujeres blancas se produjo un
amplio mestizaje (mestizo, de indio y blanco; mulato, de negro y blanco; y, zambo, de indio y negro). En
la cúspide de aquella sociedad se colocaban los blancos.
2.2 La explotación colonial.
El móvil de la colonización fue la explotación de las minas de oro y plata y la introducción de
nuevos cultivos y animales domésticos en el mundo rural. La forma para hacerlo fue la explotación
organizada de la mano de obra indígena. Los españoles que marcharon a América no iban con intención
de trabajar, pretendían que trabajaran para ellos los indios, pero van a tener resistencias en este sentido.

27
Los Reyes Católicos habían reconocido a los indígenas como hombres libres y súbditos de la
Corona y prohibieron que ningún particular pudiera reducirlos a esclavitud. Ocurría, además, que gran
parte de la población indígena moría a consecuencia de enfermedades introducidas por los españoles, para
las que no tenían defensas naturales. La mano de obra constituyó el mayor problema de la Indias.
Inicialmente, en el ámbito rural, la tierra fue repartida en encomiendas, donde a un encomendero se
le asignaba un determinado número de indios para que trabajaran a su servicio y le pagasen tributos. El
encomendero debía proteger debía proteger y cristianizar a la población nativa que se le había asignado
pero, la encomienda era una forma de explotación al indio (trabajo forzoso). Se busca coaccionar al “indio
libre” para que trabaje. La comunidad de indios era entregada a los españoles como recompensa de los
servicios prestados a la Corona, que les cedía los trabajos de los indios y los tributos. Pero los
encomenderos, que quisieron enriquecerse rápidamente explotaron abusivamente a sus protegidos, a pesar
de las protestas de algunos españoles. Los abusos de los conquistadores con los naturales fueron
numerosos y cada vez más extendidos, sin que la Corona inicialmente tomase una actitud definida respecto
de ellos.
Los abusos sobre la población indígena desataron una polémica en torno a la legitimidad de la
conquista y el empleo de la fuerza con los indios. La polémica aumentó con las denuncias de algunos
misioneros como Fray Bartolomé de las Casas y los sermones pronunciados por fray Antonio de
Montesinos en contra de los abusos a que se sometía a los indígenas. Estas denuncias no tardaron en llegar
a oídos de la Corte, y la Corona decidió someter la cuestión a una Junta de juristas y teólogos expertos
(Junta de Burgos).
Las Leyes de Burgos (1512) fueron firmadas por Fernando el Católico para su aplicación en las
Indias. Fueron el resultado de una primera junta de teólogos y juristas donde se concluyó que el rey tenía
justos títulos de dominio sobre el Nuevo Mundo. Las ordenanzas aprobadas en Burgos autorizan y
legalizan la práctica de los repartimientos de indios en encomienda por parte de los colonizadores, con una
minuciosa regulación humanitaria de su régimen de trabajo, jornal, alimentación, vivienda, higiene y
cuidado. Se prohíbe a los encomenderos la aplicación de castigos y se ordena su evangelización.
Pero los reyes no eran muy dados a favorecer la formación de grandes señoríos hereditarios que
pudieran suponer un peligro y, debido a los abusos de los encomenderos, ya denunciados, las encomiendas
perpetuas fueron suprimidas por las Leyes Nuevas de 1542. Con estas leyes se prohíbe: la esclavización de
los indios y se abolen las encomiendas, dejando de ser hereditarias (el trabajo se sustituye por un tributo) y
se pone fin a los repartimientos de indios. Serán sustituidas por la plantación (azucarera), la estancia
(ganadera) y la gran hacienda. Los indígenas se van convirtiendo con el tiempo en mano de obra asalariada
de los grandes propietarios para los que trabajan (y seguirán sufriendo explotación y malos tratos). Sin
embargo el grado de cumplimiento de las leyes fue relativo y los abusos y malos tratos sobre la población
indígena continuarían en el tiempo.
Las minas de oro y plata eran del rey y concedía su explotación a particulares, a cambio de entregar
a la Corona una quinta parte de todo el metal extraído (quinto real). Desde el siglo XVI se explotan a gran
escala las minas de Potosí (Perú) y Zacatecas (México). Para garantizar mano de obra para la minería, se
establece la mita, un sistema de trabajo forzoso, tomado de los incas, que obliga a cada pueblo a aportar un
porcentaje de trabajadores que deben prestar servicios durante una temporada al año en las minas a cambio
de un salario. El sistema de mita también se utilizó en las plantaciones agrícolas.
Ante la escasez de mano de obra indígena la solución fueron los negros capturados como esclavos
en África y traídos a las Indias para trabar en las plantaciones y en los trabajos más duros. La emigración
forzosa negra a América constituye una de las lacras de la civilización occidental que la aceptó y la
organizó a escala mercantil.
3. GOBIERNO Y ADMINSITRACIÓN DE LAS INDIAS
En una primera fase, se pretendía gobernar las Indias, a través de funcionarios o delegados reales
(gobernadores), que debían de ejercer la autoridad en nombre del rey, evitando el desarrollo de los poderes
nobiliarios autónomos (señoríos) en América. A partir de 1520 empezaron a surgir instituciones estables
que habían de gobernar las colonias, estableciendo dos tipos de organismos, según donde tuvieran su sede,
en España o en América.
De los asuntos de las Indias se encargan en España: La Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de
Indias.

28
-La Casa de Contratación se crea en 1503 y tiene su sede en Sevilla, puerto de salida y llegada de
los barcos hacia América. Se ocupó de la organización del tráfico Atlántico, tanto de mercancías
(desarrollo de la actividad comercial) como de pasajeros, al tiempo que actuó como una oficina
hidrográfica, y tuvo jurisdicción civil y criminal con todos los asuntos relacionados con los viajes
Atlánticos.
-El Consejo de Indias creado por Carlos I en 1524, controlaba el nombramiento de los cargos de
gobierno, militares, jurídicos, hacienda, e, incluso de la jerarquía eclesiástica en las Indias, actuaba como
tribunal de todas las causas civiles y militares y era un organismo consultivo en materias eclesiásticas,
legislativas y gubernamentales (sus decisiones eran trasmitidas al rey, que las hacía ejecutar promulgando
una real orden).
La organización territorial de las indias se fue estableciendo a lo largo de los años, modificándose y
acomodándose a la nueva realidad según las situaciones, pero puede considerarse que las bases de la
estructura institucional estaban sentadas en el último cuarto del siglo XVI:
-Virreinatos o unidad administrativa que abarcaba un territorio que era gobernado por un delegado
real, llamado virrey (representante del rey). El virrey tenía funciones de gobierno (orden, obras públicas),
militares (defensa), justicia, hacienda. En los siglos XVI y XVII se crearon dos: Nueva España (abarcaba
todos los territorio al norte de Panamá) con capital en México y el de Perú, con capital en Lima, que
comprendía todos los territorios del sur.
-Audiencias: alto tribunal de justicia de cada territorio y sus decisiones obligaban, también, al
virrey, y podían tomar decisiones de gobierno en determinadas ocasiones (ausencia del Virrey). Cada
virreinato se dividía en varias audiencias.
-Gobernaciones: unidades administrativas en las que se dividían los virreinatos. Los gobernadores
tenían funciones de gobierno, justicia y militar.
-Capitanías generales: eran los territorios fronterizos o que no estaban del todo sometidos. Son
demarcaciones militares, con funciones de reclutamiento de tropas, fortificaciones, defensa y
abastecimiento de buques.
-Real Hacienda: Desde el punto de vista fiscal el territorio americano se dividió en distritos, que
recibieron el nombre de Cajas Reales y que se ocupaban de los ingresos de la Corona en las Indias.
-La administración local estaba en manos de los cabildos. El cabildo en las Indias era semejante a
los concejos castellanos. Aunque dada la lejanía del poder central, tuvo más atribuciones e independencia
Consecuencias
4. CONSECUENCIAS DEL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA Y LA COLONIZACIÓN DE
AMERICA PARA ESPAÑA, EUROPA Y LA POBLACIÓN INDÍGENA
4.1Consecuencias para la población indígena
-Consecuencias sociales: Se produce un fuerte descenso demográfico de la población indígena,
por el efecto de las enfermedades (gripe, viruela, tifus para las cuales no tenían reservas naturales) de
origen europeo y por la dureza del trabajo a que fueron sometidos (explotación en las encomiendas). Se
produjo una extensión entre la población indígena de un espíritu pesimista que se tradujo en la caída de la
natalidad. Otra consecuencia fue el intenso fenómeno social del mestizaje (descendientes de dos etnias).
- Consecuencias políticas. Se produce la caída de los imperios precolombinos: aztecas, mayas o
incas, entre los más destacados. La destrucción de sus formas tradicionales de vida y de su
organización social (implantación de instituciones gubernamentales, a imagen de la metrópoli).
- Consecuencias culturales: las civilizaciones preexistentes fueron poco respetadas y quedan como
manifestaciones marginales. El castellano se impone como idioma culto y oficial, quedando las lenguas
indígenas para el uso coloquial.
- Consecuencias religiosas: cristianizar a los indios de forma obligada (a través de la violencia si
se negaban) o a través de las reducciones de las principales órdenes religiosas (evangelizar, a la vez que
enseñarles a cultivar la tierra….)
4.2 Consecuencias para España y Europa
Tras el descubrimiento de América, se abrió un flujo de comercio ultramarino, con consecuencias
decisivas para España y Europa. Un impacto muy importante fue la llegada a España y Europa de grandes
cantidades de oro y sobre todo de plata de las minas americanas (sobre todo de México y Perú). La
llegada de esta cantidad de metales preciosos va a suponer la financiación de la política exterior y militar

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de la monarquía española (mantenimiento del Imperio), y la subida de los precios (inflación) como
consecuencia de la mayor circulación del dinero en Europa (acuñación masiva de monedas). El oro y la
plata que llega de América, en su mayoría llegó para ser empleado en los gastos de las campañas militares
en Europa, inversiones suntuarias (templos, joyas, palacios) y no en cuestiones productivas.
Los metales americanos también se invierten en países como Holanda o Inglaterra, que inician su
desarrollo industrial y comercial abasteciendo de productos manufacturados al mercado español; se
produce con ello una pérdida de competitividad de los productos españoles con respecto a los europeos. La
explotación española de América tuvo que enfrentarse a dos problemas los ataques de los piratas y
corsarios de países enemigos y el contrabando europeo con América.
La relación comercial que se establece con América hace que se estimule la exportación de vino,
aceite, tejidos, muebles, herramientas, armas; que fue siendo sustituida por los países europeos que usaban
España como intermediaria. A finales del siglo XVII, España solo exportaba un 6% de los bienes que iban
desde Europa a través de Cádiz.
Se produjo una redistribución de las nuevas mercancías en los circuitos comerciales europeos. El
comercio americano proporcionó diversidad de productos agrícolas que no se conocían en Europa, como
el maíz, la patata o nuevas hortalizas, así como otros productos que tienen mucha aceptación (cacao,
azúcar, tomate, tabaco, cochinilla, cueros…). Algunos de esos productos se aclimatan bien en Europa
(maíz, patata).
Otras consecuencias: inicio de una corriente migratoria de europeos hacia América y la
ampliación de conocimientos geográficos y científicos.

Representa una línea del tiempo desde 1474 hasta 1700, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

Explica los principales proyectos de reforma del Conde Duque de Olivares. (Tema 8)
Introducción sacada de los apuntes: Gaspar de Guzmán, conde duque de Olivares fue el valido
de Felipe IV (siglo XVII). Los validos concentraron en sus manos los principales mecanismos del poder
político del Estado. La aparición de la figura del valido no se debió sólo al desinterés por el poder ni a la
debilidad del carácter de los últimos Austrias, sino que intervinieron otros factores como la creciente
complejidad de las tareas del gobierno y la complicada maquinaria administrativa que hacía imposible que
el monarca se ocupara personalmente de todos los asuntos.
b. 1) LOS PROYECTOS DE REFORMA DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES
El ideario del conde duque de Olivares se apoyaba en dos principios fundamentales que inspiraban
todo su programa de gobierno: volver a la tradición imperial de prestigio y recuperar el protagonismo en el
exterior y una serie de ambiciosos proyectos, cuya finalidad era fortalecer a la monarquía y evitar su
decadencia. Su programa de reformas se inició con la limpieza de la administración destituyendo a
funcionarios corruptos. Planteó también un conjunto de medidas que pretendían: -La reducción de los
excesivos gastos de la Corte. -La protección de la producción y del comercio nacional. -Aumentar la
población concediendo exenciones fiscales a los matrimonios con gran número de hijos. -Estas reformas
tuvieron un resultado desigual, generalmente con poco éxito, lastradas por la mala situación económica y
los conflictos internacionales en los que se implica la Monarquía para tratar de mantener la hegemonía en
Europa en el contexto de la Guerra de los Treinta Años.
Consciente de los males de la monarquía (consecuencia de las guerras europeas y de los elevados
impuestos que eran necesarios para recabar todos los recursos posibles, en su defensa), el Conde Duque de
Olivares dirige un memorial al rey, que recogía una de serie de propuestas de mejora y reformas
económicas, administrativas y políticas. Para Olivares el asunto político más importante era la unificación
de la monarquía bajo unas mismas leyes e instituciones, según el modelo de Castilla.
Para Olivares y el rey la monarquía sería invencible si todos sus recursos estaban coordinados de
forma que todas sus partes se ayudasen mutuamente (fueran solidarias entre sí). La plasmación de esta idea
sería la Unión de Armas (1626), que suponía la creación de un ejército común a toda la monarquía
(140000 hombres), con participación de todos los reinos y territorios (en hombres y dinero, de manera
30
proporcionada a su población y recursos). Se pretendía crear un ejército eficaz y poderoso y donde se
distribuía el coste de la guerra entre todos los reinos, aliviando las cargas de Castilla (sus habitantes sufren
el aumento de los impuestos y la creación de otros). El proyecto no pasó de tal por las resistencias que
encontró en las Cortes de Aragón (sobre todo Cataluña), que recelaban de la monarquía a las que
consideraban ajena y poco respetuosa con sus leyes.
Las medidas políticas reformistas tienen como objetivo reforzar la autoridad real. El conde-duque de
Olivares quiso establecer la homogeneización y unidad de los reinos (que todas las partes contribuyesen
al esfuerzo bélico), negándose a mantener las exenciones fiscales de Aragón, Navarra y Portugal; ya que
suponía un mayor esfuerzo fiscal para Castilla. Pretendía crear un Estado unido donde se estableciesen
unas leyes, instituciones e impuestos iguales para todos los territorios. Esto chocaba con los derechos de
los distintos reinos que formaban la monarquía, y se veía como una imposición centralista en los territorios
que se consideraban autónomos dentro del territorio hispánico, y que habían mantenido fueros, usos y
costumbres. Esta oposición, a Olivares y sus proyectos, desembocará en 1640, cuando la situación militar
en Europa llegó a niveles críticos, estalló una crisis que puso en peligro la existencia de la Monarquía
española llevando casi a su desintegración.

Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII, y sus
consecuencias.
(Tema 8)

2. LA CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL DEL SIGLO XVII


Los factores específicos de la crisis española fueron fundamentalmente dos: el descenso
demográfico y la crisis económica.
2.1. FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA. La población disminuyó durante el siglo
XVII, contribuyendo a ello los siguientes factores: las grandes epidemias que afectaron a toda Europa (la
peste negra) y que coincidían con las crisis económicas; la expulsión de los moriscos, las guerras
(víctimas, separan parejas), la emigración a América o el excesivo número de clérigos. Época de malas
cosechas, desnutrición (crisis de subsistencia) y falta de higiene. El descenso demográfico es muy intenso
en las zonas centrales de la península (despoblación) mientras que en la periferia aumenta la población (el
interior se fue despoblando en beneficio de la periferia).
2.2. FACTORES DE LA CRISIS ECONÓMICA
→El esfuerzo bélico para el mantenimiento del Imperio había dejado la Hacienda Real en una
situación lamentable de endeudamiento. Para empeorar más la situación disminuyó el volumen de metales
preciosos que llegaban de América. Los continuos apuros de Hacienda se intentaron resolver con la
emisión a lo largo del siglo de monedas de baja calidad que supusieron una fuerte inflación que tuvo
consecuencias dramáticas para la economía, venta de cargos públicos, venta de títulos nobiliarios, creación
de nuevos impuestos…
→Castilla se hunde en este siglo (el peso principal de la política imperial recayó siempre sobre ella;
epidemias….) pero la periferia se recuperó. Aragón se salvó debido a sus fueros, logrando situarse al
margen más o menos de las contiendas. En la cornisa cantábrica se reactivó la siderurgia, en Valencia los
campesinos habían explotado al máximo las tierras, en Andalucía se produce una orientación vitivinícola y
en Cataluña se modernizó la industria textil.
→En el sector primario, la producción agraria descendió por la escasez de mano de obra (guerras,
epidemias, malnutrición), la mala utilización del suelo (zonas fértiles dedicadas a la ganadería), las malas
cosechas (sequías, lluvias torrenciales), la ineficacia de la red de comercio agrario (altos impuestos y
tasas), la falta de preparación de los agricultores. De esta forma, hay un encarecimiento de los productos
agrícolas. Se produjo una reducción de la ganadería trashumante (descenso del número de cabezas de
ganado).
→En el sector secundario (artesanía), no había mercado de manufacturas (los campesinos no
compran por su escasa capacidad adquisitiva) y, si no hay mercado, no hay inversión. La artesanía y el
comercio se vieron afectados por el empobrecimiento general de la población. Las aduanas y el aumento
31
de los impuestos sobre las mercancías no incitaban al riesgo comercial; las personas con dinero preferían ir
a otras inversiones más seguras (tierras). Además, la política aduanera favoreció las importaciones,
dándose un retraso y una decadencia del artesanado del vidrio, la cerámica, el cuero o el papel (que,
aunque se distribuían en el interior, no se modernizan). El sector textil (lana) entró en decadencia, así como
el siderúrgico o el naviero, que preferían navíos extranjeros, más avanzados. Se produjo el hundimiento de
la industria textil castellana incapaz de competir con los tejidos fabricados en el extranjero. El carácter
arcaico de los gremios, que no supieron evolucionar adaptándose a la competencia, y a la ausencia de
mejoras técnicas, no favorecían un cambio de situación. Los oficios manuales eran considerados viles e
incapacitaban para la hidalguía (máximo honor de los españoles, vivir sin trabajar y de las rentas).
El mercado interior seguía siendo pequeño y complejo. Una menor población significaba un menor
consumo y esto afectaba a los intercambios. Además las aduanas y el aumento de los impuestos sobre las
mercancías no incitaban al riesgo comercial.
→El déficit de la balanza comercial era inmenso ya que se exportaban materias primas y se
importaban manufacturas con Europa. El comercio con América es imprescindible para España pero este
va cayendo lentamente en manos de extranjeros. Es decir los productos que se exportaban a América eran
extranjeros, más variados y de mejor calidad (franceses, holandeses, ingleses). El oro y la plata seguían
siendo el principal producto, pero a lo largo del siglo la decadencia de la minería americana provocó un
notable descenso en la importación de estos minerales. No obstante, siguieron utilizándose para compensar
el déficit comercial ocasionado por la compra de los productos manufacturados europeos y para financiar
las continuas guerras de la Monarquía. La industria española dejo de exportar y abastecía a las masas
populares y a la plebe urbana de los territorios hispánicos. No había mentalidad de negociantes y de
empresa.
→La decadencia fue percibida por los propios contemporáneos. Los arbitristas fueron un grupo de
pensadores, economistas, juristas e incluso novelistas, que reflexionaron sobre los problemas de su época.
Los arbitristas fueron llamados así porque expusieron “arbitrios” (un arbitrio es una medida que el rey, en
ejercicio de su soberanía, puede tomar en beneficio del reino).
→ El inicio de la recuperación a finales del siglo XVII. La crisis demográfica y económica del siglo
XVII se puede considerar finalizada hacia 1680. Se asiste a un aumento de la natalidad, mayor en las
regiones litorales que en el interior, y también se aprecia una recuperación en la producción y el comercio.
Los territorios de Aragón fueron los primeros en presentar signos de mejoría (exportaciones desde
Cataluña y Valencia).
2.3. LAS REPERCUSIONES SOCIALES DE LA CRISIS
→Se produce un destacado crecimiento de los sectores privilegiados. La nobleza experimentó un
considerable aumento numérico debido a la creación de numerosos títulos nobiliarios y su venta. Los
nobles no producían bienes y se apropiaban de las rentas del campesinado (reforzamiento del régimen
señorial). La alta nobleza aumenta en número y poder (presencia de la nobleza en el gobierno del país),
mientras la baja se arruinó, aunque no quiso dedicarse a actividades productivas. La nobleza rechaza el
trabajo manual y no paga impuestos. El clero conoce un aumento de poder económico y moral al aumentar
la presencia del clero en la sociedad. El alto clero gozó de influencia y riqueza, mientras que el bajo
aumentó por la gran cantidad de ordenaciones de personas que quisieron librarse de las penurias
económicas y el trabajo manual, viviendo de las rentas (bajo nivel adquisitivo) de las capellanías
(beneficios a cambio de misas).
→La escasa y rica burguesía tenía como máxima aspiración abandonar sus negocios e invertir sus
beneficios en tierras e incluso si era posible, la adquisición de un título nobiliario (procuró emparentar con
la nobleza, por matrimonios o por la compra de títulos). Se mantiene el rechazo al desempeño de los
trabajos manuales considerado indigno y vil. Los campesinos y los artesanos estaban agobiados por los
elevados impuestos. Los grupos sociales relacionados con la producción fueron los más duramente
castigados (artesanos, campesinos y comerciantes). Así es como surgen numerosas rebeliones populares,
que no podían soportar la presión fiscal y el hambre que llegaba en los años de malas cosechas. Mucha
gente humilde se vio obligada a la mendicidad y la delincuencia (bandolerismo).

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→Las pestes y las malas cosechas eran catástrofes naturales que los hombres no podían atenuar.
Pero otras desdichas eran la excesiva fiscalidad empleada en fines improductivos que agravó la decadencia
económica y las condiciones de vida de la población.

BLOQUE 4. ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS


BORBONES (1700-1788)

Explica las causas de la Guerra de Sucesión española y la composición de los bandos en conflicto.
(Tema 9)
1. CAMBIO DINÁSTICO. LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE UTRECHT
1.1. EL ORIGEN DEL CONFLICTO: LA CUESTIÓN SUCESORIA
Carlos II muere sin sucesor, en 1700; España era todavía un gigantesco estado territorial con
dominios en Europa y América. Las potencias europeas habían establecido acuerdos secretos para
repartirse las posesiones españolas, en caso de que el rey muriera sin descendencia y España se convirtió
en objeto de una disputa internacional.
Los candidatos a ocupar el trono español eran Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia
(Borbón), y el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador Leopoldo I de Austria. Ambos
alegan ser descendientes de los Austrias españoles y defienden su derecho al trono. Ante las tensiones
diplomáticas, Carlos II había dejado testamento, designando a Felipe de Anjou como sucesor,
prohibiendo todo reparto de la corona española, debiendo renunciar a los derechos de sucesión de Francia,
evitando así una posible unión de ambos reinos. Con esta decisión pretendía mantener la integridad de los
territorios que formaban parte de la Monarquía hispánica, teniendo el apoyo de la poderosa Francia. Felipe
V es coronado rey en 1701. Salvo Austria, nadie se opuso, pero pronto las potencias europeas recelaron de
que la monarquía española y francesa estuvieran gobernadas por la misma familia, la de los Borbones, y
que pudieran ejercer un poder hegemónico en Europa.
1.2. UNA CONTIENDA CIVIL Y EUROPEA
La actitud de Luis XIV de Francia hizo variar la situación, adoptando una serie de decisiones que
desencadenaron una guerra: mantuvo los derechos de sucesión de Felipe V al trono francés, frente al
testamento de Carlos II y marcó directrices para la política interna española. Las potencias europeas temen
que una misma dinastía reinante en Francia y España, controle Europa, y ponga fin al equilibrio entre
estados. Para evitar esta posibilidad, se crea en La Haya (1701), la Gran Alianza centre Austria,
Inglaterra y Holanda que apoyaban al archiduque Carlos de Austria como rey de España. A la alianza, se
unirán Portugal y Saboya, más tarde. En 1702, declaran la guerra a Francia y la monarquía española de
Felipe V, iniciándose la Guerra de Sucesión Española. Paralelamente el archiduque Carlos fue proclamado,
en Viena, rey de España.
La guerra tuvo dos escenarios Europa donde se disputaba la hegemonía entre países y el equilibrio
de potencias, y España donde se desarrolló una contienda civil.
Los primeros combates tienen lugar en Europa y son favorables a la Liga anti-borbónica. La armada
inglesa ocupa y establece bases navales en Menorca y Gibraltar. La guerra se extendió por España y se
convierte en una Guerra Civil, ya que los diferentes reinos y territorios se dividen a favor de uno u otro,
teniendo en cuenta el modelo de Estado que defiende cada uno. Castilla, está a favor de la centralización
política de la monarquía absoluta y apoyan a los Borbones (Felipe V). Aragón, Cataluña, Valencia y
Mallorca apoyan al candidato Carlos de Austria que defiende el modelo estado pactista de la monarquía de
los Habsburgo (mantener los privilegios e instituciones de los diferentes reinos).
Los ejércitos aliados realizaron ofensivas desde Portugal para tratar de ocupar Madrid, junto con la
gran armada anglo-holandesa, que dominaba el Mediterráneo y apoyaba a las sublevaciones de los reinos
aragoneses. Felipe V tuvo que abandonar Madrid en 1706, que fue ocupada por el archiduque Carlos.
Meses después, Felipe V recuperó la capital. En 1707, el ejército hispano-francés derrotó a las tropas
aliadas en la Batalla de Almansa y controlan Aragón y Valencia, decretando la abolición de sus fueros.
Solo Cataluña queda fuera de su control ya que permanecía fiel al archiduque Carlos.
En 1711, algo alteró la guerra, que en Europa aún estaba a favor de los aliados. Al morir el
emperador José I de Austria sin descendencia, el archiduque Carlos (su hermano), hereda la corona
33
imperial, y no pensaba renunciar a sus pretensiones a la corona española. Ante esta situación y al temor del
poder que podía adquirir de nuevo los Habsburgo en Europa, Inglaterra y Holanda pierden interés por el
conflicto (la Gran Alianza de la Haya se disuelve), comenzando las negociaciones de paz; las tropas
aliadas se retiran de España, pero en Cataluña continua la guerra ya que el archiduque Carlos no renuncia a
sus derechos al trono hasta su derrota final en 1714 con la caída de Barcelona. Mallorca resistió hasta el
año siguiente.
Este conflicto se cierra con la Paz de Utrecht que supone la instauración de la dinastía
borbónica en España en la figura de Felipe V.

Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España
en él. (Tema 9)
1.3. LA PAZ DE UTRECHT Y EL NUEVO EQULIBRIO EUROPEO
Se denomina genéricamente Paz de Utrecht a una serie de tratados bilaterales entre los contendientes
de la Guerra de Sucesión. Los tratados de Utrecht (1713) y los acuerdos de Rastatt (1714) reúnen
representantes de la monarquía española, Francia y las potencias aliadas. Felipe V fue reconocido rey de
España, tras renunciar a sus derechos a la corona francesa y las principales consecuencias de los tratados
fueron:
 Austria se apodera de los territorios españoles en Europa: Flandes, Luxemburgo, Milán, Nápoles
y Sicilia. Cerdeña es para Saboya.
 Portugal recibió la colonia de Sacramento en Uruguay.
 Inglaterra se consolida como una gran potencia naval y comercial; obtiene dos puntos estratégicos
en el Mediterráneo: Gibraltar y Menorca; y consigue concesiones en el comercio de la América
española –exclusividad del tráfico de esclavos africanos en América conocido como el Asiento de
Negros y el permiso anual para enviar un barco al año con mercancías, conocido como el navío de
permiso-.
La Paz de Utrecht inauguró un nuevo orden europeo que busca un equilibrio continental entre
Francia y Austria e Inglaterra potencia hegemónica en los mares, y evitar el dominio de una gran potencia
sobre las demás.
España fue la gran derrotada, ya que a cambio de ser reconocido Felipe V como rey, tuvo que
ceder sus posesiones europeas, perdió los puntos estratégicos de Gibraltar y Menorca, quedando reducida a
sus límites actuales, salvo sus posesiones de América. Pero se vio reforzada políticamente por las políticas
que ponen en marcha los Borbones (absolutismo centralista y uniforme), eliminando los fueros y
concentrándose en la reorganización gubernamental de España y América (reformas). España se consolida
como nación desde el punto de vista institucional y político.
1.4 LA POLÍTICA EXTERIOR DE LOS BORBONES: LOS PACTOS DE FAMILIA
→La nueva dinastía reinante dio un cambio radical a la política internacional española. Ya no había
que defender los territorios de la Corona en Europa, perdidos en la paz de Utrecht. Las nuevas
orientaciones internacionales estuvieron presididas por la amistad con la antigua enemiga, Francia, con la
que existía un parentesco de las familias (Pactos de familia) reinantes en ambas monarquías y la
enemistad con Inglaterra. En general podemos decir que la política internacional en el siglo XVIII se va a
basar en la revisión del Tratado de Utrecht (recuperar territorios perdidos europeos) y la defensa del
Imperio ultramarino.

Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del
nuevo Estado borbónico. (Tema 9)
2. EL NUEVO ESTADO BORBÓNICO. LAS REFORMAS INSTITUCIONALES
2.1. EL NUEVO MODELO DE ESTADO BORBÓNICO
Con el cambio dinástico se implanta en España el modelo político de los Borbones franceses que
supone la implantación del absolutismo (monarquía absoluta). El rey se identificaba con el estado y fue el
34
único depositario de la soberanía, de origen divino, concentrando todos los poderes (legislativo, ejecutivo y
judicial). Se apoya en personajes de su confianza, que asumieron importantes funciones de gobierno. Los
intereses dinásticos se identifican con el estado. Era el fortalecimiento monárquico y la reforma de las
instituciones españolas, llegando a todos los súbditos. La adopción de este nuevo modelo, llevada a cabo
por los tres primeros Borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III) implicará una profunda reforma de
instituciones de gobierno y administración. El estado debía ser centralizado y uniforme (centralización
administrativa), cuyo núcleo era el rey, implantando la uniformidad legal e institucional (mismas leyes e
instituciones para todos los territorios de la Corona). Un paso importante en este sentido fueron los
Decretos de Nueva Planta.
2.2. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA (1707-1716)
Debido a la adhesión de los reinos de la Corona de Aragón al archiduque Carlos, Felipe V eliminó
sus instituciones político-administrativas con los Decretos de Nueva Planta, estableciendo de esta manera
una nueva organización de gobierno, que elimina sus fueros y sus instituciones (cortes, diputaciones…) e
inicia una unidad institucional para Aragón y Valencia, Mallorca y Cataluña, mientras que vascos y
navarros mantuvieron sus fueros como premio a la fidelidad al rey.
Los Decretos establecieron nuevas instituciones en los antiguos territorios de la Corona de Aragón
(siguen el modelo de la instituciones castellanas y francesas), emanadas directamente por la autoridad del
rey. Se suprimieron los privilegios fiscales y se implantó un impuesto más moderno (contribución única),
equiparándolo a la contribución castellana. Se anularon los privilegios militares, ya que catalanes y
aragoneses no estaban obligados a combatir fuera de sus territorios. Un capitán general sustituyó al
antiguo virrey como máxima autoridad, con atribuciones de gobierno, judiciales (presidían la audiencia) y
militares en aquellos territorios. Se estableció una audiencia en cada capital, con magistrados nombrados
por el rey, que se encargaban de los asuntos judiciales y asesoraban a los capitanes generales. Aparece la
figura del intendente como representante del rey (figura de origen francés) que se dedica a la recaudación
de los impuestos del territorio asignado (hacienda), milicia, justicia, gobierno, obras públicas e inspección
de autoridades y organismos. Se obliga al uso del castellano en la nueva administración.
Así, se asimilaban los distintos reinos a nivel político y jurídico favoreciendo la unificación
administrativa y la centralización del poder de España.
2.3. REFORMAS EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
El Estado que establecen los Borbones se basaba en un fortalecimiento de la autoridad
monárquica (poder absoluto) y así fue como promueven una reforma institucional que se adaptase a esta
autoridad. Felipe V reformó las leyes de sucesión y estableció el derecho preferente al trono para los
varones (ley sálica)
A partir de 1714, el rey se rodeó de un gabinete, formado por los secretarios. Eran un grupo de
personas de confianza del rey, para tratar cuestiones de estado y tomar decisiones que trasmitían a la
administración estatal. Los secretarios son ahora los funcionarios imprescindibles en el gobierno de los
Borbones son técnicos de gran poder de decisión en un campo determinado. Las secretarías y los
secretarios de despacho (elegidos por el rey) son los antecedentes de los ministros y los ministerios. Las
secretarías principales son: Estado, Guerra, Marina e Indias, Justicia, Hacienda.
En cuanto a las Cortes, se convirtieron en Generales del Reino pero son pocas veces convocadas y
pierden importancia, ya que las funciones legislativas se ceden a instituciones controladas por el rey,
tratando asuntos de poco interés y reuniéndose pocas veces. Fueron también los consejos los que pierden
importancia política, sólo el Consejo de Castilla conservó su importancia política, preparando informes de
política interior, elaborando proyectos de ley y actuando como tribunal supremo de justicia.
2.4 UNA NUEVA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL
Se crearon nuevas figuras políticas y administrativas como representantes de la autoridad real en
todos los territorios del reino (centralización):
- Todo el territorio fue dividido en intendencias (antecedente de la provincia). Al frente estaban los
intendentes que eran altos funcionarios a cargo de un territorio y se dedicaban a cuestiones hacendísticas y
recaudación de impuestos del monarca, reclutamiento de tropas, orden público, vigilancia de autoridades
locales (corregidores nombrados por el rey), supervisión de obras públicas.
- En el ámbito municipal, se extendió a todo el reino el modelo castellano estableciéndose
corregidores nombrados por el rey reforzando así el centralismo administrativo. Los municipios pierden

35
autonomía en esta centralización estatal, son gobernados por corregidores (de extracción militar), que
nombraba a su vez a élites urbanas (regidores) de ayudantes en este gobierno local.
-Los capitanes generales estaban en las áreas más delicadas desde el punto de vista defensivo; en los
reinos orientales reemplazaron a los virreyes. En ellas los Capitanes Generales tuvieron funciones militares
y también de gobierno y de justicia, en su calidad de presidentes de las respectivas Audiencias,
circunstancia que se produjo en los casos de Aragón, Cataluña, Mallorca.
-Las audiencias (alto tribunal de justicia), que ya existían en Castilla, se imponen en todo el territorio
para la administración de justicia.
2.5 LAS REFORMAS ADMINISTRATIVAS EN AMÉRICA
El absolutismo monárquico busca en las colonias americanas reforzar el poder del Estado, para
convertirlas en una fuente de riqueza y de ingresos. Al igual que en los siglos anteriores, los Borbones
pretenden explotar los recursos coloniales para extraer riquezas y convertirlas en una fuente de ingresos.
Era necesario explotarlas con más eficacia y protegerlas de los extranjeros.
Aunque se mantienen el Consejo de Indias y la Casa de Contratación, cada vez ven más reducidas sus
competencias, en el primer caso al ser asumidas por las Secretarías correspondientes (Marina e Indias) y
en el segundo por la progresiva liberalización del comercio con América.
Los antiguos virreinatos se reorganizan y dividen. El de Nueva España, con capital en México,
abarca todos los territorios del N de Panamá, islas del Caribe y parte de Venezuela. En el de Perú se crean
el de Nueva Granada, que abarca Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador, y, el del Río de la Plata,
abarcando Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Los intendentes sustituyen a diferentes órganos de gobierno de América y tienen amplias
atribuciones: recaudan impuestos, tienen capacidad de tomar decisiones de gobierno y militares. A través
de ellos la Corona pretendía intensificar el control sobre las colonias.;
También mejoró la recaudación directa de impuestos, que junto con los monopolios estatales (tabaco
y aguardiente) permitieron aumentar la contribución de la hacienda española.
2.6 CAMBIOS EN EL EJÉRCITO Y LA MARINA
Se modernizó y estuvo al servicio de la autoridad del rey.
2.7 HACIENDA PÚBLICA
La reforma de la Hacienda pública también tendió a la centralización de la recaudación de
impuestos para aumentar los ingresos.
En época de Felipe V se intentó sanear la deficitaria Hacienda estableciendo una nueva fiscalidad
que hiciese contribuir en mayor medida a los territorios de la Corona de Aragón. Para ello, el sistema
impositivo tradicional de cada uno de sus territorios fue sustituido por otro de carácter más general: cada
uno de ellos contribuiría con una cantidad equivalente a la que se pagaba en Castilla. Este impuesto recibió
distintos nombres (catastro en Cataluña, equivalente en Valencia, única contribución en Aragón y talla en
Baleares). Cada territorio tenía libertad para elegir el sistema de recaudación, siempre y cuando reuniese la
cantidad asignada. El sistema catalán, que combinaba impuestos directos e indirectos, resultó ser el más
efectivo.
Con Fernando VI, su Secretario de Hacienda, el marqués de la Ensenada, trató de implantar en
Castilla una reforma fiscal que sustituyese los numerosos tipos de impuestos existentes por una
contribución única, proporcional a la riqueza de cada uno, inspirada en el sistema impositivo catalán. Este
impuesto se aplicaría sobre la renta para todos los estamentos, al igual que se había aplicado en los reinos
de la Corona de Aragón. Para ello, en 1749 ordenó realizar el conocido como Catastro de Ensenada, que
fue un amplio y detallado estudio de los pueblos y ciudades de Castilla para hacer una evaluación de la
riqueza existente y recaudar los impuestos en consonancia. En este censo en el que se recogían los
habitantes de cada localidad de Castilla y las propiedades que cada uno tenía. La contribución única
fracasó en su objetivo y no pudo ser aplicada por la oposición que mostraron los privilegiados (que no
colaboraron en el registro de sus propiedades por miedo a verse obligados a pagar impuestos). Pero, a
pesar de ello, el Catastro constituye una fuente histórica fundamental para conocer la economía y la
sociedad de la época. Con todo, las novedades que se introdujeron en la organización de Hacienda
mejoraron la recaudación de una manera muy significativa y aumentaron los ingresos de la Corona.

36
2.8 LAS RELACIONES IGLESIA-ESTADO. EL REGALISMO
La Iglesia tampoco quedará al margen de las pretensiones absolutistas de los Borbones ya que estos
pretenderán reforzar el regalismo. La Corona y el Papado disputarán sobre asuntos de jurisdicción, rentas y
nombramientos eclesiásticos.
El regalismo suponía el impulso de la autoridad real y el sometimiento de los poderes tradicionales
que se oponían a él; sobre todo la Iglesia, con gran poder económico (tierras, diezmos, limosnas...) e
influencia política. De esta forma, se aplicaron varias medidas de control: refuerzo del Patronato Regio o
derecho real a controlar los altos cargos eclesiásticos, el rey presentaba al Papa sus candidatos a obispos y
altos cargos eclesiásticos; derecho real a retener documentos de la curia vaticana; limitaron las atribuciones
de la Inquisición, sometiéndola al estado (menos autos de fe y el rey eliminó los libros prohibidos); lucha
contra supersticiones, romerías, procesiones, milagrerías...
La expulsión de los jesuitas, decretada por Carlos III en 1767, fue una verdadera demostración de
fuerza y la más contundente expresión del regalismo de la Corona.

Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado.


(Tema 9)
4. LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
4.1 RASGOS GENERALES DE LA ILUSTRACIÓN
La corriente ideológica que predominó en Europa en el siglo XVIII (Siglo de las Luces) recibió el
nombre de Ilustración, que a través de la razón, tiene como fin la búsqueda de la felicidad a la que se llega
con el progreso. Este movimiento cultural e ideológico tuvo su mayor desarrollo en Francia. Los ilustrados
españoles fueron pocos, pero tuvieron mucha importancia en los intentos de renovación de la vida
española, para cuya decadencia económica y social buscaron soluciones.
Los Ilustrados consideraban que los cambios debían impulsarse desde el poder, por lo que era
necesario convencer a la sociedad de la conveniencia de las reformas. De ahí la importancia que ciertas
vías de propagación de las nuevas ideas, como las Academias, la educación, las Sociedades económicas de
amigos del país y la prensa como veremos en este apartado.
El pensamiento ilustrado tiene los siguientes rasgos: predominio absoluto de la razón (con ella se
puede explicar las leyes de la naturaleza pudiendo mejorarlas y es un método de análisis y mejora de la
sociedad española); el fomento de la economía nacional; el desarrollo del conocimiento científico y de
la educación como base para el progreso material y alcanzar la felicidad; interés por las ciencias
experimentales y útiles y la educación como instrumento para difundirlas.
4.2 EL DESPOTISMO ILUSTRADO: CARLOS III
El Despotismo Ilustrado es la corriente político reformista de la segunda mitad del siglo XVIII en
Europa que pretende utilizar el poder absoluto de los monarcas para llevar a cabo algunas de las reformas
propugnadas por la Ilustración. Su lema, todo para el pueblo, pero sin el pueblo, indicaba que los monarcas
ilustrados no renunciaban a su soberanía absoluta y seguían concentrando todos los poderes del estado,
pero debían conseguir la felicidad de sus súbditos a través de un buen gobierno, interviniendo en las
actividades económicas, para incentivar la producción y aumentar la riqueza del reino.
Su base ideológica estuvo en la ilustración francesa, que defendía la razón y el conocimiento como
medios para transformar la sociedad e iniciar una etapa de progreso. Un monarca ilustrado podría llevar a
cabo la transformación social, aplicando desde el poder las reformas necesarias para lograr un mundo más
justo y racional. Para llevarlo a cabo debía de desarrollar una intensa actividad reformista, con la
colaboración de hombres de Estado que ejecutaran estos programas, cuyos objetivos son desarrollar la
economía de todos los sectores, hacer más eficaz el gobierno y fomentar la cultura, extendiendo la
educación, difundiendo nuevas ideas y conocimientos y limitando la influencia de la Iglesia. La plenitud de
las reformas ilustradas llega con Carlos III.
Carlos III es el mejor representante de esta corriente en España. Puso en práctica el despotismo
ilustrado, siendo un reinado de gran prosperidad. Estaba convencido de procurar la felicidad de sus
súbditos, por medio de una intensa actividad de gobierno, con sus colaboradores de confianza. Empezó por
la reforma de Madrid y se propuso convertirla en una capital europea, digna de la monarquía española,
acometiéndose reformas urbanas (limpieza, alumbrado...) y la consecución de diferentes obras (plan

37
urbanístico del Salón de los Prados; construcción de las fuentes de Cibeles y Neptuno; construcción de los
edificios que estudiarían y fomentarían las ciencias).
Los ilustrados españoles que accedieron al gobierno con Carlos III fueron el Conde de
Campomanes, el Conde de Floridablanca y el Conde de Aranda, convencidos de reforzar la autoridad
real, fervientes partidarios de la Ilustración y de transformar el país poniendo en marcha planes y proyectos
reformistas en todos los sectores económicos, con el objetivo de modernizar y mejorar las estructuras
productivas (colonización de nuevas tierras, proyectos de reforma agraria, libre comercio del trigo, libertad
de comercio de puertos españoles con América, apoyo de la artesanía).
4.3 NOVADORES, PROYECTISTAS E ILUSTRADOS
La Ilustración fue ganando el espíritu de las clases burguesas e impregnó a muchos nobles e incluso
a los monarcas. En la primera mitad de siglo destacaron Benito Jerónimo Feijóo (divulgador de novedades
científicos) y Gregorio Mayáns. La Ilustración llega a su apogeo en la segunda mitad de siglo, con el
reinado de Carlos III con los escritos económicos de Pedro Rodríguez de Campomanes, Gaspar Melchor
de Jovellanos, Antonio Capmany o Francisco Cabarrús. El desarrollo de las ciencias experimentales fue
importante: José Celestino Mutis en botánica y Antonio de Ulloa y Jorge Juan en astronomía y
cartografía.También se desarrolló la literatura didáctica y crítica con Jovellanos, José Cadalso y Leandro
Fernández de Moratín.
4.4 LA DIFUSIÓN DEL PENSAMIENTO ILUSTRADO
La Ilustración considera imprescindible convencer a la sociedad de la necesidad de las reformas, de
ahí la importancia de propagar las nuevas ideas. Para la difusión del pensamiento ilustrado se servirán de
diferentes vías: las Academias, la educación, las Sociedades Económicas de Amigos del País y la prensa
periódica de carácter científico y cultural.
-La educación se encontraba en un estado lamentable en todos los niveles: las escuelas de primeras
letras eran pocas (dominada por el clero), las universidades estaban anquilosadas en conocimientos
desfasados (controladas por las órdenes religiosas).
La corona se propuso la renovación cultural y artística, atendiendo a las propuestas ilustradas, gracias
a la creación de nuevas instituciones, motor de la renovación cultural y difusión de las nuevas ideas. En
este sentido las Academias (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Real Academia de la
Lengua, Real Academia de la Historia) estatales pretendieron conseguir unos niveles de calidad en las
ciencias y las artes, promoviendo las letras, ciencias y artes. Junto a ellas, se fundaron el Jardín Botánico y
Gabinete de Historia Natural.
Carlos III vio la oportunidad de realizar una reforma en todos los niveles y someterla al control de la
monarquía. La ilustración tenía confianza en la educación como instrumento de reforma social (acción
benefactora). Estaban convencidos de que solo la mejora del nivel cultural podría sacarlo de su atraso
económico y social. Una educación diferenciada según la condición social de las personas y con un sentido
útil y práctico. La voluntad reformadora se estrelló con el conservadurismo de las clases dominantes y el
clero. Algunas medidas reformadoras: extensión de la enseñanza de primeras letras a un mayor número de
niños (secularización del oficio de maestro); se crean las primeras escuelas técnicas (artes y oficios) para
que el trabajo fuera más productivo; se crean instituciones que extienden los estudios secundarios; se
reforman las universidades con nuevos planes de estudio de nuevas ciencias experimentales (biología,
medicina, matemáticas).
-La prensa periódica fue uno de los cauces por los que circularon las nuevas ideas de la Ilustración y
llegaron a una reducida minoría culta. No era una prensa de actualidad política, sino científica, lit eraria,
filosófica o sociológica, que difundía las novedades científicas y culturales. En ningún caso era una prensa
de masas, tanto por su elevado coste como el alto índice de analfabetismo. Entre los numerosos periódicos
que se publicaron, se podrían citar El Pensador o La Gaceta de Madrid.
-Las Sociedades Económicas de Amigos del País fueron las instituciones más originales y más
representativas del movimiento ilustrad en la segunda mitad del siglo XVIII. Estaban formadas por una
minoría de nobles, eclesiásticos y burguesía que analizan la situación económica y social del territorio
asignado, y buscan educar profesionalmente a campesinos y artesanos, y proyectar reformas económicas
regionales o nacionales. La monarquía protegió su fundación y las impulsó. Buscan incrementar la
capacidad productiva del país. Organizan actividades de todo tipo: realizan estudios sobre el atraso de la
región y los medios para solucionarlo; impartían clases de agricultura, artes e industria; propiciaban la

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aplicación de nuevas técnicas; fomentan las manufacturas rurales; publicaban libros y prensa periódica
propia.
4.5 LOS LÍMITES DEL REFORMISMO:
a) Los resultados de las reformas ilustradas no fueron satisfactorios y entraron en crisis a finales
de siglo, en medio de las críticas de los estamentos privilegiados y de la indiferencia de las clases
populares; ya que no solucionaron la miseria de la sociedad, ni el atraso científico o técnico, ni cambiaron
el sistema de propiedad de la tierra. Al final se impuso la desconfianza hacia los cambios, aunque hubieran
sido limitados. Enemigos de la Ilustración fueron la censura gubernamental, la Inquisición y el
pensamiento tradicional, pero también la falta de decisión para aplicar las reformas o los retrocesos por las
resistencias encontradas. Al no querer alterar las bases del Antiguo Régimen (sociedad estamental), no
pudieron cumplir sus objetivos y perdió claridad y fuerza a finales del siglo XVIII (el pánico por la
Revolución Francesa paralizó las reformas).
c) La expulsión de los jesuitas (1767)
Carlos III fue defensor del poder del Estado frente a la Iglesia (regalismo) y en este contexto se sitúa
la expulsión de los jesuitas. Carlos III, tras el motín de Esquilache, decretó en 1767 la expulsión de los
jesuitas de España y de América acusados de haber instigado la revuelta. La Compañía de Jesús era una
poderosa orden, con gran poder y control en la enseñanza secundaria y universitaria. Profesaban un voto
especial de obediencia al Papa, por lo que era difícil que se sometieran al rey. Estos hechos suponen un
cambio de rumbo en la política de Carlos III hacia reformas más moderadas.

BLOQUE 5. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A


ABSOLUTISMO

Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición de los bandos en conflicto y el


desarrollo de los acontecimientos. (Tema 10)
2. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808 – 1814)
2.1- EL ORIGEN DE LA GUERRA: LAS ABDICACIONES DE BAYONA
Napoleón se convierte en el árbitro en las disputas entre Carlos IV y Fernando VII (por su prestigio y
por estar ocupado el territorio español con sus tropas) y les convocó en la ciudad fronteriza de Bayona
(Francia), allí el emperador francés forzó a renunciar a sus derechos reales a Carlos y a Fernando. En una
escena tormentosa Napoleón obligó a Fernando a devolver la corona a su padre y a que éste a su vez,
cediese la misma a Napoleón. Este entonces proclama rey de España a su hermano José I de Bonaparte.
Fernando VII fue recluido bajo vigilancia en el castillo de Valençay.
El régimen político monárquico de José I Bonaparte fue diseñado por el Estatuto de Bayona de
1808. ieran Nunca fue llevado a la práctica (contexto de guerra). Se trataba de un texto legislativo (carta
otorgada) parcialmente reformista. El Estatuto de Bayona no llegó a entrar en vigor y quedó en letra
muerta por el contexto de guerra y con una mayoría de la población que no aceptaba el nuevo poder. José I,
débil y falto de autoridad, nunca llegó a ejercer el poder efectivo en España por rechazo del pueblo
español, el contexto de guerra) y que las decisiones importantes las tomó Napoleón.
2.2 -EL INICIO DE LA GUERRA: EL LEVANTAMIENTO POPULAR ANTI-FRANCÉS
El estallido de la guerra fue provocado por las maniobras de Napoleón, la ocupación de España por
tropas francesas y la renuncia de Carlos IV y Fernando VII al trono español en Bayona. El 2 de mayo de
1808 comenzaron, en Madrid, los levantamientos populares contra el ejército invasor. Era el momento en
que los franceses querían llevar al hijo menor (Francisco de Paula) de Carlos IV a Francia, evitando que se
convirtiera en un símbolo de resistencia anti-francesa. Los madrileños (clases populares) se congregan a
las puertas del Palacio Real para impedirlo y comienzan los enfrentamientos y los disparos. La población
ataca (apoyada por oficiales de baja graduación) a los franceses En la Puerta del Sol se libró gran parte de
un combate desigual, con numerosas víctimas entre la población civil. Los franceses, con una aplastante
superioridad militar, dirigidos por el mariscal Murat, sofocan el levantamiento iniciando una represión que
llevó a fusilar a cientos de civiles.

39
Pero los levantamientos se extienden a numerosos lugares de España: la multitud saqueaba
depósitos de armas y exigió a las autoridades locales la declaración de guerra contra los franceses. El
pueblo se subleva contra el invasor francés y no acepta a José I, y ante el vacío de poder legítimo, crearon
Juntas provinciales de defensa por todo el territorio, integradas por personas de varios municipios, que
constituyen un poder paralelo a la nueva monarquía. Estas juntas asumen el poder y querían organizar un
levantamiento militar contra las tropas francesas y, así, una parte del ejército español se reorganizó y junto
a partidas guerrilleras, comienzan a resistir y atacar a las tropas francesas. Es la respuesta del pueblo en
armas. Se iniciaba así, la guerra de la independencia.
2.3- LAS ACTITUDES ANTE LA OCUPACIÓN (LA COMPOSICIÓN DE LOS BANDOS EN
CONFLICTO)
La Guerra de independencia no afectó únicamente a España y Francia, ya que en este conflicto
participó además Gran Bretaña enemiga de Napoleón y afectó a Portugal.
Ante los hechos de Bayona o la invasión francesa, los españoles reaccionaron de formas distintas.
José I sólo recibió el apoyo de un grupo reducido de españoles (afrancesados). Eran, mayoritariamente,
ilustrados cultos y entusiastas de la realización de reformas liberales de la Revolución Francesa (libertad,
igualdad ante la ley). Se defendían diciendo que debían de apoyarlos, ya que la resistencia armada era
inútil y la oposición provocaría la ruina de España, que era la única forma de mantener la unidad territorial
y mantener los dominios americanos y porque el cambio dinástico ofrecía la posibilidad de un programa de
reformas necesario. Fueron considerados traidores a la patria y, al finalizar la guerra, debieron huir por su
colaboración con el enemigo.
La mayoría se opuso a la ocupación francesa y participó, más o menos, activamente, en las lucha. La
España de la insurrección popular y la resistencia afirmaba luchar en nombre de Fernando VII. Sin
embrago los españoles sublevados pertenecían a grupos ideológicos muy dispares que solo coincidían en el
rechazo al invasor francés: los liberales y los absolutistas.
2.4- FASES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (EL DESARROLLO DE LOS
ACONTECIMIENTOS)
Los levantamientos se convierten en una prolongada y cruenta guerra de resistencia contra los
franceses (1808-1813), que coinciden con las guerras que Napoleón tuvo con otras naciones europeas. La
amplia y espontánea participación popular, el deseo de independencia, la defensa del espacio propio frente
al invasor, el entusiasmo patriótico y la xenofobia anti-francesa fueron rasgos que caracterizan las luchas
españolas contra el ejército napoleónico. Además, tuvo un carácter religioso, ya que los clérigos españoles
identificaron a los franceses con el temor revolucionario y el ateísmo sacrílego; animando al pueblo a
pelear contra los invasores en la defensa de la doctrina católica.
Fases de la guerra:
1ª Fase: Mayo de 1808 – finales de 1808: Las tropas francesas fueron incapaces de dominar todo el
país (resistencia del ejército español y de los grupos de guerrilleros) y fracasaron en sus intentos de
conquistar Gerona y Zaragoza. Los españoles, dirigidos por el general Castaños, vencieron en Bailén
(Jaén) y obligaron a los franceses a evacuar Madrid (José I tuvo que abandonar la capital) y replegarse,
mientras que los británicos expulsaron a los franceses de Portugal.
2ª Fase: Finales de 1808 – 1812: Fue una fase de claro dominio del ejército francés. Napoleón
acudió personalmente a España para dirigir las operaciones militares. Fue victorioso con un poderoso
ejército (250000 soldados), ya que tomó Madrid (1808), entre otras ciudades. Napoleón a los meses volvió
a Francia, y su ejército impuso su autoridad militar y fue conquistando territorios, con un elevado coste de
pérdidas humanas. En 1810 la hegemonía militar francesa sobre España es clara. Pero, el ejército inglés,
aliado a los españoles, impidió que los franceses recuperaran Portugal y perviven focos de resistencia
(Cádiz).
Las tropas francesas nunca dominaron toda la península, ya que fueron hostigados por guerrilleros
españoles (pequeños grupos de combatientes, que realizaban ataques rápidos y por sorpresa contra las
tropas enemigas, gracias su conocimiento del terreno), desgastando al enemigo, con sabotajes a sus
depósitos de armamentos, líneas de comunicaciones y abastecimientos de retaguardia. Se ayudaron de la

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población rural, que les dio alimentos, refugio e información necesaria. El Empecinado, Espoz y Mina,
Díaz Porlier o el cura Merino fueron sus cabecillas más destacados.
3ª Fase: Años de 1812 – 1813 (ofensiva hispano-inglesa): el ejército francés se redujo en hombres,
ya que Napoleón afrontó diferentes frentes de batalla en Europa y retiró efectivos humanos y materiales de
la península. Las tropas anglo-portuguesas de Wellington toman la iniciativa desde Portugal, con unas
ofensivas a las que se unirán el ejército español más numerosos y, organizado y apoyado por la guerrilla.
Las tropas francesas retroceden hacia la frontera pirenaica, empujados por el ejército español (con el apoyo
de las guerrillas) y el ejército inglés de Wellington (las autoridades españolas llegan a un acuerdo militar
con Gran Bretaña).
En 1812 se inicia la gran ofensiva hispano-británica y vencen a los franceses en las batallas de
Arapiles (cerca de Salamanca, que provoca el inicio del retroceso), Vitoria y San Marcial (cerca de San
Sebastián). Tras la firma del Tratado de Valençay (diciembre de 1813), Napoleón reconoció a Fernando
VII como rey de España. Se acuerda el fin de las hostilidades y las últimas tropas francesas abandonan
Cataluña en 1814. Concluía la Guerra de Independencia.
La guerra había acabado de manera oficial, aunque cuando Fernando VII regresó a España (1814)
todavía quedaban tropas francesas en determinadas zonas de Cataluña.
Las pérdidas humanas y materiales fueron enormes; aparte de los miles y miles de muertos (se
calcula medio millón), ciudades como Gerona o Zaragoza arrasadas completamente, destrucción de
cosechas, cabezas de ganado, edificios y carreteras, la destrucción de las finanzas españolas y el comercio
del país.

Comenta las características esenciales de la Constitución de 1812. (Tema 10)


3. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Durante los años de la guerra, en la España no ocupada por el ejército francés, tuvo lugar un proceso
revolucionario, cuyo resultado fue la completa ruptura con el absolutismo y el sistema político e
institucional del Antiguo Régimen (revolución liberal burguesa). En 1808, y ante la ausencia de la
legítima monarquía, el pueblo español asumió el poder en un acto revolucionario, pasándose de la
soberanía monárquica de origen divino a un sistema de gobierno que permitía la participación ciudadana
en las decisiones políticas.
3.1. LAS JUNTAS
Fueron la demostración de la participación política del pueblo. Sus miembros actuaban en
representación del pueblo, haciéndose cargo del gobierno y de la resistencia anti-francesa. Eran las Juntas
locales y provinciales de defensa, formadas contra los franceses en ciudades y pueblos del país, tras
conocerse las abdicaciones de Bayona, defensoras de la vuelta del rey legítimo (Fernando VII).
En septiembre de 1808, se creó la Junta Central Suprema o General Gubernativa, integrada por
miembros elegidos desde las juntas provinciales. Estableció su sede en Cádiz (ciudad no ocupada), por el
avance de las tropas napoleónicas. Asume el gobierno del país en nombre del rey (Fernando VII) hasta
1810, dirigiendo la resistencia contra los franceses, firmando un acuerdo de alianza anti-napoleónica con
los británicos y tomando la iniciativa de convocar a los representantes de la nación, para una reunión en las
Cortes de Cádiz con el objetivo de dotar a España de un sistema político, económico y social nuevo. A
finales de enero de 1810, la Junta Central se disuelve y traspasa los poderes a un Consejo de Regencia de
cinco miembros que convoca las Cortes.
3.2. LAS CORTES DE CÁDIZ: LABOR LEGISLATIVA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
La reunión de los representantes, elegidos en las distintas provincias, se dio en Cádiz, para
permanecer a salvo de las tropas francesas. La elección de los diputados de cada provincia se realizó
mediante el voto de los varones mayores de 25 años. Se consideran los representantes de la nación
española considerando como legítimo rey a Fernando VII.
Las Cortes se declaran soberanas e iniciaron sus sesiones en septiembre de 1810. Rápidamente se
aprueba una declaración que proclama a Fernando como rey legítimo (secuestrado por los franceses), pero
rechazando el absolutismo. Poner en práctica una profunda y radical reforma de las instituciones políticas,
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económicas y jurídicas españolas y redactar una constitución son las dos medidas de los diputados
liberales. El primer objetivo supuso la aprobación de decretos y leyes de 1810 y 1813 que abolían los
fundamentos del Antiguo Régimen: Libertad de prensa y supresión de censura, supresión de régimen y
derechos señoriales (señorío jurisdiccional), abolición de la Inquisición, eliminación de los gremios e
introducción de la libertad económica, comercial, de trabajo y fabricación.
La Constitución de 1812 (La Pepa)
Por primera vez en nuestra historia, se redacta un texto constitucional, de carácter liberal, aprobado
por los diputados el 19 de marzo de 1812 (tras dos años de estudio por las comisiones). Contó con 384
artículos, pretendía constituir un sistema político liberal de monarquía parlamentaria y se sustenta en cinco
principios fundamentales:
-Soberanía nacional: el poder político pertenecía a la nación en su conjunto, aunque era delegado
en los representantes elegidos por votación de los ciudadanos (fin de la soberanía monárquica de origen
divino)
-División de poderes: el poder legislativo en las Cortes (con una sola cámara); el poder ejecutivo lo
tendría el rey (que nombra a los ministros que forman el gobierno) y el judicial en los tribunales de justicia.
Lo que suponía el fin del poder absoluto de la monarquía.
-Sistema político parlamentario y representativo: se limitó las atribuciones reales. Participación
de los ciudadanos en las decisiones políticas: derecho de elección por sufragio universal indirecto
masculino de los representantes en las Cortes. Era un sistema complicado de elección de representantes
por: parroquia, municipio, provincia, diputados nacionales (se elegía a unos delegados, quienes después, de
encargaban de elegir a los diputados). Los alcaldes y los concejales municipales también eran escogidos,
democráticamente, por sus vecinos.
-Igualdad de todos antes la ley. Se quiso eliminar los obstáculos que impedían el ascenso de los
mejores individuos a los puestos más destacados, siendo el fin de las diferencias estamentales y de los
privilegiados (igualdad fiscal).
-Afirmación de los derechos y libertades individuales: libertad de expresión y de imprenta,
derecho a la propiedad y a la educación (escuelas de primeras letras); aunque choca con la proclamación
del catolicismo como única religión permitida.
Todas estas reformas apenas se pudieron aplicar debido a la guerra y a los cambios políticos
posteriores.

Detalla las fases del conflicto entre liberales y absolutistas durante el reinado de Fernando VII.
(Tema 10)
4. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814 – 1833)
4.1. LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO (SEXENIO ABSOLUTISTA) (1814-1820)
En 1814, cuando las tropas francesas fueron derrotadas por completo en España y Europa, todas
ellas, salvo Gran Bretaña, estaban gobernadas por monarcas absolutos. Todos pensaron que la derrota de
Napoleón era la de las ideas liberales y se lanzan a reconstruir el orden tradicional: restauración del poder
monárquico. En España, los últimos soldados franceses salen de la Península y Fernando VII, recibido con
gran entusiasmo popular (el Deseado), vuelve para hacerse cargo del trono. Educado para ser monarca
absoluto, Fernando no se integra en el sistema político de las Cortes de Cádiz y rechazó las medidas
reformistas liberales.
- Apoyos al rey
Un tercio de los diputados de las cortes se habían mantenido fieles al absolutismo y redactaron un
documento que entregaron al rey a su vuelta, el Manifiesto de los Persas (1814), para reclamar la vuelta
inmediata al Antiguo Régimen (monarquía absoluta). También tuvo el apoyo de una parte de los mandos
del ejército (los más viejos) y de todo el clero católico. Asimismo, contó con el respaldo de gran parte de
la población campesina, con una mentalidad apegada a la tradición y marcada por el respeto al rey.

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- Inmovilismo y represión
Fernando VII tardó dos meses en establecer el absolutismo, mediante un decreto que anulaba todas
las leyes que aprobó las Cortes de Cádiz y suprimía la Constitución de 1812. El rey recuperó todos los
poderes (vuelta al absolutismo), disolvió las Cortes e impuso el retorno al Antiguo Régimen,
restableciendo las exenciones fiscales estamentales, los derechos señoriales, los gremios, la
Inquisición…...
El inmovilismo, la inoperancia y la ineficacia fueron las características del gobierno personal de este
rey y sus mediocres ministros, entre 1814 y 1820. Resultaba imposible mantener las instituciones del
Antiguo Régimen, en descomposición en Europa, ya que no sabían dar respuestas a los nuevos problemas
y circunstancias. El rey desató una dura represión política, al ordenar la detención y encarcelamiento, bajo
acusación de traición, de los diputados liberales, sus simpatizantes y los afrancesados (se vieron obligados
a exiliarse).
- Las conspiraciones liberales.
A pesar de las persecuciones y el escaso apoyo, los liberales (respaldados por bastantes jóvenes
oficiales del ejército) seguían convencidos de la necesidad de modificar el sistema político, para acabar
con el absolutismo monárquico y establecer un sistema político liberal. Así, no dejan de conspirar, en la
clandestinidad, para hacerse con el poder e imponer sus ideas.
Desde 1814, se repiten los levantamientos armados (pronunciamientos) protagonizado por militares
partidarios de la Constitución de Cádiz y del liberalismo. Todas las sublevaciones encabezadas por
jóvenes militares liberales fracasan y son reprimidas (Espoz y Mina; Díaz Porlier; Luis de Lacy)
4.2. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823)
Pero una de aquellas conspiraciones liberales triunfó. En 1820, el teniente coronel Rafael del Riego,
llevo a cabo un pronunciamiento militar con un ejército en Cabezas de San Juan (Sevilla), que esperaba el
embarque hacia Argentina, para combatir contra los independentistas hispanoamericanos. La insurrección
militar se extendió por otras partes de España (otras guarniciones militares se suman a la sublevación). Las
tropas afines al rey no reaccionan. Fernando VII sorprendido por el éxito del pronunciamiento de Riego,
se vio obligado a aceptar el triunfo de los liberales restableciéndose la Constitución de 1812 con todos sus
principios. Se iniciaba así el Trienio Liberal.
- Actuación de los liberales en el poder.
Los liberales mantuvieron a Fernando VII en el trono y fue el primer ensayo de Gobierno
constitucional de la historia de España. Aprobaron un conjunto de audaces y radicales medidas
legislativas, como: Inquisición abolida, la abolición de los señoríos jurisdiccionales; reducción del diezmo
a la mitad; se reduce el número de monasterios y los bienes de los monasterios suprimidos pasan a manos
del Estado que los ponen en pública subasta; los derechos y libertades de imprenta, expresión y opinión
fueron restablecidos; libertad de establecimientos industriales; creación de una milicia nacional, cuerpo
armado de ciudadanos voluntarios para defender el sistema político liberal.
- Dificultades de los gobernantes liberales.
Los enfrentamientos, la desconfianza y las discrepancias fueron frecuentes entre el rey y los
gobernantes liberales. El rey intentó bloquear y entorpecer las reformas y los liberales le obligaron a firmar
leyes bajo amenazas. Además, Fernando VII mantuvo acuerdos secretos con monarcas absolutos de la
Santa Alianza, para recuperar el poder.
- La resistencia de los absolutistas.
Tras el levantamiento de Riego, los absolutistas se reorganizan. Para desplazar a los liberales usaron
desde propaganda, conspiraciones secretas, sublevaciones militares, hasta partidas de guerrilleros
armados. Pero sus intentos de golpe de estado fracasan por lo que formaron grupos de guerrilleros rurales
absolutistas (realistas) que se echan al campo. Consideraban que el rey estaba secuestrado por los liberales
y controlaron zonas rurales de la periferia (Cataluña, Navarra, País Vasco) con el apoyo de parte del clero
y del campesinado. El propio Fernando VII siempre se opuso a los gobiernos liberales y sus medidas, y
envió emisarios para pedir ayuda a las monarquías absolutistas europeas (Santa Alianza), para acabar con
el liberalismo en España.
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Pero lo que puso fin al gobierno liberal fue la intervención militar extranjera. Los monarcas
absolutos de la Santa Alianza (Prusia, Rusia, Austria), se reunieron en Verona en 1822, decidiendo actuar
en España para liquidar el gobierno liberal. Estas potencias encomiendan a Francia restablecer por la
fuerza a Fernando VII como monarca absoluto. Así un ejército, formado por 100.000 soldados (los Cien
Mil Hijos de San Luis) cruzó los Pirineos y llegaron a Madrid en un mes, ante la pasividad social y la
incapacidad de resistencia armada liberal. La primera experiencia de gobierno constitucional había
concluido.
4.3. LA REACCIÓN ABSOLUTISTA (LA DÉCADA OMINOSA) (1823-1833)
Fernando VII, al gobernar con poderes absolutos, destruyó todo lo realizado por los liberales.
- Represión.
Desencadenó una feroz represión contra los liberales: muchos militares liberales fueron ejecutados
(Riego) y miles de civiles liberales pierden su empleo o propiedades y fueron encarcelados. Esta represión
afectó a funcionarios (depuración de la administración), profesores, oficiales del ejército o cargos
municipales del período liberal. Muchos tuvieron que exiliarse. Se reanuda la censura en las publicaciones
escritas.
- Respuesta ultra-absolutista
Los absolutistas más extremistas presionaron al rey para que introdujera la Inquisición, endureciera
más la represión antiliberal y sustituyera a los ministros reformistas, generando una ola de inmovilismo y
represión. Recurrieron a las intrigas en el entorno más próximo del rey, a la creación de organizaciones
clandestinas y a la formación de grupos armados. Actuaron en zonas rurales catalanas, aprovechando el
descontento del campesinado, por las malas cosechas y poniendo bajo su control (por poco tiempo)
algunas regiones catalanas.
En 1828, estaban tan decepcionados con el rey, que se agruparon en torno al infante Carlos María
Isidro (hermano menor del rey) que era partidario del absolutismo y contrario a cualquier reforma.
Pensaron que, Fernando VII, envejecido, sin descendientes varones y con pésima salud, daría paso a su
hermano.
- La impotencia de los liberales.
Hubo muchos intentos desde 1824 por recuperar el poder por parte de algunos oficiales liberales; pero
fueron operaciones desorganizadas, sin apoyo popular y que acaban con fusilamientos y encarcelamientos.
Animados por los movimientos antiabsolutistas que estaban sucediendo en Europa, los liberales españoles
prepararon iniciativas de levantamiento militar aisladas y descoordinadas y fallaron (Espoz y Mina,
Torrijos, Mariana Pineda…).

Representa una línea del tiempo desde 1788 hasta 1833, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

BLOQUE 6. LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario y apoyos sociales. (Tema 11)
1. EL CARLISMO COMO ÚLTIMO BASTIÓN ABSOLUTISTA
1.1 IDEARIO Y APOYOS SOCIALES. ÁMBITO GEOGRÁFICO
El carlismo es la ideología que, articulada en su origen en torno a la figura de Carlos María de
Isidro, hermano de Fernando VII, hace una defensa a ultranza del Antiguo Régimen frente a la
modernidad identificada con la revolución liberal.
Su ideario político: Sus valores ideológicos fueron:
-Defensa del absolutismo monárquico (oposición radical al liberalismo político)
-Catolicismo integrista, defendiendo el poder e intereses de la Iglesia (diezmo y rechazo a la
libertad religiosa) y el mantenimiento de la alianza entre Altar y el Trono.

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- Defensa de un idealizado mundo rural, con su régimen tradicional de propiedad de la tierra,
frente a la sociedad urbana e industrial y las reformas liberalizadoras de la propiedad que liberalismo
plantea.
- Defensa de una sociedad tradicional (privilegios estamentales).
-Defensa de instituciones y fueros históricos frente a los planteamientos liberales de uniformidad
política y jurídica (lo que significaba su mantenimiento para vascos y navarros y la esperanza de
recuperación para catalanes y otros territorios)
- Dios, Patria, Fueros y Rey son su lema.
Los principales apoyos sociales del carlismo son: parte de la pequeña nobleza rural, un sector del
bajo clero, algunos oficiales reaccionarios del ejército y numerosos campesinos con pequeñas propiedades,
que veían la victoria liberal como amenaza a sus intereses. Es un sector social minoritario que se opone a
las reformas liberales.
Ámbito geográfico. Se desarrolló principalmente en zonas rurales de Navarra, en las tres provincias
vascas, el bajo Aragón, Cataluña interior y en el Maestrazgo. El apoyo al carlismo en las grandes
ciudades fue muy escaso.

Explica las causas y las consecuencias de las dos primeras guerras carlistas (Tema 11)
1.2 LA PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1840)
Entre las causas de las guerras carlistas podemos encontrar:
-Un conflicto dinástico o sucesorio; dos aspirantes al trono, Isabel (niña de tres años, hija de
Fernando VII, representada por su madre, la reina María Cristina) y Carlos María Isidro (hermano de
Fernando VII).
-Un conflicto político o ideológico (liberalismo frente a absolutismo).
Fernando VII muere en septiembre de 1833 dejando en el trono a su hija Isabel, con tan solo 3 años
de edad; su madre, la reina María Cristina de Borbón, se hará cargo de la regencia. Casi simultáneamente,
Carlos María Isidro proclama sus derechos dinásticos basándose en la Ley Sálica (derogada por
Fernando VII con la Pragmática Sanción publicada en 1830) al tiempo que se levantan numerosas partidas
armadas que le reconocen como rey de España. Comenzaba así la primera guerra carlista. No es, por tanto,
una simple lucha dinástica sino más bien un conflicto civil entre dos modelos diferentes de Estado: el
absolutista y el liberal, cada uno con su particular concepción política, económica y social. En el bando
isabelino (o cristino, por la regente o reina gobernadora María Cristina) recibe el apoyo de los liberales,
que ven en el apoyo a la joven reina la única opción para reformar el país y establecer un régimen liberal.
Está respaldado por la gran mayoría de los altos cargos de la Administración y el Ejército, las altas
jerarquías de la Iglesia, la burguesía urbana de los negocios, intelectuales, profesiones liberales (abogados,
médicos, etc.), las clases medias urbanas y los todavía muy escasos obreros industriales. María Cristina
mantiene el control de las estructuras del Estado.
En 1833 había comenzado la larga guerra civil entre los carlistas y los isabelinos o liberales. La
primera carlista fue la más violenta y dramática. Los carlistas sufren derrotas continuas y se desmoralizan.
La guerra concluyó con la firma del Convenio de Vergara (1839), entre el general carlista Maroto y
el representante del bando isabelino, el general Baldomero Espartero, ampliamente conciliatorio. Los
isabelinos reconocieron los grados de los oficiales y mandos que habían servido en el bando carlista, para
facilitar su reinserción en el ejército regular español. Además, contenía una ambigua promesa de
mantenimiento de los privilegios forales específicos de vascos y navarros; aunque se aprobaban varias
leyes, donde Navarra perdía sus aduanas, sus privilegios fiscales, sus instituciones de gobierno y sus
exenciones militares. También las tres provincias vascas perdieron algunos de sus viejos y tradicionales
privilegios forales (aduanas) y se vio aumentada con la contribución anual de los ciudadanos vascos a los
gastos generales del estado.
1.3 LA SEGUNDA GUERRA CARLISTA (1846-1849)
Se desarrolla durante el reinado efectivo de Isabel II en plena Década Moderada. No tuvo el impacto
de la primera. En esta ocasión el pretendiente al trono, era el hijo de Carlos María de Isidro. Los carlistas
buscan casar al pretendiente al trono con Isabel II, pero al no producirse el matrimonio, se le cerraba a
Carlos la vía pacífica para convertirse en rey de España y se desencadenó esta segunda guerra. Su
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principal escenario estuvo en el campo catalán, aunque hubo episodios aislados en otras zonas. Las
partidas guerrilleras no conseguirán construir un auténtico ejército.
1.4 LAS CONSECUENCIAS DE LAS GUERRAS CARLISTAS
-El conflicto resultó muy cruel, especialmente la primera guerra carlista (más de 150000 muertos).
-La inclinación de la monarquía hacia el liberalismo. El agrupamiento de los absolutistas en torno a
Carlos convirtió a los liberales en el más seguro y consistente apoyo del trono de Isabel II.
-Ante la amenaza carlista los militares se convirtieron en una pieza clave para la defensa del
régimen liberal. Conscientes de su protagonismo los generales o espadones se colocaron al frente de los
recién creados partidos y se erigieron en árbitros de la vida política. El recurso abusivo a la práctica del
pronunciamiento se convirtió en una forma habitual de promover cambios de gobierno o de reorientar la
política durante todo el reinado.
-Los enormes gastos de guerra. La nueva monarquía liberal para hacer frente a la guerra, pasó por
serios apuros fiscales que en gran medida condicionaron la orientación dada a ciertas reformas, como la
desamortización de Mendizábal, que estudiaremos más adelante.

Representa una línea del tiempo desde 1833 hasta 1874, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

Describe las características de los partidos políticos que surgieron durante el reinado de Isabel II.
(Tema 11)
2.1 LOS PARTIDOS POLÍTICOS DEL REINADO DE ISABEL II
A comienzos del reinado de Isabel II, durante la regencia de María Cristina, surgieron los dos
primeros partidos políticos, como embrionarias organizaciones que canalizan las dos primeras corrientes
ideológicas del liberalismo inicial: el Partido Moderado y el Partido Progresista. La alianza entre la reina
regente y los liberales era indudablemente un acuerdo de convivencia, ya que los liberales parecían ser la
única fuerza capaz de sostener los derechos al trono de la heredera (frente a los carlistas). Eran
agrupaciones de personas influyentes y poderosas (notables) que actuaban como comités electorales,
fuertemente individualistas, lo que producía enfrentamientos entre los líderes y divisiones internas.
Disponían de periódicos afines que eran instrumentos al servicio y los intereses del partido. La práctica
electoral corrupta (falsificación de los resultados de las elecciones), la prensa política y la oratoria
parlamentaria eran los medios por los que traducían ideas y programas de gobierno. La escasa
participación en las elecciones convertía al pueblo en mero espectador de la vida política, centrada en
Madrid, sede del gobierno, de la corona y de las instituciones.
-El Partido Moderado: Se compone por grandes terratenientes y hombres de negocios adinerados
(alta burguesía). Consiguieron permanecer en el poder casi ininterrumpidamente desde 1844 hasta 1868.
Defienden: la soberanía compartida entre las Cortes y el Rey (dando más atribuciones y poder al monarca,
que debe tener un papel moderador con capacidad de disolver las Cortes); pretenden un Estado y una
administración muy centralizados; la necesidad de hacer compatibles las libertades con el mantenimiento
del orden público y de la seguridad de las personas y propiedades; rechazo de la subversión revolucionaria;
la defensa de la autoridad fuerte para reprimir y someter a los enemigos del orden; la oposición a la
democracia y al sufragio universal por temor a los sectores sociales más bajos (defienden el sufragio
censitario muy restringido); la limitación y el recorte de los derechos individuales; la oposición a cualquier
intervención estatal que pudiera reducir las inevitables desigualdades socio-económicas; la conveniencia
de mejorar las relaciones con la iglesia católica (defienden que sea la oficial del Estado); suprimir la
Milicia Nacional, que podría participar en insurrecciones revolucionarias. Su principal líder y representante
era el general Narváez.
- El Partido Progresista: Predominan las clases medias urbanas o burguesía media (artesanos,
pequeños comerciantes, profesores, médicos, tenderos y empleados administrativos). Ocupan el gobierno
en breves periodos, entre 1835-1837, 1841-1843 y 1854-1856. Defienden: la soberanía nacional en las
Cortes; la limitación del poder y las atribuciones del monarca; la necesidad de ampliar el número de
personas con derecho a voto (sufragio censitario más amplio), que facilitaría a las clases medias la

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participación en las decisiones políticas y evitar insurrecciones revolucionarias populares; rechazo a la
democracia y a las revoluciones violentas, excluyendo a las clases bajas trabajadoras de la vida política; la
conveniencia de realizar reformas profundas y rápidas, para ampliar libertades y transformar la sociedad; la
desconfianza del clero católico, evitando su poder y control social; y mantener y reforzar la Milicia
Nacional, para garantizar libertades. Consiguen llegar al poder a través de sublevaciones y
pronunciamientos militares ya que la Corona los margina y da su confianza principalmente a los
moderados. Su figura indiscutible fue el general Espartero.
- El Partido Demócrata: A mediados del siglo dentro de las filas del progresismo, hubo una escisión
de los liberales demócratas, que alentaron la movilización de los grupos sociales más desfavorecidos, sin
excluir la violencia insurreccional revolucionaria. Defendían el liberalismo democrático: el sufragio
universal masculino, la soberanía nacional representada en las Cortes, la ampliación de los derechos y
libertades individuales (derecho de reunión y asociación), intervención de Estado en asuntos sociales
(enseñanza pública gratuita, introducir impuestos proporcionales). De una escisión de este partido nacerán
los republicanos.
- La Unión Liberal surge a mediados del siglo XIX, como término medio entre moderados y
progresistas, tiene una clara vocación centrista. Representa a sectores acomodados de la sociedad. Su líder
más destacado fue el general Leopoldo O´Donell.

Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y
explica el papel de los militares. (Tema 11)
En este estándar deben aparecer todas las etapas del reinado de Isabel II pero resumidas…
2.2 EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL REINADO DE ISABEL II
2.2.1 LA ETAPA DE LAS REGENCIAS: EL ESTABLECIMIENTO DEL SISTEMA
LIBERAL EN ESPAÑA.
a) LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA DE NÁPOLES (1833-1840)
En 1830, nacía Isabel, primera hija de Fernando VII y María Cristina de Nápoles. Según las normas
que regulaban la sucesión al trono (Ley Sálica de Felipe V de 1713), la corona sólo podía trasmitirse entre
varones, quedando las mujeres excluidas, salvo a falta de heredero varón en línea directa o colateral. Pero
había sido derogada por Fernando VII al conocer la noticia del embarazo de su esposa y de que su hija
podía heredar el trono, en caso de faltar varones. En este contexto Fernando VII nombra como heredera a
su hija Isabel. Significaba la pérdida de todas las opciones al trono para Carlos María Isidro, hermano del
rey (apoyado por los absolutistas más intransigentes) que se niega a reconocer a su sobrina Isabel como
reina.
Al morir el Rey (1833), María Cristina se encargó de la regencia, hasta que su hija fuera mayor de
edad; y Carlos reclamó los derechos a la corona contra Isabel. En distintos lugares del país, hubo
numerosos levantamientos armados a favor de Carlos y dio lugar a una guerra civil que enfrentó a los
carlistas contra los isabelinos. El estallido de la guerra carlista obligará a la regente a promover algunas
reformas que atraigan a su bando a los liberales. Se formaron durante este periodo los primeros partidos
liberales el Partido Moderado y el Progresista.
→El período moderado (1833-1836): Con el moderado Cea Bermúdez al frente del gobierno se
acomete una reforma administrativa. En 1833 Javier de Burgos (Ministro de Fomento) llevó a cabo la
reorganización de la administración territorial, dividiendo el país en 49 provincias.
En 1834, la reina situó al frente del gobierno a Martínez de la Rosa. Este liberal moderado se
encargó de proyectar y aprobar el Estatuto Real, para preparar el tránsito político desde el absolutismo
monárquico hacia el sistema representativo liberal, suponía una brecha abierta en el Antiguo Régimen. Así
se estrechaba la adhesión de los liberales a la causa isabelina y demostró que la reina estaba dispuesta a
favorecer un cambio en la forma de gobierno, para satisfacer a los liberales. El Estatuto Real era una ley
fundamental (carta otorgada), que combinaba tradición y novedades, haciendo que la reina renunciara a
parte de sus poderes y competencias. Pero, su contenido no satisfizo las expectativas de los liberales
exaltados y radicales, exigiendo al gobierno la realización de reformas más profundas.

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→El período progresista (1836 – 1840). El gobierno moderado de Martínez de la Rosa parecía
incapaz de vencer a los carlistas y se multiplicaron las protestas de los liberales más extremistas, que
organizaron y animaron revueltas callejeras en las ciudades. Esto intimidó a la reina, que para frenarlo,
tomó la decisión de mandar formar gobierno a los liberales progresistas, con Juan Álvarez Mendizábal a
la cabeza, que emprende diferentes reformas: la desamortización de bienes eclesiásticos, suprime los
gremios, introdujo plenas libertades en la producción y el comercio, refuerza los efectivos de la Milicia
Nacional, ordenó el alistamiento de 50.000 hombres para el ejército (para derrotar a los carlistas), amplió
el número de personas con derecho a voto.
A lo largo de los meses siguientes, los altercados callejeros no disminuyeron (revueltas en Zaragoza
y Barcelona). En 1836, un grupo de suboficiales (sargentos) del ejército se sublevó en La Granja de San
Ildefonso (Motín de la Granja) e irrumpió en el Palacio Real, forzando a la regente María Cristina a
suspender el Estatuto Real y restablecer la Constitución de 1812. Así, los liberales progresistas
demostraban que recurrían a la violencia para hacerse con el gobierno y se ponía en evidencia los duros
enfrentamientos entre los moderados y los progresistas por ocupar el poder y definir la forma del sistema
político.
Poco después, las cortes emprendieron la elaboración de la Constitución de 1837, que, fue
presentada como una revisión de la de Cádiz, aunque eran totalmente diferentes. El nuevo texto configuró
un sistema político monárquico constitucional. Su principal importancia fue la de consolidar el régimen
constitucional, a partir de entonces nadie puso en duda que el Estado y los gobernantes estaban sometidos a
una ley fundamental. Síntesis entre soberanía nacional y compartida, pues declaraba que la potestad
legislativa (elaborar leyes) pertenecía a las Cortes con el rey. Mantenimiento de importantes atribuciones
en manos del rey: iniciativa legislativa, derecho de veto ilimitado y designación de senadores; además, de
nombrar ministros. Se completó con una nueva ley electoral, que establecía el voto directo y el sufragio
restringido o censitario masculino, para la elección de diputados (se exigía para votar poder económico y
educativo), ya que se consideraba a las masas, sin medios económicos o estudios, como incapaces para
atender e intervenir en los asuntos políticos.
b. LA REGENCIA DE ESPARTERO (1841-1843).
Los moderados ganan las elecciones de 1837. En 1840, María Cristina fue obligada a renunciar a la
regencia, tras un enfrentamiento con los progresistas, a causa de la modificación de la ley de
ayuntamientos. El gobierno moderado con esta ley pretendía que los alcaldes fueran nombrados por el
gobierno y no elegidos por los vecinos como afirmaba la constitución. Pese a esto la regente María Cristina
firmó la ley. De manera que, después de producirse violentos disturbios en numerosas ciudades, la regente
no pudo soportar la presión y se fue al destierro (1840). El general Espartero, respaldado por los
progresistas, resultó elegido por las Cortes para asumir la regencia. Tenía gran popularidad, por combatir
contra los franceses y los independentistas hispanoamericanos. Las victorias contra los carlistas le
convierten en un mito popular y un ídolo para los progresistas.
Pero pronto se ganó el rechazo de todos: gobernó de forma dictatorial (mano dura), reprimió con
fuerza los pronunciamientos moderados, no sometiéndose al Parlamento. Algunos sectores progresistas ya
no aceptan sus formas autoritarias y represivas. Su caída se debe al levantamiento de una violenta revuelta
popular en Barcelona (1842). Burgueses y obreros se levantan por la insatisfacción laboral (caída de
salarios y subidas de impuestos) y la protesta de comerciantes y fabricantes ante la difusión de la noticia de
un proyecto de acuerdo comercial librecambista con el gobierno británico, que perjudicaba los intereses
textiles catalanes. Espartero mandó bombardear la ciudad, dejando muertos.
Meses después, hubo una sublevación de mandos militares dirigida por el general Narváez, que
hicieron caer el gobierno y Espartero se exilió a Londres (1843)
2.2.2 EL REINADO EFECTIVO DE ISABEL II: LA CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO
LIBERAL (1843-1868)
A) EL PROTAGONISMO DE LOS MILITARES
Los elementos fundamentales del período fueron la monarquía, los partidos políticos liberales, las
constituciones y otro de los protagonistas centrales del periodo es el ejército.

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El papel de los militares. La amenaza carlista convierte a los militares en una pieza clave para la
defensa del régimen liberal. Los generales o “espadones” más destacados, conscientes de su protagonismo,
se sitúan al frente de los partidos, son sus líderes. Se convierten en árbitros de la vida política nacional.
Ocuparán el cargo de presidentes del gobierno a partir de 1840. Los partidos, necesitan de los militares
para estar en el poder. El recurso abusivo al pronunciamiento militar se convirtió en la fórmula habitual
para cambiar de gobierno o reorientar la vida política durante todo el reinado de Isabel II. Los cambios de
gobierno no se efectuaban por resultados electorales sino por pronunciamientos militares (o por
designación real)
La reina Isabel II se apoyará y confiará el poder sistemáticamente a los moderados (luego a los
unionistas también). Los progresistas se verán obligados a recurrir a los pronunciamientos militares y
revueltas populares para tratar de acceder al poder. Un claro ejemplo de cómo estos partidos fueron
incapaces de normalizar la vida política (ni siquiera de crear un marco constitucional estable) ya que esta
gira en torno a la intervención de la Corona, el falseamiento electoral desde el gobierno, las insurrecciones
(única vía de participación popular), los pronunciamientos y la intervención de los militares.
B) LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)
El general Narváez puso fin, mediante un pronunciamiento militar, a la regencia de Espartero.
Proclamada la mayoría de edad a los 13 años, Isabel II asumió el trono de España y encargó la formación
de Gobierno al partido moderado liderado por el propio Narváez. Los progresistas, excluidos del poder
optaron por el retraimiento del juego político, una forma de protesta consistente en negar su participación
en las elecciones, al considerarlas amañadas por los moderados (corrupción) o recurrir a los
pronunciamientos militares y la insurrección popular armada, que obligó a la reina a entregarles el
gobierno más adelante.
El partido moderado gobernó, ininterrumpidamente, entre 1844 y 1854, con Ramón María Narváez.
Fue una época de estabilidad, tranquilidad y orden. Predomina el orden sobre la libertad.
Sus actuaciones políticas fueron:
- Elaboración y aprobación de la Constitución de 1845. Supone el robustecimiento de la autoridad
del monarca que se convierte en el centro de la toma de decisiones; la monarquía tiene amplios poderes:
iniciativa legislativa, nombra y destituye a los ministros, disuelve las Cortes. Soberanía compartida Cortes
con el rey. Cortes bicamerales: el Congreso elegido por sufragio censitario muy restringido y los senadores
(vitalicios) eran nombrados por la reina entre nobles, generales, alto clero o elevada fortuna personal.
Además, declaraba la confesionalidad del estado (catolicismo, como única religión)
- La reforma electoral establece un sufragio censitario muy restringido (1%) en el que solo podían
ejercer el derecho a voto y ser elegidos los procedentes de sectores sociales con propiedades o las personas
distinguidas por su profesión (abogados, cargos gubernamentales, magistrados, catedráticos, etc.). Esta ley
electoral suponía la participación política de una élite social y económica ya que establecía una alta renta
para poder votar y ser elegido.
-Se llevan a cabo reformas en busca de la centralización administrativa en la toma de decisiones.
Se busca el control del gobierno de todos los niveles de la administración (se nombran en este sentido los
gobernadores civiles de las provincias). El gobierno nombraba a los alcaldes de las ciudades más
importantes, y el gobernador civil a los del resto de municipios.
-Creación de la Guardia Civil (1844), para mantener el orden público en las zonas rurales, proteger
la seguridad de las personas, la defensa de las propiedades de los terratenientes en el campo, la lucha
contra el bandolerismo y la represión de revueltas sociales.
- Disolución de la milicia nacional que se creía controlada por los progresistas.
-En este período se inicia la Segunda Guerra Carlista (1846-1849), centrada en Cataluña. Esta vez
apoyaban a Carlos Luis de Borbón y de Braganza (hijo de Carlos María Isidro). Las partidas carlistas
fueron derrotadas en Barcelona. Pero esto no termina con el carlismo (focos en zonas rurales y montañosas
de Cataluña, País Vasco y Navarra, con apoyo popular campesino y del clero rural).
-Reforma hacendística de Mon-Santillán que busca crear un sistema tributario más eficaz, y
racional (igualdad ante el impuesto y proporcionalidad). El objetivo es conseguir más ingresos. Los

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resultados no se cumplieron: el Estado no consiguió los ingresos suficientes, y el fraude fiscal y la evasión
de impuestos eran una práctica habitual.
-Firma del Concordato con la Santa Sede (1851), por el que el gobierno se comprometía a
paralizar las ventas y subastas de bienes desamortizados y cedió al clero el control sobre la enseñanza de
niños y jóvenes dentro de los valores religiosos más puros. Se detallaban las cantidades anuales que el
estado debía pagar al clero en compensación por las desamortizaciones anteriores y se prohibió y fijaron
multas a todo el que fuera contra la religión. Recuperaba muchos de sus antiguos privilegios.
En 1854, tras años de corrupción (participación de políticos y personajes relacionados con el poder
en negocios financieros favorecidos por el gobierno de Narváez) y autoritarismo, las clases populares
dieron su apoyo a un alzamiento liberal progresista, que se planteaba renovar este ambiente político
degradado.
C. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856).
A principios de 1854, la tensión política y el descontento social habían aumentado por el alza de
precios, el desempleo y el descubrimiento de corrupción y de enriquecimiento ilegal de ministros o
miembros de la familia real. Estos hechos fueron aprovechados por los progresistas para desalojar a los
moderados, apoyados por algunos liberales centristas (el general O´Donnell). Fue una conspiración militar
y cívica, y también una insurrección popular, que se ayuda de alborotos, protestas y barricadas urbanas. Se
conoce como la vicalvarada al ser en Vicálvaro donde O´Donnell reúne a las tropas que inician la
sublevación militar. Los sublevados elaboraron un documento con sus objetivos llamado el Manifiesto de
Manzanares. Se pretendía que la reina aceptara las reformas democráticas interrumpidas en 1844 y que
darían paso a una nueva carta constitucional, que no se pone en práctica, por lo que se conoce como non-
nata (1856).
El éxito de la Vivalvarada obligó a la reina Isabel II a entregar el gobierno al general progresista
Espartero y los progresistas retuvieron el poder entre 1854-1856. Durante este bienio, su acción más
notable fue la desamortización civil del ministro de hacienda Pascual Madoz, que afectó a las tierras de
propiedad municipal y significó la desaparición definitiva de los bienes de manos muertas en España,
dedicados a reducir el déficit estatal e ingresos para financiar obras públicas. Pero arruinó a los
ayuntamientos, no solucionó la deuda y perjudicó a los vecinos más pobres (las tierras comunales servían
como complemento a su economía), obligándoles a emigrar a las ciudades.
También destacarán la Ley de Ferrocarriles (1855), que planificó la red española y que beneficia al
desarrollo del capitalismo español; o la Ley Bancaria (1856), que facilitaba las inversiones extranjeras para
crear entidades de crédito, regulándose el sistema bancario español.
D) GOBIERNOS MODERADOS Y UNIÓN LIBERAL (1856 – 1868):
→Pero el gobierno progresista tuvo que hacer frente a grandes dificultades, como la inflación, el
desempleo, huelgas, delincuencia, motines callejeros, asaltos a depósitos de grano (motines de subsistencia
debido a la carestía y alza de los precios), ocupaciones de fincas por los jornaleros. Esta situación pone fin
al Bienio Progresista y contribuyó a facilitar el regreso de los moderados al poder.
→Narváez recuperó la presidencia del gobierno en 1856, apoyado por terratenientes, militares
conservadores e Iglesia. Lo más destacado de este gobierno fue: reconocimiento de los privilegios y
prerrogativas tradicionales de la Iglesia, represión contra las revueltas campesinas por la Guardia Civil y
el establecimiento de prácticas electorales que suponen la corrupción del sistema político como la compra
de votos, pucherazo (añadir o sacar votos de las urnas) y la creación del sistema de caciques locales, que a
cambio de cargos u otros beneficios, controlaban las elecciones de forma fraudulenta. También se produce
el establecimiento de la enseñanza primaria pública, gratuita y obligatoria (6-9 años), por Claudio Moyano
(1857), frustrada por la carencia de recursos estatales y porque el estado desatendió su financiación (los
municipios debían hacerlo). Este gobierno moderado dura muy poco ya que la Corona retira confianza al
general Narváez por su inmovilismo y este dimite.
→ Los años del gobierno de la Unión Liberal (1858-1863). Leopoldo O´Donnell presidió el
gobierno, al frente de un nuevo grupo político, la Unión Liberal. Fue una etapa de gran esplendor
económico: buenas cosechas, expansión comercial (bases en Cuba y Filipinas), además de potenciar la

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expansión del ferrocarril, impulsar el desarrollo industrial, favorecer la entrada de empresas e inversores de
capital extranjero y sofocar un nuevo levantamiento armado carlista.
Internacionalmente se busca mejorar el prestigio y se abandona la inclinación al aislamiento, para
emprender intervenciones militares en África, América y Asia, para ampliar la expansión territorial
colonial de España. El país se embarca en varias guerras de prestigio (Conchinchina, expediciones
militares a luchar al Norte de África)
Pero esto no impide la caída de O´Donnell en 1863 por diferencias con otros miembros de su partido
que debilitan su liderazgo, y es apartado por la reina del poder y le sustituye por Narváez.
→La crisis del moderantismo. A partir de 1865, los gobiernos moderados presididos por Narváez y
González Bravo desarrollaron una actuación política autoritaria y represiva. Abusaron de su poder,
actuaron al margen de la constitución y no dudaron en emplear métodos dictatoriales (expulsión de los
profesores que iban en contra del dogma católico y de la monarquía, que provocaron revueltas estudiantiles
como la reprimida en la Noche San Daniel). Esta actitud contribuyó a incrementar el aislamiento del
partido y de la reina, que no dejó de respaldar a los moderados y que fue perdiendo apoyos sociales y
políticos.
Los progresistas, ante la evidencia de que la postura de la reina y de que el funcionamiento del
sistema electoral no les permitiría acceder al poder por las urnas, se retraen de la vida parlamentaria. Se
consideran marginados y comienzan a colaborar con los demócratas. Las conspiraciones que promuevan ya
no irán dirigidas solo contra el gobierno, sino también contra la propia reina, a la que consideran un
obstáculo para poder acceder al gobierno. En este contexto la oposición busca la vía insurreccional para
cambiar el poder (fracaso de la sublevación de los Sargentos del cuartel de San Gil, 1866). Frente a la
política conservadora de los moderados, aumentaban los anhelos por unos derechos civiles más amplios
(Partido Demócrata y los republicanos) junto a la creación de las primeras organizaciones obreras y las
agitaciones entre los campesinos jornaleros.

Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y especifica los objetivos de una y otra.
(Tema 12)
2.1. EL PROBLEMA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA.
España era un país fundamentalmente agrario: la mayor parte de la población activa trabaja en el
campo. La agricultura del siglo XIX era el principal sector económico pero se caracterizó por el atraso
tecnológico y una distribución de la propiedad de la tierra muy desigual (la propiedad de la tierra se
concentraba en la nobleza, la Iglesia y los municipios). Para que el campo fuera más rentable, era necesario
que sus propietarios invirtiesen en maquinaria o abonos y, sobre todo, que intentasen obtener mayores
rendimientos (nuevos cultivos o búsqueda de nuevos mercados para comercializar sus productos); pero los
propietarios emprendedores escaseaban (falta de inversiones). Además, había muchas hectáreas de tierra
que eran comunales, propiedad de los municipios, que permanecían improductivas o mal cultivadas; pero
se consideraban el complemento de los campesinos (frutos silvestres, pastos…), que complementan su
precaria economía. Las tierras de la Iglesia y del municipio eran llamadas propiedades de manos muertas,
debido a que no era posible que cambiasen de propietario, según la ley, por lo que no se podían comprar ni
vender.
2.2. LAS DESAMORTIZACIONES.
→Los liberales eran conscientes de que los cambios en la propiedad de la tierra habían favorecido, en
otros países, la producción agraria. Pensaron que la primera medida que debían adoptar para poner fin al
fracaso del campo español era eliminar el régimen señorial y erradicar el sistema de propiedad de manos
muertas y vender las tierras para que los nuevos propietarios modernizasen el campo (liberalización de la
tierra). Se pretendía sacar al mercado la tierra para que fuera objeto de compra y venta. Se trataba de
proporcionar las condiciones necesarias para que aumentara el número de propietarios particulares y, con
la aplicación de su trabajo a dichos bienes crecería la riqueza nacional.
Las medidas que se plantearon para liberalizar el mercado de la tierra (plena propiedad de los bienes
para sus propietarios) fueron la supresión de los mayorazgos y la abolición del régimen señorial -1836-
1837- (convertían a las tierras en propiedad privada, en plenas y libres) y las desamortizaciones.
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Los cambios intentaron producirse durante las Cortes de Cádiz (1811-1812) y el Trienio Liberal
(1820-1823), pero no tienen tanto éxito como las desamortizaciones de los gobiernos de 1836 y 1855. Las
desamortizaciones suponen la apropiación, por parte del estado, de gran parte de los bienes de la Iglesia
(tierras y edificios) y de las tierras comunales de los municipios, que fueron declarados bienes nacionales y
vendidos en pública subasta.
→La primera desamortización (1836) se llevó a cabo durante la regencia de María Cristina (1833-
1840). El Ministro de Hacienda, el liberal progresista Juan Álvarez Mendizábal confiscó y nacionalizó los
bienes de las órdenes religiosas (se ordenó la supresión y venta de los monasterios y conventos de las
órdenes religiosas masculinas y femeninas del clero regular, salvo los edificios destinados a educación y
beneficencia), que se ponen a la venta en pública subasta. Sus objetivos:
- Con los ingresos obtenidos, intentó eliminar o disminuir el problema de la deuda pública (pago a los
bancos extranjeros)
-Financiar el ejército que debía hacer frente a los carlistas.
-Quería que los nuevos propietarios sacaran rendimiento a esas tierras y generar riqueza (clase media
agraria)
-Convertir a los nuevos propietarios en adeptos al liberalismo (aunque se ganará enemigos en
sectores católicos).
→La segunda desamortización (1855) fue realizada durante el Bienio Progresista, por el Ministro de
Hacienda, Pascual Madoz, que puso a la venta todo tipo de tierras amortizadas: no solo a las posesiones
de la Iglesia que no habían sido vendidas con anterioridad sino también las del Estado, órdenes militares y
sobre todo de los municipios (bienes de propios y comunes). Se tasaron las propiedades, se organizaba la
subasta pública y se adjudicaban al mejor postor. Además de reducir la deuda pública, se pretendía destinar
parte de los ingresos obtenidos a financiar la construcción de las infraestructuras necesarias para
modernizar la economía en especial la red de ferrocarriles.
2.3. CONSECUENCIAS DE LAS DESAMORTIZACIONES.
-En primer lugar, comportan un cambio de propiedad. El 40 % de la tierra cambió de manos y 3/5
partes de las tierras de la Iglesia fueron vendidas. Sus compradores fueron, en su mayor parte, nobles
terratenientes (que engrosan más su patrimonio), y comerciantes e industriales (alta burguesía de las
ciudades), que la veían como un signo de prestigio y estabilidad económica.
-En segundo lugar, un deterioro económico que supone para muchos agricultores, ya que pierden los
derechos de uso de los bienes comunales. De esta forma, se ven obligados a abandonar el campo e irse a
trabajar a las ciudades o a trabajar de jornaleros en determinadas épocas del año (la miseria de los
jornaleros se agrava en el campo andaluz y extremeño). Se mantiene por lo tanto una desigual distribución
de la propiedad de la tierra.
-En tercer lugar, no se crea la clase media de propietarios rurales, activos y emprendedores que se
esperaba, aunque sí que se logró una ampliación importante de la superficie cultivada dedicada a los
cereales y la expansión del cultivo de la patata y el trigo (Valencia, Cataluña y Murcia). En términos
generales no se modernizó la agricultura, ni se invirtió en nueva tecnología por lo que siguió siendo una
agricultura tradicional y poco productiva.
Los gobiernos liberales mantuvieron generalmente una política comercial proteccionista. El
proteccionismo era necesario ya que el rendimiento de la agricultura española estaba por debajo del de
otras zonas europeas. El cereal era mucho más barato en Francia o Alemania. Sin un fuerte arancel la
producción nacional se habría hundido ante la competencia exterior.
Otra posibilidad de la pregunta…………….

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CONSECUENCIAS DE LAS DESAMORTIZACIONES.
-En primer lugar, comportan un cambio de propiedad. El 40 % de la tierra cambió de manos y 3/5 partes de las
tierras de la Iglesia fueron vendidas. Sus compradores fueron, en su mayor parte, nobles terratenientes (que engrosan
más su patrimonio), y comerciantes e industriales (alta burguesía de las ciudades), que la veían como un signo de
prestigio y estabilidad económica.
-En segundo lugar, un deterioro económico que supone para muchos agricultores, ya que pierden los derechos
de uso de los bienes comunales. De esta forma, se ven obligados a abandonar el campo e irse a trabajar a las
ciudades o a trabajar de jornaleros en determinadas épocas del año (la miseria de los jornaleros se agrava en el
campo andaluz y extremeño). Se mantiene por lo tanto una desigual distribución de la propiedad de la tierra.
-En tercer lugar, no se crea la clase media de propietarios rurales, activos y emprendedores que se esperaba,
aunque sí que se logró una ampliación importante de la superficie cultivada dedicada a los cereales y la expansión
del cultivo de la patata y el trigo (Valencia, Cataluña y Murcia). En términos generales no se modernizó la
agricultura, ni se invirtió en nueva tecnología por lo que siguió siendo una agricultura tradicional y poco productiva.
Los gobiernos liberales mantuvieron generalmente una política comercial proteccionista. El proteccionismo
era necesario ya que el rendimiento de la agricultura española estaba por debajo del de otras zonas europeas. El
cereal era mucho más barato en Francia o Alemania. Sin un fuerte arancel la producción nacional se habría hundido
ante la competencia exterior.

Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845. (Tema 11).
(Recuerda; Se ha entregado un cuadro comparativo con todas las constituciones del siglo XIX)
En 1834, la regente María Cristina situó al frente del gobierno a Martínez de la Rosa. Este liberal
moderado se encargó de proyectar y aprobar el Estatuto Real, para preparar el tránsito político desde el
absolutismo monárquico hacia el sistema representativo liberal, suponía una brecha abierta en el Antiguo
Régimen. Así se estrechaba la adhesión de los liberales a la causa isabelina y demostró que la reina estaba
dispuesta a favorecer un cambio en la forma de gobierno, para satisfacer a los liberales.
El Estatuto Real era una ley fundamental (carta otorgada), que combinaba tradición y novedades,
haciendo que la reina renunciara a parte de sus poderes y competencias. Su contenido sólo incluía un
reglamento de reforma de las Cortes, que pasaban a convertirse en una asamblea para asesorar a la corona
(carácter consultivo); integradas por una cámara alta de próceres (grandes de España, arzobispos y otros
individuos nombrados por el rey) y la cámara baja de procuradores (elegidos por sufragio censitario muy
restringido). Con funciones limitadas y sin iniciativa legislativa, se pretendió que hubiera representación,
tanto de las viejas elites del Antiguo Régimen (nobleza y clero), como de los nuevos y minoritarios
burgueses, influyentes y poderosos. Además, el monarca conservó la potestad de convocar y suspender las
reuniones de Cortes y, sin su consentimiento, no se podía elaborar y aprobar una ley. Pero, su contenido no
satisfizo las expectativas de los liberales exaltados y radicales, exigiendo al gobierno la realización de
reformas más profundas.
Dos años después, las cortes emprendieron la elaboración de la Constitución de 1837, que, fue
presentada como una revisión de la de Cádiz, aunque eran totalmente diferentes. El nuevo texto configuró
un sistema político monárquico constitucional. Su principal importancia fue la de consolidar el régimen

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constitucional, a partir de entonces nadie puso en duda que el Estado y los gobernantes estaban sometidos a
una ley fundamental. Destacamos los siguientes artículos:
-Síntesis entre soberanía nacional y compartida, pues declaraba que la potestad legislativa (elaborar
leyes) pertenecía a las Cortes con el rey.
-Introducción del bicameralismo parlamentario. Las Cortes tienen dos cámaras: Congreso de los
diputados con miembros elegidos por los votantes, y el Senado cuyos miembros eran designados por el rey
entre los propuestos por los electores.
-Mantenimiento de importantes atribuciones en manos del rey: iniciativa legislativa, derecho de
veto ilimitado y designación de senadores; además, de nombrar ministros.
-Reconocimiento de los derechos individuales y la libertad de imprenta.
-Afirmación de la libertad religiosa y el compromiso del estado de mantener, económicamente, al
clero católico.
Durante el reinado de Isabel II el partido moderado gobernó, ininterrumpidamente, entre 1844 y
1854, con Ramón María Narváez. Se lleva a cabo la elaboración y aprobación de la Constitución de
1845. Supone el robustecimiento de la autoridad del monarca que se convierte en el centro de la toma de
decisiones; la monarquía tiene amplios poderes: iniciativa legislativa, nombra y destituye a los ministros,
disuelve las Cortes. Soberanía compartida Cortes con el rey. Cortes bicamerales: el Congreso elegido por
sufragio censitario muy restringido y los senadores (vitalicios) eran nombrados por la reina entre nobles,
generales, alto clero o elevada fortuna personal. Además, declaraba la confesionalidad del estado
(catolicismo, como única religión). La reforma electoral establece un sufragio censitario muy restringido
(1%) en el que solo podían ejercer el derecho a voto y ser elegidos los procedentes de sectores sociales con
propiedades o las personas distinguidas por su profesión (abogados, cargos gubernamentales, magistrados,
catedráticos, etc.). Esta ley electoral suponía la participación política de una élite social y económica ya
que establecía una alta renta para poder votar y ser elegido.

Describe las características esenciales de la Constitución democrática de 1869. (Tema 11)


3. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)
3.1. LA GLORIOSA REVOLUCIÓN DE SEPTIEMBRE DE 1868.
En septiembre de 1868 si inicia una sublevación militar dirigida por los generales Prim y Serrano
y el almirante Topete en Cádiz contra la monarquía de Isabel II y contó con el apoyo popular, que llenaron
las ciudades de barricadas. El manifiesto de los sublevados se llamaba España con honra. Muy pronto la
insurrección se extendió por otros lugares. Por todo país se forman juntas revolucionarias armadas
formadas por población civil con demandas políticas y sociales. En pocos días triunfó la revolución, que
sus protagonistas calificaron con el nombre de la Gloriosa. El resultado fue el derrocamiento de la reina
Isabel II, optó por el exilio a Francia. Los objetivos de la Revolución fueron políticos: la implantación del
sufragio universal y el derrocamiento de Isabel II. Las tres fuerzas políticas que participaron en la coalición
revolucionaria fueron: el partido liberal progresista (liderado por el general Prim), el demócrata y la Unión
Liberal (liderado por Serrano). Su cerebro fue Prim.
En 1868, se constituyó un Gobierno Provisional (presidido por el general Serrano) que disuelve las
juntas revolucionarias y convoca elecciones a Cortes constituyentes, por sufragio universal masculino para
mayores de 25 años. En estas elecciones los votantes otorgaron una amplia mayoría absoluta a las fuerzas
del gobierno (coalición de unionistas, progresistas y demócratas monárquicos). Pero también aparecieron
dos minorías importantes los carlistas y los republicanos. La labor principal de las nuevas Cortes era
redactar una nueva constitución.
La constitución de 1869. Establecía la soberanía nacional y el sufragio universal directo para los varones
mayores de 25 años, la libertad de cultos religiosos, la libertad de expresión y de prensa. Se reconocen los
derechos y libertades de reunión y de asociación. Se establecía la monarquía constitucional plenamente
democrática como forma de Estado (recorte de los poderes del rey que reina pero no gobierna). Las Cortes
eran bicamerales, con un Senado electivo entre personas con experiencia política y un Congreso elegido
por sufragio.

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Identifica los grandes conflictos del Sexenio y explica sus consecuencias políticas.
3. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)
3.1. LA GLORIOSA REVOLUCIÓN DE SEPTIEMBRE DE 1868.
En septiembre de 1868 si inicia una sublevación militar dirigida por los generales Prim y Serrano
y el almirante Topete en Cádiz contra la monarquía de Isabel II y contó con el apoyo popular, que llenaron
las ciudades de barricadas. El manifiesto de los sublevados se llamaba España con honra. Muy pronto la
insurrección se extendió por otros lugares. Por todo país se forman juntas revolucionarias armadas
formadas por población civil con demandas políticas y sociales. Los revolucionarios se impusieron de
forma rápida y apenas encontraron resistencia (sin apenas derramamiento de sangre). En pocos días triunfó
la revolución, que sus protagonistas calificaron con el nombre de la Gloriosa. El resultado fue el
derrocamiento de la reina Isabel II, sorprendida cuando veraneaba en Vizcaya y sin apoyos, optó por el
exilio a Francia. Los objetivos de la Revolución fueron políticos: la implantación del sufragio universal y
el derrocamiento de Isabel II.
Las tres fuerzas políticas que participaron en la coalición revolucionaria fueron: el partido liberal
progresista (liderado por el general Prim), el demócrata y la Unión Liberal (liderado por Serrano). Su
cerebro fue Prim.
En 1868, se constituyó un Gobierno Provisional (presidido por el general Serrano) que disuelve las
juntas revolucionarias y convoca elecciones a Cortes constituyentes, por sufragio universal masculino para
mayores de 25 años. La labor principal de las nuevas Cortes era redactar una nueva constitución aprobada
en el año 1869.
El general Prim desempeña la jefatura del gobierno y buscar un nuevo monarca para España, fue la
primera tarea de ese gobierno. Entre los candidatos al trono había varios individuos pertenecientes a casas
reales europeas pero las Cortes eligieron a Amadeo de Saboya.
3.2. EL REINADO DE AMADEO I (1871-1873).
Asume el papel de un monarca constitucional, pero fue un fracaso por el aumento de desórdenes y
conflictos sociales, por la falta de autoridad e ineficacia de los gobernantes, de la agudización de los
enfrentamientos políticos, la rápida expansión del movimiento obrero y la actuación de los grupos políticos
de oposición a la monarquía democrática. Esta monarquía fracasó por los escasos apoyos sociales y
políticos que tuvo. A su llegada a España, en 1871, Prim había sido asesinado, hombre de gran prestigio y
popularidad (que le había apoyado). Además, surge un período de inestabilidad política, con la ruptura de
la coalición de partidos de la Gloriosa: los progresistas se dividen (Partido Constitucionalista y Partido
Radical), que provocaron cambios gubernamentales.
Desde el principio de su reinado se pusieron de manifiesto las dificultades de la nueva monarquía.
Por un lado no consiguió la aceptación de las clases populares urbanas, que veían frustradas sus
aspiraciones y eran más sensibles a las propuestas republicanas y obreristas. Por otro, la aristocracia
terrateniente y la burguesía de los negocios le identificaba con la democracia y el desorden social temiendo
el poder oligárquico que detentan y temen el crecimiento del movimiento obrero y no le ven capacitado
para solucionarlo. También tenía la oposición de la Iglesia.
Aunque la nueva monarquía contaba con escasos apoyos sociales y políticos, el problema más
importante fue que tuvo que afrontar los fuertes movimientos de oposición; los carlistas abandonaron el
sistema y desde 1872 iniciaron una nueva guerra en defensa del trono del pretendiente Carlos VII
(levantamientos en País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña); en Cuba la insurrección de 1868 se convirtió
en una guerra colonial; revueltas y protestas de los sectores populares descontentos con unas reformas
que consideraban insuficientes; en las ciudades hubo huelgas, y manifestaciones de parados; la agitación
social ligada al desarrollo del movimiento obrero, alcanzó un alto nivel de desarrollo en estos años al
amparo de la libertad de asociación.; surge el llamado partido alfonsino bajo la dirección de Antonio
Cánovas del Castillo que busca la restauración de los Borbones en la persona del príncipe Alfonso (hijo de
Isabel II).
Ante la desintegración de la coalición gubernamental, y todos estos problemas que hemos señalado,
Amadeo de Saboya y renunció al trono y abdica en 1873. Ante el vacío del poder y careciendo de
alternativas viables, los diputados y senadores (Congreso y Senado) reunidos en una asamblea
extraordinaria optaron, mayoritariamente, por proclamar la República el 11 de febrero de 1873.
55
3.3. LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874).
Se puso fin a la monarquía, aunque el nuevo régimen republicano careció de amplios apoyos sociales
y fracasó con rapidez. Además, los grupos sociales más poderosos (burgueses, aristócratas, alto clero y
mandos militares) siempre sintieron hostilidad, temor y recelo, ante las intenciones reformistas y la posible
falta de orden público. Pasaron, en diez meses, cuatro presidentes distintos: Figueras, Pi i Margall,
Salmerón y Castelar, que dimitieron cuando las cosas fueron mal. Su actuación se caracterizó por la
provisionalidad, la impotencia, la falta de capacidad para asegurar el normal funcionamiento del estado y
la debilidad para controlar una situación cada vez más complicada.
A lo largo de 1873, la I República tuvo que afrontar varios conflictos y dificultades:
-Resurgen las juntas revolucionarias (pretenden seguir actuando por la vía insurreccional),
agitaciones de los jornaleros y de las fábricas. Las clases obreras no tuvieron una respuesta adecuada a sus
demandas.
-Crisis económica y aumento de los disturbios sociales: huelgas, ocupaciones de tierras por la fuerza
(jornaleros del sur).
- Tercera guerra carlista: la guerra estalló durante el reinado de Amadeo I y tras la proclamación de
la República intensifican sus esfuerzos para colocar a su pretendiente como en el trono español. Los
partidarios de Carlos VII se hicieron con el control de las zonas rurales vasco-navarras y consiguen apoyos
en Aragón, Valencia y Cataluña, prometiendo el restablecimiento de fueros vasco-navarros.
-Insurrecciones cantonalistas, que amenazaban la unidad española. Se inicia en Cartagena, que
constituyó un cantón o estado regional independiente y se extendió por Levante y Andalucía. Se forman
cantones o gobiernos estados independientes que se federan libremente unos con otros en un proceso que
debería culminar en una federación mayor que abarcase todo el territorio nacional. Cartagena declaró la
guerra al gobierno central, algunos cantones se enfrentan entre sí y otros redactan su constitución y acuñan
su moneda o destruyen conventos e imágenes religiosas. Fueron sofocadas con dureza en 1874. Fue uno de
los principales factores del fracaso de la Primera República.
-Guerra contra los independistas cubanos: los guerrilleros separatistas inician una insurrección en
1868.
-Conspiraciones alfonsinas: la burguesía, parte de la aristocracia y numerosos oficiales y generales
del ejército deseaban el restablecimiento de la monarquía borbónica y buscaron la caída de la República.
Las luchas entre los partidos políticos, la falta de apoyos al gobierno republicano y la inestabilidad
generada no pudo ser sostenida por ninguno de los presidentes. En enero de 1874, el general Pavía
(capitán general de Madrid), culminó un golpe de estado. Sus tropas rodearon el edificio del Congreso
(cuando se iba a elegir a un nuevo presidente) y varios guardias civiles irrumpieron en el salón y lo
desalojaron. Pero no quiso quedarse en el poder y convocó una reunión de los mandos militares más
destacados y de los líderes de los partidos y Serrano asumió la jefatura del estado con plenos poderes
(dictadura). Su gobierno actuó en circunstancias excepcionales y suspendió la Constitución de 1869,
disolvió las cortes, ordenó la ilegalización del movimiento obrero e impuso el orden en las calles. Su
autoproclamación como presidente vitalicio de la República y su forma de gobierno autoritario van a
suponer el fin de la República, que se mantuvo unos meses más.
El restablecimiento de la monarquía borbónica se consumó el 29 de diciembre de 1874, cuando el
general Martínez Campos, se sublevó y proclamó a Alfonso XII, como nuevo rey de España.

BLOQUE 7. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE


UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO (1874-1902)

Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas. (Tema 13)
Introducción: Tras el golpe del general Pavía, el 3 de enero de 1874, se disolvían las Cortes y la
república parlamentaria tocaba a su fin. Se estableció entonces un gobierno, con el general Serrano al
frente, que, aunque mantiene las formas republicanas, en realidad es una dictadura militar.
La preparación de la Restauración borbónica de forma pacífica se debe a Antonio Cánovas del
Castillo. Pero sin esperar la autorización de Cánovas, el general Martínez Campos, proclama en
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Sagunto a Alfonso XII rey de España, mediante un pronunciamiento militar (29 de diciembre de
1874) obteniendo la adhesión de la mayor parte del ejército. El nuevo rey tenía 17 años no tenía enemigos
y deseaba convertirse en un rey constitucional. Al fin, el rey entró en Madrid el 14 de enero de 1875.
Comenzaba así el periodo denominado como la Restauración.
2. EL SISTEMA POLÍTICO CANOVISTA
2.1 CÁNOVAS Y LA TEORÍA DEL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN
a) Los fundamentos del nuevo sistema político
Antonio Cánovas del Castillo asumió el gobierno y, con el respaldo del rey, se convierte en el
verdadero creador del sistema político que funcionó, de manera inalterable, durante la Restauración.
Cánovas se propuso construir un nuevo sistema político monárquico, liberal y representativo, que pudiera
asegurar la tranquilidad social, consolidar la paz y acabar con las sublevaciones militares, poner fin a las
insurrecciones revolucionarias, impedir el triunfo del carlismo antiliberal, impulsar el desarrollo material e
industrial y modernizar el país, acercándolo a Europa. Su fuente de inspiración era el modelo inglés.
Cánovas pretendió acabar con el militarismo y las intervenciones en lo político de los mandos del ejército.
El sistema político ideado por Cánovas se basaba en:
-La Corona y las Cortes eran dos instituciones históricas básicas, compartiendo la soberanía y el
poder legislativo.
-Los partidos políticos que asumirían el protagonismo político y que ejercerían el turnismo
periódico (Partido Conservador canovista y Partido Liberal). La labor del gobierno debía recaer
exclusivamente en estos dos partidos, que se alternarían en el poder y en la oposición. Así, se garantizaba
la estabilidad del sistema y las libertades, asentándose en la “tolerancia ideológica”, la convivencia pacífica
y la participación de los grupos políticos. El Partido Liberal Conservador se organizó alrededor de su
líder, Antonio Cánovas del Castillo, y el Partido Liberal Fusionista (Partido Liberal) tenía como
principal dirigente a Práxedes Mateo Sagasta.
Para establecer este nuevo sistema político era necesario redactar una nueva constitución la de 1876.
Destacan los siguientes aspectos de esta constitución: Soberanía compartida entre las Cortes y el rey.
Cortes bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado. Los diputados del Congreso son elegidos (sin
concretar el tipo de sufragio). El Senado adquiría un carácter elitista. La iniciativa legal la poseía, el rey y
ambas cámaras. El mayor protagonismo lo tiene la monarquía que se convierte en el árbitro del sistema
político. El rey tiene amplias atribuciones: mantiene el poder ejecutivo y designa al jefe de gobierno
(también nombra a los ministros), comparte el poder legislativo con las Cortes (sancionaba las leyes, vetar
la aprobación de las leyes, nombrar senadores, disolver Cortes), otorgar indultos y asumir el mando
supremo del ejército. Además, hacía de mediador entre el Gobierno y las Cortes o entre los partidos
turnantes, aunque siempre estuvo sometido a la Constitución. En esta Constitución aunque se garantiza la
separación de poderes no hay una clara separación entre legislativo y ejecutivo, ya que el rey tenía un
poder hegemónico sobre las Cortes, tenía autoridad para disolverlas, derecho de veto e iniciativa
legislativa. El gobierno debe contar con la confianza no sólo de la Cortes sino también del rey.
2.2 EL FUNCIONAMIENTO REAL DEL SISTEMA: Turno, caciquismo y fraude electoral
a) El turno de partidos
Todo el engranaje político ideado por Cánovas del Castillo, llevado a la práctica setradujo en una
auténtica farsa.
El Partido Conservador canovista y el Partido Liberal (Sagasta) llegaron a un acuerdo para
repartirse el poder y alternarse en el gobierno cada dos o tres años (y se cumple). Los objetivos que se
pretendían alcanzar con ello fueron: evitar las exclusiones del poder, evitando pronunciamientos militares e
insurrecciones revolucionarias para conseguirlo; asegurar la estabilidad política; e impedir que los grupos
extremistas y hostiles a la monarquía liberal pudieran hacerse con el poder.
Estos partidos, el conservador y el liberal, tenían escasas diferencias ideológicas, defendían la
monarquía (partidos dinásticos), la constitución, la propiedad privada y la consolidación del Estado
liberal, unitario y centralista. Los dos partidos de minorías, de notables (sin base de afiliados), que

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contaban con periódicos, centros y comités distribuidos por el territorio español. No tenían un programa
político claro y definido y funcionaban solamente cuando se tenían que preparar y ganar las elecciones. La
extracción social de las fuerzas de ambos partidos era bastante homogénea y se nutría básicamente de las
élites económicas y de la clase media acomodada.
La manipulación fraudulenta de los resultados electorales, gracias al caciquismo, fue la única
forma de asegurar el reparto del poder (turno pacífico o alternancia regular en el poder de los partidos
dinásticos). De este modo, cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía
la confianza de las Cortes (disputas internas dentro del partido), el monarca llamaba al jefe del partido de
la oposición a formar gobierno. Entonces el nuevo jefe de gobierno recién nombrado por el rey, recibía el
decreto de disolución de Cortes, convocaba elecciones y fabricaba los resultados electorales deseados. El
fraude en los resultados y los mecanismos caciquiles aseguraban que estas elecciones fuesen siempre
favorables al gobierno que las convocaba. El partido saliente del gobierno se convertía en oposición y
esperaba hasta que llegara su nuevo turno. El rey desempeñaba un protagonismo central en el turnismo ya
que decidía cuando convenía sustituir un partido por otro, y ni conservadores, ni liberales, se mostraron
receptivos a las demandas colectivas y fomentaron la indiferencia y el rechazo de la participación política
de los ciudadanos.
La competencia y las rivalidades entre conservadores y liberales fueron permanentes, ya que el que
no gobernaba se impacientaba y deseaba llegar al poder para quedarse con su puesto, disfrutar de los
cargos públicos y repartir puestos entre amigos y partidarios.
b) El caciquismo y el fraude electoral
-El partido que ocupaba el gobierno manipulaba los procesos electorales, en colaboración con los
líderes del otro partido, para garantizar el reparto negociado del poder.
-En Madrid el ministro de la gobernación era el encargado de controlar el proceso electoral. Lo
primero que hacía es realizar el encasillado o elaboración de un listado con los nombres de los candidatos a
diputados preferidos y que debían ganar las elecciones en dada circunscripción, reservando un número
concreto para el opositor. Para conseguirlo, intervenían los caciques e individuos más poderosos e
influyentes de cada localidad (terratenientes, empresarios, profesionales liberales), extendiendo su
autoridad e influencia.
-En cada capital de provincia, los gobernadores civiles nombrados por el ministro de la gobernación,
afines al nuevo partido en el gobierno, eran los que transmitían la lista de los candidatos que se habían
elegido en Madrid a los alcaldes y caciques de su provincia. Cada partido contaba en los distritos
electorales con una red de caciques provinciales y locales.
-El entramado caciquil formaba una red piramidal y jerarquizada, con los caciques en los puntos más
altos (ocupando cargos políticos), los caciques de una localidad o comarca y los del pueblo y los que
realizaban las funciones de intermediarios entre éstos y el pueblo. Los caciques eran individuos o familias
que, por su poder económico o por sus influencias políticas, controlaban una determinada circunscripción
electoral (a nivel local o comarcal). El medio usado por los caciques era el de reparto de favores personales
entre sus fieles o sumisos, por agradecimiento o temor, a sus deseos o instrucciones (entrega de cargos
municipales, recomendaciones, conceder permisos laborales, saldar deudas, sentencias judiciales
favorables...) y favores colectivos (concesión de obras públicas, carreteras nuevas, ferrocarriles, puentes...).
El partido una vez en el gobierno podía cambiar, trasladar y destituir jueces, alcaldes y funcionarios y
tratarlos como muñecos.
Uno de los efectos más graves del caciquismo fue la extensión de la corrupción a todos los niveles.
Desde el punto de vista político, controlaban las elecciones en los pueblos y los municipios rurales, donde
“fabricaban” los votos. Persuadían, presionaban, intimidaban y coaccionaban a los votantes, además de
manipular las actas de las elecciones (el “pucherazo” suponía abrir las urnas electorales y cambiar las
papeletas). La compra de votos aumenta desde 1890 y, en las ciudades, el control sobre los ayuntamientos
les sirvió para obligar a los empleados municipales a votar en pelotón, con sobres y papeletas marcados.
¿Cómo se podían dominar las elecciones? Porque los distritos electorales eran de pequeño tamaño (una
comarca o un barrio de una ciudad). Además eran más numerosos los distritos electorales en las zonas
rurales que en las urbanas. El control caciquil es mayor en el medio rural que en el urbano.
58
La sumisión, la docilidad y apático conformismo de los españoles, permitió el trabajo caciquil; pero
también el aislamiento y la incomunicación de muchas zonas rurales, que hacían de la Corona, las Cortes y
el rey personas distantes. Todas estas prácticas fraudulentas se apoyaban en la abstención de una buena
parte de la población, cuya apatía electoral se explica tanto por no sentirse representada como por el
desencanto de las fuerzas de la oposición en participar en el proceso electoral. En general, la participación
electoral no superó el 20% en casi todo el período de la Restauración.

Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego. (Tema
13)
3. LA OPOSICIÓN AL SISTEMA
El sistema de la Restauración, el turnismo y el caciquismo, dejaban al margen del poder a los
partidos minoritarios. La crisis de 1898 fue el momento en el que se produjo el despegue de los partidos
nacionalistas, republicanos y obreros.
3.3. MOVIMIENTOS REGIONALISTAS Y NACIONALISTAS
a) Cuestiones generales. El liberalismo español del siglo XIX, se había basado en una idea
centralista del Estado y de la nación. A finales del siglo XIX se produce una eclosión de los sentimientos
regionalistas y nacionalistas sobre todo en Cataluña y el País Vasco defendidos por la burguesía. Su origen
está en los movimientos culturales, alentados por el romanticismo, que rescataban y recuperaban del
pasado medieval lenguas marginadas por el castellano, costumbres autóctonas y la memoria colectiva
idealizada de cada reino. Los movimientos nacionales o regionalistas se definen por la exaltación del
sentimiento de pertenencia a una misma comunidad y de conseguir la creación de una entidad política
independiente (autogobierno) y asumir el control sobre un determinado territorio; apoyándose en
elementos culturales diferenciales (lengua, pasado histórico peculiar, cultura distinta o costumbres
autóctonas). Pero hay diferencias en cuanto a sus aspiraciones finales que van desde la creación de
instituciones propias o incluso el logro de la autonomía administrativa para las regiones (regionalismo)
hasta otras más radicales que defienden la independencia de sus territorios a los que consideran auténticas
naciones (nacionalismo).
b) El nacionalismo catalán
Entre 1875 y 1900, fue la región más desarrollada e industrial de España, reavivando los sentimientos
nacionalistas. Los momentos más sobresalientes, que configuran el desarrollo y evolución del regionalismo
y el nacionalismo catalán fueron:
-Aparición de la Renaixença (años 30), movimiento intelectual, literario y apolítico de los años 30
del siglo XIX. Querían contribuir a la difusión del pasado de Cataluña entre la población y el intento de
recuperar sus señas tradicionales de identidad nacional, en torno a la recuperación de la lengua y la cultura
catalana, estimulando las publicaciones al respecto. Busca recuperar las señas de identidad de la cultura
catalana pero sin aspiraciones políticas.
-Creación del Centre Catalá por Valentín Almirall, que reclamaba una amplia autonomía para
Cataluña, dentro del estado español. Fue el creador del catalanismo moderno, federalista (España como
una unión de estados libremente asociados). Defendía el respeto y el fomento de las costumbres
tradicionales de las comarcas forales frente a la división tradicional de las provincias, para que Cataluña
pudiera recobrar su personalidad y particularismos.
-Uno de los grandes impulsores del catalanismo político fue Prat de la Riba, que participó en la
organización autonomista, Unió Catalanista (agrupación de diversas asociaciones, periódicos y
personalidades). Fue uno de los impulsores de las Bases de Manresa (primer programa político del
catalanismo) que reclamaban un amplio régimen de autogobierno dentro de la monarquía española y
proponía un reparto de funciones entre el poder estatal central y el poder regional autónomo. Un programa
basado en los principios de orden, tradición, religiosidad y propiedad. Cuenta con el apoyo de la burguesía
catalana.
- Dentro de la corriente conservadora del catalanismo, el más activo ideólogo y organizador fue Prat
de la Riba. Partidario de participar en el sistema político de la Restauración fue uno de los impulsores de la
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creación de la Lliga Regionalista en 1901. Era un partido conservador cuyos objetivos eran demandar la
autonomía política para Cataluña y defender sus intereses económicos, reclamando mayor protección al
empresario catalán y sus actividades económicas. Durante las dos primera décadas de siglo XX fue el
principal partido de la vida política catalana.
c) Nacionalistas vascos.
El nacionalismo vasco surgió a partir de la defensa de sus fueros, con bases sociales en el clero, el
campesinado y la pequeña burguesía. La abolición de sus fueros históricos en 1876 (después de la derrota
de los carlistas) generó una sensación de derrota y de idealización del pasado, que llevó a mantener como
reivindicación la recuperación integra de sus fueros. Los nacionalistas vascos rechazan el proceso
industrializador que rompía la sociedad tradicional vasca soñaban con un País Vasco agrario, contrario a lo
urbano e industrial. La industrialización y la masiva llegada de inmigrantes eran señaladas como enemigas
de la sociedad tradicional vasca, junto con el gobierno liberal español que había abolido sus fueros.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) fue fundado por Sabino Arana en 1895. Sus fundamentos
ideológicos:
-Separación de España (agresivo radicalismo antiespañol) y creación de un estado vasco
independiente, con gobierno propio y fronteras internacionales, formado por las tres provincias vascas,
Navarra y los territorios vasco-franceses.
-Exaltación racista y xenófoba de la etnia vasca, proclamando la superioridad racial de los vascos,
rechazando los matrimonios mixtos y oponiéndose a los inmigrantes que llegaban a trabajar. Integrismo
ultracatólico, conduciendo al pueblo vasco hacia Dios.
-Promoción de la lengua vasca y recuperación de tradiciones propias, viendo con temor la expansión
del castellano (inmigrantes).
-Apología del tradicional mundo rural vasco, como modelo cultural mítico, idealizado, sin
castellanizar y sin contaminar por el progreso industrial capitalista y las ideas del capitalismo, la
democracia, el socialismo, el librepensamiento y el materialismo.
Pero el partido tuvo escasos apoyos sociales en sus inicios entre la población vasca, mientras se
mantuvo en la órbita de los primeros seguidores de Arana (la pequeña burguesía bilbaína tradicionalista y
el medio rural), por lo que se vio obligado a ampliar sus bases hacia una burguesía más moderna e
industrial. Fue entonces cuando apareció la tensión interna entre los defensores de la independencia y los
que buscaban, como objetivo más viable y práctico, la autonomía dentro del Estado español. Estos últimos,
urbanos, industriales y con dinero imprescindible para el partido, se impusieron en el control del PNV.
d) El regionalismo gallego. A mediados del siglo XIX, un grupo de literatos e intelectuales gallegos
(Rosalía de Castro) intentaron impulsar el Rexurdimiento cultural para rescatar y difundir la lengua
gallega durante el último cuarto del siglo XIX. Durante la Restauración el galleguismo político empieza su
andadura: Alfredo Brañas y Manuel Murguía esposo de Rosalía de Castro, son los principales ideólogos
reclamando una descentralización administrativa y el uso de la lengua gallega, y fundaron la Asociación
Regionalista Galega, que aspiraba a la autonomía. Pero el regionalismo gallego tuvo una menor
implantación social.

Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su
evolución durante el último cuarto del siglo XIX. (Tema 12 y 13)
Introducción. Los cambios introducidos por la revolución liberal no mejoran las condiciones de los
campesinos. La gran mayoría de los campesinos son pequeños arrendatarios o jornaleros, sobre todo en el
sur peninsular, donde predomina la propiedad latifundista, con jornadas de trabajo de sol a sol, bajos
salarios, paro estacional y penosas condiciones de vida. Con la industrialización aparece la clase obrera
industrial, surgen los barrios obreros con viviendas de pésima calidad y sin servicios públicos básicos. En
el trabajo las jornadas eran de 12 a 14 horas diarias, salarios muy bajos, despido libre, sin protección
social. El paro o la enfermedad conducían a la miseria y al hambre.

60
Se denomina movimiento obrero a las formas de organización y protesta de los obreros industriales
(o proletariado) por los problemas económicos, sociales y políticos que padecían.
9.2) El movimiento obrero español durante el Sexenio
→A partir de 1868, se produce la expansión del movimiento obrero en España, como consecuencia
de la expansión de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) en Madrid y Barcelona y del
reconocimiento constitucional de la plena libertad de asociación (Sexenio Democrático). Su propósito era
lograr la unión solidaria de las fuerzas de todo el proletariado alrededor de una organización trasnacional,
para acabar con el dominio burgués capitalista. Se produjo en el seno de la AIT un enfrentamiento entre
Marx y Bakunin. El movimiento obrero español recibió la influencia de los dos sectores enfrentados y tras
la escisión de la AIT, el movimiento obrero español queda dividido en dos bandos, irreconciliables: el
socialista (seguidor de las doctrinas de Marx) muy influyente en Madrid, Bilbao, Cantabria y Asturias; y,
el anarquista (Bakunin) influyente en Cataluña, Valencia, Andalucía y Aragón.
El anarquismo. En 1868 llegó a España Giussepe Fanelli (miembro de la Asociación Internacional
del Trabajo) con el objetivo de organizar la sección española de la AIT, dentro de la corriente anarquista y
difundir las tesis de Bakunin. A partir de entonces se e empezarán a fundar las primeras organizaciones
anarquistas. y creó dos secciones locales una en Madrid y otra en Barcelona. La Federación Regional
Española de la AIT se adhirió a los planteamientos de Bakunin: se consolidaba el predominio de la
corriente anarquista en el movimiento obrero español. Las ideas anarquistas tuvieron un notable éxito en el
Levante, el campo andaluz y Cataluña.
Los anarquistas participaron activamente en el movimiento cantonal de 1873. Tras el golpe del
general Pavía, se reprimió el movimiento obrero decretando la disolución de las asociaciones dependientes
de la AIT lo que las obligó a entrar en la clandestinidad (la AIT fue ilegalizada en 1874). Los atemorizados
sectores conservadores y católicos españoles consideraban el movimiento obrero como el avance de la
barbarie, resultado de la pérdida de la religiosidad, el incremento de la desidia y de la inmoralidad de las
clases trabajadoras.
En España, había dos tendencias, que provocan una duplicidad en sus actividades. El sector
anarcosindicalista propugnaba una actuación obrera colectiva, propagandística y reivindicativa, dentro de
la legalidad y centrada en la lucha por la obtención de mejoras laborales parciales a través de los
sindicatos. Así, podían enfrentarse con los patrones continuamente, adiestrando a los trabajadores en el
combate revolucionario. Los anarco-comunistas se apoyaban en la lucha clandestina y el uso de la
violencia (acción directa a través de atentados terroristas), para impulsar la revolución inmediata.
Breve alusión. Las propuestas ideológicas generales del anarquismo son: Rechazo de cualquier
poder, forma de dominación o autoridad, defendiendo la completa libertad individual, porque estaban
convencidos de la bondad del ser humano y de su capacidad para alcanzar la felicidad en plena armonía
con sus semejantes. Eliminación del Estado y de todas sus instituciones, ya que habían introducido guerras,
violencias, miseria, desigualdades e injusticia. Supresión del dinero, abolición de la propiedad privada y
del derecho de herencia. Querían crear una sociedad de comunidades autosuficientes, de tamaño reducido,
independientes y formadas por individuos que se unían libremente. Sus producciones eran comunitarias y
no había competitividad. Afirmación del igualitarismo. Defensa de la revolución violenta y del recurso de
las huelgas, para destruir el estado burgués y liberar a la humanidad de la opresión. Querían acabar con
todo poder. Renuncia de todo tipo de actividad y participación política. Rechazo a la religión y a la Iglesia,
ya que impedían la libre expresión de la individualidad y favorecían la resignación y la sumisa pasividad
de los trabajadores.
El marxismo. En 1871, llegó a Madrid Paul Lafargue con la intención de reconducir hacia el
marxismo a los internacionalistas españoles. Lo consiguió en un pequeño núcleo de la sección madrileña,
en la que estaba el tipógrafo Pablo Iglesias. Esta organización también pasará a la clandestinidad desde
1874.
Breve alusión. El programa del marxismo contenía las siguientes propuestas: Luchar,
revolucionariamente, con los burgueses, acabando con el régimen liberal y el capitalismo. Destrucción del
capitalismo, ya que esclavizaba a los trabajadores, convirtiéndolos en máquinas humanas. La defensa de la
revolución entendida como la toma del poder político por parte de la clase obrera, pero cuando las
circunstancias lo permitieran. Mientras, debían organizarse en partidos y sindicatos para intervenir pacífica
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y legalmente en la vida política, intensificando sus tareas de organización y propaganda de su mensaje,
alcanzando mejorar obreras. Socialización de la propiedad privada, por una común estatal, tras la
revolución. Oposición de métodos terroristas
9.3) El movimiento obrero y campesino en el último cuarto del siglo XIX (PARTE PRINCIPAL
DE LA PREGUNTA)
La represión tras el golpe de Pavía, con Serrano en el poder ilegalizando al AIT y las asociaciones
obreras y su continuación en los primeros gobiernos de Cánovas, forzó el paso a la clandestinidad de un
movimiento obrero ya claramente dividido en socialistas y anarquistas. Con Sagasta en el poder se
desarrolló el derecho de asociación en 1881 y en 1887, la Ley de Asociaciones reguló las organizaciones
obreras al tiempo que, con la progresiva industrialización, la clase obrera crecía en número y protagonismo
social.
Los anarquistas, con su rechazo a la participación política parlamentaria, son la corriente
mayoritaria dentro del movimiento obrero. El anarquismo tiene más arraigo en las regiones del arco
mediterráneo y especialmente en Barcelona (proletariado urbano catalán) y en el campo andaluz. El
movimiento se organizó fundando en Barcelona en 1881 la FTRE (Federación de Trabajadores de la
Región Española) para establecer un sindicato y defender al proletariado y sus ideas anarcosindicalistas
(huelga general como medio de presión). Pero los anarquistas andaluces (y algunos obreros) son más
partidarios de la acción directa y la violencia contra los terratenientes (sobre todo en Cádiz, donde se
suceden huelgas y revueltas campesinas supuestamente organizadas por la sociedad secreta de La Mano
Negra que serán reprimidas con condenas a muerte). En los años 90, con la FTRE ya disuelta y el
movimiento muy dividido, el anarquismo se manifiesta fundamentalmente con acciones terroristas en
Barcelona en una oleada de atentados. La respuesta de las autoridades establecerá una dinámica de
acción terrorista-represión gubernamental (atentado contra el general Martínez Campos en 1893,
ejecución del autor; atentado en Barcelona en el Teatro del Liceo -22 muertos-, atentado en procesión
Corpus Christi, proceso de Montjuic en 1896... El propio Cánovas fue asesinado en 1897 por un anarquista
italiano). La legislación contra los anarquistas se endurece y, en 1896, se crean cuerpos especiales de
policía, bajo mando militar, para actuar contra sus miembros en Madrid y Barcelona. La represión
gubernamental y las luchas internas terminaron por debilitar el movimiento de forma que a finales de
siglo XIX este tipo de anarquismo se encontraba reducido a unos pocos grupos terroristas incontrolados.
Con el cambio de siglo ganará fuerza nuevamente el anarcosindicalismo.
Los socialistas se organizan en torno al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) fundado en
1879 por Pablo Iglesias a partir del reducido grupo madrileño de tipógrafos (fundado en la
clandestinidad). Marx había aconsejado la fundación de partidos obreros marxistas nacionales, que
actuaran con independencia en cada país con el objetivo de conquistar el poder. Aprovechando la nueva
Ley de Asociaciones de Sagasta (1881), se inscribe oficialmente el partido (900 militantes). Muy pronto
convoca la huelga de tipógrafos de Madrid, que dejó sin periódicos a España, la detención de Pablo
Iglesias y el despido para muchos tipógrafos. Al no encontrar trabajo, se desplazaron a otros lugares de
España, donde extienden sus ideas. Tuvo un crecimiento lento, debido a la rigidez de la disciplina y la
jerarquización del partido y el hecho de querer participar en el sistema político vigente, mediante
procedimientos políticos legales, para conseguir sus objetivos revolucionarios, en un momento en que la
clase obrera estaba desencantada con el sistema de la Restauración. Su ideario es marxista: el objetivo es
la conquista del poder político por la clase trabajadora, ya bien sea por la vía electoral o bien a través de la
revolución. Se configuró como un partido de clase, exclusivamente obrero, que pretendía enfrentarse a los
partidos burgueses en la lucha por el poder a través de las elecciones.
En 1888 se fundó en Barcelona la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato unido al PSOE
y liderado también por Pablo Iglesias. Con unos mismos planteamientos ideológicos, el partido será el
instrumento de la acción política y el sindicato se encargará de las reivindicaciones laborales para mejorar
de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros. Poco a poco fueron ganando afiliados en las grandes
ciudades y los núcleos industriales de Madrid, Asturias, País Vasco o Cataluña, siempre con un grado de
cohesión y organización interna mayor que los anarquistas. En la década de 1890, el socialismo español
comienza a ser organizado en las llamadas casas del pueblo, centros de reunión con fines doctrinales,
culturales y formativos. Se reivindica la jornada de 8 horas, exigencia que se plantea en las primeras
concentraciones del 1 de mayo de cada año, como celebración de la fiesta internacional del trabajo.
62
También hay que destacar, en esta década, que a pesar de que Sagasta había permitido el derecho al voto a
los obreros, al establecer el sufragio universal masculino, hubo que esperar hasta 1910 para que en el
Congreso de los diputados hubiese un escaño ocupado por Pablo Iglesias.
El socialismo alterna las medidas reivindicativas, las huelgas y las manifestaciones con la
participación en las elecciones (donde obtienen pobres resultados). En 1890 se celebró con multitudinarias
manifestaciones por primera vez el 1º de mayo (establecido el año anterior por la Segunda Internacional,
dominada por los marxistas, como día del obrero), pero tanto el PSOE como la UGT son grupos
minoritarios en comparación con los anarquistas.
Otra forma de organización obrera fueron los círculos católicos, que serán el precedente de los
sindicatos católicos, de carácter apolítico e interclasista. El papa León XIII publicó en 1891 la encíclica
Rerum Novarum frente al avance del movimiento obrero lo que sirvió de base para el desarrollo de la
doctrina social de la Iglesia.

Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos económico, político e
ideológico. (Tema 13)
5.3. LA CRISIS DEL 98
La derrota de 1898 sumió a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y
frustración. Para quienes la vivieron, significó la destrucción del mito del imperio español, en un
momento en que las potencias europeas estaban construyendo vastos imperios coloniales en Asia y África,
y la relegación de España a un papel secundario en el contexto internacional. Además, la prensa extranjera
presentó a España como una nación moribunda, con un ejército totalmente ineficaz, un sistema político
corrupto y unos políticos incompetentes. Y esa visión cuajó en buena parte de la opinión pública española.
España perdió todos sus territorios coloniales, en una época donde eran consideradas como una
demostración de poder y de grandeza y pasó a vender, los archipiélagos de las Marianas, las Carolinas y las
Palaos pacíficas a Alemania. En Gran Bretaña ya había discursos que nos identificaban con una nación
moribunda, con una debilidad militar, corrupción e ineficacia institucional y carencia de personalidad en
los dirigentes políticos.
A pesar de la envergadura del "desastre" y de su significado simbólico, sus repercusiones inmediatas
fueron menores de lo que se esperaba. No hubo una gran crisis política, como se había vaticinado, ni la
quiebra de Estado, y el sistema de la Restauración sobrevivió al "desastre" consiguiendo la pervivencia del
turno dinástico. Aun así, el sistema político de la Restauración queda desprestigiado ante la opinión
pública pero se mantiene gracias a la firme alianza entre conservadores y liberales, dispuestos a mantener
la alternancia política y garantizar la supervivencia del régimen. Los efectos políticos más destacados
fueron: avance de los partidos republicanos, pérdida de credibilidad de los dirigentes políticos, incremento
del desprestigio de los militares. Se sustituirán las colonias perdidas por una mayor presencia colonial en
África. Lo que sí quedó es un fuerte resentimiento entre los militares contra los políticos por haberlos
utilizado a sabiendas de que era una guerra perdida de antemano. Las derrotas crean manifestaciones
populares que exigen responsabilidades, que son reprimidas con fuerza por la guardia civil.
En el ámbito económico, fue negativa la pérdida de los mercados coloniales, pero la industria
nacional se recuperó pronto; en cambio, resultó positiva la repatriación a España de capitales situados en
América, ya que propiciaron un gran desarrollo de la banca española.
La crisis del ´98 fue fundamentalmente una profunda crisis moral e ideológica. La sociedad española
siente abatimiento y frustración tras el desastre. Para los intelectuales españoles de la “Generación del 98”
(Unamuno, Valle Inclán, Pío Baroja, Azorín) la derrota ha puesto de manifiesto el atraso de España y
realizan amargas y pesimistas reflexiones. Se abre un profundo debate sobre los defectos que padecía la
nación española y sus posibles soluciones. El pueblo lo vive como un trauma colectivo, desplomándose la
gloria de España y su patria queda desmoronada.
En este contexto nace el Regeneracionismo, que aspira a la modernización del país, moralizar la
gestión pública y reformar el Estado (acabar con el caciquismo), fomentar la riqueza y el desarrollo
económico, impulsar la enseñanza, mirar hacia el futuro y cerrar las glorias del pasado. Fue un movimiento,

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no organizado, de opiniones de intelectuales y algunos políticos españoles que criticaron fuertemente la
situación política, social e intelectual de la España de la Restauración. Tras la derrota de 1898, se produjo en la
sociedad española una fuerte crítica a la oligarquía bipartidista, al turnismo político, al caciquismo, al ejército
y a la marginación de la mayor parte del pueblo español. Los regeneracionistas promovieron la modernización
(europeización) y la búsqueda de la España real, analizando las situaciones económicas y sociales del campo
español. Regeneracionistas destacados fueron Joaquín Costa y Macias Picavea.
BLOQUE 8. PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX:
UN DESARROLLO INSUFICIENTE

Identifica los factores del lento crecimiento demográfico español en el siglo XIX. (Tema 12)
1. UN LENTO CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
La población creció de forma continuada, pasando de 11,5 millones en 1800 a 18,6 millones en 1900.
Aunque fue un crecimiento importante, podemos decir que fue un crecimiento moderado en comparación
con el que experimentaron otros países europeos (Gran Bretaña, Alemania, Francia).
La población española permanece anclada en el pasado y mantiene las pautas demográficas del
régimen demográfico primitivo. La natalidad se mantuvo alta en España a lo largo de todo el siglo XIX.
Aunque la mortalidad descendió a lo largo del siglo, al finalizar el mismo la esperanza de vida no llegaba a
los 35 años. Esta situación era debida a tres causas principales: las crisis de subsistencia, las epidemias
(fiebre amarilla, cólera) y enfermedades endémicas (viruela, tuberculosis). A lo largo del siglo XIX
disminuye algo la tasa de mortalidad, gracias a la mejora de alimentación, los adelantos económicos y los
avances médico-sanitarios. De esta forma, se fue incrementando la población absoluta.
Cataluña presenta una evolución demográfica particular que se parece más a la de los países más
desarrollados del continente y que supera el crecimiento de la media nacional. Esto se debe a la
disminución de la tasa de mortalidad y una mayor esperanza de vida por el mayor desarrollo económico y a
la emigración de otros lugares de España atraídos por el desarrollo industrial.
El crecimiento demográfico estuvo acompañado movimientos migratorios y un proceso de
urbanización (limitado pero constante). La población española, mayoritariamente rural, emigra a lo largo
del siglo, desde el campo a la ciudad. El éxodo rural se aceleró en la segunda mitad del siglo XIX, aunque
a finales de este siglo la población española era todavía rural. Se mantuvo la tendencia al crecimiento
demográfico de la periferia.

Describe la evolución de la industria textil catalana, la siderurgia y la minería a lo largo del siglo
XIX.
(Tema 12)
En España, la Revolución Industrial afectó a Cataluña y el País Vasco y, en menor medida, a algunas
comarcas andaluzas, asturianas, valencianas y castellanas. En conjunto, no fue tan importante como en
otros países europeos y fue tardía. Se puede decir que, a finales del siglo XIX, España era un país pobre en
desarrollo industrial. Los distintos gobiernos liberales del siglo XIX impulsaron la liberalización de todos
los sectores productivos y facilitaron la entrada de capitales e inversiones extranjeras, desarrollando los
negocios y la expansión de una economía de mercado capitalista.
3.2 LA INDUSTRIA TEXTIL CATALANA
El proceso de industrialización se inicia en el sector textil algodonero. Cataluña sabrá aprovechar su
tradición textil para modernizarse (existencia previa de una importante manufactura dedicada a la
producción de indianas). Para que prosperase eran necesarias tres condiciones: existencia de capital e
inversiones, suficiente mano de obra e innovación tecnológica. Además, había que disponer de materias
primas o fuentes energéticas abundantes y baratas y tenía que existir una demanda de tejidos suficientes.
Pero en España no ocurría esto. El mercado español tenía poca capacidad de compra para importar algodón
y carbón, pero, a pesar de esto, en Cataluña se creó una importante industria textil, sobre todo, algodonera,
gracias al avance de la economía catalana y al proteccionismo aplicado por casi todos los gobiernos
liberales. Barcelona y sus alrededores se convertirán en la zona más próspera y desarrolla del país.
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Cataluña cuenta con una serie de ventajas que le permitirán el despegue industrial: una agricultura
próspera, la exportación de aguardientes y una población con una mayor capacidad de consumo por las
mayores rentas que posee y un mercado español reservado y protegido con aranceles (protección
arancelaria). Cuenta además con la iniciativa empresarial de la burguesía que supo modernizar sus
industrias. Las industrias textiles catalanas de algodón fueron mecanizando sus procesos de fabricación y
sustituyendo los viejos telares manuales por modernas máquinas inglesas, que podían entrelazar y tejer los
hilos con mayor velocidad.
Un elemento decisivo del desarrollo de la industria textil es el espíritu de iniciativa y de riesgo de la
sociedad catalana. Los hermanos Bonaplata construyeron la primera fábrica que funcionaba con energía
que procedía del vapor (1832-1833). Este empuje pronto llegará a Sabadell, Manresa o Mataró. Esta
industria siguió el modelo británico, basado en el uso del carbón para conseguir la presión del vapor
necesaria para mover poleas, ruecas y telares. Compraron e imitaron la maquinaria y tecnología inglesas,
reprodujeron el modelo de fábrica y estudiaron sus estrategias comerciales. A partir de 1860, por el
elevado coste del carbón (importado, encareciendo los tejidos resultantes), se buscó el aprovechamiento de
los saltos de agua en las corrientes de los ríos para mover las turbinas. Así fue como se crearon muchas
factorías industriales en las cuencas medias del Ter y Llobregat.
La etapa de 1830 a 1855 fue de expansión para el sector. Tras esta etapa se vive una etapa de
recesión. Entre 1875 y 1886, vive una fase expansiva, aunque seguimos viendo un predominio de
industrias de pequeño tamaño, con maquinaria anticuada y amparadas en el proteccionismo, que no
favorece el desarrollo tecnológico, ni estimulaba la competencia. La supervivencia y expansión de esta
industria fue gracias al proteccionismo comercial que se amparaba en la Ley de relaciones comerciales con
las Antillas (1882), que le aseguró el mercado colonial del algodón hasta la pérdida de las colonias. La
recesión por la pérdida de Cuba y Puerto Rico en 1898 al afectar seriamente a las exportaciones textiles
catalanas.
La superioridad inglesa en cuanto a sus precios y control del mercado les obligó a proteger su
producción; evitándose importar tejidos británicos a España o las colonias que manteníamos (Cuba y
Puerto Rico). Los altos costes de producción hacen que los precios impidan a la industria textil competir
con los tejidos británicos en otros países. Las medidas proteccionistas de los gobiernos que impiden la
entrada de manufacturas extranjeras de algodón que le permitirá abastecer al mercado nacional en
exclusiva (débil compuesto básicamente por un campesinado con poca capacidad adquisitiva).
1.1 LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA
En el sector siderúrgico, se fueron imponiendo nuevas técnicas de producción, forjado y laminación
de hierro y acero, mediante la fundición en altos hornos. España contaba con yacimientos de carbón (baja
calidad) y de hierro, aunque en zonas geográficas separadas.
→ Etapa andaluza. Entre los años 30 y 50 la siderurgia española se desarrolla en el sur, con Málaga
y Marbella como centros principales. Se basaba en la explotación de hierro de la zona. En 1831, se instaló
el primer alto horno (La Constancia, Málaga). Andalucía, fue la primera región con siderurgia moderna. La
escasez de mineral y la falta de carbón mineral la hizo inviable en tres décadas al incrementar los costes y
la hace poco rentable.
→ Etapa asturiana (Mieres). Entre los años 60 y 80 Asturias toma el relevo, aprovechando sus
yacimientos de carbón. Desde la década de 1840, se desarrollan en Asturias una serie de siderurgias
asociadas para la transformación del hierro. Tenía la ventaja de tener un carbón que, gracias a los aranceles
proteccionistas, era más barato que el de importación.
→ Etapa vizcaína. Los primeros altos hornos del País Vasco se instalaron en 1841. Los
comerciantes vascos aprovecharon la política proteccionista de los gobiernos liberales. Bilbao y Donosti
pudieron convertirse en puertos por los que pasaban productos de Castilla y el valle del Ebro. Esta
actividad facilita que un sector de los comerciantes orientara su negocio a la explotación de mineral de
hierro de las minas de cuenca bilbaína. Este sector de la burguesía se enriqueció, exportando el mineral al
Reino Unido. Pero, además, se crean importantes astilleros en la ría de Bilbao, para construir barcos que
transportaran el mineral.

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A partir de 1860, se levantan altos hornos para fabricar el hierro, que eran propiedad de las empresas
creadas por los comerciantes del mineral. Una de las ventajas de esta inversión era la importación del
carbón británico (abundante y barato). Se aprovechaba el viaje de vuelta de los barcos que llevaban el
hierro para la industria siderúrgica británica, para traer carbón, siendo un coste bajo.
La causa que explica el despegue de la industria siderúrgica vasca, es la sustitución del hierro por el
acero. Durante la segunda mitad del siglo XIX la producción de acero vizcaíno crece de forma continuada.
Se crean diferentes fábricas de acero que se fusionaran dando lugar al gigante de los Altos Hornos de
Vizcaya. Entre 1880-1890, se produce el gran avance de la industria siderúrgica, con la creación, en
Guipúzcoa, de numerosas empresas metalúrgicas de transformados de acero.
Pero el auge de esta industria también se explica por el proteccionismo del último tercio del XIX. La
casi imposibilidad de importar el acero y el hierro británicos o alemanes, por los elevados costes
arancelarios, hacía que casi todo el mercado español consumiera acero y la mayoría de sus derivados de las
industrias metalúrgicas vascas. La incidencia de este fenómeno sobre la economía vasca hace que se creen
empresas subsidiarias, como las químicas, de maquinaria industrial o de transportes, sobre todo, con la
potenciación de los astilleros.
1.2 OTROS SECTORES INDUSTRIALES
-La minería crecerá a partir de la Ley de Bases Mineras (1868), que permitió la entrada de
importantes inversiones extranjeras en el sector. El subsuelo era patrimonio estatal, la explotación y
comercialización de los yacimientos quedó en manos privadas, mediante concesiones estatales a
perpetuidad. Debían de pagar un impuesto estatal del 1 % del mineral extraído. Compañías extranjeras
aprovecharon la oportunidad que se les brindaba y se lanzaron a explotar las minas del centro y sur, y
exportar los minerales en bruto a los países industrializados (Alemania, Francia, Reino Unido).
El carbón español, que no puede competir con el foráneo por su baja calidad y elevado precio,
quedará en manos españolas. Además del carbón asturiano y del hierro vasco y andaluz, se potenció la
explotación de minas de mercurio, cobre y plomo (explotados por compañías principalmente británicas).
España se convierte en la principal exportadora mundial de plomo (1869). En Granada, Almería y Murcia,
se explotaron centenares de minas, se montaron decenas de pequeñas fundiciones y, en Adra (Almería), se
construyeron tres grandes fábricas, con la más moderna tecnología británica (Heredia, Guerrero y
Figueroa). La mayoría de la explotación se exportaba al extranjero.

Compara la revolución industrial española con la de los países más avanzados de Europa. (Tema 12)
En España, la Revolución Industrial afectó a Cataluña y el País Vasco y, en menor medida, a algunas
comarcas andaluzas, asturianas, valencianas y castellanas. En conjunto, no fue tan importante como en
otros países europeos y fue tardía. Se puede decir que, a finales del siglo XIX, España era un país pobre en
desarrollo industrial. Los distintos gobiernos liberales del siglo XIX impulsaron la liberalización de todos
los sectores productivos y facilitaron la entrada de capitales e inversiones extranjeras, desarrollando los
negocios y la expansión de una economía de mercado capitalista.
1.3 EL ATRASO DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA
Los factores que explican las peculiaridades y limitaciones de la industrialización en España
frente a los países más avanzados de Europa son varios:
→ La falta de poder adquisitivo de la población: la población, mayoritariamente agraria, tenía un
poder adquisitivo muy bajo y esto generaba una escasa demanda de productos industriales. España poseía
una agricultura arcaica de bajos rendimientos como centro de la vida económica. La insuficiencia del
mercado interior español era incapaz de absorber la propia producción industrial.
→ El atraso de la agricultura no generaba capitales, ni materias primas suficientes ni excedentes de
mano de obra para la industria. El estancamiento agrario fue una de las causas del atraso económico y su
escasa industrialización.
→ El proteccionismo excesivo. Los industriales vascos y catalanes consiguieron de los gobiernos
liberales la implantación de medidas proteccionistas (impuestos arancelarios que gravaban los productos
procedentes de Europa), sin las que no se hubiera podido generar esta industria. Algunos historiadores
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dicen que esto no estimuló la renovación tecnológica, perdiendo competitividad, con el encarecimiento de
nuestros productos industriales frente a los europeos.
→ Las guerras, la pérdida de los territorios americanos y la inestabilidad política.
→ La escasez de carbón (mala calidad y caro) y la carencia de materias primas.
→ La inexistencia de un mercado nacional por la deficiente red de comunicaciones.
→ El atraso tecnológico español.
→ La falta de capitales nacionales (inversiones). La ausencia de mentalidad empresarial. Parte de la
burguesía, no era emprendedora, y prefería la compra de tierras antes que llevar a cabo inversiones en la
industria. Le faltaba iniciativa y prefería invertir en valores seguros como lo compra de tierras
desamortizadas.
→ La dependencia técnica y financiera del exterior.
→El elevado índice de analfabetismo (dificulta a los trabajadores la ampliación de conocimientos).
Pese al retraso de la industrialización a lo largo de la centuria hubo importantes intentos de avance
económico que comportaron el nacimiento de significativos focos industriales donde se crearon empresas y
sociedades económicas de todo tipo. Este desarrollo industria se concentró en la comarca de Barcelona
(sector textil) y Bilbao, Oviedo-Gijón y Málaga (siderometalúrgica), mientras el resto de la Península
seguía estando desindustrializada (el país continuaba siendo eminentemente agrario).

BLOQUE 9. LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA


MONARQUÍA (1902-1931)

Define en qué consistió el “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII, y las
principales medidas adoptadas. (Tema 14)
Introducción: En 1902, inició su reinado Alfonso XIII y, hasta 1923, se mantuvo el sistema
parlamentario y liberal de la Restauración. Pero el régimen canovista sufrió un deterioro durante los
primeros años del siglo XX, por la ruptura de la estabilidad turnista (bipartidismo), la pujanza del
republicanismo, el rebrote de la violencia terrorista anarquista, los descalabros del ejército en Marruecos
y los errores del rey. Además de los fracasos de los proyectos de renovación política, la expansión del
movimiento obrero y el aumento de la conflictividad social se sumaron el incremento de la violencia
política y se dan varias crisis (Semana Trágica de Barcelona, huelga general de 1917 y derrota de Annual
de 1921), que está a punto de derribar el régimen monárquico liberal.
1.1 INTENTOS DE MODERNIZACIÓN. REGENERACIONISMO Y REVISIONISMO
1.2.1 EL REGENERACIONISMO INTELECTUAL
El regeneracionismo fue una corriente ideológica de protesta contra el régimen de la Restauración, que
consideraba el sistema político como inmoral, corrupto e ineficiente, puesto que los gobernantes habían
demostrado su incapacidad para solucionar los problemas más graves. Reclamaba la introducción de
reformas necesarias para conseguir la revitalización de España y acabar con sus males (analfabetismo,
pobreza, atraso económico, bancarrota financiera del Estado, caciquismo, fraude electoral, carencia de
auténticas instituciones democráticas, centralismo e incapacidad para retener nuestras colonias en 1898).
En sus discursos y escritos, describían España como un cuerpo débil, enfermo y moribundo, al que había
que reanimar. El máximo impulsor del regeneracionismo fue Joaquín Costa, que a través sus escritos
analiza los problemas de España y sus posibles soluciones.
1.2.2 EL REVISIONISMO POLÍTICO: INTENTOS FALLIDOS DE REFORMAR EL
SISTEMA DESDE DENTRO
Hasta 1912, la tendencia principal de los distintos gobiernos, liberales y conservadores, estuvo marcada
por los intentos de aplicar reformas regeneracionistas en lo que se ha denominado "revisionismo político".
Las élites políticas trataron de adaptar el sistema de la Restauración a la nueva situación política,
económica y social del país, es decir, de reformar y modernizar España atacando sus males estructurales,
pero sin poner en cuestión la posición hegemónica que detentaban y sin alterar sustancialmente las
bases del régimen.

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Conservadores y liberales siguieron turnándose en el poder tras la desaparición de los autores del
“turno”: Cánovas había sido asesinado en 1897 y Sagasta murió en 1903. El conservador Antonio Maura
y el liberal José Canalejas fueron los principales protagonistas de este impulso renovador. Pero
políticamente fue un periodo muy inestable.
Tras el desastre del 98, los partidos turnistas eran conscientes de introducir cambios en el sistema
político, para modernizar y adoptar el régimen a las nuevas circunstancias. Los dirigentes conservadores y
los liberales pensaban que debía hacerse desde el gobierno, controlada, gradual y paulatinamente. Los
objetivos del revisionismo (regeneracionismo desde el poder) fueron: revitalización de instituciones
liberales y parlamentarias para reforzar la monarquía y su supervivencia, evitar sobresaltos
revolucionarios, impedir confrontaciones sociales y frenar el republicanismo; y buscan la democratización
del sistema, impulsando la participación política de los ciudadanos (algunos políticos como Francisco
Silvela buscan acabar con el fraude electoral). Pero conocían los riesgos que implicaba la transición
democrática mal dirigida y temían que quebrara la frágil estabilidad del sistema liberal o pudiera perjudicar
los intereses de la burguesía y liquidar el predominio político. Por lo que no rompen el entramado caciquil,
ni las manipulaciones electorales. Los políticos Silvela, Maura, Canalejas y Dato intentaron formular una
renovación política, carentes de credibilidad. Las luchas internas entre los dirigentes políticos son
constantes y debilita ambos partidos.
El revisionismo conservador de Antonio Maura, “la revolución desde arriba” (1907-1909)
En 1907, el rey nombró jefe de gobierno a Antonio Maura, líder Partido Conservador. Sus
intenciones regeneracionistas quedan bien expresadas en su frase “Hagamos la revolución desde arriba o
nos la harán desde abajo”. Con ello dejaba claro que era necesaria una reforma en profundidad de la vida
pública y la mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas para evitar cualquier
levantamiento popular que hiciese peligrar todo el sistema
Antonio Maura (Partido Conservador) llevó a cabo un amplio programa de reformas como:
- Modernizar la economía española, saneando los presupuestos y poner en marcha una política de
protección y fomento de la industria nacional (proteccionismo).
- Medidas de contenido social, como la creación del Instituto Nacional de Previsión (seguros sociales),
la ley de descanso dominical y la legalización de la huelga (regular el ejercicio de este derecho).
-Garantizar el respeto a las leyes, acabando con la corrupción, el pucherazo y el caciquismo.
-Dignificar y mejorar la eficacia y el funcionamiento de todos los servicios e instituciones estatales.
- Su programa más importante fue el proyecto de ley de administración local, que contemplaba una
mayor autonomía para las corporaciones locales y la posibilidad de crear mancomunidades locales y
provinciales. Suponía impulsar la descentralización del Estado (mancomunidades), para satisfacer a los
catalanistas moderados e impedir amenazas separatistas. No se llegó a aprobar.
Además de estas reformas presentó otros proyectos pero fueron un fracaso, debido al fuerte entramado
caciquil, al escaso apoyo de Alfonso XIII, de su partido y la oposición. Se encontró con la desconfianza de
la oposición y grandes resistencias dentro de su partido, viendo interrumpida su labor por la crisis de la
Semana Trágica de Barcelona, donde demostró una actitud represiva contra el movimiento obrero. La
crisis estalló en julio de 1909 cuando el gobierno de Maura reclutó tropas para Guerra de Marruecos
incluyendo a los reservistas lo llevó a una fuerte oposición de diferentes fuerzas políticas (anarquistas,
socialistas), y violentos altercados en la ciudad con la actuación contundente del ejército.
Uno de los ejecutados tras los acontecimientos de la Semana Trágica fue Francisco Ferrer y
Guardia, anarquista y pedagogo. Pero el proceso judicial que se siguió estuvo plagado de irregularidades y
de falsas acusaciones sin pruebas. Por ello su condena levantó una ola de protesta internacional y una
campaña en España de prestigio del gobierno de Maura para provocar su caída. Finalmente, Maura
presentó su dimisión.
El revisionismo liberal de José Canalejas (Partido Liberal).
El Partido Liberal, encontró un nuevo líder en José Canalejas, jefe de gobierno entre 1910 y 1912 y
sus principios básicos fueron: anticlericalismo, intervencionismo estatal para resolver problemas sociales y
democratización.
Se aprueba una ley para limitar la creación de nuevas congregaciones religiosas para frenar la
expansión clerical (“ley del candado”). Se llevaron a cabo políticas sociales de aproximación a los
sectores populares a través de la actuación política en los asuntos sociales, para extender el bienestar

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material a los grupos sociales más desfavorecidos, aplicando criterios de solidaridad: eliminó el
impopular impuesto de consumos (que gravaba los bienes de primera necesidad) y reforma de la ley de
reclutamiento (el servicio militar se hacía obligatorio en caso de guerra y se eliminaba la redención en
metálico -librarse del servicio militar pagando-); y políticas de acercamiento a los nacionalistas mediante la
elaboración de la Ley de Mancomunidades, que permitía a algunas diputaciones unirse y gestionar en
común algunos servicios y satisfacía las peticiones catalanas (se crearía la primera Mancomunidad en
España, que fue la Catalana)
Pero todo se frustra con el asesinato de Canalejas bajo los disparos de un anarquista (1912). A la
muerte de Canalejas los partidos dinásticos cayeron en la división interna (la desunión interna de los
partidos dinásticos se traduce en gobiernos inestables de escasa duración que hacen debilitar el sistema de
la Restauración). Los siguientes gobernantes Romanones (Liberal) y Eduardo Dato (conservador) trataron
de administrar la situación siendo sobrepasados por las circunstancias. La desunión interna de los
partidos dinásticos se traduce en gobiernos inestables, de escasa duración, al bloqueo parlamentario y a
la casi suspensión permanente de las Cortes.

Representa una línea del tiempo desde 1902 hasta 1931, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

Especifica la evolución de las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos y nacionalistas.


(Tema 14)
1.3 FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN AL SISTEMA
Desde el inicio del siglo XX, los partidos antidinásticos (nacionalistas y republicanos) que hasta
el momento habían tenido poco peso político, comenzaron a cobrar fuerza y sus apoyos aumentaron. Por
otra parte, el sindicalismo y los partidos obreros experimentaron un gran crecimiento convirtiéndose en
auténticos movimientos de masas.
Republicanos
El republicanismo en los primeros años del siglo se renueva ideológicamente y logra atraerse y
movilizar a sectores cada vez más amplios entre las clases medias urbanas y los trabajadores asalariados,
con nuevos líderes, más jóvenes y entusiastas (Alejandro Lerroux, Blasco Ibáñez...). Reclaman reformas
sociales, democracia, fin del caciquismo. Hubo dos partidos republicanos: El Partido Republicano
Radical fue creado por Alejandro Lerroux (discurso populista, demagógico, anticlerical) y el Partido
Republicano Reformista, bajo Melquíades Álvarez (más conservador).
Nacionalistas catalanes
La Lliga Regionalista mantuvo el predominio de la vida política catalana, bajo el liderazgo de
Francesc Cambó, apoyado por intelectuales catalanes (Eugenio D´Ors o Pla). De ideología conservadora
encontró un fuerte apoyo entre las burguesía catalana. Su crecimiento electoral fue rápido obteniendo
victorias electorales. Reivindican la autonomía de Cataluña y sobre todo defensa de intereses económicos,
orden, propiedad privada en un contexto de conflictividad social. Colaboraron con el gobierno conservador
de Maura, que les incluye en 1918 (Cambó).
En Cataluña los comentarios satíricos incluidos en algunas publicaciones catalanistas dieron lugar a
que grupos de oficiales asaltaran (burlas al honor militar y la patria) e incendiaran varias imprentas y
redacciones (Cu-Cut) el gobierno apoyó al ejército y promulgó la Ley de jurisdicciones que establecía que
los delitos contra la patria, la bandera o el ejército serían juzgados por tribunales militares. Esta ley
provocó un rechazo en especial de los catalanistas que formaron una coalición electoral llamada
Solidaritat Catalana que integraba a diferentes fuerzas políticas catalanas con el fin de defender los
derechos políticos de Cataluña.
Hacia 1920, los catalanistas conservadores de la Lliga pierden la hegemonía y son desplazados por
otros grupos nacionalistas más izquierdistas, extremistas y separatistas; como el Estat Catalá de Francesc
Maciá.

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Nacionalistas vascos.
Tras la muerte de Arana (1903), el PNV (moderó sus aspectos radicales) inicia una etapa de
expansión y consigue sus primeros éxitos electorales, convirtiéndose en la primera fuerza política de
Bilbao y San Sebastián y aumentando en votantes en Navarra y Álava. Aceptan la democracia política.

Analiza la crisis general de 1917: sus causas, manifestaciones y consecuencias. (Tema 14)
Durante el reinado de Alfonso XIII en 1917 estalla una triple crisis, militar, política y social que
pone en graves aprietos al Sistema de la Restauración.
1.4.3 LA CRISIS DE 1917
Nombre que se da al conjunto de sucesos que tuvieron lugar en el verano de 1917 en España,
desarrollándose tres sucesos consecutivos, aunque no conectados entre sí:
-Crisis militar: las Juntas Militares de Defensa. La crisis si inicia con la aparición de un
movimiento militar reivindicativo contra el trato de favor que recibían los militares destinados en
Marruecos, que conseguían mejores sueldos y rápidos ascensos. Las Juntas Militares de Defensa,
agrupan a jefes y oficiales, descontentos con sus salarios y el favoritismo en los ascensos. Reclamaban el
aumento de sueldos, la determinación de ascensos por antigüedad y la supresión de ascensos por méritos
de guerra, que sólo beneficiaba a los oficiales con destino a Marruecos. Supuso la ruptura de la disciplina y
la insubordinación militar. El gobierno intentó disolverlas pero se negaron a desaparecer. En su pulso
contra el gobierno, este último cedió ante la presión y el ejército consigue sus demandas (subida de sueldo,
regularización de ascensos) y la promulgación por parte del gobierno de la Ley del Ejército de 1918, por la
que el ejército volvía a ser garante del régimen liberal, la monarquía y del orden social.
-Crisis parlamentaria: la Asamblea de Parlamentarios de Barcelona. La oposición política
critica a los partidos dinásticos y exige una reforma constitucional para democratizar el Estado. El
gobierno clausura las Cortes evitando problemas políticos y gobernaba por decreto. Ante la negativa del
gobierno a convocar el inicio de las sesiones de Cortes, 70 diputados y senadores de los partidos políticos
fuera del turnismo, se reúnen en Barcelona para crear una Asamblea de Parlamentarios. Los
nacionalistas catalanes, republicanos y socialistas desafían al gobierno para renovar el régimen político
(Cambó, Lerroux, Pablo Iglesias...). Exigían una reforma constitucional, que favorecía la democratización
y acabara con el turnismo y las intromisiones reales en el gobierno y la autonomía política para Cataluña,
extensiva a otras regiones de España. La asamblea se disuelve ante la falta de unidad y su petición
reformadora fue desatendida.
-Crisis social (la huelga general revolucionaria). A comienzos de 1917, en España existía una
situación de descontento social que se vio agravada por la coyuntura de la Primera Guerra Mundial, que
supuso un empeoramiento del nivel de vida de las clases populares en un momento de grandes beneficios
empresariales. La inflación (subida de los precios de los alimentos básicos), la persistencia de la miseria en
el ámbito rural, la insuficiencia de salarios y el crecimiento del desempleo en las ciudades provocó la
intensificación de conflictos sociales y la agitación obrera, canalizada por CNT (Confederación General de
Trabajadores) y UGT (Unión General de Trabajadores). Ambas convocan la huelga general indefinida de
agosto. Los cenetistas querían acabar violentamente con el sistema capitalista y el Estado y los socialistas
querían acelerar la caída de la Restauración, que diera origen a un nuevo régimen político. La huelga se
extendió por muchas zonas del país. El gobierno proclama el estado de guerra, para que los militares
asumieran la dirección de operaciones antisubversivas, implantando el toque de queda nocturno. Los
incidentes más graves tienen lugar en los principales centros urbanos e industriales (Barcelona, Madrid,
Asturias...) y el ejército se empleó con fuerza en la represión de estas movilizaciones de los trabajadores.
La huelga general fracasó porque no se moviliza al campo, la mala dirección de los huelguistas y su falta
de preparación, con gran cantidad de víctimas, fusilados o encarcelados.
1.4.6 GOBIERNOS DE CONCENTRACIÓN
Tras la crisis de 1917 ya nada será igual. El sistema político está herido de muerte. Los partidos
dinásticos siguen padeciendo crisis internas y luchas por el liderazgo lo que genera gran inestabilidad
política (no consiguen mayorías parlamentarias estables). La desunión de ambos partidos, liberal y
conservador, dificultó la gobernabilidad del país (bloqueo parlamentario, suspensión de las Cortes). La
alternancia en el poder ya no se sostiene y en su lugar se forman gobiernos de concentración que
integraban a los dos partidos dinásticos e incluso otros partidos. Pero ni con esto se logra la estabilidad: se
70
suceden hasta doce gobiernos distintos hasta 1923. El rey continúa implicándose en la vida política y las
reivindicaciones autonomistas catalanas se hacen cada vez más insistentes. El sistema es incapaz de
integrar a las nuevas fuerzas sociales y políticas; los partidos dinásticos están divididos en facciones; la
agitación social (duras condiciones de vida de los trabajadores); la creciente reivindicación de los
nacionalismos y la revitalización del protagonismo militar (Marruecos) suponen el fin del sistema de la
Restauración.

Describe la evolución de la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al Directorio


civil y su final. (Tema 14)

2. LA DICTADURA DEL GENERAL MIGUEL PRIMO DE RIVERA (1923-1930)


2.2 EL GOLPE DE ESTADO DEL GENERAL MIGUEL PRIMO DE RIVERA
Introducción: El 13 de septiembre, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, sacó a
sus tropas a la calle, ocupó los edificios oficiales de Barcelona e hizo público un manifiesto que exponía
los motivos e intenciones de su rebelión. El rey aceptó el golpe y le entregó el poder al general, que formó
gobierno. Los motivos que Primo de Rivera dio para justificar y explicar, ante la opinión pública, su
rebelión y el establecimiento del régimen dictatorial fueron: el fracaso del sistema parlamentario liberal y
la ineficacia de los políticos; las derrotas de Marruecos, por la inoperancia política; la generalización de
desórdenes públicos, conflictos sociales, protestas campesinas y huelgas obreras, apoyadas en la violencia;
el aumento de inseguridad ciudadana y atentados terroristas anarquistas y el separatismo vasco y catalán.
2.3 EL DIRECTORIO MILITAR (1923-1925)
La Dictadura fue presentada como una solución política excepcional y provisional. Primo de Rivera dijo
que quería retornar a los cuarteles y restablecer la normalidad constitucional en cuanto lo hubiera
conseguido. Pero lo olvidó y confirmó su voluntad de prolongar su poder personal para crear un nuevo
estado, que sustituyera al parlamentario liberal de la Constitución de 1876.
Alfonso XIII confió a Primo de Rivera la tarea de formar gobierno. Suspendió la Constitución,
disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos e instauró una dictadura, con la creación de un
Directorio militar, formado por generales, para gobernar el país (1923-1925). Pasó a concentrar, en sus
manos, todos los poderes (dirección del estado, potestad legislativa, atribuciones judiciales, mientras era
asesorado por los militares que le acompañaban en el directorio). La administración del estado quedó
militarizada, con oficiales del ejército en puestos y cargos de mayor responsabilidad (gobernadores
provinciales, mandos policiales y delegados gubernamentales). Ordenó por decreto, crear un nuevo
Somatén Nacional, para oficializar y reorganizar somatenes y guardias cívicas, compuestas por voluntarios
(mantenimiento del orden público).
En este periodo cabe destacar:
→Formación de la Unión Patriótica de 1924: partido político único, favoreciendo la movilización de
apoyos populares masivos a favor del dictador y consolidar el régimen, tomado como la reunión de
hombres libres de todas las ideas (derechistas, antiparlamentarios, autoritarios, tradicionalistas,
monárquicos y católicos). Solo es un instrumento de propaganda, sin fuerza o respaldos sociales.
→Resolución del problema de Marruecos, porque llegó a un acuerdo con Francia, y España derrotará a las
tropas del caudillo rifeño Abd el-Krim, tras la operación en la bahía de Alhucemas (1925).
→ El restablecimiento del orden público. Descenso de la conflictividad social, debido a la prosperidad
económica de la década de 1920, la falta de libertad y represión del sector más radical del movimiento
obrero (sobre todo se persigue a los anarquistas).
2.4 EL DIRECTORIO CIVIL (1925-1930)
En 1925, Primo de Rivera, sustituye a los militares del Directorio por civiles (Aunós en Trabajo y
Calvo Sotelo en Asuntos Económicos) con el deseo de perpetuarse en el poder. Lo más ambicioso de este
período fue:
→Creación de una Asamblea Nacional Consultiva para constituir un nuevo estado autoritario y
antidemocrático. No tenía capacidad legislativa y solo asesoraría e informaría al dictador. Compuesta por
400 miembros designados directamente (afiliados a Unión Patriótica, oficiales del ejército, alto clero y
grupos económicos del país). Esta iniciativa contó con escasos apoyos.

71
→Política educativa que se preocupa de aumentar el número de escuelas primarias y escuelas de trabajo
para satisfacer la demanda de mano de obra de la industria.
→Plan de infraestructuras: construcción de carreteras, modernización de la red ferroviaria y política
hidráulica basada en la construcción de embalses y canales de riego; que rebajan la cifra de paro.
→En el orden público, tomó medidas represivas y declaró, desde el día del golpe, el estado de guerra, que
incluía la suspensión de libertades constitucionales en el país, la censura de la prensa, el control de la
correspondencia privada, con detenciones y clausuras de locales cenetistas y comunistas. Desencadenó una
persecución contra todos los nacionalistas vascos y catalanes.
El Estado interviene en la economía y supervisa todas las actividades económicas. Las
principales actuaciones en este sentido son: el reforzamiento del proteccionismo arancelario, para
salvaguardar los productos industriales y agrarios; creación de monopolios en los sectores energéticos y de
telecomunicaciones (CAMPSA en 1927, de capital estatal y bancario o la Central Telefónica de España de
1924); incremento de inversiones públicas para construir obras públicas como carreteras, obras hidráulicas
y sistemas de regadío; concesión de ayudas y subvenciones económicas a empresas privadas, con cargos a
los presupuestos públicos; creación de los comités paritarios compuestos por representantes de obreros y
patronos, junto con el delegado gubernamental (se trataba de resolver los conflictos laborales en el sector
industrial, evitando huelgas o enfrentamientos) Todo ello redujo las huelgas. Se realizaron modernas obras
públicas y aumentaron los niveles de producción (hierro, acero, cemento...); aunque el Estado se endeudó y
aparecen prácticas de favoritismo y corrupción, que apoyan a grandes empresarios.
2.5 FINAL DE LA DICTADURA.
A mediados de 1928, entró en declive: pérdida de popularidad del dictador (sin apoyo social) y la
fragilidad de su poder personal que se hacen evidentes. Pero hubo otros factores:
→El distanciamiento entre Alfonso XIII y Primo de Rivera y la pérdida de apoyo de una parte de los
mandos del ejército. Ya hubo un intento de pronunciamiento militar conocido como la sanjuanadada que
pretendía la vuelta al régimen constitucional.
→Dificultades financieras y presupuestarias del estado (endeudamiento por las obras públicas).
→Reaparición de conflictos socio-laborales e incremento de huelgas desde 1929 (reactivación de la
conflictividad social por la depresión económica).
→Recelos y desconfianza de los empresarios (intervención estatal, importancia de los comités
paritarios...).
→Fuerza creciente de la oposición e intensificación de sus protestas (intelectuales como Valle Inclán y
Unamuno, estudiantes, republicanos, antiguos partidos de la Restauración, movimiento obrero, UGT y
PSOE, nacionalistas).
→Los problemas de salud, más los problemas anteriormente mencionados, hacen que Primo de Rivera
dimita (1930) y se exilie a París donde muere unos meses después.

Explica los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo XX. (Tema
14)
4.1 FACTORES DE LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA EN ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO
DEL SIGLO XX
En el primer tercio del siglo XX se inicia en nuestro país (Cataluña lo había hecho ya con anterioridad) la
transición a un régimen demográfico moderno (con retraso respecto a Europa occidental donde se había
producido en el último tercio del XIX). A diferencia de estos países, donde la reducción de la mortalidad
precedió a la reducción de la natalidad, aquí ambas tasas caen de manera simultánea, aunque el mayor
descenso de la mortalidad explica el crecimiento demográfico.

72
La caída de la tasa de mortalidad se manifiesta desde comienzos de siglo. El descenso de la
mortalidad está relacionado con el aumento del nivel de vida (alimentación) y las mejoras higiénicas y
sanitarias. Desaparece la mortalidad catastrófica salvo con la epidemia de gripe de 1918-1919 (conocida
en el mundo como la "Gripe Española") que causó la muerte a unas 230.000 personas. La mortalidad
infantil se reduce considerablemente. La esperanza de vida aumenta de los 35 años en 1900 a los 50 en
1930.
El descenso de la natalidad fue más lento. Está relacionado con la modernización económica, el
proceso de urbanización y la creciente incorporación de la mujer al trabajo, además del desarrollo y
popularización de medidas anticonceptivas.
La tasa de crecimiento vegetativo es elevada (por encima del 1%). La población española pasó de
18,6 en 1900 a 23,7 millones de habitantes en 1930.
El crecimiento de la población estuvo acompañado de importantes movimientos migratorios. La
emigración exterior, que ya había sido considerable en las últimas décadas del XIX, se incrementó
notablemente hasta 1914. Tras la caída de las mismas provocada por la Primera Guerra Mundial, se
recuperó en la década de los 20. El destino mayoritario continuó siendo América Latina (Cuba, Argentina
y Brasil) aunque también fue significativa la emigración a Argelia.
Las migraciones interiores están en relación con el desarrollo de la industria y el sector terciario.
El excedente de población campesina, unido a los bajos niveles de vida del campo, hacen que un nutrido
contingente de población rural se desplace desde las regiones más atrasadas (Galicia, Castilla La Vieja,
Aragón, Andalucía...) hacia las ciudades y regiones industriales más desarrolladas (Cataluña -
especialmente Barcelona-, Madrid, Bilbao, Valencia, etc.). El éxodo rural será mayor durante la dictadura
de Primo de Rivera por el auge de las obras públicas.
Los movimientos migratorios conllevarán un importante desarrollo urbano. Este proceso de
urbanización que ya había comenzado en la segunda mitad del XIX se acelera en las décadas de 1910 y
1920. A pesar del crecimiento del porcentaje de la población urbana, este siguió estando por debajo del que
presentan los países europeos más desarrollados y la mayoría de la población española era rural.
En lo que a la distribución de la población activa por sectores de actividad económica se
refiere, la ocupación en el sector primario descendió con el éxodo rural, pero siguió siendo mayoritaria.

BLOQUE 10. LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS


INTERNACIONAL (1931-1939)

Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda República y relaciona sus
dificultades con la crisis económica mundial de los años 30. (Tema 15)
1. LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA
Tras la renuncia del Miguel Primo de Rivera, el rey nombró como jefe de gobierno a Dámaso
Berenguer. Intentó conseguir dos objetivos, en esta complicada situación: restablecer el sistema
parlamentario liberal y reponer la constitución de 1876 y salvaguardar la figura de Alfonso XIII, evitando
que le hicieran responsable de aceptar la dictadura militar (ya era impopular entre las clases medias y los
sectores obreros). Berenguer actuó con lentitud, indecisión, ralentizó la recuperación de las libertades
políticas y pospuso la convocatoria de elecciones, temiendo perder el control. Reprimió los altercados y
desórdenes públicos (el movimiento obrero incrementa sus movilizaciones ante la situación económica
cada vez más deteriorada).
Los grupos republicanos se reúnen y firman el Pacto de San Sebastián (1930), unidos al PSOE y a
UGT. En este pacto se comprometían a derribar a la monarquía y formar un gobierno provisional de la
futura república. Se constituyó un comité revolucionario, presidido por Alcalá Zamora, que estaba en
contacto con grupos militares, con el fin de estudiar un posible pronunciamiento militar para imponer la
República.
Determinados sectores del ejército apoyan a los republicanos y se anticipan. Los capitanes Fermín
Galán y García Hernández protagonizan una sublevación en Jaca a favor de la República (diciembre de
1930), que se adelanta a la que preparaban los firmantes del pacto de San Sebastián. La sublevación es

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controlada por las tropas gubernamentales y sus líderes fusilados tras un consejo de guerra, convirtiéndose
en los primeros mártires de la República.
Como la gestión y los planes de Berenguer no parecían tener éxito fue sustituido, en febrero de
1931, por otro militar. El rey nombró como jefe de gobierno al almirante Juan Bautista Aznar. Reforzó los
esfuerzos para normalizar la situación política y convocó un proceso electoral íntegro, (programa gradual
para organizar la vuelta al sistema parlamentario) que incluía la convocatoria de elecciones municipales,
provinciales y generales a diputados y senadores. Además, las autoridades facilitan la libertad de
propaganda política y todos los partidos pudieron presentar candidatura. El fin de la monarquía de Alfonso
XIII se produce de manera pacífica tras unas elecciones municipales que se celebraron en primer lugar.
Los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fueron favorables a las
candidaturas de la conjunción republicano-socialista. El triunfo se produjo sobre todo en las principales
ciudades del país. Alfonso XIII decide entonces abandonar el país. El 14 de abril se proclamó la II
República. Fue recibida con entusiasmo y esperanza por los españoles, que abarrotaron las calles y las
plazas de las ciudades para celebrar la caída de la monarquía. Se llevó a cabo un cambio político rápido y
sin enfrentamientos importantes. Tras la proclamación, el 14 de abril de 1931, se formó un Gobierno
provisional, que asumió el poder durante ocho meses. Presidido por el conservador Niceto Alcalá
Zamora y del que formaban parte fuerzas republicanas (de centro-izquierda: Lerroux, Azaña) y los
socialistas (Indalecio Prieto, Largo Caballero y Fernando de los Ríos).
2. LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL COMO TELÓN DE FONDO
Los efectos de la crisis internacional de los años 30, manifestados tras el crack de la Bolsa de
Nueva York de 1929, tardaron algo más en afectar a España y repercutieron algo menos que en otros
países europeos por el aislamiento español respecto a sistema económico internacional y el carácter
cerrado de su economía, protegida con aranceles y orientada al mercado interior. Aun así, la crisis
internacional tuvo importantes repercusiones:
- Las exportaciones disminuyeron todavía más por las medidas proteccionistas adoptadas por los países
compradores al tiempo que caían en valor por el hundimiento de los precios.
- Disminuyeron considerablemente las inversiones extranjeras en España, algo que se acrecentó todavía
más por la incertidumbre política del nuevo régimen republicano.
- Se interrumpió la tradicional corriente migratoria a América por la crisis en los países de destino y
aumentaron los retornos. El paro se incrementó considerablemente.
Esta coyuntura internacional desfavorable se agravó por factores internos: la desconfianza y el
boicot a la república por parte de capitalistas y terratenientes, así como por la radicalización y aumento de
la conflictividad social de campesinos y obreros. La incertidumbre política no contribuyó sino al
empeoramiento de la situación económica.

Resume las reformas impulsadas durante el bienio reformista de la República. (Tema 15)
5. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
Al día siguiente de la aprobación del texto constitucional fue elegido presidente de la República por las
Cortes Niceto Alcalá Zamora. Los republicanos de izquierda y los socialistas formaron el nuevo gobierno
de coalición, presidido por Manuel Azaña, que emprendió un ambicioso programa de reformas cuyo
objetivo es intentar reformar y modernizar España.
-La reforma agraria. Sus objetivos fueron la entrega de parcelas a los campesinos (busca mejorar
sus condiciones de vida), poner fin al predominio de los latifundios y aumentar la producción y los niveles
de renta (modernización) y consumo del campesinado (para estimular las actividades industriales y
comerciales).
La Ley de Reforma Agraria de 1932 se aprueba tras la oposición de los partidos de derechas (que
apoyan a los terratenientes). Se pretendía con esta ley una distribución de tierras a partir de expropiaciones
(de grandes latifundios) y de asentamientos de campesinos sin tierras. Las tierras susceptibles de ser
expropiadas, eran, entre otras, las tierras incultas o abandonadas, las tierras mal explotadas, las tierras en
permanente arrendamiento, las tierras de regadío no regadas. La expropiación se hacía con indemnización
(a excepción de las tierras de una parte de la aristocracia). Todas las tierras expropiadas se destinaron al
asentamiento de campesinos. Para la ejecución de la reforma se creaba el Instituto de Reforma Agraria.

74
Su aplicación fue lenta (presupuesto, burocracia), y los jornaleros que no llegan a acceder a la tierra
se sienten decepcionados con la República, protestando violentamente (ocupación ilegal de tierras). Las
medidas sobre la propiedad de la tierra crean una gran alarma social entre los grandes terratenientes y unas
enormes esperanzas entre los jornaleros, no contentando ni a unos ni otros.
-Las reformas socio-laborales. Promovidas por el Ministro de trabajo, Largo Caballero, fueron la
declaración del primero de mayo como día festivo, decreto de un salario mínimo y el mantenimiento de
comités paritarios (representantes de la patronal y trabajadores), que pasaron a llamarse jurados mixtos
(para mediar en los conflictos laborales y negociar las condiciones de trabajo), ampliación de su acción al
espacio rural agrario.
También hubo medidas para proteger y mejorar la situación de los jornaleros (salario mínimo,
reducción de la jornada laboral, los patronos debían contratar a trabajadores del término municipal,
impidiendo la contratación de jornaleros temporeros de otros lugares). El efecto negativo fue el deterioro
de las relaciones entre campesinos, propietarios y trabajadores aumentando las hostilidades de los
campesinos sin tierras contra los terratenientes (jornaleros que ocupan tierras).
-Reformas militares. Azaña (jefe de gobierno y ministro de guerra) buscó un doble objetivo:
imponer la supremacía del poder civil gubernamental, sometiendo a los mandos del ejército e impedir su
intervención en la política, y conseguir un ejército más moderno, eficaz y barato, que se ajustara a sus
necesidades y al presupuesto del país. Aparte de que muchos de estos militares eran marcadamente
antirrepublicanos y conservadores.
Una de las características de este ejército era lo sobredimensionado que estaba el escalafón de jefes
y oficiales. En 1931 había 566 generales, 22000 oficiales y 100000 soldados. Muchos jefes para tan poca
tropa. Para solucionar este problema ordenó la revisión de los ascensos y ofreció el retiro a oficiales con
paga completa para reducir su excesivo número (la mitad de los oficiales se acogió a esta posibilidad).
Derogó la ley de jurisdicciones de 1906 (apartó a los militares de las tareas represivas internas). Además,
creó la Guardia de Asalto, cuerpo de policía armada, fiel al régimen. A la vez se clausura la Academia
Militar de Zaragoza por considerarla anticuada (dirigida por Franco) y anuló todos los ascensos por
méritos de guerra.
Todas estas medidas iban encaminadas a quitar el protagonismo que tenía el ejército y limitarlo a
un cuerpo de servicio al país. Fue muy mal recibido por la mayoría de los militares.
-Reforma educativa. La mejora de la enseñanza y la erradicación del analfabetismo (40 %)
conseguirían la modernización del país. El gobierno incrementó un 50 % del dinero destinado a gastos
educativos, construyó 13.570 escuelas en dos años, contrató a cientos de profesores, impulsó la enseñanza
mixta en primaria, cambió la secundaria (aumenta el número de alumnos) y potenció la investigación
universitaria. Difusión del libro y de la lectura, dotando a las pequeñas localidades de bibliotecas. Se
pretende crear un sistema educativo público, laico y gratuito, al menos en enseñanza primaria. La
educación se considera un derecho que el estado debe garantizar a todos los ciudadanos.
En 1931 se crearon las Misiones Pedagógicas, con el fin de llevar la educación y la cultura al
mundo rural. Consistía en grupos de artistas, intelectuales, maestros y estudiantes universitarios, que con
carácter voluntario y desinteresado se dirigían a pueblos, donde organizaban todo tipo de actividades
culturales: ceración de bibliotecas rurales, sesiones de lectura pública, cine, audiciones musicales…
-Reforma religiosa. España tenía la cifra más alta de religiosos del mundo, después de Italia. La
Iglesia recibía el 2% del presupuesto nacional. La mayor parte de la enseñanza primaria, y sobre todo, de la
secundaria estaba en poder de la Iglesia. El objetivo de las reformas es consolidar un Estado laico,
independiente de la Iglesia y reducir el poder y la influencia social de la Iglesia en la sociedad española.
Las medidas dirigidas a limitar el poder de la Iglesia fueron: supresión de la obligatoriedad de la
religión católica en las escuelas; libertad de culto; disolvieron la Compañía de Jesús (jesuitas) dedicada a la
educación; se persigue apartar a las órdenes religiosas de la enseñanza primaria y secundaria (se pretendía
cerrar los centros de enseñanza de la Iglesia); se retiran los crucifijos y símbolos religiosos de aulas y
dependencias oficiales; creación de cementerios civiles; la ley del divorcio y los matrimonios civiles; se
suprime el presupuesto del clero; ley de Congregaciones religiosas donde los templos y los monasterios se
consideran propiedad pública.
Estas reformas se consideraron intolerables y se consideran una agresión para la Iglesia y para la
mayoría de los católicos, creándose un nuevo enemigo para la República. Buena parte de los sectores

75
católicos percibió la nueva legislación como un ataque al catolicismo y condujo a que la jerarquía católica
se enfrentase directamente con el gobierno republicano. En este contexto se produjeron las célebres
"quemas de conventos" de Madrid. ¿Quién lo hizo? El misterio parece que nunca se desvelará, pero la
República salió muy dañada de tales actos. La República había conseguido otro poderoso enemigo
irreductible, hasta su desaparición.
-Reforma autonómica. Las reclamaciones nacionalistas generaban tensiones desde hacía tiempo.
El derecho a la autonomía había quedado reconocido en la Constitución. De acuerdo con la constitución, se
inician las redacciones de los estatutos de autonomía de regiones como Cataluña, País Vasco o Galicia. Se
aprueba el Estatuto para Cataluña (1932), gracias a la defensa de Azaña, contra los recelos del PSOE y las
derechas. Francecs Maciá (Esquerra Republicana) fue elegido presidente de la Generalitat de Cataluña.
Cataluña se constituía como una región con una serie de competencias y se daba al gobierno central la
posibilidad de eliminar el estatuto. Recogía amplias competencias legislativas en derecho civil propio,
régimen administrativo interno, orden público, reservando otras para el Estado (defensa, aduanas y asuntos
exteriores).
Se inició también la tramitación de los proyectos de autonomía del País Vasco (se realizó un
proyecto de estatuto, paralizado y rechazado por el gobierno central) y de Galicia que quedó en suspenso.
Ambos acaban siendo aprobados en 1936.
La concesión de estatutos de autonomía suscitó el recelo y la oposición de la derecha. Sin embargo,
el sentimiento anti-autonomista más fuerte se concentraba en el Ejército ya que consideraba que la unidad
de la patria estaba amenazada.
Fuerzas políticas y sociales de oposición las reformas del gobierno azañista
Las reformas polarizaron la vida política. El gobierno se topó con una importante oposición tanto
de los sectores conservadores directamente afectados (Iglesia, un sector del Ejército, propietarios de tierras
y organizaciones patronales) como de los sectores más radicales del izquierdismo (anarquistas y
comunistas) cuyas reformas les parecían lentas e insuficientes. Anarquistas, comunistas, militares,
monárquicos, organizaciones empresariales, católicos, clero y partidos derechistas fueron hostiles al
gobierno de coalición azañista y socialista. Además, Azaña no entendió el peligro del distanciamiento
obrero, campesino, militar, empresarial y católico y no entendió el malestar proletario, desatendió las
protestas de las asociaciones patronales e infravaloró la movilización de los católicos y así como del apoyo
social de los partidos derechistas. La alta incidencia del paro y las duras condiciones de vida en algunas
zonas de España contribuirán a una creciente conflictividad social (se unen las repercusiones de la crisis
económica de 1929).
La Iglesia, desde el principio, manifestó su oposición a la República y su rechazo fue en aumento
por la política religiosa. La oposición conservadora se organizó en diversos partidos políticos
(Renovación Española, CEDA) que rechazaban las reformas e incluso a la propia República como forma
de Estado. Los sectores empresariales se sentían desamparados y perjudicados por los aumentos
salariales, el aumento de la conflictividad social y los daños ocasionados por las huelgas y así lo exponen
al gobierno republicano.
Por la izquierda, la impaciencia de los trabajadores ante las reformas y el desencanto por la
lentitud y la timidez de las mismas, provocaron una oleada de conflictos sociales. Los anarquistas rechazan
la República como a cualquier otra forma de Estado (CNT y FAI, Federación Anarquista Ibérica). El PCE
también muestra su descontento con las reformas demandando más profundidad en las mismas. El PSOE y
la UGT mantienen su apoyo a un gobierno en el que participan, aunque esto provocará tensiones dentro de
sus organizaciones.
El intento de golpe de Estado del general Sanjurjo (la sanjurjada) en Sevilla. Los mandos
militares derechistas y monárquicos, prepararon un golpe para recuperar el poder, frenar la reforma del
ejército, abortar la reforma agraria e impedir la aprobación del Estatuto de autonomía catalán. En este
contexto el general Sanjurjo (Director General de la Guardia Civil) se sublevó en Sevilla (1932), pero fue
un golpe precipitado, desorganizado e improvisado por lo que fue sofocado con facilidad.
En la calle, las huelgas obreras y las insurrecciones campesinas se suceden, produciéndose
incidentes entre huelguistas y fuerzas del orden. Entre los anarquistas se impone en la práctica el sector
más radical, impulsado por la FAI contrario a la República y defensor de la acción revolucionaria y
apoyada por la CNT. Los anarquistas convocan una insurrección general que conduce a actos violentos

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anarquistas en distintos puntos de España en enero de 1933. En este contexto se inscriben los sucesos de
Casas Viejas (Cádiz). En este pueblo tras una insurrección anarquista, la actuación contundente de la
Guardia Civil y la Guardia de Asalto se saldó con la muerte de los insurrectos. Los sucesos de Casas Viejas
provocaron una gran tensión y radicalizaron a la derecha y a la izquierda. La prensa y la oposición
parlamentaria acosan al gobierno por estos hechos. Los socialistas retirarán el apoyo al gobierno y eso
será el derrumbe de la coalición. Azaña presentó su dimisión, se disolvieron las Cortes y se convocaron
nuevas elecciones generales para el 19 de noviembre de 1933. Serían las segundas elecciones de la
República y las primeras tras la aprobación de la Constitución. En ellas votarían las mujeres por vez
primera.

Especifica las características esenciales de la Constitución de 1931. (Tema 15)


EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931
El presidente del gobierno provisional será Niceto Alcalá Zamora, se trata de un gobierno formado
por representantes de los diferentes partidos políticos adheridos al Pacto de San Sebastián. Uno de sus
objetivos iniciales del Gobierno provisional fue convocar unas elecciones a Cortes constituyentes, por
sufragio universal masculino, que se encargaran de redactar una nueva constitución.
Los resultados de las elecciones a Cortes Constituyentes del 28 de junio de 1931 dieron el triunfo a
los partidos que formaban el Gobierno provisional al presentarse unidas como conjunción republicano y
socialista. El PSOE fue el partido más votado.
Al mes siguiente, se creó una comisión parlamentaria formada por 15 diputados, preparando y
presentando un proyecto constitucional, muy debatido, que sería aprobado por las Cortes el 9 de diciembre
de 1931. La Constitución de 1931, se inicia con una definición rotunda de soberanía popular: el nuevo
Estado es una «República democrática de trabajadores de toda clase». Los puntos esenciales son:
→ Derecho a voto para los mayores de 23 años (sufragio universal). Por primera vez las mujeres tenían
derecho a voto.
→ Extensa declaración de derechos y libertades individuales: trabajo, expresión, asociación, religión y
culto, educación, acceso a la seguridad social, salario mínimo, vivienda digna…….
→Reorganización de los poderes del Estado: Se establece una clara separación de poderes. El poder
legislativo correspondía en exclusiva a las Cortes (Congreso de los Diputados, única cámara elegida por
sufragio universal). El poder ejecutivo: La Jefatura del Estado corresponde al presidente de la
República, elegido cada seis años por los diputados. El presidente de la república entre sus funciones
nombra al jefe de gobierno, y a propuesta de este a los ministros, que tenían que tener el apoyo de las
Cortes (Parlamento). El poder judicial recaía en los tribunales de justicia. Se crea el Tribunal
Constitucional, que decidirá sobre la inconstitucionalidad de las normas y leyes aprobadas.
→ Cuestión autonómica: Una de las mayores novedades del texto es la que hace referencia a la
articulación del Estado. Se establece la posibilidad de que un conjunto de una o varias provincias limítrofes
que compartieran características históricas y culturales comunes se podía constituir como una región
autónoma, mediante un Estatuto de Autonomía aprobado en las Cortes.
→La cuestión religiosa: se declara el Estado laico, sin religión oficial, regida por la supresión de las
subvenciones económicas a la Iglesia, el reconocimiento del divorcio y al matrimonio civil y la prohibición
de mantener centros educativos dirigidos por órdenes religiosas. También se impuso la necesidad de una
autorización gubernamental para celebrar cualquier ceremonia religiosa.

Describe las causas, desarrollo y consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934. (Tema 15)
La revolución de octubre de 1934
La entrada en el gobierno presidido por Lerroux de tres ministros de la CEDA en octubre de 1934
provoca una fuerte reacción de los partidos de izquierda y las fuerzas obreras. Algunos sectores socialistas
(PSOE y UGT) se radicalizan y se unen a los comunistas y anarquistas (CNT) y amenazan derribar el
gobierno y conquistar el poder por medio de una insurrección armada (Largo Caballero desde el PSOE fue
su cabecilla) que debía ir acompañada de una huelga general. La victoria electoral de la derecha (1933)
significaba para ellos el triunfo de los enemigos de la República, el final del régimen democrático,
identificándolo con el fascismo, triunfante en Europa (Hitler y Mussolini). Esta era la justificación de la

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insurrección, sobre todo tras la entrada en el gobierno de ministros de la CEDA. Los partidos de izquierda
identificaban a la CEDA y a su líder Gil Robles con el fascismo.
La UGT convoca una huelga general nacional. La incidencia de la huelga del 5 de octubre fue muy
desigual y en cada zona adquiere un carácter diferente. Aunque algunas ciudades se paralizan y hay
enfrentamientos entre el ejército, la policía y los obreros fue un fracaso salvo en determinadas zonas como
Cataluña y Asturias.
En Cataluña la revuelta adquiere un carácter nacionalista, la protagoniza el gobierno catalán
cuando el presidente de la Generalitat, Lluis Companys, líder de Esquerra Republicana, declara el “Estado
Catalán” dentro de la República Federal Española. Ese intento es sofocado por el ejército que controla
fácilmente la situación. El gobierno suspenderá temporalmente el Estatuto y encarcelará a Cmpanys y su
gobierno.
En Asturias adquiere el carácter de una verdadera revolución obrera, que perseguía el control del
poder político por parte de los trabajadores, dirigida por la CNT y la UGT. Obreros y mineros se adueñan
de amplias zonas y crean un gobierno revolucionario. Para reprimir esta sublevación el gobierno envía a
Asturias a la Legión bajo el mando del general Francisco Franco. Se desencadena una dura represión con
un saldo final de 2000 muertos y 30000 encarcelados. Después de esta revolución de octubre las
organizaciones obreras sufren una dura represión (encarcelamientos, cierre de periódicos, despidos).
La revolución de octubre endureció todavía más la postura del gobierno. En él entraron cinco
miembros de la CEDA, con Gil Robles en la cartera de Guerra, que colocó en puestos clave a militares
como Goded, Cabanellas, Mola o Franco, de dudosa afinidad al régimen republicano. Franco fue
designado Jefe del Estado Mayor.

Explica las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo electoral,
hasta el comienzo de la guerra. (Tema 15)
7. EL FRENTE POPULAR
A raíz de la profunda crisis de 1934 los gobiernos de centro-derecha quedaron erosionados. El
descubrimiento, a finales de 1935, de varios escándalos de corrupción (estraperlo), que implicaba a
dirigentes del Partido Radical de Lerroux, fue suficiente para deshacer su alianza con la CEDA (falta de
entendimiento) y demostrar la fragilidad de la coalición de partidos de derechas. A ello se une la actuación
política del Gobierno de 1935, totalmente impopular, centrada en la nueva Reforma agraria, que deshacía
las conquistas anteriores; el bloqueo del Estatuto vasco en las Cortes, ya aprobado en 1933; o, los
nombramientos de militares poco o nada partidarios a la democracia en puestos claves del Ejército
(Franco).
Lerroux dimite, los gobiernos posteriores son breves y se caracterizan por falta de consenso político
y se produce el adelantamiento de convocatoria electoral para febrero de 1936. Los republicanos de
izquierdas y las fuerzas obreras acuden a estas elecciones unidos en una coalición, el Frente Popular. Una
coalición organizada entre Azaña e Indalecio Prieto. Se pretendía arrebatar el gobierno a los partidos
derechistas y evitar la repetición de nuevas y violentas intentonas revolucionarias. Querían asegurar el
triunfo electoral para facilitar la formación de un gobierno constituido única y exclusivamente por
republicanos de centroizquierda (sin socialistas), que pudiera contar con el apoyo parlamentario del PSOE.
Los grupos que se incorporaron al frente común de izquierdas, en enero de 1936, fueron: Izquierda
Republicana, Unión Republicana, PSOE., PCE, Partido Sindicalista, UGT y POUM (Partido Obrero de
Unificación Marxista). En Cataluña, se amplió con Esquerra Republicana de Cataluña, Acció Catalana
Republicana, Unió Socialista, Partit Cátala Proletari, Unió de Rabassaires y Partit Nacionalista República
Cátala.
Su contenido electoral repetía las propuestas del plan de gobierno reformista, presidido por Azaña,
entre 1931 y 1933: aceleración de la reforma agraria, impulso de la construcción de obras públicas, lucha
prioritaria contra el desempleo, modificación del sistema fiscal, lograr una distribución de impuestos más
equitativo, desarrollo de prestaciones estatales de seguridad social, incremento de inversiones en la
enseñanza pública, restitución del Estatuto de autonomía catalán y concesión de una amplia amnistía
política para excarcelar y readmitir en sus puestos de trabajo a obreros despedidos o encarcelados en
represalia por el levantamiento de 1934.

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La tensión y la agresividad predominaron durante la campaña electoral. Pero las derechas llegan
desunidas a las urnas, facilitando la victoria en las elecciones del Frente Popular y obteniendo la
mayoría para poder gobernar.
El general Franco y José María Gil Robles realizaron un intento desesperado para impedir el acceso
al poder de la coalición izquierdista, presionando y amenazando al jefe de gobierno (Manuel Portela
Valladares), para que declarara el estado de guerra y se negara a ceder el poder a los vencedores en las
elecciones. Se basaban en el deterioro que sufría el orden público, marcado por la resistencia a los cambios
reformistas y a la descentralización autonómica y el miedo a la revolución que proponían los sindicatos y
los partidos de izquierdas.
En medio de rumores de sublevación militar, Azaña fue nombrado jefe de gobierno. El nuevo
gobierno restableció el estatuto de autonomía catalán y excarceló a los presos que habían participado en la
revolución de 1934. Aceleró la aplicación de la reforma agraria, con 500.000 ha expropiadas y repartidas
entre 150.000 campesinos en pocas semanas. Comienzan a preparar la aprobación de un aumento de
impuestos de los propietarios de tierras. También se ilegalizó la Falange y detuvo a sus dirigentes por
responsabilidad en varios atentados. Alejó a los mandos del ejército del poder, por su vinculación a tramas
golpistas anti-republicanas, cesando a Franco como Jefe de Estado mayor y enviándolo a Canarias, Goded
a Baleares y Mola a Pamplona, perdiendo el puesto de jefe de las fuerzas armadas en Marruecos.
En 1936, Azaña ocupa la presidencia de la República, sustituyendo a Alcalá Zamora, destituido
por las Cortes con los votos frente populistas, y la Presidencia del gobierno pasó a Casares Quiroga, de
Izquierda Republicana. La crispación política y social fue en aumento. Los sectores católicos, los
propietarios de tierras y los empresarios estaban asustados por las amenazas revolucionarias cenetistas y
socialistas, en sus periódicos y mítines. Gil Robles y Calvo Sotelo arremetieron desde el Parlamento contra
el gobierno, acusándole de permitir que la anarquía quisiera adueñarse del país. El gobierno no pudo
mantener la tranquilidad ciudadana, encontrar soluciones y afrontar las dificultades.
Además, los antagonismos sociales aumentan la conflictividad y se produce una radicalización de
las posturas políticas (clima de violencia social). Los tumultos y desórdenes públicos se extienden por las
ciudades (radicalización), mientras desciende la Bolsa, se multiplican las huelgas en el sector industrial,
aumentaba el paro. Se produjo una radicalización de la calle y aumentan los atentados terroristas y
asesinatos, y se intensifica la violencia callejera entre grupos civiles de extrema izquierda radicales
(socialistas, anarquistas, comunistas) y extrema derecha (falangistas). La formación de milicias, como
organizaciones paramilitares, tuvo muchas versiones. Organizaciones fascistas (Falange), nacionalistas,
carlistas (requetés), socialistas, comunistas y anarcosindicalistas que tienen en común el discurso de la
acción violenta con un horizonte insurreccional. Falange Española y otros grupos de extrema derecha
formaron patrullas armadas que iniciaron acciones violentas contra líderes izquierdistas, y estas fueron
respondidas del mismo modo por los militantes más radicales de izquierda.
El golpe de Estado de julio de 1936 se empezó a gestar desde la misma noche de febrero en que
ganó el Frente Popular. A partir de entonces, el general Mola tomó las riendas de la preparación del golpe
de estado. Él será "el director". El plan consistía en el pronunciamiento simultáneo de todas las
guarniciones contando con el ejército de África, dirigido por Franco, para consolidar el golpe. Sanjurjo,
exiliado en Portugal, sería el jefe del futuro régimen autoritario militar.
Los preparativos del golpe se aceleraron tras el asesinato del teniente de la guardia de asalto José
Castillo, simpatizante socialista, y la venganza de sus compañeros que asesinaron al dirigente monárquico
Calvo Sotelo el 13 de julio. La intranquilidad se apoderó de los ciudadanos, que temían que esta violencia
condujera a una insurrección revolucionaria o un golpe militar (que fue lo que ocurrió). La sublevación
militar contra la República se inicia en Marruecos el día 17 de julio y se extiende al resto de la
nación al día siguiente. Se inicia así una guerra civil que duraría tres largos años.

Representa una línea del tiempo desde 1931 hasta 1939, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

79
Relaciona la Guerra Civil española con el contexto internacional. (Tema 16)
3. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO
-La Guerra Civil española conmocionó a todo el mundo occidental. La guerra civil española se
produce en el conflictivo contexto internacional de los años 30, marcado por la crisis de las
democracias liberales, el ascenso del fascismo y la expansión del comunismo, con la gran crisis
económica como telón de fondo. La intervención de las potencias extranjeras condicionó su duración,
evolución y resultado, debido a un contexto internacional marcado por la conflictiva convivencia entre los
países democráticos, los países fascistas y la URSS comunista en Europa.
-Desde el comienzo, la guerra de España, como se la llamaba, tuvo una gran repercusión
Internacional. La defensa de la República fue identificada por algunos como la lucha por la democracia y
la libertad, y para otros con la esperanza de la revolución social, pero sobre todo se concibió como un
frente en la batalla contra el fascismo que se expandía por Europa. Por contra, otros veían en esta guerra
una oportunidad para frenar la expansión de la revolución y el comunismo, la defensa de la religión y los
valores tradicionales de la civilización europea. La opinión pública mundial se apasionó y se dividió, y así
ocurrió también con los gobiernos, la prensa y el mundo de la cultura.
-Ambos bandos buscaron suministros y armamento en el exterior. Las potencias fascistas
decidieron desde un primer momento ofrecer ayuda a los sublevados. Pero, en septiembre de 1936, los
gobiernos británico y francés, alcanzaron un compromiso internacional para aislar al conflicto español,
impedir su expansión al continente (temían el estallido de una guerra mundial) y prohibir la venta de
material bélico a cualquier bando. Para ello, se creó un Comité de No intervención (no ayudar a ninguno
de los bandos), para vigilar su cumplimiento. Este Comité no sirvió para impedir que los dos bandos
recibiesen ayuda del exterior. Esta política de “no intervención” aísla el conflicto español, pero impide al
gobierno de la II República aprovisionarse libremente de armas en el extranjero mientas que Franco sigue
recibiendo la ayuda militar de Alemania e Italia.
La ayuda extranjera a la España rebelde
El bando sublevado recibió desde un primer momento ayuda de la Italia de Mussolini y la
Alemania de Hitler. Resultará decisivo su apoyo aéreo para trasladar el ejército de África a la península. La
Alemania nazi de Hitler ofreció una ayuda determinante en el ámbito militar, con la participación directa
de la Legión Cóndor (fuerza combinada de aviones, tanques y cañones antiaéreos) y asesores militares
(6.000). La Italia fascista de Musolini proporcionó una ayuda vital con el Corpo Truppe Volontarie de
tanques, cañones, aeroplanos, munición, combustibles y miles de hombres (llegó a integrar más de 70.000
combatientes), por su simpatía ideológica y la posibilidad de ganar un aliado en el Mediterráneo. Portugal
envía voluntarios, los viriatos. En conjunto y solo en número de soldados se calcula que la ayuda
extranjera ascendió a más de 100.000 combatientes. Al terminar la guerra, el bando franquista pagó los
envíos alemanes con divisas, materias primas y minerales; mientras Italia le perdonó parte de la deuda
contraída. Estos países simpatizan ideológicamente con los sublevados. También apoyaron al bando
nacional tropas mercenarias marroquíes.
La ayuda extranjera a la España republicana
-El bando republicano solicitó ayuda de Francia y Gran Bretaña pero se mantuvieron neutrales
por el temor a desencadenar una nueva guerra europea. El gobierno republicano busca el apoyo de la
Unión Soviética de Stalin y su ayuda fue la más importante. El apoyo soviético responde a un intento de
hacer frente a la amenaza fascista y se concreta de dos maneras. Apoyo militar que consiste en la entrega
de armamento (aviones, carros de combate), que llega de manera lenta y es anticuado. La ayuda de la
URSS fue menor en cantidad y calidad. El gobierno republicano pagó a los soviéticos, al contado y a
precios elevados, el suministro enviado con las reservas de oro del Banco de España, que pronto se agotan.
También los soviéticos movilizan a la opinión pública de Europa y América y se crean las Brigadas
Internacionales, cuerpo militares formados por voluntarios izquierdistas y comunistas de diferentes países
que querían detener el fascismo y llegaron a España para combatir en defensa de la República (se calcula
que pudieron ser más de 50.000 combatientes).

80
Compara la evolución política y la situación económica de los dos bandos durante la guerra. (Tema
16)
Introducción: El golpe militar de 18 de julio del 36 no alcanza sus objetivos al no tener el éxito
esperado en todo el país, y España quedó dividida en dos zonas con dos bandos enfrentados en una larga
guerra.
5. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA DE AMBAS ZONAS.
5.1. ZONA REPUBLICANA: GUERRA Y REVOLUCIÓN
5.1.1) Evolución política
a) El Gobierno de Giral y el desplome del Estado (julio-septiembre de 1936)
→Los primeros días fueron un auténtico desconcierto y se da un proceso revolucionario y las
milicias obreras populares armadas por el gobierno se convierten en verdaderos poderes locales. En las
primeras semanas, se crearán comités locales (controlados por la UGT, CNT y la FAI) y provinciales, que
asumen de forma espontánea la administración de los ayuntamientos y de las instituciones, con el fin de
garantizar el abastecimiento, la asistencia social (hospitales), el orden público, las comunicaciones, los
transportes, etc. Se pone en marcha de forma espontánea una revolución social liderada por sindicatos
(UGT y CNT) que crea organismos propios de poder, independientes del gobierno de la República.
→El gobierno republicano, los de País Vasco y Cataluña y los alcaldes siguen representando
la legalidad formal (gobierno legítimo), pero no tenían los resortes reales del poder ni la capacidad para
que sus decisiones se cumplieran (no consiguen controlar e imponer su autoridad sobre el territorio). El
poder del Estado está casi desaparecido en las primeras semanas del conflicto. Así, durante los primeros
días del golpe militar, el gobierno tuvo tres presidentes (Casares Quiroga, Martínez Barrio y Giral).
→El gobierno presidido por José Giral toma la decisión de entregar armas al pueblo pero fue
incapaz de imponer su autoridad y quedó desplazado por nuevos centros de poder revolucionarios, de
carácter local o regional mencionados anteriormente. La sublevación militar supuso la desarticulación
inmediata del Estado republicano, que perdió el control de la situación. En los pueblos, ciudades y
provincias de España, se crean, espontáneamente, comités revolucionarios populares, que pasaron a asumir
el poder y las decisiones políticas, económicas y militares y que desplazan en las decisiones a los políticos,
produciéndose abusos de poder. Es un poder popular espontáneo, plural, contradictorio sin unidad política
con diferentes estrategias. Los órganos de poder populares se caracterizaron por ejercer el poder y dirigir la
vida ciudadana en todos los aspectos: orden público, abastos, servicios sociales, organización de medios de
producción…
→ La represión en la zona republicana contra los enemigos políticos e ideológicos fue
especialmente importante desde los primeros momentos de la sublevación hasta principios de 1937. Esta
represión, ejercida por los comités, las milicias y los "tribunales populares", tiene un carácter más
bien incontrolado, sin que el gobierno pueda evitarla. El número de ejecuciones en esta zona fue
sensiblemente inferior al del otro bando. Se centra en la eliminación de quienes han participado en la
sublevación o sospechosos de simpatizar con ella, dirigentes de partidos de derechas, o personas de
ideología derechista, terratenientes y patronos (50.000???). La persecución religiosa en la zona
republicana fue también muy fuerte, sobre todo en Aragón y Cataluña. Fueron asesinados más de 6.000
sacerdotes y monjas. Esta violencia anticlerical fue muy negativa para la imagen de la República a nivel
internacional.
→El esfuerzo militar de los republicanos en los primeros meses de la guerra fue asumido por las
milicias populares. Careció de unidad política y el desorden y las divisiones internas entre partidos y
sindicatos se acentuaron (anarquistas y comunistas):
-Los anarquistas (CNT, FAI) y el POUM querían ganar la guerra y completar la revolución
socio-económica al mismo tiempo. Impulsaron la colectivización de la tierra de los pueblos (autogestión de
las tierras), repartiéndose los beneficios según sus necesidades y el trabajo realizado (expropiaciones
forzosas y quemas de registros de la propiedad en Aragón). En muchas ocasiones forman poderes paralelos
y que ignora las órdenes del poder central republicano.
-Los comunistas (PCE) y los socialistas (UGT y PSOE) en su mayoría consideraron que el
desarrollo de la revolución social era un obstáculo al esfuerzo militar de la guerra y preferían aplazar la
liquidación del capitalismo hasta finalizar la guerra (aplazar la revolución). Se buscaba la unidad para

81
ganar al enemigo. Esta posición la apoya sobe todo el PCE que vio aumentar su protagonismo por su
disciplina interna, el apoyo de los suministros rusos a la guerra y su idea de unidad frente al enemigo.
b) El gobierno de Largo Caballero (septiembre 1936-mayo 1937)
→ La prolongación de la guerra y las derrotas sufridas evidenciaron la necesidad de reorganizar y
fortalecer el Estado, para hacer frente con disciplina y autoridad a un enemigo que resultaba más difícil de
vencer de lo esperado. Desde septiembre de 1936, Largo Caballero asumió la Presidencia del nuevo
gobierno de unidad, con ministros socialistas, comunistas, republicanos, anarquistas (entre ellos Federica
Montseny, la primera ministra de la Historia de España) y nacionalistas vascos y catalanes. Durante su
gobierno se aprobó el Estatuto de autonomía del País Vasco. Este gobierno se propuso dos objetivos crear
un verdadero ejército con mando unificado y restablecer el poder del Estado, lo que exigía la
disolución de los poderes locales.
Recuperó lentamente el poder del Estado, ya que casi todas las juntas y todos los comités fueron
desapareciendo, se reanudaron las sesiones de las Cortes y se recuperaron los poderes en el gobierno
central. Se busca crear un Ejército más eficaz y militarizar las milicias de los partidos. La reorganización
militar en la zona republicana para hacer frente a la guerra será uno de los mayores retos. El gobierno de
Largo Caballero trató de organizar las milicias populares de partidos y sindicatos que habían hecho frente a
la sublevación en los primeros momentos. Tratará de integrarlas con las unidades regulares del ejército en
el reorganizado Ejército Popular de la República formando las Brigadas Mixtas, que combatirán junto a
las Brigadas Internacionales. Frente al entusiasmo y la escasa organización militar de estas milicias, se
irá imponiendo, al tiempo que crece su influencia política, la ideas del PCE de un ejército regular
organizado con una férrea disciplina que las absorba completamente. Las milicias anarquistas siempre se
resistirán a los intentos de militarización y uniformización. El gobierno abandonó Madrid gravemente
amenazada trasladándose a Valencia.
→ La crisis política se inicia en mayo de 1937 (revolución o ganar la guerra). Los intentos de la
Generalitat (gobierno autonómico) de restablecer la autoridad, liquidando el poder paralelo de las Milicias
Antifascistas (dirigido por la CNT y la FAI) provocaron la insurrección de grupos anarquistas y del POUM
(Partido Obrero de Unificación Marxista). Se generan enfrentamientos armados en Barcelona entre los
anarcosindicalistas (CNT y FAI) y el POUM de un lado contra las fuerzas del orden público, los militantes
del PSUC (comunistas y socialistas catalanes) y UGT. El gobierno republicano, viendo que la Generalitat,
no resuelve la situación, envía fuerzas para controlar el orden público, lo que supone la derrota de los
anarquistas insurrectos.
c) El gobierno de Negrín (mayo 37-marzo 1939)
→Ante esta situación Largo Caballero dimite y el presidente Azaña mandó formar gobierno al
socialista Juan Negrín como nuevo presidente de gobierno que fortalece la influencia de los comunistas
en el Gobierno y en el ejército (partidarios de luchar hasta el final). Aprovechando el apoyo de la URSS,
los comunistas amplían su influencia, situando a sus hombres en los puestos clave e imponiendo decisiones
militares, ideológicas y políticas en la zona republicana. Negrín trasladó la sede del gobierno de Valencia a
Barcelona.
El objetivo prioritario de Negrín es ganar la guerra y resistir hasta el final. Para obtener el apoyo
internacional y como propuesta indirecta al bando sublevado, Negrín elaboró un programa de "trece
puntos" sin que tenga mucho eco ni dentro ni fuera de España, donde defiende la República, unas
elecciones democráticas cuando cese la lucha armada. Pero estaba claro que Franco sólo aceptaría una
rendición sin condiciones.
→El desmoronamiento republicano se aceleró a finales de la guerra (derrotas militares, caída de
Cataluña, falta de ayuda exterior, aparecen partidarios de la rendición entre los militares). En febrero de
1939, Azaña presentó su dimisión y se fue a Francia. El coronel Segismundo Casado, se rebeló en Madrid
contra el gobierno de Negrín, que con los comunistas pretendía resistir hasta el límite y se negaba a
negociar. El coronel Casado, jefe del Ejército del Centro, dirige por lo tanto un golpe de Estado en marzo
del 39 (apoyado por el socialista Besteiro, republicanos y el general Miaja), que tenía el objetivo de llegar
a una paz negociada con Franco y evitar represalias. Lo que lleva a combates internos en Madrid. Sin
embargo Franco solo admitió una rendición sin condiciones y entra con sus tropas en Madrid el 28 de
marzo.
5.1.2) Situación económica de la zona republicana

82
Cuando comenzó la guerra la República controlaba todas las zonas industriales y las principales
ciudades. En cambio las zonas agrarias eran insuficientes para alimentar a su población. El desconcierto
provocado por la guerra en los primeros meses, que supuso la pérdida del control político por parte de las
instituciones legales de la República en favor de organizaciones obreras, tuvo su correspondencia en el
terreno económico, que pasó a depender en gran parte de las organizaciones obreras.
Durante los primeros meses se va a dar un cambio revolucionario en la propiedad de la zona
Republicana. Las formas en que se realizó no fueron uniformes (incautaciones, intervenciones), ni
realizadas por los mismos organismos (obreros, sindicatos, gobierno central, gobierno catalán…), no
obedecían a un proyecto planificado, pero todas condujeron a la colectivización y socialización de los
medios de producción. Fueron incautadas y nacionalizadas industrias de partidarios de la sublevación. Los
comités formados por partidos y sindicatos obreros, se hicieron con el control de los transportes, servicios
públicos y fábricas (colectivizaciones). De esta forma, comités de la UGT y la CNT tomaron en sus manos
la producción y la gestión de las empresas de manera autónoma. La economía pasó a depender en gran
parte de las organizaciones obreras.
En el campo, por otra parte, se aceleró la reforma agraria. Primero expropiaron las tierras no
cultivadas y después de quienes habían apoyado el levantamiento militar, lo que alcanzó un volumen
considerable. Fueron las estructuras agrarias las que sufrieron un cambio más relevante. Sobre todo se
colectivizaron tierras por las organizaciones sindicales campesinas. Los campesinos ocuparon las tierras de
los propietarios generalmente comprometidos con el alzamiento militar o que había huido. Las nuevas
formas de tenencia de la tierra iban desde el desarrollo de las comunas anarquistas o la colectivización
hasta un incremento de movimientos cooperativos (principalmente en Aragón y Levante), pasando por un
aumento también significativo de propiedad privada.
Para la financiación de la guerra la República recurrió a las emisiones de deuda pública (algo que
funcionó mientras los posibles compradores de la misma confiaron en la victoria pero que resultó más
difícil de conseguir a medida que se complicaba la situación militar) y con el depósito de las reservas de
oro del Banco de España en Moscú como pago de la ayuda soviética.
La vida cotidiana viene marcada por el hambre, el desbarajuste económico, los ataques aéreos y
las continuas evacuaciones. Los alimentos básicos y los productos de primera necesidad pronto escasearon
en las ciudades y fue necesario crear un sistema de racionamiento, que extiende la desnutrición. Las
alarmas aéreas obligaban a la gente a refugiarse en los sótanos o metros durante horas. Se optó por evacuar
a 38.000 niños a Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, México y la URSS, haciéndoles escapar de los
horrores de la guerra.
5.2. LA ESPAÑA SUBLEVADA: LA GÉNESIS DE LA DICTADURA FRANQUISTA
5.2.1) Evolución política
→ Pocos días después de la sublevación los militares constituyeron un primer entramado de
gobierno, la Junta de Defensa Nacional integrada exclusivamente por militares, sin embargo el poder
efectivo lo ejercía cada general en su sector.
→Tras la muerte en un accidente de aviación de Sanjurjo y la formación de la Junta de Defensa
Nacional de Burgos, los mandos militares golpistas se reúnen (septiembre de 1936) y eligen a Francisco
Franco como Jefe de Gobierno y del Estado (un mando militar y político único). Pero la mayoría de
las autoridades comprendieron la necesidad de unificar el mando de las tropas, de forma que todo el poder
quedara en manos de un único jefe, garantizando una dirección estratégica en las operaciones bélicas.
Nadie discutía de la supremacía militar de Franco.
→Franco se convirtió en el máximo dirigente, con poderes ilimitados y absolutos, militares
(generalísimo) y políticos. Entre los factores que favorecen la expansión rápida estaban sus espectaculares
éxitos militares al frente del ejército de África en las primeras semanas, su habilidad para entablar
contactos y obtener ayuda militar de alemanes e italianos y la ausencia de poderes rivales (ya que los
generales de prestigio, como Goded, Sanjurjo o Fanjul, habían muerto al principio de la guerra).
→ La Junta de Defensa Nacional desapareció y se estableció la Junta Técnica del Estado,
encargada de desmontar el sistema parlamentario democrático y constitucional, derogar la legislación
reformista republicana, defender los intereses socio-económicos de los que apoyaron el alzamiento y
construir las bases de un nuevo estado autoritario, tomando el sistema fascista como modelo. Aunque el
verdadero centro de decisiones y de poder era el Cuartel General de Franco en Salamanca.

83
Las principales medidas que se ponen en marchas son:
-Anuló la reforma agraria republicana: devolvió las fincas expropiadas y expulsó a los campesinos
asentados.
-Prohibición de todos los partidos políticos y agrupaciones sindicales (fin de la libertad de
asociación).
-Decreto de unificación por el cual se fusionaban todas las organizaciones políticas que apoyaron
la sublevación en una sola: Falange Española y Tradicionalista de las J.O.N.S. (abril de 1937). Era un el
partido único de corte fascista y cuyo líder era Franco, dominando los grupos políticos del bando
sublevado -CEDA, falangistas, carlistas, monárquicos- (evitando así cualquier discrepancia política entre
grupos políticos diferentes que apoyan la sublevación). Serviría para aportar contenido ideológico al nuevo
estado.
-Depuró a todos los funcionarios cercanos a la República.
-Se aprueba el Fuero del Trabajo que elimina toda organización sindical. Se prohíben las huelgas.
-Anuló la libertad de expresión y estableció la censura de la prensa y de los medios de
comunicación, controlando el contenido y la difusión pública de textos escritos. Fin de la libertad de
religión.
-La Ley de Responsabilidades Políticas para inculpar y procesar a cualquier persona que hubiera
colaborado con la causa republicana
-Anuló las reformas educativas republicanas.
→Desde julio del 36, los militares sublevados practicaron una brutal, calculada y sistemática
represión (directrices fijadas por los dirigentes de la sublevación) que también adoptó la forma de "sacas"
y "paseos", para eliminar a los enemigos políticos e ideológicos y sembrar el terror entre la población. La
violencia se centra en los militares y fuerzas del orden que no han secundado la rebelión, las autoridades
republicanas, alcaldes, maestros de izquierda, militantes, simpatizantes y dirigentes de partidos del Frente
Popular, sindicalistas, intelectuales de izquierda y funcionarios fueron fusilados. Se llevó a cabo una brutal
represión con detenciones masivas, asesinatos y ejecuciones. A medida que se produce el avance y
ocupación de territorios se suceden las masacres (100.000??). En la retaguardia, las autoridades militares
se encargan de la represión aunque también permiten las acciones represivas de milicias de requetés y
falangistas.
→El apoyo del clero católico. Con la intención de contribuir al triunfo del bando franquista, la
jerarquía eclesiástica se encargó de la elaboración y difusión de argumentos teóricos que se usaron para
legitimar el golpe antirrepublicano. Dieron la bendición al bando sublevado, exaltando a Franco con planes
divinos y los sublevados como hijos de Dios. Durante y al finalizar la guerra, el respaldo del clero católico
fue recompensado con generosidad por el bando franquista, que garantizó a la Iglesia la situación de
privilegio. Los eclesiásticos reciben el control de la educación pública y privada en todos los niveles.
5.2.2) Situación económica del bando sublevado
Los sublevados disponían de la mayor parte de las tierras de cultivo por lo que no tenían problemas
importantes de abastecimiento. Sus carencias industriales explican el interés mostrado dese el principio de
la guerra por ocupar la franja norte de la Península. En contraste con lo que ocurría en la zona republicana,
el control de la producción fue estricto en las zonas ocupadas por los sublevados, para lo cual contaban con
la colaboración de los propietarios rurales, la banca y los grandes financieros. En cuanto las tierras
expropiadas, se restituyeron a sus antiguos propietarios y anularon todas las actuaciones de la Reforma
Agraria.
Recibió ayuda de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler de forma masiva y pagadera en
dinero y en materias primas, especialmente en algunos minerales de los que andaba necesitada la industria
de guerra alemana (como el wolframio).

Especifica los costes humanos y las consecuencias económicas y sociales de la guerra. (Tema 16)
6. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL
Fue el hecho más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. Durante tres años,
conciudadanos, e incluso miembros de una misma familia, lucharon entre sí; el odio entre los españoles se
acrecentó, resultando inevitable el deseo de aniquilación del contrario. Los que vencieron excluyeron y

84
persiguieron a quienes no se habían sumado a su bando. El dolor de la mayoría y el rencor de muchos era
el denominador común de la España de los años posteriores a la contienda
Costes humanos
-Se estima que el número víctimas mortales durante la guerra pudo haber superado las 500.000 de
ambos bandos en combates, bombardeos y una buena parte en actividades represivas en las retaguardias
(200.000 asesinatos y fusilamientos). En la retaguardia de ambos bandos, se desencadenó una violenta
persecución y represión, para exterminar a todos los adversarios. En las guerras civiles se suman los odios
antiguos y las rivalidades personales o familiares, que encuentran en el marco de la guerra el escenario
propicio para los ajustes de cuentas. En la zona sublevada se eliminó sistemáticamente a miembros y
simpatizantes de partidos y sindicatos de izquierdas. En la zona republicana, en especial los primeros
meses de la guerra, también fueron frecuentes la ejecuciones, aplicadas a cualquiera que resultase
sospechoso de ayudar o simpatizar con los sublevados. El número de ejecuciones en esta zona fue
sensiblemente inferior al del otro bando, en la mayoría de los casos, iniciativa de organizaciones que
actuaban por su cuenta y al margen de Estado.
-500.000 españoles se exilian por el miedo a la represión franquista, cruzan la frontera pirenaica
dirección Francia (recibidos con hostilidad en centros de internamiento al aire libre) o México (sólo
intelectuales, médicos y profesores).
-Represión durante y después de la guerra a los vencidos (excombatientes, militantes de partidos
del Frente Popular, dirigentes políticos republicanos….): silenciados, humillados, condenados a trabajos
forzados, marginados, sancionados económicamente, expulsados de sus empleos y encarcelados. No hubo
un intento de reconciliación nacional. Las cárceles se llenaron de acusadas por delitos políticos, con
miles de fusilamientos al finalizar la guerra (30.000).
-Purificación del sector público (profesores, funcionarios, jueces): descubrir y expulsar a
cualquier persona que hubiera estado afiliada a algún partido del Frente Popular, desempeñado cargos en la
República o combatido dentro del ejército derrotado (multados, castigados con la expropiación de sus
bienes y despedidos de sus empleos, siendo sustituidos por personas adictas al régimen, excombatientes o
falangistas).
-Depuraciones a los grupos profesionales (ceses de empleo y sueldo).
Costes políticos
-Se estableció una dictadura que se prolongaría casi cuarenta años, lo que suponía el fin de un
periodo modernizador y democratizador, dando paso a un largo periodo de represión, falta de libertades
políticas y supresión de derechos fundamentales de las personas.
-Internacionalmente, España sufre un periodo de aislamiento, quedando fuera del progreso europeo
desde 1945.
Costes económicos
-Consecuencias económicas desastrosas para el país: pérdida de reservas, disminución de la
producción agraria e industrial, disminución de población activa, destrucción de vías de comunicación
(carreteras, puentes, ferrocarriles) y fábricas, destrucción de viviendas (en ciudades que habían sido
bombardeadas), caída del nivel de renta… la mayoría de la población sufre la caída del nivel de renta, se
establecen las cartillas de cartillas de racionamiento y la privación de bienes de consumo (hambre).
Represión económica para los vencidos: pérdida de propiedades, sanciones económicas...
Costes culturales
-Destrucción de todo el esfuerzo de regeneración cultural y educativo de la Edad de Plata de la
cultura española (1898-1936), volviendo al oscurantismo clerical, la represión y la censura. Muchos
intelectuales tuvieron que exiliarse (Machado, Alberti, Picasso). A nivel material se produjo una
importante pérdida de patrimonio cultural por los bombardeos y por la deliberada violencia anticlerical en
la zona republicana.

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BLOQUE 11. LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

Elabora un esquema con los grupos ideológicos y lo apoyos sociales del franquismo en su etapa
inicial
(Tema 17)
1. GRUPOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES DEL FRANQUISMO
El régimen franquista perduró casi cuatro décadas. En este tiempo fueron muchos los cambios que se
produjeron fuera y dentro de España. Y un régimen político dictatorial, en el contexto del Occidente
europeo, no hubiera sobrevivido tanto tiempo si no hubiese sido capaz de adaptarse a las cambiantes
circunstancias. Por ello, tanto las familias ideológicas del régimen, como las bases sociales sobre las que se
apoyaba, variaron con los años y lo único que permaneció inmutable fue la voluntad del dictador de
mantenerse en el poder hasta su muerte.
1.1.-LOS GRUPOS IDEOLÓGICOS
Los grupos políticos que apoyaron la sublevación militar componían un abanico ideológico muy
amplio, aunque siempre en los límites de la derecha política. Su alianza se basaba más en los rechazos
comunes que en las aspiraciones. Todos rechazaban la República, con lo que conllevaba el laicismo,
libertades, democracia multipartidista, etc.
El régimen franquista contará con el apoyo de grupos ideológicos conocidos como las familias del
régimen. Se consideran como familias del régimen los falangistas, los militares, los católicos y los
monárquicos. Franco evitó siempre que alguna de estas familias acaparase demasiado poder y destacase
muy por encima de las demás. Siempre buscó equilibrar la participación de los distintos grupos en el
gobierno y los altos cargos. Cada una de estas familias fue ganando o perdiendo protagonismo a lo largo de
la dictadura, pero siempre estuvieron todas presentes aunque muy controladas por Franco. Las relaciones
entre los diferentes grupos que conformaban el entramado del régimen franquista no siempre fueron
buenas. Tenían disputas para ganar una mayor influencia cerca de Franco; los recelos mutuos y
encontronazos por conseguir los mejores puestos dentro del gobierno fueron bastante frecuentes.
-Los falangistas: El número de falangistas había crecido espectacularmente durante la guerra.
Falange Española Tradicionalista y de las JONS era el partido único subordinado a Franco y que se
denominaba Movimiento Nacional. En los comienzos del franquismo su influencia fue muy grande.
Controlaron el aparato de propaganda y la organización sindical. En 1940, su estructura interna estaba
definida y completada con la puesta en marcha de la Sección Femenina, el Frente de Juventudes o el
Sindicato español universitario (SEU). Querían garantizar el encuadramiento de las mujeres, los jóvenes y
los estudiantes universitarios dentro del partido único falangista. Su función era de propaganda ideológica.
La derrota germano-italiana en la Segunda Guerra Mundial hizo que Franco decidiese desprenderse de la
parafernalia y los símbolos externos que recordaban a los rituales fascistas, suprimiendo la obligatoriedad
del saludo “a la romana”. A mediados de los años 50, habían perdido su influencia, aunque continúan
beneficiándose del reparto de puestos y cargos en todos los niveles y sectores de la administración estatal,
de la propaganda, de la organización sindical estatal, de las instituciones verticales y de los organismos
municipales y culturales oficiales.
-Los militares: la mayoría de los oficiales y los mandos habían luchado contra el bando
republicano y estaban convencidos de que debían defender la dictadura contra sus enemigos políticos
internos (comunistas, socialistas, anarquistas, demócratas, liberales, nacionalistas). Obedecieron, con
fidelidad y disciplina, al dictador, porque compartían los principios ideológicos del régimen e identificaban
a Franco con la defensa de los intereses de la Patria, sin poner en duda el poder del Caudillo. Fueron el
apoyo más decidido y fiel del franquismo. Algunos Ministros y los gobernadores civiles provenían del
Ejército. Las fuerzas del orden público, la Guardia Civil y la Policía, se encontraban asimiladas por la
función militar. El Ejército tenía también la función de mantener el orden público y la represión de los
opositores.
-Los monárquicos: una gran parte de los apoyos del golpe de 1936 la constituían los monárquicos,
que se habían opuesto a la República y habían defendido el retorno de la monarquía autoritaria. Aspiran al
restablecimiento de una monarquía pero apoyan al régimen. No forman un bloque unitario porque se
encuentran divididos en carlistas o tradicionalistas (que carecen de un candidato definido y, aunque su
organización política ha sido integrada en la FET y de las JONS, mantienen sus señas de identidad
86
defendiendo la tradición y los fueros) y donjuanistas (algo decepcionados por negarse Franco a dejar el
poder a don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, con el que mantiene tensas relaciones). Ambos grupos
ocuparán puestos clave.
-Los católicos: la Iglesia Católica fue el poder legitimador de la dictadura ante la opinión pública y
apoyó incondicionalmente al régimen. A cambio de su propaganda e ideología (y tras la firma del
Concordato con la Santa Sede, 1953), la Iglesia tiene presencia en las más altas instituciones del régimen
(Cortes), y Franco le cedió casi el control exclusivo de la educación, la censura (control de la moral) y de
gran parte de los medios de comunicación. Aparte de la Iglesia muchos católicos apoyaron el régimen por
su defensa de la mentalidad tradicional (familia, propiedad, religión, orden).
1.2-LOS APOYOS SOCIALES
Algunos de los factores que explican el amplio respaldo social al dictador y que le permiten retener
el poder durante casi cuarenta años fueron:
-El recuerdo de la Guerra Civil (muertos, destrucción y exilio) y el deseo de preservar la paz y
evitar conflictos violentos. Se forma lo que se conoce como una mayoría silenciosa.
-Resignación y temor a la represión (50.000 ejecuciones entre 1939 y 1975).
-Efectividad de la propaganda oficial y la influencia de los medios de comunicación controlados
por el régimen, que exaltaron al gobierno y a Franco.
Los apoyos sociales fueron, básicamente, los grandes propietarios de tierra y la burguesía industrial
y financiera, que recuperan con el nuevo régimen el poder que las reformas de la Segunda República y el
proceso revolucionario abierto en la zona republicana durante la guerra civil habían puesto en peligro. El
franquismo contó además con el apoyo de pequeños y medianos propietarios agrarios -sobre todo en el
norte y ambas Castillas- y de las clases medias urbanas de mentalidad conservadora. Estos grupos se
identifican con el franquismo por su carácter autoritario, por la garantía del orden público que supone y la
defensa que hace de los valores tradicionales de la sociedad (familia, propiedad privada, religión católica,
etc.).
El ejército y el clero constituyeron una categoría aparte, y su poder e influencia impregnaban todos
los aspectos de la vida política, social y cultural de España.

Explica la organización política del Estado franquista. (Tema 17)


1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONAL DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
El prestigio del general Francisco Franco, su autoridad y su popularidad entre los vencedores se
basaban en su éxito para dirigir y ganar la guerra contra los republicanos. Pero el Caudillo también
demostró poseer una enorme habilidad y capacidad de adaptación para mantenerse en el poder a lo largo de
los años sin limitaciones. Además de concentrar los poderes políticos y militares en la figura de Franco, los
rasgos del régimen franquista fueron el establecimiento de un régimen autoritario, una dictadura. Se
suprimió la Constitución de 1931, y con ella la anulación de libertades, el rechazo de principios
democráticos, la negación del sufragio universal y la supresión del pluripartidismo.
Tras su victoria en la Guerra Civil, el general Francisco Franco instaura en toda España una
dictadura. Entre 1936 y 1942 el nuevo Estado que se creó tuvo un claro carácter totalitario inspirado en
los regímenes fascistas de Italia y Alemania. Los falangistas tuvieron un gran peso político en la
configuración de este nuevo Estado. Se prohíben sindicatos y partidos políticos y solo se permite un único
partido llamado Falange Española Tradicionalista y de las JONS y se obligaba a la integración de los
trabajadores en el Sindicato Vertical.
Franco concentra todos los poderes en sus manos: Jefe del Estado, del Gobierno, del Ejército y del
partido único (el Movimiento). Controló la designación de mandos militares, jueces, alcaldes, obispos,
rectores universitarios y directores de periódicos. Al mismo tiempo, su figura se fue rodeando de
propaganda y una serie de símbolos y lemas encaminados a resaltar su liderazgo y su papel
providencialista.
El Fuero del Trabajo (1938) reguló el ámbito laboral. Inspirado en el corporativismo fascista italiano,
se prohibían los sindicatos de clase y se regulaban las relaciones laborales, quedando controladas por el
Estado mediante la Organización Sindical Española, conocida como el Sindicato Vertical. Dividido en
24 ramas, donde se encuadraban, obligatoriamente, todos los trabajadores asalariados. Dentro del partido
único y controlado por los falangistas, siempre estuvo controlado por el gobierno. Sus funciones eran
87
reforzar la disciplina y el control sobre los obreros e impedir cualquier conflicto entre patronos y
asalariados. No está reconocido el derecho de huelga.
A partir de 1942, a medida se entreveía la derrota de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial,
el régimen fue cambiando su fachada fascista y articulando nuevas instituciones y estructuras, que le
dieron un carácter menos totalitario. Para recrear una cierta estructura institucional, entre 1942 y 1947, el
dictador irá aprobando, una serie de leyes de rango superior y especial significación conocidas como Leyes
Fundamentales que se suman al Fuero del Trabajo. El proceso de institucionalización del régimen
discurrió con lentitud (adaptado a las circunstancias de cada momento) y su legislación fundamental fue
elaborada entre 1940 y 1967. Las leyes fundamentales trataban de definir la forma de estado, instituciones
y principios de gobierno de la dictadura:
→Ley Consultiva de las Cortes (1942): Su composición y su funcionamiento eran totalmente
antidemocráticas. La representación era corporativa y por causas naturales: la familia, el municipio y el
sindicato. Sus miembros-los procuradores- eran designados por Franco o elegidos en representación de los
Sindicatos Verticales, miembros del Movimiento, representantes de la jerarquía eclesiásticas, alcaldes de
las mayores ciudades. Se trata de un órgano sin capacidad legislativa, simplemente consultivo y que se
limita a aprobar las leyes elaboradas por el dictador sirviendo de legitimación y apoyo al régimen (Franco
elabora y sanciona las leyes). Sus funciones eran: colaborar en la preparación de las leyes, debatir los
proyectos legislativos presentados por el gobierno, proceder a su aprobación y aplaudir los discursos del
dictador (se convirtieron en una cámara de aclamación de las iniciativas legislativas y políticas de Franco).
→Fuero de los españoles (1945): declaración doctrinal del régimen. Su promulgación no introdujo
modificaciones en la vida política española. De hecho, los derechos y las libertades reconocidas no fueron
más que pura ficción, ya que nadie podía contravenir el régimen y todos debían proclamar la lealtad a
Franco. Unos derechos muy restringidos y que no permiten cuestionar la dictadura, además de poder ser
suspendidos en cualquier momento. Además, se confirmaban las restricciones a las libertades de expresión
y asociación y se prohibían las ceremonias y manifestaciones religiosas públicas no católicas.
→Ley de Referéndum Nacional (1945): Establecía la posibilidad de que el jefe del Estado sometiera
a consulta popular los proyectos de ley de especial trascendencia. Consistía en un procedimiento de voto
directo para la ratificación popular de textos legislativos que fueran considerados de trascendencia (Ley de
Sucesión y Ley Orgánica del Estado). Estas consultas no eran democráticas, ya que no se permitía ningún
tipo de propaganda contraria ni de control de votación.
→Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): afirmaba el poder vitalicio de Franco,
definía a España como un reino y regulaba el mecanismo de sucesión, para conseguir la continuidad del
régimen. Franco tendrá el poder vitalicio y podrá designar a la persona que le sucederá, que lo será a título
de rey, con una monarquía tradicional y no parlamentaria, con un sucesor varón, español, católico y que
jurara la fidelidad a las leyes fundamentales y los principios del Movimiento Nacional. Aparecen dos
nuevas instituciones: el Consejo del Reino que asesoraba al Jefe del Estado y el Consejo de Regencia.
→Ley de los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (1958): Esta ley confirmaba
los principios políticos del régimen aprobados hasta este momento como el antiliberalismo, antimarxismo
y nacional-catolicismo. Se prohibía cualquier partido político o corriente política que no se integrara en el
Movimiento Nacional. El término Movimiento Nacional sustituyó al de FET de las JONS, tras la firma de
los acuerdos bilaterales con los EEUU, por sus resonancias fascistas y totalitaristas.
→Ley Orgánica del Estado (1967): Pensada para completar la institucionalización del régimen y
asegurar su continuidad tratando de ofrecer una apariencia de Estado de derecho, pero sin modificar la
esencia autoritaria, de cara a permitir la plena integración de España en Europa: separó los cargos de jefe
de Estado y presidente de Gobierno, asentó la institución monárquica y abrió la posibilidad de crear
asociaciones políticas, siempre que aceptaran los principios del Movimiento. El jefe de Estado mantiene un
poder omnímodo y prácticamente ilimitado.
3. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
El régimen se asentó en una serie de principios en cuya defensa coincidieron tanto Franco como los
distintos grupos socio-políticos vencedores de la guerra.
-Anticomunismo: identificando como comunistas a socialistas, anarquistas o comunistas. El
anticomunismo será una constante y arreciará en la década de los 50 en el contexto de la Guerra Fría. Se

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responsabiliza al comunismo conspirar permanentemente contra el régimen, lo cual legitima su
persecución.
-Antiliberalismo. Rechazo del liberalismo político y la democracia parlamentaria, identificada con
el marxismo y lo antiespañol. Se critica la democracia acusada de dividir a la sociedad y debiendo ser
eliminada cuanto antes (no se admiten opciones políticas distintas, no se admite la libertad de prensa y de
opinión, ni los derechos individuales de los ciudadanos). Se prohíben las huelgas y las manifestaciones
obreras y los sindicatos libres. No existe ningún tipo de libertad de prensa y se estableció un sistema de
censura sobre todos los medios escritos y audiovisuales.
-Frente a esta democracia liberal, el régimen planteará el autoritarismo y la denominada
“democracia orgánica”, defendida con fines propagandísticos como la democracia verdadera al eliminarse
lo peor de ésta (los partidos políticos) sustituidos por el partido único FET y de las JONS (concebido como
el Movimiento Nacional) y basarse en la participación mediante los órganos fundamentales del Estado: la
familia, el municipio y el sindicato. Creó un sistema corporativista que concibe el sistema político y la
sociedad en él representada como un cuerpo en el que cada institución, elemento u órgano tiene su función
y no puede ejercer ninguna otra. En España, el parlamento pasa a ser unas "Cortes Orgánicas" en las que la
representación es por corporaciones (municipios, sindicato -todos miembros del Movimiento-).
-El nacional-catolicismo: afirmaba la necesidad del mantenimiento de una fuerte vinculación entre
patria y religión y defendía la convicción de que el catolicismo representaba la esencia de la nación
española. La religión católica, oficial del Estado, es una de las principales señas de identidad del régimen.
Sirvió para justificar la catolicidad oficial del estado entre 1939 y 1975, así como la colaboración activa,
con Franco, del clero. La Iglesia era sostenida por el Estado y tenía un gran protagonismo en la Enseñanza
primaria y secundaria, controla la vida social y ejerce la censura. Se impone una estricta moral católica a
todos los niveles. Todos los actos de la vida pública se acompañan de símbolos religiosos. Para definir esta
estrecha vinculación entre la Iglesia y el Estado se generalizará el término de nacionalcatolicismo
- Nacionalismo centralista: Concepción unitaria de España, basada en ideales como el
tradicionalismo (se exaltan los valores tradicionales conservadores y épocas gloriosas pasadas como la
Reconquista o el Imperio), el nacionalismo (exaltación de la patria y sus símbolos, la bandera y el himno
nacional) y el centralismo, con la unidad de la patria como uno de los valores fundamentales, rechazando
cualquier tipo de autonomía de las regiones y prohibiendo cualquier lengua distinta del castellano. Las
posiciones ideológicas de los movimientos nacionalistas catalán y vasco sufrieron las condenas doctrinales,
la hostilidad de la censura y la persecución policial del régimen.
- Militarismo: un elemento que nunca abandonó el franquismo fue su carácter de administrador de
una victoria militar. Vida cotidiana plagada de desfiles, uniformes y símbolos castrenses. La radio y la
prensa (sometidas a una férrea censura) recuerdan permanentemente la guerra, la victoria y ensalzan el
papel del Ejército y sus valores. A los militares se les confiaron numerosos gobiernos civiles y la
responsabilidad del orden público, y llegaron a sumar un total de cuarenta ministros en los diferentes
gabinetes de Franco.
- Se crea un poderoso aparato represivo con numerosos juicios, encarcelamientos y ejecuciones
que se respaldan en diferentes leyes: Ley de Responsabilidades Políticas (1939) prohibía y castigaba
severamente cualquier manifestación u organización en contra del régimen franquista, pero también tenía
un carácter retroactivo y sus objetivos son: perseguir, depurar, encarcelar y sancionar a todos los individuos
que hubieran tenido vinculación en el pasado con grupos políticos (partidos republicanos, Frente Popular)
o sindicalistas de izquierdistas, o que hubiesen dado su apoyo al bando republicano durante la guerra o
colaborado con la República. En consecuencia se produjeron detenciones, perdida de trabajo y patrimonio,
y encarcelaciones de miles de personas por sus ideas políticas, de los cuales muchos fueron ejecutados. La
Ley para la supresión de la Masonería y el Comunismo (1940) completa la anterior ley represiva.

Especifica las causas de la crisis final del franquismo desde 1973. (Tema 17)
4.2.1 El final del franquismo (1973-1975)
→Franco designa a Carrero Blanco como presidente del gobierno (1973), que quiso apuntalar los
fundamentos políticos e institucionales del régimen, para asegurar su mantenimiento, tras el previsible
fallecimiento del dictador. El gobierno de Carrero es muy inmovilista: su idea era tratar de continuar el
franquismo después de Franco. Aunque había iniciativas aisladas para ampliar las libertades (Fraga o
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Areilza). Este contexto anima a los grupos antifranquistas a una mayor coordinación en la clandestinidad
(comunistas, socialistas, nacionalistas vascos y catalanes). El franquismo da síntomas de agotamiento
(vejez del dictador, organización de la oposición, crisis económica).
→En los inicios de los setenta se suceden diferentes organizaciones terroristas que cometen
secuestros y asesinatos como forma de oposición armada al régimen de Franco. Son los actos terroristas
perpetuados por los miembros del FRAP, los GRAPO o ETA. Hay una escalada de secuestros, atentados y
chantajes. En diciembre de 1973, un comando de ETA asesinó al almirante y jefe de gobierno, Carrero
Blanco, en pleno centro de Madrid (Operación Ogro).
→Tras el asesinato de Carrero Blanco, el gobierno quedó en manos de Carlos Arias Navarro, que
demostró su indecisión y falta de capacidad para sostener un régimen en desmoronamiento y hacer frente
al deterioro de salud de Franco, la crisis económica, los atentados de ETA, las reivindicaciones marroquíes
sobre el Sahara, el distanciamiento del Vaticano y la creciente presión de la oposición antifranquista. Su
respuesta fue endurecer la represión policial y las condenas judiciales. Hubo sentencias de muerte frente a
militantes de ETA (protesta internacional contra la dictadura). La victoria de la revolución de los claveles
portuguesa de 1974, que acaba con la dictadura lusitana, aumentaron sus temores, buscando apoyos en los
sectores más inmovilistas y ultraderechistas.
→Desde verano de 1975 Franco enferma y ya no se repondrá completamente. Varios hechos
marcaron los últimos meses de vida del régimen franquista: la ejecución en septiembre de cinco
acusados de actividades terroristas (3 del FRAP y 2 de ETA) a pesar de las peticiones de clemencia
desde todos los ámbitos y la presión internacional. También aumentan las complicaciones internacionales.
El gobierno marroquí, que reclamaba los territorios del Sahara español, aprovechó esta debilidad para
llevar a cabo, en 1975, una ocupación pacífica de la zona del territorio colonial español en el Sahara,
movilizando a la población civil (Marcha Verde). El gobierno español ordenó la retirada del ejército
español del territorio saharaui.
→Tras una larga agonía Franco muere el 20 de noviembre de 1975. Terminaba así una dictadura
personal de casi 40 años de duración y se abría una etapa de cambios que conducirían a la etapa que
conocemos como la transición a la democracia.

Relaciona la evolución política del régimen con los cambios que se producen el contexto
internacional.
(Tema 17)
4. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y COYUNTURA EXTERIOR
El régimen franquista perduró casi cuatro décadas, desde 1939 hasta 1975, a lo largo de las cuales, la
dictadura personal del general Francisco Franco fue adaptándose tanto a las cambiantes circunstancias que
se produjeron a nivel internacional como a las propias transformaciones del país, pero manteniendo
siempre la esencia del denominado Movimiento Nacional. Esta capacidad de adaptación explica la
supervivencia de un régimen dictatorial durante tanto tiempo en el contexto democrático del Occidente
europeo.
4.1 EL FRANQUISMO ENTRE 1939-1959
4.1.1) El franquismo ante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
El franquismo se institucionalizó bajo la influencia de las potencias totalitarias y fascistas, Italia y
Alemania. Son años por lo tanto de protagonismo de los falangistas. Ramón Serrano Súñer (falangista y
cuñado del dictador) es la figura más relevante del régimen, a quien se debió en gran medida la inicial
configuración del Estado. El estilo fascista de gobierno y de representación del poder es muy evidente.
Franco concentra todos los poderes del Estado, del gobierno, del ejército y lidera el único partido
permitido, FET-JONS. La Falange alentó un encuadramiento de la sociedad típicamente fascista, a través
de la Organización Sindical, el Frente de Juventudes o la Sección Femenina. Son años de fuerte represión y
persecución de cualquier tipo de oposición (encarcelamientos y miles de ejecuciones). No hay ningún
intento de reconciliación nacional y se continúa la represión de los vencidos con la Ley de
Responsabilidades Políticas de 1939 y la Ley para la Supresión de la Masonería y el Comunismo de 1940:
siguen los encarcelamientos y ejecuciones así como los trabajos forzados.
En 1939, la identificación ideológica del régimen franquista con el fascismo era completa. Al
estallar la II Guerra Mundial Franco declara la neutralidad española (situación de ruina del país),
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aunque siempre tuvo abierta simpatía a las potencias del Eje (acuerdo con Alemania de suministros y
minerales). Las victorias germano-italianas y la rendición de Francia (1940) hacen cambiar al dictador de
política en la guerra. En octubre de ese mismo año se produce la entrevista de Franco y Hitler en
Hendaya en la que no llegan a un acuerdo concreto para la entrada de España en la guerra (España exige
excesivas condiciones que no son aceptadas). Concede facilidades a italianos y alemanes para la
instalación de radares y aprovisionamiento de aviones de combate, submarinos y buques de guerra en
territorio peninsular. Además, la prensa y la propaganda oficial criticaban al gobierno norteamericano y los
falangistas pedían entrar en la guerra para ayudar a Alemania. España pasa a definirse como “no
beligerante”. En 1941 se reúne con Mussolini en Bordighera.
Franco, convencido de la victoria alemana, deseaba sacar beneficios del hipotético reparto de
territorios (Gibraltar, norte de África), que se produciría tras consumarse la previsible derrota de los
británicos. Así, manifestó a Hitler y a Mussolini la disposición de España a intervenir en el conflicto.
Consciente de la capacidad económica y militar del país, condicionó la intervención española al envío de
suministros, material de guerra y alimentos a Alemania e Italia. Las peticiones territoriales de Franco para
entrar en la guerra fueron desmesuradas para Hitler (que tenía escaso interés en la participación española y
se niega a atender sus pretensiones). Franco abandonó su neutralidad. En 1941, el ejército alemán invadió
la Unión Soviética. Franco envió un cuerpo expedicionario (División Azul), de miles de voluntarios que
combatían con las tropas alemanas en el frente ruso. El dictador acusaba a los comunistas de todos los
males del país, por lo que había que luchar con los bolcheviques para salvar Europa. El gobierno español
concedió incentivos económicos y ventajas laborales a los voluntarios de la División Azul. Tras la caída de
Mussolini y el desembarco de las tropas aliadas en Italia en 1943, el gobierno español ordenó el regreso de
la División Azul y dio instrucciones a la prensa para dar una mayor cobertura informativa de la victoria de
los norteamericanos y británicos. Vuelta a la neutralidad. En 1944, Franco suspendió los envíos a los
alemanes, cuya derrota era inminente. Desde ese momento se evita el apoyo a las potencias del Eje y el
régimen franquista empieza a desmarcarse de sus rasgos totalitarios y fascistas. Franco intenta ganarse la
simpatía de los aliados.
4.1.2) El aislamiento internacional (1945-1953)
La victoria aliada en 1945 dejó al régimen franquista en una difícil situación que obligó a realizar
cambios que modificasen la imagen de España a nivel internacional y posibilitasen la supervivencia del
régimen. Se promulgó el Fuero de los Españoles y la Ley de Referéndum. Pero estas medidas son pura
cosmética que no altera la esencia de un régimen que se empeña en definirse como una “democracia
orgánica”. Se cambió también de gobierno apartando a los más comprometidos con el fascismo (pero la
Falange no desaparece). El régimen intentaba legitimarse acentuando sus características católicas y su
monarquismo. Es el comienzo de la etapa del nacionalcatolicismo. Las relaciones del régimen con los
monárquicos, por contra, no son tan fáciles por las malas relaciones de Franco con don Juan de Borbón,
especialmente desde que este haga público el Manifiesto de Lausana (1945) en el que declaraba partidario
de una transición a la democracia y una amplia amnistía (no obstante, en 1947, con la Ley de Sucesión,
Franco se decanta por una monarquía para el futuro y hace trasladar a España a Juan Carlos, hijo de don
Juan, para que recibiera una educación controlada por el régimen).
Pero todos estos esfuerzos no evitaron el rechazo internacional hacia el régimen franquista. Los
países vencedores (EEUU, Gran Bretaña, Francia y URSS) consideraban al régimen franquista como un
reducto del fascismo contra el que habían luchado y rechazaron la admisión de España en la ONU, por la
vinculación del régimen a Alemania e Italia. En 1946, la ONU condenó el régimen para que todos los
países miembros rompieran relaciones con él, por su amenaza a la paz mundial y Francia cierra la frontera.
Los norteamericanos excluyen a España del Plan Marshall y solo algunos países mantuvieron sus
embajadores en España (Argentina, Portugal).
A partir de 1947 la situación internacional dará un giro que beneficiará al régimen franquista. Se
inicia el periodo de tensión entre EE.UU. y la URSS que conocemos como Guerra Fría. El mundo se
dividía en dos bloques: capitalismo frente a comunismo. En esta nueva situación internacional, la España
de Franco se vio entonces como un fiel aliado anticomunista y ya no como un enemigo de pasado
fascista. Fueron los EE.UU. los que iniciaron su acercamiento a Franco. Con su ayuda, los embajadores
extranjeros volvieron a Madrid entre 1950 y 1951.

91
La reinserción internacional se produjo durante los años 50. Franco obtuvo el reconocimiento de
hecho por parte de la ONU y, con la Guerra Fría, el gobierno estadounidense cambió su actitud, se acercó
diplomáticamente y financieramente al gobierno franquista.
4.1.3) Los acuerdos con EEUU (1953). Fin del aislamiento internacional
→Esa aproximación se debe al aumento de la tensión soviético-norteamericana a escala mundial,
que incrementó la importancia geoestratégica de la Península Ibérica. EEUU temía una posible
expansión comunista por el continente europeo y buscó todo tipo de aliados en su confrontación contra la
URSS, y deseaba utilizar el territorio español como punto de partida para una hipotética contraofensiva
antisoviética. En 1953, el gobierno español firmó acuerdos bilaterales militares (ayuda militar y defensa
mutua) y económicos con EEUU, rompiendo el aislamiento y estableciendo contactos con el presidente
Eisenhower (visita a España, 1959) que afianzan el poder de Franco y su reconocimiento internacional
(fortalecimiento de la imagen del régimen). Se concedía a EEUU la apertura de cuatro bases militares
aeronavales en Zaragoza, Torrejón de Ardoz (Madrid), Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz),
donde también instalaron una base de submarinos nucleares y el gobierno español recibió suministros de
material bélico y ayuda económica norteamericana.
→También firmó el Concordato con el Vaticano en 1953 que confirma la confesionalidad católica
del Estado español y concedía a la Iglesia amplios privilegios.
→Se produce también la entrada de España en la ONU en 1955, gracias al respaldo del gobierno
norteamericano y la admisión en otros organismos (UNESCO; OMS, FMI); mientras fracasan los intentos
franquistas de unirse a la CEE o a la OTAN, por la ausencia de libertades democráticas en España.
→Además en estos años se inicia el proceso descolonizador de los territorios españoles en
África. España debió reconocer la independencia marroquí (1956), tras las huelgas y manifestaciones
antiespañolas en las principales ciudades del protectorado norteafricano; aunque España retiene el Sahara
occidental, Guinea ecuatorial y Sidi Ifni.
4.2 LA EVOLUCIÓN DEL FRANQUISMO DE 1959 A 1975. EL FRANQUISMO TARDÍO
Esta etapa se caracterizó por el inmovilismo, porque no se modificaron los fundamentos esenciales
del régimen, por temor a poner en peligro su continuidad. En España, había falta de libertades,
mantenimiento de estricta censura, atraso tecnológico, clericalismo, opresión policial y escaso dinamismo
cultural.
Rasgos del franquismo entre 1959-1972
A finales de los 50, el régimen estaba ya reconocido internacionalmente pero, a nivel interno,
resultaba evidente que la política económica de la autarquía había fracasado. La economía española
necesitaba una nueva orientación que superase las dificultades y abriese las puertas a la modernización
conectándose con una Europa que asistía a una etapa expansión económica una vez recuperada de la
Segunda Guerra Mundial. La entrada dentro del aparato del Estado de nuevas generaciones de políticos,
los llamados tecnócratas, dará al régimen esa nueva orientación. Los tecnócratas son hombres de empresa,
técnicos o especialistas, que tratan de llevar a cabo una gestión eficaz por encima de planteamientos
ideológicos, pero mostrando siempre lealtad a Franco. Muchos de ellos son miembros del Opus Dei. Los
tecnócratas son incorporados a puestos de mayor responsabilidad (ministros): Ullastres, Navarro Rubio y
Silva Muñoz (economistas), López Rodó (derecho), López Bravo (ingeniero) y Fernández de Mora
(jurista). Tienen una concepción autoritaria y conservadora del régimen en lo político pero tratarán de
impulsar un mayor desarrollo económico y social. Comienza también a destacar la figura del almirante
Carrero Blanco, convertido en la mano derecha de Franco. Tratando de acercarse más a Europa, el
régimen iniciará una tímida apertura política, más aparente que real y rechazando, por supuesto, la
democracia parlamentaria. En 1958 se aprobó la Ley de Principios del Movimiento Nacional que no
supone una sustancial novedad sino que más bien es una síntesis de los principios básicos del régimen.
En el terreno sindical se produjo una cierta relajación: se reconocen las negociaciones colectivas
con la Ley de Convenios Colectivos de 1958 y este tipo de negociaciones cobrará importancia desde
comienzos de los 60. Pero la representación de los trabajadores se debía desarrollar a través del Sindicato
Vertical.
El intento aperturista se manifiesta en aspectos como la aprobación en 1966 de la Ley de Prensa
(por el ministro Manuel Fraga) que suprimía la censura previa, se da cierta libertad de prensa, aunque

92
mantenían rígidos controles, y las sanciones posteriores, sobre todo lo que se publicaba. Sigue existiendo
un control sobre las noticias.
En 1967 se aprobó Ley Orgánica del Estado, pensada para completar la institucionalización del
régimen y asegurar su continuidad tratando de ofrecer una apariencia de Estado de derecho, pero sin
modificar la esencia autoritaria. Esta ley mantiene la definición del Estado como un reino e introdujo la
separación de los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno (designado por Franco), y modificó
la composición de las Cortes (se establecía la elección de parte de las Cortes mediante sufragio de cabezas
de familia, aunque solo permitía presentarse a candidatos afines al Movimiento). Franco trató de disfrazar
a su régimen con el nombre de “democracia orgánica”, un sistema político en el que la representación
popular no se ejerce a través del sufragio universal sino a través de las relaciones sociales "naturales" como
la familia, el municipio y el sindicato (corporaciones). Los representantes elegidos eran los que deseaba el
régimen.
En 1969, Franco nombra a Don Juan Carlos de Borbón como su sucesor en la Jefatura del
Estado, con el título de rey (tras 22 años de haber aprobado la Ley de Sucesión). Don Juan Carlos jura ante
las Cortes franquistas la fidelidad a Franco y los principios del Movimiento, sería la continuidad del
régimen.
Los principales problemas internos estaban en las huelgas, los desencuentros Iglesia-estado,
protestas de estudiantes universitarios, el inicio de la actividad terrorista de ETA y el aumento de los
enfrentamientos por el control del poder entre los distintos grupos que le respaldaban y colaboran
(católicos, tecnócratas, conservadores aperturistas como Fraga y falangistas más inmovilistas). En 1969, se
descubrió el escándalo MATESA, un tema de corrupción financiera e industrial en el que estaban
implicadas personas pertenecientes al gobierno.
En política exterior, mantuvo buenas relaciones con los gobiernos conservadores de De Gaulle
(Francia) y Adenauer (Alemania), con los que negoció acuerdos de cooperación comercial durante los 60.
Las relaciones con el Vaticano se enfrían tras el Concilio Vaticano (modernización de la iglesia católica) y
las peticiones de la devolución de Gibraltar enturbian las relaciones con Gran Bretaña, sobre todo, cuando
Franco cierra la frontera entre La Línea y Gibraltar. Además el gobierno español solicitó, sin éxito, nuestra
entrada en la CEE (1963) y no fue aceptada por su carácter dictatorial.
Concedió una amplia autonomía política a Guinea ecuatorial (1963), consiguiendo la independencia
en 1968 y el Sidi Ifni también fue descolonizado y entregado a Marruecos en 1969.
El final del franquismo (1973-1975)
→Franco designa a Carrero Blanco como presidente del gobierno (1973), que quiso apuntalar los
fundamentos políticos e institucionales del régimen, para asegurar su mantenimiento, tras el previsible
fallecimiento del dictador. El gobierno de Carrero es muy inmovilista: su idea era tratar de continuar el
franquismo después de Franco. Aunque había iniciativas aisladas para ampliar las libertades (Fraga o
Areilza). Este contexto anima a los grupos antifranquistas a una mayor coordinación en la clandestinidad
(comunistas, socialistas, nacionalistas vascos y catalanes). El franquismo da síntomas de agotamiento
(vejez del dictador, organización de la oposición, crisis económica).
→En los inicios de los setenta se suceden diferentes organizaciones terroristas que cometen
secuestros y asesinatos como forma de oposición armada al régimen de Franco. Son los actos terroristas
perpetuados por los miembros del FRAP, los GRAPO o ETA. Hay una escalada de secuestros, atentados y
chantajes. En diciembre de 1973, un comando de ETA asesinó al almirante y jefe de gobierno, Carrero
Blanco, en pleno centro de Madrid (Operación Ogro).
→Tras el asesinato de Carrero Blanco, el gobierno quedó en manos de Carlos Arias Navarro, que
demostró su indecisión y falta de capacidad para sostener un régimen en desmoronamiento y hacer frente
al deterioro de salud de Franco, la crisis económica, los atentados de ETA, las reivindicaciones marroquíes
sobre el Sahara, el distanciamiento del Vaticano y la creciente presión de la oposición antifranquista. Su
respuesta fue endurecer la represión policial y las condenas judiciales. Hubo sentencias de muerte frente a
militantes de ETA (protesta internacional contra la dictadura). La victoria de la revolución de los claveles
portuguesa de 1974, que acaba con la dictadura lusitana, aumentaron sus temores, buscando apoyos en los
sectores más inmovilistas y ultraderechistas.
→Desde verano de 1975 Franco enferma y ya no se repondrá completamente. Varios hechos
marcaron los últimos meses de vida del régimen franquista: la ejecución en septiembre de cinco

93
acusados de actividades terroristas (3 del FRAP y 2 de ETA) a pesar de las peticiones de clemencia
desde todos los ámbitos y la presión internacional. También aumentan las complicaciones internacionales.
El gobierno marroquí, que reclamaba los territorios del Sahara español, aprovechó esta debilidad para
llevar a cabo, en 1975, una ocupación pacífica de la zona del territorio colonial español en el Sahara,
movilizando a la población civil (Marcha Verde). El gobierno español ordenó la retirada del ejército
español del territorio saharaui.
→Tras una larga agonía Franco muere el 20 de noviembre de 1975. Terminaba así una dictadura
personal de casi 40 años de duración y se abría una etapa de cambios que conducirían a la etapa que
conocemos como la transición a la democracia.

Explica la política económica del franquismo en sus diferentes etapas y la evolución económica del
país. (Tema 17)
5. LA EVOLUCIÓN ECONÓMICA
5.1) ESTANCAMIENTO ECONÓMICO Y AUTARQUÍA (1939-1959)
La necesidad de la reconstrucción material del país tras la Guerra Civil (un país devastado en una
situación dramática y en ruina) y la Segunda Guerra Mundial que acababa de empezar, el aislamiento
diplomático del régimen y la decisión de erigir un estado español autosuficiente, impulsaron al gobierno
franquista a adoptar un conjunto de medidas económicas de carácter intervencionista y autárquico
(autosuficiencia económica). Los objetivos eran prescindir de los intercambios comerciales con el exterior,
garantizar el pleno autoabastecimiento agrario e industrial del país y producir todo lo necesario dentro de
las propias fronteras, para evitar las dependencias extranjeras. La política de autarquía pretende la
autosuficiencia del país limitando al máximo su dependencia respecto al exterior y es fruto, primero, de la
imitación del modelo fascista italiano y tras las Segunda Guerra Mundial resulta obligada por el
aislamiento internacional. Mediante leyes y decretos, tomaban decisiones sobre la distribución de artículos,
consumo, salarios, precios, intercambios comerciales e inversiones. Los intereses individuales y colectivos
quedaron completamente subordinados a los principios políticos del régimen. Sus medidas son:
→limitación de importaciones y restricción de las compras de los productos extranjeros, cerrando el
mercado interno para reservarlo íntegramente a la producción de las empresas españolas. Sólo se
importaban los mínimos de productos imprescindibles e imposibles de obtener en el interior (caucho,
algodón, petróleo...), concediendo subvenciones estatales y ventajas fiscales (para empresas importadoras).
→organización de la producción, comercialización y distribución de cereales, obligando a los
cultivadores a vender toda su cosecha a un organismo oficial, el Servicio Nacional del Trigo, que fijaba
los precios de compra, y de vender el grano a los fabricantes de harina. Se controló la producción de
patatas, arroz, legumbres, azúcar, aceite o leche, exigiendo una declaración de cantidades almacenadas a
los productores. Las cosechas durante estos años no cubren las necesidades de la población (atraso técnico,
climatología). Pero la producción agraria no es suficiente para alimentar a la población. Los graves
problemas de abastecimiento obligaron al racionamiento de los productos básicos.
→sistema de racionamiento de productos de consumo de primera necesidad para evitar el hambre,
garantizar el abastecimiento de la población e impedir subidas incontroladas de precios (cartillas de
racionamiento de 1939-1952). La población recurre al mercado negro donde la población busca
alimentos fuera del racionamiento (se triplican los precios) para aprovisionarse de alimentos y productos
de primera necesidad. Los años 40 fueron una época de hambre.
→Fundación del Instituto Nacional de Industria (1941) para impulsar la industrialización del país (ante
la falta de iniciativa privada), creando un grupo de empresas estatales, con capital público y gestionadas
por el gobierno, en distintos sectores estratégicos de producción (ENSIDESA, Butano, Telefónica,
HUNOSA, SEAT). Sus productos protegidos resultaron difíciles de exportar a otros países, porque carecían
de calidad y su precio era poco competitivo.
→creación de la empresa pública RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, 1941),
nacionalizando todas las redes peninsulares, que habían sido explotadas por compañías privadas. Tras la
guerra, las líneas habían quedado desarticuladas, la mitad de las locomotoras y vagones destruidos y las
empresas privadas carecían de capacidad para financiar la costosa reconstrucción de las instalaciones.

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Los resultados de este intervencionismo fueron catastróficos y dejaron al país al borde del
colapso económico. Había ineficacia, incompetencia, desorganización, desbarajuste y favoritismo. Sus
consecuencias fueron:
-estancamiento económico del país y retroceso de la producción industrial, estrangulada por los cortes
de luz y la falta de materias primas, capitales, maquinaria y tecnología.
-Aumento de inflación (35 %), por los impedimentos a la libre competencia y las excesivas emisiones de
moneda, para costear las deudas y los crecientes gastos estatales.
-Reducción de los intercambios comerciales con el exterior y el incremento del déficit comercial por la
nula competitividad exterior de los artículos industriales de fabricación española.
-Descenso de la renta per cápita (empobrecimiento de la mayoría de la población), proliferación de
barriadas chabolistas y la extensión del hambre y la miseria (España no podía producir alimentos para toda
la población).
-Disminución de los salarios, incremento de desempleo y el rápido deterioro de las condiciones de vida
de la mayoría de los españoles.
-Aumento de corrupción, favoritismo y tráfico de influencias (enriquecimientos).
-Acumulación de beneficios en manos de grupos bancarios, latifundistas y grandes empresarios.
5.2) LA ÉPOCA DEL DESARROLLO ECONÓMICO (1960-1973). MODERNIZACIÓN Y
CRECIMIENTO ECONÓMICO.
5.2.1) Cambios económicos: el Plan de Estabilización.
A mediados de los años 50, se da una fase de lenta recuperación económica, que coincide con la
ayuda financiera norteamericana. Inician la apertura de la economía española al comercio internacional,
favoreciendo la importación de productos industriales y reduciendo las intervenciones estatales en la
economía. Se acelera el crecimiento económico, sobre todo, en el sector secundario. Pero España seguía
siendo un país atrasado y se veía necesario acabar con la autarquía y liberalizar la economía española.
En 1957, España se encontraba al borde de la suspensión de pagos al exterior (estaba la amenaza de
quedarse sin petróleo), con reservas agotadas y volumen de exportaciones insuficiente para compensar la
importación de productos. Los nuevos ministros tecnócratas (técnicos expertos en economía como
Navarro Rubio y Alberto Ullastres), que Franco nombra, acabaron con la autarquía, sin alterar los
fundamentos políticos de la dictadura (se busca consolidar poco a poco la economía capitalista). Entre
1957 y 1959, impulsaron la aprobación de un conjunto de disposiciones legislativas, de reforma
económica, llamada Plan de Estabilización, con objetivos como: reinserción de España en el espacio
comercial y financiero internacional, modernización, liberalización y saneamiento de la economía
nacional. Sus disposiciones implicaban: devaluación de la peseta (para fomentar las exportaciones y
eliminar el déficit de la balanza comercial), concesión de facilidades a la inversión del capital extranjero en
España, incremento de impuestos (gasolina, tabaco, teléfono), contención del gasto público y limitación de
las subidas salariales (para contener la inflación de un 40 %). Se controló el alza de precios y se evitó la
bancarrota del estado. Pero también tuvo consecuencias menos positivas a corto plazo, el nivel de consumo
disminuyó y el desempleo creció por la quiebra de las empresas que se habían beneficiado de la protección
estatal. Este plan se consideraba imprescindible para asentar sobre una base sólida el crecimiento
económico que se quería iniciar.
5.2.2) Planes de Desarrollo.
El ministro Laureano López Rodó los elabora para coordinar y orientar el proceso expansivo y
asumió las tareas de recopilar información, programar, dirigir y poner en práctica los nuevos programas
intervencionistas de industrialización y modernización económica.
El primero (1964) quiso aumentar el volumen total de los intercambios comerciales con el exterior,
multiplicar las exportaciones de artículos españoles, incrementar el PIB, estimular el consumo de la
población e impulsar las inversiones empresariales. Para ello, realizaron fuertes inversiones de dinero
público y se conceden ayudas estatales a empresas privadas para invertir en determinadas áreas y sectores
(rebajas de impuestos, concesión de créditos oficiales a bajo interés, subvenciones a la exportación...).
Incluía la creación de los Polos de Desarrollo (Valladolid, Zaragoza) y de Promoción, para atenuar los
desequilibrios regionales y fomentar la industrialización en las regiones más deprimidas de la Península.
El segundo (1967) supuso un ritmo de crecimiento acelerado, modernizándose el aparato
productivo, la plena industrialización se completó y los niveles sociales de bienestar (aumenta la
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renta per cápita) y consumo aumentaron. Las exportaciones se duplican y España deja de estar
especializada en la exportación de productos agrícolas, pasando a vender al extranjero buques y
manufacturas industriales, dejando de ser el país atrasado, agrario y rural. Se evitaron las tensiones y se
refuerza el poder de Franco y la continuidad del régimen.
Algunos de los factores que facilitan este desarrollo económico (1960-1973) son:
→ La favorable coyuntura económica internacional y las inversiones de capital extranjero y la creciente
actividad de empresas francesas, alemanas, suizas, estadounidenses o británicas en nuestro país (la clave de
este rápido crecimiento económico fue la apertura al exterior). La adopción de tecnología foránea.
→ Los ingresos del turismo extranjero (empieza a llegar masivamente a España).
→ El dinero (ahorros, remesas) que los trabajadores españoles en el extranjero envían a sus familias en
España.
→ La presencia de capital extranjero, propiciada por las condiciones favorables que el Estado español
ofrecía (bajos salarios, escasa conflictividad social y baja presión fiscal)
→ Pero hubo problemas sin resolver y el crecimiento fue desequilibrado, desordenado e insuficiente.
Sus limitaciones económicas del desarrollismo fueron:
-desigual crecimiento de diferentes sectores productivos: industria y sector terciario, con gran impulso,
con escaso desarrollo del agrario (a pesar de planes de regadío, nuevas técnicas y maquinaria).
- creciente dependencia de la coyuntura económica exterior (capital, inversiones, energía,
tecnología).
-masiva emigración de trabajadores españoles a los países más prósperos de Europa (agricultores,
peones, artesanos, obreros industriales andaluces, castellanos y gallegos), hacia Alemania (45 %), Francia
y Suiza (25 %).
- Éxodo rural: intensa emigración del campo a la ciudad (como consecuencia de la mecanización del
campo y de las oportunidades de empleo en las ciudades en la industria y los servicios).
-Persistencia de desequilibrios regionales: concentración industrial en Cataluña, País Vasco y Madrid, o
los Polos de desarrollo, y atraso del resto.
-Mantenimiento de un sistema insuficiente de prestaciones y servicios sociales.
-Expansión desordenada de las ciudades (barrios suburbanos o chabolas).
Paralelamente al proceso de industrialización, se produce la transformación de la agricultura
tradicional. El campo español inició la mecanización y la mejora de las técnicas de cultivo (con abonos
químicos, especialización y diversificación de la producción) en un proceso íntimamente ligado al aumento
del nivel de vida de la población (que incentiva la diversificación de la producción disminuyendo la de
cereales y aumentando la de carne, leche y fruta) y al éxodo rural que se produce hacia las zonas
industriales del país y hacia al exterior (los países más desarrollados de Europa Occidental). El sector
agrario va disminuyendo su importancia en el conjunto de la economía nacional: disminuye su
aportación al PIB (aunque aumenta la producción y su valor en términos absolutos) y disminuye el
porcentaje de población ocupada en él.
5.3) LA CRISIS INDUSTRIAL DE 1973
A finales de 1973, comenzó una profunda crisis económica a escala mundial, provocada por la
rápida e imprevista subida de los precios de petróleo, fuente de energía de industria y transporte, con la
recesión económica. En España, coincide con una etapa de incertidumbre política, duró más por: la
dependencia energética exterior (67 % de energía importada); la disminución del turismo y caída de estos
ingresos; el descenso de exportaciones y la interrupción del flujo migratorio y regreso de miles de
trabajadores de Europa, agravando el paro. La crisis económica mundial evidenció las debilidades y el
agotamiento del modelo de crecimiento económico adoptado durante el desarrollismo (débil base
energética, dependencia tecnológica exterior, rigidez institucional, la ineficacia de la empresa pública
(INI), el endeudamiento empresarial y los profundos desequilibrios regionales.
La crisis afectó al sector siderometalúrgico, textil, calzado, sector naviero, construcción y banca.
Descendió el PIB, incrementó el paro, aumentó la inflación, empeoró el déficit público presupuestario,
crecimiento del déficit exterior y caída de inversiones. Las decisiones gubernamentales de 1973 y 1975
intentaron retrasar, por motivos políticos (la salud de Franco) las repercusiones de la recensión, para que la
sociedad no percibiera la gravedad económica. Las autoridades mantuvieron los precios internos de la

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energía y subvencionaron, con dinero público, las compras exteriores de petróleo (disparando el gasto
estatal), para que los nuevos precios no se trasladaran a los consumidores.

Especifica los diferentes grupos de oposición política al régimen franquista y comenta su evolución
en el tiempo. (Tema 17)
7. LA OPOSICIÓN ANTIFRANQUISTA.
7.1 LA DÉCADA DE LOS 40 Y 50
→ El desmantelamiento de los partidos políticos y sindicatos, el exilio y la dura represión
dificultaron la organización de la oposición en el interior. La represión se apoya en la Ley de
Responsabilidades Políticas de 1939 y la Ley para la Supresión de la Masonería y el Comunismo de 1940.
La mayoría de cuadros dirigentes de partidos y sindicatos habían muerto, en la guerra o ejecutados
posteriormente, o bien se encontraban en prisión o exiliados. Los partidos y sindicatos están desarticulados
y las masas obreras y campesinas se encuentran paralizadas. Su reconstrucción fue lenta y dificultosa y
tuvo que hacerse en la clandestinidad. El PCE fue el partido que en mayor medida consiguió rehacer su
estructura y mantener cierta actividad clandestina.
→ Hacia 1943, algunos grupos de ex-combatientes del antiguo ejército republicano de la Guerra
Civil formaron las primeras partidas de guerrilleros, fundamentalmente anarquistas y comunistas, para
ofrecer resistencia armada al régimen franquista y huir de la represión. Tenían la confianza de que al
acabar la Segunda Guerra Mundial los aliados penetrarán en España. Los maquis se dispersaron y se
ocultaron en zonas rurales escarpadas y montañosas y realizaron ataques nocturnos contra cuarteles,
ayuntamientos y locales falangistas; pero carecían de coordinación, tuvieron escasa efectividad y no fueron
una amenaza seria. Poco a poco, las partidas fueron capturadas o exterminadas por la Guardia Civil y el
ejército, al tiempo que cundía el desánimo por la no intervención europea, además desde 1948 tanto
comunistas como anarquistas abandonan la lucha armada.
→ En los 40, se produjeron las primeras huelgas, pese a estar prohibidas (convocadas por grupos
de oposición clandestinos) de importancia en las zonas urbanas más industrializadas del país: Barcelona,
Madrid y Vizcaya, con miles de obreros que sufrieron sus repercusiones (suspendidos de empleo y sueldo).
Se debían al malestar por el hambre, el alza de precios, el deterioro de las condiciones de vida y el
descenso de los salarios propio de los años cuarenta. El gobierno sofocó las actividades clandestinas de
partidos (PCE y PSOE) y sindicatos antifranquistas, con detenciones y ejecuciones.
→Desde el exterior, actúa el gobierno republicano en el exilio (1945), que mantuvo la esperanza
de que los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial (EEUU, URSS, Gran Bretaña y Francia)
forzaran la caída de Franco, pero no fue así. Los sucesivos gobiernos en el exilio, poco a poco, fueron
debilitándose a medida que desaparecía la vieja generación de dirigentes republicanos. Estos gobiernos
tendrán un carácter meramente testimonial, careció de representatividad y apoyos sociales. También los
gobiernos autonómicos (de Cataluña y el País Vasco) se constituyeron de nuevo en el exilio.
→ Los opositores monárquicos en torno a Don Juan de Borbón nunca preocuparon al régimen.
Don Juan (aunque durante la guerra había apoyado a los sublevados) hizo público en 1945 el Manifiesto
de Lausana en el que abogaba por la restauración de las libertades, de la monarquía y la democracia. Poco
después, se inclinó al entendimiento con Franco y permitió que su hijo Juan Carlos se trasladara a España
(1948), para completar su formación universitaria y militar, rodeado de preceptores y consejeros
franquistas. La habilidad de Franco para atraerse a Don Juan y hacer que éste aceptase la sucesión
monárquica en la persona de su hijo Juan Carlos, eliminó esta oposición, al menos de manera activa, y los
monárquicos quedarán integrados en el sistema
→Significativas resultarán también las revueltas universitarias de 1956 en Madrid. Aunque es
indudable que estos movimientos fueron débiles, conformaron la situación que más tarde abrió paso a los
importantes movimientos universitarios de los años 60.
→En los 50, aumentó la impotencia y el desaliento de los grupos opositores, que observaron con
frustración el reforzamiento diplomático del régimen franquista tras la firma de los acuerdos con el
gobierno norteamericano (1953). Los anarquistas fueron desapareciendo y los comunistas de Carrillo
abrazaron el eurocomunismo (aceptación de la democracia pluripartidista y alejamiento del modelo
desarrollado en la URSS) y fueron el grupo antifranquista más activo (huelgas y protestas universitarias).

97
El año 1956 es un año especialmente conflictivo para el régimen con las huelgas obreras del País Vasco,
Cataluña y las cuencas mineras que son duramente reprimidas.
7.2 LOS AÑOS 60 Y 70
→Los profundos cambios experimentados por la sociedad española y la creciente demanda de
libertades significarán la progresiva consolidación del movimiento de oposición al franquismo desde
distintas opciones.
→A principios de los 60, los opositores al régimen redoblan los esfuerzos para superar las
discrepancias ideológicas, coordinar sus actividades y sumar sus fuerzas contra el régimen. Se reúnen en
Munich (1962) socialistas, monárquicos y liberales (exclusión de los comunistas) donde piden la
democracia para España.
→Tras la reunión de Munich, el régimen acentuó la represión con detenciones de los participantes
en el mismo y otros opositores, y con la ejecución del dirigente comunista Julián Grimau en 1963 -
acusado de delitos durante la Guerra Civil- a pesar de las protestas internacionales. Ese mismo año se creó
el Tribunal de Orden Público (hasta ese momento los delitos políticos eran competencia de la
jurisdicción militar y desde entonces este organismo se encargará de la represión política aunque los actos
terroristas seguirán todavía bajo jurisdicción militar).
→ La protesta de los trabajadores fue una de las principales manifestaciones de oposición al
régimen a partir de la década de 1960. La mayoría de los conflictos tenían su origen en reivindicaciones
laborales aunque frecuentemente integraban demandas de libertades políticas. En 1962 nació la clandestina
organización sindical Comisiones Obreras. Buena parte de su dirección estaba conectada con el PCE. Su
tenacidad y su capacidad de infiltración en el sindicato vertical, junto a sus éxitos en las mejoras de
condiciones de trabajo, le convertirán en el sindicato de referencia, por encima de UGT y CNT. La
flexibilización de la legislación laboral hará que las huelgas obreras se multipliquen y, aunque era un
derecho no reconocido, dejan de ser delito de sedición. Comisiones Obreras fue perseguida y sus dirigentes
procesados y encarcelados.
→Junto a las movilizaciones obreras, la década de los 60 se caracterizó por la aparición de un
potente movimiento estudiantil de carácter democrático. En 1966 se constituyó el Sindicato Democrático
de Estudiantes. La oposición al régimen desde la Universidad no parará de crecer. Se produce también un
importante cambio de actitud en algunos sectores de la Iglesia católica, que se orientan hacia posturas
de izquierda o nacionalistas. En el Concilio Vaticano II (1962) la Iglesia Católica opta por la
modernización y el compromiso con los ciudadanos. Esta actitud se traduce en España en un
posicionamiento más crítico con el régimen, aunque se abre una brecha entre una jerarquía eclesiástica
política y generacionalmente comprometida con el régimen y unas bases, apoyadas por Roma, que
apuestan por el respeto a los derechos humanos y el fin de la dictadura. Aparecen sacerdotes
comprometidos que apoyan y participan en los sindicatos clandestinos o en organizaciones católicas.
→El Partido Comunista (dirigido por Santiago Carrillo) y el PSOE (dirigido por Felipe
González) se configuran como los partidos políticos más importantes en la clandestinidad. El PCE
conservó una cierta fuerza y organización en el interior. El PCE, liderado por Santiago Carrillo, fue el
partido que mejor supo mantener su organización clandestina y el único con una cierta capacidad de
organización de masas. Esto fue a gracias a su línea política de penetración en las distintas organizaciones
(comisiones obreras, sindicatos estudiantiles, asociaciones de vecinos, etc.) y su intento de acercamiento a
todas las fuerzas antifranquistas con su política de "reconciliación nacional". El PSOE fue, hasta bien
entrada la década de los sesenta, un partido mayoritariamente en el exilio y caracterizado por la
divergencia entre la dirección del interior y la del exterior. En 1974, en el Congreso de Suresnes (Francia),
se superan las dificultades y el partido queda en manos de los militantes del interior con Felipe González
como secretario general.
→En los inicios de los setenta, y ante la cercana muerte del dictador, los grupos antifranquistas,
intensifican y coordinan sus actividades, formando frentes de oposición más amplios y heterogéneos. En
1974, en París, se constituye la Junta Democrática (comunistas, CCOO, socialistas de Tierno Galván)por
iniciativa del PCE, partidario de una ruptura total con la dictadura y la inmediata desaparición del sistema
franquista con la apertura de un proceso constituyente. En 1975, el PSOE animó la creación de otro
organismo unitario la Plataforma de Convergencia Democrática (PSOE, UGT, PNV y católicos de
izquierdas). Buscan una fórmula pacífica de transición.

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→ Durante estos años el terrorismo aumenta su presencia en España a través de diferentes
organizaciones que actúan a través del asesinato, el secuestro o el chantaje. ETA (Euskadi ta Askatasuna)
fue creada en clandestinidad (finales de los 50), por un grupo de jóvenes nacionalistas vascos que,
insatisfechos con la moderación y pasividad del PNV, decidieron su ruptura. Reclamaban la independencia
del País Vasco y defendían la lucha armada para conseguir la liberación de Euskadi, pues lo consideraban
ocupado por España. En 1965, adoptan principios revolucionarios e independentistas; consiguen comprar
armas y comienzan una lucha armada con el objetivo de la independencia y asesinan a un guardia civil en
Guipúzcoa (primer muerto). En 1971, la nueva dirección endureció sus acciones terroristas (asesinatos y
secuestros). La represión del régimen se dirigió contra el nacionalismo en su conjunto, lo que provocó el
efecto contrario al deseado y ETA ganó apoyo social. El atentado contra Carrero Blanco en la denominada
“Operación Ogro”, en diciembre de 1973, fue su acción más espectacular asestando un duro golpe contra el
régimen. También aparecen otras organizaciones terroristas de extrema izquierda que recurren a la lucha
armada: como los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascita Primero de Octubre) o el FRAP (Frente
Revolucionario Antifascista y Patriota), que asesinan a miembros de las fuerzas del orden público.
→ En los últimos años del régimen asistimos a un gran desarrollo de todos los movimientos de
protesta, con gran actividad huelguística y una notoria escalada terrorista. El régimen no cesa en sus
medidas represivas (detenciones y 6 ejecuciones).
Representa una línea del tiempo desde 1939 hasta 1975, situando en ella los principales acontecimientos
históricos.

BLOQUE 12. NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN


EUROPA (DESDE 1975)

Explica las alternativas políticas que se proponían tras la muerte de Franco, y quiénes defendían
cada una de ellas. (Tema 18)
El régimen franquista no se mantendrá a la muerte del dictador. Las principales fuerzas políticas y
la mayoría de la población pedían un cambio. Los factores que hicieron entrar en crisis el sistema
franquista fueron:
→Políticas: el rey Juan Carlos I no quería el continuismo, defendía un cambio hacia la democracia.
→Socio-económicas: en 1975, España era la décima potencia industrial, con sectores económicos
parecidos a Europa, con predominio de clases medias o con el turismo extranjero como fuente de divisas.
La sociedad española estaba por el cambio. La democracia era una exigencia cada vez más extendida entre
la población. Entre júbilo y expectación, la sociedad española, empujada por la oposición democrática, se
apoderó de la calle con sus manifestaciones. Al no estar regulados todavía los derechos de reunión y
manifestación se produjeron continuos enfrentamientos de la policía con los manifestantes.
→Exteriores: presiones a favor de la democracia de la CEE, EE.UU o la Iglesia del Concilio Vaticano II.
1.2. LAS ALTERNATIVAS POLÍTICAS TRAS LA MUERTE DE FRANCO.
El 20 de noviembre de 1975, se produce la muerte de Francisco Franco tras una larga y penosa
agonía. Con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947 había quedado establecido que España
era un reino pero gobernado por Franco y en 1969 las Cortes franquistas habían aceptado al príncipe Juan
Carlos como sucesor. Se había previsto, por tanto, la continuidad del régimen en forma de una monarquía
no democrática. El 22 de noviembre Juan Carlos I juró ante las Cortes como nuevo jefe de Estado a título
de rey. Al haber sido designado por el dictador, muchos españoles contrarios al franquismo recelan de él.
A la muerte del dictador, se daban tres alternativas posibles para el futuro político del país:
→ la continuación del régimen franquista, que era defendida por el búnker o sectores más inmovilistas del
franquismo (altos mandos militares, numerosos grupos oligárquicos, falangistas y otros grupos menores),
→ la ruptura democrática y la desaparición brusca del régimen dictatorial y establecer una verdadera
democracia de forma inmediata. Era la estrategia defendida por la oposición de izquierda y la mayoría de
la oposición democrática,
→ y, finalmente, la reforma, desde las propias leyes del sistema franquista (de la ley a la ley). Esta opción
era defendida por los sectores aperturistas del franquismo. Esta fue la estrategia que se impuso en la
transición democrática.

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Ante este panorama, la oposición del rey Juan Carlos I resultaba fundamental. Una minoría de las
altas personalidades del régimen, encabezada por el rey, buscaba la reforma; a pesar de que el presidente
del primer gobierno de la monarquía, Arias Navarro, se inclinaba hacia el inmovilismo.

Describe las actuaciones impulsadas por el Presidente de Gobierno Adolfo Suárez para la reforma
política del régimen franquista: Ley para la Reforma política de 1976, Ley de amnistía de 1977, etc.
(Tema 18)
1.4 EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ: LA REFORMA POLÍTICA (1976-1977)
El rey (Juan Carlos I) fuerza la dimisión de Arias Navarro en junio de 1976, y nombra como
presidente del gobierno a Adolfo Suárez. Fue mal visto, por la oposición y sorprendió a todos, sobre todo,
por su origen político (Ministro y Secretario General del Movimiento en la época de Arias Navarro, pero
poco conocido). Suárez formó un gobierno de segundones del régimen franquista que estaban por el
cambio y el diálogo y conseguiría desmontar la dictadura franquista desde dentro del sistema político. Una
de las primeras medidas del gobierno fue la prometida amnistía que liberó a muchos presos políticos y
empieza contactos con los grupos de oposición. Además expuso, ante los jefes militares, las reformas que
iba a hacer, nombrando vicepresidente al general Manuel Gutiérrez Mellado.
Luego se procedió a la discusión en la cortes de la Ley de Reforma Política (elaborada por el
gobierno de Suárez). Esta ley fue la pieza clave que permitió al gobierno de Suárez despejar el camino
hacia la democracia desde la propia legalidad franquista. Esta ley establecía unas Cortes bicamerales que
serían el poder legislativo: Congreso de los Diputados y Senado elegidos sus representantes por sufragio
universal; suponiendo la desaparición de las estructuras franquistas. Las cortes franquistas aprobaron esta
ley por amplia mayoría y que suponía la propia disolución de estas Cortes y del franquismo. Para que la ley
entrara en vigor era preciso que fuese aprobada por el pueblo en referéndum, lo que ocurrió el 15 de
diciembre de 1976, por mayoría. Era el inicio hacia la democracia.
1.5. EL SISTEMA DE PARTIDOS Y LAS PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS
→La Ley de Reforma Política preveía convocar elecciones generales, aunque había que legalizar la
existencia de partidos políticos y formular las normas por las que habían de regirse tales elecciones. Una de
las medidas más importantes fue la promulgación de una ley sobre el derecho de asociación política
(1977), que establecía la legalización de los partidos políticos (el derecho de asociación política como
requisito imprescindible para que se celebrasen elecciones). El aspecto más controvertido era el Partido
Comunista, por la oposición de importantes sectores de las fuerzas armadas. A pesar de las fuertes
presiones en contra por parte de los militares y de la derecha, Adolfo Suárez tomó la decisión de legalizar
el Partido Comunista (que modera sus posiciones y acepta la monarquía y la bandera).
→Las ELECCIONES GENERALES se celebraron el 15 de junio de 1977 (se elegían a los
representantes en el Congreso y en Senado) y confirman la consolidación de dos grandes partidos
mayoritarios, a escala nacional UCD (165 diputados de los 350 que tenía el Congreso), partido vencedor, y
PSOE (118) a escasa distancia en votos. En consecuencia, el rey encomendó a Adolfo Suárez, como líder
de UCD, que formara su segundo gobierno, el primero democrático. A bastante distancia en número de
votos se encontraban PCE (20) y AP (16). Respecto a los grupos nacionalistas destacan los resultados PDC
(CIU) en Cataluña (13) y el PNV en el País Vasco (8). En estas elecciones se produce el fracaso total del
franquismo más reaccionario (Fuerza Nueva y Falange), así como los partidos de extrema izquierda. Los
españoles se alejan de los extremismos políticos e ideológicos.
1.6 EL PERIODO CONSTITUYENTE (1977-1978)
Las Cortes y el gobierno de la UCD surgidos de estas elecciones tenían ante sí una serie de tareas
trascendentales: por una parte, dotar al país de una Constitución y de unas leyes que permitiesen el
asentamiento de la democracia y, por otro lado, abordar una política económica que hiciese frente a una
crisis que en 1977 ya era más que alarmante. También se había de acometer la descentralización del
Estado para dar respuesta a las aspiraciones autonomistas.
Para llevar a cabo todas estas tareas era necesario, y se consiguió, el consenso político, es decir, un
acuerdo entre las fuerzas parlamentarias para establecer unos mínimos aceptables para todos
corresponsabilizándose así en la defensa del nuevo sistema político.

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Se aprobó la Ley de Amnistía de octubre de 1977 que incluía todo acto de intencionalidad política
y también suponía la renuncia a la investigación o exigencia de responsabilidades a las autoridades
franquistas en el pasado.
En lo relativo a la economía, la prioridad concedida a los asuntos políticos, había hecho que no se
abordasen decididamente medidas contra la crisis económica que se vivía. Los cambios políticos se
producen en un contexto de crisis económica con huelgas y manifestaciones. Que caldeaban más el
clima social y político. Para hacer frente a la crisis económica desatada en 1973 con el aumento de los
precios del petróleo, el gobierno de UCD tuvo que tomar medidas frente a la crisis (que no se habían
llevado a cabo todavía). Medidas para solucionar el desempleo, la inflación y la paralización productiva.
Para hacer frente a esta situación el gobierno de Suárez, los partidos de la oposición, los sindicatos y los
empresarios firmaron en 1977 los Pactos de la Moncloa. Las fuerzas políticas y económicas (sindicatos,
asociaciones empresariales) se ponen de acuerdo (consenso) sobre un nuevo modelo de relaciones
laborales para evitar la conflictividad social. Incluye medidas económicas (reforma fiscal, control de los
salarios, del déficit, de la inflación) y medidas políticas y sociales (funciones de los sindicatos, reforma de
la Seguridad Social…). El apoyo al gobierno era fundamental para facilitar el camino hacia la democracia.
La cuestión de la organización territorial del Estado era otra prioridad. La consecución de las
autonomías y el paso hacia la democracia iban indisolublemente ligados en las nacionalidades históricas
(sobre todo en Cataluña y el País Vasco, en este caso el problema agravado por el terrorismo de ETA). La
mayoría de los partidos políticos ya habían introducido en sus programas la reivindicación de estatutos de
autonomía. Después de las elecciones de 1977 se evidenció que era imposible llegar a un clima de
normalidad política y social en estos territorios si antes no se resolvía la cuestión autonómica. Pero hasta
que no se estableciese el nuevo marco constitucional que regulase los estatutos de autonomía solo quedaba
la posibilidad de establecer, con carácter provisional, unas preautonomías.
El gobierno de Suárez, que ya había mantenido contactos con el presidente de la Generalitat en el
exilio, Joseph Tarradellas de ERC, aprobó a finales de septiembre el establecimiento de una Generalitat
Provisional y el nombramiento de Tarradellas como President. Tarradellas llegó a Barcelona a finales de
octubre de 1977 y formó un gobierno de concentración de todas las fuerzas políticas catalanas. En el País
Vasco, se constituyó la Asamblea de Parlamentarios Vascos con los diputados y senadores electos por
las provincias vascas. Se reconoció la preautonomía vasca y se constituyó el Consejo General Vasco,
integrado por los partidos políticos con representación parlamentaria. Estas medidas no solo no
consiguieron acabar con las actuaciones de ETA sino que la banda terrorista incrementó sus acciones para
tratar de imponer por la fuerza sus exigencias. Desde 1978 se asiste a una escalada terrorista de ETA en
lo que se conoce como Años de plomo, con multitud de asesinatos, lo que provocará fuertes tensiones en la
sociedad española y especialmente dentro del Ejército.

Explica el proceso de elaboración y aprobación de la Constitución de 1978, y sus características


esenciales. (Tema 18)
2. LA CONSTITUCIÓN DE 1978. EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS. LA COMUNIDAD DE
CASTILLA Y LEÓN.
2.1 EL PROCESO DE ELABORACIÓN Y APROBACIÓN
Tras las elecciones, los sectores más ligados al franquismo (AP) o los partidarios de la ruptura
(PCE) habían fracasado y los partidos de la reforma (UCD o PSOE) eran los vencedores. Adolfo Suárez, al
frente de UCD (partido más votado), formó un nuevo gobierno.
Las nuevas Cortes salidas de las elecciones debían redactar una Constitución que debía establecer
las reglas del juego en el nuevo sistema democrático. El proyecto fue redactado por una comisión (salida
de los principales partidos más votados en el Congreso de los Diputados) integrada por tres representantes
de la UCD (Herrera, Pérez Lorca y Cisneros), uno del PSOE (Peces Barba), otro del PCE (Solé Tura), uno
de CIU (Miquel Roca) y uno de AP (Fraga). Son los llamados “padres de la constitución”. Todos abogaron
por el entendimiento mutuo (consenso). Aunque no gustó en su totalidad, cada uno de ellos vio reflejadas
sus ideas. Aprobado el proyecto por ambas cámaras en sesión conjunta (Congreso y Senado), se
sometió a referéndum el 6 de diciembre de 1978, con un 87,8 % de los votos a favor. España pasaba a ser
un sistema plenamente democrático. La Constitución española de 1978 fue el resultado de un verdadero

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consenso entre grupos políticos de ideologías muy dispares, en un afán de integrar a todos en un proyecto
común de futuro.
2.2 LA CONSTITUCIÓN DE 1978 (características esenciales)
El texto consta de 11 títulos y 169 artículos. Se asienta sobre un conjunto de principios y valores
esenciales (libertad, justicia, pluralismo político, igualdad ante la ley...) y define a España como un
estado social y democrático de Derecho, organizado en una monarquía parlamentaria como forma de
Estado. Se fija el sometimiento de todos los poderes a la legalidad, por lo que la acción de gobernantes y
las autoridades queda limitada por el derecho. También se garantiza la participación de los ciudadanos en
las decisiones políticas (la soberanía nacional reside en el pueblo español), a través de representantes
libremente elegidos en votación. Además, se afirma la obligación del estado a promover el bienestar
colectivo por medio del mantenimiento de una serie de prestaciones públicas de carácter económico-social,
para asegurar a todos los ciudadanos unas condiciones de vida dignas. Se reconoce la propiedad privada.
En el Título I encontramos un completo reconocimiento de los derechos y las libertades
individuales: el derecho a la vida (aboliendo la pena de muerte), el derecho a la integridad física
(aboliendo la tortura), el derecho a la seguridad, a la educación, a la Seguridad Social y a las libertades de
religión y de culto, de expresión, de pensamiento, de reunión y de manifestación. El Estado se declara no
confesional (separación Iglesia y Estado).
Las instituciones fundamentales de la democracia española:
-El rey es el Jefe del Estado, con cargo vitalicio y la corona es hereditaria. Es la representación
simbólica y protocolaria del estado (funciones de representación), sanciona las leyes aprobadas por las
cortes y es el mando supremo nominal de las fuerzas armadas. Carece de poderes políticos y no participa
en la toma de decisiones, ni en la elaboración de leyes.
-El poder legislativo reside en las cortes generales, formadas por dos cámaras: el Congreso de los
Diputados y el Senado. El poder legislativo se encarga de la elaboración y aprobación de las leyes, el
control de la acción del gobierno (ejecutivo) para evitar posibles abusos, la aprobación de los presupuestos
económicos anuales de gastos e ingresos públicos del estado y la autorización de tratados internacionales.
Ambas cámaras son representativas y sus miembros son elegidos entre los ciudadanos mayores de 18 años,
por sufragio universal directo y secreto. Pero el congreso tiene una posición preeminente en la elaboración
de las leyes, ya que puede aprobar una ley sin aceptación del senado (cámara de representación territorial,
segunda lectura de las leyes), además de votar la investidura del presidente del gobierno.
-El poder ejecutivo reside en el gobierno (presidente, el vicepresidente y los ministros) y es el
encargado de la dirección de los asuntos políticos del estado. La votación de los diputados del Congreso es
la que ratifica al presidente de gobierno. El presidente escoge a sus ministros, encabeza las acciones del
gobierno, define las actuaciones prioritarias y es el responsable de coordinar las tareas del resto de los
miembros. El gobierno dirige la política interior, los asuntos exteriores, la defensa del estado y la
administración civil y militar; así como la elaboración de los presupuestos económicos estatales para
presentarlos a las cortes, la convocatoria de las elecciones, la suspensión de las garantías constitucionales
en caso de emergencia y el nombramiento de la selección de personas que han de desempeñar altos cargos
públicos.
- Poder judicial está representado por los tribunales. El Tribunal Constitucional se ocupa de
controlar la constitucionalidad de todas las leyes y también resuelve los posibles conflictos entre las
normativas (leyes) aprobadas por las instituciones de las Comunidades Autónomas y las normativas del
estado.
- En el título VIII se reconoce la existencia de nacionalidades y de regiones que pueden acceder
a ser autonomías. Las nacionalidades (las comunidades históricas, Cataluña, País Vasco y Galicia) podían
acceder por el artículo 151 a una amplia autonomía (vía rápida). El resto de las regiones lo pueden hacer
por el artículo 143 (vía lenta) asumiendo competencias de manera más pausada. A partir del Título VIII de
la Constitución se empieza a construir el Estado de las Autonomías. El primer requisito es elaborar el
Estatuto que luego debe ser aprobado por las Cortes.
El establecimiento de la autonomía política como forma de organización territorial del poder en el estado
supuso el fin del centralismo franquista y el reconocimiento de las aspiraciones de autogobierno de los grupos
nacionalistas catalanes y vascos. Así, aparecieron múltiples centros de poder en el territorio español, pues el texto
constitucional dice que España está integrada por diversas nacionalidades y regiones, con capacidad para tomar

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decisiones políticas. Las Comunidades Autónomas poseen un sistema de autogobierno y asumen determinadas
funciones y competencias, descritas en sus estatutos de autonomía.

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