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HEMODINÁMICOS
La supervivencia de las células depende de un aporte
sanguíneo normal y, por tanto, de que llegue sangre suficiente
a través de un sistema circulatorio permeable. Las células
dependen también de un equilibrio hidroelectrolítico normal
entre los líquidos. Las alteraciones del aporte sanguíneo o del
equilibrio de los líquidos determinan algunos de los trastornos
más frecuentes de la práctica médica.
En condiciones normales, el líquido sale al intersticio desde el
extremo arteriolar que está en equilibro con el venular. Los
linfáticos retiran una pequeña cantidad residual de líquido
intersticial. Se debe considerar que la sangre es un líquido no
newtoniano cuya viscosidad depende del flujo, y que sus
alteraciones pueden producir trastornos hemodinámicos.
EDEMA
Un 60% del peso corporal magro es agua. Dos tercios de este
agua es intracelular y el resto se encuentra en el
compartimento extracelular, sobre todo en el intersticio
localizado entre las células; sólo un 5% del agua corporal total
se encuentra en el plasma.
El desplazamiento de agua y solutos de bajo peso molecular
entre los espacios intravascular e intersticial viene controlado
fundamentalmente por los efectos contrapuestos de la presión
hidrostática vascular y la presión coloidosmótica del plasma,
aunque también intervienen pero de manera poco significativa
la presión hidrostática intersticial y la presión coloidosmótica
intersticial.
En condiciones normales, el flujo de salida de líquido en el
extremo arteriolar de la microcirculación con paso al intersticio
queda compensado con la entrada de líquido en el extremo
vascular; una pequeña cantidad de líquido residual puede
quedar en el intersticio y drenarse por los vasos linfáticos,
para regresar a la corriente circulatoria a través del ductus
torácico.
El aumento de la presión capilar o la reducción de la presión
coloidosmótica pueden aumentar el líquido intersticial; y el
desplazamiento de agua hacia los tejidos o cavidades
corporales supera el drenaje linfático, acumulándose líquido.
El término edema procede del griego OÍDEMA: hinchazón.
Además de la hinchazón, otro signo característico que se
puede apreciar es el hundimiento que permanece un tiempo
(fóvea) al apretar con el dedo una zona edematosa; puede ser
muy pocos segundos o varios minutos.
Dicho término se define entonces como la acumulación de
cantidades anormales de líquido en los espacios
intercelulares (intersticio) de los tejidos o en las cavidades
corporales.
Tipos de edema según su origen