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El 

huevo de Pascua es una tradición gastronómica de la fiesta de Pascua. En otras culturas


era el símbolo de la fertilidad y en parte representaba el inicio de un ciclo; se regalaban
huevos como símbolos de prosperidad y fertilidad

En la prehistoria[editar]
Se piensa que el origen de la tradición de comer huevos al finalizar el periodo de los reyes
magos es una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, y cuando apenas
quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur (esto solo
es aplicable al hemisferio norte) y empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban
los seres humanos hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas.1

En el judaísmo[editar]
El huevo de Pascua no aparece como un símbolo dentro de la costumbre judía. Sin embargo,
en varios países, como por ejemplo, en Estados Unidos, Polonia, etc. existe el simbolismo de
utilizar un huevo decorado dentro del plato (Keará) que se prepara durante el Séder de Pésaj,
como una representación de la continuidad del ciclo de la vida (por su forma ovalada). Otro
significado dentro de la creencia judía que se le otorga al huevo durante el Séder es el del
endurecimiento del corazón de faraón Ramsés II, que no permitía salir al pueblo hebreo
de Egipto. Un tercer significado que se le atribuye al simbolismo del huevo es el
fortalecimiento que presentó el pueblo judío al lograr salir de Egipto durante el Éxodo, aunque
no existan pruebas arqueológicas que aseveren tales afirmaciones. 2

En el cristianismo[editar]

Bendición de cestas con huevos de Pascua el Sábado Santo

El intercambio de huevos de Pascua de comida está muy extendido en diversos países


de Europa y América. La elaboración y decoración de un huevo rellenos como tradición
pascuense se remonta al siglo XIX.
Por estas fechas las cocinas comienzan a decorar sus escaparates con coloridos huevos
rellenos
Una explicación es que, en ciertas épocas pretéritas, los huevos fueron considerados carne,
por lo que no se podían comer durante la Cuaresma, aunque las gallinas, como es natural,
seguían poniendo. Los huevos se conservaban cocidos y se consumían al terminar la
cuaresma, en la Pascua. El hecho de asociar el huevo con la fertilidad y por coincidir la
Pascua con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, hace que haya quedado
establecido en toda Europa como símbolo de la Pascua. De modo que muy pronto los
pasteleros de época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el
azúcar, luego el chocolate.
En la Edad Media, el intercambio de huevos se hacía con huevos de tortuga, a los que se
trataba la cáscara mediante diferentes procesos para decorarla. Muchas veces eran
verdaderas obras de arte.
La costumbre del conejo de Pascua, que consiste en esconder huevos pintados o de
chocolate en las casas, para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran, se sigue
manteniendo en muchos países. En algunos, los huevos forman bouquets. En los jardines de
la Casa Blanca, el día de Pascua se organiza una carrera de chicos que hacen rodar los
huevos. Gana quien llegue más lejos y sin romperlos. En Medio Oriente todavía se siguen
intercambiando huevos carmesí, para recordar la sangre de Cristo, y
en Polonia y Ucrania hacen verdaderas obras de arte con cera fundida sobre la cáscara. 3

Origen de la decoración del huevo de Pascua[editar]


El origen remoto del huevo de Pascua viene de la Diosa de la fertilidad mesopotámica Ishtar,
(Astarté, Asera, Astaroth, Inanna), adorada por los babilonios, asirios, fenicios, cananeos.
También es por eso que en inglés Pascuas aún se llama Easter y en alemán, Ostern. 3

Teseo y la tradición helénica primitiva[editar]

El huevo de chocolate más grande del mundo. 8,5 m, en Bariloche (Argentina)

En la jarra etrusca de Tragliatella (Museos Capitolinos) ya aparecía el huevo como posible símbolo de


resurrección del rey Teseo.

Aparece en la jarra de vino etrusca de Tragliatella (aproximadamente 700 a. C.), en el que se


representa al rey sagrado y su sucesor escapando de un laberinto. El otro lado de este jarrón
ilustra un desfile a pie en la dirección del Sol, encabezada por el rey sagrado desarmado.
Siete hombres le escoltan y cada uno de ellos lleva tres jabalinas y un gran escudo con el
dibujo de un jabalí, y el sucesor armado con una lanza va a la retaguardia. El jabalí sería la
insignia familiar del rey sucesor, y los siete hombres representarían los siete meses
gobernados por el sucesor, que caen entre la cosecha de manzanas y las fiestas de la
fertilidad.
La escena tiene lugar el día de la muerte ritual del rey, y la diosa Luna (en este caso Pasífae)
ha salido a su encuentro (una terrible figura con túnica y con un amenazante brazo en jarras,
mientras que con el otro brazo extendido le ofrece una manzana, que es su pasaporte para
el Paraíso); las tres jabalinas que lleva cada hombre significan la muerte.
Sin embargo, el rey es acompañado por una pequeña figura femenina con túnica como la otra;
quizá sea la princesa Ariadna (que ayudó al héroe Teseo a salir del laberinto mortal
en Cnosos). El rey muestra audazmente, como un contrahechizo de la manzana, un huevo de
Pascua, el huevo de la resurrección. La Pascua era la estación en que se realizaban las
danzas «Ciudad de Troya» en los laberintos hechos sobre el césped (quizá como
una coreografía) en Gran Bretaña prehistórica y también en Etruria.
En el frente de la jarra hay un dibujo laberíntico que se encuentra no solo en ciertas monedas
de Cnosos, sino también en los intrincados dibujos hechos en el césped y que hasta el
siglo XIX pisaban los escolares británicos en la Pascua de Resurrección.
Un huevo sagrado etrusco de traquita negra pulimentada, encontrado en Perusa (Italia), con
una flecha en relieve a su alrededor, es este mismo huevo sagrado. (Artículo principal: Jarra
de Tragliatella)
La tradición eclesiástica posterior[editar]
Entre los siglos IX y XVIII, la Iglesia prohibió el consumo de huevos durante la cuaresma por
considerarlo equivalente a la carne, y por ello la gente los cocía y los pintaba para
diferenciarlos de los frescos y poder consumirlos el día de Pascua de Resurrección. Con el
tiempo, estas tradiciones se incorporaron a la festividad de Pascua de Resurrección y hoy en
día el huevo de Pascua es un símbolo universal. Para muchos, el huevo se asemeja a la
resurrección como un símbolo de vida nueva.

Huevo de Pascua de chocolate decorado

En la actualidad, la tradición continúa con algunas variaciones. En Europa se mantiene la


costumbre que data desde la Edad Media de adornar huevos con teñidos y pintados. Aunque
parece que la práctica de huevos ornamentales era principalmente elaborada por clases altas
o de recursos, se difundió a decoraciones más sencillas, como con el empleo de hojas de
árbol para crear patrones sobre el cascarón. El comercio y la modernidad, por su parte, se han
encargado de incorporar los huevos de chocolate, y los huevos de plástico para ser llenos de
dulces, y que según la leyenda son escondidos por el conejo de Pascua para que los niños los
busquen, y por consiguiente, los encuentren y se los coman. En Argentina y Uruguay, se
conserva la tradición de regalar huevos de Pascua decorados artesanalmente
con glasé multicolor o bien en chocolate. Mientras, en el norte de México huevos rellenados
de confeti, conocidos como cascarones, son decorados y cubiertos con papel.

Véase también
Los huevos de Pascua son una tradición que se remonta a la antigua Roma y
Persia, donde se consideraban símbolos de la fertilidad y la renovación de la vida. Los
cristianos adoptaron esta fecha y la incorporaron a la celebración de la Pascua,
que conmemora la resurrección de Jesucristo.

Los huevos representan la tumba vacía de Jesús, que simboliza la resurrección y


la vida eterna. La costumbre de decorarlos con colores brillantes y diseños
intrincados se remonta al siglo XIII en Europa del Este, donde la gente comenzó a
pintarlos con tintes naturales y diseños elaborados.

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Con el tiempo, se convirtieron en un regalo común durante la temporada de


Pascua, especialmente para los niños. En la actualidad, se pueden encontrar de
chocolate y otros dulces en muchas partes del mundo.
La tradición se expande a las iglesias de Estados Unidos / Foto Pixabay
Los huevos de pascua en Europa

La Agencia Católica de Informaciones (ACI) explica que en el siglo XVII el


papa Pablo V bendijo el huevo en una plegaria, quizás para dejar la prohibición
decretada por la Iglesia en el siglo IX de no consumirlos durante la Cuaresma.

“Se puede decir que se realizaba el “festín del huevo”, porque representaba el


regocijo y la vuelta a la alegría. Con el tiempo se levantó el veto y se mantuvo la
costumbre de celebrar la Pascua consumiendo y regalando huevos”, explica
Alejandro Bermúdez representante de ACI.

Dice que en algunos países de Europa, como Italia, en el Domingo de


Ramosmuchas familias llevan huevos a la iglesia para bendecirlos y consumirlos
en el Domingo de Resurrección.
Es símbolo de la Resurrección de Jesús / Foto Pixabay
La tradición se expande a las iglesias de Estados Unidos en donde los niños
realizan una búsqueda de huevos de chocolate o de plástico con golosinas dentro.

“Se hace en un clima pascual, es por el gozo de la resurrección del Señor, que es


dulce. Para ellos es un día especial porque sus padres no batallan con ellos por
comer dulces, sino que lo permiten. Entonces hay un poder catequético en estos
símbolos”, informa Bermúdez.

¿Qué significa el conejo de Pascua?


En el caso del conejo de Pascua, indicó que la figura de la liebre silvestre ha sido
utilizada como recurso de catequesis para hablar sobre cómo debía ser el camino
del cristiano hacia la resurrección, detallando que las patas traseras de la liebre
son grandes, poderosas y sirven para ascender por terrenos empinados.

“Esas patas hacen que al conejo le sea fácil ascender y difícil descender. Esto era
utilizado para representar el camino de la vocación del cristiano. Debe ser reacio
y difícil a ir hasta abajo en su vida moral y a la vez debe ser pronto, presto y ágil
para ir hacia arriba, hacia la resurrección del Señor”.

Hechos históricos de los huevos de Pascua

Los papas y los huevos de Pascua han tenido una relación bastante interesante que


ha marcado la historia entre ellos. Se puede mencionar que en 2009 el papa
Benedicto XVI envió cientos de huevos de Pascua a los niños víctimas del
terremoto que sacudió la ciudad de L´Aquila, en el centro de Italia, que dejó un
saldo de 300 muertos.

“En el 2012, un grupo de artesanos de la localidad italiana de Cremona


obsequiaron a Benedicto XVI un huevo de Pascua de chocolate que medía dos
metros y medio de alto y pesaba 250 kilos. El pontífice recibió el regalo y lo donó
a los jóvenes recluidos en la correccional Casal del Mármol de Roma”.

También puedes leer:

 Los platillos tradicionales de Semana Santa en el mundo


 Comida española a domicilio en la CdMx
 Los días que no se come carne en Cuaresma

Además detalló que en 2014 el papa Francisco envió 150 huevos de Pascua al


Hospital Pediátrico Bambino Gesù (Niño Jesús) para alegrar a los niños enfermos
de cáncer y en 2017 el santo padre envió varios paquetes con huevos de Pascua a
los niños que están en el centro de acogida de Cáritas Roma.

Dónde comprar huevos de Pascua en la CdMx


Ahora que conoces de dónde surge la tradición de los huevos de Pascua, ¿cómo
planeas celebrar la Pascua? Aquí te contamos de un par de lugares en la Ciudad
de México donde podrías comprar algunas piezas.

Le camaleón

Si lo que quieres es sorprender, esta chocolatería te da herramientas. Venden


huevitos tamaño estándar, pero también tienen una versión gigante, de un kilo.
Además, es chocolate de leche 32% y 54% cacao.

Para más detalles, visita: www.instagram.com/chocolates_le_cameleon

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