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Apuntes

Parte VII - Sección III - Introducción, capítulo 1, 2 y 3

● Conceptos claves:
1. Principio de la aprobación: se refiere al poder o facultad de la mente que vuelve a ciertos
caracteres agradables y desagradables, que hace que prefiramos un tenor de conducta a otro,
que llamemos a uno bien y a otro mal, y que consideremos que uno es objeto de aprobación,
honra y recompensa, mientras que el otro lo es de reprobación, crítica y castigo.

2. Virtud: se refiere al conjunto de cualidades positivas que una persona posee y que le
permiten actuar correctamente en diferentes situaciones.

3. Moralidad: se refiere al conjunto de normas y valores éticos que rigen el comportamiento


humano en una sociedad determinada.

4. Sistemas que hacen del sentimiento el principio de la aprobación: son aquellos


sistemas filosóficos en los cuales se sostiene que el principio aprobatorio se funda en un
sentimiento específico, diferente de todos los demás, denominado sentido moral.

5. Sentido moral: es un poder particular de percepción ejercido por la mente ante ciertos
actos o afectos, algunos de los cuales impresionan esta facultad de modo agradable y otros de
modo desagradable.

● ¿Qué es el principio de la aprobación y cómo se relaciona con la filosofía moral?


El principio de la aprobación es un poder o facultad de la mente que nos hace preferir ciertos
comportamientos y considerarlos buenos o malos. Se relaciona con la filosofía moral porque
es uno de los conceptos clave en esta disciplina, ya que se refiere a cómo las personas
determinan lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo, virtuoso o vicioso. En otras
palabras, el principio de la aprobación es fundamental para entender cómo se forman las
normas y valores éticos que rigen el comportamiento humano en una sociedad determinada.

● ¿Cuál es la importancia de la virtud y la moralidad en la filosofía moral?


La virtud y la moralidad son conceptos clave en la filosofía moral porque se refieren a las
cualidades positivas que una persona posee y a las normas y valores éticos que rigen el
comportamiento humano en una sociedad determinada. La importancia de estos conceptos
radica en que son fundamentales para entender cómo se determina lo que es correcto o
incorrecto, bueno o malo, virtuoso o vicioso. Además, la virtud y la moralidad son esenciales
para el desarrollo de una sociedad justa y equitativa, ya que promueven comportamientos
éticos y responsables por parte de los individuos. En resumen, la virtud y la moralidad son
fundamentales para la reflexión sobre la naturaleza humana y las bases éticas del
comportamiento humano.
● ¿Cuáles son los diferentes sistemas filosóficos que hacen del sentimiento el
principio de la aprobación y cómo se diferencian entre sí?
Los sistemas filosóficos que hacen del sentimiento el principio de la aprobación pueden ser
divididos en dos clases diferentes:

1. Según algunos, el principio aprobatorio se funda en un sentimiento de una naturaleza


peculiar, un poder particular de percepción ejercido por la mente ante ciertos actos o afectos,
algunos de los cuales impresionan esta facultad de modo agradable y otros de modo
desagradable: sobre los primeros se graban los caracteres de lo bueno, laudable y virtuoso, y
sobre los segundos, los de lo malo, censurable y vicioso. Este sentimiento es de una
naturaleza específica, diferente de todos los demás, y es efecto de un poder de percepción
específico, que denominan sentido moral.

2. Otros sostienen que el principio aprobatorio no se basa en un sentimiento específico sino


en una asociación habitual entre ciertos actos o afectos y su aprobación o desaprobación por
parte de la sociedad. En este caso, la aprobación no es intrínseca al acto o afecto en sí mismo
sino que depende del juicio social.

Estas dos clases difieren en su concepción del origen del sentimiento aprobatorio: mientras
que para unos se trata de una facultad innata e intrínseca al individuo (el sentido moral), para
otros es el resultado de una construcción social (la asociación habitual).

● ¿Qué es el sentido moral y cómo funciona en relación con el principio de la


aprobación?
El sentido moral es un poder o facultad de la mente que algunos sistemas filosóficos
consideran como el principio de la aprobación. Según estos sistemas, el sentido moral es un
sentimiento de una naturaleza peculiar, un poder particular de percepción ejercido por la
mente ante ciertos actos o afectos, algunos de los cuales impresionan esta facultad de modo
agradable y otros de modo desagradable. Sobre los primeros se graban los caracteres de lo
bueno, laudable y virtuoso, y sobre los segundos, los de lo malo, censurable y vicioso.
En otras palabras, el sentido moral es una especie de "sexto sentido" que nos permite
percibir intuitivamente lo que es correcto o incorrecto desde un punto de vista ético.
Funciona como una especie de brújula interna que nos guía en nuestras decisiones morales y
nos hace preferir ciertos comportamientos y considerarlos buenos o malos. En este sentido, el
sentido moral está estrechamente relacionado con el principio de la aprobación, ya que es el
mecanismo mediante el cual determinamos qué comportamientos merecen nuestra
aprobación y cuáles no.

● ¿Cómo podemos aplicar estos conceptos a nuestra vida cotidiana para tomar
decisiones éticas y morales?
Los conceptos de sentido moral y principio de la aprobación pueden ser útiles para tomar
decisiones éticas y morales en nuestra vida cotidiana. Algunas formas en que podemos
aplicar estos conceptos son
1. Reflexionar sobre nuestras propias creencias y valores: Para poder utilizar nuestro
sentido moral y determinar qué comportamientos merecen nuestra aprobación, es importante
tener claridad sobre nuestras propias creencias y valores éticos. Tomarse el tiempo para
reflexionar sobre estos temas puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y
coherentes con nuestros principios.
2. Considerar las consecuencias de nuestras acciones: El principio de la aprobación
implica que ciertos comportamientos son considerados buenos o malos en función de sus
consecuencias. Por lo tanto, al tomar decisiones éticas, es importante considerar las posibles
consecuencias de nuestras acciones y evaluar si estas son deseables o no.
3. Escuchar diferentes perspectivas: El sentido moral no es algo universalmente
compartido, por lo que puede haber diferencias significativas entre las opiniones de diferentes
personas sobre lo que es correcto o incorrecto. Escuchar diferentes perspectivas puede
ayudarnos a ampliar nuestra comprensión del tema en cuestión y tomar decisiones más
informadas.
4. Actuar con integridad: Finalmente, una vez que hemos tomado una decisión ética o
moral, es importante actuar con integridad y coherencia con nuestros principios. Esto implica
ser fiel a nuestros valores incluso cuando esto pueda resultar difícil o incómodo.

● ¿Cómo se relaciona el sentido moral con otros conceptos éticos, como la virtud y
el deber?
El sentido moral está estrechamente relacionado con la virtud y el deber. En general, la ética
se ocupa de cómo debemos comportarnos y qué es lo correcto o incorrecto en términos
morales. La virtud se refiere a las cualidades positivas del carácter que nos permiten
actuar de manera moralmente correcta, mientras que el deber se refiere a nuestras
obligaciones morales hacia los demás.
En este contexto, el sentido moral podría considerarse como una capacidad o facultad que nos
permite discernir lo correcto de lo incorrecto y actuar en consecuencia. Es decir, el sentido
moral nos ayuda a reconocer las virtudes y los deberes morales y a actuar en consecuencia.
Por lo tanto, se podría decir que el sentido moral es un componente clave de la ética y está
estrechamente relacionado con otros conceptos éticos como la virtud y el deber.

¿Cómo se puede desarrollar o fortalecer el sentido moral en una persona?


1. La educación moral: la enseñanza de valores y principios éticos desde una edad temprana
puede ayudar a desarrollar el sentido moral de una persona.
2. La reflexión y la autoevaluación: tomarse el tiempo para reflexionar sobre nuestras
acciones y decisiones, y evaluar si están en línea con nuestros valores y principios éticos,
puede ayudarnos a fortalecer nuestro sentido moral.
3. La práctica de la empatía: ponerse en el lugar de los demás y tratar de entender sus
perspectivas y sentimientos puede ayudarnos a desarrollar un mayor sentido de
responsabilidad hacia los demás.
4. La exposición a diferentes perspectivas éticas: aprender sobre diferentes sistemas éticos
y filosóficos puede ayudarnos a ampliar nuestra comprensión del bien y del mal, lo que
podría fortalecer nuestro sentido moral.
● ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que el sentido moral no sea universalmente
compartido para la ética y la moralidad en general?
Se pueden inferir algunas implicaciones del hecho de que el sentido moral no sea
universalmente compartido para la ética y la moralidad en general. Algunas posibles
implicaciones incluyen:
1. La diversidad cultural: el hecho de que diferentes culturas tengan diferentes valores y
principios éticos sugiere que la moralidad es relativa a la cultura y al contexto social en el que
se encuentra.
2. El relativismo moral: si no hay un sentido moral universalmente compartido, entonces
puede ser difícil argumentar que hay una verdad moral objetiva o absoluta.
3. La necesidad de diálogo intercultural: dado que las diferencias culturales pueden llevar a
diferentes perspectivas éticas, puede ser importante tener un diálogo intercultural para
comprender mejor las perspectivas de los demás y encontrar puntos en común.
4. La importancia de la reflexión personal: dado que el sentido moral es subjetivo y puede
variar entre las personas, puede ser importante reflexionar sobre nuestras propias creencias y
valores éticos para asegurarnos de actuar de manera coherente con ellos.

● ¿Cómo se pueden reconciliar las diferencias entre diferentes perspectivas éticas y


morales?
Se pueden inferir algunas formas en que se pueden reconciliar las diferencias entre diferentes
perspectivas éticas y morales. Algunas posibles estrategias incluyen:
1. El diálogo y la negociación: tener un diálogo respetuoso y constructivo con personas que
tienen diferentes perspectivas éticas puede ayudar a encontrar puntos en común y llegar a un
acuerdo.
2. La reflexión crítica: reflexionar críticamente sobre nuestras propias creencias y valores
éticos puede ayudarnos a comprender mejor las perspectivas de los demás y encontrar formas
de reconciliar nuestras diferencias.
3. La búsqueda de objetivos comunes: identificar objetivos comunes, como la justicia o el
bienestar general, puede ayudar a superar las diferencias éticas y morales.
4. La tolerancia: reconocer que las diferencias éticas son inevitables y aprender a tolerarlas
puede ser una forma efectiva de reconciliar las diferencias.

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