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TESINA HIPNOSIS CLÍNICA Y REPROGRAMACIÓN MENTAL

PARA: JUAN RAMÓN RODRÍGUEZ

POR: ANDREA PAOLA MORALES ASTORGA

SANTIAGO, 03 DE MAYO DE 2023


HIPNOSIS CLÍNICA Y REPROGRAMACIÓN MENTAL

La hipnosis clínica y la reprogramación mental es una rama del psicoanálisis en la cual el


ser humano puede resetear sus pensamientos limitantes, a través del cambio de hábitos,
creencias, potenciar actividades entre otras. Nuestro cerebro es como una CPU que
cuenta con una tarjeta de memoria, en la cual almacenamos todos los recuerdos, actitudes
y hábitos. Mediante la memoria emotiva se puede cambiar, transformar y eliminar ese
cambio desde la raíz provocando la renovación total de la forma de vivir a través de los
patrones mentales y sugestión del paciente consultante.

Historia de la Hipnosis
Una buena forma de introducirse en el ámbito de la hipnosis clínica es transitar por su
historia. De este modo, recorriendo el tiempo, los intereses y los esfuerzos puestos para
acercarnos más a este fenómeno, estaremos en mejores condiciones para entenderla. Se
propone, por tanto, un recorrido histórico que nos sirva para contextualizar la hipnosis y
todos los aspectos relacionados con ella.

La sugestión existe desde el momento en que los seres humanos se comunicaron. con
posterioridad, este componente fue elaborado y desarrollado en la hipnosis. No es posible
fijar el momento de la historia en que se produjo este acontecimiento. Probablemente fue un
proceso largo y costoso, con aciertos y errores.

Nadie sabe con certeza los orígenes de la hipnosis. Desde los albores de la historia existen
muchos indicios de que los hombres de todas las culturas utilizaban procedimientos
hipnóticos con fines curativos; entre ellos, el alivio del dolor.

Los estados de “trance” están descritos desde muy antiguo. En las culturas no occidentales
se empleaban sobre todo por parte de los “curanderos” o “sacerdotes”, siendo generalmente
ellos (los curanderos) quienes entraban en estado de trance como parte de las ceremonias
de curación.

Los antiguos pueblos como los mayas, los aztecas, los persas y los griegos utilizaban la
hipnosis como medio de curación. Los sacerdotes o los brujos provocan un estado llamado
“sueño mágico” a través de la imposición de las manos o rituales caracterizados por cantos
y bailes con un ritmo monótono.

La hipnosis es una vieja ciencia al servicio de una nueva humanidad. Los egipcios hace
unos 3.500 años la llamaban la cura del sueño. Tanto en Babilonia como en Grecia y
también en Egipto era empleada con distintos fines médicos.

Es a partir del siglo XVIII cuando comienza a ser utilizada de forma abierta, a raíz del
descubrimiento del “magnetismo animal”, por Franz Anton Mesmer. Mesmer fue el precursor
de la hipnosis en el siglo XVIII.

La hipnosis, tal como hoy la conocemos, empezó hace dos siglos en Francia. La palabra
“hipnosis” (de una palabra griega, “hypnos”, que significa sueño) fue definida por James
Braid en 1843.
La palabra Hipnosis tiene su origen en:

• “Hipno”: en la mitología griega (Hypnos) era la personificación del sueño, hijo de Érebo
(dios de la oscuridad y la sombra) y Nix (diosa de la noche), y hermano gemelo de Thánatos
(dios de la muerte) y padre de Morfeo (dios del sueño).

“Sis”:sufijo que significa acción, proceso o resultado de… o estado irregular.


Por lo tanto la hipnosis sería un proceso o resultado o estado irregular de adormecimiento.
A Hypnos se le representaba con grandes alas de mariposas (capaces de trasladarse de un
extremo a otro de la tierra, con sigilo y en un instante), sosteniendo en su mano una planta
de adormidera.

En el año 1500 a/c, en Ebers (Antiguo Egipto):


El documento escrito más antiguo, del que se dispone, que nos narra cómo la hipnosis era
utilizada en tiempos remotos es El Papiro de Harris, también llamado Papiro Mágico o
Papiro de Ebers. Escrito en lengua egipcia hierática cerca del 1.500 antes de Cristo.
Describe cómo los adivinos egipcios empleaban métodos hipnóticos muy parecidos a los
practicados actualmente. Muestra a un sacerdote egipcio magnetizando a un paciente o
adepto. Los jeroglíficos reflejados en las pinturas murales del Templo de Imotep (Dios de la
curación) muestran escenas similares.

En el año 500 a/c, en Grecia:


Los sacerdotes y hierofantes griegos practicaban técnicas parecidas a las inducciones
hipnóticas en los llamados Templos del Sueño, con fines curativos. En algunos se rendía
culto a Asclepio, dios de la Medicina.

En Grecia se utilizaban para consultar los oráculos. En el templo de Delfos se podía leer
“gnosei seauton” (conócete a ti mismo) y se trabajaba con la medicina psicosomática y la
curación a través de inducciones hipnóticas. En los escritos de platón podemos encontrar
innumerables referencias a la medicina psicosomática, como por ejemplo: “Cuida bien el
alma si no quieres enfermar del cuerpo y de la cabeza”.

Incluso Pitágoras: “Qué tu cuerpo no sea la cárcel de tu alma”. También era un gran filósofo
y conocedor de la psique humana, aunque es más conocido por sus aportaciones
matemáticas.

Epidauros fue un punto neurálgico y lugar de peregrinación, donde en el Templo de Asclepio


(Esculapio para los romanos), se utilizaban métodos curativos de naturaleza ritual. Los
pacientes eran introducidos en un túnel llamado “el Tolo”, por el que corría un riachuelo cuyo
murmullo tranquilizaba a los enfermos. Los pacientes debían dormir ahí para que el dios
pudiera aparecérseles en sueños, para confirmar el diagnóstico y sugerir un tratamiento.
Además el paciente escuchaba voces supuestamente del dios, que le sugerían su pronta
recuperación. Los enfermos, antes de abandonar el lugar, dejaban colgado en la puerta del
Templo algún objeto personal, como prueba de su curación.

El Templo de Asclepio estaba dedicado a Asclepio hijo de Apolo y de Coronis, dios de la


medicina.
La referencia a la antigüedad y a Grecia, en concreto, es generalmente reconocida. Sin
embargo, la aportación más rigurosa y entroncada en la filosofía es la que ahonda en la
utilidad de la palabra como terapia, como el fármaco de la mente. Así Platón propone la
sugestión (la palabra sugestiva) como medio de obtener el orden y la armonía de que
carece el enfermo, y Aristóteles, por otro lado, desarrolla la Retórica, como persuasión
verbal y la Poética como forma de tratamiento psicológico y que incluye unas buenas dosis
de catarsis. El reconocer el poder de la palabra como agente susceptible de producir
cambios en el organismo es aceptar el elemento esencial que subyace a los fenómenos
hipnóticos.

Gorgias (sofista “pensador” contemporáneo de Sócrates) afirmó que la fuerza (dynamis) de


la persuasión para el tratamiento de la mente (psykhé) es equiparable a la de los mejores
fármacos para la curación del cuerpo.

Más amplio fue el planteamiento de Platón acerca de la palabra sugestiva. Pensaba que la
sugestión puede producir una “armoniosa y justa ordenación” de todos los elementos de la
vida psíquica (creencias, sentimientos, impulsos, saberes, etc.) y que esta armonía
(sóphrosyné) es condición previa para que sea máximamente eficaz la acción de los
fármacos, por lo que estimaba que la terapéutica no es completa si no es capaz de
conseguirla en los enfermos.

Aristóteles consagró todo un tratado, la Retórica, a la palabra persuasiva y distinguió en la


Poética una nueva forma de “tratamiento psíquico”. Junto a la palabra dialéctica o
convincente y a la retórica o persuasiva, describió la que produce una “catarsis”, término
que utilizó con el significado de “liberación o purgación de las pasiones”, seguida del
correspondiente alivio. La relacionó asimismo de modo explícito con la terapéutica,
afirmando que un médico que supiera producir en la psykhé de ciertos enfermos efectos
“catárticos” semejantes a los de un poema trágico vería completada radicalmente la eficacia
de sus tratamientos. Tampoco este nuevo programa fue recogido en la medicina posterior, a
pesar del decisivo influjo que recibió de la obra de Aristóteles, no sólo en el terreno de la
biología, la filosofía natural y la lógica, sino también en el de la ética. En la célebre doctrina
aristotélica del “justo medio” entre dos comportamientos extremos se basó directamente el
texto sobre “dietética” de Diocles de Caristo, médico del siglo IV a.C. El término “dietética”
no se refería únicamente a los alimentos, sino que designaba la regulación de todos los
aspectos de la vida humana, tomando la medicina como norma. Este significado se
mantuvo durante la larga vigencia de la higiene individual destinada exclusivamente a los
privilegiados y poderosos, desde la Antigüedad clásica hasta comienzos del siglo XIX.

Edad media:
Durante la Edad Media se construyeron teorías y se ejercieron prácticas de hipnotismo
brutalmente perseguidas y reprimidas por la inquisición, bajo la acusación de brujería y
pactos con el diablo.

En la Edad Media se produjo la máxima represión de esta actividad, puesto que al


imponerse una doctrina cristiana altamente rígida y conservadora, todo acto ajeno a ella,
como es el caso de la inducción hipnótica o una simple referencia a la hipnosis eran
considerados como una obra de superchería y brujería, con lo cual desnaturaliza la esencia
de la conducta humana, y de esos oscuros siglos no tenemos referencia de ningún hereje
que haya desafiado el anatema eclesiástico contra la hipnosis y otros fenómenos.

Cultura árabe: No solo se permitía el hecho de estar loco, sino que se les defendía, porque
eran los escogidos por Alá.

Cultura cristiana: Todo lo contrario, consideraban al individuo loco como poseído por el
demonio. La solución que daban era la hoguera, sobre todo si era del sexo femenino.

En la Edad Media, la enfermedad era considerada como una posesión demoníaca y el clero
católico, posesor de la casi totalidad de la medicina, optaba por rezos, privaciones y rituales
impresionantes para actuar sobre el “espíritu poseído” del enfermo.

Juan Gilaberto Jofré (1350-1417):


Nacido en Valencia; con 25 años ingresó en la orden de la Merced (dedicada al rescate de
prisioneros de guerra y esclavos). Se familiarizó con los métodos terapéuticos, caritativos,
empleados por el Islam para los alienados, abandonando la creencia de que los locos eran
endemoniados.

En 1409, a raíz de asistir al linchamiento de un “insano” en Valencia, consiguió que Martín I


de Aragón, el Humano, con la bendición del Papa Benedicto XIII (el “Papa Luna”) abriera en
esa ciudad el hospital de los Santos Mártires Inocentes, destinado a los enfermos mentales,
pobres dementes y expósitos. Por tanto, Juan Gilaberto Jofré más conocido como el Padre
Jofré creó e inauguró el primer establecimiento del mundo destinado a albergar y proteger a
los locos y no a encerrarlos y castigarlos.

De concepción liberal, empleó siete médicos a tal efecto y una administración de diez
comerciantes. El establecimiento funcionó durante cuatro siglos.

El padre Jofré murió en 1417, y gracias a su impulso se crearon en España seis centros
idénticos en el siglo XV: Zaragoza (1425), Sevilla y Valladolid (1436), Palma (1456), Toledo
(1480), y Barcelona (1481).

Johann Joeseph Gassner (1727-1779):


Uno de los personajes más curiosos de los hipnotizadores ancestrales fue conocido como
Padre Gassner.

Johann Joeseph Gassner, nacido en Alemania, sacerdote católico y contemporáneo de


Mesmer, maestro de la sugestión, utilizaba sus impactantes y teatrales técnicas hipnóticas
para esparcir su fe y sus creencias religiosas.

Gassner efectuaba curaciones realmente peculiares, rodeado de un ambiente atemorizante.


El paciente aguardaba unos minutos en soledad hasta que Gassner irrumpía con una
impresionante vestimenta negra, blandiendo un crucifijo y atacando con voz atronadora a
las fuerzas del mal y a los demonios causantes de todos los padecimientos. En otras
ocasiones hacía aguardar al sujeto en condiciones de penumbra, durante unos minutos y al
cabo de un rato sigilosamente se acercaba por detrás haciendo sonar un gong a la par que
gritaba órdenes imperiosas a los demonios que lo poseían.
Gassner conseguía curaciones casi milagrosas y a la vez ejercía una poderosa influencia
sobre el espíritu del paciente, utilizando de un modo exagerado todos los elementos de la
sugestión y la fascinación. Induce al trance, gritando impulsivamente sugestiones de sueño
en alemán y latín o bien por simple contacto con la cruz en la frente de los congregados.

Los testimonios de la época aseguran que su imponente presencia y su atemorizante


puesta en escena, lograba inducir ese estado de trance en la mayoría de las personas en
menos de siete segundos. Lo cierto es que en su procedimiento reunía todas las
características básicas de la ejecución de la hipnosis instantánea.

Del padre Gassner se cuenta infinidad de anécdotas, se dice de él que sus pacientes nunca
regresaban, no se sabe bien si por que realmente Gassner les había resuelto el problema o
quizás por no pasar por tales terrores de nuevo.

Es bien cierto que Gassner se beneficiaba de su rango religioso y su prestigio a la hora de


llevar a buen puerto muchas de esas inducciones al trance, pero si hemos de creer lo que
los cronistas de la época cuentan, resultaba ser un magnífico hipnotizador. Estamos pues
ante un personaje que no emplea las técnicas clásicas de los magnetizadores de la época,
ni habla en ningún modo de fluido magnético, como más tarde insinuaría Mesmer.

Gassner empleaba directamente la sugestión pura y dura y quizás en eso fue uno de los
primeros en aplicarla para conseguir estados de trance instantáneos.

Friedrich (Franz) Anton Mesmer (1734-1815):


Fue el precursor de la hipnosis. El empleo sistemático de la hipnosis comenzó con Franz
Anton Mesmer. Mesmer estaba convencido de que el magnetismo podía curar muchas
enfermedades. Su argumento era que si la luna ejerce un poder sobre los mares de la tierra,
también podría influir en los fluidos del cuerpo humano y de hecho restablecer la salud.
Según Mesmer, todos estábamos bajo el poder de los fluidos magnéticos. Para él la
enfermedad era creada por una sugestión del organismo que se podía solucionar con la
transmisión de ondas magnéticas.

Mesmer fue el descubridor de una espectacular manera de curar enfermedades, basada en


la sugestión. Llegó a París (entonces, el centro del mundo) en 1778 precedido de una
reputación de hacedor de milagros. Al parecer había devuelto la vista a una joven músico de
Viena que la había perdido.

La forma de trabajar de Mesmer era espléndida y teatral. Partía de la base de que él era
capaz de acumular una porción del “fluido universal” (hoy lo llamaría “energías positivas”) y
de transmitirlo a sus semejantes.

La Academia de Medicina rechazó sus técnicas, pero uno de sus pacientes (M. Bergasse)
abrió una suscripción de 100 luises por persona que le fue ofrecida a Mesmer para montar
una clínica, a condición de revelar a los suscriptores los secretos del “magnetismo animal”.

La sala de tratamientos que montó Mesmer en el Hotel Bouillon estaba instalada con gran
habilidad: semioscuridad, perfumes orientales, músicas lejanas y exóticas, así como
decoración recargada y misteriosa. Presidía el centro de la sala la llamada “cubeta de la
salud”, una especie de simbiosis entre altar y pila bautismal, llena de agua sulfurosa. Los
pacientes se sentaban rodeados por cordones que salían de la cubeta. Asimismo, tocaban
con las manos, de vez en cuando, unas varillas metálicas en contacto con el agua, las
cuales debían apretar sobre las partes enfermas de su cuerpo. También se tocaban unos a
otros en las puntas de los dedos, para hacer circular “el fluido”. Mesmer, majestuoso en su
túnica de seda morada, pasaba entre ellos tocándoles con su varilla, o con sus manos, en la
frente y en las manos. No era extraño que durante el acto los pacientes entrasen en trances
convulsivos.

Las sesiones de magnetismo de Mesmer tuvieron tanto éxito que cuando el tumulto de la
gente no permitía practicar el magnetismo en la sala de tratamiento, Mesmer “magnetizaba”
un árbol fuera de la sala y pedía a los pacientes disfrutar del magnetismo. Mesmer
consiguió curaciones espectaculares por medio de su nuevo método de magnetismo.

Sea como fuere, el caso es que Mesmer se hizo el “hombre de moda”, y su consulta, bien
repleta, tenía listas de espera que en nada envidiaría a las de nuestra Seguridad Social.

Ante las apasionadas discusiones entre partidarios y críticos, el Rey encargó a una
comisión de científicos que analizarán el trabajo de Mesmer. Como curiosidad señalemos
que en el grupo de expertos compartieron tareas el químico Lavoisier, Benjamin Franklin y
el tristemente relevante Dr. Guillotin. Los resultados fueron negativos para el austriaco, y un
informe de la comisión (del que se publicaron 20.000 ejemplares) ilustraba acerca de la
superchería.

Al ver que venían malos tiempos para él, Mesmer volvió a Alemania y se llevó el dinero de
sus suscriptores, quienes nunca obtuvieron el secreto prometido. A pesar de sus evidentes
falacias, el método de Mesmer fue un indiscutible precursor (y posiblemente un inspirador)
de futuras investigaciones y aplicaciones en el campo de la medicina psicosomática.

Entre los seguidores de Mesmer hay que recordar al Marqués de Puységur (quien descubrió
el sonambulismo e insistió que la palabra por sí misma era suficiente para el magnetismo) y
al padre Faria (quien según Schulz había reconocido y utilizado la sugestión en toda su
significación).

Mesmer vio la hipnosis como un caso típico de magnetismo animal, a través del cual se
podía influir o comunicarse con el sujeto a hipnotizar, obtuvo conductas extrañas que fueron
precisamente originadas por un fluido emitido por los humanos.

Conde Alejandro de Cagliostro (1743-1795):


Médico, alquimista, ocultista y alto masón. Amigo y sucesor del conde de Saint Germain,
afirmaba conocer las “ciencias” de la alquimia y la hipnosis, así como la medicina.
Cagliostro fue un personaje encantador de las cortes reales de Europa, donde practicó la
magia, la curación psíquica, la hipnosis, la alquimia, la adivinación por medio de la bola de
cristal y otras artes ocultas.

Algunos historiadores lo acusaron de ser un embaucador y un farsante, mientras que otros


afirmaron que sus poderes psíquicos y ocultos eran verdaderos, y que Cagliostro era un
hombre generoso que había tratado de ayudar a los pobres. Conde Alejandro de Cagliostro,
que había seguido los pasos de Paracelso, sostiene que las curaciones tienen una base
racional y explicable, y demuestra cómo no es necesario ser sacerdote o rey para conseguir
resultados positivos.

Pepetin, J. (1744-1808):
Médico francés. En un principio fue adversario al magnetismo. Descubrió el estado de la
catalepsia hipnótica, al percatarse de la semejanza entre la catalepsia histérica y la
provocada por medio del magnetismo. Posteriormente se dedicó a la difusión del
magnetismo, publicando varios libros, debido a este descubrimiento.

Philippe Pinel (1745-1826):

Médico francés dedicado al estudio y tratamiento de las enfermedades mentales.


Considerado el fundador de la psiquiatría en Francia. Después de realizar sus estudios en
Toulouse y en Montpellier, trabajó en el hospital de La Bicêtre y en el hospital de la
Salpêtrière. Introdujo importantes mejoras en el tratamiento de los enfermos mentales y
luchó para que la psiquiatría tuviera categoría de disciplina independiente de la medicina
general. En el campo institucional propugnó la humanización del trato que se daba por
entonces a las personas alienadas, eliminando como primera medida, su encadenamiento a
las paredes. Consideraba posible la recuperación de un amplio grupo de los “alienados” (tal
la denominación social de la época a los “locos”) a partir del tratamiento moral. Fue
catedrático de patología médica y escribió diversas obras, entre las que destacan
“Nosografía filosófica” (1798) y “Tratado médico-filosófico sobre la enajenación mental o la
manía” (1801).

Pinel redactó en 1801 “Traité Médico-Philosophique sur l’aliénation mentale”. Su


clasificación distingue entre:

• La melancolía simple (delirio parcial)


• La manía (delirio generalizado con agitación)
• La demencia (debilitamiento intelectual generalizado)
• La idiocia (perturbación total de las funciones intelectuales)

Pinel consideraba a las enfermedades mentales como un desarreglo de las facultades


cerebrales causado por cierto número de causas:

• Causas físicas, en primer lugar.


• Herencia, a la cual le otorga un lugar destacado.
• Causas morales, que se pueden separar en:
• Pasiones intensas y fuertemente contrariadas o prolongadas.
• Excesos de todo tipo, (las irregularidades de las costumbres y del modo de vida, la
educación excesiva, ya sea por molicie (blandura) o por dureza excesiva, que es factor
predisponente).

A las neurosis las separará en dos grandes grupos:


• Comatosas: Las afecciones comatosas suponen la desaparición total de las funciones
cerebrales, las intelectuales superiores. Hay pérdida total de relación con el mundo, pérdida
del lenguaje, etc.

• Vesanias: Dividiéndolas en cuatro especies:

a) Manía.
b) Melancolía.
c) Demencia o abolición del pensamiento.
d) Idiotismo.

En las vesículas (concepto considerado como su gran hallazgo), la pérdida de las funciones
intelectuales superiores es parcial.

Es el primero que divide a la locura en cuatro grandes clases:

• MANIA propiamente dicha: En la cual el delirio es general.

• MELANCOLÍA: El delirio es parcial, está limitado a un objeto o grupo de objetos. Hay en el


melancólico una tristeza profunda, falta de deseos de vivir.

• DEMENCIA: Antecedente de la “Dementia Praecox” de Kräepelin, lo que actualmente se


conoce como Esquizofrenia.

• IDIOCIA o IDIOTISMO: Consiste en la obliteración de las funciones intelectuales. El sujeto


queda reducido a una existencia vegetativa, con restos esporádicos de actividad psíquica
(ensoñaciones dulces, sonidos semiarticulados, crisis de exaltación). Puede ser orgánica o
adquirida, y entonces a menudo transitoria. Es lo que en la actualidad recibe el nombre de
oligofrenia o debilidad mental.

Pinel suprimió las sangrías y los tratamientos inútiles, que no servían más que para debilitar
a los enfermos. Pensaba que se podía curar a los locos con palabras de estímulo y que, en
el caso de los delirantes, podía atenuarse la opresión de la idea dominante mediante un
razonamiento hábil, para lo que la figura del médico ocupaba un lugar crucial. A pesar de
aquello, algunos de sus tratamientos (como la sofocación en pilones de agua, con el
paciente atado a una silla basculante, o la “cura de hambre”) han de considerarse
actualmente como bastante brutales.

Pinel rechazó las teorías que daban cuenta de la locura por un daño material en el cerebro,
o más bien, rechazó la extensión a todo caso de locura de algunas constataciones aisladas:
las autopsias que realizó no le mostraron nada constante ni específico; si existían lesiones,
ellas podían deberse a la enfermedad que causó la muerte y no tener ninguna relación con
la locura, ya que encontró lesiones en personas que no habían presentado manifestaciones
delirantes; finalmente, concluyó que la mayoría de las veces ninguna lesión era perceptible
en la locura.

Concluyó entonces que es probable que en la inmensa mayoría de los casos (exceptuando
gran parte de idiotismos congénitos), la locura está exenta de daño material del cerebro. El
cerebro no está dañado, la mente solamente está alterada en su funcionamiento, de dónde
surge la acción del posible tratamiento moral y la curabilidad potencial de la locura en una
proporción que estimó elevada, al menos para la manía y la melancolía no complicada. En
la demencia (antecedente de “Dementia Praecox” de Kraepelin) y el idiotismo las curas son
raras, el entendimiento está tan disociado que el sujeto permanece inaccesible a las
percepciones exteriores y, por lo tanto, a las influencias exteriores.

Pinel así se alzó contra el dogma de la incurabilidad de la locura, bastante extendido en


aquella época.

Armand-Marie-Jacques de Chastenet, Marqués de Puységur (1751-1825):


Aristócrata francés. Es conocido como uno de los fundadores precientíficos de la hipnosis,
lo que en su época se denominaba magnetismo animal o mesmerismo. Armand de
Puységur descubre el “Sonambulismo Magnético” y la clarividencia. Uno de sus pacientes
(Víctor Rase) habla, se mueve y demuestra un conocimiento superior en un trance del que
al despertar no recuerda nada.

La contribución del marqués de Puységur, en el desarrollo de la hipnosis fue en cierto modo


anecdótica. Siguiendo la estela de Mesmer y practicando en el uso del magnetismo animal
obtuvo en algunas personas un estado de sonambulismo que denominó “provocado”. Este
sonambulismo, además, constituía un estado especial de clarividencia. En él, según
Puységur, las personas recordaban con claridad, podían prever el futuro y conocer acerca
de la naturaleza, diagnóstico y orientación al tratamiento de enfermedades. El marqués de
Puységur, que no era médico, comunicó sus hallazgos a la “Sociedad de la Armonía”. Las
“Sociedades de la Armonía" se constituyeron entre los seguidores de Mesmer y se
centraban en la búsqueda del equilibrio (armonía) del magnetismo como fuerza vital.

El hallazgo de Puységur fue difundido en la última década del siglo XVIII y llamó la atención
de la clase médica, en especial por la relación existente entre el sonambulismo, la histeria y
las características especiales conferidas a ese estado de sonambulismo. Así a principios del
siglo XIX, Petetin, médico, relaciona el sonambulismo provocado con la catalepsia histérica.
Consideró, además, que no se trataba de una fuerza magnética sino eléctrica que se origina
en el cerebro y que confería una especial sensibilidad y receptividad sensorial a las
personas. Esto justificaría no sólo la viva sensibilidad de los catalépticos sino también su
especial cualidad para el recuerdo.

Abate Faria, o Abate José Custodio de Faria, (1756-1819):


Clérigo nacido en la colonia portuguesa de Goa y doctorado en Roma, hizo la aportación
más relevante al desarrollo de la hipnosis en los comienzos del siglo XIX. Fue un pintoresco
monje Indo-Portugués, que fue de los primeros pioneros en el estudio científico del
hipnotismo. Faria entendió, a diferencia de sus predecesores, que el hipnotismo estaba
basado en el poder de la sugestión, en el siglo XIX introdujo la hipnosis oriental en Paris. El
sacerdote Faria demuestra el método de la Fascinación. Fija su mirada en los sujetos y les
ordena dormir enérgicamente. Para él el trance es cuestión de la imaginación del sujeto, no
de magnetismo.
Se sabe que el abate Faría hacia 1815 abrió un curso público sobre “magnetismo hipnótico”
en París y esta quizás haya sido hasta el momento la expresión más clara del carácter
oriental de los métodos de hipnosis en cuanto a su origen.

El Abate Faría, fue el primero en comprender que la hipnosis es un fenómeno psicológico y


lo conceptuó como un “sueño lúcido”, destacando que para hacer aparecer este sueño, era
necesaria la concentración por parte del sujeto.

En contacto con Puységur inicia su actividad como hipnotizador y pronto constata lo


innecesario del magnetismo animal para explicar los fenómenos hipnóticos. Así considera
que es la sugestión verbal la responsable de los efectos observados y desarrolla diversos
métodos y técnicas para aplicarla. Esto influirá decisivamente en autores como Liébault y
Bernheim precursores de la hipnosis como es considerada en el momento actual. Faria
hizo, además, otras dos aportaciones sustanciales. La primera fue la consideración del por
él denominado “sueño lúcido” como un fenómeno natural y nada extraordinario ni ajeno a la
realidad humana. La segunda fue la aceptación de que los fenómenos observados no
dependen de causas externas (magnetismo, electricidad, etc.), sino que “residen” en el
propio sujeto, en su disposición y aceptación a ser influenciado. Esta vuelta a la realidad, a
no buscar causas externas antinaturales no le sirvió para evitar ese halo de charlatanería al
que fueron asociados los seguidores de Mesmer, que quedó caracterizado de forma
pintoresca en el personaje del “abate Faria” que Alejandro Dumas introdujo en El Conde de
Montecristo.

Jules Germain Cloquet (1790-1883):


Médico francés que se interesó en nuevos métodos terapéuticos, como el hipnotismo y la
acupuntura. Llegó a aplicar esta última técnica en Saint-Louis y escribió un tratado sobre el
tema. Sus colegas, no obstante, no se tomaron demasiado en serio este procedimiento.

El 12 de abril de 1829, el Doctor Cloquet realizó una mamectomía bajo hipnosis profunda
con éxito a una paciente de 64 años. A partir de esa fecha, se practicaron infinidad de
intervenciones quirúrgicas bajo hipnosis, teniendo en cuenta, que por entonces no existía
aún la anestesia química. Todas estas operaciones tuvieron éxito, se hicieron sin dolor y no
tuvieron complicaciones postoperatorias.

John Elliotson (1791-1868):


En 1837 el Dr. John Elliotson uno de los médicos de mayor reputación en Inglaterra y el
primer Profesor de Medicina en el recientemente inaugurado Hospital Universitario anexo a
la Universidad de Londres, se transformó en un ardiente partidario de la apenas conocida
ciencia del mesmerismo. John Elliotson se interesó en el magnetismo a través de Richard
Chenevix, un estudiante de Faria, y aprendió del Barón Jules Dupotet. Elliotson en 1843,
publicó un trabajo donde describía numerosos casos quirúrgicos sin dolor, la anestesia
todavía no se había inventado. Aplicó la hipnosis como anestesia en operaciones
quirúrgicas importantes.

Durante largos años publico el Zoist, una revista científica en la cual se dieron a conocer
numerosas operaciones sin dolor y otros fenómenos del mesmerismo.

James Braid (1795-1860):


HISTORIA GRECIA Un cirujano y oculista escocés llamado James Braid investigó, por
primera vez de manera científica, el fenómeno del sueño provocado por un magnetizador.

Braid propuso que los imanes y el magnetismo no eran los responsables del estado
hipnótico y la consecuencia de las curaciones. Braid utilizó la palabra “hypnos” que en
griego significa sueño y explicó la naturaleza de este estado hipnótico, excluyendo la
existencia de fluidos magnéticos emanados de las manos o de los ojos del magnetizador.
Ya que Braid era un oculista creyó que la fijación de la mirada en un punto luminoso
cansaba los músculos alrededor de los ojos y que está fatiga producía el estado hipnótico.

Como médico tuvo conocimiento de los fenómenos hipnóticos y le sorprendió la dificultad de


los sujetos para mantener los ojos abiertos. Él que entre sus actividades médicas y
quirúrgicas se encontraba la oftalmología y más concretamente la corrección del
estrabismo, pensó que el cansancio producido por la fijación ocular producía unas
alteraciones en el sistema nervioso que facilitaban el sueño. De este modo y mediante un
procedimiento “físico” se podía inducir el estado hipnótico en lo que vino a denominarse el
“sueño nervioso”, frente al “sueño lúcido” de Faria. Braid diferenciaba el “sueño nervioso”
del sueño convencional y lo utilizó con fines terapéuticos concretamente para el control del
dolor, en lo que constituye una puerta a las aplicaciones clínicas de la hipnosis.

Con las aportaciones de Faria y Braid se rechaza al magnetismo, electricidad y otras


explicaciones similares como provocadores de la hipnosis y se acepta que es la
participación efectiva del sujeto la que pone en marcha el fenómeno. Que dicho fenómeno
puede ponerse en funcionamiento mediante la palabra o por acción de determinados
cambios fisiológicos, inducidos mediante instrucciones verbales.

El método de Braid consistía en presentar un objeto brillante luminoso que podía ser un
prisma, una bola de cristal… ante los ojos del sujeto, un poco por arriba de la base de la
nariz, al nivel de la frente.

La fijación de la mirada en estos objetos traía como consecuencia cansancio en los


músculos elevadores de los párpados, en un tiempo más o menos corto, que obligaba a
cerrar los ojos por el parpadeo y la fatiga ocular que inducía el sueño.

Braid utilizó el término “hipnoscopio” para designar al instrumento que empleaba para
hipnotizar, que era cualquier objeto brillante.

Fueron tan importantes los descubrimientos de Braid y tan efectiva su técnica, que
actualmente todos los métodos para hipnotizar que se basan en la fijación de la mirada se
conocen como método de Braid.

La gran contribución de Braid fue agrupar bajo un término científico todos los fenómenos
que aparecían en lo que erróneamente se llamaba magnetismo animal.

Fue muy significativa en el desarrollo de la hipnosis la creación de su método de fijación de


la mirada, que tiene una gran efectividad y es bastante utilizado actualmente por muchos
profesionales de la hipnosis, ya que en realidad la fijación de la mirada provoca cansancio y
agotamiento de los músculos elevadores de los párpados, lo que conduce al sueño.
Los descubrimientos de Braid permitieron que la hipnosis saliera del campo mitológico y
sobrenatural que hasta entonces la identificaba.

James Esdaile, (1808-1859):


Médico cirujano británico conocido como el padre de la anestesia hipnótica. Su método se
utilizaba antes de la invención del cloroformo. Llevó a cabo en Calcuta 19 amputaciones y
trescientas operaciones mayores usando tan sólo anestesia magnética. Pero a pesar de los
excelentes resultados obtenidos y las opiniones favorables por parte de diversas comisiones
médicas, se le acabó prohibiendo oficialmente el uso de la hipnosis en la ejecución de sus
intervenciones. En el transcurso de su trabajo, Esdaile comprobó un fenómeno que
permanece inexplicado aún en nuestros días. En su época, la mortalidad por infección
post-operatoria alcanzaba el 50%, sin embargo en las intervenciones que utilizaban
anestesia hipnótico-magnética, este porcentaje descendía hasta tan sólo un 5%, hecho que
fue constatado por los científicos de la época.

• Ambroise August Liébeault (1823-1904): Nació en la aldea de Ferrieres, en la Lorena, y


estudió medicina en la Universidad de Estrasburgo. Ejerció como médico general, primero
en una pequeña localidad cercana a Nancy, y posteriormente en esta ciudad. Siendo
todavía estudiante, tras la lectura del informe de la Academia de Medicina de París de 1831,
se interesó por el magnetismo animal e inició algunas experiencias que fueron
interrumpidas por sus profesores. En los años cincuenta, cuando comenzó su ejercicio
profesional, la práctica del magnetismo había quedado relegada en Francia al nivel de los
curanderos. A pesar de ello, se dedicó a analizar sus posibilidades terapéuticas, siguiendo
la recomendación de estudiar rigurosamente los fenómenos “magnéticos”, que tres décadas
antes habían hecho dos personalidades médicas tan prestigiosas como Georget y Rostan.
Utilizó en primer término el método habitual de los magnetizadores para producir el “sueño
artificial”, en el que encontró inconvenientes, como una gran lentitud. Pasó a ensayar el
método de Braid, que consideró inferior y proclive a ocasionar algunos accidentes.
Finalmente introdujo la sugestión verbal, ya utilizada por el abate Faria, principal
fundamento de su propio método: “A partir de esta reforma capital en mi manera de
hipnotizar, mis enfermos se durmieron tranquilamente y con mucha mayor rapidez”.
Incorporó también la sugestión colectiva: “Hipnotizamos a nuestros pacientes en grupos de
quince o veinte, produciéndose así un ambiente propicio a la aparición de los efectos, el
necesario entrenamiento y una actitud confiada y favorable de los enfermos”. Con su
demostración de que podían ser hipnotizadas personas psíquicamente normales fue uno de
los principales argumentos que Bernheim opuso al concepto de “neurosis provocada”
formulado por Charcot.

En el procedimiento de Liébeault, basado en la contemplación con la ayuda de la mirada, en


la sugestión verbal y el instinto de imitación, la fijación de la mirada (en un objeto o en los
ojos del hipnotizador) no tiene la función primordial que le había atribuido Braid. Su única
finalidad era lograr, por la concentración de la atención en el órgano de la vista, un estado
inicial de inercia del cerebro, haciéndolo más sensible a la sugestión. Lo fundamental es la
sugestión verbal, bien mediante una orden imperiosa, tal como hacía Faria, o todavía mejor,
anunciando repetidas veces en voz baja la aparición de los principales síntomas del estado
inicial del sueño: “Así por una sugestión múltiple, pero tendiendo al mismo fin, la idea de
dormir se insinúa poco a poco en la mente y acaba por quedar fija en ella”. Liébeault no se
atribuyó en ningún momento la originalidad del método, que presentó como el resultado de
combinar los elementos más adecuados de los anteriores, en especial el de Faria: “Al
procedimiento ya conocido por los magnetizadores durante largo tiempo, añadimos la
sugestión del sueño, ya utilizada por el abate Faria”.

En 1866, Liébeault expuso los resultados de tres lustros de experiencias en el libro “Du
sommeil et des états analogues considerés surtout au point de vue de l’action du moral sur
le physique” (Sobre el sueño y estados análogos considerados sobre todo desde el punto
de vista de la acción de lo moral sobre lo físico). Volvió a defender que los fenómenos
“magnéticos”, especialmente el sonambulismo, son procesos fisiológicos naturales. Faria,
con un criterio descriptivo, había hablado de “sueño lúcido”. Braid, subrayando su
dependencia de modificaciones cerebrales, de “sueño nervioso”. Liébeault, situando en
primer plano su causa, prefirió denominarlo “sueño provocado”. Para explicar el mecanismo
psicosomático de la sugestión, concedió gran importancia a la atención como “fuerza activa
procedente del cerebro” que, por una parte, a través del sistema nervioso permite el
funcionamiento de los órganos de los sentidos, dando lugar a las sensaciones y las
percepciones; por otra, actuando sobre la información ofrecida por los sentidos, conduce a
las ideas y, por lo tanto, al pensamiento, que consiste fundamentalmente en “la reacción de
la atención sobre las ideas recordadas”. La propiedad de la atención de “condensarse allí
donde es llamada y disminuir al mismo tiempo en otros puntos” condiciona dos formas
distintas de los efectos de la “fuerza nerviosa” en el organismo: el “estado libre o activo”,
propio de la vigilia máxima, y el “estado de acumulación o pasivo”, propio del sueño y de
situaciones análogas. La clave explicativa de los fenómenos hipnóticos reside en que la
sugestión, actuando en situaciones de “estado pasivo”, produce desplazamientos de la
“fuerza nerviosa”.

La edición original del primer libro de Liébeault pasó inadvertida, ya que hasta 1882 sus
estudios no fueron descubiertos por el profesorado de la Facultad de Medicina de Nancy.
Por el contrario, tras el enfrentamiento entre Bernheim y Charcot, la segunda edición (1889)
y la traducción al alemán (1892) se difundieron ampliamente en los ambientes médicos
académicos de toda Europa. El mismo año de su jubilación publicó un segundo libro con el
significativo título de “Therapéutique sugestive” (1891), que debe considerarse uno de los
hitos más importantes del proceso de constitución de la psicoterapia. La introducción
definitiva de la sugestión verbal como tratamiento fue consecuencia directa de su análisis de
los procedimientos que habían utilizado magnetizadores e hipnotizadores:

“Después de haber empleado los métodos más comunes, insuflaciones, pases, consultas a
los sonámbulos, tratamientos por ellos prescritos y, finalmente, la sugestión, me he quedado
con este último, que los comprende a todos y que resume su quintaesencia”.

En este aspecto, la obra de Liébeault no sólo superó los planteamientos de Faria, sino
también los de Braid, para quien la sugestión tenía solamente una función indirecta en la
producción de los fenómenos.

Sin embargo, Liébeault no se redujo a introducir la “terapéutica sugestiva” y a demostrar su


eficacia en miles de casos, ya que la fundamentó en un intento de teoría psicogénica. El
capítulo inicial de su segundo libro está dedicado a explicar “cómo ciertas enfermedades
nacen moralmente y cuál es su mecanismo dinámico de formación y mantenimiento”. Dando
por incuestionable su existencia, afirma que dependen básicamente de la formación de una
“idea fija persistente” en “estados pasivos”, es decir, de inercia de la mente. Según sea el
origen de esta última, admite tres modos posibles de aparición de fenómenos patológicos: la
fijación de la atención en una idea sin acompañamiento emotivo, por imitación o “contagio
psíquico”, el nacimiento de la idea morbosa en la situación psíquica creada por una emoción
brusca y su desarrollo en la originada por una emoción persistente. Este mecanismo no
solamente contribuye a producir las enfermedades consideradas “nerviosas”, sino también
orgánicas con lesiones anatómicas, cuyo eslabón patogénico es la acumulación o
disminución de la “fuerza nerviosa” en ciertos plexos vegetativos, con los consiguientes
trastornos de las funciones y alteraciones locales de los órganos. “Desde la simple
dispepsia hasta el cáncer (concluye) surgen en una pléyade de enfermedades ecos
amplificados de la acción de la mente”. El mantenimiento del proceso morboso se realiza a
través de un círculo vicioso en torno a la “idea fija central”, ya que:

“Una vez ocupada la mente por la idea fija de que se está realmente enfermo de una
afección grave en una parte cualquiera del cuerpo, se establece un circuito de donde no es
fácil salir. Es la serpiente que se muerde la cola, es el mal que vive del mal”.

Según Liébeault, en estos mecanismos psicogénicos influye la predisposición individual, en


parte hereditaria y en parte adquirida, a “caer en estados de inercia mental”, de donde
deduce la idea de su prevención, de una especie de higiene mental destinada a conseguir la
fortaleza frente a las sugestiones propias y ajenas.

El segundo capítulo del libro se ocupa de “encontrar las circunstancias de las curaciones
por acción del pensamiento sobre el organismo y conocer los modos funcionales de estas
curaciones, su ley”. Se producen por un mecanismo inverso al que da lugar a la aparición
de alteraciones patológicas, mediante la “sustitución de una idea fija morbosa por una idea
fija de la curación”, acompañada de modificaciones fisiológicas consistentes en
desplazamientos de la atención con el consiguiente aumento o disminución de la “fuerza
nerviosa” en la parte afecta. Liébault considera que la explicación del mecanismo de las
curaciones psíquicas espontáneas no tiene en sí misma significación terapéutica. Lo
realmente nuevo e importante es disponer de un método para reproducirlo:

“Si se prueba que se pueden reproducir artificialmente con finalidad terapéutica las mismas
reacciones mentales en sentido inverso que las que favorecen la formación de un gran
número de enfermedades, situándose por consiguiente en las condiciones de la naturaleza
curativa por influencia psíquica, el método racional de curar por medio de la mente no
puede tardar en entrar en la ciencia”.

• Hippolite-Marie Bernheim (1837-1919): Psiquiatra nacido en Alsacia, era profesor


agregado de la facultad de Medicina de Estrasburgo, en el último cuarto del siglo XIX,
cuando contactó con un médico rural, Liébeault, el cual había desarrollado un método
hipnótico muy parecido al que hoy en día empleamos. Se apartaba completamente de las
turbias teatralidades del método mesmeriano.

Juntos crearon la “Escuela psicológica de Nancy”, auténtica pionera en el estudio de la


hipnosis, y opuesta a la “Escuela neurofisiológica de París” del Hospital de la Salpetrière, en
la que el neurólogo francés más importante de aquellos tiempos, Charcot, impartía sus
lecciones de neurología, pero también de psiquiatría e hipnosis. La doctrina de Charcot era
que solamente se podía hipnotizar a los enfermos histéricos (lo cual es un notorio error).
Pero su fama como neurólogo era tal, que por sus aulas pasaron alumnos que, con el
tiempo, serían grandes médicos (Sigmund Freud, entre ellos).

La escuela de Nancy, menos laureada en su época, trabajó de forma más callada. Las
publicaciones de Bernheim son predecesoras de la moderna medicina psicosomática, y de
las aplicaciones de la hipnosis en este tipo de enfermedades.

El profesor estrasburgués no utilizaba ningún procedimiento técnico auxiliar; trataba de


sugerir verbalmente al paciente que estaba entrando en sueño hipnótico, usando sólo la
palabra. Consideraba que parte de lo que se puede hacer con las personas hipnotizadas
está supeditado únicamente a la sugestión; es decir, que desde la preparación del paciente
hasta los efectos posthipnóticos dependen de la misma.

Estimaba la posibilidad de despertar recuerdos que al parecer estaban completamente


borrados en el paciente. Esto demostraba que bajo la hipnosis la conciencia no está
abolida, que la persona hipnotizada no obra como un autómata inconsciente, sino que ve,
oye y sabe lo que hace.

Su método consistía en poner al paciente sentado o tendido, indicándole como aspecto


fundamental una relajación de la musculatura estriada y apartar de su espíritu todo temor o
pensamiento desagradable. La mirada del hipnotizador se dirigía hacia los ojos del paciente,
repitiéndole de manera algo imperativa que poco a poco experimentaría una especie de
entorpecimiento que le haría sentir pesados sus párpados, bajo el influjo de la somnolencia,
hasta llegar a sentir un deseo irresistible de dormir.

La entrega de Bernheim al estudio y a la investigación le permitió que en un periodo de


cuatro años acumulaba 5.000 casos, de los cuales hipnotizó a el 75%. Posteriormente llegó
a tener 10.000 casos donde el 83% fueron hipnotizables.

Bernheim, no contento con estudiar la sugestión hipnótica y su relación con el sueño, creó
una metódica de sugestiones que consideraba como positivas y negativas con fines
terapéuticos. Dentro de estas sugestiones se encontraba la sensación de bienestar o de
desaparición de los síntomas.

Él pretendía comprender a sus pacientes partiendo de las motivaciones de los mismos y del
descubrimiento de fenómenos psicológicos provocados en estado hipnótico, principalmente
en aquellos casos donde estaba presente la sugestión post hipnótica.

En 1884 Bernheim publicó un libro de gran importancia, “De la suggestion dans l’ état
hypnotique et dans l’ état de veille”, en el que aparecía definida la sugestión en forma más
precisa, hasta llegar al término de heterosugestión, el cual se emplea actualmente para
definir el tipo de sugestión que se utiliza en la hipnosis humana.

Bernheim definía la hipnosis como un estado especial, producido artificialmente y que ponía
en estado exaltado en diversos grados la sugestibilidad, o sea, la actitud para sufrir el efecto
de una idea y poder ejecutarla. Juzgaba que para que la sugestión hipnótica tuviera efecto y
se pudiera trabajar con ella, era necesario que existiera en el paciente una disposición o
receptividad cerebral, y afirmaba que en un elevado porcentaje de personas se podía
encontrar esta condición, por lo que no era posible reducir la hipnosis a pacientes
neuróticos e histéricos como sostenía Charcot, quien había sido su profesor y en aquel
entonces era su colega, y que gozaba de gran autoridad en la materia, pues era la principal
figura de la Escuela de París.

Para Bernheim, el trance hipnótico no era más que un estado de sugestibilidad exaltada que
puede producirse con sueño o sin él; es decir, consideraba la sugestión como un acto por el
cual una idea se introduce en el cerebro de los pacientes a través del receptor auditivo.

Hipnosis, ¿qué es y qué no es?

Día a día nos encontramos sumergidos en un exceso de información, escuchamos

comentarios lanzados al azar, mitos, rumores y suposiciones… Y todo esto se confunde en

el paisaje cotidiano, suponiendo un obstáculo para distinguir bien la realidad. Lo mismo

ocurre con la idea que tenemos acerca de algunas terapias y técnicas; por ejemplo,

podemos albergar cierta confusión o no tener claro qué es y qué no es la hipnosis. Hemos

llegado a escuchar que se trata de una manipulación y una farsa, o bien que tan solo se

trata de relajación, pero la verdad es que la hipnosis también es aplicada en consultas

de profesionales serios, formados y competentes.

Los mitos generan miedo y nos alejan de aquello que podría beneficiarnos o nos

acercan a aquello que podría perjudicarnos. En este caso, se podríamos temer ser

hipnotizados y dominados. Sin embargo, este temor es infundado porque mediante la

hipnosis la persona no se encuentra profundamente dormida ni se convierte en autómata,

por lo tanto no puede verse obligada a realizar actos que no quiere. Además, habitualmente,

recuerda lo que ha dicho y hecho mientras estaba en ese estado hipnótico.

La hipnosis no elimina el control voluntario de la persona ni puede dejarla en un estado de

trance del cual le sea imposible salir.


Antes de empezar, es importante que estemos informados de que se va a realizar este tipo

de técnica y que será aplicada por un profesional con conocimientos que lo capacitan para

ello. Se recomienda que sea un profesional respaldado por una formación que acredite el

dominio de la técnica. Una vez estemos seguros de esto, solo tendremos que escuchar al

psicólogo o terapeuta experto en hipnosis, centrándonos en las ideas e imágenes que nos

sugiere. Es importante mantener una actitud receptiva, abierta a las sugerencias de

cambio relacionadas con nuestras percepciones, emociones, pensamientos o conductas.

¿Qué es la hipnosis?

Existen diferentes modalidades de hipnosis. La que se explica en este artículo es la

hipnosis ericksoniana, que se refiere a ciertas vivencias sensoriales y psíquicas

interiores que han sido experimentadas. El trance se produce de manera natural y

espontánea, consiguiendo un aprendizaje y apertura de la mente. En cambio, la hipnosis

clásica se basa en el estado de pérdida de consciencia, a través de recibir sugestiones

directas por parte del terapeuta, mediante un ritual formal, para que se produzca el trance.

Tiene como finalidad eliminar el síntoma (V Jornadas AAHEA, 2015).

La hipnosis ericksoniana pretende crear experiencias nuevas que permitan tener un punto

diferente del síntoma, comprenderlo mejor y sustituirlo por una conducta más adaptativa.

De la misma manera que las terapias cognitivas, uno de los objetivos de la hipnosis

ericksoniana es la reorganización de las estructuras cognitivas de la persona que

asiste a terapia. La hipnosis promueve que ella misma realice este proceso de

reestructuración sin el control racional y consciente, por lo que se pueden modificar

estructuras inaccesibles a la conciencia (Feixas, 2008).


La hipnosis se basa en la conexión con el inconsciente, dejando en un segundo plano

el pensamiento crítico, con la finalidad de acceder a recursos propios de la persona;

recursos que, por otro lado, pueden ser desconocidos para la propia persona. Esto permite

conocerse mejor, reducir los síntomas y reaccionar de manera más adaptativa.

¿La hipnosis es relajación?

Normalmente el procedimiento de la hipnosis conlleva la relajación del paciente, pero la

relajación no es imprescindible para la hipnosis ni tampoco el hecho de cerrar los ojos.

También existe la hipnosis despierta, que se puede realizar con los ojos abiertos. Por lo

tanto, la relajación no es lo mismo que la hipnosis, aunque puede ser de utilidad. Según el

Dr. Heap, el aspecto más relevante que define la hipnosis es la sugestión y la

sugestionabilidad (V Jornadas AAHEA, 2015).

Generalmente una sesión de hipnosis empieza con una “inducción hipnótica”:

consiste en una serie de sugestiones que tiene como objetivo ayudar a la persona a

concentrarse en su propia experiencia sensorial (Nieto, 2009). El terapeuta no expresa

órdenes ni da instrucciones directas a las cuales resulte difícil oponerse. Esto podría crear

más resistencia y conseguir el efecto contrario, es decir, que la persona no quiera visualizar

o realizar aquello que le proponen. De alguna manera, se podría entender la hipnosis como

auto-hipnosis.

El psicólogo propone, pero es la propia persona la que verdaderamente acaba eligiendo si

acceder o no a las sugestiones.

Existen diversos factores que influyen en el grado de sugestionabilidad:

● La persona, con sus expectativas, creencias, motivación, capacidad

imaginativa, etc.
● El terapeuta, con su estilo comunicativo, procedimientos hipnóticos y gestión

de la resistencia del paciente, entre otras.

● La relación terapéutica, es decir la vinculación y la confianza entre el

terapeuta y el paciente.

Durante la hipnosis las experiencias pueden parecer muy reales e intensas (en mayor

medida cuando se da un grado de sugestionabilidad alto). Es como si se estuviera

visualizando una película, se pone la atención en lo que se está viendo y puede llegar a ser

procesado como si fuera real. Este proceso es posible gracias a la sugestionabilidad.

¿Hablamos de una manipulación?

Debido a la influencia de los medios de comunicación, como las películas y shows

televisivos, a veces la hipnosis se ha asociado y se asocia a manipulación psicológica,

aunque en realidad tienen muy poco que ver. La única característica que las relaciona es

el incremento de la sugestionabilidad que se da tanto en los procesos hipnóticos

como en las manipulaciones.

La principal diferencia radica en que durante la hipnosis la persona puede salir fácilmente

de este estado de sugestionabilidad aumentada, mientras que en contextos abusivos y de

manipulación el retorno puede verse obstaculizado. Por lo tanto, no es manipulación ya

que no puede inducir a la persona a realizar algo en contra de su voluntad. Además,

esta conserva la capacidad de interrumpir el proceso hipnótico si lo desea (Nieto, 2009).

¿Para qué puede ser beneficiosa?

La hipnosis es beneficiosa para problemas tanto físicos (médicos) como psicológicos. Por

un lado, es eficaz para aliviar el dolor, como, por ejemplo, las migrañas o el dolor crónico
de la fibromialgia y para reducir los síntomas de la quimioterapia (como las náuseas) en

pacientes con cáncer.

Por otro lado, se ha observado que puede resultar eficaz en casos de depresión (junto con

el tratamiento cognitivo-conductual), para reducir el insomnio y la ansiedad, para la

preparación de una cirugía, para superar experiencias traumáticas e incluso en trastornos

psicosomáticos, como la psoriasis y las verrugas.

La hipnosis se puede utilizar en la maternidad: para conseguir el embarazo, mejorando

la fertilidad mediante la reducción del estrés (cuando se trata de causas psicológicas, no

biológicas). También puede mejorar los síntomas como las náuseas, reducir el dolor en el

momento del parto y disminuir los síntomas pos-parto.

También puede ser útil para abandonar hábitos, como fumar. De todas maneras, es

importante que la persona esté motivada para el cambio, ya que tendrá que trabajar la

deshabituación, afrontar la ansiedad y elaborar el proceso de duelo que está asociado al

cambio.

La hipnosis no garantiza respuestas mágicas ni inmediatas, sino que exige un esfuerzo por

parte de la persona para que su cambio de comportamiento sea real.

En síntesis, podemos afirmar que es una técnica beneficiosa para una gran variedad de

problemáticas, pero a causa de concepciones erróneas se reduce su utilización y se

investiga menos. Serían necesarios más estudios para comprobar si puede presentar una

mayor eficacia, aunque de momento ya se ha mostrado eficaz cuando acompaña y

complementa otras terapias y técnicas psicoterapéuticas.

¿Cómo es una sesión de hipnosis?


En primer lugar, antes de someterse a una sesión de hipnosis clínica, el hipnoterapeuta
debe proporcionar toda la información necesaria al paciente para que se encuentre tranquilo
y confíe en el tratamiento, logrando así llegar a un estado de concentración y de relajación
extrema necesaria para llevar a cabo esta técnica de sugestión. Una vez planteado el
problema que se quiere resolver mediante esta terapia, el experto en hipnosis planteará una
serie de preguntas para poder conocer más al paciente y poder utilizar esta información
durante el estado hipnótico.

La duración de las sesiones de hipnosis suelen estar entre los 50 y los 70 minutos, y el
número de visitas de media necesarias para obtener resultados está entre las cuatro y seis,
aunque dependerá de la persona y de una valoración previa del problema a resolver; durará
más si el paciente tiene otros trastornos paralelos. Las sesiones suelen hacerse cada dos
semanas y su precio varía según el profesional elegido, aunque lo habitual es que se
encuentren entre los $60.000.- a $120.000.- Cada sesión de hipnosis se puede dividir en
tres fases, la inicial o de preparación, donde se ayuda al paciente a relajarse e inducir el
estado hipnótico; la segunda, sugestión propiamente dicha, donde se le da las indicaciones
sobre cómo actuar ante la situación problema; y la tercera, en la que se le ayuda a salir del
estado hipnótico. Veamoslas con más detenimiento:

Fase de preparación: las sesiones hipnóticas se inician con una fase de relajación
profunda, para ello existen varias técnicas, de contracción/relajación o a través de
visualizaciones. Tras eso se le induce el estado hipnótico a través del conteo hacia
atrás, la escalada de la montaña o el acceder a un lugar imaginario donde nada
malo le puede suceder.
Fase de sugestión: una vez alcanzado el estado deseado se le da al paciente una
serie de indicaciones a modo de órdenes, sencillas y directas, de fácil cumplimento,
que serán tenidas en cuenta cuando surja la situación problema que se está
tratando.
Fase de finalización: se saca al paciente del estado hipnótico, utilizando el
procedimiento de inducción en sentido contrario, conteo hacia delante, bajada de la
montaña o salida de lugar especial.

Cómo prepararte para una sesión de Hipnosis Clínica en 10 pasos

Antes de acudir a tu primera sesión de Hipnosis, conviene que leas y comprendas varios
puntos importantes que te voy a detallar a continuación, lo que te ayudará a conseguir
más fácilmente los resultados que deseas. Lee varias veces esta información hasta el
día de tu sesión y verás como es mucho más sencillo de lo que te parecía. Además,
enfrentarás la sesión mucho más relajado:

1. Es muy importante que acudas por voluntad propia y nunca obligado por
terceras personas. La Hipnosis sólo funcionará en ti, si existe una predisposición
personal a cambiar.
2. Olvídate de los mitos sobre la Hipnosis difundidos por medio de espectáculos
televisivos. Debes de saber que estarás consciente en todo momento, no
perderás el conocimiento, ni verás unas luces de colores espectaculares, ni nada por
el estilo.
3. En realidad, la Hipnosis no existe… Existe la Auto-hipnosis. Yo te guío con mi voz
y tu te vas imaginando las escenas que te voy sugiriendo, por lo tanto, eres tú
mismo quien se sugestiona, mientras yo te guío en el proceso.
4. Vendrán pensamientos a tu mente de vez en cuando; esto es normal.
Simplemente los dejas marchar y continuas prestando atención a las “historias” que
yo te voy narrando.
5. Si piensas que no eres capaz de concentrarte, visualizar o relajarte, te aseguro que
es mucho más fácil de lo que crees. Imagina una PLAYA… ¿Has sido capaz de
imaginarte esta playa? Seguro que ya está en tu cabeza, ¡y sin esfuerzo alguno!,
así que todo irá bien.
6. Cuanto más intensamente experimentes cada una de las escenas que te propondré,
mejores resultados obtendremos, sin embargo no te bloquees con esto… Vuelve a
imaginar la PLAYA, y piensa que el agua de ese mar está muy fresquita… siente lo
fresquita que está… seguro que en algún momento de tu vida has experimentado la
sensación de agua fría, ¿verdad?, pues eso es todo, mira que fácil.
7. Quizá puedas llegar a dormirte, ya que en la Hipnosis estamos muy cerca de ese
estado de vigilia que experimentamos a diario justo antes de dormirnos, en cuyo
caso, no te preocupes, yo te despertaré y continuaremos con la sesión sin
problema alguno.
8. Si te sientes incómodo por una operación reciente, estás enfermo con catarro o
tienes algún tipo de dolencia que atraiga constantemente la atención de tu mente, lo
mejor será posponer la sesión para un momento más propicio. Avísame y
buscaremos una nueva fecha.
9. El Hipnoterapeuta no es un mago, ni tiene poder alguno sobre las personas.
Siéntete tranquilo; esto te ayudará enormemente en el proceso.
10. La efectividad de la Hipnosis es del 90%, así qué ¡¡ánimo!! Espero que seas uno
de ellos, yo te ayudaré en el camino

Por experiencia propia, sé que cuando un paciente viene recomendado por otro, la sesión
transcurre con una mayor fluidez, ya que el grado de confianza es mucho mayor debido a
la recomendaciones de otras personas.

En cualquier caso, esto es algo que ni tu ni yo podemos cambiar, así que, si únicamente me
conoces de haberme visto en esta página de Internet, y vas a venir a tu primera sesión de
Hipnosis Clínica, todavía es más importante que leas e interioricen estas indicaciones, así
ya empezaremos con muy bien pie, y el resultado será mucho más satisfactorio de lo
que imaginas.

Los 5 tipos de hipnosis (y cómo funcionan)


No hay una sola manera de hipnotizar. Te mostramos las formas que puede adoptar
esta técnica.

Arturo Torres
30 agosto, 2017 - 18:52
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La hipnosis es un método que promueve cambios en el comportamiento a través de la
sugestión. En función de la definición en la que nos basemos, podemos conceptualizar la
hipnosis como un estado psicológico o como un conjunto de actitudes y procesos mentales;
en la actualidad la comunidad científica la asocia con las expectativas o con las ondas
cerebrales.

En este artículo hablaremos de los 5 tipos de hipnosis más habituales: el método tradicional,
que se basa en la sugestión verbal directa, el que desarrolló Milton Erickson, la hipnosis
cognitivo-conductual, la autohipnosis y la programación neurolingüística o PNL, que sin ser
exactamente una forma de hipnosis parte en gran medida de la variante ericksoniana.

Los 5 tipos de hipnosis más populares

A continuación describiremos 5 de las técnicas más conocidas de entre las que incluyen el
uso de la hipnosis. Por supuesto, existen muchas otras versiones y es posible que haya
profesionales o instrumentos que combinen más de uno de estos métodos.

1. Hipnosis tradicional (por sugestión)

La historia de la hipnosis tradicional se remonta a los peculiares métodos de Franz Mesmer,


que implicaban imanes y se popularizaron a finales del siglo XVIII. Posteriormente James
Braid mostró su oposición a las hipótesis mesmeristas y propuso que la hipnosis era un
estado del sistema nervioso, mientras que Pierre Janet la atribuyó a la disociación
psicológica.

La hipnosis tradicional se basa en la inducción de un estado de trance; una vez la persona


hipnotizada lo ha alcanzado, recibirá sugestiones en formato verbal en relación a su
conducta o a sus contenidos mentales. Así, el objetivo de este método es influir en el
comportamiento, por ejemplo sugiriendo a la persona que abandone un hábito o una
creencia negativos.
En la actualidad el método clásico sigue siendo la forma de hipnosis más utilizada en todo el
mundo. Desde un punto de vista teórico se relaciona con la hipótesis de la mente
inconsciente planteada por Freud que marcó de forma clave los desarrollos posteriores del
psicoanálisis, además de influir en orientaciones tan diferentes de ésta como el
cognitivismo.

2. Hipnosis ericksoniana

Este tipo de hipnosis fue desarrollado por Milton H. Erickson, un psicólogo estadounidense
que es considerado un pionero en este campo y en la psicoterapia en general. No hay que
confundir a este autor con Erik Erikson, psicólogo evolutivo alemán conocido principalmente
por su teoría de los 8 estadios del desarrollo psicosocial.

La hipnosis ericksoniana no se lleva a cabo a través de sugestiones directas, sino de


metáforas que favorecen el pensamiento creativo y reflexivo. Debido a esto se le atribuye
una mayor eficacia que a la hipnosis clásica en personas refractarias a la hipnosis, con un
nivel de sugestionabilidad bajo o que se muestran escépticas con el procedimiento.

La influencia de Erickson no se limita a la hipnosis y a la programación neurolingüística, de


la que hablaremos más adelante. El aspecto central de su modelo de intervención, el peso
de la relación entre el terapeuta y el cliente en la consecución del cambio, fue recogida por
la escuela estratégica y por la terapia breve centrada en soluciones, ambas parte del
enfoque sistémico.

3. Hipnosis cognitivo-conductual

La perspectiva cognitivo-conductual concibe la hipnosis como un conjunto de métodos que


promueven el cambio comportamental a través de la sugestión. Se entiende este fenómeno
como una consecuencia de la interacción entre factores como el estado de relajación física,
el uso de la imaginación o las expectativas y las creencias de la persona.

Algunos terapeutas que se adscriben a la orientación cognitivo-conductual emplean técnicas


de hipnosis como complemento en intervenciones más amplias. En este sentido se ha
aplicado a problemas tan variados como las alteraciones del ciclo de sueño-vigilia, las
adicciones conductuales y a sustancias (sobre todo el tabaco) o el trastorno de estrés
postraumático.
4. Autohipnosis

Hablamos de autohipnosis cuando una persona se induce a sí misma este estado a través
de la autosugestión. Con frecuencia se utilizan instrumentos que sirven como apoyo; los
más habituales son las grabaciones en formato sonoro, si bien también hay aparatos que
alteran las ondas cerebrales para modificar el nivel de consciencia.

Este tipo de hipnosis se aplica sobre todo en dificultades cotidianas que no revisten una
gravedad particular. Así, por ejemplo, es habitual su uso para desarrollar habilidades
intrapersonales e interpersonales (como la asertividad), para reducir el nivel de estrés e
inducir relajación, para enfrentarse al miedo escénico, para bajar de peso o para dejar de
fumar.

5. Programación neurolingüística (PNL)

Si bien no podemos decir que se trate estrictamente de un tipo de hipnosis, la programación


neurolingüística (a la que se suele hacer referencia como “PNL”) se encuentra
estrechamente relacionada con estos métodos. Esta técnica creada por Richard Bandler y
John Grinder utiliza “modelos de pensamiento” para mejorar las habilidades psicológicas.

El Modelo Milton se basa en el método de hipnosis desarrollado por Milton Erickson; en esta
variante de la PNL se practica la sugestión a través de metáforas. No obstante, se ha
criticado el uso que da la intervención de Bandler y Grinder a la hipnosis ericksoniana
porque estos autores modificaron o interpretaron de forma errónea muchas de sus ideas
básicas.

La comunidad científica considera a la programación neurolingüística como una


pseudociencia, y por tanto como un fraude. Sus postulados no se sustentan en ninguna
base empírica, si bien incluye conceptos complejos por tal de dotar a la “teoría” de un aire
de credibilidad; este tipo de práctica es extremadamente habitual en las pseudociencias.

Etapas en el tratamiento con la hipnosis clínica

Preparación del paciente para una sesión de hipnosis clínica:


Incluye el establecimiento de la relación con el paciente (evaluación y diagnóstico), el
informar y desmitificar la hipnosis clínica, y evaluar la capacidad del paciente para poder ser
tratado mediante esta especialidad. Para este último propósito, se han desarrollado escalas
específicas, como la Stanford Hypnotic Susceptibility Scales, o la Hypnotic Induction Profile,
que en la práctica clínica no se utilizan, (solo en la investigación) ya que en la cotidianidad
de una clínica, es suficiente un perfil relativamente bajo para andamiar una terapia efectiva.
En este punto se recomienda vivamente a los terapeutas comenzar el proceso de
andamiaje incluso antes de iniciar técnicamente la sesión de hipnosis clínica.

En base a evitar resistencias en los pacientes, ocultaremos el contenido de este proceso (al
entender que muchos lectores de este artículo pueden ser pacientes).

El Rapport del hipnoterapeuta:

El rapport es una interrelación armónica entre dos individuos. En hipnosis clínica, es la


restricción atentiva a uno o a todos los estímulos en el campo de la consciencia. Es un tipo
especial de interrelación en la cual las sugestiones del terapeuta son aceptadas más
fácilmente.

Rapport = confianza:
Especificar lo que se experimentará, lo que se realizará durante la sesión con el paciente y
las reacciones que experimentará así como explicar las concepciones erróneas más
frecuentes en relación a la hipnosis clínica, contribuye enormemente a inhibir defensas
irracionales del protocolo.

Rapport = interrelación emocional intensa.


Como resultado de la cual se realiza el andamiaje necesario para la inserción de elementos
asertivos que le son tan necesarios para la posterior reestructuración de su trastorno.

El protocolo clínico con hipnosis:

A lo largo de la prolija y abundante historia de la evolución y perfeccionamiento de la


hipnosis, para finalmente convertirse en la moderna y actual hipnosis clínica hubo un
número casi infinito de técnicas que se intentaron o ensayaron en su momento, desde la
relajación progresiva (Jacobson), hasta la fijación de ojos o la levitación del brazo, todas
ellas ya obsoletas en función de las nuevas técnicas de intervención clínica.

Se calcula que de 2/3 a 3/4 de la población psiquiátrica ambulatoria es susceptible de ser


tratada mediante terapia con hipnosis clínica, y 1 de cada 10 lo es en muy alto grado.
Nosotros lo ciframos entre el 70 y el 80% de la población ambulatoria. En el segundo paso
del proceso de preparación del paciente se profundiza en su focalización a través del
denominado P.I.E.A.F. (protocolo de introducción al estado de atención focalizada) usando
un definido protocolo que alterna psico-imágenes con relajaciones sistemáticas inversas
(método de la confusión de M. Erickson).

La Relajación Sistemática en hipnosis clínica:

Los métodos o sistemas de relajación son técnicas que nos inducen determinadas formas
de distensión muscular. Las técnicas de relajación que se usaban en la terapia de
orientación cognitivo-conductual (la relajación progresiva de Jacobson o el entrenamiento 2
autógeno de Schultz), han evolucionado mucho en hipnosis clínica hasta la moderna
relajación sistemática, más efectiva y rápida en su aplicación, que presenta resultados
inhibidores y/o modificadores en su aplicación de tipo: perceptivo, emocional y motor en
apenas 15 o 20 minutos de aplicación, así como una nueva percepción del propio cuerpo
(Mahoney y Niemeyer, 1993). La relajación sistemática se consigue mediante la
combinación de dos métodos de relajación ya conocidos y muy aplicados con anterioridad
como son la relajación autógena de Schultz y el método de relajación progresiva de
Jacobson. No se plantea una reducción drástica del tono muscular, sino que el resultado
estaría mas cerca del concepto de tono adecuado planteado por Gerda Alexander (1979),
Conciencia de la piel (Alexander G. 1979) y Conciencia del espacio corporal interno.
(Alexande G. 1979) así como Conciencia del espacio externo (Stevens 1977).

El abordaje clínico en hipnosis:

Las sugestiones, denominadas scripts o guiones, dependen básicamente del objetivo


terapéutico. Existiendo por tanto scripts de reestructuración cognitiva, conductuales,
adversos, sistémicos, de refuerzo positivo y negativo, de desensibilización sistemática… y
un largo etc. que el hipnoterapeuta introduce en su modelo de terapia al paciente, de
acuerdo a su criterio clínico y diagnóstico del trastorno a tratar. Este protocolo de
intervención que puede parecer a simple vista sencillo, no obstante, reviste una gran
complejidad en la aplicación, construcción e intervención de las diferentes etapas (scripts) y
requiere de una formación específica y especializada por parte del terapeuta en hipnosis
clínica.

Aunque muchas veces se aduce al carácter inocuo y sin efectos secundarios de la


aplicación terapéutica de la hipnosis, esto es una absoluta falsedad, e incluso en algunos
casos especialmente destacables como pudiera ser las revelaciones (hipnosis regresiva)
puede tener efectos devastadores para el paciente que fácilmente puede generar un S.F.M.
(síndrome de falsa memoria) de efectos condicionantes comportamentales que podrían
derivar en un T.M.P. (trastorno de personalidad múltiple) o un T.D.P. (trastorno disociativo de
la personalidad). Así pues, la hipnosis como cualquier otro modelo de intervención clínica
dista mucho de ser clínicamente aséptica y neutra. (Afortunadamente, ya que de lo contrario
tampoco sería clínicamente eficaz, pero obviamente su intervención requiere de
especialistas).

Por esta razón, la recomendación expresa de tratarse en una clínica especialista en


hipnosis, o un hipnoterapeuta cualificado es de suma importancia para el paciente. Debe
evitarse el sanitario sin especialidad específica en hipnosis clínica. Sobremanera si no es
personal sanitario. Una adecuada medida cautelar, es buscar su acreditación en la
especialidad de hipnosis clínica y su filiación a una organización profesional especializada
en hipnosis clínica, que debe estar perfectamente visible en
su sala de espera o en el despacho de su consulta. (Deben obviarse credenciales básicas
como colegiaturas que no suponen especialidad alguna en hipnosis clínica).

Terminación de la intervención con hipnosis clínica:

La terminación o finalización de la focalización en hipnosis clínica se realiza mediante una


re-sensibilización del S.N.P. (sistema nervioso periférico) con finalización de las parestesias
3 y las inhibiciones motoras, retomado constantes cardiológicas, vasculares y vasales, así
como de tensión arterial normal.

PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN CLÍNICA EN HIPNOSIS:

Aplicaciones de la hipnosis clínica:


Básicamente cualquier problema psicopatológico es susceptible de ser tratado mediante
hipnosis, aunque los índices de eficacia clínica durante el siglo XIX han sido variables y a
veces contradictorios, debido a la carencia de una estadística seria en cuanto a casuística
(hecho éste compartido pos tantas otras especialidades), en el transcurso de la segunda
mitad del siglo XX la implantación de modernos métodos de clasificación clínica, casuística
intervenida, recibidas, un mejor conocimiento de los trastornos de la conducta, y sobre todo,
la incorporación de nuevas técnicas de exploración cortical y reticular como la tomografía
axial computarizada, la ecografía, la resonancia magnética… etc., han demostrado la
eficacia clínica de muchos modelos de intervención, entre ellos la hipnosis (especialmente
meritorio es el arduo trabajo de investigación de la Dra. Helen J. Crawford y su equipo
multidisciplinar), aunque también la ineficacia de otros que se tenían por válidos.

Entre las aplicaciones más documentadas destacan el control del dolor (especialmente para
odontología y cirugía) crónico y episódico, en general, todos los trastornos adictivos (tabaco,
alimentación, alcohol, ludopatía, drogas), los trastornos cognitivos, trastornos somato
morfos (enmarcado dentro de ellos según la clasificación actual al colon irritable, la
fibromialgia, la dermatitis seborreica, oculodistrofias…
entre otros.) y post -traumáticos, así como los trastornos de la ansiedad, trastornos
disociativos y otros que la época más reciente se han apreciado intervenibles como pudiera
ser la aplicación oncológica (psico-oncología) e inmuno-defensiva.

Efectos y características de la intervención clínica con hipnosis:

La aplicación de una intervención mediante hipnosis clínica produce una serie de


respuestas en el paciente:

• Tendencia sinestésica en algunos pacientes.


• Parestesias.
• Inhibición motora estuporosa.
• Aumento de la sugestionabilidad.
• M.O.R. inducido.
• Focalización de la atención.
• Disminución de la arritmia cardiaca y ritmo respiratorio, así como hipotensión.

¿QUÉ ES LA REPROGRAMACIÓN MENTAL Y CÓMO REPROGRAMAR TU MENTE?

Si llegaste hasta aquí es porque el tema de reprogramar la mente ha llamado tu atención.

¿Realmente podemos reprogramar nuestro cerebro para eliminar creencias limitantes e

instaurar nuevas que nos acerquen a la realidad que queremos vivir?

La reprogramación mental es un campo de estudio reciente de la neurociencia que ha

puesto en evidencia la capacidad que tiene nuestro cerebro de aprender cosas nuevas y

adaptarse al cambio.

Frecuentemente, subestimamos el enorme poder que tiene la mente para crear nuestra

realidad, y por esa razón es que decidí investigar más al respecto y traerte este artículo
donde no sólo exploraremos este novedoso concepto, sino que también abordaremos

algunas maneras de reprogramar la mente.

Lo primero que hay que entender antes de adentrarnos más en el concepto de

reprogramación mental es que durante nuestros primeros años de vida vamos llenando

nuestro casete con programas sobre lo que observamos y aprendemos de nuestra familia,

escuela o amigos.

Estos programas quedan grabados en nuestra mente subconsciente y terminan impactando

el 95% de las cosas que hacemos cuando nos volvemos adultos. Esto quiere decir que los

programas de nuestro subconsciente NO SON NUESTROS, puesto que vienen de otras

personas. Lamentablemente, muchos de estos programas nos auto-sabotean y limitan lo

que somos capaces de lograr. En resumidas cuentas, tu vida actual es un reflejo de tu

programación subconsciente.

¿Cómo podemos saber qué programas nos sirven y cuáles nos limitan?

Fácil. Primero, piensa en las áreas de tu vida donde te va bien y en las que todo sale como

lo planeas. Eso quiere decir que tienes programas instalados en tu subconsciente que te

han permitido desarrollarse plenamente en esa dimensión de tu vida.

Ahora, identifica en qué áreas de tu vida tienes problemas, no te va bien o vives

esforzándote por que las cosas pasen y nada más no… Eso quiere decir que los programas

o creencias que tienes en cuanto a ese aspecto de tu vida, te están alejando de la realidad

que te gustaría vivir y que es necesario reemplazarlos por otros que te brindan total plenitud

en esa dimensión. Y precisamente, de esto se trata la reprogramación mental.


Así que antes de abordar la definición de reprogramación mental, es importante que

tengamos claro que todos tenemos por default un programa mental maestro que fue

instalado en nuestro disco duro cuando éramos niños y que esta programación mental es la

que determina el comportamiento actual que tenemos ante los diferentes eventos que

enfrentamos día con día.

¿Qué es la reprogramación mental?

La reprogramación mental es la capacidad que tiene el cerebro para reemplazar creencias

limitantes por otras que favorezcan alcanzar la felicidad o el éxito en determinada área de la

vida.

Reprogramar la mente comienza por cambiar pensamientos y creencias no favorecedoras

porque son éstas las que terminan moldeando nuestra conducta y comportamiento. Es

como atacar el problema de raíz.

¿Cómo reprogramar tu mente?

Aunque se habla de diversas técnicas específicas para reprogramar la mente, lo cierto es

que todas contemplan ciertos elementos indispensables como:

1. La emoción

La emoción es un ingrediente clave para reprogramar nuestra mente porque si no hay

emoción, aunque la mente diga algo, el cuerpo no lo va a sentir y si el cuerpo y la mente no

están sincronizados, no habrá cambios significativos. Por ejemplo, no basta con repetirte mil
y un veces «Soy millonaria», «soy millonaria», «soy millonaria» si ese pensamiento no

genera una emoción positiva y real en ti.

Piensa, más bien, en todo lo que podrías hacer, lograr e impactar si tuvieras grandes sumas

de dinero. Verbalizar esto te va a emocionar más y cada vez que digas esta afirmación,

sentirás tu cuerpo expandirse y vibrar. Entonces, tu cerebro se la va a creer.

Hay emociones que resultan indispensables para favorecer el proceso de reprogramación

mental y lograr una sinergia casi perfecta entre el cuerpo y la mente donde todo fluye en

perfecta armonía y éstas son:

■ La gratitud
■ La felicidad
■ El amor

Actúa como si eso que quisieras manifestar en tu vida ya se hubiera dado, y por lo tanto,

sientes una inmensa gratitud y amor hacia la vida. En otras palabras, comienza a vivir como

si esa realidad estuviera sucediendo ahora. Toma tu cerebro y ponlo en ese futuro deseado.

Cuando logras conectar el pensamiento y los sentimientos para que vibren en la misma

frecuencia, ocurren cosas mágicas.

Por ejemplo, la gente eleva su estado emocional cuando se encuentra en un estado de

gratitud. La simple emoción de gratitud significa que el evento deseado ya ha ocurrido. Por

lo tanto, cuando das las gracias, es porque estás recibiendo algo, así que cuando

comienzas a dar las gracias, tu cuerpo está en un estado perfecto de recibir aquello que

anhelas.
2. La repetición

Para desaprender aquellas creencias que no nos han servido y formar nuevas conexiones

sinápticas, es necesario romper con los malos hábitos y crear nuevos. Para lograr esto la

REPETICIÓN es clave. El nuevo hábito que instauremos debe repetirse casi religiosamente,

sin excepciones, pues cuando por alguna razón no lo hacemos, nuestra mente vuelve al

comportamiento anterior y no lograremos fortalecer el nuevo.

Así que es importantísimo que constantemente utilices la repetición de la nueva creencia o

del nuevo hábito para que realmente éste logre instaurarse en nuestro cerebro olvidando el

anterior.

3. La hipnosis

La hipnosis generalmente es realizada por especialistas en la materia, pero hay métodos de

autohipnosis que también pueden funcionar para instaurar creencias en nuestra mente

subconsciente.

El más famoso es el propuesto por el Dr. Bruce Lipton, quien sugiere que el mejor momento

para hacerlo es al ir a dormir dado que nuestro cerebro entrará en la fase «Theta», aquella

en la que se realiza la hipnosis y en la que se da una vibración más baja que en la mente

consciente.

El Dr. Bruce Lipton sugiere dormirnos escuchando con audífonos una grabación repetida o

programa que represente lo que anhelamos conseguir en cierta área de nuestra vida. Así,

cuando pasemos de la fase consciente a la fase inconsciente «Theta», propia de la


hipnosis, estaremos escuchando e instaurando esta nueva creencia en nuestro

subconsciente de forma automática.

Yo en lo personal no he hecho este ejercicio, pero definitivamente lo quiero tratar y publicaré

algún post contándote qué tal me fue.

Método de reprogramación mental

En la siguiente entrevista que realicé a la autora del libro Eres Reeditable, Bea García

Ares, se expone el Método Neurolead, mismo que consta de cuatro pasos que te ayudarán

a reprogramar tu mente para eliminar creencias limitantes e instaurar nuevas que te ayuden

a alcanzar tus sueños o metas en la vida.

Además, Bea cuenta su historia sobre cómo venció el cáncer al reprogramar su mente y,

por cierto, también habla de la importancia de la emoción y la repetición para generar

nuevas redes neuronales que propicien la realidad deseada.

Te dejo aquí la entrevista para que cheques algunas estrategias que puedes llevar a cabo a

partir de hoy para reprogramar tu mente y convertirte en quien siempre has querido ser.

Si la reprogramación mental fue un tema que te intrigó y del cuál quisieras seguir

aprendiendo más, te recomiendo ampliamente los libros de Joe Dispenza, que es una

autoridad en el tema y cuyos hallazgos sin lugar a dudas tienen el potencial de cambiar tu

vida.
Recuerda que la mente tiene el poder de crear tu realidad, pero para cambiar tu mente,

primero debes aprender a reprogramarla aplicando los recursos recopilados en este

artículo.

Si te ha parecido interesante, compártelo con alguien a quien pueda gustarle.

Me encantaría leer qué piensas o cuál ha sido tu experiencia con la reprogramación

cerebral en los comentarios de la publicación

Programación Mental – Cómo Programar Tu Mente Para El Éxito

Tu mente subconsciente prácticamente controla la totalidad de tu vida.

Se dice que la mente subconsciente o inconsciente controla el 90%, y conscientemente sólo


tienes un control sobre el restante 10%.

Así que, ¿Cómo podemos aprovechar ese potencial subconsciente y usarlo para lograr lo
que queremos en nuestra vida?

Bueno, a través de la Programación Mental.

La Programación Mental te permite convertirte en alguien capaz de lograr todo lo que se


propone, independientemente de cuáles sean tus metas.

Y para lograr esa programación mental o incluso reprogramación mental, debemos entrar al
tema de la Interrupción de Patrones.

La diferencia entre «programación» y «reprogramación» mental, es sencilla.


Con la programación estableces cosas nuevas y con la reprogramación eliminas cosas
antiguas y quizás la reemplazas por otras mejores.

Con «cosas«, me refiero a creencias, pensamientos, reacciones a estímulos, actitudes, y


patrones en tu vida.

No, no hablo del patrón (o jefe) en el trabajo o algo así, jeje.

Me refiero a patrones de comportamiento o de conducta, o patrones mentales…

Éstos los adquirimos, ya sea porque:

(1) Nos enseñaron a hacer las cosas de cierta manera, o…

(2) Nosotros mismos llegamos a ciertas conclusiones o a ciertos procesos para llevar a
cabo las cosas.

Estos patrones son simplemente hábitos repetitivos, mentales o físicos, que hacemos
porque en algún momento nos fueron útiles.

…Pero quizás fueron útiles en el pasado y ahora, en el presente o para el futuro,


seguramente no son tan útiles.

Entonces debemos encargarnos de modificarlos.

De manera que implantemos algo mejor en nuestra mente y empecemos a dirigirnos a una
realidad que sí se alinee con el éxito y la felicidad que deseamos.

La Programación Mental A Partir De Patrones


Así que, ¿Cómo hacemos para, (1) identificar un patrón y (2) detenerlo?

Porque la idea sencillamente es interrumpir ese patrón en el momento en que se está


ejecutando.

Bueno, vamos a verlo a través un pequeño ejercicio:

1) Piensa en un área de tu vida que quieras mejorar

Por ejemplo las finanzas, o la parte de la salud, o quizás la productividad y la motivación, o


tus relaciones personales, etc.

2) Piensa en una actitud, o en un pensamiento, o en cualquier otra cosa que te detenga, te


impida o te afecte negativamente cuando quieres mejorar en ese sentido.

Por ejemplo en términos de las finanzas, podría ser un pensamiento automático que diga:

«Es que los gobiernos -tal cosa-«, o «Es que los ricos son malos«, o cualquier pensamiento
que automáticamente venga a tu mente.

O incluso cualquier actitud, por ejemplo en las personas que sufren ataques de ira.

¿De qué manera se disparan esos patrones de comportamiento?

Si te enfocas en identificar en qué momento se producen y cómo se producen…

…en algún momento del futuro te será mucho más fácil saber cuánto se están ejecutando
para poder detenerlos.
¿Y cómo los detenemos? Aquí va el paso 3.

Los Patrones De Interrupción

3) Define tu propio patrón de interrupción

Muy sencillo: Haz algo raro.

Algo raro como chaspear los dedos, o tocarte la cabeza, o pararte en un sólo pie, o
pronunciar una palabra, cualquier cosa que te interrumpa.

Si te pillas a ti mismo, si pillas a tu mente pensando negativo respecto al dinero (por


ejemplo), ya sea en términos de pobreza, o de escasez…

…inmediatamente utilizas el interruptor y chasqueas los dedos. Es algo raro, pero funciona.

Nuestra mente no está preparada para una interrupción de ese tipo, al menos nuestra
mente subconsciente.

Así que desde ese nivel consciente de control que tenemos, vamos a empezar a entrar en
la mente inconsciente y a modificarla.

Y toda esta programación mental, empieza a través de la interrupción de patrones.

Porque cuando tú interrumpes un patrón en tu mente, tu mente subconsciente


inmediatamente entra en un estado de susceptibilidad…

En donde es mucho más fácil realizar lo que yo le denomino la «autosugestión«.


Estrategias Para La Autosugestión

Ahora, para lograr la autosugestión y la reprogramación mental, existen 3 estrategias que te


pueden funcionar bastante bien…

…(al menos 3 que están 100% probadas).

1. Las afirmaciones
2. La visualización con contraste mental
3. El diálogo interno positivo

Las Afirmaciones

Específicamente me refiero a las afirmaciones positivas.

¿Y en dónde encaja esto dentro de la reprogramación mental? Básicamente, al momento de


interrumpir esos patrones.

De las afirmaciones debes saber varias cosas:

1. Deben ser afirmaciones positivas y no negativas.


2. Las afirmaciones pueden ser usadas en cualquier momento y hora del día, incluso
mientras no estás interrumpiendo un patrón.
3. Cuando estás interrumpiendo un patrón, son mucho más efectivas porque tu mente
está más susceptible luego de la interrupción.
4. Las afirmaciones son frases o creencias positivas que quieres implantar en tu mente,
y que tienes que creerte.
5. Si la frase que tienes como afirmación positiva, es una frase que tu mente no cree
(como «soy rico»), entonces no van a servir.
6. Luego de que implantan la creencia que dices con tu afirmación, esa creencia se
transforma en actitudes, pensamientos, sentimientos, etc.
7. Sólo lograrás que una afirmación se implante como creencia a través de la
repetición.
Y este punto 7 es muy importante.

Haz de cuenta que eres un niño aprendiendo a caminar… Sólo con mucha práctica,
paciencia y repeticiones diarias es que lo lograrás.

Lo mismo aplica para implantar una afirmación positiva en tu mente.

Al principio será un poco extraño que digas una afirmación, algo como:

«Estoy comprometido con acercarme cada vez más a una vida llena de abundancia y
prosperidad económica«…

Es raro decir esas cosas, y tu mente pensará «¿por qué está diciendo esto?», o algo así.

Posteriormente va a ser mucho más simple y tu mente va a adoptarla como una creencia
natural.

Ahí empezará a generar actitudes, sentimientos, ideas y acciones que te van a llevar a los
resultados.

La Visualización

La visualización es una herramienta muy poderosa que incluso los atletas olímpicos utilizan
muchísimo para prepararse mentalmente.

Es como si pudieras practicar en tu mente lo que vas a llevar a cabo después.


Cuando empiezas a usar la visualización, de pronto sientes un poco de ansiedad de
visualizarte en el futuro…

Y a lo mejor tu mente tienda a desviarse por los caminos negativos («¿qué pasa si algo sale
mal?», «¿qué pasa si me equivoco?»).

Pero tú vas entrenando esa habilidad de la visualización, con algo que yo le denomino
«Contraste Mental«.

…y que es lo único que realmente ha probado que funciona para hacer que la visualización
sea efectiva.

Cuando tú visualizas sólo el éxito, la felicidad y la alegría de haber logrado el resultado…

Pero no piensas en el esfuerzo, no piensas en cómo estás ahora, no piensas en las cosas
que tienes que hacer y en el camino por recorrer…

Es posible que tu mente diga: «Eso no es posible«, o «Lo lograrán otras personas«, o «Se
necesita algo de suerte«, y más dudas.

PNL (Programación Neurolingüística) y estrés laboral.


Técnicas de intervención en la prevención de riesgos laborales
En el fenómeno mobbing ha cobrado especial importancia, al
evidenciarse como la causa de depresión, de ansiedad
generalizada, e incluso de desórdenes de estrés postraumático,
que conllevan absentismo, abandonos del puesto de trabajo,
incremento de accidentalidad, disminución de la cantidad y de la
calidad del trabajo, etc., lo que produce elevados costes en la
sociedad industrializada y en la víctima de mobbing que ve
amenazada su carrera o profesión, su situación social y
financiera, e incluso su salud (Carreras y otros, 2002). Estas
consecuencias del acoso laboral se verán analizadas en el
siguiente artículo de PsicologíaOnline.

Consecuencias del acoso


laboral
Para Hirigoyen (2001) los primeros síntomas que aparecen son muy
parecidos al estrés: cansancio, nerviosismo, problemas de sueño, migrañas,
problemas digestivos, lumbalgias; pero si el acoso persevera en el tiempo,
entonces se puede establecer un estado depresivo mayor. Según la encuesta
realizada por Hirigoyen (2001) el 69% de las personas que respondieron el
cuestionario habían padecido un estado depresivo mayor y un 52%
presentaban trastornos psicosomáticos variados.

Para dicha autora, el acoso laboral deja huellas indelebles que pueden ir
desde estrés postraumático hasta una vivencia de vergüenza recurrente
o incluso cambios duraderos de su personalidad. La desvalorización persiste
aunque la persona se aleje de su acosador. La víctima lleva una cicatriz
psicológica que la hace frágil, que la lleva a vivir con miedo y a dudar de todo
el mundo. Piñuel y Zabala (2001) estructura las consecuencias del mobbing
en el trabajador afectado en los siguientes apartados:

Consecuencias físicas
Se da un amplio elenco de somatizaciones:

trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias, dolores en el


pecho, etc.)
trastornos musculares (dolores lumbares, cervicales, temblores, etc.)
trastornos respiratorios (sensación de ahogo, sofocos,
hiperventilación, etc.)
trastornos gastrointestinales (dolores abdominales, nauseas,
vómitos, sequedad de boca, etc.)

Consecuencias psíquicas
Ansiedad
estado de ánimo depresivo
apatía o pérdida de interés por actividades que previamente le
interesaban o le producían placer
alteraciones del sueño (insomnio e hipersomnia)
profundos sentimientos de culpabilidad
aumento del apetito
distorsiones cognitivas (fracaso, culpa, ruina, inutilidad, etc.)
hipervigilancia
suspicacia
labilidad emocional con llanto frecuente
ideas de suicidio no estructuradas, sin plan ni intentos de suicidio
sentimientos de impotencia e indefensión
miedos al lugar de trabajo, a coger el teléfono, a enfrentarse con su
jefe
miedo a volver a trabajar y a no ser capaz de desempeñar su trabajo
adecuadamente
miedo a salir a la calle
expectativas negativas sobre su futuro
atención selectiva hacia todo aquello relacionado con el fracaso
disminución de la capacidad de memoria y dificultades para mantener
la atención y pensamientos recurrentes sobre la situación de mobbing

(García y Rolsma, 2003; Fornés, 2002).

En la víctima se dan cambios de personalidad con predominio de


rasgos obsesivos (actitud hostil, y suspicacia, sentimiento crónico
de nerviosismo, hipersensibilidad con respecto a las injusticias),
rasgos depresivos (sentimientos de indefensión, anhedonia,
indefensión aprendida) (Gómez, Burgos y Martín, 2003) y alteración
del deseo sexual (hipoactividad sexual, etc.).

Consecuencias sociales
Los efectos sociales del acoso laboral se caracterizan por la aparición en la
víctima de conductas de aislamiento, evitación y retraimiento (INSHT,
2001); así como la resignación, el sentimiento de alienación respecto a la
sociedad y una actitud cínica hacía el entorno (Gómez, Burgos y Martín,
2003).

Se suele generar alrededor de la víctima un aislamiento progresivo, debido,


en parte, a la retirada de algunos de sus amigos, que al ver la situación le dan
la espalda y desaparecen, junto con el aislamiento activo que la víctima
ejerce.

No quiere estar con otras personas para no tener que dar explicaciones
sobre su salida de la organización, y debido a su sensación de fracaso y falta
de confianza piensa que el resto de las personas le consideran un fracasado,
y tiene miedo de enfrentarse a las posibles críticas.
Consecuencias laborales
Las consecuencias en el área laboral suponen la destrucción progresiva de
la vida laboral de la víctima. Debido al mobbing se suele solicitar una baja
laboral por estrés, durante la cual la empresa puede llevar a cabo el despido
o negarse a abonarle el salario, difundir rumores sobre la víctima y mentir
sobre su salida de la empresa.

Con ello consigue presentar una imagen negativa de la víctima, lo que


contribuye a disminuir su empleabilidad, y que vaya considerándose a sí
misma incapaz para trabajar, y mostrando expectativas negativas sobre su
rendimiento y desempeño laboral. La víctima suele sufrir lo que Piñuel y
Zabala (2001) denomina 'postración económica'. Desde el primer mes tras
el despido, la empresa no le ingresa su sueldo, lo que hace que disminuya
considerablemente su nivel económico.

En todo caso, se podría decir que las consecuencias sobre la salud de la


víctima dependen de la duración del acoso, la intensidad de la agresión
así como su propia vulnerabilidad. El impacto del acoso es más fuerte si se
trata de un grupo contra una sola persona que si se tarta de un solo individuo,
también parece que el acoso de un superior es más grave que el acoso de un
compañero. Se han descrito síntomas clínicos que el acoso produce en la
víctima entre los cuales cabe distinguir diferentes estadios (Suárez y otros,
2009):

Estadio de autoafirmación. La víctima detecta el conflicto o el trato


despectivo, interpretando que la razón está de su parte y que existe un
mal entendido.
Estadio de desconcierto. La víctima se siente desconcertada, duda,
no sabe lo que está pasando y comienza a pensar en su probable
responsabilidad sobre lo ocurrido.
Estadio de indefensión. En esta fase, la victima se esfuerza para
agradar y para que le tengan en mejor consideración; este esfuerzo
termina desencadenando un sentimiento de impotencia e indefensión
que culmina en un estado depresivo.
Estadio traumático o de ansiedad. Si el acoso persiste, la víctima
suelen sentirse vulnerable y presentar un estado de ansiedad, siendo
frecuentes las conductas impulsivas y la pérdida de control.
Estadio de estabilización crónica. Es probable que perdure un
sentimiento de desvalorización y falta de autoestima, pudiéndose
establecer un estado ansioso-depresivo y el trastorno de estrés
postraumático.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos


facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te
invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Las consecuencias del acoso


laboral, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Coaching.

Visualización Y Contraste Mental

Pero cuando complementas la visualización con el contraste mental, que es algo que
prácticamente nadie te va a enseñar…

…(la ciencia lo descubrió y a través de la psicología positiva ahora se sabe que funciona)…

Es cuando empieza a ser efectiva esa visualización.

¿Por qué? Porque la visualización con contraste hace que empieces:


● Visualizando la persona que eres ahora
● La situación en la que estás ahora
● Las cosas que estás haciendo ahora
● Cómo se va dando poco a poco la transición
● Cuál es el esfuerzo que tienes que hacer para poder llegar a ese resultado
● Cuáles son quizás los posibles obstáculos que tengas en el camino
● Cómo los sorteas
● De qué manera resuelves los imprevistos
● Cuáles son los planes de contingencia (no planes B, sino estrategias para las cosas
que puedan salir mal en tu plan inicial)
● Y muchas otras cosas más.

De esta manera, visualizas desde la A hasta la Z cómo es el proceso de lograr el éxito, y


por supuesto también visualizas el éxito logrado.

Porque la idea es que sepas qué se siente haber alcanzado eso que tú tanto quieres
alcanzar.

El Diálogo Interno Positivo

El diálogo interno básicamente es esa conversación que está todo el tiempo dándose dentro
de tu mente.

Ese «otro yo» que a veces te dice cosas, te insinúa cosas, o que a veces incluso reniega o
dice: «No, no me gusta esto«.

Casi siempre ignoramos esa vocecita, a pesar de que la persona con la que más hablamos
todo el día, es con nosotros mismos.

Así que es muy importante que le prestemos atención a esta parte.

No sólo durante el tema de la interrupción de patrones, sino todo el día.


Porque aproximadamente el 80% del diálogo interno, puede ser negativo, estar basado en
el miedo, en la escasez, en los riesgos, etc.

Y la idea no es convertir ese lenguaje en 100% positivo, porque ciertamente lo negativo


tiene sus ventajas y sus beneficios en el diálogo interno…

…Pero al menos en las cosas que quieres salir adelante, lograr el éxito y demás, debería tu
mente ayudar y no ir en tu contra.

¿Cómo Mejorar El Diálogo Interno?

Para cambiar este diálogo interno y que automáticamente sea positivo, es importante ser
consciente de él.

Pasar por lo menos una semana anotando:

● Qué cosas te dices a ti mismo


● Qué piensas
● Cómo son tus reacciones ante ciertos eventos
● Qué sientes al ver a ciertas personas que de pronto no te caen muy bien
● Cuáles son esas ideas que se vienen a tu cabeza y que podrían ser más positivas
● etc…

Se trata de crear un informe de tu diálogo interno.

Luego de más o menos una semana, puedes decir:

«OK, en mi diálogo interno se repiten muchos –estas cosas-, –estas otras cosas– están
bien y considero que puedo mejorar –tales cosas-«.

Esto es un ejercicio 100% de introspección que si te tomas el tiempo de realizar,


seguramente te va a producir cambios positivos.
Y luego de un tiempo que seguramente mejores eso, van a surgir nuevas cosas…

Esto no es un proceso que se haga una sola vez.

Debes estar enfocado en mejorar tu diálogo interno, para acercarte a ser una mejor
versión de ti mismo y alcanzar más éxito y felicidad.

¿Cuáles Son Las Mejores Técnicas De Reprogramación Mental?

¿Sabías que la razón por la que muchas personas logran el éxito en cualquier ámbito de la
vida se debe en gran medida al poder de su mente? Tú también puedes lograrlo poniendo
en práctica las diversas técnicas de rTener la capacidad y el poder de controlar tu mente, es
sin duda, un gran paso para lograr todo lo que deseas en tu vida. Esto efectivamente no lo
conseguirás de un día a otro, lo que si puedes es comenzar ahora mismo a trabajar en ello.

Y para ayudarte, he reunido para ti las mejores y más efectivas técnicas de reprogramación
mental, con las que lograras cambiar esos patrones de pensamiento y comportamiento que
te impiden avanzar al éxito.

Reprogramación mental que te mostrare a lo largo de este post.

¿Cuáles Son Las Mejores Técnicas De Reprogramación Mental?

Las siguientes técnicas de programación mental positiva que te detallo a continuación te


ayudaran a modificar progresivamente cada aspecto de tu mente, de manera que puedas ir
creando la vida que realmente deseas.

● El Auto Apoyo Diario:

Para esto debes usar las afirmaciones positivas, como por ejemplo:

● “Hoy me va a ir muy bien”


● “Hoy tendré éxito y tranquilidad”
● “Hoy estaré mejor, mejor y mejor”.
Lo ideal y más recomendable es que las plasmes en un papel y lo coloques en un lugar
visible e incluso donde lo mires constantemente, de manera que las contemples y las
repitas mentalmente la mayor cantidad de veces posibles durante el día.

Cada vez que lo hagas estarás reforzando esas afirmaciones repetidas desde un nivel
consciente, logrando que el inconsciente las asuma como validas.

● La Visualización:

Es una excelente y poderosa técnica de programación mental que consiste en crear


mentalmente escenas o acontecimientos del futuro (cercano o lejano) tal cual como si las
estuviéramos viviendo en el presente.

Esta técnica sirve además para reforzar no solo las afirmaciones positivas (de manera que
el subconsciente las interprete como validas de forma mucho más rápida) sino también para
potenciar el resto de las técnicas que iré mencionando.

● Determinar Metas:

Una de las cosas necesarias para lograr la programación mental es tener un punto de
partida y otro a donde llegar, lo que vendría siendo nuestras metas.

Estas deben ser lo más claras, lógicas y alcanzables. Ahora bien para programarlas en tu
mente, lo que debes hacer es escribirlas en un papel, mirarlo al menos en la mañana el
despertar y justo antes de dormir.

Al hacerlo, visualiza tu meta como lograda, pensando siempre en forma positiva y


repitiéndola a manera de afirmación, esto te ayudara a reforzar la idea de éxito.

● Mantén Una Actitud Mental Positiva:

Mantener una actitud mental positiva es clave fundamental para la reprogramación mental,
esta además te permite aflorar toda tu fuerza interior, aceptar tu realidad y comenzar a
actuar de acuerdo a ella.

Con esta actitud es que, casi sin notarlo, ira borrando progresivamente todos tus
condicionamientos negativos o esa programación mental negativa que te ha hecho dudar de
ti mismo, debilitando tu capacidad de triunfar en la vida.

● La Técnica Del Espejo:


Esta es una técnica bastante aplicada por personas de éxito, consiste en mirarte todas las
mañanas al espejo y hablarse a sí mismo, utilizando frases motivacionales o bien, las
afirmaciones positivas que mencione al inicio.

● La Esfera Protectora:

Para esta técnica es necesario poner en práctica la visualización, puesto que trata de
imaginarte dentro de una esfera de luz que te protege y repele toda vibración negativa a tu
alrededor.

● La Armonización Celular:

Es más bien como la técnica de respiración consciente, en la que al inhalar le aportas al


cuerpo oxigeno y energía vital, y al exhalar eliminas de él toda energía y toxinas negativas.

Una forma efectiva de llevar a cabo esta técnica es apoyandonte con el proceso de
visualización, es decir; con los ojos cerrados comienzas a respirar pausadamente.

Mientras lo haces, comienza a visualizar como el aire llena tus pulmones, pasa a la sangre y
finalmente lo distribuye en todo el organismo, sintiendo además como entra en él la energía
positiva.

Al exhalar, visualiza todas las toxinas y/o energía negativa saliendo de tu interior. Este
proceso te permitirá desintoxicarte y revitalizarte.

● Elimina El “No” Y El “Im”:

Elimina desde ahora mismo el No y el Im que te mantiene condicionado mentalmente para


hacerte pensar que no puedes o no eres capaz de realizar algo.

Cuando de primera dices que no puedes con algo, muy difícilmente lo lograras, puesto que
has fijado en tu nivel mental subconsciente la imposibilidad de hacerlo.

● Mira El Lado Positivo De Las Cosas:

Al volverte consciente de que ha sido tu actitud negativa la que te ha mantenido limitado,


eres capaz de revertirla y buscarle el lado positivo a cualquier situación.

Para llevar a cabo esta técnica, puedes hacer como ejercicio diario buscar un aspecto
positivo en algo que normalmente te ha parecido negativo. Hacer esto parte de tu rutina te
ayudara a deshacer patrones mentales y cerebrales negativos.
Al cabo de un tiempo, los pensamientos positivos comenzaran a fluir, sobre todo frente a
circunstancias diarias que antes causaban malestar por el simple hecho de resaltar en ellas
todo lo negativo.

● Dialogo Interno Positivo:

A diario, constantemente todos mantenemos un dialogo con nosotros mismos, en la


mayoría de los casos, de forma inconsciente.

Cuando te vuelves consciente de este dialogo puedes sacarle mucho provecho, una vez
que lo lleves a terreno positivo, aprovechándolo para conversar conscientemente contigo
mismo; sobre las debilidades que posees, las soluciones a conflictos…

Comienza ahora mismo a practicar cada una de estas técnicas de reprogramación mental y
verás cómo es posible lograr todas tus metas con el simple hecho de saber dominar tu
propia mente.

DESCRIPCIÓN DE CASO CLÍNICO HIPNOSIS CLÍNICA Y REPROGRAMACIÓN MENTAL

Mujer dueña de casa con ganas de emprender, con conocimientos en terapias holísticas,
lugar de residencia Viña del Mar. Con clara muestra de heridas de infancia, en la cual se
encontraba sumergida en el trato de su madre que marcó su vida desde la niñez,
adolescencia y adultez, que afectó directamente en la relación con su suegra y matrimonio.

Proceso de la sesión

Sesión 1: comienzo de terapia con entrevista de la paciente, para determinar evaluación del
caso, del cual se obtuvo como conclusión y enfoque los problemas con su madre, su
desarrollo profesional y la economía.

Sesión 2: Se enfoca la sesión con conservación inicial y ejercicios de liberación emocional y


sesión de hipnosis con reprogramación mental para eliminar comportamientos limitantes
que estancaba la situación de la paciente, es decir, la mantenían con bloqueo existentes.
Eliminando la falta de comunicación con la madre partiendo por la conexión con la energía
de su progenitora. Como resultado esta que la paciente, tuvo una regresión a su infancia y
a través de la memoria emotiva, se reseteo hábitos limitantes, que neutralizan la vida. Se
asignó una tarea de trabajar con la energía reiki ho oponopono.

Sesión 3: Se evalúan resultados de la primera y segunda sesión, la paciente pasa a


trabajar con el logo de su emprendimiento y a cumplir tareas correspondientes a su área.
Posteriormente, se volvió a enfocar la hipnosis clínica con reprogramación mental,
reseteando nuevamente el enfoque de empresa. En la cual se pudo realizar hincapié a la
reprogramación de momento presente y futuro a través de la hipnosis y reprogramación de
comportamientos limitantes para fomentar el crecimiento y el éxito.

RESULTADO

Paciente, cambia su actitud frente a los problemas e inconvenientes de la niñez, se vuelve


más empoderada, se conecta a su actividad de reikista y terapeuta complementaria. Mejora
su relación de pareja de manera paulatina con hipnosis clínica complementando con
reprogramación mental con la cual se reseteo todo su pensamiento limitante y su
modificación.

PAUTA DE MEDITACIONES PARA HIPNOSIS BAJAR DE PESO


(ALEXANDER MORALES SORIANO)

1.- Pauta de evaluación ficha clínica (medir grasa corporal)


2.- Realizar meditaciones personalizadas para Alexander con auriculoterapia y dígito
puntura. Enseñar a Alexander a hacerse masajes para eliminar grasa corporal y auto
Reiki kid para manejar estrés y ansiedad de comer.
3.- Gemoterapia. Con radiestesia consultar cual es la gema ideal para él. Amplificador de
energía cuarzo cristal (Maestro) ojo de tigre evaluar, cuarzo rosado para su corazòn y
fomentar la liberación de emociones, egoísmos, etc.
pulsera para su uso diario. y probar si efectivamente sirve obsidiana, a parte de usar la
piedra de la bruja que ya la tiene y le enseñe como usar para limpieza.
Biomagnetismo.
Pauta de ejercicios completos para acondicionamiento fisico, a mi modo, utilizando
maquinas y ejercicio físico. Acompañamiento ejercicios y Coaching infantil

Objetivo

Baja de peso paulatinamente y que aprenda a manejar su energía propia, número maestro
en fecha nacimiento. Potencial para trabajar con energía.

Resultados

Baja de ansiedad y de peso, este tratamiento es completamente efectivo pero el paciente


debe establecer modos de comportamiento.

Pierre Paul Broca (1824-1880):


Fue médico, anatomista y antropólogo francés. Niño prodigio de su época, consiguió
graduarse simultáneamente en literatura, matemáticas y física. Ingresó a la escuela de
medicina cuando tenía sólo 17 años y se graduó a los 20, cuando la mayoría de sus
contemporáneos apenas comenzaban sus estudios médicos.
Broca se hizo famoso por el descubrimiento del centro del habla (ahora conocido como el
área de Broca, o tercera circunvolución del lóbulo frontal).

El 5 de diciembre de 1859 Broca práctica en el hospital Necker de París una operación bajo
anestesia hipnótica de la que da cuenta delante de la Academia de las Ciencias poco
después, con ello lanzó la hipnosis al mundo médico actual.

Liébeault, Bernheim y Charcot:


Las dos escuelas “La Escuela Psicológica de Nancy” y la “Escuela Neurofisiológica de París
del hospital la Salpetrière”.

Conclusión

Bajo el contexto del estudio, científico de la hipnosis clínica y reprogramación mental, se


establece que a través de la mente humana y reprogramación mental, podemos cambiar
nuestra realidad a diario, con un concepto bastante acertado a la hora de utilizar la memoria
emotiva en el reseteo de patrones mentales que se aplican desde la raíz, otorgando
solución concreta a cada creencia limitante. Toda dolencia, creencia limitante, situaciones
varias que mejoran totalmente la vida de cada paciente y consultante.

Referencias bibliográficas

Capafons, A. (1998). Hipnosis clínica: una visión cognitivo-comportamental. Papeles del

Psicólogo, 69, 71-88.

Feixas, G. (2008). Apuntes de Psicología, Vol. 26, nº 2, 193-197.

V Jornadas AAHEA (Asociación para el Avance de la Hipnosis Experimental y Aplicada).

Hipnosis: avances en investigación y aplicaciones (2015). En el COPC (Colegio Oficial de

Psicólogos de Cataluña). Se puede consultar la entrevista al Dr. Heap en el siguiente

enlace: http://www.aahea.net/michael-heap-entrevistado-por-el-copc/

Nieto, C. (2009). Sobre la Naturaleza de la Hipnosis. Hipnológica, 1, 3-6.

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