Está en la página 1de 7

0.

1 | ASPECTOS generales | área Introducción general


1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA
Autores: Marcos Gómez Revuelta e Inés Madrazo del Río Hortega
Coordinador: José Andrés Gómez del Barrio
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander

PUNTOS CLAVE
•D
 esde la prehistoria hasta la Grecia Clásica, la concepción de la enfermedad
mental se basó en preceptos de carácter místico-religioso.
•D
 esde entonces y hasta la llegada de la edad media, se produjo una evolución
en su conocimiento de la mano del método científico, constituyendo este la
primera gran revolución de la psiquiatría.
•L
 a creación por el Padre Jofré de la primera institución psiquiátrica en
Europa, supuso una segunda revolución cuya culminación definitiva llegó de
la mano de Phillipe Pinel a finales del siglo XVIII, cambiando la concepción
del enfermo mental y cómo tratarlos.
•E
 l siglo XX representa la última revolución en los conceptos de enfermedad
mental, empezando por las diferentes corrientes etiopatogénicas y terminando
con los tratamientos farmacológicos. Además, la desinstitucionalización del
enfermo mental permite su reinserción en un ámbito sociofamiliar normalizado,
consiguiendo disminuir el estigma y aumentar su funcionamiento global.

1. PSIQUIATRÍA: LOS ORÍGENES


Puede que para muchos, la psiquiatría aparente tener un origen cercano, conformando una
de las múltiples ramas especializadas de la medicina. Sin embargo, sus orígenes se pierden
en la oscuridad de la historia y sus propias raíces se confunden con las de otras disciplinas
del pensamiento. La enfermedad, independientemente de su etiología, es un fenómeno
que refleja la alteración de una serie de mecanismos naturales. El ser humano, con su
espíritu inconformista, trata de hacer frente a la naturaleza mediante la comprensión de la
misma, con el fin de elaborar toda clase de artimañas que permitan eludir lo ineludible. Esta
conducta instintiva de preservación frente a la enfermedad aparece reflejada en las escasas
huellas que, de la paleomedicina, han llegado a nuestros días, tanto en lo concerniente a
la enfermedad física como mental. En la medicina primitiva, las enfermedades físicas y
mentales, encontraban su fundamento teórico en la creencia universal en los fenómenos
sobrenaturales, especialmente en la influencia de los espíritus de los ancestros. El sistema
mágico-religioso del hombre primitivo representa un primer intento de introducir una
explicación racional hacia desviaciones incomprensibles de la normalidad.
En este contexto, las enfermedades mentales eran atribuidas a la violación de los tabúes
culturales de aquellas sociedades, a la transgresión de las reglas religiosas, a posesiones
demoniacas o a castigos heredados de los antepasados familiares. Distintos ritos
intentaban restituir la salud de los enfermos en oposición a aquellas fuerzas mágicas o
naturales que les afligían. En estos ritos religiosos y en la provisión de ayuda al enfermo,
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

nacen la medicina y la psiquiatría, y como canalizadores de estas atenciones emergieron


las figuras de los primeros sanadores, quienes representaban una suerte de intermediarios
entre el hombre y lo sobrenatural, dotados de habilidades especiales. Sus rituales
pretendían retornar al orden natural preestablecido, calmar la furia de la naturaleza,
espíritu o divinidad ofendidos.

2. DEL ANTIGUO EGIPTO A LA ERA GRECORROMANA


Progresivamente, el abordaje de la enfermedad mental se fue alejando de lo sobrenatural
para acercarse al cuerpo. Así, hay evidencias de prácticas de trepanación desde el antiguo
Egipto hasta las culturas de la América precolombina. Mientras, en China, se desarrollaba
la acupuntura y se comenzaba a experimentar con las propiedades curativas de distintas
sustancias sobre el cuerpo humano. Miles de kilómetros de distancia pero una creencia común
en el alivio del sufrimiento del sujeto “poseído” a través de la sanación de males localizados
en su cuerpo.
Al margen de ser el mayor best seller de todos los tiempos, la Biblia ofrece a través del
Antiguo Testamento, un rastro de enorme valor sobre la evolución del concepto de locura.
Una de las referencias bíblicas más conocidas a la enfermedad mental se refiere a la historia
de Saúl. Desde bien joven, se describen episodios con extravagantes desorganizaciones
conductuales en su biografía, con desarrollo de episodios posteriores de alternancia entre
profunda tristeza e irritabilidad, junto con la postrera aparición de una serie de impulsos
incontrolables que abocaron en su suicidio consumado.

Tras el nacimiento de la medicina y de la psiquiatría en los albores de la civilización


humana, el primer gran hito histórico a considerar como revolucionario, viene representado
por el comienzo del pensamiento científico, allá por el siglo V a. C. en la antigua Grecia.
En adelante, el pensamiento científico occidental se regiría por fundamentos racionales.
Comandando esta revolución, nos encontramos ante la figura de Hipócrates de Cos
(siglo IV a. C.), a quien debemos las primeras clasificaciones y descripciones precisas de
algunas enfermedades mentales. Este fue un periodo de grandes avances en lo relativo a
la descripción de la enfermedad; no tanto en términos terapéuticos. Aun así, tuvieron su
lugar los baños en aguas especiales, la aplicación de barros y ungüentos, comenzaron a
emplearse fármacos basados en productos vegetales y se tiene constancia de la práctica de
sugestiones catárticas colectivas. Más allá de lo expuesto, las propuestas hipocráticas con
descripciones detalladas de casos y una clasificación precisa de las enfermedades mentales
basada en sus observaciones (frenitis, manía, melancolía, epilepsia, histeria, “enfermedades
de los escintios”), facilitó una progresiva separación entre medicina y religión, así como la
dicotomización entre enfermedades físicas y mentales que aún perdura en nuestros días.
Un siglo más tarde, Aristóteles se afanó en el estudio de los sentidos, la memoria, los procesos
de aprendizaje, las emociones y la imaginación, profundizando en abundantes detalles
psicológicos. Tras la absorción de Grecia por parte del Imperio Romano en el siglo II a. C.,
destacaron personalidades de la medicina de la época como Asclepíades. El solidismo propuesto
por Asclepíades, promulgó la idea de que los excesos de contracción o de relajación deben
ser corregidos mediante medidas de tipo fisioterapéutico opuestas al desequilibrio reinante
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

para devolver al cuerpo a una armonía saludable. De esta manera, comenzaron a emplearse
terapias de inmersión o de ingestión de fluidos fríos o calientes con buenos resultados sobre
los pacientes y que, con algunos paréntesis, siguieron empleándose con distintos propósitos
para el tratamiento de la enfermedad mental hasta bien entrado el siglo XX.
En el siglo I a. C., Celso, en el tercer volumen de su magna obra De Re Medica, puso el
acento en el potencial poder curativo de la relación médico-paciente mediante el empleo
de técnicas específicas para levantar el ánimo del deprimido o para calmar al agitado.
Asimismo, describió en la mencionada obra, todas las enfermedades hasta entonces
conocidas de la cabeza a los pies. Las enfermedades mentales quedaron englobadas en la
cabeza, guardando muchas similitudes con las impresiones hipocráticas. A diferencia de
estas, la histeria, con una acepción más cercana al concepto de enfermedad psicosomática,
se describió en el abdomen y se generalizó a hombres y mujeres. Continuador de las doctrinas
hipocráticas, Areteo de Capadocia, en el siglo I a. C. localizó la manía y la melancolía en el
hipocondrio, derivando el término hipocondría de sus teorías.
Perviven todavía hoy multitud de términos cuyos orígenes se remontan a la era grecorromana
(histeria, hipocondría, epilepsia, manía, libido, paranoia, delirio, etc.). Quizá la figura más
prominente de la era romana, sea la de Galeno. De estilo dogmático, su extensísima obra
mantuvo una influencia capital desde el siglo II d. C. hasta la actualidad, con algunas
contribuciones a la psiquiatría. Por ejemplo, señaló la relación entre ciertos tipos de
delirios y alteraciones perceptivas a las que denominó phantasis, relacionó la insatisfacción
sexual con algunas formas de histeria y estableció relaciones entre la vivencia de eventos
traumáticos y el desarrollo de reacciones ansiosas con afectación del estado de ánimo.
Por último, cabe resaltar la originalidad de la obra de San Agustín (siglo IV d. C). En su obra
Confesiones, San Agustín anticipó ideas sobre el concepto del inconsciente que se pueden
trasladar a las teorías psicoanalíticas contemporáneas.

3. LA EDAD MEDIA
Superado un periodo marcado por la búsqueda del conocimiento a través de la razón, la Edad
Media constituyó un periodo no solo de estancamiento sino hasta cierto punto, de regresión
en cuanto al conocimiento. Durante este largo periodo, se retornó al paradigma preclásico
de la atribución de lo sobrenatural a la enfermedad mental. El mantenimiento de la innegable
influencia de la Iglesia en la sociedad medieval precisaba de una estabilidad cimentada en las
creencias procedentes de sus dogmas. En este contexto, el cientifismo fue progresivamente
excluido y con él, la medicina. Más aún, la salud mental, de por sí controvertida aun en
nuestros tiempos, iba a ser explicada a través de lo demoniaco, y sus pacientes, etiquetados y
rechazados, con algunas dignas excepciones. Así, hacia el final de la Edad Media, se abre una
puerta al cambio con la inauguración del primer Hospital Psiquiátrico de Europa (que pronto
fue seguido de otro puñado de centros), merced a la labor de Fray Gilabert Jofré. Lugar de
tránsito durante toda su historia, lo acontecido en la España de la época tenía una dimensión
aún mayor por la convivencia centenaria entre las culturas cristiana, árabe y judía, lo que
propició el florecer de un enfoque vanguardista hacia la salud mental. Según se desprende
de los tratados de la época, la atención a los enfermos en estos centros se caracterizaba por
el rigor en el abordaje médico acompañado por un profundo sentido humanitario.
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

4. DEL RENACIMIENTO A LA PSIQUIATRÍA ACTUAL


Durante la transición entre Medievo y Renacimiento, desarrolló su vida Paracelso, quien
dio continuidad al abandono de las teorías sobrenaturales imperantes en los siglos previos.
Paracelso, además, contribuyó no solo en el marco teórico sino también en el terapéutico,
con la práctica de un sistema psicoterapéutico encaminado al abordaje de la patología
psicosomática.
Desde Francia, a Descartes le debemos, en su incesante búsqueda del origen de las cosas, la
concepción del alma como una sustancia inmaterial que precisaba del cuerpo para mantener
su existencia al tiempo que se distinguía de este en su propia configuración inmaterial.
En España, toda vez que la vertiente sobrenatural de la enfermedad mental había sido
desterrada, es curioso observar la evolución de la percepción del enfermo mental a lo
largo de la obra del principal representante de la literatura hispánica. Miguel de Cervantes
dejó un rastro de personajes aquejados de males de locura, y son de lo más variadas las
interpretaciones diagnósticas con respecto a su personaje más conocido, Don Quijote de
la Mancha.
Nuestro recorrido continúa en Alemania, pero esta vez ya avanzado el siglo XVIII. En este
periodo, Kant sentó las bases de la futura psiquiatría alemana que tanto iba a dar que hablar
en los siglos XIX y XX. Con Kant, la frustración, los conflictos internos, la lucha entre los
instintos del hombre y el entorno que impide su despliegue, se integran en la etiología de las
enfermedades mentales.
De nuevo en Francia, en pleno París revolucionario, Pinel también revolucionó a su manera la
psiquiatría con dos aportaciones fundamentales: Por un lado, elaboró una nosología básica,
de carácter funcional y descriptivo, bajo cuyo marco teórico se desarrollaron en las décadas
sucesivas, múltiples teorías etiopatogénicas en relación a las enfermedades mentales. Sobre
esta base teórica edificó su Tratamiento moral, que contemplaba la eliminación de las
sujeciones, fomentaba la interacción social, el entretenimiento y la actividad ocupacional en
amplias instalaciones habilitadas al efecto proveyendo a los enfermos de un trato humano
basado en la aplicación de principios científicos. El camino emprendido por Pinel tuvo su eco
en la propia Francia de la mano de Esquirol, quien describió las alucinaciones, diferenciándolas
de las ilusiones y sentó las bases para el ulterior concepto de la paranoia a través de sus
descripciones sobre la monomanía.
El siglo XIX, tal y como estamos observando, fue un periodo de elevada y trascendente
actividad para la psiquiatría, y en su curso, debemos detenernos ante otro revolucionario de
esta disciplina como fue Emil Kraepelin. Prolijo en la elaboración de su obra, Kraepelin defendía
que solo a través de la observación se podía aproximar a la verdad. Su verdad, se encontraba
en el enfermo y hacia la cabecera de su cama se dirigió. A través de la observación y el
análisis pormenorizado de las conductas de los enfermos, elaboró una completa clasificación
nosológica que dimensionó algunos de los principales síndromes psiquiátricos tal y como
hoy los conocemos. Términos como psicosis maniaco depresiva o dementia praecox deben
su origen a este clínico alemán.
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

5. EL SIGLO XX
El principal cambio producido en la psiquiatría del siglo XX es el fin de la psiquiatría clínica para
dejar paso a la psiquiatría psicopatológica. Es decir, el paso de una descripción sintomática
y de las enfermedades a una descripción de los procesos psicológicos que influyen en la
aparición de situaciones vitales anómalas. Este cambio viene influenciado por la corriente
fenomenológica de la filosofía y la aparición del psicoanálisis.
Poniendo como el primer punto de referencia la I Guerra Mundial, podemos decir que el
principio del siglo XX se ve influenciado por dos médicos psiquiatras: Karl Jaspers y su
obra Psicopatología general y Eugen Bleuer en su obra Demencia precoz o el grupo de
las esquizofrenias. En esta última, Bleuer sustituye el concepto de Kraepelin de dementia
praecox por el de esquizofrenias, e inicia la división de síntomas en fundamentales (escisión y
autismo) y accesorios. Cabe destacar en este ámbito la figura de Sabina Spielrein (discípula y
amante de Jung), quien escribió la primera tesis doctoral sobre “el contenido psicopatológico
de la esquizofrenia”. Sin embargo, fue Ramón y Cajal con su obra Textura del sistema
nervioso del hombre y los vertebrados, quien marca el inicio del estudio de la estructura
del cerebro y del sistema nervioso, creándose en España la rama de la neuropsiquiatría, que
será la más avanzada en Europa a principios de siglo, y que dará lugar al concepto moderno
de psiquiatría biologicista. Al acabar la guerra tendrán lugar dos epidemias: la gripe y la
encefalitis letárgica de Von Ecónomo. Las personas que sobrevivían a esta última quedaban
en estado catatónico casi de forma permanente. Oliver Sacks intentó el tratamiento con
dopamina para “despertar” a estos pacientes de su estado. Tras ello, muchas de esas personas
sufrieron brotes paranoides, iniciándose ahí la hipótesis del origen viral de la esquizofrenia.
Más tarde se desarrollará la hipótesis del origen hiperdopaminérgico de esta enfermedad.

El mayor auge de la psiquiatría psicopatológica se alcanza en el periodo transcurrido entre


las dos guerras mundiales: Goldstein y la Gestalt, Biswanger, Mikowski, Gatian y el síndrome
de automatismo mental, Clerambault y el síndrome que lleva su nombre, Gonzalo Lafora, etc.
Se genera una psiquiatría que no solo busca la descripción de los mecanismos psicológicos,
sino que también estudia la correlación de las enfermedades con estructuras cerebrales y su
mecanismo de funcionamiento. La Guerra Civil obligó a muchos neuropsiquiatras españoles
al exilio a América Latina y Francia. La consecuencia fue un fuerte impulso al desarrollo de
estas nuevas corrientes en América. No podemos olvidarnos de la psiquiatría soviética de
principios de siglo, en la que cabe destacar la figura de Pavlov (Premio Nobel en 1940 con
su teoría de reflejos condicionados) y Bechterev. El régimen totalitario de Stalin utilizará
también la enfermedad mental y la institucionalización como método de “encarcelamiento”
de rebeldes y contrarios al sistema. Ya entonces se practicaban tratamientos que se
habían visto eficaces en estos pacientes. Durante la primera mitad del siglo XX, se habían
desarrollado diferentes tratamientos para la enfermedad psiquiátrica. Se observó que en
pacientes con enfermedad mental y un proceso febril, la enfermedad mental mejoraría e
incluso se curaría; así surgen técnicas como la malarioterapia o el absceso de fijación (con
inyección de esencia de trementina). Posteriormente, teniendo en cuenta la incompatibilidad
descrita entre los trastornos convulsivos y la esquizofrenia, se desarrollaron los tratamientos
de choque: inicialmente se generaba con cardiazol, hasta que Sakel en 1935, al utilizar
insulina para el tratamiento de abstinencia a mórficos, objetivó un cambio conductual
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

en estos pacientes, desarrollándose a partir de ahí la insulinoterapia o cura de Sakel. El


electroshock se inició en la década de los 30 como tratamiento en esta enfermedad. La
leucotomía prefrontal (consistente en interrumpir las vías de comunicación entre los lóbulos
frontales y el resto del encéfalo) fue realizada por primera vez por Egas Moniz en 1935; sin
embargo, fue Freeman, neurocirujano estadounidense, quien en 1946 desarrolló la técnica
de la lobotomía transorbitaria, intervención que quedaría obsoleta en 1960, tras 100.000
lobotomías practicadas solo en Estados Unidos.

En 1950, en París y organizado por Henry Ey, se celebra el Primer Congreso Mundial de
Psiquiatría. Es en 1952 cuando, en la reunión conmemorativa del centenario de la Societé
Médico-Psycologique de París, tres autores (Jean Delay, Pierre Deniker y J. M. Hael) presentan
una comunicación sobre el uso de la clorpromazina y su efecto en pacientes con enfermedad
mental. Ese sería el inicio de la psicofarmacología moderna, que se continuaría en 1957 con
la síntesis del haloperidol por P. Jansen. En 1960 se sintetiza la clozapina. Sin embargo, el
término de atipicidad no surge hasta 1980. Esta, junto con la aparición de los neurolépticos
inyectables de liberación prolongada, ha sido la última revolución en psicofarmacología.

Es también en la década de 1950 cuando aparecen los antidepresivos tricíclicos, aunque


sustancias como el láudano o los barbitúricos se utilizaran desde inicios de siglo en pacientes
“melancólicos”. En la década de los 80 surgen los inhibidores selectivos de la recaptación
de serotonina y los antidepresivos conocidos como duales. En cuanto a los estabilizadores
del ánimo, a principios del siglo XIX, el litio es aislado a partir del mineral petalita, pero
no es utilizado para el tratamiento de trastornos afectivos hasta 1949. Desde entonces, es
uno de los tratamientos de referencia para los enfermos con trastorno bipolar. No podemos
olvidarnos de la historia de los ansiolíticos e hipnóticos, siendo los barbitúricos los fármacos
más utilizados para este cometido hasta la década de los 50. A partir de entonces, se sintetizan
el clordiazepóxido y el diazepam, más seguros y con menor potencial de abuso. La aparición
de fármacos eficaces para el tratamiento de las enfermedades mentales no solo supone un
cambio en las teorías de evolución del manejo de esta patología, sino una revolución en la
forma de ver al paciente psiquiátrico tanto en lo referente a lo médico como en lo social.

Surge, de la mano de David Cooper en Londres, y acompañado por otros autores como
Ronald Laing, Franco Basaglia y Thomas Szasz principalmente, el concepto de antipsiquiatría.
Inicialmente, fue David Cooper quien, en su libro Psiquiatría y antipsiquiatría en 1967
introduce el concepto. Aunque es Thomas Szas quien en 1957, en su obra Dolor y placer,
introduce las nociones de este movimiento poniendo en duda la realidad sobre la enfermedad
mental descrita en el siglo XIX. El concepto se fue ampliando, poniendo en evidencia cómo
la psiquiatría hasta ese momento era una forma de estigmatización y alienación de estos
enfermos, utilizando para ello las instituciones y los fármacos. Criticaban diagnósticos y la
evaluación que de estos pacientes se realizaba y por supuesto, los tratamientos utilizados
(lobotomía, coma insulínico, piretoterapia). Cooper, en Londres, funda la primera comunidad
terapéutica denominada Villa 21 en 1962. Fue un pabellón para jóvenes con esquizofrenia. En
ese lugar no existían normas restrictivas y se intentaban abolir las barreras entre pacientes
y personal. La conclusión a la que llegó Cooper fue que la evolución del paciente era igual o
más favorable que en cualquier otro medio.
0.1 | ASPECTOS generales | área Introducción general
1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA

Sin embargo, el cuestionamiento de la función de los asilos mentales no nace de este


movimiento. Previamente, personajes como Pinel o Erving M. Goffman (quien en su libro
Asylums en 1961 describe su experiencia como un paciente con esquizofrenia en el hospital
para enfermos mentales estadounidense Saint Elisabeth’s), ya habían criticado los métodos
y las repercusiones de estos sistemas.

En 1978, en Kazajstan, tiene lugar una conferencia en la que se sientan las bases teóricas de la
atención primaria y su aplicación a la salud mental. Esto supondría el cierre progresivo de los
hospitales psiquiátricos en favor de la inserción de estos pacientes en la comunidad y en los
mecanismos generales de sanidad. El líder de este nuevo movimiento en Europa fue Franco
Basaglia, quien promulga la Ley Basaglia, en la que se prohíbe la existencia en Italia de los
hospitales psiquiátricos monográficos.

En España, el Hospital Psiquiátrico de Oviedo y el Sanatorio Psiquiátrico de Conxo (Galicia)


inician experiencias transformadoras. Tras la aprobación de la Constitución de 1978 se hace
más fácil generalizar el nuevo abordaje, y surge la Comisión Ministerial para la Reforma
Psiquiátrica entre 1984 y 1985. Esta defendía un abordaje integral de pacientes con una
enfermedad mental, en su medio, con unos recursos que formen parte del sistema general de
salud, y debiendo prestar asistencia a grupos de pacientes que previamente no se trataban.
En 1986 se establecen las normas jurídicas y se desarrolla la Ley General de Sanidad, con el
capítulo III, artículo 20, dedicado en exclusiva a la salud mental. A partir de ahí se cierran
los hospitales psiquiátricos monográficos en varias comunidades autónomas, se crean
unidades especializadas en los hospitales generales y se crean las unidades de salud mental y
subespecializadas. La forma menos institucionalizadora que funciona en España en el abordaje
de las enfermedades mentales es la terapia asertivo comunitaria. De origen estadounidense,
se inicia en Asturias (Avilés) en 1999 por E. Piñuelas. El objetivo es el tratamiento integral de
pacientes con enfermedad mental sin apartarles de su entorno familiar y social, pudiendo
evitar al máximo la alienación y estigmatización de estos pacientes.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alexander
 F, Selesnick S. Historia de la psiquiatría. Barcelona: Espaxs; 1996.
• De Potestad Menéndez F, Zuazu Castellano AI. La salud mental en el siglo XXI.
Revista Norte de salud mental 2003; 8: 9-18.
• Eguíluz Uruchurtu I. Historia de la psicofarmacología. En: Tratado de psicofarmacología.
Madrid: Editorial Panamericana; 2010.
• Garrabé J. La psiquiatría en el siglo XX. Átopos, 2003. p. 33-42.
• Laín Entralgo P. Historia de la medicina. Barcelona: Elsevier, Masson; 2006.
• Lieberman JA. La historia de la psiquiatría. Barcelona: Ediciones B; 2014.
• Torres-González F. La reforma psiquiátrica española en perspectiva: logros y pendientes a la hora
de la crisis. Medwave 2012 Nov(10).

También podría gustarte