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Una empresa de la industria textil, con sede central en Santiago y presencia en todo el
territorio nacional, necesita cubrir urgentemente una plaza de Jefe de Finanzas para sus
oficinas en casa matriz. Esta empresa cuenta con un departamento de recursos humanos,
pero debido al volumen de procesos que llevan en la actualidad, solicitan un permiso en
gerencia para poder subcontratar ese proceso con una consultora de recursos humanos.
Reciben el OK con un presupuesto tope muy limitado.
La consultora de selección con la que deciden probar suerte es una que tiene presencia en
todo Santiago. Piden al departamento de recursos humanos que les faciliten el perfil del
puesto a cubrir, la historia de la empresa y las condiciones que se pretenden ofrecer. En
ningún momento, el consultor que les lleva el proceso se presenta en la empresa para
coordinar la puesta en marcha del proceso.
Paralelo a esto, la empresa también pone un anuncio para esa plaza en un portal de empleo
con el fin de reforzar la búsqueda. La consultora por su parte, envía informes y perfiles de
candidatos con cuenta gotas, y muy por debajo de lo solicitado. Finalmente, uno de los
candidatos que envía la consultora, resulta calzar con el perfil solicitado.
Lo impensado es que el departamento de recursos humanos había rechazado a este
candidato en un anterior proceso para una posición similar en Santiago y no saben cómo
pudo pasar porque calzaba perfectamente en el puesto.
Por último, y aunque no han quedado nada conformes con el servicio entregado por la
consultora, la empresa deberá desembolsar el dinero por facilitarles el candidato
seleccionado, quienes cobran un 50% sobre el salario bruto total, que para este candidato
son $2.500.000, por lo tanto el dinero a pagarle a la consultora asciende a $1.250.000,
monto que está muy por encima del presupuesto previsto y aprobado por gerencia de
$400.000. Por supuesto, el departamento de recursos humanos recibe un llamado de
atención y quedan “prohibidas” posibles externalizaciones de procesos para el futuro.
Pregunta guía 1:
¿Cuál es el dilema en este caso? Justifique e Integre todos los elementos que configuran el
problema.
Pregunta guía 2:
¿Qué solución o vía alternativa propone usted para enfrentar la problemática que sugiere
este caso? Justifique su respuesta.
RÚBRICA
Debe dar respuesta a ambas preguntas planteadas en el caso, las que serán evaluadas a
partir de la siguiente rúbrica: