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VERSIÓN PÚBLICA

DE LA SENTENCIA DICTADA
DENTRO DEL EXPEDIENTE 72/2021-E
MATERIA MERCANTIL
QUE ES COPIA FIEL DE SU ORIGINAL FIRMADA

Motivo de la Clasificación: Con el objeto de garantizar la protección de


Datos Personales y Datos Personales Sensibles en posesión de Sujetos
Obligados, fue elaborada la presente Versión Púbica, eliminando Datos
Confidenciales que identifican o hacen identificable a personas físicas de
manera directa o indirectamente.

Fundamento legal: Artículos 6, Base A y 16, segundo párrafo, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; correlacionados
con los artículos 6, 7, 20 y 31 de la Ley General de Protección de Datos
Personales en Posesión de Sujetos Obligados; así como los artículos 6, 7,
14 y 25 de la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de
Sujetos Obligados del Estado de Querétaro; los artículos 111 y 115 de la
Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de
Querétaro; así como el Acuerdo emitido por el Consejo Nacional del
Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y
Protección de Datos Personales, publicado en el diario Oficial de la
Federación el 15 de abril de 2016, por el que fueron aprobados los
Lineamientos generales en materia de clasificación y desclasificación de la
información, así como para la elaboración de versiones públicas.

Área Responsable de la Clasificación:

LIC. ELENA LOPEZ VILLEDA


TITULAR DEL JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA
CIVIL DEL DISTRITO JUDICIAL SAN JUAN DEL RÍO
DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO DE QUERÉTARO
-2-

SENTENCIA DEFINITIVA

SAN JUAN DEL RÍO, QUERÉTARO, A 26 VEINTISÉIS DE


AGOSTO DE 2021 DOS MIL VEINTIUNO.

VISTOS para resolver en Sentencia Definitiva los autos del


expediente número 72/2021, relativo al JUICIO ORAL MERCANTIL que sobre
RESTITUCIÓN DE CANTIDAD, promueve [*****], en contra de HSBC MÉXICO,
SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, y,

RESULTANDOS

PRIMERO. Mediante escrito presentado el día 17 diecisiete de febrero


de 2021, en Oficialía de Partes de los Juzgados Civiles de San Juan del Río,
Querétaro, compareció a juicio [*****], demandando en la Vía Oral Mercantil de
la moral denominada HSBC MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN
DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, el cumplimiento de las
siguientes prestaciones:

A) La restitución y/o pago de la cantidad de $47,000.00


(CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.) a favor de la
accionante, como parte del saldo de la cuenta bancaria número
[*****], de la cual es titular la citada.
B) El pago de los intereses calculados al tipo legal causados y
que se sigan causando desde que la cantidad de $47,000.00
(CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.) fue sustraída
sin su consentimiento ni autorización de la cuenta anteriormente
referida y hasta el pago total de lo reclamado.
C) El pago de gastos y costas que se originen por la tramitación
del presente procedimiento hasta su total terminación.

SEGUNDO. La demanda se admitió y se ordenó emplazar a la parte


demandada HSBC MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE
BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, para que en el término de 9
nueve días contestara la demanda y en su caso, opusiera las excepciones que
tuviera que hacer valer en su favor, y se le apercibió que en caso de no dar
contestación, se le tendría por perdido el derecho no ejercitado en tiempo y
forma. El emplazamiento se verificó y por auto de fecha 05 cinco de mayo del
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año en curso, se tuvo por presente a la institución bancaria demandada


contestando la incoada entablada en su contra, por lo que se le dio VISTA al
accionante, para que dentro del término de tres días manifestara lo que a su
derecho conviniera; por auto del día 18 de mayo de 2021 se le tuvo a [*****]
contestando en tiempo y forma a la vista concedida y, al haber quedado
fijada la litis, el día 28 de mayo de 2021 se señalaron las 09:30 NUEVE
HORAS CON TREINTA MINUTOS DEL DÍA 24 VEINTICUATRO DE JUNIO DE
2021, para la celebración de la audiencia preliminar, por lo que una vez que
tuvo verificativo la misma, se señalaron las 10:00 DIEZ HORAS DEL DÍA 19 DE
AGOSTO DE 2021 para el desahogo de la audiencia de juicio, en la cual, al
término de la misma se programaron las 13:00 TRECE HORAS DEL DÍA 26 DE
AGOSTO DE 2021, para la audiencia de continuación de juicio en la que se
dicta sentencia definitiva, al tenor de los siguientes:

CONSIDERANDOS

PRIMERO. Los presupuestos procesales consistente en la


competencia, la vía y la personalidad de las partes quedaron depurados en
la audiencia preliminar de fecha 24 veinticuatro de junio de 2021; y por
ende, quedaron debidamente perfeccionados.

SEGUNDO. En esta sentencia se hace el estudio y resolución de la


acción intentada, de conformidad con los numerales 1327 y 1390 BIS-2 del
Código de Comercio, para establecer si se cumple en el caso concreto con el
imperativo de la ley, previsto por el diverso 1194 del ordenamiento citado, a la
luz de las pruebas ofrecidas.

TERCERO. Los hechos en que la actora [*****], motivó el ejercicio de su


acción, son los que narró en su escrito de demanda, mismos que esencialmente
son:

1. Que la actora es cuentahabiente y titular de la cuenta bancaria número


[*****] dentro de la institución financiera denominada HSBC MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN
DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, sucursal San Juan del Río,
Querétaro, la cual fue aperturada por la accionante a través del contrato de depósito
bancario de dinero a la vista (denominado “contrato único de personas físicas),
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celebrado entre la ahora demandada y la actora, por tal motivo, le fue entregada la tarjeta
de débito que había sido asignada a dicha cuenta.

2. En fecha 9 de julio de 2019, extravió la tarjeta de débito que le habían


entregado y que había sido asignada a la cuenta bancaria número [*****] de HSBC
MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, por
tal motivo, ese día reportó la tarjeta como extraviada ante la institución bancaria en
mención, por lo que al momento de realizar el reporte, el funcionario del banco que le
atendió, le proporcionó el folio de cancelación número [*****]; asimismo, le informó que
dentro de la citada cuenta tenía un saldo de $47,082.34 (CURENTA Y SIETE MIL
OCHENTA Y DOS PESOS 34/100 M.N.), indicándole el citado funcionario bancario que
únicamente debía acudir de nueva cuenta a la sucursal bancaria a recoger la disposición
de su tarjeta de débito.

3. Que el día 17 de julio de 2019, aproximadamente a las 11:30 horas, la actora


revisó su banca por internet para verificar si se le había realizado un depósito que estaba
esperando, empero, se percató que su cuenta tenía un saldo de $82.34 (OCHENTA Y
DOS PESOS 34/100 M.N.), por lo que revisó los movimientos de su cuenta bancaria
número [*****], y advirtió que el día 10 de julio de 2019 aparecían dos movimientos
dentro de la citada cuenta atinentes a dos retiros y/o transferencias electrónicas (las
cuales la accionante nunca realizó ni ordenó ni autorizó que se hicieran), una por la
cantidad de $23,000.00 (VEINTITRÉS MIL PESOS 00/100 M.N.) y otra por la cantidad de
$24,000.00 (VEINTICUATRO MIL PESOS 00/100 M.N.), situación que le causó mucho
asombro y preocupación.

Ante ello, ese mismo día 17 de julio de 2019, decidió llamar al número telefónico
de la institución bancaria, para reportar dichos movimientos (transferencias electrónicas) y
para que le informaran porqué el banco había autorizado los mismos si la cuentahabiente
nunca los había autorizado, pero el funcionario que le atendió, le refirió que tenía que
acudir a la sucursal bancaria a efecto de reportar dicha situación de manera directa, por tal
motivo, ese mismo día acudió a la sucursal del citado banco, ubicad en [*****], en esta
ciudad, con la finalidad de reportar los retiros y/o transferencias electrónicas; asimismo,
solicitó un documento en donde se reflejaran los movimientos realizados en su cuenta
durante el mes de julio de 2019, por lo que le fue expedido el documento denominado
“detalle de movimientos”, en el cual se encuentran referidos los movimientos realizados
en la cuenta número [*****], durante el periodo comprendido del día 17 de abril de 2019 al
día 17 de julio de 2019, y en el cual es posible advertir que, el día 9 de julio de 2019 la
actora tenía dentro de dicha cuenta un saldo de $47,082.34 (CUARENTA Y SIETE MIL
OCHENTA Y DOS PESOS 34/100 M.N.), sin embargo, también se desprende que el día
10 de julio de 2019 existen dos retiros y/o transferencias los cuales aduce nunca realizó ni
ordeno ni autorizó, una por la cantidad de $23,000.00 (VEINTITRÉS MIL PESOS 00/100
M.N.) y otra por la cantidad de $24,000.00 (VEINTICUATRO MIL PESOS 00/100 M.N.).

4. El día 17 de julio de 2019, por asesoría e indicaciones del funcionario bancario


que lo atendió, redactó a mano un escrito de reclamación en el que, en esencia, manifestó
desconocer las transferencias y/o retiros que aparecen en su cuenta el día 10 de julio de
2019, una por la cantidad de $23,000.00 (VEINTITRÉS MIL PESOS 00/100 M.N.) y otra
por la cantidad de $24,000.00 (VEINTICUATRO MIL PESOS 00/100 M.N.), asimismo,
solicitó la devolución de la cantidad de $47,082.34 (CUARENTA Y SIETE MIL OCHENTA
Y DOS PESOS 34/100 M.N.), la cual fue escaneada, por lo que no existió la necesidad de
sellarle y/o acusarle de recibo el mismo, además, le recomendó que llamara de nueva
cuenta al servicio de atención a clientes del banco y levantara de igual forma la
reclamación por ese medio, por lo que la actora de nueva cuenta marcó al servicio de
atención de HSBC MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, para realizar la reclamación por teléfono, por lo que le fue asignado
el número de folio de aclaración y/o reclamación [*****], solicitándole que marcara en una
semana para darle seguimiento a su reclamación.
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5. El día 07 de agosto de 2019, fue informada por parte del personal de HSBC
MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, que
el dictamen emitido por dicha institución había sido desfavorable a sus intereses,
sustentando el mismo en el hecho de que en las transferencias y/o retiros que la actora
objetó había sido utilizada la firma electrónica, usuario y contraseña personalidad así como
la contraseña única OTP o token, sin darle más explicaciones; al respecto, menciona que
solo cuenta con un usuario y contraseña para entrar a su banca por internet con la única
finalidad de consultar los movimientos de su cuenta e imprimir estado de cuenta, empero,
en ningún momento solicitó algún dispositivo o token para realizar trasferencias y/o
retiros, menos aún, para los efectuados el día 10 de julio de 2019.

Que acudió de nueva cuenta a la sucursal de HSBC MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN


DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, y le indicaron que podía combatir
la resolución del dictamen donde habían declarado improcedente su reclamación,
informándole que dentro del banco, existía una unidad especializada, sugiriéndole que
realizara de nueva cuenta un escrito de reclamación dirigido al Ingeniero Mario Armando
Arias de la Garza, titula de la unidad especializada, la cual debía enviarla a través de
correo electrónico a la dirección de correo MéxicoUNE@hsbc.com.mx
<mailto:MéxicoUNE@hsbc.com.mx>, por lo tanto, realizó de nueva cuenta un
nuevo escrito de reclamación en los términos mencionados.

6. Que el día 17 de septiembre de 2019, la ahora demandada respondió a la


reclamación presentada por la actora, refiriéndole en esencia que, la misma resultaba
improcedente “toda vez que en las operaciones objetadas (transferencias) fue utilizada la
firma electrónica (el usuario, contraseña personalizada y la contraseña única OTP),
información que solo el titular de la cuenta conoce, asociada a la cuenta con terminación
8431, que en este tipo de operaciones sustituye la firma autógrafa y tiene el mismo valor
probatorio, motivo por el cual se manifestó la voluntad del reclamante para realizar dichas
operaciones”, situación a todas luces ilegal pues violenta sus garantías como usuario de
servicios financieros.

7. Por lo anterior, en fecha 9 de octubre de 2019, presentó formal reclamación en


contra de la institución financiera demandada, ante la COMISIÓN NACIONAL PARA LA
PROTECCIÓN Y DEFENSA DE LOS USUARIOS DE SERVICIOS FINANCIEROS
(CONDUSEF), formándose el expediente número [*****], con la finalidad de que por medio
del procedimiento conciliatorio se atendiera a su inconformidad ya aducida. Dentro de
dicho procedimiento en fecha 04 de diciembre de 2019, tuvo verificativo la audiencia de
conciliación entre la actora y la hoy demandada, y la institución financiera presentó un
informe en el cual refiere que su reclamación es improcedente por las razones allí
expuestas.

En relación a lo anterior, al no llegar las partes a un arreglo conciliatorio y no haber


sido voluntad de la demanda el someterse al arbitraje del organismo antes citado, SE
DEJARON A SALVO LOS DERECHOS DE LAS PARTES, para hacerlos valer ante los
tribunales competentes.

8. Que la actora no reconoce los movimientos advertidos en su cuenta [*****] el


día 10 de julio de 2019, y mucho menos las realizó, ni ordenó físicamente ni de manera
electrónica, por lo que no reconoce las transferencias y/o retiros que realizaron en la
cuenta bancaria de la accionante el día antes referido.

9. Que la parte demandada a la fecha ha incumplido con su obligación y deber de


cuidado, al omitir dar a sus cuentahabientes un mínimo de garantías sobre los fondos que
se le dan en guarda y custodia, es decir, tiene la obligación de conservación y restitución
del dinero cuya propiedad le transfirió el cuentahabiente y por ende, cuando se da el caso
de un cargo no reconocido por el titular de la cuenta, tendrá el deber de responder por los
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montos sustraídos y para el caso de no restituir el monto del cargo no reconocido al titular
de la cuenta de débito vinculada a la cuenta de depósito que contrató, deberá de pagar los
interés moratorios a razón del 6% anual.

El depositario tiene el deber de conservación del patrimonio y de restitución


cuando, entre otros supuestos, el depositante pretenda retirarlo a la vista a través de los
medios que autorizan las normas relativas (tarjetas de débito); por lo que si alguien distinto
al titular de la cuenta realiza un cargo que éste no reconoce y genera un menoscabo en su
patrimonio, es posible presumir un descuido de la cosa depositada y por ende, la
obligación del depositario de responder al depositante, lo coloca en una posición de deudor
frente al cuentahabiente acreedor.

10. Ante la negativa del HSBC MÉXICO S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA


MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC de restituirle a la actora las cantidades que
se le exigen en el capítulo de las prestaciones, es que entabla la presente demanda.

A su vez, la parte demandada HSBC MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA,


INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, a través
de su apoderado general para pleitos y cobranzas [*****], a los hechos de la
demanda esencialmente contestó:

1. El hecho 1 uno es cierto en cuanto a la celebración del contrato único en


mención; sin embargo, se pactó la facultad para realizar transferencias electrónicas y en lo
general el uso de la banca por internet, que le permitía obtener créditos, hacer pagos vía
electrónica, hacer transferencias a otras cuentas de otros bancos y en lo general todo lo
permitido por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de
Servicios Financieros.

Que las operaciones realizadas en uso de los medios electrónicos, se realizan a


través de las claves y contraseñas que sólo el propio actor conoce al haber solicitado el
servicio bancario por ese medio, y es así como complementa el uso y la operación de los
medios electrónicos y no solo en las limitadas condiciones expuestas por la actora.

Por otro lado, niega que las operaciones descritas no fueran realizadas y
autorizadas por la actora, ya que dichas operaciones fueron utilizando las claves de
identificación personal como pudo ser el número de tarjeta o de cliente, su contraseña o
NIP (el cual solo es del conocimiento del cliente), así como la clave dinámica del
dispositivo electrónico Llave de acceso denominado “TOKEN”, que le fue proporcionado al
cliente y uso y guarda y conservación, son responsabilidad exclusiva del cliente; elementos
que conforman el consentimiento pues integran en su conjunto la firma electrónica ya que
identifican al actor como usuario.

2. El hecho 2 dos es falso, ya que la demandada no tiene registrado el


reporte de robo o extravío de la tarjeta de débito vinculad a la cuenta de la parte actora.

No obstante lo anterior, es ineficaz que la accionante haya reportado el robo o


extravío de la tarjeta bancaria, toda vez que para la eficacia de los cargos que no se
reconocen, no era necesario el uso de la tarjeta de débito, porque los cargos no
reconocidos se hicieron en uso de las claves y contraseñas que constituyen la firma
electrónica y no propiamente con el uso de la tarjeta bancaria.

3. El correlativo 3 tres, sobre el primer párrafo se afirma solo la existencia


del cargo por un total de $47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.), la
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cual la demandada registró en sus sistemas electrónicos.

Sin embargo, se niega que las operaciones descritas no fueran realizadas y


autorizadas por la actora, por las razones expuestas con antelación.

Que para el uso de la banca electrónica, la demandada entrega diversos medios


para operar el sistema, el cual puede ser a través de una OTP con el efecto de ingresar y
confirmar operaciones en banca personal por internet y HSBC Móvil, en cuyo caso el
manejo e ingreso del sistema electrónico también puede realizarse a través de
aplicaciones al celular con el que puede operar la banca electrónica, con lo que la actora
bien pudo realizar los movimientos a través de la banca electrónica por este medio, sin
dejar de exponer que la demandada ve reflejada en sus sistemas operativos contables el
alta y el uso de las claves y contraseñas para realizar operaciones a través de la banca
electrónica.

Negando el resto del hecho porque la demandada lo desconoce por no ser propio.

El segundo párrafo del hecho, se afirma la existencia de los movimientos en su


cuenta bancaria que describe en el hecho correspondiente, sin embargo, el resto del hecho
no es propio sino subjetivo y por consecuencia, debe ser materia de prueba.

4. El hecho 4 cuatro, en lo que toca a la aclaración que dice haber realizado


ante el ejecutivo de la banca, se afirma la existencia del folio, sin embargo, por lo que ve al
resto del hecho se niega por no ser propio ni aportar prueba en diverso sentido.

5. El correlativo 5 cinco se afirma la existencia del dictamen de


improcedencia.

Con relación a que la actora no ha realizado trámite alguno para la activación del
TOKEN, se niega ya que al abrir la cuenta bancaria y celebrar el contrato de productos
bancarios, en ese mismo acto, el demandante autorizó el uso de la Banca electrónica y
recibió el TOKEN o (OTP) con el que hizo uso de la banca electrónica, contrato que
pretende desconocer. Que la demandada tiene fecha de solicitud del token el 09 de julio de
2019.

6. El hecho 6 seis se afirma.

7. El hecho 7 siete es cierto en cuanto a que se integró queja que fue


presentada ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de
Servicios Financieros (CONDUSEF), sin embargo, las actuaciones llevadas ante dicha
comisión no prejuzgan sobre la procedencia de la acción ni de las pretensiones de la
actora, pues este obedece al rendido ante una autoridad administrativa que no tiene
facultades jurisdiccionales para determinar si está debidamente fundado o motivado o si
tiene deficiencias.

8. El hecho 8 ocho se niega por no ser propio.

9. El hecho 9 nueve se niega por no ser propio; y por lo que hace a los
argumentos doctrinarios sobre el consentimiento, la validez y existencia del acto jurídico no
son aplicables al caso en concreto, porque la demandada realizó los cargos efectuados
una vez que se validó la identidad de la parte actora de manera electrónica y la
constancia de la firma electrónica de la misma, lo que hace válidos los cargos
efectuados y por ello, la improcedencia de la acción.

10. El hecho 10 diez se niega por no ser un hecho imputable a la demandada.


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Finalmente, interpuso como excepciones las denominadas la falta de


acción (por conocimiento expreso del cliente en las operaciones realizadas vía
internet) o sine actione agis y la falta de derecho, la derivada de los artículos 1194 y
1061 del Código de Comercio, la excepción de dolo y mala fe y, la excepción
genérica.

Por último, en lo que refiere a la contestación a la vista, la actora refirió lo


siguiente:

Que la actora jamás solicitó y mucho menos recibió algún TOKEN por parte de la
institución financiera demandada, pues lo único con lo que cuenta es con el usuario y
contraseña para entrar a la banca por internet, a fin de consultar movimientos de su cuenta
e imprimir estados de cuenta.

Que en términos de los artículos 1194 y 1195 del Código de Comercio, le


corresponde a la institución bancaria demandada la carga de probar todos aquellos hecho
y circunstancias que señala, tal y como el hecho de que la actora realizó los movimientos
que aparecen en la cuenta bancaria número [*****] el día 10 de julio de 2019, que la actora
haya sido quien utilizó las claves o contraseñas o que las haya realizado alguna persona
facultada por ella.

Qu el solo éxito de las transacciones controvertidas no implicaba que éstas se


hayan realizado adecuadamente, ya que le corresponde a la institución financiera
demostrar que los trámites se realizan correctamente y por autorización del
cuentahabiente.

Que a fin de que la presunción que obra en los artículos 90 y 95 del Código de
Comercio opera en favor de la institución de crédito, ésta debe demostrar previamente que
existe la certeza de que una transacción se realizó con los datos correctos, esto es, que los
cargos o transferencias electrónicas fueron autorizadas por la actora debiendo exhibir el
soporte documental, digital y/o electrónico que respalde dichas operaciones.

Que acorde a los artículos 77 y 100 de la Ley de Instituciones de Crédito se


encuentran facultadas para microfilmar y/o grabar en discos ópticos o en cualquier otro
medio autorizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores todos aquellos libros,
registros y documentos en general que obren en su poder relacionados con los actos de la
propia institución bancaria.

Que objeta las impresiones y copias simples que la demandada adjunta, pues no
se encuentran firmadas por persona alguna, habida cuenta que no exhibe la carátula de
dicho contrato; asimismo, refiere que en ningún momento señala como es que dichas
documentales acreditan que la actora realizó movimientos en su cuenta bancaria el día 10
de julio de 2019.

CUARTO. Fijada en esos términos la litis, la suscrita atenderá al


estudio de la acción ejercitada a la luz de las pruebas ofrecidas en autos, así
como de las excepciones planteadas y los medios de convicción aportados para
su demostración, y establecer si se cumple con el imperativo legal contenido en
el numeral 1194 del ordenamiento antes referido.
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En el caso que nos ocupa, la LITIS se centra en lo siguiente:

La actora refiere que es cuentahabiente y titular de la cuenta bancaria


número [*****] de la institución financiera denominada HSBC MÉXICO S.A.,
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, relativo al
contrato de depósito bancario de dinero a la vista denominado “contrato único
de personas físicas”; que al día 9 nueve de julio de 2019 la actora extravió su
tarjeta de débito, por lo que al realizar el reporte, le asignaron un folio de
cancelación número [*****], y le informaron que contaba con un saldo de
$47,082.34 (CUARENTA Y SIETE MIL OCHENTA Y DOS PESOS 34/100
M.N.); que el día 17 de julio de 2019 la actora reviso su banca por internet y se
percató que su cuenta tenía un saldo de $82.34 (OCHENTA Y DOS PESOS
34/100 M.N.) y al revisar los movimientos de su cuenta bancaria advirtió
que el día 10 de julio de 2019 aparecían dos movimientos dentro de la citada
cuenta, atinentes a transferencias electrónicas las cuales nunca realizó, ni
ordenó, ni autorizó que se le hicieran, una por la cantidad de $23,000.00
(VEINTITRÉS MIL PESOS 00/100 M.N.) y otra por $24,000.00 (VEINTICUATRO
MIL PESOS 00/100 M.N.), que ante ello, el mismo día levantó un reporte ante la
citada institución financiera, redactando a mano un escrito de reclamación en
donde desconocía las citadas transferencias, asignándole el número de folio de
aclaración y/o reclamación [*****]; que el día 7 de agosto de 2019 fue
informada que el dictamen realizado había sido desfavorable a sus intereses,
ya que las transferencias objetadas fueron utilizadas con la firma electrónica,
usuario y contraseña personalizada, sin embargo, la accionante refiere que no
cuenta con algún dispositivo o token para realizar transferencias bancarias; que
el día 9 nueve de octubre de 2019 presentó la actora reclamación en contra de
la institución financiera demandada, ante la Comisión Nacional para la
Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF),
formándose el expediente número [*****], sin embargo, al llegar el día de la
audiencia de conciliación el 04 de diciembre de 2019, la institución bancaria
presentó un informe en donde refería que era improcedente su reclamación; que
en términos del artículo 1194 y 1195 del Código de Comercio, la demandada
tiene la carga de la prueba de acreditar que la cuentahabiente dispuso del
dinero que se reclama.
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Por su parte, la demandada al contestar la incoada, esencialmente


manifestó que es cierto la celebración del contrato único en mención, así como
la existencia del cargo por un total de $47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL
PESOS 00/100 M.N.), así también la existencia del folio de la aclaración
promovida por la actora, como la existencia del dictamen de improcedencia y la
queja interpuesta ante la CONDUSEF; sin embargo, no es cierto que su
contraria no haya dispuesto de la cantidad que reclama, pues el día 09 de julio
de 2019 la C. [*****] realizó una solicitud de TOKEN al abrir su cuenta bancaria y
celebrar el contrato de productos bancarios, autorizándole al efecto el uso de la
banca electrónica y recibió el citado TOKEN o OTP, y por medio del cual, las
transferencias electrónicas fueron realizadas utilizando las claves de
identificación personal (como el número de tarjeta o cliente, su contraseña o
NIP, la clave dinámica del dispositivo electrónico llave de acceso denominado
“TOKEN”).

En este sentido, para tener por satisfecha su acción de RESTITUCIÓN


DE CANTIDAD, la actora deberá acreditar en primer lugar la relación
contractual con la parte demandada, después, deberá de demostrar que la
cantidad que reclama se encontraba en su cuenta bancaria; y por último,
basta con desconocer los movimientos advertidos en su cuenta bancaria, a fin
de que en términos de los artículos 1194 y 1195 del Código de Comercio, la
carga de la prueba corresponda a la moral bancaria, de acreditar que la cantidad
se dispuso siguiendo los procedimientos autorizados y conforme a las políticas y
normas de seguridad establecidas; que en el caso en concreto, sería a través
del acceso al sistema de banca electrónica, pues de probarlo, quedará a cargo
de la tarjetahabiente la carga de demostrar que no fue ella quien dispuso de la
cantidad.

Lo anterior, obedece en razón a las siguientes justipreciaciones:

La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios


Financieros, específicamente en la regulación de aspectos relacionados con
servicios bancarios, define la “tarjeta de débito” como un medio de disposición
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asociado a depósitos de dinero a la vista.

En este sentido, la tarjeta de débito no es más que un vehículo creado


para beneficio de los clientes de servicios bancarios, con la finalidad de aportar
un acceso más rápido y eficiente al dinero que depositan en las instituciones
constituidas con dicho objeto.

Por principio de cuentas, debe señalarse que el contrato vinculado al uso


de tarjeta de débito encuentra regulación en el Código de Comercio, en cuanto a
sus reglas generales y, al tratarse de una convención mercantil que deriva de la
operación de crédito denominado “depósito bancario de dinero a la vista”, que
se celebra con una institución de crédito, su regulación especial tiene sustento
en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, las cuales, en lo
relevante, disponen:

Código de Comercio
“…
“Título cuarto
“Del depósito mercantil
“Capítulo I
“Del depósito mercantil en general

“Artículo 332. Se estima mercantil el depósito si las cosas depositadas son


objeto de comercio, o si se hace a consecuencia de una operación mercantil.”

“Artículo 333. Salvo pacto en contrario, el depositario tiene derecho a exigir


retribución por el depósito, la cual se arreglará a los términos del contrato, y en
su defecto, a los usos de la plaza en que se constituyó el depósito.”

“Artículo 334. El depósito queda constituido mediante la entrega al depositario


de la cosa que constituye su objeto.”

“Artículo 335. El depositario está obligado a conservar la cosa, objeto del


depósito, según la reciba, y a devolverla con los documentos, si los tuviere,
cuando el depositario se la pida.

En la conservación del depósito responderá el depositario de los menoscabos,


daños y perjuicios que las cosas depositadas sufrieren por su malicia o
negligencia.”

Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito

“Artículo 1°…
“Las operaciones de crédito que esta ley reglamenta son actos de comercio.”
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“Título II
“De las operaciones de crédito

“…

“Capítulo I
“Del depósito

“Artículo 267. El depósito de una suma determinada de dinero en moneda


nacional o divisas o monedas extranjeras, transfiere la propiedad al
depositario, y lo obliga a restituir la suma depositada en la misma especie,
salvo lo dispuesto en el artículo siguiente.”

“Artículo 271. Los depósitos bancarios podrán ser retirables a la vista, a plazo
o previo aviso. Cuando al constituirse el depósito previo aviso no se señale
plazo, se entenderá que el depósito es retirable al día hábil siguiente a aquél
en que se dé el aviso. Si el depósito se constituye sin mención especial de
plazo, se entenderá retirable a la vista.”

“Artículo 272. Salvo estipulación en contrario, los depósitos serán pagaderos


en la misma oficina en que hayan sido constituidos.”

De la normatividad anterior puede colegirse que; el depósito mercantil


previsto en el Código de Comercio es un contrato en el que las cosas que se
depositan son objeto de comercio o se hace como consecuencia de una
operación mercantil y, salvo pacto en contrario, el depositario tendrá derecho a
exigir retribución por el depósito en los términos convenidos y, en su defecto,
conforme a los usos en que se constituyó el depósito.

De igual forma, la convención se constituye mediante la entrega de la


cosa que el depositario está obligado a conservar y devolver cuando el
depositario lo pida; quedando aquél como responsable de los menoscabos,
daños y perjuicios que las cosas sufrieren por su malicia o negligencia.

Luego, el depositario tiene dos obligaciones: 1. Conservar la cosa según


la reciba o deberá responder por el menoscabo, daño y perjuicio que deriven de
su malicia o negligencia y, 2. Devolverlo al depositante cuando lo solicite.

Por ello, la convención nace cuando una persona (depositante) entrega


una suma determinada y transfiere a otra (depositario) la propiedad de ese
dinero, el cual se obliga a restituir, por lo menos, la suma depositada en la
misma cantidad y especie; lo que implica que siempre existirá un deber a cargo
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del depositario de tener disponibles las cantidades entregadas, para ser


devueltas al depositante en el tiempo y modo que se hubiere convenido o, en
cualquier momento, si el retiro se convino a la vista.

Además, es pertinente señalar que los depósitos bancarios de dinero en


instituciones de crédito se establecen, por regla general, a través de contratos
de adhesión, ya que el tipo de funciones que llevan a cabo estas entidades se
dirigen al público en general y, por lo tanto, las condiciones generales de
contratación se estandarizan a través de este tipo de convenciones masivas,
normalmente onerosas; pues tal como lo indican los artículos 333 del Código de
Comercio y 273 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, la regla
general es que el depositario tiene derecho a exigir una retribución por el
depósito, en los términos del contrato, y a utilizar el dinero cuya propiedad el
depositante le transfiere para llevar a cabo las operaciones propias de su giro,
siempre y cuando la restituya, por lo menos, en la misma especie y cantidad
más el interés que se hubiere pactado.

Ahora bien, cuando se denuncian cargos no reconocidos por el


depositante, titular de la cuenta bancaria de depósito de dinero, presuntamente
realizados con su tarjeta de débito, cabe señalar que la Primera Sala de nuestro
máximo órgano jurisdiccional en la contradicción de tesis 128/2018, determinó
en lo relevante que la institución bancaria es quien está obligada a ofrecer
las pruebas que acrediten que fue el usuario quien realizó las
transacciones, en virtud de que son las que se encuentran en una posición
dominante en relación de consumo y, por ende, deben garantizar la seguridad
en todas las operaciones que se lleven a cabo con motivo de los contratos
celebrados con sus clientes.

Esto, ya que las instituciones financieras son las que cuentan con
dispositivos y mecanismos que facilitan la aportación de pruebas, al ser las
encargadas de la implementación de las medidas de seguridad a efecto de
poder verificar no sólo los montos de las disposiciones o los cargos, sino la
efectiva utilización de instrumentos mercantiles, tales como la tarjeta de débito o
la banca electrónica.
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Establecido lo anterior, y partiendo de la normativa jurídica asentada, por


cuanto ve a la acreditación del primer elemento, es decir, la relación contractual
argüida, la actora ofreció la DOCUMENTAL consistente en la copia simple del
contrato y clausulado de productos y servicios bancarios denominado “contrato
único de personas físicas”, pues adujo que el original se encontraba en posesión
de la parte demandada, situación que fue colmada en la audiencia preliminar de
fecha 24 de junio de 2021, en donde se le tuvo por presente a la parte
demandada ofreciendo la DOCUMENTAL PRIVADA consistente en el original
del contrato en cuestión; por tanto, en aplicación al principio de adquisición
procesal, que refiere que cualquier prueba que obre en el proceso, influye en las
pretensiones de las partes, aún cuando hubieran sido ofrecidas por la
contraparte del oferente, se tiene ofrecido en original la documental privada
consistente en el contrato y clausulado de productos y servicios bancarios
denominado “contrato único de personas físicas”, y con el cual se tiene por
acreditada las condiciones generales entre la moral HSBC MÉXICO, S.A.,
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC y el
CLIENTE (especificado en la solicitud-contrato), respecto de un contrato único
de personas físicas; luego, al unirlo con la DOCUMENTAL PRIVADA
consistente en la carátula (solicitud-contrato), en su conjunto, de conformidad
con el arábigo en cita, goza de pleno valor probatorio, y con ambos se logra
acreditar la relación contractual entre la actora [*****] y la moral demandada
HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, relativo al denominado “contrato único de personas
físicas”, con número de cuenta [*****], y que dicho contrato cuenta con los
siguientes servicios: depósito bancario de dinero a la vista, depósito
bancario de dinero a la vista para menores de edad, depósito bancario de
dinero a plazo fijo en moneda nacional, préstamos en moneda nacional
con interés al banco documentados en pagarés con rendimiento liquidable
al vencimiento, depósito a la vista en dólares domiciliado en territorio
nacional y, apertura de crédito simple y/o en cuenta corriente; como medios
de disposición, cuenta con una tarjeta de débito con terminación [*****], así
como con banca electrónica, y como lugares para efectuar retiros en: cajeros
automáticos, ventanilla, comercios afiliados y, comisionistas bancarios.
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Acreditándose con lo anterior, el primer elemento de la acción promovida


por la cuentahabiente [*****], consistente en la relación contractual existente
con la demandada moral en mención; en donde entre otros servicios,
cuenta con el depósito bancario con dinero a la vista, otorgándole el número
de cuenta [*****] ante la institución bancaria HSBC MÉXICO, S.A.,
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, con
medios de disposición: la tarjeta de débito con terminación [*****] así como
con la banca electrónica.

Ahora bien, para acreditar el segundo de los elementos, la accionante


ofreció una DOCUMENTAL PRIVADA consistente en un estado de la cuenta
número [*****] a nombre de [*****], relativo al periodo del 1° de julio de 2019
al 31 del mismo mes y año; medio de convicción que al ser ofrecido en vía de
prueba de conformidad con el artículo 1296 del Código de Comercio, goza de
pleno valor probatorio, pues el mismo contiene sello digital del emisor, cadena
original del timbre fiscal digital del SAT y su respectivo sello digital del SAT, y
por ende, se acredita que en efecto, al día 09 nueve de julio de 2019 dos mil
diecinueve, la titular de la cuenta número [*****] de nombre [*****], dentro de la
institución bancaria HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA
MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, reportaba un saldo de $47,082.34
(CUARENTA Y SIETE MIL OCHENTA Y DOS PESOS 34/100 M.N.).
Acreditándose así, que la parte actora, al día 09 nueve de julio de 2019 se
encontraba depositada la cantidad que ahora reclama como restitución de
cantidad.

A lo anterior, se ofreció la DOCUMENTAL PRIVADA consistente en los


detalles de movimientos de la cuenta número [*****] a nombre de [*****] de
fecha 17 de julio de 2019; medio de convicción que al adminicularla con el
estado de cuenta descrito en el párrafo que antecede, viene a robustecer el
contenido y valor de la citada documental, esto es en cuanto a la cantidad que al
día 9 de julio de 2019 reportaba la cuenta de la cuentahabiente en cuestión.

Con los anteriores medios de convicción y hasta el momento, se tiene


por acreditado dos elementos para la procedencia de la acción de [*****], esto
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es en cuanto a que logró demostrar que la cuenta número [*****] de la cual es


titular la ahora accionante, fue aperturada ante la institución bancaria
denominada HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE,
GRUPO FINANCIERO HSBC, y que al día 9 nueve de julio de 2019, la citada
cuenta bancaria reportaba un saldo de $47,082.34 (CUARENTA Y SIETE MIL
OCHENTA Y DOS PESOS 34/100 M.N.).

Ahora bien, acreditado los dos elementos anteriores, tenemos que la


parte actora se encuentra reclamando la restitución de la cantidad de
$47,082.34 (CUARENTA Y SIETE MIL OCHENTA Y DOS PESOS 34/100 M.N.)
los cuales reportaba su cuenta al día 9 nueve de julio de 2019, pues aduce
desconocer las dos transferencias electrónicas realizadas el día 10 diez de julio
de 2019. Esto es, refiere que no fue ella quien realizó las citadas operaciones
electrónicas.

En este punto, es menester traer de nueva cuenta la DOCUMENTAL


PRIVADA consistente en el estado de la cuenta número [*****] a nombre de
[*****], relativo al periodo del 1° de julio de 2019 al 31 del mismo mes y año;
medio de convicción que fue objetado por la parte demandada, en cuanto a su
alcance demostrativo, pues refiere que las operaciones bancarias no
reconocidas, se realizaron en uso de los medios electrónicos, así como las
claves y contraseñas que son de uso exclusivo de la parte actora, quien acordó
contractualmente que esa era la manera que manifestaría su voluntad y
consentimiento de las operaciones bancarias, situación que de forma anterior a
los cargos no reconocidos realizó pues según se desprende del estado de
cuenta aportado por la accionante, se observa que hizo operaciones anteriores
mediante los medios electrónicos, como es el pago de bienes y servicios,
utilizando la tarjeta bancaria y la contraseña y password o número de
identificación personal NIP de uso exclusivo de la usuaria y, bajo esa premisa se
evidencia la legalidad de las transferencias sin que de ello se desprenda alguna
responsabilidad para la demandada moral. Añadiendo que las medidas de
seguridad fueron adoptadas electrónicamente y mediante el uso del número de
cliente, el password y token.
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Objeción que deviene improcedente, pues si bien con la citada


documental logra demostrarse que ella tuvo movimientos electrónicos, pues ya
contaba con el servicio de la banca electrónica, en específico, dos pagos
electrónicos interbancarios realizados el día 10 diez de julio de 2019 dos mil
diecinueve, dentro de la cuenta número [*****] en donde [*****] es la titular,
uno por la suma de $23,000.00 (VEINTITRÉS MIL PESOS 00/100 M.N.) a la
cuenta bancaria 00137730100626284356, y uno diverso por $24,000.00
(VEINTICUATRO MIL PESOS 00/100 M.N.) a la cuenta bancaria [*****]; sin
embargo, ello no supera el hecho de que la accionante no dispuso en banca
electrónica, pues como se ha venido sosteniendo a lo largo de la presente
resolución judicial, dicha situación es algo que la correspondía la carga de la
prueba a la institución bancaria demandada, esto es, acreditar que la accionante
utilizó los medios electrónicos, así como claves y contraseñas que son de uso
exclusivo de la parte actora, con los cuales justifique la disposición de dichos
montos; pues si bien, esta autoridad no desconoce que la parte demandada
ofreció diversos medios de prueba, sin embargo, en la audiencia preliminar de
fecha 24 de junio de 2021, esta Autoridad tuvo a bien en prevenirle en diversas
de ellas, para efectos de que preparara las mismas y en otra, para que se
impusiera de ella y procediera a realizar el señalamiento expreso de sus
probanzas, sin embargo, al no haberlo hecho, en la audiencia de juicio se realizó
efectivo el apercibimiento y se declararon desiertas, teniendo por desahogada
(además de la escritura pública número 27,018 de fecha 27 de octubre de 2016,
la cual se hará el señalamiento más adelante), la probanza consistente en la
impresión del documento OTP (mismo que obra a foja 147 de la fase escrita del
presente procedimiento), medio de prueba que al ser aportado por la ciencia y la
tecnología, de conformidad con el artículo 434 del Código de Procedimientos
Civiles en vigencia, aplicado de manera supletoria a la legislación mercantil, se
le concede valor probatorio de indicio y al enlazarlo con el estado de cuenta
por el periodo del día 1° de julio de 2019 al 31 del mismo mes y año ofrecido
por la propia accionante, prueba plenamente en su contra, específicamente en
el apartado de “información general” en donde puede advertirse las abreviaturas
con su significado, en su conjunto se le otorga valor probatorio pleno, y con el
cual logra demostrase que la abreviatura OTP significa “contraseña única”, y
que la abreviatura BPI significa “Banca Personal por Internet”, luego entonces, el
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documento en referencia hace alusión a que efectivamente, como la demandada


lo mencionó en su escrito de contestación, la titular de la cuenta en cuestión,
con número de cliente [*****] (el cual es precisamente el mismo número
advertido en el documento en estudio), solicitó su contraseña única para utilizar
la Banca Personal por Internet el día 09 nueve de julio de 2019 dos mil
diecinueve.

No obstante lo anterior, el medio de prueba señalado con antelación no


acredita que las transferencias que ahora desconoce la accionante, hayan sido
efectuadas por la actora cuentahabiente por medio de su banca electrónica, ya
que como se mencionó en líneas anteriores, la institución financiera únicamente
logró demostrar la activación de la contraseña única para utilizar la Banca
Personal por Internet a partir del día 09 de julio de 2019, sin embargo, ello no es
prueba que las transferencias electrónicas objetadas hayan sido realizadas por
[*****].

Lo anterior más aún si se considera que, de conformidad con el artículo


77 de la Ley de Instituciones de Crédito, la institución bancaria tiene la
obligación de brindarle al cliente medidas de seguridad a efecto de poder cargar
a la cuenta los montos de disposición por la utilización de la tarjeta o banca
electrónica en ese servicio y lo cual, se ve reforzado con la CONFESIONAL a
cargo de la demandada, medio de prueba que de conformidad con el artículo
1290 del Código de Comercio se le otorga valor probatorio de presunción, en
donde se tuvo por cierto que, incumplió con su obligación y deber de cuidado, al
omitir dar a la actora un mínimo de garantías sobre los fondos que se le dieron
en guarda y custodia.

Por ello, si la institución de crédito demandada afirma que fue la parte


actora quien realizó las transferencias electrónicas, en términos de los artículos
1194 y 1195 del Código de Comercio, corresponde a dicha institución en un
primer momento demostrar que las citadas operaciones se realizaron siguiendo
los procedimientos autorizados y conforme a las políticas y normas de seguridad
establecidas, en principio, porque el que afirma está obligado a probar; en
segundo término, porque son las instituciones bancarias las que tienen la
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facilidad para preconstituir y aportar medios probatorios, ya que son los


administradores de los sistemas informáticos, responsables de su manejo, y de
la implementación de las medidas necesarias para acreditar la disposición por el
usuario autorizado; y en tercer orden, se insiste, porque la institución financiera
como proveedora de un servicio, es la obligada a garantizar la seguridad en
todas las operaciones efectuadas con motivo de los contratos celebrados con
los clientes, aunado a que por encontrarse en una situación ventajosa ante
éstos, cuenta con la información y las aptitudes para aportar los elementos de
prueba para dirimir las controversias que se llegaren a suscitar.

Tanto así, respecto a la carga probatoria en mención que, la parte actora


en diversas ocasiones insistió a la institución bancaria que los movimientos
electrónicos advertidos en su cuenta número [*****] no los había realizado ella,
desconociendo dichas operaciones electrónicas, esto es, en diversos momentos
le hizo del conocimiento reiterado a la demandada moral que dichas
operaciones fueron efectuadas sin su consentimiento, y para lo anterior, en un
primer momento, elaboró un escrito de reclamación fechado del día 17
diecisiete de julio de 2019, en donde desconocía las transferencias
electrónicas realizadas en su cuenta número [*****] el día 10 de julio de 2019;
DOCUMENTA PRIVADA que si bien se encuentra elaborado unilateralmente
por la cuentahabiente en cuestión, la parte demandada al dar contestación a la
incoada, afirmó la existencia del folio de reclamación número [*****]; por ello,
vinculando la citada documental con la confesión expresa realizada por la
demandada moral, en su conjunto, se le otorga valor probatorio pleno al escrito
de referencia, para tener por probado que, la C. [*****] presentó ante la
institución financiera HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA
MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, un escrito de reclamación con fecha
del 17 de julio de 2019, en donde le asignaron el folio de reclamación número
[*****], al desconocer las transferencias electrónicas realizadas en su cuenta
número [*****] el día 10 de julio de 2019.

En un segundo momento, elaboró otro escrito de reclamación de fecha


09 de agosto de 2019, dirigido al [*****], Titular de la Unidad especializada
de la institución financiera en cuestión, en donde desconocía las
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transferencias electrónicas realizadas en su cuenta número [*****] el día 10 de


julio de 2019; DOCUMENTAL PRIVADA que si bien se encuentra elaborado
unilateralmente por la cuentahabiente de mérito, la parte demandada al dar
contestación a la incoada, afirmó la existencia del dictamen de improcedencia,
en donde su representada determinó la legalidad de los cargos pues aduce se
utilizaron las credenciales que constituyen la firma electrónica; por ello,
entrelazando la citada documental con la confesión expresa realizada por la
demandada moral, en su conjunto, se le otorga valor probatorio pleno al escrito
de referencia, para tener por probado que, la C. [*****] presentó ante la Unidad
Especializada de la institución financiera HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN
DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, un escrito de
reclamación con fecha del 09 de agosto de 2019, en donde derivado del
desconocimiento de las transferencias electrónicas realizadas en su cuenta
número [*****] el día 10 de julio de 2019, la institución bancaria determinó
improcedente su escrito, ya que los cargos se dispusieron con las credenciales
que constituyen la firma electrónica de la cuentahabiente.

Para robustecer lo anterior, la accionante ofreció la DOCUMENTAL


PRIVADA consistente en la impresión de la negativa expedida por la Unidad
Especializada de Atención a Usuarios HSBC demandada, fechada del 17 de
septiembre de 2019, con folio [*****]; medio de convicción que de conformidad
con el artículo 1296 del Código de Comercio, goza de pleno valor probatorio, y
con el cual se demuestra que la moral HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE
BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC dictaminó improcedente la
reclamación interpuesta por [*****], pues adujo que las operaciones objetadas
fueron utilizadas con la firma electrónica (el usuario, contraseña personalizada y
la contraseña única OTP).

En un tercer momento, la accionante elaboró un escrito con fecha de


recepción del día 09 de octubre de 2019 por la Unidad de Atención a Usuarios
de la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios
Financieros (CONDUSEF); DOCUMENTAL PRIVADA que al ser expedida por
la accionante con el sello oficial de recepción de la Comisión Nacional para la
Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), de
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conformidad con el artículo 1296 del Código de Comercio, goza de pleno valor
probatorio, y es eficaz para demostrar que, la C. [*****] presentó un escrito en
contra de la moral HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE,
GRUPO FINANCIERO HSBC, donde solicitaba la intervención de la Comisión
Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF) para el procedimiento conciliatorio.

Para robustecer lo anterior, la accionante ofreció la DOCUMENTAL


PRIVADA consistente en el informe rendido por HSBC MÉXICO, S.A.,
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC ante la
Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF); al que la moral presentó su informe en contestación al escrito de
[*****] ante la citada comisión, en donde en esencia se advierten los motivos por
los cuales la institución de mérito consideró como improcedente la reclamación
de la hoy actora.

Finalmente, exhibió las DOCUMENTALES PÚBLICAS consistentes en


los escritos de fecha 21 de noviembre de 2019 y 04 cuatro de diciembre de
2019, expedidos por el Titular de la Unidad de Atención a Usuarios de la
Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF); medios de convicción que de conformidad con el artículo 1292
del Código de Comercio, gozan de pleno valor probatorio, y al adminicularlos
con las documentales descritas en los dos párrafos que anteceden, en su
conjunto, se logra demostrar lo siguiente:

Que el día 21 de Noviembre de 2019, el Titular de la Unidad de Atención


a Usuarios de la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de
Servicios Financieros (CONDUSEF) le tuvo por presente a [*****] solicitando la
intervención de la citada Comisión para llevar a cabo el procedimiento
conciliatorio y se señalaron las 10:00 diez horas del día 04 de diciembre de
2019, y al Conciliador [*****], para la audiencia conciliatorio de mérito, así
mismo, el referido día se le requirió a HSBC MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE
BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC rendir su respectivo informe;
asimismo, el día 04 cuatro de diciembre de 2019 dos mil diecinueve se llevó a
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cabo el procedimiento conciliatorio ante el Titular de la Unidad de Atención a


Usuarios de la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de
Servicios Financieros (CONDUSEF), con la asistencia del Conciliador [*****], así
como de la solicitante [*****] y [*****] en su calidad de apoderada de HSBC
MÉXICO, S.A., INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO
HSBC, en donde, ante la falta de avenencia de las partes en mención a través
del procedimiento arbitral en cita, se advierte que se dejó a salvo los derechos
de las partes para que los hicieran valer ante los tribunales competentes.

Ahora bien, respecto a las documentales anteriores, con los cuales se


demuestran los diversos momentos en los que la actora le insistió al banco que
ella no dispuso electrónicamente de las operaciones bancarias advertidas en su
cuenta; si bien no tienen fuerza convictiva para la procedencia de la presente
acción, si generan convicción de que la actora fue por demás insistente al
banco, que no reconocía las citadas transferencias electrónicas.

Por otra parte, la demandada ofreció la DOCUMENTAL PÚBLICA


consistente en la escritura pública número [*****] de fecha 27 de octubre de
2016, pasada ante la fe del Notario Público número doscientos veintitrés del
Distrito Federal ahora Ciudad de México; medio de convicción que de
conformidad con el artículo 1292 del Código de Comercio, goza de pleno valor
probatorio, y con el cual acredita que [*****] es apoderado General para pleitos
y cobranzas de la moral HSBC MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA,
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC.

Con todo lo anterior, después de haber valorado el material probatorio


ofrecido en autos, unido a la INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES así como la
PRESUNCIONAL EN SU DOBLE ASPECTO, con fundamento en el artículo
1294 del Código de Comercio, se concluye que la parte accionante [*****]
acreditó la relación contractual existente con la moral HSBC MÉXICO,
SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, ello derivado de un contrato de depósito bancario de
dinero a la vista, con número de cuenta [*****], así como el hecho de que la
cantidad de $47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.) se
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encontraban en su cuenta bancaria al día 09 nueve de julio de 2019; por


tanto, al haber desconocido las transferencias electrónicas que se advierten en
su cuenta, por medio del estado de cuenta exhibido por la parte accionante
debidamente entrelazada con el documento denominado detalles de
movimiento, en términos de las cargas procesales estatuidas en los ordinales
1194 y 1195 de la legislación mercantil, corresponde acreditar al banco que sí
recibió la instrucción correspondiente para realizar la operación electrónica, en
tanto que ésta es quien cuenta con el sistema computacional del contribuyente
el que se enlaza con el sistema del banco, y en ambos sistemas informáticos
quedan registradas las operaciones del envío de la instrucción y recepción de la
misma, lo que permite al cuentahabiente obtener un comprobante de la
operación, pero también el sistema de la institución bancaria registrará de
manera automática, como corresponde a los programas informáticos operados
por computadoras, la autorización, asignándole un número, con fecha, monto,
origen y destino. Por tanto, ello genera que sea el banco quien tenga mayores
elementos para acreditar no sólo la realización de las operaciones de
transferencias electrónicas de fondos, sino también las autorizaciones
correspondientes a cada una de ellas, ya que únicamente con base en la orden
recibida por el sistema informático de la institución de crédito se puede realizar
el traspaso automatizado de capitales. Luego entonces, el hecho de que la
moral demandada solamente haya acreditado la fecha en la que [*****] solicitó
su contraseña única para utilizar su banca electrónica por internet, no es
suficiente para tener por satisfecha la carga probatoria del banco, pues ello no
significa que haya sido la cuentahabiente la que generó las transferencias
electrónicas, y por tal situación, es que la parte demandada debió de haber
aportado medio de prueba con el cual justificara y soportara que la hoy
accionante fue la que dispuso de la cantidad reclamada en el presente juicio.

Consecuentemente a lo anterior, tenemos que ante la falta de medios


probatorios por parte de la demandada, es que en términos de los numerarios
57 y 77 de la Ley de Instituciones de Crédito, la institución bancaria incumplió su
obligación de abstenerse de realizar trasferencias electrónicas que sólo puede
hacer mediante la autorización directa de la parte depositante, tal y como se
robustece con la CONFESIONAL a cargo de la demandada moral; y por ende,
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de conformidad con el arábigo 1194 del Código de Comercio en relación con los
diversos 332, 333, 334 y 335 de la legislación en cita, así como los numerarios
267, 271 y 272 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, esta
Autoridad tiene a bien en condenar y se CONDENA a la demandada HSBC
MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE,
GRUPO FINANCIERO HSBC, a RESTITUIR a favor de la actora [*****], la
cantidad de $47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.), por
concepto del monto que la cuentahabiente tenía depositado en su cuenta
bancaria número [*****] de la citada institución crediticia.

Se sustenta lo anterior en la contradicción de tesis 6/2015 aprobada por


el Pleno Especializado en Materias Civil y Administrativa del Noveno Circuito,
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, visible en su
décima época, Libro 30, Mayo de 2016, Tomo III, con número de registro digital
2011706, página 2399, cuyo apéndice y texto es del rubro siguiente:

“TARJETAS DE DÉBITO. CORRESPONDE A LA INSTITUCIÓN DE CRÉDITO


LA CARGA DE LA PRUEBA CUANDO EL TARJETAHABIENTE DEMANDE LA
CANCELACIÓN DE LOS CARGOS EFECTUADOS POR DISPOSICIONES EN
EFECTIVO EN CAJEROS AUTOMÁTICOS.
Las actividades mercantiles realizadas con base en el uso de tarjetas como
instrumento bancario son complejas; en torno a las de crédito y su utilización, de
conformidad con las Reglas a las que habrán de sujetarse las Instituciones de
Banca Múltiple, y las Sociedades Financieras de Objeto Limitado en la Emisión y
Operación de las Tarjetas de Crédito, emitidas por el Banco de México, la
institución crediticia emisora sólo podrá cargar a la cuenta del titular el importe de
los pagos de bienes, servicios, impuestos y demás conceptos que realice por
cuenta del tarjetahabiente, así como las disposiciones de efectivo, cuando éste
haya suscrito pagarés u otros documentos aceptados por la emisora y que se
hayan entregado al establecimiento respectivo o los haya autorizado; lo anterior,
debido al principio de seguridad que deben observar dichas instituciones de
crédito en beneficio de sus clientes. En atención a esta postura, las instituciones
bancarias emisoras de las tarjetas de crédito tienen la obligación legal de
resguardar en sus archivos, los vouchers o pagarés que firma el tarjetahabiente en
el momento de las operaciones de compra de bienes y servicios, debido a lo cual,
cuando existe reclamo de éste sobre lo incorrecto de haber cargado a su cuenta el
importe de cargos por pagos de bienes, servicios, impuestos y demás conceptos
que supuestamente no realizó, la carga de la prueba corresponde a la institución
financiera, por ser ésta quien afirma que fue el tarjetahabiente quien de manera
directa o con su autorización, se realizaron aquellos consumos utilizando los
medios electrónicos correspondientes. Posición jurídica la anterior que,
tratándose de tarjetas de débito, también debe aplicarse cuando el
tarjetahabiente niega haber efectuado los pagos y disposiciones que
originaron los cargos cuya cancelación demanda, porque al igual que las
tarjetas de crédito, se trata de un medio de disposición de efectivo, así como
de pago de bienes y servicios adquiridos por el cuentahabiente, por lo que en
ese entendido, la institución bancaria también tiene la obligación de
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brindarle medidas de seguridad a efecto de poder cargar a la cuenta los


montos de disposición por la utilización de la tarjeta por aquellos conceptos,
que al igual que las tarjetas de crédito, puede ser a través de la emisión de
vouchers con los cuales se documentan las transacciones formuladas por el
usuario, o por medio de la disposición directa en cajeros automáticos autorizados
por las instituciones de crédito; en ese contexto, es dable concluir que, por lo que
respecta a las disposiciones en efectivo en cajeros automáticos, la carga de la
prueba corresponde a la institución bancaria, de conformidad con los artículos
1194, 1195 y 1196 del Código de Comercio, por ser la que afirma, de manera que
si el accionante niega haber realizado el retiro en el cajero automático, entonces,
es a la demandada a quien, en principio, corresponde justificar la disposición que
afirma realizó el demandante, en primer lugar, porque el que afirma está obligado
a probar; en segundo término, porque son las instituciones bancarias las que
tienen la facilidad para preconstituir y aportar medios probatorios, ya que son los
administradores de los cajeros automáticos, responsables de su manejo, y de la
implementación de las medidas necesarias para acreditar la disposición por el
usuario autorizado; y en tercer orden, porque la Institución financiera como
proveedora de un servicio, es la obligada a garantizar la seguridad en todas las
operaciones efectuadas con motivo de los contratos celebrados con los clientes,
aunado a que por encontrarse en una situación ventajosa ante éstos, cuenta con
la información y las aptitudes para aportar los elementos de prueba para dirimir las
controversias que se llegaren a suscitar.”

Asimismo, se comparte como criterio orientador la tesis aislada número


I.3º.C.518 C, aprobada por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, visible en su novena época, Tomo XXII, Noviembre de 2005, con
número de registro digital 176621, página 940, y cuyo apéndice y texto es del
rubro siguiente:

“TRANSFERENCIA ELECTRÓNICA DE FONDOS. CARGA DE LA PRUEBA


SOBRE LA AUTORIZACIÓN DE OPERACIONES.
La transferencia electrónica es un instrumento de pago mediante el movimiento de
fondos consistente en el cargo que recibe la cuenta del ordenante y el abono que
se produce en la cuenta del beneficiario. En la utilización de ese medio de pago,
es necesaria la intervención de uno o varios bancos, según se trate de una
operación entre cuentas de una misma institución de banca múltiple o
interbancaria, de tal suerte que los bancos actuarán como expedidores,
intermediarios o receptores de los fondos, e incluso, con todas esas funciones a la
vez, para el supuesto de traspasos entre cuentahabientes de una misma entidad
bancaria. Sin embargo, para que los bancos actúen en esa cadena de relaciones,
es indispensable que exista un iniciador de tal secuencia, o sea, un
cuentahabiente ordenante, y un destinatario final que concluya el enlace de nexos,
esto es, un cuentahabiente beneficiario. En efecto, las operaciones de
transferencia electrónica de fondos, entre ellas las destinadas para el pago de los
impuestos federales, son realizadas por los propios depositantes, a través de una
institución crediticia, quien a su vez utilizará el servicio prestado por la cámara de
compensación respectiva en caso de operaciones interbancarias. Dada esa
particular mecánica, es menester acreditar, en caso de una transferencia cuyo
importe no se acepta como cargo a la cuenta de la parte ordenante de la
operación, que dicha operación fue realizada directamente por la institución de
crédito, incumpliendo así su obligación de abstenerse de realizar retiros que sólo
puede hacer la parte depositante. Empero, debe considerarse que la transferencia
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de fondos se realiza en forma electrónica, de tal suerte que es el sistema


computacional del contribuyente el que se enlaza con el sistema del banco, y en
ambos sistemas informáticos quedan registradas las operaciones de envío de la
instrucción y recepción de la misma, lo que permite al cuentahabiente obtener un
comprobante de la operación, pero también el sistema de la institución bancaria
registrará de manera automática, como corresponde a los programas informáticos
operados por computadoras, la autorización, asignándole un número, con fecha,
monto, origen y destino. Lo anterior, genera que sea el banco quien tenga
mayores elementos para acreditar no sólo la realización de las operaciones de
transferencias electrónicas de fondos, sino también las autorizaciones
correspondientes a cada una de ellas, ya que únicamente con base en la orden
recibida por el sistema informático de la institución de crédito se puede realizar el
traspaso automatizado de capitales. De hecho, en todas las operaciones de pagos
a terceros, como proveedores de bienes y servicios, realizadas por los
cuentahabientes de las instituciones de crédito, es necesario que éstas lleven un
registro de las autorizaciones efectuadas por sus clientes, como prevé el artículo
57 de la Ley de Instituciones de Crédito. Por ende, cuando el ordenante de la
transferencia niega haber dado una autorización al banco del cual es
cuentahabiente para que se hiciera esa operación, y la institución bancaria afirma
que sí recibió la instrucción correspondiente, corresponde la carga probatoria a
esta última, tanto por ser quien conserva un registro de operaciones que, inclusive,
reflejará en los estados de cuenta que tiene que remitir a sus cuentahabientes,
como por la circunstancia de que así se desprende de la asignación de las cargas
probatorias en cuanto a las afirmaciones y negaciones de hechos establecida en
los artículos 1194 y 1195 del Código de Comercio. Así, por regla general, la carga
de la prueba sobre la existencia de la autorización para efectuar una transferencia
electrónica de fondos corresponde a la institución bancaria, sin embargo, cuando
el cuentahabiente afirma que el banco duplicó el traspaso por un error atribuible al
mismo, a pesar de existir el registro de dos autorizaciones distintas, toca al propio
cuentahabiente demostrar que fue el banco quien se apartó de la forma de operar
un pago a terceros, y en particular una transferencia electrónica, para lo cual
podrá exigir no sólo la aportación de los registros del banco sino, inclusive, ofrecer
la prueba pericial en informática, entre otros medios de comprobación a su
alcance.”

QUINTO. En relación al pago de los intereses al tipo legal que


solicita la actora de la demandada; toda vez que resultó procedente la acción
de restitución de cantidad solicitada por [*****], pues la institución bancaria no
logró justificar que las transferencias electrónicas realizadas el día 10 diez de
julio de 2021 dos mil veintiuno hayan sido efectuadas por la cuentahabiente,
traduciéndose lo anterior en un incumplimiento por parte del banco en su
obligación de entregar una suma de dinero, por ende y de conformidad con el
artículo 2117 del Código Civil Federal, supletorio del Código de Comercio, es
por lo que se encuentra obligada a resarcir los daños y perjuicios que
hubiera ocasionado al acreedor, los cuales pueden ser el equivalente al
interés legal, pues ello constituye una indemnización que debe pagar quien
incumple con una obligación de entregar una suma de dinero, con el fin de
resarcir los daños y perjuicios ocasionados derivados del incumplimiento de la
72/2021-E
SENTENCIA DEFINITIVA

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obligación. Por lo anteriormente fundado y motivado, se CONDENA a la


demandada HSBC MÉXICO, SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE
BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO HSBC, al pago del interés legal,
esto es el 6% anual, causado sobre la cantidad de $47,000.00 (CUARENTA
Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.), a partir del día en que la parte accionante
realizó el reclamo, que en la especie lo fue a partir del día 17 diecisiete de
julio de 2019 (lo cual se tiene por debidamente acreditado con el escrito de
reclamación de dicha fecha, y respecto del cual, afirmó la parte demandada
haberle asignado el número de reclamación [*****], y por ello, es que se le tiene
por sabedora de dicha reclamación), hasta el pago total de lo reclamado.

Finalmente, por cuanto ve al catálogo de las excepciones y defensa


interpuestas por la parte demandada, se resuelven en los términos siguientes:

En relación a las denominadas falta de acción por conocimiento


expreso del cliente en las operaciones realizadas vía internet, sine actione
agis y falta de derecho; con fundamente en el artículo 1° del Código de
Procedimientos Civiles en vigencia, aplicado de manera supletoria a la
legislación mercantil, se declara improcedente, toda vez que la actora [*****]
al ser la cuentahabiente de la cuenta bancaria número [*****], cuenta con pleno
derecho para ejercitar su acción de restitución de cantidad. Aunado a ello, la
demandada moral no logró acreditar que su contraria haya sido quien dispuso
de las cantidades que desconoce en el presente juicio.

En razón a la denominada dolo y mala fe; con fundamento en el artículo


1194 y 1195 del Código de Comercio, se declaran infundadas, pues contrario
a lo manifestado por la institución crediticia, la parte contraria en ningún
momento actuó con dolo y mala fe, tan es así, que logró demostrar su acción de
restitución de cantidad.

En relación a la excepción contenida en el artículo 1194 del Código de


Comercio, debe decírsele a la demandada que, el citado numerario hace alusión
con las cargas procesales, esto es, en cuanto a que la actora debe de probar los
hechos constitutivos de su acción, mientras que el reo los de sus excepciones; y
- 28 -

ante ello, es que no se trata propiamente de una excepción, sino más bien, de
reglas del procedimiento.

Finalmente, en lo que hace a la contenida en el artículo 1061 del Código


de Comercio, consistente en que la actora no exhibió en su demanda ningún
elemento que determine las operaciones del TOKEN u OTP, y ante ello, lo deja
en un estado de indefensión; con fundamento en los arábigos 1194 y 1195 del
Código en cita, se declara inoperantes, toda vez que de acuerdo a las reglas
de las cargas procesales, al afirmar la parte demandada que la cuentahabiente
si dispuso de las cantidades desconocidas, ésta contaba con la carga de la
prueba de acreditar tal afirmación, y no al contrario, pues de ser así, se le
obligaría a la accionante en demostrar un hecho negativo, lo cual va contrario
con los arábigos en mención.

SEXTO. Por lo que corresponde al pago de gastos y costas causados


dentro del presente juicio, y con fundamento en lo dispuesto por el artículo 1084
del Código de Comercio, tomando en consideración que la parte actora obtuvo
sentencia favorable en todos sus términos, por ende es que se CONDENA a
dicho pago a la parte demandada moral HSBC MÉXICO, SOCIEDAD
ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO
HSBC a favor de la actora [*****].

SÉPTIMO. La presente resolución es irrecurrible, toda vez que de


conformidad con el artículo 1390 Bis, segundo párrafo, contra las resoluciones
pronunciadas en el juicio oral mercantil no procede recurso ordinario alguno.

En mérito de lo anterior, se resuelve:

RESOLUTIVOS

PRIMERO. La parte actora [*****] logró demostrar los hechos


constitutivos de su acción, y por su parte, la demandada moral HSBC MÉXICO,
SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC no logró acreditar sus excepciones, por consecuencia:
72/2021-E
SENTENCIA DEFINITIVA

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SEGUNDO. Se CONDENA a la demandada HSBC MÉXICO,


SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, a RESTITUIR a favor de la actora [*****], la cantidad de
$47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100 M.N.), por concepto del
monto que la cuentahabiente tenía depositado en su cuenta bancaria
número [*****] de la citada institución crediticia.

TERCERO. Se CONDENA a la demandada HSBC MÉXICO,


SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC, al pago del interés legal, esto es el 6% anual, causado
sobre la cantidad de $47,000.00 (CUARENTA Y SIETE MIL PESOS 00/100
M.N.), a partir del día en que la parte accionante realizó el reclamo, que en la
especie lo fue a partir del día 17 diecisiete de julio de 2019, hasta el pago
total de lo reclamado.

CUARTO. Se CONDENA a la parte demandada moral HSBC MÉXICO,


SOCIEDAD ANÓNIMA, INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO HSBC al pago de gastos y costas, a favor de la actora [*****].

QUINTO. La presente resolución es irrecurrible.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE. Así lo proveyó y firmó la M. EN D.


ELENA LÓPEZ VILLEDA, Titular del Juzgado Tercero de Primera Instancia
Civil, quien actúa en forma legal ante el LICENCIADO JAVIER GASPAR
VÁZQUEZ, Secretario de Acuerdos Provisional, quien autoriza y da fe.

SE PUBLICA EN LISTAS EL DÍA 27 VEINTISIETE DE AGOSTO


DE 2021 DOS MIL VEINTIUNO.

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