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SECCIÓN

XVII Enfermedades de los anexos


(tricopatías y onicopatías)

Contenido
Capítulo 133. Alopecias Capítulo 136. Tricomicosis axilar
Capítulo 134. Alopecia areata Capítulo 137. Onicopatías
Capítulo 135. Piedras Capítulo 138. Onicocriptosis

CAPÍTULO
Alopecias 133
Cuadro 133-1. Clasificación clínica de las alopecias no
Definición cicatrizales.
Alteraciones del pelo y piel cabelluda, que se caracterizan
por la pérdida congénita o adquirida del pelo; pueden ser Difusas
cicatrizales o no cicatrizales, localizadas o difusas. Son una • Rotura del tallo del pelo
causa frecuente de consulta dermatológica. Displasias pilosas
Muchas enfermedades determinadas por mecanismos Traumatismo físico o por sustancias químicas
• Aumento de la pérdida del cabello
genéticos o inmunitarios afectan pelo, uñas y, en ocasiones, Efluvios telógeno y anágeno
algunos órganos. Síndrome del pelo en anágeno débil
Alopecia areata
• Desarrollo folicular anormal
Clasificación Alopecia androgenética
Cicatrizales y no cicatrizales. Pueden ser difusas o localiza- Atriquia con lesiones papulares
Síndrome del anágeno corto
das y congénitas o adquiridas (cuadro 133-1).
Las alopecias cicatrizales dependen de atrofia o destruc- Localizadas
ción del folículo piloso y dejan cicatriz. Las no cicatrizales son • Rotura del tallo del pelo
trastornos funcionales del folículo y en potencia reversibles. Displasias pilosas
Tiña de la cabeza
Causas externas: tricotilomanía, alopecia por tracción,
Estudio de las alopecias traumatismos físicos o por sustancias químicas
• Aumento de la pérdida del cabello
Debe realizarse un interrogatorio completo y orientado, el Alopecia areata
cual incluya antecedentes de endocrinopatías (tiroiditis, al- Secundarismo sifilítico
teraciones hormonales); enfermedades autoinmunitarias • Desarrollo anormal del folículo
(vitiligo); consumo de medicamentos (citostáticos, anticoa- Alopecia triangular congénita
gulantes, sales de litio, antitiroideos); uso de agentes físicos Modificado de Escobar CM, Ferrando J. Alopecia: del diagnóstico al
o químicos; tracción, cepillados o masajes del pelo. tratamiento.
Debe llevarse a cabo una cuidadosa exploración física, Dermatol CMQ 2005; 3(S1):168-87.
en particular de la piel cabelluda; exámenes de laboratorio
que incluyan biometría hemática, química sanguínea, perfil
de hierro, 25-hidroxi vitamina D, niveles de Zn, vitamina VDRL, anticuerpos antinucleares, así como biopsias longi-
B12, prolactina perfil tiroideo, perfil hormonal femenino, tudinal y transversal.

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722 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

 Figura 133-3. Monilethrix: observación con dermatoscopio.


 Figura 133-1. Monilethrix: alopecia y pápulas foliculares
durante la lactancia.

Pili torti
Alopecias no cicatrizales difusas Puede ser congénito con herencia autosómica dominante, y
rara vez adquirido. Existen placas alopécicas y pelos cortos,
La rotura del tallo del pelo puede deberse a trastornos ge- y a veces otros trastornos ectodérmicos en uñas, dientes y
néticos (alteración de queratinas básicas, del contenido de ojos y retraso mental. La forma adquirida depende del uso
azufre o cobre) o adquiridos (traumatismos químicos, expo- de retinoides sistémicos, anorexia nerviosa y traumatismos
sición a altas temperaturas o abuso de cosméticos). En las del pelo o alopecias cicatrizales. El examen microscópico y
displasias se estudian el monilethrix, el pili torti y los síndro- dermoscópico muestra angulaciones y aspecto de pelo tren-
mes de Menkes, Netherton y tricotiodistrofia. zado.

Monilethrix Síndrome de Menkes (kinky hair)


Es un trastorno autosómico dominante por alteración en Es un trastorno recesivo ligado a X por mutación en el gen
los genes que codifican para queratina básica del pelo tipo MKN o ATP7A del cromosoma Xq13. Afecta sólo a varones
II (KHb1, KHb3 y KHb6) en el cromosoma 12q13. Se caracte- y se observa en los primeros meses de vida. Se debe a un
riza por pelos con ensanchamientos y dilataciones, que se trastorno genético del metabolismo del cobre. El tallo del
acompañan de hipotricosis difusa de predominio occipital pelo presenta cambios similares al pili torti; hay facies con
(figs. 133-1 a 133-3, 135-4 y 135-5). El diagnóstico se confirma aspecto de perdiz y complicaciones neurológicas, como
con la observación del pelo arrosariado en el microscopio o convulsiones, retraso psicomotor, sordera y cuadriplejía.
dermatoscopio (cap. 65).

 Figura 133-2. Monilethrix: pelo arrosariado en un niño en


edad escolar.  Figura 133-4. Trichorrexis invaginata.

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Capítulo 133  Alopecias 723

 Figura 133-5. Tricorrexis nodosa.

Síndrome de Netherton
Se presenta con pelos cortos, quebradizos y finos; se acom-
paña de trichorrexis invaginata o pelos en forma de caña de
bambú o de copa (fig. 133-4). Se debe a una alteración inter-
B
mitente de la queratinización que permite la invaginación
de la porción distal en la porción proximal del pelo; puede
afectar las cejas. Se relaciona con ictiosis lineal circunfleja y
atopia; se acentúa por traumatismos incluso menores.

Tricotiodistrofia
Trastorno autosómico recesivo por defectos en los genes
ERCC2 y ERCC3 del cromosoma 19q13. Es un trastorno
neuroectodérmico por deficiencia de aminoácidos azufra-
dos, que se caracteriza por alopecia difusa, cabello reseco y
corto, y afección de cejas y pestañas. Muestra vínculo con
retraso mental, estatura corta, ictiosis, onicodistrofia, cata-
C
ratas, alteraciones dentales, fotosensibilidad, neutropenia,
otosclerosis, autismo, malformaciones urológicas e hiper-  Figura 133-6. A. Efluvio anágeno por talio. B. Efluvio
calciuria. El examen al microscopio muestra fracturas trans- telógeno. C. Efluvio telógeno en recuperación.
versales del pelo en zigzag (tricosquisis); en el microanálisis
de rayos X se demuestra bajo contenido de azufre, y con el
microscopio de luz polarizada se aprecia mejor el pelo con Efluvio anágeno agudo
modelo en cola de tigre.
Es una pérdida masiva del cabello de la piel cabelluda
(80%). Se debe a la interrupción del ritmo mitótico de las
Tricorrexis nodosa células de la matriz, y la consecuente detención del ciclo
Se caracteriza por ensanchamientos con deshilachamiento de folicular en anágeno. La tracción produce pérdida de cabe-
la parte intermedia del pelo, por pérdida local de células llo en anágeno (fig. 133-6). Las causas más comunes son
de la cutícula (pelo en escobillón) (fig. 133-5); la forma distal endocrinopatías, trastornos carenciales, deficiencias vita-
se llama tricoptilosis. Se origina por factores físicos, como mínicas múltiples por dietas, antimitóticos (quimioterapia),
el cepillado excesivo o la tracción del pelo, exposición a hipervitaminosis A, tratamiento con interferón, consumo
fuentes de calor y a la luz ultravioleta, así como por factores de complementos vitamínicos sin equilibrio adecuado en-
químicos, como el uso excesivo de champú, alisadores, per- tre hierro y zinc, así como exposición a metales pesados
manentes, secadoras o exposición al agua de mar; se puede como talio, arsénico, plomo y mercurio, o a radiación ioni-
asociar a genodermatosis. zante.

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724 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

Síndrome del anágeno débil o suelto Efluvio telógeno crónico


Es la adherencia insuficiente del tallo a sus vainas. Se pre- La etiología es desconocida; existe aumento de folículos en
senta en niñas de corta edad y cabello rubio, pero se ha telógeno, por acortamiento de la fase anágena o paso pre-
observado en mestizos; el tallo se desprende con facilidad y maturo de folículos en anágeno a telógeno. Es muy similar
sin dolor con la tracción leve (fig. 133-7); puede relacionarse a la alopecia androgenética, pero en esta última se observa
con otras alteraciones congénitas. Mejora de manera espon- miniaturización de los folículos. Afecta a mujeres de 30 a 60
tánea con la edad. En el tricograma se observa de 3 a 10 años de edad; es raro en varones. Se manifiesta por pérdida
pelos con plegamiento de las capas de la cutícula del pelo y crónica y difusa del pelo, que varía de seis meses a seis
del bulbo con un ángulo que semeja una “cola de ratón”. En años. Se inicia de manera aguda, se pierden hasta 400 cabe-
el fenómeno de anágeno débil sólo se observa en pelos en llos al día y se ha señalado tricodinia (hipersensibilidad del
forma aislada. pelo); es difusa, evoluciona por brotes y cura de manera es-
pontánea en algunos casos.
Efluvio telógeno agudo
Es la principal causa de alopecia difusa en mujeres, y se Alopecia areata
caracteriza por pérdida constante de cabello (>20% pelos en Alopecia no cicatrizal autoinmunitaria. Se manifiesta como
telógeno). Inicia alrededor de dos meses después de la una o varias placas alopécicas con piel lisa, de aspecto nor-
causa desencadenante y dura aproximadamente unos seis mal y da la sensación de acolchonado. En la periferia se
meses: alteraciones hormonales (alteraciones de la tiroides, presentan cabellos en signo de admiración (peládicos);
sustitución estrogénica, embarazo o consumo de anticon- son cabellos cortos (2-6 mm) y corresponden a folículos pi-
ceptivos orales); dietas hipocalóricas, deficiencias de hierro losos con detención del ciclo folicular (cap. 134, figs. 134-1
o cinc; estrés; ingestión de medicamentos como alopurinol, a 134-6).
danazol, captopril, enalapril, hipolipemiantes, anticoagu-
lantes, antiepilépticos (carbamazepina, ácido valproico), anti-
fúngicos (ketoconazol, fluconazol), citostáticos (metotrexato, Alopecias por desarrollo folicular
colchicina), antitiroideos, benzoimidazoles (albendazol, me- anormal
bendazol, omeprazol), β-bloqueadores, psicotrópicos (fluo-
xetina, imipramina, anfetaminas), litio, retinoides, vitamina Las principales causas de alopecia difusa no cicatrizal oca-
A e inhibidores de proteasa. Puede mostrar vínculo con alo- sionada por una alteración en la producción del tallo pilar
pecia androgenética y adelgazamiento del pelo. son: alopecia androgenética, atriquia con lesiones papula-
La tracción del pelo resulta positiva, con caída de hasta res y el síndrome de anágeno corto.
20 cabellos, la mayor parte en telógeno y con bulbo blan-
quecino (en mazo); durante la fase tardía puede ser negativa. Alopecia androgenética (calvicie
El cuadro siempre remite en menos de un año (promedio común)
seis meses); se debe eliminar el factor desencadenante.
Es la forma más frecuente de pérdida del cabello, es conse-
cuencia de factores hormonales y de la predisposición ge-
nética; tienen una influencia crucial la herencia (poligénica
dominante con penetrancia variable) y los andrógenos, en
especial, la dihidrotestosterona (DHT), aunque la concen-
tración en la sangre es normal. Hay disminución de la acti-
vidad folicular y miniaturización gradual de los folículos del
pelo marcados genéticamente, con adelgazamiento progre-
sivo en regiones andrógeno-dependientes, así como dismi-
nución del anágeno, con relativo incremento de pelos en
telógeno.
Hay dos tipos de enzimas 5 α-reductasa: la I se expresa
en piel y piel cabelluda, y la II en folículos del pelo y prósta-
ta. Los varones con alopecia con patrón masculino presen-
tan en la piel cabelluda concentraciones aumentadas de
DHT, no así los que tienen deficiencia genética de la enzima
5 α-reductasa tipo II (que convierte testosterona en DHT).
Los varones menores de 20 años de edad con alopecia pare-
cen tener mayor riesgo de hiperplasia prostática, cáncer de
próstata y síndrome metabólico.
Es cuatro veces más frecuente en la raza blanca. Se pre-
 Figura 133-7. Síndrome de anágeno débil. senta a partir de la pubertad, pero principalmente después

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Capítulo 133  Alopecias 725

 Figura 133-8. Alopecia androgenética: modelo masculino.


A

de los 25 años de edad. Afecta a 50% de los varones hacia


los 50 años, al 80% a los 70 años y a 10 a 50% de las mujeres
hacia los 60 años. La vinculación con enfermedad cardio-
vascular parece deberse más a los factores de riesgo relacio-
nados con el síndrome metabólico que se asocia en algunos
casos.
En el varón se presenta recesión frontoparietal del ca-
bello, y pelo ralo en el vértex (modelo masculino) (fig. 133-8);
en la mujer enralecimiento parietal difuso (modelo femeni-
no), con una banda frontal respetada (fig. 133-9), con pa-
trón en árbol de navidad; no obstante, en el varón puede
presentarse el modelo femenino, y viceversa. Hay una
clasificación propuesta para el varón por Hamilton: en el I y
el II es muy leve; en el III y el IV se observa recesión fronto-
parietal; en el V y el VI pérdida del pelo en las líneas de
implantación mesofrontal, temporoparietal y coronal, y en
el VII y el VIII alopecia en herradura. Norwood propuso
B
siete tipos, Ebling cinco y Ludwig ha propuesto para la mu-
jer tres tipos: leve, moderado y grave. El aspecto clásico en  Figura 133-9. A y B. Alopecia androgenética: modelo
el varón consiste en entradas y alopecia de la coronilla. Co- femenino.
mo se altera la imagen corporal, en muchas personas se ve
afectada la calidad de vida. Mediante dermatoscopia se
observa miniaturización folicular progresiva >20%, halo vía oral durante un mínimo de tres meses, pero el uso debe
marrón perifolicular, zonas de atriquia (mujeres posmeno- ser continuo; debe emplearse con precaución en los ancia-
páusicas) y unidades foliculares únicas. nos, porque disminuye el valor real del antígeno prostático.
El tratamiento en el varón consiste en minoxidil por vía En mujeres posmenopáusicas se puede usar finasterida oral
tópica, o finasterida por vía oral; en la mujer, minoxidil tó- 2.5-5 mg/día.
pico, o acetato de ciproterona por vía oral (si se corrobora Como efectos secundarios, en 1-5% de quienes lo em-
hiperandrogenismo); pueden ayudar el ácido retinoico por plean se han informado decremento de la libido y del volu-
vía tópica, la espironolactona, los estrógenos y la flutamida. men de eyaculación, y disfunción eréctil. La dutasterida es
El minoxidil se aplica localmente en loción 2 o 5% dos veces un inhibidor de 5 α-reductasa I y II y, por tanto, inhibe la
al día. Actualmente se utiliza minoxidil oral a dosis bajas conversión de testosterona en DHA, y disminuye la calvicie
0.25 mg al día para evitar efectos adversos como hipoten- y la hiperplasia prostática; se recomiendan 0.5 mg/día o en
sión y taquicardia. La finasterida es un inhibidor de la 5 forma local como mesoterapia. También se recomiendan un
α-reductasa de tipo II que disminuye las cifras de DHA en complejo de oxiéster de glicerol y silicona orgánica, ciclo-
el suero y la piel cabelluda. Está indicada en la calvicie con meticona, aminexil, alfatradiol y sustancias antiseborreicas
distribución masculina porque incrementa el número de como el ketoconazol, que tiene efecto antiandrogénico,
pelos en anágeno y su grosor; la dosis es de 1 mg/día por así como Sabal serrulata (Serenoa repens), vitaminas y mine-

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726 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

rales. En casos seleccionados se puede recurrir al autotras- Desarrollo folicular anormal


plante de pelo, para el cual se prefiere la técnica de pelo por
pelo o de colgajos por desplazamiento. La alopecia triangular temporal o congénita (nevus de Brauer)
es una hipoplasia folicular congénita debida a un trastorno
Atriquia con lesiones papulares del desarrollo del cabello. Es poco frecuente y afecta a
ambos sexos. Se caracteriza por una placa de alopecia per-
Alopecia autosómica recesiva rara; el pelo es normal en el manente, unilateral o muy rara vez bilateral que se hace
momento del nacimiento, pero en el transcurso de los pri- evidente a los 3 o 6 años de edad; se puede tratar con auto-
meros meses comienza a perderse y nunca vuelve a crecer; trasplante de cabello (cap. 62, fig. 62-4). Por tricoscopia se
a los dos años aparecen las pápulas foliculares. No existe observan sólo pelos vellosos.
alteración de otras estructuras y se requiere biopsia y estu-
dio genético para confirmar el diagnóstico. Se puede con-
fundir con alopecia areata universal. Alopecias cicatrizales
Son congénitas o síndromes hereditarios; pueden ser loca-
Alopecia no cicatrizal localizada lizadas y difusas. Las adquiridas pueden ser primarias o de
causas físicas, infecciosas, tumorales y por dermatosis in-
Fractura del tallo piloso flamatorias crónicas.
Es ocasionada por trastornos genéticos, micóticos o causas
externas, como tricotilomanía, tracción, o agentes físicos o Alopecias cicatrizales congénitas
químicos (caps. 53 y 94). Se relacionan con síndromes hereditarios, como enfermedad
de Darier, ictiosis ligada a X, epidermólisis ampollar
Alopecia por tracción distrófica, incontinentia pigmenti, displasia fibrosa poliostótica
y síndrome de Conradi-Hünermann (caps. 56, 58, 59 y 60).
El tallo es sometido a gran tensión, lo que da como resulta-
Las formas localizadas dependen de traumatismos
do su fractura. Es común en el área biparietal, frontal y
obstétricos, aplasia cutis, hipoplasia dérmica focal y nevo
predomina en afroamericanos (fig. 133-10); se preserva la
sebáceo o epidérmico (caps. 62, 68, 124 y 126). Las formas
región del fleco que no se tracciona (signo del fleco). Se
difusas más frecuentes son la tricodisplasia hereditaria, la
deben buscar pelos vellosos, para diferenciarla de alopecia
queratosis folicular cicatrizal y el hamartoma generalizado
frontal fibrosante. Se relaciona con traumatismos por el
del folículo piloso.
peinado o por cosméticos, alaciado repetido con hidróxido
de sodio, secadoras muy calientes, sombreros apretados o
periodos de compresión isquémica (intervenciones quirúr- Alopecias cicatrizales adquiridas
gicas en la misma posición). En casos muy crónicos se con- Se dividen en primarias y secundarias.
vierte en alopecia cicatricial. Las formas primarias se clasifican de acuerdo al tipo de
infiltrado inflamatorio: linfocítico, neutrofílico y mixto. Las
Aumento de la pérdida del cabello linfocíticas incluyen lupus discoide (fig. 31-12), liquen pla-
no pilar (fig. 49-12) y alopecia frontal fibrosante, alopecia
Se debe a alopecia areata, y secundarismo sifilítico (caps. 51
mucinosa, y seudopelada de Brocq, alopecia central centrí-
y 134).
fuga cicatricial y queratosis folicular espinulosa decalvante.
Las neutrofílicas son las foliculitis decalvante (figs 73-5 y
73-6) y la celulitis disecante (fig. 73-7). Las mixtas, el acné
queloideo de la nuca (fig-73-6), el acné necrótico y la der-
matosis pustular erosiva.
Las secundarias se deben a la acción de agentes físicos o
infecciosos, tumores y enfermedades cutáneas inflamatorias.
Las causas físicas incluyen traumatismos, radiaciones ioni-
zantes, quemaduras o implantes de cabello artificial. Entre
los cuadros infecciosos se encuentra la tiña de la cabeza, que
da lugar a una alopecia no cicatrizal, pero el querión y favus
pueden producir alopecia cicatrizal (figs. 94-3 a 94-8); tam-
bién enfermedades granulomatosas como la lepra (figs. 82-4
a 82-6), las micobacteriosis atípicas y la sífilis tardía (figs. 51-
14 y 51-15); el herpes zóster puede causar alopecia irreversi-
ble con distribución dermatómica (fig. 107-7); asimismo, la
sarcoidosis, necrobiosis lipoídica, porfiria cutánea tarda,
penfigoide cicatrizal, morfea (figs. 35-5 y 35-6). La alopecia
 Figura 133-10. Alopecia por tracción. cicatrizal puede ser causada, además, por cualquier tipo de

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Capítulo 133  Alopecias 727

tumor de la piel cabelluda: cilindromas, carcinomas basoce- trastornos del pelo o la vaina del mismo, diferenciación in-
lular y espinocelular, linfomas cutáneos de células T, melano- mediata entre alopecia cicatrizal y no cicatrizal (presencia o
mas, siringomas y metástasis cutáneas. ausencia de aberturas foliculares), diagnóstico y pronóstico
La alopecia frontal fibrosante, se considera una varian- a corto tiempo en alopecia areata, diferenciación entre
te del liquen plano pilar. Es una alopecia cicatrizal linfocíti- efluvio telógeno y alopecia androgenética, y confirmación
ca, que afecta sobre todo a mujeres a partir de los 50 años instantánea de tiña de la cabeza al observar pelos en coma
en la zona frontal y temporales, cejas y vello corporal. No se o sacacorchos (esquema 133-1).
conoce la causa, se describe una epidemia casi mundial y se
ha relacionado con casusas hormonales y el uso de protec-
tores solares. Microscopio óptico
Este instrumento es útil para observar el tallo piloso (altera-
Examen de la piel cabelluda ciones de la forma y estructura), el extremo distal (trico-
Se practican las siguientes maniobras de exploración: trac- rrexis nodosa), la raíz (tricograma) y el material peripilar
ción del pelo o pilotracción, maniobra de Jacquet o prueba (moldes de queratina, piedras y parásitos).
de la ventana, tricoscopia, examen con microscopio óptico,
tricograma y estudio del tallo pilar, microscopia electrónica Tricograma
y microanálisis de rayos X (imprescindibles en el diagnósti-
co de algunas displasias pilosas), y biopsia. Es el cálculo del porcentaje de raíces en anágeno, catágeno
y telógeno; 85% debe estar en anágeno y 15% en las otras
fases. Tiene valor en el efluvio telógeno, efluvio anágeno,
Pilotracción o signo de Sabouraud síndrome de anágeno débil. Para realizarse no se debe lavar
Sirve para determinar si la pérdida es activa, y consiste en el pelo en 3 a 5 días, ni tomar cabellos de menos de 2 cm de
fijar un mechón de cabellos entre los dedos, y en seguida largo o miniaturizados. Con una pinza cubierta con goma
tirar con firmeza; se repite la maniobra en varias partes de en un extremo, se sujeta un mechón de 50 pelos a 1-2 cm de
la cabeza. De esta manera se obtienen por lo normal 1 o 2 la piel cabelluda; se arranca con una tracción rápida y los
cabellos; si esta cifra es superior a 5 o 6 pelos debe conside- pelos se colocan juntos sobre un portaobjetos, se cubre con
rarse patológica. En efluvio telógeno agudo, el número de una gota de cianoacrilato y un cubreobjetos o cinta adhesi-
cabellos desprendidos es 3 a 4 veces mayor; en cambio, en va transparente y se ven al microscopio. Los cabellos en
el efluvio telógeno crónico el número de pelos desprendi- anágeno tienen forma de palos de golf, con una vaina epite-
dos no es tan alto. En el efluvio anágeno, es muy positiva. lial interna que cubre la región papilar, la queratógena y el
En la alopecia areata aguda o en el síndrome de anágeno tallo (fig. 133-11); se encuentran en el síndrome de anágeno
débil, los cabellos se desprenden en anágeno. débil y en efluvio anágeno en fase aguda. Los cabellos en
telógeno presentan una punta redondeada blanquecina (en
mazo), con ausencia de zona queratógena, pigmento termi-
Maniobra de Jacquet o signo
del pellizco del cabello
Se intenta pellizcar la piel cabelluda; si se logra, implica una
alopecia cicatrizal irreversible o alopecia areata y, en caso
contrario, una reversible.

Prueba de la ventana
Se afeita un centímetro cuadrado de piel cabelluda y se eva-
lúa al mes, se pone en evidencia el crecimiento del cabello
de 1 cm/mes; es útil para demostrar el crecimiento normal.

Tricoscopia
Es un método que no requiere instrumentos complicados;
hoy día la mayoría de los dermatólogos tiene un dermos-
copio o dermatoscopio. Esta técnica es muy útil en la eva-
luación de trastornos del pelo, no es invasiva y es bien
aceptada por los pacientes. Su uso sistemático puede mejo-
rar la atención en alteraciones del pelo o de la piel cabellu-
da, y disminuye la necesidad de procedimientos como la  Figura 133-11. Pelo en anágeno: observación con derma-
biopsia. Sus principales usos son: el diagnóstico rápido en toscopio.

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728 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

-VASOS GIGANTES
PUNTOS ROJOS, LED
TAPONES CÓRNEOS

-ERITEMA, VAINAS PERIPI- AFF LPP


CICATRIZAL LARES,PUNTOS AZUL GRIS

-QUERIÓN
-PELOS EN PENACHO (>6) FD
-ESCAMAS, PÚSTULAS -PUNTOS NEGROS
COSTRAS PELOS ROTOS
CD
Alopecias PUNTOS AMARILLOS 3D

PELOS CORTOS EN
CRECIMIENTO,
ET
UNIDADES FOLICULARES
ÚNICAS -PELOS EN SIGNO INTERROGACIÓN, FLAMA T.M.
NO TULIPÁN, LONGITUD VARIABLE
CICATRIZAL -PUNTOS AMARILLOS PELOS SIGNO AA
PUNTOS NEGROS ADMIRACIÓN
-SACACORCHOS, COMA, ZIG-ZAG, CLAVE TC
MORSE

PUNTOS AMARILLOS -VARIACIÓN DIÁMETRO DEL PELO > 20%, AAG


UNIDADES FOLICULARES ÚNICAS
-PUNTOS NEGROS, PELOS SIGNO DE AA
ADMIRACIÓN

LED: LUPUS ERITEMATOSO DISCOIDE AFF: ALOPECIA FRONTAL FIBROSANTE


LPP: LIQUEN PLANO PILAR, FD FOLICULITIS DECAVANTE
CD: CELULITIS DISECANTE ET: EFLUVIO TELÓGENO
TTM: TRICOTILOMANÍA AA: ALOPECIA AREATA
TC: TINEA CAPITIS AAG: ALOPECIA ANDROGENÉTICA

Esquema 133-1. Algoritmo de diagnóstico tricoscópico (modificado de: Int J Trichology 2013; 5(4):170-8).

nal y vaina epitelial interna y externa (fig. 133-12); se en-


cuentran en la alopecia androgenética o el efluvio telógeno
Biopsia
crónico (fig. 133-13). En anágeno displásico los cabellos se Determina si la alopecia es cicatrizal o no; la primera se
caracterizan por un bulbo delgado, con o sin vainas, y por caracteriza por cambios fibrosos perifoliculares, involución
lo general son consecuencia de una mala tracción. folicular, infiltrados liquenoides y atrofia, dependiendo de
la enfermedad que la origina como lupus eritematoso, li-
quen plano, foliculitis decalvante y queloidal de la nuca (fig.
Microanálisis de rayos X 49-26). Pueden resultar útiles las tinciones con PAS, de
Es útil en determinadas enfermedades como tricotiodistrofia, Gomori-Grocott o con mucopolisacáridos, y las técnicas de
cabello verde por aumento de las concentraciones de cobre inmunofluorescencia y de anticuerpos monoclonales (fig.
e intoxicaciones por plomo y arsénico. 94-29).

 Figura 133-12. Pelo en telógeno: observación con


dermoscopio.  Figura 133-13. Dermatoscopia del efluvio telógeno.

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Capítulo 133  Alopecias 729

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CAPÍTULO

134 Alopecia areata

factores ambientales como la dieta, estrés agudo y otros


Sinonimia trastornos psicológicos; la enfermedad extensa es devasta-
Alopecia en áreas, pelada. dora en el aspecto emocional.
Se ha considerado un grupo heterogéneo de enfer-
medades, más que un proceso único. Se ha confirmado
Definición relación con enfermedades autoinmunitarias como vitiligo,
Alopecia autoinmune, no cicatrizal, que se caracteriza por tiroiditis (19%), anemia perniciosa, miastenia grave, uveítis,
pérdida repentina de pelo, por lo general sectorial, que deja artritis reumatoide, diabetes tipo 1 y colagenopatías. Hay
áreas alopécicas lisas principalmente en la piel cabelluda; o riesgo elevado de dermatitis atópica, rinitis, asma y pérdida
es múltiple, total o universal. Puede aparecer en cejas, bar- de la audición; son comunes las deficiencias de hierro y vi-
ba o en cualquier otro sitio piloso, o afectar uñas; es rever- tamina D.
sible en la mitad de los pacientes.
Clasificación
Datos epidemiológicos Morfológica
Afecta a cualquier raza y a ambos sexos por igual. Se desco- Formas típicas: alopecia clásica única o en placas múltiples;
noce la prevalencia; en Estados Unidos es de 0.1 a 0.2% en ofiasis de Celso; decalvante; alopecia total y universal.
la población general; en México se estima 1 caso por 1 000 Formas atípicas: tipo sisaifo, reticular, difusa, canicie
habitantes. Sobreviene a cualquier edad; predomina entre súbita, tipo alopecia androgenética, incógnita, perinevoide.
los 20 y 40 años de edad, con una media de 30; en 89%
ocurre antes de los 50, y en 20% en niños.
La frecuencia en la consulta dermatológica suele ser de Cuadro clínico
0.7 a 3.8%. Afecta preferentemente la piel cabelluda (90%) (figs. 134-1
y 134-2), pero puede presentarse en cejas, pestañas, barba y
bigote (figs. 134-3 y 134-4), vello axilar, vello púbico o cual-
Etiopatogenia quier área pilosa de la superficie corporal; se manifiesta por
En 10 a 40% hay un antecedente familiar. Se ha relacionado una placa alopécica, redondeada u oval, de 1 a 3 cm o más
con el HLA clase II: HLA-DR4, HLA-DR5 y HLA-DQ3 y en de diámetro; se presentan una o varias placas aisladas o
población italiana el alelo DQB1*03(DQ7). Es una enferme- confluentes; la piel es lisa, brillante y da la impresión de
dad autoinmune, por linfocitos citotóxicos que actúan con- estar acolchonada (figs. 134-1 y 134-2). Los pelos no afecta-
tra el folículo piloso. Hay una disfunción en el ciclo del pelo dos son normales, pero en la periferia de los sectores se
que da lugar a folículos distróficos en anágeno y aumento encuentran los llamados pelos peládicos que miden de 0.5
del telógeno. En la patogénesis, se implican en las vías de a 1.5 cm y se desprenden con facilidad (prueba de tracción
señalización el efecto Janus cinasa (JAK) y genes relaciona- positiva, “pull test”, cap. 133); son afilados en la parte proxi-
dos con apoptosis; se cree que puede haber autoantígenos mal, con ensanchamiento leve en su extremo distal y punti-
derivados del folículo piloso, ya que los pelos pigmentados forme en la raíz (en signo de admiración); a veces se presen-
son los afectados y en el recrecimiento son blancos. En AA tan pelos blancos o hipopigmentados luego del tratamiento
se pierde el sitio de privilegio inmunológico del folículo en o en casos crónicos.
anágeno. Los folículos afectados muestran infiltración por La evolución es crónica y asintomática, variable e im-
linfocitos T CD4+ y se observa decremento del número y la predecible; en general hay recuperación espontánea en 2 a 6
actividad de linfocitos CD8+; en la canicie súbita hay un meses (8-68%, promedio 50%), pero el promedio es de 1 a 2
aumento repentino de linfocitos CD8+ que causa la caída años (80%); en algunos pacientes se observa prurito o sensa-
de cabellos pigmentados. En la repoblación capilar, paradó- ción de quemadura antes de la caída del pelo. Puede haber
jica (véase más adelante), se especula sobre una regulación recidiva, y en 10 a 30% de los enfermos no hay recuperación.
cruzada de citocinas. Hay también factores epigenéticos y Según el aspecto morfológico se distinguen varias for-
se acepta que la susceptibilidad puede ser modificada por mas clínicas: clásica de placa única o de placas múltiples

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 134  Alopecia areata 731

A
 Figura 134-3. Alopecia areata de la barba.

Las formas atípicas comprenden la forma sisaifo (térmi-


no acuñado por Camacho), que es una ofiasis inversa que
respeta el margen inferior occipital; la forma reticular, con
múltiples placas alopécicas con bandas de pelo preservado,
y la forma difusa, con pérdida aguda del pelo en mujeres
jóvenes, que simula un efluvio y puede evolucionar hacia
formas graves: La alopecia incógnita es también aguda y difu-
sa en áreas de alopecia androgenética en mujeres jóvenes,
B
se requiere de tricoscopia y/o histopatología para diferen-
 Figura 134-1. A y B. Alopecia areata de piel cabelluda. ciarlas. La canicie súbita es una pérdida difusa y brusca de
pelos oscuros y rubios, respetando el pelo cano y los grises
en la línea de implantación; da la impresión que el pelo se
(figs. 134-1 y 134-2), ofiasis de Celso o pelada en corona de la puso blanco de la noche a la mañana. Según afecte mujeres
niñez, que afecta el borde de la piel cabelluda y tiene aspec- o varones se conoce como síndrome de María Antonieta o de
to de serpiente (fig. 134-5). Pelada decalvante, que se inicia Santo Tomás Moro, porque ambos tuvieron un blanquea-
en sectores, se extiende con rapidez y sólo respeta peque- miento repentino antes de ser decapitados. En la forma an-
ños mechones. La alopecia difusa es rara. La alopecia total drogenética, la alopecia tiene patrón masculino. La alopecia
abarca toda la piel cabelluda, y en la universal se pierde todo perinevoide ocurre alrededor de nevos melanocíticos.
el pelo del cuerpo (fig. 134-6). Estas dos últimas categorías En 10-20% de los enfermos se observan cambios unguea-
son relativas y pueden imbricarse; un 5% de los casos co- les, con puntilleo en latón martillado o traquioniquia (fig.
munes evoluciona a éstas. 134-7), engrosamiento o adelgazamiento, líneas de Beau,

 Figura 134-2. Alopecia areata, placas múltiples.  Figura 134-4. Alopecia areata de cejas y pestañas.

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732 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

 Figura 134-6. Alopecia universal.

clásicos de AA, mientras que en la incógnita múltiples pun-


tos amarillos (más de 80%) y datos de miniaturización folicu-
lar. En casos de duda se recomienda tomar biopsia guiada
por dermatoscopia.

Datos histopatológicos
En la fase activa hay infiltrados inflamatorios por linfocitos
(CD4+ y CD8+) con disposición peribulbar e intrabulbar,
cambios degenerativos de la matriz del pelo, disminución
de pelos terminales en anágeno y aumento del número de
pelos en catágeno y telógeno, así como la estela folicular y
miniaturización. En la fase crónica, la mayoría de los pelos
están miniaturizados, en catágeno o telógeno, y la inflama-
ción peribulbar es mínima.
La biopsia transversal de piel cabelluda ayuda en el
diagnóstico, ya que cuanto mayor es el tiempo de evolución
la densidad de unidades foliculares por milímetro cuadrado
disminuye y se presenta aumento de los folículos en catáge-

 Figura 134-5. A y B. Ofiasis de Celso.

onicorrexis, onicomadesis, coiloniquia, leuconiquia, opaci-


dad y onicólisis (cap. 137). Se ha informado relación con
alteraciones oculares (como opacidad del cristalino y cata-
rata subcapsular), tiroiditis y vitiligo; el vínculo observado
con otras enfermedades parece ser fortuito.

Dermatoscopia
Puede ser útil si se encuentra alguno de los siguientes sig-
nos: pelos cadavéricos (puntos negros), pelos en signos de
admiración (!) (pelos en huso o afilados), pelos distróficos o
rotos, pelos cortos y delgados en crecimiento y puntos ama-
rillos (fig. 134-8). En la forma difusa se observan los datos  Figura 134-7. Traquioniquia.

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Capítulo 134  Alopecia areata 733

ren aplicaciones más cosméticas como las espumas o locio-


nes de clobetasol o betametasona. Se llega a utilizar elimi-
quimod en crema al 5%, análogos de la vitamina D (véase
cap. 169) y retinoides (véase cap. 169). En jóvenes con pla-
cas localizadas, de evolución corta y datos de inflamación,
se usa triamcinolona por vía intralesional, 2.5 a 5 mg/mL; se
infiltran como máximo 3 mL por sesión; se inyecta 0.1 mL en
cada punción intradérmica, dejando 1 cm de distancia en-
tre cada una, cada 4 a 6 semanas; existe riesgo de atrofia. Se
debe suspender en ausencia de respuesta a los seis meses y
si se infiltra en cejas hay riesgo de aumento de presión in-
traocular, glaucoma y catarata. El ungüento de antralina al
0.4% se aplica por vía tópica; se deja actuar durante 30 min
y se aumenta de manera gradual el tiempo de exposición de
acuerdo con la tolerancia. Se recomienda brindar apoyo psi-
cológico, sin perder de vista que algunos casos requerirán
tratamiento especializado; a veces se necesitan sedantes.
En la forma universal o de las cejas puede usarse cortico-
terapia por vía tópica, intralesional o sistémica, prednisona
 Figura 134-8. Alopecia areata bajo dermoscopio. 0.8 mg/kg, durante seis semanas, o incluso pulsos mensua-
les de metilprednisolona, dexametasona o acetónido de
triamcinolona. En pacientes con alopecia total se puede
no y en telógeno, al mismo tiempo que se invierte la rela- usar la isoprinosina (metisoprinol), 3 g/día durante 15 días,
ción anágeno-telógeno y de pelos terminales-vellos. y luego 1 g/día durante varios meses, pero puede haber re-
cidiva al suspenderla; también se usa la sulfasalazina, 500
Diagnóstico diferencial mg dos veces al día, para aumentar hasta 1 a 3 g/día. Como
coadyuvante se puede usar la solución de minoxidil al 5%,
Tricotilomanía (fig. 50-7), tiña de la cabeza (figs. 94-3 a 94-5), muestra un ligero beneficio, que con sus efectos secundarios
secundarismo sifilítico (figs. 51-14 y 51-15), lupus eritemato- puede ocasionar irritación, hipertricosis facial y de antebra-
so (fig. 31-2), efluvio telógeno, alopecia androgenética (figs. zos, cefalea y taquicardia. El interferón-α por vía intralesio-
133-8, 133-9), alopecia frontal fibrosante, alopecia triangular nal y la ciclosporina A por vía oral son alternativas ante el
temporal (fig. 62B), por tracción o neoplásica (fig. 133-10), u fracaso de las medidas convencionales (véase cap. 169). La
otras alopecias cicatrizales. En la alopecia universal, efluvio inmunoterapia tópica se hace sensibilizando con dibutilés-
anágeno por intoxicación por talio. ter del ácido esquárico (SADBE) o difenilcicloprofenona
(DPCP); los efectos secundarios son eccema y linfadenopa-
tía cervical y occipital; tiene interés histórico el dinitroclo-
Tratamiento robenceno. El tratamiento con PUVA, o una modificación
Ninguno es ideal, depende la forma clínica, extensión, edad de éste llamada PUVA en turbante, en la que se aplica en
e impacto psicólogico del paciente. Son factores de mal pro- cada sesión una toalla empapada con solución de 8-me-
nóstico placas alopécicas persistentes por más de un año, ini- toxipsoraleno (8-MOP) al 0.0001% (1 mg/L) a 37 °C durante
cio o exacerbación después de la pubertad, historia familiar, 20 min. Se utilizan láser excimer, luz infrarroja, terapia fo-
patrón ofiásico, recurrencias, cambios ungueales, atopia y todinámica y fototermólisis fraccionada. No existe suficiente
síndrome de Down. No es necesaria la biopsia, pero cuan- evidencia del beneficio de los derivados biológicos como el
do la imagen histopatológica es de cronicidad, es difícil que etanercept, efalizumab, adalimumab, ustekinumab y el
haya respuesta a cualquier tratamiento. Hay un índice de infliximab (véase cap. 169), incluso podrían empeorar. En
evaluación para investigación (SALT, Severity of Alopecia niños y adultos también se utilizan metotrexato 15-25 mg/
Tool) y escalas para medir el impacto en la calidad de vida, semana (véase cap. 169), azatioprina (véase cap. 169), capsai-
pues en casos extensos, son comunes la ansiedad, depre- cina y bexaroteno en gel al 1%. Con tratamiento o inflamación
sión e incluso se informan suicidios. En casos extensos edu- puede haber repoblación capilar paradójica, en zonas
car en el uso de extensiones de pelo, pelucas, camuflaje o opuestas al sitio tratado (fenómeno Castling), en placas de
tatuaje de cejas. psoriasis (fenómeno Renbök) o ante inmunoterapia o corti-
Se han empleado de modo empírico y con buenos re- costeroides, repoblación concéntrica en diana que alterna
sultados toques irritantes con ácido acético glacial al 2 a 3% con áreas de alopecia.
en éter sulfúrico. Glucocorticoides de mediana potencia En pestañas se recomiendan análogos de prostaglandi-
por vía tópica (véase cap. 169) como acetónido de fluocino- nas, como las soluciones de latanoprost al 0.005% o de bima-
lona 0.2% o mometasona, en especial en menores de 10 toprost al 0.03% aplicadas en el borde libre de los párpados
años con menos de 1 año de evolución, en adultos se prefie- todas las noches hasta un año; como efecto secundario pue-

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734 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

de haber conjuntivitis, pigmentación periocular y cambios Janus cinasa (JAK) como tofacitinib, ruxolitinib y bariciti-
de color del iris. En ausencia de respuesta, queda aún el nib, pero hay recaída al suspenderse y tienen efectos secun-
recurso de la micropigmentación o la reposición quirúrgica. darios, está en estudio su administración tópica. Son útiles
Se estudian los liposomas, citocinas inmunosupresoras las estatinas por sus propiedades antiinflamatorias, se ha
como factor de crecimiento transformante-β (TGF-β) e in- usado la simbastatina/ezetimib 40/10 mg por 6 meses. Está
terleucina 10 (IL-10), inhibidores de mediadores de la apop- en estudio el apremilast y la fosfodiestersa 4, inhibidor de
tosis por el sistema de Fas-Fas, inhibición del receptor de crisaborol. En los países desarrollados se presentan funda-
linfocitos CD44v10, inducción de tolerancia y terapia géni- ciones de apoyo, como la National Alopecia Areata Founda-
ca. Por vía oral tienen buenos resultados los inhibidores de tion de Estados Unidos.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
CAPÍTULO
Piedras 135

vos. En diferentes mamíferos de África central se ha encon-


Sinonimia trado un padecimiento similar causado por otras especies
Enfermedad de Beigel, tinea nudosa, tricosporonosis geni- de Piedraia.
tocrural, tricosporia nudosa.

Cuadro clínico
Definición La piedra blanca (fig. 135-1) sobreviene en pelos de la piel
Padecimientos del pelo, causados por hongos, que se carac- cabelluda, con menor frecuencia de barba, bigote, pubis y
terizan por “nódulos” blandos, adheridos a los pelos; hay
una variedad blanca y otra negra, originadas por Trichospo-
rum spp., en especial T. asahii (T. cutaneum, T. beigelii), T.
mucoides, y T. inkin, y por Piedraia hortae, respectivamente.

Datos epidemiológicos
La distribución es cosmopolita; se encuentran en Europa,
este de Asia (en particular Japón y Rusia), Latinoamérica, y,
menos a menudo, en Estados Unidos. Suelen presentarse
en adultos jóvenes, con ligero predominio en varones; puede
haber epidemias familiares, pero son poco contagiosas. Pare-
cen intervenir en la transmisión fómites como peines, bro-
chas cosméticas, recipientes para lavarse el pelo y cosméticos.
La diabetes, la humedad y el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (sida) favorecen la aparición de piedra blanca y
de piedra negra y los lavados con agua y la sudoración exce-
siva. Se ha informado un caso de coexistencia de ambas
piedras.

Etiopatogenia A
La piedra blanca se produce por T. asahii (T. cutaneum, T. bei-
gelii), levadura filamentosa con artrosporas que afecta las
células de la cutícula del pelo, pero no penetra en este últi-
mo. Pertenecen al género Trichosporon: T. ovoides, T. inkin, T.
asahii, T. asteroides, T. cutaneum y T. mucoides. Las levaduras
del género Trichosporum pueden encontrarse en humanos
por cuatro situaciones: colonización, infecciones superfi-
ciales (piedra, onicomicosis y otomicosis), neumonía por
hipersensibilidad e infecciones diseminadas cutáneas o ex-
tracutáneas, o fungemia, especialmente en personas con
alteraciones inmunitarias.
La piedra negra es causada por Piedraia hortae, que atra-
viesa la cutícula sin afectar la corteza del pelo. Este hongo
sólo ocasiona piedra negra, es el único que produce coloni- B
zación macroscópica y que cumple su ciclo completo en el
humano, incluso la producción de ascosporas en pelos vi-  Figura 135-1. A y B. Piedra blanca con tinta Parker azul (10×).

ERRNVPHGLFRVRUJ
736 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

periné, y rara vez de cejas y pestañas; aparecen “nódulos” con métodos histopatológicos y tinciones de PAS y Gomori-
fusiformes bien adheridos, de 1 a 1.5 mm de longitud; a Grocott. El cultivo se inhibe con cicloheximida; en medio
veces se forman manguitos irregulares de color blancoama- de Sabouraud las colonias crecen en 2 o 3 días; adquieren un
rillento o café (marrón)-rojizo, translúcidos y blandos. La color crema o amarillentas (fig. 135-3); después se tornan ru-
piedra negra sólo se localiza en el tercio distal de los pelos de gosas y cerebriformes. Al microscopio óptico se observan
la piel cabelluda; los “nódulos” son de color café oscuro, fusi- blastosporas, hifas tabicadas y artrosporas rectangulares.
formes o cónicos, y duros; al pasar el peine dan la sensación En T. asahii se incluyen ahora T. cutaneum y T. beigelii. T. in-
de arena (fig. 135-2). En la región genital puede relacionar- kin es el agente causal más frecuente de piedra blanca geni-
se con lesiones inguinocrurales, con eritema y descamación tal, y junto con T. asahii y T. mucoides causan alteraciones
con prurito leve, y semejan candidosis (fig. 96-5). sistémicas, mucocutáneas y piedra blanca. Las diferentes
Algunos autores llaman “tricosporosis” a las infeccio- especies se identifican por pruebas bioquímicas o de prefe-
nes localizadas y “tricosporonosis” a las diseminadas, pero rencia por técnicas moleculares.
siguiendo la terminología actual y cuando no se trata de En la piedra negra, el examen directo revela filamentos
piedra, es mejor llamarlas infecciones por Trichosporon spp. fragmentados, que adoptan el aspecto de células poliédri-
cas; es posible observar ascas aisladas o agrupadas, con
ocho ascosporas. Las colonias crecen en 2 a 3 semanas; tie-
Datos histopatológicos nen aspecto cerebriforme, de color café o gris-negruzco, y
No se requiere biopsia. La tinción de los pelos con ácido son muy adherentes al medio. Al microscopio se encuen-
peryódico de Schiff (periodic acid-Schiff [PAS]) facilita la de- tran filamentos pigmentados, ramificados y tabicados; en
mostración de los elementos micóticos, que captan el colo- ocasiones se observan las ascas y ascosporas.
rante. La dermatoscopia es útil, pero es más sensible el estu-
dio microscópico. La identificación molecular se hace por
secuenciación de la región ITS y también puede identificar-
Datos de laboratorio se el género Trichosporon mediante espectrometría con
No existe fluorescencia con luz de Wood; puede ser algo MALDI-TOF.
verdosa en la piedra blanca. En el examen directo al mi-
croscopio, la piedra blanca muestra, entre las células de la
cutícula, filamentos de 2 a 4 µm de diámetro, tabicados, con
artrosporas rectangulares, ovoides o redondeadas (ectothrix).
La observación se facilita con tinta Parker azul (fig. 135-1) o

 Figura 135-3. Trichosporum beigelii: cultivo en medio de


 Figura 135-2. Piedra negra (10×). Sabouraud.

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Capítulo 135  Piedras 737

o cualesquiera de los derivados imidazólicos; asimismo, se


Diagnóstico diferencial puede emplear sulfuro de selenio al 2%, azufre precipitado
Pediculosis (figs. 87-1 y 87-2), tricomicosis (fig. 136-1), der- al 6% en petrolato, solución de clorhexidina, tintura de Cas-
matitis seborreica tubular (moldes de queratina), monilethrix tellani, piritione de zinc, anfotericina B por vía tópica o ci-
(figs. 133-1 a 133-3), tricorrexis nudosa (fig. 133-5), tiña de la clopiroxolamina.
cabeza (figs. 94-3 a 94-5), foliculitis (fig. 73-1). En piedra blanca se ha usado itraconazol o fluconazol
por vía oral (VO), 100 mg/día durante ocho semanas, y en
piedra negra, terbinafina, 250 mg/día en un lapso de seis
Tratamiento semanas. En el caso de infecciones profundas en aquellas
Lo más sencillo es el afeitado o corte de pelo. Son útiles los personas con alteraciones inmunitarias se recomienda la
toques de yodo al 1%, soluciones con ácido salicílico al 50%, anfotericina B.

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CAPÍTULO

136 Tricomicosis axilar

Sinonimia
Tricomicosis nudosa, tricobacteriosis.

Definición
Seudomicosis por Corynebacterium flavescens (C. tenuis), que
afecta los pelos de axilas, y rara vez de genitales, caracteri-
zada por formación de una vaina blanquecina y blanda que
envuelve el pelo; es de evolución crónica, asintomática, y
favorecida por la sudoración y mala higiene.

Datos epidemiológicos
Es cosmopolita, se observa con relativa frecuencia en la  Figura 136-1. Tricomicosis axilar.
consulta dermatológica, pero existen pocos informes publi-
cados. Predomina en climas calurosos y es más frecuente
en varones jóvenes (95%) con edad promedio de 32 años de siona decoloración de la ropa; los pelos pierden su brillo y
edad. Es excepcional en niños; hay casos familiares, pero es son más frágiles. Puede presentarse junto con otras corine-
poco contagiosa. bacteriosis.

Etiopatogenia Datos de laboratorio


Es causada por Corynebacterium flavescens (antes C. tenuis), Se observan las vainas mucoides en manguito con luz de
o por otras corinebacterias, que son bacilos difteroides que Wood y en dermatoscopia tienen un aspecto arrosariado.
penetran por una erosión del pelo y forman debajo de la En el examen directo se encuentra una vaina de aspecto
cutícula una colonia que se desarrolla hacia su extremo dis- granular, constituida por cocos y filamentos bacterianos
tal; las bacterias producen un material mucoide lípido que grampositivos que no atraviesan el pelo, dispuestos en aba-
actúa como pegamento (similar a glucanos) y genera mal
olor; otros autores consideran que la desecación de sudor
apocrino espeso produce un cemento insoluble, con coloni-
zación secundaria por Corynebacterium. Es favorecida por la
sudoración y mala higiene.

Cuadro clínico
Afecta de manera preferente los pelos de las axilas (92%),
en ocasiones los de genitales y, rara vez, cabellos; alrededor
del pelo se forma una vaina o manguito blando, blanqueci-
no e irregular; a veces adopta aspecto nodular. Puede ser
amarillenta (98%), roja o café (marrón) negruzca, lo que da
lugar a las variedades flava, rubra y nigra, respectivamente
(fig. 136-1). No deteriora el folículo. No se observan sínto-
mas, hay hiperhidrosis (87%) y el sudor puede cambiar de
color (bromhidrosis o cromhidrosis). La evolución es cróni-  Figura 136-2. Tricomicosis axilar: aspecto microscópico del
ca, con recidivas frecuentes; se acompaña de mal olor y oca- pelo.

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Capítulo 136  Tricomicosis axilar 739

nico o como masa homogénea y mucilaginosa (fig. 136-2). rrexis nudosa (fig. 133-5), moldes de queratina por derma-
El cultivo de Corynebacterium flavescens es difícil; se efectúa titis seborreica.
en gelosa-sangre de borrego a 37 °C. Las colonias son blan-
co-grisáceas; fermentan dextrosa; el estudio al microscopio
revela que están formadas por filamentos grampositivos Tratamiento
ramificados en T, V o Y, y por formas bacilares. En un caso Lo más sencillo es el rasurado y una higiene adecuada, de
se ha informado Corynebacterium propinquum. preferencia con jabones antisépticos o antibacterianos. Se
emplean loción alcohólica con formol al 1 o 2%, loción sali-
cilada al 3%, tintura de yodo al 1%, champú o crema con
Diagnóstico diferencial disulfuro de selenio al 2.5%, soluciones tópicas de clindami-
Pediculosis del pubis (fig. 87-8), piedras blanca y negra cina y eritromicina, crema de naftifina, o polvos de deriva-
(figs. 135-1 y 135-2), monilethrix (figs. 133-1 a 133-3), trico- dos azólicos, todos en dos aplicaciones diarias.

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CAPÍTULO

137 Onicopatías

Alteraciones más frecuentes Doliconiquia. Uñas largas, el eje longitudinal es mayor


que el transverso, se ven en síndromes de Ehlers-Danlos,
en las uñas Marfan, hipopituitarismo y displasia ectodérmica anhidró-
tica (fig. 64-1).
Definición Braquioniquia. Uñas cortas o en raqueta, el eje trans-
versal es mayor que el longitudinal, puede presentarse de
Las onicopatías o alteraciones ungueales pueden ser congé- manera aislada o relacionarse con falange corta, ser congé-
nitas o adquiridas, primarias o secundarias, y relacionarse nita (autosómica dominante) o adquirida y predomina en el
con enfermedades sistémicas o dermatológicas, o con con- pulgar.
sumo de fármacos; muchas se estudian en los capítulos co- Onicomadesis. Alteración de la matriz que produce
rrespondientes de esta obra. separación proximal de la lámina ungueal; puede ser ad-
quirida, como en el liquen plano erosivo, la paroniquia
crónica, enfermedades sistémicas, reacciones a fármacos,
Datos generales dermatosis ampollares, radioterapia y traumatismos, o tal
Constituyen 5 a 10% de las enfermedades dermatológicas, y vez determinada por mecanismos genéticos, como en la
40 a 50% son onicomicosis. El poco conocimiento de las caída periódica de las uñas (fig. 49-18).
enfermedades de las uñas parece deberse a escasa expre- Coiloniquia o uñas en cuchara. Predomina en manos;
sividad, morfología similar, nomenclatura compleja, voca- las uñas pierden su convexidad normal; los pliegues distal
bulario confuso, falta de experiencia clínica, así como a la y laterales muestran eversión, y se acompaña de hapaloni-
reticencia a la obtención de biopsia, por parte tanto del mé- quia (uñas delgadas); la alteración por lo general es asimé-
dico como del paciente, ya que puede ser un procedimiento trica; puede ser fisiológica, como en los recién nacidos;
invasivo, incómodo y con la posibilidad de dejar deformi- ocupacional, o relacionarse con deficiencia de hierro (fig.
dad permanente. 137-1).
Para un adecuado estudio de las uñas basta una inspec- Onicólisis. Trastorno del lecho que provoca separación
ción ocular con luz natural, pero es indispensable eliminar distal o lateral de la lámina ungueal; la aguda se relaciona
esmaltes, conocer la frecuencia del corte para estimar la ra- con traumatismos, sustancias químicas o fármacos, y la cró-
pidez de crecimiento (seis meses para las uñas de las manos nica, en general con micosis (Cándida), psoriasis, fármacos
y un año para las de los pies) y, como estudios complemen-
tarios, realizar transiluminación, dermoscopia, estudios
micológicos y bacteriológicos, biopsia, y en ocasiones radio-
grafías, o estudios menos sencillos como el ultrasonido,
capilaroscopia, microscopia confocal y otros.
Deben explorarse las 20 uñas, el pelo y las mucosas; la
topografía de la afección ungueal incluye lámina, lúnula
(matriz), lecho y partes blandas (cap. 1); se valora la sime-
tría o asimetría de las lesiones, y puede ejercerse presión
leve sobre la lámina, lo que permite apreciar mejor el color
del lecho, así como su vascularización y la presencia de dolor.

I. Alteraciones de la forma
Anoniquia. Falta de uñas, es congénita o adquirida, como
en el síndrome de uña-rótula.
Macroniquia. Uñas grandes, en el gigantismo y el sín-
drome de Proteus (cap. 124).
Microniquia. Uñas pequeñas, puede ser congénita o
adquirida (traumática).  Figura 137-1. Coiloniquia.

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Capítulo 137  Onicopatías 741

 Figura 137-2. Paquioniquia congénita.

o cosméticos, o enfermedades sistémicas, o ser idiopática;


en los pies puede tener causas profesionales, por traumatis-
mos menores, como en bailarinas o deportistas, o ser auto-
infligida (fig. 96-7).
Hiperqueratosis subungueal. Hiperplasia epidérmica
por debajo del borde subungueal distal o lateral; se observa  Figura 137-4. Uñas en vidrio de reloj, dedos hipocráticos.
en la onicomicosis dermatofítica, ante todo en el primer de-
do del pie (ortejo); puede presentarse en psoriasis y ecce-
ma, entre otras (fig. 94-23). que se aprecia con desviación hacia el plano lateral. Se
Paquioniquia. Engrosamiento o hipertrofia de la lámina; identifica al nacimiento y puede tener resolución espontá-
predomina en ancianos; la sobrecurvatura longitudinal exa- nea en los primeros años de vida, de no ser así, se requiere
gerada se llama “uña en garra” u onicogrifosis (fig. 137-2). intervención quirúrgica por el riesgo de generar onicogrifo-
Puede ser congénita (paquioniquia congénita), o adquirida, sis o alteraciones en la deambulación.
como en onicomicosis y después de extracciones ungueales. Hipocratismo digital, dedos en palillo de tambor o en
La sobrecurvatura longitudinal se denomina uña en “pico de vidrio de reloj. Depende de sobrecurvatura transversal y
loro”, y la transversal, “uña en teja o tenaza” (fig. 137-3). longitudinal de la uña (fig. 137-4). Las uñas hipocráticas
La “mala alineación congénita de la uña del primer pueden ser congénitas o fisiológicas, y muchas veces acom-
ortejo”, es un trastorno multifactorial que afecta la orienta- pañan a enfermedades cardiopulmonares, o también gastro-
ción anatómica del aparato ungueal, en el cual su eje longi- intestinales, endocrinas, hemáticas o a candidosis mucocu-
tudinal no es concordante con el de la falange distal, por lo tánea crónica. Puede mostrar vínculo con osteoartropatía
hipertrófica. Cuando son primarias se relacionan con piel
gruesa y eso se denomina paquidermoperiostosis, las se-
cundarias muestran vínculo con infecciones y neoplasias
pulmonares. El ángulo de Lovibond es de más de 180°; este
ángulo es el que se observa al colocar el dedo de perfil, y se
forma entre el pliegue ungueal proximal y la lámina un-
gueal; por lo normal es de 160° o menos.

II. Alteraciones de la superficie


Fosillas ungueales (“pits”). Depresiones puntiformes u ho-
yuelos por daño de la matriz proximal que constituyen el
“signo del dedal” en la psoriasis (fig. 48-17). Pueden verse
también en individuos sanos, o ante eccema, traumatismo
ocupacional, secundarismo sifilítico, pitiriasis rosada y sín-
drome de Reiter. Cuando son más pequeñas y superficiales
dan el aspecto de lija, y la alteración se conoce como traquio-
niquia (fig. 134-7) que puede ser idiopática o presentarse en
la alopecia areata, el liquen plano y el síndrome de las 20
uñas.
Fisuras y surcos. Depresiones horizontales; cuando son
 Figura 137-3. Uña en teja y granuloma piógeno. muy profundas se llaman surcos o líneas de Beau (fig. 137-5);

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742 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

indican periodos de reducción del crecimiento en la matriz rrexis, que puede ser fisiológica en ancianos o presentarse
ungueal. En los recién nacidos son fisiológicas, en los adultos en la enfermedad de Darier, la insuficiencia vascular perifé-
se presentan ante fiebre, eccema, perionixis, manicura in- rica, el liquen plano y la radiodermitis.
adecuada, tratamiento con citostáticos, y tics, que dan lugar Onicosquisis. Desprendimiento laminar, se observa
a retracción de la cutícula; si se afectan las cutículas de ambos ante exposición constante a humedad, uso de detergentes y
pulgares, da lugar a un defecto longitudinal o distrofia un- enfermedad de Darier.
gueal media. Esta última es muy parecida a la distrofia ungueal
media canaliforme de Heller, con imagen en pino invertido; es III. Alteraciones de la consistencia
de causa desconocida, poco frecuente, relacionada con trau-
matismo repetido y con cierta tendencia familiar que puede Hapaloniquia y uñas frágiles. Las primeras son las uñas
responder al tratamiento con esteroides. blandas y las segundas son quebradizas, por exceso de hi-
Hendiduras o estrías. Depresiones longitudinales. Si dratación; ambas se observan en ancianos y ante enferme-
es única se relaciona con una neoplasia de la matriz un- dades sistémicas como artritis y caquexia, o por solventes,
gueal (fig. 55-6), y si son múltiples, constituyen la onico- esmaltes e infecciones.

IV. Alteraciones periungueales


Pterygium dorsal. Falta de lámina por destrucción de la
matriz ungueal; ello permite que el eponiquio avance sobre
el lecho y deje un defecto triangular; es característico del
liquen plano, y se presenta también ante trastornos circu-
latorios, onicotilomanía, radiodermitis, enfermedades am-
pollares y farmacodermias (fig. 49-6).
Pterygium ventral. Es un defecto autosómico domi-
nante. Se observa en el borde subungueal distal y casi siem-
pre afecta a madre e hija; también puede relacionarse con
enfermedades del tejido conjuntivo, como enfermedad de
A Raynaud y esclerosis sistémica.
Paroniquia o perionixis. Inflamación o separación de la
cutícula; puede ser aguda o crónica, y depender de trauma-
tismos repetidos, como el hábito de chuparse el dedo, mor-
derse las uñas o la queratinofagia, onicotilomanía, así como
tratamientos cosméticos y exposición a químicos solventes,
esmaltes, acrílicos y otros (cap. 50). Las infecciones bacte-
rianas pueden originar cuadros con evolución severa inclu-
so con formación de abscesos periungueales; también se
relaciona con infecciones por Candida spp. o dermatitis
por contacto (fig. 96-9); esta última por lo general es ocupa-
cional.
Onicocriptosis. Uñas encarnadas (cap. 138, fig. 138-1).

B V. Discromía ungueal
Alteraciones del color que reciben el nombre según este últi-
mo: leuconiquia, melanoniquia, xantoniquia, cloroniquia,
eritroniquia, entre otras (figs. 53-12, 53-19 y 94-24). Cuando
la pigmentación es exógena sigue la línea de la cutícula, y si
es endógena, la lúnula. Las causas son muy variadas: trauma-
tismos, sustancias químicas, agentes físicos, fármacos, hon-
gos, bacterias, nevos y neoplasias, entre las más frecuentes.
Leuconiquia. Puede ser congénita o adquirida (onico-
micosis) (fig. 53-12), verdadera o aparente, y total o parcial
(traumatismo). Las verdaderas se desplazan con el creci-
miento de la uña y no desaparecen a la digitopresión. Tradi-
cionalmente se han utilizado diferentes epónimos para su
C
descripción; entre las aparentes se encuentran las uñas de
 Figura 137-5. A. Líneas de Beau. B. Onicólisis dermatofítica. Terry donde toda la lámina se observa blanca excepto su
C. Onicólisis por Candida spp. tercio distal, que es rojo; se producen principalmente por

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Capítulo 137  Onicopatías 743

hepatopatías; en las “uñas mitad y mitad” el 50% de la lámi-


na proximal es blanca y la distal es roja, muestran vínculo
con insuficiencia renal; las de Muehrcke con bandas blan-
cas transversales, paralelas a la lúnula, relacionadas con hi-
poalbuminemia; las de Mee dependen de intoxicación por
metales pesados, son semejantes en clínica, pero son leuco-
niquias verdaderas en que la lámina ungueal se blanquea, a
diferencia de la seudoleuconiquia en que la coloración blan-
quecina se observa por trastornos en el lecho y la transluci-
dez de la lámina.
Melanoniquia. Puede ser longitudinal, como en nevos o
melanoma; estriada, causada por fármacos o enfermedades
sistémicas, o bien, racial o friccional provocada por trauma-
tismo repetido, relacionado por lo general a mala arquitec-
tura podálica.
La argiria origina color azul (fig. 29-1).
A

Enfermedades más frecuentes


del aparato ungueal
Las onicopatías pueden ser de origen vascular, pigmenta-
rio, tumoral, inflamatorio e infeccioso; algunas cabalgan
entre esta clasificación, por ejemplo, el melanoma es pig-
mentario y tumoral, las verrugas son infecciosas y tumora-
les. Las muy frecuentes, como la onicomicosis, el liquen
plano o la onicocriptosis, se tratan en los capítulos corres-
pondientes (caps. 49, 94, 96 y 138).

Tumor glómico
Es un tumor que se caracteriza por dolor pulsátil intenso
espontáneo o provocado por pequeños traumatismos y
cambios de temperatura. Se ve a través de la lámina como
una mancha milimétrica de color rojo-azulado; la mitad de
éstos causa deformidad de la uña. Es un tumor bien dife- B
renciado, que se debe a la proliferación de células glómicas
que son células cúbicas con núcleo hipercromático y cito-
plasma pálido; el dolor depende de la presencia de nervios
mielinizados y no mielinizados (cap. 143, fig. 143-1).

Melanoniquia
Tiene una pigmentación difusa o una línea de color café
(marrón) o negra en la lámina ungueal (estriada), y se pro-
duce por incremento del depósito de melanina (fig. 137-6), o
por un mayor número de melanocitos. Se origina en el lecho
ungueal; es muy frecuente en personas de piel oscura (mela-
noniquia racial); se relaciona con enfermedades sistémicas,
como la enfermedad de Addison (fig. 28-2) o con consumo
de fármacos como azidotimidina (AZT) (fig. 53-19).

Nevo de unión C
Puede causar melanoniquia estriada. Se encuentran nidos  Figura 137-6. A. Melanoniquia estriada. B. Melanoniquia
de melanocitos normales en las crestas interpapilares con estriada bajo dermatoscopio. C. Melanoniquia con distribución
melanina en cantidad variable (cap. 123). homogénea del pigmento, sugestiva de benignidad.

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744 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

matriz y en el lecho ungueal se aprecian acantosis psoriasifor-


me con exocitosis de células mononucleares, capa granular
escasa y focal, papilomatosis y necrosis, así como microabsce-
sos de neutrófilos intraepiteliales (de Kogoj) y entre la quera-
tina de la lámina ungueal (de Munro) (cap. 48).

Liquen plano
Hay afección de las uñas en 15% de los enfermos; las altera-
ciones más frecuentes son pterigyum dorsal, onicomadesis,
traquioniquia, estrías, surcos transversales, hiperqueratosis
subungueal y atrofia (cap. 49, figs. 49-6 y 49-18).

A B Verrugas virales
 Figura 137-7. A. Melanoniquia longitudinal; hiperplasia de Tienen localización periungueal o subungueal; son causa-
melanocitos. B. Granuloma piógeno. das por el virus del papiloma humano (VPH), y son de difí-
cil tratamiento (fig. 113-4). En la biopsia se encuentran pa-
raqueratosis en columnas, hipergranulosis con grandes
gránulos de queratohialina y algunos queratinocitos con un
Hiperplasia de melanocitos halo perinuclear (coilocitos) (fig. 137-8); acantosis irregular,
Es una mácula pigmentada en la matriz ungueal debida al papilomatosis y crestas interpapilares dirigidas hacia el
aumento de la actividad, o el número, o ambos, de melano- centro. El tratamiento debe instalarse con queratolíticos o
citos. Puede haber melanocitos hiperplásicos, pleomórficos, crioterapia, su recurrencia es alta.
poligonales o dendríticos (fig. 137-7). Algunos autores la lla-
man hiperplasia de melanocitos atípicos, otros la consideran Carcinoma epidermoide
melanoma in situ. Deben vigilarse de cerca o de preferencia
tratar como un melanoma maligno (cap. 154), principal- Es uno de los tumores malignos más frecuentes en la uni-
mente si la banda es demasiado oscura y mide más de 4 mm. dad ungueal, puede ser invasivo o in situ (enfermedad de
Bowen) (fig. 137-9). Puede relacionarse con una infección
previa por VPH, en especial de los tipos 16, 34 y 35. Predo-
Melanoma maligno mina entre los 50 y 69 años de edad. En el estudio histoló-
Por lo general se localiza en pulgar o primer dedo del pie, gico se encuentran células escamosas pleomórficas y con
algunas veces se origina en un nevo o hiperplasia de mela- atipia (fig. 153-6).
nocitos. Es asintomático, aunque puede haber dolor, ulcera-
ción o hemorragia. La distribución del pigmento hacia los Fibroqueratomas
pliegues laterales o proximal se llama signo de Hutchinson,
y es indicador de melanoma subungueal (fig. 154-10). Es Pueden ser hereditarios o adquiridos. Se originan en el teji-
una forma de melanoma acral lentiginoso; el estudio histo- do conjuntivo dérmico o en el pliegue proximal, son secun-
lógico revela un modelo lentiginoso con pleomorfismo, con
melanocitos atípicos, dendríticos, individuales o en nidos,
basales y suprabasales (cap. 154, fig. 154-15). Ante la sospe-
cha de este diagnóstico, es indispensable considerar la posi-
bilidad de llevar a cabo una biopsia a nivel de la matriz, ya
que esto determina la gravedad del proceso, la conducta
terapéutica a seguir y el pronóstico del paciente.

Psoriasis
Hay afección de las uñas en 50% de los pacientes; la derma-
tosis puede estar restringida a las uñas. Las lesiones son, en
orden de frecuencia: hoyuelos, onicólisis, distrofia, discro-
mías con una característica coloración parda dando el aspecto
de una “mancha de aceite”, hiperqueratosis subungueal,
anormalidades de la lámina ungueal y hemorragias en asti-
lla. Los hoyuelos son raros en las uñas de los pies. En la  Figura 137-8. Verruga viral: coilocitos (HE, 40×).

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Capítulo 137  Onicopatías 745

 Figura 137-10. Encondroma de la falange distal.


A

Exostosis subungueal
Es un sobrecrecimiento óseo o cartílago calcificado, muy
frecuente en jóvenes y localizado en el primer dedo del pie.
Es de origen fibrocartilaginoso, con hueso trabecular madu-
ro. Se presenta poca calcificación u osificación (figs. 138-3 y
138-4). El estudio radiológico puede ser una herramienta
útil para corroborar la impresión diagnóstica. En la derma-
toscopia se ha observado ectasia vascular, hiperqueratosis,
onicólisis y ulceración.

Encondroma
B Es un tumor doloroso que puede afectar una uña de la ma-
no, ocasiona deformidad de la lámina y cambios de color
 Figura 137-9. A. Carcinoma epidermoide. B. Carcinoma
Bowen.
(fig. 137-10), predomina en mujeres de 30 a 50 años de
edad. La imagen clínica es de un surco longitudinal, paroni-
quia o dedo hipocrático. Es causa de fracturas patológicas y
en la radiografía es un defecto radiolúcido bien definido
darios a traumatismos o aparecen de manera espontánea y
(fig. 137-11); en la biopsia se encuentra cartílago hialino,
están localizados en los dedos. Se manifiestan por una lesión
dispuesto en un modelo nodular en la base o parte media
exofítica, pediculada o sésil, con áreas de hiperqueratosis,
de la falange distal (fig. 137-12). Se trata con raspado (cure-
epidermis aplanada, y haces de colágeno desordenados en
taje) e injerto óseo, pues puede degenerar en un condrosar-
toda la dermis, con incremento del número de fibroblastos,
coma.
así como de la cantidad de vasos sanguíneos, los que se en-
cuentran dilatados.

Tumor de Koënen
De estirpe benigna, angioqueratomas filiformes o peduncu-
lados que aparecen en los pliegues proximal o laterales, se
relacionan a la esclerosis tuberosa y aparecen hasta en el
50% de los pacientes con este diagnóstico (fig. 55-6). El tra-
tamiento es quirúrgico con posibilidad de recidiva.

Neurofibroma
Es un tumor doloroso que cuando se ubica en el pliegue
proximal puede producir una depresión longitudinal; si la
localización es subungueal causa distrofia. La biopsia revela
que está constituido por células fusiformes laxas con núcleo
ondulado, presencia de algunos mastocitos y estroma páli-
do mixoide.  Figura 137-11. Encondroma: imagen radiolúcida.

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746 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

 Figura 137-12. Encondroma: cartílago hialino nodular.  Figura 137-14. Onicopapiloma.

Onicomatricoma Puede deberse a hiperplasia del epitelio del lecho, hiperpla-


sia reactiva por irritación crónica o trauma o enfermedad in-
Tumor fibroepitelial benigno de matriz que penetra la lámi- flamatoria como liquen plano. Se manifiesta por eritroniquia
na y afecta a mujeres de alrededor de los 50 años de edad, longitudinal, leuconiquia o melanoniquia y la dermatoscopia
predomina en dedos de las manos y la lesión es única o del borde libre muestra una masa queratósica subungueal
múltiple. Se han informado alrededor de 80 casos. Se caracte- con una fisura; hay dolor a la palpación (figs. 137-14 y
riza por una tétrada compuesta por: uña amarilla, hiperquera- 137-15), acantosis del lecho y metaplasia de la matriz.
tosis, hemorragias en astilla y sobrecurvatura transversal y
longitudinal. A la dermatoscopia se observa una hemorra-
gia estriada, bandas blancas longitudinales y perforaciones Tratamiento
distales de uña que son los canales creados por el tumor e
Corrección de la enfermedad fundamental o de los factores
hipercapilaridad (fig. 137-12 y fig. 137-13).
subyacentes; puesto que depende de éstos. En los capítulos
correspondientes se presenta mayor información.
Onicopapiloma
Es una lesión queratósica subungueal distal que depende
de matriz y lecho. Se han descrito alrededor de 80 casos.

 Figura 137-13. Onicomatricoma.  Figura 137-15. Onicopapiloma.

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CAPÍTULO

138 Onicocriptosis

Sinonimia Cuadro clínico


Uña encarnada, uña enterrada, unguis incarnatus, uñero, Es mucho más frecuente en el primer dedo del pie; puede
uña oculta, onixis lateral. ser unilateral o bilateral; la lámina ungueal se introduce en
las partes blandas vecinas, y causa levantamiento del tejido
periungueal. Existe una etapa inicial con edema, una etapa
Definición intermedia con infección y secreción y una etapa tardía que
se acompaña de hipertrofia del pliegue lateral y tejido de
Es una onicopatía mecánica dolorosa y multifactorial, cau- granulación. Las uñas pueden estar deformadas, engrosadas
sada por la penetración de los bordes laterales de la lámina y tener color amarillento (figs. 138-1 y 138-2). Algunos auto-
ungueal en las partes blandas del dedo (por lo general en el res consideran los siguientes tipos: uñas normales, con gri-
primer ortejo del pie); suele agregarse infección bacteriana fos o espolones por corte inadecuado; uñas deformadas y
e inflamación, y puede ser incapacitante. curvas; uñas normales con labios hipertróficos, uña encar-
nada anterior y brote carnoso. Sin embargo, de acuerdo

Datos epidemiológicos
Es una de las onicopatías más frecuentes después de la oni-
comicosis; ocurre en ambos sexos y a todas las edades. Se
presentan formas infantiles, pero predomina durante el se-
gundo y tercer decenio de vida.

Etiopatogenia
Onicopatía mecánica de origen traumático, súbito o por
percusión repetida, por alteraciones anatómicas, en espe-
cial hay un factor constitucional debido a la mayor anchura
de la uña en relación con el lecho o sobrecurvatura de la
lámina ungueal (uña en pinza, en omega o en corneta) y
puede ser congénita o presentarse en lactantes. Los facto- A
res predisponentes son: piel blanca y sudorosa, hiperhidro-
sis, pliegues laterales exuberantes (hipertróficos) ya sea por
la configuración anatómica propia del individuo o por der-
matopatías aledañas, bordes laterales de la uña cortantes y
delgados, corte en ángulo agudo y otro tipo de manipu-
lación con fines cosméticos, compresión por calzado de
horma inadecuada, y presión continua sobre el suelo por
alteración estática postural, como en el pie plano, así como
actividades deportivas o artísticas como la danza, pueden
ser factores de riesgo asociados al desarrollo de la enferme-
dad. La uña encriptada produce un efecto de tipo cuerpo
extraño que desencadena una reacción granulomatosa;
puede sobrevenir una infección agregada. La retroniquia,
onicocriptosis o encajamiento proximal se deben a un trau-
B
matismo distal que hace perder la continuidad entre la ma-
triz y la lámina ungueal, e impide la progresión distal de la  Figura 138-1. A. Onicocriptosis. B. Onicocriptosis por uña
uña nueva. en pinza.

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Capítulo 138  Onicocriptosis 749

las uñas en ángulo recto, dejándolas más largas. Antisépti-


cos locales, como sulfato de cobre al 1 x 1 000 o solución de
súperoxidación.
Los casos leves pueden tratarse mediante introducción
de filamentos de algodón con nitrato de plata al 10% en el
surco de la uña; se repite la aplicación hasta que el borde de
esta última quede libre; o se fija con una férula de cianoacri-
lato; también se ha usado diatermia bipolar o colocación de
canales de plástico en los canales ungueales laterales. Pue-
den aplicarse técnicas del pedicuro o podólogo, con adita-
mentos metálicos en abrazadera (ortonixia), que permitan
obtener un crecimiento más recto de la uña, o calzado orto-
pédico si se observan trastornos posturales. Se puede colo-
A car una lámina de resina (Transpore®, Nescare®) que se
adhiere al borde lateral del dedo afectado, a manera de un
vendaje que se puede dejar colocado hasta nueve meses;
disminuye el dolor y la deformidad. Otra opción es usar
queratolíticos de baja potencia en crema o ungüento, con
concentraciones de urea al 30 o 40% y masaje periungueal,
para favorecer el crecimiento libre de los pliegues reblande-
ciendo la lámina.
Las técnicas quirúrgicas son procedimientos ocasional-
mente resolutivos. Se produce isquemia transitoria con una
liga de caucho en la parte proximal del ortejo, y se reseca la
parte encarnada, se retira la espícula con destrucción de
la matriz ungueal, exponiéndola o no, correspondiente a
esa zona (técnica de Hanecke), con aplicación durante un
minuto de fenol al 70-80%, hidróxido de sodio al 10%, o le-
grado más electrodesecación (existe controversia de cuál
B deja más inflamación y dolor); el fenol se debe remover con
 Figura 138-2. A y B. Onicocriptosis bilateral. alcohol solo o mezclado con clorhexidina para evitar lisis
del tejido circundante; está contraindicada su aplicación en
aquellos pacientes con enfermedad vascular periférica, em-
barazo, y en menores de seis años de edad. En formas bila-
con Baran los tipos mayores son: sobrecurvatura de la lá- terales se aconseja la resección en media luna de las partes
mina ungueal o verdadera onicocriptosis (uñas en pinza), blandas (técnica de Dubois). También existe la matricecto-
encarnamiento subcutáneo de la uña, e hipertrofia de los mía quirúrgica y en “súper U” que implica la resección de
pliegues laterales. Recientemente se describió la uña encar- los ángulos de la matriz en conjunto con el tejido redundan-
nada proximal o retroniquia, que causa paroniquia proxi- te periungueal en un solo tiempo. Hay reportes sobre el uso
mal persistente. de láser para ocasionar quemadura de la matriz por medio
Si la infección agregada es grave, causa deformación físico, de ellos se prefiere el de dióxido de carbono fraccio-
de la región periungueal, y se acompaña de inflamación nado (CO2), el mecanismo es similar al que se ejerce con la
intensa con dolor “exquisito”, secreción purulenta y forma- electrofulguración; sin embargo, debe realizarse por perso-
ción de abscesos. En casos muy crónicos, el aspecto es tu- nal capacitado e implica altos costos. Aunque es una prácti-
moral por tejido de granulación. Este trastorno en el primer ca recurrente en nuestro medio, la avulsión de la lámina o
dedo del pie causa disfunción de extremidades inferiores y extracción total de la misma no es una técnica recomenda-
cambios en la postura, que pueden favorecer caídas y alte- da por el riesgo de distrofia o infección y las altas tasas de
raciones ortopédicas a largo plazo. recidiva del cuadro.
Algunos usan antiséptico como la polihexanida al 0.1%
para evitar la infección posterior a la avulsión o antibióticos
Diagnóstico diferencial tópicos como mupirocina, ácido fusídico, retapamulina, nadi-
Onicomicosis (figs. 96-7 y 94-23), exostosis subungueal (fig. floxacina y otros.
138-3), granuloma piógeno (fig. 144-8), uña en pinza, otros La retroniquia también se debe manejar con antiinfla-
tumores subungueales y procesos inflamatorios de los plie- matorios e intervención quirúrgica. Las posibilidades de
gues periungueales (paroniquia o perionixis). recurrencia son inminentes si no se instruye de manera
Evitar eventos traumáticos, la manipulación empírica o precisa al paciente y se retiran obligadamente los factores
inadecuada, favorecer el uso de calzado adecuado, corte de desencadenantes del proceso.

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750 Sección XVII  Enfermedades de los anexos (tricopatías y onicopatías)

138a Exostosis subungueal


Sinonimia
Exostosis de Dupuytren.

Definición
Crecimiento óseo y fibrocartilaginoso reactivo benigno, a
menudo causado por traumatismos, que se presenta en una
falange distal (habitualmente por debajo del lecho ungueal),
en especial del primer dedo del pie, y que levanta la lámina
ungueal (onicólisis) y la deforma. El diagnóstico se basa en
la tríada de: dolor, deformación ungueal y alteraciones radio-
gráficas.

Datos epidemiológicos
 Figura 138-3. Exostosis subungueal.
Aparece por igual en ambos sexos. Aparece por igual en am-
bos géneros entre el tercer y cuarto decenio de vida; en un
estudio reciente se ha observado en menores de 18 años de sis múltiples. La forma hereditaria se presenta en los prime-
edad (55%). Las lesiones aparecen en los dedos de los pies ros tres decenios de la vida, y la adquirida después.
casi a los 20 años, y en los de las manos hacia los 40; en este
último sitio se han informado sólo 42 casos. Se considera
rara, pero sin duda no todos los casos se reportan; hasta
Datos histopatológicos
hace 10 años se habían informado 400 casos. En la epidermis se observan acantosis e hiperqueratosis orto-
queratósica; existe una capa fibrocartilaginosa en proliferación
Etiopatogenia que se une a un hueso trabecular maduro (calcificación). La
microscopia electrónica revela tanto osteoblastos como os-
Tal vez represente una forma osificante de metaplasia carti- teocitos.
laginosa que surge en respuesta a un estímulo crónico de
naturaleza variable, principalmente traumática, por lo que Datos de gabinete
se considera una hiperplasia inflamatoria. No se presenta
un modelo de tiempo entre el traumatismo y la formación En los estudios de imagen se observa excrecencia de hueso
de la exostosis; también puede depender de microtrau- trabecular en la cara dorsomedial de la falange, que puede
matismos repetidos (en bailarines, futbolistas, ciclistas, et- ser pedunculada, sésil o madura y calcificada; la punta de la
cétera). Algunos autores sostienen que existe proliferación excrecencia es plana o cóncava, y rara vez convexa; la lesión
clonal, por lo que puede ser más de tipo neoplásico que reac- está cubierta de tejido fibroso o fibrocartilaginoso. No hay
tivo; incluso la han considerado una variante del osteocon- cambios destructivos de la falange ni reacción perióstica. El
droma que es un tumor verdadero. diagnóstico definitivo se hace por histopatología, pero es
muy sugestivo el estudio con radiografías en proyecciones
dorsoplantar, oblicua, lateral y de ampliación del ortejo
Clasificación
afectado (fig. 138-4). La dermatoscopia puede sugerir el
Hereditaria y adquirida. diagnóstico, se ha observado ectasia vascular, hiperquerato-
sis, onicólisis y ulceración.
Cuadro clínico También puede usarse la resonancia magnética pero es
un estudio costoso, de difícil acceso y en el que se requieren
A menudo es una tumoración firme, unilateral, solitaria, sésil
transductores especiales de alta resolución por la compleji-
o pedunculada, rara vez de más de 0.5 cm de diámetro, de
dad anatómica de la región afectada.
crecimiento lento y dolorosa; desplaza la piel que recubre
(frecuentemente el lecho) y/o levanta la placa ungueal, o cau-
sa distrofia. En general se presenta bajo la uña del dedo gor-
Diagnóstico diferencial
do del pie (80%); en ocasiones en otros, incluso en los de las Fibroqueratoma digital adquirido (fig. 139-4), granuloma
manos (fig. 138-3). Cuando la uña se desprende puede infec- piógeno (fig. 144-8), verruga subungueal (fig. 113-4), onico-
tarse secundariamente y dar lugar a un levantamiento ero- criptosis (figs. 138-1 y 1382), tumores de Köenen (fig. 55-6),
sionado. La evolución es lenta y altera en forma progresiva la encondroma (fig. 137-12), tumor glómico (fig. 1431), mela-
correcta mecánica para la deambulación. Pueden presentar- noma maligno (fig. 154-10), carcinoma espinocelular (fig.
se pequeñas exostosis de falanges en el síndrome de exosto- 137-7), quistes mucoides digitales (fig. 142-7), mixomas sub-

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Capítulo 138  Onicocriptosis 751

ungueales, espícula ósea, dedos supranumerarios, condro-


mas, osteocondroma (fig. 137-8), encondroma, osteosarco-
ma y condrosarcoma. Este último predomina en varones,
genera los mismos síntomas, existe antecedente de trauma-
tismo, crecimiento lento, y ocasiona distrofia ungueal. La
diferencia básica es que la saliente ósea es yuxtaepifisaria (a
nivel de la metáfisis), con una cápsula de cartílago hialino y
no fibrocartilaginoso. En la biopsia podría confundirse con
condrosarcoma.

Tratamiento
Extirpación quirúrgica, con legrado (curetaje) del lecho tu-
moral y avulsión parcial de la uña; debe llevarse a cabo por
un experto para evitar una distrofia ungueal permanente.
Se utilizan técnicas abierta (translecho), o cerrada sin remo-
ción de la lámina, incidiendo la piel circundante (en boca
de pescado) para acceder al plano profundo. Las recidivas
 Figura 138-4. Exostosis subungueal, demostración son habituales sobre todo cuando existe una remoción in-
radiográfica. completa de la tumoración.

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