Seirei Gensouki - Volumen 07 (TFP)

Seirei Gensouki – Spirit Chronicles
Volumen 07 Daybreak Rondo - [Light Novel] [Premium] [V.2]
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True Flames Project
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True Flames Project
Seirei Gensouki: Spirit Chronicles

[Light Novel]
Volumen 07 Daybreak Rondo
Autor: Yuri Kitayama

Ilustrador: Riv
Volumen 7 Premium
Traducción al español: JucaCR20

Editor y Corrector: McKnight (V2)
Editor De Imagen: Ahvarok
Página de Facebook: True Flames Project
Patreon: www.patreon.com/TrueFlameProject
Web: Https://trueflamesproject.wixsite.com/light-novel
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ÍNDICE
Prólogo: Un encuentro inesperado .....................................................................................................................6
Capítulo 1: El Camino a Amande ......................................................................................................................15
Interludio: ¡Hagamos Uniformes!.......................................................................................................................35
Capítulo 2: Llegada a Amande ..........................................................................................................................40
Interludio: Mientras tanto, en el Imperio Proxia ..............................................................................................52
Capítulo 3: Intrusos .............................................................................................................................................57
Capítulo 4: Disculpas ..........................................................................................................................................70
Interludio: Un día en la vida de Miharu.............................................................................................................93
Capítulo 5: Los Males que se Esconden Cerca ............................................................................................101
Capítulo 6: Sus respectivas noches................................................................................................................113
Capítulo 7: Otro Ataque ....................................................................................................................................124
Capítulo 8: Amanecer Rondo...........................................................................................................................161
Epílogo ................................................................................................................................................................186
Relatos Cortos de Bonificación .......................................................................................................................190
Porque Estoy Somnoliento ...........................................................................................................................190
¿L-Lo viste? ....................................................................................................................................................192
¡Intenté bailar!.................................................................................................................................................193
Elemental☆Elemento, ¿Profesora? ............................................................................................................196
Palabras Finales ................................................................................................................................................199
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Prólogo: Un encuentro inesperado
En el lado oeste del Reino Galarc, en una carretera que atraviesa el bosque al oeste de
Amande...
Después de la batalla contra el ejército de monstruos que habían atacado al grupo de

Liselotte, la princesa Flora quedó aturdida ante la cara de Rio.
Dios mío... Una expresión de preocupación cayó sobre la cara de Rio al recibir la mirada de
Flora.
Y había una buena razón para eso: Rio había desaparecido anteriormente, después de
haber sido falsamente acusado de un crimen por la nobleza del Reino Beltrum. No era como
si la propia Flora hubiera incriminado a Rio por esto, pero él esperaba no volver a ver nunca
más a la realeza y nobleza de ese reino, incluyendo a la propia Flora.
Han pasado años desde la última vez que vi a la Princesa Flora. He pasado por mi período
de crecimiento desde entonces. Mi cabello también tiene un color diferente gracias a este
artefacto, así que incluso si ella sospecha de mí, sólo tengo que fingir ignorancia.
Rio no perdió la calma. Decidió mantener el aire de confusión que estaba creando en
reacción a la mirada de un miembro de la realeza, inclinando su cabeza en cuestión.
"...¿Pasa algo, Princesa Flora?" Liselotte le preguntó a Flora con curiosidad. A su lado, el
duque Huguenot también observaba a Flora con una mirada sospechosa.
Cuando Flora se dio cuenta de que la atención de todos se había concentrado en ella,
sacudió la cabeza con nerviosismo. "¿Eh? ¡Ah, no, no es nada!" A pesar de eso, siguió mirando
con curiosidad en dirección a Rio.
En este punto, incluso Liselotte y el duque Huguenot empezaron a sospechar que su extraño
comportamiento debía tener algo que ver con Rio. Los dos lo miraron.
Rio decidió hablar primero, colocando respetuosamente su mano derecha sobre su pecho
mientras se arrodillaba. "...Perdóneme por preguntar, pero ¿acaso he hecho algo muy
ofensivo? Si es así, permítame ofrecerle mis más humildes disculpas..."
"¡N-No, no lo has hecho! ¡En absoluto! No es así, no! No es nada de eso, sólo..." Flora negó
conmocionada, luchando por encontrar sus palabras mientras se callaba.
Todos los presentes esperaron a que ella continuara con su declaración. Después de una
pausa, Flora abrió la boca con temor. "Me preguntaba si nos habíamos visto antes en alguna
parte".
"...¿Yo, Su Alteza? No puedo decir que recuerde un momento así, ¿quizás me ha

confundido con otra persona?" Rio hizo un espectáculo de sorpresa y se hizo el tonto, sonando
lo más genuino posible.
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"Oh, ya veo..." Flora frunció el ceño frustrada.
"...Hmm. ¿Eres un noble de un reino en alguna parte?" preguntó de repente el duque

Huguenot, con sus palabras dirigidas a Rio. Tenía curiosidad por conocer sus antecedentes,
ya que sólo se le había informado de su nombre. Basándose en la declaración de Flora, asumió
que Rio era noble de algún lugar, por lo que trató de discernir más con su pregunta. Si ese
fuera el caso, entonces no sería extraño que Rio y Flora se hubieran conocido antes.
"No, sólo soy un viajero, vagando por las tierras para entrenar mi manejo de la espada. No
soy alguien que haya nacido lo suficientemente alto como para soñar con estar en presencia
de la realeza". Rio agitó la cabeza con una sonrisa agridulce.
"¿Oh? Un espadachín con esa habilidad, viviendo recluido sin ninguna afiliación a un
reino..." El duque Huguenot tarareó con gran interés. "Ah, disculpe. Como Liselotte introdujo
antes, soy Gustav Huguenot, otro viejo e inútil noble".
"Incluso mi separado yo ha oído hablar antes de la gran familia del duque Huguenot. Es un
honor estar en su presencia".
"Jajaja, me alegra escuchar eso".
"A mi también, por su evaluación más favorable de mis indignas habilidades". Rio y el duque
Huguenot intercambiaron palabras en una amistosa muestra de humildad.
Así que este es el padre de Stewart Huguenot... Seguro que parece el típico noble astuto,
analizó Rio.
La familia Huguenot era con la que tenía la conexión más profunda de toda la alta nobleza
de Beltrum. Hace varios años, hubo un incidente en el que Flora casi se cae de un acantilado
durante un entrenamiento al aire libre. Aunque no lo había confirmado con certeza, Rio estaba
bastante seguro de que el duque Huguenot era el que había puesto la falsa acusación en su
contra. Por no mencionar el hecho de que también era el principal culpable de la esclavitud de
Latifa...
Sin embargo, por alguna extraña razón, Rio no sintió ningún odio hacia su enemigo, que
ahora estaba justo delante de él. Por supuesto, eso no significaba que quisiera involucrarse
con él más de lo necesario... Rio estaba simplemente dispuesto a usarlo si era necesario, y
luego descartarlo sin preocuparse. Después de todo, Rio tenía un objetivo diferente en otros
lugares.
Pero la princesa Flora y el duque Huguenot no importan ahora mismo. Liselotte Cretia es lo
importante. Así es, el verdadero objetivo de Rio era Liselotte.
Había dos razones para eso: en primer lugar, era la hija del duque Cretia, el conocido señor
de Galarc. Segundo, como presidenta, era la figura clave del Gremio Ricca, famosa en todas
las tierras cercanas.
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Definitivamente fue una sabia elección formar una relación favorable con Liselotte, por si
acaso alguno de los amigos de Miharu (Sendou Takahisa o Sumeragi Satsuki) hubiera sido
convocado en el castillo real de Galarc como héroes. Si las cosas iban bien, ella podría ser el
puente que lo conectara con ellos.
En ese sentido, aunque salvar a la vieja amiga de Celia, Aria, durante su primera batalla era
más bien un objetivo indirecto, también había sido una oportunidad única en la vida para
hacerse amigo de Liselotte. Aunque el encuentro no deseado con ciertas figuras había sido un
poco inesperado...
Al final, el contacto con la nobleza habría abierto la puerta a posibles encuentros con gente
de Beltrum más tarde, sino que acababa de ocurrir ahora.
Con una sonrisa amistosa en su rostro, Rio se repitió esas palabras a sí mismo. Tuvo que
reajustar sus sentimientos y creer que era la primera vez que se encontraba con Flora y el
duque Huguenot.
"Umm, debería haberme presentado antes. Me llamo Flora Beltrum. Muchas gracias por
salvarnos de la peligrosa situación de antes". Flora miró cuidadosamente la expresión de Rio
mientras le daba las gracias con nerviosa desconfianza.
Rio agitó suavemente la cabeza. "No fue nada. Me alegra haber sido de ayuda".
En ese momento, Hiroaki hizo su tardía gran aparición con Roanna acompañándolo. "Ah...
Hey. ¿Quién es este tipo, exactamente? ¿Alguien que todos conocen?"
Cuando Rio vio a Hiroaki, sus ojos se abrieron de par en par. Oyó a Flora murmurar en voz
baja la palabra "héroe" e inmediatamente supo quién era este muchacho.
...Es más joven de lo que esperaba. Creo que dijeron que se llamaba Hiroaki Sakata. pensó
Rio, recordando el nombre que había descubierto cuando se coló en la residencia de Rodania.
"Este es Sir Haruto. No conoce a ninguno de nosotros, pero nos salvó y ahora estamos en
medio de darle las gracias". Liselotte dijo, tomando la iniciativa de presentar a Rio, a Hiroaki.
"Es un honor para mí conocerlo". Rio se presentó, colocando respetuosamente su mano

derecha sobre su pecho con una ligera reverencia. En la región de Strahl, esta era una pose
formal que mostraba más respeto que una reverencia a la otra persona. No era un gesto que
una persona sin educación usaría naturalmente.
Cuando Liselotte y el duque Huguenot observaron esta conducta junto con la forma cortés
de hablar de Rio, se sintieron aún más seguros de que Rio no era una persona común y
corriente.
Mientras tanto, Hiroaki miraba a Rio de arriba a abajo como para evaluar su valor. "Hmm...
Ya veo. Oh, debería presentarme. Soy Hiroaki Sakata. El héroe, técnicamente. Encantado de
conocerte", dijo encogiéndose de hombros.
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"...Había oído rumores de que se había convocado a un héroe, pero nunca imaginé que
fuera verdad", dijo Rio, fingiendo sorpresa.
"Bueno, es un poco difícil de creer, sí. Pero yo soy el verdadero".
"No, nunca me atrevería a negarlo. Es un gran honor conocerte en persona".
"De verdad, ahora. Bueno, no hay necesidad de postrarse a cambio. Tú también pareces
ser un buen espadachín. Acabo de ver algo de tu lucha", dijo Hiroaki alegremente,
aparentemente satisfecho con la actitud modesta que Rio estaba adoptando.
"Eres demasiado amable. Pero si el gran héroe estaba presente, entonces mi ayuda podría
haber sido innecesaria. Me disculpo por haberme pasado de la raya". Rio inclinó la cabeza
solemnemente.
"¿Hm? Ah... Bueno, sí. Honestamente, mi habilidad de héroe es demasiado poderosa para
este tipo de pelea. Por supuesto, no es que no pueda cruzar espadas cara a cara con nadie..."
Dijo vagamente Hiroaki, una mirada un tanto incómoda apareció en su cara. Incluso él sentía
cierta sensación de inferioridad por su completa falta de participación en la batalla anterior,
pero no parecía que estuviera dispuesto a admitirlo honestamente.
"Perdone mi atrevimiento, pero el poder del señor Hiroaki es demasiado grande. En un

campo de batalla tan pequeño como el anterior, habría sido difícil para él moderar ese poder".
Dijo Roanna, inmediatamente apoyando las palabras de Hiroaki.
Hiroaki asintió. "Sí, así es. Eso es exactamente correcto. Un golpe con todas mis fuerzas es
casi el equivalente a la destrucción de un mapa. Oh, yo también debería presentarte. Esta es
Roanna, la hija del duque Fontaine".
"Soy Roanna Fontaine. Es un placer conocerte". Roanna sostuvo con delicadeza el

dobladillo de su falda mientras hacía una elegante reverencia. La chica que había sido
compañera de clase de Rio no mostró ningún signo particular de sospecha hacia él.
"Encantado de conocerla, señorita Roanna. Soy Haruto". Al considerar que su disfraz era
efectivo, Rio puso su mano derecha sobre su pecho y saludó respetuosamente a Roanna,
luego se inclinó ante el grupo de Liselotte a su alrededor con una leve e incómoda sonrisa.
"Con todo el mundo de tan alto nivel, estoy empezando a sentirme un poco nervioso entre
todas sus grandes presencias".
"Oh Dios. En la batalla anterior, te enfrentaste a ese minotauro sin ningún temor, ¿no?
¿Cómo puede alguien tan valiente ante un monstruo tan grande, ponerse nervioso?" Liselotte
se rió de alegría.
"Sí, eso es cierto. La forma en que usted manejó la pelea anterior fue espléndida", estuvo
de acuerdo Roanna con una risita.
"Sí, fue como la lucha de un héroe de leyenda", dijo Flora, asintiendo.

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"Jajaja, hasta yo debo admitir que la pelea acaba de tener mi corazón saltando en este viejo
y cansado pecho mío". Incluso el duque Huguenot hizo eco de las opiniones de las chicas.
Hiroaki aclaró su garganta en silencio. "Ah, ahem. No nos quedemos de brazos cruzados
más tiempo. Nuestro caballo y nuestro carruaje volaron por los aires en alguna parte,
¿deberíamos movernos al carruaje ileso en su lugar?" sugirió, cortando el flujo de la
conversación.
"En ese caso, permítanme ayudar a los demás. Parece que te vendría bien una mano
amiga", ofreció Rio.
"Señorita Liselotte, ¿tiene un momento para escuchar un informe rápido?" Dijo

repentinamente Chloe mientras se acercaba tímidamente.
"¿Qué pasa?"
"¿Qué haremos con el carruaje que el monstruo voló por los aires? Afortunadamente
pudimos curar a los caballos que fueron enviados a volar con el, pero los grandes daños en el
techo y las ruedas hacen que mover el carruaje sea muy difícil. También nos faltan los
artesanos para hacer reparaciones de emergencia..." Chloe lo explicó con una mirada de
preocupación.
"Ya veo. Quería usarlo para transportar a los heridos en lo posible, pero..." Liselotte
reflexionó preocupada. Si ella hubiese sido la única noble presente en este momento,
inmediatamente habría decidido dar el carruaje restante para transportar a los heridos. Pero
no podría hacerlo con Hiroaki y Flora aquí. En términos de estatus, era imposible para ella
pedirles que caminaran.
"Las reparaciones pueden ser posibles dependiendo de la gravedad de la condición en la

que se encuentre. Con su permiso, podría echarle un vistazo", dijo Rio. Había aprendido mucho
de sus habilidades de carpintería por sí mismo de los enanos de la aldea del pueblo espiritual.
Los ojos de Liselotte se abrieron de par en par. "Eso sería de gran ayuda. Si no le importa,
Sir Haruto, me encantaría aceptarlo".
Rio asintió rápidamente. "Será un placer para mí. Pero no puedo garantizar que pueda
arreglarlo".
"...¿Haru... to?" Chloe murmuró sorprendida, mirando la cara de Rio.
"¿Hmm?" Rio ladeó la cabeza con curiosidad.
"Chloe, detente. Me disculpo por la grosería de mi subordinada, Sir Haruto".
"¡P-Por favor, perdóname! Tienes el mismo nombre que otra persona que conocí en el
pasado". Chloe inmediatamente palideció y se disculpó con Rio en un momento de
nerviosismo.
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Rio agitó la cabeza con una mirada inquieta. "No, no me importa... ¿Puedo preguntar dónde
conoció a esa persona?"
El número de personas de la región de Strahl que conocían el alias de Haruto en Rio era
extremadamente limitado. Además de eso, también reconoció el nombre de Chloe. Pero por
mucho que lo intentara, no podía recordar.
"Contéstale inmediatamente", suspiró Liselotte. Chloe miró a la cara de Rio mientras lo

preguntaba con temor.
"U-Umm, hace varios años, en una posada en Amande... ¿Alguna vez te habías quedado
cerca de allí? Esa posada era la casa de mi familia, y yo solía trabajar allí..."
Rio sólo había pasado por Amande una vez, hace varios años: fue cuando huyó del reino
Beltrum con la falsa acusación en su cabeza, en su camino hacia la región de Yagumo. Y sólo
había una posada en la que se había detenido en ese momento, todos esos años atrás en
Amande.
"...Ah, de esa época". Rio inmediatamente conectó sus recuerdos y abrió los ojos para
comprender. En ese momento, algunos aventureros borrachos se habían peleado con él en la
posada, así que los recuerdos aún permanecían en su mente. Pero también se había
encontrado con Latifa a la mañana siguiente, así que era posible que ese fuera el recuerdo
más claro que perduraba...
"¡L-Lo sabía! ¡Te acuerdas de mí!" Con la verdad confirmada, Chloe se acercó a Rio con
entusiasmo.
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"S-Sí, ¿creo que estabas llamando a clientes potenciales en las calles?" Rio quedó
ligeramente sorprendido por la repentina diferencia de entusiasmo. Chloe asintió emocionada.
"¡Sí!"
Me sorprende que lo recuerde. Recuerdo haber escondido mi cara con mi capucha en ese
entonces... ¿cierto? Eso significa que esta chica se acordó de mí al escuchar mi nombre, Rio
pensó asombrado mientras miraba a Chloe.
A menos que te hayan dejado una profunda impresión, debería haber sido una hazaña
bastante difícil recordar el nombre y la cara de alguien que sólo conociste una vez hace varios
años. Pero la mente de Chloe saltó inmediatamente a Rio cuando escuchó el nombre Haruto.
Debe haber tenido buena memoria.
"Umm, sólo te quedaste una noche en ese entonces, saliendo de inmediato por la mañana..."
Chloe habló con indecisión.
"Sí, creo que tenía prisa entonces". Contestó Rio, mirando hacia atrás en sus recuerdos.
Ah, ahora que lo pienso... De repente, al darse cuenta de algo, miró a Liselotte. En ese
entonces, también había comprado pasta, granos y otros ingredientes para su viaje desde el
Gremio Ricca. La muchacha que le había acogido durante ese tiempo parecía parecerse a
Liselotte. Su color de pelo era el mismo, y sus caras eran similares.
Liselotte había estado mirando a Rio, así que cuando sus miradas se cruzaron, sus ojos se
abrieron de par en par. "¿Se conocían de verdad?"
"Sí. Mis disculpas... Estaba demasiado absorto en la conversación". Rio se disculpó

inmediatamente con Liselotte y los demás. Aunque la conversación lo había llevado por ese
camino, definitivamente no era una opción preferible dejar fuera a la realeza y a la nobleza.
"No, no, por favor, no te preocupes por nosotros".
"De hecho, hemos presenciado una escena muy interesante gracias a usted". Liselotte y el
duque Huguenot se desentendieron fácilmente de la disculpa. Habiendo obtenido una fuente
de información de parte de Chloe, estaban mucho más dispuestos a dejar de lado su
investigación de los antecedentes de Rio por ahora.
"Todos ustedes son muy amables", dijo Rio, inclinándose a la ligera.
"...¿Estoy realmente equivocada, entonces?" Flora murmuró para sí misma mientras

examinaba la cara de Rio.
Hiroaki se fijó en el murmullo de Flora y miró hacia ella. "Ah, ¿dijiste algo, Flora?"
"N-No, no es nada". Ella agitó la cabeza con nerviosismo.
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"...Entonces iré a confirmar el estado del carruaje roto". Rio decidió dirigirse hacia el carruaje
antes de que la conversación se alargara más.
"Te acompañaré. Héroe, deberías relajarte en el carruaje con los demás", dijo Liselotte
inmediatamente.
"Ah, bueno, supongo que no hay nada que pueda hacer de todos modos. Vamos, Flora,
Roanna", respondió Hiroaki inmediatamente, caminando sin esperar su respuesta.
"Sí, Sir Hiroaki", Roanna siguió inmediatamente a la figura en retirada de Hiroaki.
"Umm, Por favor, déjame oír más sobre usted más tarde". Flora parecía que quería seguir
hablando con Rio, pero al ver a Hiroaki alejarse, no tuvo más remedio que seguirlo. Con una
rápida reverencia, se giró sobre su talón y se fue corriendo.
"Hmm. Entonces comprobaré el estado de los caballeros. Te dejaré ese lado a ti". El duque
Huguenot se fue con esas palabras, dirigiéndose a los caballeros del Reino Beltrum.
"Entonces, por favor, Sir Haruto. Aria, Chloe. Nos vamos". Liselotte se inclinó hacia Rio
antes de llamar a Aria y a Chloe a su lado. Las dos respondieron con un respetuoso "Sí, mi
señora".
Así, Rio se dirigió al carruaje roto acompañado por Liselotte y sus asistentes.
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Capítulo 1: El Camino a Amande
Después de eso, el grupo se dirigió al carruaje de caballos roto.
El carruaje había caído en los bosques a un lado de la carretera, completamente volcado

sobre sí mismo. Además, la gran espada de piedra había abollado completamente el forro de
hierro del techo, mientras que varias partes se desprendieron, incluidas las ruedas, y yacían
alrededor de la zona circundante. Haciendo que toda la escena pareciera un desastre.
Había dos caballos que habían sido enviados a volar junto con el carruaje, pero las
asistentes ya habían usado magia curativa para tratarlos y los habían llevado de vuelta a la
carretera principal.
Liselotte miraba las ruinas con una expresión incómoda. "¿Cómo... cómo se ve?", le
preguntó a Rio. Para su ojo de aficionada, parecía un daño sin precedentes.
"...Tal vez pueda hacer algo al respecto". Contestó Rio mientras miraba a su alrededor las
partes dispersas del carruaje.
"Claro... por supuesto. Espera, ¿qué?" Liselotte ya estaba asintiendo reflexivamente cuando
procesó la respuesta de Rio en completo shock.
Rio se rió de la sorpresa de Liselotte. "Aunque no puedo hacer nada sobre lo terrible que se
ve el carruaje en sí, afortunadamente las ruedas y los ejes no han sido dañados
irreparablemente. Si hago algunas reparaciones temporales, podrá aguantar hasta que llegues
a Amande".
Aria se alegró de ver la rara sorpresa de su Ama y sonrió suavemente. Chloe también estaba
observando la expresión de Liselotte como si estuviera presenciando una visión poco común.
Liselotte se dio cuenta de sus miradas y se aclaró la garganta avergonzada. "...Eso es...
muy afortunado".
"Entonces empezaré las reparaciones inmediatamente. Sin embargo, las reparaciones del
techo de metal serán imposibles de realizar aquí, así que ¿puedo pedirle permiso para
cortarlo?"
"¿Cortarlo...?" La pregunta de Rio hizo que Liselotte inclinara la cabeza con curiosidad.
"La abolladura bloquea la entrada en el carruaje y el peso del acero puede causar una carga
para el propio carruaje. Creo que sería mejor aligerar el peso, pero si es un problema, puedo
pensar en otra cosa..."
"No, no, eso no será un problema..." dijo Liselotte, confundida. Aunque ella entendía su
intención, no podía imaginar cómo podría realizar tal tarea.
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"Entonces, por favor, retroceda", dijo Rio, comenzando inmediatamente su trabajo. Sacando
la espada a la cintura de su vaina, se acercó al carruaje volcado.
"¡¿?!"
En un destello. El techo de acero fue cortado limpiamente de la carrocería, como si fuera

papel. Liselotte y sus asistentes abrieron los ojos de par en par al verlo.
Sin embargo, la placa de acero era demasiado grande para cortarla de una sola vez, así
que Rio cambió repetidamente de lugar y blandió su espada con habilidad. Una vez que el
acero se había desprendido completamente del carruaje, Liselotte se las arregló para expresar
sus pensamientos. "...Tu habilidad es realmente impresionante".
"Todo es gracias a esta espada", respondió Rio, sosteniendo la espada encantada para
mostrarles.
"Tú controlabas el viento con esa espada en la batalla de antes... Es una espada encantada,
¿verdad? Y una de clase artefacto antiguo..." preguntó Liselotte con vacilación.
Las espadas encantadas se definían en términos generales como espadas con hechicería
incrustada en ellas, pero la definición precisa se refería a la antigua hechicería— hechicería
que no podía ser reproducida usando hechizos modernos. La mayoría de la gente usaba la
palabra en un sentido más estrecho, pero eso no significaba que no se usara el sentido más
amplio de la palabra.
Las habilidades de espada de Rio le permitieron cruzar espadas con un minotauro de frente
y disparar un golpe final en forma de ráfaga de viento a la par con la magia de clase superior.
Claramente diferente de lo que se podía hacer con la hechicería moderna en la región de
Strahl. Así, Liselotte sospechaba que la espada de Rio era una espada encantada en el sentido
más estrecho del término.
Sin embargo, las espadas encantadas de clase de artefacto antiguo no eran exactamente
un artículo de circulación común, e incluso si hubiera una en el mercado, no sería un precio
que un plebeyo pudiera pagar. Incluso Liselotte sólo tenía unas pocas a su nombre... una de
las cuales había equipado en su confidente, Aria.
"Un amigo íntimo me lo concedió. La he estado usando con cuidado", reveló Rio en parte,
asintiendo sin dudarlo. Quería que Liselotte malinterpretara la fuerza que había mostrado en
la pelea anterior y lo atribuyera todo a la espada. Mientras que la espada de Rio tenía
hechicería dentro, su verdadero efecto era tomar el arte espiritual del usuario y envolverlo
alrededor de la espada. Por cierto, ese efecto también aumentaba el poder de las artes
espirituales.
Rio no tenía intención de difundir el conocimiento de las artes espirituales por todo Strahl,
por lo que era más conveniente para él hacer creer a los demás que había estado luchando
con las habilidades de la espada encantada.
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"Oh Dios, eso es tan..." Los ojos de Liselotte se abrieron de par en par.
Al menos, eso significa que es alguien a quien se le puede confiar esa espada. Qué persona
tan misteriosa. Pero es amable, hábil, y nos salvó. Sería grosero entrometerse demasiado en
él. Espero que podamos establecer algún tipo de relación amistosa, sin embargo... ella pensó.
"Todo lo que queda es volver a colocar las ruedas y girar el carruaje de nuevo, y luego
realizar una comprobación final para detectar cualquier otro problema. No es algo con lo que
tenga que preocuparse, Señorita Liselotte, puede regresar a dirigir a los demás. Parece que
están esperando sus órdenes allí". Rio miró el camino detrás de ellos mientras hablaba con
Liselotte. Al final de su mirada había varias asistentes curiosas que los observaban.
Cuando Liselotte se dio cuenta de que las asistentes los miraban desde lejos, suspiró en
silencio. "...Entonces me iré. Dejaré a mi asistente Aria aquí, así que por favor infórmale si
necesitas ayuda. Vamos, Chloe".
"¡S-Sí, señora!" Chloe respondió con nerviosismo, siguiendo a Liselotte. Justo antes de que
se fueran, ella echó un vistazo de interés a Rio.
"Te dejo el resto a ti, Aria. Si necesitas más manos, no dudes en pedirlas". Liselotte guiñó
un discreto ojo a Aria con esas palabras antes de irse. Lo más probable es que fuera una orden
para analizar a Rio mientras los dos estaban solos.
Aria entendió la intención de su Ama con sólo una mirada. Ella asintió respetuosamente.
"...Déjemelo a mí".
◇◇◇
"¿Por qué están holgazaneando, chicas?" Una vez que Liselotte y Chloe regresaron a la
carretera principal, Liselotte suspiró cansada mientras se dirigía a las asistentes reunidas allí.
Cosette dio un paso adelante en nombre del resto.
"Estábamos esperando sus próximas órdenes, Señorita Liselotte. Los caballeros dijeron que
estarán vigilando nuestros alrededores y recogiendo las gemas encantadas, terminamos de
curar a los heridos y a los caballos. También hemos terminado de recoger las pertenencias
dispersas", respondió con una sonrisa.
"Ya veo", contestó Liselotte, con un suspiro mezclado en su voz. Habían completado todas
las tareas que tenían que hacer, y ella no podía encontrarles ninguna falla. Entonces, una
asistente diferente (Natalie) se adelantó.
"Además, en cuanto a la eliminación de la gran espada atascada en el camino, los caballeros

dijeron que se encargarían de ella después de la recolección de gemas encantadas... Como
parece que nos faltan manos para moverla nosotras mismas". Natalie miró a la esquina de la
carretera mientras daba su informe adicional. Allí, la gran espada de piedra del minotauro
estaba clavada en el suelo. Tenía unos tres metros de diámetro.
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"Bien, tenemos que lidiar con eso también..." Liselotte recordó la pelea anterior cuando
levantó la espada de piedra aturdida. Por el contrario, las miradas de las chicas se dirigieron
hacia el bosque lateral donde Rio estaba reparando el carruaje.
"Umm, esa fue una pelea impresionante la de antes. ¿Te las arreglaste para averiguar algo
sobre él?" preguntó Natalie con vacilación, mirando a Rio. Incluso alguien tan seria como ella
no podía evitar sentir curiosidad por él.
"¡Así es! ¿Quién es exactamente ese joven ridículamente fuerte y guapo?" preguntó
Cosette, rebosante de curiosidad. Las otras chicas también escucharon atentamente.
"...Aparentemente, un conocido de Chloe", dijo Liselotte con indiferencia.
"¡¿Eh?!" Chloe no esperaba el repentino foco de atención y se estremeció.
"Oye, eso no es justo, Chloe. No lo acapares todo para ti. Preséntanos más tarde", contestó
Cosette, acercándose de inmediato a Chloe, quien sacudió la cabeza con un movimiento
nervioso.
"¡N-No! ¡Solo lo conozco porque se quedó en la posada de mi familia por una sola noche en
el pasado, no es como si fuéramos lo suficientemente cercanos para que lo presente a
alguien!" Chloe agitó la cabeza con nerviosismo.
"Aww, ¿en serio? Pero creo que es una excusa más que suficiente para acercarse a él.
¿Tienes alguna historia de entonces? Quiero escuchar más", presionó Cosette, acosando a
Chloe para obtener más detalles.
"Es suficiente, Cosette. Estás molestando a Chloe", Natalie la regañó con una mirada
exasperada.
"Sinceramente, por eso no tienes un solo enamorado, ¿sabes?" Cosette suspiró.
"Qu... ¡No quiero oír eso de ti! No es cuestión de que cuantos más, mejor, ¿sabes?" Natalie
se quejó con la cara roja.
"Bien, ya basta de eso. Nadie quiere volver a oírlos discutir todo el día". Liselotte las detuvo
a las dos, un poco cansada.
"Ahaha". Las otras chicas se rieron divertidas. Cosette y Natalie intercambiaron una mirada
antes de hacer pucheros con un poco de vergüenza.
Mientras tanto, la atención de Chloe fue atraída hacia Rio mientras reparaba el carruaje en
el bosque. Su rostro parecía un poco triste, lo que hizo que Liselotte se diera cuenta de su
estado de ánimo sombrío. "¿Qué pasa, Chloe?", preguntó de inmediato.
"Ah, no, no es nada, mi señora". Chloe agitó la cabeza torpemente.
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"Lo sé. Solía gustarte... ¿estoy en lo cierto?" preguntó Cosette con una sonrisa burlona.
"¡T-Te equivocas! ¡Eso no es lo que es! Y de todos modos, parece que no se acuerda de
mí..." Chloe se opuso con nerviosismo, con los hombros caídos, desanimada.
Sus palabras parecían despertar una curiosidad aún mayor en Cosette. "Hmm... Parece que
tendrás que contarnos más sobre lo que pasó".
"Antes de eso, ustedes chicas distribuirán agua potable a los caballeros recuperando las
gemas encantadas. Luego, hagan una comprobación más para ver si hay más escombros
esparcidos por el área", dijo Liselotte, poniendo fin a la charla.
"Bien, el grupo de Grace preparará el agua para los caballeros. ¡Eso significa que soy libre
de ayudar a Sir Haruto si es necesario!" Cosette respondió enérgicamente, mirando en la
dirección de Rio mientras ofrecía su ayuda.
Liselotte agitó la cabeza con una sonrisa. "Absolutamente no. Sólo estorbarás si vas. Ahora,
¡a trabajar!"
◇◇◇
Mientras tanto, Rio reparaba el carruaje con manos muy hábiles. Como no necesitaba ayuda
en este momento, Aria simplemente lo observaba trabajar desde un lado.
"...Realmente eres muy hábil en esto", dijo ella, el tono de su voz revelaba su completo
asombro.
"Aprendí carpintería sencilla durante mis viajes por varios lugares", respondió Rio mientras
volvía a colocar una rueda en el cuerpo del carruaje.
"Eso es maravilloso. También mostraste increíbles habilidades con la espada en la pelea de

antes".
"Acabo de ser bendecido con un arma brillante".
"Estás bromeando. Si bien es cierto que tu espada encantada es impresionante en sí misma,

lo que presencié del usuario de la espada fueron habilidades por encima de eso. Esa cantidad
de habilidad no es algo que se pueda lograr tan fácilmente. Debes haber hecho un
entrenamiento sustancial, ¿no?" preguntó Aria.
"Muchas gracias. Me he asegurado de mantener mi entrenamiento constante sin falta desde

que era joven. Vi que tú también tienes excelentes habilidades, Aria".
"Gracias por las amables palabras. Mi señora me buscó por mis habilidades con la espada.
Oh, discúlpame... Debo estar distrayéndote de tu trabajo con esta conversación", se disculpó
Aria con una sonrisa tensa.
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Rio agitó suavemente la cabeza. "No, es un buen cambio de ritmo. No me importa continuar,
si así lo desea". Así como Aria y Liselotte estaban interesadas en Rio, Rio también tenía
curiosidad sobre Liselotte y la vieja amiga de Celia, Aria. Quería hablar con ella mientras
estaban solos.
"Por supuesto, sería un placer", estuvo de acuerdo Aria.
"...Entonces, ¿puedo preguntarte algo sobre lo que dijiste antes?"
Aria asintió. "Claro".
"¿Has estado trabajando para Señorita Liselotte por un tiempo?"
"Se podría decir que sí. Creo que han pasado cinco años desde que empecé a trabajar para
ella". Contestó Aria mientras reflexionaba sobre el pasado.
"Hace cinco años... Eso fue antes de que Amande pasara por su gran avance de
crecimiento, ¿verdad?"
"Sí, fue poco antes de que mi maestra asumiera su cargo como gobernadora de Amande,
justo cuando se estaba estableciendo el Gremio Ricca. Aunque en realidad nos conocimos
antes de eso".
Rio se detuvo un momento en su trabajo y le sonrió gratamente. "Entonces parece que eres
la confidente más confiable de Señorita Liselotte".
"Me gustaría pensar eso", dijo Aria, con una sonrisa un tanto incómoda en su rostro.
"Hablando de eso, Sir Haruto, mencionó que visitó a Amande hace varios años. Tal vez ya nos
hayamos cruzado antes", dijo con una sonrisa.
"Eso es posible. Sólo me quedé una sola noche, pero cuando volví a visitarla recientemente,
me sorprendió ver cuánto se había desarrollado la ciudad en tan sólo unos años". Contestó
Rio, reanudando su trabajo.
"Es un honor escuchar eso. Desde que fue nombrada gobernadora, mi ama ha puesto todo
en el desarrollo de la ciudad".
"He viajado por muchos lugares, pero creo que Amande es increíble. Ha sido un lugar tan
agradable para visitar, que últimamente me encuentro parando más a menudo".
"Oh, ¿es eso cierto? Si mi señora oyera eso, estaría encantada". Aria se inclinó felizmente
ante Rio.
"Entonces, por favor, infórmele. He estado especialmente al cuidado del Gremio Ricca con
todas mis compras", dijo Rio con una sonrisa.
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Ante eso, Aria sonrió. "Me aseguraré de hacérselo saber", contestó con su voz melódica.
"En ese sentido, si me permite preguntarle por curiosidad... ¿ha estado viajando durante
mucho tiempo, Sir Haruto? Por lo que puedo ver, parece que aún estás en la adolescencia".
Rio pensó por un breve momento antes de decidir mezclar la verdad y la falsedad en su
respuesta. "...Sí, he estado viajando desde los once años. Ahora mismo tengo dieciséis años,
así que eso haría que mi viaje durara aproximadamente cinco años. Creo que la primera vez
que visité a Amande fue hace cuatro años". Ahora que se había encontrado con Flora y los
otros inesperadamente, añadió algunos puntos falsos a su línea de tiempo, por si acaso.
"Desde una edad tan joven... También me convertí en aventurera a una edad temprana,
pero tenía unos pocos años más que eso. En realidad, a la edad de once años, no podrías
registrarte como aventurero, ¿verdad?" Preguntó Aria, con sus ojos abriéndose un poco. El
Gremio de Aventureros tenía la regla general de que uno tenía que tener doce años o más
para registrarse como aventurero.
"Sí. O mejor dicho, aún no me he registrado como aventurero. No era algo particularmente
necesario para mí al viajar por varios reinos. Por eso mi principal fuente de ingresos era vender
las gemas encantadas que arrojaban los monstruos que derroté en el camino en nombre del
entrenamiento", explicó Rio, revelando el hecho de que no era un aventurero.
El gremio de aventureros era una organización internacional establecida por consignación

de cada reino. El objetivo original del establecimiento era forzar a aquellos que no eran aptos
para trabajar en la sociedad regular a la defensa nacional con poco personal, poniéndolos
indirectamente bajo la administración del reino y haciéndolos trabajar de manera efectiva.
Sin embargo, la organización internacional sólo tenía nombre. Si bien la sede de la

organización existía formalmente, su gestión estaba a cargo de sucursales independientes en
cada reino. La razón de esto era que cada reino necesitaba enviar a su propio oficial para
supervisar las operaciones de la sucursal, lo que hacía imposible cruzar las barreras
nacionales.
Además, para ser un aventurero es necesario registrarse ya sea en la sucursal o en la sede

central, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Por ejemplo, la incorporación a una
sucursal significaba restricciones para trabajar en otras sucursales (en este sentido, la
incorporación a la sede central significaba la posibilidad de desplazarse libremente entre
sucursales).
"...Es cierto, si bien unirse a un gremio como aventurero otorga beneficios a la organización,
también significa que sus acciones pueden verse restringidas. He oído hablar de personas a
las que no les gusta eso y que eligen no convertirse en aventureros también", dijo Aria con
elocuencia.
¿Quién es él? ¿Para qué viaja? Los misterios sobre él siguen aumentando, pensaba ella al
mismo tiempo.
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"Eso debería bastar. Voy a mover el carruaje de vuelta ahora mismo, así que, por favor,
retroceda un poco". Dijo Rio, después de haber reajustado la rueda con éxito.
"Eso debe ser difícil de hacer solo. Permíteme ayudar," dijo Aria.
Rio agitó la cabeza. "No, la mejora del cuerpo físico de esta espada es suficiente para que
me las arregle solo".
"Más aún si puedo ayudar. También se me ha confiado una espada encantada de mi ama,
así que por favor déjamelo a mí", dijo Aria, negándose a echarse atrás. Después de haber sido
dejada aquí con el propósito de ayudar, no le pareció correcto dejar todo en manos de Rio.
"Estaré bien, así que, por favor, siga vigilando nuestro entorno", dijo Rio, extendiendo su
mano derecha y aplacando a Aria para que no entre en acción.
"Sin embargo..." Aria se detuvo de pie. Los caballeros ya han estado haciendo eso desde
hace un tiempo... pensó con pesar. Ella sabía que Rio tenía que ser más que consciente de
que los caballeros estaban patrullando el área. Por eso Aria pensó que probablemente le
estaba ofreciendo una excusa para tomar un descanso.
Después de eso, Rio sostuvo su espada en su mano izquierda y la blandió en una

demostración de sacar el poder de la espada... cuando en realidad estaba usando sus propias
artes espirituales para fortalecer su cuerpo.
"Aquí vamos". Inmediatamente, Rio dejó caer la espada y usó ambas manos para agarrar
firmemente el carruaje, levantándolo con facilidad.
Los ojos de Aria se abrieron levemente. "...Espléndido", dijo ella. Las asistentes y los
caballeros cercanos en la carretera también se sorprendieron, sus miradas fueron robadas por
la vista de Rio levantando el carruaje.
"Todo lo que hice fue levantarlo. Es lo que hace la espada encantada". Rio le dijo a Aria,
implicando que sus reacciones eran exageradas.
"No, mantener la mejora después de soltar la espada requiere un control avanzado de tu

esencia mágica. Y aun así, lo estás haciendo tan fácilmente".
Cuando los hechizos continuos como la mejora física del cuerpo se activaban a través de
un artefacto mágico, generalmente era bastante difícil mantener ese hechizo después de
liberar el artefacto. Encima de eso, los tipos de artefactos que requerían manipulación de la
esencia para activar el hechizo en lugar de un canto de hechizo verbal tendían a fluctuar
erráticamente en su desempeño. Esa característica era especialmente notable en la clase de
artefactos antiguos que encantaban las espadas con hechicería de alto nivel incrustada en su
interior. Si el usuario no tuviera el control de la esencia mágica, no sería capaz de sacar todo
el potencial del artefacto... en algunos casos, ni siquiera de activar la hechicería.
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Mientras que Aria podía realizar el mismo truco que Rio actualmente, cuando recibió la
espada encantada de Liselotte, tuvo que pasar por un riguroso entrenamiento para poder
usarla por completo. Como mínimo, no podía hacerlo a la edad de Rio. Era la prueba de que
Rio tenía un control tan alto sobre su esencia mágica, o eso había juzgado Aria.
"...Bueno, han pasado dos años desde que empecé a usar esta espada." dijo Rio, mirando
al lejano cielo vacuamente. Aunque tuvo que ajustar su historia para ocultar la existencia de
las artes espirituales, al hacerlo se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado y sintió nostalgia.
"..." La impresión que Aria recibió al mirar el perfil de Rio era madura e infantil al mismo
tiempo, haciendo que sus ojos se ensancharan con curiosidad.
"Voy a comprobar si hay alguna anormalidad con las ruedas del otro lado. Si no hay otros
problemas, se puede llevar a la carretera", dijo Rio, rodeando al otro lado del carruaje que
había estado mirando hacia el suelo antes. Durante un breve instante, miró a la cara de Aria.
Aria, eh. Es el mismo nombre que la profesora murmuró antes, así que ella debe ser la
misma persona. Tampoco parece una mala persona... Pero por alguna razón, tanto su nombre
como su cara resultan familiares de alguna manera, pensó, sintiéndose bastante peculiar.
◇◇◇
Al final, se consideró que el carruaje estaba libre de cualquier daño irreparable. Al regresar
a la carretera principal, Aria se reportó inmediatamente a Liselotte, quien estaba limpiando el
área con las otras chicas que la atendían.
"Mi señora, las reparaciones de emergencia del carruaje de caballos han sido completadas".
La expresión de Liselotte se iluminó. "¡¿En serio?! ¡Espera, y hasta lo trajiste hasta aquí!"
Cuando vio a Rio agarrando una cuerda y remolcando el carruaje detrás de él, se quedó un
poco asombrada.
"Lo siento por la espera", le dijo Rio a Liselotte, tirando del carruaje hacia la carretera.
"...Le pido disculpas, Sir Haruto, por hacerle transportar el carruaje después de repararlo".
Liselotte inclinó la cabeza hacia Rio disculpándose.
"No... Aria también ayudó a empujar desde atrás la mayor parte del camino. También tomé
prestada la fuerza de mi espada encantada, así que era mucho más fácil de manejar que el
ataque del minotauro", bromeó Rio, agitando la cabeza.
"Vaya, qué confiable eres", se rió Liselotte. Cosette se acercó de repente, ofreciéndole
educadamente a Rio una taza de madera con algo para beber.
"Sir Haruto, por favor acepte algo de beber". Estaba repleto de un dulce zumo de fruta por
dentro.
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"Oh, muchas gracias por la oferta. Erm..." Rio se inclinó, agradeciéndole amablemente, pero
se encontró sin saber su nombre.
"Perdóname. Me llamo Cosette. Soy una asistente que sirve a la Señorita Liselotte", Cosette
apretó el dobladillo de su uniforme de asistente e hizo una reverencia de manera elegante.
"Pff...." Liselotte y Aria, que conocían la verdadera forma de Cosette, apenas pudieron
contener su risa al ver su entusiasmo.
"Muchas gracias, Srta. Cosette", dijo Rio alegremente, sin haber notado las expresiones de
las otras dos que se reían.
"También me gustaría agradecerle por lo que hizo por nosotras anteriormente. Puede que
sea una insolencia por mi parte hablar así, pero quería expresar mi gratitud. Por favor, disculpe
mi atrevimiento", dijo Cosette, bajando la cabeza en una muestra de respeto.
Rio ladeó la cabeza con una mirada de preocupación. "No fue nada. Y yo no soy un noble,
así que no necesitas actuar tan formalmente conmigo".
"No puedo aceptar eso. Mi ama le debe la vida a Sir Haruto. Ahora, me iré de aquí... Gracias
por su tiempo". Cosette agitó la cabeza con gracia e inclinó la cabeza antes de darse la vuelta.
Con ese claro mensaje transmitido, se giró y se fue con la gracia de un cisne.
"Viendo a Cosette y a Aria, parece que todas sus asistentes están muy bien entrenadas,
Señorita Liselotte", dijo Rio con asombro.
"No, bueno... Gracias". Liselotte asintió con la cabeza frunciendo el ceño.
◇◇◇
Poco después, los caballeros que patrullaban en busca de gemas encantadas y posibles
amenazas comenzaron a regresar uno por uno. Una vez que los caballeros fueron
rehidratados, el Duque Huguenot se acercó también; decidieron que intentarían mover la
espada minotauro que obstruía el paso por el camino.
"Ahora, movamos esto a un lado del camino".
"Yo fui quien la tiró al suelo. Si quieres, yo mismo podría quitarla..." sugirió Rio.
"Hmm... ¿No sería demasiado difícil para ti hacerlo solo? Creo que atraparlo en el aire y
balancearlo es una carga muy diferente a levantarlo del suelo..." dijo lógicamente el duque
Huguenot.
"Entonces, permítanme intentarlo primero", dijo Rio, apretando la empuñadura de su espada

aún envainada y haciendo una demostración de que la mueve como si fuera para sacar el
poder encantado. Caminó más cerca de la gran espada, agarrando la espada de piedra que
era varias veces más alta que él.
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"...¡Hah!" Con un pequeño respiro, ejerció su fuerza. La gran espada que fue perforada en
el suelo crujió cuando empezó a levantarse. Después de un momento, salió completamente.
"¡Oooh!" Las ovaciones se elevaron alrededor de Rio.
"Es peligroso, así que, por favor, apártense". Desafortunadamente, la hoja era bastante
larga, por lo que Rio advirtió a los caballeros y a las chicas que estaban cerca que tuvieran
cuidado.
Liselotte miró a Rio con los ojos muy abiertos. "...¿Podrías hacer lo mismo?" Preguntó a
Aria, que estaba de pie a su lado.
"No lo sabré hasta que lo pruebe yo misma, pero... Creo que debería ser posible", contestó
Aria en voz baja.
"Oi oi, seguro que hay mucho alboroto aquí afuera". Hiroaki apareció desde el carruaje.
Aparentemente todo el ruido le había llamado la atención.
Flora vio a Rio sosteniendo la gran espada de piedra y abrió los ojos mientras murmuraba
con asombro. "...Parece que Sir Haruto lleva esa espada".
Mientras tanto, los ojos de Hiroaki aterrizaron en la misma escena. Miró a Rio y captó la
atención con una mirada bastante indiferente en sus ojos. "Hah, ya veo..."
Aun llevando la gran espada, Rio caminó lentamente hacia el bosque a un lado del camino.
Los caballeros y ayudantes se murmuraban a sí mismos mientras lo veían hacerlo.
Oh, genial... Ahora todos están alborotados. Debe ser agradable, ser atractivo. Es como
vivir la vida en un modo fácil, tener gente que te adula sólo por llevar algo pesado... Hiroaki
pensó con la cara despejada mientras miraba a las chicas que estaban cerca. Incluso Liselotte
miraba a Rio con una mirada de asombro en su rostro. Hiroaki encontró ese hecho el más
desagradable de todos. En ese tiempo, Rio llegó al bosque con la espada de piedra en la mano
y suavemente la dejó de lado en el bosque.
Hiroaki suspiró exasperado. Supongo que es hora de mostrarles el poder de un verdadero

héroe. Se puso en marcha, caminando hacia Rio con toda tranquilidad.
Cuando Liselotte se dio cuenta de que Hiroaki se había bajado del carruaje, ella lo llamó.
"...¿Héroe?"
"Mira esto", dijo Hiroaki con una mirada engreída, dirigiéndose hacia el lado de la carretera
donde estaba Rio. Rio acababa de levantarse después de terminar su trabajo y estaba girando
sobre sus talones para regresar. Notó que Hiroaki se acercaba y ladeó la cabeza.
"Oh. Hola, héroe. ¿Pasa algo malo?"
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"Me preguntaba qué tan pesada era esa espada de piedra. Sólo préstamela por un
segundo". Hiroaki sonrió con una mueca de asco, agarrando la espada que Rio había tirado al
suelo con ambas manos. Con un gruñido audible, intentó levantarla. Entonces, aunque se
balanceó incómodo durante un momento, Hiroaki consiguió levantar perfectamente la gran
espada de piedra.
"¡Ooh!" Los caballeros alzaron la voz en una ovación.
Roanna también se acercó inmediatamente. "Vaya, eso es espléndido, señor Hiroaki".
"Ah, es un poco difícil de llevar debido a su tamaño, pero supongo que esto debería ser
suficiente. No es gran cosa". Hiroaki sonrió con suficiencia, lleno de confianza en sí mismo.
La forma en que sostiene su cuerpo es completamente amateur, pero sus habilidades

mejoradas son prometedoras. Si tiene tanta fuerza, entonces es probablemente más fuerte
que el caballero promedio, así que tiene sentido que confíe en su fuerza. Pero... ¿esto es arte
espiritual? Rio analizó para sí mismo, los ojos se abrieron de par en par.
"Eso es muy impresionante, héroe", alabó a Hiroaki mientras reflexionaba.
"Jajaja. Bueno, tú tampoco estás tan mal. Volvamos". Hiroaki bajó la gran espada de piedra
hasta donde estaba y golpeó a Rio en el hombro antes de volver al carruaje en un rápido
paseo. Roanna lo acompañó. Su pecho estaba hinchado con orgullo ante toda la atención que
se le prestaba a Hiroaki. Los labios de Rio se elevaron con una sonrisa mientras los seguía
desde atrás.
Hiroaki hizo una línea recta para Liselotte y la llamó, obviamente de buen humor. "Vamos,
Liselotte, vamos. Sube al carruaje. Tú también, Flora". Incluyó a Flora como una idea de última
hora.
"Ah, sí". Flora contestó primero. Liselotte asintió respetuosamente, mirando a Rio.
"Entendido. Entonces, ¿puede acompañarnos Sir Haruto? La próxima vez nos dirigiremos
hacia Amande..."
"También tengo negocios en Amande, así que no tengo razón para objetar... Pero, ¿estás
segura de que quieres dejarme entrar en el carruaje contigo?" preguntó Rio, observando con
atención la expresión de su grupo. Su posición social no era apropiada para montar con un
héroe, una princesa, un duque y dos nobles damas. Normalmente, ni siquiera se le permitiría
montar con nobles normales.
"No hay necesidad de sentir ningún tipo de reserva. Después de todo, nos salvaste la vida
a todos anteriormente", dijo el duque Huguenot sonriendo alegremente.
"Así es, Sir Haruto. También queríamos dar las gracias formalmente, así que por favor, es
más que bienvenido a unirse a nosotros", dijo Liselotte, inclinando profundamente su cabeza.
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Rio trató de detener a Liselotte con nerviosismo. "No, no, por favor, levante la cabeza,
Señorita Liselotte".
"Sí, tiene razón. Alguien tan grande como tú no debería estar inclinando la cabeza tan
fácilmente", estuvo de acuerdo Hiroaki.
"...Discúlpame por mi comportamiento, entonces". Liselotte dijo frunciendo el ceño, mirando

a Rio.
"Ahora, pongámonos en marcha. Vamos”, dijo Hiroaki, dirigiéndose primero hacia el

carruaje.
Así, Rio siguió a Liselotte y a los demás hasta Amande.
◇◇◇
Liselotte llevó a Rio al carruaje; él entró vacilante.
"...Disculpe". El interior del carruaje era espacioso y podía acomodar a ocho personas
cuando estaban sentadas juntas. Allí, Hiroaki, Flora, Roanna y el duque Huguenot tomaron sus
asientos primero.
Hiroaki miró a Rio entrando tarde. "Bueno, siéntate", dijo con un aire pomposo.
"Sir Haruto, por favor, siéntese de este lado", dijo Liselotte al asiento más alto que quedaba.
"Gracias por la hospitalidad". Rio se inclinó educadamente antes de sentarse. Liselotte eligió
un asiento menos que el de Rio antes de sentarse también. Era el más alejado de Hiroaki, que
estaba sentado en la posición más alta.
Hiroaki parecía un poco disgustado por estar más lejos de Liselotte, pero cruzó las piernas
con calma. "Entonces, ¿quién eres realmente? Un noble de alguna parte", le preguntó a Rio.
En ese momento, Flora se estremeció. "Sir Hiroaki, hacer esas preguntas de la nada... Es
de mala educación para Sir Haruto", le dijo a Hiroaki nerviosamente, mirando a Rio.
"Oi oi, ¿Me estás diciendo que lo dejamos subir al carruaje y no podemos preguntar eso?
Deberíamos ir al grano por este tipo de cosas". Hiroaki se encogió exageradamente de
hombros.
"S-Sin embargo..." Flora observó con preocupación la expresión de Rio al tropezar con sus
palabras. Había una manera y un procedimiento adecuados para que se hicieran esas cosas,
de modo que cuando los de mayor rango ignoraban las reglas, les resultaba más difícil a los
demás hablar. Después de todo, así es como funciona una sociedad construida sobre la base
del estatus.
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Con una leve sonrisa, Rio agitó la cabeza para demostrar que no le molestaba. "Por favor,
no hay necesidad de preocuparse por mí. Es cierto que mi pasado no te ha quedado claro".
"Bueno, por lo que parece, sólo eres un espadachín que entrena sus habilidades con la
espada mientras viaja. Un entorno típico de clichés, pero eso es lo que lo hace aún más
sospechoso. Los muchachos de afuera se apresuraron a hacer un escándalo por ti, pero me
gustaría aprender un poco más sobre tus antecedentes antes de confiar plenamente en ti", dijo
Hiroaki sin vueltas, dirigiéndose a Rio. Mientras tanto, Liselotte se encontraba luchando contra
el impulso de ignorar su diferencia de estatus e interrumpir en la conversación.
...Básicamente está declarando su desconfianza hacia él. ¿No es eso ser un poco grosero
con el que te salvó? Incluso si usted quiere pedir más, debe haber una manera de hacerlo
educadamente. Sus modales son un desastre.
Pero no tuvo más remedio que permanecer en silencio; probablemente sería mejor darle las
gracias por la pelea en un momento posterior sin Hiroaki cerca, de todos modos. Con ese
pensamiento, Liselotte mantuvo la sonrisa en su rostro.
"Naturalmente, no espero que todos me crean tan fácilmente... Pero desafortunadamente,

no poseo nada que pueda probar objetivamente mi identidad", dijo Rio frunciendo el ceño.
"Bueno, el nivel de civilización en este mundo es lo que es... Si tan sólo tuvieras algo con el
escudo de una casa noble, entonces podrías probarte a ti mismo..." Dijo Hiroaki, preguntando
de forma indirecta si era un noble o no.
"Como dije al principio, no soy un noble. En todo caso, soy un mero vagabundo, un nómada
que viaja sin un reino en particular al que llamar hogar", dijo Rio tan sinceramente como pudo.
"Hmm... ¿Así que por eso viajas a todas partes?" Preguntó Hiroaki, mirando a Rio, dudoso.
"Sí". Rio asintió secamente.
"Pero, ¿no parece que su discurso y comportamiento son más bien educados para un
vagabundo?" Preguntó Hiroaki, mirando a Roanna. Él había oído hablar de ella antes sobre
cómo los manierismos de Rio no parecían los de un plebeyo común y corriente.
"...Me honra que pienses eso. Pero es simplemente una habilidad para la vida que aprendí
en el camino. Debido a que soy un vagabundo, tengo que esforzarme por vivir en paz con la
gente sin importar adónde vaya", dijo Rio con una respetuosa reverencia.
"Jajaja. Bueno, parece que eres capaz de hablar bien. No sé cómo se trata a los nómadas
y refugiados en este mundo, para ser honesto, pero... En realidad, ¿cómo se tratan?" Preguntó
Hiroaki a los que le rodeaban con una alegre sonrisa.
"...No es que sean blanco de una discriminación agresiva, es sólo que pueden ser tratados
como inferiores a los locales que viven en el área. Es por eso que hay mucha gente que no
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siente ningún apego por la tierra y terminan vagando de un lugar a otro", contestó el duque
Huguenot, el mayor de los presentes y más versado en el mundo.
"Ah, ya veo. Así que así son las cosas. Bueno, lo entiendo... Ese es un problema que
también existe en mi mundo. Causa muchos dolores de cabeza. Puede haber personas con
talento entre los refugiados, pero no pueden ser tratados con favoritismo sobre los ciudadanos
reales de la nación. Cuanto más sobresalgan, más les envidiarán también los locales
inferiores", dijo Hiroaki comprensivamente.
"Estás muy bien informado, Sir Hiroaki", dijo Roanna con aliento de asombro.
"Eh, no es gran cosa. Pero supongo que eso le da algo de crédito a tu historia de viajar
alrededor del mundo, más o menos". Hiroaki sonrió con suficiencia y miró a Rio.
"...Aprecio su amabilidad." Rio forzó una sonrisa en su rostro e inclinó la cabeza

educadamente.
"Bueno, no pareces un mal tipo. Supongo que puedes pasar. Al menos, ahora tienes el sello
de un héroe que aprueba ser digno de confianza". Hiroaki se rió a carcajadas mientras hablaba.
"Es un verdadero honor". Una vez más, Rio inclinó la cabeza de manera educada.
◇◇◇
Mientras tanto, fuera del carruaje donde Rio iba con los demás...
"Cuéntanos, Aria. Hablaste un poco con Sir Haruto, ¿verdad? ¿Cómo era él?" preguntó
Cosette a Aria con entusiasmo. En ese momento, Natalie y Chloe, que habían estado
caminando cerca, también se acercaron a Cosette y Aria para escuchar a escondidas su
conversación.
Aria sintió la curiosidad de sus subordinadas tan clara como el día. "...Parece un año mayor
que nuestra señora, pero parece muy tranquilo y maduro para su edad. Mencionó que ha
estado viajando durante años", respondió ella con un suspiro.
Cosette y Natalie también eran asistentes veteranas. Aria era su líder como cabeza de las
asistentes, pero sus largos años de trabajo juntas las hicieron más parecidas a colegas iguales.
"¿Algo más? Como su mujer ideal o algo así", preguntó Cosette, con una expresión
rebosante de interés.
"No hay manera de que pueda preguntar algo tan intrusivo en una conversación tan corta",
dijo Aria con una mirada cansada.
"Pero eso es algo que puedes observar cuando estás cerca de él, ¿no? ¿Parece del tipo al
que le gustan las chicas tranquilas y elegantes, o las chicas brillantes y habladoras?" Cosette
continuó con un guiño de burla.
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"Desafortunadamente, no poseo tales habilidades de observación." Aria agitó bruscamente
la cabeza.
"Oh Dios, no estoy segura de creer eso", objetó Cosette. "Por ejemplo, ¿no parece que el
héroe preferiría chicas mansas y obedientes? Por supuesto, tienen que ser extremadamente
atractivas primero, pero calmada".
"¡O-Oye! Eso es irrespetuoso... ¡¿Qué harías si alguien escuchara eso?!" Natalie

interrumpió en pánico.
"Oh, ¿estabas escuchando? Escuchar a escondidas no es muy amable de tu parte",

respondió Cosette sin rodeos.
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"Ugh. Sólo estaba caminando cerca, por supuesto que te escucharía", Natalie hizo una
mueca de dolor mientras discutía.
"Bueno, sabía que estabas escuchando de todos modos. Está bien, mantengo mi voz lo
suficientemente baja para que no llegue a los oídos de los caballeros. Apenas estoy cambiando
mi expresión también", dijo Cosette encogiéndose de hombros.
"Cierto, esa no fue una crítica bastante mordaz viniendo de ti..."
"¿Verdad? En realidad..." ...él es un hombre demasiado confiado e intrusivo. Como el hijo

tonto de un noble que confundió el dinero y el poder de su familia con su propio talento. Eso
es lo que me hubiera gustado decir en su lugar, pensó Cosette, pero en realidad no hablaba
en voz alta.
"Bueno, aparte de eso, estoy seguro de que estás de acuerdo con mi declaración, aunque
sea un poco, para responder con lo que hiciste, ¿no?" Cosette le sonrió a Natalie.
"E-Eso no es verdad. Es una persona increíble. Después de todo, tomó la espada del
minotauro antes". Natalie respondió con un chirrido en su voz.
"Eso puede ser cierto, pero... ¿hubo necesidad de que la recogiera en ese momento?"
Cosette ladeó la cabeza, sin duda.
"..." Las chicas no tuvieron nada que decir en respuesta.
◇◇◇
De vuelta en el carruaje con Rio y los demás, había pasado casi una hora desde su partida
cuando alguien golpeó la ventana del carruaje.
"Señorita Liselotte, ¿tiene un momento?" Se oía la voz de Aria llamando a Liselotte desde
fuera.
Liselotte abrió la ventana del carruaje. "¿Qué pasa?", preguntó.
"Amande está a la vista. Pronto llegaremos", informó Aria, dando a Liselotte sólo la
información necesaria.
¿Eh? ¡¿Ya estamos aquí?! La expresión de Liselotte se congeló.
"...¿Ocurre algo, mi señora?" Preguntó Aria con curiosidad.
"N-No, no es nada. Estaba tan inmersa en la conversación que no me había dado cuenta
de cuánto tiempo había pasado", respondió Liselotte con alegría, habiendo recuperado su
sonrisa.
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Al final, no pude hablar con Sir Haruto por culpa del héroe... pensó para sí misma. Hiroaki
había dominado toda la conversación mientras se movían. No importaba de lo que ella hablaba,
Hiroaki se aferraría inmediatamente al tema y lo llevaría en su propia dirección.
"Gracias por el informe". Liselotte le dijo a Aria, cerrando en silencio la ventana.
"¿Ya estamos en Amande?" Hiroaki detuvo la conversación para preguntarle a Liselotte.
"Sí. Será en cualquier momento, así que, por favor, prepárate". Liselotte repitió lo que se le
dijo con una sonrisa.
"Jajaja. Dices eso, pero no tenemos pertenencias". Hiroaki se rió alegremente.
Liselotte le devolvió la risa con una forzada de ella misma antes de que se moviera en la
tregua de la conversación. "Por cierto, Sir Haruto, ¿tiene algún plan después de esto? Si es
para su conveniencia, me encantaría invitarlo a mi residencia..." Se volvió hacia Rio y preguntó.
Rio frunció el ceño disculpándose. "Por favor, acepta mis disculpas. Sé que es descortés
rechazar la invitación de un noble, pero desgraciadamente tengo una cita bastante urgente a
la que acudir en Amande...", dijo humildemente.
Liselotte también frunció el ceño disculpándose. "N-No, es mi culpa por invitarlo de la nada...
Entonces, ¿serías libre de visitar mi residencia otro día?", ofreció en su lugar.
"Sí. Si estás tan dispuesta, entonces será un placer".
Liselotte suspiró aliviada. "Entonces, está decidido. Gracias por estar de acuerdo con mis
caprichos", dijo felizmente.
"No, yo debería ser el que le agradezca por la invitación", dijo Rio con una reverencia de
buenos modales.
"¿Se quedará en Amande por un tiempo, Sir Haruto?"
"Sí, esa es mi intención".
"¿Y has decidido tu alojamiento?"
"No, el plan era decidir una vez que me encontrara con mi compañía en Amande..."
"En ese caso, permítame darle la bienvenida a una de las posadas bajo la dirección del
Gremio Ricca", dijo Liselotte. Aunque ella estaba más que contenta de que él y su compañía
se quedaran juntos en su residencia, ésta era la oferta más cortés que podía hacer después
de que él ya se hubiera negado una vez. Ser demasiado agresiva la haría parecer grosera.
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"Le agradezco su oferta, pero..." Rio dudó en dar una respuesta clara. Teniendo en cuenta
que se trataba de una invitación, el alojamiento era probablemente propiedad de Liselotte, y
había muchas posibilidades de que fuera una estancia de clase alta.
"Es lo menos que podía hacer para mostrar mi gratitud. ¿No considerarías aceptarlo, por
favor? También me sería mucho más fácil enviar un mensajero", explicó Liselotte con una
sonrisa irónica. Rio podría haber elegido rechazar esta propuesta también, pero después de
un momento de reflexión–
"...Lo entiendo. Aceptaré su oferta, entonces. Habrá tres personas, incluyéndome a mí, dos
de las cuales son mujeres a las que no les importa vivir juntas, por favor, ténganlo en cuenta",
dijo respetuosamente, inclinando la cabeza. Ahora que le había dicho que se quedaba en
Amande, no podía ir a instalar su casa de piedra en las afueras de Amande. Considerando
cómo esto eliminó la molestia de buscar una posada, parecía un intercambio favorable. Y lo
que es más importante, también sería beneficioso que Liselotte conociera su ubicación.
"Entendido. Haré los preparativos necesarios".
"Muchas gracias. Debería estar libre en cualquier momento a partir de mañana".
"Lo espero con ansias", dijo Liselotte, bajando la cabeza respetuosamente.
"Veo que tú también has estado jugando, con dos mujeres acompañantes. Bonito". Hiroaki
sonrió a Rio. Después de eso, Hiroaki volvió a dominar la conversación, monopolizando los
temas a su antojo.
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Interludio: ¡Hagamos Uniformes!
Mientras tanto, lejos, muy, muy lejos, en la aldea del pueblo espiritual...
Era mediodía. Latifa y Sendo Aki fueron acompañadas por su amiga lobo plateado, Vera,
mientras regresaban a la casa en la que vivían juntos. Allí encontraron a un grupo de cuatro
chicas mayores reunidas en la sala de estar: Miharu, Sara, Orphia y Alma.
"¡Estamos en casa!" Latifa y Aki gritaron con entusiasmo cuando regresaron.
"Bienvenidas a casa", las chicas mayores les respondieron calurosamente.
"¡¿Eh?! ¡¿Qué llevas puesto, Orphia?!" Latifa vio la figura de Orphia y resplandeció de oreja
a oreja.
"Fufu, la ropa de donde vivía Miharu antes de venir aquí", contestó Orphia, girándose en el
lugar para mostrar todo su cuerpo. Tenía una chaqueta beige, una cinta roja en el pecho, un
suéter de punto, una falda de cuadros y medias negras hasta la rodilla. Orphia llevaba el
uniforme de Miharu de Japón.
"Uwah..." Los ojos de Latifa brillaban de asombro.
Vera miró con curiosidad el conjunto de Orphia durante un momento, antes de iluminarse
con una sonrisa amistosa. "Wow, no verías esa ropa en ninguna parte del pueblo. ¡Pero es
muy lindo!" A su lado, Aki también estaba encantada de ver a Orphia en uniforme escolar.
Después de una pausa, ofreció su opinión con una sonrisa radiante.
"Sí, el uniforme te queda muy bien, Orphia!"
"Ehehe, gracias". Orphia le dio las gracias con una sonrisa.
"...¿Uni...forme?" Vera inclinó la cabeza.
"La ropa que lleva Orphia. En el país de dónde venimos, las chicas mayores iban a la
escuela con la misma ropa", explicó Aki inmediatamente a Vera.
"¡Eso es bueno! Oye, yo también quiero probarlo. ¿Puedo ponérmelo, Miharu?" La cola de
zorro de la que Latifa estaba tan orgullosa se balanceaba de un lado a otro mientras rogaba a
Miharu.
"Sí, por supuesto". Miharu se rió y estuvo de acuerdo.
"Hmm... Pero creo que ese tamaño puede ser demasiado grande para Latifa". Sara miró el
cuerpo de Latifa y comentó sus dudas.
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"Fufu. Después de todo, también le quedaba suelto en el pecho a Sara". Dijo Alma con una
sonrisa.
"¡Fue perfecto en cuanto a la altura! ¡A diferencia de ti, Alma!" Sara se opuso a la vergüenza,
pero Alma la ignoró con indiferencia.
"Soy una enana, así que sé que me faltará tamaño en ciertas áreas".
"¡Cielos!" Sara hizo un gesto muy lindo. Miharu se rió alegremente al ver el intercambio entre
ellas.
"Ah, ¿entonces qué tal si te presto mi uniforme, Latifa?" sugirió Aki.
"¿Tú también tienes uniforme, Aki?" La expresión de Latifa se iluminó al instante.
"Sí. Lo guardé en mi habitación, así que puedes cambiarte allí. Vamos", dijo Aki.
"¡Esperaré aquí con anticipación!" Vera se quedó en la sala de estar con las chicas mayores.
Poco después, Latifa y Aki regresaron, y Latifa llevaba el uniforme escolar de Aki.
"...Ehehe, ¿qué te parece?" preguntó con una sonrisa, mostrando su figura a las chicas de
la habitación. El uniforme de Aki tenía un diseño diferente al de Miharu, pero también era muy
bonito.
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Los ojos de Vera brillaron, y ella fue la primera en hablar. "¡Wah! ¡Te queda muy bien, Latifa!"
"Ehehe, gracias", dijo Latifa felizmente. Todavía era estudiante de primaria cuando vivía en
Japón como Endo Suzune, así que puede que haya admirado los uniformes escolares de los
estudiantes de secundaria y preparatoria.
"Sí, te queda muy bien. Asegúrate de mostrarle a Haruto también", dijo Miharu a Latifa con
una sonrisa.
Latifa asintió felizmente. "¡Sí! Pero me gustaría que Onii-chan nos viera a todas en uniforme,
si es posible. Deberíamos hacerlos, como hicimos con los trajes de baño".
"¿Eh? ¿Estos uniformes, para todas? Pero a diferencia de los trajes de baño, no les sirven
de mucho..." Los ojos de Sara se abrieron de par en par, sorprendida.
Sí, este era un caso diferente al de los trajes de baño. Aunque los uniformes eran bonitos,
su apariencia era bastante diferente a la de la ropa general de la aldea del pueblo espiritual,
por lo que usarlos como si fueran de uso cotidiano los haría destacar. Sin embargo, Orphia
estaba de acuerdo con la sugerencia de Latifa. "Creo que es una buena idea. Estoy segura de
que será divertido", dijo.
"Sí, estoy de acuerdo. Sólo se lo mostraremos a Haruto, pero no creo que sea una mala
idea". Alma tampoco parecía estar en contra.
"¿No quieres enseñarle a Onii-chan cómo te ves con uniforme, Sara? ¡Estoy seguro de que
se sorprenderá!" Preguntó Latifa, con una sonrisa claramente visible hacia Sara.
"Ugh..." Cuando Sara se imaginó a sí misma usando un uniforme frente a Rio, sus mejillas
se enrojecieron. Por alguna razón, se sintió irrazonablemente avergonzada, posiblemente
porque no era su ropa habitual.
Orphia se rió burlonamente. "Fufu, si Sara no está interesada, podríamos hacerlo para
nosotras mismas y mostrarle a Haruto sin ella".
"Qu- ¡A-Alto ahí! ¡Nunca dije que no lo haría! ¡Lo haré, lo haré también!" dijo Sara con
nerviosismo.
Latifa y Vera intercambiaron miradas antes de reírse. "Fufufu..."
"¿D-De qué se ríen ustedes dos?" Sara les preguntó a las dos con una voz que chillaba de
vergüenza.
"¡Nada!" Ellas reaccionaron inocentemente en sincronía.
Miharu y Aki sonrieron mientras observaban su intercambio. "¡Ahaha!"
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"Así que así será, Miharu. ¿Estarías dispuesta a enseñarnos a coser una vez más?"
preguntó Orphia.
"Por supuesto. Estaré encantada de hacerlo", asintió rápidamente Miharu.
Latifa se imaginó a todas ellas llevando uniformes y su cara se convirtió en una sonrisa
alegre. "Ehehe, me pregunto si Onii-chan se alegrará de vernos".
"¡Sí, estoy segura de que lo hará! ¡Rio realmente te ama, después de todo!" declaró con
firmeza Vera.
"¡Sí, lo sé!" Latifa sonrió muy despreocupadamente. Era un rostro que transmitía que sabía
perfectamente que era amada por Rio.
Latifa ama a Haruto... Aki pensó mientras miraba a Latifa, sintiendo un poco de nostalgia.
Estaba recordando a su hermanastro, Sendo Takahisa. Aunque no expresaba su afecto tan
directamente como Latifa, Aki era consciente de que también tenía un apego antinatural a su
hermano. Por eso, cuando veía a Latifa adorando de todo corazón a Rio, a menudo terminaba
pensando en Takahisa. Tal vez sintió empatía en la forma en que también adoraba a su propio
hermanastro.
Me pregunto si Haruto ha notado los sentimientos de Latifa.
No, no era sólo Latifa, Sara, Orphia y Alma también tenían los mismos sentimientos.
Estaban muy conscientes de la presencia de Rio como persona del sexo opuesto.
Pero Haruto es sorprendentemente desabrido con estas cosas. Parece una persona muy
seria, pero, ¿tiene a alguien que le guste? ¿Quizás alguien de este grupo? ¿O quizás Aishia?
Aki observaba a las chicas que la rodeaban mientras reflexionaba.
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Capítulo 2: Llegada a Amande
Rio, el grupo de Liselotte, y los demás llegaron a Amande. El carruaje entró en la ciudad por
la puerta oeste y se dirigió por la calle principal hacia el centro de la ciudad, dirigiéndose hacia
el distrito norte, donde se encontraba la residencia de Liselotte.
"Gracias por acompañarme hasta aquí, Señorita Liselotte". Rio fue dejado en la plaza del
centro de la ciudad para dirigirse al alojamiento que le fue preparado.
"No fue un problema en absoluto. Enviaré un mensajero mañana por la mañana, así que
por favor diviértete en lo que queda del día. Aria, asegúrate de cuidar a Sir Haruto", dijo
Liselotte desde donde estaba viendo a Rio fuera del carruaje.
"Entendido", contestó Aria, asintiendo con la cabeza respetuosamente. Liselotte abordó el

carruaje una vez más y se dirigió a su residencia y Aria comenzó su tarea de dirigir Rio.
"Permítame mostrarle el camino, Sir Haruto. Por favor, sígame".
"Por supuesto", Rio empezó a caminar después de Aria. Un momento después, llegaron a
la posada.
"Es por aquí". La posada estaba situada en la plaza donde el carruaje la había dejado. Al
estar en el centro de la ciudad, estaba relativamente cerca de la residencia de Liselotte y era
un lugar muy deseable.
"Vaya, esta es una posada espectacular". Rio miró hacia la posada a la que lo llevaron con
los ojos muy abiertos. El edificio de tres plantas estaba hecho de un material elegante y parecía
una construcción relativamente nueva, ya que todavía aparecía como tal. No había duda de
que era de una clase superior en comparación con las otras posadas de lujo de la zona.
"Gracias por el cumplido. Por favor, entra". Aria inclinó la cabeza respetuosamente y se
acercó a la entrada del edificio. Varios empleados estaban en espera ante la posada...
Parecían reconocer la cara de Aria, mientras les daban la bienvenida a los dos sin interrupción.
"Por favor, siéntese aquí y espere un momento, Sir Haruto". Aria hizo que Rio se sentara en
un sofá en el vestíbulo antes de ir solo a la recepción. Entonces, una empleada vestida de
camarera se le acercó.
"Aquí tiene, Sir Haruto", dijo la empleada, poniendo una taza de té ante el sofá. Ella debe
haber oído su nombre de Aria. Entonces, ni siquiera un minuto después, Aria regresó.
"Sir Haruto, los preparativos de su habitación han sido completados. Lo guiaré a ella ahora,
así que, por favor, sígame".
"Guie el camino". Rio se puso de pie y se inclinó brevemente antes de empezar a moverse.
Lo llevaron a una habitación en el último piso del edificio.
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"¿Esta habitación es de su agrado? Tiene varias habitaciones, por lo que su compañía
puede alojarse en habitaciones separadas de usted si así lo desean", explicó Aria una vez que
llegaron.
Rio miró con admiración la espaciosa habitación. "Naturalmente, nunca encontraría un

defecto en una habitación tan maravillosa como ésta..."
El espacio asignado a la sala de estar superaba fácilmente los quince metros cuadrados, y
además había múltiples dormitorios. Era una pizca más pequeña que la casa de piedra de Rio,
pero sin duda era la habitación suite.
"Si está satisfecho con este espacio, eres libre de quedarte aquí todo el tiempo que desees.
Ha sido reservado para su uso sin límite. Y no habrá necesidad de preocuparse por los
honorarios". Aria se inclinó y habló reverentemente. Todo era bastante lujoso.
"...Estoy muy agradecido". Rio se disculpó, aceptando la buena voluntad de Liselotte.
◇◇◇
Después de que Aria dejara la habitación, Rio se sentó en el sofá de la sala de estar y llamó
a Aishia a través de su conexión telepática. Aishia, ¿puedes oírme? Para los espíritus
contratados como Aishia, era posible comunicarse entre sí en un radio de medio kilómetro.
Síp, te escucho, Aishia respondió inmediatamente, haciendo sonreír a Rio.
Gracias a Dios. ¿Dónde estás ahora mismo? Como todo sucedió tan rápido, apenas habían
podido comunicarse antes de partir, por lo que Rio temía que él hubiera hecho que las dos se
preocuparan.
Tomando té con Celia en un café cercano.
Ajaja, me alegra oír eso. Ellas parecían estar teniendo un momento más relajante de lo que
él esperaba, llenándolo de una sensación de alivio. Sin embargo, ese no parecía ser el caso.
Celia está preocupada, así que ven aquí rápido.
...Lo tengo. Hay cosas que quiero decirles, así que voy para allá. Rio se levantó
tranquilamente del sofá.
◇◇◇
Rio dejó la llave de su habitación con la recepción y se dirigió hacia afuera para encontrarse
con Aishia y Celia.
Sólo sigue recto así. Estamos en un café llamado Ciel, en el balcón del segundo piso.
Siguiendo las indicaciones de Aishia, Rio llegó al mencionado café.
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"¡Bienvenido!" Una bonita trabajadora estaba de pie en el frente, dando una enérgica
bienvenida a Rio.
"Mis compañeros ya han llegado. ¿Puedo entrar?"
"Por supuesto. ¡Adelante!" La chica aceptó de inmediato, dejando subir a Rio por las
escaleras y dirigirse hacia el balcón. El balcón en sí no era muy amplio, y sólo había espacio
para una mesa redonda. Rio vio a Celia y a Aishia sentadas allí de inmediato.
"Está aquí", dijo Aishia, notando inmediatamente la llegada de Rio.
"¡Haruto!" Celia saltó, corriendo hacia Rio preocupada.
"Umm. Disculpa la espera, Cecilia". Rio sonrió torpemente, dirigiéndose a Celia con su alias.
"¿Estaba todo bien? ¿Estás herido en alguna parte?" Preguntó Celia preocupada, tanteando
por todo el cuerpo de Rio con las manos. Los dos estaban de pie en la entrada del balcón, a
la vista de los clientes que había dentro.
"¿Qué es esto? ¡La chica que estaba en el balcón se aferra a un hombre!"
"¿No es él guapo?"
"Las dos que estaban sentadas en los asientos del balcón también eran muy hermosas".
Y así sucesivamente. Las clientes femeninas que tomaban té en el café chismeaban, con
su atención en los tres.
"Ajaja, no estoy herido en absoluto, así que, por favor, no te preocupes. Parece que todos
nos miran, así que ¿por qué no nos sentamos primero?" Rio sintió como las miradas se
clavaban en su espalda desde dentro de la tienda y sugirió que se sentaran con una mueca de
preocupación.
"S-sí". Celia se dio cuenta de que estaba aferrada a Rio y se sonrojó furiosamente. Se giró
sobre su talón y volvió tímidamente a su asiento.
"Camarera, por favor, tráigame el té recomendado del lugar". Rio pidió su orden a la
trabajadora que acababa de subir las escaleras, pidiendo una orden de té antes de salir al
balcón para sentarse al lado de Celia y Aishia.
"Me disculpo por preocuparte, pero la batalla terminó sin incidentes. La amiga de Cecilia
también está completamente ilesa, así que no necesitas preocuparte por ella", le dijo a Celia.
Desde este asiento, los clientes dentro del café no deberían haber podido oírlo. Seguirían
usando alias por si acaso, pero su conversación estará bien mientras estén atentos a la
camarera. Por cierto, la mesa en la que estaban sentados ya tenía varios bollos que debieron
haber pedido antes. Celia no parecía tener mucho apetito, pero Aishia seguía masticando
ansiosamente, incluso ahora.
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"S-Sí. Estuvimos observando desde arriba hasta justo antes de que terminara la batalla..."
Celia asintió con dudas.
"Entonces deberías saber que no estoy herido, ¿no?" Rio se rió entre dientes.
"¡V-Verte fue exasperante! Puede que hayas sido abrumadoramente fuerte, pero los
monstruos a los que te enfrentabas también eran enormes". Dijo Celia, haciendo pucheros con
sus labios. Rio puede haber sido abrumador, pero la visión de él cruzando espadas de frente
con monstruos tan gigantescos era chocante. Fue suficiente para que se preocupara de que
Rio estuviera herido en algún lugar que no podía ver a simple vista.
"Ajaja. Tal vez si todavía fuera un niño, pero ahora soy lo suficientemente fuerte como para
enfrentarme a esos monstruos". Rio se rió inexpresivamente, agitando la cabeza como si no
fuera nada.
"Cara a cara... Eran minotauros. El más fuerte de los monstruos que no se han visto desde
la Guerra Divina", dijo Celia, medio exasperada, con la cara temblorosa.
"Pero incluso tú hubieras sido capaz de derrotarlos, dadas las condiciones adecuadas.
¿No?" preguntó Rio, dándole a Celia una mirada penetrante. Ella tuvo que haber adquirido
varias magias que podían derribar un minotauro de un solo golpe. No era llamada una
hechicera genio por nada.
"Se mueven demasiado rápido, así que tendría que restringirlos primero, pero... ¡Espera,
esto no se trata de eso! ¡¿Por qué se siente como si estuvieras tratando de desviar el tema?!"
Celia comenzó a considerar seriamente la forma en que los habría derrotado, pero pronto
recobró el sentido común, ya que estaba ocupada preocupándose por Rio en este momento.
Ella no lo quería en situaciones peligrosas, después de todo.
"Ajaja, bueno, parece que el té está aquí, así que déjenme explicarles lo que va a pasar de
ahora en adelante", dijo Rio con una leve sonrisa, haciendo avanzar la charla.
"...Bien", dijo Celia, pero asintió obedientemente.
"Disculpe. Aquí está el té negro que ordenó". La trabajadora salió al balcón y dejó
cuidadosamente un juego de té antes de retirarse inmediatamente. Una vez que Rio confirmó
que ella se había ido, él comenzó a hablar.
"Primero, nos quedaremos en la ciudad de Amande los próximos días. Nuestro alojamiento
ha sido preparado por la amiga de Cecilia, Aria, así que nos quedaremos allí durante todo el
viaje. Lamento tener que decirte esto sin avisarte... ¿Está bien eso?"
Aishia se detuvo en medio de morder un bollo y dio una respuesta inmediata que demostró
que no le importaba demasiado. "Está bien".
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A pesar de su acuerdo, la cara de Celia se oscureció de preocupación. "Por supuesto, a mí
tampoco me importa... pero tendré que tener cuidado de no encontrarme con Aria. Bueno,
dudo que me reconozca si nos cruzamos en la calle..."
"Das una impresión muy diferente a la que solías tener, así que creo que estará bien. Pero
Aria no será la única persona de la que necesitas estar al tanto..." Rio dijo con cuidado, reacio
a hablar.
"...¿Pasa algo malo?" Celia ladeó la cabeza con curiosidad.
Rio se decidió y nerviosamente reveló la verdad. "De hecho, hay visitantes de la realeza y
la nobleza de Beltrum aquí en este momento".
"¡¿Eh?!" Los ojos de Celia se abrieron de par en par conmoción.
"Sí, yo también me sorprendí. No me di cuenta hasta que la batalla terminó". Durante la

batalla, Flora se había estado escondiendo fuera de la vista, y la lucha de Aria atrajo la mayor
parte de la atención. Por eso Celia y Rio no se habían dado cuenta.
"¿Q-Quién estaba allí?" preguntó Celia nerviosa.
"Resultó que aparte de Liselotte y sus asistentes, todos los demás eran del reino de Beltrum.
La facción enemiga del duque Huguenot, para ser precisos. La segunda princesa Flora, el
duque Huguenot, así como Roanna de la facción del duque Fontaine, también están aquí", dijo
Rio, enumerando las figuras más importantes.
"...Todas son figuras importantes". Y todos ellos eran personas que Celia conocía. "Espera,
Roanna era tu compañera de clase y la princesa Flora también debería haberte conocido bien.
¿No se dieron cuenta?" Celia lo notó en pánico.
"Sí, la princesa Flora tiene una buena intuición y parecía sentir que algo era extraño, pero
Roanna no parecía notar nada en particular", respondió Rio instantáneamente.
"...Hey, ¿no sería mejor si dejamos Amande inmediatamente?" Celia sugirió con una mirada
de pánico. "No, nos quedaremos en Amande". Rio agitó la cabeza con un rotundo rechazo,
con su decisión firme.
"Alguien podría averiguarlo".
"El mayor peligro es la Princesa Flora, pero no nos hemos visto en años. Sin mencionar el
hecho de que mi color de pelo es diferente ahora. Creo que el riesgo está dentro de un límite
razonable".
Fuera del uso de tintes, no había manera de cambiar el color del cabello en la región de
Strahl, pero el concepto de teñir el cabello no era una idea común entre el público en general
para empezar. Incluso si uno se tiñera el cabello, se vería mucho más antinatural en
comparación con el uso de artefactos mágicos de Rio.
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"...¿Hay alguna razón?"
"Sí. Deseo establecer relaciones favorables con Liselotte. Es la hija del gran señor del Reino
de Galarc, el duque Cretia, y la presidenta del Gremio de Comerciantes Ricca".
"¿Con Liselotte?" Los ojos de Celia se abrieron de par en par ante la inesperada respuesta.
"Sí. Pensé que no haría daño tener una conexión con alguien poderoso dentro de este reino,
en caso de que el héroe que busco esté afiliado al Reino Galarc y necesitara una manera de
conocerlo formalmente. Por eso quiero ganarme su favor. Por supuesto, salvar a tu amiga
también fue una de mis metas, pero la razón principal por la que intervine en la batalla anterior
fue por esto", reveló Rio honestamente. Además de esas razones, formar una relación
favorable con Liselotte también podría resultar útil algún día si alguna vez regresaran a Celia
al mundo de la nobleza, pensó Rio.
"...Bien. Sí, lo entiendo". Celia dudó durante un largo minuto, pero pareció llegar a un
acuerdo mientras asentía poco después.
"Me alegra oírlo. De hecho, esperaba más oposición que eso", dijo Rio de forma un tanto
inesperada.
"...No es como si estuvieras intentando hacer algo peligroso, ¿verdad?" preguntó Celia,
observando cuidadosamente la cara de Rio.
"Por supuesto que no", afirmó Rio de inmediato.
"Entonces creeré en ti. Esa ha sido mi decisión desde el principio". Celia sonrió suavemente
mientras hablaba.
"Cecilia..." Rio se sintió extrañamente avergonzado, pero al mismo tiempo, la felicidad surgió
dentro de él.
"Pero no debes bajar la guardia, ¿entendido? Puede parecer una chica de tu edad, pero
Liselotte es bien conocida por ser una noble muy capaz", advirtió Celia. Seguía siendo la
profesora de Rio en áreas como ésta.
"Sí". Rio asintió felizmente con la cabeza.
"¿Por qué estás tan contento? Bueno, lo que sea. Estaré encantada de responder a
cualquier pregunta que tengas, así que no dudes en preguntarme, ¿de acuerdo?" Celia se
ofreció tímidamente.
"Muchas gracias. En realidad, tenía planes de volver a ver a Liselotte mañana. ¿Podrías
enseñarme algo de la etiqueta que implica visitar la residencia de un noble?" Rio sonrió
suavemente, aceptando inmediatamente la oferta de Celia. Ella asintió felizmente.
"¡Sí, déjamelo a mí!" asintió felizmente.

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◇◇◇
Después de eso, Rio, Celia y Aishia charlaron en el café durante un rato antes de dirigirse
a la posada. Aishia parecía haber adquirido un gusto por los bollos desde que comió en Cleia
y estaba más satisfecha que de costumbre.
"Por cierto, ¿qué clase de persona es Liselotte?" Celia le preguntó a Rio en el camino.
"Tiene un comportamiento suave, pero es una mujer muy inteligente. Supongo que tiene
sentido que tu amiga quiera servirla". Rio miró al cielo mientras pensaba en su primera
impresión de Liselotte.
"Ya veo". Celia sonrió tímidamente. Debe haber estado orgullosa de oír a su amiga ser
elogiada.
"Hablando de eso, ¿tu amiga 'Aria' también es del reino de Beltrum?" preguntó Rio.
"Síp. Solía ser mi compañera de clase en la Academia Real de Beltrum, pero, bueno... su
casa se arruinó. Terminó abandonando la academia. Pero era una persona excepcional, así
que encontró trabajo en el castillo fácilmente. Sin embargo, el acoso fue demasiado para que
ella lo soportara, así que renunció poco después", explicó Celia.
Rio recordó la forma en que Aria luchó en la batalla anterior y habló con asombro. "Es cierto,
ella tenía una espléndida espada como arma por lo que presencié".
"Sí, en la academia, sus notas en esgrima era mejor que la de los chicos. Siempre salía
ganando". Celia se jactaba con orgullo.
"Ya veo. Como joven y hábil caballera, debe haber sido difícil para ella lidiar con los
prejuicios de los que la rodeaban". Rio imaginó las circunstancias de Aria en ese momento con
una sonrisa amarga. El acoso fue fuerte contra Rio, que era un huérfano en las calles, por lo
que debe haber sido duro para un noble caído.
"¿Eh?" Celia puso una cara confusa.
"...Umm, ¿dije algo extraño? Era un caballero, ¿no?" Rio también ladeó la cabeza con
curiosidad.
"Ohh, no no, no fue eso. Ah, ya veo... habría sido más natural para ella haber sido caballero,
¿eh? De todos modos, ella trabajaba como sirvienta principal del castillo". Celia se rió mientras
corregía el malentendido de Rio. La sirvienta principal se encargaba de dar la bienvenida a los
huéspedes y asegurar que estuvieran cómodos; uno tenía que ser de los orígenes apropiados
para poder hacerlo.
"Ya veo... Me precipité a sacar conclusiones. Perdóname", se disculpó Rio con una leve
sonrisa.
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"Espera... hmm. Ahora que lo pienso, también deberías haber visto a Aria una vez antes",
dijo Celia de repente.
"¿E-En serio?" se sorprendió Rio, con una fuerte duda.
"Síp. Cuando tenías siete años y habías sido convocado por primera vez al castillo real.
¿Recuerdas a la chica que estaba a cargo de cuidarte, justo antes de tu audiencia con Su
Majestad?"
Rio finalmente lo recordó. "...Aah, la chica de ese entonces. No tenía ni idea". Sus ojos se
abrieron por completo al recordar el fatídico encuentro.
"Fufu, no te culpo por olvidarlo. Han pasado nueve años, después de todo". Celia sonrió
divertidamente.
"Cierto", Rio estuvo de acuerdo con un resoplido.
"Ella renunció a sus deberes en el castillo poco después de eso. Entonces, ella tomó la
espada y se convirtió en una aventurera, que es donde Liselotte la buscó. La he visto varias
veces desde entonces, pero al parecer se encuentra bien". Dijo Celia, mirando a lo lejos con
una sonrisa.
◇◇◇
En la residencia del gobernador de Amande, Liselotte estaba asistiendo a una reunión

individual con el duque Huguenot después de asignar una habitación de huéspedes para
Hiroaki, Flora y Roanna.
"Dios mío, las cosas han cambiado desde que esa criatura parecida a un dragón apareció".
El duque Huguenot se sentó en el sofá y comenzó a hablar con cansada firmeza.
"Mis disculpas. Le he causado muchos problemas... Incluso hubo gente de su lado que
resultó herida". Liselotte frunció el ceño disculpándose.
"No, fuimos nosotros los que insistimos en acompañarla. El hecho de que nos hayamos
encontrado con un ataque enemigo inesperado no significa que usted tenga la responsabilidad.
Hubo heridos graves, pero al menos nadie murió. Mientras cumplamos con nuestro papel de
guardias, todo estará bien". El duque Huguenot agitó la cabeza cálidamente.
"...Estoy muy agradecida por ello. Fue muy afortunado que los caballeros tuvieran una
defensa muy sólida. Si estuviera viajando sola con mis seguidores, no creo que hubiéramos
podido salir sin ninguna muerte", contestó Liselotte respetuosamente.
"No no, escuché que sus asistentes también jugaron un papel impresionante en la batalla.
Especialmente Aria. Raymond, el líder de los guardias de élite, insistía en que su fuerza podría
compararse con de la Espada del Rey".
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"¿Wow, de verdad? Me aseguraré de decírselo a ella más tarde". Liselotte sonrió felizmente.
"...Parece que nuestro reino realmente liberó un talento maravilloso, por muy arrepentido
que sea. Pero me asombra su habilidad para elegir a alguien de su valor". El duque Huguenot
se rió, encogiéndose de hombros con exasperación.
"Pero Aria sola no habría podido superar esa crisis. Minotauros y monstruos humanoides
desconocidos... El campo de batalla empeoró inmediatamente cuando aparecieron". Liselotte
recordó los acontecimientos con una oscura mueca.
"Hmm. De los cuatro minotauros que aparecieron, su Aria derrotó a uno, ¿verdad? Escuché
que los monstruos humanoides que aparecieron al mismo tiempo también eran oponentes
bastante poderosos. Fue muy encomiable cómo pudo escapar sin ayuda después de estar
rodeada. Pero el chico que apareció después también dejó una impresión extrema. Su poder
era realmente abrumador. Si no hubiera aparecido, podríamos haber sido aniquilados". El
duque Huguenot analizó los acontecimientos del ataque con calma.
"...Sin embargo, ¿no tendría el héroe el poder de revertir esa situación, si se redujera a
eso?"
"Jajaja, tal vez. Pero el héroe carece de experiencia real en las batallas, incluso usted
debería ser consciente de ello, estoy seguro". El Duque Huguenot se rió inapropiadamente,
interrogándola a cambio.
"...Lo sospechaba, pero para ser honesta, todavía no he sido capaz de medir
adecuadamente cuánto poder tiene el héroe dentro de él. No parece tener ningún
entrenamiento práctico sustancial, pero fue capaz de levantar la espada del minotauro. ¿Sólo
pudo lograrlo porque sacó el poder de la Arma Divina?" Preguntó Liselotte, hablando
honestamente de sus impresiones sobre Hiroaki.
"Sí, puedes considerar que la Armas Divinas están en la misma categoría que las espadas
encantadas. Es similar a cómo la compatibilidad con el arma saca más poder, pero en el caso
de las Armas Divinas esa compatibilidad se limita sólo al héroe. Aunque hay casos irregulares
en los que el poder de un Arma Divina puede ser manejado libremente o sin ningún tipo de
entrenamiento. Hay muchos misterios en torno al tema, pero los héroes y las armas divinas
son ciertamente especiales", dijo el duque Huguenot, asintiendo profundamente con la cabeza.
"Lo que significa que lo que le falta a tu héroe es experiencia real de batalla después de
todo?" preguntó Liselotte con expresión seria.
"De hecho, es así. Bueno, parece que nunca tuvo ningún entrenamiento de combate para
empezar, y no deseamos que nuestro precioso héroe sea puesto en peligro tampoco.
Pensando que es prematuro para él experimentar una batalla real, habíamos limitado su
entrenamiento a batallas casuales simuladas con los caballeros. Recientemente, está
construyendo su confianza a través de victorias consecutivas, así que estábamos
considerando moverlo a monstruos de bajo nivel y experimentar el aire de una batalla real,
pero..."
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Parecía como si el aire de una batalla real fuera diferente. A pesar de que Hiroaki tenía un
poder tan poderoso como héroe, cuando sintió que su vida estaba en peligro, se puso nervioso
e inútil.
"Su primera batalla resultó ser una experiencia bastante pesada". Liselotte dejó ver una
sonrisa amarga.
"Exactamente, exactamente. Pero las batallas reales nunca van de acuerdo al plan de todos
modos. Al menos se convirtió en una experiencia valiosa, si lo pensamos con optimismo", dijo
el duque Huguenot con una sonrisa amarga.
Basándose en su conversación hasta ahora, Liselotte se hizo una idea de los pensamientos
del duque Huguenot. Así que parece que el duque Huguenot no lo está usando para nada más
que como símbolo de la voluntad divina, por ahora. Su uso en la batalla es secundario, que es
exactamente lo que esperaba.
De manera similar, Liselotte estuvo de acuerdo con la percepción del duque Huguenot sobre
el equilibrio político. Sería un caso diferente si se avecinase una guerra a gran escala, pero en
la actualidad no había necesidad de que el héroe haga alarde de su poder y forme una leyenda.
En el peor de los casos, podría ser percibido como una amenaza para los reinos vecinos,
después de todo.
Y, por improbable que sea, si el héroe se absorbiera tanto con su propio poder que se
separara del reino, ese poder se dirigiría hacia ellos. Por eso, este era el momento de
determinar la personalidad del héroe y construir la confianza en su relación.
"Por cierto, en una nota ligeramente diferente, ¿podríamos hablar un poco del chico?" El
tono del duque Huguenot cambió al hablar solemnemente.
"...Te refieres a Sir Haruto, ¿no es así?"
"Derrotó a tres de los cuatro minotauros que aparecieron. También eliminó varios de los
misteriosos pero poderosos monstruos humanoides... Una hazaña imposible si no hubiera
tenido control total sobre su espada encantada. Honestamente hablando, ¿qué piensas de ese
espadachín encantado y extremadamente poderoso, Liselotte?"
"...Basado en su discurso y conducta, y por supuesto, en su dominio de la espada, sentí una

sensación de elegancia y refinamiento. Aunque puedo entender por qué alguien de origen
nómada necesitaría tal comportamiento..."
"Todavía hay muchos puntos sin explicación allí. Aunque, la posibilidad de que él sea un
agente secreto tampoco debería ser descartada, encuentro más probable que sea un noble
escondido debido a alguna circunstancia, ¿o quizás alguien de una familia noble caída?".
"...Sí, hay casos como el de Aria, también. Si fuera de una familia noble caída, puedo
entender por qué no querría hablar de sus propios antecedentes. En cuanto a la otra
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posibilidad, no tengo nada que ofrecer allí", estuvo de acuerdo Liselotte, hablando
elocuentemente.
"Me lo imaginaba. Mientras continuamos construyendo nuestra relación con él, me gustaría
saber más sobre sus antecedentes..."
"Sin embargo, sería un mal movimiento mostrar cualquier signo de nuestras sospechas.
Sería muy inapropiado ser descortés con el que nos salvó, y para alguien de su habilidad,
deseo tratarlo cuidadosamente y construir una relación de confianza".
Si interactuaban mientras usaban un enfoque de mano dura, esto podría resultar en que se
enfadaran tontamente.
"Yo siento lo mismo. Parece que realmente estamos en la misma página", dijo el duque
Huguenot riendo.
"¿Qué quieres decir?" La normalmente aguda Liselotte parecía fingir ignorancia.
"Jajaja, qué duro de su parte. Me refiero a nuestro deseo de construir confianza con él. Con
los ojos puestos en la misma persona, lo mejor sería tener nuestro primer paso planeado de
antemano. ¿No estás de acuerdo?" El duque Huguenot se rió a carcajadas, persuadiendo a
Liselotte para que respondiera.
"¿Desea asistir a nuestra reunión de mañana?" preguntó Liselotte con un pequeño suspiro.
"Me agrada que seas tan rápida captando la situación. Deseo conocerlo más por el bien del
futuro, también". El duque Huguenot asintió con firmeza.
"Entiendo. Entonces organizaré una reunión de este tipo para usted". aceptó fácilmente
Liselotte.
En cualquier caso, el héroe probablemente exigirá presentarse también. Si tengo que hacer
esto de cualquier manera, al menos dar permiso de antemano cuenta como un pequeño favor,
pensó ella.
"Como muestra de mi gratitud, siéntase libre de usar a mis caballeros como desee.
Naturalmente, usted llevará a cabo investigaciones sobre la aparición masiva de monstruos,
¿no? Si vas a buscar en los bosques, cuantas más manos en el asunto, mejor", sugirió el
duque Huguenot como compensación.
Liselotte dio una sonrisa radiante. "Eso sería de gran ayuda. Estaba pensando en enviar
sólo a los mejores".
"Situaciones anormales han estado ocurriendo continuamente, incluyendo la aparición de

esa criatura parecida a un dragón. Estoy seguro de que ha sido una fuente de muchos dolores
de cabeza, con todos los incidentes causados por asuntos que no son de la humanidad".
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"...Sí. De hecho, hubo informes de aventureros desaparecidos hace algún tiempo, lo que
podría estar relacionado con la aparición masiva de monstruos". Liselotte frunció el ceño
amargamente.
"Entiendo cómo debes sentirte", murmuró el duque Huguenot, suspirando en voz baja.
"No tengo palabras para todos los problemas que le hemos causado, al tenerlo aquí en
momentos tan difíciles".
"Jajaja. No no, fuimos nosotros los que elegimos visitarle sin avisar. Yo debería ser el que
se disculpe por visitar sin invitación en un momento tan ajetreado".
"No es ninguna molestia, pero... ¿Has venido aquí con algún negocio en mente, duque
Huguenot?"
"Oh, sí, ahora que lo mencionas... todos los eventos hasta ahora me han distraído
completamente de nuestro objetivo original". El duque Huguenot se encogió de hombros con
una leve sonrisa.
"¿Cuál es...?" Liselotte ladeó la cabeza, preguntando por sus intenciones.
"Es sobre la ceremonia de boda de Charles Arbor. Recibimos información de que, debido a
ciertas circunstancias, la novia Celia fue secuestrada. Quería escuchar su historia, como
alguien que estaba presente".
"...¿Es eso cierto? La información viaja rápido". Liselotte dijo, impresionada. Había asumido
que el cerebro detrás del incidente era el duque Huguenot, pero ¿podría estar equivocada?
Contrariamente a su actitud externa, ella analizó sus palabras con calma.
"Me gustaría que me contaras más sobre ello. Para ser honesto, no estoy seguro de qué
fuerza estaría detrás de ello".
"Con mucho gusto".
Así, los dos comenzaron su discusión sobre el secuestro de Celia.
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Interludio: Mientras tanto, en el Imperio Proxia
El Imperio Proxia era una superpotencia militar situada al norte de la región de Strahl. Tenía
un gran tamaño de tierra y limitaba al sur con el Reino Beltrum, que tenía una forma horizontal
más larga, mientras que el Reino de Galarc, al sureste, tenía una forma vertical más larga.
Sin embargo, mientras que su tamaño era comparable a su vasta destreza militar, el Imperio
Proxia era, en realidad, un país extremadamente joven establecido hace apenas 40 años.
El emperador fundador, Nidoll, fue un antiguo huérfano nacido en un reino pequeño y

empobrecido. Una vez que creció y comenzó a trabajar como mercenario, se hizo un nombre
con su inigualable capacidad de lucha. Después de tomar la soberanía del pequeño reino al
que pertenecía, formó el Imperio Proxia.
Las tierras al norte de la región de Strahl habían sido conocidas una vez como países en
guerra, de gran número y pequeño tamaño. Liderado por Nidoll, el ejército del Imperio Proxia
los asaltó uno tras otro y expandió su tamaño de tierra en un abrir y cerrar de ojos. En el centro
de su fuerza militar estaban los caballeros Semi-dragones de élite, un escuadrón formado por
Semi-dragones de bajo rango, incluyendo lagartos alados y lagartos corredores. Aprovecharon
la movilidad de los semi-dragones para especializarse en ataques relámpago y capturar más
de veinte países pequeños hasta la fecha.
Sin embargo, el guerrero más fuerte que apoyó al Imperio de Proxia no estaba en los
caballeros semi-dragón. La persona más fuerte del imperio, tanto en el pasado como en el
presente, fue el emperador fundador, Nidoll Proxia.
Incluso a los sesenta años, el cuerpo físico de Nidoll no mostraba signos de vejez; su
enorme estructura seguía siendo tan dura como una roca y su destreza en la lucha tan
tremenda como siempre, dejando a su propio país y a otros países con miedo. La noticia de
las hazañas militares de Nidoll había viajado mucho por todo Strahl, lo que lo convertía sin
duda en el más fuerte de toda la región.
En la actualidad, en algún lugar de la capital imperial del Imperio Proxia, Nidgard, Nidoll se
encontraba en el amplio balcón del imponente castillo imperial, mirando ociosamente el paisaje
urbano de la capital. Mientras que la zona estaba normalmente prohibida incluso a los nobles
de la corte imperial, desde detrás de Nidoll hablaba una voz masculina amistosa.
"Yo, Nidoll. ¿Cómo va todo?"
"Aburrido", contestó Nidoll sin ganas. No se molestó en darse la vuelta, sin mostrar interés
en el hombre que le hablaba.
El joven llevaba el atuendo de un soldado. Su cuerpo estaba vestido con ropas de combate
de alta calidad, y había una espada colgando de su cintura, pero no mostraba ninguno de los
buenos modales de un caballero.
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"Ha. Siempre pareces tan deprimido. ¿Tan inquieto estás por la guerra? En realidad, acabo
de preparar una etapa interesante para que participes", dijo el hombre con una mueca de
desprecio.
"Hmph. Mis gustos no coinciden con los tuyos. No me interesa", respondió Nidoll enfadado.
El hombre se encogió de hombros con un suspiro. "Sí, sí. Terco como siempre, por lo que
veo. Aparte de eso, ¿qué vas a hacer? ¿Qué hay de Beltrum? Aunque no estoy involucrado
allí".
"No podría importarme menos ese reino", dijo Nidoll sin vueltas.
"Ora, Ora, no deberías ser así. No sería divertido si la facción Arbor cayera ahora".
"No te preocupes por eso. Como señal de amistad y tranquilidad, he enviado a un embajador
oficial de buena voluntad. Nada saldrá de sus conflictos internos".
"Hah. Seguro que te desviviste por un reino que caerá tarde o temprano". Contrariamente a
sus palabras, el hombre le dio una sonrisa agradable.
"Supongo que estamos de acuerdo", dijo Nidoll, resoplando con una sonrisa.
"Correcto. Supongo que ahora regresaré al reino de Paladia". Sin nada más que decir, el
hombre se giró y se fue, cuando la voz de otro hombre resonó por la terraza.
"Por favor, espere un momento".
"¿Ah? Bueno, si no es Reiss", dijo el hombre volviendo la espalda. Allí, de pie ante él, estaba
el hombre en cuestión.
"Lo he estado buscando, Sr. Lucius", dijo Reiss, sonriendo con una sonrisa sin emoción.
"Hah, Y tú siempre pareces aparecer en el momento más conveniente para ti mismo", dijo
Lucius con una mueca de desprecio.
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"Ora, no digas eso. Tú y yo nos conocemos bastante bien, ¿no?" Contestó Reiss con una
sonrisa hueca.
"Detén eso, es asqueroso. Si tienes negocios, dilo ya”, dijo Lucius con clara irritación. Nidoll
no parecía estar particularmente interesado en su intercambio, como observaba con la cara en
blanco.
"En realidad quería pedirte ayuda", dijo Reiss.
"Oigamos los detalles", dijo Lucius con una sonrisa.
"Como ya habrán oído, el Reino Beltrum se ha visto sacudido por el incidente de la

ceremonia de boda de Charles Arbor. Estoy pensando en atacar al Gremio Ricca para corregir
ese equilibrio, pero me falta la fuerza militar para hacerlo", dijo Reiss lamentablemente.
"¿Estás diciendo que tu colección no es suficiente?"
"Sí, la confidente más cercana del Gremio Ricca era más fuerte de lo esperado, junto con...
no, además de otro caso bastante irregular. En términos de capacidad de combate, ni siquiera
un número significativo de minotauros y Revenants fueron suficientes para luchar".
"¿Oh?" Los ojos de Lucius se abrieron de par en par.
"Este caso irregular ha sido una espina clavada en mi costado, por lo que quería pedirles su
cooperación. Y tú ayuda no será necesaria, Nidoll. Destacas demasiado". dijo Reiss,
volviéndose hacia Nidoll para decir las últimas frases con énfasis.
"Hmph. Soy consciente". Nidoll resopló desinteresadamente.
"Así que quieres que me encargue de ese caso irregular, ¿es eso?" preguntó Lucius en
broma, pero Reiss agitó bruscamente la cabeza.
"No, haré que mis monstruos creen una distracción mientras que tú estarás a cargo de
conducir un secuestro".
"Tch. Qué papel tan aburrido". Lucius estaba claramente decepcionado.
"Como debe ser. Si el secuestro tiene éxito, el objetivo del ataque será alcanzado. "Poner
lo mejor de nosotros contra un oponente formidable sería el más tonto de los movimientos".
Reiss suspiró exasperado. Sabía que Lucius debía ser consciente de ello, pero también sabía
que a Lucius le gustaba dar prioridad a su propio placer sobre la lógica a veces.
"Lo sé, lo sé. Bueno, me aseguraré de divertirme a mi manera. Entonces, ¿a quién quieres
que secuestre? Si estás en Amande, entonces sería esa Lisse algo así, la mocosa que se ha
estado haciendo renombre en todas partes recientemente, ¿no?" preguntó Lucius con
indiferencia.
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Reiss agitó débilmente la cabeza. "No. Aunque sería favorable llevarla si se presenta la
oportunidad, ella es sólo mi segunda prioridad. El objetivo es otra persona".
"¿Oh? ¿No estabas apuntando al Gremio Ricca?" Lucius frunció el ceño dudoso.
"Sí, atacar a Amande y destruir la ciudad crearía un gran problema para el Gremio Ricca, o
más bien para el Reino Galarc en general", contestó Reiss de forma indirecta.
"Hah. Déjate de tonterías, dime ya quién es el objetivo", le dijo Lucius a Reiss con enfado.
"La segunda princesa de Beltrum, la princesa Flora".
Reiss reveló el nombre de su objetivo de ataque, y el plan para atacar a Amande progresó
silenciosamente.
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Capítulo 3: Intrusos
De vuelta en el Reino Galarc, en la ciudad de Amande, la noche después de que Rio hubiera
derrotado a los minotauros y salvado el día...
La cafetería en el primer piso de la posada del Gremio Ricca en la que se alojaba Rio
también estaba abierta al público en general como un restaurante de lujo de alta gama. Rio
estaba disfrutando de una cena con Celia y Aishia en una habitación privada; justo enfrente de
la puerta de la habitación privada que estaban usando había una ventana abierta. Les permitía
ver el amplio patio trasero mientras disfrutaban de la mejor comida y el mejor licor, y en los
días de buen tiempo, la terraza también estaba abierta para sentarse.
"Tener un jardín tan amplio al fondo de una posada es maravilloso. Se ha mantenido bien".
Celia miraba el jardín con un estado de ánimo elevado mientras esperaba que se llevara a
cabo el siguiente plato.
"Es una posada. Sería perfecto si tuviera una bañera lo suficientemente profunda como para
sumergirse", dijo Aishia con sencillez.
"Eso es soñar un poco demasiado alto. Baños como el de la casa de piedra no son comunes
en la región de Strahl. ¿No es suficiente con que haya un baño en cada habitación?" preguntó
Celia con una sonrisa irónica.
También había baños en las habitaciones asignadas a el grupo de Rio, con una bañera poco
profunda que permitía lavarse, pero no se comparaban con el baño instalado en la casa de
piedra. Sin embargo, los baños ya eran más que suficientes para los estándares de la región
de Strahl.
"Veo que las dos están completamente acostumbradas a las bañeras más profundas", dijo
Rio con una sonrisa.
"Síp, me gusta bañarme. Hace que me dé sueño". Aishia asintió, hablando en voz baja.
"Esta chica realmente se duerme, ¿sabes? Me sorprendió tanto cuando entré después de
ella", dijo Celia cansadamente.
"El calor es cómodo".
"Cielos..." El comentario franco de Aishia hizo a Celia hinchar un poco sus mejillas.
"Ajaja", Rio se rió con diversión. Sólo por las apariencias, Aishia parecía más madura que
Celia, pero en momentos como éste era difícil saber quién era mayor.
Así, la conversación continuó hasta que un camarero llamó a la puerta de la habitación y

trajo los platos nuevos.
"Gracias por esperar, ¿le gustaría seleccionar su siguiente bebida también?”

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Preguntó el empleado, notando que quedaba poco alcohol en la jarra.
"Veamos. Cecilia, ¿quieres elegir la siguiente? No estoy muy familiarizado con los diferentes
fabricantes", dijo Rio. Habiendo sido criada como una noble, Celia debería haber estado más
familiarizada con las marcas y los fabricantes que Rio.
"Yo tampoco estoy muy bien informada..." dijo Celia mientras miraba el menú. "Entonces,
qué tal este vino de la casa, en la misma jarra que éste, por favor". El vino en el letrero delantero
de la tienda parecía haber atraído su atención, ya que ella lo señaló para su pedido.
"Entendido". El asistente de la tienda respondió respetuosamente, saliendo en silencio.
"¿Dónde se hizo el vino?" preguntó Rio.
"Aquí en el territorio del duque Cretia. Es un producto elaborado en los viñedos del Gremio
Ricca. Ya que es un artículo hecho localmente, ¿qué tal si nos sentamos y nos divertimos?"
dijo Celia, riéndose felizmente.
"Sí, creo que es una buena elección". Rio asintió con una leve sonrisa. Normalmente no
podía evitar beber el alcohol hecho por el pueblo espiritual, pero tomar una bebida hecha de
Strahl, por una vez, sonaba bien. Sobre todo, en una época como ésta, en la que llevaban un
estilo de vida irregular y lujoso.
"Los nuevos platos también son deliciosos". Aishia maniobró su cuchillo y tenedor con
elegancia para tomar los platos recién servidos, y llevárselos a la boca. En la tranquila y
refinada habitación privada se había establecido un estado de ánimo gentil.
"...Suena un poco ruidoso allá afuera", dijo Rio con una mirada a la puerta. Se oían gritos
en el pasillo; parecía como si alguien estuviera discutiendo. Como el restaurante era tan
silencioso, las voces ligeramente elevadas se oían muy bien.
"...¿Es una pelea?" murmuró Celia preocupada. A medida que pasaba el tiempo, la parte
que discutía parecía estar más cerca de su habitación. Entonces, justo al otro lado de la puerta,
se escuchó la voz agravada de un joven.
"Te lo digo, insisto en usar el cuarto privado que tenía la última vez. Si es dinero, puedo
pagar el triple de lo normal".
"Esto no es cuestión de dinero. La habitación está actualmente en uso por otros clientes.
No les pediremos que se vayan", objetó con firmeza un hombre que probablemente era
empleado de la posada.
A juzgar por la situación, Rio adivinó lo que estaba sucediendo y habló con bastante
cansancio. "...Parece que esta habitación tiene mucha demanda".
"¿Qué... deberíamos hacer?" preguntó Celia, mirando a Rio.
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"Esperemos un poco más y veamos qué pasa. Podrían estar tratando de usar una habitación
diferente, así que sería una tontería salir a propósito si nos equivocamos". Las palabras de Rio
fueron sencillas, ya que él sonrió suavemente.
"Estamos de visita como invitados muy importantes. La clase alta de esta ciudad se enterará
de esto", dijo una voz masculina diferente a la del hombre agraviado, hablando con cuidado.
Su voz también sonaba bastante joven, su tono era dominante. En realidad, al colgar su
influencia, era evidente que estaban haciendo una amenaza. Tal vez estaban acostumbrados
a estas cosas.
"...Si se refiere a la señorita Liselotte, por favor, siéntase libre de apelar a ella directamente.
Simplemente seguimos nuestras instrucciones". El empleado de la posada no se echó atrás.
"...Qué tonto más testarudo. Suficiente, no sirve de nada hablar contigo. Más vale que te
cuides más tarde", dijo el segundo hombre como advertencia final.
"Como quieras", contestó bruscamente el empleado.
El hombre agraviado debe haberse quedado sin paciencia, mientras hablaba con irritación.
"Es suficiente, Stewart. Arreglaremos esto con los otros clientes nosotros mismos".
"Puede que no", protestó el empleado, pero la voz del hombre enojado se elevó en voz alta.
"Muévete. Estás en el camino".
"¡S-Señor! ¡No puedes hacer esto!" El empleado gritó; tal vez lo habían empujado fuera del
camino. La pelea estaba ocurriendo justo fuera de la habitación donde Rio y lo demás estaban
dentro. Era casi seguro que su habitación era la que estaba en cuestión.
"...Me encargaré de esto. Ustedes dos deberían ignorarlos". Rio suspiró con enfado desde
el fondo de su corazón mientras se dirigía a Celia y Aishia. Inmediatamente después, la puerta
de su habitación se abrió sin siquiera llamar.
◇◇◇
Stewart Huguenot era el hijo mayor del duque Huguenot. Con su padre, el gran señor más
prominente del reino, era el hijo pródigo que había sido criado con todo lo que podía desear.
Aunque estaba satisfecho con la cantidad mínima de tiempo que su ocupado padre pasó
con él durante su infancia, los que lo rodeaban lo alababan sin parar. Incluso si causaba
problemas aquí y allá, nadie lo regañaba. Pero incluso para alguien como Stewart, hubo dos
momentos decisivos en su vida.
El primero fue cuando tenía once años y participó en el entrenamiento al aire libre de la
Academia Real, durante el cual se produjo el incidente en el que Flora casi se cae por el
acantilado. La culpa se había trasladado falsamente al huérfano, Rio, pero era la primera vez
que Stewart había provocado la furia feroz del duque Huguenot desde que nació.
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Sin embargo, contrariamente a las intensas emociones de la rabia, el duque Huguenot era
excesivamente frío. En lugar de abusar verbalmente de su hijo por el fracaso, escuchó a
Stewart explicar directamente los eventos que ocurrieron.
"No habrá próxima vez".
Concluyó con esas palabras amenazadoras, con su fría mirada mezclada con desilusión y
desprecio.
"¡S-Sí, señor!"
Fue la primera vez que Stewart sintió miedo hacia su padre. Al mismo tiempo, se dio cuenta
de que nunca sería un sujeto del amor familiar de su padre. Porque el duque Huguenot no
había sentido enojo hacia su hijo, sino enojo al priorizarse a sí mismo sobre su familia. Cuando
dijo "No habrá próxima vez", el duque estaba declarando que la próxima vez que Stewart
cometiera un error fatal, sería descartado sin piedad por ser nada más que un artículo
defectuoso. Para el duque Huguenot, no era más que una herramienta política. Stewart
finalmente se dio cuenta de esa dura verdad.
Tal vez fue a partir de entonces cuando Stewart se hizo más consciente de su estatus en la
sociedad. Aunque su actitud exterior no cambió, estaba constantemente consciente de si
estaba tratando con personas superiores o inferiores a él, controlando y aclarando
constantemente su propia situación. Como resultado, Stewart discriminaba más a aquellos que
creía que estaban por debajo de él, mientras interactuaba cuidadosamente con aquellos de los
que no estaba seguro o que estaban por encima de él.
El segundo punto de inflexión en la vida de Stewart fue cuando su padre, el duque Huguenot,
perdió su puesto. Aprendió que hasta su aterrador padre podía caer... Quizás había juzgado
mal su estatus, o quizás había otros factores complicados que habían contribuido. Sin
embargo, cuando lo consideró, Stewart de repente se sintió harto de la vida de un noble. No
había manera de que pudiera cambiar su estilo de vida a la edad de quince años, y ya había
sido criado como un noble acostumbrado a un cierto nivel de vida.
Sin embargo, Stewart no tenía confianza en su habilidad para comportarse bien como
sucesor del duque Huguenot en el futuro. Si hubiera un sucesor, sería su hermano pequeño.
Algunas personas incluso creían que el duque Huguenot había criado a su hermano como el
principal candidato a la sucesión.
Qué dolor en el culo.
Cuando Stewart empezó a creerlo firmemente, apeló al duque Huguenot para que se
convirtiera en caballero. Como resultado, su petición fue aceptada fácilmente y fue colocado
en la guardia de élite encargada de proteger a Flora. Fue incómodo estar con Flora debido a
su historia en el entrenamiento al aire libre de la Academia Real, pero no estaba dispuesto a
objetar ninguna orden de su padre.
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Así comenzó la vida de Stewart como caballero, pero rara vez había misiones peligrosas
que cumplir cuando se seguía a la realeza como Flora. Como mucho, iría a exterminar
monstruos en nombre del entrenamiento práctico, y completaría los entrenamientos de las
misiones de escolta.
Sin embargo, incluso entonces, la vida de Stewart era satisfactoria. No necesitaba pensar
en nada cuando blandía su espada contra los monstruos, y era una buena forma de aliviar el
estrés. Además de eso, tenía un compañero de crimen en la forma de su clase superior de sus
días de academia, su ahora colega Alphonse Rodan.
Alphonse era el segundo hijo del marqués Rodan, y otro ejemplo estereotipado de un hijo
pródigo. Era similar a Stewart en la forma en que le gustaba usar su estatus al máximo,
haciendo lo que le cantaba. Desde que fueron nombrados en la misma guardia de élite para
Flora, Stewart y Alphonse salieron más que nunca. Eliminaban a los monstruos juntos, comían
las comidas de la misma olla y bebían juntos mientras se quejaban. Recientemente, incluso
comenzaron a pulir sus habilidades de mujeriego juntos, como lo harían los nobles hijos
pródigos.
A medida que pasaba el tiempo, Sakata Hiroaki se había convertido en su carga después
de haber sido convocado, pero eso no había tenido un impacto significativo en la vida de
Stewart. Si tenía que molestarse con algo, entonces probablemente era el hecho de que
secretamente consideraba que Hiroaki era intolerable... y lo detestaba, gracias a la actitud
claramente condescendiente de Hiroaki.
Los acontecimientos de hoy no cambiaron nada.
El chico llamado Haruto había aparecido repentinamente en la escena, matando a los

poderosos minotauros frente a las asistentes de Liselotte, quienes le prodigaron atención, lo
cual era comprensible. Aunque no estaban contentos de que les quitaran la mejor parte, la
mayoría de los caballeros presentes (incluido Stewart) se habían estremecido de asombro al
ver cómo había luchado. Fue la razón por la que Stewart y Alphonse decidieron utilizarlo como
tema para acercarse a las hermosas damas que servían a Liselotte. Y así, después de llegar
a Amande, los dos caballeros comenzaron a charlar con las muchachas asistentes en el jardín
de la residencia de Liselotte. Hiroaki debe haber estado escuchando, mientras interrumpía
repentinamente.
"Ah, bueno. Entrometiéndose en la batalla de otra parte y robar todo el protagonismo no es

realmente algo para alabar".
Junto a él estaban Flora y Roanna. El aire amistoso que Stewart y Alphonse habían
acumulado se dispersó en un instante.
"Perdóname por preguntar, gran héroe, pero ¿qué quieres decir con eso?" A pesar de su
irritación, Stewart interrogó cortésmente a Hiroaki.
"Por fin estábamos luchando con coordinación. Si un tercero se mete en la pelea sin
permiso, ¿qué crees que pasaría? Por supuesto que la pelea no saldría según lo planeado,
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arruinando todo. Bueno, el que robó las muertes probablemente pensó que estaba siendo útil.
Si me preguntas, son malos modales". Hiroaki suspiró exasperado.
"Hah..." Stewart dio una respuesta estupefacta. Dejando a un lado la primera mitad de ese
discurso, había perdido completamente la noción de lo que Hiroaki estaba diciendo a medio
camino. No había modales en una batalla de vida o muerte con monstruos.
"Bueno, puedo entender sus sentimientos de irritación, viendo como los idiotas se pelean
desesperadamente por luchar. Los tipos que roban muertes como esa tienden a anhelar
atención como, 'oh dios mío, mírame, soy fuerte, ¿cierto? ¡Te echaré una mano!' Es un acto
que roba la oportunidad de aprender y desarrollarse a aquellos que ya están luchando. Arruina
el ambiente, ya que mucha gente odia que le arrebaten su presa delante de sus narices". Era
una declaración que insultó completamente a los caballeros que habían estado en el campo
de batalla. Sin embargo, Hiroaki no parecía darse cuenta de ello, ya que seguía parloteando
sin parar.
Al final, Roanna tuvo que incitar a Hiroaki a seguir adelante antes de que se marchara,
arruinando el estado de ánimo para cualquier otra discusión, ya que las chicas que lo
acompañaban pronto se marcharon para volver al trabajo.
Stewart, mientras tanto, se dirigió a las instalaciones de huéspedes que se les asignaron
para el día completamente disgustado. Era un edificio espléndido justo al lado de la residencia
de Liselotte. Sin embargo, aunque había buena comida y bebida, no había mujeres. Las
sirvientas de Liselotte estaban presentes, pero no iban a hacer que las sirvientas les sirvieran
las bebidas.
Y así, en esta visita a Amande también, Stewart se dirigió a la ciudad con Alphonse para
aclarar sus lúgubres estados de ánimo. Aunque parte de la razón se debía a su irritación por
el anterior comentario ignorante de Hiroaki, también acababa de pasar por una batalla de vida
o muerte con más monstruos de los que había enfrentado antes, dejando su mente y cuerpo
indefensos.
Se dirigieron a un bar dirigido a los ricos y tomaron un trago y bocadillos antes de pasar
felizmente a otro bar que se especializaba en el entretenimiento con mujeres. Después de
haber visitado previamente esta tienda y haber pagado una buena suma de dinero, fueron
recordados como clientes importantes y recibieron una cálida bienvenida, y eligieron a dos de
las chicas más guapas entre el personal para que las sirvieran.
"Bueno, él es todo charla y actitud. No hay mucho más en él, en realidad". Hablaban de sus
quejas sobre alguien en particular mientras bebían de corazón. Finalmente, se mencionó el
nombre de un famoso restaurante en Amande.
"Sí, hemos estado en esa tienda antes. Puedo llevarte allí ahora, si quieres", dijo Stewart,
presumiendo. Las chicas estaban completamente de acuerdo, así que Stewart y Alphonse
salieron del bar con las chicas muy contentas.
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Sin embargo, la situación cambió una vez que llegaron al restaurante mencionado. Habían
decidido usar la mejor habitación privada para la ocasión, pero cuando él pidió la habitación...
"Nuestras más sinceras disculpas. Esa habitación ya está siendo utilizada por otro cliente.
Puedo prepararle otra habitación privada ahora mismo..."
La habitación que Stewart pidió ya estaba en uso. Era como si alguien le hubiera echado
agua fría después de que finalmente recuperara el humor.
"Bueno, ¿por qué no nos muestras las otras opciones primero?" dijo Alphonse con
arrogancia. Con eso, el empleado masculino dirigió al grupo de Stewart dentro de la tienda.
"...Creo que quiero la habitación que pedí después de todo. ¿No puede preparar esa en su
lugar?" Alphonse insistió irrazonablemente.
"Lo siento, esa habitación privada ya está siendo utilizada por otro cliente".
"Sólo haz que cambien de habitación. Le pagaré el triple".
"Lo siento, no puedo hacer eso". Alphonse escogió una pelea, pero el empleado agitó la
cabeza en silencio.
"...¿Está la habitación realmente en uso?" dijo Alphonse, dudando de las palabras del
empleado.
"Por supuesto que lo está", contestó el hombre, asintiendo con la cabeza secamente. Fue
en ese momento cuando las chicas que los acompañaban empezaron a parecer preocupadas.
Se dieron cuenta de que la escena estaba empeorando poco a poco.
"Entonces quiero ver con mis propios ojos si está en uso o no". Tal vez el alcohol en el
organismo de Alphonse le dio un impulso de confianza, o tal vez estaba empezando a irritarse
por la actitud decidida del empleado, mientras empezaba a caminar con una mirada hosca.
"¡E-Espere un minuto, señor!" Naturalmente, el empleado intentó detenerlo, pero Alphonse

no vaciló. Continuó su enérgica caminata hacia la habitación privada que habían usado antes.
El mal hábito de Alphonse se está mostrando de nuevo, pensó Stewart tranquilamente

cuando Alphonse empezó a discutir con el empleado y a ponerse un poco sobrio. Sería
humillante dar marcha atrás delante de las chicas a las que querían impresionar, así que
decidió que, en el peor de los casos, podía dejar que el dinero se encargara de la situación.
Así, llegaron ante su habitación objetivo, pero las chicas parecían asustadas, lo que no era lo
ideal, obviamente.
"Estamos de visita como invitados muy importantes. La clase alta de esta ciudad se enterará
de esto", dijo Stewart para tranquilizar a las chicas.
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"...Si se refiere a la señorita Liselotte, por favor, siéntase libre de apelar a ella directamente.
Simplemente seguimos nuestras instrucciones". La actitud del empleado se hizo aún más firme
en respuesta a las palabras de Stewart.
¿Qué? Incluso preparé un punto de compromiso para que aceptara. Stewart se enfurruñó
por un momento.
"...Qué tonto más testarudo. Suficiente, no sirve de nada hablar contigo. Más vale que te
cuides la espalda más tarde", él se encontró diciendo antes de darse cuenta.
"Como quieras", contestó bruscamente el empleado de la posada.
A Alphonse se le debe haber agotado la paciencia, ya que habló con irritación. "Es suficiente,
Stewart. Arreglaremos esto con los otros clientes nosotros mismos".
"No puedes", protestó el empleado.
"Muévete. Estás en el camino", declaró Alphonse en voz alta, empujando por la fuerza al
empleado para que se aparte del camino.
"¡S-Señor!" El empleado gritó, pero Alphonse ya estaba de pie ante la puerta de la

habitación, y la abrió sin llamar.
◇◇◇
"...Qué conmoción". Rio miró a los intrusos y se levantó con un suspiro. Por un breve
momento, Celia miró las caras de Stewart y Alphonse y se asustó, pero no se dio cuenta.
...¿Eh? ¿Estos dos? Rio pensó extrañamente. Como con Flora y Roanna, resultaban
familiares. Por ahora, decidió tratarlos como si estuvieran reunidos por primera vez.
Stewart y Alphonse llevaban sus propias ropas en lugar de sus uniformes de caballero, pero
era fácil decir de un vistazo que sus ropas eran de nobleza. Detrás de ellos había dos chicas
que parecían ociosas, ambas vestidas con ropa elegante pero ligeramente llamativas.
El empleado que había sido empujado a un lado por Alphonse se apresuró a entrar en la
habitación. Al mismo tiempo, se volvió hacia el grupo de Rio e inclinó la cabeza con pánico.
"¡M-Mis más profundas disculpas, señor!"
"¿Podría explicar qué está pasando aquí?" Respondió Rio en un tono seco.
"¿Hm? Tú eres..." Stewart pareció darse cuenta de algo, entrecerrando los ojos
sospechosamente.
"¡...!" Celia se estremeció con todo su cuerpo, inmediatamente agachando la cabeza.

Después de todo Stewart y Alphonse eran dos de sus antiguos alumnos... ella estaba
preocupada de que ellos pudieran haber reconocido su verdadera identidad.
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"¿No eres tú ese Haruto?" Stewart miró a Rio y preguntó.
"...Lo siento, ¿y quién es usted?" Respondió Rio con curiosidad.
"Ah, discúlpame. Mi conocimiento de ti era parcial. Soy Stewart Huguenot, y él es Alphonse

Rodan. Si te dijera que somos caballeros del grupo que salvaste hoy, ¿eso te sonaría?" Stewart
se presentó suavemente mientras estudiaba la cara de Rio.
"...¿Es así? Me disculpo por mi mala educación". Rio inclinó la cabeza ligeramente en una
muestra de cortesía. Escuchar sus nombres había desencadenado completamente sus
recuerdos de los dos. No había manera de que lo olvidara, ya que este hombre era la raíz de
todo el mal detrás de la falsa acusación puesta sobre su cabeza. Alphonse también era su
antiguo compañero de clase.
"No, está bien", se regocijó Stewart con una bocanada de aire petulante. Aunque las cosas
habían dado un giro un poco problemático, si el chico no era un extraño para su familia,
entonces todo saldría bien, pensó Stewart con confianza.
"..." En realidad, el asistente parecía no saber qué hacer, ya que Rio y Stewart ya se
conocían. Las chicas que habían venido con ellos también miraban a Stewart con asombro.
Esto es bastante extraño, pensó Rio. "¿Qué lo trae a esta habitación?", preguntó, por si
acaso.
"Queríamos usar esta habitación." Alphonse fue al grano.
"¿Esta habitación exacta?"
La declaración de Alphonse fue tan audaz que Rio no pudo evitar reaccionar conmocionado.
Al examinarlo más de cerca, Alphonse tenía la cara roja: era evidente que estaba borracho.
Por eso los borrachos son un dolor... No, no borrachos. Altos y poderosos nobles. Rio detuvo
el impulso de suspirar y en su lugar decidió irse en silencio. Sería demasiada molestia tratar
con estos dos por más tiempo.
"Acabábamos de terminar de comer. Por favor, siéntase libre de entrar", dijo Rio, enviando
un mensaje a Celia y Aishia sentadas a la mesa detrás de él con una mirada casual. Aishia y
Celia asintieron en silencio y se pusieron de pie.
"Qu..." Fue en este punto que Stewart y los demás finalmente se dieron cuenta de Celia y
Aishia. Cuando vieron la belleza de las chicas, no pudieron evitar tragar.
"Vengan aquí, ustedes dos". Rio guió a Celia, y luego se paró como un muro entre ellos y el
grupo de Stewart. E intentaron enérgicamente salir de la habitación.
"Oye, espera un minuto", gritó Alphonse.
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"¿Sí?" Rio respondió, directamente en la línea de fuego.
"Comprometámonos. ¿Por qué no te unes a nosotros para comer y beber?" Alphonse

extendió una mano en la invitación mientras miraba a Aishia y Celia.
"Aunque estamos muy agradecidos por la oferta, desafortunadamente ya hemos terminado

de comer y beber", dijo Rio, moviendo la cabeza sin rodeos.
"¿Oh? ¿Estás rechazando nuestra invitación?" preguntó Alphonse en un tono audaz.
"Me disculpo. Ha sido un largo viaje hasta aquí". La respuesta de Rio no cambió. Aunque
sus palabras fueron corteses, su enfoque del rechazo fue firme.
"Ya veo. No puedo decir que me impresiona cómo rechazas la invitación de un noble. Puede
que seas hábil con la espada, pero sigues siendo un plebeyo, ¿no? ¿No es cierto, Stewart?"
Alphonse dijo condenando, volviéndose a Stewart en busca de apoyo.
Después de una breve pausa, Stewart asintió y miró hacia Aishia y Celia. "...Sí, supongo
que estoy de acuerdo". Pensó que Río se estaba quedando en esta posada como salvador e
invitado de Liselotte, así que no pensó que sería inteligente actuar con demasiada fuerza ante
él. Sin embargo, también pensó que sería una pena que Aishia y Celia se marcharan así.
"Le pido su indulgencia". Rio no mostró signos de vacilación ante las amenazas y agitó la
cabeza respetuosamente, moviéndose para despedirse.
"Oye, espera. No puedes ganar posición social sólo con la fuerza de tu espada. Sería una
pena, con habilidades tan maravillosas como las tuyas. ¿No tienes algún interés en escalar en
el mundo? Dependiendo de tu actitud, podríamos recomendarte para que te conviertas en
caballero". Alphonse también era un hombre testarudo, y alardeaba de sus logros para intentar
llegar a algún nivel de negociación.
"Estoy bien como estoy. Y estoy cansado, así que si me disculpas". Rio siguió sacudiendo
la cabeza bruscamente. Sintiendo que la atmósfera se había vuelto agria una vez más, las dos
chicas que habían acompañado a Stewart y a Alphonse se encogieron de nuevo en el rincón.
"Señor, si molesta a nuestros clientes más que esto, me temo que tendremos que responder
apropiadamente de nuestra parte también..." La cara del empleado también se había puesto
pálida, pero incluso él sintió la necesidad de intervenir aquí y dio una advertencia para
mantenerlos bajo control.
"Alphonse, creo que esto es demasiado..." Stewart trató de advertir. Mientras que esto
resultaría en la destrucción total de su reputación, él recurrió a la autopreservación a medida
que las cosas comenzaron a salirse de control.
"...No, espera. Lo intentaré por última vez. Al menos, ¿qué tal si esas dos se quedan con
nosotros? ¿Qué les parece, chicas?" Alphonse parecía haber pasado el punto de no retorno,
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frenando desesperadamente su irritación mientras se dirigía a Aishia y Celia de una manera
caballerosa.
"..." Sin embargo, tanto Aishia como Celia guardaron silencio y lo ignoraron como Rio les
había dicho. "Kuh..." Alphonse debe haber considerado esto como una gran humillación, ya
que su rostro se retorcía mucho.
"Ahora, si eso es todo lo que necesitabas. Nos despediremos..." Rio suspiró rotundamente,
dando a Celia y a Aishia un suave empujón en la espalda para que salieran de la habitación.
Cuando pasaron junto al empleado masculino, se inclinó para susurrar: "Siento la conmoción.
Oh, y no hay necesidad de informar de esto a la señorita Liselotte, si así lo desea".
Era lo menos que podía ofrecer en gratitud por los intentos del empleado de protegerlos. No
quería que se sintiera responsable por un asunto tan ridículo.
"¡M-Mis más profundas disculpas!" El empleado inclinó la cabeza por un momento con
nerviosismo. Había recibido órdenes estrictas de Aria de tratar al salvador de Liselotte con la
mayor hospitalidad, pero esto había sucedido. Mientras tanto, la cara de Stewart se oscurecía
incómodamente al darse cuenta de su error, mientras que, por el contrario, Alphonse permitió
que su ira lo consumiera por completo.
"...Hey, espera", murmuró furioso, pero Rio no dejó de caminar.
"¡Te dije que esperaras!" Alphonse finalmente gritó. Se paró ante la puerta, bloqueando su
camino.
"¿Sí?"
Ante la pregunta perpleja de Rio, Alphonse lo miró con hostilidad. "¿Te atreves a
insultarme?"
"¡A-Alphonse!" Stewart intentó apresuradamente detener a Alphonse, pero ignoró el intento

de Stewart de contenerse y estalló en Rio.
"Parece que no sabes cómo comportarte ante un noble".
En lugar de considerar sus opciones lógicamente, sus emociones humilladas estaban

completamente a la vanguardia. Nacido y criado como hijo de un noble de alto rango, nunca
había tenido que aprender a controlar su temperamento de niño, lo que hacía que se enfade
con facilidad.
"Desafortunadamente, nací como un plebeyo, así que no lo sé. ¿He hecho algo sin saberlo
para ofenderte?" Rio ladeó la cabeza con curiosidad. Aunque su elección de palabras fue
cortés, su redacción fue provocativa. Fue el último movimiento de modales superficiales.
Celia vio a través de ese lado de Rio e hizo una cara preocupada por el nerviosismo. Aishia
agarró su mano y la apretó.
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"Ja... Jajaja... Nunca esperé que un simple plebeyo me hiciera quedar como un tonto. Veo
que piensas tan bien de ti mismo, con tu espada común y tus mujeres comunes. Pero puedo
usar mi derecho al golpe en cualquier momento, ¿te das cuenta?" dijo Alphonse con una
sonrisa espasmódica. El derecho al golpe era un privilegio especial de la nobleza que les
permitía matar cuando su honor estaba comprometido.
"Oh Dios. He oído que los requisitos para el derecho al golpe pueden ser extremadamente
severos dependiendo de las leyes nacionales o territoriales. ¿Qué requisito he cumplido para
deshonrarlo?" Me gustaría verte intentarlo, eso es lo que Rio estaba insinuando. Los requisitos
para el derecho al golpe debían ser investigados después de que se llevara a cabo la acción,
pero si Alphonse intentaba declarar que era deshonrado al ser ignorado cuando coqueteaba
con las chicas mientras estaba borracho, sería completamente ridiculizado.
Sin mencionar el hecho de que Amande estaba bajo el gobierno de Liselotte. Una cosa sería
que estuvieran dentro del Reino de Beltrum, donde Alphonse tenía influencia, pero no había
manera de que se aceptaran tonterías en otro país.
Dicho esto, un plebeyo sin conocimiento de cómo funcionaba el derecho al golpe ya se

habría acobardado de miedo, pero Rio no vaciló ni un ápice.
"Guh..." Teniendo las faltas en su petición tan fácilmente planteadas, Alphonse había mirado
a Rio con odio. Incluso él sabía que estaba en una desventaja lógica. Sin embargo, su orgullo
altivo no le permitiría retroceder ante un simple plebeyo después de haber sido humillado ya
tanto.
"¿Ya has tenido suficiente?" Rio ya no podía ocultar su exasperación en su pregunta a

Alphonse.
Alphonse miró fijamente a Rio. De repente, se lanzó hacia Rio con el puño en alto. "¡Cállate
la boca, despreciable plebeyo!"
"¡Kyaa!" Celia gritó desde detrás de Rio. No podía evitarlo dando un paso al costado, ni
tampoco podía dar un paso atrás.
Así, Río se preparó para recibir a Alphonse de frente. Después de agarrar el brazo que
había sido levantado con un puñetazo, sujetó con gracia a Alphonse hasta el suelo.
"¡Ow!" gritó Alphonse, con el dolor insoportable.
"¡¿Qu...?!" La mirada de Stewart fue robada por lo hábiles que eran las técnicas de
contención de Rio. No tenía ni idea de qué movimiento se había tomado para contener tan bien
a Alphonse.
"¡A-Alphonse! ¡oye, tú! ¡Suéltalo!" Stewart objetó, habiendo vuelto a sus cabales después
de un momento. En ese momento, Aishia aprovechó la oportunidad para tirar de la mano de
Celia y poner distancia entre ellos y Rio.
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"Me temo que debo objetar eso. Si lo libero, me atacará de inmediato". Es legítima
autodefensa, pensó Rio sin rodeos.
"¡Cállate!" La respuesta de Rio pareció haber tocado un nervio, cuando Stewart intentó
agarrarlo. En ese momento, Rio se levantó rápidamente y evadió la mano de Stewart, y como
resultado, el impulso de Stewart le hizo tropezar sobre sus pies.
"¡Grr...!" Inmediatamente corrigió su equilibrio, ahora mirando enfadado a Rio. El ya liberado

Alphonse también se puso en pie con dificultad.
"¡Lo has hecho ahora, bastardo!" Alphonse gritó, lanzándose de nuevo para pegarle. Sin
embargo, Rio evadió su puño fácilmente, mientras apenas se movía de su lugar.
"¡Kuh!" Alphonse se quebró completamente, continuando a mover el puño. Rio finalmente

se cansó y suspiró exasperado, alejando el puño de Alphonse. Entonces, agarró el brazo de
Alphonse y se lo retorció mientras estaba de pie.
"¡¿Gwah?!" La cara de Alphonse se torció.
"¿Alphonse? ¡¿Qu?!" Stewart trató de saltar a su rescate, agarrando apresuradamente a

Rio. Sin embargo, Rio empujó el cuerpo de Alphonse, haciendo que los dos cayeran uno sobre
el otro de forma dramática.
"Guh..." Todos excepto Aishia apartaron la vista de la lastimosa escena.
Como resultado, el silencio cayó sobre la habitación. Durante ese tiempo, Rio movió
silenciosamente su cuerpo, acercándose a donde Stewart y Alphonse se habían caído uno
sobre el otro. Los empujó a los dos desde arriba, restringiéndolos con facilidad.
"Guh, ¡hey!"
"¿Qué crees que estás haciendo? ¡Suéltame, maldita sea!"
Stewart y Alphonse se quejaron de una manera desagradable, pero Rio no les prestó
atención. Continuó reteniéndolos sin bajar la guardia.
Sin embargo, no podía permanecer en esta posición para siempre. Rio suspiró de disgusto
antes de dirigirse al empleado, que se encontraba parado en una situación de aturdimiento.
"Desafortunadamente, no parece que esto pueda resolverse pacíficamente después de todo.
¿Podría por favor llamar a alguien aquí que pueda tratar con estos dos apropiadamente?"
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Capítulo 4: Disculpas
Más tarde esa noche, en una oficina dentro de la residencia de Liselotte en Amande...
"...Y eso es lo que pasó. El empleado dentro de la sala y el personal fuera de la habitación
estuvieron presentes durante toda la prueba y sus testimonios coinciden entre sí, por lo que
es seguro suponer que estos son los hechos", informó Aria a Liselotte y al duque Huguenot en
voz baja. Acababa de explicar los problemas que Stewart y Alphonse habían causado.
Las sillas de huéspedes de la habitación estaban ocupadas por Liselotte y el duque

Huguenot, cada uno con una expresión de dolor en la cara. Un aire incómodo fluía por toda la
habitación.
"...Lamento verdaderamente esto", dijo el duque Huguenot tras una pausa. Estaba sentado
frente a Liselotte; inclinó profundamente la cabeza hacia ella.
"No... Bueno, veamos… Por ahora, aceptaré sus disculpas", dijo Liselotte, aceptando la
disculpa del duque Huguenot en un tono vacilante; no tenía otra opción ya que algo había
sucedido de hecho, y había otras cosas a las que dar prioridad antes de perder el tiempo para
averiguar quién era el responsable ahora mismo.
"Esos tontos..." El Duque Huguenot murmuró en voz baja con una voz terriblemente fría.
"¿Y qué hay de Sir Haruto?" Liselotte suspiró en silencio antes de girar para dirigirse a Aria.
"Como ya es tarde en la noche y Haruto fue la víctima obvia en este caso, además de ser
nuestro valioso huésped, le he pedido que descanse en la posada. Le ofrecí una disculpa en
la escena con prisas, pero le informé que usted se disculparía con él directamente mañana,
maestra", respondió Aria respetuosamente. Ella había sido la que había recogido todos los
detalles en la posada.
El alboroto de Stewart y Alphonse había sido escuchado no sólo por el personal, sino
también por algunos de los clientes, así que no había manera de que se disculparan.
Además, el empleado que estaba dentro de la sala había dado testimonio como tercero, y
el personal en espera fuera de la sala también había estado observando la situación en
silencio, todo lo cual confirmaba que ninguna de las faltas había recaído sobre Rio. Además,
las chicas que habían ido allí con Stewart y Alphonse testificaron que los dos chicos fueron los
culpables una vez que fueron sacados de la habitación. No sentían que existiera ninguna razón
que las haga mentir y proteger a esos dos, especialmente una vez que la persona a cargo de
supervisar su ciudad apareció en carne propia.
En ese punto, Rio fue amablemente devuelto a su habitación, mientras que Stewart y
Alphonse fueron retenidos y enviados a la residencia de Liselotte. Para que conste, Celia y
Aishia fueron devueltas a sus habitaciones por el juicio de Rio antes de que Aria llegara,
dejando a Rio solo para responder a las preguntas, claramente evitando la confrontación con
Aria.
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"...Ya veo. Entonces me pasaré mañana por la mañana para disculparme", dijo Liselotte con
una cara amargada.
Este es el peor de los casos. No quería que pensara en nosotros como nobles arrogantes...
pero un incidente como este definitivamente le haría ser más cauteloso.
Había muchos plebeyos que consideraban arrogante la noción preconcebida de los nobles.
Si bien esto se debió al número real de nobles que actuaron con arrogancia hacia la gente
común, Liselotte no consideró que eso fuera algo bueno. Para un comerciante como Liselotte,
llevarse bien con la gente comenzaba con la confianza, obviamente, nadie haría tratos
comerciales con alguien en quien no pudieran confiar.
"Entendido. Entonces, haré los preparativos apropiados", dijo Aria respetuosamente.
"Aunque nada me gustaría más que acompañarte..." El duque Huguenot interrumpió con
palabras terriblemente perturbadas, y se calló.
"...Me duele decir esto, pero con su posición como padre de Sir Stewart, sería mejor que no
se presentara ante Sir Haruto, no sea que lo haga ser más cauteloso", dijo Liselotte con
dificultad. Ella temía que Rio no deseara ver al padre de un agresor, sino que prefiera que el
agresor le pida disculpas directamente. Aunque puede que no sea el caso.
"Me lo imaginaba". El duque Huguenot frunció el ceño con impaciencia.
"¿Me permite explicarle la situación en su nombre a Sir Haruto? Después de eso, prepararé
una oportunidad adecuada para que usted se disculpe", sugirió Liselotte por el bien del duque
Huguenot.
"Por supuesto. Por favor, dile que no tengo nada más que buena fe hacia él y que tengo la
intención de resolver adecuadamente los fallos de mi estúpido hijo", aceptó inmediatamente el
duque Huguenot. Era extremadamente raro que alguien en la posición de un duque se
disculpara con un plebeyo, lo que era quizás una señal de lo altamente valoradas que eran las
habilidades de la persona llamada Haruto.
"Entendido". Al igual que Huguenot, Liselotte también valoraba mucho a Rio, y no quería
que su relación se arruinara por un asunto tan trivial. Por eso necesitaba abordar esto con el
mayor cuidado y respeto.
Mañana va a ser un día muy largo. Liselotte suspiró en silencio para expulsar su cansancio.
◇◇◇
Después de que el duque Huguenot terminó su discusión con Liselotte, convocó a Stewart
y a Alphonse al dormitorio de huéspedes en el que se alojaba. Tan pronto como vio sus rostros,
el duque Huguenot escupió palabras despreciativas llenas de rabia.
"Son unos tontos..."

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"..." Stewart y Alphonse temblaron de miedo. Ya estaban completamente sobrios, sus
rostros estaban pálidos como fantasmas.
"Padre, yo..." Stewart comenzó a decir algo, pero el duque Huguenot lo hizo callar sin
dudarlo.
"Silencio. Apenas me quedaban expectativas de ti, pero este incidente me ha dejado

totalmente decepcionado. Creo que te lo dije antes... que no habría una próxima vez", le dijo
el duque Huguenot a Stewart, con sus palabras llenas de rabia fría.
"P-Pero..."
"Dije, silencio".
"..." Stewart no tuvo otra opción que permanecer callado.
"Arruinando mi relación con un espadachín de ese nivel, manchando mi nombre con tierra,
e incluso causando a Liselotte un gran inconveniente. Regocíjate, muchacho. Ya que lo deseas
tanto, te desheredaré", disparó el duque Huguenot con una mueca de desprecio.
"¡¿D-Desheredado?! ¡duque Huguenot, eso es ir demasiado lejos!" Alphonse se opuso al

duque Huguenot en estado de shock.
La desheredación es un sistema que permite al cabeza de la familia revocar el derecho a la

herencia a quienes tienen derecho a ella. En lo que respecta a los castigos privados, es la
segunda pena más severa después del repudio. En el momento en que se anunciara
públicamente la desheredación, Stewart perdería su puesto para convertirse en el próximo
duque Huguenot, por lo que era comprensible que Alphonse armara un escándalo.
"Tampoco recuerdo haberte permitido hablar, Alphonse". Dijo fríamente el duque Huguenot,
mirándole.
"¡P-Pero esto es demasiado por una simple pelea con un simple plebeyo, un espadachín!"
Alphonse se encendió, haciendo luz sobre Rio.
"¿Un simple plebeyo? ¿Él? ¿No viste sus habilidades con la espada con tus propios ojos?"
dijo el duque Huguenot, mirando a Alphonse con desprecio.
"...Aparte de las habilidades con la espada, ¡un plebeyo es un plebeyo!" Al sentir que lo
despreciaban, Alphonse respondió con firmeza.
"¿Y qué pasa con eso? ¿Te ves a ti mismo siendo mucho más hábil que él?" El duque
Huguenot respondió con frialdad.
"¡¿Qué has dicho?!" Por un momento, Alphonse olvidó que el duque Huguenot estaba por
encima de él.
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"Eres una persona muy emotiva. Ya veo... Tal vez te adaptes más a los militares que a la
política. Aunque de cualquier manera serías terriblemente incompetente", declaró el duque
Huguenot.
Alphonse llegó a su límite. "¡Cómo te atreves! No me importa si eres un duque. ¡Retira esas
palabras ahora mismo!"
"No siento la necesidad de hacerlo. Eres un incompetente".
"Entonces, ¡Entonces me gustaría saber la razón por la que crees que soy incompetente!".
dijo Alphonse, respirando pesadamente por la nariz.
"...Liselotte y yo estábamos discutiendo la manera de ponerlo de nuestro lado. Sin embargo,

tú, al juzgar mal su valor, arruinaste esa posibilidad. Si eso no es incompetencia, ¿cómo lo
llamaría? Él es capaz de tomar a tres minotauros por la nariz. ¿Podrías hacer lo mismo?" Muy
exasperado, el duque Huguenot hizo sus preguntas para provocar al joven.
Tres minotauros. Como había estado allí para presenciarlos con sus propios ojos, Alphonse
sabía lo amenazantes que habían sido. Por eso Alphonse se calmó por un momento... Y
incluso así, no podía echarse atrás.
"...Si yo también tuviera una espada encantada, entonces sí".
"¿Espada encantada? Jajaja. Así que, ahora vas a por la espada. Usar una espada
encantada también requiere una cantidad adecuada de talento. No te veo poseyendo tanto
talento para eso". dijo el duque Huguenot, sin molestarse en seguirle la corriente.
Alphonse, que acababa de hacer una declaración audaz, tampoco podía echarse atrás
fácilmente. "¡E-Eso no es verdad!"
"¿Aunque ustedes dos trataron de atacarlo, dos contra uno, y en su lugar les dieron la vuelta
a las cosas?" dijo el duque Huguenot con una carcajada.
"Guh..." La cara de Alphonse se arrugó en humillación, pero de repente, la dirección de la

conversación comenzó a cambiar.
"Pero, bueno... Ya que está dispuesto a llegar tan lejos, puedo darte la oportunidad de
limpiar tu nombre. De lo contrario, no podría mirar a tu padre a la cara", dijo de repente el
duque Huguenot.
"¡L-Lo haré! ¡Por favor, permíteme hacerlo!" Alphonse se ofreció sin escuchar los detalles.
Esa era otra parte de él que el duque Huguenot encontró incompetente, pero no lo señaló.
El duque Huguenot tranquilizó a Alphonse antes de llegar al punto. "Muy bien, sólo escucha
primero. Considerando el número de monstruos que nos atacaron, Liselotte quiere investigar
el bosque al oeste de Amande..."
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"¿Así que quieres que ayude en esa investigación?" preguntó Alphonse enojado.
"Bueno, no eres rápido en captarlo. Puede haber sobrevivientes de los monstruos que
acechan en el bosque... Si te va bien como grupo de avanzada, puedo hablar bien de ti con tu
padre. Por supuesto, si fallas, serás devuelto a Rodania y puesto en arresto domiciliario".
"¡Por favor, déjame hacer esto!"
"Muy bien. Sin embargo, la condición es que te disculpes con Haruto con sinceridad".
"¡Qu-...!" Alphonse, que había estado listo y con muchas ganas de ir, se opuso a la condición
del duque Huguenot.
"¿Pasa algo? Si eres una persona competente o no es una cuestión diferente a disculparse
por causar problemas. Naturalmente, debes saldar esas deudas. Planeo negociar con Liselotte
para que tengas la oportunidad de hacerlo. Oh, y asegúrate de disculparte con ella también",
dijo el duque Huguenot, acorralando a Alphonse con su lógica bien razonada.
"Yo… lo entiendo". Alphonse apretó los dientes ante la humillación y asintió con la cabeza
al final. Antes de que se diera cuenta, no le quedaban otras opciones.
"Es bueno oír eso. Entonces, ¿practicamos? Discúlpese por causarme molestias con este
incidente. Pon tu corazón en ello. Eso va para ti también, Stewart", exigió el duque Huguenot
con indiferencia.
"¿Qu-...?" La repentina demanda hizo que Stewart y Alphonse se congelaran

inadvertidamente.
"¿Cuál es el problema? Te dije que te disculparas". El duque Huguenot ordenó fríamente.
En ese momento, su hijo tembló de miedo. "P-Por favor, perdóneme, padre", dijo Stewart
reflexivamente.
"Guh… Lo siento, duque Huguenot". Sin otra opción, Alphonse también se disculpó en voz
baja.
"Inútil. Quieres decir 'por favor, acepta mis disculpas', ¿no?" dijo el duque Huguenot a los
dos con gran exasperación.
"Kuh..." Stewart y Alphonse hicieron una mueca de dolor, pero el duque Huguenot era
completamente serio. No tenía intención de mostrarles piedad.
"...Por favor, acepta mis disculpas", dijeron los dos con extrema incomodidad, con sus voces
casi desapareciendo mientras hablaban.
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"Creo que te dije que te disculparas con sinceridad. ¿Qué tal si al menos agachan la
cabeza? Las frentes van contra el suelo. ¿Ni siquiera puedes hacer eso?" El duque Huguenot
escupió con severa desilusión, sin molestarse en esconder la exasperación en su voz.
"P-Por favor, acepta mis disculpas..." Stewart se postró en el suelo en un estado de

nerviosismo, muy agitado.
"¡Guh! ¡S-Stewart!" Alphonse estuvo a punto de estallar de rabia, pero al ver a Stewart
arrojar a un lado su orgullo, se detuvo justo antes de hacerlo.
"¿Pasa algo, Alphonse? Si te niegas a hacer esto, entonces puedes olvidar lo que acabamos
de discutir. De lo contrario, discúlpate ahora", instó fríamente el duque Huguenot a Alphonse.
"..." El cuerpo de Alphonse temblaba de ira, pero se arrodilló al cabo de un momento.
En este día, experimentó la mayor humillación de toda su vida.
◇◇◇
A la mañana siguiente, Rio y las chicas estaban tomando juntos un desayuno tranquilo,
completamente diferente al de la noche anterior.
"Considerando todas las cosas, lo de anoche fue angustioso por un momento. Mi corazón
sigue latiendo. Estás seguro de que ahora está bien, ¿verdad? ¿No nos involucraremos en
nada raro?" Celia se comunicó con Rio preocupada.
"Sí. Aria ha jurado firmemente que nada malo saldrá de ella para nosotros. Quería que
confiáramos en Liselotte". Rio sonrió con un asentimiento para tranquilizar a Celia.
"Ya veo..." Aún así, Celia asintió preocupada.
"...Lo siento, te he causado muchas preocupaciones al venir conmigo. ¿Qué tal si tú y Aishia
se quedan en la casa de piedra a partir de hoy?" Sugirió. Celia ya había estado tomando
precauciones para no encontrarse con su vieja amiga Aria, y ahora había sido arrastrada a un
incidente con sus antiguos alumnos de una manera imprevista. Había sido un problema tras
otro desde ayer.
"¡No! ¡Estoy bien, de verdad!" Celia agitó la cabeza con nerviosismo.
"Pero..." Rio frunció el ceño.
"Estoy bien, dije. No es como si asuntos como ese fueran a pasar todos los días, ¿verdad?"
Dijo Celia con una sonrisa tensa.
"Pero no podrás descansar adecuadamente de esta manera".
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"Está bien. De todos modos, no quiero separarme de ti". La voluntad de Celia era firme,
estos eran sus verdaderos sentimientos.
"..." Sin saber qué decir, Rio simplemente no tenía palabras.
"¡Ah, e-eso es sólo porque estoy preocupada, sin embargo!" Celia debe haber encontrado
sus palabras vergonzosas, ya que sus palabras salieron con nerviosismo.
Rio se rió y sonrió felizmente. "De acuerdo. Gracias".
"S-Sí. D-De todos modos, ¿no es peligroso fuera de Amande ahora mismo? Con tantos
monstruos al acecho y todo..." Dijo rápidamente Celia, intentando ocultar su vergüenza. Sin
embargo, tenía razón: Las afueras de Amande eran ciertamente peligrosas en este momento.
Dicho esto, el hecho de que las afueras de Amande estuvieran fuera de los límites no les
impedía mantenerse más alejados de la ciudad, y con Aishia allí, cualquier cosa que pudiera
suceder se resolvería fácilmente.
"...Sí, tienes razón", dijo Rio, respetando la decisión de Celia. "Entonces, continuaremos
alojándonos en esta posada. Gracias de todos modos, Aishia".
Aishia había estado metiéndose comida en la boca en silencio, pero cuando se dirigió a Rio,
estuvo de acuerdo en voz baja. "No te preocupes. En el peor de los casos, podemos huir".
Rio se quedó aturdido por un segundo, antes de reírse. "...Sólo huir. huir, ¿eh? Ajaja, bueno,
supongo".
"Oye, no es para reírse. ¿Qué haremos si realmente tenemos que llegar a eso?" Se quejó
Celia, pero sonreía suavemente.
"Déjamelo a mí. Huir de la opresión del poder es mi especialidad", dijo Rio en broma,
encogiéndose de hombros.
"Cielos", murmuró Celia, sonriendo en una muestra de exasperación.
◇◇◇
Después de que los tres terminaron de desayunar y regresaron a sus habitaciones, el

carruaje de Liselotte llegó en un momento casi perfecto.
Liselotte se bajó del carruaje y sólo trajo a Aria como su asistente hacia la habitación de Rio.
Entonces, llamó a la puerta educadamente.
La puerta se abrió inmediatamente y Rio salió. "Oh dios, Señorita Liselotte. Buenos días".
"Buenos días, Sir Haruto, me disculpo por molestarlo tan temprano por la mañana. Lo visito
hoy para disculparme por el incidente de anoche y explicar los detalles de cómo se trató.
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¿Puedo tener un momento de su tiempo?" Liselotte se inclinó educadamente tan pronto como
vio a Rio. Detrás de ella, Aria también inclinó la cabeza.
"Sí, por supuesto. Había oído a Aria por adelantado, pero no esperaba que me visitara en
persona directamente, Señorita Liselotte. Habría acudido a usted si me hubiera dado la
palabra". Después de todo, Rio había asumido que un mensajero vendría a llamarlo a su casa.
"La persona por la que se pide disculpas no debería tener que responder a los caprichos de
la persona culpable", dijo Liselotte con cara de preocupación.
"Agradezco su consideración. Por favor, pase... ¿Si eso está bien? ¿Preferiría otro lugar?"
Rio pareció sentir la sinceridad de Liselotte mientras inclinaba la cabeza a cambio y la invitaba
a entrar en la habitación. Sin embargo, dudó en si era apropiado o no invitarla a su habitación
o cambiar de lugar. Liselotte parecía sentir lo mismo.
"Umm, cualquier lugar con el que se sienta cómodo está bien".
"Entonces, por favor, entre", dijo Rio, decidiendo invitarla a entrar. "Podemos charlar en la
sala de estar".
Era una elección cuestionable invitar a Aria a la misma habitación que Celia, pero como se
alojaban en una posada tan extravagante de forma gratuita, sólo era apropiado presentarles a
la persona que les había hecho una visita directa. Planeaba presentar a Celia y Aishia a
Liselotte y a Aria rápidamente, para luego despedirlas. Sin embargo...
"Entendido. Entonces te quedarás aquí a la espera", ordenó Liselotte a Aria.
"Sí, mi señora". Aria asintió respetuosamente. Normalmente, sería impensable para alguien
de tan alto rango como Liselotte entrar en el dominio de un desconocido sin un guardia.
"...Entonces, por aquí". A pesar de estar sorprendido, Rio invitó a Liselotte a la habitación.
Asumió que era otra manera de que Liselotte mostrara su sinceridad.
Celia y Aishia estaban esperando dentro.
"Uh...." Cuando Liselotte las vio, sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida. A menudo
se reunía con gente atractiva a través de sus conexiones de trabajo, pero estas dos eran
excepcionalmente hermosas. Era casi como si tuvieran un aura imposible de expresar con
palabras.
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¡W-Wow! ¿Quiénes son ellas? ¡Son tan lindas! ¡Ambas son demasiado hermosas para ser
reales! pensó para sí misma, sorprendida. Sin embargo, no dejó que se le notara en la cara en
absoluto.
"Me he estado quedando en esta habitación con las dos que ves allí. La chica rubia es
Cecilia, mientras que la de pelo melocotón es Aishia", dijo Rio.
"Encantada de conocerla, soy Cecilia", Celia saludó primero de forma refinada. Aishia
también dio un saludo formal y se inclinó una vez.
"Soy Aishia. Encantada de conocerla".
"...Soy Liselotte Cretia. Encantada de conocerlas. Las dos son muy bellas". Liselotte
devolvió los saludos un poco aturdidas, expresando sus pensamientos en voz alta.
"Muchas gracias", dijo Celia con una sonrisa agradable.
La profesora está acostumbrada a esto, pensó Rio con asombro ante la amabilidad de Celia.
"Entonces, ¿pueden las dos esperar en la habitación de atrás? Tengo cosas que discutir
con la señorita Liselotte sobre anoche".
"Síp, lo sabemos". Aishia asintió de acuerdo, dirigiéndose a la habitación antes mencionada.
Celia bajó la cabeza respetuosamente antes de seguir a Aishia. "Por favor, discúlpenos".
"Siéntese, por favor." Rio ofreció a Liselotte el asiento principal.
"...Sí, gracias. Me sentaré aquí". Normalmente, Liselotte nunca dudaría ante nadie, por muy
noble o rico que fuera el comerciante, pero en este momento, eligió un asiento inferior con un
ligero nerviosismo. No podía sentarse en el asiento de la cabeza cuando había venido a
disculparse.
Rio se dio cuenta de que la expresión de Liselotte era más bien rígida y habló mientras
permanecía de pie. "¿Está nerviosa, por casualidad?"
Liselotte consideró negarlo por un momento, antes de aceptarlo. "No, umm... Tal vez".
"En realidad, yo siento lo mismo. Prepararé el té primero, así que por favor espere un
momento".
Contrariamente a sus palabras, Rio sonrió suavemente. Se alejó a la mini cocina en la

habitación y regresó con una bandeja poco después. Colocó la bandeja sobre la mesa y se
sentó frente a Liselotte.
"Tomará algún tiempo para que emita vapor, así que comencemos nuestra discusión
primero", sugirió Rio en un tono tranquilo.
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"Umm, lo siento. Estoy aquí para disculparme, pero te he molestado con tales
inconvenientes". Liselotte frunció el ceño algo desanimada.
"No es ninguna molestia. Todo lo que he hecho es darle la bienvenida con un poco de té".
Rio agitó la cabeza con una sonrisa amistosa. Eso fue suficiente para demostrar que no estaba
de mal humor.
"Estoy muy agradecida. Entonces, sin demora, ¿puedo ofrecer mis más sinceras disculpas
por el problema que pasó en mi tienda anoche?" Liselotte inclinó su cabeza avergonzada y
finalmente abordó el tema principal.
"No creo que tenga que disculparse por ese incidente, señorita Liselotte..." Dijo Rio
frunciendo el ceño. La disputa de anoche fue simplemente mala suerte, pensó. No tenía
ninguna queja sobre cómo lo había manejado la posada. En todo caso, el empleado de la
posada había tratado de proteger a Rio y a su grupo de manera proactiva, y la investigación
de Aria también se llevó a cabo con cortesía.
"No, es el deber de la posada asegurarse de que el cliente tenga un momento cómodo. Un

asunto como ese debería haber sido detenido antes de que llegara a ustedes, y para ello
reflexionaremos profundamente sobre cómo podemos hacerlo mejor", dijo Liselotte
disculpándose.
"Pero los que lo causaron eran nobles. Si bien pueden haber venido de otro reino, la
diferencia de estatus social aún dificultaba la reacción. En ese sentido, creo que el personal
de anoche reaccionó de la mejor manera posible", dijo Rio cuidadosamente.
En una sociedad con un sistema de clases, las personas no eran iguales. No importa lo
injusto que fuera, había momentos en los que había que aguantar. Alterar esos lazos sociales
y actuar como se quiera sería enemistarse con la propia sociedad.
"...Lo que pasó fue deshonroso". Liselotte inclinó la cabeza con expresión de vergüenza. Ya
que el asunto involucraba a los nobles, era cierto que el incidente de anoche estaba más allá
de sus posibilidades. Aún así, el manejo de la posada debería haber sido criticado, pero Rio
no lo hizo. Eso lo hizo arder aún más.
"Es lo que es... No tenemos quejas sobre el personal de la posada ni sobre usted, señorita
Liselotte. En todo caso, estoy más preocupado por mis relaciones con los otros dos implicados.
¿Cómo debería tratarlos de ahora en adelante?" preguntó Rio, cambiando el tema.
Independientemente del veredicto oficial de que no había culpa alguna por parte de Rio, seguía
existiendo el temor de que los que estaban en el poder le guardaran rencor.
"El duque Huguenot expresó su deseo de disculparse con usted. Dijo que los dos que
causaron la conmoción recibirían sus debidos castigos. Deseaba transmitir su mayor
sinceridad".
"...Es eso así". Rio asintió con dudas. Se sabía que los nobles eran capaces de actuar todo
lo contrario de sus palabras sin pestañear.
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"Si el duque Huguenot o los otros dos que causaron el problema anoche buscan más
problemas a usted, prometo estar de su lado", dijo Liselotte, leyendo las aprehensiones de Rio.
"...Muchas gracias. En cuanto a nuestra parte, para probar que este incidente se ha resuelto
pacíficamente, sería tranquilizador recibir un contrato o documentación con una compensación
o un acuerdo".
"Entiendo. Entonces, permítame ayudar en la documentación como mediadora". Liselotte

aceptó inmediatamente.
Él parece estar acostumbrado a esto, pensó con asombro ante el rápido pensamiento de
Rio. Un contrato tendría la capacidad de disuadir a los recurrentes. Los comerciantes
experimentados escribían uno cada vez que surgían conflictos, pero escribir contratos no era
un proceso de pensamiento que la mayoría de los plebeyos tendrían. Si Rio no hubiera sido el
que lo hubiera mencionado, Liselotte lo habría sugerido ella misma.
"Muchas gracias". Sonrió Rio, tomando el juego de té que había en la mesa. Después de
mover el agua caliente utilizada para calentar las tazas en un recipiente diferente, comenzó a
servir el té con manos experimentadas.
"...Usted parece muy familiarizado con esto", comentó Liselotte con asombro ante la
habilidad de Rio.
"Una de mis compañeras es muy aficionada al té, así que a menudo lo tomamos juntos".
Rio respondió con una sonrisa amable.
"Es eso así..." Liselotte expresó su interés. Mientras tanto, Rio terminó de servir el té.
"Aquí tienes. Ten cuidado, está caliente", dijo, ofreciéndoselo a Liselotte.
"Gracias. Estoy deseando probarlo", dijo Liselotte con una sonrisa y sorbió el té con
elegancia. "Delicioso", dijo con los ojos muy abiertos.
La temperatura, el tiempo de preparación y la fuerza del sabor eran perfectos. Las hojas de
té utilizadas eran de la más alta calidad que Liselotte había seleccionado a mano para las
habitaciones de huéspedes, pero la forma cuidadosa en que fue hecho, cada paso fue lo que
resaltó el sabor.
"Es un honor escuchar eso." Rio inclinó la cabeza mientras tomaba un sorbo de su propio
té.
Esto es maravilloso. A la par con el té que sirve Aria. Liselotte saboreó muy bien el té antes
de dar un pequeño suspiro de todo su estrés acumulado. Estos últimos días sólo habían sido
una serie de problemas tras otro, acumulando un poco de agotamiento mental.
"Estoy seguro de que debe estar muy ocupada, así que no debería retenerla aquí mucho
tiempo. Ahora que hemos tomado un respiro, ¿reanudamos nuestra discusión anterior?"
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"Sí. Entonces, con respecto al contrato de arreglo, primero informaré al duque Huguenot de
la decisión. Después, prepararé una reunión entre usted y el duque Huguenot, para discutir los
detalles".
"Entiendo. Siento ser una carga para usted, pero le agradezco su ayuda". Rio inclinó
profundamente la cabeza.
"Yo también lamento todos los problemas que le han causado".
"No, por favor, no dejes que le moleste." Rio agitó amablemente la cabeza hacia Liselotte,
que a su vez había inclinado la cabeza.
"Muchas gracias. Además, si es para su conveniencia, ¿me gustaría invitarlo a almorzar en

mi casa hoy, como lo prometimos ayer? Por supuesto, sus dos compañeras también están
invitadas", dijo Liselotte.
"...Me disculpo. ¿Podrían excusarse mis compañeras, por favor? Todavía están un poco
cansadas y recuperándose de la conmoción de anoche", pidió Rio, transmitiendo su intención
de asistir solo.
"Entiendo. Ya deben haber pasado por mucho. Por favor, extienda mis disculpas a ellas
también. Si hay una oportunidad en el futuro, también me disculparé directamente con ellas,"
estuvo de acuerdo Liselotte inmediatamente, frunciendo el ceño con incomodidad.
"Sí, transmitiré el mensaje".
◇◇◇
Después de eso, Rio y Liselotte fueron a su residencia. Aún era de madrugada, así que
decidieron trabajar en la redacción del contrato antes de la comida.
Rio fue llevado primero a una sala de espera, donde no esperó mucho antes de que le
mostraran una sala de estar que Liselotte utilizaba a diario. Allí, el duque Huguenot estaba
esperando, abriendo la boca para disculparse con Rio antes que cualquier otra cosa.
Liselotte debe haber atrapado al duque Huguenot mientras Rio estaba en la sala de espera,
ya que inmediatamente comenzaron a redactar el contrato. Había un formulario estándar para
los contratos de arreglos que utilizaban como base para discutir los detalles de los mismos.
Normalmente, cuando se discuten las condiciones de un contrato de arreglo, el autor y la

víctima negocian los hechos y condiciones acordados en el arreglo. Si no se podía llegar a un
acuerdo, era común que el conflicto volviera a surgir, pero esta vez incluso Rio se sorprendió
de lo cooperativo que era el duque Huguenot. El duque Huguenot debía estar presente como
representante de Stewart y Alphonse, pero aceptó todos los hechos y continuamente sugirió
condiciones que eran favorables a Rio.
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Por ejemplo, presentó una indemnización mucho más allá de un caso típico como el de
ellos, una orden que impedía que Stewart y Alphonse perjudicaran a Rio y a sus dos
compañeras en el futuro, y la sanción en caso de que se rompiera...
Mientras tanto, la condición que pesaba sobre Rio era no poder mencionar las acciones de
Stewart y Alphonse a terceros, sin penalizaciones particulares si rompía esta condición. Rio no
tenía la intención de difundirlo de todos modos, así que no era una carga muy pesada.
Y así, todos los compromisos fueron hechos por parte del duque Huguenot. Como resultado,
el borrador del contrato se completó en un tiempo mucho más corto de lo esperado. El duque
Huguenot se tomó un respiro y se dirigió a Rio y a Liselotte.
"Supongo que esto servirá por ahora. ¿Tienen ustedes dos alguna otra preocupación?"
"No tengo ninguna objeción en particular en este momento, pero algo podría venir a mi
mente más tarde. Me gustaría pensar en esto unos días antes de ejecutar oficialmente el
contrato. ¿Le parece bien, Sir Haruto?" Liselotte dijo, mirando a Rio.
"Sí, siento que es un poco unilateral a mi favor, pero si no tienen un problema con eso..."
asintió Rio con un poco de confusión.
"Por supuesto que lo sería, ya que usted no tuvo la culpa", dijo el duque Huguenot con una
sonrisa sociable. Era difícil de creer que fuera el mismo hombre que una vez puso una falsa
acusación en la cabeza de un inocente Rio, y convirtió a Latifa en una asesina.
"...Gracias por su consideración". A pesar de que todo el asunto le pareció bastante extraño,
Rio inclinó la cabeza respetuosamente.
"Entonces, para la redacción detallada y la creación del contrato original, ¿puede dejárselo
a usted como tercero, Liselotte?" Pidió el duque Huguenot.
"Sí, déjamelo a mí". Liselotte asintió inmediatamente.
El duque Huguenot inclinó la cabeza ante Liselotte, luego se volvió hacia Rio y se disculpó
una vez más. "Lamento las molestias. Y Haruto, me disculpo de nuevo por todo. Las acciones
de mi estúpido hijo le han causado un gran dolor, y por eso me arrepiento sinceramente".
"No, si el asunto se resuelve completamente, entonces no tengo más preocupaciones sobre

esto". Rio agitó la cabeza.
"...Me duele admitirlo, pero no tuve mucho tiempo con mi hijo cuando era más joven, estando
ocupado con mis deberes. Desafortunadamente, se convirtió en un hijo indulgente. Sin
embargo, juro como su padre que lo expiaré por sus pecados correctamente. Para hacerlo,
tengo una petición que hacerle..." dijo el duque Huguenot, observando la expresión de Rio.
"¿Qué es?" Rio ladeó la cabeza con bastante cautela.
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"Si lo permite, ¿podrías darles la oportunidad de disculparse en persona? Han reflexionado
profundamente sobre sus acciones desde entonces. Puede ser por sus propios egos, pero
desean disculparse contigo". Dijo el duque Huguenot con una sonrisa tensa.
"...Claro, no me importa". Rio asintió con dudas.
"Gracias. Entonces, Aria. ¿Podrías traerlos aquí?" El duque Huguenot llamó a Aria, que
estaba esperando en la esquina de la habitación en silencio.
"Entendido". Aria asintió, abrió la puerta y salió.
"Ellos han estado listos en la habitación de al lado. No debería llevar mucho tiempo", admitió
el duque Huguenot. Por supuesto, Aria regresó ni un minuto más tarde, abriendo la puerta.
"Disculpe. Adelante". Después de abrir la puerta, Aria invitó a Stewart y a Alphonse a entrar.
Los dos estaban emitiendo un aire extremadamente sombrío.
"...Disculpe". Los dos entraron en la habitación, saludando con voces bastante

desanimadas.
Seguro que hicieron un giro de 180 grados. Los ojos de Rio se abrieron de par en par ante
el cambio repentino de Stewart y Alphonse. Era difícil pensar en ellos como las mismas
personas que la noche anterior habían estado acosando a las chicas y jugando con la moral
alta.
"Vengan aquí".
"Sí, señor..." Como se les ordenó, se acercaron al duque Huguenot.
"Bien por ustedes, Haruto ha accedido a darles la oportunidad de disculparse. Asegúrate de

dar una disculpa apropiada y expresa tu gratitud por su generosidad", dijo el duque Huguenot
a Stewart y Alphonse en voz baja y calmada. Stewart tomó la delantera al arrodillarse en el
suelo ante Rio.
"...Por favor, acepta mis disculpas. Me arrepiento profundamente por lo de anoche, donde
me emborraché y dejé que las cosas se me fueran de las manos". Stewart dijo sus palabras
de disculpa hacia Rio.
"Por favor, acepta mis disculpas". dijo Alphonse en seguida, arrodillándose en el piso con la
frente en el suelo. Su voz y su cuerpo temblaban. ¿Qué emoción se apoderó de él? Para Rio,
que los conocía desde la escuela, fue una escena absolutamente impactante.
Dicho esto, no importaba lo duro que se hubieran golpeado la cabeza durante sus días de
escuela, Rio no sentía ninguna satisfacción al verlos postrarse para siempre. Más bien, eran
personas que a Rio ya no le importaban en absoluto. Ni siquiera era cuestión de perdonarlos
o no.
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"...Está bien, por favor, levanten la cabeza". Dijo Rio con voz más bien franca, aceptando
sus disculpas de inmediato. Liselotte miró la cara de Rio de lado mientras lo hacía.
Después de esa exhibición, Stewart y Alphonse salieron inmediatamente de la habitación.

El resto de los miembros intercambiaron una agradable charla hasta que llegó Natalie y les
informó que el almuerzo estaba preparado.
◇◇◇
Conducido por Aria y Natalie, Rio y los demás entraron en el comedor de la mansión. Dentro
de la habitación había una larga mesa de comedor rectangular donde estaban sentados Flora,
Roanna y Sakata Hiroaki. Allí, Hiroaki estaba charlando.
"Ah, Sir Haruto". Cuando Flora se dio cuenta de que entraban en la habitación, llamó a Rio
con una sonrisa amistosa.
...¿Yo? A Río le sorprendió el hecho de que su nombre fuera el que sea llamado, en lugar
de Liselotte o el duque Huguenot con él, pero no lo dejó ver en su cara.
"Es un placer estar en su presencia una vez más, Princesa Flora. Señorita Roanna y sir
Hiroaki, también". Rio puso su mano derecha sobre su pecho e inclinó su cabeza
respetuosamente.
"Oye, me enteré del lío con el que tuviste que lidiar", le dijo Hiroaki a Rio.
"En absoluto, todo se resolvió sin ningún problema en particular", respondió Rio con una
sonrisa tensa.
"De verdad. Bueno, siéntate entonces", Hiroaki invitó a Rio a sentarse como si fuera su
propia casa.
"Sí, por favor, siéntese. Sir Haruto, duque Huguenot", urgió Liselotte.
"Entonces me entrometeré en su mesa". El duque Huguenot no mostró ninguna señal de

vacilación mientras se sentaba tranquilamente en un asiento.
"Por aquí, Sir Haruto". Aria seleccionó un asiento para Rio y lo sacó silenciosamente
invitándolo.
"...Entonces, si me disculpas". Rio se sentó nervioso; Flora estaba sentada a su lado.
"Umm, Sé que ya estamos todos sentados, ¿pero está bien que nos unamos a usted
también?" preguntó Flora, mirando la cara de Rio a su lado.
"Creo que, mas que todo, ¿debería ser yo quien pregunte si puedo estar aquí con todos los
demás?" Rio pensó que almorzaría sólo con Liselotte y el duque Huguenot, así que estaba
sorprendido. Por cierto, Liselotte no se había encontrado a Flora y los demás estaban dentro
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de la habitación hasta que ella misma entró, pero había hecho arreglos para que sus asistentes
se prepararan de antemano de cualquier manera, por lo que no estaba particularmente
sorprendida.
"Estoy seguro de que está bien. Esta es una reunión de agradecimiento para ti, después de
todo. Comer con un héroe y una princesa es una experiencia rara. Siéntete privilegiado, ¿sí?"
Hiroaki resopló con una mirada engreída.
A pesar de que Rio era el foco principal de la reunión, Hiroaki actuaba como si fuera el amo
de la casa. Dicho esto, él era el héroe a la par de un siervo de Dios, así que era entrañable en
cierto modo.
"Sí, es un honor", dijo Rio amigablemente.
"No es un evento formal, así que por favor relájate y diviértete. Se han preparado alimentos
de la más alta calidad para hoy", dijo Liselotte con cierta disculpa. A pesar de que ella había
organizado el evento para mostrar su aprecio, Rio se obligaba a tomar en cuenta a otros incluso
ahora.
Rio sonrió sociablemente y le dio las gracias alegremente. "Gracias por su consideración".
◇◇◇
Después, los asistentes de Liselotte llevaron los platos y el grupo comenzó rápidamente su
almuerzo. Como no era un evento formal, la comida no se servía al estilo de un plato completo,
sino que se sacaban todos a la vez y se colocaban sobre la mesa como si fuera un festín. Si
alguien quería una segunda porción de algo que le gustaba, pedía a los asistentes que sirvieran
algo para ellos.
El orden de los asientos también fue informal. Hiroaki ocupaba lugar en el asiento del final,
con Roanna sentado a su lado y Flora sentada enfrente. Al lado de Flora estaba Rio, y al lado
de Rio estaba Liselotte, mientras que el duque Huguenot estaba sentado frente a Liselotte.
"La carne es de primera calidad, como siempre. Puedo decir que también ha sido asado a
la parrilla correctamente. Los chefs de la mansión de Liselotte saben lo que hacen", dijo Hiroaki
con expresión satisfecha, con las mejillas rellenas de carne.
"Estoy muy agradecida", dijo Liselotte con una sonrisa.
"Pero... comer buena carne siempre me hace querer arroz también", suspiró Hiroaki en voz
baja.
"He usado mis contactos con el Gremio Ricca para preparar arroz..." Dijo Liselotte, su
expresión de alguna manera no parecía demasiado agradable.
"¿Qué, en serio?" Preguntó Hiroaki, mostrando un gran interés.
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"Sí. Anteriormente expresaste tu deseo de comer arroz, así que preparé un poco
exactamente como el héroe lo describió. Aria..." dijo Liselotte, llamando a Aria, que estaba
esperando en la habitación.
"Sí, mi señora". Aria asintió en silencio, poniéndose de pie ante una pequeña olla que
quedaba en la mesa del camarero. Sirvió una pequeña cantidad de arroz en un plato y se lo
llevó a Hiroaki.
"Se supone que este arroz se come como gachas, como el trigo trillado. Sólo se cultiva en
ciertas partes de Strahl y no es particularmente favorecido por la realeza o la nobleza, así que
estoy segura de que debe ser la primera vez que algunos de ustedes lo vean", dijo Liselotte,
dirigiéndose a todos los que están sentados a la mesa.
En Strahl, era común que se utilizaran otros granos además del arroz para las gachas, pero
las propias gachas eran despreciadas por la clase noble como algo que debían comer las
clases más bajas. Normalmente sería descortés llevar ese ingrediente a la mesa de la realeza
y la nobleza, pero era una historia diferente si Hiroaki, el héroe, lo deseaba.
"Así que este es el arroz del que el señor Hiroaki hablaba a menudo..." Flora miró el plato
antes de mirar a Hiroaki con curiosidad.
¿También había arroz en Strahl? Los ojos de Rio se abrieron de par en par ante ese hecho.
"Jaja, ya veo. Bueno, supongo que podría probarlo". Hiroaki tomó su tenedor y tomó un poco
de arroz, mirándolo con una sonrisa en la cara antes de llevárselo a la boca.
"...¿Es de su agrado?" preguntó Liselotte en voz baja.
"Ah, esto es definitivamente arroz. Es arroz, pero no el que quiero". Hiroaki agitó la cabeza,
decepcionado.
"Así que, después de todo, no es satisfactorio", dijo Liselotte con una sonrisa irónica, como
si esperara esa reacción.
"...¿Qué quieres decir?" Preguntó con curiosidad Flora, ladeando la cabeza.
"Está seco y los granos de arroz no se pegan entre sí. Para decirlo simplemente... es malo.
No es el tipo de grano que se debe cocinar y comer de esta manera para empezar. Aunque
probablemente sabe bien si lo conviertes en avena y lo sazonas..." Hiroaki explicó en lugar de
Liselotte.
"Estoy de acuerdo. Por eso hice que mis chefs experimentaran y prepararan algo delicioso
para comer. ¿le gustaría probar su cocina?" Liselotte inmediatamente sugirió a Hiroaki.
Con el interés despertado, asintió sinceramente Hiroaki. "¿Oh? Seguro que estás bien
preparada. Como se esperaba de ti. Claro, sácalo".
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"Entonces, Aria. Por favor, prepara lo suficiente para todos".
"Sí, mi señora", aceptó Aria respetuosamente y comenzó a servir con las otras chicas. En
poco tiempo, dos platos aparecieron ante Rio. Uno tenía arroz blanco normal, mientras que el
otro tenía el risotto.
"Todos, por favor, siéntanse libres de intentar comparar las diferencias entre dos tipos de
arroz cocido", declaró alegremente Liselotte.
"Qué idea tan interesante... Voy a probarlo. Hmm..." dijo el duque Huguenot, empezando
por el arroz blanco.
Mientras tanto, Hiroaki ya se había comido el risotto. "¡Es genial! Es como el risotto de
queso", dijo feliz.
"Gracias. Veo que sir Hiroaki sabe de este plato, entonces. Como puedes ver, usa queso.
¿Dijiste que se llamaba risotto?" preguntó Liselotte con curiosidad mientras sonreía.
"Sí, es el nombre de un alimento similar en mi mundo. Se preparó de una forma diferente a

las gachas, ¿verdad?" Asintió Hiroaki, confirmando con una mirada de conocimiento.
"Sí, es como lo discernió. El nombre de la comida aún no se ha decidido, así que

aprovecharemos esta oportunidad para ponerle el nombre de su risotto", dijo Liselotte con una
sonrisa.
"Claro, no me importa". Hiroaki asintió contento.
...Este héroe, ¿no se da cuenta de que Liselotte podría haber recreado este risotto usando
el conocimiento de la Tierra? Rio dudó en su cabeza. Sin embargo, en la actualidad, no tenia
motivos para interrumpir y preguntar, y se contentaba con observar en silencio sin excederse.
Flora también mordió el risotto y ofreció sus pensamientos con una sonrisa radiante. "Este...
risotto, ¿verdad? Es muy delicioso".
"Sí, estoy sorprendida". Parecía que Roanna también estaba contenta con el sabor. El
duque Huguenot también se daba palmaditas en los labios.
"Mis felicitaciones al chef. Pensar que un alimento de grano podría saber tan bien..."
"Me alegra ver que fue de su agrado". Liselotte aceptó sus reacciones con alegría, antes de
volverse para preguntarle a Rio que acababa de dar un mordisco a su risotto también. "¿Qué
le pareció, Sir Haruto?"
"Es maravilloso. Nunca imaginé que volvería a comer arroz", dijo Rio con una sonrisa.
Liselotte lo miró, sorprendida.
"...¿Es posible que haya comido arroz antes, Sir Haruto?"

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"Sí, en realidad. Durante mis viajes a través de varias tierras". Rio reveló la información
suficiente que estaba dentro de la verdad. En realidad, comía arroz todos los días y a menudo
también hacía risotto para comer, pero decidió no decirlo en voz alta.
"Umm, ¿Cuántos años tenía cuando comenzó su viaje, Sir Haruto?" preguntó Flora
nerviosa, interesada en los viajes de Rio.
"...Tenía once años". Rio respondió con el mismo número que le dio a Aria antes, cubriendo
el año en que comenzó su viaje por un año. Rio había huido del reino de Beltrum cuando
estaba en su sexto año de la Academia Real, así que en realidad tenía doce años.
"Once..." Flora murmuró en voz baja, aparentemente frustrada.
Hiroaki entrecerró los ojos ante la expresión de Flora. "Ahora que lo pienso, ¿cuántos años
tienes?", le preguntó a Rio.
"Tengo dieciséis años".
"Oh. Así que, la misma edad que Roanna... Y un año mayor que Flora y Liselotte. Pero,
¿cómo viajaste desde tan joven? En este mundo, tienes que caminar a todas partes si no eres
un noble. Bueno... Supongo que es posible que esto tenga algo que ver con tus padres".
"No, mis padres murieron antes de que comenzara mi viaje. Principalmente viajé solo, pero
viajé con otros durante parte del camino".
"Ah, ya veo. Así que tus padres ya han muerto. Siento haber preguntado por eso". Incluso
Hiroaki fue capaz de sentir el estado de ánimo y se rascó la cabeza torpemente.
"No, no dejes que le moleste". Agitó Rio la cabeza con una sonrisa.
Sin embargo, Flora empujó más lejos en el cuestionamiento de Rio. "¿Entonces por qué
eligió viajar solo, Sir Haruto? ¿No tenías un lugar donde vivir antes?"
En ese momento, Liselotte, Roanna y el duque Huguenot abrieron los ojos con curiosidad,
encontrando que era una postura asertiva para Flora.
Con una mirada pensativa, Rio buscó las palabras adecuadas. "En realidad, estaba
buscando a una persona relacionada con mis padres fallecidos. Mis padres eran nómadas al
principio, así que apenas tenían conocidos en la zona, y tampoco estaban muy apegados a la
tierra".
"...Entonces, ¿dónde vivías originalmente?" Preguntó Flora. Su postura se había girado

completamente para mirar a Rio a su lado, mirando su cara de cerca.
"Hey, Flora. ¿No estás husmeando demasiado en su pasado ahora?" Incapaz de continuar
simplemente mirando, Hiroaki amonestó a Flora.
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Flora se quedó boquiabierta al recobrar el sentido común. "Ah, no... umm. Eso no es lo que
pretendía... Por favor, perdóname", le pidió disculpas a Rio en un momento de pánico.
Para evitar que Flora se sintiera mal, Rio agitó la cabeza con una sonrisa amistosa. "No, no
te preocupes. En todo caso, siento no tener nada más interesante que decir".
"No, no, su historia fue de gran interés para mí. Pero dejando el pasado a un lado, ¿alguna
vez planeas establecerte en algún lugar?" El duque Huguenot cambió el enfoque de las
preguntas del pasado de Rio a su futuro.
"Ese es un buen punto. Todavía estoy en medio de mi viaje, así que aún no estoy seguro".
Rio esquivó la pregunta con una sonrisa forzada en su cara.
"Jajaja. En ese caso, siéntase libre de parar en el Reino Beltrum a la vista como un lugar de
residencia permanente. Con tus habilidades con la espada, te contrataría en buenos términos".
El duque Huguenot trató de tomar a Rio con determinación, todo con una sonrisa brillante.
"Oh, Dios. Si estamos hablando de un espadachín del nivel de Sir Haruto, me gustaría poner
mi nombre también". Liselotte mantuvo al duque Huguenot bajo control inmediatamente.
"Vaya, parece que ya ha aparecido un rival".
"Fufu, pero por supuesto. No dejaré que te pongas a la cabeza delante de mis ojos".
"Jajaja. No podemos permanecer en Amande para siempre, después de todo. Siempre

necesitamos gente con talento, así que poder conocer a alguien así es una oportunidad valiosa.
Debo aprovecharlo al máximo", dijo el duque Huguenot, mirando a Rio.
"...Estoy agradecido por la oferta. Si el destino me lleva allí, confiaré en usted en ese
momento", dijo Rio, dando una respuesta diplomática y segura.
"Hmm. En serio, seríamos capaces de proporcionarte un lugar para que uses tus habilidades
con la espada todo lo que quieras. Y una profesión alta, también. Siéntete libre de considerarlo
como una de tus opciones en la vida". El duque Huguenot no parecía tener ninguna intención
de permitir que la conversación terminara con palabras vacías, apelando con bastante
entusiasmo. Sin embargo, no intentó dar un paso adelante con demasiada fuerza,
desconfiando de los problemas que Stewart y Alphonse habían causado antes.
"También estaré dispuesta a darte la bienvenida en cualquier momento", recordó Liselotte

a Rio de manera informal.
"Wow, mira quién habla en la ciudad. ¿Es el nacimiento de un nuevo héroe?" Dijo Hiroaki,
estropeando las cosas.
"No, eso está fuera de discusión. No sería rival para un verdadero héroe como usted.
Después de todo, la leyenda habla de la capacidad de aniquilar ejércitos de monstruos de un
solo golpe. Si eso fuera cierto, eliminar a un puñado de minotauros sería ridículo en
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comparación", negó Rio de manera exagerada, a la vez que halagó a Hiroaki por ser un héroe
en el proceso.
"Ah, bueno. No importa cuánto esfuerzo pongas, los verdaderos héroes tienen un estatus y
un poder limitado sólo a ellos. La pared que un falso nunca podría superar, o eso dicen. Pero
si eres consciente de eso, entonces quizás podrías hacerlo en algún lugar también". Hiroaki
sonrió, ahora de buen humor.
"Es muy amable de su parte". Rio inclinó la cabeza respetuosamente.
Mientras tanto, Liselotte miraba a Hiroaki con cara de preocupación. "Oh, hablando de
héroes. ¿Cuánto ha oído sobre los héroes que han sido convocados por toda la tierra, Sir
Haruto?"
"Déjame pensar... He oído que las áreas donde aparecieron los pilares de luz fueron donde
los héroes fueron convocados. Los rumores decían que un héroe también apareció en el reino
de Galarc..." Rio aprovechó la oportunidad para preguntar sobre el héroe del Reino Galarc.
Encontrar más información sobre el héroe del Reino Galarc era uno de sus objetivos para
acercarse a Liselotte, por lo que estaba muy agradecido por el tema que se estaba planteando.
"Técnicamente, el castillo todavía no ha dado ninguna información a la gente del pueblo,

pero es difícil ocultar los pilares que se levantaron tan visiblemente", dijo Liselotte con una
sonrisa tensa.
"Ah, dijeron que la presentarían oficialmente en la fiesta de esta noche, ¿no? La heroína de
Galarc". Dijo Hiroaki, suspirando cansadamente.
"¿Una fiesta nocturna... y una dama?" Preguntó Rio con indecisión, sofocando sus
emociones de exceso de entusiasmo.
"Sí, la señorita Satsuki Sumeragi. Ese es el nombre del héroe convocado en nuestro reino".
Seguramente, la mujer tenía el mismo nombre y género que la persona que Rio estaba
buscando.
"Señorita Satsuki Sumeragi..." No puede ser una coincidencia. Rio estaba seguro de que el
héroe convocado en el Reino Galarc era el nombre de la superior de Miharu. La obtención de
esta información por sí sola había hecho que valiera la pena acercarse tanto a Liselotte.
"En realidad, Sir Hiroaki también está listo para asistir a esa fiesta. También planeamos
descubrirlo allí", dijo el duque Huguenot mientras miraba a Hiroaki.
"Bueno, no soy un gran fan de ser puesto en escena, pero supongo que esto es otra parte
de ser un héroe." Contrariamente a sus palabras, Hiroaki se encogió de hombros con una
sonrisa que no parecía tan desagradable.
"...Suena como un evento de clase alta". Dijo Rio, con los ojos bien abiertos.
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"En realidad, hay rumores de que el héroe convocado en el Reino de Centostella también
estará presente. Sin embargo, no está confirmado, y el nombre del héroe también está oculto",
dijo Duque Huguenot.
"Oh dios...." Rio expresó su interés.
Finalmente, un gran salto en progreso. Puedo decirle a Miharu y a los demás las buenas
noticias también.
Suspiró aliviado ante la situación, finalmente tomando un giro favorable.
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Interludio: Un día en la vida de Miharu
Mientras tanto, en la aldea de del pueblo espiritual, Miharu estaba trabajando duro en el
entrenamiento de arte espirituales con Aki, bajo la guía de Orphia.
"Hmph..." gimió Aki mientras extendía la mano en el espacio vacío que tenía ante ella.
Miharu también tenía la mano extendida hacia delante, una burbuja de agua de varios
centímetros de diámetro flotaba en la palma de su mano.
"Eso es increíble, Miharu. Tanto el tiempo de activación de tu arte espiritual como el tamaño
de la burbuja se han desarrollado visiblemente en estos últimos días". Dijo Orphia, sus ojos se
abrieron de par en par cuando vio la mejoría de Miharu.
"Gracias. Creo que estoy empezando a entenderlo. Es todo gracias a ti, Orphia", contestó
Miharu tímidamente. Se enfocó una vez más, volviendo a centrarse en el uso de las artes
espirituales.
Aki miró a Miharu de cerca. "...Me pregunto cuál es la diferencia entre Miharu y yo. ¿Es
realmente talento después de todo?" murmuró, frunciendo el ceño con desilusión. Cuantos
más días pasaban, mayor era la diferencia entre ella y Miharu, lo que probablemente la hacía
sentir impaciente. Aunque los murmullos de Aki no llegaron a Miharu por su concentración,
definitivamente llegaron a los oídos de Orphia.
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El talento de Miharu es maravilloso, por supuesto, pero... Orphia miró la cara de Aki antes
de mirar el serio perfil lateral de Miharu. Aunque Orphia no tenía experiencia enseñando artes
espirituales a un ser humano fuera de su experiencia con Rio, era obvio que el talento de
Miharu en artes espirituales estaba claramente en un nivel anormal.
Dicho esto, Rio era una excepción particularmente única para un humano, y todavía
quedaba la cuestión de si agrupar a Miharu y a los demás como seres humanos de este mundo
cuando habían venido de la Tierra. Lo único que era seguro era que no solo Miharu, sino
también Aki y Masato, estaban adquiriendo artes espirituales a una velocidad increíble en
comparación con los humanos de este mundo. Fue por eso que Orphia le recordó
repetidamente a Aki que no había necesidad de que se sintiera abatida. Desafortunadamente,
parecía que no había forma de impedir que el progreso abrumadoramente rápido de Miharu la
hiciera sentir inferior. Aki se sentía desesperada de vez en cuando.
Me pregunto cual es la diferencia entre Miharu y Aki. ¿Es realmente sólo talento al final? No
quiero olvidarlo con esa excusa. La que ha estado trabajando más duro con su edad más
madura ha sido Miharu, después de todo. Ella también se está concentrando mucho en este
momento...
La expresión de Miharu era el retrato de la determinación. Orphia también sabía que Miharu
había estado trabajando incansablemente fuera de sus horas de práctica.
En contraste, posiblemente debido a que el crecimiento de Miharu le quitaba la atención, la

mente de Aki a veces parecía bastante inquieta. No parecía tener ninguna distracción en su
vida diaria, y aunque una opción era seguir observando en silencio durante un poco más de
tiempo, Orphia se devanó los sesos al ver por qué no podía guiar mejor a Aki como su mayor
e instructora de artes espirituales.
Después de todo, lo mejor sería hablar con Miharu sobre ello. Tengo cosas que quiero
discutir con ella de todos modos, y ella debería conocer mejor a Aki. Orphia pudo haber sido
su instructora de entrenamiento en artes espirituales, pero Miharu era en realidad un año mayor
que Orphia, así que sintió que podía confiar en ella en un momento como éste.
Está bien. ¡Lo haré esta noche misma! ¡Y tendré que llamar a Sara y a Alma también!
Con eso decidido, Orphia se rió para sí misma.
◇◇◇
Esa noche, en la casa de la aldea donde todos vivían juntos...
Después de que el grupo más joven de Latifa, Aki y Masato se habían ido a dormir, Orphia
llevó a Sara y a Alma al dormitorio de Miharu y llamó silenciosamente a la puerta.
"...¿Sí? ¿Qué pasa, todas?" Miharu aún estaba despierta, así que abrió la puerta
inmediatamente. Cuando vio al grupo chicas mayores reunidas afuera, sus ojos se abrieron un
poco.
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"Fufufu, ¿podríamos las cuatro tener una pequeña charla?" Orphia sugirió a Miharu con una
sonrisa.
Era básicamente una invitación para una versión de otro mundo de una fiesta de pijamas, y
Miharu y las chicas de los espíritus ya estaban en su ropa de dormir. Mientras que los
residentes de la casa se reunían regularmente en la sala de estar para tomar el té por la noche,
era raro que sólo las chicas mayores se reunieran, y mucho menos que visitaran el dormitorio
de Miharu.
"Claro, pasa". Dio la bienvenida Miharu a las tres chicas dentro.
"Gracias". Orphia y las demás entraron felices en la habitación. La habitación de Miharu

tenía aproximadamente 15 metros cuadrados, con una pequeña mesa en la esquina de la
habitación. Orphia puso la bandeja en esa mesa.
"¿Estabas practicando artes espirituales ahora mismo?" preguntó Sara, mirando por la
habitación.
Miharu asintió vacilante. "Ah... sí. ¿Cómo lo supiste?"
"Hay restos de oda y ondas de maná fluyendo por tu habitación. La densidad del oda es
mayor que el que desprenden los artefactos de luz, así que supuse que estabas practicando
en secreto", dedujo Sara con una risita.
"Ya veo..." Miharu murmuró en voz baja ante las habilidades de observación de Sara. El arte
espiritual que había estado usando era extremadamente menor, pero constantemente
repitiéndolo había causado que una cantidad significativa de esencia mágica fuese liberada
sin que ella se diera cuenta.
"Parece que estabas practicando un poco. Eres muy trabajadora, Miharu". Alma se rió.
"E-Eso no es verdad". Miharu agitó la cabeza, incómoda. No era como si la práctica en

privado hubiera sido prohibida, pero el exceso de trabajo causaría agotamiento y no era
recomendable. Había estado practicando artes espirituales durante casi una hora antes de que
llegaran las chicas, pero no quería preocuparlas.
Sin embargo, Miharu no podía engañar a los ojos de Sara y de las demás, que eran
conocidas como los principales talentos en artes espirituales de todo el pueblo.
"Puedo decir que incluso si intentas ocultarlo. Es bueno que seas trabajadora, pero cuando
eres una principiante, tienes que tener cuidado de no practicar demasiado", advirtió Sara a
Miharu con un tono exasperado.
"Así es. Ya te lo he dicho muchas veces, pero si liberas demasiado oda de tu cuerpo
mientras aún no tienes experiencia, podrías arruinar tu salud, ¿sabes?" Anotó Orphia,
enfatizando las palabras de Sara con las suyas propias.
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"Estoy de acuerdo", asintió Alma.
"Ajaja, no me siento particularmente mal ni nada, así que estoy segura de que está bien.
Hoy no voy a practicar más. Ahora, siéntense". Miharu se rió un poco torpemente, instando a
Sara y a las demás a sentarse.
"De acuerdo. Discúlpame". Sara sonrió con una sonrisa indefensa y tensa antes de sentarse
en una silla. Alma y Orphia la siguieron, y Orphia inmediatamente comenzó a servir té.
"Normalmente nos reunimos en la sala de estar, así que encontrarnos en la habitación de

alguien es una sensación nueva", dijo Alma mientras miraba alrededor de la habitación.
"Estoy de acuerdo. Si somos las únicas que estamos reunidas, ¿significa que tienes algo
importante de que hablar?" Preguntó Miharu con algo de curiosidad, asintiendo mientras
miraba sus expresiones.
"¿Qué te parece, Orphia?" Sara debe haber sido convocada por Orphia sin saber de qué se
trataba, mientras inclinaba la cabeza en cuestión.
"Fufu, supongo que podría decirse que es importante. Quería que tuviéramos una charla
sobre Miharu, Aki y Masato una vez más, entre las cuatro", dijo Orphia con una brillante sonrisa.
"Bueno, es cierto que no hemos tenido la oportunidad de discutir esto..." Sara miró hacia
atrás en su vida juntas hasta ahora con una cara pensativa. Aunque aceptó más o menos la
razón de Orphia, sospechó que había otro motivo detrás de ella.
"Cierto". Orphia aplaudió con las manos juntas delante de su pecho. "Y bien, Miharu…
¿Cómo ha sido la vida en la aldea? ¿Tienes alguna preocupación, alguna aflicción? ¿Algo que
te ponga ansiosa?"
"¿Eh? Umm... En realidad no, supongo". Miharu se quedó asombrada por el repentino
interrogatorio, ladeando la cabeza mientras respondía.
"¿De verdad?" Preguntó Orphia una vez más, mirando a la cara de Miharu.
"...Sí. Esa es la verdad", confirmó Miharu con dudas.
"¿Sospechas otra cosa, Orphia?" Preguntó Sara, yendo directo al grano.
"Hmm. Es sólo el hecho de que viven en un pueblo desconocido. Me preguntaba si tenían

alguna ansiedad o problema fuera de nuestro conocimiento. No sólo para Miharu, sino también
para Aki y Masato", explicó Orphia.
"Ya veo. ¿Qué te parece, Miharu?" preguntó Sara.
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"No he tenido problemas con la vida en la aldea. Nos tratan tan bien, que no puedo estar lo
suficientemente agradecida a Haruto y a todos los que están aquí", contestó Miharu con una
risa alegre.
Sara preguntó decididamente a qué temía haberse referido. "¿Pero no te sientes sola? Tú
también has estado separado de tu familia". Para evitarlo, Sara y las demás habían puesto
todo su empeño en darles una cálida bienvenida, pero había un límite.
"Mentiría si dijera que no me siento sola, creo. En cuanto a Aki, que a veces no parece tan
enérgica... Ha estado separada de su amado hermano, así que creo que reflexiona mucho
sobre eso", dijo Miharu, mostrando una fugaz sonrisa. "Pero estoy muy agradecida... mis
sentimientos de pesar se han disipado. Realmente creo que estamos bendecidos de estar en
esta situación ahora mismo. Estoy muy feliz de haberlos conocido a todos, ¿sabes?" Continuó,
riendo tímidamente.
"Miharu..." Orphia, Sara y Alma sonrieron muy felices.
"Por supuesto, creo que Aki y Masato también sienten lo mismo. Por eso, aunque estemos
solos, estaremos bien con todos aquí. Gracias por estar siempre con nosotros".
"También estamos agradecidas de tenerlos aquí. Estoy tan contenta de que nos hayamos
hecho amigas", dijo Sara avergonzada.
"...Sí". Miharu asintió de forma similar.
"También intentaremos estar atentas a Aki y Masato, pero por favor no dudes en hablar si
necesitas algo, Miharu", dijo Alma.
"Gracias, Alma", dijo feliz Miharu. Orphia repentinamente habló. "...¿Cómo ha ido tu
entrenamiento en artes espirituales? Creo que Aki y Masato se han sentido un poco
impacientes, ya que no pueden alcanzarte".
"¿En serio? No me pareció que fuera así..." dijo Sara sorprendida.
"Podría estar pensando demasiado, pero me pareció un poco así durante el entrenamiento.
Me preguntaba cómo era fuera del entrenamiento". Dijo Orphia, dirigiendo indirectamente la
pregunta hacia Miharu.
"...No la he visto molesta fuera de las horas de entrenamiento, que yo sepa. A partir de
ahora también prestaré un poco más de atención", respondió Miharu con una mirada
contemplativa. "Gracias, Orphia, por vigilar de cerca a Aki".
"No es nada. Cuando se trata de artes espirituales, estoy destinada a ser tu maestra,
después de todo. Aunque a veces todavía me falte", dijo Orphia con una sonrisa tensa.
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Miharu agitó la cabeza. "Eso no es verdad. La forma en que enseñas es tan buena, que
definitivamente puedo decir que estoy mejorando poco a poco", dijo, abogando por Orphia
como el secreto de su rápido crecimiento.
"Eso es porque tienes mucho talento. No sólo eso, el hecho de que seas la más trabajadora
cuando se trata de entrenamiento en artes espirituales también juega un papel importante". No
importa cuánto talento tuviera, se habría desperdiciado si no hubiera estado motivada.
"Y parece que también has estado practicando en secreto", dijo Sara riendo.
"N-No fue tanto". Miharu se defendió avergonzada.
"Pareces muy ambiciosa al respecto, pero ¿hay alguna razón para ello?" Sonrió Alma,
preguntándose porque Miharu trabajaba tan duro en ello.
"Parte de ello es porque es divertido, pero..." Miharu se quedó a medio camino, haciendo
que Sara y las demás la instasen a continuar al unísono.
"¿Pero?"
"Pero incluso mientras vivimos en paz, Haruto debe estar trabajando duro ahí fuera,
¿verdad? Me siento mal dejando que él se encargue de todo esto..." contestó Miharu
tímidamente, sintiendo como la atención de todas se concentraba en ella.
"Ya veo, así que es por el bien de Rio". Alma aparentemente enfatizó el nombre de Rio en
la comprensión.
"Ufufu, ya veo. Así que así es como es", dijo Orphia felizmente. Mientras tanto, Sara miraba
en silencio la expresión de Miharu.
"...Umm, ¿están todas malinterpretando algo?" Al darse cuenta de que estaba en el extremo
receptor de las tres miradas significativas hizo que Miharu se sonrojara.
"¿Malentendiendo qué?" preguntó Alma inocentemente.
"No, umm... Solo no quiero ser un obstáculo para Haruto de esta manera. Él nos salvó, así
que quiero aumentar el número de cosas que puedo hacer tanto como sea posible... Así la
próxima vez que pase algo, no tenga que quedarme atrás..." Miharu se defendió en un ataque
de nerviosismo, ruborizándose aún más.
"Sí, no hace falta decir que todas entienden tu razón para trabajar tan seriamente ahora".
Dijo Alma, con una suave sonrisa tirando de sus labios.
"Así que quieres estar con Rio". Dijo Orphia, asintiendo.
"¡N-No es eso! Q-Quiero decir, no te equivocas, pero..." Miharu objetó enfadada. Estaba
extremadamente frustrada por la imposibilidad de hacer nada a cambio de la persona que tanto
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había hecho por ella, algo extraño. Ella se negó a conformarse con seguir siendo un obstáculo
para él.
Por eso Miharu trabajaba tan duro. Si al menos llegara a ser lo suficientemente fuerte como
para protegerse sola, podría quedarse al lado de Rio. Si ella no trabajaba duro mientras podía,
de alguna manera sentía que Rio algún día iría a algún lugar lejano. Ella no quería que eso
pasara.
No quería que Rio la dejara atrás. Era difícil describirlo con palabras, pero estaba totalmente
aterrorizada de que eso ocurriera.
"Bueno, si por eso tu aprendizaje de artes espirituales va tan rápido, entonces está bien,
¿cierto? Ser capaz de alcanzar la activación en tan poco tiempo es una hazaña impresionante,
¿no?" Sara se rió, apoyando a Miharu con todo lo que tenía.
"Correcto. Es un resultado que se obtiene combinando el talento y el trabajo duro de Miharu",

comentó Orphia con una sonrisa.
"Pero incluso por eso, siento que es un poco demasiado rápido... Honestamente, la
velocidad está a la par con la de los rangos más altos de la aldea. Aunque apenas hay gente
que empiece a aprender a la edad de Miharu, así que simplemente puede ser un caso de no
tener nada con qué compararse..." dijo Alma con una mirada contemplativa.
"Aunque ciertamente entendería si hubiera sido contratada por algún tipo de espíritu, ese
no es el caso de Miharu. Aunque, ella es una ciudadana de otro mundo, supongo", reflexionó
Sara en voz alta.
"¿Contratada con un espíritu? ¿Eh?" Dijo Miharu, parpadeando como si se hubiese dado
cuenta de algo. "¿Pasa algo, Miharu?" Orphia ladeó la cabeza y preguntó.
"Esto fue antes de que llegáramos a la aldea, pero recuerdo que cuando Rio vino aquí sin
que nosotros explicáramos las circunstancias, Ai-chan hizo un pacto temporal conmigo para
reponer su esencia mágica", explicó Miharu, con el recuerdo resurgiendo repentinamente
dentro de su mente.
"...Es eso así," dijo Orphia con los ojos muy abiertos. Sara y Alma también parpadeaban
sorprendidas.
"Es la razón por la que puedo aprender artes espirituales tan rápido, ¿verdad?"
"Sí. La conexión usada en un pacto temporal no puede igualar la de un contrato real, pero
la señorita Aishia es un espíritu humanoide. Ella debió haber despertado tu talento en las artes
espirituales", explicó Sara.
"Así que así fue... Tendré que darle las gracias a Ai-chan cuando vuelva". Miharu miró hacia
atrás a sus recuerdos con Aishia y se encontró haciendo una sonrisa.
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Capítulo 5: Los Males que se Esconden Cerca
Mientras tanto, cuando Rio estaba cenando con Liselotte en su residencia, por invitación
suya...
Alphonse Rodan quien se había disculpado con Rio, se había separado de Stewart
Huguenot, y estaba visitando los bosques al oeste de Amande con algunos otros caballeros.
Alphonse estaba caminando por el camino hacia el oeste; su objetivo era, por supuesto,
investigar la causa del enorme engendramiento de monstruos y confirmar que no había más
monstruos salvajes acechando en el bosque. En otras palabras, un reconocimiento en masa.
A petición del duque Huguenot, se formó un grupo de avanzada formado en su mayoría por
caballeros que viajaban con ellos, al que se le obligó a unirse en su misión.
Por cierto, Stewart fue confinado a arresto domiciliario por orden del duque Huguenot,
permaneciendo en la mansión. El hecho de que le diera a Alphonse la oportunidad de limpiar
su nombre, pero no a su propio hijo, se debió probablemente a que había mostrado
consideración por la casa del marqués Rodan.
¡Al carajo con esto! Nunca olvidaré esto. ¡Nunca lo perdonaré! Hacerme perder la cara así...
Alphonse tenía un rencor irracional y profundo. Rio, el duque Huguenot, Aishia, Celia, Liselotte,
Aria... no pudo evitar sentir tanto odio por todos los factores que se interponían en el camino
de lo que quería.
¡¿Por qué tuve que disculparme con ese asqueroso plebeyo?! Estaba completamente
dejando de lado el hecho de que él había causado el problema, aunque puede que nunca lo
hubiera considerado un problema para empezar, ya que pensaba que era un humano de la
clase privilegiada.
Los plebeyos deberían callarse la boca y hacer lo que decimos. Esas mujeres también
deberían haber agradecido que nos molestáramos en poner nuestros ojos en ellas.
Esforzándose a sí mismas por verse un poco atractivas... La ira de Alphonse no se calmó. En
el tiempo transcurrido entre la reverencia a los pies de Rio y el traslado al bosque, había
hervido continuamente en su ira.
Por supuesto, su disculpa había sido sólo por las apariencias. Aunque solo fuera en
apariencia, había mostrado intención de disculparse con su comportamiento. La intervención
del duque Huguenot significó que se había formado un contrato de arreglo.
Alphonse ya no podía tocar a Rio y a los demás. En otras palabras, había sido totalmente
derrotado. Además, el duque Huguenot lo había calificado de incompetente.
¡Mierda, mierda, mierda, mierda! ¡Yo no tengo la culpa! ¡No soy un incompetente! Alphonse
no podía evitar la situación actual. Un individuo de clase alta y talentoso como él no podía
aceptar el hecho de que fuera rechazado por la sociedad.
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...Primero es ese maldito duque. Sólo mira, viejo tonto. Te mostraré lo que valgo. Un fuerte
deseo de probarse a sí mismo estaba brotando dentro de Alphonse justo al borde de su furia.
Quería probar que el duque Huguenot se equivocaba tanto que apenas podía soportarlo.
Definitivamente voy a lograr algo aquí. Alphonse abrigaba sus ambiciones con entusiasmo.
Había estado mirando fijamente al bosque que lo rodeaba, buscando un objetivo contra el que
descargar su amargura.
"Oi, Alphonse. Has estado inquieto por un tiempo. Entiendo que te moleste que te regañen,
pero ahora mismo estamos en mitad de la misión. Pon tu cabeza en la zona". El caballero al
mando de la brigada de investigación no pudo ignorar el mal humor de Alphonse y le hizo una
advertencia.
"Tch", Alphonse chasqueó la lengua. El caballero al mando tenía unos veintitantos años, y
normalmente actuaba como vicecomandante de los guardias de élite de Flora, pero la familia
de Alphonse ocupaba un puesto más alto. Cualquier discurso de una persona de bajo estatus
social sólo caería en los oídos sordos de Alphonse en este momento.
"...Hey, no me gusta tu actitud". El caballero al mando frunció el ceño. Aunque Alphonse era
de una casa superior, él era de un rango militar superior, y estaba orgulloso de haber obtenido
su posición a través de su propia habilidad.
"Esa no era mi intención. Estoy al borde de mi odio a los monstruos. Y lo que es más
importante, ¿cuánto tiempo vamos a caminar por este camino? Vayamos ya al bosque".
Alphonse resopló con una actitud rebelde.
"...Somos simplemente un grupo de avanzada enviado para reforzar la patrulla de guardia.

El reconocimiento en masa es parte de nuestra misión, pero nuestro objetivo no es exterminar
monstruos", contestó el caballero al mando con voz triste.
En ese momento, los caballeros que habían formado filas mientras estaban en guardia de
su entorno comenzaron a distraerse con la conversación de Alphonse y el comandante.
"Dices eso, pero ¿qué pasaría si aparece un minotauro en la ciudad?" Alphonse se opuso
con una actitud más agresiva de lo habitual.
"Ya basta con eso. Por eso estamos reforzando la seguridad de la ciudad. No es algo de lo
que deba preocuparse un simple soldado de infantería como tú. Sólo tienes que seguir tus
órdenes", regañó con un poco de dureza a Alphonse el caballero al mando.
"Hmph, qué cobarde..." murmuró Alphonse en voz baja.
El caballero al mando finalmente pareció chasquear, defendiéndose agresivamente. "Yo

estaba siendo considerado, ya que es evidente que aún eres un niño. ¿Te gustaría ir solo al
bosque? Tal vez puedas encontrar un minotauro, como pareces desear".
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"Kuh..." Alphonse frunció el ceño profundamente. No importaba lo acalorado que se pusiera
por la ira, no era tan tonto como para pensar que podía derrotar a un minotauro solo.
"Eso será innecesario". De la nada, la voz de un hombre desconocido resonó fuerte.
"¡¿Quién está ahí?!" Los caballeros miraron a su alrededor con prisa. Dos hombres
aparecieron en el bosque, entrando en la carretera. Uno era Reiss, con una capucha negra
para cubrir su apariencia, y el otro audazmente tenía su cara a la vista. El hombre con la cara
descubierta parecía estar en sus primeros años de adultez, con una espada colgando de su
cintura y con un traje adecuado para un mercenario. Su nombre era Lucius. Mientras sus
rasgos faciales eran refinados, emitía un aura salvaje llena de confianza y espíritu.
"Ahora mismo no hay monstruos en el bosque", dijo Lucius, acercándose a los caballeros
sin dudarlo. Una vez que estuvo a diez metros de los caballeros, el caballero al mando gritó
una orden con voz severa.
"¡Quieto!"
"Sí, sí". Lucius hizo lo que se le dijo.
"¿Eres un aventurero de Amande?", preguntó el caballero al mando.
"Nop, no es lo que soy". Lucius agitó la cabeza con indiferencia.
"...Qué sospechoso. Entonces, ¿qué hacías en el bosque?" Los caballeros fijaron sus
dudosas miradas en Reiss, que estaba de pie detrás de Lucius.
"Por qué, siendo gente sospechosa, por supuesto. ¿Y ustedes serían los caballeros del
Reino de Beltrum?"
"...¿Cómo sabes eso?" La pregunta de Lucius hizo que los caballeros se volvieran más
cautelosos a la vez.
"Bueno, sólo hay un grupo de caballeros en Amande ahora mismo, después de todo. Los
caballeros de élite escoltan a la princesa Flora".
Cuando surgió el nombre de Flora, las expresiones de los caballeros se volvieron aún más
sombrías. "...¿Quién demonios eres?"
"Tengo un pequeño negocio con ustedes. Parece que hay unos veinte como tú. Y todos
jóvenes, al parecer". Lucius sonrió con extrema alegría, mirando a los caballeros.
"Ahora que lo pienso, eras un antiguo noble de Beltrum, ¿no? ¿Hay alguna cara que
reconozcas?" preguntó Reiss por detrás de Lucius.
"Nop. Pero no cambiaría nada si lo hubiera".
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"Es bueno oír eso. Sus cuerpos serán satisfactorios, así que cuento contigo", dijo Reiss en
voz baja.
"Qué dolor. ¿Deberíamos estropearlos un poco y restringirlos?" Alphonse desenvainó su

espada. Era el oponente perfecto para quitarle la irritación.
"Espera, quiero hablar con ellos un poco más..." El caballero al mando intentó continuar con
su interrogatorio, pero...
"Jajaja. Hay uno bastante audaz entre ellos. Qué bueno". Lucius miró la cara de Alphonse
y se rió jovialmente.
"Asegúrate de no matarlos. La curación es problemática, así que no separes sus miembros".

dijo Reiss cansadamente a Lucius.
"Te estoy ayudando... Al menos déjame divertirme un poco. Sólo asegúrate de que nadie
huya", respondió Lucius apáticamente, sacando una siniestra espada negra azabache de su
funda en su cintura.
"El otro lado parece estar listo para luchar. Déjame encargarme de él". Alphonse sonrió con
suficiencia, adelantándose para luchar.
"...No. Rodearlos y capturarlos. Si se resiste, no me importa si contraatacas, pero..." El oficial

al mando eligió responder sólo con racionalidad. Como sabían de los caballeros y de Flora, él
quería hablar con ellos un poco más.
"¡¿?!"
De repente, Lucius empezó a correr. Su increíble velocidad dejó a los caballeros

sorprendidos.
"¡Prepárense...!" El oficial al mando trató de dar la orden con nerviosismo. Sin embargo,
Lucius se había colado en medio de los caballeros en un instante.
"¡Demasiado lento! Deberían haberse fortalecido con magia en el momento en que

desenvainé mi espada".
"Guh..." Uno de los caballeros salió volando por los aires, pateado por Lucius. Los caballeros
que los rodeaban miraron la escena con la boca abierta.
"¡A-Aaaaah!" Alphonse rugió de rabia, atacando directamente a Lucius. Su boca se volteó

hacia arriba con una salvaje sonrisa, la oportunidad perfecta para que él expulse su estrés.
"Jajaja, eres interesante". Lucius bloqueó la espada de Alphonse y se rió a carcajadas.
"¡Muere! ¡Augendae Corporis!" Alphonse usó su encanto mágico para la habilidad física
mientras ponía más fuerza en su espada. El círculo del hechizo apareció justo un momento
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después, haciendo que la fuerza se incrementase dentro de él, ayudándole a empujar su
espada hacia delante con fuerza. Sin embargo, Lucius dio un elegante paso atrás y se retiró.
"Te dejaré para el final. Vamos, ¿qué tal si ustedes también activan su encantamiento
mágico?" dijo Lucius a Alphonse, antes de provocar a los otros caballeros a la acción.
"¡Kuh, Augendae Corporis!" Los caballeros, furiosos, mejoraron sus habilidades físicas con
magia uno por uno.
"¡Bien, mata a ese! ¡Solo dejen al hombre con capucha en su lugar!" dijo el caballero al
mando, después de haber considerado la intención de matar a Lucius.
"¡Sí, inténtalo lo mejor que puedas!" gritó Lucius, saltando al grupo de caballeros. Por
supuesto, los caballeros giraron sus espadas para matar a Lucius. Sin embargo, Lucius se
deslizó entre los cortes de espada, disfrutando de la emoción.
"¡¿Qué pasa, eh?! ¡¿Esto es todo lo que pueden hacer?! ¡Entreténganme más!"
"¡M-Maldita sea!"
Los caballeros sintieron como si estuvieran alucinando, cortando nada más que aire. No
importaba cuántas veces blandieran sus espadas, a pesar de estar seguros de que harían
contacto, sus espadas no podían alcanzar a Lucius.
Lucius blandió su espada, tirando de ella en el último momento antes de que pudiera matar
a cualquiera de los caballeros. Ocasionalmente, cuando los caballeros pensaban que estaba
atacando, simplemente desviaba sus ataques y no hacía otra cosa.
¡Este tipo está jugando con nosotros! Los caballeros concluyeron mientras Lucius se reía
alegremente de ellos. No había duda de que Lucius estaba loco, disfrutando genuinamente de
esta situación de deslizarse a través de los destellos de las espadas.
El tiempo pasó así hasta que Lucius habló, con su tono lleno de aburrimiento. "Ah... Supongo
que es hora de bajar los números". La punta de su espada se clavó en el plexo solar de un
caballero, haciéndole gemir de dolor.
"¡Guh!"
"Ahora es mi turno de atacar", Lucius se rió alegremente y comenzó su contraataque.
"¡Gah!"
"Hah..."
Golpeó a dos caballeros con el puño y el pie, haciéndolos caer al suelo. Tan pronto como lo
había hecho, el siguiente caballero estaba siendo derrotado por Lucius, volando por los aires
de una manera dramática. Era como si Lucius pudiera leer los movimientos de los caballeros
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completamente, apuntando a sus puntos débiles, moviéndose antes de que pudieran
responder, y segándolos de su conciencia uno por uno con sus golpes.
"D-De ninguna manera..." Alphonse vio a sus colegas ser derribados impotentemente y se
encontró congelado en estado de shock, antes de que de repente volviera a sus cabales y
mirara a su alrededor. Su situación abrumadoramente ventajosa se había revertido en un
instante. Incluso en ese momento, el número de caballeros que estaban a salvo estaba
disminuyendo.
En ese momento, Alphonse sintió su derrota al alcance de la mano; a este ritmo, perdería.
Al darse cuenta de ello, otro caballero, y luego otro, cayeron al suelo.
"Vaya, es más fácil moverse cuando los números han disminuido. ¡Puedo ir aún más rápido
ahora!" Lucius se movía aún más rápido que antes, sin rima ni razón para sus acciones. Su
velocidad era más rápida que la de los caballeros que habían mejorado sus habilidades físicas
con magia.
Ese movimiento... ¡Una espada encantada! Pensó Alphonse, deduciendo la razón por la
cual las habilidades físicas de Lucius estaban más allá de lo normal. Solo había una forma en
la que podía haberse movido más rápido que sus cuerpos mágicamente mejorados.
¡Espadas encantadas esto, espadas encantadas lo otro! ¡Es injusto! ¡Si yo también tuviera
una, podría...! Como alguien que no lo tenía, Alphonse sintió una profunda envidia, una
emoción tan improductiva y sin sentido como la que tenía en ese momento. La probabilidad de
que escapara era cada vez menor.
"¡Guh!" Golpeado en la rodilla, otro caballero cayó al suelo.
"Ah, faltan cuatro", dijo Lucius, mirando por encima de la vista despejada del camino. Más
de veinte caballeros experimentados habían sido reducidos a cuatro en menos de un minuto.
I-imposible... Alphonse pensó aturdido. Cuando miró a su alrededor, las únicas personas
que aún estaban conscientes y de pie eran los cuatro caballeros, incluidos él y el oficial al
mando, así como Lucius y Reiss.
"Gracias a ti, he avanzado mucho en la recuperación de los caballeros inconscientes", Reiss

estaba observando a Lucius y a los caballeros desde una pequeña distancia, después de haber
reunido a todos los caballeros que Lucius derrotó sin que nadie se diera cuenta. Estaban todos
fuera de combate.
"Parece que queda un último trabajo. Pronto será tu turno también, ¿sí?" Lucius dijo,
mirando a Alphonse, que había perdido completamente la voluntad de luchar.
"Eek..." Alphonse retrocedió reflexivamente con miedo. No, no era sólo Alphonse; los otros
caballeros que quedaban habían perdido su voluntad de luchar también, retrocediendo hacia
atrás con respecto a Lucius.
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"¡C-Corran! ¡Retirada¡", gritó el oficial al mando, aún ileso. Inmediatamente, los cuatro
caballeros (incluido Alphonse) empezaron a correr por el camino.
¡A-Ayuda! ¡Necesito pedir ayuda! ¡Esto es sólo una retirada estratégica! Alphonse se dijo a
sí mismo mientras corría desesperadamente. No había rastro del espíritu entusiasta que tenía
cuando quería derribar a un minotauro para limpiar su nombre.
"¿Ninguno de ustedes vio nuestra diferencia en habilidades físicas cuando estaba

peleando? ¡Hey! ¡Aunque corras, te alcanzaré!" dijo Lucius con una voz llena de desprecio
antes de patear del suelo y perseguir a los caballeros. La distancia entre ellos se cerró en un
instante, pero los desesperados caballeros no se dieron cuenta.
"¡Hah, hah...!" Alphonse jadeaba, concentrándose únicamente en mover los pies.

Finalmente, una espada se extendió por detrás de él, pasando a un pelo de su mejilla.
"¡¿E-Eeeh?! ¡Wah!" Incapaz de seguir presionando, Alphonse se apartó y al azar blandió su

espada contra Lucius, pero su espada cortó el aire en vano. "¡¿Qué?!"
Los ojos de Alphonse se abrieron de par en par conmoción. Lucius estaba de pie a diez
metros detrás de Alphonse, con una sonrisa malvada en la cara. Mirando a Alphonse mientras
pateaba al oficial al mando.
¡I-Imposible! ¡Su espada estaba justo ahí! ¡¿Retrocedió a esa posición en un instante?! Los
ojos de Alphonse se abrieron de par en par asombrado cuando tocó su mejilla, donde la fría
sensación de una espada había tocado su piel momentos antes.
"Eres el último, como prometí. No me des demasiados problemas", bromeó cansado Lucius.
"G-Guh..." Incapaz de decir nada a cambio, Alphonse retrocedió lentamente. Miró a Lucius
con profundo odio, como si estuviera mirando algo que lo asustaba.
"...Realmente tienes una mirada muy especial en tus ojos". Lucius miró fijamente a los ojos
de Alphonse y se acercó rápidamente para cerrar la distancia entre ellos. Alphonse se encogió,
incapaz de moverse.
"¿Q-Qué?" Ya no había adónde huir. Incluso cuando Alphonse respondió a Lucius, estaba
buscando a tientas un camino de supervivencia.
"Son esos ojos tuyos los que muestran una astuta astucia. Puede que seas tú o no", dijo
Lucius sonriendo, con sus palabras llenas de significado.
"¿H-Huh?" Alphonse murmuró, sin tener idea de lo que quería decir.
"Bueno. En cualquier caso, me he aburrido. Terminemos con esto, ¿sí?"
Cuando Lucius se acercó más, Alphonse gritó con nerviosismo. "¡E-Espera! Si lo que
quieres es dinero, te pagaré. ¡Incluso me quedaré callado sobre ustedes!"
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"¿Ah? ¿Dinero?" Alphonse pareció despertar el interés de Lucius, mientras dejaba de
avanzar y sonreía con deleite.
¡M-Muy bien! ¡Parece que puedo negociar con dinero! Al ver el espacio para la negociación,
Alphonse sonrió como respuesta.
"...Realmente eres un tipo interesante", resopló Lucius a través de su nariz, acercándose a

Alphonse una vez más.
◇◇◇
Mientras tanto, en la residencia del gobernador de Amande, Rio acababa de terminar su

comida con Liselotte y estaba a punto de irse. Liselotte y los demás habían venido al jardín a
despedirse.
"Es un honor ser despedido por todos. Muchas gracias por todo lo de hoy". Rio se puso la
mano derecha sobre el pecho e inclinó la cabeza ante los presentes.
"Gracias por venir hoy. Enviaré un mensajero otro día en el futuro, así que sería estupendo
que te quedaras en Amande un poco más. Por supuesto, si necesita algo, es libre de visitar mi
residencia en cualquier momento", dijo Liselotte respetuosamente.
Rio sonrió amistosamente mientras asentía. "Sí, aprecio su oferta". Acontecimientos

inesperados habían ocurrido uno tras otro, pero todo está bien si termina bien, después de
todo. Gracias a todo ello, había podido entablar una estrecha amistad con Liselotte.
Para que conste, derrotar a los minotauros para salvar a Liselotte y Flora fue considerado
un acto tan meritorio, que aún no habían decidido con qué recompensar a Rio, lo que requería
más tiempo para examinar el caso. Se decidió que volvería a visitar la mansión de Liselotte en
el futuro para tratar este asunto. En otras palabras, seguirían siendo amigos de aquí en
adelante. Tanto Rio como Liselotte tenían las mismas intenciones de formar una amistad, pero
ninguno de los dos tenía todavía una idea clara de su distancia, por lo que poco a poco fueron
construyendo una relación de confianza sin prisas. Era un poco indirecto, pero esto era normal
en las negociaciones nobles.
"¡U-Umm...!" Flora dio un paso adelante nerviosamente, llamando a Rio.
"¿Sí?" Contestó Rio, inclinando la cabeza.
"Umm. Si tenemos la oportunidad de vernos de nuevo, por favor, siéntase libre de charlar
conmigo un poco más. También queremos darte nuestra gratitud formal, así que, por favor",
dijo Flora, inclinando la cabeza en Rio con dudas.
"...Sí, será un placer". Rio se detuvo un momento antes de asentir con una sonrisa.
¿Ha notado algo en mí después de todo? ¿O es así como es ella?
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True Flames Project
Él tenía sospechas. Flora parecía estar actuando de manera extraña, como si estuviera
vagamente tratando de encontrarlo a medio camino. Si hubiera una razón para que Flora
estuviera investigando a Rio, entonces la línea de razonamiento más natural sería porque ella
sospechaba que Haruto era en realidad Rio. Sin embargo, por lo que había visto de las
acciones de Flora hasta ahora, no podía decir con certeza que ella dudaba de él. Como
mínimo, no podía detectar ningún sentimiento negativo, y ciertamente existía la posibilidad de
que fuera la forma en que Flora interactuaba normalmente con él.
Rio no tenía puntos de contacto con Flora durante su estancia en la academia, así que no
sabía cuál era su personalidad. Todo lo que sabía era que ella no parecía ser una persona
muy extrovertida.
Supongo que veré cómo van las cosas por ahora.
No podía permitirse el lujo de parecer demasiado cauteloso frente a ella. Sería mejor seguir
siendo lo más natural posible, para hacerse el inocente, ya que no hay pruebas de que él fuera
Rio.
Hiroaki, que había estado observando fijamente el intercambio entre Rio y Flora, habló.
"Bueno, nos quedaremos en Amande hasta que se confirme la seguridad del área, también. Si
visitas la residencia de Liselotte, debería haber la oportunidad de volver a encontrarnos", dijo
encogiéndose de hombros.
"Sí, es como dice el héroe. ¡Oh, es cierto! Sir Haruto prepara muy bien el té. Hoy pude
probarlo por casualidad, ¿pero podría preparar una fiesta de té para nosotros en algún
momento, si quieres?" dijo Liselotte.
Rio asintió cortésmente. "Sí. Estaré encantado de asistir si desea invitarme".
"S-Sí, a mí también me encantaría", estuvo de acuerdo Flora nerviosamente.
"Entonces dejemos esta fiesta de té para otro día y terminemos con esto. No lo alargues
más y déjalo ir a casa", dijo Hiroaki sin vueltas.
"Tienes razón. No deberíamos retenerlo más tiempo. Sir Haruto. Encontrémonos de nuevo",
dijo el duque Huguenot.
"Sí. Todos, dejen que nos encontremos otro día. Por favor, discúlpenme". Rio inclinó
profundamente la cabeza antes de girar sobre sus talones y marcharse. Continuó caminando
hacia la puerta mientras Liselotte vigilaba su espalda.
Es hora de volver a la posada y relajarse. Liberado de actuar socialmente con los nobles,
Rio soltó un pequeño suspiro.
◇◇◇
De vuelta en el bosque, al oeste de Amande. Rustle, rustle.

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Alphonse era vagamente consciente de que lo estaban arrastrando a algún lugar, de que
alguien lo tenía agarrado por el cuello. Sin embargo, no tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Mirando hacia atrás en sus recuerdos, recordó que había estado recorriendo el bosque como
parte de una investigación.
Ah, mierda... Tardíamente, recordó las numerosas humillaciones a las que se enfrentó
después. Una oleada de ira lo atravesó; no podía perdonar a nadie que lo humillara.
Sin embargo... rustle, rustle...
Alguien estaba tirando de Alphonse, haciéndolo sentir bastante incómodo.
¿Quién es, tratándome tan bruscamente? Ugh... A Alphonse le pareció muy desagradable,
pero un dolor sordo en la nuca le hizo fruncir el ceño.
Me duele la cabeza.
¿Lo golpearon fuerte en alguna parte? Él no lo sabía.
"Yo, he terminado", la voz de un hombre resonó felizmente. Inmediatamente después,

Alphonse sintió la sensación de volar por el aire, antes de caer al suelo con un fuerte golpe.
"Ugh..." Parecía que lo habían tirado. Alphonse gimió.
"Buen trabajo. Había tantos de ellos, así que ya he empezado", resonó una voz masculina
vacía.
En ese momento, la mente de Alphonse finalmente se despejó y abrió los ojos débilmente.
Se dio cuenta de que estaban dentro del bosque, y había abandonado la carretera.
Esto es... Alphonse finalmente recordó las identidades de los hombres a su lado. Los que
los habían atacado. Lucius y Reiss.
Reiss estaba agachado en el suelo, trabajando en algo. A su lado estaba Lucius.
"Son un grupo espeluznante, como siempre", dijo Lucius, mirando a un lado. Contrariamente
a sus palabras, una sonrisa de alegría estaba en su rostro. Alphonse siguió la mirada de Lucius.
"Qu-..." La escena que encontró los ojos de Alphonse fue tan impactante que su cuerpo
tembló. Podía sentir su mente tambalearse instantáneamente.
¡S-Son los monstruos humanoides que nos atacaron ayer en la carretera! ¡¿Por qué llevan
los uniformes de los caballeros de élite?!
Revenants de piel oscura con el mismo uniforme de caballero que Alphonse. Todos los
Revenants eran calvos, sus estructuras faciales carecían de individualidad. Sin embargo, no
había señales del mismo salvajismo de ayer, todos ellos miraban a la nada con los ojos vacíos.
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¡¿Qué significa esto?! La mente de Alphonse no podía seguir el ritmo.
"Oh, parece que alguien está despierto". Reiss miró a Alphonse con una sonrisa
verdaderamente malvada.
"¡Tch....!" Alphonse tembló de miedo.
"Me contuve un poco en esto. Aquí, echa un vistazo". Lucius se rió con una sonrisa, agarró
la cabeza de Alphonse y la levantó. Su mirada fue dirigida hacia donde Reiss estaba agachado
y más allá.
"¡¿Ugh...?!"
Un caballero compañero de Alphonse estaba tendido allí; al verlo, la cara de Alphonse se

retorció. Había algo malo con él.
"¡Ah, ah!" El caballero estaba dando pequeños y silenciosos gritos mientras su cuerpo daba
bruscos y temblorosos tirones. Reiss estaba sujetando al caballero desde encima, con su boca
curvada en una espeluznante sonrisa.
"Oh Dios, ¿esto es demasiado para que lo presencies? Está a punto de transformarse".
Al hacerlo, el cuerpo del caballero tembló violentamente.
"¡¿Q-Qué hiciste?! ¡¿Qué es eso?!" preguntó Alphonse agitado. La persona que había sido
colega de Alphonse se estaba transformando rápidamente, en ese momento, en una forma de
vida no humana.
Todo el pelo se le cayó del cuerpo, su piel se oscureció, su textura se endureció

audiblemente. Aunque llevaba su uniforme de caballero, era sin duda un Revenant. No había
absolutamente ningún rastro de su forma anterior. Si Alphonse no hubiera sabido antes quién
era, no habría podido identificarlo.
"Remodelando el cuerpo humano. Una recreación del alma y de la carne. Sin embargo,
remodelarlos mientras aún están conscientes hace que se resistan tremendamente, así que
es más efectivo remodelarlos mientras están inconscientes", contestó Reiss con una voz un
tanto alegre.
"...¡Uh, hnngh!" La maldad era demasiado para que Alphonse lo soportara, haciéndole sentir
náuseas.
Reiss, mientras tanto, ignoró a Alphonse. "Ah, Lucius, ¿podrías por favor despojarlos de sus
ropas? No queremos dejar ninguna evidencia de que los cuerpos originales de los Revenants
fueran humanos".
"De ninguna manera, no tengo ningún interés en desnudarlos a estos tipos. Hazlo tú mismo
más tarde".
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Reiss agitó la cabeza en señal de desaprobación. "Por dios".
"Nngah... hah..." Alphonse tosía violentamente, respirando con dificultad.
Reiss lo observó. "Así que, ¿por qué él sigue consciente?"
"Pruébalo con él, la forma final de los Revenants. Creo que tiene las cualidades para ello",
respondió Lucius con una sonrisa.
"Sería un desperdicio de cuerpo y materiales si falla, sin embargo. Dejando a un lado el

cuerpo, las gemas usadas como materiales son valiosas, ¿te das cuenta? Las posibilidades
de tener éxito en la forma final también son bajas".
"Sólo esta vez está bien, ¿no? Vas a convertir al resto de los chicos en el modelo mejorado,
¿no? Si sumas todas las piezas de tu mano, es suficiente poder para atacar a Amande".
"...Supongo que es verdad". Reiss se levantó con un pequeño suspiro. Dejando atrás al
recién terminado Revenant, se acercó a Alphonse.
"Allá vamos". Con una palabra de aliento despreocupada, Lucius le inmovilizó los brazos a
Alphonse detrás de su espalda y lo hizo ponerse de pie.
"¡S-Suéltame! ¡No te acerques más! ¡Detente! ¡Monstruo!" Alphonse luchó mientras gritaba,
sus ojos nunca abandonaban al monstruo que era su antiguo colega. Sin embargo, no pudo
liberarse de la fuerza anormal de Lucius.
"Echemos un vistazo". Reiss se paró frente a Alphonse. En algún momento, cogió una
misteriosa piedra parecida a una joya en su mano, del mismo tamaño que un puño.
"¡¿Guh?!" La piedra fue clavada en el pecho de Alphonse como si fuera a atravesar el agua,
y no pudo contener su gemido. Pero a pesar de la extraña ajena sensación, no había dolor.
"No duele, ¿verdad? Eso es porque no estoy dañando tu cuerpo físico", explicó Reiss
alegremente, con la mano en el pecho de Alphonse. Se inclinó para susurrar al oído de
Alphonse. "Tanto tu cuerpo como tu alma empezarán a doler desde aquí".
"Guh... hah..." Alphonse jadeó con agonía. Su corazón estaba caliente, su cuerpo estaba
caliente, y sentía que se iba a derretir. Fue golpeado por la necesidad de escupir todo lo que
tenía dentro de su cuerpo, pero no fue capaz de hacerlo.
"Esto llevará algún tiempo". Ellos fueron más crueles que el veredicto de un demonio
declarando la muerte.
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Capítulo 6: Sus respectivas noches
Justo al anochecer de ese mismo día, en una habitación de huéspedes de la mansión de
Liselotte en Amande. El duque Huguenot había terminado su cena y estaba escuchando al
capitán de la guardia de élite, Raymond Brandt, dar su informe.
"...¿El escuadrón de investigación no regresó?" Preguntó el duque Huguenot con el ceño

fruncido.
"Sí, creo que algo imprevisto debe haber sucedido", informó Raymond con una cara pálida.
"¿Algo imprevisto? ¿No discutimos la formación de un escuadrón de avanzada con nuestros

caballeros, centrada en la capacidad de lucha y la movilidad para hacer frente a eso?" Preguntó
desapegado el duque Huguenot.
"Significaría que la brigada enviada se encontró con una dificultad que ni siquiera ellos
pudieron afrontar".
"¿Quieres decir que había un mayor número de monstruos al acecho de lo esperado?"
"También es posible que simplemente hayan tenido un accidente..." dijo Raymond con
dificultad. Aunque la probabilidad no era cero, seguían siendo caballeros que habían sido
entrenados. No había nada más vergonzoso que haberse encontrado con tantos problemas
en el bosque junto a la ciudad.
"...Muy bien. Puedes irte. En breve enviaré una directiva", ordenó el Duque Huguenot,
suspirando profundamente.
"Entendido". Raymond asintió con una voz rígida, y luego se dio la vuelta. Después de un
momento, la puerta se cerró.
"Parece que realmente nos faltan soldados con capacidad militar. Ese escuadrón debería
haber incluido a Alphonse, también... Así que realmente era un incompetente".
La irritada voz del Duque Huguenot resonó por la habitación vacía.
◇◇◇
Mientras tanto, en otra parte de la mansión de Liselotte, Hiroaki estaba tomando el té

después de la cena con Flora y Roanna en una sala de estar separada de los dormitorios de
los huéspedes.
"..." El normalmente hablador Hiroaki estaba bebiendo té en silencio por alguna razón. Flora
también parecía un poco aturdida, pero nunca fue muy habladora para empezar.
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Es tranquilo... Roanna miró en silencio la cara de Hiroaki, observando su comportamiento
muy diferente.
"...Hah". Con su taza de té en la mano, Hiroaki soltó un suspiro de resignación. Parecía estar
mostrando claramente las señales de estar preocupado por algo. Sin embargo, Flora
permaneció en su estado de aturdimiento, sin responder a lo extraño que se estaba
comportando Hiroaki.
La Princesa Flora también parece apática. Me pregunto qué le habrá pasado a ella y al Sr.
Hiroaki...
Roanna ya no podía soportar el extraño aire de la habitación. "Umm, Sir Hiroaki, ¿ocurre
algo?", preguntó nerviosa.
"¿Hm? ¿Qué?" Contestó Hiroaki con una voz bastante brusca. Roanna se armó de valor
para hablar.
"Umm, no pareces estar muy feliz. Si hay algo que te moleste..."
En ese momento, incluso Flora finalmente se dio cuenta de su conversación, volviendo su

oído hacia ellos.
"Nah, no es que algo esté pasando..." Dijo Hiroaki, agitando exageradamente su cabeza.
Contrariamente a sus palabras, su actitud mostraba claramente que algo andaba mal, así que
Roanna esperó tranquilamente a que siguiera hablando.
"¿No crees que Flora está actuando más raro que yo?" Dijo de repente Hiroaki, volviéndose
hacia Flora.
"...¿Eh?" Sorprendida, el cuerpo de Flora tembló.
Hiroaki la miró en silencio. "..."
"Ah, umm, ¿hice algo extraño?" Flora ladeó la cabeza confundida.
"Hmm. Así que no eres consciente de ello. Desde que fuimos atacados por los monstruos,
has estado inquieta, como si tu corazón no estuviera realmente aquí", dijo Hiroaki con un ligero
disgusto. Roanna hizo una cara de realización como si algo hubiera venido a su mente.
"N-No creo que eso sea cierto..." Flora agitó la cabeza con el ceño fruncido.
"Bueno, si eso es lo que insistes, entonces bien. Me pareció que ése era el caso, pero lo
que dices es probablemente correcto", dijo Hiroaki con rotundidad. La forma en que lo expresó
fue suficiente para que Flora sintiera la necesidad de confirmarlo.
"U-Umm, ¿qué te parezco?"
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"Hmm. Bueno, como ejemplo, pareces estar bastante interesada en ese hombre. Siempre
estabas mirando su cara, ¿sabes?" Dijo Hiroaki, mirando la reacción de Flora con una mirada
de reojo.
"Ah, umm, por ese hombre, quieres decir... Umm. ¿Te refieres a Sir Haruto?" dijo ella
vacilantemente.
"Sí. Así que eres consciente de que el hombre del que estoy hablando es Haruto", dijo
Hiroaki en un tono de mal genio.
"¿Eh? No... Umm, eso es..."
Flora no tenía ni idea de por qué Hiroaki diría algo así. Siendo que fue criada como princesa,
apenas fue presionada por los demás ya que se trataba de su discurso o sus acciones; cuando
se combinaba con su disposición natural, no tenía ni idea de cómo lidiar con ello.
"La Princesa Flora nos representa a todos nosotros, por lo que probablemente esté
preocupada por cómo expresar adecuadamente su gratitud hacia él por habernos salvado de
nuestra situación. También está el hecho de que el duque Huguenot parece estar tratando de
tomarlo", dijo Roanna inmediatamente, apoyando a Flora.
"Hmm, ya veo. ¿Es eso cierto?" Preguntó Hiroaki algo dudoso.
"S-Sí", dijo Flora, asintiendo torpemente.
"Bueno, supongo que puedo entender eso. Pero aun así, ese Haruto... ¿No creen que están
actuando demasiado emocionados con él?" Dijo Hiroaki con escepticismo.
"Eso es porque eres muy poderoso. Cuando tu propia posición está tan arriba, hace que los
que te rodean parezcan más bajos. Para nosotros, la gente normal, parece asombroso".
Explicó Roanna, felicitando a Hiroaki en la misma explicación. Si se tratara de Flora,
probablemente no habría sido capaz de inventar algo tan ingeniosamente en el acto.
"Ah, ya veo... Así que así son las cosas. Bueno, en ese caso, supongo que no se puede
evitar". El orgullo de Hiroaki estaba contento de recibir el elogio, haciéndolo sonreír.
Por el bien de Roanna, lo aceptaré en silencio por hoy, pensó. Sin embargo, todavía estaba
decepcionado con Flora.
Honestamente, siempre puedo contar con Roanna para tener una conversación animada.
Flora es linda, pero nada más.
Hiroaki pasaba tiempo con Flora y Roanna a diario, así que ya sabía cómo eran sus
personalidades. Flora podría resumirse en una palabra: tímida. Por decirlo de una manera
amable, era reservada... pero si uno elige ser duro, se puede decir que era pesimista. No
parecía estar acostumbrada a socializar con los hombres, así que apenas hablaba cuando
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estaba en presencia del género opuesto. Incluso cuando estaba con Hiroaki, a quien ya
conocía bastante bien, a veces había silencios incómodos.
Al menos, no era el tipo de chica que perseguía agresivamente a los hombres. El hecho de
que ella tratara de hablar con Haruto, a pesar de eso, no le cayó bien. No podía evitar sentirse
insatisfecho de que ella estaba actuando proactivamente con la persona equivocada. Estaba
pensando de forma egoísta.
Hiroaki no parecía ser consciente de ello, pero contrariamente a sus aspiraciones, no tuvo
las agallas para formar por sí solo las relaciones humanas. Eso es lo que lo hizo fácil y difícil
de manejar al mismo tiempo.
Era un hombre mimado y problemático.
◇◇◇
Flora se despidió de Hiroaki y Roanna una vez que la conversación se calmó y regresó a la
habitación de huéspedes que le habían asignado. Las asistentes de Liselotte le ayudaron a
preparar un baño y un cambio de ropa, dejándola caer en la cama después.
...¿He actuado tan rara hoy?
Le molestó lo que Hiroaki había señalado antes; él había dicho que ella estaba mostrando
demasiado interés en Haruto, y parecía bastante descontento por ello.
Sin embargo, era un hecho innegable que estaba interesada en Haruto.
Rio. Haruto. Sus nombres son diferentes. Sus colores de pelo son diferentes. Él tenía
conocidos con los que había estado durante mucho tiempo. Por eso debería ser una persona
diferente, y sin embargo...
No pudo evitar ver a Haruto luchando contra el minotauro desde atrás y a Rio, que había
luchado contra el minotauro durante el entrenamiento al aire libre de la academia para salvar
a Flora.
Por eso no pudo evitar mirar a Haruto todo el día. Si los demás a su alrededor lo encontraban
extraño, entonces era posible que Haruto pensase lo mismo.
Ugh, estoy tan desesperada...
Flora sintió un fuerte sentimiento de auto-odio. Su cabeza daba vueltas, incapaz de seguir
el ritmo de sus pensamientos, pero seguía cuestionándose a sí misma.
¿Qué quiero hacer al respecto, de cualquier manera? Si Sir Haruto es realmente Rio, ¿qué
haría yo?
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Ella no podía confirmarlo preguntándole a él, pero aunque Haruto fuera realmente Rio,
dudaba de que él le dijera la verdad. Después de todo, el Reino de Beltrum había lanzado una
vez una falsa acusación contra Rio, y en su lugar le devolvió el favor con enemistad. No había
vuelta atrás en ese pecado.
¿Debo disculparme? Sin embargo, lo que hicimos fue algo imperdonable...
¿De verdad quería que él la perdonara? Si es así, parecía demasiado conveniente para ella.
"Nn..." Una vez que llegó a esa conclusión, se odiaba a sí misma aún más de lo que lo había
hecho antes. Su cara se retorció con lágrimas.
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◇◇◇
Hace poco, en un salón de la mansión de Liselotte...
"...Y eso fue lo que pasó. En la actualidad, el estado de nuestros caballeros es desconocido,
pero sería apropiado asumir que se han encontrado con algún tipo de problema", explicó el
duque Huguenot. Había solicitado una audiencia de emergencia con Liselotte para informarle
que los caballeros enviados aún no habían regresado.
"...Lo siento. Debería haber enviado personal de mi lado también", se disculpó Liselotte con
una expresión avergonzada.
"No, fui yo quien pidió que el escuadrón de avanzada se formara con nuestros caballeros.
Es difícil creer que un escuadrón de veinte caballeros carecería del poder de combate
necesario para una investigación inicial. En todo caso, uno normalmente lo consideraría
exagerado". El duque Huguenot agitó la cabeza con una amarga sonrisa. Sin un objetivo de
escolta para protegerse, veinte caballeros fueron suficientes para derribar a un minotauro. Los
había enviado con eso en mente. Si eso no hubiera sido suficiente, entonces esto ya no podría
llamarse nada más que mala suerte.
"Aun así..." Liselotte comenzó a decir algo con tristeza. Sin embargo, el duque Huguenot
levantó una mano para detenerla.
"No se ha confirmado que hayan sido aniquilados por completo, aunque supongo que es
difícil imaginar que simplemente se hayan perdido vagando por el bosque. Sin embargo,
deberíamos considerar qué hacer a continuación. ¿Tengo razón?" El duque Huguenot declaró
con calma.
"...Sí, pero en el caso de que ocurra lo peor, le daré la máxima compensación", dijo Liselotte
con voz resuelta después de respirar hondo.
"Pido disculpas por ser una carga aún mayor, pero este no es un asunto que deba pasar
desapercibido. Haremos todo lo posible para resolver la situación. Vamos a calmarnos".
"...Aprecio eso. Por mucho que quiera enviar un escuadrón de seguimiento de inmediato, si
una situación imprevista ha ocurrido hasta a veinte caballeros, debo ser cuidadosa en la
selección del personal".
No es exagerado decir que el título de caballero es la prueba de que un ser humano ha

obtenido una capacidad militar del más alto grado. Ciertas figuras poderosas y destacadas que
podían usar espadas encantadas y correr por el campo de batalla mostrando su destreza
sobrehumana al mejorar temporalmente sus habilidades físicas con magia o hechicería eran
sólo excepciones.
Por supuesto, los caballeros tenían diferencias en fuerza individual y los escuadrones tenían
diferencias en experiencia, pero no se podía pasar por alto una formación de veinte caballeros
que eran sorprendidos con la guardia baja.
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Por lo tanto, la escuadra que a enviar a continuación debería haber sido seleccionada con
más poder militar, ya sea aumentando la cantidad total o aumentando la calidad individual.
Si se llega a esto, tendré que enviar a Aria, pensó Liselotte.
Aria era la subordinada más fuerte que tenía. Normalmente mantenía a Aria a su lado como
guardia, pero tendría que movilizarla en esta situación.
"Si envías uno, hazlo después del amanecer. Como muy pronto, después de la salida del
sol. Aún existe la posibilidad de que regresen de repente por la mañana. Yo diría que el
mediodía sería el último momento para llegar a una conclusión, ¿estás de acuerdo?" dijo el
duque Huguenot con una mirada contemplativa. Aunque era un poco lento, sería imprudente
entrar en el bosque por la noche. Si el grupo de búsqueda se topa con problemas, sus
esfuerzos no tendrían sentido.
"Sí", asintió Liselotte inmediatamente, habiendo pensado exactamente lo mismo.
"Sin embargo, creo que la mayoría de los monstruos fueron limpiados en la batalla anterior".
"...Había algunos monstruos que volvieron a huir al bosque, pero no quiero considerar esa
posibilidad. Quieres decir que podría haber minotauros dejados atrás, ¿es eso correcto?" El
duque Huguenot y Liselotte fruncieron el ceño.
Como estimación, había aproximadamente varios cientos de monstruos que los atacaron
antes— un número que ninguna ciudad normal tendría en sus inmediaciones incluso si
estuvieran todos acorralados. Además, los minotauros no eran monstruos comunes para
empezar. El hecho de que varios de ellos estuvieran al acecho hizo que la situación fuera
demasiado irregular.
"Tal vez. Si yo asumiera el peor de los casos, podría haber más monstruos de los que
aparecieron antes, aún al acecho. Aunque no es algo que quiera creer", dijo amargamente el
duque Huguenot. Si esa suposición fuera cierta, significaría que más de mil monstruos están
escondidos en el área que rodea a Amande.
Liselotte también asintió amargamente. "De acuerdo". Si tantos monstruos fueron

completamente ignorados en las cercanías de la ciudad, entonces es aún más extraño. Pero
estas ideas preconcebidas son las que nos han llevado a la situación actual. Ella regañó a su
propia ingenuidad.
"Tengo la intención de enviar a Aria para esto. También seleccionaré a varios asistentes y
soldados competentes, y les prestaré espadas encantadas". Normalmente sólo permitía que
Aria llevara una espada encantada, pero esta vez iba a demostrar todo su poder.
"Entendido. Nada me gustaría más que ofrecer a algunos de mis caballeros, pero..."
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"No, no hay necesidad de movilizar más caballeros para nosotros. El próximo grupo será
formado por mis fuerzas", dijo Liselotte de manera ordenada. Con veinte caballeros
desaparecidos en la situación actual, ella no le podía permitir que moviera más de su personal.
El duque Huguenot asintió pesadamente y sacó a relucir a Haruto, que sería el más confiable
después de su gran actuación anterior. "Entiendo. Entonces, ¿puedo sugerirle que pregunte si
Haruto estaría dispuesto a prestar su ayuda?"
"...Una cosa sería contar con un aventurero de Amande, pero Sir Haruto es simplemente un
plebeyo. Sin mencionar que también hay mujeres en su compañía..." Liselotte agitó la cabeza
respetuosamente.
"Es cierto, uno normalmente recurriría a los aventureros para casos como este".
"Sí. Pero no voy a usar aventureros esta vez. Con una posibilidad tan alta de minotauros
alrededor, es posible que los monstruos sigan algún tipo de liderazgo como lo hicieron durante
el ataque en la carretera. Los preparativos deben ser hechos en caso de que Amande sea
atacada con poca mano de obra".
La biología de los monstruos no era bien entendida, pero se sabía que se apiñaban
alrededor de individuos poderosos y se movían bajo su liderazgo hacia un objetivo. Los
monstruos que los habían atacado en la carretera estaban claramente siguiendo algún tipo de
liderazgo, así que lo más probable es que un minotauro o un monstruo humanoide hubiera
estado liderando la horda.
Y si realmente quedaban minotauros, era muy probable que hicieran movimientos

planificados, lo que en el peor de los casos pondría a la ciudad en peligro de ser atacada.
Raramente había aventureros con la misma habilidad que los caballeros, pero eran muchos
en número. Si los monstruos llegaran a atacar en masa, serían una fuente fiable de poder de
combate.
"Esa es una decisión muy justificada", dijo el duque Huguenot, asintiendo preocupado.
◇◇◇
Mientras tanto, en las profundidades del bosque al oeste de Amande, Lucius y Reiss
estaban sentados alrededor de una fogata. A su alrededor había un sinnúmero de Revenants
de piel oscura, de pie y en silencio. Eso hacia una visión extremadamente espeluznante.
"Los cuerpos recreados para más tarde deberían estar completamente asentados". Reiss
se rió de satisfacción mientras miraba a su alrededor a los Revenants.
"Es bueno escuchar... Pero la forma en que se mueven me molesta. Guárdalos ya", exigió
Lucius incómodo.
"¿Oh? Me hubiera gustado mantener mi nueva colección un poco más de tiempo para
mirarlos".
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"Hah, realmente eres un bastardo más espeluznante que yo".
Reiss sonrió. "Eso es porque son básicamente mis hijos. Pero si insistes, entonces supongo
que no tengo otra opción", dijo, respirando un pequeño suspiro. Los Revenants que estaban a
su alrededor comenzaron a hundirse inmediatamente en la tierra.
"Por fin puedo respirar de nuevo. Ahora puedo tener al menos una buena noche de
descanso", Lucius resopló con satisfacción por la nariz.
"El plan se pondrá en marcha mañana por la mañana, antes de que salga el sol. Asegúrate
de no dormir hasta tarde".
"Hey, hey. ¿Con quién crees que estás hablando?"
"Supongo que nunca dormirías hasta tarde antes de una pelea, ¿eh?" dijo Reiss riendo.
"Si te vas a preocupar por dormir hasta tarde, preocúpate por nuestro Alphonse, nuestro
miembro más reciente de allí. ¿Verdad? Oye", dijo Lucius bromeando un poco, mirando a la
tercera persona que estaba sentada junto al fuego para calentarse. Allí estaba sentado un
Revenant con piel negra azabache mucho más oscura que la piel gris oscura de los otros
Revenants, observando en silencio.
"...Hmph. En ese caso. Tú. Debería haberme dejado. Para ir a Amande solo. Y limpiar. Todo.
Antes que los otros defectuosos. Se establecieran." El Revenant negro azabache llamado
Alphonse resopló infelizmente por la nariz antes de jactarse con una voz terriblemente
espantosa.
"Jajaja, qué voz tan repugnante", dijo Lucius a la ligera, la boca se volvió con una sonrisa
despreocupada.
"Esta es la forma final del Revenant. Aunque es notablemente más poderoso y agresivo que
la versión mejorada, es todo intelecto y cero razonamientos, lo que lo hace difícil de manejar",
murmuró Reiss cansadamente.
"Pero será de utilidad en el ataque de mañana, ¿no?" Preguntó Lucius, con su boca con
una sonrisa relajada.
Reiss asintió exasperado. "Bueno, sí".
Como un peón desechable, de todos modos. Su boca se retorció débilmente con una
repugnante sonrisa.
"Bueno, así es como va a ser. Tenemos grandes expectativas de ti, Alphonse", dijo Lucius
brillantemente, con una sonrisa completamente hueca.
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True Flames Project
El Revenant negro azabache asintió, con su respuesta desarticulada. "Sí. Los mataré.
Todos. De ellos". Nada más que odio se arremolinaba en esos ojos que habían perdido todo
sentido común.
"Jaja. Qué desesperado".
La risa asqueada de Lucius resonó por todo el silencioso bosque.
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Capítulo 7: Otro Ataque
A la mañana siguiente, antes de que saliera el sol y el cielo estuviera teñido de azul
lapislázuli, cuando la tierra comenzaba a iluminarse con el amanecer, Aishia visitó la habitación
de Rio para tratar de despertarlo.
"Haruto, despierta".
"...¿Aishia? Buenos días". Rio abrió inmediatamente los ojos, pero su expresión aún estaba
medio dormida mientras respondía.
"Buenos días. Es una emergencia", dijo Aishia en voz baja.
"¿Qué pasó?" preguntó Rio con una mirada seria.
"Monstruos aparecieron de repente".
"...¿Dentro o fuera de la ciudad?"
"No sé su posición exacta. Pero están al oeste. Su presencia está mezclada, así que
probablemente hay muchos de ellos. Debí haber notado una presencia tan fuerte mucho antes,
pero no me di cuenta", dijo Aishia en una rara muestra de preocupación.
"...Entiendo". Rio se levantó de la cama y le dio una palmadita a Aishia en el hombro. "Por
ahora, vamos a hacer un reconocimiento más claro de la situación. ¿Dónde está la profesora?
preguntó con voz tranquila.
"Sigue durmiendo". Aishia miró la cara de Rio mientras respondía. Inmediatamente después,
las campanas de emergencia de la ciudad comenzaron a sonar, resonando en la puerta de la
ciudad.
Un poco más tarde, el sonido familiar del rugido de un monstruo resonó fuerte en el aire.
"¡MROOOOOOOOH!"
◇◇◇
Ese mismo día, en el puesto de observación de la puerta oeste de Amande...
"Aaaaah..." un soldado bostezó en voz alta.
"Es demasiado pronto para que llegue el próximo turno. Contrólate, ahora mismo estamos
en alerta máxima", le regañó su superior, que estaba en guardia con él, con una voz más dura
de lo habitual.
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True Flames Project
En la actualidad, Amande había reforzado su guardia debido a ciertas circunstancias
imprevistas, haciendo más frecuentes los turnos y aumentando el número de soldados en las
puertas este y oeste. Un gran número de soldados habían sido asignados en particular a la
puerta oeste, que es donde el gran número de monstruos habían engendrado en el bosque.
Por cierto, la sección norte de Amande era un lago (su principal fuente de agua) por lo que
no había entrada allí. Además, la anteriormente pequeña ciudad de Amande se había
convertido rápidamente en esta gran ciudad en los últimos años, y todavía estaban en medio
de la tala de bosques para una mayor expansión. Con la expansión de la ciudad se fueron
asignando las áreas metropolitanas, por lo que las tierras de cultivo que antes estaban
dispersas entre el este y el oeste se asignaron ahora a las tierras despejadas hacia el sur.
Las murallas exteriores de la ciudad no eran de piedra como las del castillo, sino de troncos
que se podían mover cada vez que se producía una expansión.
"Sí, señor". El soldado que bostezó se recompuso y asintió. Debe haber sentido orgullo por
su trabajo de proteger a Amande, ya que su cara era bastante seria.
De repente, otro soldado al acecho vio una figura a lo lejos. "¡Hey! ¿Hay alguien en la
carretera?"
"¿Una persona? ¿A esta hora?" El superior se frotó los ojos en duda.
"Hay muchos de ellos. ¿Cuántas personas son esas?" Otro soldado a su lado habló
rápidamente. La puerta estaba encendida por antorchas de fuego, pero los alrededores aún
estaban oscuros y sus visiones estaban oscurecidas por la niebla. Era impensable estar
caminando por el camino del bosque a esta hora para empezar; aunque había un sendero, los
bosques se oscurecían por la noche. Además de no poder percibir ni la distancia más corta,
también existía el peligro de las bestias nocturnas errantes. Incluso las puertas de la ciudad
estaban firmemente cerradas hasta que llegara la mañana.
"Ahora que lo pienso, recibimos el mensaje de que los caballeros extranjeros que fueron a
investigar el bosque podrían regresar. Oh, pero el mensaje advertía que también podían
aparecer monstruos no identificados...", recordó el superior con un rostro dudoso. En ese
momento, las figuras se fueron acercando poco a poco.
"Uuuh..." Docenas de personas aparecieron con un espeluznante gemido. Había unos de

piel gris esparcidos entre otros más oscuros, pero era difícil distinguirlos con la tenue luz.
De sus cabezas sin pelo, de sus expresiones de siniestra locura, y de sus cuerpos
completamente desnudos, estaba claro que no eran humanos.
"¡S-Son los monstruos no identificados! ¡Suena la alarma!" El superior ordenó a un soldado

cercano en estado de shock.
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"¡Sí, señor!" El soldado ordenado contestó con nerviosismo, haciendo sonar las campanas
del puesto de observación a un ritmo fijo. El sonido de las campanas resonó fuerte a través de
la tranquila ciudad.
"¡Geehehehe!" Un gran ejército de goblins y orcos saltaron del bosque de golpe.
"¡Los detendremos aquí, todos! ¡no dejen que entre en la puerta!" El superior gritó con
determinación, obviamente consciente del peor de los casos.
"¡Bien!" Los soldados asintieron con firmeza. Sin embargo, el rugido de un feroz monstruo
resonó fuerte desde el fondo del camino.
"¡MROOOOOOOOOOOH!"
Los soldados temblaron ante el ruido. "¡¿?!"
"N-No me digas..." Un mal presentimiento invadió al superior, haciéndole una mueca de

dolor. Recordó el mensaje y cómo decía que había un tipo más de monstruo además de los
Revenants no identificados.
Se les llamaba minotauros, monstruos que se habían desbocado de furia durante la Guerra
Divina. Un momento después, un thump, thump, thump sacudió el suelo.
"¡Y-Ya vienen!", gritó el superior.
"¡MROOH!" Desde las profundidades del camino nebuloso apareció el minotauro. Los
monstruos que había en la carretera se movieron hacia los lados para permitirle pasar.
"¡E-Es enorme!" El puesto de observación sobre el que estaban parados los soldados
estaba a diez metros del suelo, pero el minotauro aún parecía enorme cuando lo miraban
desde arriba. Medía fácilmente cuatro metros de altura.
De repente, el minotauro dio un salto.
"¡Ah...!" Los soldados estaban momentáneamente a la altura de sus ojos, y sus mandíbulas
se quedaron boquiabiertas. El minotauro bajó su espada de piedra con fuerza.
"¡V-Va a romper la puerta! ¡Retirada!" En el momento en que el superior gritó en voz alta, la
puerta de la ciudad fue destruida por la espada de piedra. Los cimientos fueron aplastados en
pedazos, haciendo que el puesto de observación en la parte superior se derrumbara en el
suelo.
"¡Tch. ¡Prepárense para el impacto! ¡El combate comienza en cuanto lleguemos al suelo!"
El superior apenas pudo gritar.
"Gufufufufu". El minotauro miró las ruinas de la puerta que destruyó y dejó que su boca se
ensanchase hasta convertirse en una sonrisa llena de dominación.
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Parece que hemos logrado obtener una ruta de entrada sin problemas. Todo lo que queda
es extender el combate lo más posible y extraer su poder. La puerta este es la siguiente. Reiss
estaba escondido entre los monstruos del bosque, observando tranquilamente el minotauro y
la situación circundante. Suspiró en silencio, antes de flotar suavemente en el aire.
Pero el problema será que el espíritu humanoide y su contratante. Tendremos que

adaptarnos a sus movimientos, pero si el espíritu se materializa, será bastante fácil de localizar.
Por ahora, debemos aprovechar esta oportunidad para abrir la puerta este. No debería haber
tantos soldados allí, pensó Reiss mientras se dirigía rápidamente hacia dicha puerta.
◇◇◇
En otro lugar, Rio sacó a Aishia de su dormitorio y atravesó la sala de estar, continuando
rápidamente hacia el dormitorio donde Celia estaba durmiendo... sólo para que Celia saliera
de la habitación en estado de pánico.
"Rio, Aishia, ¡¿están aquí?!" Parecía que la conmoción de afuera la había despertado.
"Profesora".
"Rio, Aishia, ¡gracias a Dios...!" suspiró aliviada Celia, abrazando fuertemente a Rio. Cuando
se despertó, la cama en la que se suponía que dormía Aishia estaba vacía. Probablemente
estaba preocupada.
"Está todo bien. No hay necesidad de preocuparse", dijo Rio, abrazando suavemente a
Celia.
"S-Sí..." Celia enterró su cara en el pecho de Rio, asintiendo con la cabeza.
Una vez que Rio confirmó que Celia se había calmado, explicó las circunstancias. "Parece
que un gran número de monstruos se han engendrado, ya sea dentro o fuera de la ciudad.
Probablemente también haya minotauros".
Celia miró la cara de Rio. "...¿Qué vas a hacer?", preguntó nerviosa.
"Veamos..." Rio murmuró mientras meditaba.
Era simplemente un forastero, y era el deber de Liselotte proteger la ciudad de Amande.

Como esta tierra era la base de Liselotte, seguramente tenía suficiente fuerza militar bajo su
nombre, a diferencia de cuando fueron atacados en la carretera. Aunque los minotauros serían
duros, era posible ahuyentarlos con un gran número de personas con la misma fuerza que un
caballero.
Sin embargo, no podía adoptar un enfoque optimista sin más información. Si el número de
monstruos superara al de la defensa de la ciudad, el peor de los casos podría ocurrir.
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No es que esté obligado a proteger Amande, pero no puedo permitir que Liselotte se caiga
aquí... Y tampoco puedo exponer a la profesora al peligro, pensó Rio, organizando sus motivos
y la situación que se avecina. Si sólo pensara en huir, entonces podría salir de la ciudad con
las artes espirituales. No era deseable usar las artes espirituales delante de otros, pero podía
explicar su arte espiritual del viento más utilizada como producto de su espada encantada
elemental del viento.
Sin embargo, no le parecería muy bien a Liselotte si más tarde se enterara de que lo primero
que hicieron fue huir a un lugar seguro por su cuenta. Sin mencionar que, si Amande era
destruido aquí, la relación favorable que había estado construyendo con Liselotte cesaría. De
ser posible, Rio quería evitarlo. Lo que significaba...
Necesito más información primero. Mi decisión final puede venir después de eso.
De cualquier manera, apresurarse a entrar en acción fue tanto imprudente como

irresponsable. Mientras no se tratara de un dilema que amenazara la vida en el que sería mejor
huir sin pensarlo dos veces, era la oportunidad perfecta para que Liselotte se endeudara aún
más con él.
"Oye, Rio. No tienes que preocuparte por mí. Sé que soy el mayor obstáculo para nosotros,
pero también puedo luchar un poco si puedo usar magia. Por eso... umm. Deberías elegir la
acción que más te convenga". Celia sintió que la expresión de Rio era seria y habló con
vacilación. Sus ojos mostraron un vistazo a su firme intención de seguir a Rio, sin importar lo
que pase.
"...Bien". Rio asintió con una sensación indescriptible. "Entonces, cambiémonos primero
para poder movernos fácilmente", sugirió con su habitual sonrisa para tranquilizar a Celia.
◇◇◇
Después de que Rio terminó de cambiarse su ropa de dormir por su ropa negra de combate
de Wyvern, se dirigió solo al jardín trasero de la posada. Los empleados de la posada y los
huéspedes habían notado la conmoción hace algún tiempo, pero su atención se centró en la
entrada que da a la plaza, por lo que no había nadie en el jardín trasero. Rio se aprovechó de
esto y se elevó en el aire, luego miró hacia abajo en el lado oeste de la ciudad desde arriba.
Desde el cielo, el suelo parecía bastante oscuro.
La puerta ha sido destruida... Debe haber muchos monstruos.
Rio tomó nota de la situación. La plaza de la puerta oeste, que normalmente rebosaba de
puestos y clientes, estaba actualmente llena de goblins y orcos. Los minotauros y Revenants
avanzaban des la retaguardia, pero seguían observando desde lejos. Por otro lado...
La reacción de la ciudad también es rápida.
Los soldados y aventureros ya se estaban reuniendo en la entrada del camino que conduce
a la puerta oeste y asumiendo formaciones de batalla. Estaban formando una línea de defensa
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improvisada para evitar que los monstruos invadieran más; era posible que el personal hubiera
sido colocado en la puerta oeste con antelación como precaución.
Además, la plaza cerca de la puerta fue diseñada aparentemente con la intención de invitar
a enemigos externos y bloquearlos. Mientras se defendiera la carretera de entrada a la ciudad,
los edificios restantes actuarían como una barricada para impedir la invasión. Incluso si un gran
número de monstruos pasaban por las fauces de la carretera, las limitaciones de anchura
hacían que el número de monstruos a su alcance disminuyera. Afortunadamente, parecía
como si fueran capaces de mantener el fuerte. Durante ese tiempo, los residentes a lo largo
de la carretera evacuaban hacia el centro de la ciudad.
Los refuerzos llegan uno tras otro. Parece que esto será... Pensó Río, determinando el
estado de la puerta oeste, cuando la telepatía de Aishia resonó dentro de la cabeza de Rio.
Haruto, muchos monstruos acaban de aparecer en la puerta este.
¿Este? Rio se giró en el lugar y miró hacia el este. Allí, enjambres de monstruos aparecían
desde el bosque justo ante la puerta este. Los vigías de la puerta notaron el ataque sorpresa
y tocaron la campana a toda prisa, pero apareció un nuevo minotauro, dando un feroz rugido.
"¡MROOOOOOH!"
Ahogando el sonido de la campana de alarma, alertando a la ciudad de su propia presencia.
"¡MROGH!" El minotauro usó sus tremendas habilidades físicas para dar un salto corriendo,
elevándose por encima de las cabezas de los goblins y orcos para llegar primero a la puerta.
Luego bajó su espada de piedra, destrozando la puerta en pedazos.
"¡Guheehee!"
"¡Buhee! ¡Buhee!"
Poco después del ataque del minotauro, los goblins y orcos pasaron por delante de la
criatura, invadiendo la ciudad uno tras otro.
...Eso es mucho. ¿Cuántos hay en total? En una estimación aproximada, Rio supondría que
el número de monstruos al este y al oeste superaba fácilmente los mil.
Y seguían apareciendo en los bosques. La situación iba empeorando poco a poco.
Haruto, ¿qué hacemos? Preguntó Aishia.
Rio no respondió inmediatamente, sino que miró a toda la ciudad. Con las puertas del este
y del oeste abiertas, la única puerta que no sufrió daños era la del sur. La puerta sur daba a
amplias y abiertas tierras de cultivo, donde todavía no había señales de ningún monstruo.
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Mientras tanto, la zona norte, donde se encontraba la mansión de Liselotte, estaba frente a
un lago, por lo que no había ninguna puerta. La zona también estaba rodeada de murallas
altas y robustas, que podían utilizarse como zona de evacuación en caso de emergencia. A
juzgar por los movimientos de los ciudadanos del sur, se dirigían hacia el bloque norte.
Por ahora, ¿podrías quedarte con la profesora en la habitación y esperar? No parece que
los monstruos vayan a llegar pronto al centro de la ciudad, y todos los ciudadanos del oeste
se están reubicando en el centro. Parece que están evacuando hacia el norte. Aunque salieras
ahora, no podrías moverte, Rio ordenó tranquilamente a Aishia mientras miraba al suelo. La
plaza anterior a la posada en la que se alojaban ya estaba repleta de residentes que venían
del oeste. Si los ciudadanos del este también se movieran aquí, sería más seguro quedarse
dentro de la posada.
...¿Qué harás, Haruto? Aishia preguntó de nuevo a Rio.
Las fuerzas defensivas en la puerta este son escasas. Iré a bloquearlos. Actualmente, sólo
unos pocos soldados con lanza vigilaban el camino que daba a la plaza de la puerta este.
Frente a ellos había fácilmente varios cientos de monstruos, por lo que simplemente los
superaban en número.
No durarían ni un minuto, lo que significaba que los monstruos tenían la oportunidad de

llegar a la posada donde estaban Aishia y Celia. Pero aún podría llegar a tiempo.
Ten cuidado.
Gracias. No dejaré que los monstruos te alcancen, pero...
Lo sé. Déjame a mí a Celia, la voz decidida de Aishia resonó.
◇◇◇
Mientras tanto, en la boca de la carretera que da a la plaza de la puerta este de Amande,

los soldados que protegían la zona habían perdido los nervios por completo.
"¡Eek! ¡Hay demasiados de ellos!"
A varios metros de distancia, el ejército de goblins y orcos se acercaban.
"¡Idiota! Hay muchos ciudadanos que siguen evacuando detrás de nosotros. Por el bien de
la señorita Liselotte, también, protege este lugar con tu vida", gritó motivado el supervisor a
cargo del área. No podían permitirse el lujo de abandonar sus puestos, ya que todavía había
grandes multitudes de residentes evacuando detrás de ellos.
"¡Así es! ¡Protejamos este lugar con nuestras vidas! Estoy sola, pero estoy aquí como
refuerzo", gritó la joven voz de una chica. Era Chloe. Ella había sido la primera en ser enviada
para comprobar la situación en la puerta este, donde la defensa era más delgada, cuando los
monstruos atacaron repentinamente.
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"¡Pequeña Chloe!"
"Deja de llamarme así, ¡soy una adulta!" Chloe contestó con una amarga sonrisa. Ella estaba
un poco conflictiva sobre cómo la gente todavía la llamaba "Pequeña Chloe" y la trataba como
a una niña, después de haberla visto crecer en Amande desde muy joven con la posada de su
familia.
"Lo siento, pequeña Chloe. Tenerte aquí desde el equipo de asistentes es muy
tranquilizador. Contamos contigo".
"¡Caray, ya dije...! No, no hay tiempo. Usaré magia para intimidar a los monstruos que se
acercan, así que, ¿podrían todos preparar sus lanzas y lidiar con los monstruos que se
acercan?"
"¡D-Déjanoslo!" Los soldados asintieron, y la batalla empezó pronto.
"¡Photon Projectilis!" Chloe extendió las manos y cantó el hechizo. Un círculo mágico
apareció inmediatamente, disparando balas de esencia mágica convertidas en balas de
energía desde el interior del círculo.
"¡¿Gweh?!" Las balas de luz volaron los goblins. Era una especie de magia que tenía la
fuerza suficiente para matar a un humano de un solo golpe, dependiendo de dónde aterrizara,
lo que significaba que un goblin de cuerpo pequeño podía ser enviado a volar fácilmente.
¡Hay muchos de ellos! Espero que los refuerzos lleguen pronto...
El pánico pronto apareció en la cara de Chloe; volar un puñado de goblins no iba a detener
al ejército de monstruos que avanzaba. Cerraron la distancia de ella sin reservas, con la
confianza clara en sus espeluznantes sonrisas.
"¡Guheehee!" El orco gigante actuaba como una pared para los goblins, trazando a pocos
metros de ellos. A diferencia de los goblins del tamaño de un niño, los orcos tenían la altura de
un humano adulto y una piel gruesa que no se rendiría tan fácilmente ante un disparo de bala
de luz.
"..." En pánico, Chloe miró detrás de ella. No había señales de los refuerzos, sólo la visión
de los residentes evacuando llevando sólo la ropa puesta.
La situación era desesperada. Ni siquiera durarían minutos así.
"¡¿Geeeehhk?!" De repente, un fuerte vendaval sopló desde la diagonal izquierda hacia el

lado, y todos los monstruos justo ante los ojos de Chloe se desvanecieron fácilmente.
"¿Eh...?" Chloe se encontró a sí misma mirando asombrada. Los otros soldados también se
quedaron boquiabiertos.
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En ese momento, Rio aterrizó ligeramente frente a Chloe. "Permítame ayudarla hasta que
lleguen sus refuerzos".
"¡¿H-Haruto?! Ah, no, quiero decir, ¡Sir Haruto!" Chloe tartamudeó inmediatamente.
"Chloe". El uniforme que llevaba puesto ayudó a Rio a identificarla inmediatamente.
"U-Umm, ¿por qué estás aquí?" Preguntó Chloe con indecisión.
"Supuse que la defensa de la puerta este sería más delgada ya que fue atacada más tarde,
así que vine como refuerzo".
"¡M-Muchas gracias!" La respuesta simplista de Rio llenó a Chloe de alivio, y ella le dio las
gracias desde el fondo de su corazón.
"Ahora, reduzcamos el número de monstruos tanto como sea posible antes de que lleguen
los refuerzos. ¿Puedo ir al frente?" preguntó Rio mientras sostenía su espada y se enfrentaba
a los monstruos, que parecían desconfiar de Rio y se habían congelado en su lugar.
"S-Sí, por favor, hazlo", Chloe asintió con un chillido.
"Entonces, si todos aquí pudieran manejar a los monstruos que llegan a la calle." Con esas
palabras, Rio cerró tranquilamente su distancia con los monstruos. Enviando esencia a la
espada en su mano, creó un gran vendaval de viento y la disparó hacia los monstruos.
"¡¿Guhee?!" Docenas de monstruos que le precedieron fueron empujados de vuelta a la

puerta, fácilmente volados. Apenas lo había hecho, Rio entró en el grupo de monstruos,
iniciando un combate cuerpo a cuerpo.
"¿S-Simplemente qué es ese tipo?" Los soldados murmuraban aturdidos ante la tremenda
visión de la destreza de combate de Rio, congelados en su asombro.
◇◇◇
Mientras tanto, en la residencia del gobernador de Amande, Liselotte había establecido un

puesto de mando temporal en su jardín para hacer frente a la situación actual.
"Los ciudadanos deben estar al borde del pánico. Asegúrense de que su reubicación en el
centro de la ciudad se lleve a cabo sin problemas. ¿Y qué era esa nueva alarma y ese rugido
de minotauro? Quiero más información", dijo Liselotte a sus subordinados. La asistente,
Natalie, se apresuró a dar su informe con expresión apenada.
"Llegó un mensaje de la torre de vigilancia a través del dispositivo de transmisión mágico.

Parece como si un gran número de monstruos hubieran aparecido en la puerta este,
acompañados por un minotauro. Parece que han entrado por la fuerza". Para que conste, la
torre de vigilancia era una torre construida en el distrito norte que supervisaba todas las áreas
de la ciudad.
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"¡¿Q-Qué has dicho?! ¿Hasta dónde han llegado dentro?" Liselotte pidió confirmación en un
momento de pánico.
"No tenemos detalles en este momento, pero los habían interceptado en la plaza que da a
la puerta este. Pero nuestra gente será superada en número, así que creo que debemos enviar
refuerzos lo antes posible..."
"Incluso si enviamos a los soldados y aventureros en la retaguardia, correrían el riesgo de

enfrentarse a los ciudadanos evacuando desde esa dirección. ¿Qué hay de las asistentes
enviadas cerca de la puerta este?" Todas las asistentes podían usar magia o tenían artefactos
mágicos con hechicería para encantar sus habilidades físicas. Si se movilizaban, podían
moverse de un punto a otro rápida y suavemente.
"La mayoría del personal ha sido enviado a la puerta oeste, así que, en este momento, es
sólo Chloe. Cosette y las demás deben estar en el centro, ayudando con la reubicación de los
ciudadanos evacuados..."
"Entonces quiero que te dirijas allí de inmediato. Puedes traer a Cosette contigo cuando lo
superen".
Natalie asintió después de una débil pausa. "...Entendido". Dudaba porque el número de los
guardias de Liselotte bajaría sin ella.
La mayoría de las otras asistentes, además de Natalie, estaban fuera en este momento, por
lo que apenas quedaban combatientes capacitados. Aunque todavía quedaban algunas
asistentes, muchas de ellas no eran aptas para el combate, por lo que Natalie era la asistente
con más experiencia en combate que quedaba. Sin embargo, la situación actual requería que
todos los luchadores cualificados estuvieran en el campo, incluso si eso dejaba la mansión
menos vigilada. De lo contrario, la amenaza de que las líneas del frente fueran atravesadas se
hizo más probable.
Si el ataque es tan grande como el de la puerta oeste, nos faltará potencia incluso conmigo
allí. Cosette podría no ser capaz de llenar ese vacío... El corazón de Natalie estaba roto.
"Los caballeros del duque Huguenot se quedarán aquí en la mansión, así que no tienes que
preocuparte por mi protección. Este debería ser el lugar más seguro de la ciudad, ¿no? Todo
lo que necesitas hacer es concentrarte en tu propia misión. Ahora ve. Vete de aquí". Liselotte
pareció ver a través de las penas de Natalie y la instó a marcharse apresuradamente.
"...Entendido. Entonces... Augendae Corporis". Natalie cantó el hechizo para mejorar sus
habilidades físicas y salió corriendo a toda velocidad, abandonando la residencia. Poco
después apareció otra asistente llamada Grace.
"Señorita Liselotte, un informe". Grace también podía luchar, pero se quedaba en la mansión
por su rara magia curativa.
"Adelante".
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"Un espadachín hábil apareció en la plaza de la puerta este. Está haciendo retroceder a los
monstruos solo".
"...¿Sir Haruto?"
"Lo más probable". Liselotte frunció el ceño disculpándose. "...Parece que le debo una, una
vez más... Pero eso es un alivio. Natalie también está en camino, así que la puerta este debería
tener suficiente personal ahora", dijo, aliviada ante la aparición de los refuerzos.
◇◇◇
Dentro de las murallas de la zona norte de Amande en un aislado callejón trasero...
"Jajaja, pensar que sería tan fácil entrar a hurtadillas. Qué fácil", dijo Lucius a la ligera.
Después de colarse en el distrito norte entre los residentes que estaban evacuando, Lucius y
Reiss habían venido aquí.
"Por favor, abstente de hablar", suspiró Reiss cansadamente.
"No seas tan aburrido. Ya he tenido que alejarme de un campo de batalla de aspecto tan
divertido. Al menos podrías hacerme compañía en la conversación".
"Entonces hablemos de negocios. En cuanto los minotauros den la siguiente señal,

empezaremos a movernos. Por favor, prepárate para moverte en cualquier momento".
"Lo tengo". La boca de Lucius se retorció con una sonrisa.
Actualmente, el aura del espíritu humanoide ha permanecido en el centro de la ciudad todo

este tiempo. Y ya es hora de que la línea de atrás se una a la de adelante... Reiss se giró en
la dirección del bloque central y entrecerró los ojos.
◇◇◇
Un poco antes, de vuelta en la plaza cerca de la puerta este...
"¡Increíble... eso es realmente increíble!"
Chloe estaba cautivada por el combate de Rio mientras estaba parada en la entrada del
camino a la plaza. Rio saltaba por los alrededores, enfrentándose solo a la multitud de
monstruos.
"¡¿Gyah?!"
"¡¿Buhee?!"
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Los goblins y orcos estaban siendo cortados en cuanto se acercaban a Rio; la velocidad con
la que se enfrentaba a ellos era incluso mayor que la de Aria luchando en la carretera durante
el último encuentro.
"Hey, hey, pequeña Chloe. ¿Quién es ese tipo que está peleando allí?" Uno de los
aventureros que había venido corriendo como apoyo preguntó asombrado.
"Ese es Sir Haruto, el que salvó a la señorita Liselotte. Es un espadachín hábil", respondió
Chloe sin apartar los ojos de la plaza. La persona con la que sólo se había encontrado una
vez, años atrás, estaba moviendo libremente su espada.
"Ese no es sólo un experto, ese..."
La mayoría de los monstruos de la plaza estaban siendo atacados por Rio, convirtiéndolo
en un ejército de un solo hombre. Le daba la vuelta a la tortilla a cada monstruo que atacaba,
haciendo que las criaturas de la plaza llegaran a su fin con rapidez. De vez en cuando los
monstruos se le escapaban hacia el camino, pero para Chloe y los demás era fácil lidiar con
ellos.
"...¿No necesitamos ayudarlo?", preguntó el aventurero vacilantemente. Podrían haber

llamado la atención de los monstruos si hubieran tratado de ayudar imprudentemente, y no
había duda de que eran obstáculos para Rio, pero el aventurero no pudo evitar preguntar de
todos modos.
"...No podemos. Lo máximo que podemos hacer es interponernos en su camino. Bloquear

la carretera aquí es un papel perfectamente respetable, y acabaremos con los monstruos que
pasen por delante de Sir Haruto", respondió Chloe con calma, pero con cara de culpa.
No soy lo suficientemente buena. Si yo fuera al menos tan fuerte como las asistentes
principales... Rio estaba en un nivel demasiado diferente para que ella pudiera medirlo con
precisión, pero su poder era al menos igual al de Aria. Chloe no podía permitirse el lujo de
entrometerse y hacer el ridículo.
Haruto...
Chloe de repente recordó la vez que se quedó en la posada de su familia hace varios años.
En ese momento, Haruto había sido acosado por varios aventureros adultos, pero se había
defendido con facilidad. En aquel entonces, Chloe no podía hacer más que ver cómo se
producía la pelea, asustada por el derramamiento de sangre y la conmoción antes de
distanciarse de Haruto. Lo que ocurrió siempre la había impresionado por alguna razón, y ella
siempre lo había lamentado.
"Está bien..." El aventurero debe haber sentido algo en la vergonzosa expresión de Chloe y
asintió en silencio.
"...Gracias. Estoy segura de que incluso Sir Haruto necesitará un descanso. Nosotros
seremos los que pelearemos en su lugar cuando eso suceda, así que por favor prepárate", dijo
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Chloe con una mirada seria. Por mucho que una espada encantada pudiera dar temporalmente
fuerza a una persona, una vez agotada toda la esencia mágica, el poder de la espada ya no
sería utilizable y el poseedor simplemente volvería a ser un ser humano normal.
"De acuerdo. En ese caso, déjanos la retaguardia a nosotros", asintió el aventurero con
determinación.
Mientras tanto...
...Qué extraño. Rio tuvo una extraña sensación mientras luchaba. Aunque no podía recordar
el número exacto de monstruos que había derribado, era fácil decir que fueron cientos. Y sin
embargo...
¿Por qué los monstruos humanoides y el minotauro no avanzan?
Los poderosos monstruos que lideraban la horda no mostraban signos de dar un paso
adelante. De hecho, no parecía que fueran a moverse en absoluto. La fuerza de esos
monstruos habría sido suficiente para irrumpir en las profundidades de la ciudad de un solo
golpe, pero el minotauro había elegido a propósito invadir a través de las puertas. Podría haber
atravesado fácilmente la pared o saltado por encima de ella.
Si bien era conveniente tenerlo a la espera en silencio como defensor, su docilidad era
bastante inquietante.
¿Está esperando algo? Pensó Rio.
Los monstruos eran los que atacaban. Eran criaturas salvajes que sólo deberían tener el
objetivo de matar gente, así que se asumió que su inteligencia no se extendía mucho más allá
de eso. Sin embargo, el hecho de que hubieran reunido un ejército tan grande para atacar, y
no todos a la vez, era curioso. Era casi como si...
¿Invadir la ciudad no es su objetivo?
¿Pero por qué haría algo así?
Aishia, ¿ha cambiado algo en la ciudad? preguntó Rio a través de su telepatía. Debido a
que Aishia podía sentir la presencia de los monstruos hasta cierto punto, era posible que
pudiera notar cualquier anormalidad.
Nada en particular. La multitud en la plaza se está despejando. La evacuación de los

ciudadanos debería terminar pronto, contestó Aishia inmediatamente.
¿Algún cambio en los movimientos de los monstruos?
Ninguno. Tanto el este como el oeste han bloqueado a los monstruos.
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...Ya veo. Gracias. Intentaré volver pronto, Rio informó a Aishia después de que él notara
que se habían reunido suficientes refuerzos en el camino detrás de él. Aún quedaban
monstruos, pero estaba un poco preocupado por Celia.
Lo tengo. Me pondré en contacto contigo inmediatamente si pasa algo.
Sip. Los dos terminaron su telepatía allí.
"¡Chloe!" En ese mismo momento, Natalie y Cosette vinieron corriendo desde la carretera
que da a la plaza. Ambas llevaban uniformes de asistente que se usaban como equipo de
combate, igual que Chloe.
"¡Natalie! ¡Cosette!" La expresión de Chloe se iluminó al ver a sus confiables superioras.

Los soldados y aventureros también las saludaron con serenidad.
"Erm, ¿Informe de daños?" preguntó Natalie confundida, notando que el escenario era
mucho más pacífica de lo que ella esperaba.
"Umm, Sir Haruto está luchando solo..." Contestó Chloe, mirando nerviosa hacia la plaza.
Incluso en ese momento, Rio estaba matando a los monstruos que se acercaban. Sus
movimientos eran como los de un ágil acróbata, casi hermosos.
"...Increíble, como era de esperar". La mirada de Cosette ya estaba dirigida hacia la plaza,
cautivada por la vista de la pelea de Rio.
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"Wow... Pero debería retirarse pronto, ¿no crees? Ha estado peleando por un tiempo,
¿verdad? Su esencia mágica no durará mucho", dijo Natalie preocupada.
"Ciertamente. Ahora que estamos aquí, puede retirarse y descansar", estuvo de acuerdo
Cosette inmediatamente. "¡Sir Haruto!"
Rio se retiró a la carretera en el momento perfecto.
"Erm, creo que eres Cosette y..."
"Ella es Natalie. Me honra que me recuerde". Cosette sonrió feliz.
"Soy Natalie, una de las ayudantes de la señorita Liselotte. Encantada de conocerlo, Sir
Haruto. Gracias por su ayuda en estos tiempos difíciles". Natalie se inclinó respetuosamente.
"Le agradezco en nombre de mi maestra". Cosette bajó la cabeza hacia Rio con una sonrisa
verdaderamente adorable.
Rio sacudió un poco la cabeza, mirando a los monstruos de la plaza antes de ir directo al
grano. "No hay problema. En realidad, tengo una pequeña petición". Los monstruos parecían
tener cuidado de Rio, observando desde lejos.
"¿Qué es?" preguntó Natalie.
"De hecho, hice que mis conocidas esperaran en la posada, así que aún no han evacuado.
Me gustaría volver y encontrarme con ellas", declaró Rio de forma sucinta.
"Es eso... así..." Natalie dudó por un momento.
Sería un obstáculo que Rio se fuera, ya que el minotauro y los monstruos no identificados
seguían al acecho detrás de los goblins y orcos. Si todos atacaran a la vez, sería
extremadamente difícil defender la zona.
Sin embargo, Rio no era un soldado o aventurero de Amande para empezar, estaba
destinado a ser un plebeyo sin deberes militares. Su ayuda en este momento era
completamente voluntaria, así que Natalie no podía insistir en que se quedara a luchar.
Sin embargo, Rio pareció sentir la aprensión de Natalie. "A cambio de dejarte este lugar a
ti, acabaré con ese minotauro. ¿Qué te parece?", sugirió comprometiéndose. A diferencia de
la puerta oeste, sólo un minotauro había aparecido en la puerta este. Además de eso, había
menos Revenants que en la puerta oeste. La amenaza disminuiría mucho si derrotara al
minotauro.
"...Eres un plebeyo, así que por supuesto. No tenemos ninguna razón para retenerte. Pero
el minotauro está en la parte posterior".
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Natalie miró de cerca al minotauro que esperaba fuera de la puerta. Cronológicamente,
tendría que ser derrotado al final. Aunque podría ser atacado con magia de larga distancia, las
habilidades físicas del minotauro probablemente le permitirían evadir la velocidad de un ataque
promedio.
"No, yo me encargaré de él desde aquí", declaró con firmeza Rio.
"...¿P-Perdón?" Natalie inclinó su cabeza en la confusión de cómo eso sería posible.
"Entonces... aquí voy".
Rio se metió en la batalla de nuevo. Un brillante resplandor envolvió la hoja de su espada

mientras estaba parado, con la punta apuntando al minotauro.
"¡¿Geehee?!" Los monstruos miraban con cautela a Rio. Luego, después de comunicarse
con una mirada compartida, todos saltaron hacia Rio al mismo tiempo. "¡Geehehee!"
"¡¿?!" Natalie y las demás se quedaron boquiabiertas. Una bala de cañón de esencia mágica
recubierta de arte espiritual de viento acababa de estallar de la punta de la espada de Rio. El
único disparo atravesó la pared de monstruos a la velocidad del sonido.
"¡¿Geehee?!" Los monstruos que habían saltado hacia Rio fueron arrastrados, y la bala de
cañón de esencia envuelta en viento impactó en el corazón del minotauro con precisión.
"¡¿M... rogh?! ¿Mroh...?" Ni siquiera el minotauro entendía lo que había pasado. No tuvo
tiempo de reaccionar y se encontró arrodillado en el suelo. Murió, así como así,
desmoronándose impotente.
Haré un empujón más, por si acaso. Con ese pensamiento, Rio volvió a verter esencia en
su espada. Una tormenta de viento arremetió de su espada. Rio se acercó a los monstruos del
frente y golpeó la tormenta contra los monstruos.
"¡¿Buhee?!" Varias docenas de orcos y goblins volaron por los aires.
"..." Natalie y las demás detrás de ella estaban completamente aturdidas.
"Ahora, me excusaré de aquí". Rio se volteó y se inclinó una vez, mientras Natalie
recuperaba el sentido con un grito ahogado.
"¡S-Sí! ¡Muchas gracias!"
"...Sir Haruto usted es maravilloso". dijo Cosette distraídamente a Rio, quien no pudo evitar
estar confundido.
"¿Eh?"
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Natalie empujó a Cosette en pánico. "Cielos, ¿qué estás diciendo? Sir Haruto, por favor, no
se preocupe por ella y siga su camino. ¡Cuídese!"
"...Sí. Lo mismo para todas ustedes". Rio sonrió con una leve sonrisa antes de salir corriendo
hacia el centro de la ciudad donde estaba la posada.
◇◇◇
Mientras tanto, dentro de la mansión de Liselotte; Hiroaki, Flora, Roanna y el duque

Huguenot habían evacuado a la sala de huéspedes. Dentro había cuatro caballeros como
guardias, incluyendo a Stewart Huguenot y al comandante del escuadrón de élite, Raymond
Brandt.
La pierna de Hiroaki temblaba nerviosamente mientras estaba sentado en el sofá. "Ah... ¿Es
normal que los monstruos ataquen las ciudades tan a menudo?"
"Aunque no es algo habitual, tampoco es algo inaudito. Ha habido ciudades y pueblos que
han sido aniquilados por monstruos en el pasado", contestó con calma el duque Huguenot.
"Ya veo..." Hiroaki suspiró dramáticamente.
Parece que está bastante alterado. El miedo de la pelea anterior debe estar surtiendo efecto.
El duque Huguenot entrecerró los ojos. Normalmente, Hiroaki se jactaría de fingir confianza.
"Hmph". Stewart resopló con desprecio por la nariz mientras miraba a Hiroaki. Él debe
haberse dado cuenta, mientras miraba a Stewart.
Al darse cuenta de su error, Stewart aclaró su garganta con exageración. "...Disculpe. Mi

garganta estaba seca por los nervios".
El duque Huguenot miró a Stewart, y apartó los ojos de su padre en pánico. Un aire tenso
colgaba sobre la habitación.
◇◇◇
En otro lugar, en la plaza justo ante la puerta oeste de Amande, Aria dirigía agresivamente
a sus asistentes subordinadas, soldados experimentados y aventureros contra la abarrotada
plaza de monstruos.
"Hay demasiados".
No importaba a cuántos derrotaran, los monstruos seguían entrando por fuera de la puerta.
Simplemente eran demasiados. Aria refunfuñó mientras decapitaba tranquilamente al orco que
tenía ante ella.
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Claramente hay más que cuando los monstruos atacaron en el bosque. Me encantaría
limpiarlos todos a la vez con magia a gran escala, pero tengo que tener cuidado de no
quedarme sin esencia mágica. Después de todo, esas cosas están esperando en la parte de
atrás. Ella miró a los tres minotauros que estaban fuera de la puerta.
"Guheehee". Los minotauros disfrutaban de la vista desde lejos con sonrisas desagradables.
Pero es desconcertante por qué no están invadiendo la ciudad. Aria frunció el ceño bajo
sospecha. Al igual que en Rio, tenía dudas sobre las acciones de los minotauros. Sin embargo,
aunque Aria tenía los mismos pensamientos, no podía permitirse el lujo de moverse tan
libremente como Rio. Al menos, no hasta que derrotara a los tres minotauros.
Es un poco arriesgado, pero tendré que avanzar un poco más, decidió Aria con audacia.
"Capitán Mattias", gritó a un apuesto hombre que luchaba cerca. Tenía veintitantos años y
usaba ropa de combate de mayor calidad que los demás soldados, blandiendo una espada
con un diseño único en sus manos. Era la espada encantada que Liselotte le había prestado
temporalmente.
"¿Qué pasa, Srta. Aria?" El hombre llamado Mattias derribó fácilmente a un monstruo que
se acercaba antes de responder en un tono coqueto e inapropiado para un campo de batalla.
"Es desconcertante cómo los minotauros no han mostrado ningún movimiento. ¿Dejamos
este lugar a los demás y salimos a encargarnos de ellos?".
"...¿Sólo tú y yo?" preguntó Mattias, aparentemente sorprendido.
"Sí", asintió solemnemente Aria.
"¿Hablas en serio?"
"Este no es el momento de hacer bromas".
"Me lo imaginaba. Bueno, si es una invitación tuya, supongo que sí. Hagámoslo. De todos
modos, no quisiera agotarme aquí antes de enfrentarme a esas cosas por última vez", dijo
Mattias alegremente, encogiéndose de hombros.
Aria estaba a punto de responder, cuando...
"¡Kshaaa!" Los Revenants de piel oscura que habían estado esperando fuera de la puerta
de repente soltaron un chillido.
"¡Shaah!" Los otros Revenants le siguieron, todos chillando uno tras otro.
Aria se preparó con la frente arrugada en sospecha. "...¿Qué está pasando?"
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"¡MROOOOOOH!" El minotauro emitió un tremendo rugido, lo suficientemente fuerte como
para hacer eco a través de todas las áreas de Amande.
"¿Qué? ¿Qué es esto?" preguntó Mattias confundido.
"¡Kshaa!" De repente, la veintena de Revenants comenzaron a correr hacia la puerta de una

sola vez.
"¡¿Qué?!" Incluso Aria se sorprendió por eso. Los Revenants usaron sus habilidades físicas
inherentes para entrar corriendo a través de la puerta.
"¡Bajen eso pase lo que pase!" Aria ordenó con determinación. Y sin embargo...
"MROOH!"
De repente, los minotauros también se movieron. Con movimientos ágiles e inapropiados

para su tamaño gigantesco, dieron un salto de carrera por encima de la puerta y se dirigieron
directamente hacia el centro de la plaza.
A pesar del pánico en su cara, Aria expresó sus órdenes con calma. "¡Asistentes, eliminen
a los Revenants! Todos los demás, ¡continúen concentrándose en los goblins y orcos! ¡Capitán
Mattias!"
"Lo tengo. ¡Hagamos algo con esos tipos grandes!" Mattias respondió resueltamente.
◇◇◇
Al mismo tiempo, en la muralla norte de Amande, Lucius y Reiss se escondían en un callejón

trasero.
"Esa es la señal. No puedo oír ninguna voz del este, así que supongo que fueron
eliminados", murmuró Reiss en voz baja.
"Finalmente es nuestro turno. Mi cuerpo está tieso hasta el infierno ahora". Dijo Lucius,
estirándose perezosamente.
"Démonos prisa. Parece que los monstruos señuelo serán eliminados más rápido de lo
esperado. El verdadero espectáculo comienza contigo. Cuento contigo, Alphonse". Reiss instó
a que se marcharan, mirando al Revenant negro que estaba de pie a su lado.
"Sí. Déjalo. A mí", dijo Alphonse, asintiendo con una sonrisa de deleite.
◇◇◇
Al mismo tiempo, Rio se dirigía hacia la posada en la que había estado antes. El ataque de
los monstruos había comenzado cuando los alrededores aún estaban oscuros, pero ahora, el
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sol estaba saliendo y todo era mucho más brillante. Los ciudadanos seguían evacuando por la
plaza ante la posada, pero había mucha menos gente que antes. El gran número de soldados
que dirigían la evacuación también desaparecieron; parecía como si la evacuación se hubiera
llevado a cabo sin problemas. Entonces, justo cuando Rio aterrizó frente a la posada mientras
inspeccionaba el área, el rugido del minotauro en la puerta oeste resonó a través de la ciudad.
"MROOOOOOH!"
...La voz del minotauro de la puerta oeste, Rio adivinó correctamente. La situación estaba
cambiando a cada momento, y era posible que el rugido fuera una señal de que algo peor
estaba por venir.
Será mejor que me dé prisa. pensó Rio, entrando en la posada y dirigiéndose a su habitación
con prisa. Pero la puerta se abrió primero desde el otro lado, con Aishia saliendo a saludar a
Rio.
"Bienvenido a casa".
"Estoy de vuelta, Aishia", respondió Rio con una sonrisa; Celia asomó la cabeza por detrás
de Aishia.
"¡Bienvenido de vuelta!", dijo con una sonrisa de alivio.
"He regresado, lamento haberte hecho esperar tanto".
"No, está bien... ¿Pero cómo está afuera? Vi a Aria dirigiéndose hacia la puerta oeste desde
la ventana, pero ¿qué fue ese rugido?"
"El número de monstruos en la puerta este ha caído mucho, así que ahora debería estar
bien. Creo que el rugido fue un minotauro en la puerta oeste, pero si Aria está allí, creo que
estarán bien emparejados".
Mientras que Aria era capaz de manejar múltiples minotauros y Revenants con un nivel de
combate igual o superior, había demasiados monstruos en la puerta oeste. Así que no podía
decir nada demasiado optimista.
"¿Qué hacemos ahora?" Preguntó Aishia.
"Estoy pensando en ayudar a la defensa de la ciudad y hacer que la profesora y Aishia sean
evacuadas a las afueras de la ciudad". No queriendo causar preocupación innecesaria, Rio
ocultó la extraña sensación que tenía sobre los monstruos y les contó sus próximas acciones.
"Lo tengo", asintió inmediatamente Aishia sin dudarlo. Celia observó la expresión de Rio y
asintió con ansiedad.
"...Bien".
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"Con la profesora en un lugar seguro, también podré pelear con el corazón contento. ¿Puedo
pedirte esto?" Rio se dirigió a Celia con una mirada de preocupación. Poniéndolo de esa
manera hizo difícil que Celia se negara.
"...Bien". A pesar de la mirada de preocupación en su rostro, Celia todavía asintió

obedientemente.
"Gracias. Por favor, evacuen fuera de la puerta sur. Vayan a las tierras de cultivo abiertas,
no hay monstruos allí. Si las calles están vacías, podemos volar por el aire parte del camino".
"Sí, lo tengo".
"Salgamos de aquí".
◇◇◇
Y así, Río y las chicas dejaron la posada.
Había incluso menos gente en la plaza de enfrente que antes, pero los residentes que
evacuaban podían ser vistos aquí y allá. Se apresuraban, acobardados por el rugido del
minotauro.
"Nosotros también deberíamos ir. Por aquí". Rio comprobó la vista de los evacuados ante
la posada y dio un paso hacia el sur para llevar a Celia y Aishia.
"¡Haruto, monstruo!" Exclamó Aishia con un grito ahogado.
"¡Kshaaaa!" El chillido del Revenant resonó por la plaza.
"...Lo siento. Me demoré en darme cuenta", se disculpó culpablemente Aishia.
"No, está bien. Tu detección es puramente intuitiva. Toma a la profesora y vuelve a la

posada por ahora", dijo Rio. Afortunadamente, los Revenant que entraron en la plaza aún no
se habían dado cuenta de su presencia. Sin embargo, había gente a la que habían visto. Justo
enfrente de ellos había una madre y su hija, huyendo de un Revenant de color gris que los
estaba atacando.
"¡Eek...!" Gritaron, madre e hija encogidas de miedo.
"Rrrgh..." El Revenant miró a las dos con una mirada feroz.
La madre, de unos 30 años, colapsó cuando sus rodillas se agotaron. "Ah..."
"¡N-No! ¡No te acerques más! ¡Vete de aquí!" La niña tenía unos diez años y se puso
decididamente delante de su madre.
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"¡Mireille, huye!" La madre llamó a su hija en pánico. Una posibilidad desagradable cruzó el
interior de la cabeza de Rio; definitivamente no quería que Celia viera esto.
Esto es malo. Rio empezó a correr por reflejo.
Usando las artes espirituales de viento para empujarse hacia delante y acelerar, se movió
a una velocidad tremenda para cerrar la distancia entre ellos en un instante.
El Revenant fue enviado a volar por el puñetazo de Rio. "¡¿Gufuh?!" Chocó contra el suelo
con un fuerte ruido y rodó.
"¡¿Kshaaa?!" Los otros Revenants de la plaza se dieron cuenta de la conmoción. Había

otros además de la madre y la hija que habían sido blanco de los Revenants, pero todos los
Revenants ahora tenían su atención fija en Rio. Había un total de cuatro de ellos, incluido el
que Rio acababa de enviar a volar.
"¡Por aquí!" Rio gritó para llamar aún más la atención, sacando su espada de la vaina que
tenía en la cintura.
"¡Shaah!" Con eso, todos los Revenants atacaron Rio a la vez. Rio corrió hacia el Revenant
más cercano y le clavó su espada en el corazón, terminándolo de un solo golpe.
"¡¿?!" Los otros dos se congelaron en estado de shock. Rio aprovechó esa oportunidad para
acercarse a uno de ellos, y una vez más le clavó su espada en el corazón con precisión.
Entonces, una vez que sacó su espada, se giró hacia atrás y dio un rodillazo en el abdomen a
otro que se acercaba por detrás.
"¡Vuh...!" El Revenant fue fácilmente elevado en el aire. Rio saltó del suelo y persiguió su
cuerpo en un instante, terminando con un golpe similar al atravesarlo en el corazón. Todo lo
que quedó fue el que Rio golpeó primero.
"Vurrgh..." Rio se acercó instantáneamente mientras se ponía de pie tambaleándose, y una

vez más, lo apuñaló en el corazón como los demás para acabar con él.
Sacó su espada. "...Phew". Con la fatiga mental haciendo efecto, suspiró en silencio.
"...¡M-Muchas gracias!" La madre que había estado observando la lucha de Rio en un estado
de aturdimiento volvió a sus cabales después de una pausa y le dio las gracias.
"...No, me alegra ver que no estás herida. ¿Puedes pararte?" preguntó Rio, acercándose a
la madre y ofreciendo su mano.
"Sí, me las arreglaré..." La madre agarró la mano de Rio y se levantó vacilante.
"¡M-Muchas gracias, señor! Mamá, ¿estás bien?" preguntó Mireille, corriendo a apoyar a su
madre.
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"Estoy bien", contestó la madre, dando una sonrisa incómoda para tranquilizar a su hija.
"¿Mamá? ¡¿Mireille?!"
Chloe vino corriendo con su uniforme de asistente. Se detuvo en su camino cuando vio Rio,
antes de que su expresión cambiara al ver a la madre y hija. Parecían ser de la familia.
La madre de Chloe. ¿Hm? Eso significa.... que ella es la posadera de entonces, ¿eh? Rio
se dio cuenta de que la madre era la que había administrado la posada en la que se había
alojado hacía varios años. También recordó que había una hermanita, aunque había olvidado
su nombre.
"U-Umm, ¿Por qué están mi madre y mi hermana...?" preguntó Chloe a Rio confundida.
"¡Estábamos siendo atacadas por monstruos cuando este hombre nos salvó! ¡Es muy
fuerte!" Mireille explicó con orgullo.
"¿D-De verdad? ¡Gracias por salvarlas!"
"No fue nada... Pero, ¿por qué estás aquí, Chloe?" preguntó Rio. "U-Umm, porque algunos
de los monstruos humanoides llegaron a la ciudad, así que las demás fueron a exterminarlos
mientras yo fui enviada a reportar a la señorita Liselotte", respondió Chloe con una mirada de
preocupación. Parecía tener prisa, y su explicación era escasa. En ese momento, otros
ciudadanos comenzaron a reunirse en las cercanías.
"¡Ooh, Pequeña Chloe!"
"¿Estás herida, Rebecca?"
"Muchas gracias, muchacho. Realmente nos salvaste".
Todo se volvió más ruidoso a la vez.
"Ah, umm.... l-lo siento. Tengo un poco de prisa ahora mismo. ¿Podría todo el mundo aquí
evacuar rápidamente dentro de los muros del norte? Si informan a los soldados de las murallas,
estoy seguro de que los dejarán entrar". En su apuro, Chloe sólo dio instrucciones esenciales.
"Oh, es cierto. ¡Vete de aquí, pequeña Chloe! Evacuaremos con este niño aquí", dijo un
hombre de mediana edad de buen carácter, mirando a Rio.
"No, umm..." Rio no tenía intención de dirigirse al distrito norte, por lo que no sabía cómo
responder.
"Ve a llevarlos, Haruto". Dijo Celia, apareciendo con Aishia detrás de ella. Las dos tenían
capas encima de sus ropas con capuchas que ocultaban sus rostros.
"Cecilia..." Rio miró a Celia y frunció el ceño con preocupación.

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"Está bien, no tienes que preocuparte por mí". Celia le dijo a Rio disculpándose. Las murallas
estaban justo delante de ellos de todos modos; incluso si él fuera a ir allí, no le llevaría mucho
tiempo llegar a la entrada.
"...Lo entiendo. Me pondré en marcha, entonces".
Rio se preparó para dirigirse hacia la puerta de las murallas del norte.
◇◇◇
Rio y los demás llegaron a la puerta de la muralla en cuestión de minutos. Había soldados
esperando ante la puerta, pero como Chloe había dicho, se les permitió entrar sin incidentes.
"Uf, por fin podemos tomarnos un respiro. Gracias de nuevo, señor". Mireille, la hermana
pequeña de Chloe, suspiró aliviada y agradeció a Rio una vez más.
"No fue gran cosa. Todo lo que hice fue caminar contigo".
Honestamente, todo lo que había hecho era caminar con ellos la corta distancia entre la
plaza y la puerta. No apareció ningún otro Revenant en el camino. De aquí en adelante, era el
deber de los soldados protegerlos, así que el trabajo de Rio estaba hecho.
"Disculpe. En primer lugar, gracias por escoltar a los ciudadanos hasta aquí. Si se me
permite la pregunta, ¿acaso es usted Sir Haruto?" Uno de los soldados que vigilaba el interior
de la muralla preguntó a Rio.
"...Sí, lo soy". Río asintió con curiosidad, sorprendido de que su nombre y rostro fueran
conocidos por un desconocido.
"Así que fuiste tú después de todo. Nos informaron de la aparición de su grupo, así que fue
fácil verlos".
"¿La apariencia de mi grupo?"
"Sí". El soldado llevó a Rio aparte y en silencio le explicó las cosas con una mirada tímida a
Celia y Aishia. "La verdad es que la señorita Liselotte nos ha dado órdenes estrictas de escoltar
a usted y a sus conocidos a su mansión para que se refugien con la máxima prioridad". Celia
y Aishia tienen actualmente sus capuchas bajadas para hablar con Mireille.
"Ah, ya veo". Rio tenía una idea de lo que el soldado estaba hablando; después de todo,
Celia y Aishia ciertamente tenían una apariencia que llamaba la atención.
"Yo guiaré el camino inmediatamente, así que por favor síganme. La mansión es el lugar
más seguro en este momento, y tanto usted como sus conocidos estarán protegidos", dijo el
soldado con confianza.
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Rio miró a Celia. Mientras conversaba con el soldado, Mireille y los demás fueron llevados
por otro soldado.
"¡Gracias por ayudar, señorita!" Mireille agradeció amablemente a Celia y a Aishia antes de
irse.
Rio dudó por un momento, pero pronto asintió con la cabeza. "...Entonces aceptaremos su
oferta. Por favor, guíame".
Se habían desviado mucho de su plan original de salir por la puerta sur, pero sería
demasiado antinatural darse la vuelta ahora. Por no hablar de la posibilidad de encontrar más
Revenant si lo hicieran. Refugiarse en la mansión era un plan alternativo aceptable.
"Entendido. Por favor, síganme". El soldado se inclinó respetuosamente antes de tomar la

iniciativa.
◇◇◇
Poco tiempo después...
La mayor parte del personal de Liselotte se había trasladado al puesto de mando temporal
en el jardín, dejando la mansión esencialmente desierta. Los únicos que quedaban en la
mansión eran los que estaban bajo fuerte protección, como Hiroaki y los demás.
"Por aquí". Un Revenant de piel negro oscura caminaba con confianza dentro de la mansión.
Lucius lo siguió. Más atrás de él había cuatro Revenants de piel oscura, caminando en
obediente silencio.
"Seguro que hace las cosas más fáciles con un guía de excursión. Algo imposible para los
que tienen más ingresos". Lucius bufó con indiferencia y sin ningún tipo de tensión.
"Hmph. El cuarto de huéspedes. Está más allá de la esquina. De ese pasillo". Alphonse
resopló un poco infelizmente.
"Lo tengo. Bien, así que a partir de ahora será tu momento de brillar. Deja a la princesa
ilesa. También puedes abofetear al héroe, siempre y cuando no lo mates", le informó Lucius a
Alphonse sin ninguna preocupación especial en su voz.
"Sí. Déjalo. Para mí. Soy más fuerte. Que cualquier minotauro. Ahora mismo", respondió
Alphonse con sus palabras desarticuladas.
"Ah... ¿Es inteligencia sobrante lo que te queda, o sólo estás roto? Bueno, lo que sea. Ponte
en marcha". Lucius se rascó la cabeza antes de alejar apáticamente a Alphonse.
"¿Hay alguien ahí?" Una voz resonó por el pasillo, habiendo captado su conversación.
Parecían ser los caballeros de guardia frente a la sala.
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"Sí, lo hay", contestó Lucius inmediatamente, sin mostrar pánico en absoluto.
"¿Quién está ahí?", preguntó la voz dudosamente desde el pasillo.
"Oh no, no es nada. Sólo tengo un poco de trabajo que hacer antes de regresar. No dejes
que eso te preocupe".
"...Espera. Sal de ahí". El presunto caballero ordenó avanzar por el pasillo con voz severa.
"Por Dios". Lucius suspiró exasperado antes de entrar en el pasillo. Había dos caballeros
de guardia ante la puerta de la habitación.
Uno de los caballeros se acercó a Lucius y lo interrogó. "¿Un aventurero? ¿Estás solo?
Estabas hablando con alguien, ¿no?"
"No, nadie más. Siéntete libre de ir a verlo por ti mismo". Lucius asumió una actitud de
cooperación, se paró a un lado para abrir paso y se encogió de hombros.
◇◇◇
Menos de un minuto después, thunk el sonido de algo golpeando contra la puerta de la

habitación de Hiroaki y los demás estaban esperando.
"...Oye, ¿has oído algo contra la puerta?" Preguntó Hiroaki, mirando a la puerta mientras
preguntaba a los demás a su alrededor.
"Así es", asintió el duque Huguenot, enviando una orden a los caballeros con una mirada.
"Sí, señor". Había cuatro caballeros, incluyendo a Stewart vigilando el interior de la

habitación. Uno de ellos se acercó lentamente a la puerta y la abrió con un crujido.
"Hey, ¡¿qué ha pasado?!"
Un puño de tono negro entró volando por la puerta. El caballero fue golpeado en la cara y
enviado a volar hacia la parte trasera de la habitación. Golpeando varios muebles a lo largo
del camino, se detuvo con un fuerte choque.
"¡¿Kyaa?!" Flora, que había estado sentada cerca, no pudo evitar gritar.
"¡¿Qué está pasando?!" Roanna miró a la puerta en estado de shock. "Ja. Ja. Ja". Alphonse,
el Revenant de piel negro oscuro, se paró allí y sonrió espeluznantemente. Detrás de él había
cuatro Revenants de piel negra más clara.
"¡¿M-Monstruos?! ¡¿Cómo pueden estar aquí?!" Los otros tres caballeros (incluido Stewart)
desenvainaron sus espadas reflexivamente.
"Ve", ordenó Alphonse brevemente.

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"¡Vaah!" Sus Revenants subordinados gritaron y entraron en la habitación. "¡Augendae
Corporis!" Los caballeros cantaron al mismo tiempo, pero el o varios segundos que le tomó a
la magia activarse fueron fatales. Los Revenants cerraron la brecha y atacaron a los caballeros
antes de que pudieran terminar de encantar sus habilidades físicas.
"¡Mierda!" Los caballeros no tuvieron más remedio que cancelar su magia y blandir sus
espadas... pero desafortunadamente, no había forma de que pudieran herir a los Revenants
sin mejorar sus habilidades físicas.
"¡¿Son duros como una roca?!" La piel como de acero desvió la trayectoria de sus espadas.
"¡Graagh!" Los Revenants grises fueron uno a uno contra los caballeros, sonriendo con
deleite. Había tres caballeros y cuatro Revenants de color gris, lo que dejaba a un Revenant
de color gris y a Alphonse libre.
"Oye, ¡¿qué está haciendo la seguridad?!" De repente, Hiroaki gritó al pasillo, pero nadie
vino corriendo a salvarlos.
"Hmph. Ve". Alphonse resopló con desprecio, dando la orden al que quedaba. Empezó a
correr alegremente, corriendo hacia la parte trasera de la sala para acosar al grupo de Hiroaki.
"¡Mierda! ¡Ve hacia la puerta! ¡Corre!" Dándose cuenta de que serían ratas acorraladas a
este ritmo, Hiroaki ordenó a Flora y a los demás que estaban a su lado antes de correr hacia
la puerta con pánico. No era sólo un héroe de espectáculo, ya que sus movimientos eran
claramente inhumanos en velocidad.
"Eh, ah..." Incapaz de reaccionar de improviso, Flora estaba confundida, pero de repente
Roanna la agarró del brazo.
"¡Princesa Flora, por aquí!" Dijo Roanna y corrió tras la pista de Hiroaki.
Afortunadamente, los caballeros se las arreglaron para hacer retroceder a los Revenants
uno por uno. La habitación era espaciosa, dejando mucho espacio para que corrieran entre los
huecos de las luchas que se estaban llevando a cabo.
Encima de eso, el Revenant que quedaba en la parte trasera de la habitación estaba

cacareando para sí mismo, sin mostrar signos de atacarlos.
Y así, siempre y cuando se las arreglaran para hacer algo con respecto al Revenant de tono
negro ante la única puerta de entrada o salida, podrían salir. El duque Huguenot parecía estar
pensando lo mismo, siguiendo a Hiroaki detrás de Roanna y los demás.
Su única esperanza era Hiroaki y sus habilidades de combate de héroe secreto.

Técnicamente estaba a la par o por encima de los caballeros en sus combates de
entrenamiento. Aunque estaba bastante agitado en ese momento, a diferencia de la batalla
anterior, esta vez se dirigía hacia los monstruos él mismo. Parecía que no sería inútil por el
miedo esta vez.
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"¡Muévete! ¡Ven, Yamata no Orochi!" Hiroaki invocó sus orgullosa Arma divina a su mano.
Con la hermosa hoja en sus manos, lanzó la espada hacia Alphonse, pero Alphonse vio el
movimiento de Hiroaki con facilidad y se deslizó hacia él.
"Hmph". Alphonse resopló, golpeando la cara de Hiroaki con toda su fuerza.
"¡¿Gwoah?!" Hiroaki fue fácilmente enviado a volar a la parte trasera de la habitación.
"Siempre lo estuve. Buscando. Para vencer. La cara de este tipo". Alphonse rió satisfecho.
¡¿H-Habló?! ¡¿Q-Qué es esto?! ¡¿Qué demonios es eso?! ¡Es tan espeluznante! Roanna
instintivamente sintió repulsión desde el fondo de su corazón por el hecho de que el monstruo
de tono negro ante ella hablara. Se le puso la piel de gallina. La forma semihumana de su
cuerpo ya lo hacía espeluznante, pero cuando decía palabras humanas, era absolutamente
repugnante.
"P-Princesa Flora, ponte detrás de mí..." dijo Roanna. Ella creía que su papel como noble
era convertirse en el escudo de la realeza. Mientras tanto, el duque Huguenot estaba
retrocediendo en un mal estado.
"Kuh..." Los caballeros seguían luchando contra los tres Revenants y no podían usar su
magia para mejorar sus habilidades, por lo que estaban sufriendo bastante. Su plan de avance
con Hiroaki se había volteado tan fácilmente, y no quedaba ningún sitio donde correr.
"Tú eres el siguiente. No haré. Dejarte. Fácil. ¿Entiendes?" Alphonse miró intensamente al
duque Huguenot, con su boca retorciéndose con una siniestra sonrisa.
"...¿Qué?" El duque Huguenot parecía dudoso. La capacidad de comunicarse significaba

que había una posibilidad de entendimiento mutuo. De repente se preguntó si podrían obtener
algún tipo de información.
"¡Ahaha!" Pero no había tiempo para pensar en eso. De un solo golpe, Alphonse saltó sobre
el duque Huguenot y golpeó duramente con el puño, ciertamente conteniendo su poder al
impactarlo en el abdomen.
"Guh. Gah... kgh..." El duque Huguenot cayó al suelo, incapaz de soportar el ataque.
"¡P-Padre!" La expresión de Stewart cambió cuando se dio cuenta de que el duque

Huguenot estaba siendo atacado. Movió frenéticamente su espada, intentando quitarse de
encima el Revenant al que se enfrentaba. Mientras tanto, Alphonse agarró al duque Huguenot
por el cuello y lo levantó fácilmente del suelo.
"Todavía hay. Más. Donde eso. ¡vino!"
"Hah, kknhhh..." El duque Huguenot luchaba por respirar, retorciéndose en agonía.
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"¡Padre! ¡Muévete, monstruo!" Stewart agitó su espada desesperadamente, moviendo al
Revenant que tenía delante de él fuera de su camino. Esa cosa soltó una siniestra carcajada
con una retorcida sonrisa.
"...No, ¡Padre! ¡Suéltalo!" Stewart atacó a Alphonse desesperadamente. Alphonse evadió

ligeramente el ataque de Stewart antes de lanzar al duque Huguenot a un lado.
"¡Hee! ¡Heehee! Oh, ya sé. Lo sé". Con una sonrisa agradable, Alphonse se volvió hacia
Stewart.
"¡Mierda! ¡Muere, muere!"
"Eso. No funcionará". Stewart blandió su espada con intensidad, pero la piel intrínsecamente
dura de Alphonse hizo que su espada rebotara sin un solo rasguño.
"...Princesa Flora, al menos debes escapar". Roanna lentamente se acercó a la puerta,

susurrándole a Flora en voz baja.
"Eh, ah... pero tú... pero ¡¿qué pasará con todos?!" La expresión de Flora cambió
instantáneamente, mostrando una profunda desaprobación.
"Las habilidades físicas de ese monstruo son anormales. Se está divirtiendo ahora mismo
por alguna razón, pero todos seremos aniquilados a este paso. Incluso si intentamos huir, hay
una alta posibilidad de que nos atrapen antes de que podamos usar algo de magia. Así que,
como mínimo, permítanos convertirnos en señuelos para que usted pueda escapar", dijo
Roanna, dando un apresurado pero organizado intento de persuasión.
"¡N-No, no puedo! No puedo... eso es demasiado..."
"Por favor, te lo ruego. Si dejas pasar esta oportunidad..." Roanna miró a Stewart con pánico.
"¡Monstruo! ¡Monstruo!" Stewart estaba desesperado, acuchillando a Alphonse, pero estaba

claro que Alphonse estaba jugando con él.
"Gahah. ¡Gahahaha!" Alphonse se reía a carcajadas, burlándose de Stewart. Lo mismo

ocurría con los Revenants que trataban con los otros caballeros. Alphonse debe haberlos
inspirado, ya que ellos también se reían.
"¡Maldita sea!" Los caballeros que se encontraban frente a ellos estaban pálidos y
respiraban pesadamente, no durarían mucho en esta situación.
Este era el único momento en que Flora podía escapar.
"¡Princesa Flora! ¡Princesa Flora!" Una voz que llamaba a Flora se oía por el pasillo.
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"¡Oh! ¡La princesa Flora está a salvo! ¡Por favor, ayúdala a escapar!" De repente, Roanna
empujó a Flora con todas sus fuerzas hacia la puerta abierta. Luego se paró frente a la puerta
para bloquearla de cualquier Revenant que la persiguiera.
"¡Kshaah!" El Revenant de la parte trasera de la habitación empezó a correr hacia Roanna.
"¡Roanna!" Flora dijo el nombre de Roanna en pánico, aún en el suelo. Entonces, un hombre
apareció desde fuera de la habitación, agarró la mano de Flora y la puso de pie con facilidad.
"Princesa Flora, por aquí".
"¡Suéltame!"
"No puedo hacer eso. Debes venir por aquí".
Flora se opuso mucho, pero el hombre la alejó de la escena sin escuchar sus protestas.
◇◇◇
Mientras tanto, Roanna usó magia ofensiva para hacer retroceder a los que estaban en la
sala.
"Photon Projectilis."
Un círculo mágico apareció en sus manos, disparando balas de alta velocidad de energía
mágica desde su centro. El objetivo de Roanna era preciso y se dirigía directamente a los que
se acercaban a ella desde lo más profundo de la sala.
"¡¿Guh?!" Los que fueron golpeados en el cuerpo por las balas se tambalearon.
"¡Hay aún más de donde vino eso!" Roanna disparó sus balas a los Revenants que se
enfrentaban a los otros caballeros. Un disparo, dos disparos, tres: las balas los golpearon sin
piedad.
"Ah. Fui yo. ¿golpeado?" Mientras Alphonse sentía el impacto, le restó importancia con una
inclinación de cabeza.
"¡¿?!" Pero Roanna no vaciló; continuó golpeando a los Revenants con sus balas de luz.
"¡Argh!" Una enfadada voz entrelazada por una furiosa ira resonó por la habitación. Roanna
se estremeció y sin pensarlo canceló la magia que había activado.
"¿Ah?" La atención de los Revenants se dirigió hacia la voz enojada. El duque Huguenot se
derrumbó en el suelo y los caballeros se agotaron. Lo que dejó...
"Sí, estoy enfadado. Estoy muy enfadado ahora. Ser golpeado por esas sucias manos
tuyas... Asqueroso". De pie allí estaba Sakata Hiroaki.
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"...Tú eres. Sorprendentemente duro. Te he pegado. Con mi completo. Poder". Alphonse
entrecerró los ojos, impresionado.
"¡Muere, cucaracha!" Gritó Hiroaki, atacando al Revenant libre que estaba cerca. El
Revenant rápidamente asumió una postura de guardia con ambos brazos levantados, pero...
"¡¿Guh?!" Su cuerpo fue dividido limpiamente en dos con un bam.
"Esto es una mierda total. Muérete de una vez", dijo Hiroaki, moviéndose para atacar al
siguiente Revenant cercano en sucesión. Su velocidad superó a la Revenant de piel negro más
claro, lo que le permitió exterminar al segundo con la misma facilidad.
"Ugh, ¡ahora estoy muy enojado!" La ira de Hiroaki no mostraba signos de disminuir. Miró a
los Revenants con los ojos llenos de odio.
"¡¿S-Sir Hiroaki?! Los ojos de Roanna se abrieron de par en par ante el repentino cambio
del joven.
"¡Muévete, Roanna! ¡Los mataré a todos!" Gritó Hiroaki, corriendo hacia Alphonse. Roanna
no pudo soportarlo y escapó a un lado de la habitación.
"¡Grarh!" El resto de los Revenants atacaron a Hiroaki desde ambos lados.
"¡Cállate!" Hiroaki blandió su espada con una postura ridícula, matando a los Revenants de
un solo golpe. Su espada era excepcionalmente afilada.
"¡¿Qu-?!" Los ojos de Alphonse se abrieron de par en par con asombro.
"¡Tú eres el siguiente, bastardo! ¡Muere!" Hiroaki atacó a Alphonse (el último que quedaba)
y dio un gran golpe con su espada desde lejos. Entonces, una cantidad anormal de agua salió
chorreando de la hoja.
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"¡¿Guh?!" Alphonse dio un paso atrás reflexivamente, retorciendo su cuerpo para evadir el
ataque mientras se retiraba al pasillo. Inmediatamente, un torrente de agua corrió por el aire.
La ráfaga de agua atravesó directamente la pared de la mansión, volando hacia afuera.
"¡Tú!" A pesar de la furia de Alphonse, siguió retrocediendo hacia el pasillo.
"¡Alto!" Hiroaki lo persiguió rápidamente hasta el pasillo, dejando a Roanna y a los demás
hombres heridos en la sala. Una vez que Hiroaki saltó al pasillo, sus ojos se fijaron en Alphonse
en el espacio más estrecho. Se movió para lanzar otro ataque directo, pero...
"Dios mío", dijo una voz plana.
"¡¿Ah?!" Hiroaki se volvió hacia la voz e instantáneamente recibió un fuerte golpe en el

cuello. Su cabeza se balanceó violentamente, haciéndole perder el conocimiento en un abrir y
cerrar de ojos. Cayó al suelo con fuerza.
"T-Tú eres..." Los ojos de Alphonse se abrieron de par en par conmocionado. De pie ante él
estaba Reiss. Los ojos agudos miraron a Hiroaki desde debajo de su túnica.
"...Tú, afuera. Tu papel aquí ha terminado. Ve con los otros Revenant y compra tiempo para
que Lucius huya de aquí", ordenó Reiss a Alphonse con frialdad.
"¿Qué? Pero..." Alphonse quiso quejarse.
"Ya vete", dijo Reiss con voz hueca, interrumpiendo cualquier refutación.
"M-Muy bien".
"Bien. También debería haber presas interesantes para ti fuera. Ahora, debo darme prisa",
dijo Reiss, saliendo de la escena rápidamente. Mientras tanto, Alphonse se dirigió fuera de las
paredes a través del agujero que Hiroaki había abierto. Luego, un segundo más tarde, Roanna
nerviosamente sacó la cabeza de la habitación.
"...¡S-Sir Hiroaki!" Al darse cuenta de que Hiroaki estaba derrumbado en el suelo del pasillo,
corrió apresuradamente hacia él. Sin embargo, una vez que ella vio que él estaba respirando,
se dio cuenta de que simplemente estaba inconsciente y suspiró aliviada.
Mientras tanto, Reiss estaba al acecho en la esquina del pasillo.
Quizás fue un error llamar a Lucius después de todo. Si bien sus habilidades son
excepcionales, su hedonismo efímero se nota en su rostro tan pronto como se emociona. Es
más bestia que hombre, en realidad. El plan parece que va a funcionar, pero a costa de algunos
dolores de cabeza innecesarios, Reiss pensó mientras observaba en silencio la cara de
Roanna.
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Ese Alphonse también... La forma en que corrió inmediatamente a jugar con entusiasmo
muestra lo lejos que está del espécimen perfecto. Bueno, el humano base era una criatura
imperfecta para empezar, se lamentó Reiss.
"Bueno, será desechado aquí. Al menos podré medir la fuerza del espíritu humanoide y del
contratista antes de irme", murmuró antes de partir.
◇◇◇
Mientras tanto, un poco antes, la mano de Flora estaba siendo arrastrada por un hombre
desconocido.
"Umm, ¡por favor, por favor suéltame! ¡¿A dónde vas?! ¡Tenemos que pedir ayuda!" Flora
protestó contra el hombre que la arrastraba a la fuerza mientras miraba la habitación que tenía
detrás con Roanna y los demás. El hombre llevaba una capucha, escondiendo incluso su perfil.
"No, esa señorita ya ha terminado. Será despedazada sin piedad en cualquier momento. Si
no estuvieran jugando, se habría acabado en diez segundos más o menos". El hombre que
caminaba ante ella se rió con deleite.
"T-Tú... ¿Quién eres?" Preguntó con temor Flora. De un vistazo, parecía un aventurero
enviado para proteger la mansión, pero algo estaba claramente mal. Se preguntaba si se
estaba aprovechando de la conmoción.
El hombre se detuvo de repente. "No, no soy alguien que merezca mi nombre. Pero supongo
que sería descortés no decirlo en esta situación, así que... Bueno, soy basura humana". Se
enfrentó a Flora y se quitó temporalmente la capucha para responder con una sonrisa, y Flora
finalmente vio claramente la cara del hombre.
Era Lucius.
"U-Umm..." Flora tropezó en busca de palabras.
"Ah, fue tan gracioso antes, que no pude evitar mirar un rato. La buena y anticuada relación
sirviente-maestro de la realeza y la nobleza es tan hermosa de ver. Qué escena tan maravillosa
fue esa. Casi quería arruinarlo". Lucius charló en un estado un tanto agitado.
Flora fue invadida por un miedo indescriptible y gritó de pánico. "¡A-Alguien! ¡¿Hay alguien
ahí?!"
"Jajaja, ¿así que quieres pedir ayuda? Bueno, adelante". Lucius sonrió gratamente,
hablando con Flora.
"T-Tú... ¿Quién eres...?" preguntó Flora, sin tener ni idea de cuál era el objetivo de Lucius.
Lucius había tomado una actitud completamente desafiante, haciéndolo parecer tan
desconcertante.
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"Bueno, estoy aquí para secuestrarte, en realidad. Aunque si soy honesto, no importa cómo
lo logre, así que creo que me divertiré un poco", dijo Lucius con indiferencia.
"...¿Y-Yo soy tu objetivo? ¿Y estás usando esta situación caótica para secuestrarme?"
preguntó Flora con voz temblorosa.
"Bueno, para decirlo simplemente... sí. Pero traerte de vuelta tan fácilmente es un poco
aburrido. estoy pasando por todo este problema ya, así que estoy pensando en dejarte mi
marca", respondió Lucius con suavidad, con una sonrisa en la cara. Flora se quedó en silencio
en cuestión.
"Por ejemplo, la damisela que me la confió. ¿Qué clase de cara crees que pondrá cuando
se entere de que hizo un juicio equivocado? Sólo imaginarlo me emociona", dijo Lucius en un
tono extremadamente frívolo.
"..." Por primera vez en su vida, Flora sintió una indescriptible repulsión por la excesiva
maldad de sus palabras.
"Jajaja. Por ahora, sólo con ver esa expresión tuya es suficiente. ¿Y no te lo dije antes? La
damisela ya está acabada". La boca de Lucius se retorció con una sonrisa mientras la realidad
se hundía en Flora con desesperación.
"Ah, ¡S-Suéltame, suéltame, por favor!" Flora se asustó alarmada, tratando una vez más de
liberarse del agarre de Lucius.
"Una vez más, tú..." Reiss apareció, dirigiéndose a Lucius por detrás.
"Hey", contestó Lucius con indiferencia.
"Deja de perder el tiempo aquí y muévete ya. El espíritu humanoide ya ha llegado a la

mansión. Sería malo enfrentarlo cara a cara", dijo Reiss, suspirando cansadamente.
"¿Oh...?" Los ojos de Lucius se abrieron de par en par.
"Sólo para que lo sepas..." Reiss empezó a decir.
"Lo sé, lo sé. Iré al punto de encuentro después de esto, así que no te preocupes. Sólo
déjame elegir mi propia ruta, ¿sí?" Dijo Lucius vagamente.
"Ve, entonces" Reiss suspiró una vez más, alejando a Lucius.
"Ya oíste al hombre, princesa. Ven ahora mismo. No te resistas a menos que quieras que
te corten esas hermosas piernas". Lucius se puso la capucha una vez más, luego tomó a Flora
y la arrojó sobre su hombro sin dejar una palabra de protesta.
"Eek, ¡¿Kya?!" Flora gritó, pero fue ignorada.
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"Vamos".
Lucius procedió a correr por el pasillo, desapareciendo en alguna parte. Momentos después,
la ira de Hiroaki hizo que un cañón de agua hiciera un agujero en la pared
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Capítulo 8: Amanecer Rondo
Mientras Alphonse golpeaba a Hiroaki en la cara, Rio y los demás eran escoltados a la
mansión de Liselotte por los soldados presentes. La vista de Liselotte trabajando duro por el
jardín para dar órdenes pronto se hizo visible.
"Señorita Liselotte, he traído a Sir Haruto y a sus dos compañeros", llamó el soldado,
apresurándose a presentarse ante Liselotte.
"...Haruto, puedo sentir la desagradable presencia de monstruos de esa mansión". Murmuró

Aishia, mirando directamente a la mansión con una mirada severa.
"¿Eh?" Rio siguió su mirada, pero sólo había silencio alrededor de la mansión. No había
ninguna señal de conmoción por allí, y ni Liselotte ni los que la rodeaban parecían
especialmente molestos.
Liselotte vino corriendo a Rio. "Sir Haruto, me alegra ver que usted y sus dos compañeras
están a salvo".
"Sí, de alguna manera..." respondió Rio con un poco de confusión.
"Oí que detuvo a los monstruos en la puerta este hasta que llegaran refuerzos. Muchas
gracias por ello. Por desgracia, aunque me gustaría seguir hablando con ustedes, se trata de
una situación de emergencia. Estarás a salvo dentro de la mansión, así que, por favor, ven por
aquí. Yo te guiaré". Liselotte debe haber tenido prisa, ya que inmediatamente trató de llevar a
Rio y a las chicas a la mansión.
"...¿Algún monstruo se coló aquí?" preguntó Rio con una mirada seria.
"¿Te refieres a los monstruos humanoides? Escuché que algunos lograron entrar en la
ciudad, pero con su ayuda, mis asistentes pudieron acabar con ellos fuera de las murallas. No
he recibido ningún informe de los soldados que patrullan las murallas de otra manera,
tampoco..." respondió Liselotte, mirando con curiosidad la expresión de Rio.
"Ya... veo". Rio frunció el ceño con una mirada preocupada. Incluso si le dijo que había
monstruos en la mansión, ella no tenía ninguna razón para creerle. No había forma de saber
si ella le creería, aunque él también le explicara los antecedentes de Aishia.
"...¿Hay algo que te preocupa?" preguntó Liselotte, sintiendo que algo estaba pasando.
"Sí, parece que viene un aura extraña de la mansión. ¿Hay alguien dentro?"
"El héroe y la princesa Flora se han refugiado en su interior, y sus caballeros los protegen.
Enviaré a un sirviente para confirmarlo". Tal como Liselotte lo sugirió, un tremendo sonido
retumbante resonó en la mansión.
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"¡¿Kya?!" Celia y Liselotte no pudieron evitar gritar.
"Eso es..." Río dirigió inmediatamente su mirada a la fuente del sonido. Se había abierto un
agujero gigante en la pared del segundo piso, y un torrente de agua salía de él.
"¡¿Q-Qué?!" Liselotte dijo en estado de shock. En ese mismo momento, un Lucius

encapuchado salió de la puerta principal de la mansión con prisa.
"¡Jajaja, salió bien!" Pateando y luchando por encima de su hombro no era otra cosa que
Flora.
"¡Suéltame! ¡Ah, hay monstruos dentro! ¡Roanna, y el héroe! ¡Que alguien los salve, por
favor!" Dijo Flora incoherentemente. Ella había estado tratando de escapar del agarre que la
sujetaba cuando se dio cuenta de que los aliados la rodeaban.
"¿No dije que te cortaría las piernas si luchabas?" Lucius golpeó la parte posterior de las
piernas de Flora con el lado de su mano en un golpe de karate. Como Flora estaba siendo
llevada de espaldas, confundió la sensación con la de una espada y emitió un chillido de miedo.
Liselotte no podía entender por qué Flora estaba siendo transportada de esa manera, pero
claramente sintió que había algo malo en la situación y dio una orden en el acto. "¡Que alguien
detenga a ese hombre!"
"¡Nop! ¡Demasiado lento! ¡La princesa es mía! ¡Inténtalo si quieres, pero no la vas a
recuperar!" La velocidad con la que Lucius corría era anormal. Salió del terreno de la residencia
antes de que se completara la formación que lo rodeaba. Era como si estuviera disfrutando de
la persecución. Mientras tanto, Rio reaccionó a la voz de Lucius, con los ojos muy abiertos.
"¿Podría ser esa voz...?"
El corazón de Rio latió con fuerza en el pecho. Era similar al tono bajo de la voz del hombre
que rechinaba en sus orejas... Una voz que nunca olvidaría. Rio quería correr detrás de él de
inmediato, pero las olas de Revenants de color negro pálido estaban saliendo por la puerta
principal de la mansión.
"¡Graaargh!" Los Revenants empezaron a atacar indiscriminadamente a la gente cercana,

y el pandemonio cayó sobre el jardín en un instante. Además, desde el agujero en la pared de
la mansión apareció otro, Revenant de tono negro, Alphonse.
"Hmph". Alphonse saltó hacia abajo y echó un vistazo a la escena en el jardín. Él resopló
.
"¡Kshaaaa!" Uno de los Revenant atacó repentinamente al grupo de Rio.
Rio desenvainó su espada en un abrir y cerrar de ojos y la clavó en el corazón del Revenant
que se acercaba. "¡¿Gwah?!" gritó.
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"...Ustedes tres deberían retroceder". Rio dijo a Celia y a los demás detrás de él mientras
sus ojos seguían a Lucius escapar con una expresión extremadamente frustrada.
"Vamos, Haruto". Dijo Aishia.
"...¿Aishia?"
"Estás molesto, ¿no?"
Los ojos de Río se abrieron de par en par al ver cómo Aishia había visto a través de él.
"Pero..." Rio frunció el ceño mientras miraba a Celia. Había un gran número de Revenants. En
un campo de batalla tan caótico, había una posibilidad de que Celia también estuviera en
peligro.
"No, Haruto", dijo Celia con voz fría.
"...¿Cecilia?" Los ojos de Rio se abrieron un poco.
"Recuerda lo que te dije. Necesitas priorizar lo que crees que es correcto... no, lo que tus
sentimientos te dicen que hagas. Aunque estamos en posiciones opuestas, es una situación
similar a cuando me salvaste, ¿no? No quiero que pongas esa cara por mí. Parece que te
estás sofocando ahora mismo", dijo Celia frunciendo el ceño con tristeza.
"...Bien". Asintió Rio con la mirada culpable. Ahora mismo quería actuar sólo por su propio
bien, pero se sentía muy reacio a hacerlo, preguntándose si esto era algo que podía ser
perdonado. Sin embargo, fue él quien dijo algo similar cuando empujó a Celia fuera del
matrimonio que ella no quería.
"Es mi turno de salvarte esta vez. Bueno, no puedo hacer mucho comparado contigo, pero...
Terra Carcerem". De repente, Celia se agachó y puso ambas manos contra el suelo, cantando
un hechizo. Un círculo mágico apareció inmediatamente en la superficie, y la magia se activó
prácticamente sin demora.
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A poca distancia de ellos, el suelo se elevó en cuatro direcciones y encerró completamente
a algunos Revenant que corrían por ahí en una prisión hecha de tierra. Como su nombre lo
indica, Terra Carcerem era la magia que creaba una prisión de tierra y encerraba al objetivo
en su interior.
"Qu-..." Al ver esto, los ojos de Liselotte se abrieron de par en par con asombro. La habilidad
de activar la magia prácticamente sin demora ya valía la pena una reacción de sorpresa, pero
ser capaz de rodear a un objetivo que se movía a gran velocidad desde una gran distancia con
tanta facilidad casi podía ser considerado divino.
"Como dije, yo también puedo pelear". Celia sonrió a Rio.
"Haruto, todo irá bien. Yo también estoy aquí. Puedes dejarme Cecilia a mí", dijo Aishia,
empujando a Rio por la espalda.
"Así es. Ahora ve. Aún puedes alcanzarlo desde aquí, ¿verdad?" dijo Celia, dando a Rio
palabras firmes de aliento.
"...Cierto. Aishia, si puedes, por favor, cuida de la señorita Liselotte también". Asintió Rio.
"Sí, déjamelo a mí". Asintió Aishia con determinación.
"Gracias. Señorita Liselotte, por favor permítame recuperar a la Princesa Flora". Tan pronto
como Rio dijo esas palabras, mejoró todo su cuerpo y comenzó a correr a toda velocidad.
Desenvainó su espada y activó sus artes espirituales de viento a través de ella, usando una
ráfaga de viento para impulsarse hacia delante y acelerar aún más.
"Qu-..." Liselotte se quedó boquiabierta al ver a Rio salir.
◇◇◇
Una vez que Rio había partido...
"Cecilia, protégete a ti misma y a la otra persona con la magia que hace una barrera de
esencia. Voy a reducir su número", ordenó Aishia a Celia detrás de ella.
"Lo tengo. Magicae Murum", contestó Celia instantáneamente. Un círculo mágico apareció
alrededor de su mano, formando una barrera transparente de esencia mágica. La barrera de
tomó la forma de una cúpula que se extendía desde el frente de Celia hasta Liselotte, detrás
de ella.
"Qu-..." Liselotte se sorprendió una vez más al abrir los ojos. El Magicae Murum que Celia
acababa de usar era así de espectacular.
¡¿Cubrió un área de 360 grados a su alrededor en un instante?! Y esa prisión de tierra

antes... ¡¿Qué tan hábil en controlar la esencia es esta persona?! ¿Quién es ella? Magicae
Murum era una magia en la que la cantidad de esencia del lanzador afectaba enormemente
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el tamaño de la barrera formada. Si uno era hábil en controlar su esencia, podía cambiar la
forma de la barrera libremente hasta cierto punto, pero formar una cúpula era particularmente
difícil.
Además de eso, también era una hazaña mantener la barrera, sin mencionar el hecho de
que cuanto más grande era el área de la barrera, más se consumía la esencia para mantener
su fuerza. Como mínimo, ninguna de las asistentes de Liselotte podía formar una barrera de
esencia a la misma velocidad y forma que Celia, y luego mantenerla a través de una verdadera
lucha.
Dicho esto, ella no podía permitirse el lujo de simplemente preocuparse en su sorpresa. "Eh,
ah... ¡¿Estará bien, desarmada así?!" Liselotte recuperó la cordura ante la falta de armas de
Aishia e interrogó a Celia con pánico.
"Estará bien. ¡Es tan fuerte como Haruto!" Celia declaró con confianza.
Una vez que Aishia confirmó que Celia había establecido una barrera de esencia detrás de
ella... "Augendae Corporis", cantó. Pero ella no había usado magia; como Aishia era un
espíritu, las fórmulas de hechizos no podían ser incrustadas en su cuerpo para obtener magia.
En su lugar, había usado hechicería, usando el artefacto de la pulsera que Rio le había
prestado de antemano para que lo usara como camuflaje cuando peleaba frente a otras
personas. Un círculo mágico apareció inmediatamente alrededor del brazalete, lanzando un
encanto de habilidades físicas sobre todo el cuerpo de Aishia. Sin embargo, Aishia canceló la
hechicería tan pronto como la activó y en su lugar lanzó su propio arte espiritual para mejorar
su cuerpo físico. De esta manera, parecía que había usado un artefacto para encantar sus
habilidades físicas ante todos los demás.
Sin embargo, las capacidades de un encantamiento de habilidad física mágica y la mejora

del cuerpo físico de las artes espirituales eran muy diferentes. Una mejora del cuerpo físico
basada en las artes espirituales fortalecía no sólo las habilidades físicas, sino también el
cuerpo físico. Por eso podía sacar a relucir habilidades que superaban los límites del cuerpo
humano.
"¡Grah!" De repente, un Revenant saltó sobre Aishia, pero ella fácilmente detuvo su ataque
con las manos vacías.
"¡¿Gah?!" Aishia desequilibró al atacante y la arrojó con todas sus fuerzas hacia otro
Revenant cercano. El otro estaba a punto de saltar hacia Chloe, pero... "¡¿Gragh?!" El cuerpo
que Aishia arrojó chocó contra él, haciendo que los dos Revenants rodaran por el suelo.
"...¿Eh?" Chloe estaba completamente desconcertada por la repentina desaparición del

Revenant frente a ella. Un momento después, suspiró aliviada. Mientras tanto, los Revenants
que Aishia había mandado a rodar la miraban con odio y gruñendo por lo bajo.
"Préstame eso", le dijo Aishia a Chloe, extendiendo su mano.
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"¿Eh?" Chloe inclinó la cabeza en blanco. El único objeto que sostenía era una lanza de
unos dos metros de largo. ¿Aishia realmente quiso decir eso?
"Préstame la lanza. Puedes retroceder", dijo Aishia en voz baja.
"U-Umm..." Chloe estaba confundida.
"Chloe, ¡préstasela inmediatamente y retrocede!" Ordenó Liselotte, mostrando su rápido

ingenio.
Aparte de sus asistentes, apenas había soldados en la mansión en este momento que
pudiesen enfrentarse a un Revenant. Incluso entonces, muchas de esas asistentes tenían
problemas con las batallas a corta distancia. Esto aplicaba particularmente a Chloe, que
todavía era una novata que no podía enfrentarse sola a un Revenant. Liselotte no tuvo más
remedio que creer en las hábiles artes marciales que acaba de presenciar y en la declaración
de Celia de que la fuerza de Aishia estaba a la par con la de Haruto.
"¡S-Sí, mi señora! ¡Aquí tienes!" Chloe inmediatamente obedeció la orden de su maestra y

le ofreció a Aishia la lanza que tenía en sus manos.
"Gracias. Dile a los demás que se retiren también. Yo haré el resto", dijo Aishia en voz baja
antes de salir corriendo.
"¡Es tan rápida!" Por un momento, pareció que Aishia había desaparecido, haciendo que
Chloe mirara con asombro. Antes de que se diera cuenta que Aishia estaba en un lugar
diferente, acercándose a un Revenant desde un lado.
"¡¿Gragh?! El Revenant no se dio cuenta de que Aishia se acercaba y fue rápidamente

asesinado.
"¡Whoa!" Cuando el Revenant que estaba luchando ante ellos fue repentinamente cortado,
los soldados que se enfrentaban a él juntos levantaron la voz, sorprendidos.
"Retrocede", dijo Aishia, acercándose al próximo y matándolo. Continuó exterminando a los

Revenants uno tras otro, apareciendo por detrás y por el costado para sorprenderlos. Todos
los que estaban peleando contra ellos quedaron desconcertados por esa visión, centrando su
atención en la lucha de Aishia.
Asombroso. Ella es tan fuerte como Sir Haruto, ¿verdad? Me pregunto quién sería más
fuerte entre ella y Aria. Primero Sir Haruto, luego esta chica hechicera... ¿quiénes son estas
personas? La conmoción y las preguntas de Liselotte se entremezclaron, haciendo que sus
ojos se ensancharan con asombro.
"¡Gruuh!" Los otros Revenants finalmente se dieron cuenta de las acciones conspicuas de
Aishia y la atención comenzó a extenderse para rodearla. Los ataques sorpresa probablemente
serían menos efectivos a partir de ahora.
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"Estará bien, ¿verdad?" preguntó Liselotte a Celia preocupada.
"...Creamos en ella". A pesar de que su cara estaba nublada por la preocupación, Celia
asintió con firmeza. ¿No es cierto, Aishia?
Había sido decisión de Aishia hacer que los otros se retiraran. Se habían distanciado de los
Revenant como se lo habían ordenado y estaban vigilando la lucha de Aishia.
"...¡Mm?" Mientras tanto, Alphonse, que había decidido mirar el campo de batalla desde
arriba, fijó su mirada en Aishia. Entrecerró los ojos dudosamente. Parecía darse cuenta de
algo, su boca se retorció con una sonrisa malvada. "Esa mujer. De. ¡La posada!"
"¡Oye! No mates. ¡Esa mujer!" Alphonse ordenó a los demás Revenants.
"¡¿E-Eso Habló?!" Liselotte se quedó estupefacta al ver a Alphonse pronunciar palabras

humanas.
Celia asintió con los ojos bien abiertos, manteniendo la barrera de esencia mágica que las
rodeaba. "S-Sí, ciertamente parecía eso..."
"¡Atrápenla!" Alphonse ordenó a los Revenants.
"¡Gragh!" Los Revenants de piel negra clara atacaron a Aishia a la vez.
"¿¿Kshaah?!"
Sin embargo, no pudieron acercarse a Aishia. Ella giró la lanza en círculos, repeliendo
fácilmente a los Revenants que se le acercaban con la afilada punta de la lanza.
"Guh..." Los Revenants tenían la piel dura, pero incluso ellos podían sufrir el daño de los
guerreros físicamente mejorados y de sus mortales armas. No había forma de que bloquearan
todo el daño de Aishia y de su cuerpo mejorado por las artes espirituales, moviendo su lanza.
Con pasos ligeros, Aishia se deslizaba a través de las brechas entre los Revenants mientras
blandía su lanza libremente. Sus movimientos eran como una danza mística.
"¡¿Graagh, gah?!" El número de enemigos disminuía rápidamente.
"Siguiente", murmuró Aishia cada vez que eliminaba a otro Revenant. No podían siquiera
ponerle un dedo encima durante su despiadado y hermoso baile con la lanza.
"¡Gah! ¡Suficiente! ¡Yo lo haré! Todos ustedes. Ataquen. ¡Los demás!" A Alphonse se le
acabó la paciencia, corriendo hacia ella molesto. Se dirigió hacia Aishia, pero ella se había
acercado a Alphonse antes de que él se diera cuenta.
"Cállate".
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Golpeándolo con un contraataque, ella clavó la lanza en su corazón. Sin embargo, como
era un espécimen perfecto, la vida de Alphonse no acabó simplemente perforándole el
corazón.
"Guh, no... de ninguna manera... ¡Espera!" La boca de Alphonse se retorció con una sonrisa,
sacando la lanza de su corazón y abrazando a Aishia con toda la fuerza que tenía.
"Qué molestia". Aishia dio un paso atrás en silencio y movió la lanza de lado con todas sus
fuerzas. La cabeza de Alphonse salió volando de inmediato.
"¿...?" Alphonse se sorprendió de cómo el paisaje cambió repentinamente, los ojos se

abrieron de par en par con asombro. Pero cuando vio su cuerpo sin cabeza debajo de él, abrió
la boca y escupió sus últimas palabras. "¡Kuh... ngaah!"
◇◇◇
Mientras tanto, al comenzar la batalla entre Aishia y Alphonse, Rio estaba en la persecución
del fugitivo Lucius. Usando sus artes espirituales de viento para acelerar con fuerza su cuerpo,
abandonó la residencia en cuestión de segundos.
Ese hombre corrió con sus habilidades físicas encantadas. Debería haber rastros de esencia
mágica a lo largo de la ruta que había tomado. Mientras que normalmente tales rastros se
pasarían por alto, Rio enfocó su mente y fue capaz de detectar esos restos.
"Lo encontré", dijo, saltando alto en el aire.
"...Por allí". Muy por debajo de sus ojos, vio a Lucius corriendo hacia adelante mientras
llevaba a Flora. Su cara no era visible bajo la capa, pero corría derecho por los tejados. Ya
había pasado mucho tiempo del amanecer, el sol naciente brillaba cegadoramente detrás de
la espalda del hombre.
Es rápido. No debe ser una simple mejora de la capacidad física después de todo. Si sigue
así, chocará con la muralla exterior de la ciudad. ¿Va a correr hacia el bosque al oeste?
A este paso, Lucius estaba probablemente a menos de un minuto de dejar la ciudad. Rio
calculó la dirección en la que Lucius se dirigía.
Lo alcanzaré en cuanto salga de la ciudad. Manipuló sus artes espirituales del viento para
acelerar su descenso.
◇◇◇
Menos de un minuto después, Rio alcanzó a Lucius más allá de la muralla, exactamente
como había previsto. Lucius se detuvo repentinamente en un terreno abierto cerca de las
murallas de la ciudad y se giró hacia Rio.
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"No esperaba que alguien pudiera alcanzarme en esa situación. Bueno, no... Tenía
esperanzas, pero..." Su tono era bastante complacido.
Esta voz es realmente... Rio apretó el puño con la espada en la mano. Oírlo de cerca lo hizo
sonar más familiar.
"...Oye, ¿por qué estás tan callado? Di algo". Lucius levantó las cejas con sospecha ante
Rio, que se quedó quieto y en silencio.
"...¿Qué tal si te quitas la capucha primero?" Ordenó Rio en voz baja y aguda.
"¿Uh? ¿Con quién crees que estás hablando? ¿No viniste a salvar a esta princesa?" Lucius
levantó a propósito a Flora de su hombro y reajustó su control sobre ella, mostrando su ventaja
de tener un rehén. Siendo llevada de espaldas significaba que Flora estaba mirando hacia el
bosque.
"¡Kya!" Ella parecía estar consciente, soltando un pequeño chillido al ajustar su posición.
¿Está la Princesa Flora en el camino? No... Después de hacer su promesa a Liselotte, no

podía simplemente abandonar a Flora así.
Mejor que piense que ella no tiene valor como rehén. Perfecto. Seguiré adelante con lo que
quiero, pensó Rio, descartando inmediatamente su vacilación.
"El único con el que tengo negocios es contigo", dijo en voz baja.
"...¿Huh?" Lucius ladeó la cabeza con sospechas.
"Tú eres Lucius, ¿no es así?"
"...¿Oh?" Cuando Rio gritó su nombre, el tono de Lucius cambió a uno de profunda
curiosidad.
"Quítate la capucha", ordenó Rio.
"No me gusta eso. ¿Qué harías si yo fuera el Lucius que crees que soy?" Lucius se mofó,
cuestionando a Rio.
"Te mataría", dijo Rio sin dudarlo.
"...¡Ja... jajaja! Es curioso lo que dices. ¡Hilarante!" Lucius se rió deleitándose sinceramente.
Es joven, pensó Lucius. Este debe ser el humano que tiene un contrato con ese espíritu
humanoide, ¿verdad? No lo reconozco, pero si me guarda rencor, debemos habernos visto
antes en alguna parte. Observó la cara de Rio de cerca desde debajo de su capucha, pensando
con calma.
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"Bien, entonces". Dijo Lucius, apuñalando su espada negra en el suelo. Luego procedió
lentamente a quitarse la capucha, revelando su apariencia. "¿Y bien? ¿Soy yo la persona que
querías que fuera?" preguntó con una sonrisa malvada.
"...Sí. Te he estado buscando todo este tiempo", confirmó Rio con una voz fría y distante.
"¿Oh? ¿Pero pareces ser bastante indiferente a eso?"
"No, eso no es verdad. Definitivamente quiero matarte", Rio agitó la cabeza en silencio. Su
tono seguía siendo tan frío y desapegado como siempre.
"¡Hah, entonces tienes que exponerte! Viniste aquí para vengarte, ¿no es así?" dijo Lucius
de una manera un tanto desagradable.
"Me estoy exponiendo. Mientras te mate, es todo lo que necesito". Respondió Rio
solemnemente.
"Heh, ¿es eso cierto? Bueno, maldita sea. Debes ser un bastardo aburrido. Pero aun así...
¡Me aseguraré de divertirme!" Suspiró Lucius exasperado antes de agarrar su espada y atacar
a Rio mientras aún llevaba a Flora en el hombro. Rio respondió inmediatamente, evadiendo el
ataque de Lucius. Intentó contraatacar con su espada, pero Lucius usó a Flora como escudo.
"Guh..." Reflexivamente, Rio detuvo su espada en el aire.
"¡Ha! ¡Buen reflejo! ¿Vamos más lejos?" Lucius dijo, esta vez moviendo su espada hacia
Rio. Comenzando un intercambio de golpes entre los dos; era la primera experiencia de Rio
luchando en una batalla con un rehén en el medio.
Esto es difícil.
Era una lucha más dura de lo que él se imaginaba. Llevando a Flora, los movimientos de
Lucius estaban restringidos, pero él también había sido capaz de restringir los ataques de Rio
usándola como escudo.
Sin embargo, lo mismo se aplicaba a Lucius. No podía asestar ningún ataque en Río debido
a la forma en que llevaba a Flora, lo que provocaba que terminaran en un completo
estancamiento.
"Jajaja, ¿esta princesa es importante para ti? ¿O sólo quieres evitar que gente inocente se
involucre en tu venganza? De cualquier manera, ¡eres un bastardo ingenuo!" Lucius se mofó
mientras cruzaba espadas. Contrariamente a la fría forma en que lo observaba Rio, sus
emociones comenzaban a encenderse de emoción.
Esto no tendrá fin a este paso. He descubierto nuestra diferencia de habilidad, pero es un
tipo raro. No habría olvidado a alguien tan fuerte. Lucius miró hacia atrás en su memoria,
tratando de identificar a la persona que le precedía. Pero no importaba cuánto mirara la cara
de Rio, no podía recordarlo.
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...No es bueno, no está sucediendo. No puedo recordar nada. O mejor dicho, no tengo
ningún recuerdo de haber conocido a un tipo así... Lo que significa que lo conocí cuando aún
era un niño malcriado. Lucius chasqueó su lengua y pensó en cuál sería el enfoque más
interesante si ese fuera el caso.
Después de un momento, Lucius se alejó temporalmente de Rio, bajando su espada.

"Espera... he terminado con esto. Pelear así no es nada divertido".
"..." El propio Río consideró cómo Flora estaba actualmente en el camino y bajó su espada.
"Ya es hora de que me cuentes tu secreto. Desafortunadamente, he incurrido en mucha

enemistad a lo largo de mi vida, así que no me molesto en recordar todas y cada una de las
caras con las que me enfrento. Pero tengo un gran interés en ti. Que me conozcas, aunque no
tengo ni idea de quién eres, no es nada divertido", dijo Lucius.
"Si no lo recuerdas, entonces significa que yo no era tan importante para ti", respondió Rio,
sin molestarse en responder correctamente.
"Déjate de tonterías. Un espadachín como tú dejaría definitivamente una impresión en mi

memoria", provocó Lucius.
"Ah, ¿es así?" Pero Rio aún no respondió. No tenía intención de revelar seriamente la
información que buscaba mientras Flora seguía siendo su rehén. Temía que en el momento
en que se lo dijera, se maximizara el uso de Flora como rehén.
"...Tch, odio a los mocosos engreídos como tú. ¿Cómo te sentirías si agregara a esta
princesa a la lista de bajas?" Lucius chasqueó su lengua con enfado y sostuvo su espada
contra las piernas de Flora, a quien llevaba en brazos.
"Anh..." El cuerpo de Flora tembló de miedo.
"No puedo imaginar que le harías daño después de pasar por todo el problema de
secuestrarla", dijo Rio sin vacilar ante la amenaza de Lucius.
"...Hah, seguro que tienes agallas. Después de todo, es un valioso material de negociación.
Bueno, lo que sea. Si no te reconozco ahora mismo, significa que te conocí cuando aún eras
un mocoso, ¿verdad?" Lucius podía darse cuenta de que su amenaza no tenía efecto e
inmediatamente cambió su enfoque.
"..."
"Ya estás otra vez con tu silencio. Pero tomaré tu silencio como un acuerdo, ¿sí? Tengo una
extraña sensación cuando miro tu cara, pero no puedo ubicarla. No eres de los reinos de por
aquí, ¿verdad?"
"..." Rio no respondió.
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Lucius frunció el ceño enfadado. "Tch, me estás poniendo de los nervios de punta ahora.
Muy bien, hagamos un trato. Liberaré a esta princesa por ahora. A cambio, me dices tu
identidad, y luego tendrás una lucha cara a cara conmigo. Le daré la vuelta al asunto del
vengador". Era una condición bastante ventajosa para Rio, en la que Lucius confiaba.
Mientras esté a la vista, puedo usarla como rehén sin impedimentos. La forma en que se
desarrolle esto viene después de que confirme el origen de este tipo. Si no, no sería divertido.
Lucius tenía confianza. Incluso si tuviera una lucha seria con Rio, no sería él quien perdiera.
Su boca se levantó con una sonrisa sin miedo.
"..." Rio miró fijamente a Lucius, con duda en sus ojos.
"Hey, hey. ¿No estás un poco asustado? Bien. ¿Qué tal esto?: si aceptas mis términos,
dejaré que la princesa se vaya primero", dijo Lucius, otra condición beneficiosa para Rio.
Rio dudó por un momento, pero pronto asintió en silencio. "...Está bien".
"Entonces es un trato hecho. ¡Aquí tienes!" Lucius lanzó a Flora contra el suelo.
"Ugh..." Flora soltó un suave gemido.
"Yo, princesa. Asegúrate de pararte en el medio, donde pueda verte, ¿sí? De lo contrario,
podrían aparecer más monstruos cerca de ti. Lo mismo va para ti. Ni siquiera pienses en
acercarte a la princesa". Lucius le hizo una advertencia a Flora antes de hacer lo mismo con
Rio.
"Auh..." Flora tenía mucho miedo. Y sin embargo, cuando finalmente vio a Haruto, se llenó
de sorpresa. Se retorció la cara con lágrimas en los ojos.
"Retrocede un poco más", le dijo Rio a Flora un poco incómodo.
"D-De acuerdo". Asintió Flora con seriedad, alejándose de forma temblorosa de ellos dos.
A partir de ese momento, la relación entre Rio y Lucius cambió por completo, pasando de ser
un rescate de rehenes a un vengador y su objetivo.
"Me aferré a mis condiciones. Ahora habla", ordenó Lucius bruscamente.
"...Fue hace más de diez años. Yo vivía en la capital del Reino de Beltrum", dijo Rio
lentamente. Decirle la respuesta podría posiblemente revelar su pasado a Flora, pero esta era
una oportunidad única en la vida que no podía dejar pasar. Rio había vivido toda su vida para
este momento.
Lo anhelaba.
Incluso si era un acto ilógico, quería resolver sus sentimientos de su pasado vengándose
del hombre que tenía delante. Para hacer eso, tenía que asegurarse de que Lucius supiera
quién era antes de matarlo.
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"...¿Oh?" Lucius tarareó con profundo interés. Esa frase reveló mucha información. Mientras
tanto, los ojos de Flora se abrieron de par en par cuando oyó que Rio había vivido en la misma
tierra que ella.
"En ese momento, usted tenía los ojos puestos en un cierto padre e hijo", continuó Rio
solemnemente. Sus palabras finalmente hicieron que Lucius se diera cuenta de algo.
"Ha. ¡Jaja! ¡Ha! Ya veo, así que tu cara era de Yagumo. Tu color de pelo es tan diferente
que no lo recordaba en absoluto. ¡¿No es cierto?!" Lucius se rió a carcajadas, con su expresión
eufórica.
"..." Las llamas de la silenciosa venganza de Rio ardían dentro de él mientras observaba en
silencio a Lucius.
"Ha, No hace falta que me mires con tanta ira. Pero veo, ya veo, ya veo. Así que estás vivo.
No, tú te mantuviste vivo por mí. Ese mocoso, mocoso impotente". Lucius estrujó sus labios
con una sonrisa sádica.
"Parece que ahora lo recuerdas".
"Sí, claro como el día. Yo también quería volver a verte. Después de todo, le perdoné la vida
al mocoso porque deseaba un momento como éste".
"..." Es un hombre horrible, pensó Rio, pero no dejó que ese pensamiento se notara en su
cara. Los sentimientos que Rio tenía por Lucius ya no estaban en el reino del odio o la
repugnancia.
Por eso todo lo que tenía era un deseo agudo y desapegado de matar. No perseguía una
sensación de satisfacción o logro a través de su venganza. No necesitaba ningún otro
sentimiento para llevar a cabo su acto personal de venganza.
En el momento en que buscó venganza, el sentido de la razón de Rio lo abrumó y lo regañó

por rebajarse al mismo nivel que el hombre que lo precedió. No quería vivir de la misma manera
que la persona que condenó.
Esa fue la respuesta a la que Rio había llegado ante las tumbas de sus padres cuando visitó
Yagumo. Rio había decidido seguir adelante, aceptar la realidad al mismo tiempo que buscaba
su ideal. Tratar de permanecer puro mientras a veces expone el lado feo de sí mismo. Incluso
si tales ideas contradictorias lo hicieran un hipócrita, Rio seguiría por ese camino.
Por eso no era lógico. No fue la lógica lo que llevó a Rio querer matar a Lucius... Sólo quería
enfrentarse a sí mismo.
"Me alegra ver que creciste exactamente como yo quería. Si ese es el caso, entonces yo
también me estoy emocionando. Esto no está mal". Lucius se rió con deleite.
"...También me alegra ver que aún eres la persona que recuerdo de ti", dijo Rio en voz baja.
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"¿Debería haber reflexionado un poco? o tal vez mostrar algo de arrepentimiento?" Lucius
lo interrogó en un tono provocativo.
"No busco ningún arrepentimiento o remordimiento de tu parte". Contestó Río, sin ponerse
a la altura de la carnada de Lucius.
Tch, eso no es nada divertido. Podría mostrar un poco menos de compostura.
Para Lucius, no había mayor placer que darle la vuelta a la tortilla a un posible vengador.
Era precisamente porque la otra parte actuaba sobre sus emociones e instintos por lo que se
alegró de apagarlas con las suyas propias. Cuanto más intensos eran los sentimientos de su
oponente, más picante era su vida.
...Por eso Lucius sacó el tema de los padres de Rio. "...¿Es eso cierto? Ahora que lo pienso,
ya había oído hablar de Zen antes. Y que Ayame era originalmente una princesa de algún
reino".
"¿Eh?" Flora estaba siendo completamente ignorada, pero estaba escuchando la

conversación de Rio y entendiendo el flujo de la historia. Sin embargo, ella estaba confundida
al mencionar la realeza.
"Ayame era una buena mujer. Una buena comida, en efecto. Ella siguió tratando de
protegerte hasta que murió. Por favor, no mates a Rio, te lo ruego, lloró", dijo Lucius,
burlándose con un cinismo terrible.
"..." Hasta Rio frunció un poco el ceño al respecto, apretando su espada.
"¿E-Eh...?" Flora ya no tenía idea de lo que estaba pasando. El hombre al que Haruto había
llamado Lucius había mencionado el nombre de Rio. Sí, había usado la palabra "tú" para
referirse a Haruto, y luego dijo Rio con certeza... Lo que significa que las similitudes que Flora
vio entre Haruto y Rio no eran sólo un producto de su imaginación después de todo. Pero el
cabello de Haruto era gris, la mujer que aparentemente era su madre era de la realeza, y había
pasado por algo muy terrible...
Todo lo que se dijo había sido tan chocante que la mente de Flora casi se había quedado
en blanco. Pero la situación cambiaba a cada momento, dejando a Flora aún más atrás.
"Ahora tienes mejor cara". Lucius se rió de satisfacción.
"...¿Es todo lo que tienes que decir, entonces?" preguntó Rio en voz baja. Hablar más de lo
esto le arruinaría el humor. Ya había confirmado la información necesaria, lo que significaba
que sólo quedaba una cosa por hacer.
"Sí, han pasado unos diez años, después de todo. Jugaré contigo otra vez. Ven hacia mí".
El estado de ánimo de Lucius estaba en su apogeo. Tenía su espada negra preparada en su
mano derecha, apuntando provocativamente a Rio. La señal para el comienzo de la batalla.
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Sin los grilletes de Flora, Rio podría liberar todo su poder ahora.
"...¿Eh?" Rio desapareció de la vista de Lucius, haciéndolo congelarse momentáneamente.

Al mismo tiempo, fue consciente de que su propio cuerpo se sentía desequilibrado. Su mitad
izquierda era más ligera, para ser precisos. Algo volaba por el aire.
Rio estaba parado detrás de Lucius antes de que se diera cuenta, finalizando la oscilación
de su espada. Un momento después, algo cayó al suelo con un golpe seco.
"¡Eh!" Lucius se dio cuenta de que ese 'algo' era su propio brazo izquierdo. "Juega solo",
resonó la voz escalofriante de Rio.
◇◇◇
"¿Q-Qué?" Lucius vio su propio brazo izquierdo rodar por el suelo y abrió los ojos con
asombro. Al mismo tiempo, sus muchos años de experiencia en combate lo hicieron girar
reflexivamente para blandir su espada hacia Rio detrás de él.
Sin embargo, su ataque no pudo llegar al cuerpo del oponente, sino que cortó el aire en
vano. Rio retrocedió para aumentar la distancia entre ellos, mirando a Lucius con ojos fríos.
Imposible. ¿No pude reaccionar? ¿Yo, de todas las personas...? Lucius se vio obligado a
abandonar su estado agitado y miró a Rio peligrosamente. Definitivamente no había bajado la
guardia y se había preparado para responder a la batalla en cualquier momento.
Y sin embargo, había sido tomado por sorpresa. Si no hubiera estado sosteniendo su
espada frente a él, no habría sido raro si su cabeza fuera la que estuviera volando en su lugar.
Ante el sabor de la muerte, que era algo que no había experimentado en tanto tiempo, Lucius
sintió una irritación indescriptible.
"¡Kuh!"
Pero al mismo tiempo, su cabeza estaba pensando tranquilamente por la razón de por qué
perdió de vista a Rio.
"¡¿Tch?!" Rio se le acercó una vez más de frente. Esta vez, fue más lento que antes. Seguía
siendo rápido, pero lo suficientemente lento para responder.
Aun así, Lucius se vio obligado a reaccionar con su brazo izquierdo perdido. Bloqueó la
espada que Rio tenía en ambas manos con su espada sólo en su mano derecha.
"Guh..." Lucius sintió la abrumadora diferencia en la fuerza física y rápidamente dio un paso
atrás para defenderse de ésta. Sin embargo, Rio reaccionó inmediatamente y lanzó un
contraataque.
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¡Tan rápido! ¿Cuánta esencia tiene? ¿Y qué es ese ridículo aumento de fuerza? Lucius fue
sacudido un poco por la fuente de esencia mágica que sintió que fluía de la mejora del
fortalecimiento del cuerpo de Rio.
"¡¿Gah?!" La pierna de Rio se estiró como una lanza afilada y golpeó a Lucius precisamente
en la boca del estómago. Lucius trató de saltar de espaldas en el momento para debilitar la
fuerza, pero la cantidad anormal de esta lo hizo volar.
"¡Hah...!"
Incluso entonces, Lucius rodó por el suelo de una hábil forma defensiva y rápidamente se
levantó de nuevo.
¿Se movió con ese ridículo fortalecimiento corporal la primera vez que lo perdí de vista?
Pero no ha liberado tanta esencia ahora mismo. ¡¿Cuál es el truco?!
Él trataba de mantener la cabeza fría. Rio estaba usando las artes espirituales de viento
para acelerar sus movimientos, pero cargar hacia adelante de frente o moverse en espacios
estrechos requería que él controlara su aceleración para evitar la colisión. Estaban fuera de la
ciudad, justo al lado del bosque. Era un espacio estrecho, pero Lucius no había sido capaz de
descubrir nada en un intercambio tan corto.
En ese momento, Rio lanzó un contraataque. "¡Vete a la mierda!" Lucius maldijo.
Con una precisión y velocidad sin precedentes, Rio atacó a Lucius. Sus movimientos
estaban llenos de una tranquila y fría intención asesina. Lucius apenas consiguió esquivar el
corte de Rio... O eso pensó, cuando de repente el suelo alrededor de Lucius se elevó como
una lanza, apuñalando su cuerpo. Lucius respondió inmediatamente y saltó hacia el bosque a
su espalda.
Momentos después, innumerables bolas de luz aparecieron alrededor de Rio. Rio levemente
extendió su mano hacia Lucius y las bolas de luz trazaron complejas trayectorias a medida que
volaban hacia él.
"¡Tch!" Lucius chasqueó su lengua, sacudiendo la espada negra que tenía en su mano. Una
oscuridad se levantó de la espada y se extendió por el área, tragándose las bolas de luz que
se acercaban a él, Rio entrecerró los ojos levemente al verlo antes de redirigir su mano hacia
Lucius, que aún estaba flotando en el aire. Una onda expansiva parecida a una bala de cañón
salió de su mano. El golpe invisible impactó en el cuerpo de Lucius con precisión.
"¡Puedo ver eso, sabes!" Gritó Lucius, moviendo su espada verticalmente hacia abajo. La
oscuridad volvió a salir de su espada, interceptando la onda expansiva. Un golpe más tarde,
Lucius aterrizó en el suelo.
"Es una cosa tras otra..." El suelo en su punto de aterrizaje se elevó como una lanza,
sobresaliendo para apuñalar el cuerpo de Lucius una vez más. Como Rio había esparcido más
bolas de luz en los cielos de arriba, esa luz estaba cayendo hacia Lucius como lluvia. Lucius
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primero blandió su espada en el suelo para hacer frente al ataque que se avecinaba a sus pies;
el corte de oscuridad cortó limpiamente las lanzas de tierra que se elevaban. Luego, intentó
blandir su espada contra las balas de luz en el cielo, pero la lluvia cayó sobre Lucius al mismo
tiempo que había logrado blandir su espada.
"¡¿Guh?!"
La oscuridad de su espada se tragó parte de la luz, pero no pudo eliminar todas las bolas.
De hecho, Rio envió aún más de ellas, causando que una nueva luz lloviera continuamente
sobre Lucius. El suelo se derrumbó, creando una tormenta de polvo que se levantó alrededor
del hombre mayor.
"H-Heh..." Lucius se mezcló con el polvo y se retiró de la escena antes de que alguien se
diera cuenta. Sin embargo, había recibido varios de los disparos de luz y estaba
completamente herido por todo el cuerpo. Las bolas de luz que Rio disparó eran cada una de
baja potencia, pero tenían la fuerza suficiente para dañar el cuerpo a través de cualquier mejora
en el fortalecimiento. El daño a los órganos internos de Lucius era abundante.
Además de eso, un gran volumen de sangre seguía saliendo de su brazo cortado; la pérdida
de sangre también lo estaba desgastando.
Y aun así, Rio siguió disparando aún más bolas de luz hacia él.
"¡Tch!" Lucius chasqueó la lengua y forzó su cuerpo exhausto a correr en un intento de

evadir el ataque.
Q-Qué… es esta pelea… Flora observaba la batalla aturdida. Ante ella una batalla que
superaba ampliamente lo que ella imaginaba, se estaba llevando a cabo. Había visto muchas
batallas de nivel avanzado entre renombrados espadachines y hechiceros en encuentros
celebrados ante la realeza, pero esta hacía que parecieran un juego de niños.
...No es magia. ¿Es algún tipo de artefacto? Ver el combate de Rio dejó a Flora con esas
preguntas. Un ataque de olas de largo alcance basado en alguna forma de hechicería estaba
siendo usado contra Lucius en este momento.
"Guh..." La huida de Lucius no duró mucho tiempo. En el momento en que su cuerpo gritó
en protesta y se ralentizó, innumerables bolas de luz lo golpearon y lo hicieron rodar por el
suelo.
"Kkh... hnghh..." Lucius se retorció, logrando de alguna manera adoptar una postura sobre
una rodilla.
Maldita sea, mis órganos internos y mis costillas están acabados. Y he perdido demasiada
sangre... Si no vuelvo a unir mi brazo... Lucius miró a su propio brazo izquierdo. Aunque no
serviría de nada por un tiempo, había una forma de volver a colocarlo al instante.
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"¡Kuh!" Rio miró la dirección en la que miraba Lucius y corrió hacia allí primero, tomando el
brazo izquierdo que había estado tendido en el suelo. Lo arrojó al aire y creó una inmensa bola
de fuego que convirtió el brazo izquierdo en cenizas.
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"¡Aah...!" La tremenda ola de calor bañó a Flora, haciendo que soltara un pequeño grito y
volteara la cara, incapaz de soportar el calor.
"...Hah, eres un bastardo desagradable". Lucius miró a Rio con odio.
"No tanto como tú. Terminemos esto pronto", dijo Rio, acercándose a él.
"¿Seguro que no necesitas capturarme vivo?" preguntó Lucius desesperado.

"Desafortunadamente, no recibí tales órdenes". Rio agitó la cabeza sin dudarlo antes de
acelerar, blandiendo su espada con la plena intención de decapitar al fuertemente golpeado
Lucius.
"...¡Guh!" Lucius exprimió la última de sus fuerzas para evitar el ataque de la tajada. Sin
embargo, Rio había visto a través del hecho de que Lucius todavía le quedaba energía y
empujó su rodilla directamente a la cara de Lucius.
"¡Gah! ¡Aaah!"
Su rodilla golpeó justo donde estaba su ojo izquierdo; sintiendo cierta resistencia. Lucius
rodó por el suelo, gritando groseramente mientras sentía el mayor dolor que había sentido
desde que comenzó esta batalla.
Debe tener su cuerpo físico fortalecido, porque realmente es inflexible. Para acabar con él,
debo... Rio apuntó con la punta de su espada justo donde estaba el corazón de Lucius, pero
éste movió su cuerpo por la más mínima cantidad, evitando la puñalada directa a su corazón.
Sin embargo, la espada atravesó la parte superior de su cuerpo.
Prácticamente estaba a las puertas de la muerte.
"Guh... hah..." La sangre salía de la boca de Lucius.
"Tonto testarudo. Tendré que borrar cualquier rastro de ti de este mundo", dijo Rio, vertiendo
esencia mágica en su espada. Un intenso calor irradió de su espada, derritiendo la carne de
Lucius.
"¡Guh...! ¡¡Aaah!!" Gritó Lucius, incapaz de soportar el dolor. La luz de la hoja de Rio se hizo
más fuerte, expandiendo su área de efecto para derretir el resto del cuerpo de Lucius.
"Pero aún... necesitas... proteger a la princesa, ¿verdad...?" Lucius gritó, usando el residuo
final de su poder. Sosteniendo la espada negra en su mano derecha, una pequeña cantidad
de oscuridad salió de la punta.
"¡No!" Reflexivamente, Rio sacó su espada y se dirigió a Flora en un instante, abrazándola

antes de saltar al aire.
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"¡¿Kya?!" Flora dio un pequeño grito. El lugar en el que se encontraba hace un momento
estaba cubierto de oscuridad, de donde se podía ver la punta de la espada de Lucius
sobresaliendo. Si Rio no la hubiera salvado, Flora habría sido atravesada.
"Hah, hah... hah..." Lucius soportó el dolor para dar una sonrisa malvada. Había perdido su
brazo izquierdo, su ojo izquierdo estaba aplastado y tenía grandes agujeros por todo el cuerpo.
Aunque había mejorado su cuerpo físico, sus heridas eran tan graves que era una maravilla
que aún estuviera vivo.
"Uhm... Ah". Flora se dio cuenta de que Rio la había salvado y se estremeció, sacudiendo
su cuerpo. Ella movió su mano con miedo y se apoyó contra Rio aferrándose.
Está colgando de un hilo. Rio, que seguía sujetando a Flora, cortó su espada verticalmente.
Un viento cortante y lleno de esencia voló de inmediato de la espada de Rio, acercándose a
Lucius que se arrastraba por el suelo. Sin embargo, la ráfaga de viento pasó por donde yacía
Lucius y se dispersó en el bosque detrás de él, talando varios árboles a lo largo del camino.
Lucius había cambiado de lugar en algún momento. "Llegas tarde, maldita sea..." Levantó
la cabeza y murmuró resentido al ver la figura a través de la visión borrosa de su ojo derecho.
"Qué desastre es esto. Si tan sólo no tuvieras ese extraño deseo de jugar". De pie allí estaba
Reiss. Vestido con su capa y con la capucha cubriendo su rostro, sosteniendo en sus brazos
al gravemente herido Lucius.
"...Tengo negocios con ese hombre". Rio bajó a Flora al suelo y se dirigió a Reiss con voz
aguda.
"Desafortunadamente, yo también tengo negocios con él".
"Yo llegué aquí primero".
"No, no, no. Quieres matarlo, ¿verdad? Eso significa que no podré terminar mi negocio,
¿no?" Declaró Reiss con indiferencia.
"Entonces, ¿qué harás? ¿Escapar? Lucius, ¿qué hay de ti? ¿Vas a correr con la cola entre
las piernas?" Se burló Rio.
"...Hey, Reiss... ¡Suéltame! ¡Tengo... que matarlo!" Enfurecido, Lucius escupió sangre.
"¿Reiss?" Rio escuchó el nombre claramente.
"...Eso es algo que no puedo hacer. En el momento en que deshagas tu encantamiento

físico, morirás. Incluso si mantienes el encantamiento, tu cuerpo sólo durará unos pocos
minutos más. No hay otra opción que retirarse aquí". Suspiró Reiss mientras hablaba con
Lucius, cuando un gran número de esferas de luz flotaban en el aire a su alrededor.
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"¿Pensaste que te dejaría correr?" Rio vertió una gran cantidad de esencia mágica en su
espada y llamó a Reiss.
"Bueno, tengo algo de confianza en cuanto a correr y esconder mi presencia se trata,

después de todo. Pero quién sabe, contra un oponente como tú. No hay forma de saberlo hasta
que lo intente..." A pesar del tono casual de voz que Reiss asumió, observando a Rio con
cautela y con una mirada aguda desde debajo de su capucha. La hoja de la espada de Rio
brillaba con una luz deslumbrante.
"...Aquí voy", le informó Reiss con una risita. Al mismo tiempo, Rio dio un solo golpe para
eliminar a ambos hombres.
¡Haruto, por encima de ti! De repente, la voz de Aishia resonó en la cabeza de Rio.
Rio puso su atención por encima de él. "¡¿?!"
Un destello negro caía hasta donde estaban Rio y Flora. Rio cambió rápidamente la
dirección en que su espada apuntaba de Reiss al destello en el cielo.
"¡¿Guh?!" Una tremenda onda expansiva sopló por toda el área. Era el choque del ataque
que Rio había lanzado y el destello de luz que caía.
"Ah! ¡¿Aah...?!" Flora observó el espectáculo conmocionada desde detrás de Rio.
"¡Escóndete detrás de mí!" Rio ordenó a Flora en un tono aterrador, y Flora se movió a la
espalda de Rio con pánico. Pasaron unos segundos como una eternidad.
"¡Haaah!" Rio hizo retroceder el negro destello de luz. Un deslumbrante rayo atravesó el
cielo. Sin embargo...
Se han ido. En algún momento, Reiss había desaparecido llevándose consigo a Lucius. Miró
a su alrededor, pero no había señales de su presencia. Aunque trató de buscar rastros de
esencia mágica con las artes espirituales, la lucha hasta ahora había dispersado una gran
cantidad por todas partes. No tuvo más remedio que rendirse.
Rio miró al cielo con un fuerte destello en sus ojos. Allí, volando lejos en los cielos hacia el
oeste, vio a una criatura negra parecida a un dragón e inmediatamente se dio cuenta de que
el ataque acababa de venir de allí.
¿Ese hombre lo llamó aquí? Cuando consideró por qué atacó de una manera tan
conveniente para Reiss y Lucius, no pudo evitar sospechar. Sin embargo, algo así apenas le
importaba ahora mismo.
Se escaparon... Mierda.
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True Flames Project
Rio rechinó los dientes con una expresión avergonzada. Con una herida tan profunda, había
muchas posibilidades de que no sobreviviera. Tenía lo que normalmente habría sido una herida
mortal, e incluso si sobrevivía, su cuerpo estaba demasiado dañado como para volver a luchar.
Pero era inaceptable. Ese hombre probablemente sobreviviría. Rio no tenía pruebas, pero
no pudo evitar sentir que ese hombre sobreviviría.
Lo mataré. Definitivamente encontraré a Lucius y lo mataré. En cuanto a Reiss... Rio sintió

un fuerte y amargo pesar antes de tallar el nombre de la persona que podía mantener una pista
en su mente.
"U-Umm..." Flora gritó nerviosa desde detrás de Rio.
"..." Rio se giró silenciosamente.
A pesar de ser la que lo llamó, Flora no sabía qué decir, moviendo la boca sin emitir ningún
sonido.
"U-Umm... Sir R-Rio..." Se agarró a la manga de Rio implorando, susurrando su nombre.
"Sí". Asintió Rio con una mirada culpable sin apartar su mirada de Flora.
Rio... Eso es correcto. Es Rio. Reconfirmó quién era en su mente. A partir de hoy y a partir
de mañana, Rio vivirá como Rio. Nada de esta experiencia cambiaría eso. Rio no podría
convertirse en nadie más que en Rio.
Seguiría viviendo el camino de Rio a partir de mañana, a pesar de que era un camino largo
e infructuoso en una batalla no con su futuro, sino con su pasado.
Sin embargo, una luz brilló en ese camino sombrío para él hoy, porque había descubierto
que Lucius estaba vivo. No había necesidad de pesimismo. El camino vacío sin fin por el que
había estado viajando hasta ahora finalmente tenía un destino. No había duda del camino que
había elegido. Todo lo que quedaba era seguir adelante.
Rio miró lentamente al cielo y observó cómo la brillante luz del sol del amanecer indicaba la
mañana.
◇◇◇
Mientras tanto, lejos de Amande, en el subsuelo del castillo del Imperio de Proxia...
"Hnnghahhh..." Lucius rodaba por el suelo mientras escupía un gran volumen de sangre de
su boca. Pero no sólo salía de su boca, sino que también brotaba sangre de la zona donde le
amputaron el brazo izquierdo. Además, tenía un gran agujero en el abdomen, que le cubría
todo el cuerpo de sangre.
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True Flames Project
Reiss miró a Lucius con ojos fríos. "Globo ocular izquierdo roto, la carne cortada del
abdomen al pecho, el brazo izquierdo perdido por completo. Además de las complejas
fracturas óseas en todo el cuerpo, el daño es un poco demasiado severo. No hay otra opción".
Sacó una gema gigante del bolsillo de su pecho, de color carmesí sangriento.
"El incidente de esta vez debería ser una buena lección para ti. No puedo permitir que te me
mueras, después de todo. Permíteme salvarte", dijo Reiss, empujando la gema hacia la
sección faltante del abdomen de Lucius. Inmediatamente, la gema se derritió con un sonido
filtrándose, siendo absorbida por el abdomen de Lucius.
"¡Grah! ¡M-Mierda! Si, Si yo... tuviera... mi brazo izquierdo... ¡Podría... haber ganado!" A
pesar de que su rostro se distorsionaba por el dolor, Lucius mentía con insistencia.
"...Recuperas la fuerza para hablar tan pronto como el proceso de curación empieza. Sin
embargo, dudo que el resultado hubiera sido diferente, aunque tuvieras el brazo izquierdo.
Ríndete. No hay manera de que ganes contra él ahora mismo", dijo Reiss con firmeza, con su
cara extremadamente exasperada.
"¡Guh...!" Humillación y rabia se mezclaron en la expresión de Lucius.
"Pero esta vez tengo cosas sobre las que reflexionar. Parece que subestimé demasiado sus
habilidades. Honestamente, no sé qué hacer. Esta vez sólo podemos aceptar nuestra derrota
en silencio. En el futuro, tendremos que aguantar el enfrentarnos a él solos. Lo mejor sería
evitar interferir", aseguró Reiss.
"¡¿Q-Qué?!" La expresión de Lucius estaba completamente en contra.
Sin embargo, Reiss no escuchó las quejas de Lucius. "No dejaré que te opongas. Tú fuiste
el débil esta vez, después de todo".
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True Flames Project
Epílogo
¿Qué hora era exactamente? ¿Y dónde estaba ese lugar?
Miharu se preguntó vagamente en su adormecida conciencia.
"Miharu". Alguien la llamó por su nombre.
Ai-chan… Sí, era la voz de Aishia.
Antes de que se diera cuenta, Aishia estaba ante Miharu. Aishia miró de cerca la cara de
Miharu. "Aunque sea temporal, se hará una conexión entre tu alma y la mía por el pacto que
se formó. ¿Está bien?", preguntó de repente.
"Umm, ¿hay algún problema con tener almas conectadas?" La boca de Miharu se movió a
pesar de su propia voluntad para confirmarlo nerviosamente.
Ah, esto es un sueño. Desde antes de que llegáramos al pueblo... Miharu se dio cuenta de
que estaba dentro de su propio sueño, reviviendo vívidamente un evento pasado.
"No particularmente. ¿Quizás los momentos de empatía ocasionales?" Contestó Aishia con
la cabeza inclinada.
"¿Empatía?"
"Nuestras mentes pueden conectarse entre sí".
"Umm, ¿qué pasará cuando eso pase?" Miharu no podía imaginárselo en su cabeza y buscó
una explicación más específica.
"La mente y los recuerdos de la otra persona pueden ser transmitidos a ti de alguna forma.
Como un déjà vu. Soy capaz de crear intencionalmente un efecto de empatía si estamos en
contacto directo, pero no puedo activarlo voluntariamente desde lejos. No sucederá a menudo,
tampoco. Y es incontrolable. Pero puede suceder cuando cualquiera de los dos está sintiendo
una fuerte emoción", explicó Aishia cuidadosamente por el bien de Miharu. Aunque
normalmente uno se sentiría asustado y disgustado, Miharu no mostró reticencia alguna,
aceptando el pacto temporal con Aishia.
"Eso está bien. Usa mi esencia mágica hasta que vuelva Haruto".
"...Bien, gracias", dijo Aishia.
Así fue como Miharu y Aishia formaron su pacto temporal. ¿Pero por qué estaba soñando
con esto ahora? Miharu reflexionó con su mente soñolienta, pero no lo sabía. Como ella estaba
pensando, su visión cambió una vez más. Un sueño diferente parecía estar comenzando.
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True Flames Project
¿Quién es ese? Miharu parpadeó con asombro. Una madre de pelo negro y su hijo de unos
cinco años de edad, de pelo negro, caminaban felices delante de ella con las manos
entrelazadas. Parecían estar ubicados en una ciudad en algún lugar de Strahl.
"Oe, mamá. ¿Por qué tú y yo tenemos el pelo negro? Somos los únicos diferentes a la gente
que nos rodea". El niño preguntó con curiosidad a su madre.
"Bueno, verás, Rio. Eso es porque tu padre y yo vinimos de muy lejos, creo". La madre
respondió a la pregunta del niño con una cara problemática.
¿Rio? Eso es... ¿Haruto? ¿Y la madre de Haruto? Ella es hermosa... Una vez que Miharu
se dio cuenta de que estaba mirando al joven Rio, observó a su madre aturdida.
"¿Todas las personas que viven lejos tienen el pelo negro?" preguntó Rio con curiosidad.
"Sí, así es. No somos sólo tú y yo. El cabello de tu padre era negro, el de tu abuelo era
negro y el de tu abuela también", respondió su madre con una amable sonrisa.
"Quiero conocer a la abuela y al abuelo algún día". Rio vio la sonrisa de su madre y sonrió
a su vez.
"...Veamos. Te llevaré a conocerlos una vez que hayas crecido. Están en un lugar llamado
la región Yagumo", dijo su madre con otra sonrisa de preocupación.
"¿En serio? ¿Es una promesa?"
La sonrisa de Rio era demasiado inocente para rechazarla. "Sí, es una promesa". La mujer
sonrió maternalmente y asintió con una voz llena de afecto. Era un día cálido y hermoso en la
vida de una madre y su hijo.
Sin embargo, la visión de Miharu cambió una vez más. Allí, la madre que había estado
sosteniendo la mano de Rio y caminando hace unos momentos, estaba siendo inmovilizada
boca arriba por un hombre fornido.
"Hey Rio, ¿estás frustrado?" El hombre se mofó con una sonrisa escalofriante, con su arma
atravesando el cuerpo de la madre. El joven Rio se encogió de hombros y lloró mientras
alcanzaba a su madre aturdido.
Uh… Miharu no pudo evitar apartar su mirada de la escena.
De repente, un Rio crecido estaba parado a su lado. Su pelo era gris y llevaba puesto el
traje que Miharu estaba acostumbrada a verlo llevar. Rio tenía su espada fuertemente agarrada
en la mano mientras miraba fijamente la horrible escena.
Ah, H-Haruto... él no debería mirar, pensó Miharu, pero su boca no se abrió.
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True Flames Project
Rio no prestó atención a la presencia de Miharu, simplemente observaba la tragedia con
una mirada terriblemente fría. Después de un momento, Rio comenzó a caminar hacia el
hombre.
Miharu no podía apartar los ojos. Inmediatamente supo lo que Rio intentaba hacer. Al
instante siguiente, Rio le cortó la cabeza sin dudarlo.
¡Ah! Ahí fue donde la mente de Miharu se sintió somnolienta de nuevo. Su conciencia se
estaba desvaneciendo rápidamente. Cuando ella abra los ojos por la mañana, puede perder
los recuerdos del sueño.
N-No, no puedo. No te despiertes... Miharu no quería saber una historia tan triste, pero
tampoco quería olvidarla. Sus recuerdos de este sueño era algo que creía que no debía
olvidarse. Pensó que era algo que debía mirar directamente, no importaba lo doloroso que
fuera. Asustada, triste, frustrada e indefensa, Miharu no podía hacer otra cosa que abrazar a
Rio en sus sueños.
Le dolía el corazón... Pero fue entonces cuando la puerta de sus recuerdos se cerró de
golpe. La mente de Miharu finalmente se desvaneció...
Y amaneció.
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True Flames Project
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True Flames Project
Relatos Cortos de Bonificación
Porque Estoy Somnoliento

Una mañana soleada, antes de que Rio llevara a Celia a entregar la carta a la residencia
del Conde Claire...
Rio, Aishia y Celia dormían juntos en la cama gigante de la casa de piedra, como de
costumbre. Sin embargo...
"Mm. Mrghh..."
Celia se despertó de repente. Su dedicación anterior a su investigación significaba que su

patrón de sueño se interrumpía a menudo, lo que la convertía en una persona de sueño ligero
que estaba acostumbrada a despertarse después de una corta cantidad de sueño. Celia se
sentó lentamente, mirando alrededor de la habitación con una mirada somnolienta. Rio dormía
a su lado, y Aishia dormía a al lado de él. Aishia se aferraba al brazo de Rio, respirando
tranquilamente en su sueño profundo.
"Mmm..."
Aishia se agitó repentinamente. Entonces, algo se aplastó contra el brazo de Rio.
"..."
Celia miró la escena mientras aún estaba medio dormida. Después de un momento,
lentamente se miró el pecho. Un momento más tarde, volvió a mirar el pecho de Aishia.
*Apretar, apretar. Aplastar, aplastar*.
No era suficiente. Era reconocidamente suave al tacto, pero aún faltaba algo blando.
"Hmph..."
Celia aún estaba medio dormida, pero hizo un gesto de frustración. Estaba acostumbrada a
que le faltara el sueño, pero tanto su mente como su cuerpo no estaban lo suficientemente
descansados, así que se acurrucó en las mantas una vez más. Instada por Aishia, se acercó
audazmente a Rio... Como resultado, Rio quedó entre Aishia y Celia.
"..."
Cuando algo suave del lado de Celia se apretó contra su brazo, Rio se puso débilmente
rígido. Pero la somnolienta Celia no le prestó atención a eso y continuó aferrándose a Rio
inocentemente. Era algo que nunca haría en un día normal.
"..."
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True Flames Project
Aishia se aferró a Rio, como si estuviera compitiendo con Celia.
"......"
Rio estaba completamente congelado con los ojos cerrados. Con Celia en un sueño aturdido
y Aishia inconscientemente aferrada a él, no tenía adónde ir. Estaba perfectamente sujeto. Al
final, Rio permaneció congelado entre las dos chicas aferradas durante casi una hora.
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True Flames Project
¿L-Lo viste?
Mientras Rio interfería en la ceremonia de boda de Celia en Strahl, poco después Miharu y
los demás fueron llevados a la aldea del pueblo espiritual...
¿Es de mañana? Miharu se despertó de repente. Se había quedado despierta hasta tarde
estudiando, así que estaba bastante cansada. Sin embargo, reprimió su somnolencia y se
levantó de la cama para cumplir con sus deberes de preparar el desayuno.
¿Qué debería hacer hoy? Miharu reflexionó somnolienta mientras se quitaba la bata de
dormir. Una vez que llegó a su ropa interior, tomó una muda de ropa del cajón y la colocó en
su cama. Después de quitarse el sostén que llevaba mientras dormía para ponerse el sostén
de todos los días, se puso la ropa con movimientos familiares.
¡Bueno, estoy lista! ...¿Eh? ¿Qué es ese olor tan agradable?
Miharu olfateó, su nariz temblaba ante el débil olor de la cocina.
¿Es Haruto o Orphia? Yo también debería ayudar.
Miharu se apresuró a salir de la habitación, pero alguien golpeó primero a la puerta. Tomada
desprevenida, Miharu respondió reflexivamente. "Ah, ¿sí?"
"Miharu, vine a llamarte para desayunar". Rio estaba del otro lado.
"...¿Huh? Ah, ¿me quede dormida? ¡Lo siento!" Miharu abrió la puerta en pánico, inclinando
la cabeza ante Rio.
"Está bien. Yo también duermo hasta tarde a veces. No te preocupes por eso..." Rio
respondió con una leve sonrisa. Cuando vio el sujetador que quedaba en la cama detrás de
Miharu, apartó la vista torpemente.
"¿Haruto?" Miharu ladeó la cabeza con curiosidad.
"Nada, no te preocupes. Estaré esperándote, entonces". Con eso, Rio partió con prisa.
"¿Sí? Yo también voy para allá". Miharu tenía curiosidad por saber por qué Rio apartaba la
mirada y se dio la vuelta. Entonces...
"¡¿?!"
Vio el sostén que acababa de usar. Estaba a la vista desde la puerta, bien doblado sobre
su camisón. Ella fue la que lo puso ahí, después de todo.
¿Lo ha visto? La cara de Miharu se enrojeció por un momento. Después, mientras

desayunaban, Rio y Miharu se apartaron los ojos, avergonzados todo el tiempo.
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True Flames Project
¡Intenté bailar!
En la aldea donde vive el pueblo espiritual...
Justo antes de la cena, Latifa se había encerrado sola en su habitación, sentada en una
silla. Su barbilla descansaba sobre su brazo izquierdo mientras sostenía un bolígrafo en su
mano derecha, dobladillando y rasgando en dirección a su escritorio.
¿Qué clase de uniforme sería bonito, me pregunto?
Ella estaba pensando en el diseño de su propio uniforme. Había decidido hacer un uniforme
después de ver a Miharu y Aki en uniformes escolares japoneses hoy más temprano. Después
de haber muerto como estudiante de primaria, Latifa (no, Suzune) admiraba los uniformes que
usaban los estudiantes de intermedia y secundaria. Incapaz de reprimir su impaciencia, sacó
sus herramientas de escritura en un intento de crear su propio diseño, pero...
¿Qué tipo de uniforme le gustaría a Onii-chan?
Estaba teniendo problemas para encontrar algo específico. Diseñar no era una tarea fácil
para un aficionado para empezar.
"Mmrgh..." Gimió Latifa.
Mientras que Miharu y Orphia serían las que harían el uniforme, ella no podía dejarles todo
a ellas si quería sorprender a Rio. Al menos quería tener sus propias ideas.
¿Qué diría Onii-chan si me viera con uniforme? ¿Me llamaría linda?
Latifa sonrió. "Linda". Si pudiera oír esa palabra de Rio, se pondría muy contenta.
Simplemente imaginarlo era suficiente para hacerla feliz.
Hmm, pero llevar uniforme parece un poco aburrido... ¿no? ¿Y si también bailo o algo así?
De repente, Latifa pensó para sí misma, inclinando la cabeza.
"...¿Me pregunto qué clase de baile sería bueno?"
Se levantó y se imaginó que llevaba un uniforme. Su habitación tenía mucho espacio vacío,
así que se paró en medio de un área abierta.
"¿Así, quizás?" Latifa dio un paso tímidamente. Eventualmente, se dio cuenta de que
necesitaba mover sus manos también y las agregó a la coreografía. Empezó a divertirse más
y más a medida que pasaba el tiempo.
"Uno, dos. Uno, dos". Latifa bailó de una manera bastante convincente, dando pasos ligeros
y moviendo sus extremidades rítmicamente.
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True Flames Project
"Hmm hm hmm..." Empezó a tararear. Ella estaba entusiasmada, así que ideas de
coreografías llegaron una tras otra también.
¿Debería pensar en algunas letras también? Latifa se preguntaba, pero la letra no le llegaba
tan fácilmente. Se tomó varios momentos para preguntarse qué sería bueno. Tal vez sería
mejor expresar sus sentimientos honestamente. Lo que significaba...
"¿'Te amo, Onii-chan'?"
Eso fue todo. Antes de que se diera cuenta, su boca se movía naturalmente. Luego, en el
momento más culminante, se dio la vuelta e hizo su última pose. Como era una mujer zorro,
enfatizó su lado de zorro con rítmicos saltos parecidos a los zorros. La mirada de Latifa se
dirigió repentinamente hacia la puerta. Llegando a pensar de eso, la había dejado claramente
abierta. En la puerta estaba Miharu congelada.
"¡¿Espera, Miharu?!" El cuerpo de Latifa tembló de miedo.
"Ah, l-lo siento. Te oí tararear y tu puerta estaba abierta, así que intenté llamarte unas
cuantas veces, pero no hubo respuesta..." Se disculpó Miharu con nerviosismo.
"¿E-Estabas mirando?" Preguntó Latifa con una cara roja y brillante.
"U-Umm. Sólo la parte final", Miharu confirmó vacilantemente.
"¡Mwuuuh!"
Latifa escondió la cara detrás de sus manos y se agachó en el acto. Estaba tan avergonzada
que su cara parecía estar ardiendo.
"L-Lo siento". Miharu corrió hacia Latifa en pánico y levantó su cuerpo.
"...No es tu culpa, Miharu. Yo fui la que dejó la puerta abierta. Uugh, ¡pero todavía estoy tan
avergonzada!" Latifa gimió de dolor. Estaba tan absorta en sus pensamientos sobre Rio que
no había notado nada a su alrededor. Tenía que reflexionar seriamente...
"E-Eso era realmente lindo, sin embargo", Miharu dijo honestamente, tratando de animar a
Latifa.
"...G-Gracias. Por cierto, ¿qué necesitabas, Miharu?" Las orejas de zorro de Latifa
temblaron mientras preguntaba tímidamente.
"Oh. He venido a llamarte, ya que la comida estará lista pronto..."
"...Lo tengo. Esto es un secreto entre nosotras dos, ¿de acuerdo, Miharu?"
"Síp, lo sé". Miharu asintió con una leve sonrisa tensa. No era una gran chismosa para
empezar.
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True Flames Project
"...Si se lo cuentas a alguien, te haré bailar conmigo delante de Onii-chan. ¿Entendiste?"
Latifa se puso de mal humor.
"¡¿E-Eeeh?! ¡¿Yo también?! ¡De ninguna manera!" Miharu agitó la cabeza reflexivamente.
"Estarás bien si no dices nada".
"Y-Ya veo. Cierto. Eso tiene sentido. Lo tengo. Síp, está bien". Asintió Miharu para
convencerse.
"...Es una promesa, entonces. Vamos".
Latifa sonrió suavemente y salió de la habitación. Miharu se rió antes de acercarse a ella
por detrás.
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True Flames Project
Elemental☆Elemento, ¿Profesora?
A mediados de la primavera en Japón, Amakawa Haruto y Ayase Miharu eran amigos de la
infancia que acababan de comenzar su segundo año de secundaria esta primavera.
Era de mañana, justo antes de la clase. Hoy fue el día de la ceremonia de apertura, y todos
estaban entusiasmados con la reorganización de la clase, dejando las aulas llenas de
conversaciones animadas. Entre ellos estaban Haruto y Miharu.
"Parece que estamos en la misma clase este año, Haru-kun", dijo Miharu felizmente
mientras se sentaba al lado de Haruto.
"Eso parece", contestó Haruto torpemente a Miharu.
Los dos estaban en clases diferentes durante su primer año, pero estarían en la misma
clase a partir de hoy en adelante. Y además de eso, estaban sentado uno al lado del otro.
Amakawa Haruto y Ayase Miharu. En su escuela secundaria, los números de asiento se

asignaban por género en orden de apellido, por lo que era natural que a los dos se les asignara
el mismo número de asiento. Como resultado, era inevitable que los dos estuvieran sentados
juntos. Incluso si los números de asiento se hubieran decidido por fecha de nacimiento, los dos
nacieron en primavera y de todos modos se les habrían dado los mismos números.
Habían estado separados durante mucho tiempo, pero después de reunirse hace un año,
no pudieron evitar sentir que el destino estaba trabajando para ellos.
"Llevémonos bien este año, Haru-kun", dijo Miharu a Haruto con alegría total en su tono.
"De acuerdo", contestó Haruto, aún un poco incómodo.
Sin embargo, los dos eran una pareja muy atractiva que se destacaba dentro de la clase.
"Ah, me pregunto si esos dos están saliendo. No puedo creer que esto esté pasando
después de que finalmente me coloquen en la misma clase que Ayase..."
Los estudiantes masculinos suspiraron todos juntos. Mientras tanto...
"Aww, finalmente estoy en la misma clase que Amakawa, pero no soy rival para Ayase. No
puedo creerlo..."
Las estudiantes también suspiraron. Sin embargo...
"Hey hey, es demasiado pronto para estar decepcionados, chicos. ¿No viste quién es
nuestra profesora? Es la profesora Celia", dijo uno de los estudiantes masculino a los demás.
"¡¿En serio?!" Todos los chicos recobraron su vigor inmediatamente.
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True Flames Project
Celia Claire fue la conferenciante que se trasladó a su escuela secundaria desde el
extranjero el año pasado. Su aspecto adorable que la hacía parecer más joven que todo el
mundo la hacía muy popular entre los chicos y las chicas. Mientras chismeaban sobre Celia,
se abrió la puerta del aula.
"¡Ooh...!" Los estudiantes varones aplaudieron todos a la vez.
Era Celia la que había entrado. Sin embargo, como todavía era temprano por la mañana,
parecía bastante letárgica. Pero a pesar de eso, los estudiantes masculinos no prestaron
atención al agotamiento de Celia, atrapados en su propia emoción.
"¡Todavía tenemos a la profesora Celia!"
"¿De qué están hablando?" Celia respondió cansadamente a los chicos mientras estaba de
pie en el escritorio de maestros. "Oh bien. Les voy a presentar a alguien, aunque ella será
presentada oficialmente más tarde en la ceremonia de entrada. Adelante, Aishia".
Con un fuerte suspiro, llamó por el pasillo. Una chica con el pelo color melocotón apareció
en la puerta abierta.
"..." Los estudiantes quedaron cautivados por la belleza de la chica y tragaron saliva en
estado de shock.
Celia puso una mueca ante la reacción de los estudiantes. "Aishia, preséntate", instó.
"Soy Aishia", dijo Aishia, ofreciendo sólo su nombre.
"Eso no es una introducción..." Celia puso una mano contra su cara en claro agotamiento.
Pero Aishia no le prestó atención, sino que miró a su alrededor en el aula. Su mirada se detuvo
en Haruto.
"...Ahí estás," murmuró Aishia, acercándose rápidamente a Haruto.
"¿Eh?" Haruto fue tomado por sorpresa, completamente confundido.
"Aishia Amakawa. Estaré con Haruto a partir de hoy. Espérame después de clase; iremos a
casa juntos". Dijo repentinamente Aishia, sorprendiendo a todos los presentes en el aula.
"¡¿Qu-?!" Sentada junto a Haruto, Miharu también se quedó sin palabras.
"¡¿Eeeeh?!"
Los gritos de los estudiantes resonaron por toda la escuela.
¿Continuará... tal vez?
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True Flames Project
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True Flames Project
Palabras Finales
A todos, les estoy muy agradecido. Este es Yuri Kitayama. Gracias por recoger Seirei
Gensouki: Spirit Chronicles, Vol. 7 - Daybreak Rondo.
Ahora, para algunas noticias desafortunadas que ya he reportado en la novela web. La

versión manga de Seirei Gensouki que comenzó la serialización en septiembre del año pasado
ha terminado en el capítulo 3 debido a que el ilustrador tenkla se enfermó. Rezo por la
recuperación de Tenkla lo antes posible. Muchas gracias por la maravillosa adaptación al
manga.
Tenga en cuenta que la versión manga de Seirei Gensouki no termina para siempre, sino
que se reanudará en algún momento. Por favor, espere a recibir noticias al respecto.
Por último, junto a la publicación de este volumen se encuentra la encuesta de popularidad

de Twitter y la campaña para leer una novela limitada de Seirei Gensouki. Espero que todos
participen.
Eso es todo por ahora.
Hasta la próxima vez.
Finales de febrero de 2017, Yuri Kitayama
Página 199
True Flames Project
Seirei Gensouki: Spirit Chronicles - Volumen 07
Por Yuri Kitayama
Translated by Mana Z (English)

Edited by Joi
Este libro es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto
de la imaginación del autor o se usan de forma ficticia. Cualquier parecido con eventos
reales, locales o personas, vivas o muertas, es una coincidencia.
Copyright © 2017 Yuri Kitayama

Illustrations Copyright © 2017 Riv
Ilustración de portada por Riv
Todos los derechos reservados.
Edición original japonesa publicada en 2017 por Hobby Japan

Esta edición en inglés se publica por acuerdo con Hobby Japan, Tokio
Traducción al inglés © 2019 J-Novel Club LLC
Todos los derechos reservados. En conformidad con la Ley de derechos de autor de los
Estados Unidos de 1976, el escanear, cargar y compartir electrónicamente cualquier parte de
este libro sin el permiso del editor es la piratería ilegal y el robo de la propiedad intelectual del
autor.
J-Novel Club LLC

j-novel.club
El editor no es responsable de los sitios web (o su contenido) que no sean propiedad del
editor.
Ebook edición 1.0: Noviembre 2019
Versión al español: JucaCR20
Página 200
True Flames Project

Seirei Gensouki - Volumen 07 (TFP)

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Seirei Gensouki - Volumen 07 (TFP)

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Seirei Gensouki – Spirit Chronicles

Volumen 07 Daybreak Rondo - [Light Novel] [Premium] [V.2]

Seirei Gensouki: Spirit Chronicles

Autor: Yuri Kitayama

Traducción al español: JucaCR20

Después de la batalla contra el ejército de monstruos que habían atacado al grupo de

"...¿Yo, Su Alteza? No puedo decir que recuerde un momento así, ¿quizás me ha

"...Hmm. ¿Eres un noble de un reino en alguna parte?" preguntó de repente el duque

"Jajaja, me alegra escuchar eso".

"Es un honor para mí conocerlo". Rio se presentó, colocando respetuosamente su mano

"Bueno, es un poco difícil de creer, sí. Pero yo soy el verdadero".

"No, nunca me atrevería a negarlo. Es un gran honor conocerte en persona".

"Perdone mi atrevimiento, pero el poder del señor Hiroaki es demasiado grande. En un

"Soy Roanna Fontaine. Es un placer conocerte". Roanna sostuvo con delicadeza el

"Sí, fue como la lucha de un héroe de leyenda", dijo Flora, asintiendo.

"Señorita Liselotte, ¿tiene un momento para escuchar un informe rápido?" Dijo

"Las reparaciones pueden ser posibles dependiendo de la gravedad de la condición en la

"...¿Haru... to?" Chloe murmuró sorprendida, mirando la cara de Rio.

"¿Hmm?" Rio ladeó la cabeza con curiosidad.

"Chloe, detente. Me disculpo por la grosería de mi subordinada, Sir Haruto".

"Contéstale inmediatamente", suspiró Liselotte. Chloe miró a la cara de Rio mientras lo

"Sí. Mis disculpas... Estaba demasiado absorto en la conversación". Rio se disculpó

"No, no, por favor, no te preocupes por nosotros".

"Todos ustedes son muy amables", dijo Rio, inclinándose a la ligera.

"...¿Estoy realmente equivocada, entonces?" Flora murmuró para sí misma mientras

"N-No, no es nada". Ella agitó la cabeza con nerviosismo.

"Sí, Sir Hiroaki", Roanna siguió inmediatamente a la figura en retirada de Hiroaki.

El carruaje había caído en los bosques a un lado de la carretera, completamente volcado

En un destello. El techo de acero fue cortado limpiamente de la carrocería, como si fuera

"Además, en cuanto a la eliminación de la gran espada atascada en el camino, los caballeros

"...Aparentemente, un conocido de Chloe", dijo Liselotte con indiferencia.

"¡¿Eh?!" Chloe no esperaba el repentino foco de atención y se estremeció.

"Sinceramente, por eso no tienes un solo enamorado, ¿sabes?" Cosette suspiró.

"Ah, no, no es nada, mi señora". Chloe agitó la cabeza torpemente.

"Eso es maravilloso. También mostraste increíbles habilidades con la espada en la pelea de

"Acabo de ser bendecido con un arma brillante".

"Estás bromeando. Si bien es cierto que tu espada encantada es impresionante en sí misma,

"Muchas gracias. Me he asegurado de mantener mi entrenamiento constante sin falta desde

"Por supuesto, sería un placer", estuvo de acuerdo Aria.

"...Entonces, ¿puedo preguntarte algo sobre lo que dijiste antes?"

Aria asintió. "Claro".

"¿Has estado trabajando para Señorita Liselotte por un tiempo?"

El gremio de aventureros era una organización internacional establecida por consignación

Sin embargo, la organización internacional sólo tenía nombre. Si bien la sede de la

Además, para ser un aventurero es necesario registrarse ya sea en la sucursal o en la sede

Después de eso, Rio sostuvo su espada en su mano izquierda y la blandió en una

"No, mantener la mejora después de soltar la espada requiere un control avanzado de tu

"No, bueno... Gracias". Liselotte asintió con la cabeza frunciendo el ceño.

"Ahora, movamos esto a un lado del camino".

"Entonces, permítanme intentarlo primero", dijo Rio, apretando la empuñadura de su espada

"¡Oooh!" Las ovaciones se elevaron alrededor de Rio.

Hiroaki suspiró exasperado. Supongo que es hora de mostrarles el poder de un verdadero

"Oh. Hola, héroe. ¿Pasa algo malo?"

"¡Ooh!" Los caballeros alzaron la voz en una ovación.

Roanna también se acercó inmediatamente. "Vaya, eso es espléndido, señor Hiroaki".

La forma en que sostiene su cuerpo es completamente amateur, pero sus habilidades

"Eso es muy impresionante, héroe", alabó a Hiroaki mientras reflexionaba.

"...Discúlpame por mi comportamiento, entonces". Liselotte dijo frunciendo el ceño, mirando

"Ahora, pongámonos en marcha. Vamos”, dijo Hiroaki, dirigiéndose primero hacia el

Así, Rio siguió a Liselotte y a los demás hasta Amande.

Liselotte llevó a Rio al carruaje; él entró vacilante.

"Naturalmente, no espero que todos me crean tan fácilmente... Pero desafortunadamente,