Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 05 Boyhood - Arco de Reunificación (Light Novel)

Mushoku Tensei Jobless Reincarnation
Volumen 05 - Childhood – Reunited Arc [Light Novel]
Traducción al español: Jaden

Editor y Corrector: Aleksei
Editor De Imagen: Ahvarok
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INDICE
Capítulo I – El País Santo De Millis ...................................................................................... 9
Capítulo II – La Historia De Paul ........................................................................................ 36
Capítulo III – Disputa familiar.............................................................................................. 49
Capítulo IV – Reunidos ....................................................................................................... 66
Capítulo V – Objetivos Confirmados ................................................................................... 91
Capítulo VI – Una Semana En Millishion .......................................................................... 107
Intermedio: Eris La Cazadora de Goblins ......................................................................... 128
Capítulo VII – Al Continente Central ................................................................................. 149
Intermedio: El Regreso A Casa De Roxy.......................................................................... 168
Capítulo Extra I: Carne De Dragón, Estilo Nanahoshi ...................................................... 175
Capítulo Extra II: La Muerte De Ariel ................................................................................ 184
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Capítulo I – El País Santo De Millis
Me llamo Rudeus Greyrat.
Fui un hombre adulto en mi vida anterior, pero en mi actual encarnación, soy un niño bonito
de once años. La magia es mi especialidad. Puedo hacer hechizos personalizados sin
necesidad de un conjuro, un truco que me ha hecho ganar bastante reconocimiento.
Hace aproximadamente un año y medio, fui teletransportado a un lugar amistoso conocido

como el Continente Demoníaco, gracias a un desastre mágico a gran escala. Por desgracia,
el continente demoníaco se encuentra al otro lado del planeta, desde mi tierra natal, la región
de Fittoa del Reino de Asura. Para volver, iba a ser necesario viajar al otro lado del mundo.
Rápidamente me convertí en un aventurero y comencé el largo y duro viaje de regreso a

casa.
Han pasado dieciocho meses desde entonces. En ese tiempo, me abrí camino a través del
Continente Demoníaco... y ahora, también he pasado el Gran Bosque.
◇◇◇
Millishion es la capital del País Santo de Millis. Acercarse a ella desde la autopista de la
Espada Santa ofrece a los viajeros una vista espectacular de la ciudad en su totalidad.
En primer lugar, sus ojos serán atraídos por el Gran Lago, un cuerpo de agua de color azul
brillante, alimentado por el río Nicolaus, que fluye desde las montañas del Wyrm Azul. En el
centro del lago, el gran Palacio Blanco parece flotar sobre sus aguas.
Más adelante, a lo largo de las orillas del Nicolaus, usted verá otros dos puntos de referencia
distintivos: la radiante catedral dorada de la ciudad y la brillante sede plateada del Gremio de
Aventureros.
La ciudad que rodea a estos notables edificios está distribuida de forma tan ordenada como
las plazas en una hoja de papel cuadriculado. En sus bordes exteriores, notará siete
imponentes torres, con vastas llanuras verdes que se extienden más allá de ellas.
Este es un lugar no sólo rico en majestuosidad, sino también en perfecta armonía con la
naturaleza. Ninguna otra ciudad del mundo es tan hermosa.
-Extracto de "Vagabundeando por el Mundo"

por el aventurero Bloody Kant
Esta es la clase de ciudad que uno esperaría encontrar en un mundo de fantasía. Nunca
había visto una gran metrópolis con tanto azul y verde, y las calles estaban distribuidas en una
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cuadrícula bellamente limpia que recordaba a Sapporo o al viejo Edo. El ver esto me conmovió
de una manera que nunca había visto en Rikarisu. Era hermoso.
"Oh wow..."
"Oh wow..."
La chica sentada a mi lado, actualmente con la boca abierta a la vista, se llamaba Eris. Eris
Boreas Greyrat, para ser precisos. Era la nieta de Sauros, señor de Fittoa. Durante algún
tiempo, yo había servido como su tutor personal.
Eris era extremadamente feroz por naturaleza. Aunque normalmente hacía lo que yo le
decía, era la clase de chica que golpearía a un presidente en la cara si la molestaban lo
suficiente. La mera mención de los barcos de vela era suficiente para hacerla temblar, sin
embargo. Era propensa a terribles mareos.
"Hmmm".
El hombre de piel clara y cabeza rapada, que también miraba la ciudad con admiración, era
nuestro compañero demonio Ruijerd Superdia. Por el momento no se puede decir, pero su
color natural de cabello era un tono vivo de esmeralda. Era un rasgo que tenía en común con
todos los demás miembros de su infame raza Superd. Para la mayoría de la gente en este
mundo, los demonios de pelo verde eran sinónimo de muerte y destrucción. Pero mientras que
Ruijerd definitivamente podía ser peligroso e impulsivo a veces, era básicamente un tipo viejo
amable con una debilidad por los niños por lo que a Eris y a mí se refiere.
Nunca había pensado en estos dos como personas particularmente románticas, pero
aparentemente podían reconocer una cosa hermosa cuando les golpeaba en la cara.
"Es realmente increíble, ¿no?"
El último miembro de nuestro pequeño grupo fue un hombre llamado Geese, que tenía un
fuerte parecido con un mono. Geese era un aventurero de profesión y un inútil de corazón; el
tipo de hombre que se metió en la cárcel por hacer trampas en el juego. No era miembro de
nuestro grupo ni nada parecido, pero había pedido acompañarnos a Millis, así que habíamos
estado viajando juntos desde el Gran Bosque.
Le habría preguntado por qué se jactaba de este lugar como si lo hubiera construido, pero
era comprensible ahora que había visto la vista. Habría hecho exactamente lo mismo en su
lugar.
"Sí, ciertamente es increíble. Pero ese lago es enorme... ¿no causa todo tipo de dolores de
cabeza en la temporada de lluvias?"
Sólo estaba siendo contradictorio, honestamente. No quería que se volviera demasiado

engreído. Aún así, realmente me había estado preguntando sobre esto. Ese lago estaba en el
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centro de la ciudad, y en el Gran Bosque al norte de aquí, tienen tres meses seguidos de lluvias
torrenciales cada año. Seguramente eso también tuvo algún efecto en el clima de aquí.
"heh. He oído que fue una verdadera molestia en aquellos tiempos, seguro," respondió el
Geese. "Pero ahora tienen el clima totalmente bajo control, gracias a esas siete torres mágicas.
De otra manera no podrían dejar caer un castillo en medio de un lago. ¿Te das cuenta de que
no tiene muros exteriores ni nada? Eso es porque las torres lo están protegiendo con una
barrera mágica".
"No bromeo. Tendrías que derribar esas torres primero si quisieras capturar la ciudad, ¿eh?"
"Uh, ni siquiera bromees sobre eso. Los Caballeros Santos te meterían en la cárcel si lo
escucharan".
"Lo tengo. Tendré cuidado".
Geese continuó explicando que mientras las siete torres permanecieran en pie, la capital
estaba a salvo de los desastres naturales e incluso de las epidemias de enfermedades. No
podía imaginar cómo funcionaba eso, pero seguro que sonaba conveniente.
"¡Vamos! ¡Vamos ya!"
Urgidos por una entusiasta Eris, nuestro carruaje comenzó a rodar hacia adelante una vez
más.
◇◇◇
La ciudad de Millishion se divide en cuatro distritos.
Al norte se encontraba el Distrito Residencial, donde la mayoría de los bloques estaban

alineados con casas familiares. Había algunas diferencias entre las áreas donde vivía la gente
común y aquellas donde residían las familias de los nobles y caballeros, pero prácticamente
cada edificio de este distrito era una casa de algún tipo.
Hacia el este se encontraba el Distrito Comercial, donde se ubicaban la mayoría de los

grandes negocios de la ciudad. Aquí se podían encontrar algunas tiendas de venta al por
menor, pero tendían a ser operaciones a pequeña escala; el distrito estaba dominado en su
mayor parte por empresas más grandes. Aquí se encontraban los herreros y las casas de
subastas de Millishion.
Al sur estaba el Distrito de los Aventureros, con la sede del Gremio en su centro. Estaba
lleno de posadas, bares y tiendas que abastecían a los buscadores de fortuna profesionales.
También tenía bastantes salas de juego y barrios bajos donde vivían aventureros fracasados,
así que había que tener cuidado. Por cualquier razón, el mercado de esclavos de la ciudad
estaba ubicado aquí en lugar del Distrito Comercial.
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Al oeste estaba el Distrito Divino, hogar de muchos de los miembros más importantes de la
Iglesia de Millis. Aquí se encontraba la enorme catedral de la ciudad, así como un espacioso
cementerio. Los Santos Caballeros de Millis también tenían aquí su sede.
Geese analizó todo esto por nosotros con sorprendente detalle a medida que nos
acercábamos a las puertas.
Terminamos dando vueltas por las afueras de Millishion antes de entrar en el Distrito de los
Aventureros. Según Geese, los forasteros que entraban por un distrito diferente eran
típicamente vistos con cierta sospecha y sometidos a inspecciones más prolongadas. Esta
ciudad tenía algunas peculiaridades molestas, por lo que parece.
En el momento en que pasamos por las puertas, nos encontramos rodeados de caos.
Millishion se veía preciosa desde la distancia, pero no se sentía tan diferente de cualquier
otra ciudad en el interior. Había establos y posadas baratas agrupadas cerca de la entrada de
la ciudad. Un poco más adelante, los mercaderes que tenían puestos al aire libre pregonaban
sus mercancías en voz alta a la multitud. Podía ver tiendas de armas aún más lejos a lo largo
de la avenida central. Presumiblemente, encontrarías posadas un poco más bonitas en las
calles laterales más tranquilas. Además, el brillante y plateado cuartel general del gremio era
lo suficientemente grande como para ser visible desde las puertas.
En primer lugar, dejamos nuestro carruaje en un establo cercano. Resultó que estaban
dispuestos a entregar nuestro equipaje en la posada de nuestra elección sin cargo adicional.
Esa nunca había sido una opción en ninguna otra ciudad que hubiéramos visitado, pero en
una gran ciudad como esta, supongo que había que distinguirse de la multitud si se quería
sobrevivir como negocio.
Una vez que terminamos en el establo, Geese se giró hacia nosotros e hizo un anuncio
abrupto. "¡De acuerdo entonces, amigos! ¡Sé adónde me dirijo ahora, así que supongo que
esto es un adiós!"
"¿Eh? ¿Ya te vas?" Eso fue un poco sorprendente. Esperaba que nos acompañara a la
posada, al menos.
"¿Qué pasa, jefe? ¿Me vas a extrañar?"
"Bueno, sí. Por supuesto". Sabía que Geese sólo estaba bromeando, pero respondí
honestamente. No nos conocíamos desde hace mucho tiempo, pero definitivamente no era un
mal tipo. Un compañero de viaje con el que te llevabas bien era algo valioso en viajes largos
como éste. Él había hecho mi vida mucho menos estresante por un tiempo.
Sin mencionar que, con él fuera, nuestras comidas iban a ser mucho menos sabrosas de
ahora en adelante. Eso apestaba seriamente.
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"Aw, no te pongas triste, jefe. Probablemente nos encontremos por la ciudad uno de estos
días, ¿sabes?" Con un pequeño encogimiento de hombros, Geese se agachó y me dio una
palmadita en la cabeza. Pero cuando se dio la vuelta para irse, Eris bloqueó su camino.
"Escucha, ¡Geese!" Había asumido su característico posabrazos doblados, con la barbilla

al aire. "Será mejor que me enseñes a cocinar la próxima vez, ¿entendido?"
"La respuesta sigue siendo no, señorita. Hablando de persistencia..." Rascándose la parte
de atrás de su cabeza, Geese pasó por delante de Eris, y luego miró a Ruijerd. "Hey, tú también
te cuidas, ¡jefe!"
"Buena suerte para ti también. No hagas demasiadas travesuras, ¿de acuerdo?"
"Sí, te escucho".
Con un pequeño saludo, Geese finalmente se dirigió a la multitud. Hablando de una

despedida casual. Nunca hubieras pensado que habíamos pasado dos meses enteros en la
carretera juntos.
"Oh, claro. ¡Una última cosa, jefe!" Justo antes de que estuviera a punto de desaparecer de
la vista, la familiar cara de mono se giró hacia mí por un momento. "No olvides pasar pronto
por el Gremio de Aventureros, ¿de acuerdo?"
"...¿Hm? Uh, ¡seguro!" Iríamos al gremio eventualmente, ya que necesitaríamos ganar algo
de dinero. ¿Pero por qué estaba sacando el tema ahora?
No tuve la oportunidad de hacer ninguna pregunta adicional. Tan pronto como escuchó mi
respuesta, Geese desapareció entre la multitud.
◇◇◇
Nuestra prioridad inmediata en este momento era encontrar una posada. Esta era siempre
nuestra primera orden de trabajo cuando llegábamos a una nueva ciudad.
La mayoría de las posadas en Millishion parecían estar ubicadas a cierta distancia de las
avenidas principales, por lo que terminamos vagando por las calles laterales durante un tiempo
hasta que encontramos un pequeño grupo de ellas. Después de una rápida mirada alrededor,
me instalé en un lugar llamado la Posada de la Luz del Amanecer. El lugar no estaba muy
cerca de las calles principales de la ciudad, pero estaba a una buena distancia de los barrios
bajos. El área parecía bastante segura. Ofrecía todas las comodidades que yo buscaba, y
parecía tener un precio que atraía a aventureros de rango C o B. La principal desventaja era
que no parecía recibir mucho sol, pero yo podía vivir con eso.
Una vez que tuviéramos nuestra habitación, el siguiente paso era desempacar y
organizarnos, después de lo cual saldríamos a visitar los lugares más importantes del pueblo,
particularmente el Gremio local. Si había tiempo, nos dedicábamos a hacer turismo, y luego
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regresábamos a nuestra posada para una reunión de equipo. Esa era nuestra rutina estándar
en este momento, en todo caso.
"¿No podríamos habernos quedado en un lugar más barato?" preguntó Eris, mirando
alrededor de la posada extrañamente.
Tuve que admitir que tenía razón, especialmente porque siempre les estaba dando un
sermón a ella y a Ruijerd sobre el cuidado de nuestro dinero. En este momento, sin embargo,
teníamos un respiro financiero. Nos habían pagado bien por los tres meses que pasamos de
guardia en Doldia, y Gyes, el jefe guerrero bestia, también nos había dado una buena cantidad
de dinero. Esos fondos sumaban un poco más de siete monedas de oro de Millis. Tendríamos
que ganar más dinero aquí eventualmente, pero a corto plazo, podríamos permitirnos algunos
lujos modestos.
"No puede hacer daño mejorar de vez en cuando, ¿verdad?" A veces es agradable dormir
en una cama que es realmente blanda.
Una rápida mirada a Eris sugirió que no estaba del todo convencida. Me adelanté y abrí la
puerta de nuestra habitación de todos modos.
Era un espacio pequeño y ordenado. Aprecié que ya nos habían proporcionado una mesa
y sillas en el rincón más alejado. La puerta tenía una cerradura funcional, y las ventanas tenían
postigos. No era comparable con los hoteles de negocios de Japón, pero para los estándares
de este mundo, este era definitivamente el lado más agradable.
Ahora que habíamos llegado a nuestra habitación, teníamos algunas cosas de las que
ocuparnos.
Primero, nuestro equipo necesitaba su mantenimiento regular. En segundo lugar,

necesitábamos hacer un inventario de nuestros suministros fungibles y tomar nota de cualquier
cosa que se nos estuviera acabando. Luego, había que secar las camas, lavar las sábanas y
un poco de barrido y limpieza general. Todo esto era totalmente rutinario para nosotros tres,
así que nos pusimos a trabajar sin intercambiar palabras.
Para cuando terminamos, el sol se estaba poniendo y estaba oscureciendo afuera. Esto
tenía sentido, ya que sólo habíamos llegado a Millishion a primera hora de la tarde. Aun así,
no íbamos a tener tiempo de pasar por el Gremio hoy después de todo... no es que realmente
importara demasiado.
Después de una rápida cena en el bar junto a la posada, los tres subimos a nuestra
habitación. Una vez que nos habíamos acomodado en el suelo en círculo, me aclaré la
garganta y puse manos a la obra.
"Muy bien, por la presente llamo a esta reunión del equipo Dead End. ¡Esta es nuestra
primera reunión desde que llegamos a la capital de Millis, todos! ¡Hagamos que sea una para
recordar!"
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Tuve que decir "Aplausos, por favor", y juntar mis manos unas cuantas veces antes de que
Eris y Ruijerd dudaran en seguirlo. Honestamente. Esos dos nunca fallaron en decepcionarme.
"Ahora bien ... Finalmente hemos llegado hasta aquí, amigos. Esto es un verdadero logro."
Había una verdadera emoción en mi voz mientras decía esas palabras. Había sido un largo
y duro trabajo llegar a este punto. Habíamos pasado más de un año en el Continente
Demoníaco, y unos buenos cuatro meses en el Gran Bosque. Ahora, por fin, habíamos llegado
a la región de este mundo donde residía la humanidad. La parte más peligrosa de nuestro viaje
había quedado atrás. De aquí en adelante, los caminos estarían bien mantenidos, y el terreno
en su mayoría agradable y nivelado. Comparado con lo que habíamos pasado anteriormente,
debería ser un paseo total.
Por supuesto, en términos de distancia, todavía nos quedaba un largo viaje por delante. La
distancia entre Asura y Millis era aproximadamente un cuarto de la circunferencia del planeta.
No importa lo bonitos que fueran los caminos, no íbamos a lograrlo en una semana. De hecho,
probablemente teníamos otro año de viaje sólido por delante.
Dado eso, nuestro mayor problema a largo plazo sería probablemente de naturaleza
financiera. "Por el momento, creo que deberíamos quedarnos en esta ciudad por un tiempo
para ahorrar algo de dinero".
"¿Por qué?" preguntó Eris, frunciendo su ceja.
Era una pregunta razonable. Traté de responder tan claramente como pude. "Bueno, hemos
logrado atravesar el Continente Demoníaco y el Gran Bosque muy bien, pero las cosas tienden
a ser mucho más caras en territorio humano."
Pensé en la investigación de mercado que había realizado en nuestro camino hacia aquí.
Nunca tuve la oportunidad de husmear en el Puerto Zant, pero todavía recordaba lo que la
mayoría de las cosas se hacían en varias partes del Continente Demoníaco y en el pequeño
pueblo en el que nos detuvimos pasando la montaña del Wyrm Azul. Casi todo lo que había
en el mundo era más caro en Millis y en el Reino de Asura. La tarifa nocturna de esta posada
habría sido completamente alucinante para los estándares del Continente Demoníaco.
La humanidad era un grupo codicioso, evidentemente. Nos importaba mucho más el dinero
que cualquiera de las otras razas.
"El valor de la moneda de Millis es muy alto. Sólo las monedas de Asuran valen más, hasta
donde yo sé. Eso significa que todo es caro aquí, pero también significa que los trabajos en el
gremio local pagarán muy bien. En vez de parar una semana en cada pueblo como hicimos en
el Continente del Demonio, creo que es más eficiente para nosotros quedarnos aquí por un
mes y ahorrar mucho dinero en efectivo de una sola vez".
Una vez que tuviéramos una buena pila de valiosas monedas de Millis en nuestros bolsillos,
el resto del viaje sería mucho más fácil. Nos ayudarían mucho a atravesar las regiones del sur
del continente central.
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"Para empezar, no sabemos cuánto cobrarán a un Superd por el pasaje en el barco al
continente central, ¿verdad?" Dije que...
Eris hizo una mueca con la palabra "barco". Nuestro anterior viaje por mar fue un recuerdo
miserable para ella. Me sentí muy diferente, por supuesto. Mis recuerdos de haberla consolado
mientras estaban mareada siguieron siendo una fuente de gran placer.
"Considerando todas las cosas, creo que deberíamos concentrarnos en ganar dinero en
Millishion por un tiempo, y luego dirigirnos directamente al Reino de Asura. Puede que no
podamos hacer mucho para mejorar la reputación de los Superd durante un tiempo, aunque...
¿Te parece bien, Ruijerd?"
"Por supuesto", respondió Ruijerd, asintiendo ligeramente.
No esperaba que se opusiera. En ese momento, estaba ayudando con eso porque quería
hacerlo.
Personalmente, me hubiera gustado instalarme aquí por un tiempo y dedicar un verdadero

esfuerzo a cambiar la opinión pública de su pueblo. Seis meses o un año de trabajo diligente
en una gran ciudad como ésta podría tener un impacto de gran alcance.
Dicho esto, ya habíamos pasado un año y medio sólo para llegar hasta aquí. No quería
alargar este maratón de un viaje más largo de lo necesario. Quiero decir, yo había estado
"perdido" durante dieciocho meses, ¿verdad? Paul y Zenith probablemente estaban muy
preocupados.
Me pregunto qué están haciendo ahora mismo... Nunca llegué a enviarles una carta,
¿verdad?
Siempre quise hacerlo, pero los acontecimientos conspiraban constantemente para

distraerme. Se me debe haber olvidado media docena de veces. Bueno, no hay momento
como el presente...
"Bien entonces. Hagamos de mañana un día libre, ¿sí?"
Esto no era un concepto nuevo para nosotros. Había anunciado "días libres" varias veces
en el pasado. Al principio, fue por la preocupación por Eris, pero en algún momento, empecé
a llamarlos principalmente por mi propio bien. La chica nunca mostró ningún signo de fatiga, y
Ruijerd era el hombre más duro que conocía. Yo era definitivamente el débil de este grupo.
Por supuesto, era mucho más fuerte de lo que había sido en mi vida anterior. No podía
sostener una vela ante estos dos, pero al menos estaba al nivel de un típico aventurero. El
agotamiento físico no solía ser un problema.
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El agotamiento mental, por otro lado... Esa era una historia diferente. Por un lado, todavía
tenía algunos problemas para matar a los seres vivos. Cuanto más íbamos por ahí matando
monstruos, más estrés se acumulaba en mi interior.
Aunque no llamaba a este particular "día libre" por la fatiga. Sólo quería asegurarme de no
olvidarme de volver a escribir esa carta. Si pasábamos el día de mañana reuniendo
información, revisando la lista de trabajos del Guild y lidiando con todas las demás cosas de
nuestra lista de tareas, se me iba a olvidar una vez más. Esta vez, iba a tomarme un día para
finalmente encargarme de esto.
"¿Te sientes mal otra vez, Rudeus?"
"No, este es un poco diferente. Necesito tomarme un tiempo para escribir una carta".
"¿Una carta?"
Asentí con la cabeza a Eris. "Deberíamos dejar que todos en casa sepan que estamos bien,
¿verdad?"
"Hmm... bueno, está bien. Supongo que te dejaré eso a ti, entonces."
"Sí. Me ocuparé de ello".
Mañana, finalmente iba a terminar esto. Me tomaría mi tiempo, pensaría en mis días en
Buena Village y escribiría a Paul y Sylphie.
Cuando me envió a servir como tutor de Eris, Paul me advirtió que no le enviara ninguna
carta... pero bajo estas circunstancias, seguramente no le importaría.
Las probabilidades de que una carta les llegara no eran tan buenas, por supuesto. Cuando
Roxy y yo manteníamos correspondencia entre Asura y Shirone, parecía que tal vez una de
cada siete cartas que enviábamos llegaba realmente, por lo que siempre teníamos que enviar
varias copias del mismo mensaje. Yo también tendría que hacer lo mismo esta vez.
"Por cierto, ¿qué harán ustedes dos?" Yo pregunté.
Eris respondió rápida y enérgicamente. "¡Voy a ir a matar algunos goblins!"
"¿Goblins?"
Espera, espera. ¿Goblins? ¿Son estos los goblins con los que estoy familiarizado? ¿Como...
tipos amarillo-verdes, tal vez la mitad del tamaño de un humano, con los garrotes toscos? ¿Los
que siempre aparecen en los juegos pornográficos de fantasía?
"Sip." Yo le digo a alguien que tiene un montón de ellos apareciendo por aquí. Es
exactamente el tipo de cosas con las que los aventureros deberían tratar, ¿verdad?" Eris
respondió alegremente.
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Para ser totalmente honesto, había oído hablar un poco de ellos en nuestro viaje. En este
mundo, los goblins eran considerados básicamente como una especie de alimañas. Se
reproducían rápidamente y causaban todo tipo de problemas a la gente. Eran lo
suficientemente inteligentes como para comunicarse verbalmente, por lo que técnicamente
podrían ser clasificados como demonios, pero la gran mayoría de ellos vivían como animales
salvajes. Así que cuando su número se les fue de las manos, típicamente eran exterminados.
"Muy bien, entonces. Ruijerd, ¿puedes ir con ella y.…?"
"¡Oh, vamos! ¡Puedo manejar algunos goblins por mi cuenta!" Eris interrumpió indignado.
La mirada en su rostro sugería que estaba más que un poco ofendida.
¿Qué se suponía que debía hacer aquí?
Eris era una luchadora muy competente. Y los goblins eran monstruos de rango E, no
exactamente un enemigo desafiante. No vivían en el Continente Demoníaco, así que nunca
había visto uno, pero por lo que había oído, incluso un niño que había aprendido un poco de
manejo básico de la espada podía manejarlos, sin problemas.
Tal vez sería un poco sobreprotector que se llevara a nuestro guardaespaldas. Después de
todo, la niña podía manejarse bien incluso contra monstruos de rango B... pero aún así.
Cuando una chica aventurera es golpeada por un Goblin, es un final malo instantáneo como
esclava sexual, ¿cierto? No sabía mucho sobre los Goblins de este mundo, pero eso era
definitivamente todo lo que hacían en el mío. Y quiero decir, si yo fuera el Goblin afortunado
que se las arregló para dejar a Eris inconsciente, ciertamente me sentiría con derecho.
Si algo tan terrible le pasara a Eris en el momento en que le quitara los ojos de encima,
nunca más podría enfrentarme a Ghislaine o Philip...
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"Está bien, Rudeus, dijo Ruijerd, sacándome de mi ensueño. "Deja que ella se encargue de
esto sola".
Eso fue inusual. Normalmente, se mantenía al margen de este tipo de discusiones. Durante
el último año y medio, Ruijerd había estado dando lecciones a Eris sobre cómo luchar contra
todo tipo de monstruos y enemigos diferentes. Sus métodos educativos eran demasiado
oscuros para que yo los siguiera, pero ella claramente había aprendido mucho de él. Si él
estaba convencido de que ella podía hacer esto, probablemente iba a estar bien.
"Bien entonces. No te descuides ahí fuera sólo porque son débiles, Eris."
"¡Sí, lo sé!"
"Asegúrate de estar bien preparada antes de salir también".
"¡Claro!"
"Si las cosas se ponen difíciles, sólo gira y huye, ¿de acuerdo?"
"¡Bien, bien! ¡De acuerdo!"
"Y en el peor de los casos, agarra al pequeño asqueroso por la mano y grita '¡Este goblin
es un abusador!' en la parte superior de tu..."
"¡Oh, ya basta! ¡Puedo ocuparme de exterminar algunos goblins, Rudeus!"
Ups. Ahora yo había ido y la había hecho enojar.
Para ser honesto, todavía estaba un poco ansioso por esto, pero tendría que poner mi fe en
el juicio de nuestro guerrero veterano. "En ese caso, no diré nada más. Buena suerte ahí fuera,
Eris."
"¡Gracias!" dijo, asintiendo con la cabeza en satisfacción. "¡No te preocupes, yo me

encargo!"
"¿Y tú, Ruijerd? ¿Qué harás mañana?"
"Creo que iré a saludar a un conocido mío."
Debía ser la primera vez que le oía usar la palabra "conocido". "¿No me digas? No sabía
que... tuvieras alguno de esos, en realidad".
"Bueno, por supuesto que sí."
Por lo que yo sabía de su historia, Ruijerd había estado vagando por el desierto solo durante
bastante tiempo... pero después de quinientos años de eso, supongo que probablemente se
había encontrado con algunas personas por casualidad. Parecía un poco extraño que una de
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esas personas viviera hasta aquí en Millishion. Por otra parte, esta era una ciudad enorme, así
que tal vez tenía sentido desde el punto de vista estadístico.
"¿Qué clase de persona es?"
"Un guerrero".
Ah. Probablemente alguien a quien rescató en las tierras salvajes del continente demoníaco
en su día o algo así, ¿eh? Bueno, de una forma u otra, no estaba a punto de entrometerme.
No era el padre de Ruijerd y no sentí la necesidad de interrogarlo sobre con quién andaba en
su tiempo libre.
◇◇◇
A la mañana siguiente, Eris y Ruijerd salieron a hacer sus respectivos encargos, y yo salí a
la ciudad a comprar papel, bolígrafos y tinta. Me imaginé que podría aprovechar la oportunidad
de pasear por los puestos al aire libre durante un tiempo hasta que tuviera una idea decente
de lo que cuesta la mayoría de las cosas en Millis.
Resultó que la comida era en realidad un poco más barata que en el Continente Demoníaco.
Naturalmente, la selección también era mucho, mucho mejor. Había mucha carne y pescado
fresco disponible, e incluso tenían una buena variedad de verduras.
Sin embargo, la mayor sorpresa fue definitivamente los huevos. Había muchos, todos recién
puestos, y eran increíblemente baratos. Había visto huevos a la venta unas cuantas veces en
el Continente Demoníaco, pero eran puestos por monstruos en vez de por pájaros. La idea era
hacerlos eclosionar, dejar que la criatura se fijara en ti, y luego entrenarla como tú quieras.
Naturalmente, nadie comía esas cosas. Eran demasiado caras para convertirlas en una tortilla.
Los pollos eran una cosa en este mundo, por cierto. Había habido unas cuantas personas
que los criaban en Buena Village, y por lo que se ve, las aves de corral eran una industria
importante en Millis también.
De repente, me moría por volver a comer huevo sobre arroz. Lo sé, lo sé... cosas bastante
básicas. ¡Pero vamos! ¡Es una comida completa y nutritiva en sí misma!
Lamentablemente, aunque tenía muchos huevos disponibles en ese momento, no parecía

haber arroz o salsa de soja que los acompañara. El pan era aparentemente la piedra angular
de la dieta de Millis, al igual que en Asura.
El arroz existía en este mundo, aunque no estuviera a la venta en el mercado de aquí. Era
el alimento básico en las regiones del norte y el este del continente central, y Roxy mencionó
una vez que también estaba disponible en el reino de Shirone. La mayoría de ellos lo usaban
como base para algo como el arroz frito o la paella, con mucha carne, verduras y mariscos.
Desafortunadamente, parecía que no hacían cría de aves en Shirone, por lo que los huevos
eran supuestamente un producto raro. Tal vez el clima no era adecuado para criar pollos.
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En cuanto a la salsa de soja, nunca había visto nada parecido en este mundo. Una vez noté
algo que se parecía mucho a la soja al hojear un diccionario de plantas, pero parecía posible
que nadie hubiera intentado fermentarlas y convertirlas en salsa todavía.
No, no. ¡No puedo permitirme ser pesimista! Había huevos y arroz aquí, ¿verdad? En ese
caso, también tenía que haber salsa de soja en alguna parte. Sólo necesitaba buscar lo
suficiente.
Algún día, reuniría todos los ingredientes y haría mi sueño realidad. Aunque los huevos
fueran un poco insalubres, la magia de la desintoxicación podría manejar un poco de
intoxicación alimenticia muy bien.
Una vez que terminé mi rápida encuesta sobre el mercado local y compré un juego de
papelería básica, empecé a volver a la posada mientras trataba de averiguar exactamente qué
poner en esta carta.
Esta iba a ser la primera vez que le escribía a Paul o Sylphie. ¿Debería empezar con mis
años en la casa de los Boreas...? No, lo importante era hacerles saber que estaba a salvo. Es
mejor empezar con nuestro teletransporte al Continente Demoníaco.
Ahora que lo pienso, tenía mucho que contarles. Empecé a viajar con un legendario guerrero
Superd, conocí a la Gran Emperatriz Demonio, e incluso pasé tres meses enteros en un pueblo
Beastfolk.
Hmm... ¿Iban a creer algo de eso?
Les diría la verdad de cualquier manera, por supuesto. Pero parecía improbable que alguien
en casa se creyera mi historia de que recibí un Ojo Demoníaco de la propia Kishirika Kishirisu.
Hablando de beastfolk... Sería bueno saber si Ghislaine está bien. Presumiblemente

también la habían llevado a algún rincón del mundo. Asumiendo que no la dejaron caer en
medio de un volcán o algo así, tuve que pensar que estaba a salvo. La mujer era una fuerza
de la naturaleza, después de todo.
¿Cuántas personas más fueron teletransportadas, de todos modos? El muro de luz provenía
de la Ciudadela de Roa, por lo que parecía posible que todos en la finca de Boreas hubieran
sufrido el mismo destino que Eris y yo. Hmm. Eso sería Philip, Sauros, Hilda, Alphonse el
mayordomo ... y todas las criadas, para empezar. Sentí que el viejo Sauros podía abrirse
camino a gritos por la vida sin importar dónde terminara, pero aún así...
"Sí, ahora estoy preocupado..."
Murmurando para mí mismo, giré hacia una calle lateral estrecha. Millishion tenía bastantes
de estos, como resultó ser. El trazado de la ciudad se veía limpio y ordenado a la distancia,
pero a medida que los viejos edificios eran derribados y reemplazados, pequeños callejones
sucios como este tendían a abrirse entre ellos.
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Por supuesto, todo seguía alineado en una cuadrícula, por lo que no había que preocuparse
por perderse en algún laberinto sinuoso. Por eso había decidido tomar una ruta diferente para
volver a la posada. No podía hacer daño explorar un poco las calles de la ciudad. Si tenía
suerte, podría tropezarme con algún encantador carril de amantes o algo así. Nuestra pelirroja
tenía una personalidad algo violenta, pero parecía capaz de apreciar un poco de belleza de
vez en cuando. Y si nos quedábamos en esta ciudad un mes entero, probablemente
tendríamos tiempo para una "cita" o dos. Podría ganarme unos cuantos puntos de afecto extra
si encontrara algunos lugares agradables para llevarla.
Justo cuando me perdía en mis pensamientos, noté que un grupo de cinco o más hombres
se movían rápidamente hacia mí desde el otro lado del callejón. No parecían aventureros, a
simple vista, sino más bien unos vulgares delincuentes callejeros. Sus trajes parecían
destinados a la intimidación. Sólo un montón de chicos alborotadores, probablemente. Aún así,
fue un poco grosero extenderse por un callejón estrecho como este. El peatón educado
siempre dejaba espacio para alguien que se dirigía hacia el otro lado. Un niño como yo no
necesitaba tanto espacio, cierto, pero a este paso nos íbamos a encontrar. Deberían acercarse
a mí en fila india y apartar la vista de...
"¡Muévete, chico!"
Instantáneamente me presioné contra la pared del callejón.
No te hagas una idea equivocada. Sólo quería evitar cualquier disputa sin sentido. Quiero
decir, ¡parecía que tenían mucha prisa! Y yo no la tenía. No es que me apartara de su camino
porque dieran un poco de miedo o algo así. ¡De verdad, lo prometo! ¡No tengo miedo de los
delincuentes! Te lo juro por mi corazón y juro que moriré.
Piénsalo, de todos modos. No puedes juzgar un libro por su portada, ¿verdad? Parecían un
montón de delincuentes callejeros, pero por lo que sé uno de ellos es un famoso maestro
espadachín.
Si me hubiera confiado demasiado y hubiera objetado su grosería, me habría encontrado

siendo cortado en pedazos por la Furia del Noble, o algo así. Quiero decir, este era un mundo
en el que una niña a punto de morir de hambre en la calle podía convertirse en una Gran
Emperatriz Demoníaca, ¿verdad? No hay razón para pelearse por algo.
Esa fue mi conclusión inicial, al menos. Pero mientras pasaban a mi lado, noté que dos tipos
en el medio del grupo llevaban un saco de tela. Y había una pequeña mano que sobresalía de
ella. Parecía que llevaban a un niño dentro de un saco, nada menos.
¿Otra vez con los secuestradores?
Este mundo tiene un amplio suministro de esos, si no hay nada más. Los criminales siempre
estaban secuestrando niños cada vez que podían. Tampoco era un asunto regional; ocurría
en todas partes, desde el Reino de Asura hasta el continente demoníaco, el Gran Bosque y el
País Santo de Millis.
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Por lo que me contó Geese, el secuestro tendía a ser una línea de trabajo muy rentable. El
mundo estaba mayormente en paz en este momento, con la excepción de algunos conflictos
menores aquí y allá. Algunos esclavos llegaron al mercado desde las regiones centrales y del
norte del continente central, pero eso fue todo. Y mucha, mucha gente quería esclavos. Eso
era particularmente cierto en los países más ricos como Millis y Asura, donde las clases altas
y ricas buscaban constantemente comprar gente. Básicamente, la oferta no era lo
suficientemente grande para satisfacer la demanda. Las víctimas de secuestro alcanzaban
altos precios en el mercado, y mientras esto fuera cierto, el problema nunca iba a desaparecer.
Para eliminar la práctica por completo, aparentemente tendrías que empezar una o dos guerras
masivas.
En cualquier caso... ¿y ahora qué?
Dado el número de hombres, probablemente estábamos hablando de un crimen

premeditado. No sería sorprendente si el chico de la bolsa fuera el hijo o la hija de alguien
relativamente prominente en estos lugares.
Para ser honesto, no quería involucrarme en esto. La última vez que rescaté niños de una
banda de secuestradores, terminé siendo tomado por uno de los criminales y arrojado a una
celda en la cárcel. Y eso fue hace sólo unos meses, así que el recuerdo todavía estaba
dolorosamente fresco.
¿Iba a dejar al niño a su suerte, entonces?
No, no. Por supuesto que no. Siempre habrá secuestradores ahí fuera, para estar seguros.
Y esto estaba trayendo algunos recuerdos desagradables. Pero nada de eso justificaba mirar
hacia otro lado.
La primera regla del equipo Dead End era "Nunca abandones a un niño en peligro". Y la
segunda regla del equipo Dead End era "Nunca, nunca abandones a un niño en peligro".
Dead End era un equipo de buenos chicos. Nos mantuvimos firmes frente al mal;
rescatamos niños cada vez que podíamos. Y poco a poco, difundimos la buena fama de Ruijerd
y el Superd.
Me giré y seguí en silencio a los cinco hombres con el saco de tela.
◇◇◇
Mis habilidades para escabullirme se habían nivelado en algún momento. Supongo que
seguir a Eris y compañía en Doldia era una buena práctica. Los secuestradores llegaron y
entraron en su destino, un almacén anodino, sin ni siquiera echar un vistazo en mi dirección.
Un grupo bastante descuidado. Obviamente necesitaban mejorar su sentido del olfato, para
empezar.
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El almacén en cuestión estaba situado en un rincón tranquilo del Distrito de los Aventureros,
más alejado de la multitud que la posada en la que nos alojábamos. No se podía ver este lugar
desde la calle; la única manera de llegar a él era a través de un estrecho callejón. No había
manera de que un carruaje de caballos pudiera llegar a él. Ni siquiera sería posible cargar algo
voluminoso. Me preguntaba por qué diablos alguien pondría un almacén en un lugar tan
inaccesible. El almacén probablemente había sido construido algún tiempo antes que los
edificios que ahora lo rodeaban. A veces la planificación de la ciudad puede fastidiarte de
verdad, ¿no?
No es que eso importe realmente. Una vez que me sentí confiado de que el grupo no se
limitaba a pasar por aquí, me trasladé a la parte trasera del edificio y utilicé la magia de la tierra
para despegar del suelo, lo que me permitió entrar en el edificio a través de una ventana
relativamente alta. Me arrojé al piso, me arrastré hasta una pila desordenada de cajas de
madera, me escondí dentro de una y luego me asomé con cautela para ver cómo estaba el
terreno.
Los cinco secuestradores estaban parados al otro lado del almacén poco iluminado,
hablando de cosas. Por lo que pude averiguar, tenían muchos amigos bebiendo en el bar de
al lado, y alguien tenía que ir a informarles de que el "trabajo" estaba resuelto.
Tenía dos opciones básicas en este punto. Podía tratar de sacar a estos cinco antes de que
trajeran a toda la pandilla aquí, o podía quedarme aquí, mirar cuidadosamente las caras de
sus compañeros y salir a escondidas con el niño cuando tuviera la oportunidad. Este último
enfoque sonaba mucho más atractivo, así que decidí instalarme en mi caja y ponerme cómodo.
¿Qué había en esta cosa, de todos modos? Gracias a la pobre iluminación, yo no había
podido ver bien su contenido. Fuera lo que fuera, definitivamente estaba hecho de tela.
Demasiado pequeños para ser camisas o pantalones, sin embargo. Y por alguna razón,
acostarme en una pila de ellos me hizo sentir extrañamente... tranquilo.
Extendí la mano y tomé una en mi mano. La forma y la textura de la tela me eran familiares:
un trozo de tela cuidadosamente cosido con una profundidad definida y tres agujeros distintos.
En una sección en particular, la tela era el doble de gruesa; pensé que podía sentir un matiz
de poderosa energía mística cuando tocaba esa parte.
"¡Whoa! ¡Espera, son bragas!"
"¿¡Quién está ahí!?"
O-oh mierda, ¡me han oído! Maldita sea... ¡Nunca esperé que pusieran una trampa tan
diabólica!
"¿Qué demonios? ¿Hay alguien en las cajas?"
"¡Muéstrate!"
"Hey, ¡ve a decirle al jefe! ¡Necesitamos a todos aquí!"

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Bueno, esto definitivamente no fue bueno. Mientras yo me sentaba, ya estaban llamando a
la caballería. Claramente era hora de un cambio de planes. Tendría que agarrar al chico ahora
y hacer una rápida huida, ¿verdad? Parecía la mejor opción. Espera, no... me verían la cara.
Ah, ¿en qué estaba pensando? Tenía una máscara perfectamente adecuada a mano.
¡Woooo! ¡Soy un pedazo de ardiente éxtasis, nena!
Solo bromeaba.
Por un momento, me detuve a considerar quitarme la bata para ocultar mejor mi identidad,
pero luego recordé que ni siquiera la llevaba puesta. Tampoco tenía mi bastón. Después de
todo, acababa de salir de compras.
Muy bien, entonces. Vamos a rodar.
"¡Whoa!"
"Lleva bragas en la cabeza, viejo..."
"Qué monstruo..."
Los hombres se quedaron momentáneamente atónitos por mi repentina y dramática

aparición. Aproveché la oportunidad para lanzarme a un monólogo. "¡Escúchenme, rufianes
codiciosos! ¿Cómo se atreven a arrancar a niños inocentes de sus familias? ¡Qué vergüenza!
¡Qué vergüenza! La gente llama a esto... ¡secuestro!"
El público no pareció apreciar mi impresión de Rom Stol. Tal vez no estaban al día con ese
viejo mecha anime.
"¿Quién demonios se supone que eres?"
"¡Soy Ruijerd de Dead End!"
"¿Qué? ¿Dead End?"
¡Oh, mierda! ¡La he cagado! Presentarme de esa manera ya era pura costumbre, así que
las palabras se me escaparon de la boca. Este era un caso en el que no debería haber dicho
nada.
¡Lo siento, Ruijerd! ¡A partir de hoy, eres un raro espeluznante que rescata niños mientras
lleva bragas en la cabeza! Pero no te preocupes. ¡Salvaré al niño, cueste lo que cueste!
"¡Malditos sean, asquerosos secuestradores! ¡Gracias a ustedes, un hombre inocente acaba

de ser calumniado gravemente! ¡Vuestra villanía no quedará impune!"
"¡Mira, chico, ve a jugar al héroe en otro lugar! Nosotros no..."

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"¡No he venido aquí para hablar, tonto! ¡Ataque al amanecer!"
"¡Gurgh!"
Acorté la conversación disparando un hechizo de Stone Cannon. Siempre es bueno tener

unos cuantos ataques preventivos. Este era el mismo enfoque que había usado para rescatar
a la Gran Emperatriz Demonio de ese viejo y sucio pedófilo en Puerto Viento, en realidad.
"¡Toma eso! ¡Y eso!"
"Guh!"
"¡Blagh!"
En un abrir y cerrar de ojos, noqueé a los cuatro hombres que se quedaron en el almacén.
Una vez que estuvieron todos abajo, me apresuré a revisar a su cautivo. "¿Estás bien, joven?
Hmmm. Parece que está inconsciente..."
Sentí que había visto a este chico en algún lugar antes. Había algo... muy familiar en él, en
realidad. Aunque no pude poner mi mano en ello. Raro.
Bueno, lo que sea. No era el momento de pensar en ello. Necesitaba salir de aquí antes de
que llegara el resto de la pandilla... Pero incluso mientras ese pensamiento corría por mi
cabeza, toda una multitud de hombres había aparecido en la puerta del almacén.
"¡Whoa! ¿Qué demonios? ¡Derribó a los cuatro!"
"¡El chico sabe cómo luchar! ¡Trae al capitán aquí, pronto!"
"Ha estado bebiendo mucho hoy, ¿sabes?"
"¡Sigue siendo un gran luchador, incluso cuando está borracho!"
Dos hombres se dieron la vuelta y salieron corriendo, presumiblemente para buscar a su

"capitán". Eso me dejó más de diez personas con las que lidiar, y ahora tuve que asumir que
vendrían más refuerzos.
Esto no era bueno. Esto no era bueno en absoluto. Tal vez debí haber mirado hacia otro
lado... o haber esperado hasta mañana, cuando podría haber convencido a Ruijerd de que me
ayudara. Atacar en solitario fue definitivamente un error. En este punto, mi única opción era
derribar a toda la banda.
"¿Qué clase de fenómeno es este tipo? Lleva bragas en la cabeza..."
"Espera, ¿estaba aquí para robar nuestra ropa interior?"
"¡Oh Dios! ¿¡Es algún tipo de criminal sexual!?"
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Ahora que miré más de cerca, había algunas mujeres en el grupo también. Lo siento,
Ruijerd. En serio... te debo una.
Con una última disculpa al hombre al que había agraviado tan profundamente, me centré
en la tarea que tenía entre manos. Afortunadamente, estos matones no eran nada especial.
Se lanzaron sobre mí en línea recta, así que fue fácil disparar un Stone Cannon antes de que
se acercaran demasiado. No eran lo suficientemente rápidos para esquivar mi magia, y un solo
golpe era suficiente para dejar a la mayoría de ellos inconscientes. Ninguno de ellos estaba
armado. Tampoco había magos de los que preocuparse. Todo iba mejor de lo que se esperaba
hasta ahora.
"Maldición, no podemos ni siquiera acercarnos..."
"¿Qué demonios pasa con este chico? ¿¡Está usando algún tipo de objeto mágico!?"
"¿Por qué tarda tanto el capitán?"
Para cuando noqueé a la mitad de ellos, los otros empezaron a agitarse visiblemente. Tal
vez sería capaz de salir de aquí sin demasiados problemas después de todo.
"¡El capitán llegará pronto, todo el mundo! ¡Sólo tenemos que aguantar hasta entonces!"
Bueno, eso es todo.
Dos mujeres habían aparecido en la puerta del almacén. Una de ellas era una guerrera
vestida con una armadura de bikini; la otra era una maga vestida normal. No había tardado
mucho en llegar esta oleada de refuerzos, pero supongo que no era sorprendente.
Aparentemente toda su pandilla estaba bebiendo justo al lado.
La mujer guerrera estaba mostrando mucha piel, por alguna razón. No había visto ni un solo
luchador en el Continente Demoníaco vestido tan poco elegantemente. Destacaba aún más
en comparación con el mago, que llevaba un traje perfectamente normal.
¡Maldita sea! ¿¡Quién es esta mujer!? ¡No puedo... apartar... mis ojos...!
"¡Le mantendré ocupado, Shierra! ¡Cúbreme!"
"¡De acuerdo!"
La dama del bikini sacó la espada de su cintura y corrió hacia mí. Mientras tanto, la maga
vestida en la parte de atrás tomó su bastón y... oh, mierda. Los pechos de la señora del bikini
se balanceaban como locos cada vez que daba un paso. ¡No dejes que se muevan tan
vigorosamente, chica! ¡Se van a liberar!
Fue honestamente bizarro. Si no fuera por eso, uno esperaría que la armadura del bikini
mantuviera su pecho firmemente en su lugar para no causarle problemas en la batalla. Todo
su atuendo parecía no tener ningún propósito práctico.
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Oh viejo, ¡sólo mira cómo van esas cosas! ¡Derecha... izquierda... derecha! Se acercaban,
se balanceaban de un lado a otro... Por un momento, cayeron, y luego volvieron a subir hacia
mi...
"¡Hiyaaaa!"
De repente, me di cuenta de que la señora del bikini estaba blandiendo su espada

directamente en mi cara.
"¡Gaah!" Dando tumbos reflexivos hacia atrás, logré evitar el golpe por un pelo de ancho.
¡Estuvo cerca! Maldición. ¡Esta chica pelea sucio!
¿¡Estaba usando esa cosa como una distracción deliberada!?
En este punto, noté una voz débil murmurando algo desde el otro lado de la habitación.
"-concéntrate donde quieras y emite un solo flujo puro por ahí-"
Oh, mierda. ¡Eso fue un encantamiento mágico! ¡Alguien estaba a punto de dispararme una
bola de agua!
Pensando rápido, extendí mi mano en la dirección general de la maga. Mi hechizo de

elección esta vez fue Muro de Piedra. La mejor manera de evitar un hechizo mágico basado
en el agua era poner un poco de arena absorbente y suciedad en su camino.
Mientras me apresuraba a lanzar el hechizo, miré rápidamente hacia delante y encontré a

la maga señalándome con su bastón, a punto de lanzar su ataque.
En el instante en que disparó su bola de agua, mi muro de piedra se levantó para enfrentarla.
El proyectil de alta velocidad estalló contra ella con un golpe que le partió la oreja, en lugar de
salpicarla. El agua salpicó en todas las direcciones por todo el almacén.
"¿Qué? ¿¡Qué fue eso!?"
Por lo que parece, la maga estaba bastante nerviosa, así que centré mi atención en la mujer
del bikini.
"¡Ah...!"
La fuerza de su ataque había dejado sus pechos moviéndose salvajemente por el aire.
Parecía que estaban a punto de liberarse. Casi podía... verlos...
"¡Hyaaaaaa!"
Atraído a la realidad en el último momento por su penetrante grito de batalla, me las arreglé
para volver a ponerme a salvo. Esta vez, puse un poco más de distancia entre nosotros antes
de ponerme en pie.
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La dama del bikini me miró fijamente, su espada aún contra el suelo donde había golpeado.
"¡Deja de escabullirte como una cucaracha, pequeño pervertido!" Mientras hablaba, levantó de
nuevo su arma, manteniéndola firme por encima del nivel de la cintura. Parecía haber
renunciado a abrumarme con velocidad y agresión. En vez de eso, empezó a acortar la
distancia entre nosotros de forma lenta pero constante.
Siguiendo su ejemplo, retrocedí hasta... Cuando sacó su espada así, sus brazos superiores
juntaron sus pechos. Era un escote impresionante...
¡Argh! ¡Vamos! ¡Deja de caer en su trampa, estúpido!
No pude mantener mis ojos en su maldita espada. ¿Cómo se supone que iba a luchar en
estas condiciones?
Ni la guerrera ni su amigo mago tenían un talento especial, para ser honesto. Pero a este
ritmo, nunca iba a acabar con ellos. Que Dios me ayude si ella sufriera un mal funcionamiento
crítico de su traje. Probablemente me cortaría en pedazos al instante.
¿¡Cómo se habían enterado de mi única debilidad!? ¿¡Quién me vendió, maldita sea!?
Bien, cálmate.
Sólo me estaba distrayendo aquí, así de simple. Esta no fue una táctica deliberada de su
parte. La pregunta era... ¿qué iba a hacer al respecto? Si quería convertir esto en una pelea
justa, tenía que conseguir que se cubriera el pecho de alguna manera. Y su agradable trasero
también, para el caso. ¿Cómo podría manipularla para que se pusiera algo de ropa de verdad?
Tal vez podría decir algo para tratar de avergonzarla... Hmm, no. Si ella hubiera elegido este
traje deliberadamente, ese enfoque podría resultar contraproducente.
"¡Mierda!"
¡Claro! ¡Ahora lo tenía!
¿Están familiarizados con la historia del viento del norte y el sol, todos?
Érase una vez, el viento del norte y el sol competían para ver cuál de ellos podía obligar a
cierto viajero a desnudarse. El viento del norte trató de quitarle la ropa con ráfagas frías y
penetrantes, pero el viajero simplemente apiló capas adicionales de ropa en su lugar. El sol,
sin embargo, simplemente la calentó hasta que empezó a quitarse la ropa por propia voluntad.
En otras palabras, si yo hacía las cosas bien y calientes y aquí, ella se desnudaba totalmente
de eso...
No, no, ¡no! Eso es exactamente lo que no queremos, ¿¡recuerdas!?
Sí, claro. Frío. Frío era lo que necesitábamos aquí.
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"No tienes a donde correr", llamó la mujer guerrera.
Miré detrás de mí y me di cuenta de que me había apoyado todo el camino contra la pared
del almacén. No era un problema, sin embargo. Ya había elaborado mi estrategia. Sin decir
una palabra, extendí las dos palmas de las manos hacia mi asaltante, que vestía muy poco.
"Icicle Field".
En el momento en que canalizé mi energía mágica a través de mi mano derecha, el aire

amargamente frío salió de la nada para llenar el almacén. La temperatura bajó treinta grados
centígrados casi instantáneamente. De repente, fue como si estuviéramos dentro de un
refrigerador.
"¿¡Qué demon...!?"
Ya se me puso la piel de gallina en los brazos de la señora del bikini, pero aún no había
terminado. Esta vez, dejé que mi energía mágica se dirigiera a mi mano izquierda.
"Blast".
Una gran ráfaga de viento hizo que la mujer volara hacia atrás. Para cuando dejó de caer,
la envié hasta la entrada del almacén. Estaba pensando en llamar a esta pequeña combinación
de hechizos " Polar Blast".
"Haa-choo!"
El aire aquí era tan frío ahora que sentía que yo mismo podría resfriarme, pero había logrado
lo que me propuse hacer a la perfección. Temblando y estornudando, la mujer de la armadura
de bikini hizo un gesto frenético a sus amigos para que le dieran un abrigo. Ya estaba fuera de
peligro. Una vez que esos pechos estuviesen ocultos a la vista, no había forma de que ella
sacase lo mejor de mí. Todo lo que quedaba era dejar a todos sin sentido y hacer mi huida...
"¡Estoy aquí, gente! ¡Lamento haberlos hecho esperar!"
...o eso pensaba, hasta que mi nuevo retador irrumpió.
El hombre de la puerta me resultaba familiar. Algo en su cara me hizo sentir un poco...

nostálgico. Había visto a este tipo en algún lugar antes, ¿verdad? ¿Pero dónde? No venía a
mí.
"Tch". Este pequeño rufián se ha convertido en una verdadera molestia, ¿eh? Hic... ¡Atrás,
todos! No hay razón para juntarnos con un mocoso... Lo derribaré personalmente."
El hombre estaba obviamente confiado en sus habilidades, pero también parecía que podría
estar borracho. Incluso desde la distancia, podía verle balanceándose inestablemente, y su
cara estaba teñida de rojo.
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En serio, sin embargo. Cuanto más miraba a este hombre, más familiar parecía. Con el pelo
castaño y la cara un poco matona, se parecía un poco a Paul... Ahora que lo pienso, también
se parecía mucho a él. Sí. Si pusieras a Paul en una dieta de hambre y no le dejaras dormir
bien durante un par de meses, probablemente acabaría pareciéndose a esto. Me hizo dudar
un poco de lanzar cualquier ataque serio al tipo.
Pero por supuesto, no había manera de que mi padre estuviera con un montón de
secuestradores en Millis, de todos los lugares.
"Hey, ¡tú! ¿Crees que puedes entrar aquí y golpear a mi gente? Bueno, ¡haré que vivas para
lamentarlo!"
El hombre se puso al frente de su grupo, escupió unas pocas palabras ardientes en mi

dirección y sacó un par de espadas de sus vainas. Cualquiera capaz de blandir dos espadas
de forma competente tenía que ser un maestro espadachín. Solo por su postura, tuve la clara
sensación de que estaba en un nivel totalmente distinto al de la dama de la armadura de bikini.
¿Será que Stone Cannon podría ser suficiente para lidiar con él?
Hmm... No quiero usar nada que pueda matar al tipo, aunque...
Tal vez sintiendo mi vacilación, el hombre atacó abruptamente hacia adelante.
"¡Wah...!"
Me tomó un poco desprevenido, pero me las arreglé para disparar un hechizo tardío de
Stone Cannon. El hombre reaccionó instantáneamente, girando la espada en su mano derecha
en diagonal para desviar el proyectil.
"Estilo Dios del Agua, ¿eh?"
"¡Eso no es todo lo que tengo para ofrecer, amigo!"
Estaba casi encima de mí ahora. Actuando por puro reflejo, desencadené una onda
expansiva y me envié volando hacia atrás por el aire.
"¡Ha!"
"¡Whoa!"
Activé mi Ojo de la Previsión para ver el futuro y ayudarme a esquivar sus ataques
posteriores. El hombre era rápido con sus espadas, pero su juego de piernas parecía un poco
descuidado. Probablemente estaba relacionado con todo el alcohol de su sistema. Tal vez
podría hacer esto, después de todo.
"¡Tch! Se mueve igual que el chico, maldita sea... ¡Vierra! ¡Shierra! ¡Ven a echarme una
mano!"
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Justo así, la dama de la armadura de bikini y su amiga maga se adelantaron de nuevo. ¿Qué
pasó con lo de derribarme tú solo, eh? ¿¡Qué clase de hombre eres, de todos modos!?
La mujer guerrera, ahora toda cubierta con un abrigo, dio vueltas a mi lado. Y la maga ya
estaba empezando a cantar otro encantamiento. Esto definitivamente no era bueno. Los
ataques del hombre eran feroces y persistentes, y yo tenía las manos ocupadas esquivándolos
a todos.
Afortunadamente, todavía tenía uno o dos trucos bajo la manga.
"¡Wah!"
"¡Ugh!"
Usando la magia vocal de los beastfolk, detuve al hombre en su camino por un instante,
dándome tiempo para enviarlo a volar con una rápida onda expansiva.
"¡Stone Cannon!"
Manteniendo un ojo en el hombre mientras caía de espaldas, disparé un rápido hechizo

ofensivo a la mujer maga. A continuación, justo cuando la señora de la armadura en bikini me
estaba blandiendo la espada, usé mi Ojo de la Previsión para evadir el golpe y dar un sólido
contragolpe.
La maga se había centrado en su conjuro. Mi hechizo la golpeó de frente y la dejó
inconsciente. La mujer guerrera se tambaleó hacia atrás, pero aún no estaba fuera de la lucha,
a juzgar por la furia de sus ojos.
Y, por supuesto, a estas alturas, el hombre estaba regresando a mí otra vez.
"¡Shierra! ...¡Pagarás por eso, mierdecilla!"
Justo cuando dio un paso adelante, transformé el suelo debajo de él en un pequeño parche
de pantano fangoso. Su pie se sumergió directamente en él, y cayó torpemente hacia el suelo.
"¡Capitán!"
Por un momento, los ojos de la mujer guerrera estaban en él en vez de en mí. Mala idea.
Sin decir una palabra, disparé otro Stone Cannon directamente hacia ella.
"¡Ah!"
Dos abajo, falta uno.
"Vierra". ¡Maldita sea!"
Metiendo una de sus espadas en su vaina, el hombre metió la otra en su boca. Activé mi
Ojo de Previsión.
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El hombre corre hacia mí a cuatro patas.
¿Este tipo era un perro o qué?
Disparé múltiples hechizos de Stone Cannon para mantenerlo alejado y retrocedí para poner
más distancia entre nosotros. Desafortunadamente, este almacén no era particularmente
grande. No había una forma fácil de evitar que cerrara la brecha.
"¡Raaaah!"
Retorciendo su cuerpo de forma extraña, el hombre saltó del suelo. De alguna manera se
las arregló para desenvainar la espada en su cadera incluso mientras se abalanzaba sobre mí
como un animal. Sus ataques fueron rápidos y furiosos, desde posturas tan extrañas que
nunca supe que esperar.
El hombre agarró la espada en su boca con su mano izquierda y la balanceó bajo su mano.
Qué movimiento tan extraño.
Este hombre estaba desafiando mis expectativas en cada momento. Sin el Ojo de la
Previsión, nunca hubiese podido evitar ese último. Tal como estaba, su espada rozó la punta
de mi nariz. El corte hormigueaba dolorosamente.
“…”
El corazón me latía en el pecho. No estaba tratando de matar a este hombre, pero él tenía
toda la intención de quitarme la vida. Por alguna razón, eso no se había notado hasta este
momento. Debería haber sido obvio desde el principio. Si no le daba a esto todo lo que tenía,
no iba a salir vivo de este almacén.
Apreté los dientes y me bajé hasta casi la cuna. Pensé en mi entrenamiento con Ruijerd y
Eris. El estilo feroz y bestial de este hombre probablemente se acercaba a la forma en que
Ruijerd atacaba mientras jugaba por cuenta propia, pero sus movimientos no eran tan rápidos
ni perfectos como los de Ruijerd. El factor de rareza era su principal ventaja. Yo podría hacer
esto.
La próxima vez que se abalanzara sobre mí, le daría un contragolpe y...
En ese momento, me di cuenta de que el hombre había dejado de moverse.
Un momento después, noté que el par de bragas que había estado usando en mi cabeza
estaban ahora en el suelo del almacén.
Mierda, esto no era bueno. Ellos verían mi cara...
"¿Eres... tú, Rudy?"
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¿Rudy?
Sólo había un hombre que me llamaba por ese nombre.
Y esa voz... ya no era la voz ronca de un borracho enfadado. De repente, sonaba como una
muy familiar.
"...¿Padre?"
◇◇◇
En los años transcurridos desde la última vez que lo vi, Paul Greyrat evidentemente había
experimentado una especie de transformación.
Su rostro estaba demacrado; tenía bolsas bajo los ojos y barba en las mejillas. Tenía el pelo
despeinado y su aliento apestaba a alcohol. Básicamente en todos los aspectos, mi padre
parecía un desastre total. La diferencia con el hombre que yo recordaba era... dramática, por
no decir otra cosa.
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Capítulo II – La Historia De Paul
Paul
Cuando abrí los ojos, me encontré en medio de una llanura de hierba.
Era una extensión de tierra llana y vacía, pero extrañamente me resultaba familiar. Traté de
determinar dónde estaba, y la respuesta me vino a la mente en poco tiempo. Estaba en el sur
del Reino de Asura, cerca de un pueblo en el que había pasado algún tiempo. Era el lugar
donde me había quedado cuando estaba aprendiendo el estilo del Dios del Agua... y el pueblo
natal de Lilia.
Naturalmente, llegué a la conclusión de que esto tenía que ser una especie de sueño. No
tenía ninguna razón para estar aquí, después de todo. Sin embargo, me trajo algunos
recuerdos. ¿Cuántos años había pasado en esta zona? ¿Uno? ¿Quizás dos? Todo lo que
sabía con seguridad era que no me había quedado tanto tiempo.
La mayoría de mis recuerdos de ese período de mi vida se referían a la sala de

entrenamiento y a los estudiantes de último año con los que me entrené allí. Eran una manada
de arrogantes idiotas con grandes bocas y ninguna habilidad real. Yo tenía talento real, así
que siempre estaban ocupados tratando de mantenerme en mi "lugar apropiado". Siempre
había odiado que me mandaran de esa manera; la única razón por la que me escapé de casa
en primer lugar fue para salir de debajo del pulgar de mi viejo, después de todo.
Pero al menos había sido un hombre genuinamente competente e intimidante, con suficiente
poder para justificar su ego. Los estudiantes de último año, por otro lado, eran sólo basura
inútil con las cabezas hinchadas. Cuando llegué al rango intermedio, todavía estaban
rezagados en las últimas etapas de sus lecciones de principiantes. Honestamente era algo
patético.
Diablos, incluso el maestro del salón de entrenamiento sólo había alcanzado el rango
Avanzado en el estilo del Dios del Agua. Era uno de esos viejos gallos a los que les encantaba
gritar sobre "agallas" y "determinación", a pesar de que nunca lo habían llevado a ninguna
parte. Quería mostrarle a cada uno de ellos lo bueno que yo era realmente algún día.
Nunca tuve la oportunidad, como resultó ser. Finalmente perdí la paciencia con sus
tonterías, me acosté con Lilia por despecho y me escapé por la noche. Había buscado estar
con ella por un tiempo... pero en ese momento, todo lo que quería era hacer un desastre de
algo que todos ellos atesoraban.
A la mañana siguiente, todos estaban fuera buscando furiosamente cualquier rastro de mí.
Huí a un país extranjero con una sonrisa de desprecio en mi cara.
Dios, realmente era un estúpido de mierda. No me importaba cuánto me odiaran los demás
estudiantes, pero sacar mi frustración sobre Lilia de esa manera no fue exactamente mi mejor
momento.
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"Mmm..."
El viento estaba aumentando. Me entró un poco de polvo en el ojo, y puse una ligera mueca.
Un momento después, hubo un pequeño tirón en mi manga.
"¿Papá? ¿Dónde estamos...?"
"¿Hm?"
Por alguna razón, tenía a Norn en mis brazos. Ella me miraba con ansiedad en sus ojos.
En ese momento, finalmente me di cuenta de que en realidad estaba parado en medio de

un campo con la ropa que usaba en casa. Podía sentir la tierra firme bajo mis pies... y el calor
del cuerpo de mi hija contra mi pecho.
Esto no era un sueño.
"¿Qué diablos...?"
No tenía ni idea de lo que estaba haciendo aquí. Si hubiera estado solo, probablemente
habría seguido creyendo que era un sueño. Pero Norn estaba justo ahí en mis brazos.
Sí. Esa era la pequeña Norn, de acuerdo. Mi adorable hija de tres años.
No la abrazaba así muy a menudo. Yo iba por un padre más severo y digno, así que
mayormente mantenía las expresiones físicas de afecto al mínimo. ¿Qué hacía ella en mis
brazos, entonces?
...Oh, es cierto. Ahora recuerdo.
Hace unos momentos, había estado charlando con Zenith en nuestra casa.
"Sabes, las chicas dejan que sus padres las abracen cuando crecen un poco. Deberían
hacer unos cuantos apretones mientras todavía puedas".
"No, estoy trabajando en mi dignidad paterna esta vez. Comparado con Rudeus, Norn
parece una chica normal, ¿verdad? Si juego bien mis cartas, apuesto a que puedo convencerla
de que soy el mejor hombre del mundo".
"¿No era ese el enfoque de tu padre, también? Pensé que lo odiabas."
"...Tienes razón. Muy bien, déjame a mí con ella."
Fue sólo una conversación tonta y casual. Lilia también estaba cerca, enseñando a Aisha
algo o lo otro. Después de darse cuenta de que la niña era "dotada", decidió nutrir sus talentos
a través de constantes lecciones y lecciones. Yo argumentaba que Aisha sería más feliz si la
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dejábamos tener una infancia más despreocupada, pero Lilia se echó atrás tan ferozmente
que yo tuve que echarme atrás.
Sin embargo, la niña crecía muy rápido. Había empezado a caminar a una edad muy
temprana, y absorbía todo lo que le enseñábamos como una esponja. Lilia era una buena
maestra, así que probablemente eso era parte de ello, pero Aisha estaba haciendo tantos
progresos que me hizo preocupar que pudiera haber algo malo con Norn.
Cuando me acerqué a Lilia, ella me dijo "Aisha no es nada especial comparada con el joven
maestro Rudeus. Y la señorita Norn es una niña perfectamente normal".
No me importaba si Norn era "normal" o no, de verdad. Pero cuando la imaginé creciendo a
la sombra de dos brillantes hermanos, me hizo sentir un poco mal por ella.
Recordé pensamientos como esos que corrían por mi mente...
Y entonces me vi envuelto de repente en una cegadora luz blanca.
Sí, ahora lo recuerdo. No había ningún tipo de brecha en mi memoria. El hecho de que
todavía tuviera a Norn en mis brazos era prueba de ello. La chica había estado caminando
sola durante algún tiempo, pero yo la sostenía en mi pecho.
Algo muy extraño estaba pasando. Eso fue inmediatamente obvio.
"¿Papá?" Norn me habló de nuevo con una voz intranquila. Ella había estado observando
mi cara todo este tiempo.
"Está bien, Norn". Dándole palmaditas suaves en la cabeza, miré alrededor del área. Zenith
y Lilia no se veían por ninguna parte. ¿Estaban en algún lugar cercano? ¿O era yo el único
que había sido traído aquí?
En ese caso, ¿por qué estaba Norn todavía conmigo?
Se me ocurrió una posibilidad.
Una vez activé una trampa muy desagradable en las profundidades de un laberinto, un
círculo de teletransportación oculto. Y esto se sintió muy similar. En ese momento, tuve la
suerte de ser teletransportado cerca de allí. Pero había agarrado a Elinalise por la manga en
el momento en que la trampa se disparó, lo que hizo que también la arrastrara. Estaba bastante
enfadada conmigo.
Si no tienes suerte, una trampa de teletransporte es el tipo de cosa que puede ser
instantáneamente letal. En realidad, no fue mi culpa que la pisara, ya que nuestro mono
explorador debería haberla detectado antes... pero eso no era importante ahora. Básicamente,
la magia de teletransportación era capaz de moverte instantáneamente a ti y a cualquiera con
el que estuvieras en contacto físico a un lugar diferente. Eso explicaría por qué Norn seguía
conmigo, pero las otras no.
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Pero, ¿por qué me teletransportaron? No había habido ninguna advertencia. ¿Alguien me
había hecho esto deliberadamente?
Para ser honesto, tenía enemigos por todas partes. No sería sorprendente que alguien me
atacara a escondidas, dadas las cosas malas que había hecho en el pasado. ¿Pero la magia
de teletransportación? Eso no tenía ningún sentido. Para empezar, no había ningún conjuro
conocido para ello. Para teletransportar a alguien, necesitabas usar un círculo mágico o un
objeto mágico especial. Los objetos de teletransportación estaban prohibidos en todo el
mundo, y la creación de círculos de teletransportación estaba prohibida desde hacía tanto
tiempo que el arte en sí estaba casi perdido. ¿Por qué alguien llegaría a extremos tan
peligrosos sólo para vengarse de un hombre como yo? ¿Y por qué me dejarían en un campo
vacío...?
¿Podría uno de los estudiantes de la sala de entrenamiento haber sido el responsable? Tal
vez todavía estaban guardando rencor y me teletransportaron para poder ponerle las manos
encima a Lilia. Tal vez me pusieron aquí para enviar un mensaje... y cuando volviera a mi casa,
me encontraría con que Zenith y Lilia estaban siendo despojados por una banda de matones
viciosos.
Maldición. Eso sonó como algo que esos bastardos pensarían.
"Uh, papá..."
"No te preocupes, Norn. No pasa nada. Volveremos a casa muy pronto."
Tratando de tranquilizarme tanto como Norn, me dirigí hacia el pueblo cercano.

Afortunadamente, tenía una moneda de oro de Asuran escondida en la vaina de mi espada
para emergencias. Y gracias a los viejos hábitos de mis días de aventurero, siempre mantuve
mi espada en mi poder, incluso cuando dormía. La única vez que me la quitaba era cuando
hacía el amor. Mi Tarjeta de Aventurero también estaba guardada dentro de la funda. Sólo una
pequeña precaución contra este tipo de emergencias.
Me dirigí al gremio local y cambié mi moneda de oro por otras de menor valor. La
recepcionista me devolvió nueve monedas de plata de Asuran y ocho monedas de cobre
grandes. Aparentemente habían aumentado sus honorarios en algún momento, pero yo tenía
más de lo que necesitaba de todos modos. Rápidamente revisé las tareas que estaban
disponibles, encontré una para una entrega de emergencia y la acepté en el acto.
Mi tarjeta se había agotado hace años, así que la señora detrás del mostrador tuvo que
recargarla por mí primero. Cuando las palabras en ella reaparecieron, ella exclamó sorprendida
y me preguntó por qué un aventurero de rango S estaba tomando un trabajo como este. Como
se trataba de una solicitud de emergencia, no se aplicaban las restricciones normales, pero en
circunstancias normales habría sido una tarea de rango E.
No tenía ninguna razón real para ocultar mi situación, pero no me apetecía tomarme el
tiempo para explicártelo. Le di una vaga explicación y luego le pregunté si podía pedir prestado
un caballo. Esta era una de las ventajas especiales que el Gremio ofrecía a los aventureros de
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rango S. Cuando aceptabas un trabajo de entrega urgente, te prestaban un paseo gratis. Por
supuesto, tenías que devolver el caballo una vez que el trabajo estuviera hecho... pero esta
vez, yo planeaba cabalgar en una dirección totalmente diferente. Me sentí mal por el cliente,
pero tenía una emergencia propia que atender.
El caballo que me trajeron resultó ser un ejemplar impresionante. Tuve suerte. Ese trabajo
de entrega debe haber sido muy urgente. Había una posibilidad real de que perdiera mi estatus
de aventurero por este truco, pero podía vivir con eso. No planeaba ganarme la vida de esa
manera nunca más.
Subí a Norn al caballo, y luego me puse detrás de ella.
Salimos del pueblo al galope inmediatamente.
A mitad del viaje, Norn se enfermó. La chica no tenía experiencia en montar a caballo, y nos
mantuve viajando día y noche. Probablemente fue demasiado para ella.
Con el tiempo que me llevó amamantarla hasta que se recuperó, no pude regresar a la
región de Fittoa durante dos meses. Me llevó tanto tiempo que casi deseé que hubiéramos
tomado un carruaje desde el principio. Hacía mucho tiempo que había fallado en el trabajo de
entrega, por supuesto, pero la tarifa por incumplimiento de contrato no era demasiado
dolorosa.
En ese momento, sin embargo, estaba en las profundidades de la desesperación. Aún no

habíamos llegado a Buena Village, pero finalmente había descubierto lo grave que era la
situación.
Todo en la región de Fittoa había desaparecido.
Estaba desconcertado. Totalmente desconcertado. ¿Qué demonios había pasado? ¿Dónde

estaba Buena Village ahora? ¿Dónde estaban Zenith y Lilia? La Ciudadela de Roa también
había desaparecido. ¿Significaba eso que incluso Rudeus se había ido?
Esto no puede estar pasando.
En algún momento, caí de rodillas en estado de shock y angustia. Las palabras "fueron
eliminados por una trampa de teletransporte" resonaron en mi mente.
Era una frase que había escuchado más de una vez en mis días de aventurero, cuando
todavía estaba explorando laberintos. Las trampas de teletransportación eran lo único de lo
que había que cuidarse. Dividieron tu grupo y te dejaron sin saber tu propia ubicación.
Desencadenar una era una muy, muy mala idea. Escuché numerosas historias de equipos
veteranos que fueron totalmente eliminados como resultado de esas cosas. Una vez, vi a un
hombre aturdido contando cómo todo su grupo había pisado un círculo de teletransportación.
Había logrado formar un equipo con otro aventurero y luchar para salir del laberinto, sólo para
descubrir que todos sus amigos habían perecido.
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¿Pero por qué había ocurrido esto aquí? ¿A nosotros?
"Papá... ¿no estamos en casa todavía?"
La voz de Norn me hizo volver a la realidad. Su pequeña mano se agarraba a mi manga.
Sin decir una palabra, la abracé fuerte.
"¿Qué pasa, papá?"
Así es. Soy su padre.
Esta chica todavía no entendía lo que había pasado. Pero no estaba preocupada, porque
me tenía a mí con ella. Yo era su padre. Ahora era un padre, ¡maldita sea! No podía mostrar
ninguna debilidad. Tenía que mantener la calma y la confianza. Todo iba a estar bien.
El teletransporte era una trampa peligrosa, y no tenía ni idea de por qué había pasado esto.
Pero estaba vivo, ¿no? Zenith era una antigua aventurera por derecho propio. Y aunque Lilia
no era tan ágil como solía ser antes de su envenenamiento, todavía sabía cómo usar una
espada.
Aisha, sin embargo...
Piensa, maldita sea. ¿Lilia la estaba tocando en ese momento?
...no podía recordar. Pero tampoco iba a perder la esperanza.
Por ahora, sólo tendría que creer que Lilia sostenía la mano de su hija cuando esa luz nos
golpeó.
◇◇◇
Devolví el caballo del Gremio en el pueblo más cercano y comencé a reunir información.
Parecía que esta calamidad mágica había afectado realmente a toda la región de Fittoa.
Philip y Sauros habían desaparecido, por lo que el hermano mayor de Philip estaba
actualmente sirviendo como señor interino. Sin embargo, estaba bajo una intensa presión
política para que asumiera la responsabilidad del desastre. Por lo que parece, estaba a punto
de ser despojado de su cargo. Toda la energía del hombre estaba actualmente dedicada a
protegerse a sí mismo, por lo que no había tomado ningún paso real para hacer frente a la
calamidad en sí. En lugar de cuidar de su gente, el egoísta bastardo estaba intentando salvar
su propio pellejo. Y te preguntas por qué no soporto a los nobles asuranos.
En el curso de mis investigaciones, conocí a un anciano llamado Alphonse. Se presentó

como un mayordomo que había estado al servicio de Philip antes del desastre. Su lealtad a la
familia Boreas Greyrat aparentemente no se ha visto afectada, a pesar de las circunstancias
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actuales. Estaba estableciendo un campo de refugiados, pagado de su propio bolsillo, y quería
que yo le ayudara a construirlo.
Cuando le pregunté por qué me quería, el anciano me explicó que Philip había mencionado
mi nombre en algunas ocasiones. Aparentemente, me tenía atrapado como "un hombre que
muestra su verdadero valor en una crisis, pero que también tiende a crearlas a través de su
propia falta de visión". No estaba pidiendo una crítica, pero como sea.
Alphonse admitió que había dudado un poco en acercarse a mí en base a este cuestionable
"apoyo". Sin embargo, una vez que tomó en consideración el hecho de que yo era el padre de
Rudeus, decidió que sería prudente buscar mi ayuda.
Había oído hablar un poco de cómo iban las cosas en Roa a través de las cartas, pero aún
así era agradable ver que mi hijo era apreciado por alguien con quien probablemente ni siquiera
había interactuado tan a menudo. En cualquier caso, acepté la oferta de Alphonse con gusto
y me puse a trabajar de inmediato.
Después de un mes, hicimos muchos progresos.
Alphonse era un hombre con muchas conexiones. En sólo unas pocas semanas, de alguna
manera se ocupó de todos los preparativos y reunió suficientes trabajadores para poner en
marcha el campo de refugiados. Fue una hazaña realmente impresionante.
Por mi parte, recluté a la mayoría de los refugiados más jóvenes que se habían reunido en
el área en una organización llamada Escuadrón de Búsqueda y Rescate Fittoa. Viajamos por
todo el país, ayudando a la gente que había sido desplazada por la calamidad. Por supuesto,
mi objetivo principal no era salvar a un montón de extraños. Lo primero y más importante, era
buscar a mi familia.
En ese momento, la lucha por el poder en la capital real aparentemente se resolvió por sí
sola, ya que Alphonse comenzó a recibir fondos para la recuperación de desastres del
gobierno. Dejé una nota en el campo de refugiados para Rudeus y salí con mi equipo hacia el
País Santo de Millis, donde se encuentra el cuartel general del Gremio de Aventureros. Asura
y Millis eran dos de los países más grandes del mundo. Me imaginé que la información que
buscaba tenía que estar en uno u otro. Me pareció que era el enfoque lógico.
Honestamente, pensé que encontraría a todos muy pronto.
Hablando de optimismo ciego.
◇◇◇
Mis primeros seis meses en Millis fueron bastante productivos.
Resultó que un gran número de Fittoans se habían teletransportado a este continente, y

nosotros fuimos por ahí rescatando hasta el último de ellos. Algunos ya habían sido vendidos
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como esclavos, y liberar por la fuerza a alguien de su "propiedad" iba en contra de la ley en
Millis. Pero la idea de que alguien vendiera a Zenith o Lilia como esclavos me enfureció tanto
que nunca dudé en violar esa ley. Me mantuve firme en la política de rescatar a todos los que
encontramos.
Una vez que decidí ese curso de acción, me dirigí hacia la familia de Zenith en busca de
ayuda. Resulta que mi esposa venía de una casa noble con un poder real en Millis. Eran
conocidos por producir muchos caballeros famosos, entre otras cosas. Con su ayuda, empecé
a sentar las bases para liberar a todos los esclavos que habíamos localizado.
Con todo, nuestros esfuerzos se desarrollaron sin problemas. Nos movimos rápido y
encontramos rápidamente a muchos de los Fittoans varados y sin dinero. Una vez que los
sacamos de la situación en la que se encontraban, les proporcionamos a los que podían
regresar a sus hogares fondos para viajar, reclutamos a todos los voluntarios que quisieran
formar parte de nuestro equipo y encontramos lugares para que los niños y ancianos
refugiados se quedaran.
Liberar a los esclavos requirió más esfuerzo, por supuesto. Pagamos por su libertad donde
podíamos. Cuando eso no era una opción, hacíamos que la familia de Zenith presionara. Y
cuando eso no funcionaba, buscábamos oportunidades para arrebatarlos a sus dueños.
Naturalmente, el arrebatar esclavos por la fuerza no nos hizo querer a la nobleza de Millis
en su totalidad. Algunos de ellos incluso enviaron sus fuerzas personales tras nosotros.
Tuvimos varias muertes.
Aún así, no iba a parar. Tenía la moral alta aquí. Estaba salvando a gente desesperada que
necesitaba ayuda. Y por esa razón, mi escuadrón se mantuvo conmigo a pesar del peligro.
Utilicé todo lo que tenía, el nombre Greyrat, mi conexión con la familia de Zenith y mi
reputación de ex aventurero, para encontrar la forma de sortear los obstáculos en nuestro
camino. Pero por mucho que trabajáramos, por mucho que buscara, no podía encontrar
ninguna información sobre Zenith o Lilia.
Demonios, ni siquiera había oído nada sobre Rudeus todavía. Ese chico sobresalía como
un pulgar molesta en todos los lugares a los que iba, pero ahora sentía como si se hubiera
desaparecido de la faz de la tierra.
◇◇◇
Antes de que me diera cuenta, había pasado un año entero.
En ese momento, oíamos hablar cada vez de menos de Fittoans varados. Probablemente
habíamos encontrado casi todos los que íbamos a encontrar tanto en el Continente de Millis
como en las regiones del sur del Continente Central. Todavía había algunas aldeas más
pequeñas que no habíamos buscado, y un número de esclavos que no habíamos logrado
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liberar, pero eso era todo. Mi escuadrón trabajaba sistemáticamente para liberar a los esclavos
que quedaban. Una vez que les pusimos las manos encima, el resto fue bastante sencillo.
Sabía que era un enfoque violento. Sabía que cada esclavo que liberábamos me ganaba
más odio de la nobleza local. Lo hice de todas formas. A veces eso hacía que mi gente fuera
atacada en la calle. A veces fueron gravemente heridos, o incluso asesinados. Y algunos
miembros del escuadrón me culparon por eso.
Tal vez tenían razón. Tal vez podría haber evitado que las cosas tomaran un giro tan feo.
Pero no importaba lo que dijeran, no iba a cambiar mi enfoque ahora. Estaba demasiado
comprometido con el camino que había elegido.
Empezamos a recibir más noticias sobre los fitotanos muertos que sobre los vivos. Había
habido más malas noticias que buenas desde el principio, pero la proporción seguía
empeorando.
Para ser sincero, la gente que encontramos viva era muy minoritaria. Los Etos, Chloe, Laws,
Bonnie, Lane, Marion, Monty... todos ellos ya se habían ido. Cada vez que me enteraba de
otro conocido muerto, mi sangre se helaba.
A veces los miembros del equipo se echaban a llorar ante la última noticia terrible. Más de
una vez, llegábamos demasiado tarde para salvar a alguien, y un amigo o familiar descargaba
su ira en mí, exigiendo saber por qué había tardado tanto en llevarnos a ese pueblo o aldea.
Sin embargo, existía el riesgo de que nos quedáramos varados en algún lugar si no
planeábamos nuestros movimientos cuidadosamente, así que no pensé que mi estrategia
estuviera equivocada. Bajo mi liderazgo, habíamos logrado salvar a varios miles de refugiados.
Por supuesto, si hubiera conseguido contactar a los miembros de mi antiguo grupo, los
Colmillos de Lobo Negro, podrían haber buscado en el Continente Demoníaco y en el
Continente Begaritt por nosotros también. Pero sólo logré ponerme en contacto con uno de
ellos, y desapareció poco después de unas breves conversaciones. No tenía ni idea de lo que
estaba haciendo ahora.
No los llamaría desalmados ni nada de eso. Nunca nos habíamos llevado tan bien en primer
lugar, y hubo una gran pelea cuando me fui. Después de la forma en que me despedí, no sería
sorprendente si aún estuvieran resentidos conmigo.
¿Por qué demonios tuve que dejar las cosas en una nota tan agria, de todos modos? Era
un chico tan estúpido.
Pero no tenía mucho sentido insistir en eso ahora.
◇◇◇
Había pasado un año y medio desde "El incidente del desplazamiento".
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En estos días, el alcohol era lo único que me mantenía en marcha. Empecé a beber por la
mañana y seguí hasta la noche. Literalmente nunca estuve sobrio.
Sabía que debía detenerme. Pero cada vez que el alcohol se acababa, siempre me venían
los mismos pensamientos a la cabeza.
Me decía a mí mismo que mi familia estaba muerta.
Pensaba en las formas en que podrían haber muerto. Me preguntaba qué había pasado con
sus cadáveres. No podía pensar en otra cosa.
¿Realmente puedes culparme? Incluso ese absurdo y talentoso hijo mío había
desaparecido sin dejar rastro. No quería creerlo. De verdad que no. Pero con toda probabilidad,
estaba muerto. Probablemente todos habían muerto en algún momento de los últimos
dieciocho meses, con lágrimas en sus rostros, esperando que yo los rescatara.
Cada vez que me lo imaginaba, pensaba que podría volverme loco. ¿Qué demonios estaba
haciendo aquí, de todos modos? ¿Por qué había perdido todo este tiempo ayudando a un
montón de extraños? Debí haberme dirigido directamente a las partes más peligrosas del
mundo desde el principio. Podría haberlo logrado, de alguna manera, aunque estuviera solo.
Tomé la decisión equivocada, y ahora había perdido a mi familia. Las personas que más me
importaban me habían sido robadas, y nunca podría recuperarlas.
No quería creer eso, por supuesto.
Así que bebí. Cuando estaba borracho, al menos, podía sentir algo como la felicidad.
Ya no estaba haciendo mucho trabajo de verdad.
En otros seis meses, empezaríamos una operación para enviar a casa a muchos de los
Fittoans que encontramos en el Continente de Millis. Eran ancianos, mujeres, niños y gente
tan enferma que apenas podían moverse. Aunque les diéramos dinero, no había garantía de
que pudieran soportar un largo viaje. Pero todos querían regresar a su tierra natal, y por eso
mi escuadrón los escoltaría durante todo el camino de regreso al Reino de Asura.
La planificación avanzaba a paso firme. Pero a pesar de mi papel como capitán del equipo,
me saltaba las reuniones y pasaba los días bebiendo.
Me quedaría en Millis después de la operación, junto con algunos otros miembros clave de
la brigada de búsqueda y rescate. Sin embargo, una vez que se completara, nuestras
actividades se reducirían drásticamente. En otras palabras, iban a interrumpir la búsqueda de
víctimas después de sólo dos años. Parecía demasiado pronto... pero al mismo tiempo, tuve
que admitir que entendía su lógica. Seguir buscando en el campo sería una pérdida de dinero
en este momento.
Al final, no había logrado encontrar ni un solo miembro de mi familia.

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Era un fracaso.
Ahora que estaba borracho todo el tiempo, los demás miembros del equipo habían
empezado a mantener su distancia de mí. No podía culparlos. Nadie quiere perder el tiempo
tratando con un imbécil borracho.
Había unas pocas excepciones, sin embargo, y Norn era una de ellas.
"¡Papá! ¿Adivina qué? ¿Adivina qué pasó cuando estaba fuera?"
No importa lo borracho que esté, Norn siempre me hablaba con alegría. Esta dulce niña era
todo lo que me quedaba de mi familia ahora.
Sí, claro. Había una buena razón por la que no había ido al Continente Demoníaco o a
Begaritt, ¿no es así? Tenía que ocuparme de Norn. ¿Qué se suponía que debía hacer,
abandonar a mi hija de cuatro años? No había forma de que pudiera dejarla atrás y vagar por
algún lugar donde pudiera morir fácilmente.
"¿Hm? ¿Qué pasa, Norn? ¿Ha pasado algo bueno?"
"¡Si! Casi me caigo en la calle afuera, ¡pero este gran calvo me ayudó! ¡Y luego me dio esto!
¡Mira!"
Con una gran sonrisa, Norn me mostró la manzana roja brillante en sus manos. Se veía
fresca y jugosa.
"¿Ah, sí? Bueno, qué suerte tienes. ¿Dijiste 'gracias' como una buena chica?"
"¡Si! ¡Cuando dije gracias, el calvo me dio una palmadita en la cabeza!"
"¿No bromeo? Supongo que te encontraste con una persona muy agradable. Pero no
deberías llamarlo 'calvo', ¿de acuerdo? Algunos tipos son un poco sensibles con su cabello".
Hablar con mi hija siempre fue muy divertido. Norn era la luz de mi vida. Si alguien intentaba
hacerle daño, acababa con ellos, incluso si eso significaba pelearse con el Papa de la Iglesia
de Millis.
"¡Capitán! ¡Tenemos un problema!"
Justo cuando empezaba a sentirme un poco mejor, uno de mis hombres irrumpió en mi
habitación. No puedo decir que me haya gustado tener una conversación con mi hija
interrumpida de esta manera. Puede que haya echado al tipo con un rugido de ira, pero Norn
seguía en la habitación. Algún trozo de orgullo mezquino mantuvo mi voz en calma. "¿Qué
está pasando?"
"¡Los tipos que salieron hoy a ese trabajo acaban de ser atacados!"
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"¿Qué, en serio?"
Ahora, ¿quién iría y haría una cosa así?
Una pregunta tonta. Obviamente fueron esos aristócratas bastardos otra vez. Habíamos
explicado cien veces que residentes inocentes del Reino de Asura habían sido esclavizados
como resultado de una calamidad mágica, pero los cabrones se negaron obstinadamente a
entregarlos. Como recordaba, hoy habíamos planeado rescatar a un esclavo de uno de ellos.
"¡Muy bien! ¡Preparen sus equipos, todos! ¡Vamos!" Salí corriendo de mi habitación y llamé
a los peleadores del escuadrón. Ninguno de ellos era exactamente un guerrero experimentado,
pero tampoco era como si nos enfrentáramos a un grupo de veteranos exploradores de
laberintos. Con mi gente siguiéndome de cerca, me dirigí al lugar donde había estallado la
pelea.
No fue una larga caminata. Habían atacado el edificio de al lado, uno de los almacenes del
Escuadrón de Búsqueda y Rescate, un lugar donde almacenábamos ropa y suministros para
nuestro personal. Si nuestros enemigos lo habían encontrado, teníamos un problema entre
manos. Podríamos necesitar cambiar nuestra base de operaciones.
"Sólo hay uno de ellos, pero es duro. Ten cuidado, Paul".
"¿Es un espadachín o qué?"
"No, es un mago. Parece un niño, pero tiene la cara escondida".
¿Un niño mago? Sabía que mi gente era aficionada, pero eran adultos en buena forma, y
había derribado a un montón de ellos. Este "chico" probablemente era un hobbit, si me
preguntas. Siempre se aprovechaban de su apariencia infantil para engañar a la gente.
Un veterano mago hobbit, entonces... hmm. ¿Podría ganarle en esta condición? Estaba
seguro de que podía manejar a un típico matón o tres sin importar lo borracho que estuviera,
pero...
No, debería estar bien. Tengo un montón de trucos bajo la manga.
Sacudiendo la cabeza, entré en el almacén.
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Capítulo III – Disputa familiar
Paul se alojaba en un lugar llamado La Posada del Amanecer, pero me llevó al bar de al
lado. Había unas diez mesas redondas de madera en el interior y, en ese momento, yo estaba
sentado en una frente a mi padre.
Todavía era de día, pero no éramos los únicos en el bar. De hecho, todos los asientos
estaban ocupados. Los chicos que había noqueado antes en el almacén estaban sentados y
sus heridas eran atendidas por los curanderos del grupo. No hace falta decir que las miradas
que me dispararon no eran muy amistosas.
Todos aquí eran aparentemente miembros de la banda de Paul. Y la más llamativa de todas
era definitivamente la mujer guerrera sentada en diagonal detrás de Paul.
Tenía el pelo corto y castaño que se rizaba hacia fuera en las puntas, una boca llena de
pucheros y una cara bastante encantadora. Pero era su figura y su atuendo lo que realmente
la hacía sobresalir. Su pecho era enorme, su cintura era delgada, y su trasero era regordete.
Por alguna razón, todavía llevaba esa armadura de bikini. Supuse que estaba en la
adolescencia.
Era la misma chica que me había dado tantos problemas antes. Paul la había llamado
"Vierra". Definitivamente tenía el tipo de cuerpo que podía ver a mi viejo babeando. A mí mismo
me resultaba difícil apartar la mirada cuando miraba en su dirección... y esa ropa tan
absurdamente escasa ciertamente no ayudaba a las cosas.
La "armadura de bikini" en sí no era tan rara en este mundo. Después de todo, la mayoría
de las heridas podían ser curadas instantáneamente con magia, así que había algunas
espadachinas que optaban por equipos de protección más ligeros, aceptando el hecho de que
a veces se cortaban. Yo había conocido a algunas personas así en el Continente Demoníaco,
y tuve que asumir que era lo mismo para ellas. Pero nunca había visto a nadie con un equipo
tan mínimo. Normalmente, una armadura como esa se usaba sobre ropa ligera, no sobre piel
desnuda. Y se usaban protectores para cubrir al menos algunas de las articulaciones. Supongo
que ahora mismo estábamos sentados en un bar, así que tendría sentido no molestarse en
usarlos. Por la misma razón, normalmente usarías un abrigo sobre esa clase de armadura
cuando no estuvieras peleando. Eso fue lo que hicieron las damas del continente demoníaco,
al menos. Aunque algunas de las espadachinas más viejas a veces no se molestaban...
Espera. ¿No se había puesto un abrigo en el almacén después de que yo hiciera el hechizo?
¿Por qué demonios se lo volvería a quitar?
Bueno, lo que sea. Podría disfrutar de la vista mientras pueda. Mm, sí, por supuesto.
Espléndido, espléndido...
Accidentalmente me encontré con la mirada de la chica mientras la miraba con los ojos. Me
hizo un guiño rápido, así que le devolví uno de mi parte.
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"Hey, Rudy... ¿Rudy?"
En este punto, noté que Paul me hablaba, y lamentablemente me arrancó los ojos de la
mujer guerrera. "Hola, Padre. Ha pasado un tiempo."
"Sí. Uh... es bueno ver que sigues vivo, chico."
La voz de Paul estaba llena de cansancio. El hombre realmente había cambiado bastante.
Y no para mejor, eso es seguro. Nunca lo había visto tan demacrado o desaliñado antes.
"Bueno... gracias..."
Para ser honesto, me costaba mucho entender esta situación. ¿Qué demonios estaba
haciendo Paul aquí? Este era el País Santo de Millis. Estaba tan lejos del Reino de Asura como
Mongolia lo estaba de África. ¿Había venido aquí a buscarme?
No, eso no podía ser correcto. Ni siquiera sabía que me había teletransportado al continente
demoníaco. Tenía que haber otra razón. ¿Qué pasó con su trabajo de protección de Buena
Village?
"Entonces... ¿qué está haciendo aquí, Padre?"
La pregunta me pareció un punto de partida razonable, pero Paul reaccionó con evidente
sorpresa. "¿Qué? ¿Viste mi mensaje, verdad?"
"¿Tu mensaje...?" ¿De qué estaba hablando? No recordaba haber recibido ningún mensaje
de él.
Por alguna razón, Paul frunció el ceño hoscamente ante mi confusión. ¿Había logrado
molestarlo de alguna manera? "¿Te importaría decirme qué has estado haciendo hasta ahora,
Rudy?"
"Uh, sobre todo tratando de sobrevivir. Es una larga historia..."
Realmente esperaba que Paul me explicara la situación primero, pero como me lo había
pedido, decidí contarle la historia de mi camino a Millishion. Comencé con mi teletransportación
al Continente Demoníaco con Eris, describiendo cómo fuimos rescatados por un demonio, nos
convertimos en aventureros, y pasamos un año sólido viajando hasta Puerto Viento.
En retrospectiva, había sido un viaje bastante divertido. Empezamos con mal pie, es cierto,
pero al sexto mes más o menos nos habíamos acostumbrado a la vida de aventureros. Poco
a poco empecé a disfrutar de contar mi propia historia. Mis descripciones de los
acontecimientos se volvieron más elocuentes y comencé a contar varios episodios de manera
cada vez más dramática. Todo era de no ficción, pero encontré maneras de entrelazarlo todo
en una gran y espectacular historia.
Para empezar, dividí nuestra aventura en el Continente Demoníaco en tres partes claras:
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Capítulo uno: Me encuentro con mi querido amigo Ruijerd, y ganamos fama en la ciudad de
Rikarisu.
Capítulo dos: Prometiendo ayudar a Ruijerd en su búsqueda y corregir varios errores, el

gran mago Rudeus emprende un gran viaje.
Capítulo tres: Caigo en una cobarde trampa beastfolk, y me encuentro con un cautivo
indefenso en su pueblo.
Puede que haya habido algunas pequeñas exageraciones aquí y allá, pero mantuve la
narración en marcha sin problemas. Después de un tiempo me estaba divirtiendo tanto que
empecé a agitar las manos y a añadir efectos de sonido dramáticos a las escenas de acción.
Además, opté por dejar de lado todo el asunto del Hombre-Dios.
"Y entonces, cuando finalmente llegamos a Puerto Viento, lo primero que se nos ocurrió..."
Justo cuando estaba terminando el capítulo dos de mis "Crónicas de un viaje errante a través
del continente demoníaco", me quedé bruscamente en silencio. Por alguna razón, el humor de
Paul había empeorado. Tenía algo parecido a un ceño fruncido en la cara, y estaba
tamborileando sus dedos sobre la mesa con irritación.
¿Fue algo que dije? No entendía realmente por qué estaba molesto, así que decidí tratar de
continuar. "De todos modos... Después de eso, nos dirigimos al Gran Bosque..."
"Basta", dijo Paul, su tono claramente irritado. "Me hago una idea, ¿de acuerdo? Te has
pasado el último año y medio jugando".
La forma en que puso esa clase de cosas me molestó. "¿Perdón? Tuve muchos problemas
ahí fuera, en realidad."
"¿Ah, sí? ¿Cuándo?"
"¿Eh?"
Me había cogido desprevenido con esa. Mi voz salió un poco extraña.
"Tal y como lo acabas de describir, todo el asunto sonaba como un maldito paseo por el
parque".
Bueno, sí. Eso es porque deliberadamente conté la historia de esa manera. Tal vez me dejé
llevar demasiado, en retrospectiva.
"Mira, Rudy... déjame preguntarte una cosa."
"¿Qué es?"
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"¿Por qué no te molestaste en intentar averiguar si alguien más se había teletransportado
al Continente Demoníaco?"
Me quedé en silencio. Era lo único que podía hacer. No tuve una buena respuesta a su
pregunta, después de todo. Sólo había una respuesta posible. Una simple razón.
Se me había olvidado.
Al principio, estaba completamente ocupado con los problemas de nuestro grupo. Pero
incluso después de que empezáramos a manejar las cosas, nunca se me ocurrió que alguien
que no fuéramos nosotros también podría haber sido enviado al Continente Demoníaco.
"Supongo... que me olvidé de eso. Um... tenía las manos llenas..."
"¿Lo hiciste, sin embargo? ¿Encontraste el tiempo para ayudar a un demonio al azar que
no conocías, pero no podías dejar de pensar en las otras personas que probablemente habían
sido enviadas allí también?"
Me quedé en silencio otra vez.
Tal vez me había equivocado en mis prioridades. Bien. Pero no le veo el sentido a que me
arrastre sobre las brasas por ello después del hecho.
No se me había ocurrido en ese momento. ¿Qué se suponía que debía decir?
"¡ha! ¿Y qué? No buscaste a nadie. Ni siquiera te molestaste en escribir una sola carta.
¡Sólo andabas por ahí disfrutando de la vida de aventurero con una linda señorita y un
guardaespaldas invencible! Y luego, una vez que llegas a Millishion... ¡ah! ¿Lo primero que
haces es tropezar con un secuestro, ponerte unas bragas en la cabeza y fingir que eres una
especie de héroe?"
Con un resoplido burlón, Paul extendió la mano para agarrar una botella de alcohol de la
mesa de al lado. Se bebió la mitad de ella de un solo trago largo, y luego escupió con fuerza
en el suelo.
Su actitud estaba empezando a molestarme. No iba a decirle que no bebiera alcohol, pero
estábamos en medio de una importante discusión.
"Mira, lo hice lo mejor que pude, ¿de acuerdo? Estaba varado en un lugar totalmente
desconocido sin dinero, y sentí que tenía que concentrarme en mantener a Eris a salvo.
¿Puedes realmente culparme si me perdí algunas cosas?"
"No te estoy culpando ni nada, chico". El tono de Paul era tan burlón como siempre.
No pude evitar levantar la voz esta vez. "¿¡Por qué sigues tomándome el pelo así,
entonces!?" Mi paciencia tenía sus límites. No entendía por qué el hombre actuaba así.
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"¿Por qué?" Una vez más, Paul escupió en el suelo con asco. "Eso es lo que quiero saber.
¿Por qué?"
"¿Perdón?" Esta conversación se estaba volviendo más confusa a cada segundo. ¿Qué
estaba tratando de decir aquí?
"Esta chica Eris es la hija de Philip, ¿verdad?"
"¿Eh? Uh, sí, por supuesto."
"Nunca la he visto, pero estoy seguro de que es una pequeña y linda dama. ¿Por eso no
enviaste ninguna carta? Podría haber sido más difícil hacer un movimiento con ella si se
hubiera llevado demasiados guardaespaldas, supongo."
"¡Oh, vamos! Ya te lo he dicho, ¡simplemente lo he olvidado!"
Nada de ese pensamiento había pasado por mi mente.
Es cierto, Eris era la hija de una familia poderosa. Los Greyrats tenían mucha influencia. Si
hubiera hablado con el señor local en el Puerto Zant, podrían habernos dado un
guardaespaldas o dos. Por supuesto, había terminado en una celda en un pueblo beastfolk
antes de tener la oportunidad de intentar algo así. ¿No se lo había explicado ya?
Oh, espera. No. Nunca llegué a esa parte, en realidad...
Aún así, realmente sentí que había hecho el mejor trabajo que podía bajo las circunstancias.
No estaba diciendo que había tomado las mejores decisiones posibles en todo momento, pero
no creía que Paul tuviera ningún derecho a criticarme tras ello.
Cuando nos quedamos en silencio por un momento, la señora de la armadura de bikini puso
una mano en el hombro de Paul por detrás. "Capitán, ¿por qué no lo deja así? Todavía es un
niño pequeño, ya sabe. No hay razón para ser tan duro con él."
No pude evitar inhalar. Típico de Paul, en realidad. A pesar de toda su charla, no podía ni
siquiera controlarse con las mujeres. ¿De dónde sacó a alguien como él para hablarme así, de
todos modos?
No le había puesto un dedo encima a Eris, sólo para que conste. Para estar seguro, tuve
mis momentos de tentación. A veces mis impulsos pecaminosos casi se llevan lo mejor de mí.
Pero al final del día, nunca la había tocado. "No estoy seguro de que tenga derecho a
sermonearme sobre las mujeres, Padre."
"...¿Qué?"
Los ojos de Paul se entrecerraron de manera ominosa en este punto. Pero en ese momento,
no me di cuenta.
"¿Quién es la chica que está detrás de ti?"

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"¿Vierra? ¿Qué pasa con ella?"
"Dime, ¿saben mamá y Lilia que trabajas tan estrechamente con una mujer tan bonita?"
"No, no lo hacen. ¿Cómo diablos lo harían?" La cara de Paul se retorció amargamente, pero
yo ni siquiera la miraba. Estaba demasiado ocupada disfrutando el hecho de que finalmente
había conseguido la ventaja.
"Entonces, ¿puedes engañarles hasta quedar satisfecho? Por cierto, es un gran traje el que
le has puesto. Supongo que pronto tendré un nuevo hermano o hermana".
De repente, me encontré tirado en el suelo con la cara palpitando dolorosamente. Paul me

miraba con odio en sus ojos.
"Ya he tenido suficiente de esta mierda, Rudy".
Me dio un puñetazo. ¿Por qué? ¿Qué demonios?
"Mira. Si llegaste hasta aquí, pasaste por el puerto Zant en algún momento, ¿verdad?"
"Sí. ¿Y qué?"
"Así que ya lo sabes, ¿no?"
¿¡De qué estaba hablando!? Esto en serio ya no tenía ningún maldito sentido. Todo lo que
podía decir era que Paul me ocultaba algo... y que estaba enojado porque no sabía qué era
ese "algo". Qué chiste. No lo sabía todo, maldita sea. El mundo estaba lleno de cosas que yo
no sabía.
"¡No tengo ni idea de lo que estás hablando!" Me puse en pie de un salto y le di un golpe a
Paul.
Incluso mientras él esquivaba el puñetazo, yo activaba mi Ojo de la Previsión.
Me agarró la pierna y me hizo tropezar.
Bajé con fuerza del pie de Paul y giré para lanzarle otro puñetazo hacia su barbilla.
Esquiva mi puñetazo y me golpea con un contragolpe.
El hombre se movía bien para alguien tan obviamente borracho. Canalizé la magia en mi
mano derecha. Si no fuera rival para Paul en una pelea a corta distancia, tendría que usar mis
hechizos.
El torbellino que llamé golpeó a mi padre de frente. Con un grito de sorpresa sin palabras,
giró hacia atrás en el aire, elevándose hasta detrás del mostrador de la barra. El choque de las
botellas rotas llenó la habitación cuando cayó al suelo.
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"¡Maldita sea! ¡Es el colmo!" Paul se puso de pie en seguida, pero se tambaleó
inestablemente cuando trató de moverse.
Has estado bebiendo demasiado, idiota. Había sido mucho más fuerte antes. El viejo Paul
habría evitado mi torbellino de alguna manera, incluso desde esa posición incómoda.
"Rudy, pequeño..."
"¡Capitán!"
Mientras Paul vacilaba, otra mujer se precipitó a su lado. Esta vez, era la maga con túnica.
El hombre estaba rodeado de chicas, ¿no? Es sorprendente que haya tenido el valor de
sermonearme.
"¡Suéltame!" Empujando hacia un lado a la maga, Paul cruzó de nuevo la habitación hacia
mí.
"¿Con cuántas mujeres has sido infiel mientras no estaba, Paul?"
"¡Cierra la boca!"
Lanza un golpe con su mano derecha.
Hablando de un puñetazo telegrafiado. ¿Era este realmente el Paul que yo conocía? Incluso
sin el Ojo de la Previsión, probablemente podría haber esquivado este.
"¡ha!" Le agarré el brazo extendido y lo empujé hacia delante en algo parecido a un

lanzamiento de hombro con un solo brazo. Por supuesto, no podía hacer judo de verdad. Utilicé
una ráfaga de magia de viento para impulsarlo y luego lo golpeé contra el suelo tan fuerte como
pude.
"¡Gah...!"
Paul ni siquiera logró detener su caída correctamente. Mientras yacía tendido en el suelo
de forma incómoda, me tiré al suelo y lo monté, sujetando sus brazos bajo mis rodillas como
siempre lo hizo Eris. "Hice... lo mejor... que pude, ¿¡de acuerdo!?"
Lo golpeé.
Y lo golpeé.
Y le pegué un poco más.
Apretando los dientes, Paul me miró con ojos llenos de amarga furia.
¿Qué le pasaba, maldita sea? ¿¡Qué había hecho para merecer esa mirada!? "¿Qué quieres
de mí? ¡Estaba varado en un lugar totalmente desconocido! ¡No tenía a nadie a quien recurrir!
¡Y aún así me las arreglé para hacer todo esto! ¿¡No es eso suficiente!?"
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"¡Podrías haberlo hecho mejor, y lo sabes!"
"¡Eso no es verdad!"
Le di un puñetazo otra vez. Y otra vez.
Ambos nos quedamos sin cosas que decir, aparentemente. Paul me miró, con la sangre
saliendo por la comisura de su boca.
Parecía tan irritado. Como si estuviera tratando con alguien totalmente irrazonable. ¿Por
qué? Nunca había visto una expresión como esa en su cara antes. Esto no era propio de él en
absoluto. Maldita sea, todo para...
"¡Basta!" De repente, algo me golpeó por el costado. Me balanceé un poco por el impacto,
y al instante siguiente, Paul me empujó y se sentó.
Asumiendo que se produciría otro ataque, me preparé rápidamente. Pero Paul no se movió
hacia mí... porque ahora había una niña pequeña parada justo en medio de nosotros.
"¡Basta! ¡Sólo detente!"
La niña tenía la nariz de Paul y el pelo dorado de Zenith. La reconocí inmediatamente. Era
Norn. Norn Greyrat, mi hermana pequeña. Se había hecho mucho más grande desde la última
vez que la vi. Ahora tendría cinco años, ¿verdad? Tal vez incluso seis. ¿Por qué estaba parada
frente a mí con los brazos abiertos?
"¡Deja de molestar a papá!"
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Pestañeé en la confusión. "¿Eh?" ¿Molestando a papá? ¿Qué? No. Vamos...
Norn me miraba fijamente, con aspecto de poder estallar en lágrimas en cualquier momento.
Cuando miré alrededor de la habitación... por alguna razón, todo el mundo me miraba como si
yo fuera el malo.
"...¿hablas en serio?"
Sentí que se me enfriaba la sangre. Los recuerdos de décadas anteriores pasaron por mi
mente. Recuerdos de todas las veces que fui acosado en mi vida pasada. Cada vez que trataba
de defenderme, todos en el salón de clases me miraban así.
Cierto, cierto, seguro. Supongo que me equivoqué otra vez, ¿no?
Lo que sea. Me rindo.
Ya es suficiente. Era hora de que me fuera. No había visto nada que valiera la pena aquí, y
tampoco había hecho nada. Bien podría volver a la posada para esperar a Eris y Ruijerd.
Podríamos dejar esta ciudad de inmediato... tal vez incluso mañana o al día siguiente. No era
el fin del mundo, en realidad. La capital no era el único lugar donde podíamos ganar algo de
dinero. Quiero decir, Puerto Oeste tenía que tener una sucursal propia del Gremio, ¿no?
"Escucha, Rudy. Ustedes no fueron los únicos que fueron teletransportados por la
Calamidad. Todos en Buena Village también lo fueron".
Paul estaba diciendo una cosa u otra, aunque en realidad no se daba cuenta.
¿Hm? ¿Qué?
¿Qué acaba de decir?
"Dejé un mensaje para ti con los gremios de Puerto Zant y Puerto Oeste. ¿No te convertiste
en un aventurero? ¿Por qué demonios no lo has leído?"
¿Eh? No había visto nada como eso en el Puerto Zant...
No, espera. Bien. Nunca tuvimos la oportunidad de visitar el Gremio de Aventureros allí,
¿verdad? Fui directamente a recoger a Ruijerd después de que llegáramos, y esa salida
terminó conmigo encerrado en una celda de la prisión en la Aldea Doldia.
"Mientras estabas disfrutando de tus pequeñas vacaciones, un montón de gente murió."
Había visto "El incidente del desplazamiento" con mis propios ojos. Había visto la escala de
esa mágica calamidad. ¿Por qué no había descubierto nada de esto por mi cuenta? Incluso el
Hombre-Dios se refirió a él como un "enorme" desastre. No tenía motivos para suponer que el
desastre nunca llegó a la Buena Village.
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Así que... todos en casa habían desaparecido...
"¿Significa eso que... Sylphie también ha desaparecido?"
"¿Estás más preocupado por una chica que por tu propia madre, Rudy?" Paul dijo,
frunciendo el ceño irritadamente.
Mi aliento se quedó atrapado en mi garganta. "¿Qué? ¿¡Ni siquiera has encontrado a

mamá!?"
"Así es. ¡No la encuentro en ninguna parte! Ni tampoco a Lilia."
Las palabras me golpean como un golpe en el estómago. Me temblaron las piernas y se me

agotaron; tropecé hacia atrás, apenas logré engancharme en una silla antes de caer.
"Hemos estado buscando, sin embargo. Hemos estado buscando a todos los que se han
esfumado. Ese es el objetivo del Escuadrón de Búsqueda y Rescate".
¿El Escuadrón de Búsqueda y Rescate? ¿Todo el mundo aquí era parte de un grupo de
búsqueda organizado, entonces? "P-pero... ¿por qué un equipo de búsqueda y rescate
arrebataría a la gente de la calle?"
"Porque algunos de los desplazados fueron vendidos como esclavos".
Según mi padre, era un escenario común: Te teletransportas a un lugar totalmente

desconocido. No tienes ni idea de dónde estás. Y luego alguien se aprovecha de eso para
engañarte y esclavizarte.
Paul y los otros miembros del escuadrón habían comparado innumerables registros con sus
listas de personas desaparecidas, fueron a ver a todos los fittoan esclavizados que localizaron,
y luego trataron de convencer a sus dueños de que los liberaran. Pero aparentemente, muchas
de estas personas se negaron firmemente a renunciar a su "propiedad". Bajo las leyes de
esclavitud de Millis, no importaba cómo terminabas siendo un esclavo, una vez que lo eras, no
eras más que la posesión privada de tu dueño. Así que Paul había recurrido a la liberación
forzosa de esclavos.
Robar un esclavo era un crimen, naturalmente, pero había ciertas lagunas en la ley. El
escuadrón había aprovechado al máximo para liberar a mucha gente.
Por supuesto, estaban dispuestos a respetar los deseos de cualquiera que eligiera
permanecer en su situación actual. Pero prácticamente todos los esclavos que encontraron
suplicaron con lágrimas en los ojos que los llevaran de vuelta a su patria. El niño que habían
salvado hoy había sido uno de esos casos. No es de extrañar que el niño se viera tan familiar.
Era Somal, uno de los niños que solía molestar a Sylphie en su día. Durante el último año,
había sido obligado a trabajar como una especie de prostituto aquí.
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Paul y sus compañeros habían escuchado los amargos gritos de innumerables Fittoans
esclavizados, algunos de los cuales aún no habían logrado rescatar. Habían hecho muchos
enemigos entre la nobleza local, y los miembros de la escuadra habían empezado a retirarse
como resultado de sus métodos cada vez más contundentes. Paul estaba bajo una montaña
de presión por todos lados. Cada día era una dura prueba para los nervios. Pero sin embargo,
perseveró. Lo único que importaba era encontrar y rescatar a las víctimas de la calamidad, y
todo lo que hacía, lo hacía por ellos.
"Pensé que habías descubierto la situación hace mucho tiempo, Rudy. Asumí que ya
estabas ahí afuera haciendo tu parte".
Todo lo que podía hacer en este punto era colgar mi cabeza. No estaba siendo justo. ¿Cómo
se supone que iba a saber todo esto?
Pero entonces otra vez... cuando realmente pensé en ello...
Era muy posible que encontrara Fittoans desplazados en algunos de los pueblos que
habíamos atravesado en el Continente Demoníaco. Si hubiera hablado con ellos,
probablemente me habría dado cuenta de la magnitud del desastre. No había puesto suficiente
esfuerzo en entender la situación. Había dado prioridad a ayudar a Ruijerd en vez de aprender
más sobre la calamidad.
La fastidié. Simple y llanamente.
"Y ahora me entero de que estabas metido en una aventura..."
Jugueteando, ¿eh...?
Sí. No podría discutir eso.
Todo el tiempo que estuve ahí fuera robando las bragas de Eris, mirando lascivamente a
las señoras del Gremio de Aventureros, adulando a la Gran Emperatriz Demoníaca, y mirando
con los ojos a una chica con orejas de gato, Paul estaba buscando desesperadamente a
nuestra familia desaparecida.
No es de extrañar que se haya enojado tanto conmigo.
Aún así, no podía encontrar en mí la forma de disculparme. Al final del día, había hecho
todo lo posible. Había pensado bien las cosas y tomado las decisiones que me parecían más
razonables.
¿Qué se suponía que debía hacer con respecto a todo esto ahora?
Paul no dijo ni una palabra más. Norn también se quedó en silencio. Pero pude ver la
hostilidad en sus ojos, y me dolió profundamente. Sentí como si hubieran sacado un gran
pedazo de mi corazón.
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Miré alrededor de la habitación y vi que los camaradas de Paul también me miraban con
ojos reprobadores.
Los recuerdos más dolorosos volvieron a inundar el lugar. Recordé el día después de que
un grupo de delincuentes me desnudaron y me ataron afuera para que todos lo vieran. Recordé
la forma en que todos me miraron cuando entré al salón de clases esa mañana.
Mi mente se quedó en blanco.
◇◇◇
En algún momento, había regresado a nuestra habitación en la posada.
Me desplomé sobre la cama. No estaba seguro de lo que me había pasado, o por qué. No
estaba seguro de nada. Mi cerebro no funcionaba realmente en ese momento.
"¿Eh...?"
Algo dentro de mi ropa se arrugó de forma audible. Buscando en ellos, encontré el papel de
escribir que había comprado esa tarde. Lo aplasté en mis manos y lo tiré.
"ha..." Con un largo suspiro, me bajé de nuevo a la cama y me abrazé con las rodillas al
pecho.
No quería hacer nada en absoluto.
Nunca antes había sido tratada tan fríamente por un padre, ni siquiera en mi vida anterior.
Al final, Mamá y Papá siempre habían sido muy suaves conmigo.
Pero ahora, Paul me había rechazado totalmente. Me había mirado de la misma manera
que mi hermano en mi vida anterior el día que me echó de la casa.
¿En qué me había equivocado?
Pensé que había hecho un trabajo decente, considerando todas las cosas. Incluso ahora,
ninguna de mis decisiones más importantes se destacaba como fatalmente defectuosa. Lo
más cercano que se me ocurrió fue la forma en que acudí a Ruijerd en busca de ayuda desde
el principio. Había seguido el consejo del Hombre-Dios en eso, aunque desconfiaba
profundamente de él.
No había ayudado el hecho de que describiera mis viajes tan alegremente como fuera
posible. Eso fue en parte porque me había dejado llevar, pero tampoco había querido
preocupar a Paul... y también tenía mi orgullo. Quería convencerlo de que podía manejarme
bien.
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Sin embargo, Paul no estaba de humor para un relato alegre de aventuras. Y tampoco lo
estaban los otros miembros de su equipo. Definitivamente había elegido mal mis palabras. En
primer lugar, nunca quise insinuar que Sylphie era más importante que mi madre. Pero Paul y
Norn estaban allí... ¿no era natural que yo asumiera que Zenith también estaba bien?
No. Eso es sólo una excusa. En ese momento, la idea de Zenith ni siquiera me había pasado
por la cabeza.
¿Y qué hay de todo el asunto de las mujeres? Paul fue el que sacó el tema, y nunca puse
un dedo sobre Eris. Seguramente una escoria tramposa como él no tenía derecho a
sermonearme...
Oh. Espere. Ahora tiene sentido. Tal vez tampoco había tocado a esas chicas. Sí... eso
explicaría por qué se volvió loco conmigo.
Bien. Ahora lo había reconstruido todo.
Tendría que volver mañana y hablar con Paul de nuevo. Los dos nos pusimos un poco
emocionales hoy, eso es todo. Ya había lidiado con este tipo de cosas antes. Una vez que lo
habláramos, él lo entendería.
Sí. Todo debería ir bien la próxima vez. Yo también estaba preocupado por nuestra familia,
por supuesto. Si hubiera sabido antes que habían desaparecido, también los habría buscado.
Realmente apestaba que hubiera pasado más de un año en el Continente Demoníaco sin
reunir ninguna información. Pero al final del día, todavía estaba vivo. Todavía tenía la
oportunidad de hacer las cosas bien. Todo lo que teníamos que hacer era planear una lenta y
minuciosa búsqueda. Encontrar a un par de personas varadas en un mundo tan grande iba a
tomar un tiempo sin importar lo que pasara; Paul lo entendió, seguramente. Una vez que lo
calmara, podríamos pensar en nuestro próximo movimiento. Quisiéramos enfocarnos en los
lugares que nadie había buscado todavía. Yo también ayudaría, por supuesto. Una vez que
dejara a Eris en Asura, podría seguir viajando hacia el norte o ir a otro lugar completamente
distinto.
Sí. Muy bien, entonces. En primer lugar, voy a ... ir a ver a Paul de nuevo. Voy a volver ... a
ese bar, y ...
"...Urp!"
De repente, abrumado por las náuseas, me levanté de la cama y corrí al baño. En poco
tiempo, vomité el contenido de mi estómago.
Había resuelto las cosas de manera racional, pero aún no me sentía mejor. Hacía mucho
tiempo que no me enfrentaba a este tipo de hostilidad por parte de un miembro de la familia, y
me dolía demasiado como para poder soportarla.
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◇◇◇
Era temprano en la tarde cuando Ruijerd regresó a la habitación. Con un aspecto un poco
más feliz que de costumbre, sacó un pequeño sobre y comenzó a mostrármelo. Pero cuando
lo miré desde mi asiento en la cama, se detuvo y frunció el ceño. "¿Pasó algo, Rudeus?"
"Me encontré con mi padre. Está aquí en la ciudad".
La expresión de Ruijerd se volvió aún más severa. "¿Te dijo algo desagradable?"
"Sí".
"No se han visto en algún tiempo, ¿correcto?"
"Bueno, sí".
"¿Pero se pelearon?"
"Sí".
"Cuéntame los detalles".
Describí todo el incidente de principio a fin tan honestamente como pude. Una vez que
terminé, Ruijerd dijo "Ya veo", y luego se calló.
Ese fue el final de nuestra conversación. Después de un tiempo, salió en silencio de la

habitación.
Eris volvió por la noche.
Obviamente algo había sucedido, a juzgar por lo emocionada que estaba. Había hojas
pegadas a su ropa y rayas de polvo en su cara... pero se veía feliz. Parecía que el trabajo de
matar goblins había salido bien. Eso era bueno, por lo menos.
"Hola, Eris."
"¡Hey, Rudeus! ¡He vuelto! Nunca adivinarás lo que... ¿Eh?"
Cuando le sonreí, los ojos de Eris se abrieron de par en par con el shock. Un instante
después, ella corrió a través de la habitación hacia mí.
"¿Quién fue?" gritó frenéticamente, sacudiéndome por los hombros. "¿Quién te hizo esto?"
"Estoy bien. No es gran cosa".
"¡Oh, vamos! ¡No puedes hablar en serio!"
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Fuimos de un lado a otro así por un tiempo, pero Eris fue realmente persistente. Terminé
rindiéndome y contándole lo que pasó con Paul. Con una voz plana y sin emoción, le conté
toda la historia por segunda vez: lo que dije, cómo reaccionó y cómo terminó todo.
La respuesta de Eris fue una explosión de furia. "¡No puedo creer esto! ¿Cómo pudo decir
esas cosas!? ¡Has trabajado muy duro para traernos aquí! ¿¡Y él llama a eso jugar!? ¡Es un
fracaso total como padre! ¡Mataré a ese estúpido idiota!"
Con esa algo alarmante declaración, salió de la habitación con su espada en la mano. Ni
siquiera tenía la energía para intentar detenerla.
Unos minutos más tarde, Ruijerd llevó a Eris de vuelta a la habitación por el pescuezo de
su cuello como una gatita rebelde.
"¡Déjame ir, Ruijerd!"
"No deberías interferir en una disputa familiar", dijo Ruijerd, depositando a su prisionero en
el suelo.
Eris se giró inmediatamente y le miró con desprecio. "¡Hay algunas cosas que nunca
deberías decirle a tu hijo! ¡Incluso si estás peleando!"
"Es cierto. Pero puedo entender cómo se sintió el padre de Rudeus".
"¿Ah, sí? Bueno, ¿¡qué hay de lo que siente Rudeus, entonces!? ¡Ya lo conoces! Es la
persona más despreocupada y segura del planeta. Puedes darle un puñetazo o una patada,
¡y él sólo se encoge de hombros! Pero míralo ahora... ¡Está devastado!"
"Tal vez deberías consolarlo, entonces. Estoy seguro de que una joven como tú podría
lograrlo".
"¿¡Qué!?"
Mientras Eris agitaba la boca sin decir nada, Ruijerd se giró y salió en silencio de la
habitación.
Dejada atrás conmigo, Eris comenzó a moverse, y luego empezó a vagar inquieta por la
habitación sin hacer nada en particular. Echaba frecuentes miradas en mi dirección. A veces
se detenía, asumía su habitual postura de brazos-akimbo y abría la boca para decir algo, sólo
para cerrarla y reanudar su deambulación. La chica estaba muy inquieta. Era como ver un oso
en el zoológico o algo así.
Al final, Eris se sentó tranquilamente a mi lado en mi cama. No dijo ni una palabra. Y dejó
un poco de distancia entre nosotros.
¿Qué tipo de expresión tenía en su cara ahora mismo? No había estado mirando con mucho
cuidado. No tenía la energía.
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Pasó un poco más de tiempo en silencio.
Eventualmente, me di cuenta de que Eris ya no estaba sentada a mi lado. Justo cuando me

preguntaba adónde había ido, me rodeó con sus brazos por detrás.
"Está bien. Estoy aquí para ti..." Mientras decía esas palabras, Eris me abrazó con fuerza la
cabeza. Me envolvió la suavidad, el calor y el débilmente sudoroso aroma de su cuerpo.
Después del año y medio que habíamos pasado juntos en el camino, ese olor era muy
familiar. Y ahora mismo, era extrañamente reconfortante. El rechazo de mi familia me había
llenado de ansiedad y miedo, pero ahora esos sentimientos parecían desvanecerse.
Tal vez Eris era "familia" también, en este punto. Si hubiera estado en mi vida anterior,
podría haber escapado de mi miseria mucho, mucho antes. A juzgar por lo mucho que ese
abrazo hizo por mí, parecía plausible.
"Gracias, Eris."
"Lo siento, Rudeus. No soy muy buena en este tipo de cosas..."
Alcancé a apretar una de las manos de Eris mientras me abrazaba. Era la mano de una
espadachina fuerte y callosa. Un testamento a su duro trabajo. No es exactamente lo que se
espera de la pequeña dama de una casa noble.
"No te disculpes. Significó mucho para mí".
"...De acuerdo."
Algo dentro de mí se estaba recomponiendo. Sentí que me estaba calmando un poco.
Con un tranquilo suspiro de alivio, me dejé caer de nuevo contra Eris. Necesitaba apoyarme
en ella un poco... al menos por ahora.
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Capítulo IV – Reunidos
Paul
Todavía no había dejado el bar.
El sol estaba a punto de ponerse, así que el lugar estaba empezando a recibir más clientes
que no eran miembros de mi equipo. Por otro lado, mucha de mi gente ya se había ido. No es
que me importara mucho. Me plantaron en una mesa yo solo, tomando como un pez.
Aparentemente, era obvio que no estaba de buen humor. Todo el mundo en el lugar me
estaba dando un amplio margen.
"¡Hola! Te he estado buscando, amigo".
Todos excepto el más reciente, al menos.
Levanté la vista y me encontré cara a cara con un hombre sonriente. Era la primera vez que
veía su fea cara en un año. "¿Geese...? ¿Dónde diablos has estado, eh?"
"¡Ooh, agresivo! Pareces incluso más irritable de lo normal, amigo mío".
"¿Qué esperas?"
Chasqueando mi lengua en la irritación, me alcancé y me toqué la mejilla. Todavía palpitaba

donde Rudeus me había golpeado antes. Tal vez debería haberme tragado mi orgullo y dejar
que uno de nuestros curanderos me curara.
Ese maldito chico. Lo juro. "El continente demoníaco puede ser duro, pero mi magia era
más que suficiente para él", ¿eh? Bueno, bien por ti. Si fue tan fácil, ¿por qué no te tomaste
un tiempo para buscar a tu madre?
Oh, pero al menos pude escuchar tu conferencia sobre las mejores formas de cocinar la
carne de la Gran Tortuga. "Si no hubiera tenido la idea de crear una olla usando la magia de
la Tierra, nos habríamos quedado atrapados comiendo trozos carbonizados y malolientes de
esa cosa durante todo un año". ¿No había nada más que pudieras haber hecho con el tiempo
que pasaste cazando ingredientes para un guiso de monstruos?
Ugh. Maldita sea.
Y luego, para colmo, ¡tienes el descaro de acusarme a mí de ser infiel! ¡Ni siquiera he
pensado en tocar a una mujer en el último año y medio, pequeño idiota engreído! No hiciste
nada para ayudar, ¿y crees que tienes derecho a ponerte en mi caso?
Oh, no lo sabías, ¿eh? Gran excusa. Si te hubieras molestado en mirar el mundo que te
rodea, ¡Zenith o Lilia podrían estar aquí con nosotros ahora mismo!
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En serio. Qué broma...
"Hee hee hee. Por lo que parece, supongo que aún no se han encontrado." Sonriendo para
sí mismo por alguna razón poco clara, Geese ordenó una cosa u otra. Presumiblemente
alcohol. El hombre era más bebedor que Talhand, y Talhand era un enano.
"Hey, Paul. Asegúrate de pasar por el Gremio de Aventureros mañana, ¿de acuerdo?"
"¿Por qué?"
"Porque creo que te encontrarás con alguien interesante".
¿Alguien interesante? Geese aparentemente pensó que esta reunión mejoraría mi estado
de ánimo. Dado el momento de su llegada, y con quién me "encontraría" hoy... no fue difícil
adivinar a quién se refería. "¿Estás hablando de Rudy?"
Haciendo un poco de puchero, el viejo mono se rascó la cabeza. "¿Eh? ¿Cómo lo sabes?"
"Ya me he encontrado con él hoy".
"No pareces particularmente feliz, si consideramos... ¿Tuviste una pelea o algo así?"
¿Una pelea...? Bueno, supongo que sí. Aunque apenas calificó como una.
Maldita sea. Sólo de pensarlo me duele la cara otra vez...
"¿Qué pasó, Paul? Cuéntamelo todo". Geese se levantó y puso su silla a mi lado. Con esa
cara amigable suya, el hombre siempre había tenido un talento para escuchar los problemas
de la gente. No era la primera vez que metía la nariz en mis asuntos y me animaba a quejarme.
"Muy bien, mira esto..."
Me adelanté y le dije a Geese lo que pasó antes.
Me había alegrado de ver a Rudeus, por supuesto. Pero sentí que no estábamos de acuerdo
con la situación, así que le pregunté qué había estado haciendo hasta ahora. En ese momento
empezó a hablar con alegría sobre su viaje a través del Continente Demoníaco.
Cada palabra que salía de su boca era una fanfarronada sin sentido, así que le señalé que
podría haber utilizado su tiempo de forma más productiva. Entonces se enojó conmigo. Se
burló de que yo me acostaba por ahí. Perdí los estribos por completo. Y luego nos peleamos,
y me pateó el trasero. El fin.
"Ahh... sí. Lo tengo..."
Geese había escuchado pacientemente toda la historia, asintiendo con la cabeza y lanzando
algunos breves comentarios aquí y allá. Sentí que había estado simpatizando conmigo. Pero
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entonces, una vez que terminé de arreglar las cosas, me miró a los ojos y me dijo: "Bueno,
parece que sus expectativas podrían haber sido un poco injustas, jefe".
"¿Eh?" Le contesté, sonando como un completo idiota.
¿Injusto? ¿Cómo estaba siendo injusto? ¿Y con quién? "¿Crees una expectativa demasiado
grande? ¿De Rudy?"
"Quiero decir, piénsalo, viejo", continuó Geese mientras yo parpadeaba confundido. "Claro,
el chico es increíble. Nunca he visto a nadie que pudiera hacer hechizos sin una palabra de
ese tipo. Y cuando lo vi yendo golpe por golpe con San Galo del Norte, me dio escalofríos por
la columna vertebral. Rudeus es el tipo de prodigio que se ve una vez al siglo".
Sí, claro. Rudeus era un prodigio. Era un genio. Siempre podía hacer cualquier cosa que se
propusiera, incluso de niño. Durante un tiempo, tuve la impresión de que también tenía algunos
defectos relativamente serios, pero... quiero decir, al final de su estancia en Roa, Philip estaba
dispuesto a casar a su propia hija con él. ¡Philip! ¡El mismo tipo que hablaba mal de mí a mis
espaldas! "Sí, es cierto. Es increíble. Cuando sólo tenía cinco años, él..."
"Pero al final del día, sigue siendo sólo un niño".
Sorprendido por la firme interrupción de Geese, me quedé en silencio.
"Rudeus sigue siendo un niño de once años", repitió lentamente, sólo para que el punto se
entendiera. "Ni siquiera tú te escapaste de casa hasta los doce años, ¿verdad?"
"Sí..."
"Cualquiera más joven que eso sigue siendo sólo un mocoso malcriado. ¿No es eso lo que
siempre solías decir?"
"Sí, de acuerdo, claro. ¿Y qué si lo hice?" Vamos. Rudy ya es más fuerte que yo.
Tenía algo de alcohol en mi sistema esta mañana. Sin embargo, aún teniendo eso en
cuenta, era evidente que el niño había mejorado drásticamente. Yo podría haber estado
borracho, pero también estaba haciendo todo lo posible; me rebajé a usar la "postura de cuatro
patas" del Estilo de Dios del Norte, e incluso rompí la "espada silenciosa" del Estilo de Dios
Espada. Pero mi espada sólo cortó las bragas que llevaba en la cara. Rudy tampoco se tomaba
la pelea en serio. El hecho de que ninguno de mi gente sufriera nada peor que unas pocas
heridas menores era prueba suficiente de ello.
Era difícil decir cómo había crecido como luchador desde la última vez que lo vi. Pero incluso
a la edad de siete años, era más inteligente que yo. Ahora era tanto más inteligente y fuerte
que yo. ¿Qué era tan irrazonable como para esperar que él lograra más de lo que yo podía,
entonces? Su edad no tenía nada que ver con sus capacidades.
"Paul, ¿qué hacías cuando tenías once años?"

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"¿Hm...?"
Como recordaba, pasé la mayor parte de ese año en casa entrenando con la espada y
siendo regañado por mi viejo. Él encontró razones para quejarse de cada pequeña cosa que
yo hacía, y aprovechó cada oportunidad que tuvo para golpearme.
"¿Crees que podrías haber sobrevivido solo en el Continente Demoníaco en ese entonces?"
"Heh. Te olvidas de un pequeño detalle, Geese. Rudy se encontró con un guardaespaldas

demoníaco, ¿recuerdas? Este tipo habla Humano, Dios-Demonio y Dios-Bestia, y es lo
suficientemente fuerte como para derribar a un monstruo de primera categoría con una sola
mano. Cualquiera podría haber regresado con un acompañante como ese".
"No", declaró Geese con confianza. "No lo habrías logrado. No hay posibilidad. Aunque
salieras ahora, no sobrevivirías por tu cuenta".
No puedo decir que escuchar eso me haya puesto de buen humor. No ayudó que Geese
todavía me sonriera desde el otro lado de la mesa. El hombre tenía una sonrisa seriamente
irritante. "¡ha! ¡Bien! ¿No prueba eso mi punto, entonces? Rudy hizo algo que yo no pude. ¡Mi
hijo es un prodigio! ¡Ya se ha puesto de pie por sí mismo! No tengo nada más que enseñarle.
¿¡Estuvo mal que esperara que usara esos talentos, eh!? ¿¡Estoy realmente equivocado
aquí!?"
"Sí, lo estás. Pero eso no es nada nuevo, ¿eh?" Todavía sonriendo, Geese se detuvo un
momento para beber la cerveza que le acababan de dar. "¡Ahhhh! Esa es la cosa. No se puede
conseguir alcohol así en el Gran Bosque, ¿sabes?"
"¡Geese!"
"Bien, bien. No hay necesidad de gritar". Geese golpeó su taza de madera sobre la mesa y
me miró a los ojos, su expresión repentinamente mucho más seria. "Escucha, Paul. Nunca has
estado en el Continente Demoníaco, ¿verdad?"
"¿Y qué?"
Era cierto. Nunca había tenido el placer de visitarlo. Quiero decir, había oído los rumores,
por supuesto. Todo el mundo lo convirtió en un lugar peligroso donde te encontrabas con
monstruos cada vez que salías a caminar, y tenías que comerlos para sobrevivir. Pero "muchos
monstruos" sonaba como algo con lo que podía lidiar, honestamente.
"Bueno, es donde nací y me crié, ¿recuerdas? Y en mi opinión, todo el continente es una

desgracia".
"Sabes, nunca hablaste realmente sobre el lugar, ahora que lo pienso. ¿Qué tiene de malo?"
"En primer lugar, no hay carreteras adecuadas. Tienen carreteras entre los pueblos, por
supuesto, pero no encontrarás nada como las seguras, lisas y libres de monstruos que tienen
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en Millis y en el Continente Central. Si viajas a cualquier parte, es mejor que esperes ser
atacado por monstruos de rango C. O algo peor".
De acuerdo, sabía que el lugar tenía muchos monstruos, pero ¿un rango C o peor? En el
Continente Central, tendrías que adentrarte en un bosque para encontrar algo tan peligroso.
Muchos de los monstruos de ese rango viajaban en grandes grupos, o tenían alguna habilidad
especial letal. "Siento que estás exagerando un poco, Geese."
"No. No te voy a contar ningún cuento ahora mismo, amigo. Así es como es el Continente
Demoníaco. El lugar está lleno de monstruos desagradables".
Geese se veían perfectamente serios, pero así era como usualmente se veía cuando te
mentía. No iba a caer en su mentira esta vez.
"Ahora, digamos que dejamos a un niño en el medio de un lugar como ese. Es un chico muy
talentoso, pero no tiene experiencia en combate en el mundo real".
"...Correcto."
Sin experiencia en el mundo real, ¿eh? Parecía que estábamos hablando de Rudy otra vez.
Ahora que lo pienso, nunca había oído que se metiera en ninguna batalla real antes. Pero
aparentemente se las arregló para luchar contra algunos secuestradores en Roa, y Ghislaine
pensó que podría ganarle si tenía suficiente distancia al principio. No conocía a ningún
espadachín mejor que Ghislaine. Si ella no podía acercarse a él con seguridad, entonces
probablemente no había mil personas en el planeta capaces de vencerlo en su rango ideal.
Con respecto a esto, su falta de experiencia no me pareció tan importante. ¿Acaso Alex R.
Kalman, el segundo Dios del Norte, ¿no cortó una Espada Emperador en la primera batalla
que libró?
"En este punto, un adulto aparece y se ofrece a ayudar al niño. Este tipo es un demonio, y
uno muy fuerte, también. De hecho, es un Superd. Seguro que has oído hablar de ellos".
"Por supuesto". Para ser sincero, no estaba seguro de haberme creído esa parte de la
historia. Por lo que había oído, sólo quedaban un puñado de Superd, incluso en el Continente
Demoníaco.
"El chico tiene a alguien que le ofrece ayuda cuando está en una situación desesperada.
Este tipo está dispuesto a ayudarle a navegar por un lugar del que no sabe nada. ¡Y los Superd
son aterradores, por supuesto! No tiene ni idea de cómo podría reaccionar este tipo si se niega.
Básicamente tendría que aceptar esa oferta, ¿verdad?"
"Sí, probablemente".
"Pero a medida que pasan los días, el pequeño e inteligente Rudeus comienza a
preguntarse: '¿Por qué exactamente este tipo me está ayudando?'"
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Claro. Eso sonó como Rudeus. Puede que nunca se me haya ocurrido la pregunta, pero el
chico siempre fue muy agudo en ese tipo de cosas. Sabía lo extrañamente perspicaz que era
desde el día en que intervino para salvar a Lilia de la ira de Zenith.
"El problema es que no puede resolverlo. No sabe lo que este tipo realmente busca".
Bueno, ¿cómo lo haría? Nunca puedes saber lo que un extraño está pensando realmente.
Esa es la razón por la que los tipos como Geese se las arreglan para ganarse la vida.
"Este Superd está ayudando por ahora, pero podría fácilmente abandonarlos o traicionarles
algún día... o eso cree Rudeus. Y es por eso que decide tratar de ponerse del lado bueno del
tipo".
"No conozco ese plan, Geese. ¿Tiene un Superd incluso un lado bueno?"
"Bien, no te hagas el listo. Sabes lo que quiero decir, ¿verdad? Rudeus decide apelar a las
emociones de este tipo. Quiere hacerle sentir que son todos amigos".
Hmm. Eso explicaría por qué Rudy había pasado tanto tiempo ayudando a este tipo
demonio. Y tenía sentido, en realidad. No sólo estaba anotando puntos de ventaja con su
protector, sino que también tenía la oportunidad de desarrollar sus propias habilidades como
aventurero en caso de que necesitara confiar en ellas más adelante. Tuve que admitir que eso
sonaba racional. Probablemente era el camino más seguro que podía haber elegido.
Hmph... el chico tenía una buena cabeza sobre sus hombros, ¿no es así? "Tch". Uno
pensaría que un chico tan inteligente podría haber encontrado algo de tiempo para mirar
alrededor un poco, también."
Geese levantaron una mano y extendieron sus dedos. "Está en una tierra desconocida",
dijo, doblando uno hacia abajo. "Está en su primera aventura. No importa lo inteligente que
sea, todo esto es nuevo para él. Necesita aprender lo básico rápido, antes de que alguien se
aproveche de él. Está tratando de mantener contento a un demonio que podría traicionarlo en
cualquier momento. Y tiene una pequeña amiga detrás de él a la que necesita proteger".
Cuando terminó este recital, Geese se había quedado sin dedos. Con un pequeño
encogimiento de hombros, pasó a su argumento final.
"Si también hubiera logrado recorrer el continente en busca de otras personas que se
hubieran teletransportado, bueno, eso sólo lo convertiría en sobrehumano. En serio, estaría
listo para darle al chico un lugar en los Siete Grandes Poderes".
Los Siete Grandes Poderes, ¿eh? Eso me trajo algunos recuerdos. En aquellos tiempos,
soñaba con ganarme esa clase de fama. Aún así, sentí que Rudy tenía el talento para estar en
esa lista algún día. Y no creía que eso era sólo mi orgullo paternal hablando.
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"El chico se hubiera matado trabajando hasta la muerte sólo por intentarlo. Sé que Rudeus
es un prodigio, pero los seres humanos tienen sus límites, amigo. Especialmente cuando
todavía son niños".
"Bien, mira", intervine. "Si fue tan difícil, ¿por qué hizo que todo pareciera una gran y
divertida aventura? Sonaba como uno de esos mocosos ricos malcriados que hurgan en el
primer piso de un laberinto sólo para tener algo de lo que puedan presumir". Si el viaje hubiera
sido tan duro para Rudy, no lo habría descrito tan alegremente. En cambio, me habría hablado
de las partes más duras y dolorosas. Pero ni siquiera había mencionado los baches en el
camino.
"¿Por qué? Porque no quería preocuparte, obviamente."
"¿Eh?" Gruñí, de alguna manera sonando aún más estúpido que antes. "¿Por qué demonios
se preocuparía por mí? ¿Soy tan fracasado como padre?"
"Sí, más o menos."
"Tch". Claro, supongo que tienes razón. Soy un hombrecito débil que se ahoga en la bebida
por razones idiotas. Supongo que nuestro pequeño prodigio sentiría una gran lástima al
verme".
"Odio tener que decirte esto, Paul, pero no hace falta ser un prodigio para compadecerte
ahora mismo", dijo Geese, dejando escapar un suspiro. "Sé que no puedes ver tu propia cara,
así que déjame decirte algo. Te ves terrible, amigo".
"¿Ah, sí? ¿Terrible como para ganarme la simpatía de mi propio hijo?"
"Sí. Si entrara ahora mismo, no creo que ustedes terminaran peleando. Probablemente se
sentiría demasiado mal para que dijeras algo".
Alcancé y me toqué la cara. La barba que no me había molestado en afeitar durante varios
días raspó audiblemente contra mis dedos.
"Mira, Paul. Déjame repetirlo aquí" dijo Geese, con un tono repentinamente firme.
"Esperabas demasiado de tu hijo".
¿Fue realmente tan poco razonable de mi parte esperar más? Rudy podía hacer cualquier
cosa que se propusiera, desde que era pequeño. Todo lo que yo hice fue interponerme en su
camino con mis torpes intentos de ser padre. Nunca me necesitó realmente.
"Dime algo. ¿Por qué no puedes estar feliz de que haya llegado hasta aquí? ¿Realmente
importa qué tipo de viaje tuvo el niño? Digamos que realmente fue un crucero sin
preocupaciones, y que pasó cada minuto del mismo besándose con su pequeña novia. ¿Y
qué? Está aquí ahora, y está a salvo. ¿No es eso algo que vale la pena celebrar?"
Por supuesto que lo fue. Y yo era feliz al principio.

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"¿Hubieras preferido que tu hijo volviera con los ojos hundidos y con un miembro o dos?
Demonios, había una gran posibilidad de que te "reunieras" con un cadáver. Oh espera, mi
error... Si hubiera muerto en el Continente Demoníaco, no habría quedado ni un cuerpo para
que lo encontraras."
¿Rudy? ¿Un cadáver? Lo he visto sano y lleno de vida esta tarde, así que era imposible
imaginarlo ahora mismo. Pero hace unos días... ¿no me había imaginado ese escenario exacto
mientras me revolcaba en la desesperación?
"¡Dios, ese chico cagón! Después de ese largo y duro viaje, finalmente encontró a su querido
padre otra vez, ¡pero el tipo resultó ser una escoria borracha! Si yo fuera él, hubiera cortado
cabos en el acto."
Oh, bien. Ahora se estaba poniendo todo teatral. "Entiendo el mensaje, Geese. No te
equivocas, ¿de acuerdo? Pero hay una cosa que todavía no entiendo".
"¿Sí? ¿Qué es eso?"
"¿Por qué Rudy no sabía lo que le pasó a Buena Village? Estoy seguro de que tenía un
mensaje esperándole en el puerto Zant".
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Geese abrió la boca como para explicar, luego puso una ligera mueca y dejó que se cerrase.
Reconocí esa expresión. Significaba que estaba escondiendo algo.
"No lo sé. Probablemente tuvo mala suerte y no se dio cuenta."
"Espera... ¿dónde encontraste exactamente a Rudy, de todos modos? Asumí que te lo

encontraste en el puerto de Zant."
No sabía dónde habían estado Geese durante el último año, pero Rudeus había llegado a
Millis desde el norte. Y el Puerto de Zant era la única ciudad en esa dirección lo suficientemente
grande para que Geese prosperase de verdad.
Definitivamente le dejé un mensaje a Rudy en esa ciudad. Y además de eso, teníamos

miembros de nuestro escuadrón asignados allí. Su trabajo era recoger información de
cualquier viajero que cruzara desde el Continente Demoníaco. Si el chico fuera un aventurero
ahora, obviamente se habría detenido en el Gremio, ¿verdad?
"Conocí a Rudeus en el pueblo del Clan Doldia, en realidad. Eso fue una verdadera
sorpresa, déjame decirte. Se las arregló para que lo encerraran desnudo en una celda con
cargos de asalto a su Bestia Sagrada".
"¿Desnudo? ¿En una cárcel beastfolk? ¿Hablas en serio...?"
Me enteré de esto por Ghislaine. Para los miembros de la tribu Doldia, el hecho de ser
desnudados, encadenados en una celda y rociados con agua helada era la mayor de todas las
humillaciones. Casi nunca sometían a los forasteros a ese tratamiento, pero cuando lo hacían,
generalmente terminaba con la muerte del prisionero. Una vez le tiré un poco de agua a
Ghislaine en broma, y ella me miró como si yo hubiera matado a sus padres.
"Entonces... ¿qué pasó allí?"
"¿Qué? ¿No te dijo Rudeus sobre todo eso?"
"Todo lo que escuché fue la parte en la que viajó por el Continente Demoníaco". ¿Por qué
no me dijo por qué nunca vio el mensaje que le dejé en el puerto de Zant? Eso era muy
importante.
Oh, claro. Nunca le había preguntado.
Maldita sea. ¿Por qué tuve que ser tan irritable?
Necesitaba calmarme y pensarlo bien. Rudy era un chico listo, pero de alguna manera no
había visto mi mensaje, o incluso no se había enterado de la situación. Si hubiera pasado algún
tiempo en el puerto de Zant, se habría encontrado con ese tipo de información sin siquiera
intentarlo.
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En otras palabras, debe haberse mezclado en algo en el momento en que llegó allí, algo
que le hizo ser transportado por la tribu Doldia. Lo que sea que haya sido, debe haber sido un
incidente mayor. Algunos de los habitantes de Puerto Zant deberían regresar en dos o tres
días para hacer su informe regular, pero tal vez algo grande se ha ido al norte.
"Bueno, yo mismo no conozco todos los detalles", dijo Geese. "Pero estaba con el Mildett
en el Gran Bosque cuando me enteré de un rumor de que los Doldia habían encerrado a un
niño humano".
"¿Hm? Espera un segundo. ¿Dónde estabas?" ¿El Mildett? ¿No era una tribu de beastfolk?
Eran los que tenían orejas de conejo, ¿verdad?
"En el pueblo Mildett. Es donde vive su jefe, así que es bastante grande, pero..."
La explicación de Geese fue dolorosamente larga y molesta. Honestamente, estuve tentado

de cortarle el paso. Pero me perdí información importante al impacientarme con Rudy antes.
Y aunque rara vez aprendía de mis errores, no era tan estúpido como para meter la pata
exactamente de la misma manera dos veces en un mismo día.
Eventualmente, el cuento de Geese llegó a su fin. Traté de resumir lo que me había dicho.
"Así que, básicamente, ¿estabas yendo a todas las tribus del Gran Bosque... ...y
convenciéndolas de enviar a los humanos perdidos que encontraran a Millishion?"
"Así es. Heh heh. ¡Siéntete libre de bañarme en gratitud!"
"Sí, te debo una grande..." Eso probablemente explicaba el constante flujo de refugiados de
la zona del Gran Bosque que venían a pedirme ayuda.
"¡Bueno, de todas formas! Cuando oí hablar de este niño humano, algo hizo clic, así que
corrí hacia él. No es por presumir ni nada, pero soy un hombre con muchas conexiones, ¿sí?
Sucede que incluso conozco a un par de personas en el pueblo de Doldia. Conseguí que uno
de sus guerreros, buen amigo mío, me metiera en la misma celda que el chico".
"Espera un segundo. ¿Por qué necesitarías entrar ahí con él?"
"Para poder ayudarlo a escapar, si lo peor llegara a suceder. Es mucho más fácil escapar
de una prisión de beastfolk que entrar en una".
Estaba familiarizado con el talento de Geese para escapar de las prisiones. Siempre que se
encerraba por hacer algún tipo de estafa, volvía a aparecer muy pronto como si nada hubiera
pasado.
"De todas formas, asumía que encontraría al chico acurrucado en una bola sollozando,
¿sabes? Pero en vez de eso... ¡ha ha!"
"¿Qué ha pasado? ¿Estaba bien?"
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"¡Estaba holgazaneando casualmente desnudo, viejo! Y las primeras palabras que salieron
de su boca fueron "¡Bienvenido al destino final de la vida! ¿¡Como se supone que iba a
responder a eso!?" Geese tuvo que detenerse por un momento para reírse a carcajadas de su
propia historia.
"Esto no suena como un asunto de risa, amigo..."
"Fue muy divertido, ¡sin embargo! ¡Pude ver enseguida que tenía que ser tu hijo, Paul!"
No entendí qué tenía de gracioso. O cómo lo había descubierto tan rápidamente.
"Era exactamente como el viejo tú, amigo", continuó Geese. "¡Ridículamente arrogante!
¡Listo para mandar a un completo desconocido! Una vez, estaba tratando de coquetear con
una chica beastfolk, ¿verdad? Ella lo miró con desprecio y le dijo: 'Puedo oler tu excitación',
pero él siguió mirándola con los ojos de todos modos. ¡Ese chico es tu hijo, de acuerdo!"
En este punto, el hombre se separó para otro ataque de risa. Me moví incómodamente en
mi asiento, recordando algunas indiscreciones juveniles mías.
"Sin embargo, me llevó un poco más de tiempo estar completamente seguro" dijo Geese,
deteniéndose para escurrir una segunda taza de cerveza. "Pero sí, así es la cosa. Difícilmente
se puede culpar al chico por no haber entendido tu mensaje. Por lo que parece, no pasó ningún
tiempo en el puerto de Zant".
"¿Hm? Espera, Geese. Estuviste encerrado en la misma celda, ¿no? Entonces...
¿No podría haber explicado todo?
"¡De todas formas!" Dijo rápidamente Geese, levantándose de su asiento. "Estoy seguro de
que habrá un poco de incomodidad familiar, pero hazle un favor a tu viejo amigo Geese y ve a
reconciliarte con el chico, ¿de acuerdo?"
"Hey, espera. Todavía tengo más para..."
"Oh, claro. Se me olvidó antes, pero parece que Elinalise y compañía se dirigieron al
Continente Demoníaco por ti. La gente decía que una dama elfa había ordeñado a la mitad de
los hombres de Puerto Zant, y ambos sabemos lo que eso significa."
"¿Qué? ¿En serio?" Pensé que Elinalise me odiaba aún más que los demás, francamente.
"Heh heh. Cuando todo está dicho y hecho, no te odian tanto como dejan ver."
Con eso, Geese salió del bar. No había pagado sus bebidas, por supuesto. Nunca lo había
hecho. Pero esta vez, no me importaba pagar su cuenta.
En cualquier caso, había bebido más que suficiente por un día. Ya era hora de que me fuera
a dormir.
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Tendría que ir a hablar con Rudy pronto. Tal vez incluso mañana...
"No más alcohol esta noche, amigo", dijo Geese, que había metido la cabeza en la puerta.
"Vas a ir a la Posada de la Luz del Amanecer mañana sobrio, ¿entendido?"
"¡Sí, sí! ¡Ya lo sé!" Con un suspiro de irritación, dejé mi taza de cerveza.
Ahora que lo pienso, sin embargo, había estado exagerando últimamente. ¿Por qué seguí
ahogándome en esta mierda? Todavía tenía muchas otras cosas que necesitaba hacer.
"Um... ¿Capitán Paul? ¿Ha terminado de hablar con su amigo?"
Mientras daba vueltas a las cosas en mi cabeza, una mujer se acercó vacilante a mi mesa.
Había una expresión de disculpa en su cara. Mi cabeza no estaba lo suficientemente clara
como para reconocerla al principio, pero después de estudiar su cara durante unos segundos,
me di cuenta de que era Vierra, una de las integrantes de mi equipo.
"Heh. ¿Qué te pasa, chica? ¿Te apetece ponerte algo modesto por una vez?"
"Bueno, sí..." Con un asentimiento ambiguo, Vierra se sentó en el asiento que Geese
acababa de dejar libre hace un minuto. Por alguna razón, no llevaba su habitual atuendo
provocativo esta noche. Se había cambiado a un traje perfectamente normal y corriente que la
hacía parecer más una chica de ciudad.
"Me preocupaba el hecho de que lo que pasó antes con su hijo pudiera ser mi culpa, señor."
"¿Qué? ¿Por qué piensas eso?"
"Er, bueno, parece que... la forma en que me visto podría haber causado que malinterpretara
la naturaleza de nuestra relación..."
"Eso no tiene nada que ver. El pequeño rufián miró el tamaño de tu pecho y sacó sus propias
conclusiones".
Había una razón por la que Vierra se vestía como lo hacía. La mujer había sido una
aventurera común y corriente en Fittoa, pero el incidente del desplazamiento la había dejado
varada en el Continente de Millis sin ningún equipo. Rápidamente fue capturada por una banda
de bandidos que la trataron como su juguete. Era el tipo de pesadilla que dejaría a la mayoría
de la gente destrozada, pero ella se las había arreglado para dejarla atrás por pura fuerza de
voluntad.
Sin embargo, también habíamos acogido a una chica que no se había recuperado tan
rápidamente: su hermana Shierra. Incluso ahora, Shierra temblaba incontrolablemente cada
vez que un hombre la miraba. Y teníamos varios casos similares en nuestro equipo.
Con el fin de protegerlos de una atención no deseada, Vierra había comenzado a usar una
armadura deliberadamente ligera para atraer los ojos masculinos hacia ella. También era la
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integrante de nuestra escuadra más hábil para reconfortar y cuidar a las mujeres que habían
sido sometidas a ese tipo de trauma. Como hombre que no tiene forma de entender ese tipo
de dolor específico, la consideraba una parte indispensable del equipo.
No teníamos una relación sexual, por supuesto. La idea era ridícula.
"No fue tu culpa. ¿Queda claro?"
"...Sí, señor."
Todavía con aspecto un poco abatido, Vierra se levantó y regresó arrastrando los pies a la
mesa donde estaban sentadas las otras chicas. Mirando alrededor de la habitación un poco
más cuidadosamente que antes, noté que más de unas cuantas personas me miraban con
evidente preocupación en sus ojos.
"Oh, por el amor de Dios... ¡No me miren así, idiotas! ¿¡Me reconciliaré con él mañana, de
acuerdo!?"
Empujé mi silla, me levanté y salí del bar.
◇◇◇
Cuando volví a mi habitación en la posada, encontré a Norn ya dormida.
Me serví un vaso de agua de la jarra en nuestra mesa y rápidamente me lo bebí todo. El

líquido tibio se abrió paso hasta mi agitado estómago.
Pude sentir que poco a poco me ponía sobrio. Siempre había tenido una alta tolerancia al
alcohol; me emborrachaba cuando bebía mucho, pero los efectos nunca parecían durar
demasiado. A medida que la niebla en mi cabeza comenzó a despejarse lentamente, miré a
mi hija, que estaba acurrucada en la cama agarrando su manta, y la acaricié suavemente en
la cabeza.
Sentí lástima por Norn. De verdad que sí. Con un padre como yo, ella tenía que tener
muchas quejas, pero siempre las guardaba para sí misma y hacía todo lo posible por sonreír.
Si alguna vez la perdiera, no tendría fuerzas para seguir viviendo.
"Mm... Papi..."
Norn se movió un poco en la cama. No parecía que la hubiera despertado; probablemente

sólo estaba hablando en sueños.
Norn no era como Rudy. Era una niña normal. Tenía que mantenerla a salvo.
De repente, se me ocurrió un pensamiento extraño: Si Rudy hubiera sido un niño "normal"

también, ¿no estaría durmiendo en esta habitación con Norn ahora mismo? Se habría quedado
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en casa con nosotros en lugar de irse a ser un tutor. Y en el momento del desastre, podría
haber estado tirando de mi manga, preguntando si podía abrazar a Norn también.
Si Rudy hubiera sido un niño normal de once años, ¿no lo miraría de la misma manera que
miraba a Norn? ¿Como alguien a quien necesitaba proteger?
Me temblaban las piernas debajo de mí. Finalmente entendí por qué Geese me había dicho
"Todavía es un niño".
¿Qué diferencia había si Rudy era ordinario o no? ¿Qué importancia tiene eso? ¿Y si Norn
hubiera sido una genio? ¿Le habría hablado así? Si Norn hubiera vuelto a mí después de ir a
una aventura, sin saber nada de lo que había ocurrido... ¿le habría dicho que esperaba más?
Una vez que empecé a pensar en eso, no pude dormirme. Ni siquiera quería acostarme en
la cama. Salí de nuestra posada, encontré un cubo de fuego lleno de agua afuera, y tiré una
jarra entera sobre mi cabeza.
Y entonces, recordando la mirada en la cara de Rudy al salir del bar, me agaché y vomité.
Refresca la memoria, Paul. ¿Quién fue el que lastimó tanto al chico?
Mirando hacia abajo en ese cubo de fuego, vi la cara de un completo idiota. Quienquiera
que fuera este idiota, obviamente era el último hombre en el mundo que tenía algo que hacer
llamándose a sí mismo padre.
"Ah, mierda. Esto podría ser difícil..."
Si estuviera en los zapatos de tu hijo, cortaría los lazos sin pensarlo dos veces.
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Rudeus
A la mañana siguiente, me senté a desayunar de un humor relativamente decente.
Acabábamos de ir al bar que estaba al lado de la posada. La comida en Millishion era

definitivamente sabrosa. Nuestras comidas habían ido mejorando a medida que viajábamos
hacia ella desde el Gran Bosque. Esta mañana, teníamos pan recién horneado, una especie
de sopa clara de sabor ligero, una simple ensalada de vegetales y rebanadas gruesas de
tocino. No está nada mal.
Aunque no había comido nada anoche, aparentemente la cena aquí vino con un verdadero
postre. Era un tipo específico de gelatina dulce que era muy popular entre los jóvenes
aventureros últimamente, habiendo ganado una mención en una reciente balada popular sobre
las aventuras de un joven mago.
Eso era algo que esperaba, al menos. Siempre es bueno tener algo de comida decente en
tu vientre. Tener hambre te irrita. Estar irritado arruina tu apetito. Y un apetito arruinado sólo te
da más hambre. Ese es un clásico círculo vicioso. Es suficiente para hacer que un androide se
ponga de mal humor.
"... Vamos entra".
Mientras reflexionaba sobre estos asuntos mientras tomaba una bebida parecida al café
después de la comida, el barman dirigió su atención a la entrada. Un hombre cansado y pálido
estaba en la entrada. Cuando vi su cara, me estremecí por reflejo.
Miró alrededor del lugar por un momento, y luego me vio.
En ese momento, todas las emociones que había experimentado ayer volvieron a la
superficie. Aunque no me había dicho ni una palabra, me encontré desviando la mirada hacia
el suelo.
Sólo por mi reacción, las dos personas con las que estaba sentada parecían darse cuenta
de quién era el hombre de la entrada. Ruijerd frunció el ceño; Eris pateó su silla hacia atrás y
se puso en pie.
"¿Quién se supone que eres?"
El hombre comenzó a caminar hacia nosotros, pero Eris se había plantado directamente en
su camino. Con los brazos cruzados, los pies bien separados y la barbilla levantada, miró al
hombre severamente, a pesar de que era dos cabezas más alto que ella.
"Soy Paul Greyrat... su padre."
"¡Ya lo sé!"
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Mientras yo miraba la espalda de Eris, Paul hablaba por encima de su cabeza con una voz
irónica y divertida. "¿Qué pasa, Rudy? ¿Te escondes detrás de las chicas ahora? Que
pequeño playboy."
Algo en esas palabras, o tal vez su tono, me alivió un poco. Me recordó la forma en que
solía burlarse de mí en el pasado. Esos eran buenos recuerdos.
Decidí que Paul estaba tratando de cerrar la brecha que se había abierto entre nosotros.
Después de todo, se había esforzado mucho por encontrarme aquí a primera hora de la
mañana. Estaba lo suficientemente calmada como para al menos intentar tener una
conversación.
"¡Rudeus no se esconde detrás de mí! ¡Yo lo estoy escondiendo a él! ¡De su fracasado
padre!" Golpeándose las manos con los puños, Eris tembló con furia. Parecía que estaba lista
para golpear la barbilla de Paul.
Eché un vistazo a Ruijerd. Aparentemente sintiendo lo que yo quería, agarró a Eris por el
cuello y la levantó del suelo.
"¡Hey! ¡Déjame ir, Ruijerd! "
"Deberíamos dejarlos a los dos solos".
"Viste a Rudeus anoche, ¿verdad? ¡Ese hombre no tiene derecho a llamarse a sí mismo
padre!"
"No seas tan duro con él. La mayoría de los padres están lejos de ser perfectos."
Ruijerd se dirigió a la salida, llevando una Eris luchadora con él. Pero al pasar junto a Paul,
se detuvo por un momento. "Usted tiene todo el derecho para decir su parte. Pero la única
razón por la que puede es que su hijo todavía está vivo".
"Uh... sí..."
Las palabras de Ruijerd tuvieron un gran peso. Parecía considerarse el mayor fracasado del
mundo como padre. Tal vez sentía algo de simpatía por un compañero que metió la pata.
"No deberías dar órdenes a la gente mediante una sacudida de tu barbilla, Rudy."
"Lo has entendido todo mal, padre", protesté. "Eso fue puro contacto visual. Mi barbilla ni
siquiera estaba involucrada".
"No estoy seguro de que eso marque realmente la diferencia", dijo Paul, sentándose al otro
lado de la mesa frente a mí. "Entonces, ¿era ese el demonio del que me hablabas ayer...?"
"Sí. Es Ruijerd de la tribu de los Superd."
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"Los Superd, ¿eh? Parece un tipo bastante amistoso. Supongo que los rumores deben
haber sido un poco exagerados".
"¿No le tienes miedo ni nada?"
"No seas estúpido. Es el hombre que salvó a mi hijo".
Ayer no parecía pensar así, pero... probablemente no sería muy útil señalarlo.
Ahora bien...
"Así que de todas formas. ¿Puedo preguntar por qué estás aquí?"
Mi voz se puso más tiesa de lo que pretendía, y Paul se estremeció en su asiento. "Uh...
bueno, quería decir que lo siento".
"¿Por qué?"
"Todo lo que pasó ayer".
"No hay necesidad de disculparse". Fue útil que estuviera dispuesto a hacerlo, pero después
de una buena noche de sueño en el pecho de Eris, estaba listo para reconocer los errores que
había cometido. "Para ser honesto, yo realmente estaba jugando hasta ahora."
Las cosas habían sido un poco arriesgadas al principio, es cierto. Pero la mayor parte de
nuestro viaje había transcurrido sin problemas, y yo había encontrado mucho tiempo para
permitirme varias perversiones. El hecho de que nunca llegara a reunir información sobre la
región de Fittoa fue, sin duda, un fracaso por mi parte. Nunca tuve la oportunidad de husmear
en el Puerto Zant, pero habíamos pasado un tiempo decente en el Puerto Viento. Podría haber
encontrado allí algún tipo de agente de información y haber aprendido más sobre la Calamidad.
No investigué algo que realmente debería haber hecho. Eso fue descuidado y
desconsiderado de mi parte.
"Es comprensible que estuvieras enojado conmigo, Padre. También lo siento... no puedo
imaginar lo agitadas que deben haber sido las cosas para usted."
Toda la región de Fittoa había sido "desplazada", y nuestra familia se dispersó por el viento.
Cuando pensé en cómo se debió sentir Paul en los días y semanas siguientes, no pude culparlo
por su dura actitud. Yo había estado viajando en una burbuja de despiste, felizmente ignorante
de la tragedia en curso a mi alrededor.
"No hables así, Rudy. Sé que debes haber pasado un mal rato ahí fuera, también."
"No, eso no es cierto en absoluto. Honestamente fue pan comido". Ruijerd había estado ahí
para mí, después de todo. Después de nuestro accidentado comienzo en Rikarisu, las cosas
habían ido relativamente bien. Nuestro guardaespaldas se aseguró de que los monstruos
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nunca nos emboscaran. Había cazado nuestra cena sin que se lo pidieran, e incluso intervino
cuando Eris y yo nos peleamos. Para mí, al menos, el viaje había sido virtualmente libre de
estrés. La palabra "caminata del pastel" sonaba más o menos bien.
"Oh ¿si? Un pedazo de pastel, ¿eh?" No sabía lo que Paul estaba pensando en ese
momento, por supuesto. Pero por alguna razón, su voz temblaba ligeramente.
"Me siento mal por no haber visto nunca su mensaje, por cierto. ¿De qué se trataba?"
"Acabo de decir que estoy bien, y te pedí que buscaras en la parte norte del continente
central".
"Ya veo. Bueno, puedo ir allí a mirar alrededor una vez que deje a Eris de regreso en la
región de Fittoa."
¿Por qué estaba hablando como un robot? Todo lo que dije en este momento sonaba
extrañamente tenso. Casi se sentía como si estuviera ansioso. ¿Pero por qué lo estaría? Había
perdonado a Paul, y él me había perdonado a mí. Las cosas definitivamente no eran las
mismas que antes, pero esta era una situación de emergencia, ¿verdad? Y todo el mundo se
pone tenso en una emergencia. Claro. Eso tenía sentido.
"Dejando eso de lado por ahora, ¿podría entrar en un poco más de detalle sobre la situación
actual en la región de Fittoa?"
"Sí, claro". La voz de Paul era tan rígida como la mía y temblaba ligeramente cada vez que
hablaba. ¿También estaba nervioso?
No, no. Debería intentar averiguar mi propio comportamiento primero. Había algo realmente
extraño en esto... no podía actuar como lo hacía normalmente.
¿Cómo había hablado con Paul antes de esto? Solíamos ser bastante informales el uno con
el otro, ¿no?
"Veamos. ¿Por dónde empiezo...?"
Con su voz todavía tensa, Paul me dio un resumen completo de lo que había sucedido en
Fittoa mientras yo no estaba. Cada edificio de la región había desaparecido, y cada residente
había sido teletransportado a algún rincón al azar del planeta. Muchas muertes ya habían sido
confirmadas, y muchas más personas seguían desaparecidas.
Paul describió cómo había reclutado voluntarios para el Escuadrón de Búsqueda y Rescate
y los había moldeado en una organización funcional. Había escogido basar sus operaciones
en Millishion porque era la sede del Gremio de Aventureros y un buen punto central desde el
que reunir información.
El escuadrón tenía otra base de operaciones en la capital del Reino de Asura, y el antiguo
mayordomo Alphonse dirigía las cosas allí. Alphonse era también el líder general de la
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organización, y proporcionaba activamente ayuda a los refugiados que habían regresado a la
región de Fittoa.
Paul también me explicó que me había dejado mensajes en ciudades de todo el mundo.
Esperaba que pudiéramos separarnos y buscar por separado a los miembros desaparecidos
de nuestra familia.
Como el mayor y más independiente de sus hijos, probablemente había sido mi

responsabilidad ayudar. Todavía era un niño, sí, pero tenía la mente de un adulto. Si hubiera
visto el mensaje de Paul, me habría incitado a la acción.
Zenith, Lilia y Aisha estaban todos desaparecidos. Y era muy posible que yo hubiera pasado
por alguna de ellas en algún lugar del continente demoníaco. Eso era un hecho, y era suficiente
para que me arrepintiera de todo lo que había hecho allí. Tenía tanta prisa que rara vez nos
quedábamos en un solo pueblo por más de unos pocos días.
"¿Norn estaba bien, sin embargo?"
"Sí, tuvimos suerte allí. Ella me estaba tocando cuando sucedió."
Según Paul, así es como la magia de la teletransportación funcionaba en general: si estabas

en contacto físico con alguien cuando te golpeaba, serías enviado a tu destino juntos.
"¿Lo está tomando bien?"
"Sí. Al principio parecía un poco incómoda por mudarse a un lugar tan desconocido, pero
ahora es básicamente la mascota del equipo".
"¿En serio? Es bueno escucharlo".
Al menos Norn estaba a salvo y feliz. Ese fue definitivamente el único resquicio de
esperanza en todo este feo desastre. Era algo que valía la pena celebrar, seguro.
Pero por alguna razón, todavía me sentía un poco triste.
“…”
“…”
Nuestra conversación se detuvo. Esto se sintió extrañamente... incómodo. Paul y yo no

éramos así antes, ¿verdad? ¿Qué pasó con la forma en que solíamos hacer bromas y bromear
entre nosotros? Muy peculiar.
Después de un tiempo, Paul dijo una cosa u otra, pero no pude obtener mucha respuesta.
Mis respuestas fueron cada vez más breves y desganadas.

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En algún momento, todos los demás clientes se habían ido filtrando del bar. En poco tiempo,
probablemente nos pedirían que nos fuéramos para que pudieran prepararse para la hora pico
del almuerzo.
Supongo que Paul también se dio cuenta de eso. Pasó a nuestro último gran tema.
"¿Qué planeas hacer ahora, Rudy?"
"En primer lugar, voy a llevar a Eris de regreso a la región de Fittoa."
"No queda mucho en Fittoa, ¿sabes?"
"Lo sé. Pero aún así vamos a ir".
Aunque Philip, Sauros y Ghislaine seguían desaparecidos y probablemente no

encontraríamos ninguna cara conocida esperándonos, teníamos que irnos. Volver allí siempre
había sido nuestro objetivo, después de todo. Seguiríamos adelante con nuestro objetivo
inicial. Y una vez que llegáramos a Fittoa, podríamos ser testigos de su estado con nuestros
propios ojos.
Después de eso, podría dirigirme a buscar en la parte norte del continente central... o incluso
pedirle a Ruijerd que me ayudara a volver al continente demoníaco. Demonios, incluso podría
intentar dirigirme al continente Begaritt. Conocía el idioma, más o menos. "Después de eso,
empezaré a buscar en otras partes del mundo".
"...Está bien."
Con eso, la conversación se agotó de nuevo. No tenía ni idea de qué más había que decir.
"Aquí". En este punto, el barman golpeó abruptamente dos tazas de madera delante de
nosotros. Diez barriles de vapor se elevaron suavemente del líquido que había en su interior.
"Eso va por cuenta de la casa".
"Oh. Gracias". Ahora que lo pienso, mi garganta estaba dolorosamente seca.
Una vez que me di cuenta de eso, también noté algunas otras cosas. Había estado
apretando las manos con fuerza; mis palmas estaban húmedas de sudor. Mi espalda y mis
axilas también se sentían extrañamente frías. Y mis patas delanteras estaban pegadas a mi
frente.
"Hey, chico. No voy a fingir que sé lo que está pasando aquí, pero..."
"¿Hm...?"
"Al menos mira al tipo a la cara".
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Sólo cuando escuché esas palabras me di cuenta. He estado evitando la mirada de Paul
todo este tiempo. Después de desviar mi mirada cuando entró, no lo había vuelto a mirar a la
cara. Ni siquiera una vez.
Bebiendo con ansiedad, miré a mi padre. Su cara estaba llena de incertidumbre y angustia.
Parecía un hombre al borde de las lágrimas.
"¿Por qué pones esa cara?"
"¿Qué cara?" dijo Paul, sonriendo débilmente.
Con su expresión apática y sus mejillas huecas, parecía una persona completamente
diferente del hombre que había conocido antes. Pero por alguna razón, sentí que había visto
una cara muy similar en algún lugar antes. ¿Dónde fue eso? Tuve la sensación de que fue
hace mucho tiempo...
...ahora lo recuerdo.
Lo había visto en el espejo del baño, en mi antigua casa.
Esto habría sido un año o dos después de que me había convertido en un total encerrado.
En ese momento, todavía pensaba que tenía tiempo para cambiar las cosas. Pero también era
consciente de que había una brecha creciente entre yo y todos los que conocía, una que tal
vez nunca podría superar.
Aún así, simplemente tenía demasiado miedo de salir de nuevo. Y así, los sentimientos de
ansiedad y frustración se acumularon dentro de mí. Fue probablemente el período más volátil
emocionalmente de mi vida.
Ya veo. Así que así es como es...
Paul había buscado desesperadamente a su familia sin éxito. A pesar de todos sus
esfuerzos, no había encontrado ni una sola noticia en mucho tiempo. Se preocupaba por
nosotros constantemente. Y eventualmente, comenzó a preguntarse: ¿Qué pasa si están
heridos? ¿Qué pasa si se enferman? ¿Y si ya están muertos? Cuanto más pensaba en ello,
más se preocupaba.
Y entonces, por fin, aparecí... con una sonrisa alegre en mi cara. Era tan diferente de lo que
Paul había imaginado que se irritó a propósito.
Una vez experimenté algo similar. No mucho después de que comenzara mi vida como un
perdedor, alguien que conocía de la secundaria se detuvo a visitarme y comenzó a contarme
lo que estaba pasando en la escuela. Yo estaba profundamente deprimido y con mucho dolor,
pero hablaba de su vida como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo. Me hizo doler
el estómago. Terminé rompiéndome y lanzándole duros insultos.
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Al día siguiente, me dije que me disculparía con él la próxima vez que viniera. Pero nunca
volvió a venir. Y tampoco le tendí la mano. Dejé que una especie de orgullo obstinado me
detuviera.
Ahora lo recuerdo. Fue exactamente cuando vi esa cara en el espejo.
"Tengo una propuesta, padre".
"¿Qué...?"
"En estas circunstancias, creo que debemos tratar de actuar como adultos".
"Uh, sí, supongo que no fui muy maduro ayer... aunque no estoy seguro de a dónde quieres
llegar."
La penumbra dentro de mi corazón se derretía rápidamente. Finalmente entendí cómo se

sentía Paul ahora. Una vez que tuve esa pieza del rompecabezas, el resto fue bastante simple,
en realidad.
Volví a pensar en el pasado, en el día en que Paul me había regañado por pelear, y yo le
había devuelto mis propias palabras. En ese momento, no estaba muy impresionado con sus
habilidades como padre. Pero entonces sólo tenía veinticuatro años, muy joven para ser padre,
así que decidí no juzgarlo con demasiada dureza.
Habían pasado seis años desde entonces. Paul tenía ahora treinta años. Todavía era un
poco más joven que yo en mi vida anterior, y ya había logrado más que yo. Cuando me peleé
con mi amigo, ni siquiera intenté arreglar las cosas. Sólo encontré maneras de convencerme
de que todo era culpa suya. En comparación, Paul se esforzaba mucho más.
No era la misma persona que era en ese entonces. Me juré a mí misma que iba a cambiar,
¿no? Me había olvidado de eso últimamente, pero no podía permitirme repetir los mismos
estúpidos errores una y otra vez.
Esta fue una pelea mucho más grande que la última, sí. Pero me estaba comportando
exactamente de la misma manera que lo hice ese día hace seis años. Ambos estábamos
cometiendo los mismos errores estúpidos una y otra vez. Pensé que había recorrido un largo
camino desde entonces, pero en vez de eso, parecía que había estado caminando sobre el
agua. Tuve que reconocerlo.
Y lo más importante, tenía que dar un verdadero paso adelante.
"Hagamos como si el ayer nunca hubiera sucedido."

Era una propuesta bastante simple. Me dolió profundamente lo que Paul me dijo en ese bar.
El dolor había sido casi insoportable. Mi amigo, que se había pasado por aquí preocupado por
mí, debió sentir algo similar cuando le aparté. Y así fue como terminaron las cosas. Nunca nos
volvimos a ver.
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Esta vez no iba a resultar así. No dejaría que mi vínculo con Paul se rompiera.
"Los dos no tuvimos una pelea ayer. Ahora mismo, en este momento, nos estamos viendo
de nuevo por primera vez en años. ¿Entiendes?"
"¿De qué estás hablando, Rudy?"
"No pienses demasiado en esto, por favor. Sólo abre bien los brazos. ¡Adelante!"
"Eh... vale..." Paul extendió sus brazos, con un aspecto un poco dudoso.
Inmediatamente me lancé a ellos. "¡Padre! ¡Te he echado mucho de menos!"
Su cuerpo olía levemente a alcohol. Parecía estar sobrio ahora mismo, pero no me habría
sorprendido si todavía estaba cuidando de una resaca. ¿Cuándo había empezado a beber
tanto, de todos modos? Sentí que apenas había tocado las cosas en ese momento.
"¿R-Rudy?" Paul no parecía saber cómo reaccionar.
Apoyando mi barbilla en su hombro, murmuré lentamente un pequeño consejo. "Vamos.

Acabas de reunirte con tu hijo. ¿No hay nada que quieras decir?"
Todo esto fue un poco ridículo, sí. Pero aún así, abracé el cuerpo de Paul con todas mis
fuerzas. No era sólo su cara la que se había vuelto más delgada. Su cuerpo se sentía como si
fuera una o dos tallas más pequeña que antes. Por supuesto, había crecido un poco en los
últimos años, así que probablemente eso tenía algo que ver con eso; pero era obvio que mi
padre había pasado por momentos muy difíciles.
Después de un momento de vacilación, Paul se arregló para murmurar "Yo... yo también te

extrañé".
Y una vez que sacó esas primeras palabras, fue como si las compuertas se abrieran. "Yo
también te extrañé, Rudy... ¡Te extrañé muchísimo! Busqué y busqué, pero no encontré a
nadie... Empecé a pensar que podrías estar muerto... Empecé... a imaginarte..."
Cuando miré a Paul otra vez, las lágrimas le corrían por las mejillas. No era exactamente
una imagen bonita. El hombre estaba sollozando como un bebé. "Lo siento... lo siento mucho,
Rudy..."
Bien, genial. Ahora me tiene a mí también.
Le di unas palmaditas en la nuca a Paul unas cuantas veces. Durante un tiempo, los dos
lloramos juntos.
Y así, por primera vez en cinco años, finalmente me reuní con mi padre.
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Capítulo V – Objetivos Confirmados
Después de eso, Paul y yo pasamos mucho tiempo sólo hablando. No discutimos nada
particularmente importante, y nos ceñimos deliberadamente a temas más triviales en su mayor
parte.
En primer lugar, me contó cómo habían ido las cosas en Buena Village durante los años
que pasé en la Ciudadela de Roa.
Paul tenía dos esposas en ese momento, pero eso aparentemente no se había traducido
en el doble de "diversión". Zenith y Lilia habían tenido algunas discusiones secretas y llegaron
a un acuerdo. Como regla general, se esperaba que Paul mantuviera sus manos alejadas de
Lilia. La única excepción sería si Zenith quedara embarazada por tercera vez, pero en ese
caso Paul tendría que obtener su aprobación de antemano.
Zenith estaba todavía un poco conflictiva sobre su acuerdo, pero supongo que ella lo aceptó.
Eso fue ciertamente muy conveniente para mi padre. Estaba un poco envidioso, para ser
honesto.
"Entonces, ¿crees que tengo una tercera hermana pequeña en camino?"
"No. Por alguna razón, no estaba sucediendo para nosotros... no sé por qué. Te hicimos en
nuestro primer intento".
"¿Le diste una oportunidad y te conseguiste un hijo así de perfecto? Qué afortunado eres,
padre."
"Realmente te crees muy gracioso, ¿no?"
Esta no parecía el tipo de conversación que un niño de once años debería tener con su
padre, pero ambos la estábamos disfrutando de todos modos.
Una cosa que no discutimos fue si Zenith y Lilia seguían vivas. Era el elefante en la
habitación, pero ambos sabíamos que sacarlo a relucir sólo nos pondría de un humor
miserable.
"¿Sylphie se las arreglaba bien sin mí?"
"Oh sí. Esa chica es increíble, Rudy. Supongo que tienes talento como profesor".
Por lo que parece, a Sylphie le había ido bien. Pasaba las mañanas corriendo y practicando
técnicas mágicas básicas, y por las tardes, solía trabajar en sus hechizos de curación con
Zenith.
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Por cierto, la pequeña Aisha también había empezado a recibir lecciones de Lilia después
de unos años, aunque la mayoría de ellas cubrían cosas como la etiqueta en lugar de la
hechicería.
"De todos modos, esa niña es definitivamente... eh, supongo que la palabra seria. Siempre
venía a nuestra casa para hacer algo en tu habitación."
"...¿Sabe si Sylphie encontró algo allí?"
"¿Qué? ¿Había algo escondido que no querías que viera?"
"No, ¡no! Por supuesto que no. No seas ridículo, padre."
Ha ha. Qué sugerencia tan absurda.
"Bueno, todo se ha ido de cualquier manera, supongo."
Por lo que me dijo Paul, prácticamente todos los objetos de la región de Fittoa habían
desaparecido en el desastre. Eso incluía todo, desde cosas pequeñas como plumas y botellas
de tinta hasta grandes estructuras como edificios y puentes. Las únicas excepciones eran los
objetos que la gente llevaba encima en el momento de ser teletransportados.
"Oh. Ya veo..."
Eso fue una lástima. No puedo recordar por qué era una lástima, pero sentí una punzada
de melancolía de todos modos.
"¿Qué hacías en ese entonces, Rudy?"
"Oh, ¿quieres decir en Roa?"
Me lancé con cortesía a un rápido resumen de mi tiempo como tutor.
La historia comenzó con mi primer día de trabajo, cuando Eris me golpeó y casi me rindo
por completo, luego pasó a nuestro "desafortunado" secuestro. Le expliqué que Eris se
entusiasmó conmigo un poco después de que nos sacara de ese apuro, pero aún así se negó
a tomar mis lecciones en serio.
Luego, describí cómo había ido a pedirle ayuda a Ghislaine, y cómo había convencido a la
pequeña dama para que prestara atención en la clase. Y después de eso, cubrí cómo mi
relación con Eris había mejorado gradualmente, nuestras lecciones de baile, y los eventos de
mi décimo cumpleaños.
"Ah, claro. Tu cumpleaños. Lo siento, chico..."
"¿Por qué te disculpas?"
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"Bueno, ni siquiera pude estar allí, ¿sabes?"
Para la gente del Reino de Asura, el décimo cumpleaños de un niño era un evento de
importancia monumental. Todavía no entendía exactamente por qué, pero parecía ser
considerado una especie de hito de la suerte. Se suponía que tu familia iba a tener una gran
celebración y te bañaría con regalos.
"Está bien. La familia de Eris me hizo una fiesta maravillosa".
"¿Ah, sí? ¿Qué te dieron?"
"Un bastón muy bonito, aunque el nombre es un poco embarazoso. Se llama Aqua Heartia,
Rey Dragón de Agua Arrogante".
"¿Qué tiene de malo ese nombre? Me suena bastante bien".
¿Hablaba en serio? Sólo decir todo eso en voz alta me hizo querer enterrarme en un agujero.
Tal vez en este mundo era normal dar nombres exagerados a objetos más poderosos.
"Oh, ¿no te dieron otro regalo, Rudy? Me enteré de todo por Alphonse."
"¿Otro regalo?" Hmm. Ahora, ¿qué sería eso? ¿Sabiduría, coraje y poder ilimitado? Me
sentí como si todavía me faltara un poco en todos esos frentes, aunque...
"Vamos, estoy hablando de la hija de Philip. Hoy era la primera vez que la veía, pero es una
niña muy guapa. ¡Y tan devota, también! Fue muy conmovedor, la forma en que te protegió..."
En realidad nadie me dio a Eris, sin embargo.
Quiero decir, Philip dijo que tenía su permiso para hacer un movimiento, pero en realidad
no había hecho mucho de nada todavía. Me importaba Eris, y no quería apresurar las cosas.
Ayer mismo, ella había estado ahí para mí cuando más la necesitaba. Nunca había tenido a
nadie que me abrazara y me acariciara la cabeza hasta que me quedara dormido así antes.
No había manera de que yo traicionara su confianza. Me había prometido que podríamos dar
el siguiente paso cuando cumpliera quince años. Pero incluso entonces, me reprimiría si ella
no estaba lista todavía.
Por supuesto, tenía un impulso sexual ligeramente hiperactivo, que podría ser aún más
fuerte en cuatro años. Había una posibilidad de que no fuera capaz de controlarme... pero, por
el momento, planeaba intentarlo.
"Eris es importante para mí, sí. Aunque preferiría no hablar de ella como si fuera un objeto
que recibí de sus padres".
"Bueno, supongo que te casas con su familia, así que es más como si te recibieran."
"¿Qué...?" ¿Quién se va a casar con qué?

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"Vas a unirte a la nobleza con el apoyo de Philip, ¿verdad?"
"¿De qué estás hablando? ¿Cuándo alguien dijo algo al respecto?"
"¿Eh? Fue un año más o menos antes del desastre, creo. Philip me envió una carta diciendo
que tú y Eris se llevaban muy bien, así que quería que te casaras con su familia. Si me
preguntas, la nobleza de Asuran son un montón de escoria podrida, pero dije que podías hacer
lo que quisieras..."
Interesante. Así que Philip ya había hablado con Paul sobre eso antes de nuestra
conversación en mi décimo cumpleaños. Incluso si yo hubiera rechazado la idea, él
probablemente planeaba pasar los próximos años tratando de empujarnos a los dos juntos.
Esa no era una propuesta espontánea en absoluto.
En cualquier caso, eso explicaba por qué Paul sacó algunas conclusiones sobre mí y Eris.
¿Dos jóvenes enamorados, varados en una tierra desconocida, solos y profundamente
ansiosos? Se podría suponer que "se conocerían mejor" en el transcurso de su viaje.
"Por la expresión de tu cara, supongo que Philip te tendió una trampa".
"Eso parece, sí."
Los dos lanzamos suspiros simultáneos. Philip era un hombre astuto, pero probablemente
había que serlo para sobrevivir en el implacable y despiadado mundo de la alta nobleza
asurana.
"De cualquier manera, parece que eres bastante amistoso con la pequeña dama. ¿Significa
eso que Sylphie...?" Paul dudó en la mitad de la frase. "Uh, lo siento. Olvida que dije algo."
Sylphie permaneció entre las desaparecidas, por lo que cualquiera de nosotros sabía. Aún
así, me encontré considerando la pregunta que Paul había empezado a hacer.
Me importaba Sylphie, pero lo que sentía por ella no era lo mismo que lo que sentía por Eris.
Ella era más como una hermana pequeña para mí, o tal vez incluso una hija. Me molestó
cuando vi que la molestaban y quise ayudarla a crecer fuerte y feliz, pero nos habíamos
separado antes de que esos sentimientos se convirtieran en algo más.
No era tan diferente de lo que tenía con Eris, pero en estos días ella me apoyaba tanto como
yo la ayudaba a ella. Si me preguntaras en cuál de ellas estaba más interesado ahora mismo,
la respuesta tendría que ser Eris.
Pero, por supuesto, no era como si hubiera hecho una comparación minuciosa lado a lado.
Se trataba de la cantidad de tiempo que habíamos pasado juntos, en realidad. Eris había sido
parte de mi vida durante años. A la gente le encanta escribir historias sobre chicos que se
reúnen con sus amigos de la infancia, pero es más fácil enamorarse de alguien cuando has
pasado mucho tiempo a su lado. A esta altura, había estado con Eris el doble de tiempo que
con Sylphie. Y nuestros años juntos han sido muy intensos, por decir lo menos.
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Por supuesto, eso no significaba que no me preocupara por mi amiga perdida.
"Espero que Sylphie esté bien..."
"Bueno, la chica no está a tu nivel, pero ha estado trabajando mucho. Quiero decir, ella
puede usar la magia de curación sin encantamientos, ¿sabes? Eso es suficiente para ganarse
la vida dondequiera que vayas. Los sanadores son muy valiosos, al menos fuera del continente
de Millis".
"Oh. Cierto..." ¿Eh? Espere. ¿Acaba de decir lo que creo que dijo? "Espera. ¿Sylphie puede
hacer hechizos de curación en silencio?"
"¿Hm? Sí. Zenith se sorprendió al principio. Pero tú también puedes hacer eso, ¿no?"
"No con magia curativa, no." No entendía los principios subyacentes detrás de esos
hechizos, así que nunca había logrado lanzarlos en silencio. No importaba cuántas veces los
usara, no podía entender los mecanismos por los cuales sanaban el cuerpo.
"¿En serio?"
"No. Sólo puedo hacer esos hechizos si uso los conjuros".
"Bueno, no voy a fingir que sé mucho de magia, pero dicen que todos son naturalmente
mejores con unos tipos que con otros, ¿verdad? Supongo que Sylphie tiene un don para la
curación".
Tal vez Sylphie se había vuelto más fuerte que yo desde que nos separamos. Ahora tenía
un poco de miedo de volver a verla. ¿Y si ella le echaba un vistazo a mi magia y decía "¿No
has mejorado nada, Rudy...?”
Paul y yo seguimos hablando un rato. Al final de nuestra conversación, el abismo que se

había abierto entre nosotros desapareció por completo.
A primera hora de la noche, dos de los camaradas de Paul vinieron a buscarlo.
Específicamente, era la señora de la armadura de bikini y su amiga maga. La primera

llevaba ropa monótona y ordinaria hoy en día, por cualquier razón. Era un cambio dramático
con respecto al atuendo que llevaba ayer. Ella había sido una de las causas de nuestra pelea,
aunque... ¿Tal vez estaba tratando de ser considerada?
"Padre".
"¿Si?"
"Confío en ti, por supuesto. Pero después de todo lo que pasó ayer, sólo quiero comprobar
formalmente... No estás teniendo una aventura, ¿verdad?"
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"Diablos, no".
Eso fue bueno de escuchar. Ambos habíamos sacado conclusiones ayer. En lugar de
obtener los hechos reales, nos acusamos mutuamente de ser idiotas locos por el sexo sin...
No, no. Ya había borrado oficialmente esos hechos de la historia.
En cualquier caso, no parecía que Paul tuviera tiempo o energía para dedicarse a las
mujeres en este momento. Estaba concentrado en encontrar a su familia, y no iba a arriesgarse
a separarla. Tendría que aprender de su ejemplo y reducir mis propias payasadas pervertidas.
"Rudy. Vas a escoltar a Eris de vuelta a la región de Fittoa, ¿verdad?" Antes de irse, mi
padre aparentemente quería confirmar que mi decisión estaba tomada.
"Sí", respondí con un firme asentimiento. "Pero, ¿preferirías que me uniera a la brigada de
Búsqueda y Rescate también?"
"No, eso no será necesario. Tenemos la obligación de entregar a los miembros de la familia
Boreas que encontremos en Asura, de cualquier manera."
"Eso hace que parezca una misión muy importante. ¿Te parece bien dejarlo en mis manos?"
"No puedo pensar en nadie más adecuado para el trabajo. Y ya te has ganado su confianza,
obviamente".
Evidentemente Paul tenía mucha fe en mí. Tal vez demasiada fe, honestamente. Sentí que
tendía a sobreestimar mis capacidades. Aunque no importaba realmente. Sea lo que sea que
pensara de mí, esta vez iba a intentar cumplir sus expectativas.
"Por supuesto", dijo Paul con una sonrisa, "siempre podría asignarle un par de
guardaespaldas si prefieres quedarte aquí en Millishion".
Oh, por favor.
En términos puramente racionales, separarse de Eris era una opción válida. No es que me
quedara en Millishion en ese evento... podría ir a buscar a mi familia en otra parte del mundo.
Regresar al Continente Demoníaco podría ser un enfoque razonable, por ejemplo.
Pero eso sólo era cierto a un nivel puramente racional. No podía abandonar a Eris para mi
propio beneficio. Tenía que llevarla de regreso a casa a salvo.
Además, la idea de dejar mi trabajo a medio hacer para poder trabajar en otra cosa me trajo
algunos recuerdos desagradables. En mi vida anterior, nunca terminé nada de lo que empecé.
No quería volver a caer en ese hábito destructivo. Conociéndome, probablemente terminaría
con Eris sin llegar a Fittoa a salvo, y mi búsqueda en solitario del Continente Demoníaco no
resultaría en nada.
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Mejor centrarse en una cosa a la vez, entonces. También estaba todo el tema de Ruijerd a
considerar, después de todo. Era difícil imaginar a nuestro terco amigo llevándose bien con
algunos miembros al azar del Escuadrón de Búsqueda y Rescate, y probablemente se pondría
furioso si yo intentara abandonar nuestro grupo ahora. En su libro, eso calificaría como una
conducta impropia de un guerrero.
"Es muy amable de su parte ofrecerse, pero creo que sería mejor para mí escoltarla de
vuelta."
"Sí, no es como si tuviéramos a alguien más fuerte que tú en el equipo, de todos modos. No
me sorprende que no quieras entregar el trabajo". Había un indicio de una mueca en la cara
de Paul mientras decía esas palabras.
¿Quizás estaba un poco cohibido por el hecho de que le había ganado en una pelea? Estaba
claramente borracho en ese momento, así que sentí que no contaba... pero si lo dijera ahora,
probablemente sería más humillante que cualquier otra cosa. A veces el mejor movimiento es
mantener la boca cerrada.
"De todos modos, ¿cuánto tiempo te quedarás en Millishion?"
"Bueno, estamos planeando ganar dinero aquí para la próxima etapa de nuestro viaje, así
que probablemente en un mes."
"Podemos cubrir sus gastos de viaje", dijo Paul. Girando hacia las dos jóvenes que
esperaban detrás de él, habló con la maga pecosa de aspecto manso. "Tenemos algunas
reservadas, ¿verdad?"
"Sí. El Sr. Alphonse nos confió fondos para ser usados en caso de que localizáramos a
algún miembro de la familia Boreas".
Evidentemente, el antiguo mayordomo de la familia había dejado a Paul con un montón de

dinero destinado a asegurar un cómodo viaje de vuelta a casa para cualquier miembro de la
familia de Eris que encontraran en Millis.
"Bien. Así que es todo tuyo".
"Ya veo... Bueno, me alegro de que no lo hayas echado todo a perder con el alcohol."
"¿Por qué crees que puse a Shierra a cargo del dinero?" Por alguna razón, Paul sonaba
realmente orgulloso de sí mismo. Un poco triste, pero no iba a decir nada.
"¿Cuánto dinero es esto, exactamente?" Yo pregunté.
"Es el equivalente a veinte dólares del rey", respondió Shierra al instante.
Los dólares del rey eran la moneda más valiosa en el continente de Millis. Usando la escala
de monedas de un yen a una piedra, equivalían a unos 50.000 yenes cada una. Así que veinte
de ellos serían...
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"¡Un millón de yenes!"
"...¿un millón de qué?" dijo Paul, levantando una ceja.
De acuerdo, así que tal vez mi reacción inicial fue un poco demasiado alegre. ¿Puedes
realmente culparme, sin embargo? Durante el último año y medio, he estado obsesionado con
cada moneda que gastamos, y ahora me han dejado un millón en el bolsillo de la nada.
"¿¡En serio, sin embargo!? ¡Con esa cantidad de dinero, podrías pasarte toda la vida
haciendo tonterías!"
"Bueno, probablemente podrías construirte una casa en el sur con eso, supongo. Pero no
te va a durar toda la vida".
¿Qué? ¡Pero si es un millón, hombre! ¡Un millón de yenes! Eso es como... ¿¡Mil monedas
de mineral verde!? ¡Incluso podrías comprar un pasaje de Superd en un barco con eso!
Oh, eso me recuerda.
"Hm. Todavía hay otro problema con el que tendremos que lidiar, en realidad."
"¿En serio? ¿Qué es eso?"
"En Puerto Viento, querían una ridícula cantidad de dinero para dejar a un Superd en el
barco a Millis. No estoy seguro de cómo están las cosas en Puerto Oeste, pero asumo que
también exigirán una gran cantidad de dinero. No sé si incluso veinte monedas de rey serán
suficientes..."
"Ah, claro..." Paul se cruzó de brazos pensativo. Seguramente no iba a sugerir que dejara a
Ruijerd atrás o algo así.
"Shierra, ¿cuánto cobran por traer un Superd al continente central?"
Con una pequeña inclinación de cabeza, Shierra respondió rápidamente "Cien monedas de
rey".
¿Había memorizado todas las tarifas o algo así? Esta chica parecía estar muy al tanto de
las cosas. Parecía del tipo "secretaria rápida", ahora que lo pienso...
Mientras miraba en dirección a Shierra, nuestros ojos se encontraron brevemente. Ella soltó
un pequeño grito e instantáneamente miró al suelo. La ex-biquinis se adelantó casualmente
para evitar que yo la viera. No pude evitar sentirme herido.
"Lo siento, pero está un poco incómoda con el contacto visual. ¿Podría intentar no mirarla
demasiado?"
"Uhm, de acuerdo..."
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Había vuelto a la normalidad mi relación con Paul, pero al parecer los otros miembros de su
equipo no me querían mucho. Bueno, tendría que vivir con eso.
Más importante aún... cien monedas de rey, ¿eh? Estábamos hablando de unos cinco
millones de yenes. No es el tipo de dinero que se puede juntar rápidamente. Era suficiente
para hacer suspirar a un hombre.
"¿Por qué siempre es tan caro para el Superd en particular, de todos modos?"
"Es principalmente porque las reglas se establecieron hace algún tiempo, cuando la
persecución de esa tribu estaba en su apogeo", respondió Shierra desde algún lugar detrás de
la dama de la armadura bikini.
Por el tono de su voz, podrías haber pensado que esto era de conocimiento común, pero ni
siquiera la gente que trabaja en el puesto de control de Puerto Viento ha sido capaz de
decírmelo. El pecho de la chica era bastante pequeño, pero aparentemente, tenía un cerebro
enorme.
"También, el noble que dirige la estación de aduanas de Puerto Oeste es conocido por su
odio a la humanidad demoníaca", añadió Paul. "Incluso si llegas con el dinero, podría encontrar
alguna razón para negarte el paso."
"No se dice. Uhm... ¿podríamos pedirle a la familia de mamá que mueva algunos hilos en
nuestro nombre, tal vez?"
"Lo siento, pero tal como están las cosas, ya se están arriesgando por nosotros. No
podemos arrastrarlos a más problemas ahora mismo."
En otras palabras, probablemente tendríamos que volver a recurrir a los contrabandistas.

Eso no había resultado muy bien la última vez, así que esperaba encontrar otra manera. Para
empezar, seguíamos en el mismo continente que el grupo que habíamos atacado. Si los
ladrones locales tenían conexiones con algunos grandes sindicatos, podríamos estar en una
especie de lista negra en este momento.
Cuanto más pensaba en el problema, más me dolía la cabeza.
"Muy bien, entonces. Ya se nos ocurrirá algo por nuestra cuenta."

"Lo siento, chico", dijo Paul, luego sonrió y se volvió hacia las mujeres que esperaban detrás
de él. "Hey, entonces, ¿qué piensas de mi pequeño? Hablando de autosuficiencia, ¿verdad?"
"Uhm, claro".
"Err..."
Los dos se miraron el uno al otro, sonriendo torpemente. No estaba seguro de lo que
esperaba que dijeran. ¿Recuerda incluso esa "pelea en un bar" de ayer?
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"Padre, no debería tener el hábito de pedirle a las jóvenes que evalúen a su 'pequeño'.
Podría empañar la reputación de la familia Greyrat".
"¡Tus chistes verdes tampoco ayudan, chico!"
Paul y yo nos reímos a carcajadas. Las dos mujeres de la habitación no se divirtieron, pero
no puedes complacer a todos.
"Muy bien entonces, Rudy. Ya es hora de que me vaya."
"Bien".
Finalmente, levantándose de su asiento, Paul giró sus hombros con un pop audible. Ni
siquiera me había dado cuenta, pero aparentemente habíamos estado hablando durante
mucho tiempo.
Cuando miré el mostrador, el camarero tenía una sonrisa algo irónica en su cara. Habíamos
ocupado una de sus mesas durante la hora pico del almuerzo, ¿no es así? Tendría que dejar
una buena propina cuando pagara.
"Una vez que hayas hecho tus planes, ponte en contacto conmigo. Deberíamos al menos
cenar con Norn antes de que te vayas."
"Me parece bien".
Con eso, Paul salió del bar, las dos jóvenes lo siguieron de cerca.
Realmente parecía un viejo verde a veces, ¿no es así?
◇◇◇
Poco después de que Paul se fuera, Eris y Ruijerd regresaron al bar. Eris tenía un ojo
morado, y Ruijerd tenía una expresión claramente infeliz en su rostro.
"¿Qué pasó, ustedes dos?"
"Nada", dijo Eris, doblando los brazos con un pequeño resoplido irritado. "¿Cómo fueron las
cosas con ese hombre?"
"Nos reconciliamos el uno con el otro".
Tan pronto como esas palabras salieron de mi boca, las cejas de Eris se arrugaron
fuertemente. "¿Qué? ¿¡Por que!?" Puntualizó su pregunta golpeando su puño en la mesa tan
fuerte que se rompió en pedazos.
Dios mío, qué joven tan poderosa...
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"Ya veo", dijo Ruijerd con calma. "Me alegra oír eso".
"¡Rudeus!" Eris me agarró con fuerza por los hombros. Y quiero decir con fuerza. El agarre
de la chica era realmente increíble. "¿¡Por qué harías eso!?"
"¿Cómo que por qué?" Pregunté, un poco sorprendido.
"¿¡No recuerdas lo deprimido que estabas ayer!?"
"Bueno, por supuesto. Y aprecio lo que hiciste por mí. Ese abrazo realmente me calmó".
Fue sólo gracias a Eris que pude mirar a Paul a la cara hoy. Si no hubiera estado allí para
consolarme, me habría quedado encerrado en mi habitación durante días.
"¡Eso no es de lo que estoy hablando! Ese hombre ni siquiera se presentó para tu décimo
cumpleaños, Rudeus. ¡Y la forma en que te trató ayer fue increíble! ¡Tuviste que viajar todo el
camino a través del Continente Demoníaco! ¡Te encerraron en una celda en el Gran Bosque,
por el amor de Dios! Pero cuando finalmente, finalmente lograste volver con él, ¡básicamente
te dijo que te perdieras! ¿¡Cómo puedes perdonar a ese imbécil!?"
Vaya. Eso fue un gran discurso.
Entendí de donde Eris venía. Cuando lo pones en esos términos, Paul sonaba como un
padre de mierda. Incluso podría haber creído que me odiaba a muerte. Si yo fuera un niño
ordinario, sus acciones habrían sido imperdonables.
◇◇◇
Un poco más tarde, los tres tuvimos una rápida reunión de equipo.
"Bien entonces. ¡Que comience nuestra segunda reunión oficial en Millishion, gente!"
Esta vez, estábamos llevando a cabo nuestro negocio en el bar en lugar de en nuestra
habitación. Ahora que lo pienso, no había dado un paso fuera de este edificio en todo el día.
Era un lugar acogedor, y nunca se llenaba demasiado, aunque estoy seguro de que el
propietario tenía sentimientos encontrados al respecto.
"¿No tuvimos uno de estos hace dos días?" dijo Eris.
No parecía estar ya enfadada. Esperaba que se enfadara en la habitación por lo menos un

par de horas, pero terminó saliendo después de sólo unos diez minutos. La chica sabía cómo
moverse rápido. Tendría que tratar de aprender de su ejemplo.
"Sí, pero la situación ha cambiado desde entonces. Para ser específicos, ya no es necesario
que ganemos dinero en Millishion. Creo que deberíamos avanzar relativamente pronto."
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Con veinte monedas del rey en nuestro bolso, no tenía mucho sentido tratar de hacer más
dinero aquí. Y en cuanto a la recopilación de información, Paul ya me había dicho básicamente
todo lo que sabía. Con nuestra campaña de relaciones públicas en un segundo plano por
ahora, eso no nos dejaba mucho que hacer en esta ciudad, como expliqué brevemente.
Yo había dudado en decirle a Eris sobre el estado actual de la región de Fittoa. Pero en
última instancia, tomé esta oportunidad para seguir adelante y hacerlo. Probablemente sería
mejor si ella supiera lo que nos espera, aunque sólo sea para poder prepararse de antemano.
"Eris, parece que nuestro hogar ya no existe."
"Sí".
"También... Philip y Sauros siguen desaparecidos."
"No me sorprende".
"Nadie sabe dónde está Ghislaine tampoco, así que es posible..."
"Escucha, Rudeus", dijo Eris, doblando los brazos y levantando la barbilla. "Siempre
esperaba que las cosas fueran al menos así de malas."
Su mirada era fija. Su expresión era tan intensa y arrogante como siempre. No había ningún
indicio de duda o incertidumbre en sus ojos.
Eris no se había olvidado de Fittoa. Estaba preparada para enfrentarse a lo peor.
Con un pequeño resoplido, continuó. "Apostaría a que Ghislaine sigue ahí fuera en alguna
parte, pero sabía que había una buena posibilidad de que papá y el abuelo estuvieran
muertos."
Después de todo, los dos estábamos varados en medio del continente demoníaco. Supongo
que se había dado cuenta de que muchos otros podrían haber aterrizado en situaciones
igualmente peligrosas. Por supuesto, había una posibilidad de que ella estuviera poniendo una
cara valiente en este momento. Con Eris, era difícil diferenciar entre la confianza real y las
bravuconadas.
"Oh, y yo sabía que estabas tratando de ocultar todo esto de mí, por cierto."
No tenía claro exactamente lo que ella pensaba que yo estaba "escondiendo". Por lo que
parece, sin embargo, esto no fue sólo una actuación. Eris había estado pensando las cosas a
su manera. En otras palabras, era la única que se había olvidado por completo de la región de
Fittoa.
Eso fue un poco embarazoso.
"Ya veo. Bueno, entonces está bien".

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Eris era realmente una joven impresionante. Habiendo llegado a esa conclusión, decidí
pasar a nuestro siguiente tema.
"En cualquier caso, estaba pensando que podríamos dejar Millishion dentro de una
semana."
"¿Estás seguro?" preguntó Ruijerd.
"¿Por qué no lo estaría?"
"Una vez que nos vayamos, puede que nunca vuelvas a ver a tu padre."
"Bueno, eso es un poco siniestro..." Viniendo de Ruijerd, esas palabras tenían un peso real.
Pero no era como si me dirigiera al frente de alguna guerra. "La cosa es que también tengo
algunos otros miembros de la familia que quizás no vuelva a ver. Ahora mismo, creo que me
preocuparé por encontrarlos".
"Ya veo. Eso es bastante cierto".
Como Ruijerd parecía convencido en ese punto, pasé a la carne del asunto. "Para el resto
de nuestro viaje, me gustaría dar prioridad a la recopilación de información."
Nos quedaríamos una semana en cada ciudad importante a la que llegáramos. Pero en
lugar de centrarnos en ganar dinero, usaríamos ese tiempo para recoger rumores y chismes
locales.
En primer lugar, buscaríamos a los fittoanos desplazados. La ruta de Millis a Asura era el
equivalente mundial de la Ruta de la Seda; ninguna otra era más transitada, especialmente
por comerciantes y mercaderes. El Escuadrón de Búsqueda y Rescate sin duda había peinado
cada milla de ella. Aún así, había una posibilidad de que encontráramos algo que habían
pasado por alto.
También haríamos lo que pudiéramos para mejorar la reputación de los Superd mientras
hurgábamos. Pero desafortunadamente, el nombre de Dead End no era tan conocido en Millis
y el continente central. Podríamos tener que reconsiderar nuestro enfoque anterior.
"Hay un problema, sin embargo. No estoy seguro de cómo podemos permitirnos cruzar el
mar".
Este fue definitivamente el mayor problema en este momento. En este mundo, incluso los
viajes marítimos "rutinarios" eran un asunto serio. Había muchas maneras de cruzar a
escondidas las fronteras nacionales en tierra, pero cuando se trataba de barcos, las opciones
eran muy limitadas... especialmente si eras un Superd.
"Acerca de eso, Rudeus... mira esto."
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Ruijerd sacó un sobre. Era el mismo que estaba a punto de mostrarme ayer, antes de que
se diera cuenta de mi estado.
Se lo quité y lo examiné. Las palabras "Para el duque Bakshiel" estaban garabateadas en

el frente. En la parte de atrás, encontré un sello de cera rojo, con una impresión aproximada
de algo que parecía un escudo familiar.
"¿Qué es esto?"
"Una carta. Un conocido mío la escribió para mí ayer".
Oh, claro... Ahora que lo pienso, mencionó que iba a ir a saludar a alguien que conocía en
esta ciudad.
"¿Puede decirnos quién es este conocido, Ruijerd?"
"Un hombre llamado Gash Broche".
"¿Cuál es su ocupación?"
"No lo sabría. Parece que tiene algún estatus aquí, sin embargo".
Ruijerd continuó explicando que conoció a Gash en el Continente Demoníaco hace unos
cuarenta años, después de rescatar a su grupo de viaje de un grupo de monstruos que casi
los aniquiló. Gash era sólo un niño en ese momento, y al principio miró a Ruijerd con una
mezcla de terror y hostilidad. Después de pasar algún tiempo juntos, sin embargo, se
separaron en términos relativamente amistosos. Ruijerd llevó a su grupo a salvo al pueblo más
cercano, y Gash le dijo que se pasara por allí si alguna vez visitaba Millishion.
Como nunca abandonó el Continente Demoníaco, Ruijerd había olvidado por completo esa
oferta. Pero entonces vio al hombre con su "tercer ojo" mientras dábamos vueltas alrededor
de los muros exteriores de la ciudad, y todo regresó a él. Interesado en ver cómo los años
habían tratado a Gash, aunque también algo ansioso de que el hombre pudiera haberlo
olvidado por completo, Ruijerd se dirigió a hacerle una visita.
Para su sorpresa, Gash lo reconoció al instante y le brindó su hospitalidad. Al principio,

Ruijerd sólo tenía la intención de saludarlo, pero aparentemente los dos congeniaron. Terminó
contando toda la historia de nuestro viaje hasta ahora, y una vez que terminó, Gash le escribió
una carta en el acto y le dijo que se la diera al hombre a cargo en el Puerto Oeste.
Era una historia interesante. Para empezar, Ruijerd no solía hacer amigos tan fácilmente.
Tal vez este tipo era algo así como Gustav de los beastfolk. A juzgar por la forma en que
escribió una carta casual a un duque, presumiblemente tenía alguna influencia real por aquí...
Quería echarle un vistazo a la carta que hay dentro, de verdad. Pero como recordaba,
romper este tipo de sello invalidaría su contenido.
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"Parece que este tipo Gash es probablemente algún tipo de noble, ¿eh?"
"No podría decirlo, pero tenía muchos hombres."
Lo que sea que eso signifique. ¿Estaba hablando de sirvientes o algo así? La palabra
"muchos" era muy vaga, también...
Bueno, en cualquier caso, el hombre era amigo de Ruijerd. No me sorprendería demasiado

si resultara ser un contendiente de buen corazón para el papel de Rey Mamodo. "¿Estuviste
en su casa?"
"Sí".
"¿Era grande?"
"Así fue".
"Uhm, ¿qué tan grande?"
"No tan grande como el castillo de Kishirisu."
¿El castillo de Kishirisu? Bien, eso descarta el gran palacio en medio del lago. No es que
esperara que el tipo fuera un miembro de la familia real. Aún así, este edificio tenía que ser
bastante grande si Ruijerd usaba un castillo como punto de comparación.
Hmm...
Estábamos hablando de un amigo de Ruijerd aquí. Probablemente no era un mal tipo. Pero
por lo que Paul me dijo antes, el noble a cargo de la estación de aduanas en Puerto Oeste
odiaba a los demonios con pasión. Si nuestro amigo Gash era sólo moderadamente influyente,
entregar esta carta podría resultar contraproducente. Tal vez deberíamos tomarnos un tiempo
para averiguar exactamente quién era.
Ruijerd se veía tan orgulloso cuando sacó esa carta, sin embargo. Si expresara alguna
sospecha sobre su nuevo amigo, probablemente me daría una reprimenda sobre la confianza
y el honor.
Bueno, lo que sea. No era como si tuviera mejores ideas. Por ahora, podría seguir la
corriente y mantener a Ruijerd feliz. Podría preguntarle en secreto a Paul sobre el nombre de
Gash Broche más tarde.
"De acuerdo entonces", dije. "Esperemos que esa carta funcione".
Ruijerd respondió con un pequeño guiño de aprobación.
Eso básicamente terminó con las cosas por ahora. Saldríamos de Millishion en una semana.
Hasta entonces, lograríamos lo que pudiéramos dentro de la ciudad.
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"Personalmente, no me importaría irme a primera hora de la mañana."
Con una pequeña sonrisa a la propuesta de Eris, declaré nuestra reunión de equipo
oficialmente terminada.
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Capítulo VI – Una Semana En Millishion
A la mañana siguiente, me dirigí al cuartel general del Escuadrón de Búsqueda y Rescate
para informar a Paul de nuestros planes.
El cuartel general era un edificio de dos pisos perfectamente normal. No me llevó mucho
tiempo encontrar a mi padre. Trabajaba duro en lo que parecía ser una sala de conferencias,
discutiendo algo con una docena de hombres. Podía ver fragmentos de la conversación desde
fuera; parecía que se estaban preparando para una gran operación de algún tipo.
Por la forma en que Paul lucía el otro día, asumí que pasaba todos los días en Millishion
emborrachándose o atendiendo una resaca, pero tal vez mi momento había sido malo. Ahora
mismo, era la imagen de un líder centrado y competente. Estaba impresionado a pesar de mí
mismo... al menos, hasta que alguien aludió al hecho de que se había saltado un mes de
reuniones mientras estaba de borrachera. Por lo que parece, fue ayer cuando se volvió a
motivar abruptamente.
Lo más probable es que fuera porque Paul quería mostrarme su mejor lado. En otras
palabras, había vuelto al trabajo gracias a mí.
Dios mío. A los chicos les encanta exhibirme...
Con un suspiro teatral, decidí esperar a que Paul encontrara un poco de tiempo libre.
Sentarse en la habitación de afuera podría ser aburrido, así que opté por vagar por el edificio
durante un tiempo. Después de unos minutos de exploración, me encontré con mi hermana
pequeña Norn jugando. Estaba en una habitación que parecía servir de guardería, jugando a
los bloques con un montón de otros niños de su edad.
"Hola", dije, levantando una mano en señal de saludo mientras sus ojos se cruzaban con
los míos.
Norn se sorprendió, frunció el ceño y lanzó el bloque de madera en su mano, que yo logré
atrapar. "¡Vete!"
Esto no me pareció la forma más amigable de saludar. Hmm. ¿Había hecho algo para que
se enfadara conmigo? Lo único que se me ocurrió fue la vez que le di una paliza a Paul ante
sus ojos.
Sí, eso probablemente tuvo algo que ver.
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"Um... Padre y yo nos reconciliamos, Norn", protesté gentilmente.
En respuesta, ella gritó "¡Mentiroso!" y se fue corriendo tan rápido como sus pequeñas
piernas la llevaban.
Aparentemente, mi hermana pequeña ahora me odiaba a muerte. Eso fue un poco

deprimente.
No quería molestarla con mi presencia, así que me dirigí a lo más cercano que el edificio
tenía a una sala de espera. Mientras me sentaba en la esquina, varias cabezas se giraron en
mi dirección. Reconocí al menos a un par de los tipos que vi "secuestrando" a Somal el otro
día.
Empezaba a tener la sensación de que tal vez no fuera muy popular en este lugar.
Pero antes de que tuviera tiempo de bañarme en la incomodidad, una mujer familiar entró
en la habitación, y de repente todos los ojos se fijaron en ella. Era la señora de la armadura de
bikini, que volvía a sus viejas costumbres semidesnudas. Me vio inmediatamente y se acercó.
"Buenos días", dije.
"Buenos días", respondió con una sonrisa y una pequeña inclinación de cabeza.
"¿Necesitaba algo de nosotros hoy?"
"Sí. Estoy aquí para ver a mi padre, um..." ¿Cómo se llamaba esta señora? Sentí que Paul
no me lo había dicho. "Ah, perdóneme. No me he presentado, ¿verdad? Me llamo Rudeus
Greyrat, señorita". Levantándome, puse una mano en mi pecho y ofrecí un arco aristocrático.
"Uh, oh...m-mi nombre es Vierra," respondió la dama de la armadura de bikini, sus manos
revoloteando ansiosamente en el aire. "Soy miembro del escuadrón del Capitán Paul."
Procedió a devolverme la reverencia, ofreciéndome una vista verdaderamente irresistible de
su escote.
La chica era realmente un regalo para los ojos. O incluso para los ojos no sensibles,
honestamente. Acababa de decidirme a reducir mi comportamiento pervertido, así que no
quería mirar. Pero no podía apartar la mirada. Todas mis buenas intenciones no tenían sentido
ante la atracción gravitacional de su pecho.
Ese atuendo era simplemente injusto.
"Siento mucho haber sido tan grosero el otro día. Mi padre es un poco mujeriego, así que
me temo que tengo una idea equivocada".
"No, ¡no! Está bien. Puedo entender que pienses así, dada la forma en que estaba vestida."
Vierra enfatizó sus palabras sacudiendo la cabeza vigorosamente. Algunas otras partes de su
cuerpo también se movieron como resultado. La armadura del bikini parecía estar fija en su
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lugar hasta cierto punto, pero no era suficiente para evitar que se sacudiera cuando hacía
movimientos bruscos. Esas cosas eran grandes, después de todo.
Ups. Lo estaba haciendo de nuevo.
Con un esfuerzo de voluntad, me las arreglé para apartar los ojos. "No estoy seguro de que
sea una gran idea andar alrededor de un grupo de hombres con esa armadura si puede
evitarlo, señorita. Me imagino que algunas personas podrían encontrarla un poco distraída. Tal
vez podrías ponerte una capa sobre ella, al menos."
Vierra sonrió torpemente. "Lo siento, pero hay una razón por la que llevo esto."
Tal vez estaba imaginando cosas, pero sentí que mucha gente me miraba de repente.
¿Había dicho algo que no debería haber dicho? Bueno, lo que sea. Tendría que preguntarle a
Paul sobre esto más tarde. "¿Sabes cuándo terminarán las reuniones de papá?"
Vierra ladeó su cabeza pensativamente hacia un lado. "Bueno, tiene todo un mes de trabajo
para ponerse al día en este momento. Espero que esté muy ocupado por un tiempo."
"Muy bien, entonces. Cuando tengas oportunidad, ¿podrías decirle que planeo dejar
Millishion dentro de siete días?"
"¿En serio? Parece muy pronto."
"Bueno, es a lo que estamos acostumbrados en este momento."
"Ya veo... En ese caso, déjame ir a por Shierra en tu lugar. Un momento, por favor."
Con eso, Vierra se fue a algún lado. Unos minutos más tarde, volvió con una conocida
curandera vestida con una túnica.
Cuando la chica vio que la miraba, soltó un pequeño grito y se puso detrás de Vierra antes
de decir nada. "La agenda del capitán está repleta por el momento, pero tiene algo de tiempo
libre por la tarde dentro de cuatro días. ¿Te gustaría cenar con él entonces?"
"Está bien si está muy ocupado, ya sabes".
"Cuando habla contigo, el capitán está lleno de vida y energía. Está muy ocupado, pero
espero que vengas de todas formas".
La voz de Shierra sonaba lo suficientemente compuesta, considerando que aún se escondía

detrás de Vierra. Esta chica realmente parecía odiarme. O tal vez incluso me teme. Eso fue un
poco lamentable, pero... oh bueno.
"Dentro de cuatro días", ¿verdad? De acuerdo entonces. ¿Debería reunirme con él en su

posada?"
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"Le haré una reserva en un restaurante que nuestro escuadrón visita con frecuencia. Por
favor, diríjase directamente allí en su lugar."
Shierra procedió a darme con calma la hora y el lugar exactos. Estaríamos comiendo en un
lugar del Distrito Comercial llamado "Lazy Millis". Para estar seguros, pregunté por el código
de vestimenta, pero aparentemente no había ninguno.
Esto se sintió un poco extraño, sin embargo. Como si estuviera programando una reunión
de negocios con el CEO de alguna gran corporación. Paul tenía una secretaria planeando sus
días ahora, ¿eh? El sujeto ciertamente había ascendido en el mundo.
"¿Traerás un compañero?"
La cara de Eris apareció en mi mente, pero en el mismo instante, la recordé gritando

"¡Mataré a ese estúpido idiota!" mientras se marchaba a asesinar a Paul.
"No, creo que iré solo."
Con eso, habíamos resuelto todos los detalles, así que me despedí.
◇◇◇
Ahora bien. Una semana no era mucho tiempo para trabajar, así que tendríamos que usarla
productivamente. Con eso en mente, me dirigí al Gremio de Aventureros de Millishion.
El edificio estaba en el lado grande, como se podría esperar de la sede de toda la

organización. Tenía dos pisos de altura y ocupaba mucho más espacio que cualquier otra rama
del Gremio que yo hubiera visto. Por supuesto, había visto algunos rascacielos en mi época,
así que la vista no me quitaba el aliento exactamente.
Una vez dentro, me puse a trabajar en la recopilación de información.
Al principio pregunté por la región de Fittoa, pero nadie parecía saber nada que Paul no me
hubiera dicho ya. En esta ciudad, al menos, la brigada de búsqueda y rescate estaba mejor
informada sobre Fittoa que nadie.
A continuación, busqué información sobre los monstruos nativos de la zona de Millishion.
Por lo que parece, no eran comparables a las criaturas del continente demoníaco en el nivel
de amenaza. En su mayoría, tenías cosas como la Langosta Gigante, que era sólo un gran
saltamontes; el Conejo Cortador de Carne, un conejo carnívoro; y la Lombriz de Roca,
esencialmente una lombriz de tierra sobrecrecida. La mayoría de ellos representaban muy
poco peligro para cualquiera.
También tendían a ser muy pequeñas, al menos en comparación con las bestias del
Continente Demoníaco. En esa dura tierra, los monstruos varias veces más grandes que los
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humanos eran comunes. Incluso los Pax Coyotes, que habíamos cazado hasta el borde de la
extinción (ligera exageración), tenían más de dos metros de tamaño; los Lobos Ácidos eran
más de tres. En cuanto a las Grandes Tortugas, un espécimen ordinario podría tener ocho
metros de largo, y en su mayor tamaño podrían crecer hasta más de veinte. Los monstruos
que emergieron durante la temporada de lluvias en el Gran Bosque eran en su mayoría del
tamaño de un hombre adulto también.
El tamaño no siempre correspondía a la fuerza, pero la masa pura era un arma en sí misma.
En general, los monstruos alrededor de Millishion eran débiles y enclenques.
Eso estaba bien para mí. Una cosa menos de la que preocuparse.
Una vez que escuché lo suficiente sobre los monstruos, me tomé un tiempo para considerar
cómo podríamos mejorar la opinión de los locales sobre los Superd.
Desafortunadamente, parecía que teníamos mucho trabajo por delante.
Por un lado, había una facción política prominente en Millishion que abogaba por la
"expulsión" de la humanidad demoníaca. Los líderes de este grupo estaban asociados con los
Caballeros Templarios, una de las órdenes militares de la Iglesia de Millishion. Declararon en
voz alta que todos los demonios debían ser desterrados del continente de Millis
completamente.
En la actualidad, este grupo no tenía el control de Millis. El Papa actual pertenecía a una
facción más poderosa que llamaba a la coexistencia con la humanidad demoníaca; como
resultado, los Caballeros Templariosno podían tomar medidas activas para expulsarlos. Sin
embargo, si un demonio causaba problemas en la ciudad, venían corriendo a acosar a todos
los involucrados. A pesar de su debilidad política, a menudo se salían con la suya tomando
medidas agresivas en nombre de la "justicia" o el "orden público".
Si Ruijerd anunciara públicamente que es un Superd y empezara a hacer trabajos en

Millishion, los Caballeros Templarios nos harían la vida imposible en poco tiempo. Tenían ojos
y oídos por toda la ciudad, por el sonido de las cosas.
En ese caso, tal vez podríamos intentar trabajar fuera la ciudad.
Con ese pensamiento en mente, tomé una tarea de rango B que el Gremio acababa de
poner en la pizarra. Aparentemente, un monstruo desbocado en un pueblo local necesitaba
ser asesinado. El lugar estaba lo suficientemente cerca como para que pudiéramos hacer un
viaje de un día.
◇◇◇
Nuestro objetivo esta vez era un Tigre de Hoja. Este era un monstruo nativo de las regiones
del sur del Gran Bosque, pero por alguna razón este había vagado hacia el sur para
establecerse en esta área.
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Los Tigres de Hoja tenían abrigos de color verde moteado con un patrón marrón. Esto les
permitía mezclarse con el bosque perfectamente. Debido a que eran difíciles de ver y a menudo
se movían en pequeñas manadas, eran considerados monstruos de rango B. Sin embargo, el
que buscábamos estaba solo, y su camuflaje era inútil en estos pastizales abiertos.
Probablemente era menos amenazante que el lobo ácido promedio. Lo habría colocado en el
rango D, como mucho. Cuando estábamos en el Continente Demoníaco, habría saltado de
alegría al encontrar un trabajo tan fácil en el tablero.
Los tres nos dirigimos de inmediato. Y justo cuando llegamos, un gran gato verde salió del
pueblo con una gallina en la boca.
Se fijó en nosotros y dejó caer su premio para gruñir en nuestra dirección, pero Eris sólo
dijo, "Me quedo con este", corrió hacia él, y cortó la cosa por la mitad.
¡Misión completa! Huh, eso fue rápido.
La gente del pueblo nos ofreció su más sincero agradecimiento. Este tigre había matado un
montón de ganado y atacó a varios granjeros de la zona recientemente.
Normalmente, una de las órdenes militares sagradas habría sido enviada para protegerlos.
Pero hace unos días, aparentemente hubo un grave incidente en el que un Niño Bendito fue
atacado en esta zona. Su escolta, una unidad de Caballeros Templarios, fue casi
completamente aniquilada; sólo su capitán había sobrevivido.
Afortunadamente, el capitán de los caballeros apenas pudo proteger al Niño Bendito. Pero
aún así se vio destituido de su puesto en castigo por las graves pérdidas sufridas.
Las órdenes militares sagradas estaban ya al límite después de una reciente serie de
secuestros sospechosos de esclavos, incluso antes de este desastre. Las noticias de ello
provocaron un gran revuelo tanto en la Iglesia de Millis como en sus caballeros. Como
resultado, habían fallado totalmente en hacer algo sobre cierto peligroso monstruo de rango B.
A falta de mejores opciones, los aldeanos habían recurrido al Gremio de Aventureros.
Era una historia interesante. No es que tuviera mucho que ver con nosotros.
Ahora que había reunido toda la información que podía, pasé a un pequeño experimento.
Para ser específico, le dije a los aldeanos sobre los Superd. Les expliqué que nuestro amigo
Ruijerd pertenecía a esa tribu, y que su gente viajaba por todo el mundo haciendo buenas
acciones en un intento de ganar la amistad de las otras razas.
"A simple vista, el Superd puede parecer frío o incluso hostil, pero es bastante fácil atravesar
ese exterior pedregoso. ¿Ven esta pequeña estatua de aquí, amigos? Todo lo que tienen que
hacer es mostrar una de estas al Superd y mencionar el nombre de Ruijerd. ¡Ese temible gesto
se convertirá en una feliz sonrisa, y serán los mejores amigos de por vida en minutos!"
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Fue un perfecto argumento de venta, si me permite decirlo. Aún así, el jefe de la aldea no
parecía muy entusiasmado. Estaban agradecidos a Ruijerd, pero eso no era suficiente para
cambiar su opinión sobre la humanidad demoníaca en su conjunto. Y como seguidores de la
Iglesia de Millis, no les interesaba poseer una estatua de un demonio. Dicho esto, me devolvió
la pequeña figura a mis manos.
Parecía que el experimento había fracasado. Probablemente no era un problema que

pudiéramos esperar resolver de inmediato.
Tal vez una figura de una chica sexy habría sido más efectiva. ¿Y si hiciera una versión de
Ruijerd de género diferente?
Espera, no. Eso frustraría todo el propósito.
"No tenía idea de que habías hecho tal cosa", dijo Ruijerd, estudiando la figurita con
admiración mientras los tres caminábamos hacia Millishion.
"¿No es increíble? ¡Rudeus es muy bueno haciendo esas cosas!" Por alguna razón, Eris
parecía muy orgullosa de que me hubiera ganado su aprobación.
Mientras que este había sido rechazado, mis figuras en realidad alcanzaron un buen precio
en el mercado. Tenían la calidad suficiente para ganarse la admiración de cierto bestia, el Rey
de la Espada, y de un príncipe en algún país extranjero, después de todo.
Sí, en efecto. ¡Yo era prácticamente un artesano real en este momento!
"Esta posición no es nada buena, sin embargo."
"Sí, la postura está mal. Tendrías que agacharte mucho más..."
Un triste ruido de trombón.
Esos dos realmente sabían cómo reventar la burbuja de un tipo.
◇◇◇
Tres días después, el día antes de mi cita para cenar con Paul, me di cuenta de que no
tenía nada que ponerme en el restaurante.
No había un código de vestimenta, y esto era sólo una reunión familiar. Aún así, la ropa que
había comprado en el Continente Demoníaco se veía un poco desgastada en las calles de
Millishion, así que salí con Eris a hacer algunas compras.
Esto probablemente calificó como una cita, aunque no fue particularmente emocionante.
Eris nunca estuvo muy motivada para comprar ropa y tendía a pensar que todo se veía "bien".
Pensé que debía aprovechar esta oportunidad para conseguirle algunos trajes nuevos
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también. A partir de este momento, estaríamos viajando por el territorio humano, y dicen que
las primeras impresiones son acerca de cómo te presentas. Como mínimo, quería que nos
vistiéramos lo suficientemente bien para que la gente no nos tratara con rudeza.
Me gustaría poder recurrir a un amigo que supiera algo de moda para que me aconsejara.
Pero las únicas personas a las que podía llamar "conocidos" en esta ciudad eran ese novato
con cara de mono y Vierra. No tenía ni idea de dónde estaba Geese, y no era tan amigo de
Vierra como para pedirle un favor personal.
Al final, decidí estudiar a la gente que pasaba hasta que tuviera una idea de las cosas. Eris
y yo nos sentamos en una calle y nos dedicamos a observar a la gente.
Después de un tiempo, me di cuenta de que la ropa azul parecía algo popular en ese
momento. Además, algunas personas tenían capas o chaquetas, pero muchas otras no se
molestaron. El clima aquí era lo suficientemente agradable como para que la mayoría de la
ropa exterior estuviera en el lado más ligero.
"Parece que el azul está de moda ahora mismo, ¿no?"
"El azul no funciona en absoluto para ti, Rudeus".
Wow, contundente. Afortunadamente, no me importaban mucho las tendencias del

momento. "¿Qué es lo que funciona para mí, entonces?"
"Tienes esa cosa que te dio Geese, ¿verdad? Sólo tienes que ir con eso."
Estaba hablando de ese chaleco de piel, ¿verdad? Esa cosa era un poco grande para mí,
sin embargo. Era lo suficientemente largo para parecerse más a un abrigo. Dicho esto, no era
nada incómodo, así que lo usaba a veces. Sobre todo en los días más fríos.
"Ese no está mal, pero siento que es un poco largo para mí".
"Sí, supongo que sí. ¿Por qué no lo cortas a medida, entonces?"
"Eso sería un desperdicio. Todavía soy un niño en crecimiento, ¿recuerdas?"
Charlando casualmente, los dos elegimos algunas cosas para comprar. No tomó mucho
tiempo, lo que atribuí a nuestra mutua falta de interés. Así que, fue una sorpresa cuando, al
final, Eris eligió un vestido negro de moda bordado con pequeñas rosas blancas.
"¿Realmente quieres este, Eris?"
"...¿Qué? ¿Tienes algún problema con eso?"
"No, no. Apuesto a que te quedaría muy bien".
"Hmph. No tienes que adularme, sabes."

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Después de pagar nuestras compras, nos dirigimos de nuevo a la posada.
◇◇◇
Finalmente, llegó el gran día.
Por la tarde, le hice saber a Ruijerd y Eris que cenaría con mi padre esa noche.
Ruijerd dijo "Me alegra oír eso" con una expresión ligeramente aliviada en su rostro. Pude
ver la felicidad en sus ojos. Por lo que parece, quería que me fuera de esta ciudad en buenos
términos con mi padre. No es que tuviera motivos para preocuparse, por supuesto. Iba a
aprovechar al máximo esta oportunidad de unión familiar.
"¡Yo también voy!" anunció Eris.
Girando, la encontré mirándome fijamente en su habitual pose de brazos-akimbo.
"Uhhh..."
"¿Qué? ¿Es eso un problema?"
Si no fuera por el otro día, habría cedido inmediatamente, pero Eris claramente todavía
sentía cierta hostilidad hacia mi padre. Eso era probablemente un eufemismo, de hecho.
Parecía como si ella odiara sus agallas. Podía entender cómo se sentía hasta cierto punto,
pero ya había decidido ser amable con Paul.
Si ese era el único problema, podría haberla traído conmigo y tratar de tenerlos a los dos
en mejores términos. Pero esta cena iba a ser nuestra primera comida como familia en muchos
años, ¿sabes? Y tampoco había arreglado las cosas con Norn todavía. Además, dije que
vendría al restaurante solo.
"¿Te importaría quedarte aquí, Eris?"
Considerando todas las cosas, quería que Eris mostrara un poco de autocontrol aquí. Llevar
una bomba en medio de un incendio forestal no me pareció la mejor de las ideas. Formalmente
presentarla a la familia podría esperar hasta que los dos de nosotros se puso un poco más
íntimo de lo que estábamos ahora.
"¡Sí, me importaría! Yo también voy, ¿¡entendido!?"
Qué tonto soy. La palabra "autocontrol" no era parte del vocabulario de Eris.
"Ruijerd, ¿podrías decir algo aquí?"
Cuando me volví hacia Ruijerd en busca de ayuda, lo encontré con una mano en la barbilla,
pensando. Su intensa mirada se movió de mi cara a la de Eris, y luego de nuevo. "Te has
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reconciliado con tu padre, ¿no? No debería ser un problema, entonces. Deja que ella te
acompañe."
¡Vaya! ¡Apuñalado por la espalda! ¿Era este el mismo tipo que había golpeado a Eris para
evitar que interviniera la última vez?
Oh, bueno. Supongo que tendré que dejar que la mayoría se pronuncie sobre esto. "Bueno,
si tú lo dices, Ruijerd..."
"Hmph! ¿Qué esperabas?"
"Sólo una cosa, Eris. Quiero mantenerme en buenos términos con mi padre, así que por
favor sé cortés con él, ¿de acuerdo?"
"...¡Bien!"
A juzgar por su tono de voz, no tenía intención de cumplir esa promesa. No es exactamente
tranquilizador.
◇◇◇
Después, subí a ponerme mi ropa nueva, y me dirigí al restaurante como un nuevo yo (alias
Newdeus). Eris me acompañó con el vestido negro que compramos el otro día.
Hice lo que pude para evitar las calles laterales más estrechas. Había muchos
secuestradores acechando en esos callejones oscuros, y podían ponerse un poco violentos en
algunos lugares. No hay razón para arriesgarnos a que nuestra ropa nueva se estropee.
Las avenidas principales también tenían sus peligros, por supuesto. Como era la hora de la
cena, mucha gente compraba algo como yakitori en los puestos de afuera. Si me topara con
uno de esos tipos, el resultado sería sin duda trágico. Y si uno de ellos se cruzaba con Eris, su
Boreas Punch probablemente nos dejaría a los dos empapados en su sangre.
Como medida de precaución, mantuve mi Ojo de Previsión activo. Mirando constantemente

un segundo hacia el futuro, fui capaz de navegar con seguridad a través de las multitudes. Me
sentí un poco mal por usar una habilidad tan poderosa para algo tan mundano, pero al menos
llegamos a nuestro destino sin incidentes.
Todo eso de las "reservas" me había puesto un poco nervioso. Pero resultó que Lazy Millis
era un lugar perfectamente normal. Era un bar y restaurante independiente, no parte de una
posada; la mayoría de la clientela parecía ser gente relativamente respetable. Cuando le di mi
nombre al camarero de delante, nos trajo a Eris y a mí a nuestra mesa inmediatamente. El
hecho de que éramos dos no se mencionó. Paul ya estaba sentado a la mesa con una sonrisa
torpe en su rostro, junto con una Norn de aspecto muy gruñón.
"Lo siento, ¿llego un poco tarde?"
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"Uh, nah... Lo siento por esto, chico. Shierra se dejó llevar por alguna razón. Le dije que el
lugar habitual estaría bien, pero..."
"No hay nada malo en cambiar de ritmo de vez en cuando, ¿verdad?"
Empecé a sacar una silla, y luego me detuve cuando noté que Eris se veía bastante
malhumorada. Técnicamente no era la primera vez que conocía a Paul, pero tal vez sería una
buena idea presentarlos. "Um, Padre, esta es Eris. Como le dije el otro día, ella es la hija de
Philip, y un miembro de los Boreas-"
"Oh. Cierto, cierto." Al interrumpirme a mitad de la frase, Paul se puso de pie y se giró hacia
Eris. Se enderezó y se puso una mano en el pecho, y luego bajó la cabeza ligeramente. Era
un arco practicado, no menos suave que el de Philip. "Es un placer conocerla, señorita. Soy
Paul Greyrat, el padre de Rudeus."
Aturdida, Eris trató de mirarme, pero no pudo romper totalmente el contacto visual con mi
padre.
"Soy... E-Eris Greyrat... señor." La expresión de su cara seguía siendo gruñona. Sin
embargo, agarró los extremos de su vestido y hizo una pequeña reverencia. Parecía que había
perdido su oportunidad de empezar a gritar o a dar puñetazos.
Tuve que admitir que estaba impresionado con Paul. Aparentemente, había aprendido una
o dos cosas sobre el manejo de las chicas de sus años de mujeriego.
...¿Desde cuándo podía hacer un arco como ese?
"Muy bien, entonces. ¿Por qué no nos sentamos todos?"
En cualquier caso, nuestra cena familiar se inició sin derramamiento de sangre.
Eris y yo nos acomodamos en nuestros asientos. Por el momento, Eris estaba callada, pero
era obvio que mostraría sus colmillos en un instante si las cosas tomaban un giro equivocado.
Paul todavía se veía un poco incómodo. Y en cuanto a Norn... Bueno, ella ni siquiera me había
mirado todavía.
Resumiendo, el ambiente no era tan bueno. Tal vez realmente había sido un error traer a
Eris conmigo.
Parecía que yo no era el único que encontraba la situación un poco incómoda. Después de
unos momentos de silencio, Paul se dirigió a Norn con una expresión de preocupación en su
rostro. "Vamos, niña. Tu hermano mayor está aquí, ¿ves? ¿Por qué no le saludas?"
"¡No! ¡No quiero cenar con un imbécil que golpeó a mi padre!"
Eris frunció el ceño y empezó a abrir la boca, pero Paul fue más rápido. "No digas eso, niña.
A veces papá se merece uno o dos puñetazos".
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"¡Pero no has hecho nada malo!" dijo Norn, inflando sus pequeñas mejillas en un adorable
espectáculo de indignación.
"Tu hermano mayor y yo ya hemos hecho las paces, ¿de acuerdo? ¿No es así, Rudy?"
Oh, vaya. Me estaba tirando esto a mí, ¿eh? Bueno, tal vez esto era una especie de
oportunidad. ¡Una oportunidad para demostrar mi ingenio y encanto!
"Oh, absolutamente", dije con una sonrisa. "¿Quieres que nos besemos y lo demostremos?"
"¿¡Eh!?"
"¿Eh?"
Por alguna razón, la línea pasó como un globo de plomo. En realidad, no podría culpar al
tipo. Tampoco quería besarle. Tal vez podríamos olvidar que dije eso.
"De todas formas... los dos somos amigos de nuevo ahora, Norn. ¿Por qué no te reconcilias
con tu hermano mayor también?"
"¡No puede ser!"
Paul le dio una palmadita a Norn en la cabeza mientras ella hacía pucheros. Ese pelo dorado
suyo era realmente bonito, sin embargo. Me recordó a Zenith. Ahora que lo pienso, solía
enfurruñarse en una tormenta como esta cada vez que algo la molestaba. ¿Quizás Norn había
heredado ese hábito de su madre?
Después de someterse a las caricias de Paul durante un tiempo, la niña se giró bruscamente
para mirarme. Tuvo que inclinar la cabeza hacia atrás para mirarme a la cara, así que el efecto
general fue más adorable que intimidante. "Papá se está esforzando mucho".
Como este comentario parecía dirigido a mí, respondí lo más gentilmente posible. "Sí. Sé
que lo está".
"¡No besa a ninguna chica ni nada!"
"Eso he oído. Siento haber dudado de él."
"¡Siempre es muy amable conmigo, también!" Los ojitos de Norn se llenaban de lágrimas.
Mierda, ¿dije algo malo? Por favor, no empieces a llorar, niña... "¡Papá siempre parece que
quiere llorar!"
Aturdidos por la evidente angustia de Norn, Paul y yo nos miramos con incertidumbre.
"Espera, ¿en serio?"
"Uh, bueno, tengo una pequeña..."
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"¡Siento tanta pena por él!"
Ninguno de nosotros tenía nada que decir a eso.
"¿Cómo pudiste darle una paliza así? ¡Eres tan malo!"
Mirando la cara de Norn, tuve que luchar contra el impulso de dar un largo y pesado suspiro.
Paul y Norn habían sido teletransportados juntos. Ahora lo sabía todo. Se había puesto muy
enferma durante su viaje de vuelta a Fittoa y casi fue atacada por monstruos varias veces en
el camino. Y fue su padre quien la protegió de todos esos peligros.
Con su madre, su criada y su hermana desaparecidas, y su corazón lleno de ansiedad, Paul

era la única persona en la que podía confiar. Durante años, fue la única familia que le quedaba.
Y entonces un extraño apareció de la nada, lo derribó y comenzó a golpearlo en la cara.

Eso sería suficiente para traumatizar a la mayoría de los niños de su edad.
"Norn, mira. Eso fue todo lo que yo..."
"Todo está bien, Padre."
Si fuera un poco mayor, los tres habríamos encontrado una forma de hablar de esto. A su
edad, sin embargo, eso era probablemente imposible. Tanto Paul como yo habíamos cometido
errores y sacado conclusiones; nos habíamos reconciliado reconociendo nuestros defectos.
Pero no se podía esperar que una niña lo entendiera. "Norn es todavía muy joven. Y si yo
estuviera en su lugar, creo que tampoco perdonaría al imbécil que te pegó".
Era triste que Norn me odiara, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto.
Tendríamos que hablar de las cosas durante unos años en el futuro. Una vez que fuera mayor,
estaba seguro de que lo entendería. El tiempo no es un recurso infinito, pero puede curar al
menos algunas heridas.
"No, no está bien". Evidentemente Paul no estaba de acuerdo con mi plan, sin embargo.
"Ustedes pueden ser los únicos hermanos que quedan, ¿de acuerdo? Quiero que sean buenos
el uno con el otro".
Al comprender el significado de esas palabras, fruncí el ceño a mi padre. "Eso es un poco

siniestro, ¿no crees?"
"...Sí, tienes razón. Lo siento."
Bueno, esto no fue nada bueno. El ambiente se estaba volviendo más pesado a cada
minuto. Parecía que era el momento de cambiar de tema. "Por cierto, Padre, ¿qué hay de
bueno aquí? Hoy me salté el almuerzo, así que me muero de hambre".
No es la mejor transición, no, pero Paul pareció captar lo que yo estaba haciendo. Con una
sonrisa forzada, siguió su ejemplo. "Hm, veamos. Tienen un guiso de mariscos muy sabroso
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con pescado fresco del mar del sur. Oh, y la carne es buena también. Crían mucho ganado en
las granjas de por aquí, ¿sabes? En realidad, sabe muy diferente al de Asuran, sobre todo
porque tienden a hervirlo. Le da un sabor muy agradable y rico".
"Oh, tengo que probar eso. Toda la carne del Continente Demoníaco era seriamente
asquerosa".
"Dijiste que eran mayormente cortes de la Gran Tortuga, ¿verdad? Sí, la mayoría de los
monstruos saben bastante mal."
La conversación estaba finalmente empezando a tomar fuerza, pero Norn todavía tenía la
cabeza girada. Sólo respondía cuando Paul le decía algo, negándose incluso a mirar en mi
dirección. Me había resignado más o menos en este punto, pero todavía me dolía un poco,
¿sabes?
Por supuesto, esto era exactamente lo mismo que le había hecho a Paul hace unos días.
Me sentí terrible por eso, en retrospectiva.
Eris no estaba muy contenta con la actitud de Norn, a juzgar por la forma en que la miraba.
Realmente no quería que esto se convirtiera en una pelea, pero... era mejor dejar las cosas
como están por ahora.
"Oh, claro. Había algo que quería preguntarle, Padre."
"¿Qué es?"
"¿Conoces a alguien llamado Gash Broche?"
"...Uh, no. ¿Dónde has oído ese nombre?"
Aproveché la oportunidad para contarle a Paul sobre la carta de Ruijerd y el misterioso

amigo que la había escrito para nosotros. Hice una copia del emblema del sello de cera, así
que lo saqué y se lo enseñé.
"Una oveja, un halcón y una espada, ¿eh? Parece el escudo familiar de un paladín. Aunque
no creo haber oído el nombre de Gash Broche antes. No es que esté familiarizado con todos
los nobles de Millis o algo así."
"Ya veo... ¿Crees que Shierra podría saber algo de él?"
"Hmm, no sé. Le preguntaré más tarde."
No era tranquilizador que nunca hubiera oído hablar del tipo, pero tendríamos que esperar
y ver.
Con ese tema agotado, Paul y yo volvimos a charlar sobre cualquier cosa que se nos
ocurriera. Finalmente llegamos al tema de mi décimo cumpleaños.
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Según Paul, los monstruos del bosque de las afueras de Buena Village se habían vuelto
mucho más activos un mes antes. Paul y Zenith habían estado tan ocupados tratando de
controlar la situación que no tuvieron tiempo de preocuparse por mis regalos. Finalmente, se
las arreglaron para limpiar el bosque el día antes de mi cumpleaños, pero justo cuando se
preparaban para enviarme algunas cosas, ocurrió la Calamidad.
Mientras escuchaba todo esto, Eris hacía pucheros con los labios fruncidos. Ahora que lo
pienso, se veía muy triste cuando se enteró de que Paul no vendría a esa fiesta.
"Sólo por curiosidad, ¿qué planeabas enviarme?"
"Iba a darte un par de guanteletes. Me sentí un poco culpable, ya que acababa de

encontrarlos en la parte de atrás de nuestro almacén, pero eran objetos mágicos del fondo de
un laberinto. Esas cosas eran ligeras como plumas. Nunca me quedaron bien, pero pensé que
te quedarían bien a ti, Rudy."
"¿No brome? No sabía que tenías algo así por ahí."
"Sí. Zenith dijo que el suyo era un secreto, pero algunas veces noté que Lilia miraba esta
pequeña caja cerrada con una sonrisa en su cara. Supongo que eso era para ti también."
"¿Una caja?" Ahora me ha hecho sentir curiosidad. ¿Qué podría haber estado dentro de
esa cosa? No es que tuviera mucho sentido pensar en ello. Lo que fuera, ya había
desaparecido.
Después de esto, de alguna manera llegamos al tema de la familia de Zenith. Evidentemente

eran muy conocidos entre la nobleza Millis, y tenían un historial de producir muchos caballeros
talentosos y honrados. Desafortunadamente, mis abuelos básicamente habían repudiado a
Zenith cuando se fue de casa, así que no estaban muy entusiasmados en ayudar a buscarla
al principio.
Sin embargo, cambiaron completamente de opinión una vez que vieron a Norn. Este mundo
era diferente al anterior en muchos aspectos, pero el poder de una linda nieta era
evidentemente universal.
"Hmm. Me pregunto si te darían más dinero si me pasara por allí."
"Uh, creo que eso probablemente sería contraproducente..."

"Sí, tienes razón". Podría tratar de actuar como un pequeño y dulce niño para ellos, pero mi
verdadera naturaleza se revelaría con el tiempo. No valía la pena el riesgo.
No mucho después de este intercambio, el camarero finalmente trajo nuestra comida a la

mesa. "Bueno, vamos a cavar", dijo Paul, con su tenedor flotando teatralmente en el aire.
"Hmm, ¿qué primero...?"
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"Esto parece apetitoso", murmuró Eris, estudiando la propagación con ojos brillantes. Ella
parecía más parecida a la hija de Paul que yo, honestamente. Por otra parte, Paul y Philip eran
primos, así que tal vez no era demasiado extraño.
En cualquier caso, esto parecía una oportunidad de oro para mejorar un poco la imagen que
Norn tenía de mí. "Padre, tus modales son..."
"¡Basta, papá! ¡Tienes que rezar antes de comer!"
Los dos habíamos hablado casi simultáneamente. Norn me miró con sorpresa, pero se alejó
enfadada un segundo después.
"Ha ha. Bien, niños".
"...Bien, bien."
Paul se rascó la cabeza con tristeza, y Eris parecía un poco desanimada, pero ambos se
recostaron en sus sillas por el momento. Los cuatro procedimos a decir una corta oración al
estilo de Millis. Todo esto implicaba juntar las manos y cerrar los ojos por unos segundos.
Eris y yo no éramos creyentes, y Paul probablemente tampoco, pero esto era sólo buenos
modales en la mesa en este mundo. Estando en Roma y todo eso, ¿sabes? Pasamos por las
formalidades sin quejarnos.
Por alguna razón, parecía que Eris y Norn estaban de mejor humor después de esto.
Disfrutamos de nuestra comida mientras charlábamos sobre nada de importancia real. Paul
y yo hicimos la mayor parte de la charla, por supuesto. Norn nunca miró en mi dirección, y por
su parte, Eris se mantuvo mayormente en silencio. Paul empezó a hablarle de vez en cuando,
pero las olas de hostilidad que ella emitió fueron lo suficientemente fuertes como para que él
siempre lo pensara mejor. Probablemente era sabio de su parte no pinchar la colmena.
Cuando Eris y yo salimos del restaurante juntos, la escuché murmurar, "Hmph, supongo que
esta vez se mantuvo bajo control", bajo su respiración.
Ni siquiera quería pensar en cómo habría reaccionado si Paul me hubiera gritado, y mucho
menos me hubiera golpeado. Pero como no había habido nada de eso, su deseo de asesinarlo
podría haberse disipado, al menos ligeramente.
En ese sentido, al menos, había sido un uso productivo de nuestro tiempo.
◇◇◇
Nuestra semana en Millishion terminó en poco tiempo.
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El día de nuestra partida, nos dirigimos a la puerta del Distrito de los Aventureros. Habíamos
terminado de cargar nuestras cosas en el carruaje y nos preparábamos para salir cuando Paul
apareció para despedirnos. "Hola, Rudy. ¿Seguro que no quieres quedarte un poco más?"
Por mucho que apreciara el sentimiento, ya era un poco tarde para eso. "Estoy seguro de
que estaría bien, pero podríamos terminar holgazaneando por aquí durante el próximo año si
no nos movemos."
"Sin embargo, tú y Norn aún no se han reconciliado."
"Hay tiempo suficiente para trabajar en eso una vez que hayamos encontrado a las otras
tres."
Además, esto no era sólo sobre mí. Eché un vistazo a Eris. Ruijerd la había agarrado por el
pescuezo como medida de precaución, pero ella seguía clavando dagas a Paul. Puede que
haya sobrestimado la capacidad de esa chica para seguir adelante rápidamente. "Y no soy el
único que quiere ver a su familia, ¿sabes?"
"Claro, por supuesto. Pero la familia Boreas probablemente..."
"No hablemos de eso", dije, cortando a Paul con un movimiento de mi mano. "Es posible
que Philip y Sauros nos esperen cuando volvamos a Fittoa, ¿sabes? Puede que las noticias
no hayan llegado todavía."
"Bien. Sí, es verdad. Pero sabes, Rudy..." Paul se detuvo por un momento, su cara se puso
sombría. "No deberías ser demasiado optimista sobre eso. Incluso si los dos regresan con
vida, no se sabe lo que les puede pasar después de un desastre de esa magnitud."
"¿Qué quieres decir con eso?"
Paul bajó la voz un poco. "El hermano de Philip, James, está ocupado tratando de salvar su
propio cuello. Existe la posibilidad de que le eche toda la culpa de este lío a uno de ellos".
Wow.
No se me había ocurrido la idea antes, pero sonaba plausible. Sauros era el señor de Fittoa,
y Philip era el alcalde de Roa; ambos habían ocupado importantes cargos de autoridad. Incluso
si lograban regresar a casa, podrían ser responsables de la pérdida masiva de vidas y
propiedades causada por la calamidad.
No sabía exactamente lo que eso significaría. Pero al menos, era difícil imaginar que podrían
regresar a sus antiguos roles y reconstruir su poder. De hecho, no sería tan sorprendente si
alguien los hiciera asesinar inmediatamente. Eso evitaría que el hermano de Philip los usara
como chivos expiatorios, haciendo mucho más fácil acorralarlo políticamente.
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"Si las cosas se ven feas, asegúrate de mantener a la pequeña dama a salvo. Algunos
pueden decir un montón de tonterías sobre los "deberes de la nobleza", pero no tienes que
prestarles atención."
"Por supuesto", dije, asintiendo con la expresión más seria que pude reunir. "Tendré
cuidado, padre."
Paul sonrió con orgullo y asintió con la cabeza. "Oh, y por cierto, le pregunté a Shierra sobre
esa carta. Ella tampoco ha oído hablar del tipo."
"Ya veo..."
"Ella dijo que probablemente no era nadie peligroso, sin embargo."
"Muy bien, entonces. ¿Te importaría darle las gracias de mi parte?"
Paul asintió ligeramente. Y luego, finalmente, se dio vuelta y le habló a la niña que había
estado parada detrás de él. "Vamos, Norn. Despídete de tu hermano mayor".
"...no quiero."
Norn no se movió de su escondite detrás de su padre. Aunque la mitad de su cara se

asomaba. Hablando de adorable. Me encontré preguntándome si se convertiría en una belleza
como su madre. "No sé cuánto tiempo tomará, Norn, pero nos veremos algún día."
"No quiero".
Hasta el final, mi hermanita se negó a mirarme a la cara. Sonriendo torpemente, me dirigí

de nuevo a nuestro carruaje.
Y así como así, nuestro grupo dejó atrás la ciudad de Millishion.
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Paul
Así de fácil, Rudeus estaba de nuevo en la carretera.
El chico era tan impresionante como siempre. Descubrió sus planes en poco tiempo, y los
puso en acción inmediatamente. Elinalise me dijo una vez que estaba "corriendo por mi vida",
¿no es así? Tenías que preguntarte qué pensaría si le echara un vistazo.
Podría ser divertido que los dos se conocieran alguna vez, pero... tal vez no era una gran
idea. Sí. Lo último que quería era terminar como suegro de esa mujer.
Justo cuando llegué a esta conclusión, alguien me dio una bofetada en el hombro. Me giré
para encontrar un hombre con cara de mono que me sonreía. "Hola, Paul. ¿Has terminado de
despedirte de tu hijo?"
"Geese..." Le estaba agradecido a este imbécil; más agradecido de lo que podía expresar
con palabras. Si no fuera por él, probablemente nunca me hubiera reconciliado con Rudeus.
"En serio te debo una, amigo".
"Hey, ¡no te preocupes!"
En este punto, me di cuenta de que Geese estaba vestido para el camino. "¿Qué te pasa,
sin embargo? ¿Vas a alguna parte?"
"Sí. Aún no estoy seguro de dónde, pero hay muchos lugares que aún no han investigado,
¿verdad?"
Me llevó un momento darme cuenta de lo que estaba diciendo. Geese iba a seguir buscando
a mi familia. Eso me sorprendió, francamente. De todos los miembros de mi antiguo grupo,
Geese fue el que más luchó después de que lo disolviera. No era un luchador, sino un
profesional sin ninguna especialidad real. Ningún otro grupo lo aceptaría, y no era lo
suficientemente fuerte para manejar trabajos difíciles por sí mismo. Se vio obligado a dejar
atrás su vida de aventurero. Tenía todas las razones del mundo para estar resentido conmigo,
incluso para odiarme.
"¿Por qué estás... haciendo esto, Geese? ¿Por qué te esfuerzas tanto por encontrarlos?"
Las comisuras de la boca de Geese se movieron con su habitual sonrisa irónica. "Se siente
como si fuera mi fortuna". Y con esa típica "explicación" críptica, se dio la vuelta y se alejó.
Puse mis manos en mis caderas y lo vi irse con una sonrisa irónica en mi cara. El hombre
tenía un montón de ideas sobre la suerte, y ninguna de ellas había tenido mucho sentido para
mí. Pero esta vez, no me estaba quejando exactamente. "¡De acuerdo entonces!"
Una vez que Geese desaparecieron de la vista, me agaché y levanté a Norn sobre mis
hombros. De repente, estaba rebosante de energía y motivación.
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Lo primero era asegurarse de que la operación de reubicación de refugiados se realizara
sin problemas. Y una vez que eso terminara, encontraría al resto de mi familia. No importaba
lo que costara.
Con mi resolución firmemente fijada en mi corazón, me dirigí de nuevo a la ciudad.
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Intermedio: Eris La Cazadora de Goblins
Disculpe la brusca digresión, pero hablemos de un joven llamado Cliff Grimor.
Cliff tenía doce años en la actualidad, justo entre Eris y Rudeus en edad. De joven, había
residido en un orfanato en Millishion. Esta instalación era operada por la Iglesia de Millis, y
servía como símbolo de su poder y prestigio. Naturalmente, no le faltaban fondos o apoyo; sus
niños estaban bien cuidados en todos los sentidos, y muchos fueron finalmente adoptados.
Después de varios años en esta lujosa institución, Cliff fue adoptado a la edad de cinco años
por su actual padre adoptivo. Este era Harry Grimor, un anciano de alto rango en la Iglesia de
Millis.
Una vez que Cliff se unió a la familia de Harry, se sometió a un riguroso programa educativo
diseñado para nutrir sus talentos naturales. En sólo unos pocos años, alcanzó un rango
avanzado en Curación, Desintoxicación y magia de Golpe Divino. También aprendió a hacer
hechizos de rango intermedio en todas las disciplinas de magia ofensiva, e incluso hechizos
de fuego de nivel avanzado.
En una palabra, Cliff fue un prodigio.
Todo el mundo alrededor del chico le colmaba de elogios; todos le decían que algún día
dejaría su huella en el mundo.
En este sentido, sus primeros años fueron similares a los de Rudeus. Pero a diferencia de
Rudeus, que tenía los recuerdos de su vida anterior para mantenerlo humilde, Cliff se volvió
arrogante. El chico estaba lleno de sí mismo, francamente. Mucho.
En cierto sentido, era difícil culparlo. Incluso entre sus instructores, no había nadie que
pudiera usar una variedad tan amplia de magia tan eficientemente como él. Algunos podían
hacer hechizos de curación de nivel santo, cierto; otros habían dominado los hechizos de
desintoxicación de nivel santo. Sin embargo, sólo Cliff era avanzado en cuatro disciplinas
distintas. La amplitud de sus habilidades era tal que algunos decían que era un sabio en
ciernes. El ego del chico crecía cada día más. Gradualmente, dejó de escuchar a sus tutores
por completo.
Algún día en el futuro, se esperaba que Cliff sucediera a su padre adoptivo y tomara un
puesto en la Iglesia de Millis. Cliff era consciente de esto, por supuesto. Pero en el presente,
anhelaba ser un aventurero.
¿Por qué un aventurero, podría preguntarse?
La causa estaba en sus primeros años en el orfanato. Muchos de los que se criaron en esta
institución se convirtieron en aventureros. Los niños que no fueron adoptados al cumplir los 10
años fueron enviados a una escuela operada por la Iglesia de Millis, donde recibieron cinco
años de entrenamiento en las artes prácticas de combate de esgrima y magia. Después de
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graduarse, tomaron trabajos adecuados a sus talentos particulares. Aquellos que obtenían
excelentes resultados académicos, en el manejo de la espada y la magia, a veces se
convertían en caballeros, pero la mayoría de estos graduados terminaban como aventureros.
Estos jóvenes hombres y mujeres se detenían frecuentemente para visitar su antiguo hogar.
Disfrutaban de la oportunidad de ponerse al día con sus antiguos maestros y de contar historias
emocionantes de sus aventuras a los niños que vivían allí. Muchos de los huérfanos,
cautivados por estos cuentos, soñaban con seguir sus pasos, y Cliff no era una excepción.
Por supuesto, él no creía que su sueño se hiciera realidad. A pesar de lo que su corazón
quería, entendía claramente sus circunstancias actuales. Un niño adoptado de un orfanato no
podía esperar elegir su propio destino.
Podía aceptarlo... al menos al principio. Pero la aburrida rutina de su vida diaria se llevaba
en Cliff, y los constantes elogios que recibía le hacían crecer la cabeza. Y así, un día, se le
ocurrió la idea de huir de su casa para registrarse como aventurero.
Sólo quería poner a prueba sus habilidades, de verdad. Incluso algunos de sus instructores
de magia se habían hecho un nombre como jóvenes aventureros. Seguramente debería
adquirir una experiencia similar mientras era joven... al menos, eso es lo que se dijo a sí mismo.
Con el bastón que su padre adoptivo le había regalado para su décimo cumpleaños en sus
manos, Cliff se dirigió del Distrito Divino al Distrito de los Aventureros, donde se compró una
bata de mago azul.
Ahora que ya estaba vestido, se dirigió al Gremio. Preocupado de que la iglesia lo localizara
rápidamente si se registraba como sanador, decidió listar su profesión como "mago" en su
lugar. Por alguna razón, pensó que esto haría la diferencia.
Muy pronto, el registro de Cliff estaba completo. Ahora era oficialmente un aventurero. Un
nuevo mundo de peligro, emoción y gloria se había abierto ante él.
Con su corazón palpitante de euforia, Cliff miró alrededor de la habitación. Casi todos los
que vio eran hombres musculosos. Estaba claro que la mayoría de ellos eran espadachines o
guerreros de profesión.
Cliff había aprendido de los aventureros que visitaron el orfanato que los magos con talento
eran muy solicitados. Asumió que simplemente presentándose como mago, encontraría
rápidamente un lugar en el grupo de alguien. No había prestado atención a la explicación de
la recepcionista sobre el sistema de rangos del Gremio, así que pensó que podía entrar en
cualquier grupo, sin importar su rango.
"Eso no va a funcionar, chico."
Inevitablemente, fue rechazado. Todos los que se acercaban a él lo rechazaban. Cuando

esto sucedió por cuarta vez consecutiva, la paciencia del chico finalmente se agotó. "¿Por
qué? ¿¡Por qué no me dejas entrar en tú grupo!?"
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"Ya te lo he dicho. Nuestros rangos son diferentes."
"¿Qué importa eso? ¡Soy tan poderoso como cualquier mago de rango A! ¡Deberías estar
agradecido de que estoy dispuesto a trabajar con gente como tú!"
"¿Qué demonios? ¡Ya he tenido suficiente de tu mierda, mocoso estúpido! ¿¡De verdad
quieres pelear conmigo a corta distancia!?"
"Todo lo que sabes, tonto, es cómo blandir una espada. ¡Yo no me pondría muy arrogante
si fuera tú!"
"Pequeña mierda..."
El corpulento aventurero frente a Cliff se adelantó y lo agarró por la parte delantera de su

camisa. Así no era como esperaba que fueran las cosas, pero si lograba derribar a este
hombre, serviría para demostrar su fuerza.
"Deténgase. Estás siendo infantil."
Sin embargo, antes de que tuviera la oportunidad de intentarlo, una chica pelirroja de su
edad intervino para ayudar.
◇◇◇
Demos un ligero paso atrás en el tiempo.
Esa misma mañana, Eris Boreas Greyrat se había separado de Rudeus y Ruijerd para visitar
el Gremio de Aventureros de Millishion. Mientras se apresuraba por la calle principal que
conducía al edificio, la sonrisa en su rostro era tan grande que cualquiera que la viera
probablemente también sonreiría. Llevaba su habitual traje de aventurera: una camisa gruesa,
un protector de pecho de cuero, pantalones de cuero y botas de suela fina pero duraderas.
Con su arma en la cadera, era obvio a simple vista que era espadachina de profesión.
Hoy en día, había elegido no llevar su capucha habitual. Durante el último año, había
aprendido que llevarla a un gremio era una buena manera de confundirse con un mago... lo
que tendía a animar a hombres extraños a acercarse a ella.
En poco tiempo, Eris había llegado a su destino. El Gremio de Aventureros de Millishion

estaba al final de una calle principal. Era la sede de toda la organización, y el edificio más
grande del Distrito de Aventureros.
Su imponente puerta delantera no era suficiente para intimidar a Eris. Ella se acercó
directamente al interior. El tamaño del vestíbulo del edificio, sin embargo, casi la hizo detenerse
y cruzar los brazos. La habitación no sólo era más grande que todo lo que había visto en otros
edificios del Gremio, sino que era más grande que el salón de banquetes de la mansión de su
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familia en Roa. Cualquier joven que entrara aquí para registrarse en el Gremio probablemente
dudaría ante esta impresionante vista.
Pero por supuesto, Eris no era una recién llegada tímida. Era una aventurera de primera
categoría, una veterana establecida. Sólo le tomó un segundo llegar al tablón de anuncios.
El tablón de anuncios era mucho más grande que cualquier otro que hubiera visto, pero sin
embargo estaba lleno de hojas de papel. Doblando los brazos, Eris comenzó a mirar por
encima de ellos.
Hoy en día, en lugar de dirigirse a las tareas de rango B que eran el pan de cada día de
Dead End, estaba estudiando la sección de rango E del tablero, buscando tareas clasificadas
como Open Quests. Estas eran misiones especiales, publicadas periódicamente por el país en
el que se encontraba el Gremio. Sus recompensas estaban en el lado inferior, pero como eran
de alta prioridad, cualquier aventurero podía aceptarlas sin importar su rango.
No había habido ninguna de estas en el Continente Demoníaco, por supuesto. No había

"países" que se encontraran allí.
De entre un puñado de misiones abiertas, los ojos de Eris se fijaron en una en particular.
◇◇◇
TAREA: Exterminar goblins

PREMIO: 10 monedas de cobre de Millis por oreja
DETALLES: Ayude a eliminar la población local de goblins
LOCALIZACIÓN: Al este de Millishion
DURACIÓN: Ninguna / Fecha límite: Ninguna
CLIENTE: Los Santos Caballeros de Millis
NOTAS: Los nuevos aventureros deben desconfiar de los Hobgoblins, que a veces se
encuentran entre los grupos de Goblins. No quite esta petición del tablero; simplemente lleve
las orejas que recoja directamente al mostrador de enfrente.
◇◇◇
Los goblins eran una especie de monstruo que vivía principalmente en los límites entre los
bosques y las llanuras abiertas. Tenían forma humanoide y usaban armas rudimentarias, pero
no podían comprender el habla humana. En pequeños números, eran en su mayoría
inofensivos, pero si se les dejaba solos por mucho tiempo, se reproducían rápidamente y
empezaban a atacar cualquier pueblo cercano. Se consideraban una plaga algo peligrosa. Sin
embargo, como residían en las afueras de las zonas boscosas, también actuaban como una
especie de amortiguador natural contra los monstruos más peligrosos que desovaban dentro
de los bosques.
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Eran criaturas débiles y podían ser asesinadas sin demasiada dificultad por cualquier joven
o mujer que supiera cómo usar una espada. El Gremio de Aventureros se aprovechó de este
hecho, ofreciendo tareas regulares de exterminio de goblins con recompensas ligeramente
generosas como una especie de introducción a las misiones de combate.
Lo que era más, aunque Eris no era consciente de esto, las criaturas también eran usadas
a veces como herramienta de tortura contra espías extranjeros capturados. Por todas estas
razones, el País Santo de Millis no hizo ningún esfuerzo para exterminar a los goblins dentro
de sus fronteras, prefiriendo mantener su población en un nivel estable.
Eris era una aventurera de rango A cuyas habilidades habían sido reconocidas por Ruijerd
Superdia, y era perfectamente capaz de vencer a un guerrero promedio de rango C con sus
puños desnudos solamente. Se preguntarán por qué se molestaría con un trabajo tan básico
en este momento.
Había dos razones.
Primero: esto era algo que había soñado hacer durante mucho tiempo.
Durante el breve período de su vida en que asistió a la escuela, Eris había escuchado a
menudo a un grupo de chicos de su clase. Hablaban constantemente de lo que harían una vez
que se convirtieran en aventureros. Su plan era empezar por cazar goblins. Después de
ahorrar algo de dinero y fortalecerse, finalmente se abrirían camino hacia las regiones del sur
del continente central, donde podrían asumir trabajos de alto nivel y sumergirse en laberintos.
Escuchando su emocionado parloteo, Eris comenzó a permitirse estas mismas fantasías.
Un día, se acercó al pequeño grupo y les exigió que la dejaran unirse a la conversación, lo
que de alguna manera condujo a una pelea en la que los golpeó brutalmente a los tres. Fue
expulsada de su escuela, pero pronto conoció a Ghislaine, cuyas historias sólo intensificaron
su anhelo de una vida de aventuras.
Después de conocer a Rudeus, soñaba constantemente con convertirse en una aventurera

con él. En su imaginación, formaron un grupo de dos: Eris la espadachina y Rudeus el mago.
Juntos, desafiaron laberintos desconocidos en busca de un tesoro.
Sin embargo, cuando ella se encontró varada en el Continente Demoníaco con él, las cosas
se desarrollaron de forma muy diferente a sus fantasías. En particular, Rudeus resultó ser muy
serio en todo el asunto. Mantuvo al grupo lejos de los laberintos y sus peligros desconocidos.
Si Eris hubiera propuesto que fueran a matar algunos goblins, probablemente habría levantado
una ceja y dicho "¿Por qué nos molestaríamos en hacer eso?"
Para estar segura, Eris ya no era una novata. Ella había luchado su camino a través de los
peligros del Continente Demoníaco, y sabía que no tenía sentido tomar este trabajo ahora.
Pero, aunque no tuviera sentido, matar goblins siempre había estado en lo más alto de su lista
de "cosas que quiero hacer una vez que me convierta en una aventurera". Ella quería la
experiencia, aunque sólo fuera eso.
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Esa fue su primera razón. La segunda... era un secreto.
"Me pregunto si puedo regresar antes de que se ponga el sol..."
Estudiando la tarea que había visto en el tablero, Eris trató de averiguar cuánto tiempo
tomaría el viaje de ida y vuelta. Ella iba a viajar a pie para esta ocasión. Todavía era de
mañana, pero era mejor tener un cómodo margen de error.
"...¿Hm?"
Pero mientras lo pensaba, notó una nota en el borde del tablero, más allá de las tareas de
rango F.
◇◇◇
Ciudadanos desplazados de la región de Fittoa: Por favor, contacten a la siguiente dirección:
◇◇◇
Después de leer la primera línea, Eris miró hacia otro lado. Ella había visto esta misma nota
en el Gremio de Aventureros del Puerto de Zant también.
Rudeus nunca habló de la región de Fittoa. Eris asumió que esto era sólo porque no quería
ponerla ansiosa. Sospechaba que la razón por la que había llamado a este "día libre" era para
poder tomar alguna acción en ese frente.
Eris trató de no pensar demasiado en problemas complicados. Se convenció a sí misma de

que no era lo suficientemente inteligente para entenderlos, y tenía a Rudeus para que pensara
por ella. Una vez que llegara el momento, estaba segura de que él le explicaría su plan de una
manera que pudiera entender. Ella nunca hubiera soñado con que Rudeus no estuviera al tanto
de la existencia de estos avisos.
"¡De acuerdo entonces!"
Habiendo hecho lo que había venido a hacer, Eris se alejó de la pizarra con mucho ánimo y
se dirigió a la salida. Ahora era sólo cuestión de ir hacia el este y matar algunos goblins. Dado
lo entusiasta que se sentía en ese momento, probablemente acabaría con uno o dos nidos
antes de terminar. No había nada ni nadie que pudiera detenerla. Un momento de silencio para
nuestros pequeños amigos verdes, por favor...
"¿Por qué?"
Parece que nos hemos adelantado un poco. Justo cuando estaba a punto de salir del
edificio, Eris se detuvo en seco al oír un grito.
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Girando hacia él, vio a un niño rodeado por un grupo de hombres casi el doble de su tamaño.
"¿¡Por qué no me dejan entrar a su grupo!?"
El chico que había gritado parecía ser un mago, considerando su túnica azul. Era un poco
más bajo que Rudeus; su pelo castaño oscuro era largo en la parte delantera, ocultando sus
ojos de la vista. El bastón que llevaba no era tan impresionante como el Aqua Heartia de
Rudeus, pero se podía ver por el tamaño de su cristal mágico que estaba hecho de materiales
de calidad. Su familia era probablemente acomodada, pero no tan rica como la de Eris.
"¡Soy tan poderoso como cualquier mago de rango A! ¡Deberías estar agradecido de que
estoy dispuesto a trabajar con gente como tú! "
Su actitud arrogante no iba muy bien con los hombres que lo rodeaban. No es exactamente
sorprendente. Eris le habría dado un puñetazo en la cara sin decir una palabra si él le hubiera
dicho algo así.
"¿Qué demonios? Ya he tenido suficiente de tu mierda, ¡mocoso estúpido! ¿Realmente

quieres pelear conmigo a corta distancia?"
"Todo lo que ustedes, tontos, saben es cómo blandir una espada. ¡Yo no me pondría muy
arrogante si fuera tú!"
"Pequeña mierda..."
Uno de los aventureros agarró al chico por la camisa. Su cara se mantuvo en calma, pero
Eris pudo ver que sus piernas temblaban ligeramente.
Caminando hacia el pequeño grupo, ella intervino para ayudar. "Basta ya. Estás siendo
infantil". Si Rudeus hubiera estado allí, su mandíbula probablemente habría golpeado el suelo
en este punto. Este no era el tipo de línea que uno esperaría escuchar de Eris, de todas las
personas.
Honestamente, Eris encontró todo esto un poco emocionante. Como una aventurera de
primera categoría, ella estaba por encima de cualquiera de estas personas. ¡Ella era la
veterana tranquila, interviniendo para proteger al novato de un montón de matones! Muy guay,
si lo dijo ella misma.
Por supuesto, Ruijerd frecuentemente tenía que intervenir de esta manera para evitar que
golpeara a algún desventurado idiota en la cara, pero este hecho inconveniente se le había
escapado por completo.
"...Tch. Sí, supongo que tienes razón. No estaba actuando demasiado maduro."
Para su sorpresa, el hombre se echó atrás inmediatamente. Ella esperaba que esto se
convirtiera en una pelea, así que se sentía un poco anticlimático.
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"Vamos, chicos. Vámonos." Los hombres se marcharon, dejando al niño mago atrás. Eris
esperó a que él le agradeciera con una pequeña sonrisa en su rostro. En su imaginación, sería
algo como esto:
Chico: Gracias por ayudarme, señorita. ¿Quién es usted?

Eris: Oh, nadie especial.
Chico ¡Por favor! ¡Por lo menos dime tu nombre!
Eris: Hmm. Muy bien ... puedes llamarme Ruijerd Dead End, entonces.
A Rudeus le gustaba usar esa última línea a veces. Había querido probarla.
"¿Quién pidió su ayuda, ¿eh!?"
La orgullosa expresión de Eris se congeló en su lugar mientras el chico le gritaba.
"¡Podría haber manejado bien a esos matones con mi magia! ¡No metas tu fea nariz en
donde no pertenece!"
El chico fue afortunado, en cierto sentido. Después de todo, quedó inconsciente por su
primer puñetazo, y eso hombres de antes todavía estaban en los alrededores. Si no hubieran
corrido a sacarle a Eris, probablemente se habría despertado perdido una parte bastante
delicada de su anatomía.
◇◇◇
Con un humor un tanto pésimo, Eris se dirigió a la puerta principal de Millishion.

Normalmente deja atrás las cosas desagradables rápidamente, pero esta vez, aún se sentía
irritada. Había una razón para esto, por supuesto.
"¡Espera! ¡Por favor, espera!"
Fue porque el chico del Gremio, habiendo recuperado la conciencia, había venido corriendo
tras ella.
"Siento lo que dije antes. Fue sólo el calor del momento..."
Una vez que la alcanzó, inmediatamente se disculpó e inclinó la cabeza educadamente.

Debido a esto, el estado de ánimo de Eris se mantuvo en el único "algo" pésimo. El chico había
escapado de un destino espantoso por ahora, pero apenas.
Por supuesto, si hubiera permanecido consciente después de ese primer golpe para ser
testigo de su ira, no habría sido tan tonto como para perseguirla de esta manera.
"Me llamo Cliff. ¡Cliff Grimor!"
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"...soy Eris." Eris consideró brevemente usar el nombre de Dead End pero decidió no
hacerlo. No iba a mencionar el nombre de Ruijerd a alguien con quien se había vuelto loca.
"Eris ¡Ese es un nombre maravilloso! Por tu traje, supongo que eres una espadachina, ¿no?
¿Te gustaría formar un grupo conmigo?" Cliff se había plantado justo en medio del camino
para hablarle de ella. Eris estaba muy tentada de pegarle un puñetazo en la cara de nuevo,
pero se las arregló para controlarse.
"No, gracias". Despreciadamente apartó la cara y empezó a caminar de nuevo.
Para ser honesta, no estaba especialmente acostumbrada a tratar con este tipo de cosas.
Rudeus era básicamente la única persona que había venido a por más después de su primera
paliza.
"Oh. Está bien. En ese caso, ¡al menos déjame apoyarte desde atrás! Todos dicen que soy
un sabio en ciernes, ya sabes. ¡Definitivamente seré útil!"
Si Rudeus hubiera estado allí para presenciar esta desesperada conferencia de prensa,
probablemente se habría hecho un comentario en la línea de "¡Más bien un sacerdote en
ciernes, pequeño virgen espeluznante!" a sí mismo, por lo menos.
Eris no dijo nada tan grosero. Sin embargo, se preguntaba cuán "útil" podría ser el chico si
lo cortaba en pedazos para fabricar abono.
"Estoy seguro de que nunca has visto un hechicero tan increíble como yo antes, Eris", dijo
Cliff con una sonrisa confiada. "¡Soy incluso mejor que el mago promedio de primera categoría,
como sucede!"
Este comentario marcó un poco a Eris. En lo que a ella respecta, el mago más asombroso
del mundo era claramente Rudeus Greyrat. Incluso Ruijerd reconoció sus habilidades. Aunque
era un aventurero de primera categoría, no había nada "promedio" en él.
"¡Realmente te debes a ti misma al menos ver lo que puedo hacer!"
Muy bien entonces, Eris se encontró pensando. Vamos a ver que tan bien hablas. "Bien, de
acuerdo. Sígueme."
"¡Claro!"
Y así, Eris y el joven mago Cliff se dispusieron a matar algunos monstruos.
◇◇◇
En un instante, una gran ola de llamas consumió a siete Goblins a la vez.
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"¿Qué te parece? Bastante asombroso, ¿verdad?" dijo Cliff, observando los cadáveres de
los monstruos con una mirada de gran satisfacción en su rostro. "¡Tu mago promedio nunca
podría lograr eso!"
Eris también miró los restos. Todas las criaturas habían sido quemadas hasta las cenizas,
lo que significa que no quedaban orejas que recoger.
"¿Crees? No puedo decir que estoy impresionada." Esa fue realmente su honesta opinión.
De hecho, no podría haber estado mucho menos impresionada. Cliff había usado un hechizo
de fuego de rango avanzado llamado "Llama del Éxodo". Eris había visto a Rudeus hacer ese
también. Pero a diferencia de Cliff, no había hecho un largo conjuro primero, y sus llamas
también eran más poderosas. Por supuesto, Rudeus no habría usado un hechizo como ese en
esa manada de Goblins en primer lugar. Los habría matado sin dañar sus orejas.
Además, Eris había mantenido a los monstruos ocupados hasta que Cliff terminó su conjuro,
dándole la oportunidad de mostrar lo que podía hacer; pero como no le había advertido cuando
terminó, casi la atrapan en el radio de su hechizo. Rudeus nunca habría cometido un error tan
peligroso.
"Ah, parece que no sabes mucho de magia, Eris. Verás, hay muchos tipos diferentes de
hechizos, y.…"
Cliff procedió a darle una larga charla sobre los distintos rangos de hechizos, explicándole
que la magia que acababa de utilizar era un hechizo de nivel avanzado, tan complejo que
incluso la mayoría de los adultos eran incapaces de lanzarlo.
Eris ya sabía todo esto, por supuesto. Lo aprendió en sus lecciones con Rudeus. Y
comparado con las explicaciones divagantes de Cliff, las clases de Rudeus habían sido diez
veces más fáciles de entender.
"¿Y? ¿Ahora entiendes lo increíble que soy?"
Eris tenía muchas ganas de golpear a este pequeño idiota en la cara. Él estaba realmente
poniendo un freno a su tan esperado día de caza del Goblin. Con los brazos todavía cruzados,
dio fríamente su veredicto. "Bien, ya he visto suficiente. No vas a ser de mucha ayuda, así que
ya puedes irte".
Si Rudeus hubiera estado en el lugar de Cliff en este momento, probablemente habría

elegido una retirada táctica. Pero Cliff era ajeno a la hostilidad en los ojos de Eris. "¿Hablas en
serio? ¡No puedo dejarte aquí sola! ¡Estabas batallando para matar a un puñado de goblins!"
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Eris lo golpeó. Fuerte.
Cliff se tambaleó hacia atrás y puso una mano en su cara. Había sangre brotando de su
nariz. Rápidamente se lanzó un hechizo básico de curación sobre sí mismo para detener el
flujo. "Hey, ¿para qué fue eso?"
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Eris chasqueó su lengua en la irritación. Ella había sido un poco fácil con él esta vez, ya que
dejarlo inconsciente en medio de un campo abierto no era realmente una opción.
Aparentemente, necesitaba un poco más de castigo antes de aprender la lección.
Sin embargo, justo cuando apretaba el puño para un ataque posterior, Cliff finalmente
pareció entender la situación. "¡Espera, no! ¡Ya lo entiendo! Obviamente eres muy fuerte, Eris.
¿Qué tal si nos dirigimos al bosque por un tiempo, entonces? No puedo demostrar mi
verdadero valor como mago contra un grupo de goblins, después de todo."
No había motivos siniestros detrás de esta propuesta. Cliff sólo quería lucirse frente a Eris.
No era que estuviera enamorado de ella, o incluso quería impresionarla; simplemente estaba
ansioso por deleitarse con su propio poder.
"Los bosques son peligrosos", dijo Eris bruscamente. Esto era algo que Rudeus siempre
decía, y Ruijerd estaba de acuerdo con él. Ella confiaba completamente en su juicio.
"Seguro que no tienes miedo, Eris?"
"¡Claro que no!"
Pero por supuesto, Eris era una chica sencilla. Cuando desafiabas su orgullo, ella mordía el
anzuelo cada vez. Ningún miembro de la familia Boreas que se precie dejaría que un
aventurero novato les hablara con desprecio, después de todo. "El bosque, ¿verdad? ¡Bien!
¡Vamos a ir!"
Y así, los dos se desviaron a un oscuro y sombrío bosque cercano.
◇◇◇
"Supongo que ni siquiera el bosque está tan mal en Millis, ¿eh?"
Eris cortó una criatura parecida a un mono llamada Utan mientras hablaba. Este era un
monstruo de rango D, considerablemente más peligroso que un Goblin, pero no representaba
una amenaza real para ella.
"Supongo que no. ¡Estas cosas no son rivales para mí!"
Cliff, por su parte, estaba matando Utans con hechizos de viento de nivel intermedio
mientras se adentraba cada vez más en el bosque.
"Oh..." De repente, Eris se detuvo en seco.
"¿Qué pasa, Eris?" Cliff dijo, girándose y acercándose a ella con una gran sonrisa en su
cara.
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Con una mueca, Eris cruzó sus brazos, plantó sus pies a la altura de los hombros y levantó
su barbilla. "Dime algo. ¿Estabas siguiendo nuestra ruta para salir de aquí?"
"No, en realidad no." Cliff ni siquiera había pensado en prestar atención a eso. Todo este
viaje había sido impulsivo y sin ganas, así que no había hecho ninguna planificación o
preparación de antemano.
"Ya veo. Eso significa que estamos perdidos, entonces", dijo Eris rotundamente.
Cliff se quedó en silencio. Después de un momento, su cara se puso muy pálida. "Uh ...
¿qué debemos hacer?"
Como Eris parecía tranquila, Cliff asumió que debía tener algún tipo de plan. Sin embargo,
ese no fue el caso.
Esto no era bueno en absoluto. ¿Qué dirían Rudeus y Ruijerd si descubrieran que se había
perdido en el bosque? ¿Cómo podría explicar que había terminado allí, cuando se suponía
que estaba cazando goblins?
Por supuesto, Eris no dejó que su ansiedad se manifestara. Como mujer de la familia
Greyrat, se esperaba que estuviera tranquila y serena en todo momento. "Cliff, sube al cielo y
mira hacia dónde está la ciudad".
"¿Estás bromeando? Eso es absurdo."
"Rudeus puede hacerlo muy bien".
"¿Rudeus? ¿Quién diablos es Rudeus?"
"Es mi tutor".
"¿Qué?"
Eris dejó escapar un pequeño suspiro. No tenía sentido entrar en una discusión en este
momento. ¿Qué debería estar haciendo en una situación como esta? ¿No le había enseñado
Ghislaine qué hacer si se perdía?
Sí. Se suponía que debía reunir muchas ramas y comenzar un incendio, ¿no? El humo sería
visible desde una gran distancia. ¿Pero quién vería la señal? Ruijerd y Rudeus tenían otros
asuntos que atender hoy. No estaban fuera buscándola.
Eris se cruzó de brazos y empezó a fruncir el ceño. Cerró los ojos y trató de pensar
cuidadosamente. Ghislaine siempre dijo que era crítico mantener la calma, especialmente
cuando se sentía ansiosa, y así Eris nunca se permitió entrar en pánico.
"¿Qué hacemos, Eris?"
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"Probablemente haya otros aventureros en este bosque, ¿verdad?"
"¡Oh, por supuesto! Podemos pedir ayuda... ¡Intentemos encontrarla!"
Cliff comenzó a correr de inmediato, pero Eris no se movió. Ruijerd le había dicho que era
mejor no moverse en este tipo de situación. Le había enseñado a quedarse quieta y a agudizar
conscientemente sus sentidos. Eris no tenía ese conveniente tercer ojo suyo, pero tenía sus
orejas y su nariz. Y podía sentir el flujo de energía mágica en la zona. Todavía era inexperta
en muchos aspectos, pero entrenaba todos los días.
"Uh, ¿Eris...?"
"¡Cállate!"
Con los ojos cerrados, Eris respiró profundamente y vació su mente. Escuchó el bosque.
Podía oír el crujido de las ramas, los monstruos en movimiento, el zumbido de los insectos
voladores... y en algún lugar de la distancia, los débiles sonidos del combate.
"Está bien. Sígueme". Sin dudarlo un momento, Eris comenzó a caminar de nuevo.
"¿¡Qué está pasando!?" dijo Cliff, apurándose tras ella. "¿Te has dado cuenta de algo?"
"Hay otras personas aquí, de acuerdo. Están por aquí."
"¿¡Cómo puedes saber eso!?"
"Agudicé mis sentidos por un tiempo".
"¿¡Tu maestro te enseñó a hacer eso también!?"
Eris tuvo que pensar en eso por un segundo. ¿Era Ruijerd su maestro? Probablemente sí.
Le había enseñado muchas cosas, si no tantas como Ghislaine. Ella probablemente incluso
podría llamarlo su actual maestro. "Sí, es cierto".
"Este Rudeus debe ser realmente alguien..."
"Hm... Sí, Rudeus es increíble."
Un poco confundida en cuanto a por qué el tema había cambiado tan repentinamente, Eris
siguió adelante.
Justo cuando ambos llegaron al borde del bosque, vieron un carruaje acostado de lado en
medio de las ranuras que sus ruedas habían hecho.
"¡Agáchate!"
"¡Ack!"
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Eris agarró a Cliff por la cabeza y lo empujó al suelo, y luego se dejó caer a su lado para
observar la situación.
Seis personas todavía estaban de pie en este punto. Uno era un caballero con armadura y
casco, de pie con la espalda contra un árbol y la espada desenvainada. Los otros cinco eran
hombres vestidos de negro, colocados en un semicírculo alrededor de este guerrero solitario.
Tres cadáveres yacían en la hierba cercana. Todos ellos llevaban la misma armadura que
el caballero rodeado. Lenta pero firmemente, los hombres de negro se acercaban a su presa.
Esta batalla ya estaba perdida. Pero por alguna razón, el caballero no hizo ningún
movimiento para huir. Al mirar más de cerca, Eris se dio cuenta de que había una joven
acurrucada en la base del árbol detrás del guerrero acorazado, una chica cuyo rostro estaba
lleno de terror y brillaba con lágrimas.
"Esa armadura ... Eso es un Caballero Templarios, ¡Eris! " Cliff susurró.
El corazón de Eris latía con fuerza ahora. Ella sabía acerca de los Caballeros Templarios.
Eran una de las tres órdenes militares sagradas de Millis. A los Caballeros de la Catedral de
élite se les confiaban los asuntos de defensa nacional. Los Caballeros Templarios fueron
enviados al extranjero como mercenarios, para que pudieran difundir las enseñanzas de la
Iglesia de Millis y demostrar su poder. Y los temidos Caballeros Templarios, con sus infames
Inquisidores, fueron encomendados con la tarea de erradicar la herejía.
Los Caballeros de la Catedral vestían de blanco, los Caballeros Comisionados de plata, y

los Caballeros Templarios de cerúleo. Incluso a distancia, la armadura del caballero acorralado
era claramente azul. No había lugar a dudas. Era un grupo de Caballeros Templarios que había
sido emboscado aquí.
"¡Tontos! ¿¡No saben quién es esta dama!?"
Sólo cuando el caballero acorralado gritó estas palabras, Cliff y Eris se dieron cuenta de que
era una mujer.
Los hombres vestidos de negro se miraron entre sí y resoplaron de risa. "Por supuesto que
sí".
"¿¡Entonces por qué buscan hacerle daño!?"
"¿No debería ser obvio?"
"¿¡Entonces son lacayos del Papa!? ¡Malditos brutos!"
Eris no podía darle mucho sentido a esta conversación. Pero una cosa estaba muy clara
para ella: Esos amenazantes hombres vestidos de negro iban a matar a esa niña aterrorizada.
Ella alcanzó la espada en su cadera.
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"¿Qué crees que estás haciendo?" Cliff siseó. "¡No podemos mezclarnos en esto! Esa chica
es la Niña Bendecida que supuestamente es una futura Papa, ¿de acuerdo? ¡Eso significa que
esos hombres de negro son los asesinos personales del actual Papa! Están bien entrenados
y son despiadados. ¡Ni siquiera yo tendría una oportunidad contra ellos!"
Eris ni siquiera se detuvo a preguntarse por qué Cliff sabía tanto sobre todo esto. Sólo había
una cosa en su mente en este momento: A menos que ella interviniera, esa chica iba a morir
ante sus ojos.
Eris era miembro de Dead End por derecho propio. Si se sentaba y veía cómo asesinaban
a un niño, no podría volver a mirar a Ruijerd a los ojos. Y más de una vez, había visto a Rudeus
ponerse en peligro por razones muy similares.
"Vamos. Quedémonos callados y esperemos que no nos noten..."
"Lo siento, pero eso no tiene sentido. Ya saben que estamos aquí." Uno de los hombres
vestidos de negro había notado su presencia en el momento en que empujó a Cliff al suelo.
Eris no había pasado por alto su ligera reacción.
Ella no sabía exactamente lo que harían una vez que su misión se cumpliera, pero apenas
importaba. Ella tenía la intención de tomar la iniciativa aquí y ahora. "¡Sólo escóndete aquí,
Cliff!"
"¡Eris! ¡No!"
Desenvainando su espada, Eris saltó hacia los asesinos.
Los hombres vestidos de negro se dispersaron inmediatamente, pero... "¡Demasiado lento!"
Eris se movió mucho más rápido de lo que habían previsto. Su ataque principal fue la técnica
del estilo de Dios Espada Avanzado "Espada Silenciosa", un movimiento de menor
complejidad que la "Espada de Luz", pero mortal por sí mismo. Su espada se movió por el aire
sin el más mínimo sonido.
En el curso de su entrenamiento con Ghislaine y Ruijerd, sus habilidades de manejo de la

espada habían sido pulidas en un grado notable. Su espada tomó a uno de los hombres por el
hombro, lo cortó en diagonal a través de su caja torácica, y lo partió en dos.
Aunque era la primera vez que Eris mataba a alguien, no vaciló ni un instante. Su enfoque
ya había cambiado a su siguiente objetivo. Los hombres vestidos de negro se movían
rápidamente para rodearla, pero Eris fue un paso más rápido que cualquiera de ellos. Ruijerd
le había enseñado la forma correcta de moverse cuando estaba rodeada por múltiples
enemigos. Muchos monstruos cazaban en manadas; su objetivo era eliminarlos rápidamente
antes de que pudieran rodearla.
"¡Haaah!" En un abrir y cerrar de ojos, Eris mató a otro de los asesinos.
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Los tres hombres restantes estaban visiblemente desconcertados. Los movimientos de esta
chica eran erráticos, y sus ataques venían de ángulos inesperados sin previo aviso. Era casi
imposible esquivarlos mientras se intentaba hacer otra cosa.
Aún así, estos eran asesinos profesionales. En el momento en que Eris mató a su camarada,
la rodearon con éxito. Dos de los asesinos saltaron hacia Eris casi simultáneamente,
deliberadamente escalonando sus ataques.
Eran rápidos, pero no tanto como Ruijerd. Tampoco estaban tan perfectamente coordinados
como los coyotes Pax del continente demoníaco.
Estos hombres no eran lo suficientemente buenos.
"¡Hay veneno en sus dagas! ¡Cuidado!" Gritando palabras de advertencia, el caballero que
había estado defendiendo a la niña corrió hacia adelante para golpear a uno de los asesinos
por detrás.
Eris anticipó con precisión cómo reaccionarían los hombres vestidos de negro, y encontró
su oportunidad de liberarse de su cerco. En el instante en que se dio cuenta de que iba a ganar
esta pelea, su espada atravesó a un tercer asesino.
"¡Maldita sea! ¡Retírense!"
Los dos hombres restantes giraron bruscamente y comenzaron a correr. Pero Eris nunca
fue de las que dejan un trabajo a medio hacer. En un abrir y cerrar de ojos, alcanzó a uno y lo
golpeó salvajemente por detrás, destripándolo. Sus entrañas se derramaron por el suelo
mientras caía.
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El último asesino no miró atrás. Para cuando Eris se giró hacia él, ya se había desvanecido
en la distancia.
Con un pequeño resoplido de desdén, golpeó vigorosamente su espada para lanzar la

sangre y arrancarle la sangre de su hoja. Por lo que parece, estaba tan tranquila como siempre.
Pero su corazón seguía latiendo rápidamente en su pecho. Acababa de experimentar su
primera batalla de vida o muerte contra otros seres humanos. Por primera vez, había matado
a alguien.
Es más, sus oponentes habían empuñado dagas envenenadas, incluso un solo rasguño
podría haber sido fatal. Y Rudeus y Ruijerd tampoco habían estado cerca para vigilar su
espalda. Se había lanzado a la lucha sin pensarlo demasiado, pero si no fuera por esa mujer
caballero, podría haber muerto.
Naturalmente, Eris mantuvo estos pensamientos completamente para sí misma.

Envainando su espada, se giró para enfrentarse cara a cara con el Caballero del Templo
blindado. "Lo siento. Uno de ellos se escapó."
Estas palabras dejaron al caballero algo aturdido. La chica que estaba delante de ella ni
siquiera era una adulta, pero se había abierto camino a través de un grupo de asesinos
mortales. Y parecía totalmente imperturbable, para empezar.
Sin quitarse siquiera el casco, la mujer apretó el puño contra su estómago y se inclinó al
estilo de los Caballeros Sagrados de Millis. "Mi más sincero agradecimiento por su ayuda."
Eris se encontró recordando cómo Ruijerd respondía a palabras como estas, y decidió
seguir su ejemplo. Sin hacer ninguna reverencia, dijo "Me alegro de que la niña esté sana y
salva" y nada más.
"Soy Therese Latria de los Caballeros del Templo. Supongo que eres una aventurera,
¿señorita? ¿Puedo preguntarle su nombre?"
"Yo soy Er-"
Eris comenzó a dar su verdadero nombre, pero luego se detuvo. Eso no era correcto. ¿Qué
hizo siempre Rudeus en estas situaciones?
"Soy Ruijerd Dead End. Lo creas o no, en realidad soy un Superd."
Debajo de su casco, la cara de Therese se tensó. Aunque Eris no estaba al tanto de esto,
los Caballeros del Templo en su conjunto abogaron por la expulsión de toda la humanidad
demoníaca del Continente de Millis.
Por supuesto, Eris carecía de todos los rasgos distintivos de una verdadera Superd. Sólo le
tomó un momento a Therese para relajarse una vez más. Esta chica le había dado un nombre
claramente falso y asumió la identidad de un demonio que los Caballeros del Templo verían
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con hostilidad. Esto parecía ser un mensaje de que no tenía interés en involucrarse más con
ellos o en este asunto.
En otras palabras, no esperaba ninguna recompensa, a pesar de haber salvado la vida de

una persona importante. Therese encontró esto agradablemente sorprendente. "Ya veo. Muy
bien, entonces..."
Por un momento, se detuvo para estudiar a Eris mientras la chica la miraba con los brazos
cruzados. Una vez que memorizó su cara, silbó fuerte.
En poco tiempo, un caballo salió corriendo del bosque.
Este era el animal que había estado tirando de su carruaje anteriormente. Huyó cuando el
carruaje se volcó, pero ahora volvió a la llamada de Therese tal y como fue entrenado para
hacerlo. Después de levantar su joven carga sobre su espalda, Therese saltó detrás de ella.
"Si alguna vez necesita ayuda, ¡pregunta por Therese de los Caballeros Templarios!"
Con esas últimas palabras, la dama caballero salió al galope. Eris la vio irse sin decir una
palabra.
De vuelta a las sombras, cierto joven, que aún no podía ni siquiera quedarse de pie, también
estaba mirando. Y a sus ojos, la caballera que huía y la intrépida espadachina pelirroja que la
despidió parecían nada menos que personajes de un cuento de hadas.
◇◇◇
Hace algún tiempo, un pastor de la Iglesia de Millis se enamoró de una mujer de la raza
hobbit. La mujer le dio un hijo, y con el tiempo, ese niño creció y tomó una esposa propia. Cliff
fue el primer y único hijo de esta pareja.
En el momento del nacimiento de Cliff, varias facciones dentro de la iglesia se vieron

envueltas en una viciosa lucha por el poder. La violencia les costó la vida a sus padres. Para
mantener a Cliff a una distancia segura del conflicto, su abuelo, el sacerdote, lo dejó
temporalmente en el orfanato de Millishion. Procedió a triunfar sobre sus enemigos, tomar el
papado como propio, y traer a Cliff de vuelta a su casa.
En otras palabras, Cliff Grimor era el verdadero nieto del actual Papa de Millis... aunque
pocos, incluso dentro de la Iglesia, eran conscientes de ese hecho.
Debido a esto, Cliff sabía perfectamente bien por qué ese carruaje había sido atacado. Esa
niña bendita, de la que se decía que poseía poderes milagrosos, era la herramienta más
poderosa del arsenal de cierto arzobispo. Y esa facción del arzobispo estaba actualmente en
conflicto activo con el abuelo de Cliff.
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De hecho, Cliff ya había conocido a la chica antes. No tenía ni idea de lo que había estado
haciendo en ese bosque, pero estaba familiarizado con los asesinos vestidos de negro que la
habían atacado. Esos hombres estaban entre sus instructores. Sabía desde hace tiempo que
hacían este tipo de trabajos para su abuelo. También sabía lo poderosos que eran. Se había
enfrentado a ellos muchas veces, pero ni una sola vez estuvo cerca de ganar. Y, sin embargo,
no habían tenido una oportunidad contra Eris.
En realidad, la lucha había estado muy cerca. Pero tal como Cliff lo veía, esta chica había
dominado totalmente a un grupo de hombres que nunca podría haber vencido ni en un millón
de años. Mientras caminaban de regreso a abajo, se encontró mirando su rostro cansado con
profunda y genuina admiración.
Esta chica iba a ser alguien en poco tiempo.
Con ese pensamiento firmemente cimentado en su mente, Cliff lanzó una oferta impulsiva.
"Eris, ¿quieres casarte conmigo?"
"¿Qué? ¡Ni hablar!" Ella lo derribó al instante. Con una mueca horrible en su cara, nada
menos.
A Cliff le pareció extraño que una chica rechazara una propuesta de alguien tan talentoso
como él, así que empezó a buscar una explicación. Pensó en todas sus conversaciones.
Después de un momento, recordó que ella mencionó a cierto "profesor" varias veces. ¿Cómo
se llamaba? Ru... Ru...
"Rudeus".
Eris se giró al oír ese nombre.
"Ese es el nombre de tu maestro, ¿verdad? ¿Cómo es él?"
En cuestión de minutos, Cliff se maldecía a sí mismo por haber hecho esta pregunta. Tenía
la impresión de que Eris no era muy habladora, pero claramente no era así. Una vez que se
puso en movimiento con esta persona Rudeus, ella orgullosamente balbucearía
indefinidamente. Siguió yendo desde las llanuras de Millishion hasta el Gremio de Aventureros.
Todo lo que decía era un cumplido efusivo, y la expresión de su cara hacía que la intensidad
de sus sentimientos fuera muy clara. Era más que suficiente para poner a Cliff profundamente
celoso.
"Voy a volver a casa ahora", interrumpió finalmente, consciente de que su expresión era
probablemente bastante sombría en ese momento.
Eris parecía dispuesta a seguir hablando durante una o dos horas más, pero ahora agitaba
la mano en un gesto vago y desinteresado. "Oh, está bien. Adiós". Era difícil de creer que era
la misma chica que había estado hablando tan apasionadamente de su tutor sólo unos
segundos antes.
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Cliff la miró en silencio mientras se alejaba hasta que desapareció de la vista. ¿Quién era
ese "Rudeus" que había encantado tanto a esa chica poderosa, hermosa e impecable?
Con visiones de un misterioso rival flotando en su mente, el joven mago regresó al cuartel
general de la Iglesia de Millis, donde recibió una dura charla de la gente que lo había estado
buscando.
Por cierto, la lucha de poder dentro de la Iglesia se intensificó rápidamente tras el incidente
con la Niña Bendita. El Papa pronto decidió que era demasiado peligroso para su nieto
permanecer en Millishion, por lo que Cliff fue enviado a vivir a una tierra extranjera. Pero por
supuesto, nada de esto tenía que ver con Eris.
En cuanto a Eris, básicamente se olvidó de todo el encuentro en el momento en que regresó

a la posada y vio a Rudeus sentado miserablemente en su cama. Pero eso, también, sería una
historia completamente aparte.
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Capítulo VII – Al Continente Central
Después de dos meses en la carretera, nuestro grupo finalmente llegó a la ciudad de Puerto
Oeste. Sus calles se parecían mucho a las de Puerto Zant, la ciudad costera del norte. Sin
embargo, era considerablemente más grande.
Después de dos meses en la carretera, nuestro grupo finalmente llegó a la ciudad de Puerto
Oeste. Sus calles se parecían mucho a las de Puerto Zant, la ciudad costera del norte. Sin
embargo, era considerablemente más grande.
La ruta entre las capitales del País Santo de Millis y el Reino de Asura era una crucial arteria
de comercio. Muchas ciudades a lo largo de su longitud servían como bases de operaciones
para comerciantes y mercaderes; Puerto Oeste era una de las más prominentes.
Aunque no se podía comparar con el Distrito Comercial de Millishion, varias empresas

tenían su sede aquí, y las calles de la ciudad estaban llenas de sus tiendas y negocios
subsidiarios.
Ahora que habíamos llegado hasta aquí, era el momento de decir adiós a nuestro caballo y
carruaje.
En este mundo, no había transbordadores que transportaran vehículos terrestres a través

de masas de agua para ti. Al igual que cuando dejamos al continente demoníaco,
necesitábamos vender nuestro medio de transporte aquí y luego comprar uno nuevo en el otro
lado.
A diferencia de esa encantadora lagartija, no me había encariñado demasiado con nuestro

caballo, así que decidí darle un nombre al final. Adiós, fiel Landbiscuit.
Una vez que vendimos a nuestro amigo, nos dirigimos directamente al puesto de control.
Éste resultó ser un edificio muy grande, a diferencia del de Puerto Viento. Incluso había
soldados con cascos y armaduras en la entrada.
Caballeros con armaduras completas también eran muy comunes en las calles de Millishion.
A simple vista, su equipo parecía muy robusto, pero cuando pensé en lo que Eris o Ruijerd
podían hacer, me pregunté si serviría de mucho. La gente y los monstruos de este mundo
tendían a tener una gran potencia de fuego. Un golpe podría ser suficiente para romper tu
elegante armadura y dejarte en tus calzoncillos. Demonios, el golpe podría incluso hacerte
caer en un hoyo y hacer que se te acabe el juego...
Bien, lo siento. Me detendré ahora.
Al entrar en el edificio de la aduana, lo encontramos lleno de gente. Muchos de ellos

parecían ser aventureros, y muchos otros estaban vestidos como mercaderes. Un número de
empleados que parecían estar alerta estaban procesando rápidamente sus peticiones. Era un
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mundo de diferencia con el Puerto Viento, donde la oficina estaba casi vacía y el personal
apático en el mejor de los casos.
Me acerqué al mostrador abierto más cercano. "Hola".
"Hola. ¿Cómo puedo ayudarte hoy?"
Una vez más, me encontré frente a una recepcionista con pechos impresionantes. En este
mundo, parecía haber una especie de regla no escrita de que las recepcionistas debían ser
agrupadas. No es que hiciera ningún comentario al respecto, por supuesto.
"Uhm, estoy buscando asegurar el paso de mi grupo a través del mar."
"Está bien. Por favor, toma esto, entonces." La mujer me entregó una pequeña tarjeta de
madera con el número 34 grabado en ella. Evidentemente, era una operación muy burocrática
la que tenían aquí.
Volví a la sala de espera y tomé asiento. Eris se dejó caer en la silla a mi lado, pero Ruijerd
se quedó de pie. Cuando eché un vistazo, parecía que había muchas otras personas
esperando que les llamaran también. "Hmm. Esto parece que podría tomar un tiempo."
"¿No vas a darles la carta?" preguntó Ruijerd.
Sacudí la cabeza. "No hasta que llamen a nuestro número."
"Bueno, si tú lo dices".
Eris ya estaba un poco inquieta. Es comprensible, ya que esperar pacientemente no era

exactamente su especialidad. Después de un momento, sin embargo, murmuró "Rudeus, creo
que alguien me está mirando..."
Miré alrededor de la habitación con más cuidado esta vez, tratando de detectar a la persona
de la que hablaba. Resultó que eran los guardias. Muchos de ellos estaban lanzando breves
miradas en dirección a Eris; y ella estaba mirando hacia atrás, por supuesto.
"Por favor, no empieces una pelea con ellos, Eris."
"No lo planeaba".
Eso fue algo difícil de creer. En cualquier caso, tenías que preguntarte por qué estaban
mirando hacia ella. No se me ocurrió ninguna explicación plausible. ¿Simplemente estaban
cautivados por su belleza? No. Eris definitivamente se estaba volviendo más bonita cada día,
pero todavía era una niña. A menos que todos los caballeros que trabajaban aquí fueran
escoria pedófila, eso no podía ser lo que pasaba aquí.
"Número treinta y cuatro, por favor venga adelante."
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De todos modos, finalmente habían llamado a nuestro número, así que me levanté y me
dirigí al mostrador.
Le expliqué a la recepcionista que queríamos reservar un viaje al continente central, y luego

entregué la carta de Ruijerd. Me la quitó con una sonrisa educada, pero cuando miró el nombre
escrito en el sobre, su expresión se volvió algo dudosa.
"Espere un momento, por favor." Con eso, se levantó y se fue a la parte trasera del edificio.
Después de un rato, oí un fuerte golpe, y el sonido de alguien gritando. Un soldado

acorazado pronto salió corriendo por la parte de atrás, se acercó a otro guardia y le susurró
algo al oído. Ese guardia salió corriendo de la oficina con una expresión muy seria en su cara.
Todo esto me pareció un tanto siniestro. Entregué esa carta porque confiaba en Ruijerd,
pero quizá hubiera sido más inteligente indagar un poco más en ese personaje de Gash
Broche.
"¡Lamento haberlos hecho esperar!"
La recepcionista de antes había regresado. Su sonrisa de negocios no podía ocultar la

tensión de su cara. "El duque Bakshiel dice que lo verá ahora."
Tenía un muy mal presentimiento sobre esto.
◇◇◇
"Soy el duque Bakshiel von Wieser, director de la Oficina Continental de Aduanas de Millis."
Este cerdo se parecía mucho a un cerdo.
Ups, me equivoqué. Este hombre se parecía mucho a un cerdo.
Su cuello era tan enormemente gordo que su barbilla había desaparecido por completo. Su
pelo rubio claro estaba pegado a su frente, y había enormes bolsas debajo de sus ojos. Tenía
la cara de un viejo astuto y desagradable.
También nos miraba con abierta hostilidad.
Había visto a un tipo muy parecido a él hace tiempo... cada vez que me miraba en el espejo.
"Hmph. Pensar que un sucio demonio sería tan descarado como para traerme una carta
como esta..."
El duque Bakshiel estaba sentado en una lujosa silla de cuero, que no parecía inclinado a
dejar. La silla chirriaba debajo de él mientras golpeaba el papel en su mano con un bolígrafo.
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Había incontables trozos de papel en su costoso escritorio. Entre ellos, vi un sobre familiar,
ahora abierto. Presumiblemente, estaba sosteniendo su contenido.
"Ciertamente eligió un nombre impresionante, se lo reconozco. Y ese sello también parecía

muy real. ¡Pero yo no nací ayer, amigos míos! ¡Esto es obviamente falso!"
Bakshiel nos tiró la carta descuidadamente. Me acerqué por reflejo y la cogí.
◇◇◇
Este hombre es de los Superd. Sin embargo, tengo una gran deuda con él.
Es un hombre de pocas palabras, pero de carácter noble.
Renuncia a los honorarios habituales y llévalo a salvo al continente central.
-Galgard Nash Vennik,

Comandante de los Caballeros Misioneros
◇◇◇
Una mirada al nombre en la parte inferior dejó mi cabeza dando vueltas. ¿Qué pasó con
Gash Broche? ¿Quién era ese tal Galgard Nash Vennik?
Me llevó unos segundos darme cuenta de que podrías acortar "Galgard Nash" a "Gash".
¿Quizás fue el tipo de hombre que se presentó usando un apodo? Ruijerd podría haber tenido
la impresión de que en realidad sólo se llamaba Gash. Aunque eso no explica la parte del
"Broche", por supuesto.
Pero lo más importante es que... "¿¡Comandante de los Caballeros Misioneros!?" ¿¡Era en

serio el líder de una de las tres órdenes militares sagradas!? Esto me estaba dando un serio
dolor de cabeza. ¿Por qué el viejo conocido de Ruijerd sería una figura tan importante?
Tenía sentido, sin embargo, en cierto modo. El comandante de los Caballeros Misioneros
tenía que ser de un rango bastante alto en la jerarquía de Millis, ¿verdad? Podría no ir bien si
todos supieran que un tipo como ese era amigo de un Superd. Tal vez por eso usó un nombre
falso.
Por supuesto, había explicaciones más simples para eso también. Habían pasado cuarenta
años desde que Ruijerd conoció al hombre. Tal vez se había casado con una familia poderosa
y se había cambiado el nombre o algo así.
"En primer lugar, no hay posibilidad de que un hombre de boca cerrada escriba una carta
como esta. Lo conozco bien, y sé que detesta poner la pluma en el papel, incluso cuando es
simplemente necesario. ¿Realmente esperas que crea que escribió esto en nombre de algún
humilde demonio? Qué farsa."
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Ruijerd escuchó todo esto en silencio con una expresión conflictiva en su rostro. Este
hombre afirmaba rotundamente que su carta era falsa simplemente porque era un Superd, o
eso le parecía. Y puede que no esté del todo equivocado sobre eso, para ser honesto. Paul
me había advertido que este Duque Bakshiel era famoso por su odio a todo tipo de demonios.
Seguramente este Gash, o Galgard, también era consciente de eso, ¿verdad? Si sabía
cómo era Bakshiel, debería haber escrito una explicación un poco más completa.
¿No era el hombre realmente quien decía ser, entonces?
No, no. Recuerda lo que te dijo Ruijerd.
Se había encontrado con Gash en un edificio tan grande que lo comparó con el castillo de
Kishirisu. Eso sería muy grande para una casa o mansión, pero ¿y si fuera el cuartel general
de los Caballeros Misioneros? Probablemente sería un edificio grande, con muchos caballeros
dentro de él todo el tiempo... y si Gash era el comandante, todos esos caballeros serían sus
subordinados. Eso explicaría por qué Ruijerd dijo que tenía "muchos hombres".
Por supuesto, averiguar todo eso no era particularmente útil en este momento. El duque
Bakshiel ya había decidido que esta carta era falsa. Ya que las cosas habían llegado tan lejos,
diciendo "¡Sí, es falsa! ¡Lo siento!" no iba a terminar bien para nosotros.
Di un paso adelante. "En otras palabras, ¿cree que esta carta es una falsificación, señor?"
"¿Quién se supone que eres?" dijo Bakshiel, mirándome sospechosamente. "No tengo
tiempo para charlar con los niños."
Vaya. Esto fue una especie de nueva experiencia, en cierto modo. Hacía mucho tiempo que
nadie era tan condescendiente conmigo, ¿sabes? Cuando quería ser tratado como un niño, la
gente me trataba como un adulto. Pero cuando quise ser tratado como un adulto, la gente me
trató como a un niño. Qué fastidio.
Guardando estos pensamientos para mí, puse mi mano derecha en el pecho y me incliné al
estilo de la nobleza asurana. "Mis disculpas, señor. Permítame presentarme. Me llamo Rudeus
Greyrat".
La frente de Bakshiel se movió ligeramente. "Rudeus... Greyrat, ¿dices?"
"Eso es correcto. Aunque me ruborizo al admitirlo, soy una pequeña e indigna parte del
mismo clan Greyrat que se cuenta entre la alta nobleza de Asura".
"Hrm. Pero las familias Greyrat usan los nombres de los antiguos dioses del viento para
distinguirse, ¿no es así?"
"Eso es cierto, señor. Pertenezco a una rama de la familia, y por lo tanto no tengo derecho
a usarla." En el instante en que las palabras "Rama de la familia" salieron de mi boca, pude
ver que la cautela en los ojos de Bakshiel daba paso al desdén. Pero antes de que pudiera
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decir algo, le indiqué a Eris con la palma de mi mano. "Sin embargo, la señora Eris es un
miembro de la familia Boreas Greyrat."
Cuando le di una ligera palmada en la espalda, Eris dio un paso adelante también. Me miró
sorprendida por un momento, pero no entró en pánico.
Al principio, cruzó los brazos y abrió los pies a la altura de los hombros, pero rápidamente
se dio cuenta de que no estaba bien. Su segundo impulso fue alcanzar los bordes de su falda
para poder hacer una reverencia; desafortunadamente, no llevaba falda. Finalmente se decidió
a poner su mano en el pecho e inclinarse como yo lo había hecho.
"Soy Eris Boreas Greyrat, hija de Philip Boreas Greyrat. Un placer conocerle, señor."
Su forma de saluda era un poco rígida. Además, sentí que ella había estropeado la última
parte.
Miré la cara de Bakshiel. Era difícil saber cómo se estaba tomando esto, pero... como sea.
Tendríamos que apoyarnos en la influencia de la familia de Eris aquí.
"Hmph. ¿Y qué hace aquí la hija de un noble de Asuran, por favor dígame?"
Esa era ciertamente la pregunta obvia en este momento. Afortunadamente, no había

necesidad de responderla con otra cosa que no fuera la verdad. "Señor, ¿conoce la calamidad
que ocurrió en la región de Fittoa hace dos años?"
"Por supuesto. Muchos asuranos fueron teletransportados por todo el mundo, según tengo
entendido."
"Eso es correcto. La joven y yo fuimos dos de los afectados".
Como se lo expliqué a Bakshiel, escolté a Eris a través del continente demoníaco con
Ruijerd como nuestro guardaespaldas contratado. Al cruzar al continente de Millis, apenas
pudimos pagar el viaje vendiendo todos nuestros bienes, pero no teníamos suficientes fondos
para pagar el viaje desde Millis al continente central. En particular, el costo del pasaje de
Ruijerd era simplemente demasiado alto.
Por lo tanto, recurrimos a Sir Galgard para que nos ayudara, ya que era un viejo conocido
de la familia Greyrat y amigo personal de Ruijerd. Había tenido la amabilidad de escribirnos
una carta.
Esta historia no era del todo cierta, por supuesto. Pero se sentía lo suficientemente cerca.
"La joven puede estar vestida como una aventurera en este momento, pero eso es sólo
porque no queríamos que ningún rufián se diera cuenta de que ella es de origen noble. Estoy
seguro de que puede entender los peligros potenciales, Duque Bakshiel."
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"Ya veo", dijo Bakshiel, la expresión de su cara aún está agria. "Así que es así. Estás en la
liga con ese 'Escuadrón de Búsqueda y Rescate de Fittoa' que ha estado causando un sinfín
de problemas en Millishion recientemente, ¿verdad?"
"Eh... ¿qué? No, no. ¿De qué está hablando, señor?"
"Nunca antes había oído el nombre de Eris Boreas Greyrat", dijo Bakshiel con un resoplido
claramente porcino. "Sin embargo, estoy familiarizado con un tal Paul Greyrat, un matón que
supuestamente se dedica a robar esclavos por la fuerza."
Oh, encantador. Papá tiene una verdadera reputación.
"Déjame asegurarme de que te entiendo, duque Bakshiel. Crees que la carta de Sir Galgard
es una falsificación y que Lady Eris no es realmente miembro de la nobleza asurana, ¿verdad?
¿Y nos toma por simples lacayos de este lascivo inútil Paul Greyrat, que bebe todo el día,
arremete contra su propio hijo, tiene los pies malolientes y no deja de preocupar a su pobre
hija?"
"En efecto".
Sinceramente hablando, qué cosa tan terrible dices. Paul se estaba esforzando al máximo
ahí fuera. Para estar seguro, tenía sus defectos, y algunos de sus métodos podrían ser menos
que perfectos. ¿Pero descartarlo como "inútil"? ¡Eso fue simplemente ofensivo!
"¿Puedo preguntarle por qué concluyó que el sello de nuestra carta no era auténtico?" Dije,
señalando el sobre en el escritorio de Bakshiel.
El hombre frunció un poco el ceño y asintió con la cabeza. "No es raro que la falsificación
del sello del Caballero Misionero circule en el mercado negro."
¿En serio? Fue la primera vez que oí hablar de ello. "Y por qué cree que mi empleadora,
Lady Eris, ¿no es quien dice ser?"
"Pah. ¿Realmente esperabas que creyera que esta rústica espadachina era la hija de un
noble de Asuran?"
Eché un vistazo a Eris, que había asumido su habitual postura de brazos cruzados. Aunque
sus brazos no tenían cicatrices, estaban bronceados y más musculosos que los de un joven
aventurero promedio. No es exactamente lo que se espera de una princesita protegida, para
estar seguros.
"Ah", dije con un pequeño resoplido de risa. "Parece que no estás familiarizado con Sir
Sauros, entonces."
"¿Sauros? ¿Te refieres al señor de la región de Fittoa?"
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Aparentemente reconoció ese nombre, al menos. Bien. "Sí". También es el abuelo de Eris,
y el hombre que eligió cultivar sus talentos con la espada desde una edad temprana."
"¿Qué? ¿Por qué haría tal cosa?"
"Esto es algo así como un secreto de familia, pero... se decidió hace tiempo que Lady Eris
se casaría con la familia Notos. Y Sir Sauros detesta al actual jefe de esa casa."
"Ya veo".
Para ser perfectamente claro, estaba insinuando que Eris había sido entrenada como una
pequeña guerrera salvaje para que un día pudiera asesinar al jefe de la familia Notos en su
dormitorio. Afortunadamente, Eris parecía desconcertada por mis palabras. Si ella hubiera
entendido lo que estaba diciendo, probablemente habría perdido algunos dientes en este
momento.
"Por esa razón, entre otras, la joven debe regresar a Asura. Si insiste en que es una
impostora, tendremos que volver a Millishion y presentar un recurso ante las autoridades
competentes".
No tenía ni idea de quiénes serían esas autoridades apropiadas en este caso, por supuesto.
No era algo que me hubiera molestado en investigar.
"Hmph. Si quiere que crea todo esto, entonces muéstrame algún tipo de prueba."
"La carta de Sir Galgard es sin duda una prueba suficiente".
"Esto es absurdo. Están discutiendo en círculos."
"¿Y qué si lo fuera? Mira, duque Bakshiel, ¿realmente quieres hacer un enemigo de la
familia Asuran Greyrat?" Mierda. Ya ni siquiera sé lo que digo.
Afortunadamente, la amenaza que había lanzado parecía tener algún efecto, a juzgar por lo
mucho que me miraba el duque Bakshiel.
"Muy bien entonces. Le permitiré a usted y a la joven señorita reservar un pasaje, entonces."
"Pero nuestro guardián..."
"Por mi autoridad como duque, asignaré unos cuantos caballeros para que te escolten.
Seguramente eso sería preferible a la protección de este... demonio".
Comparado con conceder un pasaje a un demonio, Bakshiel prefirió prestarnos un par de

sus propios hombres. Parecía obstinadamente decidido a no dejar pasar a Ruijerd, pase lo que
pase. No había visto este tipo de cosas con mis propios ojos antes, pero la discriminación
contra la humanidad demoníaca en este continente era evidentemente peor de lo que había
imaginado.
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¿Qué opciones teníamos en este momento? ¿Deberíamos tratar de arreglar el viaje de
Ruijerd por separado? Podría ver fácilmente que eso resultaría en otra sangrienta batalla
contra un grupo de contrabandistas. Realmente no se sentía muy atractivo...
Pero justo cuando estaba considerando mi respuesta, hubo un golpe brusco en la puerta.
"¿Qué es? Estoy en medio de algo", dijo Bakshiel, pareciendo un poco sospechoso.
La persona que estaba fuera no esperó a que le dieran permiso para entrar. La puerta se
abrió, y una mujer rubia con armadura azul entró en la habitación.
"Perdóneme. Me dijeron que un tal 'Ruijerd Dead End' estaba aquí."
"...¿Madre?"
Era Zenith.
"¿¡Eh!?"
Todos los demás en la habitación se giraron al unísono para mirarla.
La mujer me miró fijamente, con una mirada algo molesta. "Soy una mujer soltera. No tengo
hijos, y mucho menos uno tan viejo como tú."
¿Qué? Vamos, mamá. ¿Perdiste la memoria desde la última vez que te vi? Oh, tal vez se
cansó de las tonterías de Paul...
Sin embargo, a medida que miraba más de cerca a la mujer, empecé a notar algunos
detalles en los que ella se diferenciaba de mi madre. Después de años de separación, no podía
recordar a Zenith perfectamente... ...pero la forma de la cara de esta mujer y el color de su
cabello eran muy sutilmente diferentes. No era ella después de todo. "Lo siento. Mi madre está
desaparecida, y tú te pareces mucho a ella".
"...ya veo."
Genial. Ahora me miraba con lástima en los ojos. Tal vez me había considerado un niño
perdido y solitario o algo así. La gente no me trataba como a un niño muy a menudo en estos
días, pero aún así me veía como uno, al menos.
Con un resoplido, el duque Bakshiel miró a la mujer de la armadura. "Bueno, si no es nuestra

recién llegada Caballero Templario. ¿Necesitabas algo de mí?"
"Un Superd ha aparecido en el territorio de Millis. Cualquier miembro diligente de mi orden

vendría corriendo a esa noticia".
"No asumirá su puesto aquí hasta dentro de diez días. No metas las narices donde no te
corresponde".
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"¿Donde no me corresponde? Qué cosa más extraña, duque Bakshiel. Por supuesto, aún
no he asumido oficialmente mis deberes aquí, pero mi antecesor ya ha partido hacia Millishion.
Cuando surgen problemas en un puesto de control, es responsabilidad de los Caballeros
Templarios resolverlos, ¿correcto? Y sin embargo, parece que soy la única caballera Templario
en esta habitación. ¿Le importaría explicar eso?"
Esta diatriba dejó al hombre sin palabras. Tartamudeó ligeramente, su cara un poco pálida.
"Un equipo de dos líderes debe supervisar la defensa de cada puesto de aduanas. Esa es
una regla de hierro establecida por la Iglesia de Millis, el duque Bakshiel. Seguramente no
tiene la intención de desafiarla".
"Por supuesto que no. Sólo pensé... Bueno, acabas de llegar aquí. ¿Por qué no te tomas
unos días para relajarte y acostumbrarte a la ciudad?"
"Eso no será necesario".
Por la mirada en la cara del Duque Cerdito, podrías haber pensado que estaba en la fila
para ser masacrado. Iba a disfrutar mucho la próxima vez que comiera un poco de cerdo.
"Ahora bien. ¿Podría explicar lo que se estaba discutiendo aquí?"
Con todo, parecía que esta dama caballero estaba en igualdad de condiciones con Bakshiel
aquí. Normalmente un duque estaría en la cima de la jerarquía aristocrática, pero en el País
Santo de Millis, la Iglesia era extremadamente poderosa por derecho propio. Ese sistema
probablemente tuvo algo que ver con esto.
"Bueno, como sucede..."
El duque Bakshiel procedió a resumir la situación. A veces, hizo comentarios basados

únicamente en sus propias suposiciones, así que tuve que intervenir con algunas correcciones.
La caballero escuchó toda la historia en silencio, y luego miró a nuestro grupo.
"Hm. Ese hombre ciertamente es un demonio, ¿no es así...?"
Entrecerró los ojos mientras estudiaba a Ruijerd, pero al volverse hacia Eris, su expresión
se suavizó instantáneamente.
Finalmente, se encontró con mi mirada... y se puso una mano en su barbilla pensativa.

"Joven, pensaste que yo era tu madre, ¿sí? ¿Puedo preguntar su nombre?"
"Es Zenith. Zenith Greyrat."
"¿Y el de tu padre?"
Eché un vistazo a Bakshiel. Hombre, esto iba a ser incómodo...

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"Paul Greyrat".
Es comprensible que los ojos del duque se abrieran mucho. Tendría que insistir en que mi
padre era una persona totalmente diferente, no esa escoria de Millishion. Mi padre era
básicamente un santo. Incluso te daba dinero si le dabas unos cuantos puñetazos.
"Ya veo", murmuró el caballero. Y luego, por alguna razón, se agachó y me rodeó con sus
brazos.
"¿¡Eh!?" Esto fue una sorpresa, por decir lo menos.
"No puedo imaginar lo que has pasado..." No sólo me abrazaba, ahora también me
acariciaba la cabeza.
Este no fue el más suave de los abrazos, gracias a esa gruesa armadura que llevaba puesta,
pero al menos yo estaba recibiendo un agradable olor a fragancia femenina. Naturalmente, mi
amiguito de abajo... ni siquiera se movió. Huh.
¿Qué pasa, mi muchacho? Pensé que te encantaba el olor de una mujer ligeramente
sudorosa. ¿Por qué, el otro día sólo se necesitó un toque de Eris para ponerte en marcha...
Mirando a la joven en cuestión, la encontré mirándonos con los ojos abiertos y las manos
cerradas en puños. Hablando de aterrador.
"Um... ¿señorita?"
Después de darme unas palmaditas en la cabeza, el caballero se puso de pie una vez más.
Y en lugar de mirar en mi dirección, se giró para enfrentarse al duque Bakshiel. "Me llevaré a
estos tres bajo mi protección personal".
"¿¡Qué!?" escupió Bakshiel. "¡Uno de ellos es un demonio, mujer!"
Con el rabillo del ojo, la caballero me arrebató la carta de Ruijerd de las manos y la revisó
rápidamente. "Esta carta es auténtica, por cierto. Reconozco la letra de Sir Galgard cuando la
veo".
"¿Ignoraría por completo las enseñanzas de la Iglesia de Millis? ¿Qué clase de Caballera
templario eres?"
En este punto, Eris soltó un pequeño "¡Oh!" La dama caballero se giró hacia ella por un
momento y le guiñó un ojo.
...estaba empezando a sentirme completamente perdido.
"Soy una capitana de la Compañía de Escudos. Y hablo muy en serio sobre esto".
"¡Pah! ¡Una capitana degradada por perder su unidad entera!"
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"Hmph. ¿No son sus propias circunstancias algo similares? No, me equivoqué. Yo al menos
completé mi misión, mientras que tú simplemente abandonaste tu deber."
El duque Bakshiel rechinó los dientes y gruñó. Por lo que parece, también fue enviado aquí
como una especie de castigo. Una vez que conoces ese pequeño detalle, su gran título parecía
más patético que intimidante. Había algo como un odio real en sus ojos ahora.
"Mira, mujer. No me importa lo poderosa que sea tu familia. Este tipo de insolencia no..."
Bakshiel no fue capaz de terminar su frase. A mitad de camino, la caballera había inclinado
su cabeza ante él.
"Me disculpo. Mis palabras fueron innecesarias. Desde que me asignaron aquí, no deseo
ponerme en conflicto con usted. Sin embargo, este asunto en particular era de importancia
personal para mí. Espero que perdone mi grosería".
Fue un momento realmente impresionante. Ella había disparado todo lo que quería decir,
pero luego se disculpó de inmediato. Podías ver la ira en la cara de Bakshiel desvanecerse.
Tendría que tratar de imitarla la próxima vez que realmente enojara a alguien.
"¿Significado personal?"
"Sí", dijo la caballera, con un pequeño guiño a su dudoso colega. Luego dejó caer una mano
sobre mi hombro.
"Este chico es mi sobrino, como ves."
¿¡Perdón!?
◇◇◇
Therese Latria era la cuarta hija de la familia Latria, una piedra angular de la nobleza Millis.
También era una caballera muy prometedora que había ganado el rango de capitán de los
Caballeros Templarios a una edad muy joven.
El Conde Latria era su padre. Y Zenith Greyrat era su hermana.

Cuando se enteró de que yo era pariente de sangre de Therese, el rostro del duque Bakshiel
adoptó una expresión de resignación. Con un suspiro de renuencia, aceptó renunciar a la tarifa
para el pasaje de mi grupo al continente central.
En ese momento, estaba en una posada en Puerto Oeste, envuelto en los brazos de
Therese.
Sólo Eris, Therese y yo estábamos en la habitación en ese momento. Tal vez al sentir que
las cosas se pondrían incómodas si se quedaba, Ruijerd se había escabullido por el momento.
"Sabes, Rudeus, mi hermana me contó todo sobre ti en sus cartas."
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"¿Realmente lo hizo? ¿Qué dijo de mí?"
"Que eres adorable, principalmente. No puedo decir que esa fue la primera palabra que me
vino a la mente cuando te vi en esa oficina, pero ahora lo entiendo. Eres muy guapo, ¡está
bien!" Incluso mientras hablaba, Therese acariciaba su cara cariñosamente contra la parte
posterior de mi cuello.
Esta fue una experiencia un poco inusual para mí. Durante los últimos trece años, bastantes
personas me habían descrito como "espeluznante", "insolente" o "sospechoso", pero Zenith
tuvo que ser la única que me llamó lindo.
En cualquier caso... a pesar de que actualmente estaba siendo abrazado por una hermosa
mujer con grandes pechos, por alguna extraña razón la pistola entre mis piernas no estaba
lista para disparar ninguna moneda.
¿Fue sólo porque era mi pariente?
"Therese, ¿puedes soltar ya a Rudeus?"
Eris nos miraba con la barbilla apoyada en una mano, tamborileando sus dedos irritados
contra la mesa. ¿Era esto un poco de celos, tal vez? No era fácil ser un playboy...
"Puedo entender cómo se siente, Srta. Eris, pero no se sabe cuándo volveré a ver a Rudeus.
Y para cuando nos reunamos, probablemente habrá perdido todos los vestigios de la belleza
que ahora posee. Mis más sinceras disculpas, pero me gustaría hacer algunos recuerdos con
él mientras pueda." Therese procedió a acariciarme con el hocico más vigorosamente que
antes, sin mostrar ningún signo de arrepentimiento.
"¿Puedo preguntar por qué le hablas tan educadamente a Eris?"
"Porque le debo la vida".
Eso despertó mi interés.
El día que Eris salió a cazar goblins cerca de Millishion, aparentemente rescató a Therese
de un grupo de asesinos que la rodeaban. Therese había estado de guardia defendiendo a
cierto "personaje importante" en ese momento; si Eris no hubiera aparecido cuando lo hizo,
tanto Therese como su encargada habrían perdido sus vidas.
Todo esto era nuevo para mí. Cuando miré a Eris, tenía una expresión ligeramente
avergonzada en su cara. "Lo siento. Olvidé decirte algo de esto..."
Por lo que me dijo Eris, una vez que regresó a la posada y vio lo deprimido que estaba, se
había olvidado de todo lo demás que había ocurrido ese día. Fue básicamente mi culpa, ¿eh?
En ese caso, no podía quejarme realmente.
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Therese seguía acariciándome como una loca, por cierto. Como estaba sentada detrás de
mí, era difícil decirlo con seguridad, pero apostaría a que la mujer tenía una expresión bastante
alegre en su cara. Definitivamente era un poco incómodo. Quiero decir, tenía a una mujer
presionando sus pechos contra mí y no estaba ni remotamente excitado. Fue una sensación
muy... desconocida.
"En serio, sin embargo. Eres demasiado lindo, Rudeus. ¡Podría comerte!"
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"Lo siento, ¿eso significa que quieres acostarte conmigo?"
La respuesta de Therese a este modesto intento de humor fue cubrir mi boca con su mano.
"Definitivamente eres más lindo cuando te quedas callado. Escucharte hablar me recuerda a
Paul Greyrat."
Parecía que mi tía no era una gran fan de mi padre. Acariciándome como a un cachorro, se
adelantó y cambió el tema.
"De todos modos... el comandante Gash nunca cambia, ¿eh? Debía saber cómo
reaccionaría el duque Bakshiel ante una carta así, pero se adelantó y la escribió de todos
modos".
Galgard Nash Vennik era, de hecho, el hombre al mando de los Caballeros Misioneros de
Millis. Esta orden era esencialmente una fuerza mercenaria que enviaba a jóvenes caballeros
a regiones turbulentas del mundo, donde podían ganar experiencia real de combate mientras
difundían las enseñanzas de la Iglesia de Millis. En la actualidad, se encontraban en medio de
campañas, y habían regresado a Millis para reforzar sus filas con nuevos reclutas.
El amigo de Ruijerd, Gash, alias Galgard, había sido su líder durante algún tiempo. Había
sobrevivido a una desastrosa expedición al Continente Demoníaco como un joven caballero, y
en las décadas siguientes, había reformado su orden para convertirla en la fuerza más fuerte
que jamás haya existido. Era un hombre brusco y tranquilo que rara vez sonreía, pero también
era conocido por su justicia e imparcialidad incluso con el peor de los villanos.
En Millis, nadie se consideraba un caballero de pleno derecho hasta que había

experimentado al menos una expedición con los Caballeros Misioneros. Estas campañas eran
a menudo muy peligrosas. Pero con Gash a cargo, más del noventa por ciento de los jóvenes
caballeros enviados regresaron vivos. Esta fue la razón por la que muchos lo aclamaron como
el comandante más grande que la orden había conocido. Cada caballero de las tres órdenes
militares sagradas respetaba profundamente a Gash. Muchos incluso le debían sus vidas.
"Por supuesto, también es famoso por escribir poco y decir menos."
En el campo de batalla, daba órdenes rápidamente y con precisión, pero en la mayoría de

los casos era demasiado apático para devolver el saludo de un oficial. Casi nunca escribía
cartas de ningún tipo, y sólo informes con sello de goma que otros escribían. Tan poca gente
había visto su letra que los documentos falsos circulaban rutinariamente a su nombre.
Ruijerd lo había descrito como un hombre hablador y apasionado. Pero, por supuesto,
Ruijerd era bastante reservado. Tal vez sus estándares de "hablador" diferían de los nuestros...
o tal vez Gash actuaba de manera diferente a su alrededor.
"Bien, mira", interrumpió Eris. "¿Vas a dejarlo ir alguna vez?"
Pude ver que la chica estaba a unos cinco segundos de romperse en este punto, así que
finalmente me escabullí de las garras de Therese.
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"Aww... mi agradable y cálido Rudeus..." Mi tía se veía ligeramente desconsolada, pero yo
no era la almohada de su cuerpo. Y no es que estuviera disfrutando de la experiencia, de todas
formas.
"¡Ven aquí, Rudeus!"
Tal como se ordenó, me senté junto a Eris. Ella rápidamente me tomó de la mano.
"Um..."
En segundos, la chica se sonrojó hasta las puntas de las orejas. Mirando a un lado de su
cara mientras miraba hacia delante, no pude evitar sonreír.
Therese, por otro lado, estaba ocupada golpeando una almohada en la cama. Es
comprensible, pero ¿por qué no golpear la pared en su lugar? Eso es mucho más satisfactorio,
según mi experiencia.
"Hah... disfruten de su juventud mientras la tengan, niños." Therese sacudió la cabeza con
un suspiro, y luego nos miró con una expresión más seria. "Bien. Hay una cosa de la que
quería advertirte, Rudeus. Puede que no importe demasiado, ya que estás a punto de dejar a
Millis, pero creo que debes ser consciente de ello."
Se detuvo un momento después de esta larga entrada, y luego continuó con firmeza: "Sería
más inteligente no mencionar la palabra Superd dentro de las fronteras de este país".
"¿Por qué?"
"Una de las enseñanzas más antiguas de la Iglesia de Millis sostiene que la humanidad
demoníaca debe ser totalmente expulsada."
Específicamente, esto significaba que todos los demonios debían ser expulsados del
Continente de Millis. Era una doctrina muerta que pocos tomaban en serio, pero los Caballeros
Templarios aún se esforzaban por ponerla en práctica. Y por supuesto, los Superd eran
particularmente infames, incluso entre las razas demoníacas. Si se corría la voz de que uno
se movía a través de Millis, los Caballeros venían tras él con todo lo que tenían, incluso si no
era realmente lo que decía ser.
"Dado todo lo que ha hecho por ti y Eris, tengo que hacer una excepción en su caso. Pero
normalmente, no habría pasado por alto esto."
"No seas ridícula", dijo Eris fríamente. "Nunca le ganarías a Ruijerd ni en un millón de años,
no importa cuánta gente le lances."
"Supongo que puede tener razón en eso, Srta. Eris", dijo Therese, sonriendo irónicamente.
"Pero me temo que los Caballeros Templarios son un grupo de fanáticos. Incluido yo misma.
Lucharíamos en esa batalla, aunque supiéramos que no tenemos ninguna posibilidad".
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Aparentemente había bastantes personas así entre los Santos Caballeros de Millis. Y así,
enfatizó, debemos ser muy cuidadosos si alguna vez regresamos a este continente.
Todo este incidente nos hizo ver lo arraigados que estaban los prejuicios de la humanidad
hacia los demonios. Sentí que podría ser difícil trabajar en la reputación del Superd de aquí en
adelante.
Además, si alguien se entera de que venero a Roxy como si fuera una diosa, podría terminar
siendo torturado por un inquisidor o algo así. Probablemente era mejor mantener mi religión
personal para mí mismo.
◇◇◇
Nuestro viaje a través del mar fue suave esta vez.
Mi tía se aseguró de que estuviéramos bien preparados para el viaje. No sólo nos
proporcionó todas las provisiones que necesitábamos, sino que también nos dio algún tipo de
medicina para el mareo. Tenía la impresión de que la medicina era un campo descuidado en
este mundo, pero evidentemente, no dependían de la magia curativa para todo. Había
remedios para este tipo de enfermedades, al menos.
Dicho esto, tales medicinas no eran baratas. Menos mal que tenía parientes en las altas
esferas.
Therese tuvo especial cuidado en acomodar todas las necesidades de Eris. Siempre había
cierta hostilidad en sus ojos cuando miraba a Ruijerd, pero ¿qué se puede hacer? La gente no
cambia toda su perspectiva del mundo de la noche a la mañana.
Gracias a la medicina que Therese había adquirido, Eris pasó la mayor parte de nuestro
viaje ligeramente incómoda en lugar de completamente miserable. Lo que significaba que no
me rogaba que usara "Curación" con ella todo el tiempo.
Para ser perfectamente honesto, eso era un poco decepcionante. Esperaba verla mansa y
suave de nuevo. Pero por el lado positivo, mi super metro no se cargó, nunca liberé a mi Lobo
Búster, y Eris no necesitaba golpearme con un Sunny Punch. Era el típico asunto de siempre.
Eris parecía estar un poco ansiosa después de la última vez, sin embargo, ya que se pegó
a mí como el pegamento una vez que subimos al barco. Definitivamente no era "mansa" en
ningún momento, pero al menos pude verla saltando de alegría mientras mirábamos el mar.
Eso fue suficiente para mí.
Uno de los marineros aprovechó la oportunidad para burlarse de nosotros. "¡Hola, tortolitos!
¿Se van a casar en el Reino del Rey Dragón o qué?"
"Puedes apostar", dije, poniendo un brazo alrededor de los hombros de Eris con una sonrisa.
"Va a ser una boda loca."
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En este punto, Eris me golpeó en la cara. "¡Es demasiado pronto para que nos casemos,
estúpido!"
A pesar de la violencia, no parecía muy disgustada por la idea en sí, a juzgar por la forma
en que se movió después. La parte de la "burla pública" fue probablemente el tema principal.
Si quería sacar este tema, debería ser en un lugar agradable y tranquilo, con sólo nosotros
dos, y sólo una vez que se hubiera establecido el ambiente adecuado. Eris era ya un monstruo
de espadachín, pero seguía siendo una doncella inocente cuando se trataba de un romance.
Aún así... el matrimonio, ¿eh?
Philip y los otros ciertamente habían tratado de empujarnos a los dos juntos. Pero ahora,
nadie sabía siquiera dónde estaban. Paul dijo que no fuera demasiado optimista...
No fue sólo Philip, Sauros y compañía, por supuesto. Zenith, Lilia y la pequeña Aisha
también seguían desaparecidos. Tampoco había noticias de Sylphie. Diablos, ni siquiera
sabíamos si Ghislaine seguía viva. Había tantas razones para estar ansiosos.
Aún así, no podía dejarme hundir en el pesimismo. Para cuando volviéramos a Fittoa, quizá
todos nos estarían esperando allí, sanos y salvos.
Sabía que la idea era absurda. Sabía que no era ni remotamente probable. Pero al mismo
tiempo, arrancarme el pelo con preocupación no iba a servir de nada en este momento. Eso
era lo que me decía a mí mismo, al menos.
Para bien o para mal, habíamos dejado atrás el Continente de Millis.
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Intermedio: El Regreso A Casa De Roxy
Más o menos al mismo tiempo que Rudeus y su grupo zarpaban de Millis, Roxy Migurdia
regresaba a su ciudad natal por primera vez en muchos años.
El pueblo de Migurdia no había cambiado en absoluto. Y todos los que ella conocía allí se
veían casi iguales también. Había más residentes que antes, quizás, pero seguía siendo un
lugar inquietantemente tranquilo.
A Roxy no le había parecido extraño este silencio de niña, pero ahora que había viajado por
todo el mundo, podía decir con confianza que era muy inusual. No se oía ni una sola voz
hablando en este pueblo. Y sin embargo, su gente se comunicaba perfectamente.
Cuando los residentes de la aldea vieron a Roxy, se quedaron mirándola fijamente. Ella
sabía que intentaban hablarle por telepatía, la única habilidad innata que diferenciaba a la raza
Migurd de otros demonios. Pero ella no podía decir lo que estaban diciendo. Todo lo que podía
distinguir era una especie de zumbido débil. Roxy no podía responder a sus palabras.
Después de un tiempo, sus padres aparecieron. Los años tampoco los habían cambiado.
Recibieron a su hija con palabras alegres y le preguntaron si había venido hasta aquí sola con
voces llenas de preocupación.
Elinalise y Talhand habían elegido esperar fuera del pueblo. Quizás pensaron que ella
preferiría tener algo de privacidad para esto.
Roxy les contó a sus padres sobre sus viajes con una voz tranquila y desapasionada.
Expresaron su sorpresa ante su historia, y con alivio en sus rostros, le dijeron que se quedara
todo el tiempo que quisiera.
Pero Roxy se sintió como una extraña aquí, incluso mientras hablaba con sus propios
padres. Sus palabras de preocupación y bienvenida fueron todas pronunciadas en un idioma
que les era extraño. Su gente nunca dijo nada verdaderamente importante con sus bocas,
especialmente cuando querían expresar amor o afecto.
Era totalmente posible que sus padres estuvieran sinceramente preocupados por ella desde
el fondo de sus corazones, pero no tenían forma de transmitir eso a Roxy. Ella no podía usar
la telepatía, así que sus mensajes no podían llegar a ella.
Eso la hacía sentir terriblemente sola.
Quedarse aquí por cualquier período de tiempo sería muy doloroso. Se restregaba en la
nariz el hecho de que no formaba parte de los Migurd, así que decidió volver a salir
inmediatamente.
"¿Ya te vas?", preguntó su padre, con una expresión de preocupación.
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"Sí".
"¿No puedes al menos quedarte una sola noche?"
Roxy sacudió su cabeza sin expresión. "Lo siento, pero este viaje es realmente urgente.
Sólo pasaba por aquí ya que estaba cerca."
"¿Cuándo puedes volver de nuevo, querida?"
"No lo sé", respondió Roxy honestamente. "Puede que no vuelva en absoluto".
Ahora le tocaba a su madre parecer preocupada. "Roxy... seguramente puedes hacerte el

tiempo para visitarnos cada veinte años o así?"
"Supongo", contestó, su tono poco comprometido. "Tal vez me pase por aquí dentro de los
próximos cincuenta años, entonces."
"¿En serio? ¿Lo prometes? Estaremos esperando, entonces."
"Muy bien", dijo Roxy, asintiendo ambiguamente.
En ese momento, notó que su madre había empezado a llorar en silencio. "¿Mamá...?"
"Oh, lo siento. Me dije a mí misma que no iba a llorar, pero... lo siento, querida..."
Al ver esas lágrimas, algo se abrió paso dentro de Roxy. Antes de que se diera cuenta,
estaba abrazando a su madre con fuerza, y entonces su padre los abrazó a ambos.
En ese momento Roxy finalmente se dio cuenta de que las palabras y el lenguaje estaban
lejos de todo. Al final, se quedó en el pueblo de Migurd durante unos tres días. Y por primera
vez en mucho tiempo, se las arregló para relajarse un poco.
◇◇◇
El "Maestro de la Perrera" de Dead End era, de hecho, Rudeus Greyrat.
A Roxy le había llevado algún tiempo admitir esto ante sí misma.
Después de llegar al Continente Demoníaco, su grupo había viajado constantemente hacia

el norte en busca de información sobre Rudeus. Cuanto más al norte iban, más gente
reconocía su nombre.
Roxy se estaba acercando, pero al mismo tiempo, parecía que había algo raro en esto.
Todos los que habían visto a Rudeus lo describieron de manera que se superponía con las
historias sobre los imitadores del Dead End. Varias veces en el curso de su viaje, Talhand
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señaló que este niño humano que podía hacer hechizos en silencio sonaba exactamente como
el Maestro de la Perrera de ese grupo.
En realidad, Roxy se había dado cuenta de esto por sí misma en una etapa temprana. No
quería admitir para sí misma que se había cruzado con su pupilo en el camino sin siquiera
darse cuenta.
Sin embargo, cuando llegaron a la ciudad de Rikarisu, no tuvo más remedio que hacerlo.
En esa ciudad, se enteró del "Incidente Dead End" que tuvo lugar allí hace dos años. También
escuchó la historia de un hombre llamado Nokopara, con quien una vez estuvo en un grupo.
Dado lo que sus padres le habían dicho cuando pasó por su pueblo... todas las piezas encajan.
Roxy simplemente tuvo que admitir la verdad.
El Maestro de la Perrera tenía que ser Rudeus.
◇◇◇
En ese momento, Roxy estaba en un bar de Rikarisu con su antigua camarada Nokopara.
Cuando ella le preguntó por Rudeus, al principio él dudó en decir mucho. Parecía que en
algún momento había adoptado una línea de trabajo algo irrespetuosa. Sin embargo, Roxy no
iba a juzgarlo por eso. En el Continente Demoníaco, hacías lo que tenías que hacer si querías
sobrevivir.
"Ya veo... Así que Blaze murió en el trabajo, ¿eh?"
"Sí. El pobre bastardo fue tragado entero por una cobra de sangre roja."
Habían pasado años desde que Roxy dejó el Continente Demoníaco; los dos tenían mucho
que hacer para ponerse al día. Y aún así, se encontraron hablando sobre todo de los viejos
tiempos.
Cerrando los ojos, Roxy pensó en Blaze. El hombre tenía cara de cerdo y boca sucia; había
maldecido a Roxy cada vez que se equivocaba. Aún así, en el fondo no era un mal tipo, y no
podrías haber pedido un guerrero más confiable.
Según Nokopara, Blaze era el líder veterano de un grupo de aventureros de categoría B en

el momento de su muerte. En el continente demoníaco, ese no fue un logro pequeño. Roxy
estaba impresionada de lo lejos que había llegado su viejo colega de lengua afilada. Al mismo
tiempo, sin embargo, su grupo fue aparentemente llamado Super Blazers. ¿En serio? El
hombre nunca fue bueno para nombrar cosas.
En cualquier caso, Nokopara dijo que el monstruo que acabó con el equipo de veteranos de
Blaze fue asesinado por Rudeus y su grupo, que acababan de formar su propio grupo. En otras
palabras, había derribado a un monstruo de rango A justo después de convertirse en
aventurero.
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No había ninguna posibilidad de que Roxy lo lograra en su momento. Pero sonaba como
Rudeus, sí. El pensamiento puso una pequeña sonrisa en su cara.
Bebiendo de su bebida, un licor típicamente fuerte del Continente Demoníaco, Nokopara

murmuró: "Realmente has cambiado, Roxy".
Roxy miró su reflejo en la bebida y se preguntó si era cierto. "¿Lo he hecho? Es difícil para
mí decirlo".
"Sí. Pareces mucho más adulta de lo que solías ser."
"¿Qué? ¿Te estás burlando de mí o algo así?" Cuando empezó a aventurarse con Nokopara
y Blaze, Roxy ya parecía una Migurd adulta. Su rostro y su figura no habían cambiado
significativamente desde entonces. Era perfectamente consciente de que se veía muy
parecida.
"¡No, hablo en serio! Es, como, tu vibración general, supongo. Solías parecerte más a una
niña, ¿sabes?"
"Bueno, he dejado atrás muchos años desde entonces, ¿sabes? Aunque no lo parezca."
Roxy se encogió de hombros, se metió un puñado de bocadillos asados en la boca y crujió.
Estas cosas eran en realidad semillas de Stone Treant. No las encontraba particularmente
sabrosas, pero por alguna razón era difícil dejar de metérselas en la boca una vez que
empezabas.
"Esto es exactamente de lo que estoy hablando, sin embargo. En aquellos tiempos, solías
estar desesperado por que todos pensaran en ti como alguien mayor. Probablemente estarías
en las nubes si dijera algo así."
"¿Es eso cierto...? Sí, supongo que fui así durante un tiempo."
Eso fue cuando no entendía bien sus propias habilidades y limitaciones. En esos días, Roxy
había trabajado furiosamente para convencer a la gente de que era una adulta y alguien a
quien tomar en serio. Se jactaba de su talento como maga y su competencia en todos los
aspectos de la magia. Insistió en que era capaz de todo.
Su opinión de sí misma había sido completamente invertida desde entonces, pero la

reputación que había construido continuaba extendiéndose por sí sola. En estos días, parecía
que la gente esperaba que hiciera cosas que no podía hacer. Había recibido muchas
reacciones sorprendentes de la gente del Continente Demoníaco cuando les dijo que era la
antigua profesora de Rudeus. Por alguna razón, el chico había estado diciendo a todo el mundo
que debía sus habilidades a "las enseñanzas de su maestra". Naturalmente, asumieron que
Roxy también debía ser capaz de hacer hechizos silenciosos, lo que definitivamente no era
capaz de hacer.
Tal vez el propio maestro de Roxy, que una vez la menospreció en los términos más duros,
había experimentado sentimientos similares a estos. Si ese era el caso, Roxy se sentía mal
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por cómo había respondido. Era algo difícil ser el mentor de alguien con más talento que tú.
Aparentemente, tenías que experimentar esto por ti mismo antes de entenderlo realmente.
En el caso de Roxy, fue una fuente de vergüenza así como de orgullo. Ella ya no quería que
Rudeus dejara de llamarla su maestra, pero por alguna razón, el hecho de que él ignorara
totalmente sus órdenes en ese punto la hizo bastante feliz.
"De todas formas, no has cambiado nada, Nokopara".
"¿Ah, sí?"
"Sí. Excepto físicamente, por supuesto".
El hombre siempre había sido codicioso de dinero y tenía una tendencia a aprovecharse de
los débiles, y obviamente ese seguía siendo el caso. En aquellos días, Roxy había pensado a
menudo que era la última persona a la que quería hacer su enemigo.
"Oye, ¿qué se supone que significa eso? ¿Insinúa que ya estoy viejo y arrugado?"
"Claro, podrías decirlo así. Te has hecho viejo, Nokopara. Y arrugado."
"¡ha! ¡Tienes la boca abierta, chica!" Nokopara soltó una risa sarcástica y luego suspiró.
"Amigo, esto realmente me hace recordar..."
"Sé lo que quieres decir".
En los viejos tiempos, habría habido otros dos en esta mesa: un chico que siempre estaba
maldiciendo furiosamente a Nokopara, y otro chico que rompía sus peleas con un suspiro.
Esos dos ya se habían ido, dejando sólo dos ex-aventureros de mediana edad.
Es cierto que uno de ellos no había envejecido demasiado debido a su raza, pero los viejos
tiempos no iban a volver. Eso era seguro.
Los dos terminaron recordando en el bar durante horas, hasta que Nokopara finalmente se
emborrachó en la mesa.
Roxy había visto a sus padres, y ahora un viejo conocido. Sólo eso significaba que su viaje
hasta aquí no había sido una pérdida de tiempo. Estaba muy, muy feliz de haber venido.
◇◇◇
¿Rudeus ya había llegado a Millishion? Roxy se preguntó. Asumiendo que se cruzaron en

Puerto Viento, es probable que haya dejado este continente hace seis meses. La temporada
de lluvias estaba a punto de comenzar, cierto... pero la Carretera de la Espada Sagrada era
un camino seguro y fácil de seguir. A menos que se hubiera detenido en un asentamiento de
elfos o enanos, su grupo seguramente ya habría llegado a la ciudad.
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En otras palabras, no tenía que buscarlo en primer lugar. Tal y como Paul había asumido
en esa carta, el chico estaba bien por su cuenta. Se había abierto camino a través de todo el
continente demoníaco en poco tiempo, junto con la chica "Eris" con la que se teletransportó.
La mayoría de los viajeros habrían sido presa de sus peligros o habrían luchado por progresar,
pero él lo había hecho parecer fácil. Además de todo, de alguna manera había reclutado en su
grupo a un miembro de la raza Superd que Roxy siempre había temido.
"Tu pupilo es un chico impresionante, Roxy".
"En efecto. Apenas puedo creer que sea realmente el hijo de Paul".
Elinalise y Talhand también estaban llenos de cumplidos.
La forma en que Roxy veía las cosas, sin embargo, no importaba de quién era el alumno o
el hijo de Rudeus. El chico había sido un prodigio desde el principio. Podría haber hecho esto
muy bien, aunque ella nunca lo hubiera conocido.
Pero dejando todo eso a un lado...
"¿Qué haremos ahora, entonces?"
Roxy se detuvo para considerar la pregunta de Elinalise. El objetivo inicial de este viaje
había sido encontrar a Rudeus, pero probablemente ya estaba a salvo en Millishion. Roxy tenía
muchas ganas de verlo, pero al mismo tiempo, no quería abandonar su objetivo más amplio.
"Busquemos en la región noroeste del Continente Demoníaco".
Habían localizado a Rudeus, pero los otros tres miembros de su familia seguían
desaparecidos. En el camino hacia aquí, ya habían encontrado un número de humanos
desplazados de la región de Fittoa; probablemente había algunos en el noroeste también.
"¿Segura que no quieres ir a ver a tu alumno?" preguntó Talhand.
"Sí, estoy segura", dijo Roxy con un ligero asentimiento. Para empezar, ¿qué pasaría si él
se diera cuenta de que ella había pasado de largo sin darse cuenta? Eso sería demasiado
humillante. Su posición como su "maestra" ya era bastante inestable. "Hay muchas ciudades
en el Continente Demoníaco que aún no hemos comprobado. Sigamos moviéndonos a través
de ellas una por una, como hemos estado haciendo."
Talhand y Elinalise se miraron y se rieron. De una forma u otra, el viaje de Roxy Migurdia
no había terminado todavía.
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Capítulo Extra I: Carne De Dragón, Estilo Nanahoshi
Habíamos llegado a la ciudad portuaria del Este en el Reino Rey Dragón, la ciudad portuaria
más grande del mundo.
La gente aquí hablaba el mismo idioma que en el País Santo de Millis, pero los nombres y
las apariencias de las tiendas eran sutilmente diferentes. Aún así, esta era la cuarta ciudad
portuaria que veía, así que el lugar no parecía nada nuevo. Una vez que bajamos del barco,
nos puse a trabajar en la tarea rutinaria de encontrarnos una posada.
Mientras caminábamos por la calle, sin embargo, Eris se detuvo y murmuró, "Algo huele
bien".
Hmm. ¿Como el olor de tu cuello justo después de una sesión de entrenamiento? Soy un
gran fan de eso, personalmente. Pero con una bocanada de aire, entendí lo que Eris quería
decir. Ciertamente había un tentador aroma flotando alrededor de la zona.
Miré hacia el sol sentado en lo alto del cielo. Ahora que lo pensé, mi estómago se sentía un
poco vacío en este momento. "Creo que es hora de comer".
"Sí..." Eris estuvo de acuerdo, asintiendo ligeramente.
Los dos teníamos los ojos fijos en el restaurante que parecía ser la fuente de este
interesante olor. Su exterior era menos que prometedor. Las paredes de ladrillo tenían una
forma terrible, con agujeros visibles aquí y allá, y el cartel de madera de la parte superior estaba
tan sucio y desgastado que era imposible de leer. Incluso la puerta principal estaba a punto de
caerse de sus bisagras. Parecía más una casa abandonada que un establecimiento de comida
fina.
Sin embargo, el olor que se desprendía de su interior era una historia completamente
diferente. No era el tipo de fragancia rica que haría que a un hombre se le hiciera la boca agua
inmediatamente, pero había algo de nostalgia en ella. Sentí mi estómago retumbar.
"¿Quieres entrar ahí?"
La pregunta de Ruijerd me sorprendió un poco. Había estado vagando más cerca del
restaurante sin darme cuenta. "...Sí. ¿Es eso un problema?"
"¿No dices siempre que deberíamos comer en restaurantes más atractivos?"
Recuerdo haber dicho algo al respecto, sí. Pero eso fue en el Continente Demoníaco, donde
se podía contar con un lugar de aspecto destartalado para tener una comida realmente
horrible. A veces encontrabas una excepción a la regla donde todo era mucho mejor de lo
esperado, pero... de una forma u otra, normalmente no habría puesto un pie en un lugar que
se pareciera a este.
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Por alguna razón, sin embargo, me sentí realmente atraído por este. "Un cambio de ritmo
no puede hacer daño, ¿verdad?"
"Bueno, si tú lo dices..."
Con Ruijerd y Eris acompañándome, abrí la puerta principal. Protestó en voz alta por este
trato cruel e inusual.
No es de extrañar que el propio restaurante también estuviera en el lado sucio. Bueno... tal
vez "sucio" no era la palabra correcta. Parecía lo suficientemente limpio como para servir como
un lugar para comer, al menos. Más que nada, estaba muy destartalado. A la mitad de las sillas
les faltaban patas, la mayoría de las mesas estaban agrietadas y había agujeros poco
profundos en el suelo.
Como era de esperar, no había otros clientes dentro. "Tenemos el lugar para nosotros",
murmuró Eris alegremente. Supongo que no le pareció sospechoso que un restaurante
estuviera totalmente vacío a la hora de comer. Era suficiente para ponerme ansioso, por
supuesto. Pero por alguna razón, mi sentido de la anticipación era aún más fuerte.
"Bienvenidos, amigos..." Mientras los tres tomábamos asiento, un hombre delgado como un
esqueleto se nos acercó con un menú. ¿Era él el que dirigía este lugar, tal vez? Tengo que
decir que su cara estaba muy triste. Quiero decir, era obvio a simple vista que la tienda no
estaba haciendo un negocio en auge, pero no podía hacer daño al menos poner una sonrisa
falsa a sus clientes...
"Rudeus, ¿estás seguro de que no deberíamos reconsiderar esto?"
Vaya. No todos los días Ruijerd me cuestionaba así. Aún así, no puedes ir por ahí juzgando
a la gente por su apariencia, ¿verdad?
"Vamos, vamos... La comida puede ser deliciosa, ¿verdad?"
Sonriendo torpemente a mis palabras, el hombre esquelético abrió su menú para nosotros.
Sólo había dos artículos en él:
◇◇◇
• Carne de Dragón, al estilo de Nanahoshi

• Estofado de pescado Alba
◇◇◇
En Millishion, los restaurantes normalmente te daban más de diez opciones para elegir.
Incluso los bares que se centraban principalmente en su bebida ofrecían un poco más de
variedad que esto. En el lado positivo, los precios aquí eran bajos. Tal vez todo se canceló.
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"¿Qué será, amigos?"
Así que la elección era carne o pescado, ¿eh?
El Pez Alba era una especie nativa de los mares del sur. Era una parte estándar de la dieta
de la gente en esta parte del mundo; ya había probado algunos en Puerto Oeste. El menú
decía que era un "guiso", pero en este caso eso probablemente significaba una especie de
sopa de pescado y verduras. Se supone que era un plato muy común en el Reino del Rey
Dragón.
Por otro lado, sin embargo, teníamos "Carne de Dragón, al estilo de Nanahoshi". Nunca
había oído hablar de este antes. Sabía que el Rey Dragón residía en una cordillera cercana
que tomó su nombre de ellos. Se decía que eran capaces de manipular la propia gravedad.
¿Era esta realmente la carne de esos monstruos? ¿O tal vez algo que se veía y sabía muy
similar...?
Además, ¿qué significaba "Nanahoshi"? El término era totalmente nuevo para mí, aunque
sonaba casi... japonés. Por supuesto, no estaba muy familiarizado con las diversas cocinas de
este mundo. Tal vez era un método de cocina popular en el Reino del Rey Dragón.
De una forma u otra, definitivamente me llamó la atención. "Tomaré la carne".
"Yo también".
"Tres de carne, entonces."
Una vez que sus huéspedes carnívoros hicieron sus pedidos, el hombre esquelético
desapareció en la cocina sin expresión.
No había agua, no es que esperara algo diferente. Como regla general, no se conseguía
mucho gratis en este mundo. Esto requería un poco de autoservicio. Creé tazas con magia
terrestre, las llené con agua y se las pasé a Ruijerd y Eris. Con unos pocos cubitos de hielo,
no se podía pedir un mejor estímulo para un cuerpo cansado.
Eris se tragó el contenido de su vaso en segundos, masticó el hielo y me devolvió su vaso.

"Rudeus, rellena."
Sacudiendo mi cabeza con tristeza, la llené de nuevo para ella. Normalmente podría haberle
dicho que hiciera el hechizo ella misma, pero estábamos en un restaurante. No hay razón para
arriesgarse a que lo estropee e inunde el lugar.
Como siempre, Ruijerd estaba sorbiendo el agua. El hombre comía rápido, pero siempre se
tomaba su tiempo con las bebidas.
"De todos modos, no parece que haya mucha información que recopilar en esta ciudad,
¿verdad?"
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"Supongo que no. Quería ver las espadas un poco más, pero tal vez deberíamos ir a la
siguiente ciudad."
Había una gran variedad de armas blancas a la venta aquí. Incluso un puesto promedio al
lado del camino tenía un rango de espadas en exhibición. Eris había estado mirando algunas
con ojos brillantes, pero pronto se dio cuenta de que eran todas piezas contundentes de mierda
dirigidas a principiantes que no sabían nada mejor. Sus habilidades como luchadora habían
avanzado mucho, pero eso no significaba que pudiera diferenciar una buena espada de una
mala de un vistazo todavía. No es demasiado sorprendente, en realidad.
"¡Oye! ¡Voy a entrar!"
Nuestra conversación fue interrumpida abruptamente por un fuerte golpe. Alguien había
abierto la puerta. Un hombre de aspecto matón entró en el restaurante sin siquiera quitarse los
zapatos. No es que nadie lo haya hecho aquí, es cierto. Eso no era realmente importante.
Al oír la voz de este intruso, el hombre esquelético salió de la cocina. "Shagall..."
"¡Hola, Randolph! ¿Finalmente estás de humor para tomar la decisión correcta hoy?"
"Mi respuesta no va a cambiar, no importa cuántas veces lo preguntes. ¿Podrías irte, por
favor?"
"¡ha! ¿Cuánto tiempo vas a mantener este lugar vacío funcionando, viejo?"
"Hasta que muera, por supuesto. Ha estado en mi familia durante generaciones..."
A partir de su intercambio, podría hacer una suposición razonable de la situación aquí. En

resumen, este negocio estaba luchando por sobrevivir. El propietario probablemente había
pedido todo tipo de préstamos para mantener sus puertas abiertas. Este matón era
probablemente un sospechoso que quería comprar la tierra a bajo precio o algo así.
"Espere aquí por un tiempo, al menos. Tengo clientes en este momento."
"¿Clientes? Oh, wow, realmente los tienes. Eso sí que es una visión rara".
"No me rendiré en este lugar, no mientras tenga un solo cliente."
"¡ha!" Resoplando de risa, el matón cayó en una silla cercana. Con una mirada de reojo en
su dirección, el hombre esquelético regresó a la cocina.
Definitivamente sonaba como si los tiempos fueran duros. No conocía todos los detalles,
por supuesto, pero si la comida era buena, tal vez podríamos tratar de correr la voz sobre este
lugar.
"Ese hombre nos está mirando..."
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Tenía la sensación de que Eris podría reaccionar exageradamente a cualquier contacto
visual de este tipo, así que me adelanté y le cubrí los ojos con mis manos. Un problema como
este necesitaba ser resuelto a través del poder de la comida, no por sus puños de furia.
"Hey! Rudeus! ¡No puedo ver!"
Agh. Espere. No mi muñeca, ¡Eris! Oh, mis huesos. Mis pobres y delicados huesos...
"Perdón por la espera, amigos."
Mientras jugaba con Eris, nuestra comida salió de la cocina... y mis ojos se abrieron mucho
al verla. "¡De ninguna manera...!"
"Carne de Dragón, Estilo Nanahoshi" era aparentemente una comida con tres partes
distintas.
En primer lugar, había una sopa de verduras transparente de algún tipo. Podía decir de un
vistazo que tendría un sabor simple y refrescante. Eso estaba bien. Cosas estándar. Pero las
otras dos partes eran una historia diferente.
Primero, a la izquierda, teníamos un alimento básico que no había visto ni una vez después
de venir a este mundo. ¡Era arroz blanco! ¡El emperador de todos los granos!
No... espera. Pensándolo bien, el color no era del todo correcto. Parecía que había otros
granos mezclados allí también. Bien, entonces arroz multigrano. Hacía tanto tiempo que no
veía nada de ese tipo que me había confundido un poco.
En cualquier caso, eso explicaba por qué el olor que venía de este lugar se había sentido
tan nostálgico. Debía estar cocinando arroz en ese momento. No es de extrañar que me hayan
atraído como un imán.
Finalmente, estaba la tercera parte de nuestra comida. Consistía en trozos marrón dorado
de bondad fritos. En otras palabras...
Fue, sin duda, el Karaage.
Lo que significaba... aunque la sopa no era exactamente miso, y el arroz no era exactamente
blanco... esta era una comida clásica del karaage.
"¡No puedo creer esto!"
"¿Qué pasa, Rudeus...?" Eris me miraba con dudas. Es comprensible, ya que estaba
temblando y agarrando la mesa con ambas manos.
"Uh, lo siento... No es nada."
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Ni siquiera soñé que la comida frita al estilo japonés pudiera existir en este mundo. ¡Los
cielos me han sonreído de verdad hoy! Tal vez ese personaje de Dios Hombre estaba
finalmente empezando a entender lo que yo quería de la vida.
¡De acuerdo entonces! ¡Vámonos! ¡Comamos! ¡Ahora mismo!
Juntándome las manos, ofrecí una rápida oración de agradecimiento a todos los espíritus
de los cielos y la tierra.
"¡Vamos a comer!"
No había palillos, naturalmente, así que me metí un gran trozo de arroz en la boca con el
tenedor. "Aaaah..." Una sola lágrima se deslizó por mi mejilla.
En mi vida anterior, mi pasión por el arroz no tenía límites. Era básicamente para lo que yo
vivía, especialmente a finales de mis veinte años. Debí haber engullido un galón de esta cosa
todos los días. Y comparado con el arroz que comía en ese entonces, esta cosa era pésima.
Bajo el sistema de clasificación de sabores japonés, ni siquiera habría ganado una C.
Y aún así, seguía siendo arroz. Arroz de verdad, honesto y bueno.
Por primera vez en mi vida, comprendí que todo el arroz fue creado igual.
"¿R-Rudeus? ¿Qué sucede?"
"¡Oh, no es nada... nada en absoluto!" Lloré en silencio mientras comía, haciendo mi mejor
impresión de un soldado japonés que acababa de regresar a casa después de años en un
campo de internamiento en Siberia. Cada bocado llenaba mi boca con el familiar y
reconfortante sabor del arroz.
Oh, espere. No hay mucho, ¿verdad? Debería comerlo con los acompañamientos...
Ya era hora de que probara este karaage. Con una codiciosa puñalada de mi tenedor,
ensarté un pedazo de carne frita y lo llevé a mi boca.
"¡Mergh!"
Instantáneamente, mi alegría dio paso a la conmoción.
Esto era carne frita, para estar seguros. Pero definitivamente no era karaage. La capa
estaba húmeda y aceitosa; la carne en el interior estaba seca y dura. Y cuanto más la
masticaba, más fuerte era su olor rancio.
En realidad, me estaba dando náuseas.
La ira burbujeaba dentro de mí. ¿Esperas que... esperas que coma arroz con esto?
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Podría comer arroz solo, por supuesto. Podría comer cantidades ilimitadas, siempre que
tuviera un poco de sal. Sí, el arroz blanco salado era todo lo que el samurai de mi alma
necesitaba.
Y aún así. No pude conseguir reprimir mi furia. Este karaage no fue nada menos que un
acto de blasfemia contra el propio arroz.
"¡Quiero ver al chef! ¡Ahora mismo!"
◇◇◇
Cuando el dueño del restaurante salió ansioso de la cocina, empecé con algunos cumplidos.
En primer lugar, el pseudo-miso era bastante pasable. Era una simple sopa de verduras
clara y salada, pero complementaba muy bien el sabor distintivo del arroz multigrano. En
combinación, esos dos platos casi se sentían como una comida completa por sí mismos. Sólo
un hábil artesano podría haber logrado eso.
La forma en que cocinó el arroz también fue impresionante. Parecía que había usado la
cantidad correcta de agua y la cantidad perfecta de calor. En esto también se podía sentir el
toque de un profesional veterano. Cada grano que probé me hizo llorar. Si hubiera ido un poco
más allá y hubiera prestado más atención a la calidad del agua que usaba, habría merecido
una puntuación perfecta. Y estaba perfectamente dispuesto a presentarle unos pocos
megatones de delicioso H2O de la marca Rudeus. El material que conjuré cuidadosamente de
la nada era más sabroso que cualquier cosa que se sentara en su pozo del patio trasero.
Con todo eso dicho, pasé al tema del karaage... o mejor dicho, la carne de dragón al estilo
de Nanahoshi.
La destrocé. La trituré minuciosa y brutalmente.
Esa cosa no era apta para el consumo humano. ¿Cómo se atreve a servirla a un cliente que
paga? ¿Tenía alguna idea de quién era yo? Yo era Rudeus Greyrat del grupo "Dead End",
¡maldita sea! ¡Pagaría muy caro por este insulto!
En resumen, me volví loco con el tipo como un psicótico chef de celebridades con un humor
particularmente asqueroso. En retrospectiva, ni siquiera estoy seguro de por qué me enfadé
tanto. Tal vez el hecho de que todavía tenía hambre tuvo algo que ver con eso.
Eris y Ruijerd deben haber pensado que había perdido la cabeza. Al final de ese feo
episodio, tuvieron que arrastrarme fuera del lugar pataleando y gritando.
Honestamente, fui demasiado lejos. Mi amor por el arroz había sacado lo mejor de mí, sí...
pero eso no justificaba algunas de las cosas que dije. Especialmente porque yo mismo era
sólo un aficionado.
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Este mundo no tenía el tipo de ingredientes que estaban disponibles en Japón. Incluso el
aceite que se necesitaba para freír la carne era probablemente de una calidad mucho menor
aquí. Al final del día, aprendí que algunas personas en este mundo comían arroz con platos
de acompañamiento, y que la fritura era una cuestión importante aquí. Fueron noticias
fantásticas. Entonces, ¿por qué diablos me dejé poner tan furioso?
Para cuando salimos de su restaurante, el dueño del lugar se había marchitado por
completo, y pude ver lágrimas brillando en sus ojos. Definitivamente había sido un imbécil
infantil.
Hagámoslo mejor la próxima vez, Rudeus.
◇◇◇
El negocio era terrible.
Durante los últimos años, apenas había recibido visitas. Incluso cuando alguien entraba al
azar, nunca se convertía en un cliente regular. Me estaba hundiendo más y más en deudas sin
nada que mostrar.
Para colmo, hoy un cliente me golpeó con un absoluto aluvión de críticas. Aparentemente,
no estaba calentando lo suficiente mi aceite, o atrapando suficiente humedad en la carne. Oh,
y debería haber añadido condimento agridulce antes de poner la capa. Al final de su
despotricamiento, el chico incluso me dijo que había elegido el tipo de carne equivocado en
primer lugar.
Pero Dragón había sido la columna vertebral del menú de este restaurante durante cientos
de años. ¿Qué se suponía que debía hacer si el problema era tan básico?
"Hombre, eso me asustó seriamente..."
Un hombre que se parecía mucho a un bandido rompió el incómodo silencio. Se llamaba

Shagall Gargantis, y me había estado molestando implacablemente durante años. "Aún así,
creo que esto debería dejar las cosas muy claras, ¿no? Tu cocina es tan mala que hasta un
mocoso puede hacerla pedazos".
Shagall tenía una fea sonrisa en su cara, como siempre lo hizo. Cuando su expresión era
seria, el hombre era razonablemente guapo, y tampoco era estúpido. Si entraba en la
habitación correcta, docenas de subordinados inclinarían sus cabezas ante él. Pero por alguna
razón, le gustaba vestirse de matón y burlarse de mí.
Tal vez lo hacía como una especie de disfraz.
"Tienes razón... pero..."
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"Mira, entiendo por qué querrías proteger algo que ha estado en tu familia durante
generaciones. La cosa es, sin embargo, que no tienes cabeza para los negocios. O el poder
para mantener este lugar funcionando".
Esas palabras me golpearon como un puñetazo en el estómago. Tenía toda la razón. Yo

era un hombre de negocios sin esperanza. Y ni siquiera tenía talento como chef, tampoco. Mi
cocina era claramente atroz si no podía satisfacer a un niño como ese.
"Dicho esto, tienes verdaderas habilidades en un campo diferente. Todos tienen algunos
trabajos para los que son más adecuados que otros, ¿no crees?"
"Supongo que sí..."
No pude evitar estar de acuerdo. Toda mi determinación se había desmoronado finalmente,

dejando sólo la resignación a su paso. "Está bien, tú ganas. Cerraré mi restaurante."
Este lugar fue fundado hace 250 años; ha pasado a través de las generaciones de mi familia.
Pero yo no había logrado preservar ese legado.
Tendría que llevar esta desgracia conmigo por el resto de mis días.
Ese día, el Alto General Shagall Gargantis del Reino del Rey Dragón tuvo éxito en reclutar
a cierto individuo... a saber, Randolph Marianne, el Dios de la Muerte, clasificado cuarto entre
las Siete Grandes Potencias.
¿Por qué Randolph aceptó de repente la oferta de Shagall, después de años de firmes
rechazos?
Muy pocos sabrían la respuesta a esta pregunta.
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Capítulo Extra II: La Muerte De Ariel
Me llamo Gustaf. Soy un humilde agente de información que vive en la ciudad de Ars, capital
del Reino de Asura.
Cuando digo "humilde", no significa que tenga una baja opinión de mí mismo. Es justo decir
que soy muy bueno en lo que hago, de hecho. Por el precio adecuado, puedo averiguar todo
lo que quieras saber sobre lo que ocurrió dentro de las fronteras de Asura.
Un día, no hace mucho, me enteré de cierto rumor.
Era algo así: La Segunda Princesa Ariel Asura había sido asesinada por asaltantes
desconocidos mientras se dirigía a matricularse en la Universidad de Magia de Ranoa.
Como soy un chico listo, rápidamente me di cuenta de que esta "noticia" estaba siendo
deliberadamente difundida por la ciudad por el Príncipe Grabel, el rival más acérrimo de Ariel.
Alrededor de un mes antes, Ariel había dejado Ars, aparentemente para ir a estudiar al
extranjero. Su partida había sido tranquila. Dada su popularidad entre los ciudadanos de la
capital, cualquier intento de hacer un gran desfile de despedida podría haberse descontrolado.
Esto, supuestamente, era el motivo por el que se había escabullido de la ciudad en secreto.
Su séquito, incluyendo a los guardias y asistentes, era sólo de diecisiete. Esta era una escolta
muy pequeña para una princesa real. Pero como incluía tanto al infame playboy Luke Notos
Greyrat como al conspicuo guardaespaldas conocido como "Silent Fitz", mi red de información
me trajo rápidamente la noticia de su partida.
En ese momento, por supuesto, ya proliferaban los rumores de que Ariel había sido enviada
al exilio después de perder una lucha de poder en la corte real. Y ahora, unas pocas semanas
más tarde, teníamos esta nueva noticia de sobra.
Si la princesa había sido realmente asesinada, la noticia se había corrido rápidamente. Una
cosa sería que hubiera algún testigo que pudiera nombrar a los autores, pero en cambio,
teníamos "asaltantes desconocidos" y una fuente anónima. El hecho de que un rumor tan
endeble se extendiera por la ciudad tan rápidamente parecía prueba suficiente de que se
estaba propagando deliberadamente.
Como proveedor profesional de información precisa, estuve tentado de escarbar y descubrir

la verdad. Sin embargo, lo último que quería era llamar la atención de cualquier noble intrigante
que fuera responsable de esta situación, así que decidí mantenerme en la oscuridad en este
caso.
Sin embargo... un poco después de que el rumor de la muerte de Ariel comenzara a

extenderse, cierto individuo me hizo una visita.
Este hombre sabía de mí, y de mi reputación como agente de información de primera clase.
Y lo reconocí como un criado de Pilemon Notos Greyrat, líder de la facción de la princesa Ariel
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entre la nobleza. Su papel principal era proveer a su señor con inteligencia actualizada. Por
supuesto, vino a verme disfrazado y dio un nombre falso, pero no se molestó.
Al principio parecía considerarme un personaje sospechoso, y me habló de forma bastante

condescendiente. Cuando finalmente le dije que sabía exactamente quién era, sin embargo,
inclinó su cabeza ante mí y me presentó una oferta de trabajo.
Específicamente, quería que averiguara si la princesa Ariel estaba realmente muerta.
Eso fue una gran sorpresa, de verdad. Nunca hubiera imaginado que los propios aliados de
Ariel habían perdido todo contacto con su facción y ni siquiera sabían si estaba a salvo. Incluso
un chico listo como yo puede ser un poco embaucado de vez en cuando. Inicialmente había
elegido mantenerme alejado de todo este lío... pero decidí tomar el trabajo de todos modos.
¿Por qué, podría preguntarse?
Bueno, porque el dinero era muy bueno, por supuesto.
◇◇◇
Empecé siguiendo los pasos de la princesa Ariel.
Después de dejar la capital, su grupo había viajado directamente al norte, en dirección a

Ranoa. Había considerado la posibilidad de que ella hubiera huido en una dirección totalmente
diferente después de difundir mentiras sobre la inscripción en la Universidad de Magia, pero
no parecía ser el caso.
Mientras seguía el rastro de Ariel y reunía información, pronto se hizo evidente que un grupo
de perseguidores la había estado acosando. Algunas personas informaron haber visto
personajes sospechosos vestidos de negro justo cuando el grupo de la princesa pasaba por
su pueblo, y Ariel parecía haber perdido una o dos escoltas cuando llegó al siguiente pueblo
de su ruta.
Sin embargo, esto no fue inesperado. Si el viaje hubiera transcurrido sin problemas, sus
aliados en casa no habrían buscado frenéticamente la noticia de su seguridad.
A pesar de perder un guardia tras otro, Ariel se dirigió firmemente hacia el norte. Con su
séquito reducido a diez, finalmente llegó al puesto de control en la frontera norte. Esta era una
instalación sólida y bien vigilada que se encontraba en un gran bosque justo al sur del valle
conocido como la Mandíbula Superior del Wyrm Rojo.
Aquí, pude obtener un útil testimonio de un hombre que recordaba la llegada de Ariel muy
claramente.
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Oficial de Control de Fronteras
Declaración de Smily Gatlin
Estaba de pésimo humor ese día. No es que fuera diferente a cualquier otro día, en ese
aspecto. Después de todo, en ese momento sentí que mi trabajo estaba totalmente por debajo
de mí.
¿Hmm? ¿Cuál es mi trabajo exactamente, se pregunta? Bueno, es sobre todo un trabajo

tedioso. Compruebo los pases de los viajeros que buscan salir del territorio de Asuran. A veces,
puedo registrarlos a ellos o a sus pertenencias por si hay contrabando. Pero, por supuesto, la
gran mayoría de los que pasan por este puesto de control son aventureros, mercenarios o
comerciantes que quieren hacer negocios en el norte por alguna extraña razón. La mayoría de
los comerciantes tienen pases válidos, y a los aventureros se les permite usar sus tarjetas del
gremio en su lugar.
Las bandas de mercenarios y los que viajan por primera vez necesitan pasar por un proceso
de inspección formal antes de que sus pases puedan ser emitidos, pero ese no es mi trabajo.
Simplemente los dirijo a un oficial diferente. Y a menos que seas una especie de criminal
notorio o algo así, normalmente consigues tus documentos muy pronto. No somos muy
estrictos con estas cosas a este lado del puesto de control. Después de todo, hay mucha más
gente que quiere entrar en Asura que salir de ella.
Técnicamente, también soy responsable de detener a los criminales que intentan cruzar la
frontera usando documentos falsificados, pero el trabajo duro tampoco es mi departamento.
Los soldados se ocupan de problemas de esa naturaleza.
Como dije antes, sin embargo, normalmente no es muy difícil conseguir un pase a menos
que seas un criminal importante. La gente de esa clase está típicamente en la lista de
buscados. En lugar de arriesgarse a visitar un puesto de control, suelen recurrir a
contrabandistas para que los lleven a través de la frontera. Y por supuesto, cazar y erradicar
las redes de contrabando tampoco está en la descripción de mi trabajo.
Encontré mi trabajo dolorosamente aburrido y completamente poco gratificante. No

importaba cuánto lo intentara, sabía que nunca ganaría ningún reconocimiento aquí. La idea
de envejecer en este lugar me hacía completamente miserable.
No ayudaba el hecho de que no estuviera en los términos más amistosos con los soldados
que eran esencialmente mis compañeros de trabajo. Los consideraba imbéciles, y ellos
pensaban que yo era un marica patético con un ego enorme. El hecho de que nuestras
cadenas de mando estuvieran completamente separadas sólo empeoró las cosas.
Yo era un hombre que se había graduado en una prestigiosa academia aristocrática de la

capital. Mis talentos estaban siendo claramente desperdiciados en este remanso... o eso creía
sinceramente, en ese momento.
◇◇◇
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El grupo de la princesa Ariel llegó al mediodía, según recuerdo.
Al principio, todo lo que vi fue un lujoso carruaje de dos asientos acompañado de siete
guardias a pie. Contando al conductor de delante y a los dos pasajeros potenciales de dentro,
parecía ser un grupo de diez en total.
Mi pensamiento inicial fue que un aristócrata estaba haciendo una especie de expedición
turística. Sin embargo, esta era la frontera del Reino. Más allá de este punto de control sólo
estaban las peligrosas tierras extranjeras conocidas como los Territorios del Norte, plagados
de nieve y monstruos. Los nobles pasaban a veces en su camino hacia lugares lejanos, pero
siempre llevaban al menos tres carros y veinte guardias o más. Tal vez podrías arreglártelas
con menos si contrataras una banda de aventureros de élite, pero este grupo no me parecía
un grupo de guerreros aguerridos. Todos estaban vestidos para el camino, pero algunos no
estaban acostumbrados a los viajes largos, y otros parecían más bien flacos para ser
guardaespaldas.
Tal vez no era un viaje turístico, entonces. ¿Era posible que tuvieran algún asunto en este
mismo punto de control? Nunca se podría descartar la posibilidad de una inspección de
incógnito de algún señor de alto rango.
Por el momento, decidí proceder como de costumbre. "¿Puedo ver su pase, por favor?"
"Aquí tienes".
La respuesta a mi pregunta vino de un joven que estaba a la cabeza del grupo. Era
notablemente guapo, incluso a mis ojos, pero había claros signos de agotamiento en su cara.
En particular, los círculos oscuros bajo sus ojos sobresalían.
Fue en ese momento cuando sentí por primera vez que podría haber algo extraño aquí.
No había problemas con el pase en sí. Era un documento genuino emitido por el Reino de
Asura, sellado con una marca válida de la familia Notos. Todo estaba perfectamente en orden.
Normalmente los habría hecho pasar por la puerta sin pensarlo dos veces.
Pero algo en la cara del apuesto joven me hizo dudar. Podría jurar que lo había visto en
algún lugar antes. En retrospectiva, esto se debió a que era Luke Notos Greyrat, el famoso
caballero guardián de la Princesa Ariel. Supongo que no pude ubicarlo porque nunca antes lo
había visto tan de cerca.
En cualquier caso, hice un hábito profesional el detener a cualquiera que me pareciera

vagamente familiar. La mayoría de los rostros que he recordado recientemente provienen de
representaciones de criminales buscados, después de todo. "Mis disculpas, pero ¿puedo echar
un vistazo al interior de su carruaje?"
Según mis palabras, un número de soldados que habían estado parados alrededor del
puesto de control se movieron para bloquear las salidas. No estábamos en los términos más
amigables, es cierto, pero siempre cumplían con sus deberes en momentos como este. Varios
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de los guardias alrededor del carruaje se pusieron visiblemente tensos en este desarrollo. Me
puse un poco tenso, preguntándome si realmente estaba tratando con una banda de bandidos.
El apuesto joven sacudió su cabeza lentamente. "Debido a ciertas circunstancias

extraordinarias, el pasajero debe tener completa privacidad".
No había forma de que eso fuera a funcionar, por supuesto.
Cuando repetí mi petición en términos algo más duros, la cara del joven se retorció en una
mueca amarga. Varios de sus compañeros, que parecían más acostumbrados a viajar, me
miraron con asombro y pusieron sus manos en las espadas que llevaban. Sus movimientos no
eran tan rápidos como los de los maestros guerreros, pero tuve la sensación de que habían
experimentado su parte del combate.
En particular, el chico de pelo blanco y baja estatura que estaba detrás del guapo líder era
bastante intimidante. La única arma que llevaba era una pequeña vara del mismo tipo que los
principiantes usaban para practicar la magia básica, pero algo en la forma en que se sostenía
sugería que era un luchador verdaderamente letal con la cautela de un veterano
experimentado. Supongo que debe haber sido ese personaje "Silent Fitz". Creo que nunca he
tenido tanto miedo de un chico de menos de la mitad de mi edad.
Mi experiencia me dice que un grupo así podría causar un daño significativo a nuestro
cuartel. ¿Debería ordenar a los soldados que los capturen ahora, o había alguna otra opción?
Mientras dudaba, alguien habló desde el interior del carruaje. "Detén esto, Luke".
Era una voz como el oro. El sonido de esa voz me hizo papilla el cerebro. Había algo casi
hipnótico en ella, creo. En ese momento, realmente quise escucharla para siempre.
Era una voz que había escuchado una vez antes, una voz que reconocí.
La había escuchado diez años antes, en la ceremonia de graduación de mi academia en la

capital, cuando un cierto personaje ofreció un discurso de felicitación a nuestro mejor alumno.
Por breve que fuera ese discurso, nunca lo había olvidado. Nunca. En aquel entonces, creo
que casi todos los graduados en esa sala se habían maldecido por no haber estudiado más.
"Estos hombres simplemente están siendo diligentes respecto a sus deberes".
Cuando se abrió la puerta de ese carruaje, sentí un gran escalofrío recorriendo mi columna
vertebral.
No podría haberla olvidado aunque lo intentara.
Recordé claramente, incluso ahora, a la joven princesa que había asistido a nuestra
ceremonia de graduación como invitada de honor. Recordé la alegría que había sentido ante
la perspectiva de servirla y de servir a este reino. Recordé lo privilegiado que me había sentido
al unirme a las filas de este orgulloso país.
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True Flames Project
La recordaré hasta el día de mi muerte.
"Mis disculpas, Su Alteza..."
Ya de niña, esa princesa de pelo dorado había sido deslumbrantemente hermosa, y ahora
estaba ante mí mucho más hermosa que antes. Me arrodillé instantáneamente, sin pensar
conscientemente.
No había ninguna duda al respecto. Esta era la Segunda Princesa del Reino de Asura, Ariel
Anemoi Asura, el miembro más querido de la familia real, que aparecía regularmente en
eventos alrededor de la capital y abogaba por sus ciudadanos. Muchos de los soldados
estacionados aquí probablemente la habían visto desde lejos en algún momento del pasado.
Pero esta era seguramente la primera vez que alguno de nosotros la había visto tan de cerca.
"No hay necesidad de eso. Según recuerdo, hay una ley que dice que nadie que sirva en un
puesto fronterizo tiene que arrodillarse en el curso de sus deberes ordinarios."
Con esas palabras, la princesa salió de su carruaje.
Casi todos los soldados que nos rodeaban habían seguido mi ejemplo y se arrodillaron. Pero
como la princesa Ariel señaló, salvo circunstancias especiales, no se esperaba que nadie de
guardia se arrodillara. No sé exactamente por qué, pero ha sido así durante muchos, muchos
años. Desde que empecé en este lugar, nunca me he arrodillado ante nadie, sin importar su
rango. También fue la primera vez que vi a alguno de los soldados hacerlo. Y nadie nos había
reprendido o desafiado por eso.
Pero, por supuesto, el hecho de que no fuera necesario no significaba que estuviera
prohibido. Nos quedamos como estábamos, e inclinamos nuestras cabezas hacia Ariel.
Simplemente sentíamos que era lo que debíamos hacer.
"P- Princesa Ariel, yo... siento que es mi deber preguntar... por qué ha venido a un cruce
fronterizo como este con un séquito tan pequeño."
"¿No te dijeron nada por adelantado?"
Sabía que tenía que pasar algo extraño aquí, por supuesto, y cuando busqué en mi memoria
basándome en lo que dijo Ariel, un acontecimiento de un mes antes de que esto apareciera en
mi mente.
El individuo al mando de este puesto de control no era yo, por supuesto, ni tampoco mi
superior directo, el Oficial Superior de Control de Fronteras. Era un noble que también servía
como alcalde de un pueblo cercano, el lugar más cercano donde los viajeros podían encontrar
alojamiento. El hombre podía pasar meses sin aparecer por aquí, pero se acercaba a darnos
algunas órdenes cuando sentía la necesidad.
En su última visita, nos lo había dicho: "En los próximos meses, un cierto personaje muy
noble podría visitarnos aquí." Basándome en la frase "personaje noble", había imaginado que
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esto implicaría docenas de carruajes rodeados por enjambres de asistentes, así que ni siquiera
recordé el incidente hasta que vi a la princesa.
"Me dijeron que un personaje muy noble podría venir, sí..."
"¿Y eso fue todo lo que te dijeron?"
Su pregunta hizo que mi memoria de ese momento se enfocara más claramente. El hombre,
de hecho, había continuado: "Este personaje probablemente buscará cruzar la frontera y huir
hacia el norte. Sin embargo, no debe permitir esto. Encuentra una razón para retener a su
grupo, y hazlos esperar en el pueblo por varios días."
Me ordenaron que no la dejara pasar. Para detenerla aquí.
En otras palabras, para asegurar su muerte.
No era la primera vez que recibíamos una orden de este tipo. Era relativamente común que
los nobles que habían cometido errores en la capital intentaran huir al norte, y en esos casos,
el comandante nos daba instrucciones similares. A veces nos decían que los dejáramos pasar,
y ellos llegaban a salvo al norte. Pero a veces nos decían que los retrasáramos por un tiempo,
e inevitablemente "desaparecerían" en el bosque justo después de la frontera.
Nací y me crié en la capital, pero soy plebeyo de nacimiento. Sé muy poco sobre la corte
real y sus facciones. Por supuesto, soy consciente de que la nobleza en su conjunto está
constantemente envuelta en viciosas luchas por el poder. Podría decir que mi superior no
estaba condenando a ciertos fugitivos a cambio de dinero, mucho menos al azar. Los que
vivían pertenecían sin duda a su facción de la aristocracia, mientras que los que morían eran
leales a sus enemigos.
Esta encantadora joven princesa había perdido una pelea contra los aliados de mi
supervisor, y ahora estaba huyendo. Esa parecía la posibilidad más probable por lejos.
"¿Qué sucede? Respóndeme".
Por un momento, me perdí en mis pensamientos.
Sería bastante fácil sonreír alegremente y responder "No. Simplemente me dijeron que te
tratara con la mayor cortesía. Sin embargo, parece que hay algunas ligeras irregularidades en
su pase. Podría llevar un poco de tiempo resolver esto, así que, ¿podría por favor volver
mañana?" Así es como siempre había hecho esto en el pasado. Encontrar algún detalle menor
para justificar su retraso no me supondría ninguna dificultad.
Pero al mismo tiempo, me preguntaba si eso era lo que debía hacer.
¿Cuál era el propósito del trabajo que hacía aquí, en este aburrido puesto fronterizo?
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Ciertamente no estaba "sirviendo a mi país" de ninguna manera apreciable. La idea era
absurda. Ni una sola vez en todo el tiempo que pasé en el trabajo se me pasó por la cabeza
tal pensamiento.
Y sin embargo, a pesar de mi cinismo, hubo un momento solitario en mi vida en el que sentí
un genuino celo patriótico. Como le dije antes, fue en mi ceremonia de graduación, cuando vi
por primera vez a la princesa Ariel. Ese día, realmente me consideré una pequeña parte de un
gran y orgulloso país. La idea de servirlo, y a ella, me había traído alegría.
Ahora que había recordado esos sentimientos, tenía que preguntarme: ¿Estaba realmente
dispuesto a dar un paso atrás y dejar a esta joven princesa a su suerte?
La respuesta fue inmediata y decisiva. No sentí la necesidad de dudar. "Me dijeron que
detuviera a ese noble personaje aquí, y que me asegurara de que pasara varios días
esperando en el pueblo cercano."
Todos los guardias de la princesa reaccionaron visiblemente a estas palabras, pero la

misma Ariel permaneció totalmente tranquila e imperturbable. "Ya veo. ¿Qué pretendes hacer,
entonces?"
"Nada en particular".
"¿No vas a cumplir tus órdenes? Por muy extrañas que sean, ignorarlas podría hacer que
te corten la cabeza".
No pude evitar reírme suavemente ante la brusquedad de sus palabras. "¿Mis órdenes,
señorita? No estoy seguro de lo que estás hablando. Nunca he oído de ningún 'personaje muy
noble' que se dirija a un país extranjero con una sola carreta de caballos destartalada y menos
de diez guardias".
"¿Oh?"
"En este momento, sólo estoy tratando con una joven bastante pomposa cuyo nombre ni
siquiera sé. ¿Le importaría decirme quién es usted, por cierto?"
La princesa Ariel se rió en lo que sonó como una verdadera diversión. Tal vez ella estaba
disfrutando de esta farsa casi tanto como yo. "Soy Ariel Canalusa. La única hija de un noble
de bajo rango, por cierto".
"Muy bien entonces, señorita Canalusa. ¿Qué la trae al norte?"
"Estoy viajando a Ranoa para inscribirme en la Universidad de la Magia".

"¿Es así? Bueno, no veo ningún problema con su pase, así que por favor siga adelante.
Que tengan un buen viaje".
"Gracias".
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Con una pequeña, elegante e inconfundible reverencia real, la princesa Ariel regresó a su
carruaje. El conductor hizo que los caballos se movieran inmediatamente, y sus guardias se
apresuraron a avanzar a su lado, luciendo algo desconcertados.
"Ahora bien. ¿Quién es el siguiente en la fila?"
Cuando estas palabras salieron de mi boca, me di cuenta de que varios ojos estaban fijos
en mí. De hecho, virtualmente todos los soldados de la zona estaban mirando hacia mí.
Me encontré preguntándome si me había precipitado demasiado con esto.
Todos estos hombres eran fieles a sus deberes. No eran como yo, eran luchadores tontos
que habían sido entrenados en la capital para obedecer órdenes absolutamente, sin pensarlo
dos veces. Aunque técnicamente estaban bajo mi mando en este puesto de control, al final del
día yo pertenecía a un departamento completamente diferente. Era perfectamente posible que
sus propios superiores les hubieran ordenado directamente que no dejaran pasar a Ariel. En
ese caso, mi desobediencia tendría consecuencias para ellos también. Dado que la princesa
Ariel era un objetivo tan prioritario, no sería sorprendente que sus oficiales enviaran un
mensaje a las bases de que ella podría venir.
Me preparé lo mejor que pude. Parecía plausible que estos hombres me golpearan antes
de exponer lo que había hecho. Había sido mi decisión unilateral dejar pasar a la chica,
después de todo.
Mientras me mordían el labio, uno de los hombres se acercó lentamente a mí.
Era el capitán de todos los soldados del patio. Sus hombros eran, por cierto,
aproximadamente tres veces más anchos que los míos.
Levantó su mano, ancha y pesada como una sartén... y luego la golpeó contra mi espalda.
Me tambaleé hacia adelante, pero para mi sorpresa, apenas sentí dolor.
"Buen trabajo, amigo".
En el momento en que su capitán pronunció esas palabras, los otros soldados levantaron
sus puños al aire y rugieron con aprobación. Algunos de ellos realmente me vitorearon.
Aunque me enteré de esto más tarde, prácticamente todos los soldados que trabajan en
este puesto de control son leales seguidores de la princesa Ariel. Parece que ella también tenía
el hábito de aparecer en las ceremonias militares de graduación. La mayoría de ellos sólo la
habían oído decir unas breves palabras antes de esto, pero yo no soy diferente en ese aspecto.
Pude entender exactamente cómo se sentían.
"¿Permiso para hablar libremente, Oficial Gatlin? Todos hemos estado perdiendo la cabeza
por la frustración desde que nos dejaron aquí, pero usted nos puso de buen humor por primera
vez en mucho tiempo. ¿No es así, chicos?"
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"¡Diablos, sí!"
"Ven a la taberna de la ciudad esta noche, ¿de acuerdo? ¡Yo invito!"
Cuando el capitán me golpeó en la espalda otra vez, sentí una sensación muy peculiar que
me invadió. Hasta hace unos minutos, había pensado en estas personas como... diferentes a
mí en algún nivel fundamental, ¿sabe? Me había convencido a mí mismo de que eran una
manada de matones rudimentarios y no leales a la familia real. Pero ese no era el caso en
absoluto. Al igual que yo, habían sido abandonados aquí en medio de la nada y dirigidos a
obedecer a un miserable bastardo. Al igual que yo, habían estado rozando sus riendas.
Y después de darme cuenta de esto... extrañamente, empecé a sentir algo de orgullo por
mi trabajo.
Desde ese día, he estado en buenos términos con los soldados de aquí, y mi trabajo me ha
traído un verdadero placer.
Todo gracias a la princesa Ariel, sin duda. Simplemente al honrar este puesto de control con
su presencia, hizo que fuera un lugar mucho más feliz.
Después de esto, el oficial Gatlin hizo un largo monólogo sobre la profundidad de su

adoración por la princesa Ariel, que he optado por omitir.
◇◇◇
Ahora bien. Por mucho que disfruté escuchando al oficial Gatlin elogiar a la princesa Ariel a
los cielos, no era la razón exacta por la que estaba hablando con él. "¿Pasó un grupo de
hombres vestidos de negro por este puesto de control persiguiéndola?"
A esta pregunta, la expresión del hombre dio un giro repentino para lo sombrío. "No
estaban... exactamente persiguiéndola, creo."
"¿Qué quieres decir?"
"Un grupo de personajes sospechosos pasó por el puesto de control tal vez tres días antes
de que llegara la princesa Ariel. Yo no estaba de servicio en ese momento, y sólo me enteré
de ellos más tarde."
Esto fue interesante. Si los enemigos de Ariel habían cruzado la frontera primero,
probablemente estaban esperando para tenderle una emboscada al salir del país.
"Si lo hubiera sabido, al menos podría haberla advertido... pero en este momento, sólo
puedo rezar por su seguridad."
"Ya veo. Muchas gracias".
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El oficial Gatlin claramente no había escuchado el rumor de que la princesa ya estaba
muerta. Parecía que esa historia se había originado en la capital.
Sin embargo, esto solo no era suficiente para decirme si Ariel estaba viva o muerta.
Elegí seguir reuniendo información. Lo que tenía en ese momento no era suficiente para
completar este trabajo.
Empecé con los otros oficiales del puesto de control, y también probé con algunos de los
soldados. Luego me dirigí a la ciudad cercana y traté de encontrar gente que pareciera haber
cruzado la frontera regularmente.
Necesitaba saber qué le pasó a Ariel al otro lado del muro. ¿Había atravesado el bosque de
una sola pieza? ¿O había muerto allí como decían los rumores? Corrí por todo el pueblo
buscando a alguien que me diera la respuesta... y finalmente me encontré con cierto joven
comerciante con una historia que contar.
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Declaración de Bruno el Mercader
Ese día, estaba ocupado llevando mis mercancías al sur de Asura, como siempre. Había
bajado por la mandíbula superior del Wyrm rojo, y seguía el único camino que pasa por los
bigotes del Wyrm... ¿Eh? Oh, claro. Sí, así es como todos los de por aquí llaman al bosque del
norte. Aunque no sé a quién se le ocurrió.
Así que, de todos modos, estaba trayendo un montón de... hmm. No puedo recordar
realmente lo que era. Probablemente algunas pieles sólo se pueden conseguir en los
Territorios del Norte, supongo.
¿Qué? No, sólo era yo.
¿Guardias? ¿Parece que tengo el dinero para contratar guardias? Yo también soy bastante
decente en una pelea, ya sabes. Pasé un tiempo entrenando en el Santuario de la Espada
hace tiempo, como suele suceder. ¿De qué estábamos hablando?
Cierto, cierto. Yo estaba bajando por los bigotes de Wyrm. Sólo estábamos mi amigo
Robinson y yo.
¿Hm? ¿Quieres saber dónde está? Heh. En los establos. Me temo que aquí no sirven
burros. De todos modos, los dos estábamos haciendo un tiempo decente. Yo estaba de buen
humor, según recuerdo. El negocio iba bien y casi había ahorrado suficiente dinero para
comprarme un carro. Incluso esos pequeños para los burros te permiten mover muchas más
cosas a la vez, ¿sabes? Era una perspectiva muy emocionante.
Pero entonces oí el sonido del metal que chocaba desde algún lugar adelante, y mi humor
se hundió muy rápido.
No era sólo el sonido. Podía oler algo sospechoso en el aire. He estado ganándome la vida
como comerciante en solitario durante un tiempo, ¿verdad? Ya tengo un buen olfato para el
peligro.
Siempre es mejor alejarse de los problemas, por supuesto. Pero como dije, sólo hay un
camino a través de los bigotes, y no puedo volver atrás. Decidí salir al bosque con Robinson y
pasar por el lado del camino. Sabía que sería más inteligente dejar el burro atrás, pero
Robinson es mi querido socio de negocios, ¿verdad? No podía arriesgarme a que se lo comiera
un monstruo o algo así.
Así que, de todos modos, él y yo comenzamos a movernos por el bosque, asegurándonos

de permanecer ocultos. El sonido del metal chocando se hizo más fuerte a medida que
avanzábamos, y pude ver a la gente gritando también. Robinson estaba un poco asustado,
pero me tenía a mí con él, así que se quedó tranquilo. Los dos hemos pasado por buenos y
malos momentos juntos, ¿sabes?
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¿Qué es eso? "Basta de hablar del burro, dime lo que viste". Viejo, eres un tipo impaciente...
Pero claro, lo que sea.
Cuando me asomé a la escena desde detrás de la maleza, lo primero que noté fue un
carruaje. No era tan grande, como los carruajes. Probablemente llevaba tres personas, si
cuentas al conductor de delante. La mayoría de los de ese tamaño sólo llevan un caballo, pero
había dos enganchados a éste, así que probablemente era un número hecho a medida.
¿Hmm? Oh, ¿te preguntas por qué estoy tan informado sobre estas cosas? Bueno, he
estado tratando de decidir qué carro comprar para mi burro, ¿verdad? El vendedor de carruajes
me dio el resumen de toda su línea, y... Bien, bien, de acuerdo. ¡No tienes que mirarme así,
¡viejo! Volveré al tema.
De todos modos, me di cuenta inmediatamente de que este carruaje había sido atacado.
Estaba tirado de lado en la tierra, y unos tipos que parecían guardias estaban peleando con
otros tipos vestidos de negro. Para cuando llegué allí, eran siete de los chicos de negro
enfrentándose a cuatro guardias. Dos guardias, o tal vez sirvientes, ya estaban tirados en el
suelo. Oh, y también había cuatro chicas acurrucadas junto al carruaje, temblando algo feroz.
Probablemente eran los objetivos del ataque.
Los de la ropa negra tenían los números, pero no parecía que tuvieran una gran ventaja ni
nada. Después de todo, muchos de ellos estaban tirados en la tierra. Ya debe haber habido
una docena de ellos abajo. Estaba un poco atónito, en realidad. Me preguntaba qué clase de
idiotas habían enviado a un grupo de torpes aficionados a hacer un trabajo como este.
Pero tenía una idea equivocada. Cuando miré un poco más detenidamente, me di cuenta
de que los tipos de negro no eran malos en absoluto. En todo caso, eran más hábiles que los
guardias. En un combate limpio de uno contra uno, esos tipos habrían ganado siempre.
¿Eh? ¿Quieres saber cómo lo supe? Intenta prestar más atención. Como dije, soy mejor
espadachín de lo que crees. Cuando veo a alguien luchando, puedo decir lo fuerte que es.
De todos modos, todo esto me pareció muy extraño, así que terminé deteniéndome a ver la
batalla. Y después de unos segundos, me di cuenta de que este tipo del lado de los guardias
era muy astuto. Era un chico de pelo blanco, ¿verdad? Bastante flaco, y su única arma era una
vara mágica de principiante. Pero por alguna razón, estaba en un nivel totalmente diferente del
resto.
En el Santuario de la Espada, vi a unos cuantos chicos que iban camino de convertirse en

Santos o Reyes de la Espada. Y déjame decirte que parecía que el tiempo se movía diez veces
más lento para ellos. No sólo eran rápidos en sus pies; podían hacer juicios rápidos en un abrir
y cerrar de ojos. Este chico no era tan bueno, pero puedo decir de inmediato que su conciencia
en el campo de batalla era absolutamente de primera clase. Cuando uno de sus compañeros
estaba en peligro, enviaba un hechizo que volaba en el momento perfecto y salvaba su trasero.
El tipo también usaba mayormente hechizos de nivel principiante. Creo que debe haber
estado preservando cuidadosamente su maná. Estaba haciendo un trabajo seriamente divino,
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viejo. Un mago promedio no podría haber hecho esto ni en un millón de años. Tendrías que
estar muy bien entrenado en una forma específica para manejar algo así.
Desde donde yo estaba, tampoco podía oírlo hacer ningún cántico. Creo que es posible que
estuviera haciendo un hechizo silencioso... ya sabes, usando la magia sin los conjuros. Nunca
lo había visto antes, pero supongo que hay gente ahí fuera que puede conseguirlo.
De todas formas, era algo impresionante. Pero creo que los chicos de negro se adaptaron
a su estilo después de verle derribar a la mitad de su equipo. Y encima de eso, parecía como
si los guardias estuvieran bastante destrozados. La pelea fue más pareja de lo que parecía a
primera vista, en otras palabras. Sentí que estaba lo suficientemente cerca como para que si
un solo hombre de cada lado caía, eso decidiría las cosas.
En general, sin embargo, creo que los tipos de negro estaban un poco más coordinados.
De repente, cambiaron toda su estrategia. Supongo que se hicieron señales el uno al otro de
antemano, pero no me di cuenta.
Hasta ese momento, habían hecho un acercamiento directo de dos contra uno contra los
tres guardias de la línea del frente, con su hombre extra actuando como un comodín itinerante.
Ahora los siete se separaron y se dirigieron al chico de pelo blanco.
Los tres espadachines no pudieron reaccionar a tiempo. Pero el chico sí podía. De alguna
manera, manteniendo su concentración, instantáneamente lanzó un hechizo de gran alcance
que eliminó a dos de ellos a la vez.
En ese momento, los chicos de negro se dispersaron. Dos de ellos se dirigieron al chico de
pelo blanco, y los otros tres se abalanzaron sobre las chicas junto al carruaje. Encontraron la
oportunidad que necesitaban para atravesar la línea de los guardias.
El mago de pelo blanco aún se las arregló para reaccionar. Sin siquiera mirar a los dos
asesinos que se le echaron encima, lanzó su varita mágica a los que iban a por las mujeres.
Increíble, ¿verdad? Normalmente, estarías más preocupado por los tipos que están a punto
de matarte.
En el siguiente instante, un montón de cosas sucedieron a la vez.
Primero, el chico de pelo blanco soltó un horrible hechizo que mató a dos de los asesinos
que atacaban a las chicas.
Segundo, dos guardias se apresuraron a interceptar a los dos tipos de negro que venían
por el chico. Los cuatro cayeron juntos.
Y finalmente, el último de los hombres de negro sacó a una de las chicas congeladas y
temblorosas del grupo y le cortó su bonita cabecita.
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Un momento más tarde, el último de los espadachines lo apuñaló por la espalda. Orgulloso
de sostener la cabeza cortada de su víctima, el hombre murió con una mirada de satisfacción
en su rostro.
Supongo que debe haber sido la joven que los guardias habían estado luchando tan duro
para proteger.
Los cinco supervivientes se quedaron allí de pie en silencio, totalmente aturdidos. Es

comprensible, ¿verdad? Quiero decir, habían perdido a la mayoría de sus amigos y a la chica
que intentaban defender.
Ahora que el evento había terminado, me moví silenciosamente a través del bosque. Había
una posibilidad de que el olor a sangre pudiera atraer a algunos monstruos a la zona, para
empezar. Y realmente no quería lidiar con ellos preguntándome por ayuda. Robinson y yo nos
fuimos de allí en poco tiempo.
◇◇◇
Eso era todo lo que había en la historia de Bruno.
En combinación con lo que había aprendido del Oficial Gatlin, parecía que la Princesa Ariel
había pasado a salvo por el puesto de control, sólo para ser emboscada en el bosque justo al
norte de él, donde los asesinos le quitaron la vida durante una feroz batalla.
Los rumores eran ciertos después de todo. Tal como los nobles de su facción habían temido,
Ariel estaba muerta.
Aún así, quedaban algunos misterios.
Por ejemplo, ¿qué ha sido de los supervivientes? Por lo que me dijo Bruno, cinco miembros
del partido habían sobrevivido a esa lucha. El estado de Luke Notos Greyrat no estaba claro,
pero al menos, Silent Fitz seguía vivo. Ese tipo realmente sobresalía entre la multitud, y no
había oído una sola palabra sobre su regreso a la capital.
Había una posibilidad de que hubiera tomado alguna ruta de vuelta en lugar de la que yo
seguí aquí, pero aún así habría tenido que cruzar primero la frontera. Nadie en el puesto de
control había mencionado que volviera, así que tuve que pensar que siguió avanzando hacia
el norte.
Sin embargo, eso no me pareció muy extraño. Haría falta tener agallas para volver a casa
en desgracia después de dejar que mataran a la princesa Ariel. Tal vez decidió que era más
inteligente huir a los Territorios del Norte.
No habría sido muy difícil averiguar si eso fue lo que pasó si hubiera cruzado la frontera y
me hubiera dirigido allí por un tiempo, por supuesto... pero tristemente, mi campo de
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experiencia es "todo lo que ocurre dentro de las fronteras de Asura". No me ocupo de los
asuntos internacionales.
Además, mi trabajo aquí era determinar el paradero de la Segunda Princesa Ariel Anemoi
Asura. Sus guardias estaban fuera del alcance de esa misión, así que decidí volver a la capital
real. Soy un chico de ciudad de corazón, ¿sabes? Nunca me siento muy cómodo en el campo.
Aún así, me las arreglé para comprar un poco de alcohol raro de los Territorios del Norte a
mi nuevo amigo Bruno. Una vez que este trabajo estuviera terminado, me iba a dar una
pequeña fiesta.
◇◇◇
Deberías haber visto la cara de Pilemon cuando informé de mis hallazgos. Se sintió bien ver
a un hombre que trataba con información muy por encima de mi nivel de pago, quedar en
blanco como un fantasma por unos pocos hechos que había reunido.
De todos modos, el caso estaba oficialmente cerrado, y recibí mi paga completa.
Decidí tener una agradable cena de celebración para saborear mi montón de dinero, el
alcohol que le compré a Bruno, y el recuerdo de la cara de mi cliente.
Me dirigí a mi bar favorito, pedí algo de comida ligera, y me senté a relajarme en mi lugar
habitual. Tenía una muy buena vista de todo el lugar desde aquí; era básicamente mi mesa
personal en este punto.
Cuando me concentré con cuidado, pude escuchar cada conversación que tenía lugar aquí
a la vez. Esta fue una de las más útiles de mis muchas habilidades. Si quieres llegar a ser un
agente de información de primera clase, no puedes dejar que se te escape ninguna noticia.
"He oído que se rumorea que la princesa Ariel fue asesinada en el norte, ¿eh?"
"Sí. Es una verdadera lástima. Yo era un gran fan..."
"Vamos, no me digas que te crees esa mierda".
"Quiero decir, no es que quiera, pero..."
Alguien estaba hablando del tema del momento, así que miré en esa dirección. Un tipo de
aspecto robusto estaba bebiendo con un hombre significativamente mayor. Claramente,
ninguno de los dos sabía la verdad. Eran sólo marionetas sin pistas, bailando de la manera
que los últimos rumores los arrastraban.
Ese pensamiento me puso de mejor humor. A veces se siente muy bien ser un hombre que
sabe.
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"Mira, estoy apostado en el puesto de control de la frontera, ¿sabes?"
"Por supuesto que lo sé, viejo. Acabas de cumplir veinte años en el trabajo, ¿verdad? Es
por eso que te dieron este permiso extendido."
"Qué sabelotodo. ¿Sabes lo que hago en ese puesto de control también? ¿Hm?"
"Uh, no..."
El tema parecía alejarse de Ariel, así que me encontré perdiendo el interés. Pude ver al
camarero dando los últimos toques a mi pedido. El caso estaba cerrado de todas formas,
¿verdad? Mi siguiente trabajo era encontrar la mejor manera de disfrutar de esta bebida.
"Trabajo en la torre de vigilancia".
Bueno, ahora se había ido y me interesó de nuevo.
"En la parte superior de ese punto de control, tenemos este implemento mágico que nos
permite ver muy lejos. Lo usamos para vigilar el lado más lejano del bosque al norte, ¿verdad?
Yo soy el hombre a cargo allí arriba".
"No bromeo".
"De todos modos, se corrió la voz rápidamente después de que la princesa Ariel atravesara
las puertas de abajo. Todos mis chicos en el equipo de vigilancia se morían por al menos echar
un vistazo a ella, así que nos quedamos mirando hasta que nuestros ojos se llenaron de
sangre".
"E-entonces, ¿qué pasó? ¿La viste salir del bosque?"
"Claro que sí. Fue la princesa Ariel, no hay duda."
Eso no puede estar bien, pensé para mí mismo. ¿Este viejo soldado estaba mintiendo?
¿Podría Bruno haber mentido, por alguna razón?
No parecía probable... pero era posible que Bruno se hubiera equivocado. Tal vez la chica
que el último asesino mató no era realmente la princesa Ariel. Por lo que había oído, la familia
real de Asuran poseía unos extravagantes implementos mágicos que podían convertir a
alguien en un perfecto doble de cuerpo. Probablemente usó uno para sobrevivir al ataque.
Había llegado a una conclusión errónea. Había dado información errónea. Esto no era
bueno. Necesitaba conseguir una confirmación firme de esta historia, y luego decirle a mi
cliente la verdad...
"Disfruta, amigo". El camarero me dejó la comida en mi mesa.
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Había un plato de comida caliente delante de mí, y junto a él, una botella de bebida rara que
casi nunca has visto en Ars.
"...Ah, al diablo con eso." Me había levantado a medias de mi asiento, pero elegí volver a
caer en él. Si la princesa estaba viva y se inscribía en la Universidad de Magia de Ranoa, la
verdad saldría a la luz tarde o temprano. Lo último que necesitaba era un noble engreído
pidiéndome un reembolso, así que tendría que dejar la capital en un momento.
En serio, sin embargo... ¿Quién hubiera pensado que los vigilantes de esa torre podrían
haberla visto desde esa distancia? Incluso un chico listo como yo pasa por alto algunas cosas
de vez en cuando, supongo.
◇◇◇
Al final, el agente de información conocido como Gustaf proporcionó a su cliente información

engañosa.
Como resultado directo, Pilemon Notos Greyrat, el miembro más importante de la facción
de Ariel, se vio obligado a tomar una dolorosa decisión que lo dejó en un aprieto... pero esa es
una historia para mucho más tarde.
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True Flames Project
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True Flames Project
Mushoku Tensei Jobless Reincarnation – Volumen 05
Por Rifujin Na Magonote
Publicado por primera vez en Japón en 2014 por KADOKAWA CORPORATION, Tokio.
Derechos de traducción al inglés acordados con KADOKAWA CORPORATION, Tokio.
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Primera edición True Flame Project: Marzo de 2020
TFP es un sello de True Flame Project S.A de C.V. El nombre y el logotipo de TF Project
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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 05 Boyhood - Arco de Reunificación (Light Novel)

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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 05 Boyhood - Arco de Reunificación (Light Novel)

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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation

Volumen 05 - Childhood – Reunited Arc [Light Novel]

Traducción al español: Jaden

Pagina de Facebook: True Flames Project

Hace aproximadamente un año y medio, fui teletransportado a un lugar amistoso conocido

Rápidamente me convertí en un aventurero y comencé el largo y duro viaje de regreso a

-Extracto de "Vagabundeando por el Mundo"

"Es realmente increíble, ¿no?"

Sólo estaba siendo contradictorio, honestamente. No quería que se volviera demasiado

"Lo tengo. Tendré cuidado".

"¡Vamos! ¡Vamos ya!"

La ciudad de Millishion se divide en cuatro distritos.

Al norte se encontraba el Distrito Residencial, donde la mayoría de los bloques estaban

Hacia el este se encontraba el Distrito Comercial, donde se ubicaban la mayoría de los

"¿Qué pasa, jefe? ¿Me vas a extrañar?"

"Escucha, ¡Geese!" Había asumido su característico posabrazos doblados, con la barbilla

"Buena suerte para ti también. No hagas demasiadas travesuras, ¿de acuerdo?"

Con un pequeño saludo, Geese finalmente se dirigió a la multitud. Hablando de una

Primero, nuestro equipo necesitaba su mantenimiento regular. En segundo lugar,

"¿Por qué?" preguntó Eris, frunciendo su ceja.

"Por supuesto", respondió Ruijerd, asintiendo ligeramente.

Personalmente, me hubiera gustado instalarme aquí por un tiempo y dedicar un verdadero

Siempre quise hacerlo, pero los acontecimientos conspiraban constantemente para

"Bien entonces. Hagamos de mañana un día libre, ¿sí?"

"¿Te sientes mal otra vez, Rudeus?"

"Sí. Me ocuparé de ello".

"Por cierto, ¿qué harán ustedes dos?" Yo pregunté.

Eris respondió rápida y enérgicamente. "¡Voy a ir a matar algunos goblins!"

"Muy bien, entonces. Ruijerd, ¿puedes ir con ella y.…?"

¿Qué se suponía que debía hacer aquí?

"Asegúrate de estar bien preparada antes de salir también".

"¡Bien, bien! ¡De acuerdo!"

"¡Oh, ya basta! ¡Puedo ocuparme de exterminar algunos goblins, Rudeus!"

Ups. Ahora yo había ido y la había hecho enojar.

"¡Gracias!" dijo, asintiendo con la cabeza en satisfacción. "¡No te preocupes, yo me

"¿Y tú, Ruijerd? ¿Qué harás mañana?"

"Creo que iré a saludar a un conocido mío."

"Bueno, por supuesto que sí."

"¿Qué clase de persona es?"

Lamentablemente, aunque tenía muchos huevos disponibles en ese momento, no parecía

Hmm... ¿Iban a creer algo de eso?

Hablando de beastfolk... Sería bueno saber si Ghislaine está bien. Presumiblemente

"Sí, ahora estoy preocupado..."

Instantáneamente me presioné contra la pared del callejón.

Si me hubiera confiado demasiado y hubiera objetado su grosería, me habría encontrado

¿Otra vez con los secuestradores?

En cualquier caso... ¿y ahora qué?

Dado el número de hombres, probablemente estábamos hablando de un crimen

¿Iba a dejar al niño a su suerte, entonces?

Me giré y seguí en silencio a los cinco hombres con el saco de tela.

"¡Whoa! ¡Espera, son bragas!"

"¿¡Quién está ahí!?"

"¿Qué demonios? ¿Hay alguien en las cajas?"

"Hey, ¡ve a decirle al jefe! ¡Necesitamos a todos aquí!"

¡Woooo! ¡Soy un pedazo de ardiente éxtasis, nena!

Muy bien, entonces. Vamos a rodar.

"Lleva bragas en la cabeza, viejo..."

Los hombres se quedaron momentáneamente atónitos por mi repentina y dramática

"¿Quién demonios se supone que eres?"

"¡Soy Ruijerd de Dead End!"

"¿Qué? ¿Dead End?"

"¡Malditos sean, asquerosos secuestradores! ¡Gracias a ustedes, un hombre inocente acaba

"¡Mira, chico, ve a jugar al héroe en otro lugar! Nosotros no..."