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El resurgimiento de los discos de un vinilo, una demostración del placer de

escucha música en formato físico

En 1948, llega a Estados Unidos, y para el mundo, un medio de almacenamiento de señales


sonoras listo para reemplazar a los discos de goma (o 78 rpm), permitiendo una mayor
duración de grabación, un surco más delgado, al igual que un sonido más fino y envolvente.
El material con el que se fabricaban ahora estos nuevos discos era el policloruro de vinilo,
dejando como vinilos un buen nombre para este tipo de medios de almacenamiento. El
mercado de los vinilos fue en orden ascendente durante varias décadas hasta la aparición
del casete en los años 80´s, debido a esto fue cediendo un poco las ventas, pero no fue hasta
la aparición del disco compacto (CD audio) que el mercado de vinilos se vio caer
progresivamente, sin morir del todo. Ya para este nuevo milenio, desde la segunda década
del 2000, las ventas de vinilos han tomado un resurgimiento impredecible, llegando a
niveles que antes no se esperaban debido a su casi extinción a lo largo de tantos años. Este
formato de almacenamiento ha salvaguardado gran parte de la historia musical que tiene el
mundo, siendo por esto, un archivo histórico que merece ser rescatado, pero, ¿por qué un
producto antiguo puede tener vigencia en una era tan distinta, a la que surgió, y qué factores
pudieron haber resucitado este producto? Una respuesta a esta pregunta puede ser la
conexión emocional que el vinilo despierta en el coleccionista.

En el mercado hay una estrategia de comercio llamada marketing emocional, que busca
establecer un vínculo afectivo entre un producto o una marca con los consumidores, algo
parecido sucede con los discos de vinilo, productos que dejaron una relación estrecha con la
generación que los recibió y utilizó, primeramente, pero que fue legando esa apreciación a
las generaciones venideras. La conexión emocional es entonces, un vínculo que une al vinilo
con el coleccionista, una relación que se genera con este tipo de formato a diferencia del
digital y que ahora en pleno siglo de la modernidad ha permitido que un producto analógico
se restablezca, tomando fuerza en el mercado, tal vez estrategia comercial o simplemente
una realidad ineludible que tiende a resurgir.

Algunos factores clave también en la reaparición de los vinilos pudo ser la moda retro y el
surgimiento del gusto vintage. Son dos tendencias que han impactado demasiado en el
público joven, la primera es una tendencia a mezclar artículos de los años 70s u 80s con
innovaciones modernas, conservando así el estilo de ciertos artefactos, pero con usos un
poco más modernos; así entonces la moda vintage es la apropiación del estilo o artefactos
propios de décadas anteriores, en la actualidad, entre esos productos se encuentra el medio
para escuchar música, los vinilos y tocadiscos. Esenciales en su época, pues surgieron para
hacer más accesible un placer universal, el arte de escuchar música, permitiendo globalizar
la cultura musical de diferentes regiones al compartirla con lugares distintos a su punto de
procedencia.

Según la Asociación de la Industria Discográfica de América (Recording Industry


Association of America RIAA) en el 2022 se vendieron 41,3 millones de discos de vinilo, solo
en Estados Unidos, eso debido a que hay muchos artistas modernos que han optado por
grabar en vinilo permitiendo que nuevo publico acceda a este formato. Artistas como Harry
Styles, Taylor Swift, y Olivia Rodrigo, son de los que han optado por grabar en este tipo de
formato coadyuvando con el incremento en las ventas y la reaparición del vinilo. Pero otro
resultado encontrado por la entidad encuestadora es que el cincuenta por ciento de los
compradores de discos no tienen tocadiscos.

Por esto, aunque el formato digital es más accesible y no requiere tanto cuidado para
almacenarlo muchos compradores lo hacen por un sentimiento de tener algo físico, esa
conexión emotiva que, a pesar de no poder darle uso al disco, existe un placer que el contacto
con las canciones. Esa puede ser entonces la razón de por qué el resurgimiento de un formato
anticuado en una era totalmente distinta, pero sin cambiar su uso o utilidad. Entonces es
una demostración de la funcionalidad de los artefactos hecho con calidad.

El disco de vinilo genera un sentimiento de mutualismo, donde el coleccionista para


escuchar recuerdos debe darle un trato y un cuidado especial a cada disco, permitiendo así
la perpetuidad del sentimiento junto con la canción. Esa es la conexión emocional que el
disco de vinilo genera, una habilidad de supervivencia para seguir habitando en los
anaqueles de su coleccionista, una relación truncada, al menos no del todo, cuando se hace
uso del formato digital donde no se requiere de una disposición para evocar el sentimiento.
Por eso los discos de vinilo son vehículos de la memoria, que al surgir han vuelto a incentivar
el amor por la música creando nuevos melómanos.
Referencias
Recording Industry Association of America. (2022). BASE DE DATOS DE VENTAS DE EE. UU. Estados
Unidos.

Richter, F. (2022). Taylor, Tyler y los clásicos. Statista.

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