Está en la página 1de 10

EL CONCEPTO DE TEXTO Y LA SEMIÓTICA DE LA CULTURA

Síntesis realizada por la Prof. Maria Esther Silberman de Cywiner para los
alumnos de la Cátedra de Introducción a la Literatura sobre la base de:
LOTMAN, IURI (1993) "La semiótica de la cultura y el concepto de texto" en
Escritos. Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Número 9, enero-
diciembre, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, págs. 15-20

1. LA SEMIOTICA DE LA CULTURA

La semiótica de la cultura, propuesta de la Escuela de Tartú y de luri Lotman,


cambió las ideas semióticas tradicionales que subrayaban la naturaleza unitaria
del texto, en un lenguaje cualquiera. El concepto de texto sufrió así una
transformación sustancial cuando se lo examinó en el plano de la semiótica de la
cultura, porque se descubrió que para que un mensaje dado se pueda
considerar Texto, debe estar codificado, como mínimo, dos veces.
Históricamente el enunciado en el lenguaje natural fue primario. Después siguió
la conversión del mismo en una fórmula ritualizada, codificada también en un
texto, mediante algún lenguaje secundario. Podrían unirse así lenguajes
diferentes: una fórmula verbal y an gesto ritual. El texto de 2° orden que se
obtenía encerraba subtextos en lenguajes diversos en un solo nivel jerárquico.
Eso implicaba la combinación de tipos diferentes de semiosis. Luego se da la
aparición de los textos artísticos donde, por ejemplo, vemos la conversión del
ritual en un ballet. En ese caso se produce la traducción de todos los subtextos
al lenguaje de la danza. Mediante el lenguaje artístico de la danza se transmiten
gestos, actos, palabras gritos y las propias danzas que de ese modo se "duplican"
semióticamente.
Se conserva la diversa estructuración del mensaje primario pero queda
empaquetada en la envoltura multiestructural del mensaje en el lenguaje del
arte dado (la danza). Lo mismo sucede con la música, la pintura, la escultura, etc.

Un relato oral sobre La bella durmiente del bosque, por ejemplo, se recoge y se
estructura en un texto escrito que cuenta dicha historia con un lenguaje verbal.
Ese texto, adaptado para una representación teatral, combina tipos diferentes
de semiosis que obligan a una recodificación, cambio de punto de vista, etc.
Al ser reexpuestos en el lenguaje de un arte dado: ballet, cine, teatro, música, el
material multivocal, se subordina al lenguaje del arte elegido.

Asi cuando se escribe música para La Bella durmiente todos los subtextos se
traducen al lenguaje musical.

2. EL TEXTO, UN COMPLEJO DISPOSITIVO, UN GENERADOR INFORMACIONAL

El texto se presenta ante nosotros como un complejo dispositivo que guarda


variados códigos, capaz de transformar los mensajes recibidos y de generar
nuevos mensajes, un generador informacional que posee rasgos de una persona
con un intelecto altamente desarrollado

El texto de muchos estratos y semióticamente heterogéneo, capaz de


relacionarse con el contexto cultural circundante así como con el público lector,
deja de ser un mensaje elemental dirigido del remitente al destinatario. Al ser
capaz de condensar información adquiere memoria. Siendo compleja su
estructura, el texto no sólo transmite la información depositada en él desde
afuera. También transforma mensajes y produce nuevos mensajes.

2.1. Veamos la función socio-comunicativa del texto y el modo cómo se


complejiza. He aquí algunos procesos.

1º. Relación Remitente-Destinatario El texto cumple la función de un mensaje


dirigido del portador de la información (autor-remitente) al auditorio.

2. Relación Auditorio-Tradición cultural El texto cumple la función de memoria


cultural colectiva. (el texto enriquece y actualiza aspectos de la información
depositadas en él y olvida otros aspectos temporalmente o por completo).

3°. Relación lector consigo mismo. El texto actualiza determinados aspectos de


la personalidad del lector o destinatario. El texto hace de mediador y ayuda a la
reestructuración de la personalidad del lector. Esto es esencial en lo que
respecta a los textos antiguos. tradicionales, con alto grado de canonicidad.

4°. Relación del lector con el texto. El texto deja de ser mero mediador en el acto
de la comunicación. Se convierte en un interlocutor de iguales derechos con
mucha autonomía. De allí que tenga sentido decir "platica con el libro".

5°. Relación del texto con el contexto cultural. El texto interviene en calidad de
un participante en el acto comunicativo, como una fuente o un receptor de
información. Las relaciones del texto con el contexto cultural pueden tener
carácter metafórico o metonímico.

3. LA PERSPECTIVA LINGÜÍSTICA.

Si decimos que el discurso es una serie de enunciados, entonces, se requiere


que esa serie de enunciados esté organizada por relaciones de disposición,
sintaxis y significados que los subsume en una unidad mayor dotada de sentido.

A esa organización se la denomina texto, al resultado de la actividad


estructuradora del lenguaje empleado o textualización.

El texto se ofrece como la organización de los elementos y componentes del


discurso, para que resulte un todo inteligible y coherente. Por el texto se forma y
materializa el discurso.

La textualización acompaña intrínsecamente al proceso de producción del


discurso.

Estructura los elementos del habla, mediante relaciones entabladas en distintos


niveles y dirigidas hacia un sentido integral en el que quedan situados y
activados.

El texto queda concebido como un formante y componente interior del discurso.


Algunos autores emplean texto y discurso como sinónimos o prescinden de uno
y otro. Veamos la interpenetración conceptual del término:

1- Organización gramatical de los enunciados del discurso.

2- Forma lingüistica de expresión en que se concreta el discurso.

3- Discurso materializado en escritura.

4- Objeto escrito, de diverso carácter, equivalente a 'libro' que se usa para


estudiar: "un texto de matemáticas".

4. LA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA.

Las condiciones extratextuales de producción de un texto dejan huellas en los


discursos. Algunas de esas condiciones consisten en otros textos ya producidos.
"Todo texto es absorción y transformación de una multiplicidad de textos".
Podemos ver que el texto, a su vez, es el punto por el que pasan diversos
discursos sociales. Por eso el sentido de un texto no es algo fijo y tangible. Varía
de lectura en lectura; se recrea y se reescribe. Por esa razón encontramos más
sentidos en un texto cuando más indagamos en él y en los enunciados y sus
relaciones con el mundo.

Cualquier texto puede ser leído desde una perspectiva sociológica, un video, un
programa de TV, una película, un mensaje publicitario, no sólo atendiendo al
sentido que encierra sino en cuanto a las condiciones y a cómo ha sido
producido. Nos referimos a la materia significante: palabras, imágenes, sonidos y
a los aspectos técnicos: contexto histórico. intencionalidad, estrategias
discursivas empleadas para alcanzar ciertos efectos.

5. LA INTERACCIÓN DE FACTORES EN EL TEXTO.

a. El autor:

Éste realiza un trabajo del lenguaje, empleando técnicas de construcción, con


una retórica propia capaz de hacer verosimil y comunicable el mensaje al lector.
Ese autor queda codificado, semiotizado en el texto, se hace visible en su
escritura y está presente en el enunciado.

b. El texto:

Mensaje literal, coherente y autónomo, permanente e inmodificable, trasciende


a su creador. Una vez creado el texto, el autor queda fuera de él, es un objeto.
Dicho objeto queda a la espera de ser actualizado, reelaborado, reescrito:
espera ser leido por alguien, un lector.

Según Umberto Eco, el texto es un mecanismo perezoso que es actualizado por


el lector. La significación textual depende no sólo de las marcas dejadas por el
destinador (autor) en su discurso sino de la interpretación que de ellas haga el
destinatario (lector). Se trata del lector cooperante.

c. El lector:
El lector realiza un trabajo de lectura, exigido por el texto para que éste llegue a
ser tal. Si no aparece el lector de carne y hueso no hay texto, porque el texto
reclama la mediación necesaria del trabajo de lectura para existir.

De lo dicho se desprende que entre el Autor y el Texto, como así también entre
el Texto y el Lector existe una relación dialógica.

LA FUNCIÓN ESTÉTICA Y LA LITERATURA

Dentro de un texto podemos encontrar que componentes diferentes, en cuanto a


naturaleza y procedencia, coexisten en tensión por su diversidad estética y sociológica.

Justamente el texto se define como producto de estos entrecruzamientos discursivos.


Formales y funcionales. En cuanto a lo literario, surge del predominio de una función. La
función esteuca, sobre el resto de las funciones copresentes en el espacio texto.

Definir a un texto como literario supone reconocer que existe un predominio de la función
estética sin que ello signifique excluir la actividad simultánea de otras funciones. Los otros
hechos de la vida social, los que no están integrados en la esfera del arte, también tienen
la posibilidad de incorporar la función estética ya que no existiría un límite fijo entre lo que
es propio de la esfera estética y lo que está fuera de dicha esfera.( Jan Mukarovsky, 1977,
Escritos de estética y semiótica del arte, Gustavo Gilli, Barcelona). Según este autor el
concepto de función estética es más abarcador que el de arte, y por eso puede estar
presente en diversas prácticas que se definen por una función o un haz de funciones
predominantes: pragmáticas, éticas, religiosas, politicas, etc. Como se dijo.

Desde esta perspectiva, no existen objetos que por sus características, rechacen la función
estética. Y cualquier práctica puede eventualmente reestructurar el sistema de sus
funciones para admitir la estética.
La función estética, si bien es dominante en el arte, puede estar presente en otros
discursos y prácticas sociales, aunque subordinada a otras funciones tales como la moral,
la política. La religiosa, etc.

Es muy importante la posición que adoptan los sujetos en relación con la función estética
porque según eso, en cada momento histórico la vida social limita el espacio que se le
concede a la función estética y al arte o le concede un espacio relevante.

La función estética no puede ser reificada como rasgo sustancial de un objeto. Un objeto
no tiene implícito en su esencia el ser o no ser estético. Porque la función estética es
siempre una relación. Y su ubicación cambia y su esfera se amplía o se reduce en relación
con los niveles sociales, el sexo, la edad, el tipo de comunidad artistica y su relación en
términos globales con la sociedad.

La función estética es dominante en los textos que una sociedad acuerda, arbitrariamente.
Considerarios literarios. La conciencia colectiva, ese lugar donde se encuentran diversos
sistemas de fenómenos culturales, como el idioma, la religión, la ciencia, la política, es la
que acepta o rechaza ese predominio.

En los textos escritos, y en la literatura considerada culta, la función estética ocupa un


lugar diferente del que ocupa en las producciones populares y orales. También influye las
relacione sociales entre escritores y público. Si esas relaciones se modifican. Hacen variar
el espacio de la función estética. Considerado históricamente, ese espacio de la función
estética es más un espacio virtual que un lugar preestablecido.

Como ejemplo de control de la función estética por otras funciones mencionamos el arte
religioso. Aquí existió no sólo control sino conflicto porque la función estética,
peligrosamente vinculada a los sentidos, estaba subordinada a la función religiosa y moral.
Así como este caso, hay muchos otros periodos, en los cuales se vio que la literatura
estaba obligada a justificar su lugar social incorporando aspectos morales, pedagógicos o
religiosos a lo propiamente literario.

La función estética no tiene limites y puede, incluso, ocupar toda la estructura del objeto.
Por ejemplo, en las poéticas del arte por el arte, que proclaman la autonomía radical de la
función estética. En estos casos, la función estética anula las funciones emocional y
comunicativa. Por cierto, que esto sucede en algunos momentos de la historia literaria que
se pueden señalar, como por ejemplo, la escuela parnasiana, en Francia, en el siglo XIX,
que preconizaba el arte por el arte. Pero por largos períodos la función estética no llega a
anular las otras funciones; sino que prevalecen diferentes formas de transacción,
coexistencia y hegemonía.

PROBLEMÁTICA DEL DISCURSO


BENVENISTE, EMILE(1966). Problemas de lingüística general, 1971, Siglo
XXI,México. VERDUGO. IVER H., Estrategias del discurso, U.N.de Córdoba,
Córdoba, 1994. Ficha Bibliográfica preparada por la Prof. María Esther Silberman
de Cywiner para la cátedra "Introducción a la Literatura" e "Introducción a los
estudios literarios".

1. EL CONCEPTO DE DISCURSO

Discurso no es un término univoco. Conviene, por lo tanto, acotar el significado


con el que lo utilizaremos.
El discurso se produce mientras expongo estas reflexiones a través de una
actividad de lenguaje denominada actividad del habla o práctica discursiva.
¿En qué consiste esta práctica? En la emisión y recepción de enunciados
constituidos del lenguaje. En el momento en que comienzo a hablar, en el
desarrollo de mi hablar y hasta en el cierre del mismo, procuro establecer una
comunicación. Esta es la primordial función de la actividad del habla.
La actividad discursiva -si es oral-, se acompaña de entonaciones, gestos,
silencios, modulaciones, expresiones de la cara que agregan algo de
significación.
A todo esto ¿de dónde deriva la palabra "discurso"?. Discurso proviene de
discurrir. Mientras discurro voy dando origen al discurso. Sé lo que es discurrir
sólo porque discurro. De igual modo sé lo que es pensar sólo porque pienso.
Podemos dar algunas definiciones elaboradas de lo que es el discurso.
Para Emile Benveniste desde un ámbito lingüístico "el discurso es la lengua
asumida por el hombre que habla y en la situación de intersubjetividad única
que hace posible la comunicación lingüística". Es discurso "toda comunicación
que supone un locutor y un receptor, y en el primero, la intención de influenciar
al otro de alguna manera". Según esto, el discurso está siempre en una situación
comunicativa precisa, vinculado a una situación de enunciación concreta.
Para I. H. Verdugo, 1994 (Estrategias del discurso, U. N. de Córdoba, Córdoba,
Argentina) el discurso es una actividad, una practica social entre interlocutores
que sirve para discurrir y manifestar lo discurrido con algún fin. Dicha actividad
tiene lugar en determinada situación. por medio del lenguaje, en un proceso de
significación verbal y paraverbal, portador de sentido. En otras palabras,
"Discurso es el producto verbal y paraverbal de la práctica discursiva o actividad
del habla".

En este punto estamos equiparando actividad del habla con práctica discursiva.
Ello es: lo hablado, lo dicho, lo manifestado, lo expuesto y lo implícito.
Podríamos considerar que "sé lo que es discurrir sólo porque discurro, de igual
modo que sé lo que es pensar sólo porque pienso".
A su vez, mientras fluye el discurso, nos convoca nos instaura como emisores,
locutores, enunciadores, por una parte. Y por otra, como destinatarios,
alocutores, enunciatarios.
Cuando comienzo a hablar se produce un cambio de situación que nos afecta a
todos: nos ubicamos como interlocutores cuando abandonamos la práctica que
nos ocupa.
El discurso que comienza y fluye nos convoca y nos instaura como Emisores,
Locutores y enunciadores, por una parte, y por otra, en Destinatarios, alocurores
y enunciatarios. Es decir, que las funciones se intercambian dentro del proceso
de comunicación, y el Emisor pasa a ser destinatario y así sucesivamente.

2. De la enunciación y el sujeto de la enunciación

Decimos que según Benveniste "El discurso es la lengua asumida por el hombre
que habla". Es decir que se refiere a un acto individual, a la puesta en marcha,
en acción o un acto de lengua por el cuál un sujeto de apropia de ella (la lengua)
y la introduce en su habla

¿Que significa esto? Aparece por un lado lo que consideramos "el sistema de la
lengua" como lo paradigmático, el modelo a partir del cual se realiza el proceso
discursivo o la práctica discursiva. Dicho sistema de la lengua adquiere sentido
en el proceso al que lo somete el sujeto que habla o enuncia.
Porque en el acto de enunciar propiamente tenemos la "enunciación"

2.1 Enunciación
"Puesta en funcionamiento de la lengua por un acto individual de utilización" (E.
Benveniste) Es el acto de producir el enunciado, no es el texto del enunciado. Es
la elaboración del texto, el conjunto de estrategias de las que hace uso el
ejecutor. Podemos decir entonces que la enunciación es la instancia donde se
efectúa la transformación, el acto por el cual se pasa del modelo de la lengua al
modelo de la "gramática", el "paradigma" al "enunciado", que esta realizado con
un estilo personal, con una retórica autoral, como el habla, realizado
sintagmáticamente (única cadena de sintagmas). Lo paradigmático se da en un
eje vertical (de la lengua al habla);lo sintagmático se da en un eje horizontal
(como suceden las palabras, frases, oraciones, enunciados, yuxtapuestos en un
orden lineal o temporal según se trate de un discurso oral o escrito).
La enunciación pone de manifiesto los procedimientos formales que dan origen
y organizan el discurso. Porque la noción enunciativa es la posibilidad que tiene
el enunciador de definir o producir un discurso a la vez que define al que
escucha a su interlocutor.
Tanto la enunciación como el enunciado forman parte de un mismo proceso. No
tenemos cómo analizar el proceso mismo de la enunciación sin hacerlo en el
"enunciado", que es el producto de ese proceso. Es difícil estudiar directamente
el acto de producción, la acción enunciativa. Por lo cual tratamos de señalar y
describir las huellas del acto en el producto: en otras palabras, las marcas de
irrupción del enunciado de los diferentes elementos que intervienen en el acto
de enunciación.
Al analizar la enunciación, nos interesamos por todo aquello que señala al sujeto
de la enunciación. Las marcas que deben buscarse para tal fin son la persona
gramatical, el tiempo y el espacio . Dichas marcas están presentes el los
indicadores tales como los "pronombres", los "modos verbales y los tiempos",
los " adverbios ", todo lo cual nos reenvía constantemente al momento
enunciación.
El "yo" (o "nosotros") marcaría el sujeto de la enunciación, pero al mismo tiempo
puede señalar al " yo" como sujeto del enunciado. Por ejemplo, en un relato
autobiográfico, donde quien narra y de quien se narra son una misma persona
gramatical, "yo". El "tú" se opone al "yo". Es un "no yo" pero necesario para la
descripción del "yo". A su vez, el "yo" y el "tú" se oponen al "él" que no define a
ninguna persona.

A. El tiempo por excelencia de la enunciación es el presente, sin que se excluya


al Pretérito Perfecto y el futuro imperfecto. Este tiempo presente expresa el
tiempo en que se está, tiempo en que se habla o escribe. Para Benveniste, este
presente marca la coincidencia del acontecimiento descripto con la instancia del
discurso (acto de enunciación) que lo describe.
El sujeto de la enunciación puede aparecer y mostrarse. Pero puede tratarse de
un sujeto que se borra y desaparece, o bien que no aparece a través de un "yo"
sino que se manifiesta como interferencias de la voz que se entromete en la
narración para valorar, juzgar, dar imagen de si, de sus propios juicios e
ideologías
Poder determinar en un texto literario quién es el que enuncia, o desde dónde
se genera la enunciación que determina el discurso, ayuda para establecer la
ideología del texto, atendiendo a lo contextual y a las circunstancias
enunciativas, así como al espacio de interdiscursividad que se establece por el
entrecruzamiento de diferentes enunciados que proceden de campos diversos
(publicidad, arte, política, ciencia, etc.).

La presencia de los adverbios de tiempo y lugar (ahora, aquí, ya, en este lugar,
etc.) se correlacionan con la primera persona gramatical (yo/nosotros). Por
ejemplo: "Hoy es el día más feliz de mi vida, te escribo estas líneas desde este
lugar maravilloso". En este ejemplo el sujeto ("yo") está sobreentendido. Se
refiere a su destinatario ("te") y alude al lugar y tiempo de la enunciación "hoy"
(respondiente a la fecha que lleva la carta) y "este lugar" (que se refiere a Suiza,
desde donde envía su carta)
En consecuencia, el discurso como práctica social se produce a través de la
práctica discursiva o actividad del habla cuya primordial función es la de
establecer una comunicación, la emisión y recepción de "enunciados"
constituidos de lenguaje.
Dicha práctica discursiva puede ser oral. En ese caso se acompaña de
entonación, de gestos, de silencios, de interpretaciones, de expresión del rostro.
Todo ello sumado a la palabra agrega algo de significación.

También podría gustarte