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TEMA 5: LA LENGUA LITERARIA

Cronológicamente hubo varias aproximaciones a la lengua literaria porque los filósofos y


teóricos que se han ocupado de la literatura han tenido distintas reflexiones sobre ella. En la
Poética, Aristóteles dice que la poesía surge porque el ser humano tiende a imitar la realidad
(mímesis). En cuanto a la lengua literaria, dice que tiene que ser un lenguaje elevado pero
claro, ya que se ocupa de la tragedia, que es un género de prestigio en el que se representan a
seres humanos cultos. Este lenguaje literario empieza a adoptar características de menos
calidad cuando la retórica abandona ese esquema de las cinco partes y se centra en el elocutio.
Entonces, el lenguaje se vuelve más adornado y figurado.

En los siglos del humanismo (XV, XVI) hay una vuelta a la poética. En los siglos XVIII y
XIX, Schelling habla de la literatura como portadora de conocimiento, de ideas (símbolos).
Afirma que el arte no solo sirve para deleitar, sino que también para transmitir ideas. Gracias
a esto se vuelve a poner a la poesía a la misma altura que la filosofía. Surge la corriente de la
estética, que se encarga de la lengua literaria (del estilo, de ese estilo bello). A partir del siglo
XIX surge el Romanticismo y hay una aceleración de estrategias para trabajar con la
literatura, una pluralidad de concepciones y surgen nuevas teorías. Con las vanguardias,
específicamente con el dadaísmo, el lenguaje como vehículo de comunicación desaparece y
se convierte en signos verbales que no tienen sentido más allá de lo que son.

A finales del siglo XIX la lengua literaria se basa en el estudio de la lingüística. El estudio
lingüístico de la lengua literaria nos permite acercarnos a la literatura. El formalismo ruso se
ocupa de las características formales del texto.

¿Cuál es la naturaleza de los textos literarios? ¿Cómo podemos definirlos, con qué
características?

Podemos decir que hay dos principios en los que nos basamos, esto es, que nos permiten ver
si un texto es literario: escritura (el hecho de que están fijados) y belleza (son bellos, con
lenguaje especial y adornados, con figuras literarias). Estos dos principios pueden estar
combinados, aunque no siempre lo están. Los textos pueden ser escritos pero no bellos y
también bellos pero no escritos. Además, existen textos que no son literarios pero están
escritos y son bellos (anuncios, canciones, una carta, el discurso de fin de grado…)

Otro problema que surge cuando estamos ante obras literarias es que la literatura es un
conjunto de obras muy dispares, un conjunto muy heterogéneo (ejemplo: tanto un soneto, que
es corto, como una novela, que es larga, son literatura).
¿Qué material es entonces la materia prima de la literatura?

En la música, la materia prima es el sonido. En la pintura se construye el mensaje con los


colores. El sonido y los colores no significan por sí solos.

El material básico que usa la literatura es la palabra. Mientras que la palabra es una
construcción del ser humano, el sonido y los colores están en la naturaleza. Además, las
palabras sí tienen un significado por sí solas. El tener un significado propio complica su
combinación con otras palabras. Cada palabra tiene su significado propio, pero combinadas su
significado cambia: le damos un sentido provisional (basado en nuestros conocimientos) a lo
que leemos y lo vamos matizando conforme avanzamos.

Lenguaje cotidiano vs. lengua literaria

La escritura es la manipulación del lenguaje y el aprovechamiento de las posibilidades


para construir el mensaje, siempre dentro de unas reglas establecidas, que son el contorno
semántico y las estructuras sintácticas de la lengua. Si manipulamos las palabras y así
llegamos a nuestro objetivo, podemos diferenciar el lenguaje cotidiano.

En el lenguaje cotidiano las palabras (signos) tienen un significado unívoco, claro y trivial.
Podemos decir que estos signos son transparentes. Las palabras son útiles en la medida que
designan algo con precisión. Como son unívocas son útiles para la conversación y apenas
nos fijamos en el significante, es más importante su significado. No obstante, en el lenguaje
estético/literario los signos son opacos. Hay una disociación/desdoblamiento entre
significante y significado: no solo importa lo que se dice, sino cómo se dice: las palabras
pueden adquirir significados que no son los suyos, se pueden romper las reglas de sintaxis,
pues lo importante es es la forma.

Aunque el lenguaje literario nos presenta realidades y puede abarcar realidades externas (se
produce una ficcionalización de la realidad, la literatura es ficción) no nace para informar
mientras que el lenguaje cotidiano sí. Leemos como literarios textos que surgieron con el
propósito de informar, pero en aquel momento no eran literarios y que además ahora han
perdido su función de informar.

En el lenguaje literario es algo más de la suma de palabras las que componen el mensaje. Los
significados son ambiguos, no unívocos como en el lenguaje cotidiano, lo que permite
distintas interpretaciones. Hay implicaciones culturales en el lenguaje literario: sus
cualidades extraescénicas nos permiten entender los textos literarios. Esto hace que muchos
textos sean difíciles de traducir, se habla de la intraducibilidad de la literatura, pues se pierde
material en la traducción.

Jakobson: ¿cuáles son los procedimientos de la lengua literaria?

Emisor: cualquier fenómeno que transmite el mensaje.


Receptor: destinatario que recibe e interpreta el mensaje.
Código: conjunto de signos que se rige por algunas reglas. Emisor y receptor tienen que
compartirlo para que se produzca la comunicación.
Mensaje
Canal: medio por el que se transmite el mensaje. Natural (aire) o artificial (papel).
Contexto: situación que rodea al acto de comunicación, pueden afectar características tanto
lingüísticas como extralingüísticas.

Funciones del lenguaje de Jakobson

- Función expresiva/emotiva: vinculada al emisor, porque la información pasa a segundo


plano, se enfatiza la actitud o sentimiento del hablante con respecto a lo que está diciendo. Esta
función está más presente en el lenguaje cotidiano.

- Función apelativa: vinculada al receptor, porque el emisor intenta influir en la conducta del
oyente, en la respuesta del receptor. Esta función está muy presente en el lenguaje publicitario.

- Función poética: vinculada al mensaje. Tiene objetivo estético. Jakobson dice que es la
función propia de la literatura. Esta función no solo aparece en la literatura, puede aparecer en
el lenguaje cotidiano, publicitario, etc.

- Función fática o de contacto: vinculada al canal. Esta aparece cuando en el lenguaje


intentamos prolongar el lenguaje entre emisor y receptor. La encontramos en el lenguaje de
cortesía. Cuando se trata de lenguaje coloquial, esta función solo se usa para mantener la
conversación (“small talk”).

- Función metalingüística: vinculada al código. En este caso el código funciona como


contexto porque hablamos de la lengua usando la lengua. Esta función aparece en contextos
académicos (gramáticas, diccionarios).

- Función referencial: vinculada al contexto. Se considera “no marcada” porque no usa tantos
elementos lingüísticos como las otras funciones. El contexto nos sirve para ver que el mensaje
contiene la información más objetiva posible sobre una realidad extralingüística. Nos acerca a
la objetividad. Es propia del ámbito de la investigación científica/técnica, donde no puede
haber confusión (ejemplo: instrucciones de una nevera, en cómo funciona una célula).
En la poética (función principal del mensaje) importan los significantes, importan las formas
(dormir no es lo mismo que dormitar). La función poética lleva a lo que conocemos como el
principio de equivalencia:

En el lenguaje coloquial puede haber todo tipo de combinaciones. En el lenguaje coloquial el


principio de equivalencia está en el eje de selección porque los signos son transparentes, lo que
nos importa es lo que significan y que el lenguaje cale.

En la lengua literaria tenemos en cuenta no solo el significado sino también el significante, la


forma. La equivalencia pasa al eje de combinación. No es lo mismo decir muchacho descansa
que retoño reposa.

¿Qué es la retórica?

Es la disciplina que se ocupa de la práctica de crear discursos, de la oratoria como tal. Su


objetivo es convencer, esto es, persuadir usando la palabra. La retórica tiene dos
componentes básicos: res (cosas) y verba. En cuanto a los objetivos secundarios de la
retórica, para persuadir tenemos que captar la atención del público y luego mantener esa
atención, esto es, que el público se adhiera a los argumentos que estamos dando, a nuestra
opinión.

La retórica es una de las artes liberales (artes ejercidas por seres humanos libres). Desde el
siglo V d.C. Marciano Capella divide las siete artes liberales en dos bloques en De Nuptiis
Philologiae et Mercurii:

- Quadrium: son las disciplinas en relación con las matemáticas. La aritmética (estudia los
números), la geometría (estudia los ángulos, las figuras), la astronomía (estudia los astros, las
estrellas), la música (estudia los tonos, los cantos).

- Trivium: relacionadas con la elocuencia. La dialéctica (cuyo objetivo es buscar la verdad


usando la razón), la gramática (su material es la lengua, la gramática ayuda a organizar esas
palabras, a crear el discurso), la retórica (arte de crear discursos, usando figuras y tropos para
que este sea bello, junto con la gramática y la dialéctica ayuda a crear un discurso
convincente).

La retórica y la poética

Originalmente, la poética ha buscado deleitar y la retórica ha buscado convencer. Ambas


tienen los mismos procedimientos (usan la lengua, la embellecen…) pero tienen objetivos
distintos.

No todo texto retórico es literario (ejemplo: textos políticos). No todo texto literario era
retórico en la Antigüedad Clásica, pero llega un momento (medievo) en el que todo texto
literario es también considerado retórico.

La retórica y la dialéctica

La dialéctica es la construcción de razonamiento lógico. Por tanto, la retórica usa la


dialéctica como una herramienta de construcción de discursos (no solo bellos, sino de
coherencia lógica).

La retórica y la semiótica

La semiótica es la disciplina que estudia los diferentes sistemas de signos. Estudia las
relaciones entre código y mensaje y entre signo y discurso. Se divide en tres subdisciplinas:

- Nivel semántico: disciplina de la semántica, disciplina que pone en relación significante


y significado (texto-causa).

- Nivel sintáctico: disciplina de la sintaxis, disciplina que pone en relación los distintos
signos o la configuración interna del texto.

- Nivel pragmático: disciplina de la pragmática, disciplina que relaciona el texto con su


referente extralinguistico, con su contexto. Nos permite comprender la forma en la que se
interpretan los signos.

La relación entre retórica y semiótica tienen una relación muy estrecha, la cual va sobre todo
a la pragmática. Si la pragmática es un acto comunicativo, al igual que la retórica usa la
dialéctica para crear discursos, usará también la pragmática como herramienta para ello.

Cinco partes de la retórica

1) Inventio: búsqueda de ideas (argumentos) para la argumentación. Según los preceptos


clásicos, es necesario que estas ideas sigan el principio de verosimilitud para que el discurso
sea lógico, coherente.

2) Dispositio: ordenamiento de las ideas que hemos obtenido en el inventio.


3) Elocutio: dar una forma lingüística a los argumentos, a las ideas. En esta fase, tenemos que
tener en cuenta qué queremos conseguir, para lo que hay que seguir el discurso de adecuación,
después el principio de corrección (que sea correcto), después la claridad y finalmente le
podemos añadir el adorno (por ejemplo, figuras retóricas).

4) Memoria: memorización del discurso. Si conocemos y entendemos los argumentos, la


memoria sirve para improvisar. Ayuda a memorizar: utilización de imágenes, rima, ritmo, etc.

5) Actio: pronunciación del discurso, es decir, la puesta en práctica de un discurso. Tiene una
parte de dicción, pero se apoya también en una parte no verbal, de acción física (gestos,
movimientos corporales…).

Las cuatro partes del discurso (o dispositio)

1) Exordio/Proemio: apertura, introducción. Su objetivo es captar la atención del público y


luego ganarse su benevolencia.

2) Narratio: exposición de la causa que nos lleva a presentar los hechos ante el público (sería
la anécdota en las TEDtalks). En esta parte podemos encontrar tres virtudes del discurso:
brevedad, claridad y verosimilitud (da igual si la historia es verdadera mientras que sea
verosímil, creíble).

3) Argumentatio: exposición de los argumentos que apoyan lo que queremos transmitir.


Podemos argumentar probando nuestra tesis pero podemos también refutar argumentos que
van contra nuestra tesis.

4) Peroratio/Epílogo: recapitulación del discurso. Existen dos salidas: defender lo que se ha


dicho o criticarlo.

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