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ÍNDICE
1.- INTRODUCCIÓN
1.1 Periodización
1.2 Características generales
4.- LA ÓPERA
4.1 El nacimiento de la ópera
4.2 La monodia
4.3 La camerata fiorentina
4.4 Las primeras óperas
4.5 La escuela Romana
4.6 La escuela Veneciana
4.7 La escuela Napolitana
4.8 Ópera seria-ópera bufa
El hombre del Barroco vive una época de crisis, tanto económica como espiritual,
debido a una recesión económica importante y al drama que supone la
desmembración de la Iglesia en protestantes y católicos.
Continúa vigente una fuerte actividad de mecenazgo que hará que artistas y
músicos trabajen para Reyes, instituciones religiosas o instituciones con poder.
El arte barroco se origina en Italia, aunque pronto se difunde por toda Europa. Su
estilo es muy expresivo, con un gran sentido de lo dramático y caracterizado por la
importancia de la ornamentación.
Una novedad será desde finales del siglo XVII la apertura de salas de conciertos
públicos a las que se accederá pagando una entrada. La burguesía participará
activamente de la vida musical.
Los musicólogos más importantes coinciden en hablar de tres períodos dentro del
estilo barroco, pero hay divergencias en las fechas. El musicólogo alemán Manfred
Bukofzer estableció estas subdivisiones en su obra La música en el Barroco: de
Monteverdi a Bach:
1 Barroco inicial (1580-1630)
La música vocal del Barroco fue de gran importancia, tanto en el terreno profano,
donde asistiremos al nacimiento de la ópera, como en el ámbito religioso, en el que
se desarrollan formas capitales como el oratorio, la cantata o la pasión, bajo el
influjo de la ópera.
Contra lo que puede parecer, el hecho de salir del período de oro de la polifonía
vocal, no va a hacer que se pierda interés por la música vocal, lo que ocurre es que
cambia el tipo de interés que tiene el público. A partir de ahora lo que busca el
público es el cantante que canta de memoria en un pequeño conjunto o
acompañado por algún instrumento. Como podemos observar es la oposición
perfecta a los grandes coros renacentistas que cantaban sin acompañamiento
instrumental.
La música vocal del primer Barroco estuvo entre dos estilos: persistencia del estilo
antiguo, del estilo polifonista renacentista y el nuevo estilo, basado en la monodia
acompañada y el bajo continuo.
Quizá el compositor que refleja de manera más clara la evolución compositiva
durante estos años es Claudio Monteverdi y sus libros de madrigales.
Los primeros 4 libros están escritos siguiendo los cánones de la polifonía
renacentista. Sin embargo, el V libro de madrigales ya presenta algunas
composiciones con continuo. Y en sus libros sexto, séptimo y octavo (1614-1638) se
alejó aún más del ideal renacentista polifónico de voces equilibradas y adoptó
estilos más novedosos que enfatizan la melodía, la línea del bajo, el apoyo armónico
y la declamación personal o dramática.
● Arioso: Es una forma para voz solista, a medio camino entre el recitativo y el
aria, de naturaleza narrativa y el aria.
● Aria: significa aire y son las partes con una melodía más clara, que contrasta
con el recitativo. Recitativo y aria constituyen la base del estilo representativo.
A la hora de hablar de las principales formas vocales profanas del Barroco, la ópera
es, sin duda, la forma por excelencia. Sin embargo, es preciso comentar otras
formas que no por ser más pequeñas dejan de tener importancia.
3. 1 El madrigal
El madrigal fue la principal forma polifónica vocal profana del Renacimiento (S. XVI).
Para esta forma compusieron grandes compositores: Orlando di Lasso, Palestrina,
Gesualdo, Marenzio o Monteverdi.
Los madrigales del Renacimiento estaban compuestos para 4, 5 o 6 voces, en
lengua italiana y en estilo polifónico horizontal. Debemos señalar que un claro
antecedente de esta forma fue la frottola, canciones polifónicas sencillas, de
carácter silábico sobre asuntos eróticos o satíricos.
Pero a finales del S. XVI se observa una clara transformación del madrigal. El
desarrollo de la monodia acompañada acabó con el madrigal renacentista ya que se
acaba con el equilibrio de las voces y da pie a la primacía de la voz superior y bajo.
Además, el compositor de principios del S. XVII se da cuenta de la gran dificultad de
traducir los afectos, los sentimientos a través de un coro polifónico. Éstos sólo
podían transmitirse a través de una sola voz. Por eso en muchos de los madrigales
que se componen con el nuevo estilo barroco, las voces fueron sustituidas por
instrumentos, a excepción de la voz superior, convirtiéndose así en el Solo
acompañado.
Sólo esta última etapa del madrigal, con Monteverdi o Marenzio, pertenece a la
música barroca.
3.2 La canción
El canto fue introducido en las prácticas religiosas desde los primeros tiempos de la
cristiandad. En los S. XII y XIII, los trovadores y ministriles comenzaron a extender
el canto profano. También se conoce la existencia de cantores profanos anteriores a
la cristianización de los pueblos germánicos: los escaldos escandinavos y los skops
germánicos.
En Francia la canción se denominó air, y solía estar acompañada por laúd o bajo
continuo, de gran gusto y refinada perfección.
En Inglaterra fue muy popular la canción con laúd, que también se denominó air,
pero a partir de 1630 comenzó a desarrollarse otro tipo de canción con continuo,
que en ocasiones también era interpretado por el laúd.
Los compositores más relevantes fueron Blow, Wilson y, como no, Purcell.
4.- LA ÓPERA
La ópera es una obra para la escena en la que el canto, en forma de recitativo secco
o expresivo, arioso o aria, las partes instrumentales (obertura y ritornellos), la danza
y la escenografía, unidos por un texto de una obra dramática (libreto), constituyen
una obra-espectáculo que se representa generalmente en los teatros.
Aunque las primeras obras que ahora denominamos óperas nacieron en las
postrimerías del S. XVI, la asociación de drama y música se remonta a épocas muy
antiguas.
4. 2 La Monodia
Para los músicos y teóricos del Barroco, la nueva música, la monodia acompañada
(seconda prattica) no era sino recuperar la tradición más genuina representada por
la música griega de una sola voz o al unísono.
Asimismo, la teoría griega que reconocía un “ethos musical” específico a cada modo
musical parecía estar de acuerdo con la idea de que la música debía mover los
afectos, las pasiones.
En ella el recitativo domina claramente la escena, hay una ausencia casi total de
coros, no hay partes instrumentales ni polifonía.
Tras la creación de la ópera en Florencia, la ciudad de Mantua ocupó el primer
puesto en el terreno operístico con la representación en 1607 de la ópera Orfeo de
Monteverdi.
En Monteverdi, la ópera se convierte en algo vivo. Frente a la uniformidad de
procedimientos en los florentinos, se opone una gran variedad formal y expresiva.
Utiliza recitativos cargados de expresión lírica. También usa coros y el
acompañamiento instrumental es de gran variedad y calidad. Y sobre todo, en Orfeo
destacó el fenomenal tratamiento que dispersa a la orquesta.
4. 5 Escuela Romana
4. 6 Escuela Veneciana
A mediados del s. XVII será Venecia la que recoja la herencia operística romana. En
esta ciudad se abrió en 1637 el primer teatro público de ópera, al que seguirán otros
ocho teatros en el corto espacio de 50 años. Venecia se convirtió así en la capital
operística de Italia hasta finales del S. XVII y los compositores venecianos o
formados bajo las directrices de esta escuela fueron los responsables de la difusión
de la ópera italiana en las ciudades del sur de Alemania.
Para Venecia Monteverdi escribió sus dos últimas óperas: El retorno de Ulises
(1641) y La coronación de Popea (1642). Esta última obra es para la mayoría de los
críticos su obra maestra.
Es verdad que carece de la variedad de timbres orquestales de su Orfeo, pero
descuella en la fina expresión de los sentimientos humanos.
4. 7 Escuela napolitana
● En Nápoles encontró forma definitiva el llamado bel canto, del cual se derivó
un gran desarrollo de la técnica vocal, aunque al mismo tiempo, el cantante
buscaba su lucimiento personal y, en muchas ocasiones, la música quedaba
subordinada a los caprichos de aquel.
● El estilo napolitano estaba más preocupado por la elegancia exterior que por
la fuerza y veracidad dramática. Pero esta debilidad dramática se salvaba
gracias a la belleza de su música.
A. Scarlatti compuso 114 óperas entre las cuales destacaron las tituladas Mitrídate,
El triunfo del honor o Griselda.
La acción se centraba en los recitativos, con preferencia por el recitativo secco, y las
arias se reservaban para las incursiones líricas, para los sentimientos y emociones,
con preferencia por el aria da capo, que vivió su época dorada.
Esta ópera seria quería despojar a los dramas musicales de las extravagancias y los
argumentos enrevesados, con un estilo más sobrio.
El nacimiento de la música barroca en Francia fue muy lento, debido al respeto que
se tenía en este país por la tradición. Y si la ópera en los países de la Europa
occidental había sido aceptada hacia finales del s. XVII y comienzos del s. XVIII, en
Francia, NO.
A partir de 1670, Robert Cambert se esforzó por crear una ópera francesa, uniendo
elementos italianos y franceses. Así, en 1671 nació la primera ópera francesa,
Pomona.
Jean B. Lully fue un italiano (florentino) que llegó a París a temprana edad. Se
distinguió como violinista, bailarín y comediante pasando a la corte de Luis XIV,
donde organizó su propia orquesta, “Los 24 violines del Rey”. Aprovechando su
situación privilegiada junto al rey, asumió el cargo de superintendente de la música
del rey, cerró teatros rivales y creó su propia Academia Real de Música, por lo que
se convirtió en el dictador musical de Francia.
Una contribución original de Lully fue el tratamiento del recitativo pues idear una
declamación musical para la palabra francesa no era tarea fácil. Lully resolvió el
problema estudiando el estilo de declamación utilizado en el teatro francés e
imitándolo lo más estrictamente posible. Su recitativo suele ser silábico y sin
ornamentos.
Otra gran aportación de Lully fue el gran impulso que dio a la orquesta, cuyo
tratamiento, especialmente en el empleo de las maderas, fue admirado en toda
Europa.
Entre sus óperas más importantes hay que mencionar Armida, Perseo o Alceste.
Para finalizar este apartado hemos de indicar que como contrapartida cómica de la
tragedia lírica se creó en Francia una comedia denominada Vaudeville, cuyo origen
se encuentra en los comediantes italianos que en época de Lully representaban
comedias populares. El vaudeville incluía diálogos hablados y su música era de
carácter popular. Después de 1715 se le conoció como opera comique.
6.- LA ÓPERA EN INGLATERRA
La ópera en Inglaterra tuvo una carrera breve durante la segunda mitad del S. XVII.
Otro compositor inglés de óperas fue Haendel. Éste nació en Alemania pero forjó su
estilo operístico en Italia. Allí vivió durante cuatro años donde conoció a Corelli y a
los dos Scarlatti. Viajó con frecuencia a Inglaterra y cuando el elector de la corte de
Hannover se proclamó rey de Inglaterra con el nombre de Jorge I, se estableció
definitivamente en Londres donde consiguió la nacionalidad.
Haendel escribió casi 40 óperas serias, de estilo italianizante. Las óperas más
famosas son Rinaldo, Julio César, Radamisto o Admeto.
A pesar del predominio de la moda italiana en las cortes alemanas del s. XVII,
algunas ciudades mantenían compañías del país y representaban óperas de
compositores nativos. El centro más importante fue Hamburgo, donde se inauguró el
primer teatro público europeo fuera de Venecia.
El principal y más prolífico de los compositores del Barroco alemán fue Reinhard
Keiser quien escribió más de cien obras para la escena hamburguesa.
Uno de los rasgos característicos de Keiser, que se debe a su trasfondo alemán, es
su sensibilidad por la naturaleza. En su ópera más famosa, El orgulloso Creso, hay
escenas pastorales que el compositor trató con una frescura y naturalismo raros en
la ópera italiana de la época.
La primera ópera que se representó en España fue La selva sin amor, de Lope de
Vega. No se sabe nada sobre la música ni su autor.
Habría que esperar más de 30 años para que apareciera una nueva ópera. Ésta
sería La púrpura de la rosa (1660), con texto de Calderón de la Barca y música, que
se ha perdido, de Juan Hidalgo.
Ese mismo año y, de los mismos autores, será la primera ópera que nos ha llegado
con música y texto: Celos aún del aire matan. Musicalmente es una sucesión de
arias y recitativos con intervenciones intercaladas de coros.
Probablemente no tuvo mucho éxito pues, tras ella, Calderón no volvió a componer
obras totalmente cantadas.
La música sacra del primer Barroco sufrió una crisis estilística precipitada por el
nuevo estilo afectivo. La música religiosa, aunque conservadora por naturaleza, se
vio afectada por las numerosas innovaciones de principio de siglo: la monodia, el
bajo continuo, los coros múltiples, el tratamiento concertato de las voces e
instrumentos…
Como consecuencia de ello, durante el s. XVII se oponían dos estilos diferentes:
uno conservador (estilo antiguo o primma prattica), que tomaba como modelo la
polifonía renacentista de Palestrina y otro progresista o estilo moderno.
Muchas veces, ambas tendencias se manifestaban en un mismo compositor:
Monteverdi fue un claro ejemplo. Compuso tanto en estilo antiguo como en el estilo
moderno con una maestría inigualable.
Subsistirán las formas religiosas del Renacimiento como la misa, el motete, salmos,
miseres, pasiones o magnificats. Pero el espíritu operístico de la nueva melodía
acompañada hará que aparezcan nuevas formas: el oratorio, la pasión, la cantata, el
gran motete francés y el anthem inglés.
El hecho más importante dentro de la música religiosa italiana del s. XVII fue la
invención de un nuevo género: el oratorio.
Se trata de una composición vocal-instrumental con partes líricas y dramáticas
sobre textos bíblicos o religiosos de carácter alegórico pero sin escenografía ni
acción. En él intervienen un narrador o cronista, voces solistas, un coro y una
orquesta.
En general, podemos decir que un oratorio es como una ópera sacra pues se
emplean recitativos, arias, dúos, coros, preludios y ritornelos instrumentales pero se
diferencia de ésta en que presenta un tema sacro, aparece un narrador y no están
destinadas a la escenificación.
En Italia:
● Giacomo Carissimi, el cual fijó la forma del oratorio con obras como Jefté, El
juicio de Salomón o Baltasar.
En Alemania:
● Schütz con su oratorio Las siete palabras de Cristo
● J. S. Bach: El oratorio de Navidad, El oratorio de Pascua
En Inglaterra:
Haendel:
● Fue sin duda el gran genio de esta forma, escribiendo un total de 32
oratorios.
● Sus oratorios están marcados por el estilo operístico. Incluso utilizó temas de
sus propias óperas.
● Sus libretos estaban escritos en inglés y esto resultaba gratificante para la
clase media inglesa.
● Todos los oratorios sacros de Haendel, y en especial, los más populares
estaban basados en relatos del Antiguo Testamento.
● Donde Haendel demuestra su mayor maestría es en el tratamiento de los
coros. En éstos combina cuatro influencias distintas: la cantata alemana, la
ópera italiana, la tradición coral inglesa y el oratorio de Carissimi. Sin duda,
Haendel es el dominador de los efectos grandiosos, un compositor que sabe
cómo escribir bien para coro.
● Sus oratorios no deben considerarse como música eclesiástica. Los mismos
están destinados a la sala de conciertos y están mucho más cerca del teatro
que del servicio litúrgico.
● Títulos: El Mesías, Esther (primer oratorio en inglés), Israel en Egipto,
Sansón, Saúl, Judá el Macabeo, …
9. 2 LA CANTATA
La cantata la podemos definir como una composición vocal breve (20-25 minutos),
sobre un tema religioso (también existen cantatas profanas), discontinua en la que
se alternan recitativos y arias para solistas, coros e intermedios instrumentales.
Solían ejecutarse antes y después del sermón, como un comentario lírico del texto
evangélico que parafraseaban.
Entre los precursores de la cantata religiosa alemana hay que citar a Schütz, que
compuso varias cantatas al estilo italiano. Pero, sin duda, la grandeza de la forma
cantata se debe a J. S. Bach.
Se conservan 295 cantatas sacras (dos tercios del total). El resto se ha perdido.
1. Coro de apertura
2. Recitativo
3. Aria
4. Recitativo (o Arioso)
5. Aria
6. Corales
Otros compositores con los que convivió Bach y que es necesario mencionar en
este apartado son:
9. 3 LA PASIÓN
El surgimiento del estilo concertato en el s. XVII nos llevó hacia un nuevo tipo de
Pasión, que se aproximaba a la forma del oratorio y a la que se denominó
Pasión-oratorio.
Este tipo de composición emplea recitativos, arias, continuos, coros y piezas
instrumentales que se prestan a la dramatización, como en una ópera.
Bach compuso un total de cinco pasiones de las que conservamos dos de ellas: La
Pasión según San Juan y La Pasión según San Mateo.
La Pasión según San Juan se caracteriza por la libertad con la que Bach la trata,
pues además de la narración del Evangelio, Bach acudió a textos poéticos
madrigalescos. No existen muchas arias y la extensión de cada una es reducida.
Sin duda, La Pasión según San Mateo es más importante y para muchos es una de
las cimas musicales de todos los tiempos, la apoteosis de la música eclesiástica
luterana.
Escrita para doble coro, solistas, doble orquesta y dos órganos fue ejecutada, por
primera vez, en 1729.
9. 4 Otras formas
La misa
En la producción de música religiosa, la Misa fue otra de las formas más utilizadas
por los compositores junto con las cantatas, pasiones y oratorios.
Durante el Barroco, cabe distinguir tres tipos de Misas:
Durante este período hay que destacar a J. S. Bach con su Misa en si menor o
Antonio Vivaldi con su Missa Sacrum.
Para terminar este apartado de la música vocal sacra es necesario mencionar una
composición de gran trascendencia: la Misa en sí menor, que algunos críticos la
consideran la obra cumbre de su arte.