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Las hormonas son pequeñas moléculas que se producen en las glándulas y viajan por el torrente

sanguíneo hasta que llegan a un órgano cuyas células tienen los receptores particulares para dicha
hormona.

Las gonadotropinas, también conocidas como gonadotrofinas, son un grupo de hormonas formado
por la hormona luteinizante (LH, por sus siglas en inglés), la hormona foliculoestimulante (FSH, por
sus siglas en inglés) y la gonadotropina coriónica (hCG, por sus siglas en inglés).

Las gonadotropinas son hormonas que van a ejercer su función principal en las gónadas, es decir,
en los ovarios y en los testículos. Por lo tanto, las gonadotropinas son importantes para la
regulación y el buen funcionamiento de procesos relacionados con la reproducción femenina y
masculina.

En cuanto a su estructura, las gonadotropinas son glicoproteínas formadas por dos subunidades:
alfa y beta. La subunidad alfa es común para todos los tipos de gonadotropinas (FSH, LH y hCG);
mientras que la subunidad beta es específica para cada una de ellas.

¿Dónde se producen?

La FSH y la LH se sintetizan en la hipófisis en respuesta a la hormona liberadora de gonadotropinas


o GnRH. La GnRH es producida en el hipotálamo de manera pulsátil y estimula la liberación de las
gonadotropinas FSH y LH por la hipófisis. Por este motivo, la regulación hormonal de los procesos
reproductivos la lleva a cabo el llamado eje hipotálamo-hipófisis-gónada.

Tipos de gonadotropinas

Existen varias hormonas que se engloban dentro del término gonadotropinas. A continuación, se
describen cada una de ellas.

FSH

La hormona foliculoestimulante recibe su nombre por la función que ejerce en la mujer


estimulando el crecimiento de los folículos ováricos. Sin embargo, la FSH tiene otras funciones
importantes en la mujer como la producción de estrógenos a partir de andrógenos en las células
de la granulosa ováricas.

Esta hormona permite el desarrollo de una cohorte folicular, de la cual solo un folículo dará lugar a
un óvulo maduro en cada ciclo menstrual. La selección se produce porque, aproximadamente a los
5-7 días del inicio del ciclo menstrual, ocurre una caída en los niveles de FSH. Esto hace que solo
pueda seguir desarrollándose el folículo dominante, mientras que el resto de folículos degenera.

En el varón, la hormona FSH regula la espermatogénesis por su acción sobre las células de Sertoli.

Por otra parte, la FSH se administra durante la estimulación controlada de los tratamientos de
reproducción asistida con la finalidad de aumentar el número de folículos que llegarán a completar
su maduración. LH

La hormona luteinizante es la encargada de producir la ovulación en la mujer. En respuesta al


aumento de estrógenos producido por el folículo dominante, a mitad del ciclo menstrual se
produce un pico en los niveles de LH que desencadena la maduración final del óvulo y su
liberación a las trompas de Falopio por la ovulación.

Tras la ovulación, se produce una luteinización del folículo en el ovario. Este proceso lleva a la
aparición del cuerpo lúteo, que comenzará a secretar progesterona para preparar el endometrio
ante una posible implantación embrionaria.

Por otro lado, la LH también tiene la función de estimular la producción de andrógenos en las
células de la teca ováricas. Estos andrógenos podrán ser convertidos en estrógenos en las células
de la granulosa. Ambos tipos de células (teca y granulosa) se encuentran rodeando al óvulo y
forman parte de los folículos ováricos.

La gonadotropina coriónica humana, gonadotrofina coriónica humana o hCG (del inglés: human
chorionic gonadotropin) es una hormona glucoproteica producida durante el embarazo por el
embrión en desarrollo después de la fecundación y posteriormente por el sincitiotrofoblasto
(parte de la placenta). La hCG también es producida en la hipófisis de los hombres y mujeres de
todas las edades.

La hCG es producida a partir de la capa de células sincitiotrofoblasto. (es la capa más externa del
trofoblasto embrionario, adosada al citotrofoblasto, cuya función es crear anticuerpos endometrio
materno en el desarrollo de la circulación sanguínea, Las células multinucleadas del
sincitiotrofoblasto producen y secretan la gonadotrofina coriónica humana (hCG), que puede ser
detectable aproximadamente a partir de la segunda semana de la gestación)

La hCG se produce en la placenta durante el embarazo. La prueba puede usarse para ver si una
mujer está embarazada. O se puede hacer como parte de una prueba de detección de anomalías
congénitas (de nacimiento).
La hCG también puede ser producida por ciertos tumores, especialmente aquellos que provienen
de un óvulo o de un espermatozoide. (Estos se conocen como tumores de células germinales). Los
niveles de hCG con frecuencia se comprueban en mujeres que podrían tener un crecimiento de
tejido anormal en el útero. Esta prueba también puede realizarse para detectar un embarazo
molar o cáncer en el útero. Es posible que se realicen varias pruebas de hCG después de un aborto
espontáneo para asegurarse de que no haya un embarazo molar. En los hombres, los niveles de
hCG podrían medirse para ayudar a ver si tienen cáncer de los testículos.

La hCG se produce en la placenta durante el embarazo. La prueba puede usarse para ver si una
mujer está embarazada. O se puede hacer como parte de una prueba de detección de anomalías
congénitas (de nacimiento).

La gonadotropina coriónica humana interactúa con el receptor LHCG (receptor transmembrana


que se encuentra predominantemente en el ovario y los testículos) y promueve el mantenimiento
del cuerpo lúteo durante el inicio del embarazo, causando que este secrete la hormona
progesterona. La progesterona enriquece el útero con un revestimiento grueso de vasos
sanguíneos y capilares de modo que este pueda sostener el crecimiento del feto. Debido a su
carga altamente negativa, la hCG podría repeler las células del sistema inmune de la madre, así
protegiendo el feto durante el primer trimestre. También se ha propuesto la hipótesis de que la
hCG podría ser un enlace placentario para el desarrollo de la inmunotolerancia maternal local. Por
ejemplo, las células endometriales tratadas con hCG inducen un incremento en la apoptosis de las
células T (una disolución de las células T). Estos resultados sugieren que la hCG podría ser un
enlace en el desarrollo de la tolerancia inmunológica peritrofoblastica, y podría facilitar la invasión
del trofoblasto, que es conocido por acelerar el desarrollo del feto en el endometrio.5 También se
ha sugerido que los niveles de hCG están vinculados con la gravedad de las náuseas del embarazo
en mujeres embarazadas

Los niveles de hCG pueden ser medidos en la sangre o en la orina. Esto es comúnmente hecho en
las pruebas de embarazo, con la intención de indicar la presencia o ausencia de un embrión
implantado.

El análisis de orina podría ser un inmunoensayo cromatográfico o cualquiera de varios otros


formatos de análisis, en casa, en el consultorio médico, o en un laboratorio.9 Los umbrales de
detección publicados van desde 20 a 100 mIU/ml, dependiendo de la marca de la prueba.[cita
requerida] A principios del embarazo, se podría obtener resultados más precisos al usar la primera
orina de la mañana (cuando los niveles de hCG son los más altos). Cuando la orina está diluida
(gravedad específica menor a 1,015), las concentraciones de hCG podrían no ser representativas
de las concentraciones en la sangre, y la prueba podría resultar en un falso negativo.
El análisis sérico, usando 2-4 mL de sangre venosa, es típicamente un inmunoensayo
quimioluminiscente o fluorimétrico9 que puede detectar niveles de βhCG tan bajos como 5
mIU/ml y permite la cuantificación de la concentración de βhCG. La posibilidad de cuantificar los
niveles de βhCG es útil en el monitoreo de células germinales y tumores trofoblásticos,
seguimiento después de un aborto involuntario, y en el diagnóstico de y seguimiento después del
tratamiento para un embarazo ectópico. La falta de un feto visible en una ecografía vaginal
después de que los niveles de βhCG hayan llegado a 1500 mIU/ml es un fuerte indicador de un
embarazo ectópico.

Mujeres no embarazadas <5.0

Mujeres posmenopáusicas <9.5


TRA : tratamientos de reproducción asistida

La progesterona, también conocida como P4 o pregn-4-en-3,20-diona, es una hormona esteroide


C-21 involucrada en el ciclo menstrual femenino, el embarazo (promueve la gestación) y la
embriogénesis, tanto en los seres humanos como en otras especies. La progesterona pertenece a
una clase de hormonas llamadas progestágenos, y es el principal progestágeno humano de origen
natural. Su fuente principal son el ovario (cuerpo lúteo) y la placenta, aunque también puede
sintetizarse en las glándulas adrenales y en el hígado.
La progesterona tiene como objetivos y afecta al útero, la vagina, el cérvix, los senos y los
testículos, así como el cerebro, los vasos sanguíneos y los huesos.

Tu cuerpo usa el colesterol como materia prima para producir progesterona. La progesterona se
produce principalmente en los ovarios y en el cuerpo lúteo (el área que se desarrolla después de
que ocurre la ovulación y el folículo que rodea al óvulo colapsa). Las glándulas suprarrenales, que
se encuentran sobre los riñones, también producen algo de progesterona. Durante el embarazo la
placenta también produce progesterona.

La progesterona es una de las hormonas sexuales que se desarrollan en la pubertad y en la


adolescencia en el sexo femenino, y actúa principalmente durante la segunda parte del ciclo
menstrual, parando los cambios endometriales que inducen los estrógenos y estimulando los
cambios madurativos, preparando así al endometrio para la implantación del embrión. La
progesterona también se encarga de engrosar y mantener sujeto al endometrio en el útero:
cuando disminuye su concentración el endometrio se desprende, produciendo la menstruación. Es
la hormona responsable del desarrollo de caracteres sexuales secundarios en una mujer, y sirve
para mantener el embarazo.

Además de ejercer su función en el endometrio, esta hormona actúa en otros tejidos como las
mamas, produciendo tensión mamaria. Esto se debe al aumento del tamaño de las glándulas
mamarias. También actúa a nivel digestivo, su efecto miorrelajante puede dar lugar a diarrea.
Precisamente este efecto miorrelajante es el que permite que el útero no se contraiga
favoreciendo la implantación del embrión. Otra de las consecuencias de la miorrelajación es la
sensación de cansancio y somnolencia. Todos estos síntomas suelen estar asociados al periodo de
la menstruación, pues en esta fase del ciclo los niveles de progesterona están más elevados.

Otra de las funciones de la progesterona durante la etapa de gestación es espesar el moco cervical
con el fin de que éste se vuelva impermeable a los espermatozoides.

En las mujeres, la concentración de progesterona es relativamente baja durante la fase


preovulatoria del ciclo menstrual, sube después de la ovulación y se mantiene elevada durante la
fase lútea, como muestra el diagrama. La concentración de progesterona tiende a ser <2 ng/ml
antes de la ovulación y >5 ng/ml después de la ovulación. En el embarazo la concentración de
progesterona se mantiene inicialmente en valores lúteos. Con el inicio del cambio lúteo-
placentario en el embarazo la concentración empieza a subir y puede alcanzar los 100 o 200 ng/ml
al término del embarazo. Se ha discutido si una disminución de progesterona es o no fundamental
para la iniciación del parto y puede que esto sea dieferente entre especies. Después del parto y
durante la lactancia la concentración de progesterona es muy baja.

La progesterona es sintetizada en la fase lútea del ciclo con un claro objetivo: convertir el
endometrio en receptivo para que el embrión pueda anhidar en él y dar inicio a un embarazo.

Si esto no ocurre, los niveles de progesterona disminuyen durante la cuarta semana del ciclo
menstrual y esto provoca la descamación del endometrio en forma de menstruación. Es decir,
como no ha habido implantación ni embarazo, este endometrio tiene que eliminarse para que
pueda volver a regenerarse en el siguiente ciclo menstrual.

La concentración de progesterona es relativamente baja en niños y en mujeres posmenopáusicas.


Los varones adultos muestran valores similares a los de la fase folicular del ciclo menstrual en las
mujeres.

La progesterona es a veces llamada la "hormona del embarazo" y tiene muchas funciones


relacionadas el desarrollo del feto:

La progesterona convierte el endometrio a su fase de secreción para preparar el útero para su


implantación. Al mismo tiempo la progesterona afecta al epitelio vaginal y el moco cervical,
haciéndolo espeso e impenetrable para el espermatozoide. Si no ocurre un embarazo, los niveles
de progesterona disminuyen, dando lugar, en el humano, a la menstruación. El sangrado
menstrual normal es debido a la abstinencia de progesterona. Si no ocurre una ovulación y el
cuerpo lúteo no se desarrolla, los niveles de progesterona podrían ser bajos, llevando a una
sangrado uterino disfuncional anovulatorio. (Los ovarios de la mujer no son capaces de liberar
ningún óvulo en ningún momento del ciclo menstrual y, por tanto, no podrá producirse la
fecundación)

Durante la implantación y gestación, la progesterona parece reducir la respuesta inmune maternal


para permitir la aceptación del embarazo.

La progesterona disminuye la contractilidad del músculo liso uterino.

Una caída en los niveles de progesterona es, posiblemente, un paso que facilita el inicio del parto.

El feto metaboliza la progesterona placentaria en la producción de esteroides adrenales.

funciones

Detiene el engrosamiento del endometrio que causa el estrógeno

Reduce la producción de moco cervical


En niveles altos inhibe la ovulación

Prepara al endometrio para la posible implantación de un óvulo fertilizado

Soporta el embarazo temprano y ayuda a dar continuidad al embarazo

Desarrolla las glándulas mamarias durante el embarazo en preparación para la lactancia

Disminuye las contracciones uterinas para evitar contracciones durante el embarazo

Reduce la actividad intestinal, posiblemente causando estreñimiento

Progesterona alta

Si después del análisis de sangre, los resultados muestran un valor de progesterona más elevado
de lo normal, esto podría ser indicativo de:

Embarazo

Quiste en los ovarios

Embarazo molar (Un embarazo molar, también conocido como mola hidatiforme, es un trastorno
al comienzo del embarazo basado en el crecimiento de una masa o tumor benigno en el interior
del útero. Esta masa está formada por trofoblastos, las células que normalmente se convierten en
la placenta.)

Cáncer de ovario

Cáncer suprarrenal

Hiperplasia suprarrenal congénita

Por el contrario, si los niveles de progesterona se encuentran por debajo de los valores de
referencia, esto podría ser indicativo de:

Anovulación (no hay ovulación)

Amenaza de aborto

Embarazo ectópico

Muerte fetal intrauterina


los estrógenos son hormonas sexuales esteroideas de tipo femenino principalmente, producidos
por los ovarios, la placenta durante el embarazo y, en menores cantidades, por las glándulas
suprarrenales. A partir del colesterol tiene lugar la producción de andrógenos (hormonas sexuales
masculinas) y, a partir de éstos, se sintetizan los estrógenos gracias a la acción de la enzima
aromatasa.

Los 3 tipos de estrógenos que pueden encontrarse en el cuerpo humano de forma natural son los
siguientes:

Estradiol (E2)
su síntesis tiene lugar a partir de la testosterona. Se trata del estrógeno que se encuentra en
mayor cantidad en el cuerpo de la mujer durante toda su vida reproductiva.

Estrona (E1)

deriva de la hormona progesterona y es el estrógenos que se encuentra en menor cantidad en el


organismo.

Estriol (E3)

la enzima aromatasa lo obtiene a partir de la androsterona. Tiene especial relevancia durante el


embarazo, ya que su medición aporta información sobre el estado del feto y de la placenta.

Derivan de los andrógenos, hormonas sexuales masculinas.

Estrona: la enzima aromatasa lo obtiene a partir de la progesterona. e sintetiza en el ovario y en el


tejido adiposo a partir de la progesterona. Es la menos abundante.

Estriol: se produce a partir de la androsterona y tiene un papel importante durante el embarazo,


que es cuando se produce en grandes cantidades, hasta el punto de que en la orina se encuentra
en cantidades mil veces mayores que cuando no hay embarazo. Su medición es una prueba
habitual durante la gestación, ya que permite evaluar el estado de la placenta y el feto, con lo que
se pueden detectar problemas como la insuficiencia placentaria o el sufrimiento fetal.

Estradiol: se sintetiza a partir de la testosterona y es el estrógeno predominante en el organismo


femenino durante los años fértiles.

Estradiol: la enzima aromatasa lo obtiene a partir de la testosterona.

Estriol: la enzima aromatasa lo obtiene a partir de la androsterona.

Mecanismo de acción

En su función endocrina, los estrógenos atraviesan la membrana celular para llegar al núcleo, en el
que se encargan de activar o desactivar determinados genes, regulando la síntesis de proteínas.

Regulación de la síntesis y secreción

La síntesis y secreción de estrógenos es estimulada por la hormona foliculoestimulante (FSH), que


a su vez es controlada por la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Después de que cesa
la menstruación, el folículo continúa desarrollándose, secretando una cantidad creciente de
estrógeno a medida que lo hace hasta llegar a su máximo, tras el cual disminuye la secreción hasta
niveles basales hasta que pase la ovulación y el ciclo vuelva a ocurrir.1
GnRH → FSH→Estrógenos

Por otro lado, una vez se ha producido la secreción de estrógenos, altos niveles de esta hormona
inhiben la liberación de GnRH. Esto es, una regulación por retroalimentación negativa. Durante el
embarazo, los estrógenos pasan a ser producidos por la placenta y son los encargados, entre otras
cosas, de estimular el crecimiento del útero para alojar al bebé y ablandar las paredes de la vagina
y de los músculos abdominales para facilitar el nacimiento del niño por el canal del parto.

Las principales hormonas estrogénicas femeninas son la estrona, cuya función es la de preparar la
ovulación, y el estradiol, que regula el ciclo menstrual. Cuando las mujeres están embarazadas un
tercer tipo de estrógeno, el estriol, comienza a ser secretado y su volumen se eleva mil veces más
en el último trimestre de la gestación.

Funciones

Los estrógenos inducen fenómenos de proliferación celular sobre los órganos, principalmente
endometrio, mama y el mismo ovario. Tienen cierto efecto preventivo de la enfermedad
cerebrovascular y, sobre el endometrio, actúan coordinadamente con los gestágenos, otra clase
de hormona sexual femenina que induce fenómenos de maduración. Los estrógenos presentan su
mayor concentración en los primeros 7 días del ciclo menstrual.

Los estrógenos actúan con diversos grupos celulares del organismo, especialmente con algunos
relacionados con la actividad sexual, con el cerebro, con función endocrina y también
neurotransmisora.

Al regular el ciclo menstrual, los estrógenos afectan el Aparato genital, el urinario, los vasos
sanguíneos y del corazón, los huesos, las mamas, la piel, el cabello, las membranas mucosas, los
músculos pélvicos y el cerebro. Los caracteres sexuales secundarios, como el vello púbico y de las
axilas también comienzan a crecer cuando los niveles de estrógeno aumentan.

Muchos de los sistemas orgánicos, incluyendo los sistemas musculoesquelético y cardiovascular, y


el cerebro, están afectados por los estrógenos.

Influyen en el metabolismo de las grasas y el colesterol de la sangre. Gracias a la acción de los


estrógenos los niveles de colesterol se mantienen bajos e inducen la producción del "colesterol
bueno".
Ayuda a la distribución de la grasa corporal, formando la silueta femenina con más acumulación de
la grasa en caderas y senos.

Contrarrestan la acción de otras hormonas como la paratiroidea (PTH), que promueven la


resorción ósea, haciendo que el hueso se haga frágil y poroso. Actúa sobre el metabolismo del
hueso, impidiendo la pérdida de calcio del hueso y manteniendo la consistencia del esqueleto.

El descenso de estrógenos afecta al comportamiento emocional de la mujer provocando cambios


de humor, irritabilidad, depresión. (Refutado por Stanford University - Victor Henderson MD) [cita
requerida]

El aumento de estrógeno incentiva los sentimientos de poder y competencia entre las mujeres tal
como han demostrado estudios recientes, el más importante por Steven Stanton de la Universidad
de Míchigan junto con Oliver Schultheiss de la Universidad Friedrich-Alexande.

A pesar de la idea difundida de que los estrógenos no influyen en la excitación ni en el orgasmo en


la mujer, recientes estudios han determinado que sí influyen en el apetito sexual.[cita requerida]

Tienen un papel importante en la formación del colágeno, uno de los principales componentes del
tejido conectivo.

Estimulan la pigmentación de la piel sobre todo en zonas como pezones, areolas y genitales.

Otra de las funciones de los estrógenos es regular la síntesis de proteínas en las células, por lo que
estas hormonas tienen un papel fundamental en muchos procesos del organismo, algunos de los
cuales comentamos a continuación:

Fortalecimiento de los huesos

los estrógenos impiden la pérdida de calcio, por lo que contribuyen a mantener la consistencia del
esqueleto y a evitar la osteoporosis.

Mejoran el aspecto de la piel

los estrógenos intervienen en la formación de colágeno y en la regeneración de la dermis, por lo


que ayudan a tener un aspecto más sano de la piel. Los estrógenos también fortalecen las uñas y
el cabello, evitando su caída.

Metabolismo de las grasas

los estrógenos activan la producción de HDL, el llamado colesterol bueno, por lo que contribuyen a
reforzar el funcionamiento del sistema cardiovascular y a reducir el riesgo de infartos.

Comportamiento emocional

los estrógenos favorecen el flujo sanguíneo y la llegada de glucosa hacia el cerebro, lo cual
estimula el desarrollo neuronal y la síntesis de neurotransmisores. Por esta razón, niveles bajos de
estrógenos pueden provocar cambios de humor, insomnio e irritabilidad.
Además de todo esto, los estrógenos se encargan de controlar el ciclo menstrual y la ovulación
durante la vida reproductiva de la mujer, gracias a su acción reguladora sobre la hipófisis que se
encuentra en el cerebro.

Los valores normales de estradiol en una mujer fértil se sitúan entre los 27 y 161 pg/ml
aproximadamente. En el caso de los hombres, el valor normal de estrógenos se encuentra entre
los 10 y 37 pg/ml.

Estrógenos bajos

Los motivos por lo que una persona puede tener un nivel bajo de estrógenos son los siguientes:

Menopausia precoz

Fallo ovárico prematuro

Síndrome de Turner

Síndrome de ovario poliquístico (SOP)

Trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa

En cuanto al nivel de estriol durante el embarazo, un valor bajo puede indicar que algo no va bien
o que el feto tiene un defecto congénito, por lo que será necesario hacer más pruebas médicas.

Estrógenos altos
Por otra parte, un nivel demasiado elevado de estrógenos puede estar indicando alguno de estos
trastornos:

Tumor en los ovarios, glándulas suprarrenales o testículos

Cirrosis

Pubertad precoz en niñas

Pubertad retrasada en niños

Los niveles de estriol más altos durante el embarazo son signo de que pronto empezará el trabajo
de parto.

En la menopausia

Durante el tratamiento de los síntomas de la menopausia, se suelen utilizar fármacos combinados


de estrógenos y progestinas, o estrógenos conjugados. Es lo que se conoce como terapia hormonal
sustitutiva (THS).

Los principales beneficios de esta terapia en mujeres menopáusicas son los siguientes:

Alivio de los sofocos y calores

Mejora de la sequedad vaginal y, como consecuencia, se reduce el dolor en las relaciones sexuales
y las infecciones de orina

Aumenta el colesterol bueno (HDL) y reduce el malo (LDL)

Mejora la calidad del sueño

El lactógeno placentario humano (hPL) o somatomamotropina coriónica humana (hCS), es una


hormona polipeptídica producida por la placenta.1 Su estructura es similar a la somatotropina
humana. Su función consiste en modificar el metabolismo de las mujeres durante el embarazo
para facilitar el aporte de energía al feto.1 El hPL tiene propiedades antiinsulina.2 Cuatro horas
después del alumbramiento placentario, el hPL en el plasma sanguíneo vuelve a valores
indetectables producida por los SINCITIOTROFOBLASTOS de la PLACENTA, también conocida como
somatomamotropina coriónica.

El lactógeno placentario humano únicamente está presente durante el embarazo y los niveles
sanguíneos son proporcionales al crecimiento del feto y la placenta. Los niveles máximos son
alcanzados entre la semana de gestación 24 y 28, usualmente con cifras de 5–7 mg/L. En
embarazos múltiples los niveles de esta hormona son más elevados. Pequeñas cantidades
penetran a la circulación fetal.

Función

En ensayos biológicos el hPL imita la acción de la prolactina, todavía no es claro si posee un papel
en la lactancia.

El hPL afecta el metabolismo de la gestante; produce un aumento de la resistencia al efecto de la


insulina,2 aumentado los niveles sanguíneos de glucosa, con disminución de la captación de esta
por el organismo de la madre, lo que redunda en mayor disponibilidad de glucosa para la nutrición
fetal.1 El hPL induce lipolisis con la liberación de ácidos grasos. Mediante este mecanismo se
sustituyen los ácidos grasos en lugar de glucosa, como combustible para la madre, mientras el feto
puede captar con libertad la glucosa. Las cetonas producto del metabolismo de los ácidos grasos
puede pasar la barrera placentaria y pueden ser usados por el feto. Estos ajustes permiten
garantizar la nutrición fetal incluso en presencia de malnutrición materna.

Esta hormona tiene una acción similar a la somatotropina en la formación de proteínas tisulares,
aunque la acción es débil requiriéndose 100 veces la cantidad de hPL para igualar el efecto de la
hormona de crecimiento.5

ormona Somatomamotrofina Coriónica Humana (hCG o hPL)

Se descubrió en 1960. Es sintetizada en el sinciciotrofoblasto, se encuentra en el embarazo normal


y molar, así como en el coriocarcinoma testicular, y no es detectable después del primer día del
parto. Consiste en una cadena de 191 aminoácidos y es 96% homóloga a la hormona del
crecimiento (hCG), aunque su actividad es solo 3% la de la hGH, uniéndose 2300 veces más
débilmente que la hGH al receptor para hGH; sin embargo, la actividad similar a prolatina es
parecida en ambas, y las dos hormonas tienen afinidad similar por los receptores de prolactina.

La hCS tiene efectos de crecimiento en la epífisis tibial y en la ganancia de peso, estimula la


incorporación de timidina en el DNA y facibilita la acción de la hGH y la insulina.

Los efectos de la hGS sobre el metabolismo graso y de carbohidratos son similares a los de la hGH,
inhibiendo la capacitación de glucosa periférica y estimulando la liberación de insulina. Incrementa
los ácidos grasos libres en pacientes con hipopituitarismo.
Por métodos de radioiensayo y hemaglutinación, se dosa hCS en pequeñas cantidades (7 a 10
ng/ml) al inicio del embarazo, aumentado gradualmente hasta tener niveles máximos en las cuatro
últimas semanas (5.4 ug/ml).

Durante el mismo tiempo, la GH hipofisaria es suprimida progresivamente.

En sangre materna la concentración de hCS es 300 veces la del cordón umbilical; es menor (7%) en
el liquido amniótico que en el plasma materno, pero mayor que en el plasma fetal. La placenta a
término producirla 1 a 4 gm de hCS por día, encontrándose correlación entre su cantidad en suero
materno y el peso de la placenta. Los valores disminuyen en el retardo de crecimiento fetal y en la
hipertensión por el embarazo.

Sus efectos metabólicos los ejercería sobre la madre para asegurar las demandas nutricionales del
feto, en una forma similar a la hGH. Así, en el embarazo la glicemia disminuye, la secreción de
insulina y la resistencia a la insulina endógena aumentan y se elevan los niveles de ácidos grasos
libres en plasma. Por lo mismo, se altera la captación de glucosa, se estimula la liberación de
ácidos grasos libres y disminuye la insulina efectiva. El crecimiento de insulina aumenta la síntesis
de proteínas.

En el ayuno materno, y para mantener la nutrición fetal, la hCS puede ser catabólica, ocasionando
la disminución de los niveles de insulina, promoviendo la lipolisis -que conlleva a la liberación de
ácidos grasos libres y glicerol - y la cetosis y disminuyendo la utilización de glucosa.

Se conoce que la hCS tiene su código en el gen hCS-A y en el gen hCS-B.

El lactógeno placentario humano únicamente está presente durante el embarazo y los niveles
sanguíneos son proporcionales al crecimiento del feto y la placenta. Los niveles máximos son
alcanzados entre la semana de gestación 24 y 28, usualmente con cifras de 5–7 mg/L.

Variante placentaria de la GH (hGH-V)

Recientemente. se ha descubierto una variante de la GH hipofisaria, la variante GH o hGH-V, cuyo


gen tiene expresión en la placenta.

Ambas GH denotan tener glicosilación parcial de una cadena peptídica única. La hGH-V y la
somatomamotropina coriónica (hCS) comparten más de 90% secuencias similares.
Los resultados anormales pueden ser un signo de una función placentaria anormal (generalmente
insuficiente).

Los valores de HPL disminuyen con:

Toxemia

Mola hidatiforme

Coriocarcinoma

Insuficiencia placentaria

Los valores de HPL aumentan con:

Embarazos múltiples (gemelos o más)

Tumor trofoblástico en el sitio de la placenta

Embarazo molar intacto

Diabetes

Incompatibilidad Rh
a secreción de leche solo tiene lugar después de este, dado que la elevada cantidad de estrógenos
y progesterona en la mujer embarazada tiene un efecto inhibidor sobre la secreción láctea.
Cuando los niveles de estas hormonas decaen después del embarazo, se produce la lactación.

La prolactina tiene también un efecto inhibitorio sobre la secreción de gonadotropinas, de manera


que su hipersecreción puede provocar ausencia de la menstruación en la mujer.

En los hombres el comportamiento de la prolactina puede afectar la función adrenal, el equilibrio


electrolítico, desarrollo de senos, algunas veces galactorrea, decremento del libido e impotencia y
afecta las funciones de la próstata, vesículas seminales y testículos.

oxitocina

Lactancia – en madres que dan pecho a sus hijos, la oxitocina actúa en las glándulas mamarias
causando la secreción de la leche hacia una cámara colectora, desde la cual puede extraerse por
succión del pezón. La sensación de la succión del bebé en el pezón se transmite por nervios
espinales al hipotálamo. La estimulación del mismo induce a las neuronas productoras a fabricar
oxitocina disparando los potenciales de acción en ráfagas intermitentes; estas ráfagas resultan en
la secreción de pulsos de oxitocina desde las terminales nerviosas neurosecretoras de la glándula
pituitaria (activando la secreción de leche y cerrando el círculo de retroalimentación positiva).
Contracción uterina – importante para la dilatación cervical previa al parto, así como
contracciones durante las fases secundaria y terciaria del parto. La liberación de oxitocina durante
la lactancia causa también contracciones moderadas y a menudo molestas durante las primeras
semanas de la lactancia, lo que ayuda a la recuperación del útero y la coagulación del área de
unión de la placenta tras el parto. Sin embargo, en estudios hechos con ratones carentes del
receptor específico de oxitocina, la conducta reproductiva y de parto era normal.10

El organismo de la mujer embarazada experimenta y se adapta gradualmente durante 40 semanas


a cambios fisiológicos a todos niveles Dichos cambios inciden en los sistemas cardiovascular,
digestivo, pulmonar, hematológico, y endocrino. Estas adaptaciones son revertidas
paulatinamente durante el puerperio.

El organismo de la mujer embarazada experimenta y se adapta gradualmente durante 40 semanas


a cambios fisiológicos a todos niveles Dichos cambios inciden en los sistemas cardiovascular,
digestivo, pulmonar, hematológico, y endocrino. Estas adaptaciones son revertidas
paulatinamente durante el puerperio.

Muchos de estos cambios suponen un verdadero estado de estrés

fisiológico para el organismo de la embarazada, por

esta razón resulta crucial que la mujer esté preparada

y en un estado de salud óptimo para poder enfrentar

adecuadamente todos estos cambios y, por lo tanto,

el embarazo no resulte en estados patológicos; así

mismo, el médico responsable del control prenatal

del embarazo normal que suele ser el médico general, familiar o de primer contacto, debe estar
familiarizado con los principales cambios fisiológicos

y anatómicos, así como los síntomas y signos que

derivan de ellos para poder hacer una detección y

atención oportuna de los estados patológicos que

pongan en riesgo el bienestar de la madre y del

producto.

El embarazo, trabajo de parto y parto van acompañados de cambios fisiológicos y anatómicos


importantes, que el anestesiólogo debe conocer para el adecuado manejo de estas pacientes
durante el perioperatorio. Durante la anestesia general se deben tener presentes diferentes
cambios fisiológicos que enfrenta la embarazada con respecto a la anatomía de la vía aérea, los
que pueden influir en una vía aérea difícil; en la anestesia regional, además de ser un
procedimiento a ciegas, debe vencer obstáculos físicos por el volumen crecido del abdomen. La
elección de la anestesia depende de las necesidades obstétricas y del criterio del anestesiólogo. El
objetivo de esta revisión es poner en manos de los anestesiólogos un grupo de consideraciones
importantes sobre los aspectos antes mencionados.

Tabla 2. Resumen de los principales cambios fisiológicos durante el embarazo y sus síntomas

y signos asociados

Aparato o sistema Cambio fisiológico Signos, síntomas

o consecuencia relacionada Comentarios

Cardiovascular
• Relajación de músculo

liso vascular/reducción de

las resistencias vasculares

periféricas

• Edema de miembros inferiores

• Acentuación de venas

varicosas en extremidades

inferiores o hemorroides

• Reducción de la tensión

arterial media

• La dilatación venosa

• Además de la

hipercoagulabilidad, pueden

favorecer el desarrollo

de trombosis venosa en

miembros inferiores

Cardiovascular/

hematológico

• Incremento del volumen

plasmático y del gasto

cardiaco

• Anemia fisiológica del embarazo por hemodilución (volúmenes eritrocitarios normales)

• Aumento de la frecuencia

cardiaca

• Tercer ruido de Korotkoff (S3).

• En casos de deficiencia

previa de hierro o falta de

aporte puede presentarse

anemia por deficiencia de


hierro

Respiratorio

• Ensanchamiento capilar

en las mucosas nasal,

orofaríngea y laríngea

• Mayor producción de moco • Puede presentarse epistaxis

Respiratorio

• Aumenta el volumen

de reserva inspiratoria y

disminuye la capacidad

funcional residual, capacidad

total; ascenso diafragmático

• Sensación de falta de aire

(disnea), esta progresa

conforme aumenta la presión

abdominal sobre el tórax

• Aumento de la frecuencia

respiratoria

• Los cambios de postura

o realizar ejercicio leve

pueden disminuir la

sensación de disnea

Gastrointestinal

• Relajación del músculo

liso del esófago y esfínter

esofágico superior

• Compresión gástrica

• Náuseas

• Pirosis
• Regurgitación

• Estreñimiento

• Distención abdominal

• Considerar incremento en el

riesgo de broncoaspiración

en decúbito o en

procedimientos anestésicos

• Aumento del riesgo de

colecistitis por estasis biliar

Hematológicos

• Estimulación de la medula

ósea y aumento en los

niveles de cortisol

• Aumento en la síntesis de

factores de la coagulación a

nivel hepático por efecto de

estrógenos

• Leucocitosis; aumento de

los factores VII, VIII, X, XII,

factor de von Willebrand y

del fibrinógeno; reducción

del tiempo parcial de

tromboplastina

• El estado de

hipercoagulación favorece

los eventos trombóticos

Renal y urinario

• Aumento de la tasa de

filtración glomerular por


la expansión del volumen

plasmático

• Compresión del útero sobre

la vejiga reduciendo su

capacidad

• Poliuria

• Poliaquiuria

• Reducción de los niveles

séricos de urea y creatinina

• Proteinuria

• Glucosuria

• Se debe vigilar que los

niveles de proteinuria no

rebasen los 300 mg/24 horas

Renal y urinario

• Relajación de músculo liso

ureteral

• Compresión mecánica del

uréter por el útero grávido

• Hidronefrosis del embarazo

• Existe predisposición al

desarrollo de infección de

vías urinarias

Endocrino/

Metabólico

• Aumento en los niveles

de cortisol y de hormonas

“diabetogénicas”: lactógeno

placentario, prolactina,
cortisol, progesterona, etc.

• Producción y secreción de

leche en glándulas mamarias

• Aumento de los depósitos

de grasa

• Resistencia a la insulina

• Aumento en los niveles de

colesterol y triglicéridos

• En mujeres con obesidad

o resistencia previa a la

insulina se favorece el

desarrollo de diabetes

gestacional
El organismo de la mujer experimenta una serie de cambios

fisiológicos, a todos niveles, que tienen la finalidad de adaptarse y dar respuesta a la gran
demanda que representan las

40 semanas de gestación que durará la formación un nuevo

ser humano en su interior. Dichos cambios ocurren de manera gradual, pero continua, a lo largo
de todo el embarazo y

van desde cambios cardiovasculares, digestivos, pulmonares,

hematológicos y endocrinos, los cuales al final también terminan por revertirse de manera
paulatina durante el puerperio.

Los cambios fisiológicos se relacionan con el desarrollo de

distintos síntomas, signos y alteraciones en la mujer embarazada, así como cambios en los
parámetros de los estudios

paraclínicos, lo cual hace que resulte especialmente relevante

que el médico general o de primer contacto esté familiarizado con estos cambios y el momento en
el que ocurren en

el embarazo, para que pueda realizar una oportuna identificación de las alteraciones que pueden
representar estados

patológicos que resulten una amenaza para el bienestar materno y fetal.


Por todo lo anterior, el objetivo de la presente revisión

temática fue recopilar y describir los principales cambios

fisiológicos que ocurren en la mujer durante el embarazo

normal, así como los cambios que se presentan en los estudios paraclínicos más comunes.

de todo el

embarazo y desde luego están influenciados por

múltiples factores como la edad de la mujer, los

embarazos previos, su estado físico, nutricional,

etc. Los cambios que se experimentan van desde

cambios metabólicos y bioquímicos que pueden no

ser evidentes, hasta cambios anatómicos macroscópicos evidentes, e incluso cambios


conductuales y

emocionales. Todos estos cambios suponen una exigencia aumentada (estrés) para la fisiología
normal

del cuerpo de la mujer, y si estos cambios se combinan con enfermedades previas o una condición

predisponente, esto puede traducirse en distintos

estados patológicos durante el embarazo como preeclampsia, diabetes gestacional, insuficiencia


cardiaca

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