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- Progesterona :
Secreción: cuerpo lúteo - placenta
Funciones:
-Prepara al endometrio para la implantación y mantiene el embarazo.
-Actúa sobre los túbulos y conductos galactóforos y los madura para que puedan llevar
leche acumulada en los acinos al RN.
-Relaja el músculo liso del útero para que no se contraiga durante la gestación y el músculo
liso de todas las estructuras vasculares, de la vejiga y del intestino.
- Estrógenos:
Secreción: ovario (células de la granulosa del folículo)
Funciones:
-Permite la proliferación del endometrio y un mayor flujo de sangre al útero
-Son importantes en la expresión del NO
-Participan en la angiogénesis (mayor formación de vasos nuevos para > perfusión)
-Participa en la mitosis de los conductos galactóforos para dar mayor ramificación a los
mismos y que la cantidad de leche que llegue al RN sea apropiada.
- Relaxina:
Secreción: placenta
Función: participa en la dilatación cervical para que se dé el parto. Niveles altos de relaxina
ayuda a que el útero no se contraiga en las primeras fases del embarazo.
Glándula hipofisaria
Durante el embarazo la glándula hipofisaria aumenta cerca de 135%. Su incremento puede
comprimir lo suficiente el quiasma óptico como para reducir los campos visuales, sin
embargo esto es raro que ocurra. La hipertrofia hipofisaria es causada principalmente por
hipertrofia e hiperplasia estimulada por estrógenos de los lactotropos (células secretoras del
lóbulo anterior de la hipófisis que sintetizan, almacenan y secretan la prolactina que actúa
sobre la glándula mamaria aproduciendo leche) . Los niveles de prolactina sérica materna
son paralelos al aumento de tamaño. Los gonadotrofos (células de la hipófisis anterior que
producen la hormona gonadotropina) disminuyen en número, y los corticotropos (hormona
que actúa en la parte exterior de la glándula suprarrenal) y tirotropos (celulas que produce
la hormona estimulante del tiroides TSH) permanecen constantes. Los somatotrofos
(producen la hormona del crecimiento) generalmente se suprimen debido a la
retroalimentación negativa por la producción placentaria de la hormona del crecimiento.
Los valores séricos maternos aumentan lentamente cerca de 3.5 ng/mL a las 10 semanas
hasta una meseta aproximadamente de 14 ng/mL, después de 28 semanas. La hormona del
crecimiento en el líquido amniótico alcanza su máximo a las 14 a 15 semanas y luego
disminuye de forma lenta para alcanzar los valores iniciales después de las 36 semanas.
- Prolactina:
Secreción: hipofisis anterior
Función: asegurar la lactancia - síntesis de leche materna
- Oxitocina y ADH
Secreción: glándula hipofisaria posterior.
Glándula tiroides
La TRH (hormona liberadora de tirotropina) es secretada en el hipotálamo, ésta estimula la
hipófisis anterior para liberar TSH (hormona estimulante de tiroides - tirotropina). Los niveles
de TRH no aumentan pero si atraviesa la placenta y estimula la hipófisis fetal para secretar
TSH.
Los niveles de TSH en el primer trimestre disminuyen en más de 80% de las mujeres
embarazadas, sin embargo, todavía permanecen en el rango normal para las mujeres no
embarazadas.
Glándula paratiroides
En una investigación longitudinal de 20 mujeres, todos los marcadores de remodelación
ósea aumentaron durante el embarazo normal y no alcanzaron los niveles basales a los 12
meses después del parto. Los investigadores concluyeron que el calcio necesario para el
crecimiento fetal y la lactancia se logra extraer, al menos en parte, del esqueleto materno.
Los factores que afectan la renovación ósea producen un resultado neto que favorece la
formación del esqueleto fetal a expensas de la madre, de modo que el embarazo es un
periodo vulnerable para la osteoporosis. Dicho esto, la prevención es difícil debido a la
escasez de factores de riesgo identificables.
Útero:
En la mujer sana no embarazada, el útero pesa alrededor de 70 g y es casi sólido, salvo por
una cavidad de 10 ml o menos. Durante el embarazo, el útero se transforma en un órgano
muscular de paredes relativamente delgadas, con capacidad suficiente para acomodar el
feto, la placenta y el líquido amniótico. El volumen total promedio del contenido al término
de la gestación es de alrededor de 5 L, aunque puede ser de 20 L o más. Para el final del
embarazo, el útero ya alcanzó una capacidad que es 500 a 1.000 veces mayor que en su
estado no gestante. El aumento correspondiente en el peso uterino es tal que, para el
término, el órgano pesa cerca de 1100 g.
Dentro del útero, la ampliación es más marcada en el fondo. El grado de hipertrofia uterina
también se ve influenciado por la posición de la placenta. Con facilidad, el miometrio que
rodea el sitio placentario crece más rápido que el resto
Durante las primeras semanas, el útero mantiene su forma original de pera (piriforme). No
obstante, conforme el embarazo avanza, el cuerpo y el fondo se vuelven más globulares y
son casi esféricos para las 12 semanas de gestación. A partir de ese momento, el órgano
aumenta de longitud a mayor ritmo que de anchura y asume una forma ovoide. Para el final
de la semana 12, el útero ya es demasiado grande para mantenerse del todo dentro de la
pelvis. Conforme el útero crece, hace contacto con la pared abdominal anterior; desplaza a
los intestinos a los lados y arriba, al final llega casi al hígado. Con el ascenso uterino desde
la pelvis, casi siempre rota a la derecha. Es probable que esta dextro rotación se deba a
que el colon sigmoide está al lado izquierdo de la pelvis. Conforme el útero asciende, se
ejerce tensión sobre los ligamentos anchos y redondos.
Flujo sanguíneo útero - placentario
La perfusión placentaria depende del flujo sanguíneo uterino total, pero aún no es posible
la mensuración simultánea de los vasos uterinos, ováricos y colaterales, incluso utilizando la
angiografía por resonancia magnética (MR, magnetic resonance) (Pates, 2010). Al usar
ultrasonido para estudiar las arterias uterinas, se ha calculado que el flujo uteroplacentario
aumenta progresivamente durante el embarazo, desde aproximadamente 450 mL/min en el
segundo trimestre hasta casi 500 a 750 mL/min a las 36 semanas.
Cuello uterino
Tan pronto como 1 mes después de la concepción, el cuello uterino comienza a ablandarse
y a obtener tonos azulados. Estos son el resultado del aumento de la vascularización y el
edema de todo el cuello uterino, de los cambios en la red de colágeno y de la hipertrofia e
hiperplasia de las glándulas cervicales
Aunque el cuello uterino contiene una pequeña cantidad de músculo liso, su componente
principal es el tejido conectivo El reordenamiento de este tejido rico en colágeno ayuda al
cuello uterino en la retención del embarazo hasta el término, en la dilatación para facilitar el
parto y en la reparación y reconstitución posparto para permitir un posterior embarazo
exitoso
Hay una proliferación abundante de las glándulas cervicouterinas; para el final del embarazo
ocupan hasta la mitad de la masa total del cuello uterino. Esto contrasta con su fracción
bastante pequeña en ausencia de embarazo. Estos cambios gestacionales normales
representan una extensión, o eversión, de las glándulas endocervicales cilíndricas en
proliferación. Este tejido tiende a ser rojo y aterciopelado, y sangra incluso con un
traumatismo menor, como la muestra para la prueba de Papanicolaou. Las células mucosas
endocervicales producen abundante moco adherente que obstruye el conducto
cervicouterino poco después de la concepción. Este moco es rico en inmunoglobulinas y
citocinas, y es probable que funcione como barrera inmunitaria para proteger el contenido
uterino contra la infección
Al principio del trabajo de parto, si no ocurre antes, se expulsa este tapón mucoso, lo que
produce una marca sanguinolenta. Además, la consistencia del moco cervical cambia
durante el embarazo.
Ovarios
También tener en cuenta a la Relaxina ( Esta hormona proteica secretada por el cuerpo
lúteo, la decidua y la placenta) ayuda con muchas adaptaciones fisiológicas de la madre
como:
Vagina y perineo
MAMAS (aleja)
Al principio del embarazo, las mujeres a menudo experimentan sensibilidad y parestesias en
las mamas. Después del segundo mes, las mamas crecen de tamaño, y las venas delicadas
son visibles justo debajo de la piel. Los pezones se vuelven considerablemente más
grandes, más profundamente pigmentados y más eréctiles. Después de los primeros
meses, un líquido grueso y amarillento (calostro) a menudo se puede sacar desde los
pezones mediante un masaje suave, si las mamas adquieren un tamaño extenso, pueden
desarrollarse estrías en la piel similares a las observadas en el abdomen.
PIEL (aleja)
Pared abdominal: A partir de la mitad del embarazo, en la piel abdominal y, en ocasiones,
en la piel, sobre los senos y los muslos, se desarrollan vetas rojizas y ligeramente
deprimidas. Éstas se llaman estrías gravídicas o estrías. En las multíparas, las líneas
brillantes y plateadas que representan las cicatrices de las estrías previas coexisten
frecuentemente. La etiología de las estrías gravídicas es desconocida, y no existen pasos
preventivos o tratamientos definitivos, en ocasiones, los músculos de las paredes
abdominales no resisten la tensión del embarazo en expansión dando como resultado que
los músculos rectos se separen en la línea media, creando diástasis de los rectos de
diversa extensión.
Ninguno de los dos se exagera en la mayoría de las grávidas pero la pérdida excesiva de
cabello en el puerperio se denomina efluvio telógeno
En el tercer trimestre, la tasa metabólica basal materna aumenta 20% en comparación con
la del estado no gestante. Esta tasa aumenta en 10% adicional en mujeres con gestación
gemelar. Visto de otra manera, la demanda total adicional de energía durante el embarazo
asociada con el embarazo normal se aproxima a las 77.000 kcal.
- Ganancia de peso: La mayor parte de la ganancia de peso se debe a: útero y su
contenido, mamas, sangre expandida y los volúmenes de fluido extracelular y
extravascular. En menor parte está la acumulación de grasa, agua y proteínas
celulares (reservas maternas). El incremento de peso promedio durante el embarazo
se aproxima a 12.5Kg.
- Metabolismo del agua: En el embarazo, una mayor retención de agua es normal y
está mediada en parte por una disminución de la osmolaridad plasmática (menor
concentración de partículas disueltas en plasma/sangre). Esta disminución se
desarrolla al principio del embarazo
Cuando una mujer llega a término, el contenido de agua del feto, la placenta y el
fluido se aproxima a los 3.5 L. Otros 3.0 L se acumulan a partir del volumen de
sangre materna expandido y del crecimiento del útero y de las mamas. Por tanto, la
cantidad mínima de agua extra que la mujer promedio acumula durante el embarazo
normal se aproxima a 6.5 L
En la mayoría de las mujeres embarazadas se da un edema marcado en los tobillos y en las
piernas, en especial al final del día; esta acumulación de líquido se produce por una mayor
presión venosa por debajo del nivel del útero como consecuencia de la oclusión parcial de
la vena cava.
- Metabolismo proteico: En una embarazada al término, el feto y la placenta
contienen aproximadamente 500 g de proteína, o más o menos la mitad del aumento
total del embarazo. Los 500 g restantes se agregan al útero como proteína contráctil,
a las mamás principalmente en las glándulas y a la sangre materna como
hemoglobina y proteínas plasmáticas. Los requerimientos promedio de proteína para
el embarazo son de 0.88 g/kg/d.
- Metabolismo de los carbohidratos: En el embarazo normal se presenta:
-Hipoglucemia leve en ayunas
-Hiperglucemia posprandial
-Hiperinsulinemia: esta respuesta refleja un estado de resistencia a la insulina
periférica inducida por el embarazo que asegura un suministro posprandial sostenido
de glucosa al feto. Los mecanismos responsables de esta sensibilidad reducida a la
insulina incluyen numerosos factores endocrinos e inflamatorios. En particular, las
hormonas relacionadas con el embarazo, como la progesterona, la hormona del
crecimiento derivada de la placenta, la prolactina y el cortisol.
La resistencia a la insulina no es el único factor para elevar los valores de glucosa
posprandial, también la gluconeogénesis hepática aumenta durante embarazos
diabéticos y no diabéticos, en particular en el tercer trimestre.
- Metabolismo de las grasas: Hay aumento de lípidos, lipoproteínas y
apolipoproteinas en plasma durante el embarazo
- También hay aumento de la resistencia a la insulina y la estimulación de
estrógenos los cuales son responsables de hiperlipidemia materna.
- Por otro lado hay aumento de la síntesis de lípidos y la ingesta de alimentos
contribuyen a la acumulación de grasa durante los primeros dos trimestres.
- Sin embargo, en el tercer trimestre el almacenamiento de grasa disminuye o cesa.
Esto es una consecuencia de la actividad lipolítica potenciada. Esta transición a un
estado catabólico favorece el uso materno de lípidos como fuente de energía y
ahorra glucosa y aminoácidos para el feto
Hierro: Como la mayor parte del hierro se usa durante la segunda mitad del embarazo, el
requerimiento de este mineral aumenta después de la mitad del embarazo y promedia 6 a 7
mg al día . Por lo general, esta cantidad no está disponible en la reserva de hierro de la
mayoría de las mujeres, y el aumento óptimo del volumen eritrocítico materno no se alcanza
sin hierro complementario. Sin complementación, la concentración de hemoglobina y el
hematocrito caen en forma considerable conforme aumenta el volumen sanguíneo.
-Leucocitos :A partir del segundo trimestre y durante el resto del embarazo, se deprimen
algunas funciones quimiotácticas y de adherencia de los leucocitos polimorfonucleares -La
medición de lso distintos marcadores de inflamación de laboratorio puede verse alterada
sesgada en el estado del embarazo.
Los cambios en la función cardiaca se hacen aparentes durante las primeras 8 semanas de
embarazo. El gasto cardiaco aumenta desde la quinta semana y refleja una resistencia
vascular sistémica reducida y un incremento de la frecuencia cardiaca. En comparación
con las medidas previas al embarazo, la presión arterial sistólica braquial, la presión arterial
diastólica y la presión arterial sistólica central son todas significativamente menores de 6 a 7
semanas desde el último periodo menstrual .
- Corazón
1) una división exagerada del primer sonido cardiaco y aumento del volumen de ambos
componentes
2) ningún cambio definido en los elementos aórtico y pulmonar del segundo sonido
3) un tercer sonido fuerte y fácil de escuchar.
- Gasto cardíaco
El gasto cardiaco aumenta desde la quinta semana y refleja una resistencia vascular
sistémica reducida y un incremento de la frecuencia cardiaca
En los embarazos múltiples, en comparación con los bebés únicos, el gasto cardiaco
materno aumenta aún más en casi 20%.
Los diámetros diastólicos finales de la aurícula izquierda y del ventrículo izquierdo también
son más largos con los gemelos debido a una precarga aumentada (Kametas, 2003). La
mayor frecuencia cardiaca y la contractilidad inotrópica implican que la reserva
cardiovascular se reduce en las gestaciones múltiples. Durante la primera etapa del parto, el
gasto cardiaco se incrementa con moderación. Durante la segunda etapa, con esfuerzos
expulsivos vigorosos, es considerablemente mayor. El aumento inducido por el embarazo se
pierde después del parto, en ese momento depende de la pérdida de sangre.
Hipotensión supina
En alrededor de 10% de las mujeres, la compresión supina de los grandes vasos por el
útero causa hipotensión arterial significativa, a veces denominada síndrome hipotensor
supino (Kinsella, 1994). También cuando está en decúbito supino, la presión arterial uterina,
y por tanto el flujo sanguíneo uterino, es significativamente menor que en la arteria braquial.
- Prostaglandinas
Se cree que la producción elevada de prostaglandinas durante el embarazo tiene un papel
central en el control del tono vascular, la presión arterial y el equilibrio de sodio. La síntesis
de prostaglandina E2 medular renal está marcadamente elevada durante el final del
embarazo y se presume que es natriurética. Los niveles de prostaciclina (PGI2,
prostacyclin), la principal prostaglandina del endotelio, también incrementan durante el final
del embarazo. La PGI2 regula la presión arterial y la función plaquetaria. Ayuda a mantener
la vasodilatación durante el embarazo, y su deficiencia se asocia con vasoconstricción
patológica (Shah, 2015). Por tanto, la relación de PGI2 a tromboxano en la orina y la sangre
materna se consideran importantes en la patogénesis de la preeclampsia .
- Endotelina
Varias endotelinas se generan en el embarazo. La endotelina-1 es un potente
vasoconstrictor producido en las células del músculo liso endotelial y vascular y regula el
tono vasomotor local (George, 2011; Lankhorst, 2016). Su producción es estimulada por la
angiotensina II, la arginina vasopresina y la trombina. Las endotelinas, a su vez, estimulan
la secreción de ANP, aldosterona y catecolaminas. La sensibilidad vascular a la endotelina-1
no se altera durante el embarazo normal. Los niveles elevados patológicamente pueden
desempeñar un papel en la preeclampsia.
- Óxido nítrico
Este potente vasodilatador es liberado por las células endoteliales y consigue modificar la
resistencia vascular durante el embarazo. Además, el óxido nítrico es un importante
mediador del tono y desarrollo vascular de la placenta (Krause, 2011; Kulandavelu, 2013).
La síntesis anormal de óxido nítrico se ha relacionado con el desarrollo de preeclampsia.
Vamos evidenciar algunos cambios como la elevación del diafragma alrededor de 4 cm,
dada por el agrandamiento del útero, que conlleva a una disminución de la capacidad
pulmonar total en un 4-5%; El ángulo subcostal se ensancha de manera apreciable
conforme el diámetro transversal de la caja torácica. El perímetro torácico aumenta
alrededor de 6 cm, pero no lo suficiente para prevenir el decremento en los volúmenes
pulmonares residuales secundarios a la elevación del diafragma.
-La capacidad funcional residual (FRC, functional residual capacity) disminuye en cerca de
20 a 30%, o 400 a 700 ml, durante el embarazo. Esta capacidad está compuesta por el
volumen de reserva espiratorio, que se reduce cerca de 15 a 20%, o 200 a 300 ml, y el
volumen residual, que disminuye en 20 a 125%, o 200 a 400 ml.
La FRC y el volumen residual disminuye debido a la elevación del diafragma; para el sexto
mes existe una reducción significativa, con declive progresivo durante todo el embarazo. La
capacidad inspiratoria, el volumen máximo que puede inhalar desde la FRC, aumenta en 5
a 10%, o 200 a 250 ml, durante el embarazo. La capacidad pulmonar total, la combinación
de la FRC y la capacidad inspiratoria, permanece sin cambios o disminuye menos del 5% al
llegar al término
-La velocidad de flujo espiratorio máximo aumenta de manera progresiva conforme el
embarazo avanza. La distensibilidad pulmonar no se modifica. La conductividad de las vías
respiratorias aumenta y la resistencia pulmonar total se reduce, quizá como resultado de la
progesterona. La capacidad respiratoria máxima y la capacidad vital forzada no
experimentan cambios apreciables. No está claro si el volumen de cierre crítico, el volumen
pulmonar en el que las vías respiratorias de las regiones inferiores del pulmón empiezan a
cerrarse durante la espiración, es más alto durante el embarazo
El consumo de oxígeno aumenta cerca de 20% durante el embarazo y es casi 10% mayor
en los embarazos múltiples, en este orden de ideas la cantidad de oxígeno que va a llegar a
los pulmones va a exceder las necesidades impuestas por la gestación con el aumento del
volumen de ventilación, entonces tanto la hemoglobina como la capacidad transportadora
de oxígeno van a aumentar, posteriormente como mecanismo de compensación para el
equilibrio ácido-base ldisminuyen los niveles de bicarbonato en sangre de 26 a 22, se
origina una disnea fisiológica, que no debe interferir con la actividad física normal, es
resultado del aumento del volumen de ventilación pulmonar que reduce un poco la Pco2.
Durante el trabajo de parto, el consumo de oxígeno se incrementa de 40 a 60%.
CAMBIOS RENALES
El embarazo conduce a un aumento en el tamaño de los riñones, el flujo plasmático renal y
la tasa de filtración glomerular.
Las pelvis renales y los sistemas caliciales pueden estar dilatados como resultado de los
efectos de la progesterona y la compresión mecánica de los uréteres en el borde pélvico.l
La vasodilatación sistémica durante el primer trimestre contribuye a la disminución general
de la resistencia vascular sistémica. En torno a la mitad de la gestación, el 80% de las
mujeres presentan hidronefrosis.
La hiponatremia del embarazo parece estar mediada por factores hormonales. La caída de
la concentración plasmática de sodio durante el embarazo se correlaciona estrechamente
con una mayor producción de hCG
Una concentración sérica de sodio por debajo de 130 mEq/L en el embarazo debe impulsar
la evaluación de causas patológicas de hiponatremia, como el síndrome de secreción
inadecuada de ADH. La evaluación de la hiponatremia en tales casos se puede abordar de
manera similar a las personas no embarazadas. La hipernatremia, en particular en el marco
de la poliuria, debe impulsar una evaluación de una posible diabetes insípida.
Proteinuria: la excreción urinaria de proteínas aumenta en el embarazo normal, desde el
nivel de no embarazada de aproximadamente 100 mg/día hasta aproximadamente 150 a
200 mg/día en el tercer trimestre. Esto puede dar como resultado un resultado positivo con
la tira reactiva cuando se examina una muestra de orina concentrada. La excreción urinaria
de proteínas superior a 300 mg/día se considera anormal y debe impulsar una evaluación
adicional.
Alcalosis respiratoria crónica: la ventilación por minuto aumenta al principio del embarazo
y permanece elevada hasta el término, lo que lleva a una caída modesta en la pCO 2 (de 27
a 32 mmHg) y alcalosis respiratoria leve. Estos cambios se deben a la estimulación directa
de los centros respiratorios centrales por la progesterona
Hipouricemia: el ácido úrico sérico disminuye al principio del embarazo debido al aumento
de la TFG, alcanzando un valor mínimo de 2,0 a 4,0 mg/dL (119 a 238 micromol/L) y
permanece bajo hasta las 22 a 24 semanas de gestación. A partir de entonces, el nivel de
ácido úrico comienza a aumentar, alcanzando los niveles de no embarazo a término.
El sistema colector dilatado puede contener de 200 a 300 ml de orina. La estasis urinaria
resultante puede servir como reservorio de bacterias, lo que puede contribuir al aumento del
riesgo de pielonefritis en el embarazo.
El hidrouréter y la hidronefrosis en el embarazo se han atribuido a efectos hormonales,
compresión externa y cambios intrínsecos en la pared ureteral. Los siguientes factores
pueden contribuir:
Durante el embarazo, el estómago se desplaza hacia arriba y hacia el lado izquierdo del
diafragma, y su eje rota unos 45° hacia la derecha desde su posición vertical normal. En la
mayoría de las mujeres, esta alteración de posición desplaza el segmento intraabdominal
del esófago hacia el tórax, lo que provoca una disminución del tono de la zona de alta
presión del esófago inferior (ZAPEI), que suele evitar el reflujo del contenido gástrico. Los
gestágenos contribuyen a la relajación de la ZAPEI.
Entre un 30 y un 50% de las mujeres sufren enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
durante el embarazo. La prevalencia de ERGE es de alrededor de un 10% en el primer
trimestre, de un 40% en el segundo trimestre y de un 55% en el tercero. En el primer
trimestre, la presión basal en la ZAPEI puede no cambiar, pero el esfínter responde en
menor medida a los estímulos fisiológicos, que suelen aumentar la presión. En el segundo y
el tercer trimestres, la presión en la ZAPEI disminuye gradualmente hasta aproximadamente
el 50% de los valores basales, alcanzando el valor más bajo a las 36 semanas de gestación
y recuperando los valores previos al embarazo entre 1 y 4 semanas después del parto
(tabla 2.5). Los factores de riesgo de ERGE en el embarazo son edad gestacional,
antecedentes de ardor de estómago y multiparidad. La gravedad, el IMC antes del
embarazo y el aumento de peso durante el embarazo no guardan relación con la aparición
de reflujo, mientras que la edad materna muestra una relación inversa.
Motilidad gastrointestinal
Los primeros trabajos de investigación indican que la secreción de ácido gástrico, tanto
basal como máxima, disminuye hacia la mitad de la gestación, y alcanza su valor más bajo
entre las 20 y las 30 semanas de gestación. No se demostró la existencia de diferencias en
la secreción de ácido gástrico basal o máxima en cuatro mujeres embarazadas estudiadas
en cada trimestre y en las semanas 1 a 4 del posparto, aunque en el primer trimestre
observaron una concentración plasmática de gastrina significativamente inferior que los
niveles en el posparto. Se compararon los niveles de pH gástrico y la concentración de
gastrina sérica entre 100 mujeres para las que se había programado parto por cesárea y
100 mujeres no embarazadas sometidas a cirugía ginecológica. El pH medio fue más bajo
en el grupo de embarazadas (2,4 frente a 3), pero las concentraciones séricas de gastrina
no fueron diferentes, a pesar de que la placenta segrega gastrina a partir de la semana 15
de gestación. Ello podría reflejar el efecto dilucional del aumento de volumen plasmático.
Otros estudios han puesto de manifiesto que alrededor del 80% de las mujeres
embarazadas y no embarazadas tienen un pH gástrico de 2,5 o inferior, que alrededor del
50% presentan un volumen gástrico de 25 ml o superior, y que entre un 40 y un 50%
muestran un pH bajo y un volumen gástrico superior a 25 ml.
Náuseas y vómitos
El vaciamiento gástrico es más lento durante el trabajo de parto, como lo demuestran las
imágenes ecográficas, el vaciamiento de una comida de prueba y la tasa de absorción de
paracetamol oral. Mediciones directas muestran que el volumen gástrico medio aumenta.
Sin embargo, en un estudio se observó que el volumen gástrico posparto no era diferente
en las mujeres que bebían agua durante el trabajo de parto que en las que tomaban una
bebida deportiva isotónica, compuesta por una mezcla de hidratos de carbono y electrólitos.
La secreción de ácido gástrico puede disminuir durante el parto, porque sólo el 25% de las
parturientas en trabajo de parto tienen un pH gástrico de 2,5 o inferior. El vaciamiento
gástrico también se retrasa durante el período posparto temprano, pero 18h después del
parto recupera los niveles previos al embarazo. También 18h después del parto, el volumen
gástrico y los valores de pH en ayunas son similares a los de las pacientes no
embarazadas.
Durante el embarazo, la estasis biliar y una mayor secreción de bilis con colesterol
aumentan el riesgo de enfermedad de la vesícula biliar. La incidencia de cálculos biliares es
del 5-12% en las mujeres embarazadas. Una de cada 1.600-10.000 mujeres se someten a
colecistectomía durante el embarazo. La progesterona inhibe la contractilidad del músculo
liso gastrointestinal, lo que da lugar a hipomotilidad de la vesícula biliar. El tamaño de la
reserva total de ácidos biliares aumenta cerca de un 50% durante el embarazo, y se alteran
las proporciones relativas de los diversos ácidos biliares. Los cambios en la composición de
la bilis revierten rápidamente después del parto, incluso en pacientes con cálculos biliares.
Medidas para aliviar el dolor: En la mayoría de las pacientes, se ha visto mejoría con
ejercicios para aumentar la fuerza de los músculos abdominales y de la espalda y cambios
de postura como períodos de descanso programados, con elevación de los pies para
flexionar la cadera y reducir la lordosis lumbar, ayudando a aliviar el espasmo muscular y el
dolor.
Sueño
Durante el embarazo, es habitual que se produzcan alteraciones del sueño por factores
mecánicos y hormonales. Antes de ver los cambios que se generan, tenemos que saber
que el sueño se puede dividir en 2 etapas que son el sueño REM (o MOR en español que
significa movimientos oculares rápidos) y el sueño No REM.
● Sueño No REM: cerebro deprimido y cuerpo muy activo
● Sueño REM: cerebro muy activo y cuerpo deprimido. En la etapa REM se repara el
cerebro.
Aqui podemos ver que el sueño varía a lo largo del tiempo en etapas REM y no REM. El
sueño REM ocurre cada 90 minutos y generalmente el primer pico por decirlo asi, se
obtiene a la hora y media y a medida que avanza el tiempo se este sueño va durando mas.
La latencia y la duración del sueño REM se encuentra influenciada por los cambios en las
concentraciones de progesterona y estrógenos. Las mujeres embarazadas refieren en
mayor medida insomnio y somnolencia diurna.
Columna vertebral
● Durante el embarazo se producen cambios anatómicos y mecánicos en la columna
vertebral.
● Hay un aumento en la presión epidural (el espacio epidural es un conducto rígido
que contiene dos tubos distensibles llenos de líquido, el saco dural y las venas
epidurales) debido a que aumenta el volumen de grasa epidural y el plexo
venoso epidural durante el embarazo, mientras que el volumen de LCR en la
columna disminuye.
● Esta presión epidural también aumenta con la posición en decúbito supino y es
mayor durante el trabajo de parto, debido a una mayor desviación de la sangre
venosa hacia el plexo vertebral, secundaria a una mayor compresión de la vena
cava inferior en el decúbito supino o a una mayor presión intraabdominal durante las
contracciones uterinas.
● La presión epidural recupera el nivel no gestacional entre 6 y 12 h después del
parto.
● A pesar de la compresión del saco dural por las venas epidurales, la presión del
LCR en las mujeres embarazadas es la misma que en las mujeres no
embarazadas.
● Las contracciones uterinas y los esfuerzos de expulsión del trabajo de parto
provocan un aumento de la presión del LCR como consecuencia de un aumento
agudo de la distensión de la vena epidural.