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PREGUNTA RESPUESTA
1 C
2 B
3 D
4 E
5 A
6 C
7 D
8 A
9 B
10 E
TOTAL
Sin lugar a dudas, que Grecia era una sociedad que aceptaba la eutanasia como
práctica ideada hacia un buen morir, con la finalidad de evitar la mala vida. Sin
embargo, esta práctica tiene sus defensores y detractores, desde la antigüedad hasta
nuestros días. Por ejemplo, desde épocas muy remotas, quienes defendían la
eutanasia eran Sócrates y Platón, quienes se aferraban a la idea de que una
enfermedad dolorosa y que llevara a un alto sufrimiento, sería una buena razón para
dejar de vivir. Heródoto era un médico y profesor de Hipócrates, condenado por el
filósofo en la República por «fomentar las enfermedades e inventar la forma de
prolongar la muerte»; y agrega: «por instituir una obligación enfermiza; ha encontrado
la manera, primero de torturarse a sí mismo, y después al resto del mundo». Pese a
ello, hay quienes se oponían a esta práctica condenándola, por ejemplo, grupos como
los pitagóricos, aristotélicos y epicúreos.
Este hecho comenzó a cambiar radicalmente cuando el suicidio fue castigado con la
negación de una “cristiana sepultura” a la persona que atentaba contra su propio vida.
Hecho que tomó su impulso cuando, en el mundo occidental, dominó la religión
cristiana. Si una persona padecía alguna enfermedad y su sufrimiento era muy intenso,
no se podía pensar en la mínima posibilidad de un alivio piadoso. Es por esto que este
rechazo llega a marcar influencia en la esfera de la legislación civil. Por ejemplo, la
víctima era partícipe de un entierro degradante y un posterior abandono en la vía
pública, tras la expropiación de sus bienes. Cabe aclarar que no se realizaban
excepciones, aunque hubiese sido una persona que sufriera una enfermedad
incurable.
Según esta posición, las funciones de la Iglesia y del Estado eran usurpadas por el
suicida. Tal es así que el suicidio, contrario al quinto mandamiento cristiano, “no
matarás”, fue bien definido hacia el siglo IV por San Agustín, como “detestable o
abominable perversidad”. ¿Por qué dice esto? Porque Dios es el que concede la vida y
también los sufrimientos; entonces, como cristianos, la obligación es soportarlos. Y es
la Iglesia quien, con su poder, regla las costumbres y las prácticas de la sociedad.
Entonces, estas nociones son en la Edad Media la muestra de toda su dominación.
6. San Agustín sostiene que, frente a los dolores de una enfermedad grave o terminal,
el cristiano debe
a) Intentar mejorarse por sus propios medios.
b) Recurrir a las drogas analgésicas.
c) Aceptarlos como parte de un designio de Dios.
d) Ignorarlos y recurrir a la evasión de su conciencia.
e) Rechazarlos, porque Dios no quiere el sufrimiento humano.
d) No es relevante al texto.
e) Identifica la concepción de la eutanasia en la antigüedad griega.