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»Número de Referencia: 89-C-2007


»Origen: SALAS
»Nombre del Tribunal: SALA DE LO CIVIL
»Tipo de Proceso:
»Tipo de Resolución: Sentencias Definitivas
»Fecha de Resolución: 22/7/2008
»Hora de Resolución: 09:15:00

89-C-2007

xxII

SALA DE LO CIVIL, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, San Salvador, a

las nueve horas quince minutos del veintidós de julio de dos mil ocho.

Vistos en Casación la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara de lo Civil de la Primera Sección de
Occidente, a las nueve horas del veintiuno de marzo de dos mil siete, en el Juicio Civil Ordinario de Mero
Derecho de Nulidad de Escritura Pública, promovido por la señora RINA IDALIA RUIZ CASTELLON HOY
DE MOLINA ó RINA IDALIA RUIZ VIUDA DE MOLINA, por medio de su Apoderado General Judicial
licenciado HECTOR ALFONSO RAMIREZ FIGUEROA, en contra de los señores WILLIAN EDGARDO
MONTANO Y RAUL WILFREDO AGUILAR AGUIRRE.

Han intervenido en primera Instancia los abogados, HECTOR ALFONSO RAMIREZ FIGUEROA como
apoderado del actor, y BENJAMIN ARCE GUEVARA Y JOSE ERNESTO CARRANZA MARTINEZ como
apoderados de la demandada; en segunda instancia, los abogados RAMIREZ FIGUEROA Y JORGE
MANFREDO SANTOS CRUZ como apelantes, Y ARCE GUEVARA Y CARRANZA MARTINEZ como
apelados; en casación, los abogados ARCE GUEVARA Y CARRANZA MARTINEZ como recurrentes.

            VISTOS LOS AUTOS;

            Y CONSIDERANDO:

I.- Que la sentencia de Primera Instancia dice: """POR TANTO: De acuerdo a lo antes expuesto, disposiciones
legales citadas y Arts. 417, 421, 422, 427, y 439 Pr. C., A NOMBRE DE LA REPUBLICA DE EL
SALVADOR, FALLO: A) Declarase Inepta la demanda interpuesta por la señora RINA IDALIA RUIZ
CASTELLON HOY DE MOLINA 6 RINA IDALIA RUIZ VIUDA DE MOLINA, por medio de su Apoderado
Lic. HECTOR ALFONSO RAMIREZ FIGUEROA, en contra de los señores WILLIAN EDGARDO
MONTANO y RAUL WILFREDO AGUILAR AGUIRREZ; B) Condénase a los daños y perjuicios a la parte
actora; y, C) Una vez ejecutoriada la sentencia, líbrese oficio al Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la
Primera Sección de Occidente, a efecto de que cancele la Anotación Preventiva de la demanda, la cual se
encuentra inscrita en la matrícula número DOS CERO CERO DOS DOS 'NUEVE OCHO UNO-CERO CERO
CERO CERO CERO, en el Asiento NUEVE.- HAGASE SABER."'

II.- Que la sentencia de Segunda Instancia dice: """POR TANTO: con fundamento con las razones expuestas,
disposiciones legales citadas y Artículos 1089, 1091 Pr. C. a nombre de la República de El Salvador, DIJERON:
REFORMASE la sentencia recurrida así: a) Revócase la sentencia recurrida en cuanto declara la ineptitud de la
demanda; b) Confirmase la sentencia apelada en cuanto ordena librar oficio al Registro de la Propiedad Raíz e
Hipotecas de la Primera Sección de Occidente, a efecto de que se cancele la Anotación Preventiva de la
demanda, la cual se encuentra inscrita en la matricula número DOS CERO CERO DOS DOS NUEVE OCHO
UNO-CERO CERO CERO CERO CERO, en el Asiento NUEVE; c) Declárase inexistente el Poder General
Administrativo con cláusula especial, otorgado en la ciudad de San Salvador, a las doce horas con treinta
minutos del día veinte de agosto del año dos mil cuatro, ante los oficios del supuesto Notario José Ricardo
Portillo Guevara; d) Declárase nula absolutamente la escritura pública de compraventa sobre inmueble urbano
otorgada en esta ciudad a las doce horas y treinta minutos del día cinco de enero del año dos mil cinco, por la
señora Rina Idalia Ruiz Castellón o Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de Molina, por medio del supuesto
Apoderado General Administrativo y Especial señor ROBERTO ENRIQUE CERNA MARTINEZ, como
vendedora, a favor del señor William Edgardo Montano, como comprador, ante los oficios de la Notario SILVIA
GISELA VELADO DE, IBARRA, asentada bajo el número treinta y cinco del Libro uno del Protocolo de dicha
Notario, y cancélese la inscripción Registral identificada como Matrícula DOS CERO CERO DOS DOS
NUEVE OCHO UNO- CERO CERO CERO CERO CERO, del Asiento SEIS del Registro de la Propiedad Raíz
de la Primera Sección de Occidente; e) Declárase nula absolutamente la escritura pública de compraventa sobre
inmueble urbano otorgada en esta ciudad, a las dieciséis horas y cuarenta y cinco minutos del día siete de Enero
del año dos mil cinco, por el señor William Edgardo Montano, como vendedor a favor del señor Raúl Wilfredo
Aguilar Aguirre, como comprador ante los oficios del Notario Pedro Samuel Rodríguez, bajo el número
doscientos veintitrés del Libro veintidós del Protocolo de dicho Notario, y cancélese la inscripción Registral
identificada como Matrícula DOS CERO CERO DOS DOS NUEVE OCHO UNO- CERO CERO CERO CERO
CERO, del Asiento SIETE del Registro de la Propiedad Raíz de la Primera Sección de Occidente, debiéndose
librarse los oficios respectivos; y f) Condénase en las costas procesales de primera y segunda instancia a los
demandados.- En su oportunidad devuélvase el Juicio respectivo al tribunal de origen con certificación de esta
sentencia.""""""

III..- No conforme con la anterior sentencia, los abogados BENJAMIN ARCE GUEVARA Y JOSE ERNESTO
CARRANZA MARTINEZ, actuando como Apoderados Generales Judiciales de la señora RINA (DALIA RUIZ
CASTELLON HOY DE MOLINA ó RINA (DALIA RUIZ VIUDA DE MOLINA, recurrieron en casación y en
lo principal de su escrito, manifestaron: """I. MOTIVO DE FONDO QUE CONDICIONA LA
INTERPOSICION DEL RECURSO:----1.1. Causa Genérica: Infracción de ley (art. 2 a de la Ley de
Casación).----1.2. Motivos específicos:-------1.2.1. Interpretación errónea del Art. 1552 del Código Civil, en
cuanto a esta disposición se les da un sentido del cual carece, atribuyéndole efectos que el legislador no le
otorgó, habiéndose desatendido su tenor literal siendo su sentido claro, yendo más allá de la intención de la ley.
(Art. 3 N° 2° de la Ley de Casación).----1.2.3. Violación del Art. 1560 del Código Civil, en cuanto deja de
aplicarse lo que en éste se previene respecto a que las acciones rescisorias no se darán contra tercero de buena fe
que haya inscrito el título de su respectivo derecho, sino que cuando dichas acciones se funden en causas que
consten explícitamente en el instrumento registrado. (Art. 3 N° 1° de la Ley de Casación).----1.2.4. Violación del
Art. 1619 del Código Civil.-En cuanto no se aplica el predicado de la norma, no obstante el establecimiento
formal y material del supuesto hipotético de la misma. (Art. 3 No. 1° de la Ley de Casación).----1.3. Preceptos
infringidos y concepto en que cada uno de los mismos se ha infringido.----1.3.1. La infracción del Arts. 1552 C.
En vuestra sentencia, Honorable Cámara, afirmáis que la Escritura Pública de compraventa y tradición del
dominio otorgada a favor de nuestro representado, señor Raúl Wilfredo Aguilar Aguirre por su vendedor
William Edgardo Montano, ante los oficios del notario Pedro Samuel Rodríguez en esta ciudad, a las diez horas
cuarenta y cinco minutos del día siete de enero de dos mil cinco, e inscrita a la matricula DOS CERO CERO
DOS DOS NUEVE OCHO UNO- CERO CERO CERO CERO CERO, asiento SIETE del Registro de la
Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección de Occidente, es nula absolutamente; por el hecho, de que su
antecedente, como lo es la Escritura Pública de Compraventa, otorgada a favor de este último, supuestamente
por la señora Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de Molina o Rina Idalia Ruiz viuda de Molina, quien se dijo era
representada en ese acto notarial por Roberto Enrique Cerna Martínez, quien afirmó ser su Apoderado General
Administrativo, lo es también, a consecuencia de que ésta fue otorgada ante una persona que no tiene facultades
para ejercer la función notarial como lo es "José Ricardo Portillo Guevara", documento otorgado en esta ciudad,
a las doce horas y treinta minutos del día cinco de enero de dos mil cinco, e inscrita a la matrícula DOS CERO
CERO DOS DOS NUEVE OCHO UNO-CERO CERO CERO CERO CERO, asiento SEIS del Registro de la
Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección de Occidente; así lo expresáis en el párrafo décimo del
considerando IV.- de vuestra definitiva, ya que con vuestras propias palabras expresáis: " En el proceso quedo
demostrado con las constancias de fs. 15,16 y 17 emitidos por la Secretaría General y Jefe de la Sección
Profesional, ambos de la Corte Suprema de Justicia, en donde aparece que el señor JOSE RICARDO
PORTILLO GUEVARA, no esta autorizado para desempeñar la Abogacía en ninguna de sus ramas; como
consecuencia mucho menos desempeña la función de Notario, por lo que no tenía facultad para que ante sus
oficios se otorgara la primera de las compraventas cuya nulidad se pide.-" el resaltado nos es propio; lo anterior
no se apega a la verdad, pues este instrumento últimamente citado, sí fue otorgado ante notario legalmente
autorizado, como lo es la Licenciada Silvia Gisela Velado de Ibarra; circunstancia que es comprobable con la
simple lectura del instrumento agregado en autos; lo que se encuentra probado y fue alegado por la parte actora,
es que la supuesta Escritura Pública de Poder General Administrativo, con que la notario legitimó en la primera
de las compraventas, la personería del supuesto representante de la vendedora Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de
Molina o Rina Idalia Ruiz viuda de Molina, que fue Roberto Enrique Cerna Martínez, no era tal, pues, el que se
dijo notario autorizante José Ricardo Portillo Guevara, resultó no estar autorizado para ejercer la función
notarial; siendo secuela de ello, que el consentimiento de la vendedora no fue legalmente expresado; pero la
escritura Pública de Compraventa a favor del señor Wiliam Edgardo Montano, como su antecedente, sí fue
autorizada por notario competente; en el párrafo undécimo, del mismo considerando IV, continuáis: " Ante lo
expuesto y documentos agregados, es evidente que se está en presencia de un documento inexistente,
circunstancia que fue relacionada en la demanda, al referirse que la venta fue otorgada con un testimonio ficticio,
por lo que se está en presencia de un contrato que no nació jurídicamente."; en el párrafo decimotercero del
considerando IV de vuestra definitiva, que ahora impugnamos mediante el presente recurso, dijisteis. " por lo
tanto el señor Cerna Martínez no tenía facultades para poder transferir al comprador MONTANO la tradición
respectiva, que es el modo de adquirir el dominio de las cosas Art. 651 C., siempre el resaltado es propio;
primera noticia que tengo que se trasfiere la tradición, pues lo que se tiene por entendido es que lo que se
transfiere es el dominio, siendo la tradición un el (sic) modo de adquirir, y la venta fue el título traslaticio de
dominio; pero cuando interpretasteis y aplicasteis el Art. 1552 C. al sub lite, incurristeis en una interpretación
errónea de la norma legal que dicha posición contiene, pues, efectivamente el predicado de la misma nos informa
de los casos, únicos por cierto, en que existe NULIDAD ABSOLUTA, pues tal norma es taxativa, vale decir,
limitado y reducido al sentido de determinadas circunstancias; y así, según el predicado de la norma, solamente
se sanciona con el vicio de nulidad absoluta, cuando: a) La declaración de voluntad tenga objeto ilícito; pero en
el caso de autos no existe objeto ilícito, ya que la compraventa fue de un inmueble que no estaba afectado por
alguna de las circunstancias enumeradas por el Art 1335 C.; b) Cuando la declaración de voluntad tenga causa
ilícita, en el caso de autos no opera, pues la venta del inmueble no se encuentra prohibida por la ley, o contraria a
las buenas costumbre o al orden publico; c) La nulidad producida por la omisión de algún requisito o formalidad
que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración ala naturaleza de ellos; ambas
ventas, lo fueron ante funcionarios competentes y mediante escrituras públicas; por lo que este motivo no resulta
aplicable; y d) Los actos y contratos de personas absolutamente incapaces; en el proceso no consta que alguno de
los otorgantes sea absolutamente incapaz.- El mismo artículo 1552 C. en su inciso 3°. Nos informa, que
cualquier otra especie de vicio produce nulidad relativa. En el sub Judice al tratarse del consentimiento, lo que se
produjo fue una nulidad relativa, que da derecho a la rescisión del contrato, pero del aquel contrato celebrado
entre Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de Molina o Rina Idalia Ruiz viuda de Molina, representada en el acto
notarial por Roberto Enrique Cerna Martínez, aunque este no tuviera facultades para ello, con el comprador
William Edgardo Montano; pero no resulta posible reclamar la rescisión del contrato de compraventa otorgado
entre William Edgardo Montano y nuestro poderdante señor Raúl Wilfredo Aguilar Aguirre; en esto consistió,
insistimos, vuestra errónea interpretación, pues le disteis a la norma un alcance que el legislador no le dio,
desatendiendo, su tenor literal, cuando éste es claro, habiendo ido más allá de la intensión (sic) de la ley; pues
basta sin embargo, la simple lectura de la disposición citada para concluir, sin mayor esfuerzo, que la vuestra es
una deducción desafortunada, que jamás pudo servirse del texto de dicha norma ni de ninguna secuencia lógica
de razonamiento; en primer lugar, porque la norma que aplicasteis la interpretasteis dándole un alcance que el
legislador no le otorgo, como lo es concluir que la falta de poder suficiente, que dice relación con el
consentimiento de la supuesta vendedora, se encuentra en las circunstancias en virtud de las cuales se declara la
nulidad absoluta; cuando el Art. 1552 C. siendo taxativo no la incluyó, hecho que Vos Honorable Cámara
desconocisteis en vuestra sentencia, sin razón plausible al efecto y dándole a la norma invocada un alcance del
que carece, y no estabais habilitada para darle a la norma aludida semejante interpretación, que contiene un error
lógico que afecta la premisa mayor del silogismo jurídico, como lo es vuestra sentencia, lo que acontece, al darle
a la norma citada esa connotación que el legislador no tuvo en mente al dictarla; y tal vicio condiciona la
interposición del recurso que promovernos, por el motivo invocado "interpretación errónea", cuyo
reconocimiento de parte de la Honorable Sala de lo Civil, con la consiguiente secuela, desde ya requerimos
respetuosamente de aquel alto Tribunal.- Este error interpretativo a que en este parágrafo nos hemos referido, os
hizo incurrir en otra infracción a la ley, del cual enseguida hemos de ocuparnos.----1.3.2. La infracción del Arts.
1560 C.-----A consecuencia de la interpretación errónea que le disteis al Art. 1552 C., como lo dejamos expuesto
en el apartado anterior, os hizo incurrir, Honorable Cámara, en otra infracción a la ley como lo es la violación de
la norma legal contenida en el Art. 1560 C., pues siendo que la nulidad que afectaba o pudo afectar al contrato de
compraventa otorgado entre la vendedora Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de Molina o Rina Idalia Ruiz viuda de
Molina, con el Comprador William Edgardo Montano, es relativa, al proceder a pronunciaros en la definitiva,
hicisteis una falsa elección de la norma del Art. 1552 C. cuando la que debisteis aplicar es la contenida en el Art.
1560 C.; siendo entonces, que la nulidad de ese contrato es relativa, le otorgó la ley a la vendedora el derecho de
la rescisión del mismo, pero solamente contra su comprador William Edgardo Montano; pues la acción
rescisoria no resulta posible oponerla al tercero Raúl Wilfredo Aguilar Aguirre, por haber sido un comprador de
buena fe, la que se presume en conformidad al tenor literal del Art. 750 C., y que tiene inscrito el titulo de su
derecho a la matricula DOS CERO CERO DOS DOS NUEVE OCHO UNO- CERO CERO CERO CERO
CERO, asiento SIETE del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección de Occidente.- Es
por lo mismo que la infracción de la cual acusamos a vuestra sentencia, en este parágrafo, es de violación de ley,
pues dejasteis de aplicar al caso concreto sub-lite, la que le correspondía, como es la contenida en el Art. 1560
C., habiendo hecho una falsa elección de otra, como lo fue el Art. 1552 C. citado; es por lo mismo que desde
ahora nos permitimos solicitar a la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, que infirme
vuestro fallo, por ser la relacionada en este apartado per se suficiente para ello, a la que pedimos, además,
respetuosamente, que pronuncie, en su lugar, el arreglado o conforme a derecho, como lo es la absolución de
nuestro representado, de las pretensiones deducidas en su contra por la parte actora.------1.3.2. La infracción del
Arts. 1619 C.----En el proceso ha quedado demostrado, que el poder con el cual actuó el señor Roberto Enrique
Cerna Martínez no fue otorgado ante funcionario competente, pues el que se dice notario autorizante del mismo
José Ricardo Portillo Guevara, carece de dicha calidad; siendo, pues, consecuencia de lo anterior, que el
antecesor de nuestro poderdante, señor William Edgardo Montano, se convirtió en titular de cosa ajena como es
el inmueble objeto de las compraventas cuya nulidad declarasteis; por lo tanto el mencionado señor William
Edgardo Montano vendió a nuestro mandante señor RAUL WILFREDO AGUILAR AGUIRRE, cosa ajena,
pues la misma correspondía en su dominio a la señora Rina Idalia Ruiz Castellón hoy de Molina o Rina Idalia
Ruiz viuda de Molina; ante esta circunstancia, aplicasteis en vuestro fallo el Art. 1552 C., cuando la norma que
correspondía aplicar fue el Art. 1619 Inc. 1° Id., que establece en forma clara que "la venta de cosa ajena
produce, entre las partes, las obligaciones propias de la compraventa", cuales son fundamentalmente, las de
pagar el precio y hacer la tradición de la cosa vendida; tan cierto es lo anterior, que el mismo legislador en el Art.
1622, permite la ratificación de la venta de cosa ajena, con la consecuencia de que los derechos, presume la ley,
el comprador los adquirió desde la fecha de la venta ratificada; por lo mismo siendo que a nuestro mandante se
le vendió cosa ajena, y siendo tal contrato válido, dejasteis de aplicar la norma que correspondía, como lo es el
Art. 1619 C. habiendo hecho una falsa elección de otra, como lo fue el Art. 1552 C.; la infracción en que has
incurrido Honorable Cámara, configurado en el N° 1° del Art. 3 de la ley de casación, permite que vuestro fallo
se infirme, también por este motivo especifico; lo manifestado en este apartado, también condiciona el recurso
que ahora interponemos, pidiéndole a la Honorable Sala de lo Civil, desde ahora, que infirme vuestra sentencia,
por este motivo especifico; y así desde ya lo solicitamos, respetuosamente, ala Honorable Sala de lo Civil.""

IV. Por resolución de esta Sala, proveída a las diez y treinta minutos del veinticuatro de mayo de dos mil
siete, el recurso se admitió por el motivo genérico de Infracción de ley, y por los motivos específicos: a)
Violación de ley, Arts. Infringidos, 1560 y 1619 C.C.; y, b) Interpretación errónea de ley, Art.
Infringido, 1552 C.C.

V. SINTESIS DEL CASO

El señor ROBERTO ENRIQUE CERNA MARTINEZ, ex empleado de la Policía Nacional Civil, contacta en la
ciudad de Opico, a la señora RINA IDALIA RUIZ CASTELLON DE MOLINA, o RINA IDALIA RUIZ
CASTELLON VIUDA DE MOLINA, con el propósito de celebrar un contrato de promesa de venta, sobre un
inmueble ubicado en la ciudad de Santa Ana propiedad de esta última. Luego de haber convenido en la promesa
de venta, el futuro comprador no formalizó la compraventa en el plazo convenido. Y es que, CERNA
MARTINEZ, durante el plazo estipulado para cumplir dicha promesa, vendió el inmueble al señor WILLIAN
EDGARDO MONTANO (el cinco de enero de dos mil cinco), y éste a su vez lo vendió, dos días después, al
señor RAUL WILFREDO AGUILAR AGUIRRE. Ambas ventas fueron inscritas en el registro de la propiedad
de Santa Ana.

Para otorgar la compraventa al señor MONTANO, CERNA MARTINEZ presentó un Poder General
Administrativo con Clausula Especial, en el que aparece la señora viuda de MOLINA como mandante; sin
embargo, manifiesta dicha señora, que ella nunca firmó tal poder, y, que además fue otorgado ante un Notario
que no existe, pues éste no aparece en los registros de las sección de Investigación Profesional, ni de la
Secretaria General de la Corte Suprema de Justicia, como profesional autorizado para ejercer el Notariado, ni la
abogacía.

Ante esa situación, la señora Viuda de MOLINA, demandó en Juicio Civil Ordinario de Mero Derecho, de
Nulidad de Escritura Pública, a los señores WILLIAN EDGARDO MONTANO (primer comprador) y RAUL
WILFREDO AGUILAR AGUIRRE (segundo comprador), alegando que no ha otorgado ningún PODER
ADMINISTRATIVO a CERNA MARTINEZ para vender su inmueble.

En Primera Instancia, se declaró Inepta la demanda, debido a que según el Aquo, se invocó una "vía procesal
inadecuada", argumentando que para que surtiera efecto lo pedido (que es la nulidad de las dos ventas) se debió
haber seguido primeramente la nulidad o inexistencia del Poder General Administrativo con Clausula Especial,
por falta de requisitos de existencia, como es el consentimiento para otorgar dicho poder; y luego debió haberse
pedido la nulidad de dichas ventas.

En Segunda Instancia, se revocó la Ineptidud de la demanda, se declaró la inexistencia del Poder General
Administrativo con Cláusula especial por haberse otorgado ante notario falso, se declararon nulas las dos
escrituras de compra venta, y se ordenó cancelar las inscripciones registrales de ambas ventas.

            VI.- ANALISIS DEL RECURSO

MOTIVO GENERICO: Infracción de Ley

PRIMER MOTIVO ESPECIFICO: Violación de ley, Preceptos infringidos: Art. 1560 y 1619 C.C.

VIOLACION DEL ART. 1560 C.C.

Alega el recurrente, que de conformidad a su criterio, la nulidad que afectó el contrato de compraventa entre la
vendedora RINA IDALIA RUIZ CASTELLON HOY DE MOLINA o RINA IDALIA RUIZ VIUDA DE
MOLINA, y el comprador WILLIAN EDGARDO MONTANO, es relativa, y no absoluta como lo declaró en su
sentencia el Ad quem; Y agrega, que como la nulidad es relativa, entonces, la ley solamente otorga a la
vendedora la rescisión del contrato; y continua argumentando, que esa acción rescisoria, solo la tiene contra la
primera venta, y no contra la segunda, pues el segundo comprador es de buena fe, y contra él, no opera dicha
acción, pues así lo establece el Art. 1560 C. que denuncia como violado.

Por su parte, la Cámara sentenciadora ha manifestado, que en el presente caso no existe Poder General
Administrativo con Clausula Especial que faculte al mandatario vender el inmueble, ya que dicho poder es falso,
puesto que fue otorgado ante un Notario inexistente; en consecuencia, el mandatario no tenia facultades para que
en representación de la vendedora otorgara la venta del inmueble a favor del señor WILLIAN EDGARDO
MONTANO (primer comprador), en tal virtud, dice, que no hubo tradición, por lo que a la compraventa le hace
falta el requisito legal del consentimiento, que de conformidad a los Arts. 1551 y 1552 C., vuelve nulo
absolutamente ese contrato; y no solamente ese contrato, sino también, vuelve nulo absolutamente la
ramificación de éste, que es la segunda compraventa, vale decir, la que otorgó el señor MONTANO (primer
comprador) al señor AGUILAR AGUIRRE (segundo comprador).

            Al respecto la Sala considera:

En el caso de mérito, el recurrente alega que la nulidad que afecta al primer contrato de compraventa es relativa
y no absoluta como lo declaró el Ad quem; pero no argumenta por qué razón, motivo o circunstancia, es que él
considera que es nulidad relativa.

En virtud de lo anterior, la Sala advierte que el concepto de la infracción está incompleto, pues no basta sólo con
denunciar que hay nulidad relativa, sino que hay que argumentar por qué es que se considera que es relativa, y,
precisamente, esa explicación es la que no se consignó en el concepto de la infracción, lo cual vuelve imperfecto
y defectuoso el recurso en su fondo, pues no se concretó el fundamento jurídico del error denunciado; en
consecuencia, el recurso deviene en inadmisible en este sub motivo, y así habrá que pronunciarlo.

Vale aclarar, que es hasta Casación que el recurrente impugna que hay nulidad relativa en la primera
compraventa, hecho que no fue alegado ni discutido en las instancias; y es que, es ahí donde deben plantearse los
hechos y pretensiones, para que las partes puedan debatirlos en igualdad de condiciones; en ese sentido, resulta
improcedente que se planteen hechos nuevos en casación, pues, aquí lo que se discute son errores cometidos por
el Juzgador en la sentencia, ya sean de Fondo o de Forma, pero nunca hechos nuevos.

           

VIOLACION DEL ART. 1619 C.C.

En relación a esta infracción, el impetrante expresó, que en el proceso se ha demostrado que el poder general
administrativo con el que actúo el señor ROBERTO ENRIQUE CERNA MARTINEZ para conferir la venta al
señor WILLIAN EDGARDO MONTANO, fue otorgado ante Notario inexistente; en ese sentido, dice, que el
primer comprador (señor MONTANO), al vender al segundo comprador, (señor AGUILAR AGUIRRE), se
convirtió en titular de cosa ajena, razón por la que la Cámara debió haber aplicado el Art. 1619 C. y no el Art.
1552 C., pues el contrato es válido; y argumenta su validez, en que la venta de cosa ajena produce entre las
partes las obligaciones propias de la compraventa, siendo estas, la de pagar el precio y hacer la tradición de la
cosa vendida. Y agrega, que es tan cierto lo que afirma, que el mismo legislador en el Art. 1622 C., permite la
ratificación de la venta de cosa ajena.

Por su parte, la Cámara sentenciadora manifestó que el señor CERNA MARTINEZ vendió con un poder general
administrativo inexistente, pues fue otorgado ante un supuesto notario que no está autorizado por la Corte
Suprema de Justicia. En tal virtud, argumenta que dicho señor CERNA MARTINEZ, al haber hecho la tradición,
no tenía facultades para trasferir el dominio al señor MONTANO; y concluye, que al no haber tradición válida,
al contrato de compraventa le hace falta un requisito legal, que de conformidad a los Arts. 1551 y 1552 C.,
vuelve nulo absolutamente, tanto el primer contrato de compraventa, en donde el señor MONTANO es el
comprador, así como el segundo contrato, en el que, el señor MONTANO es el vendedor del mismo inmueble.

            En lo tocante a esta infracción, la Sala advierte:

Alega el recurrente, que la venta que realizó el señor MONTANO (primer comprador) al señor AGUILAR
AGUIRRE (segundo comprador) es venta de cosa ajena, y que de conformidad al Art. 1619 C., esa venta es
válida.

Al respecto, es necesario puntualizar algunos aspectos sobre la venta de cosa ajena.

Nuestra legislación y jurisprudencia sostienen, que en el caso de la venta de cosa ajena, no existe obstáculo para
que una persona venda una cosa que no le pertenece a la fecha de celebrar el contrato, pues espera adquirirla a
fin de cumplir en su oportunidad con la obligación contraída, siendo ésta, según el Art. 1627 C., la entrega o
tradición, así como el saneamiento de la cosa vendida. Además, la venta de cosa ajena es válida, porque la venta
en sí misma, es un titulo traslaticio de dominio, vale decir, es el acto o contrato cuyo contenido sólo establece la
posibilidad de llegar a adquirir la cosa, y que únicamente da el derecho de exigir el cumplimiento de la
obligación que crea, pues el comprador aún no es propietario o dueño de la cosa, lo cual acontecerá, hasta que el
vendedor o tradente, la haga salir materialmente o virtualmente de su patrimonio, por medio de la tradición, que
es el modo de adquirir el dominio; y es, hasta entonces, que el adquirente pasa a ser dueño de la cosa, desde la
fecha en que se le hace la tradición.

En virtud de lo anterior, reiteramos, que el contrato de compraventa por sí solo no transfiere el dominio de la
cosa, sino que crea a cargo del vendedor, la obligación de hacer la tradición de la misma, y de entregarla
materialmente. Ello implica, que el negocio contractual únicamente genera obligaciones, de suerte que si la cosa
vendida es ajena, el vendedor está obligado a adquirir su propiedad antes de efectuar la tradición, pues,
tratándose de ésta, es necesario que el tradente sea dueño de la cosa tradida, Art. 651 C.; y preciso es señalar, de
que nadie puede trasferir mas derechos de los que tiene, Art. 663 C.

En suma, la Sala considera, que si el vendedor no es dueño de la cosa que vende, y sin embargo hace la tradición
y entrega de ella al comprador, dicha tradición no produce el efecto de transferir el dominio, pues la ley exige
que el tradente sea el dueño de la cosa que entrega –Art. 651 C.-, de ahí que, la tradición y entrega que haga el
vendedor al comprador no perjudica los intereses del verdadero dueño, pues éste conserva su derecho de
propiedad, ya que verdaderamente no ha consentido que salga de su patrimonio la cosa vendida.

Ahora bien, en el caso de autos, el señor CERNA MARTINEZ vendió al señor MONTANO un inmueble
valiéndose de un Poder General Administrativo falso, en ese sentido, el señor CERNA MARTINEZ no es dueño
de la cosa que vendió, por lo que la tradición concedida al señor MONTANO no produce el efecto de transferir
el dominio, pues de conformidad a los Arts. 651 y 653 C., la tradición para que sea válida debe ser hecha por el
DUEÑO y en forma voluntaria, y en el caso de mérito, el DUEÑO no participó ni directamente, ni por medio de
mandatario para transferir el dominio, pues como ya se dijo, el "Poder" con el que actuó el señor CERNA
MARTINEZ es falso al haber sido otorgado ante persona que se hizo pasar por notario; así mismo, dicho poder
no era del conocimiento ni fue otorgado por el verdadero dueño, por lo que la venta y tradición efectuada por el
supuesto mandatario, se realizó en forma fraudulenta, no logrando transferir el dominio, ya que enajenó un
derecho que no tiene, y por lo tanto, no lo pudo transferir, Art. 1335 N° 2 C.C.

Considerando lo anterior, podemos afirmar que la venta y tradición que el señor MONTANO hizo al señor
AGUILAR AGUIRRE no produce efectos de transferir el dominio, pues el primero no había adquirido el
derecho de propiedad sobre el inmueble para poderlo enajenar, por lo que la tradición otorgada no es válida,
pues, como se dijo anteriormente, ésta debe ser concedida por el DUEÑO de la cosa (Arts. 651 y 653 C.C.), y
éste requisito formal no se cumplió en el otorgamiento de ese contrato de compraventa.

En virtud de lo anterior, la Cámara sentenciadora no ha cometido el vicio denunciado, pues ha aplicado la norma
correcta al caso en estudio, ya que declaró la nulidad absoluta por falta u omisión de requisitos necesarios que la
ley prescribe para darle valor a dichos contratos; en consecuencia se impone declarar que no ha lugar a casar la
sentencia por este sub motivo.

ITEM MÁS:

De conformidad al Art. 421 Pr. C., las sentencias deben recaer sobre las cosas litigadas y en la forma en que han
sido disputadas.

En el caso de autos, el recurrente alega que la segunda venta (otorgada por el señor MONTANO al señor
AGUILAR AGUIRRE) es venta de cosa ajena; sin embargo, al estudiar el proceso, la Sala advierte que este
hecho no se discutió en las instancias, convirtiéndose entonces en un hecho nuevo que el recurrente ha planteado
ante el Tribunal casacional; y éste no puede ser conocido por dicho Tribunal, por lo que preciso es aclarar, que
los hechos se discuten en las instancias, pues es el lugar idóneo para que las partes puedan debatirlo en igualdad
de condiciones. En ese sentido, al no haberse planteado la venta de cosa ajena en el proceso, el Ad quem no se
pronunció al respecto, por lo que es imposible que haya cometido errores de razonamiento al resolver la cuestio
facti; aun más, es insostenible denunciar errores sobre algo que no se discutió ni se resolvió procesalmente, por
lo que también se impone declarar que no ha lugar a casar la sentencia por este sub motivo.
SEGUNDO MOTIVO ESPECIFICO: INTERPRETACION ERRONEA DEL ART.

1552 C.C.

El recurrente alega que en el caso de mérito lo que se ha afectado es el consentimiento, y que ese caso no está
contemplado en el Art. 1552 C. como nulidad absoluta; y agrega que si no es nulidad absoluta, entonces, dice, es
nulidad relativa, pues ese mismo artículo en el inciso tercero así lo establece por exclusión. Además argumenta,
que como es nulidad relativa, entonces la dueña del inmueble sólo tiene derecho a la rescisión, pero del primer
contrato, y no del segundo; y reitera, que la interpretación errónea se configuró, cuando la cámara declaró la
nulidad absoluta, siendo según su criterio, nulidad relativa, pues lo que se afectó fue el consentimiento de la
vendedora.

Por su parte, el Ad quem dijo que el poder general administrativo para transferir el dominio nunca existió
legalmente, ya que el notario ante quien se otorgó es falso, consecuentemente, el supuesto mandatario no tenia
facultades para transferir el dominio; y concluye, que no habiendo tradición válida, a la compraventa le hace
falta un requisito legal que vuelve nulo absolutamente el primer contrato, y como consecuencia, también vuelve
nulo absolutamente el segundo contrato, vale decir, la compraventa otorgada por el señor MONTANO al señor
AGUILAR AGUIRRE.

Al respecto, la Sala advierte:

De la lectura de la infracción se colige que el impetrante pretende que se declare la nulidad relativa como
consecuencia de invocar que ha habido interpretación errónea del Art. 1552 C., al haber declarado el Ad quem la
nulidad absoluta de los dos contratos de compraventa. Obviamente, esta nulidad podría ser declarada, pero por
medio de un proceso diferente al de casación, proceso en el que la pretensión sea precisamente la declaratoria de
la nulidad relativa que invoca el recurrente; en otra palabras, debió plantearse en las instancias, que es el lugar
competente para que las partes discutan sus pretensiones en igualdad de condiciones, y no en casación como
equivocadamente se ha hecho, pues, para declarar la nulidad relativa respecto del consentimiento, es necesario,
que el que la alega pruebe el vicio que él considera que ha afectado dicho consentimiento, ya sea error, fuerza o
dolo; y ello, no es el objeto de la casación, pues con este recurso extraordinario lo que se pretende es resolver
errores de fondo o de forma que hayan sido cometidos por los juzgadores al pronunciar la sentencia, y no
discutir hechos nuevos como lo ha planteado el impetrante; en consecuencia, la Sala como Tribunal Casacional
no puede conocer hechos nuevos, pues esto es competencia de las instancias, por lo que justo es declarar que no
ha lugar a casar la sentencia por este sub motivo y así habrá que pronunciarlo.

ITEM MÁS

Respecto de la inexistencia, la Sala hace las siguientes reflexiones:

De conformidad a lo sostenido por la doctrina de los expositores del Derecho, son requisitos sine qua non para la
existencia del acto jurídico: 1) El consentimiento; 2) El objeto; 3) La causa; y, 4) Las Solemnidades. La ausencia
de cualquiera de las condiciones anteriores, redunda en la inexistencia del acto jurídico.

Por otra parte, para que un acto jurídico que ha nacido a la vida sea válido, es menester que concurran los
siguientes requerimientos: 1 °) La capacidad legal de las partes intervinientes; 2°) Consentimiento libre de
vicios; 3°) Objeto lícito; y, 4°) Causa lícita.
Es de hacer notar, que en nuestro sistema normativo no se encuentra regulada con efectos propios la inexistencia,
sin embargo, en algunas sentencias se le asimila ala nulidad absoluta.

En virtud de lo anterior, se advierte, que en el caso en examen lo que ha habido es falta de consentimiento del
dueño del inmueble para vender, pues el supuesto mandatario vendió y transfirió el dominio con un poder
general administrativo falso, ya que fue otorgado ante una persona que se hizo pasar por notario. Ante esa
situación, la Sala considera que la vía legal apropiada para alegar la falta de consentimiento como requisito de
existencia del contrato de compraventa cuestionado, es la nulidad, y dentro de las dos cate gorías de nulidades
reconocidas por nuestra legislación, la que cabe alegar es la nulidad absoluta, de conformidad a lo ordenado
por el Art. 1552 C. que dispone : "La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por
la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos, en
consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son
nulidades absolutas". La ley, pues, sanciona con nulidad absoluta y no con inexistencia, la omisión de los
requisitos o formalidades de los actos jurídicos, y el consentimiento es, sin lugar a dudas, un requisito de
existencia de los mismos, pero, nuestra legislación la asimila como nulidad absoluta.

De lo dicho la Sala concluye, que los argumentos del Tribunal Ad quem para declarar la nulidad absoluta de las
dos compraventas cuestionadas son atendibles, pues como ya se dijo, la falta de consentimiento dentro de un
acto jurídico trae como consecuencia la inexistencia, la cual, al armonizarla con la legislación patria, 'se traduce
como nulidad absoluta de conformidad al Art. 1552 C., específicamente, en el precepto que se refiere a "la
omisión de algún requisito que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos"; entonces, ha sido
procedente que el Ad quem haya declarado la nulidad absoluta de la primera venta, así como su consecuencia
inmediata, la segunda venta.

POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 428 y 429 Pr C., 16 y 23
de la Ley de Casación, a nombre de la República, la Sala FALLA: 1) Declárase INADMISIBLE el recurso de
merito por el sub motivo de fondo: Violación de ley, precepto infringido Art. 1560 Pr. C.; y, 2) Declárase que no
ha lugar a casar la sentencia recurrida por el motivo genérico de Infracción de ley; sub motivos específicos: a)
Violación de ley, Art. Infringido 1619 C.C.; y, b) Interpretación errónea de ley, Art. infringido 1552 C.C.; y, 3)
Condénase al recurrente, RAUL WILFREDO AGUILAR AGUIERRE, a los daños y perjuicios a que hubiere
lugar; y, en las costas del recurso, a los licenciados BENJAMIN ARCE GUEVARA y JOSE ERNESTO
CARRANZA MARTINEZ, como abogados firmantes del escrito. Art. 23 L.C.

Devuélvanse los autos al Tribunal de origen, con la certificación de ley, para los efectos de rigor. HAGASE
SABER.

M. F. VALDIV.---------------------M. E. VELASCO.------------------------E. R. RAMOS.-----------------


PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.--------------------
RUBRICADAS.-----------------ILEGIBLE.

 
 

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