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Disoluciones reguladoras
Como hemos mencionado anteriormente, los valores de pH en el organismo deben
permanecer casi constantes (en torno a 7.4 en el medio extracelular). Por debajo de 7.0 o
por encima de 7.8, puede sobrevenir la muerte del individuo.
Por esta razón, el mantenimiento de la homeostasis ácido-base fisiológica es
fundamental. Para lograr esta constancia de pH, el cuerpo humano utiliza tres estrategias
diferentes:
a) Amortiguadores fisiológicos (disoluciones reguladoras).
b) Ventilación pulmonar.
c) Filtración renal.
Podemos definir disolución reguladora, disolución amortiguadora, tampón, o buffer como
la disolución formada:
a) Por un ácido débil y la sal de su base conjugada; por ejemplo, ácido acético/acetato
sódico.
b) Por una base débil y la sal de su ácido conjugado; por ejemplo, amoníaco/cloruro
amónico.
Valores de pH de los líquidos corporales
Sangre arterial 7.40
Sangre venosa 7.35
Líquido intersticial 7.35
Líquido intracelular
6.0 a 7.4 (6.9 a 7.2,
rango más habitual)
Jugo gástrico 1.0 a 3.5
Jugo pancreático 8.0 a 8.3
Bilis 7.8
Jugo intestinal 7.5 a 8.0
Orina 4.5 a 8.0
Sudor 3.8 a 5.6
Leche materna 7.4
Saliva 6.0 a 7.0
Semen7.5
En ambos casos, se trata de disoluciones que admiten la adición de ácido o base sin que
se modifique apreciablemente el pH de la disolución. Se define capacidad
amortiguadora de una disolución reguladora la cantidad de ácido o base que,
añadida a dicha disolución, produce una variación máxima de una unidad en el pH.
Siguiendo con los ejemplos anteriores, una buena disolución reguladora
contendría, en proporciones análogas un ácido débil y su forma disociada (su base
conjugada) procedente de la sal correspondiente. El equilibrio, como ya se ha
expresado anteriormente
Sería:
AH A– + H+
[H+] = Ka · [AH]
[A–]
Al aplicar logaritmos:
o lo que es igual:
PH = pKa + log [Sal]
[Ácido]