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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD SIMÓN RODRÍGUEZ


PNF MEDICINA VETERINARIA
EXTENSIÓN MATURÍN
BIOQUÍMICA I

CLASE TEMA IIY III

Disoluciones reguladoras
Como hemos mencionado anteriormente, los valores de pH en el organismo deben
permanecer casi constantes (en torno a 7.4 en el medio extracelular). Por debajo de 7.0 o
por encima de 7.8, puede sobrevenir la muerte del individuo.
Por esta razón, el mantenimiento de la homeostasis ácido-base fisiológica es
fundamental. Para lograr esta constancia de pH, el cuerpo humano utiliza tres estrategias
diferentes:
a) Amortiguadores fisiológicos (disoluciones reguladoras).
b) Ventilación pulmonar.
c) Filtración renal.
Podemos definir disolución reguladora, disolución amortiguadora, tampón, o buffer como
la disolución formada:
a) Por un ácido débil y la sal de su base conjugada; por ejemplo, ácido acético/acetato
sódico.
b) Por una base débil y la sal de su ácido conjugado; por ejemplo, amoníaco/cloruro
amónico.
Valores de pH de los líquidos corporales
Sangre arterial 7.40
Sangre venosa 7.35
Líquido intersticial 7.35
Líquido intracelular
6.0 a 7.4 (6.9 a 7.2,
rango más habitual)
Jugo gástrico 1.0 a 3.5
Jugo pancreático 8.0 a 8.3
Bilis 7.8
Jugo intestinal 7.5 a 8.0
Orina 4.5 a 8.0
Sudor 3.8 a 5.6
Leche materna 7.4
Saliva 6.0 a 7.0
Semen7.5

En ambos casos, se trata de disoluciones que admiten la adición de ácido o base sin que
se modifique apreciablemente el pH de la disolución. Se define capacidad
amortiguadora de una disolución reguladora la cantidad de ácido o base que,
añadida a dicha disolución, produce una variación máxima de una unidad en el pH.
Siguiendo con los ejemplos anteriores, una buena disolución reguladora
contendría, en proporciones análogas un ácido débil y su forma disociada (su base
conjugada) procedente de la sal correspondiente. El equilibrio, como ya se ha
expresado anteriormente
Sería:

AH A– + H+

De acuerdo con el principio de Le Chatelier-Braun, la adición de ácido desplazaría el


equilibrio hacia la izquierda, mientras que la adición de base lo haría hacia la derecha, al
Consumirse los iones hidrógeno para formar agua. En ambos casos, al final del proceso,
la concentración de iones hidrógeno libres tenderá a ser igual a la inicial.
Aplicando la ley de acción de masas al equilibrio anterior, podemos obtener la ecuación
de Henderson-Hasselbalch, utilizada para el estudio y cálculo de los equilibrios
ácido-base de las disoluciones reguladoras. En efecto, si consideramos un ácido
débil AH, la mayor parte del mismo se encuentra en forma no disociada, con una
fracción muy pequeña de iones A– y H+. Por ello, al añadir la sal correspondiente,
casi todos los aniones en disolución proceden de la misma. Por tanto, en
disoluciones amortiguadoras diluidas, se puede considerar que la concentración
del ácido no disociado (AH) es igual a la concentración total del ácido, y la
concentración del anión o base conjugada (A–) es igual a la concentración total de
sal. Consideradas estas premisas y aplicando la ley de acción de masas al equilibrio ,
obtendríamos:
Ka = ⌊ A−⌋ * ⌊ H+ ⌋
[AH]

Despejando H+, se obtiene:

[H+] = Ka · [AH]
[A–]

Al aplicar logaritmos:

log [H+] = log Ka + log [A–]


[AH]

o lo que es igual:
PH = pKa + log [Sal]
[Ácido]

Expresión final de la ecuación de Henderson-Hasselbalch. De forma análoga, para


una disolución básica, se puede deducir la expresión de Henderson-Hasselbalch como :

pH = pKa + log [Base]


[Sal]

De la expresión de Henderson-Hasselbalch se puede deducir una serie de hechos:


1. El valor de pH de una disolución reguladora depende de la proporción relativa de
ácido/sal o base/sal; no depende de sus concentraciones absolutas.
2. Sin embargo, estas concentraciones absolutas sí que influyen en la capacidad de
amortiguación. Al aumentar la concentración de la disolución reguladora, aumenta
la capacidad para amortiguar los cambios de pH.
3. La amortiguación es máxima cuando el pH del medio coincide con el pKa de la
disolución. Esto sucede cuando las concentraciones de ácido y sal o de base y sal
son iguales. Generalmente, las disoluciones reguladoras tamponan bien hasta
valores de pH una unidad por encima o por debajo del valor de su pKa, es decir,
cuando la proporción sal/ácido o base/sal no es inferior a 1:10 o superior a 10:1.
Fuera de este intervalo, la capacidad de amortiguación disminuye
considerablemente.
Ejemplo:

Hemoglobina. Dentro de las proteínas, debe destacarse la hemoglobina por su


importancia en la respiración y su abundancia en la sangre (eritrocitos). El sistema global
regulador es el constituido por las dos formas individuales, hemoglobina y
oxihemoglobinato/oxihemoglobina. Lo más característico de este sistema doble es que,
Dependiendo de que la hemoglobina se encuentre oxigenada o no, el pKa del equilibrio
correspondiente cambia, lo que le permite una mayor versatilidad a la hora de regular el
pH. Así, los equilibrios de disociación son:
Oxihemoglobina:
HHbO2 HbO2 – + H+
pKa = 6.7
Desoxihemoglobina: HHb Hb– + H+
pKa = 7.9

Por otra parte, ambos sistemas están relacionados ya que:


HbO2 – + H+ HHb + O2
De los valores de pKa, se puede deducir que la desoxihemoglobina es un ácido más débil
que la oxihemoglobina. En condiciones de producción de anhídrido carbónico (respiración
celular), formación de ácido carbónico y la correspondiente acidificación, los protones
convierten el oxihemoglobinato en desoxihemoglobina, y con ello, se amortigua el efecto
acidificante y se libera el oxígeno. Por otra parte, en los pulmones el efecto es el
contrario. Lógicamente, el lugar de regulación del sistema hemoglobina es allí donde se
encuentra, es decir, en el interior del eritrocito.
Alcalosis y acidosis
Cuando se produce una alteración en los valores del pH del organismo, las disoluciones
fisiológicas reguladoras que se acaban de comentar constituyen la primera opción para
tratar de subsanar el problema; posteriormente, se recurre a la regulación de la
ventilación pulmonar y, finalmente, a la regulación de la filtración renal. La acción
coordinada de estos sistemas para evitar los efectos negativos del aumento o la
disminución protónica se suele denominar principio isohídrico de mantenimiento del pH.
La alcalosis y la acidosis son alteraciones patológicas del pH del organismo. Se pueden
clasificar en metabólicas (producidas por disfunciones o anomalías del metabolismo o
renales) y respiratorias (producidas por alteraciones o problemas originados en las vías
respiratorias, que afectan a la pCO2).
Acidosis
La acidosis o disminución del pH en el organismo puede clasificarse, según lo
anteriormente expuesto, en acidosis metabólica y acidosis respiratoria.
Acidosis metabólica
Causas. Puede deberse a:
1) Defecto renal en la excreción de protones o reabsorción de bicarbonato (insuficiencia
renal; acidosis tubular renal).
2) Pérdidas de bicarbonato (diarreas alcalinas; fístulas intestinales; vómitos de contenido
intestinal).
3) Aumento en el aporte de ácidos (producción metabólica excesiva, como en la diabetes
mellitus, en el ayuno o en el ejercicio anaerobio; ingesta de tóxicos como metanol o
salicililatos).
4) Hipoaldosteronismo (Enfermedad de Addison). Compensación. El organismo tiende a
compensar cualquier alteración con los medios de que dispone. En este 1. Hiperpnea o
taquipnea (ventilación pulmonar profunda y rápida) para eliminar cantidades elevadas de
anhídrido carbónico. Recordemos

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