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Objetivos:
➢ Analizar la definición de profesión, así como el papel que juega para estas la deontología.
➢ Determinar los enfoques de la deontología profesional desde el punto de vista doctrinal.
Sistema de conocimientos
Concepto de profesión. Las profesiones Liberales. Deberes profesionales generales. La Abogacía como profesión liberal. Su origen
y naturaleza. Trascendencia social de la profesión. El deber esencial. Funciones del abogado en el campo jurídico.
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PROFESIONES LIBERALES
En el ámbito laboral existe un vacío enorme respecto a lo que se conoce como “Profesiones Liberales”. Si bien
es cierto que es un término laboral muy usado, realmente son muy pocas las personas que tienen
conocimiento al respecto.
La profesión liberal se le denomina al ejercicio de una profesión por parte de una persona con formación
profesional calificada aun cuando no ostente un título profesional necesariamente. Tal es el caso de abogados,
contadores públicos, arquitectos, médicos, técnicos y en general profesionales o personas que trabajan de
forma independiente como consultores, en los que la actividad desarrollada se fundamenta en el intelecto.
No es un profesional liberal quien debe hacer uso primordial de su habilidad manual, como puede ser un
plomero o un maestro de la construcción.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, profesiones liberales son aquellas actividades
en las cuales predomina el ejercicio del intelecto, que han sido reconocidas por el Estado y para
cuyo ejercicio se requiere la habilitación a través de un título académico.
Las profesiones liberales tienen una característica muy particular y consiste en la remuneración de quienes
las ejercen, es decir, en estas profesiones no existe la subordinación, por lo tanto, su remuneración no es un
salario en los términos del código sustantivo del trabajo, sino que su remuneración se realiza mediante el
pago de honorarios, lo que supone que no existe un contrato laboral sino un contrato de servicios. En el caso
que un profesional ejerza su actividad mediante un contrato de trabajo, si bien no dejan de ser actividades
civiles propias de una profesión liberal, se pierden su carácter de liberal, pues éstas suponen el ejercicio
independiente y la remuneración mediante honorarios, lo que no es dable en una relación laboral en la que
se configuran los tres elementos del contrato trabajo.