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delito de lavado de activos, por

Roger Estanislao Tumi Pacori


Este artículo realiza una somera revisión de la legislación y la
jurisprudencia actual sobre el delito de lavado de activos en el Perú. Se
trata de una primera aproximación al concepto y estructura de este delito,
identificando los elementos jurídicos que constituyen el tipo penal de
lavado de activos como son: sujeto activo, sujeto pasivo, conductas
típicas, elemento subjetivo, actividad criminal previa, bien jurídico
protegido y su relación con las organizaciones criminales.

1. Concepto del delito de lavado de activos

En los artículos 1, 2, 3, del Decreto Legislativo N.º 1106, denominado


“Decreto Legislativo de Lucha eficaz contra el Lavado de Activos y otros
delitos relacionados a la Minería Ilegal y Crimen Organizado” (que entró en
vigencia a partir del 19 de abril de 2012[1]) se puede encontrar un
concepto del delito de lavado de activos, ya que a la vez de tratarse de
una norma legal existe en su contenido un concepto del referido delito.
Veamos, el texto legal literalmente establece lo siguiente:

Artículo 1°.- Actos de conversión y transferencia 

El que convierte o transfiere dinero, bienes, efectos o ganancias cuyo


origen ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de evitar la
identificación de su origen, su incautación o decomiso, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y
con ciento veinte a trescientos cincuenta días multa.

Artículo 2°.- Actos de ocultamiento y tenencia

El que adquiere, utiliza, guarda, administra, custodia, recibe, oculta o


mantiene en su poder dinero, bienes, efectos o ganancias, cuyo origen
ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de evitar la identificación
de su origen, su incautación o decomiso, será reprimido con pena privativa
de la libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con ciento
veinte a trescientos cincuenta días multa.

Artículo 3°.- Transporte, traslado, ingreso o salida por territorio nacional


de dinero o títulos valores de origen ilícito

El que transporta o traslada dentro del territorio nacional dinero o títulos


valores cuyo origen ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de
evitar la identificación de su origen, su incautación o decomiso; a hace
ingresar o salir del país tales bienes con igual finalidad, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con
ciento veinte a trescientos cincuenta días multa.

Sobre la base del contenido del texto legal se puede definir el delito de
lavado de activos de la siguiente manera:

El delito de lavado de activos es todo acto, ejecutado por cualquier


persona, para convertir, transferir, ocultar, tener, transportar activos
consistentes en dinero, bienes, efectos o ganancias de origen ilícito y que
la persona que realiza tal acto conoce o debía presumir este origen ilícito,
lo que ejecuta con la finalidad de evitar la identificación de su
procedencia, su incautación o decomiso por parte de la justicia.

Estas conductas son drásticamente penalizadas. Cualquier persona que


cometa estos actos de convertir, transferir y/u ocultar activos ilícitos, es
pasible de ser sancionado con una pena privativa de la libertad no menor
de 8 ni mayor de 15 años y adicionalmente la pena de multa consistente
en 20 a 350 días multa.

En la doctrina penal, la legislación penal de otros países y la


jurisprudencia, las expresiones “lavado”, “blanqueo”, “reciclaje” o incluso
“legitimación” son utilizadas indistintamente para referirse a un mismo
fenómeno, que puede definirse desde la óptica de la doctrina; siguiendo
al tratadista Miguel Bajo Fernández, como “el proceso o conjunto de
operaciones mediante el cual los bienes o el dinero resultantes de
actividades delictivas, ocultando tal procedencia, se integra en el sistema
económico y financiero”[2].
2. Elementos jurídicos del delito de lavado de activos

El contenido penal del delito de lavado de activos previsto en el artículo 1,


2, 3, del D. Leg. N.º 1106 conservó la estructura interna sustantiva de la
anterior, Ley N.º 27765 de fecha 20 de junio de 2002 denominada “Ley
Penal contra el Lavado de Activos”,  prescribiendo que para la
configuración del delito de lavado de activos tiene que identificarse los
siguientes elementos:

2.1. Sujeto activo. Pueden ser ejecutadas por cualquier persona no se


requiere una cualidad especial, también puede ser cometido por la misma
persona que ejecuta la actividad criminal previa (autolavado).

2.2. Sujeto pasivo. Siempre será el Estado perjudicado con este tipo de


actos y está representado por la procuraduría Pública de lavado de
activos.

2.3. Actividad criminal previa. Tiene que haber una actividad criminal


previa idónea para generar activos. Puede ser el delito de tráfico ilícito de
drogas, corrupción de funcionarios, trata de personas y otros con
capacidad de generar ganancias ilícitas.

2.4. Conducta típica. ejecución de actos de conversión, transferencia,


ocultamiento y tenencia.

a) Actos de conversión significa transformar o mutar parcial o


completamente el activo ilícito y corresponde a la etapa de colocación.

b) Actos de transferencia, el objetivo es alejar los activos convertidos de


su origen ilícito y de su primera transformación, corresponde a la etapa
de intercalación.

c) Los actos de ocultamiento y tenencia son conductas que ocultan la


naturaleza, el origen, la ubicación, el destino, el movimiento o derechos
de los activos ya convertidos o transmitidos, corresponde a la etapa de
integración. La norma penal ha establecido las siguientes conductas de
ocultamiento y tenencia:
Adquirir: Son actos de compra u obtención, siempre onerosa, de la
propiedad y dominio de bienes.
Utilizar: Tenencia directa o indirecta de los bienes objeto del delito.
Guardar: Actos externos de protección física de bienes.
Administrar: Actos de gestión o conducción de los activos ya lavados.
Custodiar: Vigilancia sobre bienes que si pueden encontrarse ocultos.
Recibir: Transmisión de bienes que el receptor incorpora a su tenencia
física.
Ocultar: Esconder la fuente real de los bienes delictuosamente obtenidos.
Mantener en su poder: Tenencia o posesión de los bienes reciclados y
que el agente ejecuta de manera abierta.

2.5. Aspecto subjetivo. Considerar el aspecto subjetivo del tipo penal que


solo se admite autoría a título de dolo directo o eventual es decir tener
conocimiento directo o presunto de la procedencia ilícita del activo.

2.6. Elemento interno trascendente. Como un elemento subjetivo


adicional al dolo que la conducta se debe realizar con la finalidad de
evitar la identificación de su origen, su incautación o decomiso.

3. El bien jurídico que se protege

El bien jurídico que se protege con el delito de lavado de activos es


múltiple por lo que se señala que tiene carácter pluriofensivo, según un
amplio sector de la doctrina y la jurisprudencia[3], se protege la
estabilidad, transparencia y legitimidad del sistema económico-financiero
o el orden socio económico, la seguridad del tráfico comercial y la libre
competencia, conjuntamente con la eficacia del sistema de justicia, al
impedir la identificación de los activos dándole una apariencia legal
frustrando su incautación y decomiso.

4. El objeto material del delito

El objeto material del delito, según la norma antes glosada no es la


actividad criminal previa sino lo activos que proceden de esta actividad,
constituido por:
4.1. Dinero, que son las monedas los billetes que funcionan como
medios de pago, que en efectivo fueron generados ilícitamente.

2.2. Bienes, que se dividen en bienes muebles o inmuebles susceptibles


de valoración económica que fueron adquiridos ilícitamente, también las
sucesivas transformaciones que se dieron en éstos a través de negocios
civiles, comerciales o financieros. Los diferentes instrumentos
financieros negociables emitidos al portador que tengan igual origen o
mutación.

4.3. Efectos o ganancias, los objetos son los producidos mediante la


acción delictuosa y las ganancias las ventajas patrimoniales o utilidades
conseguidas a través del dinero.

5. Etapas de lavado de activos

Ahora estas conductas no siempre se realizan y se consuman en un solo


acto, lo peculiar y complejo de este delito es que los activos maculados
se van incorporando a las actividades económicas y financieras licitas
progresivamente como un proceso por lo que se tiene identificado tres
etapas que corresponde al ciclo de lavado de dinero, habiendo un
consenso en el ámbito académico de que estas son tres[4]: colocación,
intercalación e integración.

5.1. Colocación. En esta etapa se hace necesario alejar el dinero de toda


asociación directa con el delito. Es el primer paso del proceso, cuando el
lavador de dinero ingresa fondos ilegales en el sistema formal.

5.2. Intercalación. En esta etapa se requiere borrar la pista para impedir


todo intento de seguirla. Implica la conversión de los beneficios
resultantes del delito en otra forma y la creación de complejas capas de
transacciones financieras para enmascarar el rastro, la fuente y la
titularidad de los fondos.

5.3. Integración. En esta etapa el delincuente debe volver a tener el


dinero a su disposición, pero alejado de toda investigación pues la regla
de oro de toda operación de lavado de dinero es aparentar, lo mejor
posible, una operación legal. Mediante la etapa de integración, es
extremadamente difícil distinguir entre riqueza legal e ilegal.

6. Lavado de activos y organización criminal

Normalmente, todo acto de lavado de activos, aunque no siempre, está


inmersa en una cierta organización en lo que ha venido en
denominarse organización criminal. La Convención de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, celebrada el 15
de noviembre de 2000, lo define como: “grupo delictivo organizado» es un
grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto
tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o
más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente
Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio
económico u otro beneficio de orden material[5].

Tradicionalmente el concepto de crimen organizado se apoyaba en la


existencia de colectivos que constituían verdaderas organizaciones de
grandes dimensiones con un alto nivel de cohesión entre sus individuos y
la existencia de líneas jerárquicas y subdivisión funcional entres sus
labores, representando una suerte de estado entre sus estados. Sin
embargo, en la actualidad se ha sostenido una descripción de la
criminalidad en base a la estructura de redes criminales. Para esta nueva
literatura las organizaciones criminales usualmente son más flexibles y
adaptables, son células pequeñas y especializadas; suelen ser menos
formales, entre otros.

En esta línea, en el ámbito nacional, en el inciso 1 del artículo 2 de la Ley


N.º 30077, Ley de Crimen Organizado[6], se define lo que es una
organización criminal como: “ (…)cualquier agrupación de tres o más
personas que se reparten diversas tareas o funciones, cualquiera sea su
estructura y ámbito de acción, que, con carácter estable o por tiempo
indefinido, se crea, existe o funciona, inequívoca y directamente, de
manera concertada y coordinada, con la finalidad de cometer uno o más
delitos graves señalados en el artículo 3 de la presente Ley”.
Posteriormente este concepto ha sido desarrollado en el Acuerdo
Plenario 01-2017-SPN[7] donde se precisa los elementos de la estructura
de la organización criminal, que son:

Elemento personal: Esto es, que la organización esté integrada por tres o
más personas.

Elemento temporal: El carácter estable o permanente de la organización


criminal.

Elemento teleológico: Corresponde al desarrollo futuro de un programa


criminal.

Elemento funcional: La designación o reparto de roles de los integrantes


de la organización criminal.

Elemento estructural: Como elemento normativo que engarza y articula


todos los componentes.

La estructura no es un mero organigrama, sino que se analiza en función


de las actividades de la organización y se infiere a través de las labores
conjuntas de sus integrantes.

Lavado de Activos y
extinción de dominio:
lo que dice la ley en
Perú
¿Qué es el lavado de activos y extinción de dominio?

El lavado de activos y extinción de dominio son los dos conceptos más utilizados
en el análisis de la criminalidad organizada hoy en día. El lavado de activos,
también llamado “lavado de dinero”, es un tipo especial de delito reconocido por
nuestro Código Penal. Este delito consiste en introducir en la circulación
financiera dinero obtenido de forma ilegal, haciéndolo parecer como si fuera de
origen legal.

Dicho de forma más sencilla: pensemos en aquel que ha obtenido su fortuna


vendiendo drogas ilegales y hace pasar su dinero como ganancias del restaurante
de su amigo, para luego utilizarlo en comprar ropa, muebles, autos, etc., y de esa
forma ya no preocuparse por un desbalance económico que podría levantar
sospechas sobre sus actividades.

Por otro lado, la extinción de dominio es una forma que el legislador ha


encontrado para castigar adicionalmente al autor del delito de lavado de activos
o a quienes se beneficiaron de este. Por medio de la extinción de dominio, la
autoridad judicial puede derogar el título de propiedad o el derecho de posesión
sobre todo objeto, bien, instrumento o ganancia producida por la comisión de
mencionado delito, salvo si se trata de un tercero que adquirió dicho bien de
buena fe, es decir, sin conocimiento del ilícito que le dio origen.

¿Qué significa la extinción de dominio?

¿Qué significa la extinción de dominio? La extinción de dominio significa que uno


no puede beneficiarse patrimonialmente por la comisión de un delito. El derecho
de propiedad o posesión, por muy válido que sea en su forma, es ineficaz si ha
sido producto de un ilícito penal. Veamos un ejemplo: una empresa constructora
paga sobornos a un funcionario público para ganar una licitación; luego, este
funcionario usa ese dinero para comprar una casa donde vive con su familia; más
tarde su delito es descubierto y sentenciado a cárcel no solo por colusión y
delitos contra la administración pública, sino por lavado de activos. En
consecuencia, la casa que ahora es habitada solo por los familiares del
funcionario pasará por un proceso de extinción de dominio y será confiscada,
incluso si es vendida a un tercero.

Cuando se configure el caso de que el bien se haya vendido a un tercero


adquirente y este hubiera conocido el origen ilícito y haya pretendiendo
ocultarlo de la confiscación, también será sometido a la extinción de dominio. Lo
mismo ocurre para los casos de autos, herencias, acciones, etc.

¿Cómo es el proceso de lavado de dinero?

El proceso de lavado de dinero consta de tres etapas para consumarse. Primero:


la colocación, que consiste en tomar el dinero (u otro bien) obtenido de forma
ilícita y darle la apariencia de haber sido conseguido de forma legal. Segundo:
intercalación, fraccionamiento o transformación, en esta etapa el dinero o bien
es “transportado” como si se tratará de un elemento licito. En el caso de dinero,
se suele dividir el monto para colocarse en diferentes áreas de un negocio y
hacer menos evidente el desbalance económico; si se trata de un bien, este
puede ser remodelado o vendido varias veces para dar la ilusión de normalidad.
Finalmente, llegamos a la etapa de integración. En esta los activos obtenidos de
forma ilegal en un inicio, ahora regresan con apariencia licita y pueden ser
disfrutados por quien lo realiza “sin temores”.

¿Por qué se creó la ley de extinción de dominio?

Una interrogante que no podemos dejar pasar es ¿Por qué se creó la ley de
extinción de dominio? Pues bien, a pesar de que se castigaba el lavado de
activos, los bienes obtenidos de forma ilegal seguían siendo disfrutados por los
amigos o familiares del delincuente. La situación es aún peor cuando se trata de
una organización criminal, pues detener y condenar a parte de sus miembros
tampoco evita que el resto del grupo siga beneficiándose de los bienes
adquiridos ilegalmente. Peor aún, mientras más tiempo pasaba más difícil era
rastrear el origen ilícito del dinero, lo que llevaba consigo perjuicios a las
personas y al sistema financiero. Por ello se creó la ley de extinción de dominio
como una forma de que los delincuentes dejen de beneficiarse de sus crimines,
incluso después de haber sido detenidos.

¿Qué dice la ley sobre el lavado de activos y extinción de dominio en


Perú?

Lo que dice la ley sobre el lavado de activos y extinción de dominio en Perú se


encuentra contenido en los Decretos Legislativos Nº 1106 y Nº 1373. El primero
reemplazó a la “Ley Penal contra el Lavado de Activos” (Ley Nº 27765), aunque
básicamente recoge toda la definición y estructura del delito. El segundo
determina el ámbito de aplicación de la extinción de dominio, sus principios, las
características de su proceso y las garantías del mismo.

¿Qué tipo de delito es el lavado de dinero?

Si se pregunta qué tipo de delito es el lavado de dinero, la respuesta no es tan


fácil. Si bien es claro que se trata de un delito especial que por sus características
parece ser un delito contra el patrimonio o contra el orden económico,
financiero y monetario, también es cierto que afecta a una multitud de derechos
y bienes durante todo su desarrollo, razón por la que se le considera un delito
pluriofensivo. Además, hay que tomar en cuenta que el lavado de activos se
puede originar por cualquier delito que produzca un beneficio económico o
patrimonial para el delincuente, pero que de todos modos se trata de un delito
autónomo con respecto al ilícito que lo origina, y que debe ser investigado y
juzgado de manera independiente.

¿Cuáles son las actividades vulnerables para el lavado de dinero?

Las actividades vulnerables para el lavado de dinero son aquellas que por su
naturaleza o características pueden servir como instrumento para realizar alguna
de las etapas del delito en sí (la colocación o la intercalación). Las más comunes
son la compra y venta de bienes muebles o inmuebles (vehículos, muebles, casas,
terrenos, etc.) y las actividades económicas que produzcan dinero
constantemente (aunque de forma irregular), tales como, restaurantes, tiendas,
lavado de autos, entre otros. También se da el caso en el que el dinero obtenido
de forma ilícita es utilizado para invertir en distintos negocios o como capital de
una empresa que en realidad nunca entra en funciones y solo sirve para justificar
los ingresos. En suma, prácticamente, cualquier negocio puede ser vulnerable al
delito de lavado de dinero, pero se encuentran más propensos aquellos que
generan más ingresos y se mantienen como informales.

¿Cuáles son las etapas del proceso de lavado de activos?

Las etapas del proceso de lavado de activos son las siguientes:

 Colocación, consiste en que el lavador o un tercero encargado de esta etapa


toma el dinero o bienes obtenidos de forma delictiva y los coloca en un negocio
legal, para darle la apariencia de licitud.
 Intercalación, fraccionamiento o transformación, consiste en que el dinero o
bienes pasan por una serie de transacciones, movimientos, giros y cambios a fin
de eliminar la vinculación entre el hecho delictivo y las ganancias previamente
colocadas.
 Integración, consiste en que el lavador recupera sus ganancias obtenidas de
forma licita, pero luego de que estas hayan pasado por la colocación y la
intercalación, teniendo así la apariencia de legalidad, alejando las sospechas o
posibles investigaciones en su contra.

¿Cuáles son los delitos precedentes del lavado de activos?

Los delitos precedentes del lavado de activos pueden ser cualquiera que genere
un beneficio económico o patrimonial al autor de dicho delito. Estos son hurto,
robo, fraude, corrupción (delitos contra la administración pública), secuestro,
extorsión, proxenetismo, tráfico de drogas, armas, personas, migrantes, etc.,
delitos tributarios, financieros o similares. Prácticamente, cualquier delito que
pueda ocasionar un incremento del patrimonio del autor. Por ello, el lavado de
activos no se considera un agravante o un delito derivado, es por el contrario un
delito autónomo, aunque para que se configure tenga como requisito
indispensable la existencia de un delito anterior.

Por otro lado, es muy común encontrar que son las organizaciones criminales las
que emplean el lavado de activos para operar, ya que por sus características se
requiere un elevado número de personas, una dirección y cierta estructura. Por
ello, el delito de lavado de activos casi siempre lo encontramos asociado al delito
de asociación ilícita u organización criminal para delinquir, aunque no
necesariamente son uno solo.

¿Qué es el proceso de extinción de dominio en Perú?

El proceso de extinción de dominio en Perú es aquel que inicia la fiscalía contra


determinado bien o grupo de bienes, así como contra sus propietarios o
poseedores. El fin de este proceso es que se declare el origen o utilización ilícita
de ese bien en un delito previo, consiguiendo de este modo la nulidad de todos
los derechos que tuvieran las personas naturales o jurídicas sobre dicho bien. El
proceso de extinción de dominio es la forma de cómo se trasladan las
consecuencias del delito de lavado de activos a la esfera de las actividades
patrimoniales. Una vez declarada la extinción de dominio no hay derecho alguno
a indemnización, contraprestación o reparo de ningún tipo.

¿Cuándo procede la extinción de dominio?

Según el Decreto Legislativo Nº 1373 cuando procede la extinción de dominio


es porque se ha configurado algunos de los siguientes supuestos:

1. Se trata de bienes que han sido objetos, instrumentos, efectos o ganancias de un


acto delictivo previo, salvo en los casos en que estos deban ser destruidos.
2. Cuando se trata de incrementos patrimoniales injustificados que no se pueden
asociar a actividades licitas.
3. Cuando tratándose de bienes lícitos estos han sido utilizados para encubrir
bienes ilícitos.
4. Cuando se habla de bienes abandonados y se tenga información suficiente para
asociar con un delito.
5. Cuando se trate de objetos obtenidos mediante permutas con objetos de origen
o uso ilícito.
6. Cuando se trate de bienes afectados por el proceso penal y su origen ilícito no
haya sido declarado definitivamente.
7. Cuando se trate de bienes heredados y se encuentren en cualquiera de los
supuestos anteriores.

¿Qué pasa con los bienes de extinción de dominio?

Lo que pasa con los bienes de extinción de dominio es que ahora están bajo la
titularidad del Estado, específicamente del Programa Nacional de Bienes
Incautados (PRONABI). Así constará en la inscripción que se realice ante los
Registros Públicos. Es decir, ahora el Estado será el propietario de dichos bienes,
pudiendo disponer de ellos de la mejor forma que considere para beneficio de la
sociedad.

¿Qué hacer para evitar la extinción de dominio?

Si se pregunta qué hacer para evitar la extinción de dominio sobre los bienes que
ha adquirido en calidad de compra o alquiler, pues le decimos que el elemento
esencial consiste en la buena fe. Es decir, el desconocimiento total del origen
ilícito y la certeza del origen licito del bien. Para ello, debe asegurarse que el bien
que está comprando o alquilando esté debidamente inscrito en los registros
públicos, sus impuestos estén pagados, que el precio sea acorde a la valorización
del mercado, etc.

¿Qué diplomados sobre lavado de activos y extinción de dominio hay en


Perú?

Existe variedad de oferta formativa en lavado de activos y extinción de dominio,


pero solo el diplomado especializado en criminalidad organizado y delito de
lavado de activos que te ofrece el Instituto de Ciencias Hegel podrá cubrir tus
expectativas de convertirte en experto en la materia. Nuestro método de
aprendizaje exclusivo te dará las herramientas y estrategias para convertirte en
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soles, a diferencia del promedio del mercado, obtendrás la certificación de una
universidad licenciada. No sigas esperando, matricúlate ya. Estás a un paso del
éxito.

¿Por qué es importante tener un diplomado especializado en lavado de


activos y extinción de dominio?

Es trascendental tener un diplomado en lavado de activos y extinción de


dominio ya que el campo laboral cada vez es más amplio y los conocimientos de
la materia son muy especializados, razón por la cual es entendible que los
profesionales no lo obtengan en su formación universitaria sino en un diplomado
como el que te ofrecemos. De otro lado, qué duda cabe, es importante, además
de tener los conocimientos, contar con la certificación respectiva para acceder a
las oportunidades laborales y de crecimiento profesional.

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