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Liceo San Felipe de Arauco

Departamento de Lengua y Literatura


Prof. Carol Arias Vera

GUÍA 4: Literatura y efecto estético

UNIDAD 1

Nombre estudiante: Curso: Fecha semana:


O.A 1 y 2 -
OA 1:

El sentido de un texto…

Jauss consideraba que era el lector el que daba verdadero sentido a los textos cuando
los lee:

1. De modo que es a partir de la interacción receptor-texto (o texto-receptor), cuando se


configura realmente la obra de arte.

2. Por supuesto, el texto cumple un rol importante en esta construcción de


significado, pero no como un todo único, completo y cerrado, sino que se presenta
ante el espectador lleno de vacíos (o lugares de indeterminación) que este debe
completar a
partir de las propias pistas aportadas por el texto, pero también de la propia experiencia personal y contextual del lector.

El análisis textual se centra en el ámbito de la "negociación" y "oposición" sobre parte de la audiencia. Esto implica que un texto
(ya sea un libro, una película, o cualquier otro trabajo creativo) no es siempre interpretado con las mismas motivaciones por las que
fue escrito, sino que el lector lo hace basado en su bagaje cultural individual y en sus experiencias vividas.

¿De qué manera podemos analizar el efecto estético de una obra literaria?

Paso 1: Primero, debemos identificar qué sensación, emoción o idea nos dejó la lectura de la obra. Por ejemplo, impacto, tristeza,
gracia, desagrado, etc. Ese será tu efecto estético.

Paso 2: Debemos justificar ese efecto estético a partir de dos categorías:

FONDO FORMA
FONDO Es lo que dice y/o a lo que se intenta referir el autor (contenido puro de la obra literaria). Podemos decir
que corresponde a de qué se trata la obra.

Es cómo se dice y/o expresa el contenido de la obra literaria. Considera estructura, elementos propios del
FORMA género literario (recordar características de la literatura vistas en guía 1) y recursos estilísticos (lingüísticos
o no lingüísticos) que el autor selecciona para intencionar la interpretación del lector.

Los recursos lingüísticos pueden clasificarse en tres grandes grupos: elementos cohesivos, elementos enfáticos y elementos
retóricos.

1- Elementos cohesivos: Los elementos cohesivos se caracterizan porque aportan organización al texto. Establecen relaciones entre
las ideas, de modo que el texto se perciba como una unidad y no como un conjunto de estructuras aisladas.

– Conectores: Entre los elementos cohesivos se encuentran los conectores, los cuales son palabras que establecen puentes entre las
oraciones y párrafos que forman un texto.
Los conectores pueden indicar jerarquía, oposición, relaciones temporales, entre otros.

– Referencia: Las referencias son otros de los elementos que se utilizan para crear cohesión. Estas pueden ser de dos tipos:
La referencia anafórica se da cuando se emplean pronombres u otros sustantivos que hacen alusión a un elemento que se ha
mencionado anteriormente.
Ejemplo: «El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles
y cadenas. Ulises no pensó en eso». El silencio de las sirenas, de Franz Kafka.
En el ejemplo mostrado, la palabra «eso» hace referencia al canto de las sirenas del que se hablaba anteriormente.
Por su parte, la referencia catafórica se da cuando la referencia precede al elemento al que se hace alusión.
Ejemplo: «Allí estaban todos reunidos: mis hermanos, mis padres y mis tíos».
En el ejemplo, la palabra «todos» hace referencia a «mis hermanos, mis padres y mis tíos», los cuales se nombran después.

2- Elementos enfáticos: Los elementos enfáticos son aquellos que se emplean para resaltar una parte del discurso. Existen diversos
recursos que permiten crear énfasis, entre los que destacan los adverbios, el asíndeton y el polisíndeton.

– Adverbios y sintagmas adverbiales: Por sí solos, los adverbios no crean énfasis. Es la posición de estos lo que da al discurso un
significado especial.
Generalmente es necesario interrumpir el orden natural de la oración para poder crear este efecto.

Ejemplos: – Yo no sabía nada de esto.


– Yo, claro está, no sabía nada de esto.
En la segunda oración se enfatiza el hecho de que la persona desconocía la situación.

– Asíndeton: El asíndeton consiste en la supresión de la conjunción copulativa “y”. En algunos casos, la ausencia de este elemento
genera un sentido de sinonimia que resalta el valor de la frase.

Ejemplo – Era un ganador y un héroe.


– Era un ganador, un héroe.
En la segunda frase, la elisión de la «y»da énfasis a la condición de héroe.

– Polisíndeton: El polisíndeton es el fenómeno opuesto al asíndeton. Consiste en la repetición de una conjunción


coordinante. El polisíndeton tiene como efecto llamar la atención del lector, además de dar un sentido de persistencia en el
texto.

Ejemplo: «Klaus empezó a sollozar, no tanto de dolor como de rabia por la terrible situación en que se encontraban. Violet y Sunny
lloraron con él, y siguieron llorando mientras lavaban los platos, y cuando apagaron las velas del comedor, y cuando se cambiaron de
ropa y se pusieron a dormir». Un mal principio, de Lemony Snicket.

3- Elementos retóricos: Existen diversas figuras retóricas que se emplean para dar variedad al texto. Entre estas destacan la
metáfora, el símil y la antítesis.

– Metáfora: Es el elemento retórico más común. Compara dos elementos diferentes, entre los cuales existe una relación de semejanza
que puede ser subjetiva, depende del punto de vista del que enuncia el discurso.
Este no solo se encuentra en textos literarios, sino que se puede apreciar en cualquier nivel del discurso. De hecho, a diario se emplean
metáforas sin notarlo.

Ejemplo: Llamar «patas» a las estructuras inferiores de una silla es una metáfora que se establece por relación con las patas de los
animales.

– Metonimia: Consiste en asignar a un elemento el nombre de otro. Entre estos dos elementos existe una relación de

contigüidad. Ejemplo «Pásame la sal». En este caso, lo que la persona está pidiendo es el salero.

– Símil: Es una comparación entre dos elementos que se asemejan en ciertos aspectos. Consta de un nexo lingüístico que por
lo general es la palabra «como».

Ejemplo: «(…) del tenebroso espacio que se abría por encima de sus cabezas llegaba la desagradable sensación de una especie de
chapoteo u oleaje rítmico, algo así como el ruido de las olas en una playa de aguas remansadas». El horror en Dunwich, de H. P.
Lovecraft.
– Antítesis: Establece una relación entre dos ideas que contrastan. Ejemplo «Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la
humanidad». Neil Amstrong

 Los recursos no lingüísticos se encuentran en códigos no verbales como visuales, corporales o sonoros. El uso de
imágenes que acompañan los textos es un recurso no lingüístico muy frecuente en reportajes. Éstas hacen énfasis y
ayudan a graficar el mensaje que quiere darse cuenta.

Para tener en cuenta…

 El fondo puede corresponder a una interpretación que tú mismo(a) como lector hiciste de la obra. Por ejemplo, afirmar que
cierto poema trata sobre el amor no correspondido de un hombre a una mujer que murió. Sin embargo, recuerda que esa
interpretación igualmente debe confirmarse a partir de pistas textuales, no intentes sobreinterpretar, saliendo demasiado
del texto.

 Para justificar a partir de la forma, intenta utilizar siempre el análisis de elementos o recursos que hemos trabajado en años
anteriores. Por ejemplo:

 Si es un texto narrativo: conflicto, análisis de personajes, tipo de narrador, ambientes, recursos del tiempo
narrativo, personajes tipo, estereotipos, intertextualidad, etc.
 Si es un texto lírico: hablante, objeto, motivo, actitud lírica, figuras retóricas, símbolos, tipo de rima, estructura
externa, métrica, ritmo, estereotipos, etc.
 Si es un texto dramático: conflicto, análisis de personajes, acotaciones, estructura interna y externa, diálogos
específicos, estereotipos, intertextualidad, etc.
¿CÓMO PUEDO ANALIZAR EL EFECTO ESTÉTICO DE UNA OBRA LITERARIA?
(MODELAMIENTO)

EJEMPLO:

LA GUERRA DE TROYA
Desde lo alto del muro de Troya, Paris se toma una selfie mostrando sus calugas y sus imponentes brazos. Helena lo mira de reojo sin
entender qué pasa por la mente del hombre que ella ama. Pero el troyano egocéntrico, sin miedo, sube la foto a Instagram.
#Helenaesmía #chaoMenelao #fuerzaHéctor #eltalonesladebilidad . Príamo, su padre, furioso lanza el smartphone muro abajo.
Héctor tropieza con el celular, Aquiles lo mata y la foto alcanza mil likes.
Fernanda Norambuena Troncoso, 17 años
Pedro Aguirre Cerda

Efecto estético ¿Qué sentí al leer la obra?


El texto me provocó un efecto cómico, me causó mucha gracia.

Fondo ¿De qué se trata la obra?


La obra trata sobre una reinterpretación contemporánea de la “Guerra de Troya”, mostrando a Paris como un
personaje egocéntrico que usa redes sociales, al mismo tiempo que sirve como una explicación cómica de la
muerte de Héctor a manos de Aquiles.

Forma ¿Qué elementos utiliza el autor para la creación de su obra?


Su efecto cómico se logra, primeramente, por el recurso de la intertextualidad literaria con “La Ilíada”, ya
que por mi parte conozco muy bien la historia original y me parece divertida la reinterpretación que se hace
de un momento icónico de la literatura, caracterizando psicológicamente al personaje de Paris de manera
explícita como un egocéntrico, adicto a las redes sociales. Este efecto cómico, se ve apoyado también por
recursos evidentemente contemporáneos como el uso de hashtags al interior del texto. También, la
acción final del personaje de Príamo de lanzar el celular por el muro que da como resultado la conocida
muerte de Héctor por Aquiles, pero añadiendo nuevamente el elemento contemporáneo de los “likes”.

*Intertextualidad: La intertextualidad es la relación que un texto (oral o escrito) mantiene con otros textos (orales o escritos), ya sean contemporáneos
o históricos.
AHORA TÚ…

Actividad: Lee los siguientes textos y responde las preguntas que se presentan a continuación:

Aquella noche, mientras Liz Norton dormía, Pelletier recordó una tarde ya lejana en la que Espinoza y él vieron una película de terror
en una habitación de un hotel alemán.
La película era japonesa y en una de las primeras escenas aparecían dos adolescentes. Una de ellas contaba una historia... trataba de
un niño que estaba pasando sus vacaciones en Kobe y que quería salir a la calle a jugar con sus amigos, justo a la hora en que daban
por la tele su programa favorito. Así que el niño ponía una cinta de vídeo y lo dejaba listo para grabar el programa y luego salía a la
calle. El problema entonces consistía en que el niño era de Tokio y en Tokio su programa se emitía en el canal 34, mientras que en
Kobe el canal 34 estaba vacío, es decir era un canal en donde no se veía nada, sólo niebla televisiva.
Y cuando el niño, al volver de la calle, se sentaba delante del televisor y ponía el vídeo, en vez de su programa favorito veía a una
mujer con la cara blanca que le decía que iba a morir.
Y nada más.
Y entonces llamaban por teléfono y el niño contestaba y oía la voz de la misma mujer que le preguntaba si acaso creía que aquello era
una broma. Una semana después encontraban el cuerpo del niño en el jardín, muerto.
2666, Roberto Bolaños pp. 48-49

Efecto estético El texto me provocó …

Fondo La obra trata…

Forma Su efecto…

CONTINUIDAD DE LOS PARQUES


JULIO CORTÁZAR

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba
en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de
escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la
tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la
puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una
y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las
imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse
desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo
del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del
atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las
imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte.
Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.
Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las
ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba
contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de
serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante
como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir.
Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo
minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla.
Empezaba a anochecer.
Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir
por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió
a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que
llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los
tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero
una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación,
nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un
sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.
Efecto estético El texto me provocó …

Fondo La obra trata…

Forma Su efecto…
Efecto estético El texto me provocó …

Fondo La obra trata…

Forma: Su efecto…

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