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Muerte en el río.

Raúl aprovecha la distracción de un joven que ha estacionado su moto


junto al río, para apoderarse de ella. Cuando el muchacho advierte que el ladrón está a punto de
escapar con su moto, corre hacia él para impedirlo. Raúl dirige frontalmente su marcha contra aquél,
aun cuando se da cuenta de que, si lo golpea con el vehículo, quizá mate al muchacho. Al ser
atropellado, el dueño de la moto queda tendido en el piso, totalmente inconsciente. El rostro está
cruzado de pérdidas de sangre y su apariencia exterior indica la producción de su muerte.
Efectivamente Raúl lo da por muerto; al así verlo, se acerca al supuesto cadáver, y, profundamente
apesadumbrado, se arrepiente de lo que ha hecho, pero lo ve como irremediable. Luego de unos
veinte minutos de titubeos y llantos, Raúl arroja a la víctima al río, junto con la moto, para simular un
accidente. El muchacho, que en verdad estaba aún con vida, muere ahogado.

1. TIPO OBJETIVO

a) Sujeto. “Autor puede ser cualquier persona siempre que su vinculación con la víctima no agrave el
homicidio”. En el caso en cuestión la relación entre el autor del delito (sujeto activo), y la victima
(sujeto pasivo) no es relevante ni presenta un tipo de agravante o atenuante. No se exigen
características especiales en la autoría.

b) Acción. El tipo de comisión dolosa requiere una acción de una persona humana. Para realizar el
tipo penal se requieren varios movimientos corporales. Se analiza si hay una acción y si hay un
resultado. Hay que determinar en el caso concreto si el resultado producido ha sido causado por
medio de una acción. Se llevó a cabo una lesión como resultado, por lo tanto, estamos haciendo
referencia a un delito de lesión y de resultado ya que se da la producción de un resultado negativo,
la muerte del dueño de la moto.

c) Resultado. Como se mencionó anteriormente el delito de homicidio alude a un delito de


resultado. Estos delitos “pueden ser cometidos por medio de cualquier acción, pero presuponen la
producción de un resultado delictivo que vaya más allá de la acción en sí misma. En ellos, se debe
analizar si el resultado producido ha sido causado por medio de una acción en forma imputable. De
este modo, la cuestión de cuáles son las situaciones de hecho que son objetivamente típicas
depende de cuando una acción debe ser considerada una causa jurídicamente relevante de un
resultado.” Por lo tanto, en los delitos de resultado no se requiere de una acción determinada, sino
la causación imputable de un resultado delictivo determinado (muerte del dueño del vehículo).

d) Nexo causal: En los delitos de resultado se exige que haya un nexo causal entre la acción y el
resultado, y según la conditio sine qua non va a ser causa de resultado toda acción que no pueda ser
suprimida mentalmente sin que el resultado. Por lo tanto, si eliminamos la acción de Raúl de
atropellar a la víctima, esta no hubiese muerto ahogada en el río. Las acciones de Raúl fueron
condiciones necesarias para producir la muerte, por lo tanto existe relación causal.

e) Imputación objetiva. En principio, se debe analizar analiza si la acción genera un riesgo


jurídicamente reprobado, y luego si el resultado es un producto de ese riesgo. Según Frister “un
resultado causado es objetivamente imputable cuando fue creado por la acción un riesgo
jurídicamente reprobado de que se causase un resultado típico y ese riesgo jurídicamente reprobado
se ha realizado en el resultado producido.”. En el caso en cuestión, al atropellar a la víctima Raúl
crea un riesgo reprobado, pero ese ese riesgo no se ha realizado en el resultado. El resultado de
muerte se sigue de otras acciones posteriores. Siguiendo con la acción de arrojar a la víctima al río
creyendo que estaba muerta, pero no lo era así, por lo que el dueño de la moto termina muriendo
ahogado en el río, se ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido, y
ese peligro también se ha realizado en el resultado concreto, la muerte del dueño de la moto, por lo
que se da el tipo objetivo de la tipicidad.

2. TIPO SUBJETIVO

En el tipo subjetivo se analiza si hubo dolo y otros elementos específicos de este aspecto. El dolo
está compuesto por el conocimiento y la voluntad, para que haya dolo es necesario que el autor
haya tenido conocimiento de los hechos, tiene que representarse las circunstancias fácticas. El dolo
tiene que existir al momento del hecho, el autor se decide consciente y voluntariamente en favor de
la ejecución de la acción adecuada al tipo y conocimiento de las circunstancias que cumplen el tipo.

En el caso de Raúl, había conocimiento del peligro creado a un bien jurídico ajeno al momento de
realizar la acción, es decir la posible muerte del dueño de la moto, y aún con este conocimiento
decide ejecutar la acción de todas formas, por lo tanto obra con dolo.

En conclusión, en la primera parte se podría imputar una tentativa de homicidio con dolo eventual,
ya que Raúl conoce que puede causar la muerte de la víctima si lo golpea con el vehículo mas eso no
termina sucediendo. En la segunda parte, cuando el autor realiza la acción de arrojar la víctima al río
para simular un accidente, suponiendo que ya se encontraba muerto, se crea un error de tipo:
cuando el autor no conoce el acontecer descripto en el tipo objetivo o no lo conoce completamente,
entonces, no actúa con dolo, y no le corresponde ser imputado por homicidio doloso. Se puede
atribuir su conducta a un homicidio imprudente, ya que Raúl podría haber reconocido que la pica
seguía con vida pero no lo hizo, constituye un reproche de imprudencia.
Raúl es imputado por los delitos de tentativa de homicidio con dolo eventual con respecto a haber
robado la moto y luego atropellarlo con la misma, dándose cuenta que podía matarlo. Y por último
por haber arrojado al muchacho al río es imputable de homicidio imprudente, debido a que no actuó
con dolo.

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