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Aunque a simple vista no existe regla objetiva que permita diferenciar entre una y
otra conducta, intentaré acoplar mediante un análisis de la conceptualización de
cada uno, para desde mi punto de vista, aclarar si aquel autor actúa de manera
culposa o en su contraposición dolosa.
Primero que todo debemos hablar de la clases de conductas que podrían ser
atribuidas al autor de un homicidio por conducir en estado de embriaguez, por lo
tanto debemos mencionar el dolo eventual y la culpa con representación, pero para
su adecuada conceptualización comenzaré mencionando lo que sería el dolo y la
culpa y luego profundizar en lo que realmente tendré en cuenta a tratar en el caso
propuesto.
El dolo tiene tres modalidades 1) Dolo Directo, 2) Dolo Indirecto y 3) Dolo Eventual,
mientras que la culpa comprende de dos modalidades 1) Culpa con
representación o culpa consciente y 2) Culpa sin representación o Culpa
inconsciente.
Claus Roxin va a tratar la diferencia entre dolo eventual y culpa con representación
mencionando la segunda como imprudencia, para ello, este especifica que el dolo
es ‘‘la realización del plan’’, mientras que la imprudencia (culpa con representación)
es sólo ‘‘negligencia o ligereza’’ y nos menciona que la ‘‘decisión por la posible
lesión de bienes jurídicos’’ es la que diferencia al dolo eventual en su contenido de
desvalor de la imprudencia consciente ya que ‘‘Precisamente ahí…, en la
aprobación del resultado como una realidad interior autónoma añadida a la previsión
de la producción del mismo, radica la característica esencial del dolo eventual’’ y
con esto, cabe resaltar que el dolo eventual se presenta cuando el sujeto activo
prevé el resultado dañoso, lo acepta pero somete el resultado al azar (El artículo 22
del Código Penal, en sus últimas líneas comprende el dolo eventual al decir
‘‘También será dolosa la conducta cuando la realización de la infracción penal ha
sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar’’ mientras
que la culpa con representación no acepta el resultado sino que al ser previsible
confía en poder evitarlo, con esto cabe mencionar a que Roxin ‘‘se apoya sobretodo
en la idea de que la mera representación de la posibilidad ya debería hacer desistir
al sujeto de seguir actuando, y de que la confianza en la no producción del resultado
encierra en sí la negación de su posibilidad’’ y esto en nuestro país realmente es
muy frecuente, hay conductores en estado de embriaguez que llegan a sus hogares
sin causar ningún daño a un bien jurídico, porque desde mi punto de vista la persona
que conduce bajo el efecto del alcohol no acepta el resultado sino que confía en
evitarlo porque ‘‘la situación de que alguien tenga claramente a la vista una
posibilidad pero no cuente seriamente con su realización, es psicológicamente muy
frecuente’’. Tanto así que normalmente entre broma muchas de las personas que
son propensos a cometer esta conducta suelen decir ‘‘borracho manejo mejor’’.
Claus Roxin nos habla de delitos de resultado o actividad diciendo que ‘‘se entiende
aquellos tipos en los que el resultado consiste en una consecuencia de lesión o de
puesta en peligro separada espacial o intelectualmente de la acción del autor’’ aquí
podríamos ver que encaja el homicidio causado por la persona que conduce en
estado de embriaguez ya que entre la acción (conducir en estado de embriaguez) y
el resultado (la muerte de un peatón) hay una distancia temporal y espacial.
Por ello volveré a citar a Roxin al decir ‘‘se puede decir que hay que afirmar el dolo
eventual cuando el sujeto cuenta seriamente con la posibilidad de la realización del
tipo, pero a pesar de ello sigue actuando para alcanzar el fin perseguido, y se
resigna así sea de buena o de mala gana a la eventual realización de un delito, se
conforma con ella. En cambio, actúa con imprudencia consciente quien advierte la
posibilidad de producción del resultado, pero no se la toma en serio y en
consecuencia tampoco se resigna a ella en caso necesario, sino que
negligentemente confía en la no realización del tipo. Al respecto debe distinguirse
entre la ‘‘confianza’’ y una mera ‘‘esperanza’.’’ Pero el conductor bajo el influjo del
alcohol al tener confianza en evitarlo no tiene aquella toma en serio de la
consecuencia, no se ha decidido conscientemente en aceptar realizar afectación a
un bien jurídico como sí lo hace el que toma en serio y se resigna al posible
resultado, ya que esa confianza de evitarlo (como se mencionó anteriormente)
rompe en sí con el aceptar la posibilidad por la confianza en la no producción, lo
que resalta es la imprudencia de su actuar y la previsibilidad de la configuración de
una conducta punible, el probar los componentes de la conducta para calificar si ha
actuado con culpa con representación o dolo eventual, se hace tan compleja que
para determinarlo se debe estudiar profundamente para que la conducta sea
ajustada de manera adecuada con lo previsto en el ordenamiento.
BIBLIOGRAFÍA