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Monografía:

Cuerpos finitos

Alumna: María Cecilia Villagra, 1er año, EEDC.


Materia: Sociología.
Profesor: Héctor Monteserín
Año: 2021
Este trabajo monográfico busca explorar e investigar distintas miradas acerca
de nuestro cuerpo y cómo él se encuentra determinado por nuestra existencia.
¿Qué es la vida? y ¿qué es el cuerpo? ¿Hay existencia previa a la vida, y
luego, al morir hay alma o espíritu que prevalezca? O, tal vez, ya había agún
estado o entidad antes de nacer? ¿Por qué ó cómo comienza, transcurre y
termina la vida? Esta y muchas más son preguntas que han demandado
atención en la historia de la humanidad. Nos hemos preguntado por siglos
acerca de nuestra existencia y como ésta está ligada a nuestro cuerpo. Para
hallar respuestas, o al menos, posturas, se indagá e intentará arrojar diversas
miradas recurriendo a pensadores, filósofos y sociólogos.
Si venimos a este mundo materializados en este cuerpo, ¿por qué nuestros
cuerpos enferman, se deterioran y degradan?
Somos más que cuerpo, claro está, pero ¿Existe el alma previamente al cuerpo
y persiste su existir aún luego de la muerte del cuerpo o del mundo? ¿O somos
simplemente una especie que logró subsistir y reproducirse exitosamente
producto de un buen camino evolutivo?
Se desarrollarán diversas facetas de esta indagación para encontrar las
relaciones y cruzamientos que se dan entre la inmensidad y la finitud de la vida;
entre la fuerza y las debilidades del cuerpo. Es así como se buscará abordar el
cuerpo como finito.
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Respuestas a tales preguntas han intrigado al hombre por siempre, por ende,
encontraremos atisbos de definiciones, de revelaciones, acercamientos a la
comprensión y profundos análisis. La búsqueda de una verdad es una falacia.

CREACIÓN/ NATURALEZA/ DIOS


Para poder comprender el concepto de qué somos o a qué se debe nuestra
existencia, se piensa la existencia en términos de cuerpo, mente y espíritu. Con
el afán de entender y llegar a la verdad, la humanidad se ha preguntado:
¿Acaso las religiones son poseedoras de una verdad absoluta? Las religiones
dan paz y sosiego a la mente humana alimentando los corazones de
admiración, entrega y adoración. Pensar en un ser supremo superior que tiene
todas las respuestas y todas las certezas es, sin duda, reconfortante.
Según Sartre, la existencia precede y comanda la esencia en el hombre. En
esto se diferencian los hombres de los demás seres. El hombre, dice Sartre, al
ir realizando su libertad en las distintas situaciones que necesita vivir determina
lo que es. El hombre se hace a sí mismo. Su ser no está pre-determinado. Lo
que llega a ser depende de sus elecciones. La liberad pertenece a la estructura
misma de la consciencia. Afirma asi en su libro “El existencialismo es un
humanismo”, (1945): “Se está condenado a ser libre”. Con ello, dice que no se
puede dejar de elegir. Todas las elecciones particulares del hombre son libres
porque están contenidas en aquella original elección libre, a la que Sartre llama
proyecto. Según Satre, el hombre aspira contradictoriamente al proyecto ideal
de ser el en sí para sí, el consciente autofundado o por decirlo de otro modo
Dios.
Ser hombre es tender a ser Dios porque el hombre es fundamentalmente
deseo de ser Dios.
………………………… CITAS
La idea de Dios creador de todas las cosas es descartada y, luego, se le otorga
el poder a la voluntad humana de modelar su propia esencia. El hombre es lo
que él hace de sí mismo, lo que hace con su proyecto de vida. El hombre tiene
la capacidad de ser él y así crear su propia esencia.
Baruch de Spinoza, filósofo neerlandés (Amsterdam, 1632 - La Haya, 1677)
revolucionó la manera de entender la relación mente y cuerpo. Para él todo lo
que existe es una naturaleza expresándose. Dios es naturaleza y el cuerpo
comunica la naturaleza de Dios; él piensa al cuerpo como esencia divina. Así
lleva al panteísmo a su máxima expresión posicionándose en la creencia de
que todo cuanto existe participa de la naturaleza divina porque dios es
inmanente al mundo.
“Para el filósofo holandés, el cuerpo es un “modo que expresa la esencia de Dios, en tanto se
le considera una cosa extensa” (Spinoza, 1999, p. 35). En otras palabras, el cuerpo es un
modo de la extensión, es decir, la manifestación de una esencia divina. Mas “entre el cuerpo y
Dios hay una relación directa: las afecciones… Las afecciones corporales son huellas que
expresan a Dios (Marín, 2006, p. 27)”1

Es así como Spinoza se refiere al cuerpo como un modo, una forma, una
expresión de dios. El cuerpo es pensado como una manera en la cual la
manifestación divina puede prolongarse y ser.
Tanto Sartre como Spinoza evocan la idea de Dios de maneras alternativas y
no ortodoxas. Lo divino aparece ligado a la creación aunque posiciona a esta
con un fin en sí misma y no ligada a lo trascendental. Para Sartre lo divino se
filtra en la existencia que deviene en una búsqueda de la esencia propia del
ser. Para Spinoza la esencia divina se presenta en la naturaleza de manera y
nuestro cuerpo dándole a éste tales facultades; ya que lo que éste puede llegar
a lograr es desconocido.
La idea del misterio de la existencia, de la creación es …………..(algo mío)
En Nietzsche, la noción de cuerpo tiene estrecha relación con comprender su
crítica a la metafísica tradicional. La filosofía del cuerpo en Nietzsche no es
comprensible si no abordamos primero el cuestionamiento descarnado que él
hace a la concepción dominante en la filosofía occidental. Ésta ha sido la
vertiente platónica de la dominación del alma con respecto al cuerpo, el
1
Ferreiro Perez, Alejandra. “Entre el poder y deseo, la danza. Una mirada Spinoziana del
cuerpo.” Dossier, Edición especial. XV Aniversario. Veranos 2004-2019 (Hemisferio Norte).
sometimiento de la materia por el espíritu. Platón afirma que el cuerpo es una
cárcel para el alma porque entiende que el cuerpo y el alma son dos realidades
heterogéneas, tanto por su naturaleza como por su origen. El alma es de
naturaleza espiritual, se relaciona y pertenece al mundo inteligible, se asemeja
a lo divino, es simple, inmortal.
El cuerpo ha sido ese obstáculo que debe ser despreciado por esa otra vida en
un más allá. Esta operación de un mundo distinto al de la inmanencia, donde
transcurre la vida, es descripta de la siguiente manera por Nietzsche:
“Inventar fábulas acerca de “otro” mundo distinto de éste no tiene sentido, presuponiendo que
en nosotros no domine un instinto de la calumnia, de empequeñecimiento, de recelo frente a la
vida de la detracción, de la sospecha de la vida: en este último caso tomamos venganza de la
vida con la fantasmagórica de “otra” vida distinta de ésta, “mejor” que esta”. 2

Esta cita que está presente en la obra “Así hablaba Zaratustra”, claramente
critica la metafísica tradicional. Habla de cómo el cielo es considerado un lugar
de ensueño, idílico que al igual que un cuento llegará a ser, haciendo. En
consecuencia, la idea de una vida mundana, insignificante y una mera espera
es desmentida.
El cuerpo y la vida, a diferencia de aquella concepción de un mejor lugar
después de la muerte, son. Es lo que tenemos, lo que existe, lo que se nos fue
dado o simplemente ocurrió. Estamos. Acá, agradecidos, conformes, molestos,
plenos, insatisfechos, en este presente y en este cuerpo. El cuerpo es lo que
nos aferra al presente, a la vida. Mediante él soy ser material y puedo allí
contener mi esencia, mi espíritu, mis ideas que se manifestarán mostrando mi
esencia traducidas en acciones y decisiones, recreando mi ser,
deconstruyéndome y volviéndome a crear a mi gusto, a mi voluntad. Tengo el
poder sobre mi y sobre mi vida.

EL CUERPO COMO DETERMINANTE DEL SER


Aparece el concepto de inmanencia propuesto por Nietzsche. La inmanencia es
definida como el ente intrínseco de un cuerpo, aquello que pertenece a un ser;
es cuando la acción perdura en su interior, cuando tiene su fin dentro del
mismo ser. Decir que el cuerpo es inmanente a la vida es decir que van unidos
de manera inseparable a su esencia. Mientras hay vida, hay cuerpo.
No es posible clasificar a Nietzsche dentro ninguna de las escuelas filosóficas,
ya que sus ideas son únicas y personales. Además, vivió en un tiempo que no
está marcado por las escuelas, sino en el que se superaron las estructuras del
pensamiento y comenzaron a sobresalir personalidades individuales.
Nietzsche, como lector fanático que era, pensó que la filosofía del siglo XIX
estaba acabada, para poder superarla criticó la fe en la razón de la Ilustración,

2
Nietzsche, Frederich. “Crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa a martillazos”. P. 56.
Citado por Sicerona, Daniel, Mg, Univ. Católico Cecilio Acosta, en “Nietzsche y el cuerpo.” P8
que consideraba al objeto dotado de razón como el punto de partida para sus
teorías sociales. Nietzsche pensaba que era una ilusión construir todo lo
humano sobre la base de la razón, porque la razón solo es una parte del
hombre. Quien pone a la razón en un pedestal, desprecia el cuerpo y las
pasiones. El cuerpo, la embriaguez y el impulso son tan humanos como la
racionalidad.
Pero ya en la representación del despreciador del cuerpo Zaratustra consigue transmitir la
inconsecuencia de la huida en el más allá del cielo:

Querían escapar a su miseria y las estrellas les resultaban demasiado lejanas.

Así que suspiraron: «¡Oh si hubiera caminos celestiales para caminar despacio y sin ruido a
otro ser y a la felicidad!» ¡Así que se inventaron sus intrigas y brebajes sangrientos! Y se
defendieron de sus cuerpos y de esta tierra, los desagradecidos. Pero ¿a quién le debían en su
rechazo espasmo y delicia? A su cuerpo y a esta tierra. 3

Los despreciadores del cuerpo siguen en ese destierro. Incluso en su huida del cuerpo tienen
que servirse de él. Ni siquiera en la «nada celestial» (36) dejan de estar ligados a su cuerpo y a
la tierra que lo soporta. Tampoco entienden el «sentido de la tierra» (38). Pues éste se
manifiesta sólo al «cuerpo sano»: sólo la «más sincera y pura» «voz del cuerpo sano» puede
hablar del «sentido de la tierra» (ídem).

La gran razón del cuerpo Enrahonar 35, 2002 35


Para Nietzsche el hombre es un ser cuya naturaleza consiste, precisamente, en
su continua autosuperación, en la Selbstüberwindung; un ser al que no le está
dada una naturaleza fija, permanente, y que, de hecho, no puede permanecer
fiel a sí mismo.

Habitamos nuestros cuerpos así como también el mundo. Es así como el


humano tiene el poder que le otorga la capacidad de la destrucción así como la
de creación. El ser humano ha modificado su entorno, así como sus propios
cuerpos, y continúa alterando el orden natural de las cosas. El ser humano, en
su afán de “progreso” a satisfacer sus necesidades, sus comodidades, a
desarrollar un mundo que se acomode mejor a sí mismo y a sus demandas,
busca maneras de intervenirlo e intervenirse para lograr sus fines. El cuerpo, es
así, transformado por medio de perforaciones, tatuajes, cirugías, implantes,
cambios hormonales, estilos, etc. Para cubrir necesidades, elecciones, gustos,
estereotipos.
El cuerpo es permeable a ser modificado porque poseemos potencias que y, al
mismo tiempo es transformado.

¿Es la ciencia lo que responderá nuestra pregunta?

3
Idem
EL CUERPO COMO PRISIÖN/ POSIBILITADOR
¿Es nuestro cuerpo una prisión que nos amarra y condena a un prevalecer
sórdido, innegable o indeseado? ¿Nos ata y aplasta volviéndonos pacientes
esclavos, o nuestro cuerpo nos transporta y transforma dándonos a conocer
nuevos horizontes, elevando las posibilidades? ¿Ancla o pájaro?
El dicho que sobre esto se declara en los Misterios de que los humanos
estamos en una especie de prisión y que no debe uno liberarse a sí mismo ni
escapar de ésta, me parece un aserto solemne y difícil de comprender. No
obstante, me parece que (…) no dice sino bien esto: que los dioses son los que
cuidan de nosotros y que nosotros, los humanos, somos una posesión de los
dioses.

En el Gorgias, por medio del Mito de los Infiernos, nos muestra su postura
frente a la inmortalidad y la “vida post-mortem”, Platón describe un pasaje del
pasado legendario del hombre, en el que la justicia se había visto alterada
merced a la mala administración que los hombres hacían de los méritos y
castigos asignados a los que iban a morir (era de Cronos). Las Islas
Afortunadas se encontraban pobladas de almas que no merecían encontrarse
allí. Zeus decide cambiar las condiciones, y establece que las almas serán
juzgadas después de la muerte, sin ropajes que encandilen a los jueces y por
almas ya trascendidas, las de Minos, Eáco y Radamanto. Se impone el castigo
para corregir las tendencias a la maldad y el error. Su escatología se encuentra
llena de alusiones a su visión antropogenética.
La teoría del alma en Platón. Revista..

Eso han de querer los pies ligeros, herir de muerte al nihilismo mediante la afirmación bailarina
o perecer, pero al menos, perecer danzando.

Nietzsche-Zaratustra dirá:

Y esta es mi doctrina: quien quiera aprender alguna vez a volar, tiene que aprender primero a
tenerse en pie y a caminar y a correr, a saltar y a trepar y a bailar: (pues) - ¡el volar no se coge
al vuelo!9

9 F. Nietzsche. Así habló Zaratustra. Del espíritu de la pesadez. p. 272.

“… que todo lo que es pesado se vuelva ligero, que todo cuerpo se haga danzarín, todo
espíritu pájaro: en verdad, ¡éste es mi alfa y omega!”10

F. Nietzsche. Así habló Zaratustra. Los siete sellos. p. 317.

Velázquez, Bruno. Filosofía de la Danza: el lenguaje de la no palabra Filósofo. Profesor de la


Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En DCO, Danza y cuerpo, Edición especial. XV
Aniversario. Veranos 2004-2019 (Hemisferio Norte).

En estos extractos se puede apreciar como Nietzsche da valor al cuerpo y a


sus posibilidades. Es mirado por el punto de partida por el cual se puede llegar
al superhombre, ahora que Dios ha muerto. Para el filósofo alemán, la
naturaleza del ser humano consiste, precisamente, en su continua
autosuperación, pues no le está dada una naturaleza fija, permanente, y que,
de hecho, no puede permanecer fiel a sí mismo.

“Nadie hasta ahora ha determinado lo que puede un cuerpo”, dice Spinoza.


Según el filósofo neerlandés, el cuerpo es ilimitado y suma a lo que Nietzsche
declara. Spinoza ve al cuerpo

Para Deleuze, una de las grandes proposiciones filosóficas de Spinoza


consiste en “instituir al cuerpo como modelo.” No sabemos ni siquiera lo que
puede un cuerpo, dirá en su Ética. Lo que sabemos del cuerpo es mucho
menos de lo que el cuerpo sabe de nosotros y de lo que sabemos desde el
cuerpo. En otras palabras, Spinoza habla del desconocimiento del alcance de
nuestro poder
El ser humano puede adolecer en algún momento de la vida por no
comprender el sentido de su existencia. Tal vez a medida que los años pasan
se produce una suerte de conformismo y deja de plantearse su existencia. Tan
solo se ve inmerso en un acostumbramiento al estar y la inercia a ser parte de
los órdenes sociales lo distraen de su cuestionamiento y búsqueda.

LO EFÏMERO DEL CUERPO


Otro aspecto que está ligado a la noción de cuerpo y su existencia tiene que
ver con lo esfímero. El cuerpo necesita del tiempo para existir. Al terminarse
nuestro tiempo, encontramos la ineludible muerte. Por ende, el tiempo define la
existencia de nuestro cuerpo.
Se supone que un cuerpo es viviente al nacer, mientras se desarrolla y
…….muere.
Este poema cuenta la vida de una flor.
The flower that smiles to-day
To-morrow dies;
All that we wish to stay
Tempts and then flies.
What is this world’s delight?
Lightning that mocks the night,
Brief even as bright …
Percy Bysshey Shelley (1792-1822) es uno de los principales poetas de la
segunda generación de románticos ingleses. Su obra está impregnada de
idealismo y de fe entusiasta en el futuro de la humanidad, pero también de
melancolía ante las desdichas de la existencia; en ella desempeña un
importante papel la naturaleza, concebida como vínculo entre el hombre y los
valores absolutos.
El poema describe la efímera vida de una flor, el encanto de este mundo yace
en un relámpago burlándose de la noche, breve aún brillante.
Lo finito de la vida contiene la corporalidad y al llegar a su fin, el cuerpo se
desmaterializa al igual que la flor.
Nos lleva a pensar la idea del tiempo respecto al cuerpo. El cuerpo es tiempo,
somos tiempo. “Se terminó su tiempo”, decimos cuando alguien cesa su
existencia.
El tiempo como categoría móvil no se detiene, no se puede parar. El tiempo
deviene, transcurre, pasa. Es, en sí mismo, incontenible, irreversible,
impermanente, escapa a nuestra voluntad y control.
Es la trama de la historia que posibilita que las cosas cambien, explicaba Darío
Gabriel Sztajnszrajber, escritor licenciado en Filosofía, en una de sus clases.
«Ningún hombre pisa dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él
no es el mismo hombre». Claramente, expresa aquí Heráclito como el río sigue
su curso y no se detiene, así como el hombre que con el paso del tiempo muta.
Martínez, Miguel, “El río de Heráclito”, El mundo iluminado, 22 junio, 2017.
https://sintesis.com.mx/2017/06/22/el-rio-de-heraclito/

“Por este motivo Aristóteles lo incluyó dentro de los filósofos físicos, y Horacio,
sin darle el crédito merecido, lo convirtió en un tópico literario: el vita flumen, o
la vida es como un río que se va.”
La fuga de la vida se ha hecho notar y
El tiempo nos excede, nos determina. Somos seres temporales, pero al mismo
tiempo sabemos que nos excede; sabemos que seguirá aún habiendo
finalizados nuestras vidas.
Idem
A esto podemos añadir el principio de entropía.
“La tendencia a la organización a partir de la desorganización, es lo que nos
mantiene vivos, mientras la tendencia más accesible es a la muerte como
forma de desligadura y disipación absoluta de la energía ligada, una
máxima entropía (máxima desorganización, mínima disponibilidad de
energía).” En otras palabras, lo que va sucediendo, se va terminando.
Al analizar la temporalidad, Sartre señala que el hombre huye del ser que fue
hacia el ser que será. Huye pues, del ser hacia el ser. Pero esta huida del
hombre solo acaba en la muerte que es la imposibilidad de todas sus
posibilidades. CITA/ FUENTE
Conclusión
Si bien nuestra existencia es finita y esta cualidad está determinada
Córdova, Néstor Carlos Lic., Prof. Adjunto “El principio de Entropía”,

La noción de entropía como hallazgo resultante de la inconsistencia de

los sistemas cerrados ideales y apertura a una nueva epistemología.

Otras fuentes consultadas:


 Duque Videla, Francisco, “La teoría del alma en Platón”, Nueva
Acrópolis, 2017. https://biblioteca.acropolis.org/la-teoria-del-alma-en-
platon/
 Sibilia, Guillermo, ”El problema de la atribución de la eternidad a
los modos finitos según Spinoza.” Universidad de Buenos Aires
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Revista
Latinoamericana de Filosofía, Vol. 45 Nº1, 2019.
 Gerhardt, Volker. “La gran razón del cuerpo. Un ensayo sobre el
Zaratustra de Nietzsche” Humboldt-Univesität. Berlin Enrahonar 35,
2002 31-43

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