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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PSICOPATOLOGÍA Y PERSONALIDAD

BAÑUELOS BAROCIO GRISELDA SARAI


GUERRA ORTIZ LIZETH

2024-1

24 DE NOVIEMBRE DE 2023
Socialización y forclusión

El proceso de socialización está caracterizado por poseer el trabajo de introducir a los sujetos
en los vínculos sociales explícitos en la interacción humana. Dentro de este proceso, se
promueven elementos culturales cómo la lengua, costumbres, roles sociales, valores, reglas
de comportamiento, sistemas de pensamiento, entre muchos otros elementos. Principalmente
la socialización se lleva a cabo en 2 etapas: Socialización primaria (a cargo de la familia) y la
socialización secundaria (a cargo de instituciones educativas).

Sin embargo, a lo largo del tiempo, este proceso también ha sufrido modificaciones
significativas, no solo en la manera en la que nos relacionamos, sino que también en cómo
interactuamos entre sujetos. En la actualidad las conversaciones cara a cara se han mudado a
plataformas digitales, haciendo de ese modo que nuestras interacciones sean con pantallas de
por medio; los mensajes se han acortado a tal grado de solo se utilizan stickers o
abreviaciones para expresar nuestras ideas; compras, reservaciones, citas, todo está al alcance
de un solo click. Esto, de cierto modo, refleja como nuestra obtención del goce se ha vuelto
más inmediata y más fácil de conseguir, volviendo el goce así a algo más efímero.

A raíz de esto nos surgieron algunos cuestionamientos con respecto a este tema: ¿La
obtención del goce ha afectado directamente la manera en la que nos relacionamos? o, por el
contrario ¿La manera en la que gozamos es lo que afecta nuestra manera de interactuar?

Para responder estas cuestiones debemos comprender primero cual es el regulador primordial
del goce, el nombre del padre. En psicoanálisis, la función paterna tiene un peso muy
importante. El padre, desde esta perspectiva, es quien introduce la castración a través del
corte entre la madre y el hijo (donde la madre se convierte en lo prohibido) y se posiciona
como el portador de la ley para regular el orden simbólico mediante la posesión del falo. Así
pues, ya con el corte establecido, existirá una falta (objeto a) que se convertirá en aquello en
lo que el sujeto orbitará pero nunca podrá tenerlo (no podrá tener el falo).

Sin embargo, la instauración de este corte no siempre se da o no queda marcado


efectivamente, para estos caso se utiliza "... el término Forclusión del Nombre del Padre [que]
hace referencia a una no instauración de un significante primordial en la psiquis del sujeto,
significante que al no ser simbolizado promueve de manera ineludible que la metáfora
paterna sea rechazada y, a su vez, traiga como consecuencia el surgimiento de todos los
desórdenes emocionales relacionados con la falta de normas…" (Arango, Jiménez, 2018). Es
por ello que, como ya habíamos mencionado, la función de este corte es primordial para los
sujetos, de esta manera la forclusión obedece a aquello que ha quedado por fuera del plano
simbólico y que por tanto retornará únicamente en lo Real, a manera de alucinaciones y
delirios.Los humanos en su condición social colocan a las ideas formadas por la ciencia, la
religión, la educación, la moral, entre otras; de la época, en el papel del nombre del padre,
siendo estas las que regularán el comportamiento de los sujetos en general y no solo de
grupos pequeños como la familia, así, el sujeto se ve obligado a cumplir con las reglas
establecidas mediante la autorregulación dejando de lado las pulsiones en la medida de lo
posible. A este proceso se le llamó forclusión generalizada o delirio normal, o en otras
palabras, es aquella transferencia que hace el sujeto de lo simbólico a lo real habiendo creado
el significante y el significado a partir de la convergencia social, "lo cual conlleva a que él
acento esté puesto más en el rechazo en lo real sin mediación imaginaria y no tanto en la idea
de que no hay Nombre del Padre, por tanto, el concepto Forclusión del nombre del padre
no está invalidado sino minimizado" (Arango, Jiménez, 2018).

En conclusión la convivencia con otros seres hizo surgir lo que llamamos lazo social, el cual
pone al sujeto en una encrucijada entre su propia cosmovisión, la búsqueda del goce y la
renuncia en parte que exige la sociedad a este para construirse a partir del Otro. Dicha
construcción se da a partir de la forclusión generalizada. En la actualidad, cómo ya habíamos
mencionado anteriormente, este lazo se ve afectado por la facilidad con la que el sujeto
obtiene el goce a través de la tecnología, disminuyendo o debilitando el lazo y el impacto que
tiene el Otro, y por consecuencia la función paterna sobre el sujeto, llegando incluso a
convertirlo en algo inexistente, o por el contrario, crea una situación de sumisión total al
Otro, convirtiendo a la información que recibe en la realidad y negando su libertad como
sujeto, convirtiéndose en objeto.

Referencias
- Arango L., Jiménez Á., (2018) Globalización y Sintomatología Social Capítulo 5:
Forclusión ¿Causa o debilitamiento del lazo social?, (ed. Universidad Santiago de
Cali)

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