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SEMINARIO BÍBLICO DE EXPOSITORES

ENSAYO N°1 SOBRE LA REVELACION GENERAL Y REVELACION ESPECIAL

POR
HECTOR POBLETE MUÑOZ

SAN PEDRO DE LA PAZ, CHILE


ABRIL 2022
CONTENIDO

I. Definición de Revelación........................................................¡Error! Marcador no definido.

II. Revelación General....................................................................................................................1

III. Revelación Especial.................................................................................................................3

IV. Conclusión...............................................................................................................................5

V. Bibliografía……………………………………………………………………………………7

i
I. Definición De Revelación General y Especial

La palabra revelación proviene del griego apokalupsis, cuyo significado es

“manifestación o descubrimiento”. Cuando se aplica este significado en el ámbito de la

teología, lo que se quiere expresar, es que Dios se ha manifestado; se ha dado a conocer a la

humanidad. El clímax de esa revelación ha sido Jesucristo. Si Dios no se hubiese revelado,

el hombre no podría saber nada de Su Creador, ni mucho menos poder relacionarse con Él.

Según las sagradas Escrituras, se pueden discernir dos formas en las que Dios se ha

revelado a las criaturas; 1) Dios se ha revelado a través de la naturaleza y la historia, 2)

Dios se ha revelado a través de las Escrituras y Su Hijo. A estas maneras de revelación los

teólogos le han llamado; Revelación General y Revelación Especial respectivamente.

Ambas clases de revelación tienen su fuente en Dios, ambas permanecen juntas, son

complementarias. Como C. H Pinnock comenta; La revelación general nos alerta a la

realidad de Dios, mientras que la revelación especial nos llama urgentemente a hacer la paz

con Dios.1

________________________
2
Paul Enns, Compendio Portavoz de Teología (Gran Rapids, Michigan: Editorial Portavoz 2010), 151
3
John F MacArthur y Richard Mayhue, Teología Sistemática (Gran Rapids, Michigan: Editorial Portavoz
2018), 74.
4
Enns, Compendio Portavoz de Teología, 151.
5
Millard J. Erickson, Teología Sistemática. Editado por Jonatán Haley. Traducido por Beatriz Fernández.
Segunda edición. Colección Teológica Contemporánea (Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie 2008), 178.
La Revelación General

La revelación general es el testimonio que Dios ofrece de sí mismo mediante dos formas

principales; la naturaleza o creación y la conciencia o constitución del ser humano. Como

respaldo bíblico para la primera forma de revelación general, los teólogos comúnmente

1
Pinnock, C. H. (2005). Revelación. En S. B. Ferguson, D. F. Wright, & J. I. Packer (Eds.), H.
Duffer (Trad.), Nuevo diccionario de Teología (Cuarta edición, p. 811). El Paso, TX: Casa Bautista de
Publicaciones.
2

citan los salmos de “la creación”. Son treinta tres salmos, que señalan como la obra

creadora de Dios reflejan perfecciones de Su Hacedor. El ejemplo habitual es el salmo

19.1-6. Este salmo enseña que Dios, se revela en los cielos y en la tierra para la humanidad.

Además el salmista agrega que, dicha revelación es continua; día tras días y noche tras

noche (v.2). También que dicha revelación no se comunica en palabras: “no hay lenguaje,

ni palabras, ni es oída su voz” (v3). Finalmente el salmista señala que el alcance de esta

revelación es global al señalar que: “por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del

mundo sus palabras” (v4)2. Solo en este salmo 19, se pueden ver el poder y la sabiduría de

Dios. Respecto del respaldo bíblico para la segunda forma de revelación general; la

conciencia o composición del ser humano, los autores consultados para este ensayo,

concuerdan en que un texto sede seria Romanos 2: 14-15. En el citado texto bíblico el

apóstol Pablo enseña “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo

que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de

la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o

defendiéndoles sus razonamientos” (Rvr60). Esa conciencia entonces de la que habla el

apóstol Pablo, sería un testigo interno del hombre que le indica lo bueno y lo malo y de este

modo el hombre quien quiera que sea, creyente o ateo, queda sin excusa delante de Su

Creador. Autores como MacArthur y Mayhue3 y Paul Enns4, adscriben a estas dos formas

en que la revelación general de Dios se presenta en las Sagradas Escrituras. Otro teólogo

sistemático; Millard J. Erickson, añade una forma más en la que las Escrituras muestran la

revelación general de Dios. Esta otra forma es la historia de preservación del pueblo

escogido de Dios; Israel5.


3

Finalmente, es pertinente señalar lo que MacArthur y Mayhue concluyen respecto a la

revelación general. Dicha revelación es suficiente para mostrarle al hombre la realidad de

Su Creador, pero respecto a la salvación, la revelación general no puede reconciliar al

hombre pecador con el Dios tres veces santo6.

La Revelación Especial

Por revelación especial se entiende la manifestación que Dios hace de sí mismo, no a

todas las personas, sino a individuos particulares, en momentos y lugares concretos,

permitiendo con esto que esos individuos puedan beneficiarse de una relación redentora con

Él7. Berkhof en su teología sistemática enfatiza en este mismo aspecto redentor cuando cita

al Dr. Warfield, quien enseñaba que la revelación especial está “dirigida a una clase

especial de pecadores a quienes Dios, les haría conocer su salvación”8. Esta revelación

especial según MacArthur y Mayhue, se observa en las Escrituras por medio de cuatro

formas principales; 1) la intervención directa de Dios, 2) a través de sueños y visiones, 3)

vía la encarnación de Cristo, y 4) las Escrituras9.

________________________
6
MacArthur y Mayhue, Teología Sistemática, 75.
7
Erickson, Teología Sistemática, 201.
8
Louis Berkhof, Teología Sistemática. Traducido por Cristian Franco. (Bellingham, WA: Editorial Tesoro
Bíblico, 2018)
9
MacArthur y Mayhue, Teología Sistemática, 75-76.
4

No obstante a pesar de que bíblicamente, estas cuatro formas de revelación especial son

ciertas, se debe señalar que el clímax de la auto revelación de Dios ha sido la segunda

persona de la Santa Trinidad, el Señor Jesucristo (Jn. 1.1-5, 14). Jesús ha sido la revelación

plena y exacta de Dios. Por su parte las Sagradas Escrituras se erigen también como una

autoritativa forma de revelación especial. A sí como el Logos encarnado es la exacta y

plena manifestación de Dios a los hombres, las Escrituras sacras, son también parte

importante de esa revelación especial del Dios Altísimo para sus criaturas (He. 1.1)10. Un

énfasis similar es el que plantea Paul Enns, quien señala que; la revelación especial tiene un

enfoque más estrecho que la general y que la revelación especial se limita a Jesucristo y las

Escrituras. Otro excelente aporte de Enns, es que la revelación especial, ha sido dada a los

hombres en declaraciones proposicionales. Esto se puede comprobar con los centenares de

pasajes de las Escrituras en donde se aprecia que el Hagiógrafo habla con toda autoridad

divina, algunos ejemplos de aquello serían los siguientes; “y habló Dios todas estas

palabras diciendo” (Éx. 20. 1); “Y vino palabra de Jehová a Jeremías” (Jer. 36. 27); “Mas

os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo

ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gá. 1. 11-

12)11. Y así se podrían escribir hojas y hojas, plasmando todos aquellos textos bíblicos que

respaldan este excelente aspecto planteado por Enns en relación a la revelación especial.

______________________
10
MacArthur y Mayhue, Teología Sistemática, 75-76.
11
Enns, Compendio Portavoz de Teología, 153.
5

Algunos estudiosos no estarían de acuerdo con la declaración de que la revelación especial

es superior a la revelación general. Sin embargo, se pueden apreciar algunas diferencias

cualitativas al contrastar la una con la otra. Por ejemplo; los agentes de la revelación

general un son finitos, en cambio Jesucristo y las Sagradas Escrituras permanecerán para

siempre (Sal. 119. 89; Mt. 24.35). Otro ejemplo de este contraste está relacionado con la

naturaleza. Este medio de la revelación general, quedó bajo maldición y sujeta a

corrupción, producto del pecado. Por su parte Jesucristo y las Escrituras (en los originales)

son libre de defecto o pecado. Un último contraste que se puede mencionar es que, la

revelación general en la naturaleza es limitada en su manifestación de Dios, esto en

comparación a que en Jesucristo “habita toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2. 9-11)12.

Finalmente se puede decir que, aunque la revelación especial es superior a la revelación

general, se debe considerar que ambas tienen una estrecha relación entre sí. MacArthur y

Mayhue aportan un iluminador cuadro comparativo, mediante el cual se puede apreciar más

claramente esta relación entre las dos formas de revelación que se han venido presentando.

Primero: la revelación general solo condena, en cambio la revelación especial condena y

redime. Segundo: la revelación general tiene acuerdo con la especial, pero no aporta nuevo

conocimiento de Dios, sin embargo la revelación especial no solo explica detalladamente el

contenido de la general, sino que, profundiza y aporta nueva revelación respecto a Dios.

Tercero: el mensaje de la revelación general debe ser confirmado por las Escrituras, por su

parte, la revelación especial es la Palabra de Dios autoritativa y se autentica y confirma por

sí misma.

____________________
12
MacArthur y Mayhue, Teología Sistemática, 76.
6

Cuarto: la revelación general debe interpretarse a la luz de la revelación especial, por el

contrario la revelación especial se interpreta a sí misma. Quinto: la revelación general,

nunca es equiparada con las, no así, la revelación especial que cuenta con ese testimonio de

estar en otra categoría a lo largo de todas las Escrituras canonicas13.

Conclusión

Con toda certeza se puede decir, que la revelación especial de Dios, es otra muestra de

esa misericordia y gracia abundante, que el Creador ha dado al hombre pecador. Si Dios

solo se hubiese dado a conocer por medio de la revelación general, el hombre hubiese

tenido acceso a conocer algo de Dios, pero su destino eterno de perdición no habría

cambiado. Es por este aspecto principalmente que la revelación especial tiene supremacía.

Vía la revelación especial, Dios le ha señalado el camino al hombre pecador, para que este

se encuentre nuevamente con su hacedor, en una relación restaurada, pacífica, amorosa y

eterna. El punto culmine de esta revelación especial es Jesucristo, y las Sagradas Escrituras,

son el fiel testigo escrito, por el cual, el pecador arrepentido, puede conocer, confiar y

asirse del sustituto perfecto, que fue inmolado desde antes de la fundación del mundo (1 Pe.

1. 20).

________________________
13
Ibid. 76-77.
7

Bibliografía

Pinnock, C. H. (2005). Revelación. En S. B. Ferguson, D. F. Wright, & J. I. Packer (Eds.),


H. Duffer (Trad.), Nuevo diccionario de Teología Cuarta edición, p. 811. El Paso,
TX: Casa Bautista de Publicaciones

Enns, Paul. Compendio Portavoz de Teología Gran Rapids, Michigan: Editorial Portavoz 2010),

MacArthur, John F. y Mayhue, Richard. Teología Sistemática Gran Rapids, Michigan: Editorial
Portavoz 2018.

Erickson, Millard J. Teología Sistemática. Editado por Jonatán Haley. Traducido por Beatriz
Fernández. Segunda edición. Colección Teológica Contemporánea Viladecavalls,
Barcelona: Editorial Clie 2008

Berkhof, Louis. Teología Sistemática. Traducido por Cristian Franco. Bellingham, WA: Editorial
Tesoro Bíblico, 2018
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