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LIBROS
- AGUIRRE M. R., Pedro en la Iglesia primitiva, Verbo Divino, Valencia 1991.
- ALCÁIN J. A., La Tradición, Universidad de Deusto, Bilbao 1998.
- AMATO A., Jesús el Señor, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 2002.
DICCIONARIOS
- BALZ H.- SCHNEIDER G.. (ed.), Diccionario Exegético del Nuevo Testamento, vol.
I, Sígueme, Salamanca 1996.
- COENEN L.-BEYREUTHER E.-BIETENHARD H., (dir.), Diccionario Teológico del
Nuevo Testamento, vol. III, Sígueme, Salamanca 1986.
MANUALES
- FEINER J.-LÖHRER M., (dir.), Mysterium Salutis, Manual de Teología como
historia de salvación, Cristiandad, Madrid 1971, 120.
ARTÍCULOS DE REVISTA
- IZQUIERDO C., «El anuncio y la transmisión del Evangelio en Evangelii gaudium»
en: Scripta Theologica, vol. 46, (abril 2014), Navarra España.
- JUNCOS D.-O´ LIBERTI L., «Evangelii nuntiandi y Evangelii gaudium: ¿El mismo
paradigma misionero? Continuidades, novedades y desafíos» en: Revista
Teología, vol. 70, no. 116, (abril 2015), Buenos Aires Argentina.
DOCUMENTOS ECLESIALES
- CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.
- CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución Dogmática sobre la Iglesia
Lumen Gentium, (21 noviembre 1964).
-FRANCISCO, Exhortación Apostólica Evangelli Gaudium, (24 noviembre 2013).
- JUAN PABLO II, Carta Encíclica Redempotoris Missio, (7 diciembre 1990).
PÁGINAS DE INTERNET
En este sentido, Karl Rahner y Karl Lehmann, nos explican que el kerigma no hay
que entenderlo sólo como un mensaje salvífico facultativo sobre la actividad decisiva
de Dios. Sino con sus puntualizaciones concretas, a saber:
Jesús es «proclamado» de una forma muy acentuada como el «Kyrios» (2Co 4,5),
como el Hijo de Dios. Por lo mismo, este mensaje exige como respuesta adecuada
la confesión de la naturaleza y la acción de este Cristo (cf. Rm 10, 8ss). De aquí
a una «doctrina» –dogma- en el sentido de 2Tm 4, 2, no hay más que un paso. El
kerigma recibe su carácter de exhortación y exigencia precisamente en la
cohesión de relato y mensaje-confesión. El señorío de Dios llama a la conversión,
la palabra eficaz de la invitación despierta la fe y realiza en cuanto palabra
creadora la salvación1.
Por lo tanto, kerigma y Evangelio se identifican en cuanto que ambos expresan «un poder
presente, que encuentra sin cesar expresión en la profesión de fe y testimonio de la Iglesia
sin agotarse nunca en ellos»3.
Esta relación entraña la acción de introducirnos al misterio de Dios. Ya que por ser
anuncio verdadero, al que lo acoge con fe no sólo le habla del misterio de Dios, sino que
le indica el camino correcto para llegar a él4.
Cita de revista:
1
RAHNER K.-LEHMANN K., «Kerigma y Dogma» en: Mysterium Salutis., Manual de teología como
historia de salvación, I-II, Cristiandad, Madrid 1969, 709.
2
Cf. Ibíd.
3
KASPER W., Evangelio y Dogma, fundamentación de la dogmática, Presencia Teológica 257, Sal
Terrae, Santander 2018, 32.
4
Cf. ALCÁIN J. A., «Kerigma», La tradición…683.
intramundana. Tampoco se puede confundir con una comunión de sentimientos
(en el sentido de un espiritualismo que huye del mundo o de una intimidad sin
relación con la historia). Precisamos por tanto, que el reino de Dios acontece en el
aquí y el ahora de la predicación de Jesús. Mediante su actividad salvífica
mesiánica establece el prometido Reino de Dios en medio del pueblo elegido de
la alianza5.
En este sentido, la «teología del anuncio» ha de despertar al ser humano de su ilusión que
sólo le bastan las realidades transitorias; ha de provocar el reconocimiento de que este
mundo no tiene su fin en sí mismo, sino que alcanza una proyección futura donde será
colmado en plenitud6.
Con la palabra cultura se indica, en sentido general, todo aquello con lo que el hombre
afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales; procura someter
el mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo; hace más humana la vida social,
tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres
e instituciones; finalmente, a través del tiempo expresa, comunica y conserva en sus obras
grandes experiencias espirituales y aspiraciones para que sirvan de provecho a muchos, e
incluso a todo el género humano7.
5
Cf. VERA L. J., «Jesús y el Anuncio del Reino», en: Anámnesis, no. 1, (enero-junio 2010), México,
6
Cf. DANIÉLOU J., El Kerygma según el cristianismo primitivo, en: HENRY A.M., Anuncio del
Evangelio hoy, Estella, Barcelona 1964, 73.
7
CONCILIO VATICANO II, Constitución Pastoral Gaudium et Spes, (7 de diciembre 1965), 53.
8
Cf. DAVIS C., Teología de la Predicación, The theology of Preaching, The Clergy Review, 45 (1960),
524-545. Recuperado de:
http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol2/5/005_davis.pdf (26 abril 2009).