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¿Cómo escribir una introducción?

Escribir una introducción efectiva es fundamental para captar la atención de los


lectores y establecer el tono y el propósito de tu escrito. Aquí tienes algunos pasos
para escribir una introducción efectiva:

1. Captura la atención del lector: Comienza con una frase impactante, una
pregunta intrigante, una estadística sorprendente o una anécdota relevante
que despierte el interés del lector desde el principio.
2. Contextualiza el tema: Proporciona información básica sobre el tema que
estás tratando para situar a los lectores en el contexto adecuado. Explica
por qué es relevante o importante y cómo se relaciona con el tema más
amplio.
3. Presenta tu enfoque y objetivo: Indica claramente el propósito de tu
escrito y qué enfoque o perspectiva adoptarás. Esto ayudará a establecer
las expectativas y dará una idea de lo que los lectores pueden esperar
encontrar en el resto del texto.
4. Proporciona una visión general: Ofrece una breve descripción de los
puntos principales o las secciones que abordarás en el desarrollo del texto.
Esto ayudará a los lectores a tener una idea de la estructura y el contenido
general de tu escrito.
5. Plantea una tesis o pregunta principal: Si estás escribiendo un ensayo o
un trabajo de investigación, puedes presentar tu tesis o la pregunta principal
que intentarás responder. Esto establecerá la dirección y el propósito de tu
escrito.

Recuerda que una introducción efectiva debe ser concisa, clara y atractiva. Evita
divagar o proporcionar demasiada información en esta sección inicial, ya que el
objetivo principal es preparar a los lectores para lo que vendrá a continuación.
¿Cómo escribir una conclusión?

Escribir una conclusión efectiva es crucial para cerrar tu escrito de manera sólida y
dejar una impresión duradera en los lectores. Aquí tienes algunos pasos para
escribir una conclusión efectiva:

1. Resume los puntos clave: Recapitula brevemente los puntos más


importantes o las ideas principales que has presentado en el cuerpo de tu
escrito. No es necesario repetir todos los detalles, sino destacar los
aspectos más relevantes.
2. Cierra el círculo: Vuelve al tema inicial y muestra cómo has abordado y
explorado ese tema a lo largo de tu escrito. Demuestra cómo tus
argumentos, evidencias o investigaciones han contribuido a una
comprensión más profunda del tema.
3. Ofrece una respuesta o solución: Si tu escrito planteó una pregunta o un
problema, es el momento de proporcionar una respuesta o una posible
solución basada en los argumentos que has presentado. Deja claro cómo tu
análisis respalda tu posición o conclusión.
4. Amplía la perspectiva: Amplía el enfoque de tu escrito y ofrece una visión
más amplia del tema. Puedes conectarlo con temas más grandes, hacer
recomendaciones o reflexiones sobre el futuro o destacar la importancia
continua del tema que has tratado.
5. Deja una impresión duradera: Termina tu conclusión de manera
impactante y memorable. Puedes utilizar una cita relevante, una afirmación
contundente o una frase que resuma la esencia de tu escrito. Busca dejar
una impresión duradera en los lectores.
6. Evita agregar información nueva: La conclusión no es el lugar para
introducir ideas o argumentos nuevos. Debes limitarte a resumir y reafirmar
lo que ya has presentado en el cuerpo de tu escrito.

Recuerda que una conclusión efectiva debe ser clara, concisa y coherente con el
contenido previo de tu escrito. Es el cierre final que deja una impresión duradera
en los lectores, por lo que es importante dedicar tiempo y esfuerzo a redactarla
adecuadamente.

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