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Capítulo 2

Alcances y limitaciones del Dibujo Proyectivo


Método de recurrencias y convergencias para su interpretación

TERESA ANA VECCIA JAVIER GONZALO


CALZADA

Alcances y limitaciones del Dibujo Proyectivo

Los dibujos, proyectivos cumplen un papel importante en el psicodiagnóstico porque detectan, con
bastante precisión, los niveles profundos de integración y estructuración de la personalidad. Sin
embargo, creemos que no son en sí mismos sensibles para el diagnóstico diferencial, sino que deben
ser complementados con pruebas proyectivas verbales, y de ser necesario, con pruebas objetivas de la
personalidad. Sí es cierto que en ios gráficos pueden aparecer indicadores que alerten sobre la posible
presencia de patología mental, retraso o déficit madurativo, entre otros.
Ante la tarea gráfica, disminuyen el control intelectual y el ocultamiento consciente. Sin embargo,
también sabemos que el sujeto adulto, a diferencia del niño, dibuja con una mayor intencionalidad
consciente, en especial si el área de trabajo es forense o laboral.
Las pruebas proyectivas gráficas constituyen medios privilegiados para la proyección de la imagen
del cuerpo (Veccia, 1996, 1998), no sólo en el dibujo de la figura humana, sino también en distintas
producciones: un árbol, un animal, una casa, etc.
El tema del esquema y la imagen corporal fue ampliamente trabajado por distintos autores (Paul
Schilder, Sami Ali, Francoise Dolto)1. Remitimos al lector interesado a consultar dichas fuentes. Aquí
recordaremos sólo algunas cuestiones teóricas que fueron desarrolladas en dichos textos. Es necesario
hacer la distinción entre Esquema del Cuerpo (EC) e Imagen del Cuerpo (IC). El EC depende del
desarrollo de un esquema sensorio-motor e intelectual, cuya base es neurológica (concepción
evolutiva). Es consciente-preconsciente. Se refiere al cuerpo actual en el espacio y el tiempo, a la
experiencia inmediata.

1 Consultar bibliografía al final del capítulo.


La IC es puramente imaginaria, está fuera del espacio y el tiempo, es inconsciente, aunque puede
tornarse en parte preconsciente cuando se asocia al lenguaje consciente usando, por ejemplo, metáforas
para referirse a ella (“hacer de tripas corazón” “quedar sin aliento” “tener un nudo en el estómago”)
La IC es un símbolo inconsciente del sujeto deseante y es soporte del narcisismo. Se entrecruza con el
EC a partir del cual podemos entrar en comunicación con los otros.
Las producciones gráficas tienen una configuración espacial y temporal, la hoja en blanco
representa un espacio que puede ser “llenado” por el sujeto con sus objetos graficados.
Gracias a esta configuración espacio-temporal de la hoja podemos acceder a la constitución del
esquema corporal de un sujeto, en términos, por ejemplo, de verticalidad, lateralidad, perspectiva. Es
decir, por medio de la proyección del EC en la hoja, conocemos cómo el cuerpo es usado como medio
de acción en el espacio y sobre los objetos. Pero también podemos acceder al imaginario del sujeto
respecto de su yo corporal. Ahora bien, para lograr tales acercamientos es preciso no sólo tomar el
texto gráfico sino también las asociaciones verbales del sujeto, la situación total de entrevista donde
se entrecruzan los aspectos transferenciales y contratransferenciales. El tema del EC y la IC en las
técnicas gráficas es ilustrado a través del “Caso C”.
Toda producción humana, como la expresión gráfica, tiene un sentido y está determinada por la
idiosincrasia de quien lo produce, sus deseos, impulsos, fantasías, pensamientos, ideas, etc. Hammer
(1969) sostiene que el contenido del dibujo estará determinado por la autopercepción consciente e
inconsciente del sujeto y por las personas significativas del medio.
Las técnicas gráficas pueden constituir valiosos medios de comunicación entre el entrevistador y
el niño, para quien el dibujo constituye un modo de expresión natural y placentero; y para el psicólogo
un medio privilegiado de exploración de su mundo interno. También en algunas ocasiones resulta una
vía facilitadora en la comunicación con los adolescentes, ya que en general la información que
transmiten en las entrevistas suele ser escasa, ya sea por inhibición, timidez u otros motivos. Sin
embargo, en ciertos casos podemos encontrar que el hecho de solicitar al adolescente que dibuje no
nos facilita la tarea sino todo lo contrario: aparecen resistencias, o cuestionamientos al pedido como
expresión de rebeldía a la autoridad. Aquí entrará en juego la pericia del psicólogo que analizará cómo
resolver tal situación.
Siempre que sea posible conviene administrar pruebas gráficas con adolescentes ya que como a
través de ellas se proyecta la representación psíquica del cuerpo, constituyen útiles medios para
investigar la conformación y el desarrollo del concepto de sí mismo y de la identidad, temas que son
cruciales en la adolescencia (Veccia, 1996, 1998) Un joven de 14 años dibuja en Figura Humana un
personaje caricaturesco con características grotescas y afeado. Según comentó lo sacó de un comic; es
un apasionado de ese tipo de lecturas y tiene aptitudes para el dibujo de historietas. Ante el pedido que
dibuje otra persona, pero que esta vez no sea una caricatura, dibuja un hombre nuevamente afeado,
desproporcionado en sus partes, robusto, rostro alargado, adusto, con cejas gruesas, boca y ojos
grandes. En las asociaciones verbales dice que es él. Los dibujos nos muestran la proyección de la
imagen que tenía de sí mismo. En las entrevistas decía, por ejemplo, “yo no puedo gustarle a M (chica
que le gustaba), no tengo nada que pueda ofrecerle”; o cuando se le hizo notar su habilidad para dibujar,
dijo “¿yo? si soy un bruto.” En la entrevista de devolución trabajamos en que él tenía talentos, cosas
que sabía hacer y las hacía muy bien, pero que tenía una imagen de sí mismo tan empobrecida y se
vivenciaba como tan limitado que todo lo que sabía hacer quedaba enterrado.
En la tarea gráfica hay necesariamente una participación corporal a partir de la coordinación viso-
motriz. Por tal motivo, el psicólogo deberá evaluar si corresponde o no incluir un test gráfico en la
estrategia psicodiagnóstica en el caso de que la persona evaluada presente un déficit psicomotriz.
Dependerá la decisión de distintos factores, por ejemplo, el grado de dificultad en la motricidad que
presente el sujeto, el nivel de tolerancia a la frustración y autoestima del sujeto evaluados en la
entrevista, entre otros.
Como en toda producción de la vida imaginativa, en el dibujo también ingresa la cultura, por ende,
en el mismo no sólo se expresará la historia de las primeras relaciones objétales del sujeto sino también
su situación actual, la particular construcción de género del sujeto, los elementos de su cultura, los
valores y otras variables también importantes de ser tenidas en cuenta. Es por todo esto que
recomendamos no perder de vista a la hora de interpretar el material, la variable situacional y la
influencia de la cultura que inevitablemente se plasma en la hoja.
Consideramos que es tan importante el dibujo como la verbalización a posteriori del dibujo, es
decir, lo que el sujeto mismo pueda interpretar de su dibujo. Así, la producción gráfica constituye un
estímulo disparador de asociaciones verbales, las cuales se darán en el contexto de entrevista donde se
incluye la toma de tests.
Mencionaremos que hace unos años venimos trabajando con el interrogatorio posterior a la toma
de la técnica gráfica de la Casa-Árbol-Persona (HTP) que J. N. Buck (1995) ha sistematizado en su
Manual. El plantea que las preguntas que figuran allí son una guía para el entrevistador, y que no
constituyen algo rígido sino que debe adecuarse a la situación y al entrevistado. Podríamos decir que
se homologaría a una entrevista semidirigida donde será necesario evaluar las respuestas del sujeto en
la situación de interacción con el psicólogo. En un anexo a este capítulo ampliaremos al respecto.
Los tests gráficos tienen otra serie de ventajas que hacen a la practicidad que todo profesional busca
en su trabajo cotidiano. Son económicos en tiempo y recursos, y fáciles de administrar. Por tal motivo
en muchas instituciones donde apremia el tiempo son útiles complementos de las entrevistas.
Asimismo, debemos advertir que una inadecuada formación del profesional en la especialidad del
psicodiagnóstico (leer en este libro el capítulo “Consideraciones éticas en la práctica del
psicodiagnóstico”), la tendencia a interpretar datos aislados sin integrarlos en la configuración de la
totalidad de los mismos, y los prejuicios de ciertos profesionales respecto de cuán confiables y válidas
son las técnicas gráficas, contrarrestan las ventajas que venimos mencionando.
Por otro lado, los dibujos pueden ser utilizados no sólo en clínica sino también en otras áreas de
incumbencia profesional, aunque como es de esperar se deben tomar las precauciones necesarias en
relación a criterios de pertinencia y adecuación a contextos diversos, que conllevan distintos objetivos.
En la práctica pericial (forense), por ejemplo, si lo que se pretende investigar es la existencia o no de
daño psíquico a raíz de un accidente, suele incluirse el dibujo de la Figura Humana, el test de Persona
bajo la lluvia, entre otros posibles. En orientación vocacional el test de la Familia Kinética Actual y
Prospectiva lo utilizamos cuando queremos indagar, por ejemplo, las expectativas familiares puestas
en la elección del entrevistado, el rol que tanto el sujeto como los demás integrantes (abuelos, padres,
hermanos) ocupan en la familia (ejemplo: roles intelectuales, tareas manuales, etc.), los vínculos reales
y fantaseados, así como la trama de identificaciones con los distintos miembros. El Caso L ilustra lo
antedicho. También podemos utilizar el test de la Persona bajo la lluvia donde indagaremos cómo se
defiende el sujeto frente a situaciones ambientales estresantes; así, podremos evaluar el grado de éxito
en una carrera de larga duración, el nivel de tolerancia a la frustración, las defensas frente a una
situación ansiógena, entre otras posibilidades. Para una aplicación del test de la Persona bajo la lluvia
en orientación vocacional, se puede consultar el capítulo de este libro dedicado a defensas en las
técnicas narrativas donde en el caso clínico que se incluye se menciona la utilización de este test, entre
otros.
El Dibujo Libre:

Cuando solicitamos al entrevistado que dibuje lo que quiera (así es la consigna), el dibujo que
estamos proponiendo adquiere la modalidad de ser libre ya que no se le propone un tema determinado
como, por ejemplo, en el caso del dibujo de la Figura Humana.
Por medio del dibujo libre tratamos de acercarnos al dibujo espontáneo aunque no sean sinónimos
ya que lo que caracteriza al dibujo espontáneo es que no media consigna alguna.
En sentido estricto, hablamos de técnica del dibujo libre y no de test debido a que por sus
características resulta de difícil estandarización. Al no solicitar una temática definida, la cantidad de
variables intervinientes variará en función de cada producción. Lo que sí es posible —y necesario—
interpretar son las pautas formales que se plasmarán en todos los casos, como por ejemplo: calidad de
la línea, tamaño, emplazamiento, etc. (García Arzeno, 1993).
El dibujo libre lo consideraremos como una autopresentación del sujeto (Veccia. 1996), y como
tal, resultará valioso correlacionarlo con la presentación que el sujeto hace de sí mismo en la entrevista
(Ver Caso G) y con la primera lámina ( A l ) del Test de Relaciones Objétales, si es que, claro está, se
ha decidido incluir dicha técnica en la estrategia psicodiagnóstica del psicólogo.
Por otro lado, M. E. García Arzeno (op. cit.) afirma que el dibujo libre proporciona datos, a través
de la representación gráfica, sobre fantasías ligadas al motivo de consulta y las fantasías de salud y
enfermedad del entrevistado. (Ver en especial Caso L) También la parte verbal que acompañe al texto
gráfico nos dará datos de importancia siendo de utilidad correlacionar lo gráfico con lo verbal.
El sujeto posee mayor libertad de representación que cuando la temática es definida: la elección
del tema y la forma que elija para dibujarlo estará determinado por sus expectativas, sus intereses,
valores, motivaciones, sus problemas, lo que le preocupa, etc. La representación estará mediatizada
por la cultura, por los códigos comunes que comparten los individuos de un grupo cultural; estos se
entrelazarán y negociarán con la individualidad dando como resultado una producción única expresiva
del grado de integración y organización de la personalidad de quien dibuja y de las posibilidades de
comunicación simbólica con el otro.
El Dibujo Libre puede ser la primera técnica proyectiva de la batería y debe incluirse siempre
después de haber tenido las primeras entrevistas donde se hubiera generado un buen vínculo con el
psicólogo.
Para el análisis e interpretación del dibujo libre nos basaremos principalmente en los aspectos
formales o expresivos del mismo. Más adelante reseñaremos los aportes de Wolff, Hammer y P. Elkish.

Aspectos técnicos en la administración de los tests gráficos

El material necesario para llevar a cabo la tarea gráfica debe ser prevista por el psicólogo con
antelación a la llegada del entrevistado. El material puede variar de acuerdo al teh que se decida tomar,
sin embargo los siguientes son comunes a todos:
• Lápices negros N° 2 y/o lápices de colores o crayones si la propuesta del dibujo es cromática.
• Goma de borrar.
• Hojas blancas sin renglones.

Algunos autores sugieren que el tamaño de la hoja sea 21 x 28 cm., es decir, tipo carta, pero, se
elija tamaño carta, A4 u oficio (a veces, no podemos elegir y dependemos de los recursos de la
institución donde trabajamos), lo importante es utilizar siempre el mismo tamaño de papel dado que
de esa manera le ofreceremos al entrevistado el mismo espacio psicológico para organizarse (García
Arzeno, op. cit.). Por otro lado, también es importante para nuestra interpretación, ya que por
ejemplo, si un dibujo lo hace en tamaño carta y el siguiente en hoja oficio ¿cómo interpretaremos el
tamaño del concepto graficado? Si el sujeto dibuja figuras más grandes y le dimos hojas más grandes,
no podremos interpretar esa diferencia de tamaño como significativa. Esto conlleva un aspecto muy
importante y que no debemos perder de vista: la correcto interpretación comienza con una adecuada
administración.
La forma de presentar las hojas dependerá del test que se trate, así en el dibujo libre es conveniente
entregar la hoja en forma apaisada, en el dibujo de la Casa-Arbol-Persona se entrega en forma apaisada
para el dibujo de la casa, pero en forma vertical para el árbol y la persona.
Las consignas también varían, como es de esperar, según el test. Sin embargo, vale la pena aclarar
la siguiente cuestión técnica: el entrevistador debe ser respetuoso de las consignas establecidas por el
autor del test, las cuales responden muchas veces a la fundamentación teórica del instrumento; de lo
contrario, se pueden cometer luego errores de interpretación. Esto no quita la flexibilidad y plasticidad
que el psicólogo debe poseer en su ejercicio profesional, considerando siempre quién es el sujeto que
nos ha consultado y cómo se encuentra al momento de la toma, qué actitud toma frente a determinada
prueba o hacia el psicodiagnóstico en general.
En el adulto en particular, es probable que una vez dada la consigna surjan preguntas que nos
indicarán el monto inicial de ansiedad que despierta esta situación nueva y poco estructurada. Es
esperable la aparición de signos de ansiedad y hasta incomodidad y temor ante una situación atípica
en la vida de una persona adulta. Contrariamente no serían acordes a la situación conductas muy
adaptadas donde exista un excesivo control de la ansiedad (Grassano, 1984) Las preguntas deben ser
respondidas lo más abiertamente posible para no inducir. por ejemplo: “Como Ud. quiera” o “Como
Ud. lo prefiera”.
Es esperable que la ansiedad vaya disminuyendo, es decir, que vaya organizándose la conducta, de
lo contrario, puede ser índice de shock y fracaso en tanto el sujeto no pueda dibujar.
Conviene registrar el tiempo de reacción y tiempo total, los comentarios y preguntas que formule
el sujeto, la secuencia (donde tendremos en cuenta cambios de conducta, zonas reforzadas, borradas,
interrupciones que pueden ser indicadores de represión o de confusión o desorganización) y las
asociaciones verbales que se produzcan posteriormente a la producción gráfica. Si posterior a la tarea
gráfica se ha decidido en la estrategia, o se cree conveniente en el momento, que el sujeto asocie
verbalmente respecto de su dibujo, podremos preguntar de las siguientes maneras: “Hábleme de su
dibujo” o “¿Qué podría interpretar de su dibujo?” o “¿Qué se le ocurre a partir de su dibujo?”.
Siempre es importante preguntar por todo aquello que no entendamos y/o nos parezca significativo,
además de formular las preguntas que nos parezcan pertinentes a partir de las asociaciones del sujeto.
Si el tiempo con el que contamos es acotado porque trabajamos en una institución donde nos dan
poco tiempo de dedicación por paciente, podemos optar por solicitarle al sujeto que arme una historia
acerca de su dibujo y le coloque un título, o tener preparadas una serie de preguntas que se irán
ajustando de acuerdo a las respuestas del sujeto. Si en nuestra estrategia diagnóstica pensamos incluir
por ejemplo al Test de Relaciones Objétales (TRO) o el Test de Apercepción temática de Murray
(TAT), no sería necesario solicitar una elaboración narrativa a partir del gráfico ya que lo hará
posteriormente cuando se le presenten las láminas del TRO o del TAT y deba armar historias.
Los adolescentes y adultos pueden presentar resistencias ante el pedido de dibujar, por
considerarlo “cosa de chicos.” Despertarán autocríticas (“no sé dibujar”, “soy un desastre dibujando”,
“para esto no sirvo”, “nunca me salieron bien”, “se va a reír de mis dibujos”, “no se los muestre a nadie
por favor”). Ante tal situación conviene tranquilizar al sujeto, diciendo por ejemplo, que no se trata de
evaluar si dibuja bien o mal, que todo lo que haga nos interesa y nos es de utilidad para conocerlo más
y comprender mejor lo que le está sucediendo. En definitiva, se trata de generar un clima de confianza
para que pueda desarrollar la mejor producción posible. Estas autocríticas son producto de censuras
que han sido internalizadas y que se ponen en juego al solicitar esta tarea que los invita a ser chicos
otra vez, reflotando inhibiciones y censuras (Veccia, 1996).
Las autocríticas deben ser diferenciadas de una actitud negativa a realizar el test. En este último
caso, el sujeto no critica su habilidad para el dibujo o su producción, sino que se niega a dibujar. Si a
pesar de nuestros intentos donde le explicaremos la importancia que tiene para nosotros contar con su
colaboración, el entrevistado no cede, podemos intentar algunos caminos posibles:
Iniciar la secuencia con un test gráfico con temática definida como el HTP y no con el Dibujo
Libre, ya que puede ser postergada su toma, por ejemplo, al finalizar el Cuestionario Desiderativo.
Si la resistencia continúa y es generalizada hacia la tarea gráfica, M. E. García Arzeno (op. cit.)
recomienda decirle al entrevistado que comenzaremos con una técnica verbal aclarándole que luego
dibujará porque necesitamos comparar todo. Este fracaso de no poder dibujar nos podría estar
mostrando —sostiene G. Arzeno—poca flexibilidad y fortaleza del Yo. Por nuestra parte, agregamos
que también puede indicar inhibición de asumir una tarea nueva o poco usual, un estado de ansiedad
propio de la situación o un rasgo de ansiedad de la personalidad (en cuyo caso se puede incluir un test
objetivo para evaluar la ansiedad estado/rasgo), un déficit psicomotor, o una negativa a la colaboración
(en tal caso, se procederá a hacer un señalamiento y/o confrontación para que el sujeto pueda expresar
que no está dispuesto a responder a tal pedido.)
Pensamos que una alternativa posible puede ser la siguiente: en lugar de iniciar con una técnica
verbal, podemos hacer el intento de comenzar con el Test Gestáltico Visomotor de L. Bender, donde
también tiene que expresarse por medio de una hoja y un lápiz, pero la tarea implica la copia de
modelos. Por otro lado, este test permite una aplicación posterior que es de naturaleza proyectiva.
Recomendamos al lector consultar la Adaptación de Hutt al Test de Bender (1975) donde a la fase de
copia le sigue una fase de elaboración de figuras por parte del sujeto quien es libre de modificar el
estímulo original, y una fase de asociación tanto de los estímulos originales como los elaborados por
el sujeto. Este camino puede ir logrando que el sujeto se vaya conectando con su imaginación
facilitando la posterior toma de los tests gráficos.
Podemos encontrarnos con la situación de que el sujeto se niega a colaborar en la toma no sólo de
tests gráficos sino de otros también. Esto puede ocurrir cuando el sujeto es obligado a realizar un
psicodiagnóstico, por ejemplo, por pedido de la Justicia. En tal caso podemos hacer el siguiente
señalamiento: “Veo que a Ud. le disgusta hacer estas actividades que le propongo. Podría ser que Ud.
colabore conmigo en estas actividades porque son importantes para poder responder al pedido que X
ha formulado.”
Siempre hay que aclarar en el encuadre que las pruebas son instrumentos que utilizamos para
comprender mejor a la persona y para poder ayudarlos, y que esperamos su colaboración.
Hay casos en que la negativa a realizar las pruebas se debe a que el sujeto tiene mucha necesidad
de hablar. En tal caso, podemos agregar al señalamiento anterior: “El hacer estas actividades para las
que solicito su colaboración no implica que no lo/la escuche y que después podamos seguir hablando.”
La colaboración, a veces, puede encubrir una actitud negativa. En este caso no lo explicita sino
que lo expresa a través de una pobre producción, gráficos incompletos, dibujos realizados rápidamente
sin ningún cuidado por su tratamiento. El ejemplo claro es cuando dibuja una figura humana tipo
“palito” (figuras esquemáticas) o incompleta. En tales casos, le solicitaremos —entregándole otra
hoja— que dibuje ahora otra persona pero lo más completa posible. Tal tipo de producción, sostiene
E. Grassano (1984), nos informa sobre la presencia de una conducta defensiva para evitar el
compromiso emocional que implica la tarea.
Dado el encuadre acotado del proceso psicodiagnóstico y para evitar redundancias que cansarían
al sujeto, trataremos de no repetir las temáticas, así por ejemplo, si en el Dibujo Libre el sujeto elige
dibujar una casa y un árbol, tal vez convenga no tomar el HTP, aunque sí el dibujo de la Figura Humana
según K. Machover; o bien, el Test de las Dos Personas según J. Bernstein. Distinto sería el caso que
el psicólogo decidiera administrar igualmente el HTP para evaluar cómo es la misma producción del
sujeto bajo consignas más libres y bajo otras más dirigidas, o para evaluar nivel de frustración, entre
otras posibilidades.

Análisis e Interpretación de los dibujos proyectivos

Tomaremos aportes de distintos autores (E. Hammer, J. N. Buck, M. E. García Arzeno, R. Caride,
R. Frank de Verthelyi, E. Grassano) como así también los propios.
Comenzaremos el análisis con una aproximación más general:
Si se adecuó o no a la situación de entrevista.
Si se adecuó o no a la consigna (la acepta, la rechaza).
Esto corresponde a qué hace un sujeto en una determinada situación. Nos habla de su conducta
cidaptativa entendiendo aquí por ella si acepta las normas impuestas por el entorno, la conducta
pertinente y adecuada en un momento dado.
Luego, atenderemos a los aspectos formales:
Como se adapta a la consigna.
Como maneja los materiales.
Como plasma en la hoja su producción.
Para poder dar cuenta de la conducta adaptativa del sujeto, así como de la conducta expresiva, es
fundamental la observación atenta del psicólogo y el registro sistemático del comportamiento antes,
durante y una vez finalizado el dibujo. Mediante la observación y registro podemos inferir sobre el
nivel y calidad de la ansiedad, y en qué momentos se produce, por ejemplo, nerviosidad de los dedos,
tensión muscular, cambios posturales constantes, etc. Podremos hacer inferencias de cómo enfrenta
nuevas situaciones, por ejemplo, si tarda demasiado en iniciar la tarea, si es impulsivo, si necesita una
guía en forma constante, si después de las aclaraciones que le hace el entrevistador a sus preguntas hay
comprensión y aprendizaje logrando el inicio de la actividad, o la ansiedad es tal que se bloquea.
También, veremos cuál es el grado de cooperación que ofrece el sujeto, si es básica, superficial,
evasiva, si hay negativismo explícito o es encubierto, por ejemplo, haciendo una producción desganada
finalizando rápidamente. Estas son sólo algunas ejemplificaciones del por qué es necesaria la
observación mientras se realiza la tarea. Hay situaciones, como en el caso de investigación, o en
algunos casos de selección masiva de personal, en que esta no es posible y se debe tener presente
entonces el grado de incidencia de tal desventaja en la interpretación de los resultados.
Por otro lado, tendremos en cuenta el contenido, que se relaciona con la interpretación que el sujeto
hace del material a partir de la asociación de ideas, imágenes, sentimientos, actitudes, recuerdos, que
son plasmados en el papel, unido a lo que pueda decir sobre su producción. Esta constituye su conducta
provectiva. También aquí es fundamental la observación y el registro.
Podemos sintetizar que los pasos para el análisis de una producción proyectiva gráfica son:
El primer paso resulta inevitable: observar el gráfico en su totalidad para obtener lo que llamamos
una Impresión gestáltica, es decir, cuál es el primer impacto global que nos despierta el dibujo:
¿Qué detalle nos llama más la atención?
¿Es armónico o grotesco?
¿Integrado o desintegrado?
¿Estático o con movimiento?
¿Pobre o rico en detalles?
¿Es adecuado para su edad?

La impresión gestáltica:
• sintetiza e integra los otros niveles de interpretación ya que en ella confluyen los niveles
formales y de contenido.
• nos permite captar el concepto que el sujeto tiene de sí mismo, de su integridad, organización,
vitalidad, flexibilidad o rigidez, si responde a su edad evolutiva, la riqueza o pobreza de detalles,
su capacidad de anticipar y planificar, entre otros.
• nos permite una primera diferenciación entre neurosis y psicosis.

Las producciones psicóticas se caracterizan por ser una producción desordenada, con síntesis
defectuosa, donde puede haber mucho sombreado, borroneado, mezcla de varios medios como
palabras, números y dibujos, producciones extrañas, fantásticas. Vemos que a partir de la
desintegración, la falta de unidad temática (o síntesis), hay un Yo que no está comandando el
psiquismo; no habría una integración yoica.
En las producciones neuróticas, en cambio, la gestalt está conservada, también los límites. Los
conflictos neuróticos se expresan a través de distintos indicadores como en el énfasis o exageración de
partes, tamaños, sombreados o borrones, omisiones, zonas confusas poco delimitadas (aunque estas
zonas se encuentran dentro de una totalidad organizada) (Grassano, E. 1984;Veccia, 1998).
Creemos pertinente aclarar:
1La impresión gestáltica constituye un primer nivel de análisis que, si bien es útil tenerlo en cuenta
en la consideración del material, de ninguna manera puede ser la única base de nuestras hipótesis
diagnósticas.

2Siempre debemos tener presente la edad del entrevistado, con el fin de interpretar los dibujos de
acuerdo a los patrones evolutivos esperables de acuerdo a la edad del sujeto.
Ejemplo: dibujo de figuras desnudas. Sabemos que el niño recién hacia los 5 años comienza a
colorear y rellenar las partes de las figuras como un primer intento de vestimenta. Hacia los 6
años con el inicio de la escolaridad hay una mayor adaptación a la realidad y las figuras dibujadas
aparecen con un mayor grado de diferenciación sexual y vestidas. En el caso de los adolescentes,
es común encontrar dibujos de figuras desnudas o acentuadas las partes genitales, debido a una
problemática propia de la etapa vital que corresponde a la reelaboración de la imagen de sí, del
esquema del cuerpo \ la búsqueda de la identidad sexual (Veccia, 1996, 1998) En un adulto, en
cambio, no sería una respuesta esperable el dibujo de figuras desnudas. Habrá que atender en
cada caso cuál es la interpretación que le otorgamos ya que puede ser indicador narcisismo
patológico, exhibicionismo, o producto de una crisis de identidad, entre otros.

3 No debemos olvidar cuál es el medio sociocultural del sujeto, y también su nivel intelectual.
Ejemplo: tanto en niños como en adolescentes son comunes las producciones fantásticas
producto de la etapa vital y de la presencia de la cultura y sus productos (dibujos animados,
personajes de películas o de series televisivas, etc.).

El paso siguiente (entiéndase que tal secuencia de pasos responde a nuestro interés de proveer una
adecuada transmisión al lector de la temática que estamos tratando, pero que no se da rígidamente en
la práctica), consiste en analizar las pautas formales (Wolff) o rasgos expresivos (Hammer). Se definen
como la sistematización del aspecto gráfico a partir del cual pueden recrearse los movimientos y las
características de personalidad del sujeto independientemente del tipo de dibujo de que se trate. La
hipótesis subyacente es que los movimientos expresivos están en íntima conexión con las
características y organización de la personalidad. Por ejemplo: si una persona hace un gráfico pequeño
en un rincón de la hoja podemos inferir un posible comportamiento tímido en las relaciones
interpersonales del sujeto.
Dado que dan cuenta de los aspectos más estables de la personalidad (carácter), resultan ser de gran
utilidad para efectuar el diagnóstico y el pronóstico.
Wolff (1947) sistematizó las pautas formales reuniéndolas en diferentes grupos (en García Arzeno,
1993), donde cada uno cuenta con distintas pautas y su significación psicológica. Mencionamos de
cada grupo algunas pautas como ejemplos:
- Cualidad de los trazos: una presión fuerte significaría fuerza, vitalidad; las líneas rectas
indicarían rapidez y decisión, a diferencia de las líneas interrumpidas que señalarían indecisión;
las curvas y líneas circulares indicarían ritmo; los movimientos grandes y amplios: expansión;
y los limitados: constricción.
- Cualidades de la forma: las formas consistentes indicarían decisión; formas diferenciadas:
capacidad de adaptación; preferencia por grandes formas: tendencias a la expansión; preferencia
por formas pequeñas: tendencia a la restricción; formas imaginarias: predominio del mundo
interior.
- Comparación de los trazos: las líneas dentadas significarían irritación; las líneas nítidamente
definidas: decisión y determinación; las formas vagas y restringidas: inhibiciones, miedos; las
interrupciones: inflexibilidad, negativismo.
- Dirección de los trazos: la preferencia por los movimientos circulares indicarían oscilación,
cambios de humor; por los movimientos verticales: acción, determinación: por los movimientos
horizontales: tranquilidad, perseverancia; la dirección precisa implica determinación y
seguridad; la dirección de arriba hacia abajo: introversión, ansiedad: de abajo hacia arriba:
extraversión, dominio, agresión; de derecha a izquierda: introversión, autodeterminación,
aislamiento; de izquierda a derecha: extraversión, tendencia al mando, conducción.
Valor tipológico de las pautas gráficas: puede dividirse en tipo realista y tipo abstracto. Tipo
realista: la exactitud significaría observación; la presión ancha: agresividad; la exageración de
detalles: ausencia de integración.
Tipo abstracto: la falta de exactitud indicaría alguien más soñador; los movimientos
esquematizados: rigidez; la preferencia por las sombras: ensoñación.
Hammer (1969) toma aportes de varios autores que se dedicaron a investigar sobre el tema del
movimiento expresivo, entre ellos, Alschuler y Hattwick, Wolff, Buck y P. Elkish, y enuncia lo que
denomina los aspectos o componentes expresivos de los dibujos proyectivos. Dice Hammer que “la
fase estructural o expresiva del dibujo abarca el tamaño de éste, la presión y calidad de la línea, el
emplazamiento en la hoja de papel, la exactitud, grado y áreas de completamiento y detalles, la
simetría, perspectiva, proporciones, sombreado, reforzamiento y el borrado.” (p. 51). Remitimos al
lector interesado en la ampliación del tema al capítulo 3 de Tests Proyectivos Gráficos (E. Hammer,
1969) editado en Buenos Aires por Paidós.
Por su parte, Paula Elkish (1970) realizó otra sistematización (en García Arzeno, 1993; y en Frank
de Verthelyi, 1996) sobre las pautas expresivas, los indicadores y sus diferentes significaciones
psicológicas. Presenta las pautas en forma de cinco pares o dimensiones que se infieren a partir de
distintos indicadores:

La autora pone énfasis en la fortaleza yoica que se expresaría en la riqueza, flexibilidad y


adaptación de recursos presentados en el grafismo. Lo esperable es que no se encuentren exacerbadas
las pautas que propone (las cuales constituyen un continuum). Cada pauta tiene aspectos adaptativos
y conflictivos, dependiendo de su equilibrio o exacerbación.
El adecuado equilibrio entre ambas pautas indica que el sujeto tiene la capacidad de respetar la
realidad y, a su vez, enriquecerlo con sus fantasías. Nos hablan de un Yo fuerte con capacidad
creativa.

El siguiente paso consiste en analizar las pautas de contenido que se refieren a la particular
manera en que cada sujeto aborda la temática en su dibujo, cómo el sujeto trata las diferentes partes
del mismo. Lo que enfatiza, omite, borra, nos habla de sus conflictos, de las defensas, de cómo se
siente consigo mismo y con los demás.
Ejemplo: un sujeto dibuja una persona sin brazos indicando posibles sentimientos de
inadecuación, o que siente que no puede hacer cambios, que se siente impotente, etc. Otro sujeto, en
cambio, dibuja brazos gruesos acompañado de hombros cuadrados implicando posibles actitudes
hostiles y sobrecompensatorias.
Respecto del tema de los mecanismos defensivos diremos que si bien son procesos psíquicos
inconscientes, poseen un aspecto manifiesto y uno latente que puede ser explorado a través de las
respuestas gráficas. Utilizando el método de recurrencias y convergencias de datos (ver el siguiente
apartado) intentaremos establecer qué mecanismos defensivos predominan, ante qué se defiende, cuál
es el grado de éxito alcanzado, si corresponden o no a la etapa evolutiva y si son plásticos, rígidos, si
hay variabilidad o predomina uno solo.
Para el estudio de las defensas en un material gráfico el lector puede consultar el libro de E.
Grassano (1984) “Indicadores psicopatológicos en técnicas proyectivas.” Asimismo, en los casos que
presentaremos como ejemplos se hace mención a los mecanismos defensivos.
En síntesis, cada sujeto tendrá un estilo diferente, único, para abordar el tema del dibujo y ese
estilo dependerá de sus características y de la organización de su personalidad que se proyectan ante
el estímulo, de la situación actual del sujeto, del contexto sociocultural y de su historia.
Método de Recurrencias y Convergencias para la interpretación del Dibujo Proyectivo

A partir de los datos obtenidos por las distintas pautas, se harán inferencias sobre el posible
significado psicológico de las mismas en el sujeto que nos consulta.
Para que nuestras hipótesis interpretativas sean confiables, es decir, que den cuenta lo más
acertadamente posible acerca de la personalidad del sujeto, debemos realizar un trabajo sistemático
de análisis e integración del material. Utilizaremos para la interpretación de los datos el método de
recurrencias y convergencias del material basándonos en la sistematización realizada por la Dra.
Renata Frank de Verthelyi (op. cit.).
La recurrencia es la reiteración de un mismo indicador en varias zonas de un mismo gráfico o en
gráficos diversos. Por ejemplo: un sujeto dibuja tanto la Figura Humana como los miembros de su
Familia apoyados en el margen izquierdo de la hoja indicando regresión. Esta es una recurrencia
intertest (entre tests distintos).

La recurrencia no sólo puede darse en cuanto a pautas formales sino también en cuanto a pautas de
contenido. Por ejemplo, puede reiterarse la omisión de ojos en las dos figuras del Test de las Dos
Personas; puede recurrir la asignación de tareas intelectuales a las figuras masculinas del test de la
Familia Kinética. Estas son recurrencias intratest (en distintas zonas dentro del mismo test).
La convergencia se refiere a la reiteración de una secuencia dinámica (impulso y defensa) pero que
se expresa a través de indicadores disímiles, a veces opuestos, pero que sin embargo expresan una
misma conflictiva. Ejemplos:
Las dificultades en el logro de la identidad y la actitud sobrecompensatoria de resaltar la apariencia
exterior, buscando en elementos externos lo que aún no está consolidado internamente, puede
expresarse gráficamente a través del dibujo de una Figura Humana carente de rasgos faciales con
exagerada preocupación por la vestimenta y accesorios. Esta es una convergencia intratest a partir de
dos pautas de contenido distintas.
La preocupación de un sujeto por controlar sus fantasías por temor a desorganizarse, que lo llevan
a aferrarse a la realidad objetiva, comportándose de manera formal y sobreadaptada, puede ser
expresada gráficamente a través del dibujo de una casa en la parte superior de la hoja, como volando
(tendencia al fantaseo) y un árbol emplazado en la parte inferior con grandes raíces (control y ligazón
exacerbada a la realidad.) Esta es una convergencia intratest a partir de pautas formales contrarias
(ubicación), a lo que se suma una pauta de contenido (grandes raíces).
Estas son sólo algunas muestras de cómo el material puede interpretarse de acuerdo al método de
buscar recurrencias y convergencias. Es un método que nos permitirá integrar y jerarquizar el material
dentro del cuadro total de la personalidad del sujeto.
En síntesis, el dibujo.como toda producción simbólica subjetiva tiene un sentido que hay que
descifrar, y está sobredeterminado, es decir, varias secuencias dinámicas confluyen en el dibujo
(condensación). Para lograr interpretarlas buscaremos repeticiones e insistencias de indicadores
(recurrencias) y aquellos indicadores que son disímiles y/u opuestos pero que conducen a la misma
secuencia dinámica (convergencias) (Veccia, 1996).

Ejemplificación a través de material clínico

A continuación presentamos a modo de ilustración el análisis e interpretación de tres casos: el


primero corresponde a una adolescente de 17 años que consulta por orientación vocacional (Caso L).
El segundo, es de un joven de 20 años que es derivado por el médico neurólogo (Caso C), donde se
hará especial hincapié en mostrar cómo el esquema e imagen del cuerpo, y la identidad, pueden ser
estudiados a través de los gráficos.
El tercer caso que presentamos corresponde a un adulto de 29 años (Caso G) cuya administración
fue hecha por un alumno en el marco de la cursada de la materia. En este último caso se podrá observar
el interrogatorio posterior al HTP de J. N. Buck, que tal como dijimos, se trata de que el mismo sea
adaptado por el entrevistador a ese momento particular de interacción con el entrevistado, de manera
que no se transforme en un interrogatorio rígido con preguntas dirigidas. Las correcciones realizadas
al alumno respecto del modo de llevar a cabo el cuestionario se han incluido entre paréntesis. Antecede
a este caso una breve revisión de la administración del HTP de J. N. Buck.
Los análisis se realizaron empleando el método de recurrencias y convergencias señalando en cada
caso los indicadores, la interpretación y la integración del material.
Caso L: Una adolescente de 17 años que consulta por
orientación vocacional
TERESA ANA VECCIA

L consulta porque está terminando el quinto año de su escuela secundaria y no puede decidirse a
seguir una carrera universitaria. La madre la está presionando porque no desea que L termine, como
ella, “de empleada”. L pensó en Abogacía y se imagina haciendo Derecho Penal, pero no se decide.

Dibujo Libre
Observamos que responde a la consigna dibujando edificios, árboles y una persona con un perro.
Recurre a conceptos que le son muy familiares y que representan los temas favoritos de la niñez. El
dibujo impresiona por su carácter infantil, y por su rigidez y estereotipia, tanto en sus pautas formales
como de contenido.
L maneja el espacio en blanco ofrecido de dos formas: primero, busca su mayor comodidad rotando
la hoja varias veces hasta asegurarse una amplia expansión a lo largo del eje horizontal; segundo, sus
dibujos se aferran al borde inferior usándolo como plano de apoyo. A pesar de eso, un grupo de
edificios se cae y de esta manera parece evidente la endeblez del piso como la de los “ambiciosos”
edificios. Estos aspectos contrapuestos (convergencia) nos sugieren deseos de autoafirmación
frustrados, junto a la expresión de conductas compensatorias en reacción a ellos. Veremos si nuestra
hipótesis se corrobora más adelante.
Es una producción reglada con objetos agrupados por categorías: casas, árboles, seres vivos. Como
resabio de los primeros juegos clasificatorios infantiles. Las líneas rectas predominan, así como
aparece ausente la consideración de distintos planos en el espacio: todo está en un mismo renglón y en
un mismo plano. La organización del pensamiento hasta aquí reproduce formas esperables en etapas
anteriores, junto a contenidos e intereses también desencontrados con la etapa vital de L.
¿Por qué se presenta más chiquita de lo que es?; ¿Es esta una característica oscilación adolescente?,
o bien, ¿Los indicadores recogidos están alertando sobre aspectos de inmadurez intelectual y afectiva
que en este momento hacen sufrir a L quien tiene que responder a mayores exigencias familiares y
ambientales?
Continuando la lectura, observamos que dos de los grandes bloques dibujados en primer término
amenazan con “caerse” y buscan apoyo en un tercero, que es más pequeño y confuso. Hay
desproporción en el tamaño de la ventana y descuido en la peculiar ubicación relativa de las mismas
en uno de los edificios. Este presenta además una significativa incompletud, ya que queda abierto en
uno de los extremos. Lo mismo ocurre en los árboles contiguos: abiertos en su extremo inferior, sin
base, y notoriamente distintos. Uno de ellos con marcadas saliencias en punta, “agresivo”, en el otro,
un tronco pequeño se dispersa en “brazos” o “lazos” contenidos dentro de una copa envolvente.
Si reconsideramos el tipo de casas graficado: “casas-fachada”, poco elaboradas, sin techo,
incompletas, entendemos que aparece insinuada una convergencia entre intentos de mostrar apariencia
de fortaleza y adecuación, junto a otros indicios que revelan inmadurez y fragilidad.
En la “zona de los seres vivos” aparece un “autorretrato” de la autora junto a la figura de un perro.
Aquí recurre la desproporción del tamaño en relación a los árboles y edificios. L nos auxilia en la
formulación de nuestras hipótesis cuando dice de sus dibujos en la etapa de “post-drawing”: “este
representa la ciudad, que a veces me da miedo, volver tarde,... porque a mi me gustaría viajar, conocer
... me parece que soy egocéntrica... acá el perrito que siempre quise tener y mamá siempre me negó...”
Los miedos, las inseguridades, el ideal de independencia junto a los viejos reproches a la mamá
aparecen “sabiamente” representados en su dibujo libre y sugieren también que a partir de todo ello L
viene a pedir ayuda.
Volvamos al dibujo de la figura humana y el animal: aquí uno depende del otro. La “niñita-mujer”
aparece identificada en su rol de escolar, los detalles de la vestimenta sobresalen tanto que superan en
tratamiento y elaboración a la expresión facial casi inexistente. ¿Cómo define L en esta etapa su
“búsqueda de identidad”?
Nos detenemos en la figura humana: hay ausencia de rasgos sexuales secundarios, fallas en la
simetría (un brazo es más largo que el otro), áreas excesivamente remarcadas en el escote y la cintura,
las partes no están netamente diferenciadas. No dibuja manos, pero aparecen dos objetos sostenidos,
uno indiferenciado, el otro, la correa que no llega a unirla al perro. El animal está nombrado con
mayúsculas. Su cabeza se asemeja a un rostro humano y el rellenado del cuerpo es una maraña de
líneas apenas contenidas por el borde. Parece una figura donde se han condensado y desplazado
distintos significados. Responde a un anhelo no satisfecho por la madre. ¿Se trataría de un “doble” o
un objeto acompañante?
Aspectos expresivos más rígidos y controlados (edificios, tablones del delantal) convergen con
otros más impulsivos.
La organización defensiva muestra un predominio de defensas del grupo obsesivo:
- aislamiento, por la pobreza, rigidez y frialdad general del gráfico. Aquí podríamos agregar que
la ausencia de manos, las ventanas como agujeros sin detalles, vacías, las bocas apenas sugeridas
por puntos, como los ojos, son pautas de contenido que recurren en señalar el área del contacto
y las relaciones interpersonales muy dificultadas para L. En este sentido, el reforzamiento de la
represión a través del aislamiento del afecto, debe contribuir en esta dificultad.
- Como formación reactiva, dibuja temáticas convencionales, “prolijita”, una nena que va al
colegio, pero por otro lado aparecen pautas hostiles en el árbol, la antena reforzada y puntiaguda
del edificio, la presión agresiva en el trazo del delantal.
- Control, se expresa en todo el gráfico y predominantemente en el tratamiento del delantal, donde
se detiene en el detalle de las tablas, el cuello de la figura humana y el collar del perro.

L presenta en su primer dibujo, una imagen de sí misma, y una representación de su esquema


corporal endebles, constrictivas, y en evidente falta de correspondencia con su edad cronológica. En
el dibujo es una chiquita asustada y en la verbalización, en cambio, hay mayor cercanía y contacto con
sus propios conflictos.
Parece más bien la representación gráfica del anhelo de volver atrás, al orden infantil de la latencia,
y escapar de las nuevas exigencias y conflictos emanados de su momento vital.

Test de las Dos Personas


Encontramos aquí varias recurrencias en el tratamiento de la figura humana. Siguen omitidos los
caracteres sexuales secundarios. Los personajes recuerdan las representaciones de los comienzos de la
pubertad. La figura humana se presenta desexualizada, con mayor control de los detalles de la
vestimenta (cuello de la camisa marcado, botones, cinturón) y un significativo cuello alargado,
revelando probablemente inquietud por el control de los impulsos.
Estas características se reiteran en el personaje masculino, dibujado en primer término y algo más
pequeño, en el que se agrega la omisión de los pies. Si en el dibujo anterior el borde de la hoja intentó
ser usado como base de sustentación de las figuras, aquí sólo la escritura de nombres y edades parece
cumplir esa función, aunque sin éxito: los personajes comienzan a inclinarse nuevamente hacia la
derecha perdiendo verticalidad, quedan “en el aire”. El tamaño es pequeño y su aspecto general rígido
y estático. El emplazamiento vuelve a buscar la mitad inferior de la hoja.
En este nuevo aporte de evidencias, pensamos que el contacto con la realidad y la satisfacción de
las necesidades instintivas entran en contradicción. Es difícil “tener los pies en la tierra”. La adición
de detalles (paleta, gorra con visera, cartera) busca el camino de la diferenciación entre las dos figuras,
pero no lo logra acabadamente. Los “cuerpos tubos’’ y los hombros agrandados expresan una
representación más masculina que femenina de sí misma.
Desde otro punto de vista, considerando la historia en sus indicadores formales vemos que el
emplazamiento dividido en dos partes, delata falla en la planificación. La pareja queda “contenida y
enmarcada” entre las dos partes escritas. Desde lo formal, el relato presenta un inicio, un desarrollo y
un desenlace, con tiempos de verbos en ocasiones confusos, y un “final feliz” que sugiere varias ideas:
una intención manifiesta de “arrepentimiento” en la que la hostilidad y desvalorización se convierten
en buen trato y valorización, debido a la amenaza de perder o arruinar el vínculo. Precisamente la
conjugación del verbo “tener” en la última frase de la historia aparece confusa e interrumpida.
Algunos datos de la Entrevista son aquí actualizados: “Flavio” es el novio de L, y “Florencia” es
una de sus amigas... la historia es autorreferencial y parece expresar la fantasía de quedar excluida del
vínculo por una rival más competente: hay “otra” en su lugar. Cuántos “miedos” y deseos
contradictorios entonces para L. Cuántos conflictos y cuántas exigencias para el Yo en la tramitación
de los mismos... ¿Qué lugar ocupará en la cabeza de L la presión de la mamá para que se decida por
una carrera universitaria?

Test de la Familia Kinética Actual


Vemos aquí la presentación de una familia completa con la inclusión de una abuela (paterna que
no convive con el núcleo familiar pero los visita asiduamente), presentada además en su rol social. Los
integrantes no comparten un escenario sino que cada uno “está en la suya” sin disponibilidad para la
interacción o el contacto interpersonal. L ha dicho en el “postdrawing” que ella “sabe muy bien lo que
hace cada uno.”
Observamos con detenimiento lo que ha ocurrido en este gráfico: en primer lugar nos interesan los
aspectos formales: los tamaños son semejantes y anulan las diferencias generacionales, los roles
parentales no han sido discriminados, aquí parecen todos niñitos. La representación del cuerpo en la
figura humana ha perdido organización, diferenciación y armonía (pérdida de la completud y
complejidad como logros evolutivos importantes). La representación sigue aquí un camino regresivo.
Hay falta en los límites, apéndices que sobresalen, miembros que se omiten, o quedan desencajados.
La organización del espacio se toma bidimensional. Las acciones se dirigen todas al exterior y aparece
francamente la necesidad de comunicarse en L, que se representa “hablando por teléfono”. A lo largo
de la secuencia hemos observado reiteradamente cómo ella dibuja figuritas sin órganos de contacto, a
la vez que adiciona objetos para dar cuenta de los roles o las acciones ejercidas.
En cuanto a los roles asignados, observamos que el hermano se queda con un rol intelectual y ella
no. La madre queda en el centro, en un rol totalmente pasivo, en actitud de autoabastecimiento,
despreocupada del resto, digamos que aquí “el sol brilla para la mamá”.
Ella se adjudica la misma acción que el padre. ¿Hay aquí una línea de identificación representada?
También observamos que “hablando por radio” parece diferenciarse sutilmente del “trabajando”
adjudicado a la abuela. Sabemos por las entrevistas que el padre trabaja como periodista radial, ¿Cuál
será la valoración familiar de su trabajo? ¿Qué ordena la figura de la abuela en este retrato familiar? ...
¿Por qué queda ella con la posesión del rol más marcadamente activo y reproductivo, y con la facultad
de “asistir”, mientras otro apenas esbozado “es asistido”?
Test de la Familia Kinética Prospectiva
En esta técnica pedimos, siguiendo la aplicación hecha por Dra. Renata Frank en la Argentina, que
el sujeto imagine y dibuje a su familia haciendo algo “dentro de 5 años”.
En este caso los personajes son los mismos: hijos, padres, abuela, con algunos cambios en los roles
y escenarios que acompañan a tres de ellos, pero con una distribución espacial semejante, a excepción
de la abuela que queda separada y en un emplazamiento superior, conservando así el control sobre los
demás y la jerarquía dentro de la familia. Su actividad no cambia a pesar del paso del tiempo, por lo
que suponemos que para L representa un personaje idealizado, con características de fortaleza y
actividad, junto a rasgos de control y poder dentro del grupo familiar.
Resulta muy significativa la representación gráfica que ha hecho L de la madre: en ambas técnicas
aparece desarrollando actividades superficiales, de autoabastecimiento. En ambos dibujos además
ocupa el centro de la escena, un lugar destacado, y es la única figura que posee atributos femeninos,
en relación al resto: lleva cartera y está vestida con falda.
No queda así registrado un rol nutricio, protector, sino competitivo y rival. Desde el punto de vista
formal se mantienen las características regresivas infantiles del material acentuándose las mismas en
las dos últimas figuras que representan a L y su hermano.
En la figura de “gerardo”, escrito con minúscula y efectivamente convertido en minúsculo en la
representación gráfica, aparecen transparencias (inclusiones recíprocas-bidimensión), pérdida de la
integración, armonía y humanización de la figura. Digamos que es el personaje “más maltratado” en
la producción así como la mamá resulta la más “cuidada”.
Un buen ejemplo de convergencia entre indicadores disímiles resulta aquí de la consideración de
la estructura gráfica desarmada y desvalorizada del dibujo del hermano y la atribución al mismo del
rol de “Juez” con un diploma y una especie de bonete que otorga características bizarras a la figura,
lleva al extremo las fallas lógicas a la vez que muestra la invasión del proceso primario en una
producción gráfica en la que la ejecución del Yo va mostrando signos de debilidad.
Así este último par de representaciones: “Gerardo-Juez” y “Yo-Actriz” parece indicamos cómo los
sentimientos de hostilidad, rivalidad, competencia, interfieren en la producción de L oscureciéndola y
confundiéndola, seguramente algo de esto le ocurre también en su desarrollo intelectual y emocional,
y en su vida de relación.
Las “luces del teatro” no alcanzan para disimular la importancia del personaje representado con el
cuerpo geometrizado característico de los niños de menor edad, el rostro confundido en sus límites,
falta de rasgos, boca, nariz, y las manos transformadas en apéndices puntiagudas, falta de “encaje”
entre las piernas y el tronco.
¿Queda establecida la “ficción de un personaje”?
Sabemos, por la Entrevista, que el rol de “actriz” está asociado desde el discurso manifiesto a toda
una línea de estímulos paternos: el padre asociado indirectamente al mundo “del espectáculo” a través
de su trabajo, ha llevado a L a ver teatro y la ha vinculado con docentes de teatro. L intentó, pero
terminó abandonando los grupos de teatro, debido a inhibiciones y decaimiento del interés. “Empiezo
las cosas y después las abandono”, se había quejado en la primera entrevista. De modo que “Yo actriz”
representa a la vez un deseo y un fracaso. ¿Deseo de acercarse al padre, de complacerlo? La posibilidad
fantaseada de “ser actriz” no la aleja de los impedimentos que sufre en el estudio (siempre le costó
mucho estudiar), de la competencia con el hermano, pero también del deseo de la madre de ver lograda
en L la carrera universitaria que ella no pudo o no quiso tener. Conflicto de identificaciones que
vuelven sintomático el momento de elección vocacional.
Agregamos algunas consideraciones acerca de la lectura de aspectos cualitativos en el Test de
Bender. El Test visomotor fue aquí administrado como el último de la secuencia gráfica: su consigna
es directiva y el examinado realiza los dibujos con los modelos a la vista.
Aquí si bien continúa la tendencia micrográfica en ciertas figuras (4, 5, 8), observamos una
adecuada planificación del espacio, y cuidado en el logro de las formas y tamaños relativos.
Los modelos presentados permiten a L un desarrollo más controlado. Las figuras de puntitos le han
resultado de más fácil ejecución, en cambio, fueron más difíciles para ella las que requerían
continuidad del trazo (A, 8). La ansiedad y el temor a equivocarse le juegan una mala pasada. Por
ejemplo, en A, nos parece que la figura anulada era mejor que su corrección final, donde tanto el
círculo como el cuadrado han sido deformados. La exigencia y los autorreproches no la llevan a un
mejor desempeño, sino que más bien arruinan lo logrado: “Siempre estoy de mal humor... me llevo
mal con todos... en el colegio soy re-asquerosa... las cosas difíciles me gustan pero después las dejo...
si me enseñaran a estudiar bien... etc.” ¿A quién y qué le reprocha?
Miedos, conflictos, deseos y exigencias. La crucial pregunta adolescente respecto de la identidad:
¿Quién soy? ¿Cómo debo ser? ¿Cómo quiero ser y cómo quieren que sea?, aparece aquí claramente
desplegada en los distintos momentos de esta secuencia gráfica y a través de los diversos indicadores
que como las piedritas de Pulgarcito, nos sirven de huellas privilegiadas, nos abren los caminos para
intentar la comprensión de quien nos consulta.
Por último, mostraremos cómo los datos aportados por la entrevista y los gráficos, y las hipótesis
planteadas, se refuerzan a través de distintos indicadores en el Cuestionario Desiderativo (técnica
proyectiva verbal).

1+ 3” “Un perro porque lo cuidan, lo quieren, le dan de comer, lo sacan a pasear. A otro animal no le
dan tanta importancia como al perro.”
2+ 4” “Un auto ...(?) porque iría a todos lados, me llevarían a todos lados.
3+ a) “¿Cómo objeto?” “¡Una cama así me la paso todo el día durmiendo!”
b) “Una planta” ... (?) “el helécho” (?) “porque es linda y porque está viva”.

1- 5” “Un sapo” (?) “porque me tendrían miedo”.


2- 7” “Un libro” (?) porque es siempre aburrido (?) “Un libro como los del colegio”.
3- 1” “Un cactus porque así de las plantas es el más feo”.

(?) “Cuando buscaba qué planta pensé en esa que tenés ahí. A mamá le encantan, pero me
equivoqué, esa no es un helécho” ... “Los sapos siempre me dieron asco (asco-miedo). De chica cuando
iba a “La Reja” había un montón de sapos. Mamá era amiga de muchas mujeres que llevaban los hijos.
Del Club Eccleston.” ... “Tenía una gran amiga, era como mi prima, nos criamos juntas, después no la
vi más.” (?) “No sé ... y lo del libro ... bueno a mamá le gustan mucho, se lee todo”.
Una apreciación global del protocolo nos vuelve a dejar la impresión de un mundo de intereses
limitado en L, y aspectos de pasividad y dependencia extremos. Pero sabemos también que la pregunta
del Desiderativo cae en un mal momento (crisis vital). Sin embargo, el lenguaje y el “paisaje” general
del protocolo refuerzan las hipótesis hechas en los gráficos. Aquí hay una imposibilidad de
desprenderse de fantasías vinculadas a necesidades orales frustradas: mamá nutricia que cuida,
alimenta, la lleva a pasear, etc. Teñidas de ansiedad y “urgencia”, L emite las respuestas sin dejarse
tiempo para el contacto con las ideas, más bien se deshace rápidamente del pedido que parece obligarla
a un esfuerzo tan grande.
Sin embargo al interpretar sus propios dibujos ella ya había dicho: “Qué egocéntrica” ... ¿Quién lo
dice?
Aquí el objeto está presente pero la respuesta implica sólo a necesidades de sí misma (reforzamiento
de la libido narcisista) reactivadas en este momento crítico.
El “helécho” está inserto dentro de una vía asociativa en la que aparece el marco transferencial:
busca responderle a la entrevistadora (satisfacer) con un objeto que le agrade, como el helécho le
agrada a la mamá, le “ofrece” el mismo objeto simbólico en respuesta. Pero sabe que no es lo mismo.
Más adelante rechaza al “libro mamá” por aburrido. Porque es aburrido permanecer en esta diada
que agota, ahoga y no deja salir.
La agresión aparece simbolizada en las espinas del cactus que rechaza por lo feo. ¿Será este un
recurso para poder tomar distancia y no quedar sometida e indiscriminada?
Caso C: Un joven de 20 años derivado por el médico neurólogo

TERESA ANA VECCIA

C llega a consulta enviado por un médico neurólogo. La madre es la primera en entablar la


comunicación telefónica solicitando la entrevista para su hijo. Dice que su hijo no pudo llamar desde
el trabajo por dificultad en las líneas telefónicas. En esta primera presentación la madre habla por C
Se le pide que C intente comunicarse fuera de los horarios de trabajo, a su vez, se le facilita el teléfono
particular. Al día siguiente C llama. Parecía trabado al hablar, se tragaba palabras, se lo notaba muy
ansioso y costaba entenderle. Surgía allí la pregunta de si padecería algún trastorno neurológico
relacionado con la función del habla, el lenguaje. Pedía un turno porque lo mandaba el “doctor” y
rápidamente se arregló un horario. La presentación de la madre en el lugar del hijo haciéndose cargo
del pedido de consulta abre una serie de hipótesis: 1) una inhibición del Yo; 2) aspectos yoicos
vinculados a la prevención y el cuidado depositados en la madre; 3) la madre y el médico demandando
lo que C no demandaba; 4) dificultades del habla debidas a trastorno neurológico.
C llega a la primera entrevista con un recetario del médico en la mano donde consta que no tiene
ningún trastorno neurológico y que se recomienda “psicodiagnóstico y psicoterapia.” Efectivamente C
dice que fue a ver al médico para que le recetara “remedios para los nervios” pues tiene insomnio y
siente mucho cansancio. “Tengo muchos nervios, no duermo, pienso y pienso lo que tengo que hacer
mañana.”
Es un muchacho alto y desgarbado, muy pálido, que viste con ropa negra y borceguíes, con un
estilo “punk.” Parece torpe, tímido, y al hablar se come las palabras. Después explica que siempre le
pasó y que es peor cuando se pone nervioso. Abandonó el industrial en tercer año, se llevaba tres
materias, rindió los exámenes pero “pensó” que lo habían bochado en todas y no apareció más por el
Colegio. Sin embargo, el año pasado volvió a buscar un certificado y allí se dio cuenta que había
aprobado algún examen y podría haber seguido cursando como alumno regular: C dio por perdido lo
que había logrado.
En el discurso durante la primera entrevista presenta a la madre como ama de casa, modista, de “45
a 46 años” de edad y al padre como comerciante de 45 años con un negocio en una localidad del Gran
Buenos Aires. La familia es judía y religiosa, respetando los ritos y prohibiciones del fin de semana y
la comida tradicional. W, su hermano mayor de 23 años es quien se encarga en la familia de hacer
cumplir los preceptos. Los demás, “sobre todo C". se encargan de transgredirlos. Además de W, tiene
una hermana menor de 19 años de quien sólo dice “nunca está.” W y C duermen en la misma habitación
y no se hablan desde hace tres años a raíz de una pelea entre ambos por el uso de un grabador, regalo
del padre al hermano, y objeto de disputa. Ambos usan a la madre como intermediaria en los mensajes.
Si están juntos en la cocina, por ejemplo, se dirigen a la madre para que ella le pregunte u ordene algo
al otro. “Mi mamá se banca cada cosa...” dice C quien siente que es su favorito y comparte con ella los
mates y las charlas de la tarde. La figura del padre, en cambio, es desdibujada cada vez más en el relato
o bien es objeto de un persistente reproche: “si él me hubiera abierto camino en la vida a mí me hubiera
sido todo más fácil.” C trata a su padre de “perdedor”, y dice de su madre que es “la que corta y pincha”
condensando con humor el trabajo de su madre y las fantasías edípicas reactualizadas en relación a
una madre fálica. En este caso es el humor el que metaforiza el discurso y provee de la distancia
simbólica entre lo representado y sus representantes. Frecuentemente en el transcurso de la primera
entrevista dice “soy un desastre” y sonríe. Según C tendrían que venir sus padres al tratamiento y se lo
tendrían que pagar: él es un niño que no puede, la consecuencia “desastrosa” del acoplamiento de una
pareja que él “no entiende” por qué no se separa.
Todo esfuerzo es casi insoportable para C quien termina perdiendo sus trabajos pues no puede
llegar a horario o falta mucho, o se pelea con el patrón, lo mismo que en la escuela. Aquel “pincha y
corta” de la madre fálica parece mostrar su efecto...
En su casa C se siente un “marginal”, es muy impulsivo, peleador, en la familia le dicen “el loco”,
“vos estás para el Borda.” El quisiera una confirmación por parte de los Psicólogos: “te tendrían que
decir a vos te pasa esto o aquello”, ¿una confirmación de que es distinto, marginal, loco? Algo que
alivie la angustia producto de la incertidumbre. Me pide que le diga “vos sos esto o lo otro.”
Hacia el final de la segunda entrevista habla de un amigo que estudia Sociología y a quien va a
visitar después de cada encuentro conmigo, y dice “no vaya a ser que a mí me pase lo de ese rey con
un hijo maricón ¿Cómo se llamaba? ... esa cosa medio asquerosa, ¡ah! Sí, complejo de Edipo.” Parece
que por el momento es mejor parecer “loco” que “maricón’, este es el motor de la consulta, el origen
inconsciente de la demanda dirigida primero al médico, tal vez con la fantasía de que le saque esas
cosas de la cabeza.
A pesar de su edad cronológica, C presenta problemáticas de etapas anteriores. La queja parece
centrada en un padre que no le dijo “cómo” ganarse la vida pero que por otro lado aparece ante C como
imposibilitado de hacerlo, perdedor, dominado por la madre. La madre que “pinchó y cortó.” El
resentimiento contra el padre aumenta la vivencia de abandono, los celos rabiosos contra el hermano
a quien supone que el padre sí le dio, y el refugio (por regresión) en la panza-casa de la que es tan
difícil salir.
Con las mujeres se siente tímido, torpe y vergonzoso. Ha tenido relaciones sexuales con prostitutas,
que últimamente interrumpió “porque era muy feo” y temía que en el barrio su madre se enterara
(frecuentaba un bar cerca de la casa). Abordar a las chicas lo molesta mucho, "a mí esas transas no me
salen”, y termina por ser indiferente a ellas, no ir a bailar o dejarlas plantadas, si hace cita con alguna.
No se puede concentrar y su memoria es muy frágil desde niño. Olvida párrafos enteros de novelas
que está leyendo. La madre lo llevó a varios tratamientos con Psicólogas y Psicopedagogas en
hospitales y por recomendación de la escuela, pero quedaron siempre truncos. De chico se peleaba
mucho con los compañeros, no toleró la escuela hebrea a la que los padres lo mandaron durante un
tiempo. Cuando “explota” de bronca en la casa, los padres le dicen que “se le transfigura la cara y que
se pone azul de rabia.” El examen médico de la conscripción reveló una disritmia cardíaca atribuida a
un soplo congénito que ya había sido diagnosticada antes con opiniones encontradas de los médicos
acerca de si era necesario o no la operación. Alrededor de los dos años de edad sufre una afección
hepática que obliga a la madre a llevarlo de urgencia a la Casa Cuna y allí permanece unos días bastante
grave hasta que se recupera. C cree que a partir de este hecho la mamá le está más encima. Podría
formularse el interrogante acerca de lo intolerable que puede haber resultado para la diada mamá-C
estas primeras separaciones que F. Dolto categoriza como “castraciones simbolígenas” que inciden en
la humanización y acceso al orden simbólico, o sea, a las adquisiciones de la marcha y el habla a las
que el sujeto accede entre los 12 y los 24 meses.
La respuesta a todas las consignas de las Técnicas Gráficas es adecuada: C comprende con rapidez
y mantiene una actitud de colaboración aunque los comentarios posteriores sobre sus dibujos sean casi
siempre autocríticos y quejosos respecto de dibujar “sin un modelo” (aquí tampoco se le muestra
“cómo”...).

Dibujo Libre: Dibuja primero un avión emplazado centralmente y dirigido hacia el margen
izquierdo. Dibuja con actitud concentrada y cuidado en los detalles, sin usar la goma. Hace una línea
a la derecha que queda como intento inconcluso y después vuelve sobre el ángulo inferior izquierdo
para dibujar un escenario con luces y dos instrumentos que pertenecen a los “Beatles” pero sin dibujar
las personas: esta omisión es sugerente puesto que está todo preparado pero los protagonistas no han
“salido a escena.” Esta representación nos muestra la fantasía inconsciente de C referida al motivo
latente de la consulta.
Como producto final el gráfico muestra dos representaciones disociadas del sujeto, pero por efecto
de la ubicación el avión aparece sobrevolando amenazadoramente el escenario musical, lo que sugiere
alguna conjetura en el sentido de los aspectos autodestructivos del sujeto y deja planteada una amenaza.
Las asociaciones verbales amplían y dan sentido a la representación gráfica: “parece un avión... es
un desastre esto: yo iba a Dibujo Técnico pero nada que ver... es un avión de guerra. Un
cazabombarderos... ¿qué le falta? No puede ser que sea tan bobo, la bomba qué lástima que no se puede
copiar: así saldría perfecto... estos son los cohetes, de chico hacía Aeromodelismo, acá justamente
estaba viendo en una revista una foto (me la muestra.) Esto sí que es un avión: yo sólo de la cabeza no
puedo... y esto de acá es porque me gustan los Beatles, tengo todos los casetes, se me ocurrió esto...
nada más.”
La representación de sí mismo a través de ese avión implica a la vez (condensa) el ideal de potencia,
como poder destructivo de las heces (bombas que se desprenden del cuerpo del avión) y la angustia
por lo que le falta y lo torna “imperfecto.” Efectivamente, la cola del avión aparece “tronchada”, hay
una prolongación que falta y que es la que imprime dirección al objeto sin la cual se perdería errático.
Por otro lado, también en la representación de la escena musical, queda planteado que “faltan” los
músicos, los protagonistas. La queja manifiesta dice que no se es (completo) a menos que se copie la
forma de un modelo, y ese copiado augurará la perfección, si “salió mal” es porque salió de su cabeza
¿Quién salió “mal copiado”? y ¿Cuál es el modelo a copiar? ¿La madre que “pincha y corta”? ¿El
padre "perdedor” que come y mira TV mientras se queda dormido? ... “Yo sólo (de la cabeza) no
puedo” parece también formar parte del reproche al padre en tanto “no le abrió el camino”, que lo
separa de la madre.

HTP (integrado): Nos muestra a C representado en tres conceptos: casa-árbol-persona. La casa


ocupa la casi totalidad de la hoja y el protagonismo del relato: “Esta casa la compré en 1998 a 450 mil
dólares para Mamá y Papá. Está en la costa, más exactamente en la ciudad de Miramar donde mi mamá
pasará sus vacaciones. Tiene 12 habitaciones, comedor, living, garage, 7 baños.”
En la primera entrevista C había mencionado una “casita” que su padre estaba terminando de
construir en esa misma ciudad y se mostraba quejoso del dinero que el padre invertía allí y de qüe él y
los hermanos tenían que dormir en la misma habitación porque era muy chiquita. Coincide el relato y
el gráfico en la grandiosidad de lo conseguido para superar al padre y ofrecer a la madre, eliminando
al primero pues es la madre quien allí pasará sus vacaciones. La defensa se fractura cuando la fantasía
desiderativa (la fantasía del deseo) muestra la confusión entre pasado y futuro (compré pasará): “ya sé
lo di” por “desearía dárselo.” Es una ofrenda de amor a una mujer ya no “madre” sino “Emilia” en el
gráfico que roza lo prohibido condensado en la señal de “prohibido estacionar” que aparece en el
garage.
El ideal fálico de potencia aparece en la fantasía de dar activamente a la madre algo
desmesuradamente grande donde heces y dinero parecen equivaler.,Las líneas muestran a la vez la
necesidad de autoafirmación y la endeblez yoica: se desdibujan las bases de sustentación o desaparecen
por completo en el gráfico del árbol, quedando así una gran estructura casi en el aire, con el costado
derecho abierto, sin límite, y un techo enorme totalmente enrejado, tal vez para controlar las fantasías
que aparecen igual, como diría Freud, al estilo de las marcas delatoras del origen en un mestizo. ¿El
resultado será ese árbol débil, longilíneo? C dice que sus hojas caen por el otoño, empequeñecido y
desprovisto. La mujer aparece también sin piernas, ¿aludirá a la falta representada como incompletud,
mutilación?

Test de las Dos Personas: Los cuerpos carecen de un brazo, faltan las piernas que quedan
seccionadas, y una mano se esconde en el bolsillo. C recurre al símbolo religioso para ponerse a salvo,
y a la defensa que obsesivamente cuenta los botoncitos del saco (como antes las tejas del techo), pero
la expresión facial delata el pánico. La bragueta, demasiado corta, aparece en el lugar del pene, y falta
en la figura del “ídolo.” Evidentemente, si está o no está, preocupa. Las narices muy marcadas podrían
ser también el efecto del desplazamiento de esta preocupación.
¿Por qué las figuras aparecen mutiladas?, en ambas falta por ejemplo el brazo derecho. El ritmo de
un gráfico suele reproducir el curso de un relato hablado: cuando alguien va a continuar con una idea
olvida una parte, un dato, un nombre y luego le vuelve a pasar lo mismo, esa laguna se debe al efecto
de la represión, y esa representación sucumbe porque pertenece a una cadena que eslabona la
representación prohibida.
De todas maneras parece importante recordar la secuencia gráfica: pues el deseo que prohíbe la
“señal” del dibujo anterior, sucede éste donde las mutilaciones parecerían dar cuenta de la amenaza
resultante del Complejo de Castración, y remite nuevamente al subrayado de lo que falta como en la
presentación del Dibujo Libre.
Si está “prohibido estacionar” es que está prohibido tomar el lugar que pertenece a otro. Y
si deseó hacerlo sobrevendrá el castigo... “ese rey que tenía un hijo medio maricón”, dijo C.
La amenaza de castración aparece en la vida cotidiana de C como imposibilidad de lograr y tener
por sus propios medios, limita y extingue toda posibilidad de placer; Freud planteaba que la amenaza
de castración está detrás de la angustia por la finitud de la existencia (muerte).
C dice que su partenaire elegido alcanzó la fama, se casó con una extranjera o extraña, se separa
del grupo, y queda “solista” hasta que lo matan. En realidad ambos personajes son “solistas” o están
“solistas.” La diferencia es el triunfo de C sobre la muerte a cambio de “ser nada, no tener nada”.

Test de la Familia Kinética Actual: Cada miembro de la familia aparece ubicado en su


propio.espacio y concentrado en su propia acción, sin ningún tipo de comunicación con el resto. La
representación del hermano ocupa el lugar central (recuérdese que es quien transmite e intenta hacer
cumplir los preceptos religiosos, tratando de ordenar al resto; en este momento tiene planes de casarse
e irse de la casa), pero C “lo saca rápido del medio” en una frase explícita: “sale de mi casa.” C parece
apurado por sentirse único (recordemos que de la hermana dice “nunca está”), la casa es ya su casa. El
padre, dibujado de espaldas a la madre presenta una actitud muy pasiva: come y mira TV, igual que C
quien termina la secuencia gráfica “acostado en la cama”, “planchando”, tal vez porque todo este
“trabajo” fue muy duro.
Las dos mujeres, la madre y la hermana, son las que muestran acciones más definidas acompañadas
de un escenario acorde: la madre cose (pincha y corta), la hermana lava. El trazo aumenta la presión y
se vuelve decididamente agresivo en la figura y rostro de la hermana absolutamente deformado.
El espacio de la hoja es pues poblador de escenas significativas para el sujeto, escenas de un “grupo
de familia en un interior” pues todo ocurre “adentro” y sólo el hermano está en la frontera capacitado
para salir.
El padre como el hijo, o viceversa, termina viendo televisión y recibiendo los recursos nutricios de
la madre. C, ya sabemos, se las “arregla solo” acostado y mirando tele. La visión “a vuelo de pájaro”
que cambia la perspectiva en la representación de C podría pensarse como un distanciamiento
omnipotente frente a la angustia, donde una parte del Yo se agranda (triunfo maníaco, identificación
con el ideal) y observa a la otra parte empequeñecida. El cuerpo está aquí completo pero inerte, como
si lograra completarse a cambio de “no ser nada”, de no desear nada salvo la imagen que amamanta
artificialmente, en un camino claramente autoerótico. El rostro desaparece y los brazos se alargan hasta
terminar en una especie de “muñones” inservibles para el contacto prensil. El resultado es una figura
sin volumen, estampada sobre una cama, bidimensional, sin iniciativa ni movimiento... “y si a uno no
lo dibujo qué pasa... por ejemplo, mi papá no puede hacer nada en casa más que mirar TV... este soy
yo mirando TV... Buah, lo voy a hacer cenando, su costumbre, come mirando la tele.”
Retomamos aquí el tema del aporte de los gráficos al estudio del Esquema del Cuerpo como
concepto que da cuenta de los aspectos evolutivos y madurativos del sujeto, y el de la Imagen del
Cuerpo en tanto aspectos inconscientes ligados a la libidinización del cuerpo propio. Vemos en este
caso un Esquema del Cuerpo incompleto que parece corresponderse con una Imagen Corporal lisiada,
mutilada, a medias. Esto quiere mostrar C a través de los gráficos y a través del vínculo transferencial.
Es este tal vez el verdadero motivo por el cual continuó con las entrevistas, para saber si “le pasa esto
o lo otro”, para que le ayuden a saber quién es.
Caso G: 29 años

JAVIER GONZALO CALZADA

G. es llamado a colaborar en un proceso psicodiagnóstico llevado a cabo por un estudiante de la


materia. Es decir, en este caso no media motivo de consulta, lo cual ya es un dato importante a la hora
del análisis e interpretación del material.
Cuando se lo llamó por teléfono se lo notó dispuesto a colaborar y ansioso por empezar las
entrevistas.

Síntesis de la Entrevista
G es de contextura delgada, estatura alta y cabello corto. A las entrevistas se presentó vestido
informalmente, aunque prolijo y cuidado.
Está casado desde hace 10 años, y tiene una hija (D) de 2 años y 3 meses. Al momento de la primer
entrevista, hacía 20 días que se había separado de su mujer, y mudado a la casa de un primo.
Tiene secundario completo y trabaja como mozo en una confitería.
En la tercer entrevista se produce otro cambio en la vida de G. Cuenta que su esposa estaba
embarazada y que habían vuelto a convivir.
Comienza la entrevista hablando de su familia de origen. El padre fue taxista y ahora está
desocupado y muy enfermo. La madre es profesora de danzas españolas. Están separados. El hermano
mayor de 31 está desempleado, tiene cuatro hijos (tres con la primera mujer y uno con la segunda.) El
hermano menor de 28 trabaja en gastronomía, tiene un hijo.
Luego relata que la mujer perdió un embarazo posterior a D. Era del sexo femenino y tenía cinco
meses de gestación. Cercano a la primer entrevista, se cumplía un año de ese suceso. Se angustia hasta
llorar cuando lo cuenta. “Al día siguiente del parto, pedí autorización para verla, la vi y hablé un
poquito con ella, me despedí. Fue duro pero había que hacerlo.”
Comenta que se lleva mal con su mujer porque ella no respeta a la familia de él. Además, él trabaja
muchas horas y la mujer le reprocha que no ayuda en la casa. No se siente comprendido por ella.
En la entrevista aparecen varios relatos de peleas con ex patrones, amigos; además de un incidente
que le trajo como consecuencia problemas con la ley. “Cuando estoy muy enojado, trato de medir las
consecuencias, pero a veces no hay más remedio y termino mal, pero en general eso pasa en la calle.
La calle es más provocativa, una mirada, un roce, un choque, una copa de más, patotas, es más difícil
controlarte.”
“En mi familia, cuando veo que estoy violento, me voy. Con mi mujer ahora opté por irme para
evitar llegar a las agresiones” “Yo viví en un ambiente muy violento, mi papá era muy violento, mi
hermano mayor también.”
A los 13 años se fue de la casa, trabajó por su cuenta, se fue a vivir con la tía, hermana del padre.
“Fue duro irme temprano de casa porque me tuve que hacer solo”. Dice que la decisión la tomó él y
que el motivo fue una discusión con la madre quien le dijo que él era el culpable de su fracaso
matrimonial. A esa edad los padres se estaban separando. Después de cuatro años viviendo con la tía,
se fue con el padre quien estaba en pareja, pero al año y medio se peleó con la mujer del padre y volvió
con la tía. Luego, se fue a vivir solo.
Administración de los tests gráficos
Dibujo Ubre
Consigna: “Puede dibujar lo que quiera”
Tiempo de reacción (TR): 3’
Secuencia: línea de base, línea inferior, las ruedas, las remarca ocupando un tiempo considerable,
continúa por los vidrios y luego el resto.
Se muestra muy concentrado. Tiempo total (TT): 10’
Asociaciones verbales posteriores: está yendo rápido, hacia delante, por la ruta. Voy yo, solo, a
mucha velocidad.

HTP de J. N. Buck Casa


Tiempo de latencia: 1”
Tiempo total: 2’
Pregunta si dibuja la casa sola.
Secuencia esperable.

Árbol
Tiempo de latencia: 1”
Tiempo total: 1’
No hizo comentarios.
Secuencia esperable.

Persona
Tiempo de latencia: 3’
Tiempo total: 4’
Comentarios: “Soy muy malo para dibujar” “bien infantil”
Secuencia esperable. Se ríe cuando dibuja el pelo. Tarda en hacer los dedos de las manos. Al
finalizar, dibuja los botones y dice: “si no parece en bolas.”

Interrogatorio posterior Casa


1- ¿Cuántos pisos tiene la casa? Un piso, para vivir, después un altillo con escalera.
(Se podría haber preguntado: ¿Para qué utilizan el altillo en esa casa?)
2- ¿De qué está hecha la casa? De cemento.
3- ¿Es suya? No, de un vecino.
4- ¿En la casa de quién estaba pensando cuando la dibujaba? Ninguna en especial.
5- ¿Le gustaría que fuera suya esa casa? Me gustaría tener una casa, no esa quizás. Obviamente
es un dibujo. La realidad es otra.
(Se podría haber preguntado: ¿Cuál es la realidad para usted?)
6- Si fuera dueño de esa casa y pudiera hacer lo que quisiera con ella, ¿Qué cuarto escogería para
usted? El más cómodo. Por espacio, privacidad. Prefiero un baño para mí. (Se podría haber
preguntado ¿Dónde ubicaría ese cuarto en la casa?)
7- ¿Quién le gustaría que viviera en esa casa con usted? Mi familia porque las quiero. Los otros
son familiares.
8- Cuando mira la casa, ¿Le parece que se encuentra cerca o lejos? Para mi está lejos, porque se
ve chica.
9- Cuando mira la casa, ¿Tiene la impresión de que se encuentra por arriba de usted, debajo de usted
o al mismo nivel que usted? (tarda en contestar) Difícil de contestar. Depende desde donde mirás.
A nivel.
10- ¿Qué le hace pensar o recordar la casa? No sé.
11- ¿Qué más? No se hizo esta pregunta.
12- ¿Es una casa feliz y amistosa? Creo que sí.
(Esta es una pregunta dirigida. Podría ser reformulada de manera que sea el sujeto quien atribuya
con mayor libertad los sentimientos que pudiera despertarle.)
13- ¿Qué hay en la casa que le da esa impresión? Gente que quiero.
(Se podría haber preguntado ¿A quiénes se refiere cuando dice eso?)
14- ¿La mayoría de las casas son así? No, todas no. Cada una debe tener problemas. A mí me van a
mostrar la mejor casa, no los problemas.
15- ¿Cómo ve el clima en este dibujo? (época del año, momento del día, cielo, temperatura). Verano,
por eso el sol. Tardecita, asadito de por medio.
16- ¿Qué tipo de clima le gusta? Todas las épocas del año. No sufro el frío, sufro el calor, pero me la
banco bien.
17- ¿A quién le recuerda esa casa? A nadie.
18- ¿Qué es lo que necesita esa casa? Nada, está todo bien.
19- Si esto fuera una persona en lugar de (cualquier objeto dibujado aparte de la casa) ¿Quién sería?
No se hizo esta pregunta.
20- ¿Hacia dónde lleva la chimenea en esta casa? Hacia arriba.
21- ¿Qué cuarto está representado por cada ventana? dos representan el altillo, una el estar.
Árbol
22- ¿Qué clase de árbol es? Que sé yo ... No sé el nombre del árbol. Un plátano.
23- ¿Dónde se encuentra realmente ese árbol? En un bosque.
24- ¿Aproximadamente qué edad tiene el árbol? Grande, muchos años.
25- ¿Está vivo el árbol? Anda ahí, sobreviviendo, hace lo que puede.
26- ¿Qué hay en él que le da la impresión de estar vivo? Maltrato. Está en un lugar público. Verano,
mucha gente en el bosque.
27- ¿Qué causó su muerte? No se hizo esta pregunta.
28- ¿Volverá a estar vivo? Tampoco se realizó esta pregunta.
29- ¿Alguna parte del árbol está muerta? No, quebrada. Algunas ramas. Lo treparon y se quebraron.
El tronco también tiene una avería. Hicieron una fogata al lado. ¿Por cuánto tiempo ha estado
muerta? No sé, porque hace mucho que no lo veo.
30- ¿A qué se parece más ese árbol, a un hombre o a una mujer? A un vegetal.
No, es un árbol, calculo que debe ser hombre por el artículo el árbol.
31- ¿Qué hay en el árbol que le da esa impresión? Se la dio por respondida.
32- Si fuera una persona en lugar de un árbol, ¿Hacia dónde estaría mirando? A mi, enfrente.
33- ¿El árbol se encuentra solo o dentro de un grupo de árboles? Dentro de un grupo. Muchos, abundan
los árboles.
34- Cuando mira el árbol, ¿Tiene la impresión de que se encuentra por encima de usted, debajo de
usted o al mismo nivel que usted? Es muy difícil. El árbol tiene raíz, o sea que está por debajo
mío.
35- ¿Cómo es el clima en el dibujo? (época del año, momento del día, cielo, temperatura). Verano, de
mañana.
36- ¿Está soplando el viento en el dibujo? Un poquito.
Muéstreme en qué dirección sopla. De izquierda a derecha.
¿Qué clase de viento hace? Templado, caluroso.
37- ¿Qué le recuerda ese árbol? A fines de semana alegres.
38- ¿Qué más? No se interrogó.
39- ¿Es un árbol sano? No sé.
40- ¿Es un árbol fuerte? Sí. ¿Qué le da esa impresión? El tamaño y que no esté destruido por
completo, que se haya bancado muchas, por algo sigue en pie.
41- ¿A quién le recuerda ese árbol? A nadie.
42- ¿Qué es lo que más necesita el árbol? Que lo cuiden. ¿Por qué? Porque está deteriorado. Este y
muchos al lado de él. No sólo este sufrió daños.
43- ¿Alguien ha lastimado alguna vez al árbol? No se interrogó.
44- Si esto fuera una persona en lugar de (cualquier objeto dibujado aparte del árbol) ¿quién sería?
No se hizo esta pregunta.

Persona
45- ¿Es un hombre o una mujer? Es un hombre adulto.
46- ¿Qué edad tiene? No sé.
(Se podría haber preguntado: Viendo a este hombre que dibujó, ¿Qué edad le pondría usted? O
¿Qué edad representa para usted?)
47- ¿Quién es? Nadie en especial, no sé.
48- ¿Es un pariente, un amigo o qué? Es una boludez.
49- ¿En quién estaba pensando cuando dibujaba? En un hombre, en nadie.
50- ¿Qué está haciendo? Mirando hacia delante, con manos abiertas. ¿En dónde está? En plano en
blanco.
51- ¿En qué está pensando? Ni idea.
52- ¿Cómo se siente? Calculo que bien porque está sonriendo.
53- ¿Qué le hace pensar o qué le recuerda esa persona? No se interrogó.
54- ¿Qué más? Tampoco se preguntó.
55- ¿Está sana esa persona? Se lo ve bien.
56- ¿Qué es lo que le da esa impresión? Que está de pie, de humor.
57- ¿Es feliz esa persona? No sé, no lo conozco.
58- ¿Qué le da esa impresión? No se hizo esta pregunta.
59- ¿Es así la mayoría de la gente? No, creo que no. ¿Por qué? Porque no sé el estado de las demás
personas.
60- ¿Cree que le agradaría esa persona? Creo que sí.
61- ¿Por qué? Es de los que te gustan. Porque tiene humor.
62- ¿Cómo ve el clima en este dibujo? (época del año, momento del día, cielo, temperatura) No sé,
está con camisa, primaveral.
63- ¿A quién le recuerda esa persona? A nadie.
64- ¿Qué es lo que más necesita esa persona? No sé.
65- ¿Alguien ha herido alguna vez a esa persona? No sé.
66- Si esto fuera una persona en lugar de (cualquier objeto dibujado aparte de la persona) ¿quién
sería? No se hizo esta pregunta.
67- ¿Qué tipo de ropa lleva puesta esa persona? Pantalón y camisa, zapatos, jean.
68- Suponga que el sol fuera alguna persona que usted conoce, ¿Quién sería? Mi primo.
Test de las Dos Personas de J. Bernstein
Consigna: “Dibuje dos personas.”
Tiempo de Reacción: 1’
Tiempo Total: 15’
Secuencia: línea de base, piernas de una figura. Borra todo y dice: “soy muy perfeccionista, sino
me sale bien no lo hago”. Vuelve a comenzar pero por la cabeza, sigue por los hombros, vuelve a la
cabeza y le agrega cabello. Sigue por el resto de cuerpo. Luego de terminar los pies, le hace pechos y
remarca la silueta. Primera figura dibujada: la mujer de él (I).
Figura del hombre (G): empieza por la cabeza, tronco, brazos, piernas, una mano en la cintura y la
otra no se ve porque toma a la mujer.
Agrega la línea de base y otras líneas. Por último, y luego de observar el dibujo por unos segundos,
remarca los genitales de ambas figuras.
“Ahora, póngales un nombre a cada uno, y piense qué edad pueden tener, y escríbalo.”
Hace coincidir nombres y edades de ambos.
“Le voy a pedir que escriba una historia que relate qué les ocurre, qué piensan y sienten los
personajes.”
Aclara: “no es una historia, es algo real.”
Transcripción del texto: “Estamos en un lugar abierto donde hay mucho verde, mirando el paisaje
y hablando de nuestros hijos, de D y del que viene en camino. Tratando de poner algunas cosas en
orden que todavía no funcionan en nuestro matrimonio y creo que cuando esas cosas coincidan nos
podríamos llevamos mejor. En ese paisaje verde aparte de hablar del tema disfrutamos de cómo D
juega.”
“Por último, le voy a pedir que piense un título para su relato y lo escriba.”
El título que escoge es: “Temas no resueltos.”

Interpretación utilizando el método de recurrencias y convergencias


De distintos fragmentos de la entrevista inferimos una conflictiva que gira en torno a los vínculos
tanto con sus otros significativos (padres, hermanos, pareja) como con la gente de afuera (por ejemplo
empleadores) Su modo de establecer contactos parece ser de agresión, control y huida. Cuando siente
que no puede controlar sus impulsos agresivos, tiende a huir.
G ha sufrido una gran cantidad de cambios en su vida: mudanzas varias, cambios de trabajo,
separaciones y reconciliaciones. Lo mismo ha sucedido en la historia parental. Tomando en cuenta su
autopresentación, es decir, la temática que elige para comenzar a hablar en la entrevista luego de la
pregunta “Hábleme acerca de Ud.”, y la historia del sujeto pensamos que existen “temas no resueltos”
con su familia de origen, que probablemente incidan en su modalidad de vínculo con los demás.
La mayoría de los cambios por los que G ha pasado, fueron motivados por peleas, discusiones,
teñidas de agresión. Una convergencia entre pautas distintas se da en la entrevista (la tendencia a la
huida) con la presentación que hace de sí mismo mediante el dibujo libre: un auto huyendo a toda
velocidad.
Los conflictos no resueltos también aparecen en su relación de pareja que muy bien son expresados
en la historia del test Dos Personas, y que son reforzados en el título “Temas no resueltos.” Sin
embargo, la pareja gráfica presenta indicadores que dan cuenta de un acercamiento, de una apariencia
de felicidad y un estar en armonía (figuras en el mismo plano, del mismo tamaño, acercamiento y
contacto entre las figuras, sonrisa de la figura femenina, entre otros indicadores.) La secuencia
dinámica que se infiere de estas pautas opuestas es que G oculta sus conflictos tras una fachada
defensiva, mostrando al interlocutor una situación ideal de aparente calma, despreocupación y solidez
(Convergencia entre pautas opuestas). Tras la impresión de solidez y firmeza que intenta dar al otro
(la casa está hecha de “cemento”) se esconde una personalidad insegura y de pobre estima de sí
(tamaño pequeño de los dibujos en relación a la hoja y presión débil en los dibujos del HTP) Otra
convergencia entre pautas opuestas. Esta defensividad que muestra G puede inferirse también de las
puertas y ventanas de la casa que están cerradas, la falta de ramas en el árbol y los ojos vacíos de la
persona, como indicadores de inaccesibilidad (recurrencia de pautas de contenido: ausencia de
indicadores de acceso y comunicación)
Se observa un comportamiento claramente resistencial en la relación vincular con el entrevistador:
ante las preguntas que se le formulan en el interrogatorio posterior del HTP que lo cercan y acorralan,
responde en forma evitativa y resistencial, y hasta agresiva: “es una boludez.”
El auto dibujado se desplaza hacia el margen izquierdo de la hoja que simboliza preocupación por
el pasado. Por otro lado, todos los dibujos son emplazados también hacia la izquierda. Esta
recurrencia de ubicar los dibujos en el margen izquierdo de la hoja darían cuenta de una huida al
pasado como refugio ante los problemas que la vida cotidiana le plantea. La huida es un intento de
mantener el control de los impulsos, lo cual implica un temor subyacente a no poder controlarlos y
ante este peligro se huye. Aquí podemos conceptualizar esta tendencia como el mecanismo defensivo
de la evitación sumado a rasgos de alta impulsividad. El alejamiento también es expresado cuando
refiere que la casa dibujada no es suya sino de un vecino.
El control (defensa obsesiva) ejercido puede observarse en indicadores gráficos como los
cinturones y botones en Persona y Dos Personas, mostrándonos una recurrencia de pautas de
contenido, que se repite en la rigidez de los gráficos.
Tanto la constricción del dibujo, los indicadores gráficos de control como el estilo del grafismo que
denota rigidez, se oponen a los indicadores de la entrevista que expresan explosiones agresivas y
descontrol, estableciendo una convergencia entre material verbal y gráfico, que puede indicamos
que los intentos de control son ineficaces en tanto la agresividad es descargada sin suficiente mediación
simbólica.
Este comportamiento agresivo podría también estar dando cuenta de la actuación del mecanismo
defensivo identificación con el agresor (A. Freud) donde G se comportaría como si fuera la persona
temida en el pasado, cumpliendo el papel activo del que agrede, lo cual tranquiliza en tanto la angustia
por haber tolerado la agresión se disipa. Esta hipótesis se sostiene en la historia de G, que transmite
durante la entrevista cuando, por ejemplo, dice: “Yo viví en un ambiente muy violento, mi papá era
muy violento, mi hermano mayor también".
Dijimos al principio que en su autopresentación comienza hablando de su familia de origen,
continúa con la pérdida del embarazo de su mujer y sigue con su familia de origen agregando un
reproche hacia su mujer cuando dice que se enoja con ella porque “no respeta a su familia”. Es decir,
que a pesar de que huye y pone distancia, su posición es la de un hijo que está atrapado, que siente
culpa (tal vez, por la acusación materna de ser el responsable del fracaso matrimonial de sus padres,
por la pérdida de su hija que cuando relata lo sucedido se angustia y llora). La culpa sostiene un
conflicto neurótico que, a su vez, puede estar indicándonos un posible duelo aún no resuelto.
Bibliografía

A) INTRODUCTORIA Y DE PROFUNDIZACIÓN SOBRE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS


GRÁFICAS:
CARIDE, M. R. Y ROÍZ, G. (1982) Técnicas gráficas en la evaluación de la personalidad. Buenos
Aires, Tekné.
FRANK DE VERTFIELYI, R. (1996) “Gráfico en niños”. Departamento de Publicaciones, Facultad
de Psicología, UBA.
GARCÍA ARZENO, M.E. (1993) Nuevas aportaciones al psicodiagnóstico clínico Caps. XVIII-
XIX. Buenos Aires, Nueva Visión.
GRASSANO. E. (1984) Indicadores psicopatológicos en Técnicas Proyectivas Buenos Aires, Nueva
Visión.
HAMMER (1969) Tests Proyectivos Gráficos. Prefacio y Capítulos I-II-II1-IV-VIII Buenos Aires,
Paidós.
VECCIA, T. (1998) “Reflexiones sobre aspectos teóricos que sirven de encuadre a las técnicas
proyectivas gráficas”. En: El Método Psicodiagnóstico y el Ejercicio Profesional del
Psicólogo. Buenos Aires, Eudeba.
VECCIA, T.; SHARRY, C. Y PEREZ, A. (1996) “Técnicas Proyectivas Gráficas. Contribuciones
para la elaboración de un marco teórico” Departamento de Publicaciones, Facultad de
Psicología, UBA.
VECCIA, T. (1993) “Aporte de las técnicas proyectiva verbales, temáticas, gráficas y lúdicas a la
comprensión de la estructura e historia del sujeto”. Monografía de Concurso (inédita), UBA.
VECCIA, T. (1996) “El estudio de la representación psíquica del cuerpo a través del material
proyectivo gráfico”. Departamento de Publicaciones, Facultad de Psicología, UBA.

B) Sobre las distintas técnicas mencionadas en el capítulo:

BUCK, J. N. WARREN, W. L. (1995) Manual y guía de interpretación de la técnica de dibujo


proyectivo del HTP. Méjico, Editorial Manual Moderno.
FRANK DE VERTHELYI-HIRSCH-BRAUDE (1984) Identidad y vínculo en el Test de las Dos
Personas. Buenos Aires, Paidós.
FRANK DE VERTHELYI MENÉNDEZ DE RODRÍGUEZ (1985) Interacción y Proyecto. Familias
en el Test Kinético de la Familia Actual y Prospectiva. Buenos Aires, Gedisa.
HUTT (1975) La adaptación Hutt del Test de Bender. Buenos Aires, Guadalupe.

C) Acerca del esquema e imagen del cuerpo:

DOLTO, F. (1990) La imagen inconsciente del cuerpo. Barcelona, Paidós.


SAMI ALI (1989) Cuerpo real. Cuerpo imaginario. Buenos Aires, Paidós.
SCHILDER, P. (1958) La imagen y la apariencia del cuerpo humano. Buenos Aires, Paidós.
Apéndice

Revisión del HTP de J. N. BUCK (Su


administración y consignas)

JAVIER GONZALO CALZADA

Como resultado de los trabajos realizados por los estudiantes que administraron la versión de Buck
del HTP, de las elaboraciones sobre el mismo hechas junto a mis colegas docentes, y de la
administración de este test a pacientes en el marco de mi propia práctica profesional, se presenta la
siguiente revisión de las pautas de la administración y las consignas tal como las plantea el autor. En
este trabajo pretendo señalar los ítems que resultan cuestionables, con su fundamento y una propuesta
de modificación. Esperando sea disparador de una discusión entre colegas para acordar distintos puntos
de vista, y ampliar la revisión crítica del test.

A) Descripción de la técnica: HTP acromático y cromático de J. N. Buck

El autor propone dividir a la administración en dos grandes pasos: el primero corresponde a la


expresión gráfica de una casa, un árbol y una persona; y el segundo a un “interrogatorio estructurado
que incluye una serie de preguntas acerca de las asociaciones del sujeto con aspectos de cada dibujo.”
Sugiere continuar con un tercer y cuarto paso que corresponde a la realización de una casa-árbol-
persona, pero utilizando colores (cromático) y posteriormente su interrogatorio.
La forma de proceder es la siguiente: luego de completar la ficha de identificación donde figuran
los datos básicos del sujeto, se le entrega una hoja que dice “CASA” en el encabezado hacia él o ella,
en forma horizontal. Se le pide al sujeto que tome un lápiz y se le da la consigna “Quiero que haga el
dibujo de una casa. Puede dibujar el tipo de casa que desee y haga lo mejor que pueda. Puede
borrar cuantas veces quiera. Puede tomar el tiempo que necesite. Solamente esmérese.”
Una vez dadas las instrucciones se comienza a tomar el tiempo.
Luego, se presenta la hoja en forma vertical que dice ÁRBOL; y lo mismo con PERSONA. El autor
dice que si el entrevistador lo desea puede luego solicitar el dibujo de una persona del sexo opuesto al
de la persona dibujada.
Una vez finalizados los dibujos, se procede al INTERROGATORIO. El autor “sugiere algunas
preguntas estándar”, las cuales fueron transcriptas en el caso que más abajo se presenta.
Cuando se llega a la última pregunta del interrogatorio referido al concepto PERSONA, “se le pide
al sujeto que agregue el sol y una línea de base a cada dibujo, si es que no los había dibujado
previamente.”
Los dibujos cromáticos se realizan después de los dibujos a lápiz negro y de los interrogatorios
correspondientes. Las hojas se presentan de la misma manera que en la serie acromática y con las
mismas instrucciones.

B) Los ítem que aquí se revisan:

1) CONSIGNA
Repitamos la consigna que sistematiza el autor: “Quiero que haga el dibujo de una casa (árbol-
persona). Puede dibujar el tipo de casa que desee y haga lo mejor que pueda. Puede borrar cuantas
veces quiera. Puede tomar el tiempo que necesite. Solamente esmérese.”
Considero a esta consigna, en principio, excesivamente extensa y directiva. El exceso de pautas o
indicaciones, puede quitar cierta espontaneidad en la respuesta del sujeto, con lo cual perderíamos
información valiosa para su análisis.

Ejemplo:
• “Puede dibujar el tipo de casa que desee”: esta parte podría ser agregada si es que el
entrevistado se bloquea, o hace preguntas sobre qué tipo de casa dibujar, o si tiene que ser una
casa en particular, por ejemplo la suya o en la que vivía antes, etc. Si simplemente se le dice:
“Le voy a pedir que dibuje una casa”, podemos encontrarnos con sujetos que proceden a
dibujar sin preguntar, sin necesidad de guía, sujetos más decididos, con un tiempo rápido de
procesamiento de la información que no necesitan un apoyo externo, que se permiten imaginar,
recordar, pensar libremente y como resultado surge una representación gráfica completa y rica
(porque puede ser que el rápido tiempo de procesamiento sea meramente impulsivo, o
defensivo). Pero también podemos hallar sujetos que necesitan una guía, que puede ser producto
de la ansiedad inicial. Entonces de acuerdo a como se presente la situación, sería conveniente el
proceder a dar mayor o menor guía. En este último caso sí se le podría decir “Puede dibujar el
tipo de casa que Ud. desee.” Y si igual sigue bloqueado, se podría agregar: “Piense o imagine
alguna casa y luego dibújela, lo mejor que pueda.”
• “Puede borrar cuantas veces quiera”: si esta frase es dicha de entrada, podríamos perder
información sobre aspectos de la conducta del sujeto que podría sernos de utilidad. En cambio
si dejamos una goma de borrar al alcance del entrevistado, de manera que si desea borrar sea él
o ella quien tome la iniciativa de acceder a la goma, podríamos registrar una serie de
comportamientos tal vez valiosos. Así, por ejemplo, habrá sujetos que pedirán permiso antes de
usarla, otros la tomarán sin dudar, algunos la podrán mirar pero no se animarán a pedirla, etc.
Son conductas que nos pueden dar información sobre el comportamiento del sujeto frente a la
autoridad, su comportamiento adaptativo, ciertas características de su personalidad, entre otras.
• La frase “haga lo mejor que pueda” podría ser utilizada sólo si observamos que el entrevistado
se encuentra bajo bloqueo y/o hace constantes autocríticas. En ese caso, puede agregarse que el
dibujo es otra forma de conocerlo además de la palabra, que no se trata de ver cuán bien sabe
dibujar, sino de comprender lo que le sucede a través del dibujo para poder ayudarlo (si es en la
clínica), sino simplemente puede decirse que es una manera más de conocerlo.
• En el caso de la frase “solamente esmérese” considero que decirla de entrada puede crear cierta
tensión, alta expectativa acerca del resultado del dibujo por parte del entrevistador, nerviosismo,
sobre exigencia, etcétera. Ahora bien, si vemos que el sujeto intenta realizar producciones
resistenciales, poco comprometidas, ahí sí conviene aclarar que “intente dar lo mejor de sí.”
• En cuanto a “puede tomar el tiempo que necesite” podría sólo agregarse si el sujeto se muestra
apremiado por el tiempo. Puede ser porque quiera terminar rápido con una tarea que le disgusta,
que lo compromete emocionalmente, por temor a que el entrevistador se aburra, o piense que es
muy lento, etc.
En conclusión: Considero que la consigna que da el autor, da demasiadas indicaciones, lo cual:
- no permite la observación de ciertos comportamientos espontáneos que pueden ser de utilidad
para el análisis;
- pueden aturdir al entrevistado con tanta información tal vez innecesaria de dar toda junta;
- el entrevistado se puede sentir sobre exigido, y esto constituir una fuente de mayor ansiedad.

Una consigna breve y con la menor información posible permitirá una mayor proyección.
Por otro lado, al entregar la hoja con el nombre del dibujo que debe realizar, puede desalentar la
conducta espontánea de rotación de la hoja, si el sujeto tenía la intención de hacerlo. Es decir, si le
entrego la hoja en forma perpendicular al sujeto, que en la parte superior dice “ARBOL”, es muy raro
que, por más que tenga intención de rotarla, lo haga, ya que el encabezado le impide formalmente la
rotación.

2) INTERROGATORIO POSTERIOR
Como ya dije, más adelante se encuentra el interrogatorio completo.
Críticas principales:
- Es extenso.
- Hay preguntas que parecen no aportar información significativa porque son directivas, incluyen
opciones de respuesta y en general las respuestas son acordes con conductas o sentimientos
deseables socialmente; el control consciente es mayor. Por ejemplo:

INTERROGATORIO DE LA CASA:
Pregunta 8: ¿Cuándo mira la casa ¿Le parece que se encuentra cerca o lejos?
Pregunta 9: ¿Cuándo mira la casa ¿Tiene la impresión que se encuentra por arriba de Ud., debajo
de Ud. o al mismo nivel que Ud.?
Podría interrogarse de la siguiente manera: ¿Dónde se encuentra la casa?
Pregunta 12: “¿Es una casa feliz y amistosa? Sería más amplio preguntar, por ejemplo, ¿Qué
sentimientos le despierta la casa que ha dibujado?

Conviene iniciar el interrogatorio con una pregunta amplia y a partir de ahí ir realizando otras
preguntas: Ejemplo:
Puede comenzarse pidiendo que describa la casa, en lugar de preguntar cuántos pisos tiene, de que
está hecha, de quién es, etc. Ahora, si el sujeto en su respuesta no incluye esos comentarios, sería
importante preguntarlo. Pero primero permitir que sea el entrevistado quien elija por donde comenzar
la descripción (a la manera de una entrevista semidirigida).
Hay preguntas del interrogatorio que considero valiosas hacerlas (si no han sido dichas
espontáneamente).
Pregunta 6: ¿Qué cuartos elegiría para Ud.?
Pregunta 7: ¿Quién le gustaría que viviera con Ud. en esa casa? ¿Por qué?
Pregunta 17: ¿A quién le recuerda esa casa?
Pregunta 18: ¿Qué es lo que más necesita la casa?
Es decir: considero que es preferible que sea el entrevistado quien comience las asociaciones a
partir de una pregunta amplia, sin embargo, hay una serie de temas relacionados al objeto graficado
que si no aparecen espontáneamente conviene preguntar (de manera que también pueda realizarse una
estandarización).
INTERROGATORIO DEL ÁRBOL:
También puede comenzarse el cuestionario con una pregunta amplia, y a partir de allí ir
interrogando, siempre lo más ampliamente posible. Ejemplo: ¿Qué puede decirme del árbol que
dibujó? La respuesta puede ser una simple descripción, como también incluir recuerdos, pensamientos,
sentimientos, etc.
De no aparecer nada de esto último, entonces sí preguntar, por ejemplo, ¿Qué le recuerda el árbol?,
¿A quién le recuerda?, la edad del árbol, si está vivo o muerto, o lastimado (permite obtener
información sobre la historia del sujeto y la vivencia actual), si se parece a un hombre o una mujer y
que le da la impresión (puede dar información sobre autoconcepto, autoestima, identidad de género,
etc.).
Son cuestionables las preguntas directas: 33 (si el árbol está solo o en grupo de árboles), 34 (por
encima, debajo, etc.), 40 (si es fuerte) porque en general las respuestas son las esperables: 33 (en
grupo), 34 (al mismo nivel), 40 (es fuerte).

INTERROGATORIO DE LA PERSONA:
Empezaría también por una pregunta amplia, por ejemplo, ¿Podría describir a la persona que
dibujó? Esperando que diga si es hombre o mujer, qué edad tiene, qué está haciendo, dónde está, qué
piensa y siente. Si faltara alguna de esta información (lo cual es bastante probable) en su relato,
entonces, sí preguntaría más directamente, pero sin inducir respuesta, así, en lugar de preguntar ¿Es
feliz esta persona? (pregunta 57) preguntaría ¿Cómo se siente esta persona?
Algunas de las preguntas que no deberían faltar por la información que brindan, se refieren a si la
persona fue lastimada alguna vez (65), pero es cuestionable la pregunta si está sana (55) porque la
respuesta en general es clisé. También interesa la pregunta 67 ¿qué tipo de ropa lleva puesta?, que nos
puede indicar necesidades, características estéticas, de comportamiento interpersonal, etc.
En los tres dibujos, preguntar sobre el clima que le parece está haciendo en el dibujo puede dar
indicadores del clima emocional del dibujo, de cómo se encuentra el sujeto, etc.
Conclusión: lo que se llama interrogatorio posterior debería convertirse en un instrumento que
permita la mayor proyección posible, que no sea libre pero tampoco directivo, es decir, un
“interrogatorio semidirigido.”

3) PEDIDO DE LINEA DE BASE


La ausencia de línea de base ya es de por sí un indicador, por lo tanto, el pedido de agregarla no
aportaría demasiados datos. Salvo que se considere que puede ser una manera de señalarle al
entrevistado que siente que no tiene estabilidad, o que necesita sostén, etc., como un modo que logre
cierto grado de insight sobre alguna necesidad o estado.

4) PEDIDO DEL SOL


En algunos casos resulta un dato significativo, por ejemplo, el caso de una paciente de 12 años
cuya madre pidió a la Justicia la exclusión del hogar del marido debido a que es alcohólico. Le tomé
un psicodiagnóstico a pedido del Tribunal de Menores para evaluar el estado psicológico de la joven
frente a esta situación y cómo percibía su relación con los padres. En el HTP le pido que agregue el
sol a sus dibujos, y los hace con rostro. Viéndolo en secuencia -de la casa a la personase puede observar
como el rostro del sol “se va enojando”. La paciente misma cuando mira el último sol dice: “¡Cómo
cambió el sol!” Cuando le pregunto quién sería para ella, los identifica con su madre. Desde la primera
entrevista me liamó mucho la atención que la joven se vestía igual que la madre y en las entrevistas la
mencionaba todo el tiempo como figura importante en su vida. En cambio, del padre no quería decir
demasiado. Sin embargo, el sol-madre identificado así por la paciente, se va transformando hasta
enojarse con ella (figura humana), lo cual mostraba ambivalencia afectiva. Era la misma madre que
pasadas tres entrevistas me preguntó si faltaba mucho para terminar, ejerciendo presión y mostrando
cierta ansiedad sobre “qué dirá la nena al psicólogo.” En el dibujo de la familia hace al padre sonriendo,
y comenta que “cuando no está borracho es bueno.” En la entrevista de devolución me dice que ella
necesita a su papá, o sea, me muestra una necesidad que no debe poder mostrar abiertamente ante su
madre, tal vez por temor a que ésta se enoje (como el sol).
Considero que falta una consistente fundamentación teórica sobre el pedido de inclusión del sol en
los dibujos, sobre su significado simbólico, quedando más al arbitrio de la interpretación del psicólogo.
Es claro igualmente que no hay que perder de vista el significado personal que ese símbolo tiene para
el paciente (como en el caso anterior), más allá de la simbología universal (igual que en el
Desiderativo).

5) CONCLUSIONES
A partir del análisis del notable esfuerzo de sistematización que el autor del HTP realizó en su
Manual, podemos encontrar que en la práctica algunas de sus propuestas podrían ser modificadas, no
sólo desde fundamentos teóricos sino también desde cuestiones prácticas. Estas modificaciones no son
sino producto de la experiencia personal de cada profesional al administrar esta técnica, por eso, al
inicio mencionaba el objetivo de discutir con otros pares la propuesta para que esta pueda ser aún
mejorada y enriquecida con los distintos aportes.

En el siguiente caso, además de mostrar la administración y el análisis de las técnicas utilizadas,


nos detendremos en la modalidad de interrogatorio posterior a la toma del HTP.

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