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Los dibujos, proyectivos cumplen un papel importante en el psicodiagnóstico porque detectan, con
bastante precisión, los niveles profundos de integración y estructuración de la personalidad. Sin
embargo, creemos que no son en sí mismos sensibles para el diagnóstico diferencial, sino que deben
ser complementados con pruebas proyectivas verbales, y de ser necesario, con pruebas objetivas de la
personalidad. Sí es cierto que en ios gráficos pueden aparecer indicadores que alerten sobre la posible
presencia de patología mental, retraso o déficit madurativo, entre otros.
Ante la tarea gráfica, disminuyen el control intelectual y el ocultamiento consciente. Sin embargo,
también sabemos que el sujeto adulto, a diferencia del niño, dibuja con una mayor intencionalidad
consciente, en especial si el área de trabajo es forense o laboral.
Las pruebas proyectivas gráficas constituyen medios privilegiados para la proyección de la imagen
del cuerpo (Veccia, 1996, 1998), no sólo en el dibujo de la figura humana, sino también en distintas
producciones: un árbol, un animal, una casa, etc.
El tema del esquema y la imagen corporal fue ampliamente trabajado por distintos autores (Paul
Schilder, Sami Ali, Francoise Dolto)1. Remitimos al lector interesado a consultar dichas fuentes. Aquí
recordaremos sólo algunas cuestiones teóricas que fueron desarrolladas en dichos textos. Es necesario
hacer la distinción entre Esquema del Cuerpo (EC) e Imagen del Cuerpo (IC). El EC depende del
desarrollo de un esquema sensorio-motor e intelectual, cuya base es neurológica (concepción
evolutiva). Es consciente-preconsciente. Se refiere al cuerpo actual en el espacio y el tiempo, a la
experiencia inmediata.
Cuando solicitamos al entrevistado que dibuje lo que quiera (así es la consigna), el dibujo que
estamos proponiendo adquiere la modalidad de ser libre ya que no se le propone un tema determinado
como, por ejemplo, en el caso del dibujo de la Figura Humana.
Por medio del dibujo libre tratamos de acercarnos al dibujo espontáneo aunque no sean sinónimos
ya que lo que caracteriza al dibujo espontáneo es que no media consigna alguna.
En sentido estricto, hablamos de técnica del dibujo libre y no de test debido a que por sus
características resulta de difícil estandarización. Al no solicitar una temática definida, la cantidad de
variables intervinientes variará en función de cada producción. Lo que sí es posible —y necesario—
interpretar son las pautas formales que se plasmarán en todos los casos, como por ejemplo: calidad de
la línea, tamaño, emplazamiento, etc. (García Arzeno, 1993).
El dibujo libre lo consideraremos como una autopresentación del sujeto (Veccia. 1996), y como
tal, resultará valioso correlacionarlo con la presentación que el sujeto hace de sí mismo en la entrevista
(Ver Caso G) y con la primera lámina ( A l ) del Test de Relaciones Objétales, si es que, claro está, se
ha decidido incluir dicha técnica en la estrategia psicodiagnóstica del psicólogo.
Por otro lado, M. E. García Arzeno (op. cit.) afirma que el dibujo libre proporciona datos, a través
de la representación gráfica, sobre fantasías ligadas al motivo de consulta y las fantasías de salud y
enfermedad del entrevistado. (Ver en especial Caso L) También la parte verbal que acompañe al texto
gráfico nos dará datos de importancia siendo de utilidad correlacionar lo gráfico con lo verbal.
El sujeto posee mayor libertad de representación que cuando la temática es definida: la elección
del tema y la forma que elija para dibujarlo estará determinado por sus expectativas, sus intereses,
valores, motivaciones, sus problemas, lo que le preocupa, etc. La representación estará mediatizada
por la cultura, por los códigos comunes que comparten los individuos de un grupo cultural; estos se
entrelazarán y negociarán con la individualidad dando como resultado una producción única expresiva
del grado de integración y organización de la personalidad de quien dibuja y de las posibilidades de
comunicación simbólica con el otro.
El Dibujo Libre puede ser la primera técnica proyectiva de la batería y debe incluirse siempre
después de haber tenido las primeras entrevistas donde se hubiera generado un buen vínculo con el
psicólogo.
Para el análisis e interpretación del dibujo libre nos basaremos principalmente en los aspectos
formales o expresivos del mismo. Más adelante reseñaremos los aportes de Wolff, Hammer y P. Elkish.
El material necesario para llevar a cabo la tarea gráfica debe ser prevista por el psicólogo con
antelación a la llegada del entrevistado. El material puede variar de acuerdo al teh que se decida tomar,
sin embargo los siguientes son comunes a todos:
• Lápices negros N° 2 y/o lápices de colores o crayones si la propuesta del dibujo es cromática.
• Goma de borrar.
• Hojas blancas sin renglones.
Algunos autores sugieren que el tamaño de la hoja sea 21 x 28 cm., es decir, tipo carta, pero, se
elija tamaño carta, A4 u oficio (a veces, no podemos elegir y dependemos de los recursos de la
institución donde trabajamos), lo importante es utilizar siempre el mismo tamaño de papel dado que
de esa manera le ofreceremos al entrevistado el mismo espacio psicológico para organizarse (García
Arzeno, op. cit.). Por otro lado, también es importante para nuestra interpretación, ya que por
ejemplo, si un dibujo lo hace en tamaño carta y el siguiente en hoja oficio ¿cómo interpretaremos el
tamaño del concepto graficado? Si el sujeto dibuja figuras más grandes y le dimos hojas más grandes,
no podremos interpretar esa diferencia de tamaño como significativa. Esto conlleva un aspecto muy
importante y que no debemos perder de vista: la correcto interpretación comienza con una adecuada
administración.
La forma de presentar las hojas dependerá del test que se trate, así en el dibujo libre es conveniente
entregar la hoja en forma apaisada, en el dibujo de la Casa-Arbol-Persona se entrega en forma apaisada
para el dibujo de la casa, pero en forma vertical para el árbol y la persona.
Las consignas también varían, como es de esperar, según el test. Sin embargo, vale la pena aclarar
la siguiente cuestión técnica: el entrevistador debe ser respetuoso de las consignas establecidas por el
autor del test, las cuales responden muchas veces a la fundamentación teórica del instrumento; de lo
contrario, se pueden cometer luego errores de interpretación. Esto no quita la flexibilidad y plasticidad
que el psicólogo debe poseer en su ejercicio profesional, considerando siempre quién es el sujeto que
nos ha consultado y cómo se encuentra al momento de la toma, qué actitud toma frente a determinada
prueba o hacia el psicodiagnóstico en general.
En el adulto en particular, es probable que una vez dada la consigna surjan preguntas que nos
indicarán el monto inicial de ansiedad que despierta esta situación nueva y poco estructurada. Es
esperable la aparición de signos de ansiedad y hasta incomodidad y temor ante una situación atípica
en la vida de una persona adulta. Contrariamente no serían acordes a la situación conductas muy
adaptadas donde exista un excesivo control de la ansiedad (Grassano, 1984) Las preguntas deben ser
respondidas lo más abiertamente posible para no inducir. por ejemplo: “Como Ud. quiera” o “Como
Ud. lo prefiera”.
Es esperable que la ansiedad vaya disminuyendo, es decir, que vaya organizándose la conducta, de
lo contrario, puede ser índice de shock y fracaso en tanto el sujeto no pueda dibujar.
Conviene registrar el tiempo de reacción y tiempo total, los comentarios y preguntas que formule
el sujeto, la secuencia (donde tendremos en cuenta cambios de conducta, zonas reforzadas, borradas,
interrupciones que pueden ser indicadores de represión o de confusión o desorganización) y las
asociaciones verbales que se produzcan posteriormente a la producción gráfica. Si posterior a la tarea
gráfica se ha decidido en la estrategia, o se cree conveniente en el momento, que el sujeto asocie
verbalmente respecto de su dibujo, podremos preguntar de las siguientes maneras: “Hábleme de su
dibujo” o “¿Qué podría interpretar de su dibujo?” o “¿Qué se le ocurre a partir de su dibujo?”.
Siempre es importante preguntar por todo aquello que no entendamos y/o nos parezca significativo,
además de formular las preguntas que nos parezcan pertinentes a partir de las asociaciones del sujeto.
Si el tiempo con el que contamos es acotado porque trabajamos en una institución donde nos dan
poco tiempo de dedicación por paciente, podemos optar por solicitarle al sujeto que arme una historia
acerca de su dibujo y le coloque un título, o tener preparadas una serie de preguntas que se irán
ajustando de acuerdo a las respuestas del sujeto. Si en nuestra estrategia diagnóstica pensamos incluir
por ejemplo al Test de Relaciones Objétales (TRO) o el Test de Apercepción temática de Murray
(TAT), no sería necesario solicitar una elaboración narrativa a partir del gráfico ya que lo hará
posteriormente cuando se le presenten las láminas del TRO o del TAT y deba armar historias.
Los adolescentes y adultos pueden presentar resistencias ante el pedido de dibujar, por
considerarlo “cosa de chicos.” Despertarán autocríticas (“no sé dibujar”, “soy un desastre dibujando”,
“para esto no sirvo”, “nunca me salieron bien”, “se va a reír de mis dibujos”, “no se los muestre a nadie
por favor”). Ante tal situación conviene tranquilizar al sujeto, diciendo por ejemplo, que no se trata de
evaluar si dibuja bien o mal, que todo lo que haga nos interesa y nos es de utilidad para conocerlo más
y comprender mejor lo que le está sucediendo. En definitiva, se trata de generar un clima de confianza
para que pueda desarrollar la mejor producción posible. Estas autocríticas son producto de censuras
que han sido internalizadas y que se ponen en juego al solicitar esta tarea que los invita a ser chicos
otra vez, reflotando inhibiciones y censuras (Veccia, 1996).
Las autocríticas deben ser diferenciadas de una actitud negativa a realizar el test. En este último
caso, el sujeto no critica su habilidad para el dibujo o su producción, sino que se niega a dibujar. Si a
pesar de nuestros intentos donde le explicaremos la importancia que tiene para nosotros contar con su
colaboración, el entrevistado no cede, podemos intentar algunos caminos posibles:
Iniciar la secuencia con un test gráfico con temática definida como el HTP y no con el Dibujo
Libre, ya que puede ser postergada su toma, por ejemplo, al finalizar el Cuestionario Desiderativo.
Si la resistencia continúa y es generalizada hacia la tarea gráfica, M. E. García Arzeno (op. cit.)
recomienda decirle al entrevistado que comenzaremos con una técnica verbal aclarándole que luego
dibujará porque necesitamos comparar todo. Este fracaso de no poder dibujar nos podría estar
mostrando —sostiene G. Arzeno—poca flexibilidad y fortaleza del Yo. Por nuestra parte, agregamos
que también puede indicar inhibición de asumir una tarea nueva o poco usual, un estado de ansiedad
propio de la situación o un rasgo de ansiedad de la personalidad (en cuyo caso se puede incluir un test
objetivo para evaluar la ansiedad estado/rasgo), un déficit psicomotor, o una negativa a la colaboración
(en tal caso, se procederá a hacer un señalamiento y/o confrontación para que el sujeto pueda expresar
que no está dispuesto a responder a tal pedido.)
Pensamos que una alternativa posible puede ser la siguiente: en lugar de iniciar con una técnica
verbal, podemos hacer el intento de comenzar con el Test Gestáltico Visomotor de L. Bender, donde
también tiene que expresarse por medio de una hoja y un lápiz, pero la tarea implica la copia de
modelos. Por otro lado, este test permite una aplicación posterior que es de naturaleza proyectiva.
Recomendamos al lector consultar la Adaptación de Hutt al Test de Bender (1975) donde a la fase de
copia le sigue una fase de elaboración de figuras por parte del sujeto quien es libre de modificar el
estímulo original, y una fase de asociación tanto de los estímulos originales como los elaborados por
el sujeto. Este camino puede ir logrando que el sujeto se vaya conectando con su imaginación
facilitando la posterior toma de los tests gráficos.
Podemos encontrarnos con la situación de que el sujeto se niega a colaborar en la toma no sólo de
tests gráficos sino de otros también. Esto puede ocurrir cuando el sujeto es obligado a realizar un
psicodiagnóstico, por ejemplo, por pedido de la Justicia. En tal caso podemos hacer el siguiente
señalamiento: “Veo que a Ud. le disgusta hacer estas actividades que le propongo. Podría ser que Ud.
colabore conmigo en estas actividades porque son importantes para poder responder al pedido que X
ha formulado.”
Siempre hay que aclarar en el encuadre que las pruebas son instrumentos que utilizamos para
comprender mejor a la persona y para poder ayudarlos, y que esperamos su colaboración.
Hay casos en que la negativa a realizar las pruebas se debe a que el sujeto tiene mucha necesidad
de hablar. En tal caso, podemos agregar al señalamiento anterior: “El hacer estas actividades para las
que solicito su colaboración no implica que no lo/la escuche y que después podamos seguir hablando.”
La colaboración, a veces, puede encubrir una actitud negativa. En este caso no lo explicita sino
que lo expresa a través de una pobre producción, gráficos incompletos, dibujos realizados rápidamente
sin ningún cuidado por su tratamiento. El ejemplo claro es cuando dibuja una figura humana tipo
“palito” (figuras esquemáticas) o incompleta. En tales casos, le solicitaremos —entregándole otra
hoja— que dibuje ahora otra persona pero lo más completa posible. Tal tipo de producción, sostiene
E. Grassano (1984), nos informa sobre la presencia de una conducta defensiva para evitar el
compromiso emocional que implica la tarea.
Dado el encuadre acotado del proceso psicodiagnóstico y para evitar redundancias que cansarían
al sujeto, trataremos de no repetir las temáticas, así por ejemplo, si en el Dibujo Libre el sujeto elige
dibujar una casa y un árbol, tal vez convenga no tomar el HTP, aunque sí el dibujo de la Figura Humana
según K. Machover; o bien, el Test de las Dos Personas según J. Bernstein. Distinto sería el caso que
el psicólogo decidiera administrar igualmente el HTP para evaluar cómo es la misma producción del
sujeto bajo consignas más libres y bajo otras más dirigidas, o para evaluar nivel de frustración, entre
otras posibilidades.
Tomaremos aportes de distintos autores (E. Hammer, J. N. Buck, M. E. García Arzeno, R. Caride,
R. Frank de Verthelyi, E. Grassano) como así también los propios.
Comenzaremos el análisis con una aproximación más general:
Si se adecuó o no a la situación de entrevista.
Si se adecuó o no a la consigna (la acepta, la rechaza).
Esto corresponde a qué hace un sujeto en una determinada situación. Nos habla de su conducta
cidaptativa entendiendo aquí por ella si acepta las normas impuestas por el entorno, la conducta
pertinente y adecuada en un momento dado.
Luego, atenderemos a los aspectos formales:
Como se adapta a la consigna.
Como maneja los materiales.
Como plasma en la hoja su producción.
Para poder dar cuenta de la conducta adaptativa del sujeto, así como de la conducta expresiva, es
fundamental la observación atenta del psicólogo y el registro sistemático del comportamiento antes,
durante y una vez finalizado el dibujo. Mediante la observación y registro podemos inferir sobre el
nivel y calidad de la ansiedad, y en qué momentos se produce, por ejemplo, nerviosidad de los dedos,
tensión muscular, cambios posturales constantes, etc. Podremos hacer inferencias de cómo enfrenta
nuevas situaciones, por ejemplo, si tarda demasiado en iniciar la tarea, si es impulsivo, si necesita una
guía en forma constante, si después de las aclaraciones que le hace el entrevistador a sus preguntas hay
comprensión y aprendizaje logrando el inicio de la actividad, o la ansiedad es tal que se bloquea.
También, veremos cuál es el grado de cooperación que ofrece el sujeto, si es básica, superficial,
evasiva, si hay negativismo explícito o es encubierto, por ejemplo, haciendo una producción desganada
finalizando rápidamente. Estas son sólo algunas ejemplificaciones del por qué es necesaria la
observación mientras se realiza la tarea. Hay situaciones, como en el caso de investigación, o en
algunos casos de selección masiva de personal, en que esta no es posible y se debe tener presente
entonces el grado de incidencia de tal desventaja en la interpretación de los resultados.
Por otro lado, tendremos en cuenta el contenido, que se relaciona con la interpretación que el sujeto
hace del material a partir de la asociación de ideas, imágenes, sentimientos, actitudes, recuerdos, que
son plasmados en el papel, unido a lo que pueda decir sobre su producción. Esta constituye su conducta
provectiva. También aquí es fundamental la observación y el registro.
Podemos sintetizar que los pasos para el análisis de una producción proyectiva gráfica son:
El primer paso resulta inevitable: observar el gráfico en su totalidad para obtener lo que llamamos
una Impresión gestáltica, es decir, cuál es el primer impacto global que nos despierta el dibujo:
¿Qué detalle nos llama más la atención?
¿Es armónico o grotesco?
¿Integrado o desintegrado?
¿Estático o con movimiento?
¿Pobre o rico en detalles?
¿Es adecuado para su edad?
La impresión gestáltica:
• sintetiza e integra los otros niveles de interpretación ya que en ella confluyen los niveles
formales y de contenido.
• nos permite captar el concepto que el sujeto tiene de sí mismo, de su integridad, organización,
vitalidad, flexibilidad o rigidez, si responde a su edad evolutiva, la riqueza o pobreza de detalles,
su capacidad de anticipar y planificar, entre otros.
• nos permite una primera diferenciación entre neurosis y psicosis.
Las producciones psicóticas se caracterizan por ser una producción desordenada, con síntesis
defectuosa, donde puede haber mucho sombreado, borroneado, mezcla de varios medios como
palabras, números y dibujos, producciones extrañas, fantásticas. Vemos que a partir de la
desintegración, la falta de unidad temática (o síntesis), hay un Yo que no está comandando el
psiquismo; no habría una integración yoica.
En las producciones neuróticas, en cambio, la gestalt está conservada, también los límites. Los
conflictos neuróticos se expresan a través de distintos indicadores como en el énfasis o exageración de
partes, tamaños, sombreados o borrones, omisiones, zonas confusas poco delimitadas (aunque estas
zonas se encuentran dentro de una totalidad organizada) (Grassano, E. 1984;Veccia, 1998).
Creemos pertinente aclarar:
1La impresión gestáltica constituye un primer nivel de análisis que, si bien es útil tenerlo en cuenta
en la consideración del material, de ninguna manera puede ser la única base de nuestras hipótesis
diagnósticas.
2Siempre debemos tener presente la edad del entrevistado, con el fin de interpretar los dibujos de
acuerdo a los patrones evolutivos esperables de acuerdo a la edad del sujeto.
Ejemplo: dibujo de figuras desnudas. Sabemos que el niño recién hacia los 5 años comienza a
colorear y rellenar las partes de las figuras como un primer intento de vestimenta. Hacia los 6
años con el inicio de la escolaridad hay una mayor adaptación a la realidad y las figuras dibujadas
aparecen con un mayor grado de diferenciación sexual y vestidas. En el caso de los adolescentes,
es común encontrar dibujos de figuras desnudas o acentuadas las partes genitales, debido a una
problemática propia de la etapa vital que corresponde a la reelaboración de la imagen de sí, del
esquema del cuerpo \ la búsqueda de la identidad sexual (Veccia, 1996, 1998) En un adulto, en
cambio, no sería una respuesta esperable el dibujo de figuras desnudas. Habrá que atender en
cada caso cuál es la interpretación que le otorgamos ya que puede ser indicador narcisismo
patológico, exhibicionismo, o producto de una crisis de identidad, entre otros.
3 No debemos olvidar cuál es el medio sociocultural del sujeto, y también su nivel intelectual.
Ejemplo: tanto en niños como en adolescentes son comunes las producciones fantásticas
producto de la etapa vital y de la presencia de la cultura y sus productos (dibujos animados,
personajes de películas o de series televisivas, etc.).
El paso siguiente (entiéndase que tal secuencia de pasos responde a nuestro interés de proveer una
adecuada transmisión al lector de la temática que estamos tratando, pero que no se da rígidamente en
la práctica), consiste en analizar las pautas formales (Wolff) o rasgos expresivos (Hammer). Se definen
como la sistematización del aspecto gráfico a partir del cual pueden recrearse los movimientos y las
características de personalidad del sujeto independientemente del tipo de dibujo de que se trate. La
hipótesis subyacente es que los movimientos expresivos están en íntima conexión con las
características y organización de la personalidad. Por ejemplo: si una persona hace un gráfico pequeño
en un rincón de la hoja podemos inferir un posible comportamiento tímido en las relaciones
interpersonales del sujeto.
Dado que dan cuenta de los aspectos más estables de la personalidad (carácter), resultan ser de gran
utilidad para efectuar el diagnóstico y el pronóstico.
Wolff (1947) sistematizó las pautas formales reuniéndolas en diferentes grupos (en García Arzeno,
1993), donde cada uno cuenta con distintas pautas y su significación psicológica. Mencionamos de
cada grupo algunas pautas como ejemplos:
- Cualidad de los trazos: una presión fuerte significaría fuerza, vitalidad; las líneas rectas
indicarían rapidez y decisión, a diferencia de las líneas interrumpidas que señalarían indecisión;
las curvas y líneas circulares indicarían ritmo; los movimientos grandes y amplios: expansión;
y los limitados: constricción.
- Cualidades de la forma: las formas consistentes indicarían decisión; formas diferenciadas:
capacidad de adaptación; preferencia por grandes formas: tendencias a la expansión; preferencia
por formas pequeñas: tendencia a la restricción; formas imaginarias: predominio del mundo
interior.
- Comparación de los trazos: las líneas dentadas significarían irritación; las líneas nítidamente
definidas: decisión y determinación; las formas vagas y restringidas: inhibiciones, miedos; las
interrupciones: inflexibilidad, negativismo.
- Dirección de los trazos: la preferencia por los movimientos circulares indicarían oscilación,
cambios de humor; por los movimientos verticales: acción, determinación: por los movimientos
horizontales: tranquilidad, perseverancia; la dirección precisa implica determinación y
seguridad; la dirección de arriba hacia abajo: introversión, ansiedad: de abajo hacia arriba:
extraversión, dominio, agresión; de derecha a izquierda: introversión, autodeterminación,
aislamiento; de izquierda a derecha: extraversión, tendencia al mando, conducción.
Valor tipológico de las pautas gráficas: puede dividirse en tipo realista y tipo abstracto. Tipo
realista: la exactitud significaría observación; la presión ancha: agresividad; la exageración de
detalles: ausencia de integración.
Tipo abstracto: la falta de exactitud indicaría alguien más soñador; los movimientos
esquematizados: rigidez; la preferencia por las sombras: ensoñación.
Hammer (1969) toma aportes de varios autores que se dedicaron a investigar sobre el tema del
movimiento expresivo, entre ellos, Alschuler y Hattwick, Wolff, Buck y P. Elkish, y enuncia lo que
denomina los aspectos o componentes expresivos de los dibujos proyectivos. Dice Hammer que “la
fase estructural o expresiva del dibujo abarca el tamaño de éste, la presión y calidad de la línea, el
emplazamiento en la hoja de papel, la exactitud, grado y áreas de completamiento y detalles, la
simetría, perspectiva, proporciones, sombreado, reforzamiento y el borrado.” (p. 51). Remitimos al
lector interesado en la ampliación del tema al capítulo 3 de Tests Proyectivos Gráficos (E. Hammer,
1969) editado en Buenos Aires por Paidós.
Por su parte, Paula Elkish (1970) realizó otra sistematización (en García Arzeno, 1993; y en Frank
de Verthelyi, 1996) sobre las pautas expresivas, los indicadores y sus diferentes significaciones
psicológicas. Presenta las pautas en forma de cinco pares o dimensiones que se infieren a partir de
distintos indicadores:
El siguiente paso consiste en analizar las pautas de contenido que se refieren a la particular
manera en que cada sujeto aborda la temática en su dibujo, cómo el sujeto trata las diferentes partes
del mismo. Lo que enfatiza, omite, borra, nos habla de sus conflictos, de las defensas, de cómo se
siente consigo mismo y con los demás.
Ejemplo: un sujeto dibuja una persona sin brazos indicando posibles sentimientos de
inadecuación, o que siente que no puede hacer cambios, que se siente impotente, etc. Otro sujeto, en
cambio, dibuja brazos gruesos acompañado de hombros cuadrados implicando posibles actitudes
hostiles y sobrecompensatorias.
Respecto del tema de los mecanismos defensivos diremos que si bien son procesos psíquicos
inconscientes, poseen un aspecto manifiesto y uno latente que puede ser explorado a través de las
respuestas gráficas. Utilizando el método de recurrencias y convergencias de datos (ver el siguiente
apartado) intentaremos establecer qué mecanismos defensivos predominan, ante qué se defiende, cuál
es el grado de éxito alcanzado, si corresponden o no a la etapa evolutiva y si son plásticos, rígidos, si
hay variabilidad o predomina uno solo.
Para el estudio de las defensas en un material gráfico el lector puede consultar el libro de E.
Grassano (1984) “Indicadores psicopatológicos en técnicas proyectivas.” Asimismo, en los casos que
presentaremos como ejemplos se hace mención a los mecanismos defensivos.
En síntesis, cada sujeto tendrá un estilo diferente, único, para abordar el tema del dibujo y ese
estilo dependerá de sus características y de la organización de su personalidad que se proyectan ante
el estímulo, de la situación actual del sujeto, del contexto sociocultural y de su historia.
Método de Recurrencias y Convergencias para la interpretación del Dibujo Proyectivo
A partir de los datos obtenidos por las distintas pautas, se harán inferencias sobre el posible
significado psicológico de las mismas en el sujeto que nos consulta.
Para que nuestras hipótesis interpretativas sean confiables, es decir, que den cuenta lo más
acertadamente posible acerca de la personalidad del sujeto, debemos realizar un trabajo sistemático
de análisis e integración del material. Utilizaremos para la interpretación de los datos el método de
recurrencias y convergencias del material basándonos en la sistematización realizada por la Dra.
Renata Frank de Verthelyi (op. cit.).
La recurrencia es la reiteración de un mismo indicador en varias zonas de un mismo gráfico o en
gráficos diversos. Por ejemplo: un sujeto dibuja tanto la Figura Humana como los miembros de su
Familia apoyados en el margen izquierdo de la hoja indicando regresión. Esta es una recurrencia
intertest (entre tests distintos).
La recurrencia no sólo puede darse en cuanto a pautas formales sino también en cuanto a pautas de
contenido. Por ejemplo, puede reiterarse la omisión de ojos en las dos figuras del Test de las Dos
Personas; puede recurrir la asignación de tareas intelectuales a las figuras masculinas del test de la
Familia Kinética. Estas son recurrencias intratest (en distintas zonas dentro del mismo test).
La convergencia se refiere a la reiteración de una secuencia dinámica (impulso y defensa) pero que
se expresa a través de indicadores disímiles, a veces opuestos, pero que sin embargo expresan una
misma conflictiva. Ejemplos:
Las dificultades en el logro de la identidad y la actitud sobrecompensatoria de resaltar la apariencia
exterior, buscando en elementos externos lo que aún no está consolidado internamente, puede
expresarse gráficamente a través del dibujo de una Figura Humana carente de rasgos faciales con
exagerada preocupación por la vestimenta y accesorios. Esta es una convergencia intratest a partir de
dos pautas de contenido distintas.
La preocupación de un sujeto por controlar sus fantasías por temor a desorganizarse, que lo llevan
a aferrarse a la realidad objetiva, comportándose de manera formal y sobreadaptada, puede ser
expresada gráficamente a través del dibujo de una casa en la parte superior de la hoja, como volando
(tendencia al fantaseo) y un árbol emplazado en la parte inferior con grandes raíces (control y ligazón
exacerbada a la realidad.) Esta es una convergencia intratest a partir de pautas formales contrarias
(ubicación), a lo que se suma una pauta de contenido (grandes raíces).
Estas son sólo algunas muestras de cómo el material puede interpretarse de acuerdo al método de
buscar recurrencias y convergencias. Es un método que nos permitirá integrar y jerarquizar el material
dentro del cuadro total de la personalidad del sujeto.
En síntesis, el dibujo.como toda producción simbólica subjetiva tiene un sentido que hay que
descifrar, y está sobredeterminado, es decir, varias secuencias dinámicas confluyen en el dibujo
(condensación). Para lograr interpretarlas buscaremos repeticiones e insistencias de indicadores
(recurrencias) y aquellos indicadores que son disímiles y/u opuestos pero que conducen a la misma
secuencia dinámica (convergencias) (Veccia, 1996).
L consulta porque está terminando el quinto año de su escuela secundaria y no puede decidirse a
seguir una carrera universitaria. La madre la está presionando porque no desea que L termine, como
ella, “de empleada”. L pensó en Abogacía y se imagina haciendo Derecho Penal, pero no se decide.
Dibujo Libre
Observamos que responde a la consigna dibujando edificios, árboles y una persona con un perro.
Recurre a conceptos que le son muy familiares y que representan los temas favoritos de la niñez. El
dibujo impresiona por su carácter infantil, y por su rigidez y estereotipia, tanto en sus pautas formales
como de contenido.
L maneja el espacio en blanco ofrecido de dos formas: primero, busca su mayor comodidad rotando
la hoja varias veces hasta asegurarse una amplia expansión a lo largo del eje horizontal; segundo, sus
dibujos se aferran al borde inferior usándolo como plano de apoyo. A pesar de eso, un grupo de
edificios se cae y de esta manera parece evidente la endeblez del piso como la de los “ambiciosos”
edificios. Estos aspectos contrapuestos (convergencia) nos sugieren deseos de autoafirmación
frustrados, junto a la expresión de conductas compensatorias en reacción a ellos. Veremos si nuestra
hipótesis se corrobora más adelante.
Es una producción reglada con objetos agrupados por categorías: casas, árboles, seres vivos. Como
resabio de los primeros juegos clasificatorios infantiles. Las líneas rectas predominan, así como
aparece ausente la consideración de distintos planos en el espacio: todo está en un mismo renglón y en
un mismo plano. La organización del pensamiento hasta aquí reproduce formas esperables en etapas
anteriores, junto a contenidos e intereses también desencontrados con la etapa vital de L.
¿Por qué se presenta más chiquita de lo que es?; ¿Es esta una característica oscilación adolescente?,
o bien, ¿Los indicadores recogidos están alertando sobre aspectos de inmadurez intelectual y afectiva
que en este momento hacen sufrir a L quien tiene que responder a mayores exigencias familiares y
ambientales?
Continuando la lectura, observamos que dos de los grandes bloques dibujados en primer término
amenazan con “caerse” y buscan apoyo en un tercero, que es más pequeño y confuso. Hay
desproporción en el tamaño de la ventana y descuido en la peculiar ubicación relativa de las mismas
en uno de los edificios. Este presenta además una significativa incompletud, ya que queda abierto en
uno de los extremos. Lo mismo ocurre en los árboles contiguos: abiertos en su extremo inferior, sin
base, y notoriamente distintos. Uno de ellos con marcadas saliencias en punta, “agresivo”, en el otro,
un tronco pequeño se dispersa en “brazos” o “lazos” contenidos dentro de una copa envolvente.
Si reconsideramos el tipo de casas graficado: “casas-fachada”, poco elaboradas, sin techo,
incompletas, entendemos que aparece insinuada una convergencia entre intentos de mostrar apariencia
de fortaleza y adecuación, junto a otros indicios que revelan inmadurez y fragilidad.
En la “zona de los seres vivos” aparece un “autorretrato” de la autora junto a la figura de un perro.
Aquí recurre la desproporción del tamaño en relación a los árboles y edificios. L nos auxilia en la
formulación de nuestras hipótesis cuando dice de sus dibujos en la etapa de “post-drawing”: “este
representa la ciudad, que a veces me da miedo, volver tarde,... porque a mi me gustaría viajar, conocer
... me parece que soy egocéntrica... acá el perrito que siempre quise tener y mamá siempre me negó...”
Los miedos, las inseguridades, el ideal de independencia junto a los viejos reproches a la mamá
aparecen “sabiamente” representados en su dibujo libre y sugieren también que a partir de todo ello L
viene a pedir ayuda.
Volvamos al dibujo de la figura humana y el animal: aquí uno depende del otro. La “niñita-mujer”
aparece identificada en su rol de escolar, los detalles de la vestimenta sobresalen tanto que superan en
tratamiento y elaboración a la expresión facial casi inexistente. ¿Cómo define L en esta etapa su
“búsqueda de identidad”?
Nos detenemos en la figura humana: hay ausencia de rasgos sexuales secundarios, fallas en la
simetría (un brazo es más largo que el otro), áreas excesivamente remarcadas en el escote y la cintura,
las partes no están netamente diferenciadas. No dibuja manos, pero aparecen dos objetos sostenidos,
uno indiferenciado, el otro, la correa que no llega a unirla al perro. El animal está nombrado con
mayúsculas. Su cabeza se asemeja a un rostro humano y el rellenado del cuerpo es una maraña de
líneas apenas contenidas por el borde. Parece una figura donde se han condensado y desplazado
distintos significados. Responde a un anhelo no satisfecho por la madre. ¿Se trataría de un “doble” o
un objeto acompañante?
Aspectos expresivos más rígidos y controlados (edificios, tablones del delantal) convergen con
otros más impulsivos.
La organización defensiva muestra un predominio de defensas del grupo obsesivo:
- aislamiento, por la pobreza, rigidez y frialdad general del gráfico. Aquí podríamos agregar que
la ausencia de manos, las ventanas como agujeros sin detalles, vacías, las bocas apenas sugeridas
por puntos, como los ojos, son pautas de contenido que recurren en señalar el área del contacto
y las relaciones interpersonales muy dificultadas para L. En este sentido, el reforzamiento de la
represión a través del aislamiento del afecto, debe contribuir en esta dificultad.
- Como formación reactiva, dibuja temáticas convencionales, “prolijita”, una nena que va al
colegio, pero por otro lado aparecen pautas hostiles en el árbol, la antena reforzada y puntiaguda
del edificio, la presión agresiva en el trazo del delantal.
- Control, se expresa en todo el gráfico y predominantemente en el tratamiento del delantal, donde
se detiene en el detalle de las tablas, el cuello de la figura humana y el collar del perro.
1+ 3” “Un perro porque lo cuidan, lo quieren, le dan de comer, lo sacan a pasear. A otro animal no le
dan tanta importancia como al perro.”
2+ 4” “Un auto ...(?) porque iría a todos lados, me llevarían a todos lados.
3+ a) “¿Cómo objeto?” “¡Una cama así me la paso todo el día durmiendo!”
b) “Una planta” ... (?) “el helécho” (?) “porque es linda y porque está viva”.
(?) “Cuando buscaba qué planta pensé en esa que tenés ahí. A mamá le encantan, pero me
equivoqué, esa no es un helécho” ... “Los sapos siempre me dieron asco (asco-miedo). De chica cuando
iba a “La Reja” había un montón de sapos. Mamá era amiga de muchas mujeres que llevaban los hijos.
Del Club Eccleston.” ... “Tenía una gran amiga, era como mi prima, nos criamos juntas, después no la
vi más.” (?) “No sé ... y lo del libro ... bueno a mamá le gustan mucho, se lee todo”.
Una apreciación global del protocolo nos vuelve a dejar la impresión de un mundo de intereses
limitado en L, y aspectos de pasividad y dependencia extremos. Pero sabemos también que la pregunta
del Desiderativo cae en un mal momento (crisis vital). Sin embargo, el lenguaje y el “paisaje” general
del protocolo refuerzan las hipótesis hechas en los gráficos. Aquí hay una imposibilidad de
desprenderse de fantasías vinculadas a necesidades orales frustradas: mamá nutricia que cuida,
alimenta, la lleva a pasear, etc. Teñidas de ansiedad y “urgencia”, L emite las respuestas sin dejarse
tiempo para el contacto con las ideas, más bien se deshace rápidamente del pedido que parece obligarla
a un esfuerzo tan grande.
Sin embargo al interpretar sus propios dibujos ella ya había dicho: “Qué egocéntrica” ... ¿Quién lo
dice?
Aquí el objeto está presente pero la respuesta implica sólo a necesidades de sí misma (reforzamiento
de la libido narcisista) reactivadas en este momento crítico.
El “helécho” está inserto dentro de una vía asociativa en la que aparece el marco transferencial:
busca responderle a la entrevistadora (satisfacer) con un objeto que le agrade, como el helécho le
agrada a la mamá, le “ofrece” el mismo objeto simbólico en respuesta. Pero sabe que no es lo mismo.
Más adelante rechaza al “libro mamá” por aburrido. Porque es aburrido permanecer en esta diada
que agota, ahoga y no deja salir.
La agresión aparece simbolizada en las espinas del cactus que rechaza por lo feo. ¿Será este un
recurso para poder tomar distancia y no quedar sometida e indiscriminada?
Caso C: Un joven de 20 años derivado por el médico neurólogo
Dibujo Libre: Dibuja primero un avión emplazado centralmente y dirigido hacia el margen
izquierdo. Dibuja con actitud concentrada y cuidado en los detalles, sin usar la goma. Hace una línea
a la derecha que queda como intento inconcluso y después vuelve sobre el ángulo inferior izquierdo
para dibujar un escenario con luces y dos instrumentos que pertenecen a los “Beatles” pero sin dibujar
las personas: esta omisión es sugerente puesto que está todo preparado pero los protagonistas no han
“salido a escena.” Esta representación nos muestra la fantasía inconsciente de C referida al motivo
latente de la consulta.
Como producto final el gráfico muestra dos representaciones disociadas del sujeto, pero por efecto
de la ubicación el avión aparece sobrevolando amenazadoramente el escenario musical, lo que sugiere
alguna conjetura en el sentido de los aspectos autodestructivos del sujeto y deja planteada una amenaza.
Las asociaciones verbales amplían y dan sentido a la representación gráfica: “parece un avión... es
un desastre esto: yo iba a Dibujo Técnico pero nada que ver... es un avión de guerra. Un
cazabombarderos... ¿qué le falta? No puede ser que sea tan bobo, la bomba qué lástima que no se puede
copiar: así saldría perfecto... estos son los cohetes, de chico hacía Aeromodelismo, acá justamente
estaba viendo en una revista una foto (me la muestra.) Esto sí que es un avión: yo sólo de la cabeza no
puedo... y esto de acá es porque me gustan los Beatles, tengo todos los casetes, se me ocurrió esto...
nada más.”
La representación de sí mismo a través de ese avión implica a la vez (condensa) el ideal de potencia,
como poder destructivo de las heces (bombas que se desprenden del cuerpo del avión) y la angustia
por lo que le falta y lo torna “imperfecto.” Efectivamente, la cola del avión aparece “tronchada”, hay
una prolongación que falta y que es la que imprime dirección al objeto sin la cual se perdería errático.
Por otro lado, también en la representación de la escena musical, queda planteado que “faltan” los
músicos, los protagonistas. La queja manifiesta dice que no se es (completo) a menos que se copie la
forma de un modelo, y ese copiado augurará la perfección, si “salió mal” es porque salió de su cabeza
¿Quién salió “mal copiado”? y ¿Cuál es el modelo a copiar? ¿La madre que “pincha y corta”? ¿El
padre "perdedor” que come y mira TV mientras se queda dormido? ... “Yo sólo (de la cabeza) no
puedo” parece también formar parte del reproche al padre en tanto “no le abrió el camino”, que lo
separa de la madre.
Test de las Dos Personas: Los cuerpos carecen de un brazo, faltan las piernas que quedan
seccionadas, y una mano se esconde en el bolsillo. C recurre al símbolo religioso para ponerse a salvo,
y a la defensa que obsesivamente cuenta los botoncitos del saco (como antes las tejas del techo), pero
la expresión facial delata el pánico. La bragueta, demasiado corta, aparece en el lugar del pene, y falta
en la figura del “ídolo.” Evidentemente, si está o no está, preocupa. Las narices muy marcadas podrían
ser también el efecto del desplazamiento de esta preocupación.
¿Por qué las figuras aparecen mutiladas?, en ambas falta por ejemplo el brazo derecho. El ritmo de
un gráfico suele reproducir el curso de un relato hablado: cuando alguien va a continuar con una idea
olvida una parte, un dato, un nombre y luego le vuelve a pasar lo mismo, esa laguna se debe al efecto
de la represión, y esa representación sucumbe porque pertenece a una cadena que eslabona la
representación prohibida.
De todas maneras parece importante recordar la secuencia gráfica: pues el deseo que prohíbe la
“señal” del dibujo anterior, sucede éste donde las mutilaciones parecerían dar cuenta de la amenaza
resultante del Complejo de Castración, y remite nuevamente al subrayado de lo que falta como en la
presentación del Dibujo Libre.
Si está “prohibido estacionar” es que está prohibido tomar el lugar que pertenece a otro. Y
si deseó hacerlo sobrevendrá el castigo... “ese rey que tenía un hijo medio maricón”, dijo C.
La amenaza de castración aparece en la vida cotidiana de C como imposibilidad de lograr y tener
por sus propios medios, limita y extingue toda posibilidad de placer; Freud planteaba que la amenaza
de castración está detrás de la angustia por la finitud de la existencia (muerte).
C dice que su partenaire elegido alcanzó la fama, se casó con una extranjera o extraña, se separa
del grupo, y queda “solista” hasta que lo matan. En realidad ambos personajes son “solistas” o están
“solistas.” La diferencia es el triunfo de C sobre la muerte a cambio de “ser nada, no tener nada”.
Síntesis de la Entrevista
G es de contextura delgada, estatura alta y cabello corto. A las entrevistas se presentó vestido
informalmente, aunque prolijo y cuidado.
Está casado desde hace 10 años, y tiene una hija (D) de 2 años y 3 meses. Al momento de la primer
entrevista, hacía 20 días que se había separado de su mujer, y mudado a la casa de un primo.
Tiene secundario completo y trabaja como mozo en una confitería.
En la tercer entrevista se produce otro cambio en la vida de G. Cuenta que su esposa estaba
embarazada y que habían vuelto a convivir.
Comienza la entrevista hablando de su familia de origen. El padre fue taxista y ahora está
desocupado y muy enfermo. La madre es profesora de danzas españolas. Están separados. El hermano
mayor de 31 está desempleado, tiene cuatro hijos (tres con la primera mujer y uno con la segunda.) El
hermano menor de 28 trabaja en gastronomía, tiene un hijo.
Luego relata que la mujer perdió un embarazo posterior a D. Era del sexo femenino y tenía cinco
meses de gestación. Cercano a la primer entrevista, se cumplía un año de ese suceso. Se angustia hasta
llorar cuando lo cuenta. “Al día siguiente del parto, pedí autorización para verla, la vi y hablé un
poquito con ella, me despedí. Fue duro pero había que hacerlo.”
Comenta que se lleva mal con su mujer porque ella no respeta a la familia de él. Además, él trabaja
muchas horas y la mujer le reprocha que no ayuda en la casa. No se siente comprendido por ella.
En la entrevista aparecen varios relatos de peleas con ex patrones, amigos; además de un incidente
que le trajo como consecuencia problemas con la ley. “Cuando estoy muy enojado, trato de medir las
consecuencias, pero a veces no hay más remedio y termino mal, pero en general eso pasa en la calle.
La calle es más provocativa, una mirada, un roce, un choque, una copa de más, patotas, es más difícil
controlarte.”
“En mi familia, cuando veo que estoy violento, me voy. Con mi mujer ahora opté por irme para
evitar llegar a las agresiones” “Yo viví en un ambiente muy violento, mi papá era muy violento, mi
hermano mayor también.”
A los 13 años se fue de la casa, trabajó por su cuenta, se fue a vivir con la tía, hermana del padre.
“Fue duro irme temprano de casa porque me tuve que hacer solo”. Dice que la decisión la tomó él y
que el motivo fue una discusión con la madre quien le dijo que él era el culpable de su fracaso
matrimonial. A esa edad los padres se estaban separando. Después de cuatro años viviendo con la tía,
se fue con el padre quien estaba en pareja, pero al año y medio se peleó con la mujer del padre y volvió
con la tía. Luego, se fue a vivir solo.
Administración de los tests gráficos
Dibujo Ubre
Consigna: “Puede dibujar lo que quiera”
Tiempo de reacción (TR): 3’
Secuencia: línea de base, línea inferior, las ruedas, las remarca ocupando un tiempo considerable,
continúa por los vidrios y luego el resto.
Se muestra muy concentrado. Tiempo total (TT): 10’
Asociaciones verbales posteriores: está yendo rápido, hacia delante, por la ruta. Voy yo, solo, a
mucha velocidad.
Árbol
Tiempo de latencia: 1”
Tiempo total: 1’
No hizo comentarios.
Secuencia esperable.
Persona
Tiempo de latencia: 3’
Tiempo total: 4’
Comentarios: “Soy muy malo para dibujar” “bien infantil”
Secuencia esperable. Se ríe cuando dibuja el pelo. Tarda en hacer los dedos de las manos. Al
finalizar, dibuja los botones y dice: “si no parece en bolas.”
Persona
45- ¿Es un hombre o una mujer? Es un hombre adulto.
46- ¿Qué edad tiene? No sé.
(Se podría haber preguntado: Viendo a este hombre que dibujó, ¿Qué edad le pondría usted? O
¿Qué edad representa para usted?)
47- ¿Quién es? Nadie en especial, no sé.
48- ¿Es un pariente, un amigo o qué? Es una boludez.
49- ¿En quién estaba pensando cuando dibujaba? En un hombre, en nadie.
50- ¿Qué está haciendo? Mirando hacia delante, con manos abiertas. ¿En dónde está? En plano en
blanco.
51- ¿En qué está pensando? Ni idea.
52- ¿Cómo se siente? Calculo que bien porque está sonriendo.
53- ¿Qué le hace pensar o qué le recuerda esa persona? No se interrogó.
54- ¿Qué más? Tampoco se preguntó.
55- ¿Está sana esa persona? Se lo ve bien.
56- ¿Qué es lo que le da esa impresión? Que está de pie, de humor.
57- ¿Es feliz esa persona? No sé, no lo conozco.
58- ¿Qué le da esa impresión? No se hizo esta pregunta.
59- ¿Es así la mayoría de la gente? No, creo que no. ¿Por qué? Porque no sé el estado de las demás
personas.
60- ¿Cree que le agradaría esa persona? Creo que sí.
61- ¿Por qué? Es de los que te gustan. Porque tiene humor.
62- ¿Cómo ve el clima en este dibujo? (época del año, momento del día, cielo, temperatura) No sé,
está con camisa, primaveral.
63- ¿A quién le recuerda esa persona? A nadie.
64- ¿Qué es lo que más necesita esa persona? No sé.
65- ¿Alguien ha herido alguna vez a esa persona? No sé.
66- Si esto fuera una persona en lugar de (cualquier objeto dibujado aparte de la persona) ¿quién
sería? No se hizo esta pregunta.
67- ¿Qué tipo de ropa lleva puesta esa persona? Pantalón y camisa, zapatos, jean.
68- Suponga que el sol fuera alguna persona que usted conoce, ¿Quién sería? Mi primo.
Test de las Dos Personas de J. Bernstein
Consigna: “Dibuje dos personas.”
Tiempo de Reacción: 1’
Tiempo Total: 15’
Secuencia: línea de base, piernas de una figura. Borra todo y dice: “soy muy perfeccionista, sino
me sale bien no lo hago”. Vuelve a comenzar pero por la cabeza, sigue por los hombros, vuelve a la
cabeza y le agrega cabello. Sigue por el resto de cuerpo. Luego de terminar los pies, le hace pechos y
remarca la silueta. Primera figura dibujada: la mujer de él (I).
Figura del hombre (G): empieza por la cabeza, tronco, brazos, piernas, una mano en la cintura y la
otra no se ve porque toma a la mujer.
Agrega la línea de base y otras líneas. Por último, y luego de observar el dibujo por unos segundos,
remarca los genitales de ambas figuras.
“Ahora, póngales un nombre a cada uno, y piense qué edad pueden tener, y escríbalo.”
Hace coincidir nombres y edades de ambos.
“Le voy a pedir que escriba una historia que relate qué les ocurre, qué piensan y sienten los
personajes.”
Aclara: “no es una historia, es algo real.”
Transcripción del texto: “Estamos en un lugar abierto donde hay mucho verde, mirando el paisaje
y hablando de nuestros hijos, de D y del que viene en camino. Tratando de poner algunas cosas en
orden que todavía no funcionan en nuestro matrimonio y creo que cuando esas cosas coincidan nos
podríamos llevamos mejor. En ese paisaje verde aparte de hablar del tema disfrutamos de cómo D
juega.”
“Por último, le voy a pedir que piense un título para su relato y lo escriba.”
El título que escoge es: “Temas no resueltos.”
Como resultado de los trabajos realizados por los estudiantes que administraron la versión de Buck
del HTP, de las elaboraciones sobre el mismo hechas junto a mis colegas docentes, y de la
administración de este test a pacientes en el marco de mi propia práctica profesional, se presenta la
siguiente revisión de las pautas de la administración y las consignas tal como las plantea el autor. En
este trabajo pretendo señalar los ítems que resultan cuestionables, con su fundamento y una propuesta
de modificación. Esperando sea disparador de una discusión entre colegas para acordar distintos puntos
de vista, y ampliar la revisión crítica del test.
1) CONSIGNA
Repitamos la consigna que sistematiza el autor: “Quiero que haga el dibujo de una casa (árbol-
persona). Puede dibujar el tipo de casa que desee y haga lo mejor que pueda. Puede borrar cuantas
veces quiera. Puede tomar el tiempo que necesite. Solamente esmérese.”
Considero a esta consigna, en principio, excesivamente extensa y directiva. El exceso de pautas o
indicaciones, puede quitar cierta espontaneidad en la respuesta del sujeto, con lo cual perderíamos
información valiosa para su análisis.
Ejemplo:
• “Puede dibujar el tipo de casa que desee”: esta parte podría ser agregada si es que el
entrevistado se bloquea, o hace preguntas sobre qué tipo de casa dibujar, o si tiene que ser una
casa en particular, por ejemplo la suya o en la que vivía antes, etc. Si simplemente se le dice:
“Le voy a pedir que dibuje una casa”, podemos encontrarnos con sujetos que proceden a
dibujar sin preguntar, sin necesidad de guía, sujetos más decididos, con un tiempo rápido de
procesamiento de la información que no necesitan un apoyo externo, que se permiten imaginar,
recordar, pensar libremente y como resultado surge una representación gráfica completa y rica
(porque puede ser que el rápido tiempo de procesamiento sea meramente impulsivo, o
defensivo). Pero también podemos hallar sujetos que necesitan una guía, que puede ser producto
de la ansiedad inicial. Entonces de acuerdo a como se presente la situación, sería conveniente el
proceder a dar mayor o menor guía. En este último caso sí se le podría decir “Puede dibujar el
tipo de casa que Ud. desee.” Y si igual sigue bloqueado, se podría agregar: “Piense o imagine
alguna casa y luego dibújela, lo mejor que pueda.”
• “Puede borrar cuantas veces quiera”: si esta frase es dicha de entrada, podríamos perder
información sobre aspectos de la conducta del sujeto que podría sernos de utilidad. En cambio
si dejamos una goma de borrar al alcance del entrevistado, de manera que si desea borrar sea él
o ella quien tome la iniciativa de acceder a la goma, podríamos registrar una serie de
comportamientos tal vez valiosos. Así, por ejemplo, habrá sujetos que pedirán permiso antes de
usarla, otros la tomarán sin dudar, algunos la podrán mirar pero no se animarán a pedirla, etc.
Son conductas que nos pueden dar información sobre el comportamiento del sujeto frente a la
autoridad, su comportamiento adaptativo, ciertas características de su personalidad, entre otras.
• La frase “haga lo mejor que pueda” podría ser utilizada sólo si observamos que el entrevistado
se encuentra bajo bloqueo y/o hace constantes autocríticas. En ese caso, puede agregarse que el
dibujo es otra forma de conocerlo además de la palabra, que no se trata de ver cuán bien sabe
dibujar, sino de comprender lo que le sucede a través del dibujo para poder ayudarlo (si es en la
clínica), sino simplemente puede decirse que es una manera más de conocerlo.
• En el caso de la frase “solamente esmérese” considero que decirla de entrada puede crear cierta
tensión, alta expectativa acerca del resultado del dibujo por parte del entrevistador, nerviosismo,
sobre exigencia, etcétera. Ahora bien, si vemos que el sujeto intenta realizar producciones
resistenciales, poco comprometidas, ahí sí conviene aclarar que “intente dar lo mejor de sí.”
• En cuanto a “puede tomar el tiempo que necesite” podría sólo agregarse si el sujeto se muestra
apremiado por el tiempo. Puede ser porque quiera terminar rápido con una tarea que le disgusta,
que lo compromete emocionalmente, por temor a que el entrevistador se aburra, o piense que es
muy lento, etc.
En conclusión: Considero que la consigna que da el autor, da demasiadas indicaciones, lo cual:
- no permite la observación de ciertos comportamientos espontáneos que pueden ser de utilidad
para el análisis;
- pueden aturdir al entrevistado con tanta información tal vez innecesaria de dar toda junta;
- el entrevistado se puede sentir sobre exigido, y esto constituir una fuente de mayor ansiedad.
Una consigna breve y con la menor información posible permitirá una mayor proyección.
Por otro lado, al entregar la hoja con el nombre del dibujo que debe realizar, puede desalentar la
conducta espontánea de rotación de la hoja, si el sujeto tenía la intención de hacerlo. Es decir, si le
entrego la hoja en forma perpendicular al sujeto, que en la parte superior dice “ARBOL”, es muy raro
que, por más que tenga intención de rotarla, lo haga, ya que el encabezado le impide formalmente la
rotación.
2) INTERROGATORIO POSTERIOR
Como ya dije, más adelante se encuentra el interrogatorio completo.
Críticas principales:
- Es extenso.
- Hay preguntas que parecen no aportar información significativa porque son directivas, incluyen
opciones de respuesta y en general las respuestas son acordes con conductas o sentimientos
deseables socialmente; el control consciente es mayor. Por ejemplo:
INTERROGATORIO DE LA CASA:
Pregunta 8: ¿Cuándo mira la casa ¿Le parece que se encuentra cerca o lejos?
Pregunta 9: ¿Cuándo mira la casa ¿Tiene la impresión que se encuentra por arriba de Ud., debajo
de Ud. o al mismo nivel que Ud.?
Podría interrogarse de la siguiente manera: ¿Dónde se encuentra la casa?
Pregunta 12: “¿Es una casa feliz y amistosa? Sería más amplio preguntar, por ejemplo, ¿Qué
sentimientos le despierta la casa que ha dibujado?
Conviene iniciar el interrogatorio con una pregunta amplia y a partir de ahí ir realizando otras
preguntas: Ejemplo:
Puede comenzarse pidiendo que describa la casa, en lugar de preguntar cuántos pisos tiene, de que
está hecha, de quién es, etc. Ahora, si el sujeto en su respuesta no incluye esos comentarios, sería
importante preguntarlo. Pero primero permitir que sea el entrevistado quien elija por donde comenzar
la descripción (a la manera de una entrevista semidirigida).
Hay preguntas del interrogatorio que considero valiosas hacerlas (si no han sido dichas
espontáneamente).
Pregunta 6: ¿Qué cuartos elegiría para Ud.?
Pregunta 7: ¿Quién le gustaría que viviera con Ud. en esa casa? ¿Por qué?
Pregunta 17: ¿A quién le recuerda esa casa?
Pregunta 18: ¿Qué es lo que más necesita la casa?
Es decir: considero que es preferible que sea el entrevistado quien comience las asociaciones a
partir de una pregunta amplia, sin embargo, hay una serie de temas relacionados al objeto graficado
que si no aparecen espontáneamente conviene preguntar (de manera que también pueda realizarse una
estandarización).
INTERROGATORIO DEL ÁRBOL:
También puede comenzarse el cuestionario con una pregunta amplia, y a partir de allí ir
interrogando, siempre lo más ampliamente posible. Ejemplo: ¿Qué puede decirme del árbol que
dibujó? La respuesta puede ser una simple descripción, como también incluir recuerdos, pensamientos,
sentimientos, etc.
De no aparecer nada de esto último, entonces sí preguntar, por ejemplo, ¿Qué le recuerda el árbol?,
¿A quién le recuerda?, la edad del árbol, si está vivo o muerto, o lastimado (permite obtener
información sobre la historia del sujeto y la vivencia actual), si se parece a un hombre o una mujer y
que le da la impresión (puede dar información sobre autoconcepto, autoestima, identidad de género,
etc.).
Son cuestionables las preguntas directas: 33 (si el árbol está solo o en grupo de árboles), 34 (por
encima, debajo, etc.), 40 (si es fuerte) porque en general las respuestas son las esperables: 33 (en
grupo), 34 (al mismo nivel), 40 (es fuerte).
INTERROGATORIO DE LA PERSONA:
Empezaría también por una pregunta amplia, por ejemplo, ¿Podría describir a la persona que
dibujó? Esperando que diga si es hombre o mujer, qué edad tiene, qué está haciendo, dónde está, qué
piensa y siente. Si faltara alguna de esta información (lo cual es bastante probable) en su relato,
entonces, sí preguntaría más directamente, pero sin inducir respuesta, así, en lugar de preguntar ¿Es
feliz esta persona? (pregunta 57) preguntaría ¿Cómo se siente esta persona?
Algunas de las preguntas que no deberían faltar por la información que brindan, se refieren a si la
persona fue lastimada alguna vez (65), pero es cuestionable la pregunta si está sana (55) porque la
respuesta en general es clisé. También interesa la pregunta 67 ¿qué tipo de ropa lleva puesta?, que nos
puede indicar necesidades, características estéticas, de comportamiento interpersonal, etc.
En los tres dibujos, preguntar sobre el clima que le parece está haciendo en el dibujo puede dar
indicadores del clima emocional del dibujo, de cómo se encuentra el sujeto, etc.
Conclusión: lo que se llama interrogatorio posterior debería convertirse en un instrumento que
permita la mayor proyección posible, que no sea libre pero tampoco directivo, es decir, un
“interrogatorio semidirigido.”
5) CONCLUSIONES
A partir del análisis del notable esfuerzo de sistematización que el autor del HTP realizó en su
Manual, podemos encontrar que en la práctica algunas de sus propuestas podrían ser modificadas, no
sólo desde fundamentos teóricos sino también desde cuestiones prácticas. Estas modificaciones no son
sino producto de la experiencia personal de cada profesional al administrar esta técnica, por eso, al
inicio mencionaba el objetivo de discutir con otros pares la propuesta para que esta pueda ser aún
mejorada y enriquecida con los distintos aportes.