Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En el siguiente artículo podrás leer una serie de consejos que han redactado en
Universia, sobre cómo hacer la introducción de un trabajo académico.
1. Contextualiza al lector
Lo primero que debes tener en cuenta es que la introducción debe cumplir el rol
de sumergir al lector en el contexto en el que vas a centrar el resto del
ensayo.
Por ejemplo, si la temática es sobre un autor del siglo XIX deberás comenzar por
situar al lector en esa época, de modo que luego le resulte más sencillo saber
qué es lo que se va a encontrar a continuación. Es una manera de prepararlo,
de que pueda partir de una base sólida y clara para luego adentrarse en el cuerpo
con todas las herramientas que necesita.
1
Debe ser a la vez concisa, breve, creativa y analítica. Lo importante es volver
sobre ella una vez que finalices el trabajo para corroborar que siga siendo fiel a
lo que escribiste. También puedes escribirla una vez que termines el ensayo
porque tendrás una idea más clara sobre los argumentos que utilizaste y cómo
puedes resumirlos.
3. De lo general a lo particular
Si tu ensayo se trata sobre un autor que fue esencial para la educación, por
ejemplo, puedes comenzar hablando de la educación y cómo fue evolucionando
hasta el día de hoy a grandes rasgos para luego mencionar al autor y su función.
Lo importante es que si bien puedes optar por una primera frase general, esta
debe contextualizar, pero no tiene que estar demasiado alejada del tema
principal.
Por eso muchas veces es mejor hacer la introducción una vez que finalizaste de
escribir todo, porque te permite evitar frases como “voy a hacer tal cosa” o “voy
a investigar sobre tal otra” y por el contrario poder expresar lo que encontraste y
confirmaste.
Fuente: Universia.