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3.1.

ASmith

La atención al pensamiento de Adam Smith suele centrarse en su teoría del valor y la distribución, generalmente resumida en
su mano invisible, que describe al interés propio como el mejor asignador de recursos entre los agentes económicos. Sin
embargo, el título de su obra más conocida Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, del
año 1776, permite entrever que su principal motivación no eran los asuntos microeconómicos, sino el progreso y la
generación de riqueza a nivel nacional.

A continuación, siguiendo principalmente la exposición de Adelman (1978, p. 37-55), procuraremos introducirnos en la forma
en la que Smith concebía el crecimiento económico en el tiempo.

Es importante en el pensamiento de Smith el papel del tamaño del mercado. Para lograr la especialización producto de la
división del trabajo, es necesario que exista un tamaño de mercado suficiente para justificar una dedicación exclusiva. El
tamaño de este mercado, a su vez, dependerá de la formación del capital como del entorno institucional. Es necesario
recordar que, para Smith, el entorno institucional propicio es el de libre cambio, que es el que permite ampliar el mercado y
llegar también a la especialización internacional del trabajo.

Smith también consideró el papel la variación de la fuerza de trabajo para el crecimiento. Para él, la fuerza de trabajo tendrá
relación directa con la población, y la población estará determinada por el salario. Ante un salario más alto aumentaría el
número de hijos que se pueden criar y así aumentaría la oferta de trabajo. Este mecanismo regularía la oferta de trabajo para
equilibrarla con la demanda. La demanda de trabajo proviene de la disponibilidad de fondos para remuneraciones, que a su
vez proviene del crecimiento del ingreso para la economía en general. Esta conclusión es significativa: lo salarios no
dependen del nivel de riqueza de un país, sino de su nivel de crecimiento: los salarios más altos no están en los países más
ricos, sino en los que están crecíendo más rápido, si el trabajador subsiste es porque existe estancamiento, y si el trabajador
pasa hambre es síntoma de decrecimiento.
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3.1 . ASmith

En último término, es la tasa de formación de capital, es decir, la inversión, la que determina el crecimiento de una economía.
Para Smith la inversión se identifica con el ahorro, y la motivación para ahorrar es la tasa de ganancia. A medida que el
capital en una economía crece, la tasa de ganancia tiende a reducirse, en parte, por el aumento de salarios producto del
mismo crecimiento. Cuando una economía ha alcanzado su nivel máximo de riquezas de acuerdo con sus circunstancias
(suelo, clima, situación respecto a otros países), los beneficios igualarán al riesgo de cualquier inversión y se detendrá la
acumulación de capital. Se habrá llegado al Estado estacionario:
En un país que haya adquirido todas las riquezas que le permiten conseguir la naturaleza de su suelo y clima, y su situación
con respecto a los demás países; un país que, en consecuencia, no pudiese avanzar más pero que tampoco retrocediese,
tanto los salarios como los beneficios serian probablemente muy bajos. En un país plenamente poblado en proporción a lo
que su territorio puede mantener y su capital emplear, la competencia por los puestos de trabajo inevitablemente será tan
intensa como para reducir los salarios al límite suficiente apenas para mantener el número de los trabajadores; y al estar el
país completamente poblado, ese número jamás podría aumentar. En un país plenamente provisto de capital en proporción a
los negocios que puede realizar, se empleará en cada rama concreta tanto capital como pueda admitir la naturaleza y
extensión del negocio. La competencia, por consiguiente, seria en todas partes la máxima posible y por ello el beneficio
corriente el mínimo posible. (Smith, trad. en 1996, p.146-147)
Sin embargo, debe anotarse que la tasa de acumulación no es decreciente en el tiempo, más bien todo lo contrario, la
acumulación se acelera a pesar de la reducción de la tasa de ganancia. Esto se explica porque las tasas de interés también
disminuyen, generando que los grandes capitales prefieran ingresar directamente a actividades empresariales para mantener
su nivel de vida, renunciando a cierto gasto conspicuo.

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3.1. ASmith

Como conclusión, todo este desarrollo depende del marco institucional del libre cambio, que permite que exista una brecha
entre la tasa de ganancia y el riesgo de inversión. Si no existen las condiciones de libertad en el comercio internacional,
competencia, seguridad de la vida y la propiedad, la mencionada brecha desaparece y los rentistas prefieren dedicar sus
capitales a otro tipo de gastos. La especialización producto de la división del trabajo se hace imposible. El país en cuestión
podría llegar a un estado estacionario en el que se use plenamente sus recursos respecto a sus leyes e instituciones, pero no
aprovechando su máximo potencial; e incluso, podría suceder que leyes e instituciones adversas generen un proceso
descendente de acumulación de capital que sólo produce hambre y miseria.

Así que la acumulación de capital genera la división del trabajo y su correspondiente especialización, que a su vez facilita la
siguiente acumulación de capital, hasta llegar al estado estacionario.

3.2. F. List

Para Friedrich Lis! el problema del crecimiento y el desarrollo tiene que ver con la industrialización. En particular, se pregunta
acerca de la forma en la que los países que querían industrializarse (como Alemania o Estados Unidos en aquella época)
podrían llegar a hacerlo al nivel de sus predecesores (particularmente Inglaterra). Nos referimos a mediados del siglo XIX. Y
así surge lo que se conoce como el argumento de la industria naciente. En este apartado nos guiaremos por lo sostenido por
Shafaeddin (2005)

Los antecedentes intelectuales del argumento de List se pueden atribuir a Alexander Hamilton, quien presentó un Informe
acerca de las manufacturas (Hamilton, 1791), en su calidad de Secretario del Tesoro al Congreso de los Estados Unidos de
América. En este informe manifestaba que el comercio internacional no era libre y que la producción industrial
norteamericana no podía competir con la producción industrial europea que ya se encontraba más avanzada y contaba con
apoyo gubernamental. La nación se vería condenada a producir exclusivamente bienes agrícolas. Esto para Hamilton no era
sólo un problema de riqueza material, se planteaba como un problema de, en sus términos "los medios de subsistencia,
habitabilidad, vestimenta y defensa". Como consecuencia, proponía un conjunto de medidas temporales y selectivas de
promoción ("encouragement") de industrias, incluyendo aranceles a las importaciones, lo cual generaría más "recursos e
independencia" en el futuro.

Para List, los países afrontaban cinco etapas de desarrollo:

1) Estado salvaje
2) Estado pastoril

)
3) Estado agrícola
4) Estado agrícola-manufacturero
5) Estado agrícola-manufacturero-comercial
3.2. F. List

Cualquier nación que conceda algún valor a la autonomía y a la supervivencia, debe esforzarse por superar cuanto antes
pueda el estado cultural inferior, escalando otro más elevado, asociando tan pronto como le sea posible la agricultura, las
manufacturas, la navegación y el comercio, dentro de su propio territorio. (List, 1997, p. 98)
Como se colige, esta superación de etapas no sucede espontáneamente, sino que requiere un esfuerzo. En particular, un
país necesitaría de protección de industria naciente si se encuentra en la etapa 3 y otros países se encuentran en etapas
posteriores; pero esta protección debe ser temporal y limitada al sector industrial (manufacturero), de ninguna manera al
agrícola.
En este sentido, tanto las propuestas de Hamilton como los planteamientos de List son evidentemente contrarios al
librecambismo de Adam Smith.
List argumenta que Smith comete un error al equiparar los intereses individuales con los intereses nacionales y con los
intereses universales. En particular, manifiesta que los intereses individuales podrían no tomar en cuenta la seguridad y la
defensa de la nación, peor aún con los intereses de las futuras generaciones. En particular, manifestaba List, los economistas
ingleses favorecían el libre comercio porque ello estaba en los mejores intereses de Inglaterra, absolutamente adelantada a
cualquiera de sus competidores, que erróneamente identificaban con los intereses del mundo entero.
Ello explícala preferencia de ciertos economistas ingleses muy esclarecidos por la absoluta libertad mercantil, y la aversión
que sienten perspicaces economistas de otros países a aplicar ese principio en sus países respectivos, dadas las
circunstancias que en ellos prevalecen. (List, 1997, p. 105)

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3.2. F. List

Producto de esta distinción, List también concebirá el desarrollo de una forma distinta. No hablará del uso de sus recursos,
sino de la capacidad productiva de cada nación. Esta capacidad productiva se nutre de las reservas naturales que tiene a su
alcance (recursos naturales), de los instrumentos o energías instrumentales a su disposición (capital, es decir, maquinaria y
equipo, infraestructura, etc .. .), o de las energías físicas o espirituales de sus individuos, llamado también capital mental
(capital humano). Este último es más importante que el capital físico y se puede adquirir a través de la experiencia, la
educación y el entrenamiento. En este sentido, la protección a la industria naciente es también una forma de educación
industrial de la nación. A diferencia de Smith, para quien la acumulación de capital y la división de trabajo provocaban el
desarrollo (crecimiento económico), para List, la acumulación de capital y la división del trabajo son características resultantes
del desarrollo, provocadas por el capital mental. Por tanto, se justifica la acción gubernamental para generar un sistema
educativo.

Adicionalmente, a diferencia de una concepción de división del trabajo limitada a la especialización, List reconoce que se
necesita una coordinación entre distintas empresas, un cierto sentido de unidad nacional; la especialización requiere de la
concurrencia de otras empresas de distintas industrias. Esto no significa necesariamente que deben ser reguladas, es más, si
esta concurrencia se da sin intervención estatal, mejor.

Finalmente, List menciona que las diferencias en etapas de desarrollo de los distintos países son un obstáculo para que los
países menos avanzados pasen a la siguiente etapa. Para ello propone tres razones: la primera, que países sin experiencia
industrial, ante la competencia de bienes industriales importados, no generan estas capacidades espontáneamente; la
segunda, el riesgo es mayor, por lo que, sin el incentivo de contar con un mercado cautivo para generar economías de escala
y luego competir con los bienes extranjeros, los empresarios que se lanzaran a una industrialización quedarían arruinados; la
tercera, algo que hoy conocemos como externalidades en el sentido de los efectos que el desarrollo de una industria puede
tener en un país en su conjunto, incluyendo su efecto en el desarrollo de otras industrias.

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3.2. F. List

Llegados a este punto, conviene anota que esta no era una propuesta de proteccionismo indiscriminado. Entre otras
características, debía ser focalizado, ir modificándose en el tiempo conforme se pasaba de industrias de consumo masivo a
industrias más especializadas, restringirse a bienes finales y no aplicarse ni a bienes primarios ni intermedios.

Es necesario mencionar que el argumento de la industria naciente no es un argumento de autarquía y no es preciso vincularla
con la política de sustitución de importaciones aplicada a mediados del siglo XX. De hecho, List escribió:

(... ) después de haber alcanzado el más alto nivel de riqueza y de poderío. pueden efectuar un paulatino retorno al principio
del librecambio y de la libre competencia, tanto en el mercado propio como en el extranjero, protegiendo a sus agricultores,
industriales y comerciantes contra la indolencia, y estimulándoles a defender el predominio adquirido. (List, 1997, p. 203)

Adicionalmente, el énfasis de List en el tamaño del mercado le llevó a proponer que, para el desarrollo de determinadas
industrias, podría ser necesario aliarse con otros países

)
3.3. K. Marx

Primeramente, describiremos brevemente la interpretación de Karl Marx de la historia. En general, distingue cuatro etapas por
las cuales han pasado los procesos de producción:

• Comunismo primitivo, o sociedad sin clases, en la que todo el producto se posee en común y la única división del trabajo
se da por los sexos. Con el tiempo empiezan a aparecer nuevas formas de producción (domesticación animal, horticultura,
ciertos procesos de trabajo textiles y metalúrgicos) que hacen que las personas puedan producir más allá de lo necesario
para su sostenimiento, y aparece el intercambio.
• Esclavitud, con la cual viene una mayor especialización y división del trabajo. Al intercambio ya no acudirán sólo
productores, sino que aparecerán los intermediarios. Aparecen también las instituciones como el "dinero metálico, la
propiedad privada de la tierra, el interés, la hipoteca y los procedimientos testamentarios" (Adelman, 1978, p. 81 ). En
particular, surgen instituciones para equilibrar los intereses contrapuestos en una sociedad que, ahora, tiene clases.
• Feudalismo, en la que la servidumbre se encuentra vinculada a su tierra. Nace la producción manufacturera artesanal y
los gremios. Empieza a nacer la burguesía.
• Capitalismo, en la que la burguesía impone el sistema económico de libre competencia, libertad de movimiento, en donde
los medios de producción no se encuentran vinculado a la tierra (como en el feudalismo), sino al capitalista. Con ello ya se
pueden producir manufacturas a escala industrial , se profundiza la división del trabajo, al punto en el que agricultura y
manufactura se perciben como procesos de producción separados.

I
3.3. K. Marx

Marx describe con mucho más detalle a la etapa capitalista. El desarrollo industrial produce una mayor centralización de la
producción, instituciones de mercado y de financiamiento más complejas (como el crédito comercial, el comercio
internacional, las garantías y seguros, entre otros). El sistema se vuelve mundial. Pero también aparecerán contradicciones
internas, que se expresarán en la prevalencia de monopolios, crecientes desigualdades e incluso el imperialismo
(colonialismo).

Es necesario anotar que, para Marx, el paso de etapa a etapa sucede porque las relaciones sociales se convierten en un
límite para la producción. Las contradicciones internas llevan al colapso del sistema anterior y la aparición del nuevo. La
esclavitud aparece porque las posibilidades de producción determinaron que la forma de sociedad de comunismo primitivo no
podía satisfacer la demanda de trabajo. Lo propio con el paso entre cada etapa. En este sentido, Marx abandona la idea de
un equilibrio como la habíamos visto en Smith y más bien nota la existencia de constantes desequilibrios, de constantes
crisis.

Adicionalmente, todas las relaciones en la sociedad vienen a estar determinadas por las necesidades económicas. La
ideología, la política, la jurisprudencia, todas las relaciones sociales son determinadas por las relaciones de producción.

Dado que el capitalismo también cuenta con contradicciones, Marx prevé que este deberá ser reemplazado y pronostica que
lo será, primero, por el sistema socialista y, luego, por el comunista.

Ahora bien, el siguiente paso será describir la forma en la que funciona la producción en el sistema capitalista.
J
3.3. K. Marx

Para Marx, la producción se compone de capital variable (salarios), capital constante (maquinaria, equipo, infraestructura y
materias primas) y la plusvalía (la ganancia). En esta descripción ya es notable la distinción entre aquello que genera valor (el
trabajo, remunerado por capital variable), aquello que no genera más valor que aquel que pierde durante la producción (lo
inerte, capital fijo o insumos, cuyo uso y depreciación es el capital constante) y aquello que el capitalista se apropia del valor
generado por el trabajador (plusvalía).

Por tanto, el aumento de la producción será una consecuencia de los cambios en las relaciones de producción, es decir, de la
proporción en la que se utilizan el capital variable y el capital constante. El progreso técnico, a través de la inversión, al incluir
nuevas maquinarias, modifica estas relaciones. De acuerdo con Marx, este progreso tiende a convertir la producción en más
intensa en capital y desplazar la mano de obra, de esa forma aumenta la productividad del trabajo. La demanda de mano de
obra decrece conforme aumenta la tasa de formación bruta del capital de la economía.

Si la población mantiene un crecimiento, que Marx considera exógeno, el mercado de trabajo contará constantemente con un
ejército industrial de reserva, que cuya función principal es "facilitar el rápido movimiento de capital entre las antiguas ramas
de la producción y las nuevas finalidades" (Adelman, 1978, p. 91). Este ejército ejerce presión (a la baja) de los salarios,
debido a la constante disponibilidad de mano de obra, y, por tanto, si bien los salarios podrían fluctuar debido a los ciclos
industriales, siempre se encontrarán cercanos al nivel de subsistencia.

En consecuencia, la situación del obrero será relativamente más precaria, evidenciando de esta forma las contradicciones
internas del capitalismo y la necesidad de su superación por el socialismo y el comunismo.
3.3. K. Marx

Regresando al aumento de la producción, es la plusvalía la que permite la acumulación de capital. Si, como vimos en
párrafos anteriores, el capital variable (salarios) y el capital constante (uso y reposición de maquinaria, equipo, infraestructura
e insumos) son indispensables para mantener la producción al mismo nivel, la acumulación de capital sólo puede provenir de
la parte de la plusvalía que el capitalista determine para ello.
Como resultado, en una economía en expansión, con el aumento de la plusvalía viene un aumento en el capital acumulado
(lo que Marx llama composición orgánica del capital). que a su vez traerá un deterioro relativo de la condición del trabajador.
que significa un aumento de la proporción de la plusvalía (que Marx llamaría tasa de explotación).
Finalmente, los capitales se concentran y centralizan llevando a formas monopólicas y oligopólicas de la organización
industrial. En esta configuración, la acumulación de capital se acelera, con sus consecuencias en el aumento de la
composición orgánica del capital. de la tasa de explotación y del ejército industrial de reserva. Y esto a su vez produce una
mayor concentración, regresando al circulo vicioso por el cual la economía capitalista se dirigiría a su propio colapso. Una
economía cuyo fin es exclusivamente la misma acumulación de capital terminará encontrando en las relaciones sociales un
obstáculo para su desarrollo. La victoria del proletariado se impone y el comunismo reemplaza al capitalismo. Una vez que la
acumulación de capital inicial genera un sistema capitalista, el final también se encuentra predicho. Aunque podría existir,
particularmente en las regiones con menos ingresos, condiciones institucionales y de dotación inicial que impidieran esa
acumulación inicial. generando un estancamiento que sólo podría ser superado con un choque externo.

Al hablar de estas condiciones institucionales y dotación inicial de capital, lo que Marx llamó la acumulación primaria de
capital, realiza una primera distinción entre lo que hoy llamaríamos países desarrollados y subdesarrollados. En particular, su
estudio de India como una colonia de Gran Bretaña, le permitió asegurar que esta última tomaba riqueza de la primera sin
ningún equivalente a cambio y eso generaba una acumulación de capital en la metrópoli y un empobrecimiento de la periferia.

3.4. J. Schumpeter

Para Joseph Alois Schumpeter la producción depende de tres elementos: los factores originales (trabajo y tierra, de los cuales
provienen otros bienes), la tecnología (o hechos técnicos, la forma en la que se hacen las cosas) y la organización social.
Cualquiera de estos tres factores podría aumentar la producción, pero el aumento de los factores originales produciría sólo
aumentos graduales en la producción, mientras la tecnología y la organización social pueden provocar cambios súbitos o
saltos. Para resaltar las diferencias cualitativas de estos dos, al primero lo llamó crecimiento propiamente dicho, y al segundo
los llamó desarrollo o evolución. En particular, definió esta evolución como el cambio que nos lleva a una senda cuyo punto
de equilibrio sería inalcanzable con la situación anterior. El nivel de producción que se puede alcanzar con el aparecimiento
de una máquina como el ferrocarril no es comparable con el que tendríamos con carretas, sin importar cuántas de estas
acumulemos.

Esto le permite a Schumpeter afirmar que el mero ahorro no producirá desarrollo. Es más, la economía se adaptaría a la tasa
de ahorro y las ganancias empezarían a reducirse. Es cuando se introduce una nueva tecnología, que permite producir de
forma cualitativamente distinta, que se generan ganancias debido al mejor uso de los factores de producción. Eso genera la
acumulación de capital que propicia el desarrollo.

De esta forma, el desarrollo puede generarse por cinco tipos de acontecimientos:

1) Introducción de un nuevo bien o servicio


2) Un nuevo método de producción
3) La expansión del mercado, o aparición de un nuevo mercado
4) El acceso a nuevas fuentes de insumos, por ejemplo, a través de una expansión de territorio
5) Cambios en la organización de cualquier industria, por ejemplo, la introducción de las líneas de producción
3.4. J. Schumpeter

Debe notarse que Schumpeter no veía estos acontecimientos como algo que surgiera espontáneamente en la economía. Se
requiere de un agente que propicie estos cambios, y a este agente lo llamó empresario, que será el encargado de generar
cada innovación.

Resulta interesante que Schumpeter asigna al empresario una personalidad innovadora, inclusive, puede que genere
innovaciones exclusivamente por su gozo creador, por su gusto de utilizar su energía e ingenio. Sin embargo, los resultados
de esta personalidad sí que estarán condicionados por su ambiente socio-cultural. Aquí Schumpeter elogiará la racionalidad
capitalista, las instituciones burguesas, el utilitarismo, la contabilidad de partida doble, la diferenciación social basada en
logros económicos. Pero el empresario, adicionalmente, requiere de dos cosas materiales: el conocimiento técnico (que
Schumpeter pensaba ya era un acervo en cualquier sociedad) y el dominio sobre los factores de producción (lo que
entendería por capital). En este dominio sobre los factores de producción jugará un papel fundamental el acceso al crédito,
pero debe mencionarse que este crédito sólo es importante en cuanto aporte al desarrollo.

Por tanto, el desarrollo económico dependerá del conocimiento técnico acumulado en la sociedad, del acceso al crédito y la
posibilidad de aparición de nuevos empresarios.

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3.4. J. Schumpeter

Aquí cabe mencionar que, para Schumpeter, los empresarios aparecían en grupos: la aparición de un empresario facilitaba la
aparición de otros. Esta característica es la que generará ciclos económicos: cuando aparecen grupos de empresarios
demandando crédito aumentan los precios de los factores de producción, que será percibido como una depresión, y la
introducción posterior al mercado de las innovaciones financiadas con el crédito generará un periodo de auge, y el ciclo
comienza de nuevo.

De esta breve descripción surgen dos cuestiones de proyección: la presencia del subdesarrollo y el futuro de las economías
capitalistas.

Si el desarrollo depende de un entorno socio-cultural propicio al empresario (en tanto innovador), una sociedad en la que
prevalezcan las instituciones tradicionales (entiéndase, feudales), estas tenderán a autoperpetuarse.

Por otro lado, Schumpeter también previó una decadencia del capitalismo: la misma racionalidad utilitarista que genera un
ambiente propicio para el empresario, termina por minar las estructuras sociales y se transforma gradualmente en un sistema
socialista.

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