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HISTORIA MODERNA 2020 Unidad I: Las transformaciones en las relaciones

económicas y sociales durante la Edad Moderna

Trabajo Práctico N° 4.

Tema específico: Nuevas teorías económicas: fisiocracia y liberalismo.


Alumnas: Villanueva Pilmayquen.
Arango Maite.

Actividades sugeridas posteriores a la clase práctica: Cada alumno, o grupo de alumnos,


elaborará un breve texto argumentativo que dé cuenta de las similitudes y diferencias entre
las dos teorías económicas, a partir de los siguientes puntos:
1- Contexto de origen de cada teoría y su influjo sobre la misma.
2- Críticas realizadas por ambas teorías al mercantilismo.
3- Diferencias en cuanto a la concepción de la fuente de la riqueza y los sectores
productivos.

Las transformaciones en las relaciones económicas y sociales durante la Edad Moderna:


Fisiocracia y Liberalismo.

Si bien es cierto que las transformaciones en las relaciones económicas y sociales


durante la Edad Moderna presentan avances y retrocesos 1, se conjugaron nuevos aspectos
filosóficos, religiosos y tecnológicos. El Estado se convierte en un actor importante y su
consolidación económica merece más de una preocupación, surgiendo la economía política
como un nuevo campo de reflexión para los nuevos deberes del estado
Durante el siglo XVII y XVIII, surgieron dos líneas de pensamientos: Fisiocracia y
Liberalismo. La primera originaria de Francia y la segunda en la Inglaterra respectivamente.
Ambas pondrán en discusión no sólo los alcances del mercantilismo, sino también una
nueva forma formas de comprender al estado, el gobernante y el rol contractual de la
naturaleza humana. Así en la amalgama de sus estructuras intelectuales se pueden
observar nociones profundas de cómo comprender al hombre en ese nuevo estado y el rol
del mismo.
Estos pensadores económicos de fines del siglo XVIII contribuyeron a comprender
la realidad y orientar la conducción del Estado, ya sea desde teorías de desarrollo fundada

1 Se sigue conviviendo con elementos medievales, como: vehículos de tracción animal, barcos de
vela, trabajadores a domicilio y el prestigio social adherido a la tierra. Además, se observan dentro de
estos resabios medievales la tendencia a derrochar recursos, comprar ostentosamente edificios,
vajillas de oro y plata.
en la ampliación del mercado, la división del trabajo, la acumulación del capital y la
convergencia del interés privado con el de la sociedad2.
Aunque las diferencias entre estas teorías económicas es compleja. Para el grupo de
escritores (filósofos y economistas) franceses “Fisiócratas” (1750-1770), representados por
Quesnay, Turgot, Mirabeau, Dupont de Nemours,se caracterizan por poner su atención a
la necesidad de incrementar a la población, teniendo a la tierra como punto central de
análisis3 y única fuente riqueza, su actitud de implícita hostilidad con respecto a la industria
y al comercio. Según Laski los fisiócratas ofrecían
un cuerpo de doctrinas definido y completo, que establece con claridad los derechos
naturales del hombre, el orden natural de la sociedad y las leyes naturales más
ventajosas para el hombre unido en sociedad. Su propósito como dijo Quesnay, era
conseguir el mayor incremento posible de goces con la mayor disminución posible de
gastos. Su bases es el panegírico de las virtudes típicas del burgués, frugalidad y
prudencia. En resumen, la soberanía y la propiedad de la tierra se identifican con los
fisiócratas. ( Laski, 1979:157-158)

En cuanto al liberalismo económico, con Adam Smith4, uno de sus mayores


exponentes, se establecerá la concepción de un orden económico como determinante para
las esferas políticas y sociales, destacándose una sociedad comercial5, en donde el
egoísmo individual, en busca de la propia maximización de sus beneficios, favorece al
desarrollo y la búsqueda del bien común de la sociedad.
La noción de propiedad, entendida no sólo desde su cuestión material sino también
en los límites con la condición humana. Recordemos que para esta época, se entendía a la
propiedad a la vida misma de las personas, su fuerza de trabajo y los bienes que puedo
obtener de ello. De aquí que si el planteo, que parte siendo una preocupación individual de
las condiciones del orden natural terminan por presentarse como problemáticas en cuanto
a la propiedad del Estado y por ende a su carácter colectivo y por tanto el lugar de la
propiedad privada6 y la recaudación de los impuestos. Estos elementos nos muestran
signos de estas transiciones a una sociedad capitalista en pleno desarrollo ya que se busca
del estado un necesario cuidado frente a la violencia contra la propiedad privada y su
seguridad.

2 Existía una gran preocupación por obtener información en la formulación de una política económica
eficaz, así veremos como en Gran Bretaña, se conforma un proyecto de ley para elaborar censos, en
escocia Alexander Webster para enumerar la población de Escocia en 1775, en Inglaterra en 1696
se crea el cargo de inspector general de Importaciones y Exportaciones. En Francia se constituye en
1713 un Bureau du Commerce. Es decir, se realizaron en muchos países esfuerzos para efectuar
amplias inspecciones de los latifundios existentes, muy a menudo con intención de utilizar los
resultados para reformar o extender el sistema de tributación.
3 Se encuentran en plena relación con el sistema feudal-estamental, en donde la base de la
producción era la tierra. Debemos tener en cuenta, que en este periodo Francia, continúa siendo
prácticamente feudal.
4 Es considerado el fundador de la ciencia económica clásica liberal.
5 Se presenta una naturaleza humana propensa al intercambio.
6 Esto puede verse en Locke, Hume, Hobbes, y las propuestas contractuales sobre cómo organizar
al Estado según las condición humana.
Frente a estos dilemas, como mencionamos de comprender, el carácter colectivo y el
rol del estado y estas “nuevas necesidades” que entraman la correspondencia entre lo
individual y lo colectivo, la preocupación por la grandeza del Estado y su prosperidad pone
en evidencia la relación entre lo político y lo económico, atendiendo a expresar grandes
críticas al Mercantilismo7.
En cuanto a esto, ambas teorías coinciden en la necesidad del libre comercio ,
encarnado en el laissez-faire para el desarrollo de las naciones. Para Anderson, en relación
a los fisiócratas, sus puntos teóricos eran irreconciliables con el mercantilismo.
Por encima de toda, su creencia en un amplio grado de libertad económica,
encarnada en el lema laissez-faire, laissez-passer, el hincapié que hacían respecto a
las ventajas que se derivarían de permitir mayor holgura a las fuerzas económicas y
a las ambiciones naturalmente presentes en toda sociedad, tenían poco de común
con el espíritu mercantilista. (Anderson, 1964: 72)

Siguiendo a Lettieri (2008) la prosperidad de la nación, según Quesnay, se


alcanzaba mediante la ampliación de las áreas cultivables y el más alto grado de libertad de
comercio. En congruencia con esta idea de libertad de mercado, en Smith podemos dar
cuenta de las grandes ventajas que significa no monopolizar el comercio, liberarlo y comprar
productos a potencias vecinas. La cuales, si producen a un menor costo mismo productos
que los nacionales, es poco redituable la producción nacional.
Además, no se asegura que la monopolización del comercio interno en manos de la
industria nacional, genere verdaderas ventajas:
No hay regulación comercial que sea capaz de aumentar la actividad económica de
cualquier sociedad más allá de lo que su capital pueda mantener. Únicamente puede
desplazar una parte en dirección distinta a la que de otra suerte se hubiera orientado;
pero de ningún modo puede asegurarse que esta dirección artificial haya de ser más
ventajosa a la sociedad, considerada en su conjunto, que la que hubiese sido en el
caso de que las cosas discurriesen por sus naturales cauces.( Smith, 1776:1).

Por otra parte, como bien desarrollamos en los puntos anteriores en relación al mundo
fisiocrático, la fuente de toda riqueza es la tierra. En este caso el producto del agro era la
única fuente de riqueza o renta posible, ya que mediante el trabajo del campesino, se
recogía del campo mucho más que para la subsistencia. El excedente que daba la
naturaleza, era superior a un salario, por lo tanto mediante este,se podía comprar el trabajo
de otros.

7 Según P. Deyon, tres son los temas básicos del mercantilismo: el incremento del poder por parte
del estado, la apología del trabajo y de los intercambios; y la extrema atención concedida a la
balanza comercial. Como la intervención en la actividad económica fue un instrumento para
aumentar el poder de la monarquía, su estímulo se hizo desde una gran agresividad.
[...]se consideraba que el mercado mundial tiene dimensiones limitadas, por lo que la expansión del
tráfico de un país sólo podía realizarse a costa de la reducción de las oportunidades de negocio de
los rivales. (Floristán , 2005: 496)
Así, nos encontramos con la cuestión de que el resto de la sociedad vende su trabajo
para poder subsistir, mientras que el trabajador del agro, gracias al don de la fecundidad de
la naturaleza, produce no solo para vivir, sino consigue una riqueza extra. Esta riqueza
extra, multiplicaba la abundancia de la Nación y la circulación de diferentes trabajos en
relación a la industria y el comercio. Solo el sector productivo era el perteneciente al agro
que cultivaba y producía el campo. El resto de los grupos sociales subsisten a costa de este
trabajo. Los propietarios, poseedores de tierras y perceptores de diezmo, subsisten gracias
a la renta del cultivo que es pagado anualmente por la clase productiva, y su vez se costea
los gastos de la clase improductiva, ciudadanos ocupados en trabajos no agrícolas.
Frente a este cuadro económico y social, delimitado por los fisiócratas, Smith realiza
una crítica exhaustiva:
Las diversas categorías de personas que aparentemente han contribuido siempre en una
forma o en otra a la producción anual de la tierra y del trabajo del campo se dividen por
aquellos filósofos en tres clases: la primera está constituida por los propietarios de la tierra; la
segunda, por los cultivadores, los colonos y los trabajadores del agro, a quienes honran con
el epíteto peculiar de "clase productora"; la tercera, por los artesanos, fabricantes o
comerciantes, a quienes pretenden humillar con el calificativo denigrante de clase estéril o
improductiva. (Smith,1776:3)

No se presenta un solo grupo producto, sino que todos los sectores económicos son
plenamente fructíferos. Por ejemplo, La clase de los propietarios contribuye a la producción
con los gastos que suele hacer en la mejoras de las tierras, construir edificios,
desaguaderos, cercas, o los artesanos, industriales y comerciantes aumentaban el ingreso
de la sociedad sólo a través del sacrificio de una parte de sus fondos destinados para
subsistir.
Asimismo, para el liberalismo económico, la fuente de riqueza era el aumento productivo
del trabajo, muy diferente a la construcción sobre “trabajo” desarrollada por los fisiócratas,
al no establecer un valor agregado. No se tomaba en cuenta, la capacidad de los hombres
para producir, ya que en una sociedad estamental, no había un mercado libre de trabajo,
solo servidumbre se presentaba.

Referencias bibliográficas

ANDERSON (1964) Europa en el siglo XVIII, pp.69-75.

FLORISTÁN, A (comp.) (2005) “Historia Moderna Universal”, Barcelona, Ariel.


LASKI, H. (1979) “El liberalismo europeo”, México D. F., Fondo de Cultura Económica

LETTIERI, A. ( 2008) “La civilización en debate. La historia contemporánea desde una


mirada latinoamericana”, Buenos Aires, Prometeo.

Fuentes consultadas

QUESNAY, F., 1985 (1759), selección de textos, en ARTOLA, M., Textos fundamentales
para la Historia, Madrid, Alianza, pp. 427-433.

SMITH, A. (1776), Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones,


libro IV, capítulo II, “De las restricciones impuestas a la introducción de aquellas mercancías
extranjeras que se pueden producir en el país” ( selección).

SMITH, A. (1776), Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones,


libro IV, capítulo IX, “De los sistemas agrícolas, o sea de aquellos sistemas de economía
política que consideran el producto de la tierra como la única o la principal fuente de renta o
de riqueza del país”, (selección).

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