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Aranceles
Adam Smith, estaba a favor de dos clases de aranceles proteccionistas, los primeros eran
aquellos que promovían una industria domestica esencial para la defensa nacional; los
segundos eran los que compensaban la carga de los impuestos sobre una industria
domestica particular al imponer un arancel sobre las partes contratantes cuyos intereses son
opuestos.
Precios
Para Smith hay dos clases de precios: el precio natural y el precio comercial. El precio
natural está formado por las tasa corrientes de cada uno de los elementos como el salario,
la renta y los beneficios. El precio comercial viene dado por la relación entre la oferta y la
demanda para cada mercancía en el momento determinado; este puede coincidir con el
precio natural, y puede también ser superior e inferior a este.
Salarios
Adam Smith afirmaba que ‘’el salario alto, así como es el efecto necesario, es también el
síntoma natural de crecimiento de la riqueza nacional’’.
Valor y Riqueza
Valor
Smith plantea el valor de las cosas en “Paradoja Del Agua Y El Diamante”, observando que
existen dos clases de valor:
Valor de uso: consiste en aquellas cosas que tienen el mayor valor en el uso con
frecuencia y tienen muy poco o ningún valor en el intercambio.
Valor en el intercambio: son aquellas cosas que tiene el valor mayor en el
intercambio con frecuencia y tienen muy poco o ningún valor en el uso.
La riqueza
Acumulación de capital
Smith señalo varios conceptos importantes sobre el papel del capital: la riqueza de un país
depende de la acumulación de capital; la acumulación de capital lleva al desarrollo
económico; el interés privado, junto con la acumulación de capital, conduce a una
asignación óptima a los distintos sectores.
Renta.
El origen de las rentas son: las demandas del terrateniente, el monopolio, las ventajas
diferenciales, un regalo de la naturaleza. Esta se denomina como el precio pagado por la
tierra, siendo esta un excedente o un residual.
Los precios altos de los productos generan rentas altas y los precios bajos generan rentas
bajas.
Ley de Say
“El único fin del dinero es permitir la circulación de los bienes de consumo.” De este modo
Smith establece tres ideas sobre las que Say insiste en todas las ediciones de su Tratado: (a)
el ahorro, más que el consumo, promueve la acumulación de capital y el crecimiento; (b)
los ingresos se gastan o invierten en su totalidad; y (c) la única función del dinero es la de
ser medio de cambio. Pero Say da un paso más: establece que los productos se pagan con
productos y enfatiza la idea de que es la producción y no el consumo lo que crea riqueza.
El comercio internacional
Smith defendía, el libre comercio exterior, argumentando que para dos países es
beneficioso intercambiar bienes y que cada uno intercambie el producto con menos costes
por el bien que produce mayores costes. Además sostenía que la política correcta en el
comercio internacional debía permitir el comercio voluntario en un mercado libre y sin
regular, afirmando que una política de laissez faire mejoraría cada vez más el bienestar en
todos los países.
Para Adam Smith, el gasto público financiado con emisión de deuda (creación de un
déficit) es más perjudicial para la acumulación de capital que cuando el gasto es financiado
mediante la recaudación de impuestos (gasto público que mantiene el equilibrio
presupuestal).
Su argumento se basa en que los impuestos establecen un vínculo directo y claro entre la
utilización de recursos productivos por parte del gobierno y la carga que ello representa
para la sociedad en su conjunto, mientras que este vínculo se desvanece cuando el gasto
gubernamental es financiado mediante la emisión de deuda pública. De aquí deduce Smith
que las sociedades tiendan a sacrificar el consumo para hacer frente al pago de impuestos,
mientras que cuando se emite deuda pública lo que se sacrifica es principalmente el ahorro
y, por lo tanto, la acumulación de capital. Smith también llegó a decir que existía una
relación entre el monto del gasto improductivo del gobierno y su modalidad de
financiamiento, concluyendo que el gasto gubernamental sería menor si se establecieran
tributos para su pago.
El sector público
Hace una división en cuatro grandes apartados: gasto de defensa, justicia, obras e
instituciones públicas y los gastos de los soberanos. En principio habla que el gasto público
llegue a cero, lo normal es que defensa y justicia, sean dos puntos que se confieren al sector
público normalmente. Sin embargo en los dos primeros puntos es fácil encontrar un punto
que seguramente puede sorprender. A medida que se incrementa la riqueza de un país, el
gasto público en estos dos puntos debe incrementarse.
Control de precios
El “precio natural” de una mercancía se define como igual a la suma de las “tasas naturales
de salarios, beneficios y renta”, tasas que, a su vez, se definen como las “tasas ordinarias o
promedio” de los salarios, beneficio o renta prevalecientes en las “circunstancias generales
de la sociedad” en este momento, o sea, en otras palabras, como determinadas por las
condiciones generales de oferta y demanda de mano de obra, capital y tierra, las cuales
regulan respectivamente a las tres “partes componentes del precio de las mercancías” y por
lo tanto, “en toda sociedad, el precio de cada mercancía lo determina una u otra, o todas, de
aquellas tres partes”.
DAVID RICARDO
Aranceles
En ese aspecto, una de las mayores preocupaciones de David Ricardo fue la política
arancelaria y el librecambismo. En una época marcada por las políticas proteccionistas
británicas en el sector agrario, Ricardo fue uno de los principales defensores del laissez
faire y de la especialización nacional en el marco de un activo y dinámico comercio
internacional.
Salarios y precios
Según David Ricardo existe un precio natural y un precio del mercado; el precio natural del
trabajo refiere el precio que, dados los hábitos y costumbres de las personas permite que los
trabajadores subsistan y se perpetúen un cambio sin número, por otra parte el precio del
mercado propone que el trabajo depende de la oferta y la demanda, al igual que los bienes,
fluctúa, alrededor del precio natural. Este se deriva del valor o del precio natural, debido a
fluctuaciones accidentales o temporales de la oferta y la demanda.
Valor y Riqueza
La riqueza se diferencia del valor, debido a que este depende no de la abundancia sino de la
facilidad o dificultad de la producción. Así que, a partir del descubrimiento de mercados, la
superación de la habilidad técnica se puede efectuar intercambios ventajosos con el fin de
incrementar las riquezas.
Además, afirma que “un hombre es rico o pobre, de acuerdo con la abundancia de artículos
necesarios y de lujo; además contribuirán estos artículos en forma igual a la satisfacción de
su poseedor” (Ricardo).
“La renta es aquella parte del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de
las energías originarias e indestructibles del suelo” (Ricardo), expresando que dicha renta
agraria está determinada por la cantidad de trabajo.
Ley de Say
El comercio internacional
El valor de todos los artículos extranjeros se mide por la cantidad de productos de nuestra
tierra, no tendríamos un valor mayor aun en el caso de que, en virtud del descubrimiento de
nuevos mercados obtuviésemos el doble de la cantidad de bienes extranjeros a cambio de
una cantidad dada de los nuestros.
Ricardo parte del hecho de que el gasto público, es decir, el uso de recursos por parte del
gobierno, cuando se considera un horizonte de largo plazo tiene que pagarse
necesariamente con la recaudación de impuestos (bajo cualquier modalidad de éstos). El
gobierno puede recaudarlos simultáneamente con la ejecución del gasto, en cuyo caso no
hay ningún desequilibrio de las finanzas públicas. Sin embargo, también puede financiar el
gasto con emisión de un título público con vencimiento en un futuro determinado. En este
caso no hay recaudación impositiva inmediata por el monto del gasto público, pero el
gobierno tendrá que establecer tributos para el pago de los intereses de esta deuda y al
momento de vencimiento de este título se deberá recaudar impuestos para pagar el
principal.
Control de Precios
Según David Ricardo, la cantidad de metal precioso que posee un país es indiferente para el
comercio internacional, ya que los mecanismos automáticos se encargan de regularla. En
efecto, si un país posee mayor cantidad de metal precioso del requerido para su actividad
económica, los precios van a subir. Al subir los precios de los productos nacionales, las
exportaciones de estos van a disminuir mientras que las importaciones de productos
extranjeros van a aumentar. Inversamente, si la cantidad de oro que posee el país es
insuficiente para la actividad económica del mismo, los precios van a bajar. Según esta
teoría, el papel de la moneda en la economía de un país es totalmente neutro. La moneda no
es sino como el “aceite” que facilita los movimientos, el “catalizador” del comercio.
Ricardo considera que el mercado hace sus propias valuaciones (Establecimiento del precio
de algo), por ejemplo en el caso de la clase de trabajo; considera que estas valuaciones son
constantes a través del tiempo)