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2- los debates específicos que se dieron en el año 2006 durante la sanción de la Ley Nacional ESI y sus Lineamientos
Curriculares, en 2008.
1. Antecedentes normativos:
La Ley Nacional de Educación Sexual Integral sancionada a finales del 2006 aconteció en sintonía con una
tendencia a nivel regional influenciada por las directrices de organismos internacionales y en confluencia con las
demandas del movimiento de mujeres y de los movimientos sociosexuales de nuestro país. La larga trayectoria de
estos espacios de la organización civil, organizados en un colectivomovilizado, junto con un sector de la sociedad
que adhería y los partidos políticos que acompañaban en las distintas cámaras del Poder Legislativo, hicieron
posible la sanción de la Ley de ESI, y de otrasleyes vinculadas al campo de género y sexualidades.
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1.a Internacional
Las tendencias internacionales permearon los debates de la agenda pública del ámbito local y se materializaron
en leyes y políticas públicas intersectoriales que abarcan principalmente la educación y la salud, entre otros. Para
comprender el marco normativo vigente en nuestro país, analizaremos las políticas desplegadas a nivel global,
regional y local. A nivel global, existen dos antecedentes relevantes:
la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
sancionada en 1979
y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.
Pueden verlos si les interesa e invito a pensar ¿Por qué la ESI es una conquista de niñes y mujeres?
¿Qué sucede con sus derechos cuando la escuela se niega a hablar de ello? ¿Cómo describen ambas
convenciones la situación mundial de niñes y mujeres?
Ambos tratados se incorporaron a nuestra Constitución a partir en la reforma de 1994, y adquieren relevancia
para la educación sexual integral porque visibilizan a lxs niñxs y adolescentes como sujetxsvulnerables, y a su vez,
como sujetxs de derecho.
1.b – Latinoamérica
A nivel regional, en algunos países la educación sexual se regula con leyes específicas y contenidos obligatorios a
ser enseñados de forma transversal en las distintas asignaturas, mientras que en otros países se lo hace desde
programas o políticas específicas que apuntan a la erradicación de la violencia de género o de la discriminación
sociosexual sin proponer modificaciones en el plano curricular.
Asimismo, estas normativas presentan algunos rasgos en común: los discursos sobre los derechos, la mención a
la necesidad de incorporar una perspectiva de género y una mirada integral de la sexualidad. Estos aspectos, que
son retomados de los documentos de organismos internacionales, adquieren diversos sentidos en cada uno de
los países. O dicho en otros términos, cada país “traduce” estas directrices a la realidad de sus contextos
particulares, a la heterogeneidad de interpretaciones y de procesos de implementación que se desarrolla en cada
país.
En relación a la incorporación de la perspectiva de género, en este artículo que escribí en 2015 con unacompañera
“Políticas de Educación Sexual: tendencias y desafíos en el contexto latinoamericano” (dejo el artículo en el Drive
verlo si les interesa) sostenemos que persisten en la región ciertas tensionesen torno a cómo se la concibe: en
algunos documentos existe un posicionamiento a favor de una revisión de las relaciones de género en clave de
desigualdad social, mientras que otros, aluden al génerocomo categoría descriptiva de las diferencias entre varones
y mujeres. De la misma forma, algunas propuestas avanzan en la problematización de la heteronormatividad y
otras normalizan las distintas identidades sin cuestionar la matriz socio-cultural de su producción.
Las diferencias que pueden observarse en las “traducciones” que realiza cada país sobre los pactos o convenios
que han establecido, se debe a la amplitud semiótica que presentan dichas normativas, que se convierte en una
“estratégica ambigüedad”, ya que posibilita que bajo fundamentaciones similares convivan, en la región, diversas
propuestas que incluso despliegan sentidos contradictorios.
1.c - Argentina
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A nivel local, existen dos antecedentes:
2002: la Ley 25.673/02 de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y ProcreaciónResponsable
(PN SSyPR)
2005: La Ley 26.061/05 de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, que establece
-entre otros aspectos- al interés superior del niñx como el principio organizador de las políticaspúblicas
El PNSSyPR funciona en el ámbito del Ministerio de Salud y hoy en día representa una conquista
fundamental de lxs promotorxs de salud y del movimiento de mujeres en materia de derechos sexualesy
reproductivos. Estxs actores pusieron en evidencia un conjunto de demandas que luego seincorporaron a la
Ley, e incluso, forman parte de los actuales debates por la interrupción voluntaria delembarazo (IVE) como el
acceso a la información, la participación femenina en la toma de decisionesrelativas a su salud sexual, la
adopción de decisiones libres de discriminación, coacción o violencia. Así mismo, la normativa también da
lugar a revisar el lugar de las instituciones educativas y lacapacitación de lxs docentes en materia de
derechos sexuales, como así también acerca de laobligatoriedad de abordar esta temática en las escuelas, con la
posibilidad de exceptuarse de enseñarsobre métodos anticonceptivos (por ejemplo), en caso de que las
“convicciones institucionales” así lorequieran. De esta forma, se avanzó en plantear por primera vez a la
educación sexual como un derechopero se siguió consagrando la sexualidad al ámbito de lo privado, del
hogar, resguardada de lo quepueda ocurrir al abordar este tema en un espacio público como lo es la escuela.
De modo similar a loque sucedió con la ESI, la sanción de la Ley de Salud Sexual y Procreación
Responsable fue elresultado de las negociaciones con sectores eclesiásticos, que detentan bajo su poder
diversos centrosde salud e instituciones educativas.
Es recién a partir de la Ley de Educación Sexual Integral, sancionada tres años después, que el Ministerio de
Educación de la Nación se erige como el principal responsable de su ejecución, creandoun Programa Nacional,
dependiente de esta cartera ministerial, con el fin de extender la ESI a lo largo del país. Como veremos a
continuación, este proceso no estuvo ajeno a las tensiones propias del campode los géneros, las sexualidades, y la
educación, donde se volvieron a escuchar las voces sobre la obligatoriedad y se reanudaron los debates acerca de
las convicciones personales e institucionales paraabordar la sexualidad en el espacio público.
2.Debates legislativos
El proceso de elaboración de la legislación actual en materia de educación sexual estuvo inmerso en controversias
y largos debates parlamentarios, que involucraron a diversos sectores de poder ypermearon la opinión
pública. La puja estuvo protagonizada en gran parte por los sectores más conservadores vinculados a la Iglesia
Católica, cuyas posiciones en torno a la sexualidad y al rol de lasinstituciones educativas se veían fuertemente
contrastadas por las organizaciones civiles y los movimientos sociosexuales.
La sanción de la Ley Nacional tuvo un fuerte anclaje en lo que ocurría en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entre los años 2004 y 2006 se llevó a cabo en la Legislatura porteña un debate que reunió a un amplio abanico de
sectores sociales a partir del impulso de proyectos de leyes que buscaban promover y regular la enseñanza de la
educación sexual en las escuelas. Estos intercambios, en territorio porteño, se trasladaron a la agenda pública,
nutriendo y acelerando la sanción de la Ley Nacional 26.150 que aconteció el 4 de Octubre del 2006, ocho días
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previos a la Ley 2110 de ESI de laCiudad Autónoma de Buenos Aires. En los debates parlamentarios, los distintos
bloques coincidían en la incorporación de contenidos de “educación sexual” en las escuelas y en los diseños
curriculares. Sinembargo, esta coincidencia tenía sus matices, ya que estaba atravesada por disputas políticas y
pedagógicas, tal como que venimos analizando.
Siguiendo los desarrollos de Luciana Lavigne (2010), las disputas en los recintos giraban en torno a tres aspectos:a)
los saberes en sexualidad que debían enseñarse, b) lxs actores que debían enseñarlos
c) lxs destinatarixs
Estos aspectos que interpelaron al Estado, las escuelas y la sociedad, nos remiten a plantearnos algunos
interrogantes: ¿Cuáles son los conocimientos legítimos para ser incorporados y transmitidos? ¿Quién
los define? ¿De qué forma se van a enseñar? ¿Quiénes los van a enseñar? ¿Desde qué enfoque?
¿Quiénes van a ser lxs destinatarixs? ¿Desde qué edades y niveles educativos?
Cierre
Además de estos antecedentes del campo de las leyes, no es posible comprender la ESI por fuera de las conquistas
sociales, en particular de los feminismos locales e internacionales, y de docentes o trabajadores de la salud. Muchas
veces se dice que hay leyes que “van adelante” de la sociedad, y otrasveces hay leyes que “están atrasadas” de los
reclamos populares ¿Qué opinan de esta idea de que las leyes avanzan o retroceden en una línea de tiempo
hacia…donde? ¿Qué dirían en ese sentido del vínculo de la ESI con la sociedad?