LOS SÍNTOMAS DEL ESTRÉS

Según el estudio realizado por Wang (2020), de un testeo de 1210 personas en el periodo de la primera
fase de la pandemia en China, un 24.5 % presentaron un estrés mínimo, 21.7 % moderado, y un 53.8 %
severo. De la población encuestada el 100% padecía de algún grado de estrés, ya sea mínimo, cabe
señalar que con el transcurrir de los meses las cifras de personas con estrés moderado y
moderado-severo va en aumento, considerablemente, a la cantidad de personas con estrés
psicológico mínimo. El estrés es una reacción neurológica y fisiológica en respuesta a la presión que
sufre ante situaciones externas, que son percibidas como un peligro por la persona. Por eso, es
importante conocer los síntomas del estrés, ya que no siempre se presentan de la misma manera.A
continuación, se explicará sobre los síntomas físicos, emocionales y cognitivos del estrés.

Una manera en la cual se evidencia el estrés es mediante síntomas físicos y estas se pueden presentar
de diferentes formas. Primero a través de dolores de cabeza frecuentes, es decir la persona siente una
fuerte presión en la parte frontal de la cabeza y la cara. Por ejemplo, comienza con un pequeño
zumbido o presión en la frente o en los laterales y la parte trasera de la cabeza, también con la
palpación en los músculos del cuero cabelludo, el cuello y los hombros. Por otro lado, facilita la
adquisición de problemas musculoesqueléticas produciendo en el cuerpo severas fallas en el sistema
óseo, que a la larga dejan como consecuencia un envejecimiento muscular y un desgaste en la zona
ósea. Al respecto, según la declaración de un médico, esta condición empeora debido a factores
como la falta de ingesta de alimentos en periodos largos y la carencia del sueño dejando como
consecuencia la falta de un correcto descanso del organismo y la recuperación de esta.

Otra manera por la cual se presenta el estrés es mediante síntomas emocionales del estrés y estas se
evidencian principalmente por estas dos formas. Primeramente el constante estado de nerviosismo en la
persona es un síntoma clave inicial, en la cual, esta presenta señales como sudoración en las manos,
temblor en diferentes zonas del cuerpo y miedo desequilibrado al futuro. Por añadidura, el estrés genera
una segregación excesiva de la hormona de nombre adrenalina que afecta temporalmente al sistema
nervioso dejando como consecuencia el aumento del ritmo cardíaco, sudoración en las palmas de las
manos y una respiración acelerada. Por último, los cambios de humor, dicho de otro modo, se trata de
un problema que genera un estado de ánimo bajo, fácilmente irritable y cambiante de una forma
crónica, también puede ser de tristeza, bajo interés y la falta de energía a la hora de realizar una
actividad. Por ejemplo, es común que una persona que padece de estrés suela tener bajones de ánimo
de manera consecutiva y una respuesta agresiva al momento de dar solución a un problema.

Por último, tenemos los síntomas cognitivos del estrés que afectan directamente al lado académico de
la persona y en esta identifican de estas dos formas. En primer lugar tenemos la dificultad para
concentrarse, esto es debido a la fuerte carga emocional y falta de la regulación de esta, originando
de esta manera un colapso de pensamientos en un periodo corto de tiempo . Además, en la mayoría
de casos genera la sensación de desorientación, como si la mente estuviera en una especie de limbo y
fuera incluso difícil conectar pensamientos relativamente básicos, como el simple hecho de ver la hora.
Por otra parte, provoca alteraciones de la memoria, los cuales son inducidos por los cambios
degenerativos con relación a la forma y funcionamiento del cerebro,generando un déficit en el
desempeño adecuado de este. En adición a esta, la alteración de la memoria generada por el estrés
origina en el cuerpo humano la segregación excesiva de la hormona llamada cortisol, la cual se
produce como respuesta a algún evento estresante y está en cantidades desproporcionadas pueden
llegar a inducir un paro respiratorio, el aumento de la presión arterial y en el peor de los casos un infarto
en el miocardio.