Está en la página 1de 2

ENSAYO: LOS HIJOS DE LA

MALINCHE de Octavio Paz

Este ensayo abarca muchos temas, como el tema de la chingada, el de ser macho,
la figura del padre y la Malinche, aunque pareciera que estos no tienen nada en
común todos llegan a una misma conclusión; el mexicano es un ser beneficiado por
factores que son históricos. Me centraré en dos temas principales; la gran variedad
de significados que existen sobre “la chingada” y la Malinche y como se relacionan
en el México contemporáneo.

La palabra “chingada” es parte del vocabulario de muchos países y no solo de


México, aunque si, de países sudamericanos. En México “chingada” tienen una
variedad de significados, que solo el verdadero mexicano logra interpretar a través
del contexto en el que se encuentra y todo lo que se diga.

Les daré ejemplos de algunos más comunes:

• Chingar o chingaquedito: molestar


• Chingón: ser bueno
• Chingado: afectado o fregado
• Cargar la chingada: fracaso
• Ya chingué: triunfo
• Irse a la chingada: ir muy lejos (evitar problemas y mandarlos a un lugar sin
destino)
• Chinga tu madre: es herir al que recibe la ofensa (no es directamente con
su madre dejando en claro con la frase: “Con mi madre no te metas”)

Somos unos hijos de la chingada porque de acuerdo con Octavio Paz, esta viene
cargada con una energía especial.
“que posee la misma ambigua resonancia: alegría rencorosa, desgarrada afirmación
que se abre el pecho y se consume a sí misma.”

Los extranjeros son unos “hijos de la chingada” porque son enemigos del mexicano,
pero, también nosotros los mexicanos somos “hijos de la chingada” porque:

“La Chingada es la madre que ha sufrido”

Esto da referencia a la conquista cuando Hernán Cortés violó a la Malinche, joven


esclava, mexicana y de quince años. Cuando Hernán volvió con su esposa legitima,
los mexicanos nos quedamos huérfanos de padre, pero también comenzamos a
negar a nuestra madre, pues traicionó a su pueblo, de ahí nace la contradicción
mexicana, en la que preferimos lo extranjero en lugar de lo nuestro, lo cual en pocas
palabras llamamos; “malinchista”. Retomando el “ir a la chingada”, es un lugar
inexistente, es la nada, y siempre queremos mandar todo a ese lugar porque es lo
que hacemos los mexicanos, al ser huérfanos de padre y negar la existencia de
nuestra madre.

“El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quiere descender de ellos.
Los niega. Y no se afirma en tanto que mestizo, sino como abstracción: es un
hombre. Se vuelve hijo de la Nada. El empieza en sí mismo.”

Como nos avergonzamos del pasado, lo desvalorizamos y lo convertimos en ofensa.

Para finalizar; efectivamente ¡somos unos hijos de la chingada! Pero es algo que no
nos hiere.

Comunicación en contextos multiculturales


Lic. Alicia Mateos Barroso
Estudiante: David Alejandro Bautista Llergo
viernes 21.05.2021

También podría gustarte