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GESTIÓN DE LA SEGURIDAD DEL PACIENTE

ESTUDIANTES:
DEISY ARANGO TARRIFA

DOCENTE:
CRISTIAN LÓPEZ BERNAL

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
DEPARTAMENTO DE SALUD PÚBLICA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA ADMINISTRACION EN SALUD
MONTERÍA
INTRODUCCIÓN
La ocurrencia de eventos adversos ha sido documentada en todos los sistemas de
prestación de servicios de salud del mundo. Existe suficiente evidencia a nivel
internacio nal para hablar de una pandemia universal, algunos países lo consideran
incluso un problema de salud pública.
Se han realizado varios estudios nacionales procurando evaluar la frecuencia con la
cual se presentan los eventos adversos y se han empleado diversas modalidades
epidemiológicas, las cuales han tenido en común ser desarrolladas en dos
fases, en la primera se aplican técnicas de tamizaje por personal de enfermería para
detectar alertas en aquellos casos en los cuales existe una alta probabilidad de que se
presente un evento adverso y en la segunda se realiza un análisis en profundidad por
profesionales médicos para confirmar si en el anterior tamizaje se detecta la ocurrencia
de un evento adverso para entrar a clasificar y explorar la causalidad de ese evento
adverso detectado.

Para medir la frecuencia con la cual se presenta el fenómeno se han realizado estudios
de incidencia y de prevalencia, lo cual es importante de tener claro para poder
interpretar correctamente los hallazgos de los mencionados estudios y eventualmente
hacer inferencias acerca de los hallazgos encontrados.
En cuanto a los estudios de prevalencia, (evaluación de los casos ocurridos durante y
antes del período de observación), según Aranaz JM solamente se han encontrado
tres estudios relevantes: el de Quennon y colaboradores, el de Mostaza en España y el
de Herrera-Kiengelher y colaboradores en México, en los cuales las frecuencias
encontradas varían entre 9.8% y 41%.

Los países latino americanos han optado por la metodología de evaluación de


prevalencia, ya que es la que se ha encontrado como más factible en las condiciones
específicas de nuestras instituciones. No obstante en el caso de la prevalencia aún hay
un camino por recorrer para encontrar los valores de referencia adecuados a nuestras
condiciones, proceso que se está avanzando a través de los desarrollos del proyecto
iberoamericano IBEAS.

Las acciones requeridas se derivan de la tipificación de acuerdo a la frecuencia y


severidad de los riesgos identificados:
1. Infección nosocomial
2. Eventos adversos ocurridos durante la intervención quirúrgica o procedimientos
diagnósticos invasivos
3. Eventos adversos asociados al uso de medicamentos, sangre y hemoderivados
terapéuticos.
4. Eventos adversos asociados al cuidado de la salud.

La política de Seguridad del paciente incluye la identificación y análisis de los eventos


adversos y los incidentes, para identificar sus causas y las acciones para intervenirlos.
De manera que a partir del análisis causal se deben diseñar e implementar prácticas
seguras en los diferentes procesos de atención.
Algunas de las prácticas seguras que utilizan las instituciones para disminuir la
probabilidad de ocurrencia del evento adverso son:

 Acciones dirigidas garantizar una atención limpia en salud


 Acciones dirigidas a evitar la confusión en la administración de medicamentos:
formas de denominación, presentación, prescripción, dosificación, dispensación.
 Acciones a nivel individual y organizacional para disminuir las fallas asociadas al
factor humano: fatiga, comunicación, entrenamiento.
 Programas para evitar las caídas de pacientes
 Protocolos para la remisión oportuna de pacientes
 Barreras de seguridad en la utilización de tecnología

El diseño de barreras de seguridad se desprende del análisis multicausal de los


eventos adversos ocurridos, para lo cual recomendamos la utilización del protocolo de
Londres, o del análisis del modo de falla de los procesos de atención en salud. Estas
barreras deben ser redundantes cuando el proceso lo requiera.
1. Implementación de Buenas Practicas de seguridad del paciente

Una estrategia institucional orientada hacia la mejora de la seguridad del paciente, debe
desplegarse de manera sistemática, y mediante la implementación de herramientas
prácticas. A continuación se hace un breve recuento de algunos de las herramientas
prácticas comunes a los principales programas de seguridad del paciente en el mundo:
Política Institucional de Seguridad del Paciente
La alta gerencia de las instituciones debe demostrar y ser explícita en el compromiso
con la seguridad del paciente como estrategia, indispensable para un entorno seguro y
promover una transformación hacia una cultura de seguridad.
La política de seguridad debe procurar establecer en forma clara los propósitos de su
formulación, que pueden ser:
• Instituir una cultura de seguridad del paciente: cultura justa, educativa y no
punitiva pero que no fomente la irresponsabilidad.
• Reducir la incidencia de incidentes y eventos adversos.
• Crear o fomentar un entorno seguro de la atención.
• Educar, capacitar, entrenar y motivar el personal para la seguridad del paciente

Además de lo anterior, debe dar lineamientos claros de cómo implementarla, lo que


significa abordar algunos de los siguientes temas.
• La creación de un sistema de reporte de incidentes y eventos adversos.
• Garantizar la confidencialidad de los análisis.
• Estrategias organizacionales para su operación: unidad funcional, equipo de trabajo,
componente del sistema de calidad, programa o plan, definición de responsable,
mecanismos de difusión, capacitación, entrenamiento.
• Homologar en la institución los conceptos y definiciones claves.
• Integración con otras políticas y procesos institucionales: Calidad, talento
humano, recursos físicos, tecnológicos, información, etc.
• Como se va a construir una alianza con al paciente y su familia.
• Como se integra con los procesos asistenciales.
• Definición de los recursos dispuestos para la implementación de la política.

Estrategias para profundizar la cultura institucional de Seguridad del Paciente


El ambiente cultural al interior de las organizaciones debe favorecer:
1. La reflexión organizacional sobre los temas de seguridad: las rondas de seguridad y
las reuniones breves sobre seguridad del paciente.
2. El carácter no punitivo de la vigilancia de la ocurrencia de un evento adverso.
3. La sanción o al menos la desaprobación de la actitud de ocultar un evento adverso
por impedir las acciones de mejoramiento
4. La información y análisis de lo ocurrido con el paciente cuando fuere pertinente.
5. El énfasis en los resultados que se obtienen antes de las acciones formales que se
desarrollan.

Protocolos para el Manejo del Paciente


La institución debe definir un protocolo para el manejo del paciente y su familia cuando
ocurre un evento adverso. De las experiencias internacionales y nacionales, extractamos
las siguientes recomendaciones:
1. Educar al paciente e incentivarlo para preguntar acerca de su enfermedad, de su
autocuidado y de los riesgos: transmitirle la idea de que la búsqueda de este, es algo
positivo y no negativo.
2. Promover la participación del paciente y su familia, como un integrante activo en la
prevención de incidentes y eventos adversos.
3. Sembrar, en el equipo de atención, la necesidad de concurrir hacia el paciente
cuando ocurre un EA, y acompañarlo.

Cuando ocurre un evento adverso, el Manejo del Paciente debe estar orientado
hacia:
1. No negarle la ocurrencia del evento adverso; por el contrario, darle información y
apoyarlo: definir qué se explica, quien lo hace, cómo y cuándo.
2. Hacer todo lo necesario para mitigar las consecuencias del evento adverso.
3. Resarcir al paciente que ha padecido un evento adverso, entendido este como el
reconocimiento, soporte y acompañamiento en lo que sea pertinente.
4. Explicarle que es lo que se hará para prevenir futuras ocurrencias del evento adverso.
5. Mostrar que no se eluden las responsabilidades ante la ocurrencia del evento adverso
y que se tiene la voluntad de contribuir al resarcimiento de las consecuencias de este.
6. Si la situación lo amerita: presentarle excusas al paciente y su familia por la
ocurrencia del EA

2. Procesos institucionales seguros y procesos asistenciales seguros.


Brindar capacitación al cliente interno en los aspectos relevantes de la seguridad en los
procesos a su cargo
 Orientado al riesgo que genere para la seguridad del paciente el proceso de atención en salud a
cargo del trabajador de la salud.
 Ilustrado en lo posible con ejemplos de la cotidianeidad de la institución.
 La forma en que se presenten los contenidos al trabajador de la salud debe ser sencilla y
concreta.
Coordinar procedimientos y acciones recíprocas de los programas de seguridad del paciente entre
asegurador y prestador.
Procedimientos de referencia de pacientes:
Definir, implementar y realizar seguimiento a los procedimientos que aseguren que los pacientes
que requieren atención de manera urgente, no sean referidos a otros centros sin que éstos
garanticen, previamente su atención.
Procedimientos para la autorización de servicios:
Definir implementar y realizar seguimiento a los procedimientos que garanticen la realización
oportuna de procedimientos y hospitalización en la IPS solicitante.
Análisis y medición de los tiempos de espera relacionados con la seguridad del paciente Medir,
analizar y tomar acciones con respecto a los tiempos de espera en la prestación de los servicios de
salud que afecte la seguridad de los pacientes.
Seguridad en la entrega de medicamentos POS y no POS:
Elaborar, implementar y hacer seguimiento de los procedimientos que aseguren la oportunidad de
entrega de medicamentos no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, así como la disponibilidad
de los incluidos en el POS.
Estrategia de seguridad en los paquetes de servicios:
Acordar mecanismos que garanticen la continuidad y la seguridad en la atención, durante los
diferentes momentos de transición de responsabilidad entre los prestadores de servicios.
Estandarización de procedimientos de atención
Diseñar y auditar procedimientos de puerta de entrada que garanticen la seguridad del paciente: Se
ha identificado como riesgo para la seguridad del paciente, los procedimientos iniciales de
atención en las instituciones de salud. Se debe diseñar, implementar y realizar seguimiento de la
efectividad de:
- Procedimientos que garanticen que el paciente sea atendido de acuerdo con la prioridad que
requiera su enfermedad o condición.
- Procedimientos que eviten la no atención del paciente con remisión a otros centros sin
estabilización de sus condiciones clínicas.
- Procedimientos que eviten las esperas prolongadas para la evaluación de los pacientes (en salas
de espera o en ambulancias), p.ej. interconsultas en el servicio de observación. - Procedimientos
que prevengan los errores en la determinación de la condición clínica del paciente y que puedan
someterlo a dilaciones o manejos equivocados.
Desarrollar o adoptar las guías de práctica clínica basadas en la evidencia:
Entendidas como la estandarización en forma cronológica y sistemática del proceso de atención
del paciente durante su estadía en la institución.
- Para su diseño y desarrollo deben tenerse en cuenta no solo las patologías más frecuentes, sino
un amplio número de patologías posibles.
- Realizar evaluación de la guía, previamente a su adopción, con instrumentos diseñados para tal
efecto
- Incluir las guías de procedimientos de enfermería, de instrumentación quirúrgica y de todas
aquellas disciplinas que intervienen en la atención (protocolización de la guía).
- Verificar la adherencia del personal a las guías implementadas.
Definir por parte de la institución los procedimientos que un profesional puede desarrollar,
según estándares.
Desde la gerencia de las instituciones se debe crear un direccionamiento, bien sea por un comité
de credenciales o un grupo especifico que dentro de la institución defina las prerrogativas que se
entregarán a los profesionales de acuerdo con sus competencias y habilidades. Para tal definición
se debe tener en cuenta no solamente el título otorgado por la institución universitaria, sino
también el volumen de procedimientos hechos con anterioridad y la curva de aprendizaje. Incluye
aquellos profesionales y médicos entrenados en procedimientos de especialidades sin suficiente
oferta en la ciudad sede de la IPS. Esto permite el aseguramiento de competencias del personal en
salud
La institución debe monitorizar aspectos claves relacionados con la seguridad del
paciente
Siempre en cumplimiento del principio de eficiencia, de acuerdo con el perfil de la institución se
recomienda la medición de indicadores:
al menos
- Gestión de eventos adversos
- Reporte de eventos adversos
- De acuerdo con los riesgos que se generen; Indicadores que evalúen impacto en: caídas,
neumonía asociada a ventilador, etc.
- Detección de riesgos del ambiente físico
- Vigilancia de eventos adversos en prestador, asegurador, una red o en una región.
- Gestión en educación en prestador, asegurador.

3. La seguridad del paciente y su relación con los programas de Tecnovigilancia,


Fármacovigilancia, Reactivovigilancia, y Hemovigilancia

TECNOVIGILANCIA

La tecnovigilancia se puede definir como el conjunto de actividades orientadas a la identificación,


evaluación, gestión y divulgación oportuna de la información relacionada con los incidentes
adversos, problemas de seguridad o efectos adversos que presente la tecnología utilizada en la
atención en salud de los pacientes, a fin de tomar medidas eficientes que permitan proteger la
salud de ellos. En consonancia con lo anterior las herramientas administrativas que el programa de
tecnovigilancia de las instituciones debe tener en cuenta con el objetivo de:
impulsar para garantizar la seguridad en el uso de dispositivos médicos son:
 Diseño e implementación de un procedimiento de evaluación de necesidades y adquisición de
la tecnología biomédica y sanitaria.
 Formulación e implementación del programa de mantenimiento preventivo, que deberá
contiene las actividades a realizarse, el cronograma de mantenimientos, indicando la
periodicidad y duración de las mismas, y el personal que va a estar a cargo del servicio.
 Formulación y ejecución del plan metrológico para equipo biomédico, que contiene la
descripción del equipo, periodicidad de calibración, parámetro a calibrar, la empresa
encargada de la calibración.
 Contratación de personal técnico biomédico idóneo, con su respectivo registro de Inscripción
de recurso humano del INVIMA.
 Construcción e implementación del programa de capacitación enfocado en el uso de equipos
biomédicos y dirigido a todo el personal asistencial, así como al equipo de trabajo de
ingeniería biomédica, teniendo en cuenta el funcionamiento del equipo en cuanto a uso,
cuidado, limpieza, desinfección y asistencia técnica en mantenimiento. Las herramientas
técnicas impulsadas desde el programa de tecnovigilancia institucional son las siguientes:
 Ficha técnica, donde se especifique las características técnicas del equipo.
 Manual de Servicio Técnico.
 Protocolo de mantenimiento y calibración Clasificación por riesgo. Se fundamenta en los
riesgos potenciales relacionados con el uso y el posible fracaso de los dispositivos con base en
la combinación de varios criterios tales como, duración del contacto con el cuerpo, grado de
invasión y efecto local contra efecto sistémico.
 Clase I. Son aquellos dispositivos médicos de bajo riesgo, sujetos a controles generales, no
destinados para proteger o mantener la vida o para un uso de importancia especial en la
prevención del deterioro de la salud humana y que no representan un riesgo potencial no
razonable de enfermedad o lesión.
 Clase II a. Son los dispositivos médicos de riesgo moderado, sujetos a controles especiales en
la fase de fabricación para demostrar su seguridad y efectividad.
 Clase Il b. Son los dispositivos médicos de riesgo alto, sujetos a controles especiales en el
diseño y fabricación para demostrar su seguridad y efectividad.
 Clase III Son los dispositivos médicos de muy alto riesgo sujetos a controles especiales,
destinados a proteger o mantener la vida o para uso de importancia sustancial en la prevención
del deterioro de la salud humana, o si su uso presenta un riesgo potencial de enfermedad o
lesión.

FARMACOVIGILANCIA

La Farmacovigilancia es definida por la OMS como la ciencia y las actividades relacionadas con
la detección, evaluación, entendimiento y prevención de los eventos adversos o cualquier otro
problema relacionado con medicamentos.
Los principales objetivos que se enmarcan en la Farmacovigilancia son:
 Mejorar la atención al paciente y su seguridad en relación con el uso de medicamentos.
 Contribuir a la evaluación de las ventajas, la nocividad, la eficacia y los riesgos que puedan
presentar los medicamentos, alentando una utilización segura, racional y más eficaz (lo que
incluye consideraciones de rentabilidad).
 Fomentar la comprensión y la enseñanza de la Farmacovigilancia, así como la formación
clínica en la materia y una comunicación eficaz dirigida a los profesionales de la salud y a la
opinión pública.
Medicamentos de alto riesgo
Los medicamentos de alto riesgo son definidos en la literatura como aquellas sustancias que
tienen el potencial de provocar un serio perjuicio al paciente en caso de ser suministrados por
error. Las acciones más recurrentes y con mayor impacto sobre la prevención del riesgo lo
constituyen, la identificación, monitoreo constantes y doble verificación, en este entendido las
acciones a desarrollar para mitigar los riesgos en la institución son:
 Identificación de medicamentos de alto riesgo. Determinar dentro del listado de medicamentos
utilizados por la institución aquellos que pueden categorizarse como de alto riesgo dentro de
las fases de prescripción, dispensación o administración.
 Adherencia a protocolo de administración de medicamentos.
 Uso de técnicas de doble chequeo durante la dispensación de los medicamentos.
Educación a los pacientes.

Reconciliación medicamentosa
La reconciliación medicamentosa se considera como un proceso formal que consiste en valorar el
listado completo y exacto de la medicación previa al ingreso hospitalario del paciente con la
prescripción médica inmediata o después de la transición asistencial. Si se encuentran
discrepancias, duplicidades o interacciones entre los tratamientos crónicos y hospitalarios deben
comentarse con el médico y, si procede, modificar la prescripción médica. El hospital se encuentra
comprometido en garantizar la efectividad y seguridad de las terapias farmacológicas con el
desarrollo de un programa de reconciliación medicamentosa que contempla la educación a los
equipos de trabajo y los pacientes para identificar la medicación previa a la atención en los
servicios de urgencias y hospitalización, buscando alcanzar resultados óptimos según las metas
terapéuticas establecidas al momento de la prescripción médica, para ello se desarrollan las
siguientes actividades:
 Identificación en el ingreso del paciente de los medicamentos de uso ambulatorio del paciente.
 Comparar los medicamentos que el paciente consume ambulatoriamente con la prescripción
realizada intrahospitalariamente para determinar interacciones y resolver diferencias que
puedan presentarse.
 Verificar la administración de los medicamentos bajo responsabilidad del equipo de salud de
la institución.
 Asegurar la medicación de acuerdo a las condiciones clínicas del paciente por las cuales
ingreso a la institución y las patologías de base o crónicas que se manejan con otros
medicamentos.

REACTIVOVIGILANCIA

El laboratorio clínico es un servicio de apoyo diagnóstico de vital importancia para la definición


de Diagnóstico y conducta terapéutica. La garantía de la seguridad y confianza en la etapa pre-
analítica, analítica y post-analítica se convierte en un factor preponderante dentro del ámbito
clínico y en la seguridad del paciente. Las acciones seguras deben partir desde la identificación
correcta, con información suficiente y atendiendo lo estipulado en el manual de toma de muestras.
La institución debe estipular los siguientes factores para la seguridad:
 Procedimientos que cubran la entrega y recepción de las muestras y la identificación de las
mismas. Solicitud Médica incompleta, uso de recipientes inadecuados, volumen de muestra
incorrecto, muestras mal identificadas, muestra deteriorada (tubo roto o derramado),
temperatura de transporte inadecuada, condiciones dietéticas y fisiológicas del paciente
inadecuadas, presencia de hemólisis o coágulos, el laboratorio debe consultar con el paciente
antes de decidir si va a analizar o rechazar la muestra.
 Verificación de los datos de la prueba solicitada contra orden médica y factura emitida.
 Ingreso al sistema generando una marcación de código de barras única por paciente.
 Durante la toma de la muestra se previene el dolor y la ansiedad explicándole claramente el
procedimiento, trasmitiéndole seguridad apoyándose con el acompañante, verificando que se
cuente con todos los insumos necesarios y estén en buen estado al momento de la toma.
 Después de la toma se previene el hematoma y el sangrado excesivo presionando localmente
por unos minutos evitando el uso de alcohol y colocando una banda adhesiva (cura).
 Las muestras en espera para procesamiento se almacenan en condiciones adecuadas para
minimizar los cambios o población microbiana presente. Las condiciones de almacenamiento
están validadas, definidas y registradas.
 Prevención de la infección con uso de guantes por cada paciente higienización de manos,
procedimiento bajo estricta asepsia y antisepsia.
 Los envases y etiquetas de las muestras deben manipularse y almacenarse guardando las
condiciones de seguridad, limpieza y desinfección que no afecten la integridad de la muestra.
 La entrega de resultados se verifica en pacientes de consulta externa por medio de la factura,
nombre completo y registra en el software a quien se entregó. En el caso de pacientes en los
servicios de internación se anexan dichos resultados en la Historia Clínica.
 Se implementan controles de calidad internos y externos con la finalidad de detectar e
identificar errores y tomar los correctivos pertinentes.

HEMOVIGILANCIA

La terapéutica transfusional está orientada a proporcionar los elementos sanguíneos celulares y/o
plasmáticos que el paciente requiere para la complementación de la acción definida en su curso de
atención, esta actividad es considerada como un trasplante de tejido de gran valor para mantener o
salvar una vida y para permitir un tratamiento definitivo y efectivo, pero su uso puede condicionar
también efectos adversos, por lo que su indicación debe considerarse muy cuidadosamente en
función de la relación riesgo beneficio y es importante considera las acciones inseguras. Las
acciones determinadas como estratégicas para ofrecer seguridad transfusional dependen de la
disponibilidad y oportunidad de la sangre, así como seguridad de los componentes sanguíneos.
Con base en ello se contemplan dentro de la institución como acciones seguras las siguientes:
 Se cuenta con un stock de Hemoderivados cuyas unidades corresponden a la demanda y
complementariedad de los servicios quirúrgicos, internación y de cuidado crítico.
 Procesamiento y conservación que permite la trazabilidad en las características físicas y
biológicas de los componentes sanguíneos.
 Identificación correcta, completa y coherente de los componentes sanguíneos
 Realización de pruebas de compatibilidad pre-transfusionales y detección de anticuerpos.
 Marcación con código de barras único por paciente generado por el sistema.
 Mecanismos de control para garantizar la entrega de componentes correcta a paciente
correcto.
 Aplicación de correctos para administración de componentes sanguíneos, como son
identificación correcta de la unidad, indicando tipo de componente sanguíneo, identificación
inequívoca de unidad de componente
 sanguíneo y del paciente a quien va dirigido para asegurar la trazabilidad entre donante,
unidad y receptor de la sangre.
 Registro en la historia de la siguiente información: tipo y volumen de cada producto
transfundido, número único de donación de cada unidad transfundida y número del sello de
calidad de sangre, grupo sanguíneo de cada unidad transfundida, hora de comienzo de la
transfusión de cada unidad y finalmente, firma del profesional que administra la sangre.
 Monitorización del paciente antes, durante y al término del procedimiento de transfusión.

4. Mejoramiento continuo de las prácticas de seguridad del paciente, alineado con el
direccionamiento estratégico de la institución
El apoyo de la alta dirección es fundamental porque implica el involucramiento en la
seguridad de la Junta directiva y la Gerencia. Sin este apoyo, no se pueden iniciar las
acciones que redundarán en el rediseño e implementación de los procesos y procedimientos
institucionales. Como resultado de este apoyo, la seguridad es una prioridad gerencial, se
convierte en un pre-requisito en el diseño de los procesos y se materializa en una política de
seguridad del paciente, la Gerencia asigna un presupuesto económico para las actividades
de seguridad, se conforma un equipo líder de seguridad, se da entrenamiento a los líderes
en los aspectos de seguridad del paciente, se capacita continuamente a los colaboradores
en las prácticas seguras recomendadas y se implementan las acciones de mejora.
El Sistema de Garantía de las buenas prácticas en los programas de seguridad del paciente
de las instituciones de salud a nivel nacional implica el conjunto de acciones sistemáticas,
continuas y deliberadas, dirigidas a evitar, prevenir o resolver oportunamente situaciones
que puedan afectar de manera negativa la obtención de los mayores beneficios posibles
para los pacientes, con los menores riesgos. Estas acciones se relacionan con el diseño del
sistema de salud, con la gestión que se lleve a cabo para que este diseño cumpla sus
objetivos, con la información que se recoja para mirar su desempeño y con las acciones que
se emprendan para corregir sus deficiencias.
El Mejoramiento Continuo de las buenas prácticas en los programas de seguridad del
paciente es una filosofía y un sistema gerencial, el cual involucra a los gerentes, al nivel
directivo y a los profesionales de la salud en el mejoramiento continuo de los procesos, para
alcanzar mejores resultados en la atención para sus clientes/usuarios y sus familias. Este
enfoque introduce métodos estadísticos y herramientas gerenciales que reducen el
desperdicio, la duplicación y el trabajo innecesario. Cuando se aplica, la meta es identificar y
exceder las expectativas y necesidades de los usuarios, de sus familias, del nivel directivo,
de los profesionales de la salud y de la comunidad. Este busca obtener resultados en
términos de mejoramiento de las condiciones de salud y de satisfacción de los usuarios.

Conclusión
La política de seguridad del paciente debe ser independiente y no debe integrarse con otras
políticas de la organización, esto sería incorrecto pues, la política debe ser integrada en el
marco de la integración de sistemas de gestión.
La política de seguridad del paciente debe estar alineada con el direccionamiento estratégico lo
que quiere decir que debe ser una prioridad para la organización trabajar en seguridad del
paciente. El compromiso de la dirección es un factor de éxito en la implementación de una
cultura de seguridad.
La política de seguridad del paciente debe contener propósitos claros como fortalecer la
adopción de prácticas seguras, fomentar el reporte, investigación y análisis de eventos
adversos e incidentes y fomentar el autocuidado en los pacientes. Estos son algunos de los
propósitos, aunque se pueden incluir propósitos adicionales.
La política de seguridad debe estar integrada en una sola con otras políticas de la institución. La
política debe ser integrada en el marco de la integración de sistemas de gestión.
La OMS considera que en el concepto de calidad en servicios de salud deben estar presentes
los siguientes atributos: alto nivel de excelencia profesional, uso eficiente de los recursos,
mínimo riesgo para el paciente, alto grado de satisfacción por parte del paciente lo que redunde
en un impacto final de la salud.

Bibliografía
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la Protección Social de Colombia. 2008
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5. Ministerio de Salud y Protección Social. Política de Seguridad del Paciente (2014). Disponible en
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