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donde el sodio sérico (Na) se expresa en mEq/L, y la glucosa y el nitrógeno ureico en sangre (BUN) se
expresan en mg/dL.
La osmolalidad plasmática estimada en unidades SI es 2[Na sérica] + glucosa + urea, donde todos los
valores se expresan en mmol/L.
La osmolalidad de los líquidos corporales oscila, en condiciones normales, entre 275 y 290 mOsm/kg
(275 y 290 mmol/kg). El sodio es el principal determinante de la osmolalidad plasmática. Los cambios
aparentes en la osmolalidad calculada pueden ser el resultado de errores en la medición del sodio (que
puede ocurrir en pacientes con hiperlipidemia o hiperproteinemia extrema porque el lípido o la proteína
ocupa espacio en el volumen de suero tomado para el análisis; la concentración de sodio en el suero no
se afecta. Los métodos más nuevos de medición de electrolitos séricos con electrodos selectivos de
iones directos eluden este problema. Hay una brecha osmolar cuando la osmolalidad medida excede la
osmolalidad estimada por ≥ 10 mOsm/kg (≥ 10 mmol/kg). Es causada por sustancias osmóticamente
activas no medidas presentes en el plasma. Los más comunes son los alcoholes (etanol, metanol,
isopropanol, etilenglicol), manitol y glicina.
El agua cruza las membranas celulares libremente desde áreas con baja concentración de solutos hacia
áreas con elevada concentración de éstos. En consecuencia, la osmolalidad tiende a igualarse a través de
los diversos compartimentos hídricos corporales gracias al movimiento del agua más que al de los
solutos. Los solutos como la urea, que se desplazan libremente a través de las membranas celulares,
ejercen un efecto escaso o nulo sobre los desplazamientos de agua (actividad osmótica escasa o nula),
mientras que los solutos limitados principalmente a un solo compartimento hídrico, como el sodio y el
potasio, ejercen la máxima actividad osmótica.
Tonicidad
La capacidad de una solución extracelular para hacer que el agua entre o salga de una célula por
ósmosis se conoce como su tonicidad. La tonicidad es un poco diferente de la osmolaridad porque toma
en cuenta tanto las concentraciones relativas de los solutos como también la permeabilidad de la
membrana celular a esos solutos.
Se usan tres términos —hipertónica, hipotónica e isotónica— para describir si una solución provocará la
entrada o salida de agua de una célula:
Si una célula se coloca en una solución hipertónica, habrá un flujo neto de agua fuera de la célula, y esta
perderá volumen. Una solución será hipertónica para una célula si su concentración de solutos es mayor
que la del interior de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana.
Si una célula se coloca en una solución hipotónica, habrá un flujo neto de agua hacia dentro de la célula,
y esta aumentará su volumen. Si la concentración de solutos fuera de la célula es menor que la del
interior de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana, entonces esa solución es hipotónica
con respecto a la célula.
Si una célula se coloca en una solución isotónica, no habrá un flujo neto de agua hacia dentro o fuera de
la célula, y el volumen de la célula seguirá igual. Si la concentración de solutos dentro de la célula es
igual al que hay dentro de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana, entonces esa
solución es isotónica con respecto a la célula.
Si una célula se coloca en una solución hipertónica, el agua saldrá de la célula y la célula se encogerá. En
un ambiente isotónico, no hay ningún movimiento neto del agua, por lo que no hay cambios en el
tamaño de la célula. Cuando una célula se coloca en un ambiente hipotónico, entrará agua a la célula y
esta se hinchará.
Diagrama de glóbulos rojos en solución hipertónica (arrugados), solución isotónica (normal) y solución
hipotónica (hinchados y reventados).
En el caso de un glóbulo rojo, las condiciones isotónicas son ideales, y el cuerpo tiene
sistemas homeostáticos (que mantienen la estabilidad) para garantizar que estas condiciones se
mantengan constantes. Si se coloca en una solución hipotónica, el glóbulo rojo se inflará y puede
explotar, mientras que en una solución hipertónica, se secará —lo cual puede volver denso al citoplasma
y concentrar su contenido— y posiblemente muera.
Sin embargo, en el caso de una célula vegetal, lo ideal es una solución extracelular hipotónica. La
membrana plasmática solo puede expandirse hasta llegar al límite de la rígida pared celular, así que la
célula no se reventará ni habrá lisis. De hecho, el citoplasma de las plantas es un poco hipertónico con
respecto al entorno celular, y el agua entrará en una célula hasta que su presión interna —presión de
turgencia— sea suficiente para oponerse al flujo de agua entrante.
Mantener este equilibrio de agua y solutos es muy importante para la salud de la planta. Si no recibe
agua, el líquido extracelular se vuelve isotónico o hipertónico, provocando que el agua salga de las
células; esto causa una disminución en la presión de turgencia, que puedes observar como
marchitamiento. En condiciones hipertónicas, la membrana celular puede incluso desprenderse de la
pared celular y constreñir el citoplasma, un estado conocido como plasmólisis (panel izquierdo inferior).
Imagen de una célula vegetal en condiciones hipertónicas (plasmolizada/arrugada), condiciones
isotónicas (un poco desinflada y no presionada totalmente contra la pared celular) y condiciones
hipotónicas (presiona firmemente contra la pared celular en un estado normal).
Crédito de la imagen: OpenStax Biología. Modificación del trabajo de Mariana Ruiz Villareal
La tonicidad afecta a todos los seres vivos, en particular a aquellos que carecen de paredes celulares
rígidas y viven en ambientes hipotónicos o hipertónicos. Por ejemplo, los paramecios —aparecen en la
siguiente fotografía— y las amebas, protistas que carecen de paredes celulares, pueden tener
estructuras especializadas llamadas vacuolas contráctiles, las cuales recolectan el exceso de agua de la
célula y la bombean hacia afuera, impidiendo la lisis celular debida a la absorción de agua de su medio
hipotónico.
El filtrado glomerular tiene una osmolaridad que cambia a medida que atraviesa los distintos segmentos
del túbulo renal (figura 1). En el túbulo contorneado proximal el filtrado glomerular es isosmótico con
respecto al plasma volviéndose hipotónico cuando llega al túbulo contorneado distal. Es en la parte final
del túbulo contorneado distal, lo que corresponde con la localización del túbulo conector y la parte
inicial del túbulo colector, donde la osmolaridad del fluido tubular cambia como consecuencia de la
acción de la vasopresina. Así, cuando los niveles circulantes de vasopresina son altos el fluido tubular se
vuelve isosmótico, pero se mantiene hipotónico si los niveles de vasopresina son bajos. En el túbulo
colector de la médula renal la osmolaridad del fluido tubular aumenta hasta niveles superiores a los del
plasma en situaciones de antidiuresis, pero se sigue manteniendo hipotónico en situaciones de diuresis
acuosa1.
FILTRACION GLOMERULAR.
Uno puede resumir si quiere hablar en formula la palabra excreción renal en:
E x c r e c i ó n r e n a l=f il t r a c i ó n g l o m e r ul a r −r e a b s o r c ió n+s e c r e c ió n
Usted bota por el riñón lo que filtra, menos lo que se reabsorbe más lo que secreta.
El filtrado glomerular (FG) no tiene proteínas, elementos celulares incluidos los eritrocitos, calcio y
ácidos grasos; está constituido de sales y moléculas orgánicas en concentración similar a la del plasma.
El calcio y los ácidos grasos no se filtran a través de capilares glomerulares porque están unidos
parcialmente a proteínas plasmáticas. Gobernado bajo el equilibrio de Gibbs-Donnan. Constituye el 20%
del flujo plasmático renal = 1,5 L
Se maneja por un coeficiente
Kf (permeabilidad x área de filtro) = coeficiente
de filtración; y 4 presiones:
Por el
riñón pasa
1.1 L/min,
y del riñón
sale
125ml/min
de orina,
casi un litro
entro al
riñón y
salió del
riñón, una
buena
parte fue
usada para
Filtración, reabsorción y secreción de varias sustancias por parte del riñón: El riñón no trata por
igual a todas las sustancias, algunas les interesa conservarlas, a otras eliminarlas.
Nefropatías (insuficiencia
Disminución del coeficiente renal), diabetes mellitus e
hipertensión (estas 2 últimas
cursan con nefropatías)
Mecanismo contracorriente
El mecanismo de contracorriente renal, junto a los osmoreceptores del
hipotálamo, controlan la secreción de ADH ( Vasopresina ) y regulan
el balance del agua, lo que permite mantener la concentración de
sodio, dentro de un rango muy estrecho 138-142 mmol/L, a pesar
de las grandes variaciones en la ingesta de agua
principal causa de elevación de la urea es la insuficiencia renal. Esta puede tener lugar por patología
renal, deshidratación, infección, etc. Una insuficiencia renal grave produce la acumulación de toxinas que
puede dar lugar al conoció como síndrome urémico.
Este se caracterizaría por la afectación de múltiples funciones fisiológicas en el sistema nervioso central,
produciendo temblores, letargia y deterioro cognitivo. En el sistema cardiovascular produce pericarditis
urémica fibrosante, hipertensión, aterosclerosis y calcificación, entre otros síntomas. En el sistema
endocrino provoca hiperparatiroidismo y baja absorción de calcio, entre otras consecuencias. En el
sistema hematológico, pueden provocar anemia y alteraciones de la coagulación. También puede afectar
a otros sistemas del organismo como el inmunológico.
Reabsorción de Na, cotransporte sodio-cloruro, entonces tenemos una reabsorción activa final
de Na y el Cl pasivamente lo acompaña. El cloro puede entrar por vía paracelular, porque hay un
exceso de carga negativa por lo tanto empujan al cloro desde afuera hacia el interior del tejido.
También, acompañando al agua, porque si tenemos agua y sodio, tenemos que completar la osmosis,
manteniendo por un lado la electronegatividad con el Na y por otro arrastrando el agua suficiente para
equiparara las presiones osmóticas, de la misma manera ocurre para sustancias como la urea. La urea
pasa a través de unos canales especiales o pueden pasar a través de la membrana por ser una molécula
pequeña y a demás posee una permeabilidad elevada
Papel de la des en el control de la osmolaridad
la ingestion de liquido esta regulada por el mecanismo de la sed que, junto al mecanismo
osmorreceptor-ADH, mantiene un control preciso de la osmolaridad y de concentracion de sodio en el
liquido extracelular.
· Zona a lo largo de la pared anteroventral del tercer ventriculo q favorece a la liberación de ADH.
· A nivel anterolateral en el nucleo preoptico.
Las neuronas del centro de la sed responden a las inyecciones de soluciones hipertonicas de sal
estimulando la busqueda de agua
Estímulos de la Sed
· Los riñones deben excretar continuamente una cantidad obligatoria de agua, incluso en
personas deshidratadas para eliminar el exceso de solutos.
· El agua también se pierde por evaporación a través de los pulmones y el aparato digestivo y
mediante la evaporación y la sudoración de la piel.
Cuando la concentracion de sodio aumenta solo alrededor de 2mEq/l por encima de lo normal se activa
se activa el mecanismo de sed, a esto se le llama umbral para la sed
En una persona sana, los mecanismos osmorreceptores-ADH y de la sed trabajan en paralelo para
regular de forma precisa la osmolaridad y la concentracion de sodio del liquido extracelular.
Incluso con desafios adicionales como la ingestion elevada de sal, estos sistemas de etro alimentacion
son capaces de mantener la osmolaridad plasmatica razomablememte constante