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De reciente creación, este término creado por el sociólogo Zygmunt Bauman alude las relaciones

humanas que están dándose cada vez más en la actualidad. El autor las denomina “relaciones
posmodernas”.

Esta teoría ha conseguido no pocas críticas debido a su carácter poco consolidado. De hecho,
según el sociólogo español Enrique Gil Calvo, el ensayo de Bauman se enmarca dentro de un
pensamiento débil, un ensayo ideado para la venta fácil que ya se ha podido presenciar en otros
conceptos acuñados en las últimas décadas como “relación tóxica” -de la que reniega
prácticamente la totalidad de los psicólogos y psiquiatras-. Aun así, definiremos qué es el amor
líquido.

El concepto de amor líquido creado por Zygmunt Bauman

En su libro, “Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos”(2003), Bauman retrata
un modelo de relación interpersonal caracterizado por la “falta de solidez, calidez y por una
tendencia a ser cada vez más fugaces y superficiales” tanto dentro del amor romántico como del
resto de intercambios emocionales.

Los principales argumentos del ensayo incluyen las relaciones por internet como modelo de
superficialidad en las que se conecta y desconecta (el ya famoso ghosting) con poderosa facilidad.
Las relaciones basadas en el ámbito digital culminan para el autor en una inmediatez relacional, no
basada en vínculos sino en la utilidad.

¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS DE PAREJAS DE MUJERES Y HOMBRES?

También se hace alusión al modelo consumista como paradigma para entender el amor líquido y el
resto de relaciones de este tipo que mercantilizaron al ser humano.

¿Es el amor líquido producto de la posmodernidad o ya existía antes de la era digital?

En relación a la definición de amor líquido, las principales críticas se encuentran vinculadas, por un
lado, a la perspectiva de estudios de género, por otro, a que se considera un ensayo que solo
recoge conceptos ya utilizados previamente pero que no proporcionan una realidad global.qué es
el amor líquido

En el caso de los estudios de género se excluye la diferenciación entre mujeres y hombres a la hora
de entender las relaciones humanas. Esto es debido a que hasta hace apenas unas pocas décadas -
y en según que países- las mujeres estaban subordinadas económicamente al hombre, siendo
dependientes de él a un nivel vital, por lo que el amor líquido solamente es posible en la sociedad
actual ya que requiere de una independencia personal.

Esto propone una serie de interrogantes con respecto al amor líquido; ¿El autor se refiere al amor
líquido debido a que la liberación de la mujer lo ha propiciado? ¿No existía anteriormente el amor
líquido pero la dependencia de la mujer con respecto al hombre lo impedía y, en su lugar, se
creaban relaciones de subordinación de la mujer al hombre?

Sea como fuere, el amor líquido del que habla Bauman se vincula a una consecuencia del
hedonismo. Bauman se refiere, además, al amor pasado como con valores más firmes y menos
volubles a pesar de que, hasta hace muy poco, esos motivos p ara estar en pareja o tener
relaciones se basaban principalmente en la utilidad o codependencia. Se trata de un interesante
planteamiento que merece la pena analizar en profundidad. ¿Tu qué opinas?

5 SEÑALES PARA SABER SI ESTÁS VIVIENDO UN “AMOR LÍQUIDO”

¿Pero por qué asusta tanto hoy en día la idea de una relación estable?

“Nos atrae la estabilidad, la idea del ‘y vivieron felices para siempre', pero no estamos preparados
para conseguir lo que queremos y, cuando llega la estabilidad, hacemos todo lo posible por
destruirla o huimos. En nuestro desarrollo psicoafectivo desde la infancia, las circunstancias nos
llevan a adaptarnos a la inestabilidad y, paradójicamente, llegamos al punto de sentirnos más
cómodos en relaciones turbulentas, precarias y a corto plazo que en una unión estable en pareja.
No estamos acostumbrados a la calma, la paciencia y la construcción de una relación duradera. No
se trata de ser impacientes o apáticos en el amor, sino de mero aprendizaje. A amar se aprende y
también se aprende a crear vínculos. Una comunicación serena y tranquila, la apertura a los
demás, la capacidad de enfrentarse sin querer ponerse por encima del otro, son habilidades que
se adquieren con la experiencia y, sobre todo, son habilidades que se desarrollan cuando existe un
claro sentido de la identidad personal de base. A menudo se oyen frases como “ya no existen los
valores de antes”. En realidad, no se trata de una crisis de valores, sino de una crisis de identidad a
causa de la cual el ser humano, al no conseguir autoafirmarse, intenta definirse con lo que es
externo a él, desencadenando peligrosos círculos viciosos y renunciando a la capacidad de amar".

De hecho, a menudo el amor líquido acaba adquiriendo las connotaciones de lo que se puede
considerar una auténtica dependencia emocional. “Precisamente porque en la base falta un
sentido sano de la identidad individual y la persona intenta definirse a través del otro”, explica la
psicóloga.
La falta de empatía también puede ser un obstáculo importante a la hora de crear un vínculo
estable que permita mirar hacia delante.

Y si hasta hace poco se pensaba que la incapacidad para comprometerse en una relación estable
era una prerrogativa mayoritariamente masculina, ahora sabemos que el amor líquido no conoce
diferencias de género.

“Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, confirma la doctora Sepe. ”No hay diferencias de
género, aunque las estadísticas muestren ciertas tendencias. Las mujeres parecen más proclives a
crear vínculos estables por una búsqueda más acentuada de aprobación e intimidad. Numerosos
estudios han demostrado que la búsqueda de aprobación e intimidad puede ser un factor de
estrés muy fuerte en el género femenino".

LAS 5 SEÑALES:

1- ES UNA RELACIÓN INTENSA PERO NO PROFUNDA

A menudo, el amor líquido parece quedarse estancado en las fases iniciales de una relación, más
intensas pero menos profundas. “Estas fases se caracterizan por el descubrimiento, el
enamoramiento, el entusiasmo y el pálpito de las primeras veces”, explica la psicóloga. “Para
alcanzar la estabilidad en pareja hay que evolucionar: el deseo de experimentar nuevas
situaciones debería desaparecer, transformándose en la búsqueda de una forma de compartir más
profunda y madura. Cuando no se produce esta evolución, la posibilidad de considerarse una
pareja asusta”.

2- A MENUDO UNO SE SIENTE CONFUNDIDO Y DESORIENTADO

“La intensidad efímera de este amor líquido convierte la relación de pareja en una montaña rusa
emocional", subraya la experta. “Algunos días la relación nos hace sentir en el paraíso y otros en el
infierno. Entonces volvemos al tema de la inestabilidad. Las relaciones líquidas son confusas y
quienes las viven esperando que se conviertan en un vínculo de verdad, a menudo terminan
sintiéndose confundidos y desorientados”.

3- SE VIVE UNA RELACIÓN QUE DURA AÑOS PERO NO EVOLUCIONA

“Cuando en el conflicto entre no querer estar solo y el deseo de libertad vence el miedo a la
soledad, el amor líquido se transforma en una relación estancada que puede durar años”, explica
la doctora Sepe. “En este caso, la pareja está condenada a la infelicidad. Me refiero a una relación
estacanda porque no hay ninguna perspectiva de crecimiento, falta un auténtico aprecio mutuo. El
amor verdadero es el que se elige cada día, no es la pareja que permanece junta por inercia
porque un día se juntaron por casualidad”.
4- UNO SE PROYECTA ÚNICAMENTE EN EL UNIVERSO DEL OTRO

“Cuando conocemos a alguien y empezamos a salir no paramos de pensar en el mundo del otro,
subraya la psicóloga. ”Imaginamos diversos escenarios, pensamos en lo que nos hemos dicho,
intentamos incluso pensar en lo que está pensando el otro. Hacemos un esfuerzo tremendo que
nos aleja de nuestras emociones. Los pensamientos pueden hacer mucho ruido y para entender
qué tipo de relación estamos viviendo necesitamos silencio, calma".

5- NO SE CONSIGUE REFLEXIONAR SOBRE LAS PROPIAS EMOCIONES

Centrarse únicamente en la otra persona a menudo nos impide pensar en nuestro propio estado
de ánimo. “Debemos concentrarnos en nuestras emociones y entender cómo nos hace sentir la
otra persona", concluye la doctora Sepe. "¿Nos hace sentir protegidos? ¿Seguros? ¿Respetados?
¿Apreciados? ¿O nos hace sentir utilizados? ¿Menospreciados? ¿Existe una perspectiva
compartida como pareja o hay dos visiones inconexas? Como explico en mi libro Riscrivi le Pagine
della Tua Vita (Reescribe las páginas de tu vida), las emociones pueden ser una brújula poderosa,
siempre dispuesta a mostrarnos la dirección correcta que debemos tomar tanto en el terreno
sentimental como en nuestra trayectoria individual. Solo tenemos que aprender a aceptarlas para
entendernos a nosotros mismos en profundidad”.

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