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Observar simplemente las actividades cotidianas que realiza y tomar nota de aquéllas que lleva a
cabo más a menudo.
(4) cuyo consumo no requiera mucho tiempo (si para consumir el premio empleamos media hora,
reducimos el tiempo de entrenamiento).
NOTA: Emplear tantos reforzadores como sea factible, y cuando sea apropiado, usar una bandeja
o un menú de reforzadores
c. Describir la conducta deseada a la persona al otorgarle el reforzador (decirle por ejemplo: «has
ordenado muy bien tu habitación»).
d. Usar muchos elogios y contacto físico (si es apropiado y si son gratificantes para los implicados)
cuando se entreguen los reforzadores. No obstante, para evitar la saciedad, hay que variar los
comentarios positivos aplicados como reforzadores sociales. No conviene decir siempre «¡bien!»
(Otras frases de este tipo son «muy bien hecho», «esto está genial», «súper», «¡tremendo!»).
Para juzgar con precisión la eficacia del reforzador, es importante mantener un registro de la
frecuencia de la conducta antes del programa.
a. Si durante varios intentos, aproximadamente una docena, la conducta mantiene una tasa
deseable, se puede intentar eliminar gradualmente los reforzadores tangibles (como golosinas o
juguetes) y mantener la conducta con reforzadores sociales.
b. Buscar otros reforzadores naturales en el entorno que mantengan la conducta una vez que se
ha conseguido aumentar su frecuencia.
Fijo o variable
Tanto los programas de razón como los de intervalo pueden ser de tipo fijo o variable. Un
programa de razón fija otorga el premio cada X repeticiones de la conducta (por ejemplo, cada tres
veces que te cepilles los dientes, obtienes una pegatina). Y, en el de razón variable, el reforzador
aparece tras varias repeticiones, pero no se especifica cuántas (a veces cada dos, a veces cada
cinco…).
Del mismo modo, sería un programa de intervalo fijo si el premio se obtiene siempre tras el mismo
espacio de tiempo. Por ejemplo, si a un niño no le gusta leer, cada 10 minutos de lectura obtiene
un punto que luego podrá intercambiar por premios. Por el contrario, si el tiempo del intervalo no
está especificado, será variable (el niño está estudiando y pasamos a animarlo de vez en cuando, a
veces cada 15 minutos, otras cada 25…).