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Tener
claridad
de
la
técnica
utilizada
y
las
conclusiones
posibles
de
sostener
en
dicha
técnica
es
fundamental
para
no
perder
credibilidad
en
un
eventual
juicio
oral.
Los
límites
y
normas
de
la
ética
profesional,
corresponden
a
las
normas
básicas
de
ética
que
normalmente
siempre
se
deben
respetar,
como
el
secreto
profesional,
no
falsear
o
torcer
la
información,
entre
otros
aspectos
básicos.
La
Ley
por
supuesto
constituye
un
límite
en
el
actuar
del
perito.
Un
ejemplo
burdo
es
la
prohibición
de
entrar
en
la
casa
de
alguien
sin
su
autorización.
Ello
sería
un
delito.
Pero
además
tenemos
linderos
más
borrosos,
como
lo
que
sucede
con
el
deber
de
denunciar.
¿Se
debe
denunciar
un
delito
que
narra
un
entrevistado
en
el
contexto
de
un
peritaje,
aunque
dicho
delito
no
diga
relación
con
el
caso
en
concreto?
Los
Derechos
Humanos
configuran
un
marco
que
atraviesa
todo
el
proceso
del
peritaje
social,
convirtiéndose
en
guía,
en
tanto
el
material
de
fondo
de
su
“intervención
social
fundada”.
Así,
cuando
un
perito
social
realiza
su
trabajo
por
encargo
de
un
defensor,
debe
estar
consciente
de
que
lo
que
está
en
juego
es
el
derecho
a
la
defensa,
garantía
fundamental
del
debido
proceso,
y
sin
que
ello
afecte
su
objetividad
como
perito,
debe
proceder
en
el
estricto
margen
dado
por
la
solicitud
del
defensor,
pues
salirse
de
ese
margen
es
en
definitiva
vulnerar
el
derecho
a
la
defensa
de
forma
ilegítima.
Además,
tanto
las
técnicas
utilizadas
como
cualquier
tipo
de
intervenciones
realizadas
en
el
desarrollo
del
peritaje
deben
adecuarse
al
respeto
a
los
derechos
humanos,
la
ley
y
la
ética,
además
de
las
reglas
de
la
pericia
social
encargada,
manteniendo
su
objetividad
dentro
de
dicho
margen.
Salirse
de
éste,
implica
debilitar
las
herramientas
del
fiscal
para
justificar
su
acusación,
establecer
los
medios
adecuados
para
continuar
su
investigación,
en
definitiva,
entorpece
la
persecución
de
los
delitos,
en
perjuicio
directo
de
la
víctima
y
de
la
investigación.
El
peritaje
debe
centrase
fundamentalmente
en
los
derechos
humanos
vulnerados:
integridad
o
indemnidad
sexual,
según
sea
el
caso,
integridad
física,
psicológica,
derechos
sociales,
la
dignidad,
el
interés
superior
del
niño.
En
materia
de
Familia,
el
peritaje
solicitado
por
el
juez
o
jueza
de
familia
debe
centrarse
en
los
derechos
vulnerados,
no
en
las
necesidades
no
cubiertas.
La
mirada
tutelar
sólo
tiene
cabida
en
lo
relativo
a
los
derechos
y
la
autonomía
de
los
niños
y
niñas,
en
el
sentido
de
que
sólo
debe
protegerse
la
capacidad
progresiva
de
auto-‐determinarse
de
los
niños,
niñas
y
adolescentes.
En
este
contexto,
se
deben
examinar
qué
derechos
humanos
han
sido
vulnerados,
y
recomendar
por
ende
las
formas
más
adecuadas
de
dar
efectivo
goce
a
estos
derechos
(Henríquez,
2008).
Los
Trabajadores
Sociales
se
rigen
por
un
marco
normativo
propio
de
la
disciplina,
que
garantiza
la
independencia
y
la
credibilidad.
El
trabajador
social
fundamenta
su
acción
en
los
principios,
conocimientos
y
metodologías
propios
de
la
profesión.
De
ahí
surge
un
cuerpo
de
principios
relacionados
con
el
conocimiento.
Se
ejerce
la
profesión
dentro
del
marco
de
competencias
propias,
de
conocimientos
y
metodologías
validadas
y
reconocidas
por
las
profesiones.
En
segundo
lugar
el
trabajador
social
no
debe
ejercer
en
áreas
para
las
cuales
no
está
preparado/a.
El
Código
Deontológico,
establece
un
compromiso
con
los
principios
de
la
justicia
social,
por
lo
que
la
omisión
de
ciertos
datos,
o
el
reforzamiento
excesivo
de
datos,
contradicen
los
principios
de
la
profesión.
En
la
posición
como
peritos
se
debe
dar
cumplimiento
a
los
principios
rectores
que
establece
la
norma
de
Protección
de
Datos
de
Carácter
Personal.
Respetar
lo
que
se
firma
como
juramento
o
promesa,
es
decir
la
imparcialidad
en
la
información
que
se
genera
(Hernández,
2003)
Los
códigos
de
ética
establecen
reglas
amplias
de
conducta
y
ejercen
funciones
particulares
para
las
profesiones:
1.
Proveer
guía
para
la
conducta
profesional
y
la
toma
de
decisiones.
2.
Legitimar
la
profesión
a
los
ojos
de
la
sociedad.
3.
Establecer
reglas
que
sirvan
para
comparar
la
conducta
del
profesional
ya
sea
para
reconocer
su
conducta
dentro
de
dicho
código
o
para
castigar
o
disciplinarlo
cuando
actúa
fuera
del
mismo.
4.
Establece
la
ideología
o
creencias
de
la
profesión,
definiendo
lo
que
está
bien.
Los
trabajadores
sociales
deben
fundamentar
su
práctica
en
conocimiento
reconocido
y
relevante
al
trabajo
social
y
deben
examinar
críticamente
y
mantenerse
al
día
en
conocimiento
emergente
relevante
a
la
profesión.
Tener
claro
cuál
es
el
rol
en
el
proceso
es
importante.
¿Cuál
es
mi
rol,
soy
evaluador
neutral
o
estoy
para
abogar
por
los
derechos
de
mi
cliente?
¿Observo
o
aconsejo?
¿Soy
apoyo
o
evaluador
neutral?
Qué
pasa
cuando
mis
valores
entran
en
conflicto
con
los
de
mi
cliente?
Es
responsabilidad
principal
del
trabajador
social
tener
conciencia
de
su
propia
formación
personal
y
como
puede
estar
incidiendo
en
la
toma
de
decisiones
profesionales.
En
lo
profesional
afecta
la
función
de
un
perito
el
reconocimiento
de
la
profesión
en
la
comunidad.
Hay
que
ser
muy
asertivo/a
cuando
por
desconocimiento
se
le
resta
importancia
a
un
informe
pericial
o
se
desconocen
funciones
y
conocimientos
propios
de
la
profesión.
Mientras
más
fuerte
sea
el
Colegio
de
Trabajadores
Sociales
mejor
ambiente
hay
para
el
ejercicio
del
peritaje.
Por
eso
es
importante
participar,
dar
a
conocer
la
profesión.
Se
genera
un
contexto
de
aceptación
de
las
intervenciones
que
facilitan
las
funciones
del
perito
en
el
equipo
de
trabajo
con
otros
profesionales.
Se
genera
el
contexto
de
confianza
y
credibilidad
hacia
la
labor
del
perito
y
sus
posibilidades
de
ser
de
ayuda
en
el
proceso.
Igualmente
en
este
nivel
tienen
gran
responsabilidad
las
universidades
que
diseñan
currículos
fuertes
y
con
reconocimiento
y
acreditación
adecuada.
Finalmente
es
importante
en
la
formación
de
la
ética
profesional
la
formación
académica
y
la
educación
continua.
Esto
trae
de
relieve
que
la
profesión
no
es
estática.
Es
una
formación
dinámica
que
cambia
según
cambia
la
sociedad
en
sus
conocimientos
y
tecnologías
y
requiere
de
un
proceso
de
4.-‐
Las
personas
designadas
como
peritos,
deben
tener
conocimientos
especiales
(científicos,
técnicos
o
prácticos),
puesto
que
por
su
esencia
misma,
la
experticia
trata
de
suplir
la
deficiencia
del
juez
en
cuanto
a
dichos
conocimientos.
5.-‐
La
prueba
de
informe
es
aquel
medio
probatorio
de
tipo
documental
que
consiste
en
la
aportación
por
escrito
al
proceso,
previa
petición
de
las
partes,
en
relación
con
determinados
hechos
que
son
objeto
de
prueba
en
el
pleito
(Avila,2008)
2.-‐
Los
Peritos
Judiciales
en
los
Juzgados
de
Familia.
La
Ley
de
Tribunales
de
Familia
en
su
Título
III,
Párrafo
Tercero
establece
disposiciones
generales
acerca
de
la
prueba.
Libertad
de
Prueba.
La
Libertad
de
prueba
está
contenida
en
el
Artículo
28,
que
establece
que
todos
los
hechos
que
resulten
pertinentes
para
la
adecuada
resolución
del
conflicto
familiar
sometido
al
conocimiento
del
juez
podrán
ser
probados
por
cualquier
medio
producido
en
conformidad
a
la
ley.
Procedencia
de
la
Prueba
Pericial.
El
Artículo
45
establece
la
procedencia
de
la
prueba
pericial.
Las
partes
podrán
recabar
informes
elaborados
por
peritos
de
su
confianza
y
solicitar
que
éstos
sean
citados
a
declarar
a
la
audiencia
de
juicio,
acompañando
los
antecedentes
que
acreditaren
la
idoneidad
profesional
del
perito.
Procederá
la
prueba
pericial
en
los
casos
determinados
por
la
ley
y
siempre
que,
para
apreciar
algún
hecho
o
circunstancia
relevante
para
la
causa,
fueren
necesarios
o
convenientes
conocimientos
especiales
de
una
ciencia,
arte
u
oficio.
Los
informes
deberán
emitirse
con
objetividad,
ateniéndose
a
los
principios
de
la
ciencia
o
a
las
reglas
del
arte
u
oficio
que
profesare
el
perito.
Asimismo,
el
juez,
de
oficio
o
a
petición
de
parte,
podrá
solicitar
la
elaboración
de
un
informe
de
peritos
a
algún
órgano
público
u
organismo
acreditado
ante
el
Servicio
Nacional
de
Menores
que
reciba
aportes
del
Estado,
cuando
lo
estime
indispensable
para
la
adecuada
resolución
del
conflicto.
Contenido
del
Informe
de
Peritos.
El
Artículo
46
establece
que
el
informe
elaborado
por
el
perito
debe
ser
entregado
por
escrito,
con
la
finalidad
de
ponerlo
en
conocimiento
de
la
parte
contraria.
Tratándose
de
la
prueba
pericial
decretada
por
el
juez,
de
conformidad
con
lo
dispuesto
en
el
inciso
final
del
artículo
anterior,
el
informe
deberá
entregarse
con,
a
lo
menos,
tres
días
de
anticipación
a
la
audiencia
de
juicio.
Será
aplicable
a
los
informes
periciales
lo
dispuesto
en
el
artículo
315
del
Código
Procesal
Penal.
Dicho
informe
escrito
deberá
contener:
a)
La
descripción
de
la
persona,
hecho
o
cosa
que
fuere
objeto
de
él,
del
estado
y
modo
en
que
se
halla-‐
re;
b)
La
relación
circunstanciada
de
todos
los
procedimientos
practicados
y
su
resultado,
y
c)
Las
conclusiones
que,
en
vista
de
tales
datos,
formularen
los
peritos
conforme
a
los
principios
de
su
ciencia
o
reglas
de
su
arte
u
oficio.
Admisibilidad
de
la
prueba
pericial
y
remuneración
de
los
peritos.
El
artículo
47
de
la
Ley,
indica
que,
El
juez
admitirá
la
prueba
pericial
cuando,
además
de
los
requisitos
genera-‐
les
para
la
admisibilidad
de
las
solicitudes
de
prueba,
considerare
que
los
peritos
otorgan
suficientes
garantías
de
seriedad
y
profesionalismo.
Con
todo,
el
Tribunal
podrá
limitar
el
número
de
peritos,
cuando
resultaren
excesivos
o
pudieren
entorpecer
la
realización
del
juicio.
Improcedencia
de
inhabilitación
de
los
peritos.
Los
Peritos
no
podrán
ser
inhabilitados.
No
obstante,
durante
la
audiencia
podrán
dirigírseles
preguntas
orientadas
a
determinar
su
objetividad
e
idoneidad,
así
como
el
rigor
técnico
o
científico
de
sus
conclusiones.
Las
partes
o
el
juez
podrán
requerir
al
perito
información
acerca
de
su
remuneración
y
la
adecuación
de
ésta
a
los
montos
usuales
para
el
tipo
de
trabajo
realizado.
Declaración
de
los
Peritos.
La
declaración
de
los
peritos
en
la
audiencia
se
regirá
por
las
normas
establecidas
para
los
testigos,
con
las
modificaciones
que
expresamente
se
señalan
en
el
acápite
siguiente
(Artículo
49).
Si
el
perito
se
negare
a
prestar
declaración,
se
le
aplicará
lo
dispuesto
para
los
testigos
en
el
artículo
34.
Este
artículo
establece
que
si
el
testigo
legalmente
citado
no
compareciere
sin
justa
causa,
se
procederá
a
apercibirlo
con
arresto
por
falta
de
comparecencia.
Además,
podrá
imponérsele
el
pago
de
las
costas
provocadas
por
su
inasistencia.
El
testigo
que
se
negare
a
declarar,
sin
justa
causa,
será
sancionado
con
las
penas
que
establece
el
inciso
segundo
del
artículo
240
del
Código
de
Procedimiento
Civil.
Excepcionalmente,
el
juez
podrá,
con
acuerdo
de
las
partes,
eximir
al
perito
de
la
obligación
de
concurrir
a
prestar
declaración,
admitiendo
en
dicho
caso
el
informe
pericial
como
prueba.
Valoración
de
la
Prueba.
Al
igual
que
en
el
sistema
penal,
la
Ley
de
Tribunales
de
Familia
establece
en
su
Artículo
32
que
la
valoración
de
la
prueba
será
realizada
por
los
jueces
de
acuerdo
a
las
reglas
de
la
sana
crítica.
En
consecuencia,
no
podrán
contradecir
los
principios
de
la
lógica,
las
máximas
de
la
experiencia
y
los
conocimientos
científicamente
afianzados.
La
sentencia
deberá
hacerse
cargo
en
su
fundamentación
de
toda
la
prueba
rendida,
incluso
de
aquella
que
hubiere
desestimado,
indicando
en
tal
caso
las
razones
tenidas
en
cuenta
para
hacerlo.
La
valoración
de
la
prueba
en
la
sentencia
requerirá
el
señalamiento
de
los
medios
de
prueba
mediante
los
cuales
se
dieren
por
acreditados
cada
uno
de
los
hechos,
de
modo
de
contener
el
razonamiento
utilizado
para
alcanzar
las
conclusiones
a
que
llegare
la
sentencia.
Procederá
el
informe
de
peritos
en
los
casos
determinados
por
la
ley
y
siempre
que
para
apreciar
algún
hecho
o
circunstancia
relevante
para
la
causa
fueren
necesarios
o
convenientes
conocimientos
especiales
de
una
ciencia,
arte
u
oficio”.
Contenido
del
informe
Pericial.
El
contenido
del
informe
pericial
está
contemplado
en
el
Artículo
315
del
Código
de
Procedimiento
Penal:
a)
La
descripción
de
la
persona
o
cosa
que
fuere
objeto
de
él,
del
estado
y
modo
en
que
se
hallare.
b)
La
relación
circunstanciada
de
todas
las
operaciones
practicadas
y
su
resultado,
y
c)
Las
conclusiones
que,
en
vista
de
tales
datos,
formularen
los
peritos
conforme
a
los
principios
de
su
ciencia
o
reglas
de
su
arte
u
oficio.
El
Artículo
297
del
nuevo
Código
Procesal
Penal
exige
que
las
sentencias
dictadas
en
los
juicios
orales
se
fundamenten
detalladamente:
“La
sentencia
deberá
hacerse
cargo
en
su
fundamentación
de
toda
la
prueba
rendida,
incluso
de
aquella
que
hubiere
desestimado,
indicando
en
tal
caso
las
razones
tenidas
en
cuenta
para
hacerlo.
La
valoración
de
la
prueba
en
la
sentencia
requerirá
el
señalamiento
de
los
medios
de
prueba
mediante
los
cuales
se
dieren
por
acreditados
cada
uno
de
los
hechos,
de
modo
de
contener
el
razonamiento
utilizado
para
alcanzar
las
conclusiones
a
que
llegare
la
sentencia”.
En
armonía
con
este
artículo,
el
artículo
342,
denominado
“Contenido
de
la
sentencia”,
expresa
que:
“la
sentencia
definitiva
contendrá:
c)
La
exposición
clara,
lógica
y
completa
de
cada
uno
de
los
hechos
y
circunstancias
que
se
dieren
por
probados,
fueren
ellos
favorables
o
desfavorables
al
acusado,
y
de
la
valoración
de
los
medios
de
prueba
que
fundamentaren
dichas
conclusiones
de
acuerdo
con
lo
dispuesto
en
el
artículo
297”.