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Edwin Alfredo Cáceres Gutiérrez

ENSAYO SOBRE SENSUS FIFEI EN LA VIDA DE LA IGLESIA

Actualmente muchos han oído hablar de los cambios estructurales y de nuevos aires que han llegado
a la Iglesia desde que el Papa Francisco fue electo a su cargo como vicario de Cristo y La importancia
del Sensus Fidei no es la excepción ya que tal documento ha sido de mucha importancia en la vida de
la Iglesia y ésta fue fuertemente arraigada por el Concilio Vaticano II dando una participación activa a
los bautizados participando en las tres funciones de Cristo, profeta, sacerdote y rey, tomando en cuenta
que la Iglesia cumple su función profética no sólo a través de la jerarquía, sino también a través de los
laicos. Para ello será de utilidad analizar el Sensus Fidei Fidelis donde se profundizará la capacidad
personal de todo creyente para hacer un discernimiento adecuado de la verdad en la fe y además se
determinará el Sensus Fidelum es necesario para llegar a la verdad de la fe trasmitida por los apóstoles
hasta nuestros tiempos.

Partamos que el sentido de la fe Fidelis es una especie de instinto espiritual que capacita al creyente
para decidir de forma espontánea si esta enseñanza en particular o que la práctica en particular es o no
es coherente con el Evangelio y la fe apostólica. Y esto no se puede lograr si una hay una conciencia
y razón recta y esto podrá realizarse cuando una persona ejercita las virtudes, lo mismo pasa con una
persona que practica la fe se inclinará también a dar su asentimiento a lo que es adecuado a la verdadera
fe, y no al resto; En consecuencia, reaccionan espontáneamente en relación a esta naturaleza divina
participada, a la forma en que los seres vivos instintivamente reaccionan a lo que se adapte a su
naturaleza o no.

No debemos de perder de vista que hay manifestaciones del Sensus Fidei en la vida personal de los
creyentes y que debemos de abordarla para que realmente entendamos y llevemos a la práctica tal
conocimiento. Y para ello se debe de discernir si dicha instrucción es específica o si dicha práctica que
se le presenta en la Iglesia tiene congruencia o no con fe por la cual vive en la comunión de la Iglesia.
Además, mediante esta manifestación, el creyente puede distinguir entre la predicación que es esencial
para la auténtica fe. Y que cosas no son esenciales.. También el creyente puede distinguir y reconocer
una predicación que mezcla indebidamente la fe cristiana con decisiones políticas partidistas. Sabe
reconocer la verdad del evangelio separando los elementos que no tienen que ver con la fe cristiana
que se profersa. Pero cabe hacerse la pregunta. ¿Será posible que el creyente pueda hacer un buen
ejercicio del Sensus Fidei Fidelis en la vida practica? Pues la respuesta es compleja pero siempre debe
iluminarse desde el evangelio. Por consiguiente el creyente debe de capaz de percibir, en los nuevos
Edwin Alfredo Cáceres Gutiérrez

contextos históricos y culturales, lo que puede ser el medio más apropiado de un auténtico testimonio
de la la verdad de Jesucristo, y, además, conformarse a Sus actos.

Sensus Fidelum

Ahora debemos analizar que el creyente individual no vive una fe aislada, sino que está íntimamente
unidad a la fe de la Iglesia. . quizás aquí encontraríamos la respuesta para ejercitar el Sensus Fidei
Fidelis. El Concilio enseñó claramente que los fieles no son sólo los receptores pasivos de lo que la
jerarquía enseña y los teólogos explican; son, por el contrario, sujetos vivos y activos en el seno de la
Iglesia. Todos formamos conjuntamente la fe. Por tanto, la reflexión de los teólogos y el juicio del
magisterio de los obispos se basaba en la experiencia cristiana ya iluminada por las intuiciones fieles
de los laicos. Los bautizados no pueden ser pasivos. Ellos recibieron el Espíritu y, como miembros
del cuerpo del Señor, están dotados de dones y carismas "útiles para la renovación y desarrollo de la
Iglesia pero que no puede ser separada del Magisterio y es el magisterio de "los que con la sucesión
episcopal recibió cierto carisma de la verdad es un ministerio de la verdad ejercido en y para la Iglesia,
todos los cuales han recibido la unción del Espíritu. Ambos deben no pueden separarse.

El Sensus Fidei y la teología

La teología, por lo tanto, tiene una relación doble con el sensus fidelium. Por lo tanto los teólogos
dependen del sensus fidei, porque la fe que estudian y explican vive en el pueblo de Dios, es decir que
hay ciertos límites de la enseñanza del Iglesia se hace, ya que esta tradición incluye "todo lo que es
ella misma, todo lo que cree. Es por eso que los teólogos deben de ayudar a explicar desde todos los
elementos que enseña el Misterio y el contenido del Sesus Fidelium y con ello poder iluminar y ayudar
a discernir cuestiones que muchas veces son mal entendidas sobre lo que actualmente enfrenta la
Iglesia.

En conclusión, el sensus Fidei si bien en cierto parte desde la fe individual de cada creyente de aceptar
de una forma natural lo que es correcto en la enseñanza de la Iglesia este no puede tomarse de forma
aislada, sino que debe de tener congruencia con el Sensus fidelium es decir, su participación activa
debe de ir acorde a la Iglesia y a la enseñanza del magisterio de la Iglesia y en cuestiones que no puede
entender entrará a jugar un papel fundamental los teólogos quienes iluminaran la realidad actual donde
el mensaje de salvación debe de permanecer firme hasta el fin de los tiempos.

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