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Carlos R. Hernández
I. Introducción
1
Adolfo P. Carpio, Principios de Filosofía, Ed. Paidós, c. 1, 1, p. 36.
2
San Anselmo de Canterbury, Proslogion, Ed. Biblioteca de Iniciación Filosófica, c. XII, p. 54.
Como Dios posee su existencia o esse de modo pleno e ilimitado Dios es su
sabiduría y es la sabiduría, Dios es su poder y es el poder, así con cada uno de los
atributos que predicamos de Dios. Ahora bien, que se diga que Dios es el poder es
la sabiduría, de ahí no se sigue que Dios sea todo el poder ni toda la sabiduría, eso
sería malinterpretar de manera fundamental dicha doctrina. Como Joe desarrolla
sus críticas dentro del marco tomista, no veo la necesidad —dado el caso— de
demostrar por lo menos la DSD, pues es la base de la cual Joe partirá para hacer
sus críticas.
1) La individuación es autoexplicativa.
3
Joseph C. Schmid, Naturalism, classical theism and first causes, p. 7.
Y según lo explicado por Joe, para que el PII sea verdadero hay que falsear o
descartar las dos posibilidades. Si se descarta 1 entonces habrá que explicar por
qué no es autoexplicativa y habrá que explicar por qué —tal como advierte Joe— no
se cae en una regresión infinita en las explicaciones. Y si se quiere apelar a que no
existe tal regresión, entonces habrá que explicar por qué no es un hecho bruto la
individuación de X, Y, o la de cualquier ser. Pero si se niega 2 entonces
necesariamente hay que aportar una explicación —razón suficiente— sobre la
individuación en los seres.
Se hace evidente que la negación de 1 y 2 conlleva a grandes absurdos y
problemas para los proponentes del PII, al negarse las dos alternativas entonces los
rasgos que poseen tanto X como Y, deben estar individuados para que pueda
afirmarse que dichos rasgos pertenecen a X e Y, i.e., si X posee el rasgo de la
abstracción e Y no, entonces ¿en virtud de qué se individua el rasgo de la
abstracción que posee X? Pero nuevamente, tal como advierte Joe, se puede
preguntar sobre qué individua a esos rasgos en una cadena extensa de
explicaciones sin encontrar una respuesta satisfactoria sobre la individuación de X e
Y. Por lo tanto, por cuestión de mantener la racionalidad se debe aceptar la
alternativa 1 y entonces, por consecuencia sucede esto: se da paso a que no sea
metafísicamente absurdo el decir que dos seres poseen absolutamente los mismos
rasgos y características, y que no necesariamente son idénticos, la razón de ello
está en que no es un absurdo afirmar que la individuación de uno con respecto a
otro se explica a sí misma y no se explica por un rasgo diferenciador, es
básicamente lo que se defiende, la individuación es por a si misma, ahorrando la
necesidad de extender innecesariamente la cadena explicativa.
Por último, Joe dice que hay buenos candidatos para establecer la individuación en
los seres de esse puro, “consideremos, en primer lugar, que la mayoría de los
teístas clásicos tomistas piensan que ser esse puro es compatible con ser trinitario,
es decir, con existir como tres personas. Pero si eso es así, seguramente ser puro
esse también es compatible con ser (digamos) unitario, es decir, existir como una
sola persona” (p. 7). Ciertamente a prima facie parece ser cierto, si se dice
hipotéticamente, al menos como una posibilidad lógica, que pueden existir dos seres
de esse puro que se diferencian por las cantidades de las personas divinas, pues
parece plausible. Ya sea que exista un Dios con una persona, dos, tres o 4, siendo
esse puro. Y esto claramente afecta de lleno a la DSD al demostrar —al menos a
prima facie— que pueden existir más de un ser de esse puro que realmente sean
diferentes uno del otro.
4
Paulo Faitanin, El Individuo en Santo Tomás de Aquino, 1, pp. 13-14.
5
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I, q. 16, a. 1, r.
ontología determinada, porque sino no estaría estudiando nada y sería meramente
ilusorio o vacío. Ese es el gran absurdo.
Siguiendo con el valor de verdad de la noción del hecho bruto, simplemente me
parece enormemente risible tal noción, si la misión de la filosofía es dar respuesta
satisfactoria a los problemas más fundamentales ¿qué es satisfactorio tiene decir
este suceso es completamente inexplicable en cuanto tal? Obviamente, no tiene
nada de satisfactorio y racional. Si se dice que: Dios es un hecho bruto o Dios es
algo primitivo, si quiere transmitir que es imposible conocer a Dios en cuanto tal, en
cuanto lo que es, pero entonces la Teología Natural o Filosofía de la Religión se
derrumbaría por completo, no se podrían dar formulaciones básicas como decir veo
seres ontológicamente dependientes, ergo, ha de existir un ser que no dependa de
otro para existir. Más allá de si la proposición es verdadero no, es débil o sólida, es
un claro ejemplo de que el ser humano puede concebir la idea de Dios en cuanto
tal6 por ende puede acceder a Dios de una manera limitada. Lo mismo con las
mismas cuestiones ontológicas y sus derivaciones, de una manera u otra el ser
humano puede acceder a esas cuestiones ya sea de manera completa o
incompleta, pero lo importante es que puede acceder a esas cuestiones y no
simplemente decir que es inaccesible. Dado lo explicado, la noción de hecho bruto
no puede ni debe ser verdadera.
Sobre la primera alternativa, ¿es verdadera? Como el tema de la individuación es
complejo simplemente voy a dar explicaciones directas y concisas, puesto que
profundizar en esa cuestión es el más allá de los propósitos de esta respuesta.
Sobre este tópico Joe explica lo siguiente en la nota décimo tercera: “se podría
objetar: no es que estemos planteando dos rasgos, F y F*, donde x es F e y es F*,
que individúen a x de y; más bien, estamos diciendo simplemente que uno tiene un
rasgo del que el otro carece. Es decir, estamos diciendo simplemente que x es F,
mientras que y no es F. Y no hay nada primitivo o bruto en la individuación de (o
distinción entre) ser F y no ser F. [...] Pero si no hay nada primitivo o bruto en la
individuación de (o distinción entre) ser F y no ser F, entonces tampoco hay nada
primitivo o bruto en la individuación de (o distinción entre) ser x y no ser x. Y si no
hay nada primitivo o bruto en esto, entonces esto es seguramente todo lo que
necesitamos decir para explicar la distinción entre x e y. No es necesario apelar a
rasgos individuantes. En resumen: para evitar una regresión viciosa de rasgos cada
vez más individuantes, el defensor de la IO debe decir que la individuación de (o la
distinción entre) ser F y no ser F se explica por sí misma o es primitiva. Pero
entonces esto es precisamente lo que el oponente de la IO puede decir sobre la
individuación de primer orden de (o distinción entre) ser x y no ser x” (p. 17). Sobre
esto se puede dar al menos dos respuestas: un análisis a prima facie y un análisis a
profundidad. El primero vendría a explicar que la individuación en los entes se
explica por sí misma en tanto que aquello que compone sustancialmente a esos
6
Se podría objetar que estoy hablando a un argumento ontológico, pues hablo de que la idea de Dios
es concebida por la mente humana, tal objeción no podría estar más lejos de la realidad debido a que
la proposición ejemplificada parte de la observación no de la pura idea. De este modo la proposición
ejemplificada es a posteriori y no a priori.
entes vendría a ordenar la estructura de dichos entes, hasta el momento sostengo
que esto únicamente se puede aplicar a los entes hilemórficos y no a los entes que
son pura morphe. En los entes hilemóficos la individuación se explica a sí misma en
tanto que la materia que compone al ente es la razón por la cual ese ente posee
dicha materia, de la misma manera, la carne, huesos, sangre y demás son distintos
tipos de materia —segunda— con respecto al ser humano, por esto mismo
Oderberg afirma que: “es la materia la que divide la forma común, es decir, lo que
convierte lo comunicable en incomunicable, y lo que en unión con la forma da como
resultado lo que es ‘indistinto en sí mismo y distinto de los demás’”7. Por esto mismo
el principio Quantum Materia Signata reza que en cada ente hay una cantidad
indeterminada de materia, se sigue que no es la misma cantidad de materia la que
posee Sócrates a la que posee Aristóteles. Y que la individuación sea
autoexplicativa en los entes hilemórficos refiere a que la materia en tanto
componente invierto de la forma estructuraliza u ordena tanto sustancial como
accidentalmente al ente hilemófico, por eso Oderberg dice que es la materia la que
divide a la forma, en tanto que la materia ordena al ente material el cual es un
individuo, la materia vuelve incomunicable el ser particular de un ente hilemórfico,
por lo cual la materia en tanto componente vuelve único a ese ente. En palabras de:
“así que cuando decimos que la sustancia es el principio de su individuación por su
propia entidad, tenemos en cuenta el hecho de que cada sustancia material, siendo
un tal, es por lo tanto individual; pero no excluimos el hecho adicional de que cada
sustancia material tiene un componente, es decir, su materia, en virtud del cual es
un esto/tal. Los individuos pueden auto-individualizarse sin que esa
autoindividuación sea primitiva o incapaz de un análisis posterior, al igual que los
pianistas pueden, por definición, tocar el piano sin que su pianismo sea incapaz de
un análisis posterior”8. Una vez explicado el análisis a prima facie, procederé a
desarrollar un análisis a profundidad sobre la individuación en los entes hilemórficos,
cabe aclarar que la explicación es simplemente provisional, más no concluyente, por
lo cual está sujeta a ser falseada. Cómo se explico anteriormente, la materia tanto
componente individualiza al ente hilemófico, pero ¿qué individualiza a la materia en
tanto componente de la sustancia? Seguramente Joe objete que esto conllevaría
una regresión infinita o viciosa, a lo que respondo que no por la siguiente razón: se
dice que existen rasgos diferenciadores o individualizadores, lo que individua a la
materia en tanto componente es la misma forma sustancial porque es la forma
sustancial la que le otorga dicha actualidad a la materia para que ordene la
estructura sustancial del ente, a su vez la forma sustancial recibe la actualidad del
esse participado y en virtud de la esencia participada la forma será según la especie
o diferencia específica del ente al cual particularizará, pero como dije, esta
explicación es provisoria, ahora bien es evidente que la esencia participadas recibe
la actualidad del esse participado, a su vez el esse esse puro (Dios). Llegado a este
punto Joe puede objetar que la explicación es ineficiente dado que lo que se busca
7
David S. Oderberg, Real Essentialism, Ed. Routledge, c. 5, 5.4, p. 82.
8
David S. Oderberg, Real Essentialism, Ed. Routledge, c. 5, 5.4, p. 81.
son rasgos diferenciadores y no comunes como lo es en el caso de Dios, a lo que
respondo qué necesariamente se debe llegar a un rasgo común que diferencia a
todos los mencionados rasgos. Incluso la esencia participada unida al esse
participado son individualizados, como mí existencia y mí esencia incluyendo a
todos mis accidentes, son propios de mí sustancialidad y por ende son
incomunicables. Sócrates no puede dar su propia existencia a sus hijos, porque sino
Sócrates también existiría en sus hijos, entonces Sócrates el cual supuestamente es
uno existiría en el conocido Sócrates y en sus hijos, este escenario es imposible en
cualquier ente sea un ente hilemórfico o morphe pura. Por lo tanto, Joe tiene razón
si es que apela al análisis a prima facie sobre la individuación, los fragmentos
citados muestran que es así.
Ya explicado que para Joe es posible que existan varios entes que sean esse puro
que se diferencian en virtud de la cantidad de personas divinas, vale aclarar que la
siguiente objeción es falsa, la objeción dice así: “[...] parecería intolerablemente ad
hoc e inexplicable que el trinitarismo, pero no el unitarismo (o el binitarismo, o etc.),
fuera compatible con que Dios sea puro esse” (p. 8). Parecería que Joe desconoce
el objeto de estudio de la Teología Revelada o Teología Sagrada, se dice que Dios
es trinitario en cuanto lo que se interpreta de las Sagradas Escrituras, no es trabajo
de la teología natural decir si Dios es trinitario o no, como mucho puede decir si esa
noción es metafísicamente posible o imposible, por lo cual no sería ni ad hoc ni
inexplicable que el Dios trinitario sea el único Dios compatible con la DSD. Una vez
aclarado que si Dios es trinitario y es compatible con la Doctrina de la Simplicidad
Divina es trabajo de la Teología Revelada en tanto que nos dice si Dios es trinitario
unitario binitario, etc, cabe preguntarse sí es verdadera el ejemplo presentado por
Joe.
Como expliqué antes, Joe dice que se tiene a “[...] un claro candidato a rasgo
diferenciador entre los seres puramente actuales de esse puro: el número de
personas en que existen. En principio, un ser de puro esse podría ser unitario; otro
podría ser binario; otro podría ser trinitario; y así sucesivamente. No pretendo que
se trate de auténticas posibilidades metafísicas; lo que quiero decir es que falla el
argumento de que no puede haber en principio algo que diferencie a los seres de
puro esse” (p. 8). Considero que Joe acierta en términos de honestidad intelectual al
aclarar que no quiere postular verdaderas posibilidades metafísicas, pues sí quisiera
dar posibilidades metafísicas sobre si es posible que exista un ser unitario o
binitario, o con la cantidad de personas divinas que fuere, tendría que hacer
profundas interpretaciones exegéticas y es evidente que no es lo que quiere
demostrar. Pero como no se trata de posibilidades metafísicas o teológicas sino de
posibilidades lógicas, no puedo responder mucho, a lo sumo con el último desarrollo
la cuestión de postular como principio diferenciador o individual de los seres de puro
esse es tremendamente absurdo. Joe prosegue diciendo “[...] no está claro por qué
no puede haber dos cosas que sean idénticas a sus actos de existencia. Es de
suponer que cada una de ellas podría ser idéntica a sus respectivos actos de
existencia, que son diferentes entre sí. Estos actos de existencia, además, podrían
presumiblemente ser primitivamente distintos”, considero necesario aclarar que los
actos de existencia en primitivamente distintos se va a inexactitudes, en el sentido
de que si se predican que los actos existencia son primitivamente distintos entonces
son inexplicablemente distintos, pero si son inexplicablemente distintos, entonces es
epistemológicamente imposible predicar una diferencia real, por lo cual el rasgo
diferenciador de las personas divinas vendría a ser vacía o ilusoria lo cual
evidentemente no es nada concluyente ni racional para los fines demostrativos. Por
lo cual, descarto por falsedad que los actos de existencia de esos seres de esse
puro sean primitivamente distintos.
Ahora, ¿está claro por qué no pueden haber dos seres que sean puro esse? Desde
la base teórica de la DSD claro que está claro. El ser absolutamente simple posee
perfecciones puras trascendentales que se identifican entre sí y en el orden del esse
conforman una única realidad. Más allá del infundamentado criterio de
diferenciación propuesto por Joe, supóngase que existe dos seres de esse puro, A y
B, ahora bien como dice Santo Tomás de Aquino: “es necesario, pues, que se
distingan por algo que se añade a uno de ellos o a los dos. Pero, de este modo, uno
de ellos o los dos son compuestos. Ahora bien, ningún ser compuesto es
esencialmente necesario [...] Lo que constituye la diferencia de estos seres que
suponemos convienen en la necesidad de existir, o es imprescindible para completar
de alguna manera la existencia necesaria o no lo es”9. Supóngase que esa
diferenciación es un accidente, ahora hay que preguntarse, ese accidente ¿existe a
causa de la misma esencia necesaria o por algo externo a la esencia necesaria?
Según Santo Tomás: “si es la esencia, como la necesidad de existir es la propia
esencia, según se probó, la necesidad de existir será la causa de este accidente.
Pero se encuentra en los dos la necesidad de existir. Luego los dos tienen tal
accidente, y por consiguiente, no se distinguen por él” (c. XLII), lo dicho por el santo
tiene sentido pues sí el accidente “emerge” en virtud de la esencia necesaria, b
entonces necesariamente todo ser necesario tendrán ese accidente, pues ese
accidente vendría a ser necesario. Pero si se objeta que el accidente varía en cada
ser particular, se caería en el absurdo de que se predicaría género y especie a esos
seres necesarios, cuando justamente el género y la especie son propio de los seres
compuestos, no de lo que es absolutamente simple, si esos susodichos seres
absolutamente simples pertenecieran a un género y una especie, entonces en virtud
de su constitución sustancial (diferencia específica y característica común)
necesariamente serían causados, obviamente todo eso conlleva a que no sean
seres necesarios. Continúa el Santo: “si, por el contrario, la causa de este accidente
es otra cosa distinta de la esencia, a no ser que esta cosa exista, el accidente no
existe. Y si este accidente no existe, no se da tampoco dicha distinción. Luego, si
esta cosa no existe, los dos seres que se suponen con existencia necesaria no son
9
Santo Tomás de Aquino, Summa Contra Gentiles, I, c. XLII.
dos, sino uno” (c. XLII). Agrego que el condicional expuesto se cumple por la
sencilla razón de que si el accidente que constituye a un ser necesario es externo a
tal ser necesario, entonces tal causa del accidente y el accidente mismo no existen,
debido a qué es su afirmación conlleva al absurdo de aceptar que un ser necesario
tiene una causa externa la cual es fundamental porque es esa causa la que
individúa o diferencia a ese ser necesario del otro ser necesario.
Personalmente, demostró la falsedad de postular a los accidentes como rasgos
diferenciadores de la siguiente manera: es evidente y está establecido por la
metafísica aristotélico-tomista que la sustancia es primera en el orden del esse y el
accidente es posterior, por eso la sustancia prevalece a pesar de los cambios
superficiales que sufra, por ejemplo: Joe sigue siendo él mismo a pesar de los
cambios fisiológicos como la altura, el peso del tono de piel, etc, como se predica
“Joe es flaco” el adjetivo o predicamental de la proposición puede ser falseado en
unos años si es que Joe aumenta de peso por la razón que fuere, por esto mismo
“[...] la relación entre sujeto y accidente es la misma que hay entre potencia y acto;
pues el sujeto en cuanto accidente de algún modo está en acto”10. Pues si se dice
que en un ser que es esse puro hay composición de acto y potencia, es algo tan
absurdo como decir que la forma separada de la materia posee poder causar.
Siguiendo con el ejemplo de los seres necesarios A y B diré que realmente son
absolutamente simples, eso conlleva a que cada uno posea todos los atributos
divinos, a su vez ambos vienen a ser bien sumo u omnibenevolentes, ahora bien, lo
que es bien sumo omnibenevolente da participadamente el trascendental de la
bondad, por lo tanto, el sumo bien abarca a esas bondades finitas. En efecto: “como
quiera que el bien se identifica con el ser y con el uno, decía que el bien por sí era
Dios, siendo todas las demás cosas buenas por participación. [...] De este primero,
que es ser y bueno por esencia, todas las cosas pueden recibir su denominación
tanto de seres como de buenas, pues, como dijimos (q. 4 a. 3) participan de él si
bien lejana y deficientemente, con una cierta semejanza. Así, cada cosa puede ser
llamada buena por bondad divina como principio primero, ejemplar, efectivo y final
de toda bondad. Sin embargo, todo puede ser llamado bueno por la semejanza con
la bondad divina que lleva inherente, que es formalmente su bondad, y por la que se
le llama así. De este modo, hay una sola bondad de todo y, a un tiempo, muchas
bondades”11. Pero si A y B son omnibenevolentes a la vez eso implica que A y B se
abarquen a sí mismos, pues lo que es sumo bien lo es de forma infinita o ilimitada,
entonces existirían dos infinitos que son omnibenevolentes, para evitar el escenario
en que A y B se abarquen a sí mismos al ser omnibenevolentes habría que
preguntarse de dónde provienen sus trascendentales del bien, de algo externo no
puede ser porque sino no serían omnibenevolentes, pero si se dice que sus
trascendentales del bien provienem de su propia esencia, entonces inevitablemente
se cae en el escenario que se quería evitar. Al ser A y B realmente indistinguibles
por el atributo del sumo bien —y por todos los demás atributos— se sigue que no
10
Santo Tomás de Aquino, I, q. 3, a. 6, r.
11
Santo Tomás de Aquino, I, q. 6, a. 4, r.
son dos seres omnibenevolentes, sino uno. Pero si se insiste en que realmente
existen dos seres que son omnibenevolentes con la advertencia ya establecida de
que cada uno se abarcaría al otro, se cae en el siguiente absurdo: A y B serían
ambos y serían distintos de sí mismos al mismo tiempo, i.e., A sería A, pero a la vez
A sería B, y así con B con respecto al ser A, ¿cuál es el problema? Cómo se
demostró anteriormente, la identidad es incomunicable incluyendo a seres
solutamente simples, pero suponiendo que en el hipotético imposible caso de que
se pueda comunicar la identidad, sigue siendo absurdo, A comunica su identidad a
B y viceversa, por ende A que le otorga ser A al ser B, entonces B pasa ser B y A,
pero entonces B es idéntico a sí mismo pero distinto de sí mismo, en simple
palabras, B sería B y no-B al mismo tiempo, lo mismo aplica para el ser A. Por esto
mismo Santo Tomás dice: “si aquello por lo que Sócrates es hombre fuera también
aquello por lo que es este hombre, así como no puede haber muchos Sócrates, así
tampoco podría haber muchos hombres. Esto es lo que le corresponde a Dios, pues
el mismo Dios es su naturaleza, como quedó demostrado (q. 3 a. 3). Por lo cual
Dios y este Dios son el mismo. Así, pues, resulta imposible que haya muchos
Dioses”12. Por lo tanto, queda refutada la crítica a la DSD.
VI. Conclusión
Para finalizar esta respuesta, solo puedo decir que si bien retóricamente Joe mostró
una agudeza impresionante, argumentalmente tuvo errores muy fundamentales que
se clarifican leyendo a Santo Tomás, debido a que se critica su marco
metafísico-teológico. Dejando eso de lado, mi fin es que el lector haya comprendido
los errores de Joe y haya comprendido el porqué de esos errores.
12
Santo Tomás de Aquino, I, q. 11, a. 3, r.