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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CHIQUIMULA


LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES
DERECHO CIVIL IV
LCDA. GLADYS MARIVEL PACHECO CACERES

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

“OBLIGACIONES PROVENIENTES DEL


CONTRATO”
Nombre:

Zuarlin Oswid Batres Vásquez.

Carnet No.

0502-20-15135

6to. Semestre Sección “B”

CHIQUIMULA 10 DE NOVIEMBRE DEL 2,022.


INDICE
OBLIGACIONES PROVENIENTES DEL CONTRATO
Concepto de Contrato.............................................................................................3

El Contrato de Adhesión.........................................................................................3

De Las Diferentes Modalidades De los Contratos Civiles...................................4

Contrato Unilateral.................................................................................................4

Contrato Bilateral...................................................................................................4

Contrato Consensual.............................................................................................5

Contrato Real.........................................................................................................5

Contrato Principal...................................................................................................5

Contrato Accesorio.................................................................................................5

Contrato Oneroso...................................................................................................6

Contrato Gratuito....................................................................................................6

Contrato Absoluto..................................................................................................7

Contrato Condicional..............................................................................................7

Contrato de Ejecución Inmediata...........................................................................7

Contrato a Plazo....................................................................................................7

Fundamento de la Clasificación de los Contratos...............................................8

Contratos Unilaterales y Bilaterales.......................................................................8

Contrato Consensuales y Reales..........................................................................8

Principales y Accesorios........................................................................................8

Oneroso y Gratuito.................................................................................................8
Absoluto y Condicional...........................................................................................8

El Contrato por Teléfono:.......................................................................................9

Contrato a Cargo de Tercero..................................................................................9

La Clausula Penal en los Contratos Civiles........................................................10

Cláusula de Indemnización (Artículo 1436).........................................................10

Efectos de Los Contratos.....................................................................................11

Terceros...............................................................................................................13

Saneamiento........................................................................................................15

Saneamiento por Evicción................................................................................15

Saneamiento por Vicios Ocultos......................................................................15

Objeto del Contrato...............................................................................................15

Los Contratos Usurarios.......................................................................................16

Elementos:...........................................................................................................18

Efectos.................................................................................................................18

Delito de Usura....................................................................................................18

Delito de Negociaciones Usurarias......................................................................18

Contratos Anómalos o Anormales.......................................................................19


Concepto de Contrato.
El contrato es la fuente más importante de las obligaciones, pues es a través de
un contrato como se contraen la mayor parte de las obligaciones en nuestro sistema de
vida. Nuestro código civil lo sitúa en primer plano, dice el artículo 1517 del cuerpo legal
citado “Hay contrato cuando dos o más personas convienen en crear, modificar o
extinguir una obligación.

Un contrato es un acuerdo que establecen dos partes, el deudor y el acreedor que


acuerdan cumplir ciertas condiciones entre ellos en un tiempo determinado. Las partes
pueden ser físicas o  jurídicas y cada una puede estar conformada por una o más
personas.

El Contrato de Adhesión.
Se inicia con una oferta al público, no a persona determinada, la persona
individual o jurídica que ha sido autorizada legalmente para prestar un servicio público,
ofrece la prestación de dicho servicio a la generalidad de las personas, de conformidad
con las normas y tarifas que le han sido previamente aprobadas por el Estado. Cuando
un individuo (usuario) solicita el servicio no tiene oportunidad alguna de discutir ningún
aspecto del contrato con quien ha de prestárselo, sino que está limitado a aceptar las
condiciones en que dicho servicio se le ha ofrecido. Por eso se afirma que en esta clase
de contrato hay una voluntad predominante (la de quien ofrece el servicio) y una
voluntad adherente (la de quien toma el servicio). La garantía del usuario de que no
sufrirá abusos tendría que ser el celo del Estado al aprobar las normas y tarifas, su
vigilancia y fiscalización constante para que el servicio se preste tal como fue
autorizado, y la revisión de normas y tarifas que puedan solicitar el procurador general
de la nación o el representante de la municipalidad.

Si en algún contrato se justifica la intervención y la tutela del Estado es en el


contrato de adhesión. Por la debilidad e indefensión del usuario frente a quien presta el
servicio. Esa protección debe reflejarse en la cuidadosa aprobación de normas y tarifas,
y en su rigurosa revisión cuando las mismas se hubiesen tornado excesivamente
onerosas.
El contrato de adhesión está regulado en el artículo 1520 del Código Civil, de la
manera siguiente: “Los contratos de adhesión en que las condiciones que regulan el
servicio que se ofrece al público son establecidas solo por el oferente, quedan perfectos
cuando la persona que usa el servicio acepta las condiciones impuestas. Las normas y
tarifas de estos negocios deben ser previamente aprobadas por el ejecutivo, para que
pueda actuar la persona o empresa que hace la oferta, incurriendo en responsabilidad
en caso contrario. Cuando la variación de las circunstancias en que fue autorizado un
servicio de carácter público haga demasiado onerosas las normas y tarifas aceptadas,
puede el Procurador General de la Nación o el Representante de la municipalidad
respectiva, pedir la revisión de las condiciones impuestas”.

De Las Diferentes Modalidades De los Contratos Civiles.

Contrato Unilateral.
Es aquel en el que la obligación recae únicamente sobre una de las partes
contratantes. El deudor es solo deudor sin derecho correlativo y el acreedor es solo
acreedor sin carga correlativa. Un ejemplo de estos contratos puede ser el de Promesa
Unilateral pues solo queda obligado el promitente, la Donación Pura, es únicamente
obligado el donante.

Contrato Bilateral.
Denominado también recíproco o sinalagmático, es aquel en que ambas partes se
obligan en forma mutua, es decir, ambas son acreedoras y deudoras recíprocamente,
los ejemplos de estos contratos son; promesa bilateral, mandato oneroso, sociedad civil
compraventa, permuta, arrendamiento, depósito oneroso, obra o empresa, servicios
profesionales, fianza onerosa, renta vitalicia, entre otros.

En este tipo de contratos existe una obligación recíproca por lo que ninguno de los
obligados incurre en mora si cumplen con lo pactado. Pero de conformidad con el
artículo 1432 (Código Civil). incurre en mora desde que alguno de ellos no garantiza su
cumplimiento en la parte que le concierne.
Contrato Consensual.
Es aquel que se constituye o perfecciona con el solo consentimiento de las partes
contratantes, aunque ninguna de las cosas o prestaciones se hubiere entregado, el sólo
acuerdo de voluntades vincula contractualmente a las partes. “los contratos se
perfeccionan por el simple consentimiento de las partes, excepto cuando la ley
establece determinada formalidad como requisito esencial para su validez” articulo.
1518 Código Civil).

Contrato Real.
Es el contrato que para su constitución o perfección necesita, además de
consentimiento de las partes la entrega material de las cosas. De esa naturaleza son
los contratos de mutuo, comodato y depósito, que constituyen excepciones al carácter
eminentemente consensualita de los contratos civiles.

El contrato de mutuo, articulo. 1942, el contrato de comodato, articulo. 1957 y el


contrato de depósito, articulo. 1974, los tres tipos de contrato dicen que la persona
entrega o recibe su bien, no dice “se obliga a entregar o recibir”, eso quiere decir que la
entrega del bien es parte del objeto de estos contratos.

Contrato Principal.
Estos contratos subsisten por sí solos, es decir que tienen entidad propia, no
necesitan de otro contrato para poder existir, ya que tiene un fin propio e
independencia, la mayoría de contratos de nuestro Código Civil son de esta categoría.

Contrato Accesorio.
Por otra parte el contrato accesorio carece de entidad propia, o sea que se refiere
a que no tiene un fin propio por lo que no es independiente, para poder existir necesita
de la existencia anterior o simultanea de un contrato principal. Al que puede
complementar o servirle de garantía. Por ejemplo el resarcimiento de daños y perjuicios
en la ejecución forzada o en un contrato. Los contratos accesorios según el Código Civil
son los de fianza (artículo. 2100 Código civil), de prenda (artículo. 880 del Código civil),
de hipoteca (artículo. 822 Código civil), indemnización (artículo. 1436 Código civil),
compromiso (artículo.2170 Código civil), subarrendamiento (artículos,1890-1892 Código
civil)

Contrato Oneroso.
Es aquel en que se estipulan gravámenes y provechos recíprocos. En él un de las
partes concede a la otra una ventaja económica a cambio de alguna utilidad o beneficio,
este puede ser también económico. Por este tipo de contrato se puede comprender que
a una de las partes le disminuirá el patrimonio y que será de incremento para la otra, o
lo contrario. Se dice que este contrato también es Conmutativo, un ejemplo muy claro
de estos tipos de contratos es el de compraventa, pues el venderos notará que su
patrimonio disminuye pero obtiene un incremento de dinero, al contrario del comprador.

Contrato Gratuito.
Este tipo de contrato es aquel en el que una de las partes tiene sólo provecho o
ganancia, sin pérdida alguna; en tanto que la otra únicamente tiene pérdida o
detrimento económico, sin ganancia o beneficio correlativo. Esto significa que en la
celebración de un contrato gratuito se busca favorecer a alguien o beneficiarlo de cierto
modo, el enajenante no queda obligado a saneamiento de evicción o de vicios ocultos.
Cabe mencionar que este tipo de contratos son los más fáciles de revocar por fraude o
acreedores con derecho anterior, por razón de que el demandante (quien pretende la
revocación) no está obligado a probar mala fe del adquiriente a título gratuito.

En nuestra legislación hay tipos de contrato Gratuito:

 Contratos gratuitos sin posibilidad de tornarse onerosos: como el comodato


y la sociedad civil, estos son siempre contratos intuitu personae.
 Contratos gratuitos que pueden tornarse onerosos por convenio de las
partes: el mandato, la donación entre vivos, este porque siempre habrá
gratuidad en la diferencia entre el monto del valor de lo donado y el monto
de la carga o cargas que acepte el donatario y por último la fianza.
 Contratos onerosos que pueden convertirse en gratuitos por convenio de
las partes: el depósito, los servicios profesionales, el mutuo, la obra o
empresa, la renta vitalicia.

Contrato Absoluto.
Es aquel cuya existencia o cuya extinción no están sujetas a condición alguna,
articulo 1592 de nuestro Código Civil. Que regula en la última línea del artículo “son
absolutos aquellos cuya realización es independiente de toda condición”.

Contrato Condicional.
Es aquel cuyos efectos están subordinados por las partes o por disposición de la
ley, a una o varias condiciones, como lo regula el artículo 1592 de nuestro código Civil
“son condicionales los contratos cuya realización o cuya subsistencia depende de un
suceso incierto o ignorado por las partes”. La condición es un acontecimiento futuro e
incierto, al que los contratantes o la ley subordinan los efectos del contrato, pueden ser
suspensivas o resolutorias.

Contrato de Ejecución Inmediata.


Es aquel que por su naturaleza por convenio de las partes o por disposición de la
ley debe ejecutarse inmediatamente después de su celebración, no media tiempo
alguno entre la celebración y el cumplimiento. Ocurre frecuentemente en contratos
orales.

Contrato a Plazo.
Este tipo de contrato diferido por la naturaleza de las prestaciones, por convenio
de las partes contratantes o por disposición de la ley, es decir que, el inicio de los
efectos del negocio o contrato, o su extinción se realizan en momento posterior al de su
celebración, su explicación requiere de un examen previo del plazo, por plazo se
entiende que es un acontecimiento futuro y cierto, pues señala el momento en que se
inician los efectos del contrato o en el que estos se extinguen.
Fundamento de la Clasificación de los Contratos.

Contratos Unilaterales y Bilaterales.


En nuestro Código civil los encontramos fundamentados en el artículo 1587 donde
regula “los contratos son unilaterales si la obligación recae solamente sobre una de las
partes contratantes, son bilaterales, si ambas partes se obligan recíprocamente”

Contrato Consensuales y Reales.


Cuando basta el consentimiento de las partes para que sean perfectos; los reales
se completan con la entrega de la cosa sobre las que versan las intenciones
contractuales Fundamento legal artículo 1588 Código Civil “son consensuales cuando
basta el consentimiento de las partes para que sean perfectos y reales, cuando se
requiere para su perfección la entrega de la cosa”.

Principales y Accesorios.
Son contratos principales cuando subsisten por sí solos, y accesorios cuando
tienen por objeto el cumplimiento de otra obligación. Fundamento legal artículo 1589
Código Civil.

Oneroso y Gratuito.
Un contrato oneroso es aquel en que se estipulan provechos y gravámenes
recíprocos, y por otra parte el gratuito es aquel en que el provecho es solamente de una
de las partes. Fundamento legal artículo 1590 Código Civil.

Absoluto y Condicional.
Cuando se trata de un contrato absoluto se habla de aquellos cuya realización es
independiente de toda condición. Mientras que los contratos condicionales son los que
cuya realización o cuya subsistencia depende de un suceso incierto o ignorado por las
partes. Fundamento legal artículo 1592 código Civil.
El Contrato por Teléfono.
El contrato por teléfono se considera celebrado entre presentes, y tanto en este
caso como en el del artículo anterior, el contrato se reputa celebrado en el lugar en que
se hizo la oferta (Artículo 1524del Código Civil).

Frecuentemente los consumidores y usuarios caen en un error muy común


pensando que, como no han firmado nada, no están obligados al cumplimiento de un
contrato que se hizo por teléfono (seguros, ADSL, luz, agua, gas). Pero debemos saber
que el contrato por teléfono es válido, y vincula a las partes si éstas se han puesto de
acuerdo en cuanto al objeto del mismo, y además existe un precio. Por tanto, si se
cumplen esos dos requisitos, las partes podrán exigirse recíprocamente el cumplimiento
de las obligaciones, y el consumidor, por ende, deberá pagar el precio estipulado. El
contrato celebrado por teléfono será válido, pero el consumidor tiene derecho a obtener
con posterioridad, constancia escrita del mismo.

El consumidor debe recibir del empresario información suficiente sobre el servicio


que está contratando telefónicamente, no quedando vinculado por aquellas condiciones
(penalizaciones o duración mínima del contrato), que no se le hayan comunicado por
teléfono.

Sin embargo, si es el consumidor o usuario el que llama por teléfono, el


cumplimiento del deber de informar del empresario es más flexible, pues podría ser
suficiente con indicar la existencia de una web en la que se expongan las condiciones
contratadas, o bien mediante un mensaje de texto que contenga esas condiciones, o un
correo ordinario vía postal, es decir, dependerá del medio usado por el consumidor para
contactar con el empresario, deber ser acorde al mismo.

Contrato a Cargo de Tercero.


Contrato a favor y a cargo de tercero. Se puede prometer por el hecho de un
tercero con cargo de indemnización si éste no cumple. La responsabilidad del
promitente cesará desde el momento en que el tercero acepté la obligación (Articulo
1530 del Código Civil).

Se regula el contrato a favor o a cargo de tercero y en el cual se estipula a favor


de un tercero el derecho a exigir el cumplimiento de la obligación contractual. Igual
derecho incumbe al tercero cuando así resultare del fin estipulado en el contrato y se
puede prometer por el hecho de un tercero con cargo de indemnización si el mismo no
cumple con la responsabilidad del promitente, concluye en el momento en el cual el
tercero acepta la indemnización. Los efectos del contrato son generales cuando se
producen por todo contrato sin la existencia de distinción alguna. Son especiales
cuando los efectos son propios de determinados contratos. Son especialísimos o de
excepción como también se les llama cuando se producen por determinados contratos
de manera excepcional.

Por ejemplo: una compraventa en la que se establece que el precio se pague a un


tercero; un arrendamiento en el que se conviene que la renta se entregue a una
persona distinta del arrendador; un mutuo en el que se pacta.

La Clausula Penal en los Contratos Civiles.

Cláusula de Indemnización (Artículo 1436).


El Código Civil la regula en el artículo 1436, el cual establece: cláusula de
indemnización. Las partes pueden fijar anticipadamente una cantidad que deberá pagar
el que deje de cumplir la obligación o no cumpla de la manera convenida o retarde su
cumplimiento, la cual, en tales casos, compensa los daños y perjuicios.

La Cláusula Penal o Indemnizatoria permite limitar riesgo y reclamar daños de


difícil comprobación, la ley reconoce el derecho de las partes de fijar anticipadamente
una cantidad en compensación de los daños y perjuicios por incumplimiento del
contrato. En ese caso, el acreedor no está obligado a probar los daños y perjuicios. A
esta cláusula se le conoce como indemnizatoria o cláusula penal.
El beneficio de esta cláusula es en ambas vías. Por un lado, permite colocar un
techo al riesgo de un reclamo por incumplimiento, evitando demandas planteadas con
mala fe procesal por montos exorbitantes cuya finalidad es forzar una negociación.

Por el otro, viabiliza el reclamo de daños y perjuicios cuya existencia y cuantía


puede ser difícil de demostrar. Por ejemplo, daños a la reputación comercial, daños por
contratación de personal, afectación a la demanda de un producto o servicio.

Aquella estipulación que obliga al deudor a una obligación llamada pena, en caso
de incumplimiento de una obligación principal. Siendo más preciso se debe entender La
cláusula penal es aquella disposición o regla general que tiene por objeto establecer
una pena para el caso de no cumplir la obligación explícitamente reforzada con la pena,
que puede ser una o varias de las obligaciones nacidas del negocio. Se suele
denominar clausula penal, cuando se contiene como estipulación en el negocio
principal. Y se acude a la denominación de pena convencional cuando la obligación
accesoria de garantía ha quedado establecida en un negocio separado y no como
clausula incorporada al negocio del que se deriva la obligación principal.

Efectos de Los Contratos.


Los efectos del contrato son las obligaciones que de él nacen. Vale decir son las
acreedurías y las deudas que producen los acuerdos de voluntad que forman el
contrato. Estas obligaciones comprenden, en primer lugar a los contratantes, en su
calidad de creadores del contrato; y, en segundo lugar, a terceras personas herederos o
sucesores de los contratantes, beneficiarios de contratos a favor de terceros y
obligados por contrato a cargo de terceros.

La eficacia de las obligaciones contractuales depende de la obligatoriedad del


contrato. Esta obligatoriedad proviene, de tres razones fundamentales:

1. El libre consciente y pleno consentimiento de las partes. El artículo 1519 del


código civil recoge esto diciendo “Desde que se perfecciona un contrato
obliga a los contratantes al cumplimiento de lo convenido, siempre que
estuviere dentro de las disposiciones legales relativas al negocio celebrado,
y debe ejecutarse de buena fe y según la común intención de las partes”.

2. El interés social. La sociedad cree en la obligatoriedad y eficacia del


contrato, como cree por ejemplo en la legitimidad y valor de la moneda de
curso legal. Por eso, cuando una persona contrata, lo hace con la
certidumbre de que la otra parte cumplirá sus obligaciones, y que si no lo
hiciere podrá constreñirlo por medio del juez competente. Proteger esa
confianza y velar por la obligatoriedad del contrato no es un asunto privado,
no concierne a los particulares. Le concierne al Estado por medio de la ley y
de los funcionarios públicos encargados de aplicarla. Por eso es que la ley
del Organismo Judicial dice, en el artículo 22, que el interés social
prevalece sobre el interés particular; y en la literal k) del artículo 36, que “en
todo acto o contrato, se entenderán incorporadas las leyes vigentes al
tiempo de su celebración, exceptuándose las concernientes al modo de
reclamar en juicio los derechos que resultaren de ellos”.

3. El contrato que genera derechos personales no puede ser opuesto a la


generalidad de las personas (como si lo puede ser el que produce derechos
reales), pero terceras personas no pueden eludirlo ni negar su eficacia,
porque existe frente a ellos y tiene efectos jurídicos. Tal sería el caso, por
ejemplo, de una persona que compra una casa y al querer tomar posesión
de ella encuentra que la habita un inquilino cuyo contrato de arrendamiento
aún está vigente. No le queda más que esperar que finalice el plazo del
arrendamiento, pues el artículo 1894 del Código Civil protege al inquilino
diciendo que “si durante el arrendamiento el arrendador enajena la cosa, el
nuevo dueño no podrá negarse a mantener en el uso de ella al arrendatario
mientras no expire el término del contrato”.
Terceros.
Herederos o sucesores. Según el artículo 1529 del Código Civil “Los derechos y
obligaciones de los contratantes pasan a los herederos y demás sucesores de las
partes, a menos que lo contrario resulte de la ley, de la convención o de la naturaleza
del contrato”. Resulta sencillo admitir que las partes puedan convenir que al fallecer una
de ellas no se transmitan los derechos y obligaciones respectivos a los herederos o
sucesores del fallecido, puesto que ellas son libres de disponer de sus bienes como
quieran, salvo prohibición expresa de la ley. De igual manera es fácil entender que en
algunas ocasiones la naturaleza misma de la obligación impide que al fallecer una de
las partes sus obligaciones se transmitan a sus herederos o sucesores. Si, por ejemplo,
fallece el médico que trataba al enfermo, es obvio que la obligación de seguir prestando
el servicio profesional no puede transmitirse a los herederos o sucesores. Sucedería así
en cualquier caso de servicios profesionales.

Intransmisibilidad. En cuanto a la intransmisibilidad de las obligaciones a


herederos o sucesores, determinada por la ley, el código civil contempla los casos
siguientes.

1. El mandato termina por el fallecimiento del mandante o mandatario.


Artículos 1717, inciso 5º, 1722, 1723, 1724, 1725. (Código Civil).

2. Se disuelve totalmente el contrato de sociedad civil por muerte de uno de


los socios, a no ser que la escritura contenga el pacto expreso para que
continúen los herederos del socio difunto, y ellos quieran hacerlo. Artículo
1768, inciso 4º. 1772 (Código Civil).

3. Puede rescindirse el arrendamiento por muerte del arrendatario, si sus


herederos no desean continuarlo. Artículo 1930, inciso 7º. (Código Civil).
4. El comodato se entiende otorgado en consideración a la persona del
comodatario, y este no podrá transferirlo, salvo pacto expreso. Artículo
1961, (Código Civil).

5. Cuando se ha encargado cierta obra a una persona por razón de sus


cualidades personales, el contrato se rescinde por la muerte de ella.
Artículo 2019, párrafo primero (Código Civil).

6. La renta vitalicia se extingue con la muerte de la persona sobre cuya vida


fue constituida. Artículo 2130, párrafo primero (Código Civil).

7. Algunos autores opinan que solo los sucesores a título particular


(verbigracia. Los legatarios) son terceros (beneficiados) con relación a los
contratos que celebro el causante, pues ellos tienen derecho a la cosa
constitutiva del legado, pero no les afectan las obligaciones que el fallecido
dejo pendientes de cumplimiento.

8. De acuerdo con el criterio anteriormente expuesto, los sucesores a titulo


universal no son terceros respecto de los contratos que celebro el causante,
sino parte de los mismos, puesto que ellos los sustituyen por virtud de la
ley, y por consiguiente así como les corresponden los bienes y derechos del
fallecido, también pasan a ser deudores de las obligaciones que no se
extinguen por la muerte.

En Guatemala se sigue la tesis de que cuando el contrato es celebrado por el


representante legal o por el mandatario, debidamente autorizados, son los
representados quienes están realmente contratando.
Saneamiento.
Los contratos constituyen una de las fuentes más proficuas de las obligaciones, de
donde se desprende que los efectos de los contratos son las obligaciones y derechos
que generan. A través de los contratos se crea, modifica o extinguen relaciones
jurídicas de carácter patrimonial.

“el derecho que la ley le confiere al adquirente para reclamar del enajenante la
devolución del precio pagado y otros gastos, en los casos en que sea desposeído
judicialmente del bien o que dicho bien presente vicios o defectos ocultos”

EI Artículo 1543 del Código Civil guatemalteco establece acerca del saneamiento
lo siguiente. "El enajenante está sujeto al saneamiento por evicción o por vicios ocultos,
en todo contrato oneroso en que se transfiere la propiedad, la posesión, el uso goce o
disfrute de una cosa".

Encontramos dos tipos de saneamiento por evicción o por vicios ocultos:

Saneamiento por Evicción.


Tendrá lugar la evicción cuando se prive al adquirente, por sentencia firme en
virtud de un derecho anterior a la enajenación, de todo o parte de la cosa adquirida
(Artículo 1548, Código Civil).

Saneamiento por Vicios Ocultos.


El enajenante está obligado al saneamiento por los vicios o defectos ocultos de la
cosa enajenada que la hagan impropia o inútil para uso a que se la destina, o que
disminuya este uso de tal modo que, de haberlos conocido el adquirente, no hubiera
aceptado la cosa o el precio convenido (Artículo 1559, Código Civil).

Objeto del Contrato.


Lo constituyen las cosas y los servicios lícitos, posibles y susceptibles de
enajenación sobre los que recae siempre la prestación, es decir, la conducta de dar,
hacer o no hacer a la que el deudor se obligó en beneficio o interés del acreedor.
Artículo 1538 del Código Civil, “no sólo las cosas que existen pueden ser objeto de
los contratos, sino las que se espera que existan; pero es necesario que las unas y las
otras estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género. La cantidad puede ser
incierta con tal que el contrato fije reglas o contenga datos que sirvan para determinarla.
Los hechos han de ser posibles, determinados y en su cumplimiento han de tener
interés los contratantes”.

La norma transcrita se refiere como objeto del contrato, a las cosas presentes (las
que existen), las cosas futuras (las que se espera que existan) y alude a la necesidad
de determinación, por lo menos genérica.

Tanto el concepto de cosa como el de servicio deben ser entendidos con la


amplitud que la propia ley se encarga de demostrar, pues no se trata de cosas
materiales únicamente, sino también de bienes inmateriales (puesto que mediante el
contrato pueden transmitirse cosas, derechos personales y derechos reales, siempre
que la ley no impida su enajenación o transferencia); y de actividades civiles cuya
variedad es, asimismo, extensa.

Habrá imposibilidad material si las cosas no existen y tampoco pueden llegar a


existir, o cuando no se pueden determinar; y habrá imposibilidad jurídica si no se
pueden enajenar por no permitirlo la ley. Los servicios serán imposibles materialmente
si se trata de actividades fuera del alcance de todo ser humano (no habrá imposibilidad
si por un motivo que le fuere imputable el obligado no la puede efectuar, pero sí pueden
realizarlo otras personas); y lo serán jurídicamente cuando a su realización se oponga
una norma jurídica vigente.

Los Contratos Usurarios.


Especial concurrencia de vicios del consentimiento se concentra, indudablemente,
en lo que el Código Civil denomina “contratos usurarios”, en los que, unas veces lo que
determina la usura es el dolo o la violencia a uno de los contratantes, y otras, el error
del otro contratante.
El Código Civil admite que hay enriquecimiento sin causa en los contratos
usurarios y alude a ellos diciendo que "la persona que aprovechándose de la posición
que ocupe, o de la necesidad, inexperiencia o ignorancia de otra, la induzca a contraer
obligaciones notoriamente perjudiciales a sus intereses, está obligada a devolver lo que
hubiere recibido, con los daños y perjuicios, una vez declarada la nulidad del convenio".
Artículos 1542 y 1617 del Código Civil. Radica, pues, la usura en la desproporción
exagerada entre la ventaja que se concede y la ventaja que se obtiene. Dicha
desproporción ha de ser coetánea a la celebración del contrato. Si fuere posterior habrá
que analizar, en el caso concreto, cuál es su causa.

No es fácil distinguir los supuestos que determinan el carácter usurario de un


contrato y diferenciarlos de lo que pueden ser los contratos cuyo consentimiento esté
viciado por violencia o dolo, lo contratos simulados y los fraudulentos.

Explico:

a. Habrá usura por aprovechamiento de la posición que se ocupe, cuando por


ejemplo: el alcaide de la prisión obliga al prisionero a venderle un inmueble por
un precio exiguo; o cuando lo hace el cirujano que va a intervenir
quirúrgicamente al vendedor, o el socorrista que puede salvar la vida del
vendedor durante un desastre. No la habrá si se trata de alguno de los casos que
la ley considera como de temor reverencial o de amenaza del ejercicio regular de
un derecho.

b. Habrá usura cuando, por ejemplo, el comprador adquiere por un precio exiguo un
terreno que tiene importantes yacimientos de minerales valiosos, si el vendedor
por su nula o poca escolaridad y experiencia, no sabe cuál es el valor real de
dichos minerales; o adquiere por precio exiguo una obra de arte valuada en
muchísimo dinero, de un vendedor que no tiene noción alguna de lo que es y
vale el objeto que vende.

c. Habrá usura por haber aprovechado la necesidad del otro contratante, cuando
éste consintió para evitar a sí mismo, a sus seres queridos o a sus bienes, un
mal grave, lo cual explica que acepte acuerdos notoriamente injustos que no
habría admitido si no estuviere en estado de ingente necesidad. Sería el caso,
por ejemplo, de quien para poder pagar una intervención quirúrgica de la que
puede depender la vida de su hijo, da en arrendamiento su finca por un plazo de
veinticinco años, por una renta inferior a la que realmente corresponde por la
utilidad del inmueble.

Elementos:
a) Inducción a que un contratante contraiga obligaciones notoriamente perjudiciales
a sus intereses;

b) Se vale el inductor del cargo que ocupa, o aprovecha la necesidad, la ignorancia


o la inexperiencia del inducido.

Efectos.
Devolución por el inductor de lo que hubiere recibido, con los daños y perjuicios
causados, una vez declarada la nulidad (absoluta) del contrato. Al tratar de la nulidad
de los contratos ampliaré lo concerniente a estos efectos.

Delito de Usura.
El Código Penal lo tipifica diciendo que "comete el delito de usura quien exige a su
deudor, en cualquier forma, un interés mayor que el tipo máximo que fije la ley o
evidentemente desproporcionado con la prestación, aun cuando los réditos se encubran
o disimulen bajo otras denominaciones. El responsable de usura será sancionado con
prisión de seis meses a dos años y multa de doscientos a dos mil quetzales". Artículo
276 del Código Penal.

Delito de Negociaciones Usurarias.


El Código Penal lo define diciendo "que la misma sanción señalada en el artículo
que antecede, se aplicará: 1o. A quien, a sabiendas, adquiriere, transfiriere o hiciere
valer un crédito usurario. 2o. A quien exigiere de su deudor garantías de carácter
extorsivo". Artículo 277 del Código Penal.

No existe en Guatemala ley que fije una tasa máxima de intereses, por lo tanto, las
partes pueden fijar el que consideren conveniente, y si resultare evidentemente
desproporcionado en relación al interés corriente en el mercado, el afectado podrá pedir
su revisión a efecto de que el juez competente pueda reducirlo equitativamente
tomando en cuenta la tasa de interés legal y las circunstancias del caso. Artículo 1948
del Código Civil.

De lo dicho en el párrafo anterior se deduce, que mientras no se fije legalmente


tasa máxima de intereses, es imposible que puedan tipificarse los delitos de usura y de
negociaciones usurarias. Lo único posible es que se tipifique este último delito cuando
se trate de un acreedor que exija a su deudor garantías de carácter extorsivo.

Contratos Anómalos o Anormales.


No pertenecen, desde luego, a ninguna clasificación, pues son indeseados e
injustos. Son los denominados contratos usurarios que constituyen, seguramente, la
mayor anormalidad del negocio jurídico civil y la expresión más profunda de la lesión
patrimonial. Estudiarlos equivale a sumergirse en lo despreciable, en lo patológico del
consentimiento injusto.

Enneccerus, citado por Rojina Villegas, dice: "la usura tiene, pues, un doble
supuesto objetivo y además uno subjetivo. Objetivamente presupone: primero, la
promesa o la concesión de ventajas patrimoniales que exceden de tal modo del valor de
la prestación (al tiempo de la conclusión del negocio) que existe una desproporción
extraordinaria, dadas las circunstancias entre la prestación y la contraprestación.
Segundo, que otro (que, por regla general, es la otra parte contratante, pero que puede
ser también un tercero) se encuentre en situación de necesidad, o sea, ligero o
inexperto. Subjetivamente requiere la explotación, o sea, el aprovechamiento
conscientemente (no es menester la intención) de la necesidad, de la ligereza o de la
inexperiencia".

Emmanuel Gounot, citado por Mazeaud, indica que: "El único contrato conforme
con el bien común, el único que está orientado hacia la satisfacción máxima de las
legítimas necesidades de cada uno y de todos, el único que une a los hombres, que
estimula y regulariza a la vez el juego normal de las actividades individuales en
concurso, es el contrato justo, el contrato conforme con la antigua noción de justicia
conmutativa, el contrato en que cada contratante recibe el equivalente de lo que da; en
otros términos la remuneración de los sacrificios y de las aportaciones que hace a esta
gran obra común de la satisfacción de las necesidades humanas corresponde al valor
social de esos sacrificios y de esas aportaciones.

Proclamar la libertad absoluta de las convenciones desde ese punto de vista,


tener todo contrato por válido por el solo hecho de que habría sido consentido
regularmente en apariencia, sería consagrar en muchos casos el uso de la fuerza, de la
astucia o de cualquiera otra superioridad de hecho: eso sería, dice Ihering, "entregar
una licencia de caza a los piratas y a los bandidos, con un derecho de presa sobre
todos aquellos que cayeran en sus manos"; eso sería abrir las vías más amplias a la
explotación del prójimo, tras el pretexto del contrato; dicho de otra manera, a esa
"usura" contra la cual se han rebelado tan justamente los canonistas y la misma Iglesia,
y que ha revestido formas tan diversas.

En el fondo, consiste siempre en enriquecerse sin causa legítima a expensas de


otro; en explotar su necesidad o su inexperiencia para hacer que pague lo que no se le
da o para no pagarle lo que da. Y ese robo implica el total desconocimiento de la
dignidad de la persona humana".

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