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UNIVERSIDAD BENITO JUÁREZ

INC. A LA SEP

“PROYECTO FINAL”
❤ UNIDAD 5: “INSTRUMENTOS DE
TUTELA DE LA OBLIGACIÓN”
❤ UNIDAD 6: “CONTRATOS”

NOMBRE DE LOS ALUMNOS:


PAOLA BAUTISTA CASTELLANO.
SOFIA ISABEL CHAVEZ FLORES.
JESSICA MAGALI MARTINEZ PINEDA.
CLAUDIA VAZQUEZ ANASTACIO.

NOMBRE DEL DOCENTE:


CECILIA MENESES DELGADO

❤ DERECHO CIVIL lll ❤


FECHA DE ENTREGA: 04 DE NOVIEMBRE DEL 2022
ÍNDICE

Págs.

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1. INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………….3 - 4
2. PRENDA .…..…………………………………………………………………………..5
3. HIPOTECA ……………………………………………………………………………..6
4. EMBARGO ………………………………………………………………………….…7 - 9
5. FIANZA …………………………………………………………………………………9
6. DERECHO DE RETENCIÓN ………………………………………………………..10
7. CONCEPTO Y EFECTOS DEL CONTRATO ……………………………………..11
8. ELEMENTOS DEL CONTATO: ESENCIALES DE VALIDEZ Y EFICACIA …12 - 13
9. EL CONSENTIMIENTO COMO ELEMENTO DE CONTRACTUAL …………...14
10. VICIOS DEL CONSENTIMIENTO ………………………………………………….14
10.1 ERROR …………………………………………………………………..15
10.2 DOLO …………………………………………………………………….16
10.3 MALA FE ………………………………………………………………..16
10.4 LESIÓN …………………………………………………………………..17
10.5 INTIMIDACIÓN Y VIOLENCIA ………………………………………..17
11. CLASIFICACIÓN DE CONTRATOS ……………………………………………….18-19
12. CONCLUSIÓN …………………………………………………………………………20
13. BIBLIOGRAFÍAS ………………………………………………………………………21

1. INTRODUCCIÓN

Los contratos en México encuentran su definición en el Código Civil Federal


y en los códigos civiles de las diversas entidades federativas de la República

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Mexicana. El contrato es definido como el acuerdo de voluntades de dos o más
personas para producir o transferir obligaciones y derechos.

Los contratos poseen elementos esenciales, que son el consentimiento y el


objeto. Si falta alguno de estos elementos o ambos, el contrato es inexistente, es
decir, no nace a la vida jurídica y por ende no produce efectos jurídicos.

Los contratos también poseen elementos de validez, los cuales son la


capacidad de las partes, la ausencia de vicios del consentimiento, la licitud en el
objeto o fin del contrato, y la forma, y en caso de que estos elementos no sean
satisfechos en el contrato, se produce la nulidad del contrato. Es decir, el contrato
puede nacer a la vida jurídica y posteriormente invocarse o producirse la nulidad
en caso de que no se satisfagan los requisitos de validez. Las acciones de nulidad
podrán ejercerse mediante los procedimientos que establece el Código Federal de
Procedimientos Civiles o los Códigos de Procedimientos Civiles o Códigos
Procesales Civiles de las entidades federativas, según sea el caso de que se trate
y ante los Tribunales competentes

Dependiendo de donde nos encontremos y del tipo de contrato que


vallamos a realizar es como se ordenan los lineamientos, convenios y clausulas
para que se pueda llevar a cabo un contrato.

También ya que para que se pueda llevar a cabo un contrato ambas partes
deben de ejercer voluntad para que sea llevado a cabo, para que este pueda tener
validez debe haber un interés de por medio ya que debe existir algo que una a
ambas partes tanto acreedor como deudor.

En algunas ocasiones pueden llegar a ser que se tengan vicios en el


consentimiento por una de las partes, que esto pone en riesgo el patrimonio de la
persona acreedora, ya que se puede utilizar la violencia, hacer las cosas con un
interés propio, y de mala fe dañando a las pertenencias de alguien más,
vulnerando principalmente al acreedor ya que se daña su patrimonio, aun mas

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cuando este mismo no sabe cómo se formula un buen contrato con los aspectos
correspondientes,

Para existe una gran diversidad de contratos en donde el o los acreedores y


deudores pueden pactar en la forma de recibir la paga o servicio que se adjunta en
este contrato ya que hay contratos de pagos parciales, bimestrales, entre otros
más, dependiendo de la manera que estos acuerden es como se llevara a cabo, y
con las cláusulas que estos mismos establezcan dependiendo sus posibilidades y
comodidades.

También existen otras formas de garantizar que de no cumplirse la


obligación del deudor con el acreedor pueden presentarse otras figuras que
obligan al deudor a pagar a partir de un bien como retenerle las cosas para que se
vea en la necesidad de pagar, también podría efectuarse el embargo como medio
alterno para que se cubra en pago con ciertas cosas que el acreedor o deudor
señalen dependiendo la cantidad en deuda existen más salidas alternas al pagar
una deuda.

2. PRENDA

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El contrato de prenda es aquel por el cual una persona (acreedor prendario)
recibe real o jurídicamente de otra persona (deudor prendario) un bien mueble en
garantía del pago de un crédito. El acreedor prendario adquiere la posesión
prendaria del bien, la facultad de retener la cosa hasta en tanto el crédito sea
pagado por el deudor.

Dicho contrato forma parte de los contratos de garantía, constituyendo una


forma de asegurar el cumplimiento de una obligación. Se diferencia de la hipoteca
al tener como objeto indirecto sólo bienes muebles, y de la fianza por el hecho de
garantizar la obligación por medio de bienes y no mediante la solvencia económica
de un tercero. Cabe señalar, que este contrato no sólo se encuentra regulado en
materia civil, sino que también está reglamentado por el Código de Comercio.

Por otro lado, el contrato de prenda es uno de los contratos con mayor
peculiaridades que lo distinguen de los demás, primeramente porque es un
contrato accesorio, puesto que no tiene existencia y validez por sí mismo, sino que
depende de la existencia y validez de una obligación, lo cual trae como
consecuencia que la inexistencia o nulidad del contrato de la obligación
garantizada origina la extinción de prenda; es también un contrato real en
oposición a consensual, porque para su perfeccionamiento no basta con el simple
consentimiento de las partes, sino que requiere de la entrega de la cosa ya sea
real o jurídica; así mismo constituye una garantía real para el cumplimiento de una
obligación lo cual significa que el valor del bien es el que está garantizando
preferentemente el pago de la obligación y no todos los bienes del deudor
prendario. Dichas características lo hacen totalmente diferente a otros dos
contratos de garantía.

La prenda no requiere escritura pública; es suficiente un documento privado


firmado entre las partes.

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3. HIPOTECA

El contrato de hipoteca es aquel por medio del cual una persona (deudor)
garantiza el pago de un crédito a otra (acreedor), mediante la garantía real de
bienes (generalmente inmuebles) que no se entregan al acreedor, y que da
derecho a este en caso de incumplimiento de pago, a ser pagado con el valor de
los bienes en el grado de preferencia establecido en la ley.

Es más correcto decir que la hipoteca es un derecho real, pues no tenemos


por qué emplear un nuevo término como dice el Código vigente al definir la
hipoteca como una garantía real. Esta es una consecuencia. del derecho real
constituido sobre la cosa, y por tanto, si queremos abarcar en este primer
elemento toda una serie de consecuencias jurídicas, es más jurídico hablar de
derecho real, bastando con mencionar esta característica, para que se entienda
que por ser además accesorio o de garantía, respecto de una obligación principal,
otorgará a su titular los derechos de venta, persecución y preferencia en el pago.

Como el fin de la hipoteca es el de poder exigir la venta de los bienes


gravados, en el caso de incumplimiento de la obligación principal, no se podría
alcanzar ese efecto si los bienes fueran inalienables. Por la misma razón los
bienes deben estar en el comercio, pues existiría una imposibilidad jurídica en
caso contrario, confirmándose en este aspecto el principio general de que la cosa
objeto de un contrato debe existir en la naturaleza, estar en el comercio y ser
determinada o determinable (para la hipoteca debe ser determinada).

Además no basta que la cosa esté en el comercio, sino que debe ser
enajenable, porque existen bienes en el comercio, como son los que constituyen el
patrimonio familiar, los ejidos, que no obstante, son inalienables.

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4. EMBARGO

El embargo es una declaración judicial que establece los bienes o derechos


de contenido económico afectados, para saldar con ellos una obligación ya
declarada (embargo ejecutivo). Por su parte, el embargo preventivo se da cuando
se conoce que una persona va a ser imputada en un procedimiento judicial y se
desea salvaguardar el cumplimiento de la futura resolución. Con esta medida
cautelar, se retienen bienes propiedad del demandado para cubrir la prestación
formulada.

Requiere que, previamente, se haya ordenado judicialmente la ejecución


frente al deudor por una determinada cantidad. El objetivo es señalar aquellos
bienes del demandado sobre los que recaerá la actividad ejecutiva, evitando que
salgan de su patrimonio y terminen en manos de terceras personas. Cuando se
trata de bienes no monetarios, la ley contempla la liquidación de éstos mediante
pública subasta.

Antes de seleccionar los bienes afectados del ejecutado, se procede a la


identificación de los considerados embargables en su patrimonio. Puede ocurrir
que el ejecutante ya señalé, en la demanda, los susceptibles de serlo y si los
considera suficientes. Si es así, no serán necesarias más acciones de búsqueda y
el secretario judicial establecerá, en el correspondiente decreto, los bienes
específicos sobre los que recaerá el embargo.

Sin embargo, puede ocurrir que el demandante ignore los bienes propiedad
del ejecutado. En este caso, deberá instar a que se adopten las
oportunas medidas de investigación o localización. El secretario judicial acordará
que el demandado presente una relación de bienes y derechos suficientes. En
dicha enumeración, deberán expresarse también las cargas, gravámenes y, si los
inmuebles estuvieran ocupados, la identidad de las personas que en ellos vivieran
y el título con el que lo hiciesen.

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También puede ocurrir que se ordene una investigación judicial del
patrimonio del demandado. Y ¡ojo!, porque el juez puede imponer multas
coercitivas a quienes no colaboren en esa identificación.

Una vez localizados los bienes del demandado, la determinación de los que
efectivamente se emplearán en el embargo puede llegar por acuerdo entre
acreedor y deudor. En defecto de consenso entre ambas partes, el secretario
judicial será el encargado de determinar los bienes a embargar, teniendo en
cuenta dos criterios:

 Facilidad para la enajenación.


 Menor onerosidad para el ejecutado.

La embargabilidad de un bien está determinada por dos requisitos básicos:


debe pertenecer al deudor sujeto pasivo y ser enajenable (susceptible de cambiar
de titularidad).

El embargo implica la congelación de los bienes. Si se trata de dinero, el


embargado no puede gastarlo. Si fuesen bienes, éstos pueden venderse o
alquilarse, aunque el importe obtenido en estas transacciones queda afectado por
el embargo.

Los bienes embargados permanecen en su lugar habitual. Por ejemplo, el


dinero continúa en la cuenta corriente del demandado y éste puede seguir
utilizando una vivienda afectada. Sin embargo, el dinero no puede gastarse y el
embargo de la vivienda queda anotado en el Registro de la Propiedad. Como
decíamos anteriormente, los inmuebles pueden venderse o alquilarse, pero el
importe de estas operaciones queda automáticamente embargado.

Si un embargo afecta a un bien ganancial del imputado, sólo podrá


ejecutarse en un 50 por ciento. Cuando los bienes no suman el importe total del
embargo, el juzgado afectará los que haya identificado y, si durante la tramitación
aparecen otros, se irán afectando sucesivamente.

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No todos los bienes son susceptibles de embargo, es decir que no pueden
embargarse el mobiliario y el menaje de la casa, además de las ropas del
ejecutado y familia, en lo que no pueda considerarse superfluo. Tampoco pueden
afectarse libros e instrumentos precisos para el ejercicio de la profesión a la que
se dedique el demandado, siempre que su valor no guarde proporción con la
cuantía de la deuda. Igualmente, son bienes inembargables de manera relativa:

 Los sacros y los dedicados al culto de religiones legalmente registradas.


 Las cantidades declaradas inembargables por ley o por tratados
ratificados por España.

Por otra parte, son parcialmente inembargables todos los salarios y pensiones,
mientras no superen el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Si se sobrepasa
este tope, los jornales y sueldos se embargan conforme a una escala.

5. FIANZA

La Fianza tiene por objetivo garantizar obligaciones que terceras personas


(fiados) hayan contraído, por lo que se concluye, que para que la fianza exista
imprescindible la existencia de una obligación principal, razón por la cual se dice
que la fianza es un contrato accesorio que este sujeto a la suerte del contrato
principal. Es accesorio básicamente porque: No existe sin una obligación principal,
requiere la existencia de un deudor principal, garantiza el cumplimiento de una
obligación contraída por el deudor principal.

Es un contrato en virtud del cual una institución de fianzas, se compromete


a garantizar el cumplimiento de obligaciones con contenido económico, contraídas
por una persona física o moral ante otra persona física o moral privada o pública,
en caso de que aquella no cumpliere.

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6. DERECHO DE RETENCIÓN.

El derecho de retención, o "ius retentionis", puede ser definido como la


facultad que la Ley establece a favor de determinadas personas que, en virtud de
cierto vínculo contractual, quedan autorizadas para que en el caso de que la
contraparte no cumpla sus obligaciones puedan apropiarse de la cosa propiedad
del incumplidor, pero que ya poseían previamente, bien como garantía, bien para
aplicar el precio obtenido por su venta al pago de su deuda.

Carece no sólo de regulación unitaria, sino incluso de autonomía propia, en


el sentido de que siempre aparece ligado a alguna modalidad contractual donde,
cualquiera que sea su naturaleza, de alguna forma, el titular del "ius retentionis"
ostenta la posesión de algún bien propiedad de la otra parte y su finalidad
prioritaria es la de ofrecer a éste una garantía adicional consistente en la facultad
de retener la cosa hasta que aquella cumpla con las obligaciones que asumió.

Como se puede observar, la principal facultad que atribuye este especial


derecho es la de retener la posesión de la cosa o, si se quiere, la de dilatar en el
tiempo la restitución de la misma a su titular, forzando el cumplimiento de éste de
las obligaciones contractuales asumidas frente al titular del "ius retentionis", no
obstante esto, su naturaleza accesoria determina muy distintos efectos según la
propia naturaleza del contrato principal cuyas obligaciones trata de garantizar.

Al carecer de toda regulación unitaria ha debido ser la Jurisprudencia la que


apunte tales criterios generales y uniformes, el derecho de retención no
corresponde a todo poseedor o detentador de cosa ajena, sino únicamente a
aquellos a los que la propia Ley reconoce esta facultad y con el alcance que
también se establezca por la norma habilitante. Lo que, a su vez, determina la
máxima cautela en su reconocimiento y extensión de sus efectos, quedando
prohibida toda aplicación extensiva a otros supuestos no contemplados por la Ley,
por mucha analogía que quepa apreciar entre las figuras contractuales.

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7. CONCEPTO Y EFECTOS DEL CONTRATO.

Artículo 1436 Convenio de derecho civil es el acuerdo de dos o más


personas para crear, conservar, transferir, modificar o extinguir obligaciones o
derechos.

Los contratos son una especie de convenio. Un contrato es un acuerdo de


voluntades entre dos o más personas para producir o transferir obligaciones y
derechos. En esta sección nos referimos a los contratos civiles que se rigen por
los el Código Civil Federal, Códigos Civiles de las entidades federativas, Código
Federal de Procedimientos Civiles y Códigos Procesales de las entidades
federativas que resulten aplicables en el ámbito de su competencia.

El acto que se ejecuta en el contrato es privado y de modo legal, en el cual


se constituyen obligaciones y derechos para los involucrados en el asunto.
Entonces, las personas que pueden ser parte de este papeleo deben ser mayores
de 18 años, menores de edad que se encuentren emancipados por completo o
jóvenes entre 16 y 18 años que tengan la debida autorización de sus padres.

Los contratantes pueden estipular en un contrato lo que convenga a sus


intereses, ya que en los contratos rige el principio de autonomía de la voluntad, es
decir las personas son libres de establecer las reglas que rigen sus relaciones,
siempre y cuando no contravengan las disposiciones legales.

Los contratos son, esencialmente, fuente principal de las obligaciones y


tienen por efecto generar, modificar y extinguir obligaciones, también derechos
reales. Cuando el contrato hace nacer obligaciones para una sola parte
contratante, se lo califica de unilateral. En cambio, se lo califica de bilateral cuando
crea obligaciones recíprocas entre las parte.

Al contrato se los entiende doctrinariamente como con fuerza de ley entre


las partes porque los derechos que engendra son exigibles y obligatorios. Y
los terceros, en principio, están excluidos de los efectos de los contratos.
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8. ELEMENTOS DEL CONTRATO: ESENCIALES DE VALIDEZ
Y DE EFICIENCIA.

Para que un contrato sea absolutamente válido deben haber ciertos


requisitos o elementos que lo complementen. Por eso, según el Código
Civil establece que en el artículo 1261 el documento tiene que contar
indispensablemente con lo siguiente:

 Consentimiento de los contratantes: habla de que los actores


involucrados sean voluntarios de participar en el contrato.
 Objeto cierto que sea materia del contrato: se basa en la
posibilidad, legalidad y determinación del documento, esto para que
se cumpla como un deber.
 Causa de la obligación que se establezca: este punto define el
hecho del por qué se debe del contrato, es decir, que justifica la
creación de una obligación por la voluntad de los representantes.

Los elementos esenciales, son aquellos indispensables para darle vida al


acto jurídico y sin las cuales no existen, en cambio, los requisitos de validez, son
las circunstancias o características que deberán tener los elementos de existencia,
a efecto de que sea plenamente válido y por lo tanto, ese acto produzca la plenitud
de sus efectos jurídicos.

Si un contrato carece de consentimiento u objeto la consecuencia jurídica


será la inexistencia del contrato, toda vez que carece de aquellos elementos para
que el contrato nazca a la vida jurídica.

Con el propósito de que un contrato sea de completa veracidad y auténtico


debe cumplir con los siguientes requisitos:

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 Capacidad jurídica: Se refiere a la aptitud de las personas
negociantes para ser titular de derechos y obligaciones.
Básicamente, ejercen los primeros y contraen los segundos.
 Ausencia de vicios del consentimiento: Que no exista falta de
voluntad por los representantes, porque de ser así se anula el
contrato inmediatamente. Todo consentimiento debe ser realizado
con libertad absoluta e intención.
 Licitud en el objeto, motivo o fin: Son las acciones u omisiones
dentro del marco legal, es decir, aquello que los actores pueden o no
hacer.
 Consentimiento manifestado en la forma que la ley establece:
Finalmente, este consta de que las partes manifiesten la celebración
del contrato con su voluntad frente a la ley establecida, como lo
indica su nombre.

En los contratos, las partes contratantes pueden poner las cláusulas que les
resulten convenientes, sus términos deben ser claros y no dejar lugar a duda
sobre la intención de los contratantes. Cuando hubiere ambigüedad en la
interpretación de los contratos, es decir, cuando no sea clara cuál fue la intención
de las partes contratantes al momento de celebrar el contrato, tanto el Código Civil
Federal como los códigos civiles de las entidades federativas señalan las reglas
para su interpretación. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
resuelto que la conducta de las partes contratantes es una valiosa fuente de
información para interpretar los contratos.

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9. EL CONSENTIMIENTO COMO ELEMENTO CONTRAVICTUAL.

Las partes pueden manifestar su voluntad de celebrar el contrato de forma


expresa esto es, de forma verbal, por escrito, por medios electrónicos, ópticos, por
cualquier tecnología o por signos inequívocos. Por ejemplo, cuando las partes
celebran un contrato, plasmando su voluntad en un documento y firmando, o bien,
cuando un contrato de prestación de servicios se encuentra en el sitio de Internet
del prestador de servicios y el usuario hace clic (presiona) en el botón de aceptar
los servicios y paga los honorarios.

O bien la expresión de la voluntad de las partes puede realizarse de forma


tácita, es decir mediante hechos o actos que presupongan el consentimiento. Por
ejemplo, en un contrato de arrendamiento existente, al llegar la fecha de
vencimiento del contrato, el arrendador no solicita la entrega del bien arrendado y
el arrendatario continúa pagando las rentas, existe un consentimiento tácito de
continuar con el contrato de arrendamiento.

10. VICIOS DEL CONSENTIMIENTO

Los vicios en el consentimiento son la falta de voluntad sana con el


propósito de adulterar, anular o falsear la voluntad. Cuando esto ocurre origina la
anulabilidad o la nulidad del contrato y es causado por el dolo, el error, la violencia
y la intimidación.

Los actos jurídicos contendrán vicios del consentimiento cuando no se


hayan realizados en libertad y con intención. Cuando en un contrato o acto se vicie
la libertad de la voluntad será nulo y podrás interponer una demanda por
incumplimiento de contrato.

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10.1 ERROR

El error es considerado en el derecho como una forma mala de apreciar la


realidad a causa de la ignorancia. Esto ocurre cuando alguna de las partes no
tiene conocimiento de todas las circunstancias que intervienen en el acto
acordado.

Esto ocurre por ignorancia o equivocación, pero sea cual sea la causa por
la que se cometa el resultado será siempre el mismo. El cual será una falsa
representación de la realidad.

El sujeto en el error desconoce algunas consecuencias de un acto que se


celebra y considera que su representación de la realidad es correcta.

El Código Civil en su artículo 1266 establece lo siguiente: que el error para


que anule el consentimiento, tiene que influir en la sustancia de la cosa objeto del
contrato. También sobre las condiciones de la misma que originó el motivo de la
celebración.

No todos los errores que se le pueden presentar a los contratantes tienen el


mismo tratamiento jurídico. Tampoco cualquier tipo de error ocasiona la nulidad
del contrato, para que esto ocurra tiene que ser un error esencial o relevante.

Cuando el error incurra en elementos del contrato que igualmente sin ellos
se hubiera establecido el contrato será irrelevantes. Por lo que el contrato no será
anulable y la persona que haya padecido el error debe asumirlo.

El error es la falsa apariencia de la realidad. Por ejemplo, cuando uno de los


contratantes cree que celebra un contrato de compraventa y en realidad se trata
de un arrendamiento.

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10.2 DOLO

El Código Civil en el artículo 1269 establece que para que haya dolo: las
maquinaciones insidiosas o palabras de una de las partes contratantes, debe
inducir al otro a celebrar el contrato. De no haber existido dichas palabras o
maquinaciones no se hubiera celebrado el contrato.

Para que exista el dolo debe haber la intención objetiva de una persona a
ocasionar un daño a otra. De acuerdo con lo establecido en la ley esté consiste en
una trampa o maquinación, con la intención de sorprender a una persona. Para
causar un daño sobre algunas condiciones o sobre toda la persona.

El dolo consiste en realizar de forma voluntaria o consciente un acto


antijurídico. Este es empleado por una persona con el propósito de que otra
exprese su consentimiento para constituir un contrato. Así existe la libertad de la
voluntad para facilitar el consentimiento, se encuentra limitada debido al engaño.

El dolo como elemento del vicio del consentimiento, es todo acto contrario a
la buena fe ajena, a la honestidad. Por lo general es utilizado en beneficio propio
originando que el contrato se establezca en contra de la voluntad real.

Por ejemplo, una persona ofrece vender a otra una réplica de una obra de
arte haciéndole creer que se trata de una obra de arte original.

10.3 MALA FE

La mala fe se produce cuando uno de los contratantes advierte el error en


que cae la otra parte y omite hacérselo saber. Por ejemplo, cuando una de las
partes contratantes advierte que la otra parte aceptó celebrar un contrato de

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compraventa de un automóvil pensando que es modelo 2018 cuando en realidad
el automóvil es modelo 2015 y no le hace ver el error.

10.4 LESIÓN

10.5 INTIMIDACIÓN Y VIOLENCIA

La violencia en los vicios del consentimiento está definida en el artículo


1267 del Código Civil. La considera como en empleo de la coacción física o la
fuerza sobre el otro con el objetivo de lograr el consentimiento. Esta se puede dar
en los siguientes casos:

 Cuando una persona firma cualquier tipo de documento porque otra


lo lleva o le sujeta la mano.
 La firma de un contrato se realiza después de haber sufrido lesiones
que han sido causadas con violencia.

En el consentimiento existe la intimidación cuando a una de las partes del


contrato se le provoca un temor racional. Este consiste en que va a padecer un
mal grave e inminente él, sus bienes, su cónyuge, ascendientes o descendientes.

Existe una coacción moral que es capaz de sobresaltar de tal manera que
conlleva a la celebración del contrato. La intimidación será mayor por la edad y la
condición de la persona, debido a que los ancianos y los menores son más
vulnerables.

La anulación del contrato por violencia e intimidación, cuando se dan los


hechos mencionados. El plazo para solicitar la nulidad del contrato a causa de la

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intimidación y la violencia es de cuatro años. El cual comenzará a contar a partir
del día en que la intimidación o la violencia hayan finalizado.

11. CLASIFICACIÓN DE CONTRATOS


El contrato es un acto jurídico mediante el cual una parte se compromete
con otra a cumplir una obligación. En los contratos también dos o más partes
pueden estar comprometidas a cumplir una obligación, de ahí que los contratos
tengan unas características especiales, en este caso el contrato puede ser
unilateral o bilateral.

Entonces los contratos según lo establecido en normas del código civil se


dividen en los siguientes tipos:

 Unilateral: los contratos unilaterales son aquellos en los cuales quien se


obliga es una parte, mientras que la otra no tiene obligación alguna, por
ejemplo, el contrato de préstamo de uso o comodato.
 Bilateral: en este tipo de contrato ambas partes se obligan, por ejemplo, en
un contrato de compraventa el vendedor se obliga a entregar la cosa y el
comprador a pagar el precio.
 Gratuito: cuando solo beneficia a una de las partes, por ejemplo, el
contrato de donación.
 Oneroso: en este caso ambos contratantes obtienen un beneficio.
 Principal: un contrato es principal cuando no depende de otro para existir,
este es el caso del contrato de arrendamiento.
 Depende de otro para poder existir, contrato de prenda que se da para
garantizar el pago de un préstamo.
 Real: el contrato es real cuando se necesita para su validez la tradición de
la cosa.
 Solemne: cuando se requiere que se cumplan ciertas formalidades
establecidas en la ley.
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 Consensual: cuando se perfecciona por el solo consentimiento de las
partes.
 Conmutativo: cuando una de las partes se obliga a hacer algo equivalente
a lo que la otra parte va a hacer.
 Aleatorio: cuando se trata de algo incierto que depende del azar.

Esta clasificación se encuentra desde el artículo 1496 del código civil hasta 1500
del código civil, pero la doctrina establece otra clase de contratos como los de
ejecución instantánea, que son aquellos que se ejecutan en un solo momento, y el
contrato de tracto sucesivo cuyos efectos se prolongan en el tiempo como en el
contrato de arrendamiento o el contrato de suministro.

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12. CONCLUSIÓN

13. BIBLIOGRAFÍAS
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ ORD6ÑEZ, APUNTES DE DERECHO
HIPOTECARIO, CENTRO DE ESTUDIOS Y OPOSICIONES (C.E.Y.O.),
MADRID, 1953, PÁG. 247 Y 248. (CONTRATOS CIVILES/DERECHO
CIVIL, N.D.)

MANUEL BORJA SORIANO, LA HIPOTECA, REVISTA DE CIENCIAS


SOCIALES DE LA FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, T. IV, NO. 1,
MÉXICO, OCTUBRE DE 1926, PÁGS. 34 Y 35.

HÉCTOR LAFAILLE, DERECHO CIVIL, TRATADO DE LOS DERECHOS


REALES, EDIAR SOC. ANÓN. EDITORES, BUENOS AIRES, 1945, L. V,
V. 111, PÁGS. 64 Y 65.

PÉREZ FERNÁNDEZ DEL CASTILLO BERNARDO, CONTRATOS


CIVILES, 14° EDICIÓN, ED. PORRÚA, MÉXICO 2012.

TREVIÑO GARCÍA RICARDO, CONTRATOS CIVILES Y SUS


GENERALIDADES, 7MA EDICIÓN, ED. MC GRAW HILL, MÉXICO 2008.

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