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UNIVERSIDAD CATOLICA LOS ANGELES DE CHIMBOTE

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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

FACULTAD : DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS.

CICLO : VIII.

CURSO : DERECHO DE CONTRATOS.

PROFESOR : .

ALUMNO : .

CODIGO : .

FECHA : 26 – 07 – 2022.
LAS ARRAS, EL SANEAMIENTO CONTRACTUAL
TEMA : Y EL CONSENTIMIENTO.
AGRADECIMIENTO

A mis padres haberme dado valores muy


importantes que me han forjado la persona
que soy, de mis logros que he conseguido se
los debo a ustedes incluyendo este. Les tengo
un gran amor por siempre estar ahí y
apoyarme incondicionalmente.

A Dios por iluminar mi vida, y apoyarme


espiritualmente en los momentos
complicados. Por darme inspiración de ser
una gran persona.

A mi docente por brindarme el conocimiento


compartido y su confianza para poder avanzar
y afrontar las dificultades del curso.
INTRODUCCIÓN
“La historia nos narra diversos capítulos en que los contratos han sido una parte

importante en la vida diaria de cada persona se puede decir que un tipo de contrato más

antiguo fue el trueque donde se creaba un vínculo entre dos o más personas con el fin de

intercambiar las cosas en base a sus necesidades e intereses con el pasar del tiempo fue

tomando forma en el sentido de lo implícito y explícito se va adaptando a la realidad y a

los cambios de vida de cada época en que se vive.”

“Entonces a través de lo plasmado observaremos que los contratos son

recíprocos por el hecho que intervienen las partes para obligarse a dar hacer o no hacer

según el tipo de presentación que corresponda a ello se suma la autonomía privada de

libertad que las partes tiene para celebrar contratos y aunque no todo esté previsto en la

norma trata de dar una seguridad jurídica ante el cumplimiento.”

“Finalmente se debe entender que la realización de los contratos recíprocos

dependerá de la autonomía de las partes este último considerado como un requisito

importante. Ya que los intereses superpuestos ante el incumplimiento por permitirán

otorgar una decisión según las pautas o cláusulas celebradas por ello mismo siempre y

cuando se encuentren dentro de un marco legal.”


CONTENIDO
AGRADECIMIENTO...............................................................................................................2
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................3
LAS ARRAS, EL SANEAMIENTO CONTRACTUAL Y EL CONSENTIMIENTO..........5
EL ARRAS..............................................................................................................................5
Las arras confirmatorias en el Derecho Comparado.................................................................5
Las arras penales en el Derecho Comparado............................................................................6
Las arras de retractación en el Derecho Comparado.................................................................7
El saneamiento por evicción como requisito natural de los contratos.......................................9
El saneamiento por evicción como deber de garantía...............................................................9
Saneamiento por vicios ocultos..............................................................................................10
Saneamiento por hechos del propio transferente....................................................................10
Obligación de no hacer del transferente: Perturbación real y no potencial.............................11
El consentimiento:..................................................................................................................11
CONCLUSIONES:....................................................................................................................13
RECOMENDACIONES............................................................................................................14
LAS ARRAS, EL SANEAMIENTO CONTRACTUAL Y EL
CONSENTIMIENTO.

EL ARRAS

Las arras constituyen una señal que puede consistir en dinero u otro bien que una de las

partes entrega a la otra para acreditar a la celebración del contrato y asegurar su

cumplimiento.

Un contrato de arras implica lo siguiente:

 El comprador se reserva el derecho sobre la compra de un bien a cambio de una

cantidad de dinero determinada a cuenta del precio total.

 Y el vendedor se compromete a entregar el bien al comprador en las condiciones

pactadas.

Las arras confirmatorias en el Derecho Comparado

De acuerdo con nuestro artículo 1477:

“La entrega de arras confirmatorias importa la conclusión del contrato. En caso de

cumplimiento, quien recibió las arras las devolverá o las imputará sobre su crédito,

según la naturaleza de la prestación”.

Según una doctrina chilena dentro de las arras confirmatorias podemos distinguir

aquellas que funcionan simplemente como «señal», de aquellas que funcionan como

«parte del precio». Evidentemente, las arras confirmatorias «parte del precio» se

imputan a éste, de forma que no se restituyen pues representan el cumplimiento parcial

de la obligación de la parte que las dio. En cambio, las arras «señal», por su carácter de
mera prueba, y no de cumplimiento parcial, siempre terminarán por ser restituidas.

(Carvajal Ramírez, 2005, pp. 100-101)

En la práctica de los negocios, no hay duda que cualquier cosa que se entregue con la

finalidad de manifestar exteriormente el contrato tiene mucho significado para los

contratantes. “Dame una seña” es la frase que se escucha con frecuencia en el mundo de

los negocios. La entrega de arras confirmatorias es la prueba incontestable del

perfeccionamiento del contrato. En caso de cumplimiento del contrato, hipótesis

normal, el efecto de las arras confirmatorias consiste en que quien las recibió, salvo

pacto en contrario, las aplicará al cumplimiento de la prestación a cargo de quien las

entregó, pero si, por la naturaleza del bien dado en arras, ello no fuera posible deben ser

restituidas a quien las entregó.

Las arras penales en el Derecho Comparado

De conformidad con nuestro artículo 1478:

“Si la parte que hubiese entregado las arras no cumple la obligación por causa

imputable a ella, la otra parte puede dejar sin efecto el contrato conservando las arras.

Si quien no cumplió es la parte que las ha recibido, la otra puede dejar sin efecto el

contrato y exigir el doble de las arras”.

Las arras confirmatorias devienen en penales por incumplimiento del contrato. Si se

incumple el contrato, el efecto de las arras confirmatorias es perderlas o devolverlas

dobladas, según que el incumplimiento se deba a causa imputable al que las entregó o al

que las recibió. Es decir, las arras que en un principio fueron confirmatorias devienen en

penales. La pérdida o la devolución doblada de las arras es una sanción civil para el
contratante que ha incumplido el contrato y evita a la parte perjudicada con el

incumplimiento el tener que recurrir necesariamente a jueces o árbitros demandado el

cumplimiento o la resolución del contrato, más la indemnización de daños, con los

consiguientes gastos y pérdida de tiempo. (Torres Vásquez, 2009, p. 40)

De acuerdo con una doctrina chilena, las arras penales acompañan un contrato perfecto,

pero, a diferencia de las penitenciales, no autorizan la retractación. Vale decir, opera la

sanción arral de la pérdida o restitución del doble del valor de las arras sin perjuicio de

que igualmente se pueda exigir el cumplimiento del contrato. En este sentido se dice

que establecen una pena. (Carvajal Ramírez, 2005, p. 102)

Estableció la Corte colombiana en una sentencia que: “Arras confirmatorias penales

dadas por uno de los contratantes al otro como liquidación anticipada de los perjuicios

(ARRHA CONFIRMATORIA), en cuyo caso la estipulación tiene los caracteres de

cláusula penal, de la que sólo se diferencia de aquella en cuanto ésta no es como aquella

prestación real y antelada”. (Oviedo Albán, 2007, p. 36)

Las arras de retractación en el Derecho Comparado

Según nuestro artículo 1480:

“La entrega de las arras de retractación sólo es válida en los contratos preparatorios y

concede a las partes el derecho de retractarse de ellos”.

Las arras penitenciales tienen, por su parte, una finalidad y alcance distintos. Ya no

estamos, en efecto, en presencia de una manifestación o señal de voluntad de cumplir un


contrato sino por el contrario, ante la eventualidad válida de que las partes se

arrepientan de ejecutarlo. El sentido de estas arras no está, de consiguiente, en reafirmar

el valor del contrato, sino de autorizar a resolverlo. Confiere, pues, el derecho de

retractarse de una relación convencional existente por cumplirse. Quien ejercita este

pacto, se aparta así de su obligación, sin que por ello incurra en una causal de

incumplimiento no justificado. Sostiene Rotondi que “…es claro que en este caso no se

puede hablar en realidad de incumplimiento porque el que desiste hace uso de una

facultad expresa”. (Arias Schreiber Pezet, 2011, pp. 298-299)

En el derecho chileno existen dos tipos de arras penitenciales. El primer tipo de arras

penitenciales, aquellas que acompañan un contrato imperfecto, se pueden denominar

«obligacionales»; pues la posibilidad de retractarse proviene de la falta de un acuerdo

vinculante, no de las arras, de modo que la pena arral funciona como un mecanismo

indirecto para asegurar la futura celebración del contrato. El segundo tipo, en cambio, es

propiamente «penitencial», pues de no haber mediado las arras, la fuerza vinculante del

contrato perfecto impide la retractación por el arrepentimiento unilateral de cualquiera

de las partes. (Carvajal Ramírez, 2005, p. 102)

Para una doctrina nacional, las arras de retractación no se entregan como seña de la

celebración del contrato, sino como retribución para que las partes adquieran el derecho

de desistirse del contrato preparatorio que han celebrado; constituyen el precio que se

paga para tener el derecho de retractarse, es decir, de separase unilateralmente del

contrato sin tener que dar explicaciones. Con la entrega de las arras de retractación las

partes contratantes están acordando que, cualquiera de ellas, puede decidirse

alternativamente por cumplir o por no cumplir el contrato; tanto el cumplimiento como


el incumplimiento del contrato constituyen el ejercicio legítimo de un derecho. (Torres

Vásquez, 2009, p. 44)

El saneamiento por evicción como requisito natural de los contratos

El saneamiento por evicción es un requisito natural de los contratos, es decir, que no

requiere ser pactado o incorporado en el negocio celebrado entre el transferente y el

adquirente para que:

1. El adquirente/comprador pueda exigirle al transferente/vendedor el valor del bien

trasferido al momento de la evicción,

2.- El adquirente/comprador pueda exigir una indemnización por los daños y perjuicios

en caso de que el transferente/vendedor haya obrado con dolo o culpa, entre otros

derechos.

El saneamiento por evicción como deber de garantía

Para una doctrina brasileña, con respecto a la evicción existe un deber de garantía en

caso de pérdida de la cosa debido a una decisión judicial o administrativa que otorga el

derecho -total o parcial- a un tercero ajeno a la relación contractual en la que tuvo lugar

la adquisición. Este tercero demuestra la anterioridad de su derecho, por tener la

condición de propietario verdadero o poseedor del bien, a través de un título anterior al

negocio jurídico que le otorgó el derecho al comprador/ adquirente. Con la pérdida de la

cosa, este se pasa a llamar evicto (excluido). Correspondiéndole dirigirse al

vendedor/enajenante para reclamarle una indemnización por los perjuicios resultantes


de la transferencia de un derecho que no le pertenecía cuando se formalizó el contrato.

(Rosenvald, 2010, pp. 508-509)

Saneamiento por vicios ocultos

De conformidad con el artículo 1503 de nuestro CC.

El transferente está obligado al saneamiento por los vicios ocultos existentes al

momento de la transferencia.

Según una doctrina brasileña, el vicio redhibitorio consiste en el vicio oculto de la cosa

que la torna impropia para su uso. Siendo inherente a la esencia del producto, el vicio es

capaz de volverlo inútil para su propósito o de reducir la capacidad del bien para cuando

se lo use. En el ordenamiento de dicho país, la disciplina se inserta en la teoría general

de los contratos, no apegándose a ningún contrato típico. Su campo de incidencia son

los contratos conmutativos, en los que existe un conocimiento previo de las

prestaciones recíprocas. La existencia del sinalagma y, por lo tanto, de la justicia

contractual, requiere un equilibrio entre los intercambios contractuales. Habrá una

lesión a ese equilibrio si el bien recibido por una de las partes fuera materialmente

incapaz de cumplir con sus propósitos naturales. (Rosenvald, 2010, p. 502)

Saneamiento por hechos del propio transferente

El artículo 1524 de nuestro CC reza:


El transferente está obligado al saneamiento por hecho propio que disminuye el valor

del bien, lo hace inútil para la finalidad de su adquisición, o reduce sus cualidades para

ese efecto.

Obligación de no hacer del transferente: Perturbación real y no potencial

Por el mérito de la obligación de abstención el transferente se encuentra impedido de

perturbar al adquirente en el goce pacífico y útil del bien que este último adquiere. La

perturbación a que nos referimos tiene que ser real y no potencial. No existirá de

consiguiente, si lo que hay es únicamente una amenaza. Esta última, en efecto, no

disminuye el valor del bien, ni lo hace inútil para la finalidad de su adquisición, ni

reduce sus cualidades para ese efecto, que son los presupuestos para que exista la

obligación de saneamiento. A diferencia del saneamiento por evicción y por vicio

oculto, el hecho propio del transferente tiene que ser necesariamente posterior al

contrato de transferencia. (Arias Schreiber Pezet, 2011, pp. 345-346).

El consentimiento:

El consentimiento de las partes debe existir para que sea válida y exista el negocio

jurídico, y tiene que existir para todo tipo de consentimiento, no solo debe existir para

los consensuales sino también para los reales ya que no solo sirve la tradición. Es la

exteriorización común de ambas partes para lograr modificar sus dichos. en el orden

patrimonial. Según Salvat es una manifestación bilateral ya que surge del concurso de

ambas voluntades unilaterales. Barbero opina que es la resultante de 2 negocios

unilaterales, ambas son voluntades recepticias. La doctrina está dividida en cuanto a que

es el consentimiento, algunos siguen a Salvat, el consentimiento es un acto bilateral.


Para otros son hechos individuales que son recepticios ya que uno oferta y el otro

acepta.
CONCLUSIONES:

Las arras confirmatorias son aquellos bienes físicos o dinero que da una de las partes

de la relación contractual para la conclusión de este (constituyendo a su vez un medio

de prueba de la celebración del mismo). En caso de cumplimiento del contrato quien las

recibió podrá o bien devolverlas o imputarlas a su crédito. No obstante, cuando las arras

tengan una naturaleza distinta al crédito de quien las recibió este deberá devolverlas.

Las arras (bien físico o dinero) penales hacen alusión al incumplimiento efectuado por

una de las partes del contrato concluido. Si el contrato es incumplido por quien dio las

arras la otra puede conservarlas y resolver el contrato; en cambio, si el contrato es

incumplido por quien las recibió, este las devolverá dobladas teniendo la otra parte la

opción de resolver el contrato también.

Concebimos a las arras de retractación como aquel derecho que tienen las partes que

celebraron un contrato preparatorio (compromiso de contratar o contrato de opción) de

desistirse del mismo previa entrega de un bien físico o de dinero.

Podemos concebir al saneamiento por evicción como aquella obligación

indemnizatoria que tiene el transferente frente al adquirente cuando a este un tercero,

con derecho anterior, le prive total o parcialmente del uso, posesión o propiedad de un

bien en virtud de una sentencia judicial o administrativa.

Podemos concebir al saneamiento por vicios ocultos como aquella obligación

indemnizatoria que tiene el transferente frente al adquirente por haberle enajenado un

bien afectado de un vicio importante, no advertible al momento de la transferencia, que

impida la finalidad para la cual fue adquirido o disminuya su uso a lo largo del tiempo.
RECOMENDACIONES

Desde el derecho romano hablar de arras involucraba la entrega de un bien material o

de dinero. Cuando la entrega de arras (o sea estos bienes materiales o dinero) se hacía

con miras al cumplimiento del contrato o sea de confirmarlo recibían el nombre de

“arras confirmatorias”. En cambio, cuando la entrega de las arras se hacía con el

objetivo de apartarse del contrato posteriormente, o sea de resolverlo, recibían el

nombre de “arras penitenciales”.

Cabe aclarar que nuestro Código Civil peruano de 1984 regula a las arras en dos títulos.

Título XIII (Arras confirmatorias) y Título XIV (Arras de retractación) no existiendo

propiamente un título específico para las “Arras penales” pues estas en realidad están

comprendidas dentro de aquel título y se manifiestan cuando quien da las arras (o quien

las recibe) para concluir el contrato lo incumple después.

Podemos concebir al saneamiento por hechos del propio transferente como aquella

obligación de no hacer correspondiente al transferente frente al adquirente que involucra

no realizar perturbaciones reales de hecho (materiales) o de derecho (jurídicas) que

puedan desencadenar en la disminución del valor del bien transferido, reducción en sus

cualidades o que lo hagan inútil para la finalidad para la cual fue adquirido.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA:

CARVAJAL RAMÍREZ, Patricio (2005). “Las arras en la jurisprudencia chilena”. En:

Temas de Derecho Años XX- XXI Nºs 1-2, Enero – Diciembre, 2005 – 2006, Santiago:

Universidad Gabriela Mistral, pp. 97 – 126

ESPÍN CANOVAS, Diego (1952). “Las arras confirmatorias: una omisión del Código

Civil español”. En: Anales de la Universidad de Murcia, 1951-1952, vol. X, 2do

trimestre, Murcia: Universidad de Murcia, pp. 231-237.

ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de

1984. Contratos–Parte General. Tomo I. Lima: Normas Legales.

ROSENVALD, Nelson (2010). Código Civil Comentado. Doutrina e Jurisprudência.

Comentario al artículo 441, Coordinador: Cezar Peluso, São Paulo: Manole, pp. 502-

503

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