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Universidad de San Buenaventura

Facultad de humanidades y ciencias de la educación


Licenciatura en filosofía
seminario II discursos y prácticas de cuidado: una perspectiva de
la filosofía
Docente: Yesica Liliana Cortez
Estudiante: Eider Julián Zuluaga Zuluaga
24/05/2023

La destrucción masiva de lo común

“Las mujeres tienen un papel clave en las luchas sociales porque ellas son las más afectadas
por la desposesión y la degradación medioambiental y sufren directamente en su vida
cotidiana los efectos de las políticas públicas. Son las mujeres quienes se ocupan de las
personas que enferman a causa de la contaminación generada por el petróleo o porque el
agua que emplean para cocinar, lavar y limpiar es tóxica; ellas no pueden alimentar a sus
familias porque se está perdiendo la tierra y se está destruyendo la agricultura local”.
(Silvia, 2020, pág. 207)

El capitalismo es el sistema económico que más fuerza tiene en occidente y a lo largo del
tiempo ha influido en todos los aspectos de la vida tanto de mujeres como de hombres, sin
embargo, con las nuevas problemáticas actuales se ha ido resquebrajando sus cimientos,
para entender cómo sucede esto propongo este breve escrito. En una primera parte, se
pondrá en manifiesto lo que la autora piensa de las observaciones que hace Marx sobre el
capitalismo, añadiendo como este no toma la labor doméstica como trabajo. En una
segunda parte se mostrará las grandes intervenciones en la de la mujer en las duras luchas
de América latina y cómo estás llevan a evidenciar cuidado del otro, propiciando un
quiebre en los fundamentos propios del capitalismo salvaje de nuestro tiempo.

El capitalismo y su clasificación de género

El capitalismo es el sistema económico que se interesa por la producción masiva de


productos para brindarlos de una manera asequible y rápida a sus consumidores, a los
cuales no les importa de donde salen estos productos y las consecuencias que causan
estos objetos al planeta. Es en este contexto que la autora nos mostrara como este
sistema tan ampliamente difundido ha destruido en gran medida lo que las sociedades
antiguas habían construido a lo largo de varios siglos de existencia. Qué consistía en un
sistema que era común para todos, en donde la mujer tenía un papel trascendental.

Para esto se servirá de Marx, que es uno de los autores que nos propone un mundo sin
capitalismo, al mismo tiempo propondría las nuevas teorías feministas, qué hacen una
crítica al autor, pero rescatan gran parte de él. En un primer momento, Federici nos dirá
apoyada en Marx qué la acumulación del capitalismo es una de sus principales
problemáticas, ya que dé estas salen graves problemas de consumismo masivo, la
explotación laboral nacida a partir de la revolución industrial, el trabajo sexista y los roles
de género.

Y es a partir de allí que se inicia el siguiente análisis, que consiste en cómo la posición
social de la mujer se ve encasillada a ser la trabajadora doméstica del hogar. Para esto la
autora se pondrá a observar de manera sustancial porque Marx no tomó a la labor
doméstica como un trabajo, en un primer momento ella observará que esto surge a partir
de lo ocurrido en la revolución industrial de Inglaterra, donde se propiciaban unas
jornadas laborales que sobrepasaban los límites de lo que las mujeres y hombres podían
soportar, causando así una gran carga que terminó matando gran parte de los obreros y
obreras. Dando como resultado que los grandes empresarios buscaran una solución a esta
grave problemática.

Es así como se planea de una manera sistemática y controlada que las mujeres ya no
trabajen en las fábricas, sino que vuelvan a las labores del hogar, para que se dedique a la
reproducción y crianza de los que serán en un futuro los nuevos obreros para el capital. Y
es por esto que ya el capitalismo pondrá como uno de los ejes centrales la reproducción
humana para evitar que la producción en masa se vea afectada por ausencia de mano de
obra, como lo dirá Federici: “Poner la reproducción de la fuerza de trabajo en el centro de
la producción capitalista desentierra un mundo de relaciones sociales, que resulta esencial
para exponer los mecanismos que regulan la explotación de la mano de obra”. (Silvia,
2020, pág. 247)

Continuando con lo anterior, podemos observar como los estados modernos por medio
del capitalismo realizan una regulación de la familia a beneficio de los grandes magnates
que buscaban la producción en masa para poder cumplir con la demanda del consumismo
que se estaba gestando. Y es aquí donde se causa la gran factura entre lo que busca el
capitalismo y lo que se buscara con el nacimiento de los comunes, pues para el
capitalismo no valdrá para nada el cuidado, ya que para este es solo un medio para seguir
produciendo en cadena, no será hasta bien entrado el siglo XX que se dará la “revolución
doméstica” que no se mirara como eje central.

Al mismo tiempo, Federici mirará como este sistema de reproducción capitalista, al no


tener el cuidado como eje central, no le importara nada ni nadie de lo que lo rodea,
siendo evidenciado la gran explotación de los recursos naturales que propician nuestro
planeta, los cuales nunca podrán volver a hacer regenerados. Causando así un grave daño
medioambiental, pero también a las comunidades de donde se extraen todas las materias
primas, pues coma la autora nos dirá “las máquinas no producen máquinas”. (Silvia, 2020,
pág. 326)

Y es en lo anterior que Federici critica de manera implacable el pensamiento de Marx,


pues “él consideraba que la industria era la encarnación de una racionalidad más elevada
que se abría paso en el mundo, pero que enseñaba a los seres humanos la actitud
adecuada para desarrollar nuestras capacidades al máximo y librarnos del trabajo” (Silvia,
2020, pág. 236). Podemos ver en el mundo actual que la afirmación de Marx es una
contradicción latente, dado que la industria solo ha generado una competencia
desbordante y una destrucción colectiva en los diversos estados y naciones que se han
industrializado.

La mujer y el cuidado

Partiendo de las graves problemáticas que ha generado el capitalismo desde sus inicios,
pasando por el siglo XX hasta nuestra actualidad, podemos evidenciar como se han dado
cambios significativos por medio de diferentes movimientos sociales y feministas que
permiten que se vaya pensando a futuro un mundo sin capitalismo, el cual destruya las
relaciones intrínsecas del cuidado de sí y del otro, permitiendo una rehabilitación de los
comunes en las relaciones familiares y extra familiares.

A consecuencia de todo lo acontecido en medio del sistema capitalista surgen una especie
contraofensiva que busca la resistencia frente a todas las propuestas de la economía
global que tiene como eje la destrucción del entorno social y ambiental, esto se puede ver
evidenciado en las diversas circunstancias que ocurren en los países de América Latina, en
donde las precariedades a causa de los malos sistemas políticos que se entretejen con el
capitalismo. Causado que surjan diferentes formas de salvaguardar la vida propia y del
otro, siendo la mujer la gran protagonista de estos movimientos. Surge de aquí la
siguiente pregunta: ¿Cómo el cuidado practicado por las mujeres puede derrumbar el
sistema patriarcal de la política?

Un claro ejemplo fue lo que ocurrió con las mujeres durante la dictadura de Pinochet,
pues estas buscaban por medio de comedores comunitarios la erradicación del hambre
que estaba azotando a gran parte del país, sin embargo, los políticos vieron como un gran
peligro de sublevación en estos comedores, ya que en estos se buscaba un cuidado
integral de las personas que en ellos participaban generando a lo largo del tiempo una
conciencia colectiva que buscaría que cayera el sistema dictatorial ejercido en el país.

Con base en esto, surge el siguiente interrogante ¿Cómo surge el cuidado colectivo, a
partir de las graves crisis de los pueblos? Al cual intentaré dar respuesta por medio de lo
que se ha visto en el texto de Federici. En primer lugar, observamos que la que propicia de
manera particular estos movimientos es la mujer, dado que está en su transcurrir de la
historia ha sido la responsable del cuidado del otro (ese otro comprendido como hijo,
esposo, padre, madre y comunidad), pues ella tiene claro que solo poniendo al otro como
un ser que posee una dignidad y requiere de su atención, es posible generar en el hombre
una transformación en su pensamiento y en su forma de actuar para que genere un
cambio en su conciencia, lo cual conllevara a buscar el bien colectivo.
En segundo lugar, podemos apreciar que del cuidado que en este caso surge de las
mujeres motivan a los demás a crear vínculos afectivos y de pertenencia con personas,
familia, comunidad y nación, motivando así a la protección del otro y de sus derechos. En
tercer lugar, al estar todos unidos por un sentimiento que los impulsa a que cada miembro
de la comunidad este en mejores condiciones de vida, termina por convertirse en cuidado
colectivo que posteriormente llevaran a la nación a derrocar cualquier medio que impida
la vida estable.

En conclusión, el capitalismo es un sistema económico que solo puede abolido en la


medida que cada mujer y hombre de la sociedad, tome plena conciencia de la dignidad del
otro y como estamos llamados a ser plenamente los que cuidamos al que está a nuestro
lado. A demás cabe resaltar el gran papel que juegan las mujeres para consolidar un
mundo en donde se valore y se dignifique al hombre, la política, la economía y en
definitiva todos los aspectos de la vida.

Bibliografía
Silvia. (2020). Reencantar el mundo, el feminismo y la politica de los comunes . Madrid: Traficantes
de sueños .

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