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La enseñanza como práctica social. Definición genérica y elaborada del concepto de enseñanza:
enfoques de enseñanza; relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje.
Laura Basabe y Estela Cols ponen en evidencia la difícil definición del término de enseñanza, dado que
este tiene diversas concepciones por las variadas situaciones a las que se aplica y los múltiples sentidos
que asume. A grandes rasgos pueden discriminarse las siguientes definiciones:
-Enseñanza como intento de alguien de transmitir cierto contenido -La enseñanza también es compuesta por los tres mismos
a otra persona. elementos que en la definición genérica, solo se agrega que
se debe dar en un espacio específico, la escuela, y que tiene
1) la enseñanza involucra tres elementos (triángulo didáctico): una finalidad.
alguien que tiene un conocimiento, alguien que carece de él y un
contenido de la transmisión (sean contenidos filosóficos o el cómo Escuela como espacio social especializado, con tiempos
zambullirse de cabeza en una piscina, pueden ser tanto segmentados, roles determinados y de carácter colectivo en el
contenidos formales como informales). que la enseñanza es institucionalizada.
Enfoques de la enseñanza:
Estas dos autoras delimitan al proceso de enseñanza como una “práctica social”
institucionalizada, alineada con metas definidas socialmente.
1) la formación del ciudadano y del trabajador (personas que adquieren cierto monto de
conocimientos, normas y valores que la sociedad y el mercado del trabajo requieren para su
autoperpetuación);
2) el cultivo académico (hacer que estudiantes tengan una visión racional de la realidad a través
de estructuras conceptuales que ofrecen las disciplinas); y
3) el desarrollo personal del sujeto (despliegue de las potencialidades propias de cada ser,
orientación muy característica de la Escuela Nueva).
Por otra parte, pero en relación con lo anterior, Gary Fenstermacher y Jonas Soltis delimitan tres
enfoques básicos de enseñanza:
DφExy: Enfoque “del ejecutivo” Enfoque “del Enfoque “del liberador”
terapeuta”
Estudiante:
Objetivo: Que el estudiante adquiera Que el estudiante llegue a Que se libere la mente del estudiante.
conocimiento específico. ser una persona auténtica.
Estos autores también señalan que educar es una actividad normativa, dado que está dirigida a
ayudar a individuos a desarrollarse hacia lo que significa un ser humano acabado y pleno.
3) La escuela segmenta el tiempo en ciclos, períodos, horas de clase, es decir, no se enseña todo
el tiempo ni en cualquier momento, se marcan así tiempos y alternancias que inciden también en los
tiempos de la vida social.
4) La tarea pedagógica se organiza a partir de una delimitación precisa de los roles de docentes
y estudiantes, como roles asimétricos y no intercambiables.
5) La escuela lleva a que, por trabajar a escala, la enseñanza se desarrolla en situación colectiva;
se enseña a muchos al mismo tiempo.
Estas autoras conciben que la enseñanza es, finalmente, la acción de un docente, a la vez
sujeto biográfico y actor social. Es una acción situada, porque transcurre en un contexto histórico,
social, cultural e institucional. Se inscribe en un tiempo, o, más precisamente quizás, en muchos tiempos
a la vez: el tiempo del propio docente, el tiempo del grupo, el tiempo de la escuela. Y, a su vez, ella misma
es devenir, duración, transformación.
La enseñanza:
1) está orientada al logro de finalidades pedagógicas; la intencionalidad está en la base de las
acciones del docente y se vincula a la idea de transmisión de un cuerpo de saberes considerados
relevantes en el marco de un proyecto educativo. Lo cual no significa que la enseñanza esté exenta de
una cierta dosis de indeterminación.
2) Enseñar es una acción orientada hacia otros y realizada con otros, lo cual significa que la
enseñanza requiere de -y descansa sobre- un proceso de comunicación.
3) Enseñar es desempeñar un papel mediador entre los estudiantes y determinados saberes, a
determinados objetos culturales, impulsar de modo sistemático esta apropiación, instrumentando
situaciones que promuevan procesos de aprendizaje y construcción de significados por parte del
estudiante.
4) La enseñanza enfrenta al docente a un flujo constante de situaciones inéditas, complejas
(“dilemas prácticos”), que tienen lugar en escenarios relativamente inciertos que llevarán a que este
reflexione y delibere acerca de la circunstancia dado que no hay solución aplicable que se deriven de sus
conocimientos teóricos. Por esto la enseñanza es una actividad de naturaleza práctica, lo cual se
diferencia de un carácter instrumental.
5) Además la enseñanza es influida por los docentes, dado que estos disponen de un importante
acervo de conocimientos, creencias y teorías personales a través de las cuales interpretan y atribuyen
sentido a las situaciones cotidianas. Estos saberes y competencias permiten al profesor obrar
adecuadamente en diferentes circunstancias.
6) La enseñanza implica la puesta en práctica de una gama de actividades de ámbitos diversos
y que se llevan a cabo en momentos y escenarios diferentes, lo que se conoce como: fase preactiva
(concepción y programación de la tarea), la fase interactiva (desarrollo de las acciones previstas con los
alumnos), y fase postactiva (análisis y evaluación de lo sucedido en momentos anteriores). Estos
momentos y las distintas capacidades que el docente debe emplear cuando está frente a su grupo de
alumnos, dan cuenta de que ser “buen docente” no es sólo ser “buen diseñador”, es decir, que la
enseñanza no se circunscribe sólo a la implementación de un currículo o a la actuación en clase.
La enseñanza es una acción que no se inicia en el salón de clases sino que atraviesa diversos
ámbitos: el contexto social, en el que se generan demandas educativas de diversos actores y en el que
las autoridades político-educativas del sistema definen y comunican las finalidades educativas y la
propuesta pedagógica consecuente; el contexto institucional, en el que esa propuesta curricular es
interpretada, ajustada y realizada; y, finalmente, el ámbito de decisión y actuación del docente (el
contexto áulico), en el que éste encuentra y despliega una manera de “ser docente” con su grupo de
alumnos -o mejor- con cada grupo de alumnos. Siempre orientada a una actividad social, la enseñanza
define en la actualidad un campo de prácticas que articulan ámbitos de decisión política, niveles de
definición técnica y contextos de enseñanza.
Cada escuela produce una cultura institucional, un sistema de ideales y valores que otorgan
sentido a las formas de pensar y actuar, diluyendo los modos personales de conducirse y
homogeneizándolos de acuerdo con un patrón común. Muchas de esas construcciones simbólicas se
refieren a la tarea de enseñanza y a los modos de llevarla a cabo y constituyen el marco conceptual que
justifica y sostiene las propias prácticas pedagógicas de la institución. La cultura institucional delimita una
imagen ideal del rol del docente, del alumno, del padre, del equipo directivo, de la enseñanza y del
aprendizaje, que condiciona la percepción, la interpretación y la intervención en cada situación.
Al tratarse de una tríada de componentes (el docente, el alumno y el contenido) queda constituido
un campo de relaciones.
El triángulo didáctico encierra:
- la relación del profesor con el contenido,
-del alumno con el contenido y
-del profesor con el alumno.
Se delimitan al interior de este triángulo didáctico, tres sectores de problemas o áreas de estudio:
-la relación entre el estudiante y el saber configura el sector de estrategias de apropiación, que se
refiere al análisis de las concepciones, representaciones, estrategias de resolución y obstáculos del sujeto
en su acceso al conocimiento;
-el sector de la elaboración de los contenidos remite al estudio de las relaciones entre el saber y el
profesor; y por último,
-las relaciones entre el alumno y el profesor configuran el sector de los procesos de interacción
didáctica.
Dussel, Inés. (2014) ¿Es el curriculum escolar relevante en la cultura digital? Debates y
desafíos sobre la autoridad cultural contemporánea
Se parte de una definición operativa del curriculum moderno, considerándolo un documento público
que expresa una síntesis de una propuesta cultural, formulada en términos educativos, sobre cómo y quién
define la autoridad cultural en una sociedad dada.
Esta definición se basa en tres pilares: 1) su carácter de documento o texto público, 2) la operación
de formulación o traducción educativa, y 3) la participación en la producción de una autoridad cultural.
3) La autoridad Cultural. El curriculum supone una selección de la cultura que siempre constituye
una autorización de ciertos saberes y procedimientos y una deslegitimación de otros. La participación del
curriculum en la producción de una autoridad es inescapable, aunque se pretenda lo contrario.
La idea de una autoridad cultural reconocible y de un sistema educativo que ritualiza el habla y da
la palabra, supone la existencia de una sociedad moderna que se estructura de manera relativamente
centralizada y que tiene en el Estado y en su sistema de instrucción pública un referente capital para
distribuir el habla y sancionar los lenguajes y referentes culturales de la comunidad.
Este curriculum de la modernidad tuvo algunos rasgos que se mantuvieron relativamente estables
a lo largo de los tres o cuatro siglos de historia de la escuela moderna en Occidente.
1) Idea del curriculum como organización de un orden y una secuencia de conocimientos en torno a
una racionalidad común. Esto supone una centralización del saber y una organización vertical (entre
años o niveles) y horizontal (entre disciplinas) que dio origen al curriculum como cuadro de conocimientos
distribuidos en el tiempo;
2) Primacía de una visión científica del conocimiento por sobre otras visiones del saber.
3) Promoción de una subjetividad crítica que operaba un distanciamiento del mundo para
conocerlo (sujeto cognitivo reflexivo que se acercaba al mundo con distancia prudente que permitía
construir la realidad como objeto).
4) Privilegio de un ethos humanista, tecnología de gobierno del sí mismo y cimiento de una cultura
común.
-En contraposición a esta concepción, surge la propuesta de la Escuela Nueva que entre 1920 y 1930,
concebía a la educación como un modelo de práctica que debe contemplar centralmente al niño. Definen el
currículum a partir de la noción de “experiencia”. Para ellos el currículum es “el conjunto de experiencias
planificadas y proporcionadas por la escuela para ayudar a los alumnos a conseguir, en el mejor grado, los
objetivos de aprendizaje proyectados, según sus capacidades”. Así, la base del currículum se desplaza, ya no
está centrado en un cuerpo definido de saberes sino en un progresivo proceso de ampliación del mundo infantil.
2° Concepción sociológica - Curriculum como proceso, en el que hay intercambio de perspectivas
-Esta concepción surge después de los aportes de la perspectiva sociológica. Desde ésta, el currículum es la
expresión de una intención pedagógica abierta a los condicionamientos de la práctica escolar. Se trata de un
Sociológica proyecto práctico de elaboración colectiva. Las escuelas y sus problemas no admiten soluciones científicas ni
meramente técnicas, deben tomarse en cuenta las diversas creencias, las concepciones y las formas de hacer
que tienen los padres, los docentes, los alumnos y los especialistas. Los problemas curriculares son
situacionales y no pueden ser resueltos por adhesión a una ideología o metodología particular. Es decir, se
destaca el carácter contextual de toda enseñanza y todo significado y la necesidad de disociar el contenido del
método, la definición de saberes de las formas en que docentes y alumnos se relacionan con tal conocimiento y
las diversas actividades sociales. Se trata de un proyecto global, integrado y flexible. Se postula el curriculum
como un proceso de diálogo institucional en permanente reconstrucción.
-Desde esta postura el currículum es una compleja realidad socializadora, es una experiencia. El curriculum
incluye todo lo que el alumno aprende en la escuela, hasta lo que los docentes enseñan de más, como así
también las cosas distintas a aquellas que se les intenta enseñar. De este modo, presentan una definición de
curriculum que abarca todo aquello que se aprende en la escuela, sea mediante experiencias intencionales
como aquellas no intencionales o no planificadas (incidentales).
-Esta perspectiva se distingue de la pedagógica porque se basa en un punto de vista esencialmente descriptivo
y explicativo. Mientras que esta está ligada a la práctica, mirando la realidad en función de cierta “urgencia” y de
un determinado deber-ser, la primera estudia lo que sucede en la escuela, interesándose en describir y explicar
por qué funciona de ese modo (en vez intentar cambiar o mejorar el modo en que se enseña).
De todo lo anterior, derivan dos cuestiones relacionadas con el análisis sociológico del
currículum:
A) CURRICULUM OCULTO: conjunto de influencias formativas que la escuela ejerce sistemáticamente
pero que no están explicitadas ni formalmente reconocidas (saberes sobre cómo satisfacer docentes,
cuándo engañar o simular una conducta tácticamente aceptable, las maneras de agradar a compañeros,
su moldeado de cuerpos, etc.). Este currículum es no escrito, en contraposición al currículum oficial
(también llamado “currículum escrito” o “explícito”). Este currículum oculto es algo que el estudiante debe
aprender para sobrevivir con éxito en el mundo de la escuela.
B) EL CURRICULUM COMO ARTICULACIÓN DE PRÁCTICAS DIVERSAS: se construye a partir de
diversas prácticas, de diferentes significaciones particulares e históricas propias de cada institución.
Ventajas de esta concepción: develar que en las aulas y en la escuela suceden cosas, que
funcionan más allá de las intenciones, que no se dicen y que las influencias formativas exceden a aquellas
nombradas en planes, modelos, o diseños. Pero, por otro lado, esta visión del currículum tiene una
desventaja: nada dice acerca de qué hacer en las escuelas.
Gvirtz y Palamidessi sintetizan su concepción aludiendo a que el currículum -como la educación, la
escuela y cualquier otro objeto social- es susceptible de muchas lecturas, interpretaciones y definiciones.
Pero cualquiera sea la perspectiva con la que se lo mire, el currículo es un artificio vinculado con los
procesos de selección, organización, distribución, transmisión y evaluación del contenido escolar que
realizan los sistemas educativos. Por lo tanto es válido decir que el curriculum es un artificio regulador;
tiene un notorio matiz normativo: la intención de producir un efecto regular y regulador sobre los que
siguen u orientan un determinado curso de formación. Es decir, el curriculum es un modo de regular las
prácticas de enseñanza y la experiencia formativa de los alumnos, un modo de dar forma al qué y cómo de
lo que sucede en las escuelas.
El diseño de currículum no se restringe sólo a los temas o los contenidos, sino que incluye
aspectos propios de las tareas de enseñanza. El modelo de R. Tyler (pág. 10) es aplicable tanto al
curriculum como a la programación de la acción. Como puede verse, en este proceso de toma de
decisiones, el diseño de los contenidos a enseñar y de las estrategias de enseñanza se subordina a una
serie de metas previamente fijadas: los objetivos.
Picco, Sofía; Lachalde, María Laura; y Lupano, Noelia. (2012). Tipos de curriculum:
sistematización de algunos conceptos clave.
Definición inicial de currículum según la propuesta formativa: Todo currículum sintetiza aquella
propuesta formativa que una sociedad, en un momento histórico determinado, elabora para la
formación de las jóvenes generaciones.
Curriculum prescripto y curriculum real: El currículum prescripto, oficial o escrito alude al diseño
curricular que se elabora en diferentes instancias político-administrativas. Se trata de la normativa
curricular oficial que llega a las escuelas y estipula qué hay que enseñar. Gimeno Sacristán “En todo
sistema educativo existe algún tipo de prescripción u orientación de lo que debe ser su contenido,
sobre todo en relación con la escolaridad obligatoria. Son mínimos que actúan de referencia en la
ordenación del sistema curricular”.
Curriculum nulo: Se define por aquello que no se enseña en la escuela, puede ser identificado en
relación a aquello que se considera significativo en educación. Contiene elementos del universo
educacional que el observador percibe como faltantes y significativos. Para poder dar cuenta de
aquellos saberes que no integran una determinada propuesta formativa, tenemos que tener un
conocimiento del universo cultural y desde allí visualizar qué elementos culturales integran el
curriculum y cuáles no.
Edelstein y Litwin toman el currículum nulo en relación a las decisiones que los docentes toman a la
hora de planificar y llevar a cabo la enseñanza: “Aquello que no enseñamos forma parte de nuestras
decisiones en el terreno de la selección curricular. Los recortes pueden ser expresión de ignorancia o
del dibujo ideológico con el que el docente selecciona el campo disciplinario”.
Currículum oculto: Aquellos aprendizajes que son incorporados por los estudiantes aunque no
figuren en el currículum oficial. Pueden o no ser enseñados con intención expresa. Gimeno Sacristán y
Pérez Gómez: el currículum oculto también llamado no-escrito, latente o implícito, hace referencia a los
efectos sutiles que tiene la experiencia escolar en los alumnos, discurre en forma paralela a las
intenciones del currículum explícito.
Da Silva configura dos perspectivas acerca del currículum oculto: una positiva y una negativa en
relación a la formación que otorgan a los sujetos para desempeñarse en la sociedad:
-La perspectiva positiva ve con buenos ojos los efectos formativos implícitos de la cultura escolar.
Los valores, pautas de comportamiento, normas sociales, etc. que se transmiten en el currículum
oculto contribuyen a la integración en la sociedad.
-La perspectiva negativa plantea que el currículum oculto contribuye a la reproducción de las
relaciones sociales. Bowles y Gintis: “diferentes tipos de escuela enfatizan diferentes tipos de
relaciones sociales, las escuelas a las cuales acceden los niños de clases destinadas al trabajo manual
privilegian relaciones sociales de subordinación. En las frecuentadas por niños de clases dominantes
predominarían las relaciones sociales que enfatizan el autocontrol”.
Currículum mosaico: Feldman identifica dos sentidos. Por un lado, podrá asociarse a cualquier
diseño curricular que despeje la existencia de componentes, concepciones o lineamientos
pertenecientes a uno o varios curriculas previos. Un currículum vigente asume la forma de mosaicos
previos que se adicionan en una nueva configuración. Por otro lado, se puede hablar de currículum
mosaico conformado en cada docente cuando programa la enseñanza a partir de aportes de diferentes
curricula previos, se seleccionan elementos provenientes de distintas fuentes.
Terigi, Flavia. (2020). Escolarización y pandemia: alteraciones, continuidades,
desigualdades.
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Algunas de las decisiones que toman los docentes al momento de programar su enseñanza
refieren a componentes básicos como el marco referencial, las intenciones (sin las que no habría
enseñanza, según la autora), los contenidos, las estrategias y las evaluaciones a realizar.
Muchas veces se utilizan como sinónimos planificación, programación y proyecto, pero no hay un
acuerdo unánime sobre el sentido de cada uno. En lo que sí concuerdan, según Picco, autores como
Gvirtz y Palamidessi, así como Feldman, es que los tres términos comparten cuatro características: la
representación, la anticipación, la intención y la finalidad.
Sofía además señala que el término programación da cuenta de una serie de procesos
complejos de los cuales se pasa del currículum prescripto al currículum real; es decir, la
programación vincula ambos tipos de currículum. Por medio de la programación se logra concretar,
resignificar, adecuar una propuesta formativa general a las particulares condiciones sociales, políticas y
culturales de cada institución educativa. Quien enseña adecua el currículum prescripto a la realidad
particular de enseñanza. De allí que el currículum prescripto no sea una mera “bajada de línea”, sino que
es orientador y que los docentes lo reciben y adecuan a la realidad de enseñanza que enfrentan,
ejerciendo un rol activo.
Picco añade que Zabalza (1987) diferencia programa de programación, dejando al primer
término aquellos controles propios de todo currículum que busca ser llevado a la práctica, y reserva para el
segundo término aquellos espacios decisionales del docente en la bisagra que se configura en la
articulación entre el programa, lo prescripto y los sujetos destinatarios.
Sofía Picco diferencia los principales enfoques que aportan inteligibilidad a la práctica compleja de
programar la enseñanza. Estos enfoques son:
ENFOQUES:
Proceso de decisiones lineales Analizar las tensiones que Rescata aspectos de los dos anteriores
guiadas por la racionalidad medio- se generan entre las enfoques opuestos (no “arroja al bebé
Concepción de fines. Lo importante es fijar fines y intenciones y los modos de con el agua de la bañera”).
la programación objetivos que se desean alcanzar. hacerlas efectivas.
de la enseñanza Luego se definen estrategias
metodológicas y evaluación,
componentes que permiten
alcanzar las finalidades
propuestas.
Otra distinción a tener en cuenta es la existente entre los propósitos y los objetivos. Los primeros
se formulan en términos de lo que los docentes pretenden con la práctica de enseñanza, mientras que los
objetivos de aprendizaje se enuncian dando cuenta de lo que se espera que los estudiantes alcancen,
logren, hagan con determinados contenidos que circulan en la enseñanza y en el aprendizaje.
Programación de la enseñanza y las decisiones del docente acerca de los componentes y sus
relaciones: 1- marco referencial; 2- contenidos; 3- intenciones: propósitos y objetivos; 4-
estrategias metodológicas; 5- evaluación.
1- Marco Referencial
Jorge Steiman define este marco como el que reúne una serie de supuestos que dan sostén y
fundamentan la propuesta de trabajo docente. Dentro de él pueden distinguirse 4 sub-marcos:
3) Didáctico: vinculado con el referente teórico por el que opta la cátedra con relación a los
procesos de enseñar y aprender una disciplina en particular, objeto de conocimiento en el aula. No refiere
a las actividades, ni recursos didácticos, ni nada relacionado con la concreción metodológica, sino que se
enmarca en las opciones teóricas acerca de las concepciones de aprendizaje, de la enseñanza y del
conocimiento.
2- Contenidos
Sonia Araujo señala que muchas veces la elección de los contenidos busca transmitir la ideología
dominante.
La ideología dominante se transmite mediante dos tipos currículum ocultos: aquellos en los que se
elimina el conflicto o la transmisión de la ideología del consenso a través de la enseñanza de las ciencias y
del papel que se le asigna al conflicto en la sociedad. La mayoría de las veces la anulación del conflicto
reside en la exclusión de subculturas de grupos sociales minoritarios y/o marginados en la sociedad. Las
estrategias más comunes suelen ser:
1) la presentación trivial de los grupos minoritarios;
2) la información referida a esos grupos se presenta como recuerdo o dato exótico;
3) sólo se aluden de manera esporádica;
4) se recurre a representaciones estereotipadas de los grupos con menos poder;
5) se deforma la historia de esos grupos hasta llegar, en ocasiones, a ocultarla.
En 1988 el Ministro de Educación de Francia estableció principios organizativos de los contenidos:
1) los programas deben ser sometidos a un cuestionamiento periódico; 2) la enseñanza debe ofrecer
formas de pensamiento dotadas de validez y aplicación general; 3) los programas son marcos, no un
grillete, son organizativos y no meramente restrictivos, por lo que deben ser abiertos, flexibles y revisables;
4) los contenidos que se exigen deben conciliar dos variables: la obligatoriedad y su comunicabilidad; 5) se
deben distinguir las especialidades obligatorias, optativas o facultativas; 6) se debe buscar favorecer las
enseñanzas impartidas en común por profesores de diferentes especialidades; 7) debe haber equilibrio e
integración entre las diferentes especialidades.
Esta autora, además, retoma el concepto de Transposición didáctica elaborado por Y.
Chevallard en 1985. Este concepto rompe la ilusión de correspondencia entre el conocimiento meramente
científico y el que se enseña. Aun así, es uno de los requisitos para que el sistema didáctico constituido
por el saber, el enseñante y los alumnos funcione. Esta distancia entre el “saber sabio” y el “saber
enseñado” debe ser negada porque de ello depende la legitimidad de la enseñanza misma. El aula no es
un espacio de intercambio de conocimientos científicos ¿Cómo se produce esta transposición didáctica?:
1) delimitando conocimientos parciales, se brindan múltiples saberes inconexos en vez de un
complejo entramado de interrelaciones conceptuales;
2) dichos conocimientos son descontextualizados;
3) despersonalización: separación, disociación entre el pensamiento y sus productos.
Hay necesidad de decidir sobre la versión que se ofrecerá a los alumnos. Otro concepto que esta
autora rescata de Chevallar es el de vigilancia epistemológica. Este concepto pone la mirada atenta a la
distancia que existe entre el saber sabio y el saber enseñado, con el propósito de evitar deformaciones en
el proceso de sucesivas transposiciones a que está sometido el saber desde que es adaptado y
transformado en un campo disciplinar específico. Es decir que esta vigilancia lleva a que el docente tenga
una actitud atenta en la transposición, a fin de que el contenido enseñado mantenga correspondencias con
el discurso disciplinar de origen.
Para Feldman Daniel (2015) las situaciones de comunicación educativa plantean una situación
inicial de asimetría: los intervinientes no están en paridad con relación a algo muy específico. Eso que uno
sabe y domina (porque le dedicó mayor tiempo y especialización) y otro/s no. La idea clave es asimétrica
al principio. Podrá ser simétrica, o entre pares, al final.
El problema consiste en entender que se cuenta con instituciones específicas de enseñanza
porque las formas de aprendizaje directo en una comunidad de expertos no son posibles a la gran escala
que hoy requiere la formación superior en nuestras sociedades. Fue necesario generar mediaciones entre
la producción de conocimiento y su transmisión amplia que incluyen la creación de formatos específicos
para lo que se transmite para que pueda ser recibido y comprendido. Es importante retener que se habla
de posibilidad de recepción, no de recepción efectiva.
Pensar en el contenido es pensar en los estudiantes, en sus capacidades, sus posibilidades de
comprensión y aprendizaje, su trayecto y sobre los usos que ese contenido tendrá una vez adquirido.
La cuestión del contenido de la enseñanza siempre está enmarcada por tareas institucionales y
normalmente refiere a varios niveles de decisión. El Plan de Estudios define la estructura básica y el
recorrido de los estudiantes. Establece las divisiones y la organización del conocimiento que conforma la
experiencia educativa. El Plan establece la distribución de las divisiones del conocimiento, la asignación de
áreas y las materias de estudio. Son los programas los que realizan la vinculación específica entre el Plan
y el contenido a enseñar. El papel de los programas, su grado de especificación y de prescripción se
ubica, así, en el centro de los procesos de regulación sobre el contenido.
El contenido no es solamente los temas que se desarrollan. Es también el modo en que son
presentados, la versión a la que se recurre, la profundidad con la que son tratados, su uso en diferentes
contextos. Eso incluye las propias actitudes del profesor frente al conocimiento y a su disciplina. De allí
que, cuando se planifica, solo se organiza una parte del contenido del curso. Otros aspectos se piensan
pero no tienen registro escrito. Y algunos permanecen en el terreno implícito.
López, Aldana y Hoz, Gabriela. (2020). La construcción del contenido a enseñar y sus problemas
didácticos.
-Selección: determinación de cuáles van a ser los contenidos del proyecto dependiendo de la naturaleza
misma del proyecto y del marco de experiencias oficiales que sobre él existan. Para esta selección se
revisa la literatura especializada y se identifican contenidos axiales o nudos del campo en cuestión.
Aunque también se puede optar por un proceso experiencial a través de un modelo de inmersión inductiva,
sin esquemas previos. Asimismo la teoría didáctica ha ido generando una serie de principios o criterios
generales para llevar a cabo la selección y reducción de contenidos, tales criterios son: a) de
representatividad, los elementos seleccionados deben reflejar al conjunto; b) de ejemplaridad, los
contenidos deben ser instrumentales (ser útiles para el desarrollo cognitivo del sujeto) y/o con sentido
lógico (para estructurar las distintas nociones del campo en cuestión); c) de significación epistemológica,
en la que se delimitan los nudos estructurales (conceptos clave); d) de transferibilidad, se escogen
contenidos según su poder de ser instruidos beneficiando tanto el tema como a otros (aprendizajes
generalizables); e) de durabilidad, se debe centrar en aquellos aspectos menos perecederos y siempre
necesarios; f) de convencionalidad y consenso, hay que recoger contenidos con respecto a cuya
importancia y validez hay acuerdo en la comunidad escolar; g) de especificidad, no se deben dejar por
fuera de la selección datos o aspectos difícilmente abordables desde otras disciplinas o áreas temáticas.
-Secuenciación: este paso se refiere a la organización que se dará a los contenidos seleccionados. Tal
orden tiene incidencia en los resultados del aprendizaje, tanto a nivel cuantitativo (cantidad de aprendizaje
logrado) como así también cualitativo (tipo de aprendizaje, significativo, con diverso nivel de estructuración
interna, etc.).
Tipos de secuencia:
1) SIMPLES O LINEALES: a) homogénea, en la que todos los contenidos reciben la misma importancia; b)
heterogénea, en la que hay diferencias en cuanto a la relevancia otorgada a los contenidos; c) secuencia
equidistante, igual espacio y duración concedido a todos los contenidos; d) no equidistante, opuesta a la
anterior
2) COMPLEJAS: a) con alternativas, en la que se puede pasar de un tema 2 a uno 4 dado que no hay un
único camino a seguir; b) con retroactividad, en el que hay una ordenación en la que se prevén saltos
adelante y hacia atrás, sobre todo en el sentido de ir aclarando para qué sirven los nuevos conceptos; c)
en espiral, en el que se abordan distintos contenidos analizándolos con idéntico procedimiento; d)
convergente, en el que el mismo contenido se trabaja desde distintos puntos de vista o bien desde
distintos planos de análisis.
De igual modo, Zabalza retoma principios de organización didáctica de los contenidos que han ido
emergiendo en la didáctica:
1) Principio de significación: que adquiere una triple perspectiva: a) epistemológica, en el sentido de que
es necesario conectar los diversos niveles de la estructura interna de la disciplina, debe haber un
permanente intercambio de sentido entre lo general y lo específico, lo inductivo y lo deductivo, la teoría y la
práctica; b) psicológica, que suponga que los contenidos tengan sentido no solamente desde los
parámetros de las disciplina, sino desde las características del propio sujeto (que los conocimientos se
conviertan en un nuevo recurso cognitivo que permita al alumno una relación más personal y eficaz con la
realidad); c) didáctica, refiere a la relación entre el contenido a aprender y la forma en que este es
presentado por el docente.
Se espera que el contenido: 1) no sea arbitrario, es decir que debe haber una base racional para
establecer una relación entre lo que el sujeto ya conoce y el nuevo material y 2) el contenido debe ser
sustancial, es decir que el significado potencial de un material no debe depender de los términos o
expresiones utilizadas: el mismo concepto dicho con palabras sinónimas debe poseer el mismo
significado.
3) Principio de la autonomía del alumno: se establece una opcionalidad respecto a los contenidos
mínimos. Esta no refiere sólo a los alumnos, sino también docentes y la propia escuela han de poder optar
por formas diferentes de organización de las disciplinas, lo que a su vez les permitirá un mayor margen de
maniobras y mejorará la posibilidad de ofrecer las disciplinas en forma de proyectos, complejos, unidades
didácticas convencionales, centros de interés, etc.
De la misma manera Zabalza señala que hay una tercera plataforma de análisis de los contenidos:
la dimensión pragmática. Esta dimensión refiere al uso que se hace de los contenidos.
-Los propósitos: se formulan en términos de lo que los docentes pretenden con la práctica de enseñanza.
Constituyen enunciados amplios, los cuales expresan propósitos. Dichas intencionalidades orientan sobre
lo que se debe destacar en un programa educativo (Cols, 2003).
-Los objetivos: se enuncian dando cuenta de lo que se espera que los estudiantes alcancen, logren,
hagan con determinados contenidos que circulan en la enseñanza y en el aprendizaje. Son más
específicos; se derivan del análisis de los enunciados generales. Expresan, con mayor concreción, los
conocimientos, destrezas, hábitos y actitudes que los alumnos deben aprender, al finalizar un determinado
proceso de aprendizaje (Cols, 2003).
Por su parte, autores como Daniel Feldman y Cols señalan que es la formulación y el uso de
objetivos donde reside buena parte de la crítica al programa técnico de diseño y desarrollo de las
actividades educativas. Esto refleja el prejuicio de orden general contra el trabajo técnico de las
actividades pedagógicas, pero él invita a “no arrojar al bebé junto con el agua de la bañera”. Rescata
la utilidad de los objetivos en lo que respecta al conocimiento de la eficacia, éxito o pertinencia de las
actividades emprendidas. A la vez que posibilita a los docentes a organizar su intervención, planificar
cambios y modular la ayuda que preste. En el caso de los estudiantes, es necesario porque el
conocimiento acerca de la adecuación y la dirección de los propios esfuerzos es un elemento de gran
importancia para mantener la tarea en marcha y realizar las adecuaciones necesarias. Es decir, este autor
insiste en que, al establecer posibles puntos de llegada, los objetivos ofrecen un criterio para apreciar los
avances, logros y problemas. Indican una dirección. También ofrecen un medio para comunicar a los
estudiantes y a la comunidad las aspiraciones de un proceso educativo. Podría decirse que agregan
claridad y transparencia. También insiste en que la formulación de objetivos debe considerarse un
instrumento y no como un punto de llegada. Los objetivos constituyen cortes reflexivos y planificados en el
curso de la acción para marcar la conexión entre intenciones y realidad, especificando modificaciones del
mundo que deseamos lograr para decir que nuestra acción corresponde a las finalidades y valores
pensadas.
En general hay dos maneras de orientar la acción; una corresponde a la realización de un diseño
previamente establecido. Su eficacia puede analizarse por el ajuste del resultado final con ese diseño y
la utilizamos habitualmente en la producción. La otra, se orienta por un principio de acción; se cuenta
con un modelo para actuar más que con un resultado predefinido para conseguir. Los criterios de
orientación o de valoración pueden estar constituidos por objetivos o por principios de procedimiento; los
criterios tienen que estar claros, ya que forman parte de la capacidad para dirigir nuestras acciones y de
actuar con eficacia en función de los intereses que se definan como válidos para la tarea educativa.
La formulación de objetivos tiene carácter de instrumento que puede orientar la acción mediante la
previsión de consecuencias.
Los objetivos orientan la acción, formulando una hipótesis sobre las consecuencias de la actividad;
no deberían ser considerados sólo como puntos de llegada. Los principios de procedimiento o los
propósitos definen cómo la acción debe ser realizada o a qué debe ajustarse. Los objetivos marcan
realizaciones contextualizadas; especifican posibles modificaciones de la realidad. Constituyen cortes
reflexivos y planificados en el curso de la acción para marcar la conexión entre intenciones y realidad,
especificando modificaciones del mundo que deseamos lograr para decir que nuestra acción corresponde
con nuestras finalidades. Son redefinibles en la medida en que el curso de la acción abre nuevas opciones
y que la consideración reflexiva sobre la actividad lleva a modificaciones y reconsideraciones.
Entonces, los objetivos son un instrumento de regulación del curso de la actividad; forman parte
integral de toda experiencia/act. inteligente- reflexiva (estas son diferentes de las técnico-productivas).
Respecto de la cuestión de la evaluación, las acciones son evaluadas para juzgar su capacidad de
alcanzar las metas propuestas y se evalúan los desempeños para poder dirigir, modificar o mantener el
esfuerzo, o en caso necesario, volver a planificarlo. Mientras actuamos obtenemos información, la
comparamos con los criterios establecidos, juzgamos y tomamos decisiones en consecuencia. Los
objetivos son afirmaciones sobre los posibles resultados de aprendizaje.
4- Estrategias Metodológicas
Gloria Edelstein historiza la cuestión del método o de lo metodológico y describe que en general
se habla de “métodos” en plural, aludiendo a construcciones elaboradas sobre la base de experiencias
educativas concretas, sin explayarse demasiado en desarrollos discursivos de orden teórico. Una primera
respuesta al silenciamiento coincide con la irrupción de la corriente llamada “Tecnología Educativa”, la cual
prioriza una visión instrumentalista, justificada desde el supuesto de cientificidad, al tiempo que invade
diferentes ámbitos de teorización, cancelando de algún modo el debate en relación con temas sustantivos
ligados a la teoría de la enseñanza. En el caso del método/metodologías, se traduce en un corrimiento por
el que la atención se centra en las técnicas, los procedimientos, los recursos y las habilidades en ellos
implicadas.
Por mucho tiempo se sostuvo la tesis de la universalidad del método, entendido básicamente como
una serie de pasos rígidos, secuenciados, reglas fijas, sumatoria de técnicas y procedimientos válidos para
resolver cualquier problema, en cualquier situación o contexto. Serie de algoritmos preespecificados que
permitan dar respuestas a una amplia gama de situaciones. Concepción que arrastra una visión
simplificadora de lo metodológico en didáctica, dado que se lo piensa como un modelo de instrucción
basado en técnicas que predefinen pasos organizados rigurosa y linealmente para lograr diseños que
permitan obtener productos óptimos y válidos en diferentes contextos. Sintéticamente: el centro es la
instrucción; el soporte, la técnica; el efecto buscado, la efectividad en los resultados. Como correlato de
esto se impide reconocer la creatividad necesaria en relación con esta cuestión. Para esta autora el
método está determinado por el contenido mismo de la realidad indagada. Depende de las formas
particulares de desarrollo que asume esa realidad concreta a investigar. El método no es algo que se
agrega mecánicamente y desde afuera a aquello que es objeto de indagación, sino que hay relación entre
tal objeto y su método de estudio. Como no hay alternativa metodológica que pueda obviar el tratamiento
del contenido, también es evidente que hay que considerar otra cuestión: la problemática del sujeto que
aprende. El reconocimiento de estas dos variables determinantes en toda definición metodológica
clarificaría la imposibilidad de un modelo único, generalizable, permitiendo además acuñar en relación con
lo metodológico una nueva categoría en el campo de la didáctica: la de “construcción metodológica”.
Construcción que no es absoluta, sino relativa. Construcción, por lo tanto, de carácter singular, que se
genera en relación con un objeto de estudio particular y con sujetos particulares. Se construye
casuísticamente en relación con el contexto (áulico, institucional, social y cultural). Un tercer elemento a
tener en cuenta lo son las intencionalidades. Considerarlas implica la adopción de una perspectiva
axiológica, una posición con relación a la ciencia, la cultura y la sociedad. Entonces, el método deja de ser
concebido como un elemento más y pasa a expresar una síntesis de opciones. Opciones relativas a la
estructuración de los contenidos disciplinares, de las actividades, de los materiales, a la organización de
las interacciones entre los sujetos; a la sistematización didáctica misma. Idea que, en suma, sostiene en
contraposición a toda perspectiva tecnicista, que el método no remite sólo al momento de la interacción en
el aula: participa en las instancias de previsión, actuación y valoración crítica, de lo cual puede inferirse su
papel decisivo a la hora de generar una propuesta de enseñanza. Es decir, el método siempre se juega en
relación con el aula, actuada o imaginada.
Por otra parte, Noelia Orienti y Silvina Justianovich señalan que sin bien la didáctica surgió en
1657 por obra de Joan Amos Comenio como “ámbito de la organización de las reglas del método, como
método único para enseñar todo a todos” cuyo “buen empleo” de sus docentes conllevaría a exitosos
resultados, ha ido abandonándose. Ahora el método es una palabra polisémica. Lo que sí se reconoce es
que los docentes, además de realizar propósitos políticos, sociales y educativos, reciben una “caja de
herramientas” desde la didáctica, que les brinda apoyo a sus decisiones basadas en conocimientos
públicos y en experiencias prácticas.
Por su parte, Edelstein (1996) acuña la categoría “construcción metodológica”, que contradice a la
visión tecnicista que incluso llegó a sostener la universalidad de un método. Para esta autora existen dos
variables determinantes en toda definición metodológica que imposibilitan la viabilidad de un modelo único
y generalizable: 1) el método está determinado por el contenido mismo de la realidad indagada; y 2) la
consideración de las particularidades del/de los sujeto/s que aprende/n.
Asimismo, esta misma autora menciona como determinante otro elemento para la construcción
metodológica: la intencionalidad, finalidades de docentes que implican la adopción de una perspectiva
político-axiológica (posicionamiento respecto a la ciencia, la cultura, la sociedad). Perspectiva no siempre
explícita y consciente, pero que es determinante de la práctica del docente y la construcción de su método.
Por tanto, el método no es un elemento didáctico de valor propio, sino una síntesis de opciones. Pensarlo
de esta manera conlleva posicionar al docente ya no como un mero ejecutor, sino como un sujeto que
reconoce sus compromisos en tanto educador, y realiza un acto creativo (su propia construcción
metodológica). No se asume la contradicción entre las categorías de estrategias de enseñanza (Cols) y
método (Davini), ambos refieren a marcos de actuación y deliberación construidos activamente por
docentes.
En adelante se hablará de estrategias de enseñanza en términos de Cols. Estas se basan en la
1) enseñanza directa (instrucción) y 2) indirecta.
1) Instrucción: implica la transmisión de conocimientos o destrezas que un docente domina y
transmite a sus alumnos. La instrucción directa implica un mayor grado de estructuración de la tarea del
alumno. Supone una serie de tareas estructuradas y explicadas para que los alumnos puedan cumplir con
ellas. Sus formas más representativas son la exposición y el interrogatorio en sus distintas formas.
2) Instrucción indirecta: enfatiza el papel del descubrimiento en el aprendizaje, propio de la
búsqueda de sentido y propósitos del contenido académico: derivar conceptos por su propia cuenta a partir
de la interacción con una situación real o simulada. Conjuntamente, en la planificación de la enseñanza se
ponen en juego concepciones y saberes disciplinares así como también supuestos sobre los sujetos,
manera en la que éstos comprenden, se apropian y son interpelados por las experiencias y actividades
que se ponen a disposición en la enseñanza. Los docentes se responsabilizan en diseñar y ofrecer tareas
en las que sus estudiantes puedan comprometerse con sus aprendizajes. Y se entiende por actividades a
aquellas tareas que los alumnos realizan para apropiarse de diferentes saberes, son instrumentos con los
que el docente cuenta y que pone a disposición en la clase para ayudar a estructurar las experiencias de
aprendizaje. Resulta pertinente situar estas experiencias en otra condición más general: el tiempo. Se
espera que la organización de la enseñanza, además de durar el tiempo que se establece para la
asignatura, unidad o clase, también dimensione el alcance que dichas propuestas puedan tener en función
de los procesos o actividades que se esperan desarrollar.
ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA
Exposición: transmisión directa de conocimientos a través de la oralidad, así como también modos de pensar. Esta
estrategia tiene el beneficio de que se adapta a cualquier área o disciplina que se enseñe y se adecua a la necesidad
de enseñar a grupos de estudiantes numerosos. Se recomienda: uso de lenguaje apropiado, que permita la
comprensión; considerar los intereses y conocimientos previos de quienes escuchan; plantear el tema de modo
interesante; enfatizar lo núcleos más importantes del contenido; evitar la monotonía; acompañar la exposición con
otros materiales de distintas características (escritos, imágenes, etc.); realizar síntesis de la presentación, o bien
recapitulaciones integradoras parciales a lo largo de toda la exposición. También son útiles los organizadores
previos, como los mapas/redes conceptuales: breves materiales introductorios que reúnen los núcleos centrales del
tema, junto con relaciones lógicas.
Interrogación/Preguntas: sirven como estrategia para la adquisición, desarrollo y/o evaluación de los
conocimientos. Estas preguntas pueden ser agrupadas según distintos criterios para su organización:
1) según los momentos de la clase: a) para iniciarla, con preguntas que estimulen el recuerdo del tema en cuestión
o que den sentido a la clase iniciante; b) de desarrollo de la clase, que permiten conectar lo nuevo con lo que ya se
sabe o sabía; c) finales, preguntas mediante las que se pretende favorecer los procesos de síntesis y conclusiones.
DIRECTA 2) su nivel de complejidad: a) simples, aquellas que se dirigen a la opinión y al conocimiento que los estudiantes
tienen sobre un tema; b) de segundo nivel de complejidad, que refieren a preguntas de diferenciación o análisis; c)
tercer nivel de complejidad, preguntas que se dirigen a juzgar la mejor solución, el camino más eficaz, el mejor curso
de acción.
3) según su intencionalidad: a) referidas a la cognición, que apuntan a los conceptos, datos que se han explicado,
información que se desarrolla -nivel de contenido y su adquisición-, y que permite entender si se ha comprendido la
información desarrollada; b) preguntas metacognitivas, que refieren al reconocimiento por parte de los estudiantes de
cómo han pensado, qué se relacionó, si se ha producido síntesis o procesos de generalización adecuados -se
revisan los propios procesos cognitivos-; c) preguntas epistemológicas, que apuntan a que los estudiantes sitúen los
límites del conocimiento en el tema en cuestión.
Estudio de casos: se describe detalladamente un caso extraído de la vida real, ficción o de acontecimiento histórico
relacionado con el tema para investigarlo de modo que posibilite el intercambio de ideas. Para dicha elaboración y
trabajo sobre el caso, se deben prever tareas. Esta estrategia desarrolla la capacidad de análisis y razonamiento y,
además, potencia el trabajo en común. Desventaja: insume más tiempo que otras estrategias e implica actividad
activa por parte de los estudiantes de la clase.
Seminarios de lectura y debate: estudio sistemático e intensivo de un tema de manera planificada. Lo que
diferencia a esta estrategia de la siguiente es que mientras en el taller siempre se va a obtener como resultado final
un producto o prueba del trabajo realizado en grupo, en el seminario puede quedarse solamente en el debate, la
reflexión, etc., sin que sea requisito indispensable la prueba final o evidencia del trabajo realizado.
INDIRECTA
Taller: es una estrategia en la que cada sujeto puede transitar su camino de forma individual, pero en un espacio
compartido. Se aprende de lo vivencial y no desde la transmisión (docente como coordinador de las producciones
grupales).
Solución de problemas: se plantea un problema y soluciones abiertas y sugerentes a los estudiantes para que
estos adopten una actitud activa y se esfuercen por buscar propias respuestas. El problema se diferencia de un
ejercicio. En este último se dispone de mecanismos que llevan de forma inmediata a la solución, se ejercitan
destrezas o técnicas sobreaprendidas, y las situaciones que se enfrentan son conocidas para el sujeto; mientras que
en el problema la situación es nueva y/o diferente de lo ya aprendido.
5- Evaluación
Avolio de Cols, Susana. (2021). Reflexiones sobre la rúbrica como herramienta para realizar una
evaluación auténtica.
Una evaluación es auténtica cuando me permite evaluar lo que pretendo evaluar. Pretendemos evaluar
los aprendizajes relevantes. Lo que consideramos relevante depende de nuestras propias ideas sobre qué
vale la pena enseñar y aprender en determinada situación. Lo que es importante para un docente, puede
no serlo para otro. La autenticidad, es un criterio relativo que admite interpretaciones diversas según los
distintos enfoques pedagógicos.
La autenticidad estaría vinculada con la coherencia entre la práctica de la enseñanza y la
evaluación con el enfoque pedagógico adoptado.
Algunos rasgos del aprendizaje que pueden servir de base para diseñar y realizar una evaluación
auténtica
Una breve descripción de qué es aprender y cómo se aprende, según los nuevos enfoques
pedagógicos, se podría sintetizar en los siguientes rasgos.
El aprendizaje es un proceso:
c. requiere un enfoque profundo de los contenidos y tareas a realizar: en los últimos años se
han realizado investigaciones que han puesto de manifiesto que las personas abordan el aprendizaje y las
tareas académicas de distinta manera.
Si se adopta este criterio, las estrategias que utiliza el alumno para aprender se pueden clasificar
en aquellas propias de:
● El enfoque superficial corresponde a un aprendizaje memorístico, asociativo, repetitivo
basado en el dominio de contenidos declarativos, es decir que su aprendizaje se demuestra mediante la
palabra (decir, describir, explicar, mencionar, etc.), fechas, nombres, características, reglas, normas, etc.
● El enfoque profundo es el propio del aprendizaje constructivo, significativo. Es el que
realiza el alumno con la intención de comprender el significado profundo de lo que estudia. Para ello busca
relaciones, comparaciones, integra, va más allá de lo dado.
Ambos enfoques constituyen un continuo que va desde una manera superficial de enfocar el
objeto de estudio hacia un enfoque profundo.
A modo de síntesis, la evaluación auténtica, es aquella que plantea situaciones vinculadas con los
propósitos formativos y tareas que requieren de los estudiantes desempeños complejos. La evaluación
permite observar durante el proceso de aprendizaje las habilidades de los estudiantes para participar en la
co-construcción, dialogar, reflexionar sobre la práctica, emplear estrategias cognitivas y metacognitivas.
Asimismo, al cierre del proceso permite apreciar la calidad de la producción elaborada.
La evaluación de proceso y de resultados se realizará dentro de un enfoque formativo, con el propósito
de contribuir a la mejora de los aprendizajes y de la enseñanza.
3. ¿Por qué la rúbrica puede ser una buena estrategia para realizar evaluaciones auténticas?
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2) Comunes: que incorporan saberes y conocimientos que deben aprender todos los/as niños/as,
adolescentes, jóvenes y adultos/as, puesto que son sujetos iguales en derecho y dignidad.
De Vita insiste en que la actividad del planeamiento no debe ser una tarea exclusivamente técnica sino
que debe realizarse desde una concepción del hecho educativo fundamentalmente ética y política, con un
compromiso social, en tanto se orienta al logro de prácticas educativas más justas y democráticas. A su
vez, el acto de planificar representa también el ejercicio de un derecho: el de enseñar. Al planificar, el
docente respeta el derecho de los/as alumnos/as a participar en situaciones de aprendizaje sistemáticas,
organizadas, secuenciadas y adecuadas a sus expectativas, intereses y opiniones.
Por otra parte, Terigi retoma lo expresado por Gabriela Diker y Graciela Frigerio. Estas autoras hablan
de la concepción de transmisión y de enseñanza como un problema político. Piensan a la transmisión
como un acto de pasaje, en el que la oferta de sentido que realiza el campo social puede ser apropiada y
transformada. En la perspectiva de la historia, una transmisión lograda es una transmisión interrumpida en
algún punto, que deja aparecer la diferencia, en términos de Hassoun: “una transmisión lograda ofrece a
quien la recibe un espacio de libertad”. En su uso habitual en educación, la idea de transmisión aparece
cargada de un sentido ligado a la repetición irreflexiva, a la reproducción de modelos de saber y de
autoridad.
Las autoras definen la enseñanza como un problema político. Esto se debe a que desde hace tiempo la
didáctica está implicada en el proyecto político más general acerca de la producción y circulación social del
saber y porque muchos profesores sostienen una enseñanza que asegura a todos los derechos educativos
que le corresponden. La enseñanza se sabe política en la medida que asume la responsabilidad social de
lograr que todos los que asisten a las escuelas en calidad de alumnos alcancen las metas educativas que
se consideran valiosas para el conjunto de la población.
La didáctica sabe que en el nivel local de la práctica pedagógica se juega el proyecto político y que las
propuestas de enseñanza no son inmunes a los condicionamientos que se presentan y que suelen
analizarse en otros niveles. Estas autoras señalan que las políticas no deben planificarse sólo en un nivel
macro o en un nivel micro, ambos niveles son interdependientes en cuanto a sus definiciones
pedagógicas.
La didáctica sabe qué políticas igualadoras tropiezan inexorablemente con los límites que les plantea
una enseñanza que no haya sido interpelada en supuestos homogeneizadores. El Estado es quien tiene la
responsabilidad principal en el mejoramiento de la acción pedagógica de las escuelas. Las políticas tienen
que resolver el problema de la enseñanza, analizando las características del proyecto didáctico requeridas
para que se alcancen los propósitos de la política y estableciendo las condiciones organizativas,
institucionales, presupuestarias, normativas, para que ese proyecto didáctico pueda desplegarse. También
se espera que el Estado, además de proveer las condiciones necesarias, genere capacidad para investigar
problemas didácticos, generándose así saberes comunicables en el marco de la experiencia de
innovación, estudiando la forma en la cual unos logros pedagógicos obtenidos bajo ciertas condiciones
pueden extenderse a toda la población potencialmente alcanzada por el problema.
No se trata de una perspectiva, sino de una posición acerca del planeamiento que puede y debe
desarrollarse desde el gobierno de la educación. Para que esto se cumpla es sumamente importante que
la enseñanza sea tomada como un problema político, no doméstico, no individual. Es un problema de
condiciones de escolarización. La enseñanza es un problema didáctico, y la didáctica es un problema
político.
Terigi insiste en la idea de que la enseñanza es el problema que las políticas educativas deben
plantearse desde el principio y resolver en el nivel máximo del planeamiento. Asumir la enseñanza como
problema principal de las políticas educativas no es diseñar políticas a “prueba de docentes”; lo que
sostiene es que el problema didáctico no aparece al final del planeamiento, aparece al principio, cuando
nos preguntamos bajo qué condiciones pedagógicas va a ser posible que los chicos aprendan. Si
planeamiento y enseñanza se escinden y se colocan en una secuencia, si primero se plantea el esquema
general y se deja para el final el problema de la enseñanza, se comete un error.
Coscarelli y Orellano (2012) dicen que todo curriculum responde en su face formal a los
requerimientos de un proyecto político–social amplio, por ello constituye una propuesta político–educativa.
Las determinaciones socio-culturales de carácter macro operan en el curriculum a través de las políticas
educativas, pero también hay determinaciones mesocurriculares y microcurriculares que lo van
moldeando. Existe una ilusión intelectiva de una perfecta direccionalidad sin fisuras del cambio educativo
de lo macro en lo meso y micro como su opuesto, como si el planeamiento generara el escenario para que
otros encuentren, en el nivel micro, soluciones pedagógicas a los problemas que generaron el
requerimiento de determinadas políticas.
“Lo que falta en el análisis político-educativo así entendido es un análisis correlativo de la enseñanza:
falta someter a análisis las opciones que pueden realizar los docentes en el marco de las condiciones
institucionales de la escolarización, que la política plantea o deja intactas; falta hacer previsiones sobre las
implicaciones de aquellas opciones posibles para el aprendizaje de los alumnos; se renuncia por defecto a
forzar o modificar las condiciones cuando las opciones que éstas habilitan a los docentes no hacen posible
el logro de los propósitos que se persiguen. Al no producir un análisis correlativo de la enseñanza, la
política entendida del modo en que la acabamos de definir, deja una gran responsabilidad a las escuelas y
a los docentes, además de poner en riesgo sus propios fines” (Terigi, 2004).
La dimensión social amplia se expresa y se desarrolla en la institución escolar a través de
mediaciones y particularidades: las tradiciones y culturas institucionales, la organización de jerarquías,
funciones, espacios y tiempos, el manejo del contenido, la dinámica particular que se entabla en las
relaciones de trabajo, etc. son algunos de los tópicos más significativos en la dimensión institucional del
curriculum. En este sentido, la institución es el espacio privilegiado del curriculum ya que es en ella donde
se concreta la síntesis de elementos culturales que conforman una determinada propuesta pedagógica.
El currículo, a su vez, es contexto y texto de las prácticas educativas ejercidas por el educador cuya
mediación es fundamental en la apropiación de saberes. El profesor es mediador entre el alumno y la
cultura, por la significación que asigna al currículum y a los saberes y valores que se encarnan en él. En
los procesos interactivos institucionales discurren flujos comunicacionales y en particular los juicios de
valor desempeñan un lugar preferencial en la constitución subjetiva. Los procesos comunicacionales
educacionales producen sentidos, establecen relaciones sociales y configuran identidades. En este marco
los enfoques se orientan a estudiar las prácticas situadas en las escuelas e instituciones con distinto grado
de formalidad, en sus aspectos estructurales y socioculturales.
Graciela De Vita también señala que el énfasis en el carácter prescriptivo en pos de garantizar la
unidad del sistema educativo provincial y la igualdad de los sujetos en su derecho a la educación “no
implica una concepción de los/as docentes como ejecutores que aplican las prescripciones sin mediación
alguna. Los diseños y propuestas curriculares -en tanto establecen intenciones, marcan una dirección-
limitan; pero al hacer explícitos los fundamentos de cada una de sus decisiones habilitan y establecen un
nuevo lugar para la profesionalidad del docente”. En cada toma de decisiones institucional se definen
sentidos específicos en el marco del contexto institucional y comunitario y con determinados grupos de
alumnos. Los equipos docentes se constituyen en autores creativos de alternativas de enseñanza y
gestión. Esto tiene que ver con que el proyecto institucional no se reduce a un producto escrito, sino que
es, ante todo, una modalidad de gestión.
Criterios que operan como marcos de referencia de las prácticas de planeamiento en los docentes y las
instituciones:
- Objetivo: distribución temporal de contenidos, organizar pedagógica-didácticamente el contenido y
actividades, registrar lo realizado, prever didácticas, realizar tarea administrativa.
- Fuentes para su elaboración: prescripciones curriculares; coincidencia entre un texto prescripto y lo
prescripto en el diseño; texto como organizador de la planificación.
- Materialidad: planes mentales, planificación escrita.
- Selección de un formato de planificación: sugerida por la conducción de la escuela.
- Forma de estructuración del tiempo de la planificación: anual, trimestral, bimestral.
-El momento de su realización: antes de iniciar el ciclo lectivo, luego de un periodo considerado como
diagnóstico, se acuerda una fecha entre docentes y directivos, el directivo establece fecha de entrega.
-La posibilidad de revisión y ajustes: modificaciones que se van produciendo se registran o no.
-Destinatarios de la planificación: docente que se asume como principal destinatario; otros docentes; el
superior jerárquico.
-Forma de construcción: individual, grupal, por departamentos.
-Su visibilidad: archivada en dirección; en poder del docente; se exhibe en el aula de manera de poder
comunicar a los alumnos el itinerario realizado/por realizar.
Intermediaciones.
Cambio, innovación y reforma curricular. Nuevos escenarios para las instituciones y los sujetos.
Cambio curricular
El cambio siempre implica una alteración o si se quiere una transformación de su objeto.
La innovación es un proceso intencional y deliberado, un cambio puede incluir también un movimiento
o una transformación accidental o intencionada.
El cambio educativo es multidimensional, no obstante plantean las siguientes dimensiones básicas: la
posibilidad de incorporación de nuevos materiales y tecnologías curriculares, el posible uso de nuevos
enfoques de enseñanza (estrategias didácticas, actividades) y posible alteración de creencias o supuestos
pedagógicos que subyacen en las nuevas propuestas educativas.
El cambio curricular reporta otros ángulos de observación y de intervención en los procesos de
elaboración y diseño curricular, pues trabaja a partir de reconocer los impulsos de las políticas educativas
actuales, al tiempo que las interpreta, las analiza críticamente, y elabora propuestas para abrir y dar cabida
a los contenidos culturales de las regiones y contextos locales.
Innovación
Según Angulo Rasco supone tres cosas: la creación de algo previamente desconocido, la percepción
de lo creado como nuevo y la asimilación de ese algo novedoso. Para hablar de innovación tenemos que
poseer algo nuevo para alguien y que esa novedad pretenda ser introducida o asimilada por ese alguien.
Es una serie de mecanismos y procesos que son el reflejo más o menos deliberado y sistemático por un
medio del cual se intenta introducir y promocionar ciertos cambios en las prácticas educativas vigentes.
Toda innovación lo es (y se da) en relación a un determinado contexto, de cuya situación habitual tiende a
distanciarse la práctica innovativa.
Política curricular
La política curricular está constituida por el cuerpo formal de leyes y regulaciones que se refiere a lo
que debe ser enseñado en las escuelas. Desde esta perspectiva la política curricular funciona en varios
niveles en tanto organizaciones de autoridad y establece relaciones entre intereses diversos. Existen
distintas visiones respecto de la política curricular: a) la visión instrumental que la concibe como una
actividad intencional racional orientada al logro de determinadas metas; b) la visión centrada en la política
como un proceso de negociación.
En este sentido la distingue de la política educativa: Que se referiría a las grandes decisiones
educativas dentro de la política estatal, de la que sería una dimensión relevante la propia «política
curricular», aun cuando ésta última comprende otros agentes o instancias (padres, medios de
comunicación, asociaciones profesionales, etc.) que influyen en la toma de decisiones referida.
Reforma
Este concepto es viejo y fuertemente ideológico en tanto representa los ideales políticos que simbolizan
los intereses estatales La reforma es una cuestión de ideales nacionales, un acto de afirmación ideológica,
que suele mover de y con la poderosa retórica la modernidad, del bien común, o del estado de bienestar.
(Angulo Rasco, 1994).
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José María Escudero Muñoz recopila las distintas perspectivas curriculares, para ello junta los trabajos de
Amador Guarro Pallas, Juan Manuel Moreno Olmedilla y Antonio Bolivar Botia. Cada uno de estos tres
autores detalla alguna de las 3 perspectivas
Lugar de origen y -Origen estadounidense -‘70 en Inglaterra; ‘80 y ’90 en -EE.UU y América Latina
años de América Latina
prevalencia -‘50, ‘60 y ‘70. -Fines de los ‘80
Representantes Bobitt-precursor (1918), R. W. J. Schwab (1969), L. Anthony Giddens (1995), P. Freire, De Alba.
Tyler (1973), Boom (1975), Stenhouse (1984)
Gagné y Briggs (1976).
-La acción educativa es dirigida -El conocimiento experto no es -Los juicios acerca de lo que deba ser la
y controlada mediante la suficiente y se asume un práctica educativa son internos a la propia
elaboración de proyectos. Se carácter político. práctica, a la vez que se precisan instancias
enfatiza en tales criterios y en la normativas y críticas desde la que juzgar la
obtención de eficacia. -Hay múltiples variables en el realidad descrita y legitimar sus líneas de
proceso de enseñanza que transformación.
-Hay racionalidad empírico- hacen que no sea
analítica o técnica (de ello se absolutamente predecible. -La planificación apunta a un diseño crítico de
desprenden los siguientes componente moral inaudible: igualdad o
supuestos) -No hay soluciones únicas, equidad, solidaridad y democracia (no se
universales y apunta a lograr una mayor “efectividad” o
Supuestos -El conocimiento curricular es descontextualizadas. “calidad” de la educación)
universal, no circunscripto a
contextos específicos, es -La práctica de la enseñanza
objetivo y sus concepciones son no se presenta con etiquetas
neutrales. disciplinares.
Concepción del -Es construido objetivamente, -El conocimiento y la práctica escolar está
conocimiento libre de supuestos ideológicos y socialmente condicionadas.
guiado única y exclusivamente
por las necesidades y la lógica -Su construcción se realiza desde la
de la propia investigación participación y la comunicación competente.
científica.
Rol del docente -Rol de técnico, de ejecutor de -Participa en la construcción -Rol activo. Son parte de la comunidad
las prescripciones que expertos del diseño curricular y lo reflexiva.
deciden. adapta a sus estudiantes
Concepto de -Hay una relación causal entre -No hay relación causal entre -Entre E y A no hay relación causal
enseñanza enseñanza y aprendizaje. EyA
-En la enseñanza hay intencionalidad.
-Sus elementos son racionales, -La enseñanza y el currículum -El diseño del currículum no es un asunto
apuntando al control, predicción son interpretados y técnico o profesional, sino -primariamente- un
y certeza. construidos por todos sus asunto de política cultural. Es una síntesis de
protagonistas. Así, se hace elementos.
-No hay reflexión crítica e patente que los conocimientos,
ideológica sobre el currículum. las expectativas, creencias y -Su diseño comprende a los fenómenos
experiencias previas de los educativos como realidades socialmente
-No se justifica teóricamente lo participantes juegan un papel construidas y relacionadas con opciones de
llevado a cabo en la dimensión determinante en la valor.
práctica, lo cual tiene dos configuración de cualquier
consecuencias: limitar la diseño y su aplicación. -Desde esta teoría los contenidos curriculares
Concepción de fundamentación de la acción a se plantean de un modo que resulta
currículum criterios de racionalidad y -Stenhouse entiende al diseño contrahegemónico.
separar los roles y establecer curricular como aquel que
relaciones jerárquicas de comunica un “propósito -Cuyo diseño está condicionado por un nivel
dominación entre quienes educativo” y es revisable a general (selección de cultura escolar) en
ostentan el conocimiento través de la “discusión crítica”. función a razones teóricas y prácticas; y por
(científicos, técnicos, expertos un nivel específico de planificación de los
en general) y quienes lo han de -Su diseño es cíclico, evolutivo elementos curriculares.
aplicar (el profesorado). y situacional-histórico.
Cuatro etapas:
4- “Surgimiento y aplicación de
una concepción sistémico-
cibernética a las tareas del
diseño”, que implica una
interrelación de todos los
elementos del sistema.
-Confianza ciega en la ciencia y -Daba la posibilidad a que se -Desde planteamientos feministas, se le
la tecnología para resolver malinterpretara la propuesta y critica que sus pedagogías críticas
cualquier tipo de problema, hubiese un abuso de la contribuyen a perpetuar y reproducir las
incluidos los educativos, racionalidad deliberativa, lo relaciones de dominación en el aula.
despreciándose cualquier otro cual llevaría a “sacralizar como
tipo de conocimiento (ideológico, buena toda interpretación por -También se le ha criticado el carácter
político y ético, prácticos). el hecho de ser personal”. Ello fuertemente prescriptivo, cuando no
concluiría en que pueda normativo, de la teoría crítica sobre los
-Distribución desigual del poder también usárselo como actores educativos (profesores y estudiantes)
de decisión sobre el currículum y mecanismo de control y en
división del trabajo escolar una desprofesionalización del -Se le ha reclamado que, además de la crítica
segmentaria, dado que cada uno profesorado. de documentos curriculares, se requiere que
sólo tenía acceso a la parte del el análisis esté en la práctica del aula, la cual
Críticas proceso que le correspondía -En relación con lo anterior, si ha tenido inadecuada atención, y trabajar
desarrollar. bien esta teoría tiene un gran sobre el cambio de aquellas de sus
potencial transformador y condiciones que lo merezcan.
-Sobreestimación de que los reclama la deliberación como
problemas curriculares pueden operativo para tomar -Que sus discursos se hayan alejado respecto
abordarse sólo desde el decisiones, tiene poco o a profesores y, por su propia jerga lingüística
conocimiento teórico y de los ningún potencial prescriptivo: y metodológica, es fagocitada dentro de la
procedimientos que de él se qué y cómo hacer. academia.
derivan.
-Deja en un segundo plano el
-Desconsideración de las conocimiento especializado y
características contextuales y experto.
desprecio por el conocimiento
práctico docente.
-Universalidad y
descontextualización de los
problemas curriculares.
Alicia de Alba (representativa de la perspectiva crítica del currículum) comprende al currículum como una
práctica social e institucional, dado que es en la institución social educativa donde se concreta la síntesis
de elementos culturales. Además, el curriculum posee una función social, en cuanto a transmisión y
reproducción cultural, social, política e ideológica; curriculum que también puede analizarse desde sus
distintas dimensiones (currículum formal, vivido y nulo). Por currículum ha de entenderse a la síntesis
de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que conforman
una propuesta político-educativa pensada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales
cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque algunos tiendan a ser dominantes o
hegemónicos, y otros tiendan a oponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía. Síntesis a la
cual se arriba a través de diversos mecanismos de negociación e imposición social (carácter de lucha de
esta síntesis).
En ese sentido puede pensarse al currículum como un arbitrario cultural: que contiene diversos elementos
de los distintos grupos o sectores sociales). Propuesta educativa conformada por aspectos estructurales-
formales (disposiciones oficiales: de los planes y programas de estudio, jerarquización de la escuela, etc.)
y procesales-prácticos.
El curriculum también es una propuesta que se conforma por dimensiones generales (que le son
inherentes y conforman cualquier curriculum) y particulares que interactúan en el devenir de los curricula
en las instituciones sociales educativas (esta última dimensión refiere a los aspectos de un currículum, que
no se comparten con otros). Ambas dan cuenta de los aspectos esenciales del curriculum, al tiempo que
señalan sus límites. La comprensión del curriculum radica en la comprensión de tal interrelación.
—Dimensión institucional. Es el espacio privilegiado del curriculum, toda vez que es la institución
educativa donde se concreta la síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, creencias,
hábitos y actitudes) que conforman una determinada propuesta académico-política;
Determinación curricular
a) los sujetos de la determinación curricular: aquellos que están interesados en determinar los
rasgos básicos o esenciales de un curriculum particular. Sujetos sociales que, si bien tienen un interés
específico en relación a la orientación de ciertos curricula, en muchas ocasiones no tienen una presencia
directa en el ámbito escolar. El Estado, el sector empresarial, los sectores populares, la Iglesia, los
distintos partidos políticos, los colegios de profesionales, los gremios profesionales.
b) los sujetos del proceso de estructuración formal del currículum: Son aquellos que en el
ámbito institucional escolar le otorgan forma y estructura al curriculum de acuerdo a los rasgos centrales
perfilados en el proceso de determinación curricular. Consejos técnicos, universitarios, las academias y los
equipos de evaluación y diseño curricular. Este proceso se concreta en la elaboración del plan de estudios.
c) los sujetos del desarrollo curricular: Son aquellos que convierten en práctica cotidiana un
curriculum. Nos referimos principalmente a los maestros y alumnos. De acuerdo a nuestra noción del
curriculum, son los sujetos del desarrollo curricular los que retraducen, a través de la práctica, la
determinación curricular, concretada en una forma y estructura curricular específica, imprimiéndole
diversos significados y sentidos y, en última instancia, impactando y transformando, de acuerdo a sus
propios proyectos sociales, la estructura y determinación curricular iniciales.
Por otro lado, en este siglo ha habido transformaciones curriculares que han de reconocerse
nítidamente:
1) la contextualización;
2) la ausencia de una utopía social, que como se ha visto a lo largo de la historia (sobre todo en el
siglo XIX y XX) presentan “soluciones” para grandes problemas relacionados con las ideas de progreso y
justicia social;
3) situación límite (actual): crisis ambiental y amenaza nuclear (las personas ponen en riesgo sus
propias existencias);
4) pérdida de sentido: indiferencia en las sociedades contemporáneas, principalmente en las del
Primer Mundo (regida, como mencionaba Habermas, por los paradigmas del avance científico-tecnológico
y por la lógica de la industrialización, en lugar de la acción comunicativa, regida por códigos morales);
5) la supervivencia de la pobreza: el injusto reparto de la riqueza en el mundo;
6) el impacto de la tercera revolución industrial: nuevas y aceleradas maneras de producción y
nuevos modos de relación obrero-patronal; la comunicación en el mundo contemporáneo: los medios
masivos de comunicación están jugando un papel muy importante en cuanto a la transmisión, producción y
reproducción cultural e ideológica;
7) las luchas de liberación nacional de regímenes dominantes;
8) el hecho de que las minorías étnicas cobran más fuerza cada día;
9) la caída del socialismo real, que proponía, al igual que el capitalismo, un régimen con una lógica
dominante de los sistemas sociales;
10) la distinción entre sujetos de determinación curricular (sujetos que intervienen en este proceso
social, en el que se da una síntesis de luchas y negociaciones, y que son, por ejemplo, el Estado, sujetos
de la sociedad civil, entre otros.) y sujetos del currículum (sujeto social con conciencia histórica, suscripto a
un proyecto social. 3 tipos de sujetos sociales del currículum: ver página 15);
11) la posición del Estado ante la necesidad de transformaciones en los curricula universitarios, que
tiende a: vincular a la universidad con el aparato productivo, sostiene una crítica sobre el descenso del
nivel académico-universitario, reforma la educación en el marco de la modernización del país, destina
bajos presupuesto y brinda programas de estímulo a la productividad académica, y mantiene el énfasis en
la necesidad de lograr un aumento sensible en la calidad de la educación;
12) los campos de conformación estructural curricular (CCEC): alternativa colectiva que busca
responder a las condiciones de Latinoamérica al intentar articular intereses universitarios e intereses de los
demás sectores sociales en el proceso de determinación curricular -el CCEC es un agrupamiento de
elementos curriculares que pretenden propiciar determinado tipo de formación en los alumnos-.
-Crítico-social: desde la que se permite pensar el papel social que juegan las profesiones y el fundamento
social de las disciplinas que las sustentan. Una formación que permite el desarrollo de sujetos sociales
capaces de comprenderse como producto y parte de la realidad histórico-social en la que viven y se
desarrollan.
Diaz Villa (2016) Del campo curricular en América Latina: elementos para su comprensión
Los agentes:
Las agencias
Las agencias se ubican en el campo de recontextualización y hacen parte del escenario internacional y
de los organismos del Estado. Las agencias se especializan en la recontextualización de discursos
provenientes de diversos campos, que se legitiman como discurso de políticas educativas internacionales
y nacionales. Estas últimas se denominan agencias de recontextualización oficial (ministerios, divisiones
de educación; centros de investigación educativa).
También se incluyen en este caso las agencias de recontextualización pedagógica, esto es, aquellas
que configuran el mercado de los textos escolares (editoriales).
Finalmente, están las agencias de recontextualización institucional, como los comités de currículo de
diferentes niveles, las unidades (oficinas) dedicadas a la gestión, innovación, desarrollo y evaluación
curricular).
Las agencias -de recontextualización oficial- aseguran el desarrollo de los principios de la política
educativa y de las tradiciones culturales legítimas. Podríamos decir que están al servicio del
mantenimiento de la hegemonía. Sus agentes, generalmente denominados funcionarios o tecnócratas
cumplen un papel importante en la organización, desarrollo y difusión de las políticas y programas
curriculares que reproduce el Estado.
La hegemonía de la política curricular de las agencias penetra los espacios cotidianos de las
instituciones de educación en sus diferentes niveles.
Los discursos
Producción intelectual pertinente, publicada por medios académicos o por revistas especializadas.
La comunidad de prácticas del campo curricular se ha ido convirtiendo en el resultado del desarrollo
individual de los agentes que agencian su propia voz sin que signifique que ésta se inscriba en o haga
parte de una comunidad de valores estandarizada en el campo.
El concepto de discurso curricular se inscribe en la categoría discurso que aquí se entiende como una
forma especializada de comunicación que tensiona la individualidad, el interés y la productividad personal
con la acción de múltiples fuerzas afectadas tanto por relaciones sociales como por relaciones
epistémicas. En este sentido, la producción del discurso curricular no está exenta de las tensiones que
surgen entre los académicos del campo, los cuales pugnan por hacer visible su voz, su status y su poder
discursivo.
El discurso curricular es una categoría abstracta, resultado de una construcción, y producto de una
compleja red de relaciones sociales. El discurso curricular no puede reducirse a las intenciones libres de
los académicos del campo, ni a la producción creativa de significantes y significados curriculares.
Entendemos el campo curricular como un espacio constituido tanto por aquellos discursos que se
refieren directa o indirectamente al conocimiento oficial -o currículo- que construye el Estado y distribuye
en las instituciones educativas (Bernstein, 1998), como a aquellos discursos que surgen en el ámbito
académico o fuera de él, y que toman como objeto de estudio el currículo en sus más diversas
expresiones. Estos últimos discursos se inscriben en lo que podría denominarse “el campo intelectual
del currículo”.
Respecto de los estudios del campo curricular en Latinoamérica es posible observar un desarrollo
desigual de los discursos que lo constituyen. Quizás esto se deba a que el campo posee una dinámica
teórica dependiente de las variaciones de enfoques externos, y a que las orientaciones curriculares estén
más del lado de las demandas prácticas y contextuales, que de la construcción de debates epistémicos
sobre la educación. De allí que las propuestas sean transitorias, inestables y sesgadas por discursos de
otros campos.
La tarea, hasta cierto punto compleja, es determinar de qué campo se trata cuando se habla de
campo curricular, cuáles son sus límites, qué tipos de discursos operan en él, dentro de qué límites se
perciben sus efectos y desde qué posiciones se producen los discursos curriculares en sus diversas
expresiones. Por lo tanto, delimitar el campo curricular es buscar sus límites internos y externos, y los
discursos que se mueven en ellos.
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UNIDAD 5: Didáctica.
Alicia Camilloni (2007) describe a la didáctica como aquella disciplina que cuenta con una teoría madura,
seria, rigurosa y dinámica. Es una disciplina teórica que se ocupa de estudiar la acción pedagógica,
es decir, las prácticas de la enseñanza, y que tiene como misión describirlas, explicarlas y
fundamentar y enunciar normas para la mejor resolución de problemas que plantea la práctica. Esto
hace que no pueda ser indiferente a las diversas concepciones de educación, enseñanza, aprendizaje y
ante el examen crítico de los alcances sociales de los proyectos de acción educativa. Es decir, la
didáctica es una disciplina que se construye sobre la base de la toma de posición ante los
problemas esenciales de la educación como práctica social, y que procura resolverlos mediante el
diseño y evaluación de proyectos de enseñanza.
Hoy en día la didáctica renace sobre la base de la crítica a ocho supuestos que haría que su existencia
no fuera necesaria:
1) Es legítima toda forma de influencia sobre personas, independientemente de las posibilidades que
ellas otorguen al despliegue de disposiciones personales y del respeto a su libertad. Ej.: castigo corporal,
"la letra con sangre entra", y transmisión vertical de conocimientos (es tan importante el fin como el medio)
2) Todas las formas y modalidades de enseñanza que existen tienen el mismo valor y eficacia en
cuanto el logro de propósitos educativos. Ej.: transmisión vertical, no creativa, no dialéctica e
individualizante (debe haber trabajo de reflexión sobre la práctica)
3) La enseñanza debe transmitir conocimientos disciplinarios con la misma lógica con la que se
descubrieron y con la que se organizaron y justificaron en cada campo disciplinario. Ej.: conocimiento
descontextualizado en matemáticas, cuentas papel y lápiz vs cuentas con billetes de mentira (debe haber
contextualización)
4) Las cuestiones básicas ya han sido resueltas y no es prescindible someter a crítica constante los
principios teóricos y prácticos que las sustentan. Ej.: Falta de ESI como eje transversal en la clase de
Salud y Adolescencia, se tiene una mirada reduccionista biologicista.
5) Distribución desigual educativa en los diferentes niveles de desempeño.(debe haber inclusión e
integración de los niveles)
6) El destino del estudiante está determinado innatamente y la acción del docente se limita a identificar
cuáles son quienes están en condiciones de aprender y cuáles no podrán superar su incapacidad natural
(también deben considerarse otros aspectos, como los culturales)
7) La supervisión de la aplicación de las reglamentaciones vigentes basta para lograr resolver los
problemas que plantea la evaluación que docentes pueden hacer de lo que el alumnado ha aprendido. Ej.:
evaluar sólo trimestralmente y de manera escrita (se deben considerar evaluaciones formativas, no sólo
simpáticas, y considerando las trayectorias educativas)
8) Enseñar es fácil, profesores nacen o no nacen con talento para enseñar y si tienen intuición esta les
bastará para resolver problemas del trabajo docente; todo está bien en la educación o es poco lo que
puede mejorársela (debe haber una construcción pedagógica)
-A mitad de este siglo se constituye la didáctica como campo particular con la obra de
Comenio, surgiendo de una perspectiva fuertemente humanista y constituyendo un
ámbito de organización de las reglas del método, como método único para enseñar todo:
Tradición clásica
se enseña a todos, cualquiera sea su origen y condición, a partir de experiencias
sensibles. En este sentido la enseñanza se concebía como método.
-Ya en el siglo XIX, la obra de Herbart enfatiza el papel de la instrucción, como base para
el desarrollo humano y de la razón, a través de pasos formales de enseñanza:
mostración, comparación, generalización, aplicación, entre otras.
Siglo XX TECNICISMO:
-En este punto se encuentran las producciones de Bobbit (1924) y Charters (1938).
-Con la posguerra (después de mediados del siglo XX) y la expansión del industrialismo,
este enfoque de enseñanza, adquirió relevancia apoyándose en estudios experimentales
de la psicología animal y humana. Como consecuencia de esto se estrechó la relación
entre psicología y didáctica, casi considerando a la segunda como derivada de la primera
y con baja consideración de dimensiones políticas y sociales de la escolarización.
También se enfatizó en el desarrollo individual en la enseñanza y el modelo de
investigación científica en la enseñanza y el aprendizaje.
REVOLUCIÓN COGNITIVA:
-Cuya revolución fue promovido por desarrollos de Jean Piaget (Ginebra) y de Jerome
Bruner (EE.UU).
Fines del -Surge en reacción al racionalismo cognitivo. Es un movimiento que apunta a recuperar
siglo XX la vida real de las escuelas, en su diversidad y complejidad, y las experiencias concretas
que se desarrollan en las aulas.
Luego de este recorrido, la didáctica deja de tratarse de “un método único para enseñar a todos” como
aspiraba Comenio, ni de pasos formales únicos para todos los casos como proponía Herbart. También
están claros los aportes que la psicología ha brindado como el análisis político y sociológico de las
escuelas y el sistema educativo ha contribuido a la revisión crítica y a evitar la solución mágica de un
puñado de técnicas a ser aplicadas.
Además, la crítica al enfoque tecnicista llevó a que se desplazaran métodos experimentales,
aislados y que no daban importancia a la realidad, en preferencia de estrategias de enseñanza elaboradas
de manera autónoma, creativa y contextualizada por los propios docentes, quienes además cuentan con la
“caja de herramientas” que la didáctica les aporta como apoyo para sus decisiones (basadas en
conocimientos públicos y experiencias prácticas).
La autora insiste en que en su perspectiva no hay contradicción entre métodos y estrategias de
enseñanza. Estos son estructuras generales que brindan criterios o marcos generales de actuación y que
no representan una “camisa de fuerza” o una “regla a cumplir”, es decir, el docente no es un pasivo
seguidor de un método ni lo “aplica” de manera mecánica. Por el contrario, lo analiza y reconstruye,
combinando métodos, elaborando estrategias especificas para situaciones, contextos y sujetos
determinados, seleccionando e integrando los medios adecuados a sus fines -lo cual, además, se elabora
de acuerdo a los propios estilos o enfoques personales que cada docente tenga-.
-Se ocupa del análisis y formulación de criterios y -Cuyas producciones refieren a recortes en la realidad de la enseñanza,
metodologías de intervención sustantivas en las focalizando dos factores: los contenidos que se enseñan y las
distintas orientaciones de la enseñanza y en los características evolutivas del sujeto que aprende.
diferentes aprendizajes que se busca alcanzar.
-Pueden ser de dos tipos: 1) por niveles; y/o 2) por contenidos disciplinares
-Refiere más al aspecto normativo de la didáctica (en cuyo caso se corre el riesgo de abandonar la perspectiva integral y las
distintas dimensiones implicadas).
Siguiendo lo que propone Davini, la enseñanza deberá valorar los aportes del pensamiento
“estricto” (basado en la validación del conocimiento especializado, generalmente de las disciplinas) y del
pensamiento “laxo” (basado en la narrativa, en la comprensión de fenómenos y prácticas sociales, en la
cultura o en las repercusiones afectivas), como conocimientos capaces de ampliar la comprensión del
mundo. Por tanto, los profesores deberán contar con marcos amplios de enseñanza, propios de la
didáctica general, más allá de los desarrollos específicos (que pueden ser de dos tipos: 1) algorítmicos, de
carácter analítico, válido y validado por definición y general para cualquier espacio y personas -ej.:
matemáticas-; y 2) idiosincráticos, que poseen grados de incertidumbre sobre su verdad y que dependen
en gran medida de ciertas condiciones, de la cultura o de las perspectivas de los sujetos).
Alicia Camilloni (1996) describe a la didáctica como una disciplina que interactúa y se nutre de
otras disciplinas. Del estudio de las corrientes de la didáctica actual surgen con claridad nombres de
autores y corrientes psicológicas, como Jerome Bruner, el cognitivismo, el conductismo, psicoanálisis y el
constructivismo. También aparece el nombre de Joseph Schwab, proveniente de la biología pero que se
comienza a interesar por la enseñanza a partir de 1957 y que, junto con Bruner, es convocado a diseñar
currículos para replantear la enseñanza. Si bien la didáctica toma aportes de diversas disciplinas, como la
sociología, filosofía, epistemología, entre otras (haciéndola un “disciplina global”), con la psicología
mantiene una relación en cuyo caso se vislumbra una deuda imposible de saldar. La didáctica comienza a
convertirse en una disciplina científica en el momento en que se apoya en la psicología.
De todos modos, si bien la didáctica actualmente es un campo reconocido y demarcado por didactas,
es un campo difícilmente reconocido por otras disciplinas. Existe aún la clara controversia acerca de si la
didáctica existe como teoría de la enseñanza, según una tradición europea secular; si se confunde con la
psicología educacional, según la tradición norteamericana de la primera mitad del siglo XX; o si debe ser
remplazada por sus objetos de conocimiento, en particular el currículum (la cátedra toma a la didáctica y al
currículum como dos disciplinas distintas e interrelacionadas).
Se ha producido una ruptura conceptual entre los procesos de enseñanza y aprendizaje, los cuales se
englobaban en un mismo proceso pero que en las últimas décadas por considerarse un obstáculo para la
comprensión, la explicación y formulación de la normativa didáctica pasó a ser considerado como dos
procesos claramente delimitados, diferentes, y hasta contradictorios en muchos casos. Sobre la base de
esta diferencia, la didáctica se está constituyendo como una disciplina, con un objeto que se puede definir
de maneras distintas porque es polisémico, pero que constituye un objeto sólido de conocimiento y acción.
De este modo, la didáctica se describe como una teoría de la enseñanza, que tiene como objeto de
estudio las prácticas de la enseñanza y que es deudora de muchas otras disciplinas. Es una disciplina que,
como todas aquellas que terminan en -ica, tiene que ver con la praxis, siendo una disciplina de aplicación
o acción, y que el objeto sobre el cual se está trabajando es la cognición. La didáctica habla del profesor y
del maestro, de quien ejerce de la profesión docente y transmite un conocimiento generado por los
científicos, los tecnólogos y los artistas y como hombre, como ciudadano, puede actuar sin restricción y
utilizar todos sus conocimientos para defender ciertos valores e intervenir en la acción social. Como
docente, sin embargo, tiene que ser respetuoso de los otros, de la libertad de los demás, de sus alumnos.
María Cristina Davini señala que además de saber o tener cierto dominio sobre conocimientos, la
habilidad o la experiencia que se desea transmitir, para enseñar también es necesario pensar qué se
enseña, cómo se enseña y tomar decisiones definiendo las formas particulares de hacerlo. Enseñar
supone una racionalización y especialización de determinados saberes y de sus prácticas. Racionalidad
que consiste en la búsqueda metódica de los medios más adecuados y precisos para alcanzar los fines
propuestos, de manera concreta y con resultados prácticos; es decir, medios adecuados para la
transmisión educativa conforme a distintas finalidades e intenciones. Para ello se dispone de un saber
particular y de métodos específicos de actuación. Se trata de tener capacidad de reflexionar y decantar la
propia experiencia, a la vez que se considera que este ejercicio se basa sólo en el oficio práctico, sino que,
además, se apoya en un cuerpo de conocimiento y criterios y reglas de acción práctica. Siempre existen
normas y criterio generales, que varían a lo largo del tiempo y se enriquecen por nuevos conocimientos y
experiencias prácticas. Es esta contribución la que hace la didáctica, es decir, el campo de conocimientos
que permite formular distintos criterio y diseños metodológicos en la enseñanza para alcanzar, en forma
concreta y práctica, distintas intenciones educativas.
Davini también señala que el currículo incluye más que planes y programas de estudio (en los que
se selecciona y organiza la transmisión de conocimientos), también abarca las condiciones organizativas y
materiales de las instituciones, el ambiente y los recursos de enseñanza y las prácticas que se desarrollan
en enseñanza mediante la acción docente. Es en estos niveles que la didáctica ha tenido como
preocupación a lo largo de la historia.
DISTINCIÓN
Didáctica Currículum
Nacimiento -Siglo XVII, cuando en 1632 Comenio publica Didáctica -Si bien aparecieron algunas ideas a principios del siglo XX, se
como Magna: en ella Comenio establecía fines representada por desarrolla como campo y especializa al finalizar la 2° Guerra
Dios (con cosmovisión religiosa). Mundial.
disciplina
- Cuenta con una amplia tradición teórica en Argentina, -Ingresa a Argentina a fines de los ’60, proveniente de los Estados
con influencia de Europa continental y con desarrollos Unidos y después fue incluyendo aportes de otros países, como
importantes a lo largo de todo el siglo XX. La didáctica se Inglaterra, sobre todo con el retorno de la democracia en 1983.
desarrolló en la Argentina como disciplina con anterioridad Mientras que la didáctica se desarrolló en Europa continental, el
a la entrada de la teoría curricular norteamericana. En currículum lo hace en países anglosajones, en países con
general, podría decirse que, la didáctica se desarrolló en sistemas educativos descentralizados en líneas generales.
aquellos países con una tradición centralizada en sus
Historia y sistemas educativos. -Más asociado a qué se debe enseñar, aunque no se
concepciones circunscriben sólo al currículo las reflexiones sobre el contenido
-Se la ha asociado más a cómo enseñar, aunque esta se escolar. La cátedra termina describiéndolo, genéricamente, como
ha ocupado tanto del tratamiento del contenido como del una propuesta formativa que expresa aquello que una sociedad en
método. particular, en un momento histórico determinado, considera valioso
transmitir intencionalmente a las jóvenes generaciones.
La enseñanza, a la cual pretende describir y explicar, así -También estudia las prácticas educativas, pero no todo lo que
como también elaborar y fundamentar normas para pasa en ellas es currículum.
colaborar con los docentes en la resolución que las
prácticas les presentan. Las explicaciones que brinda son
comprensivistas, que apuntan a dar cuenta de la
multiplicidad de dimensiones que intervienen en la
situación a la que esperan darle inteligibilidad, además de
Objeto de los sentidos que los sujetos sociales como tales les
estudio asignan a sus acciones. Y para tal estudio y orientación de
la enseñanza, la didáctica, mantiene relaciones con otras
disciplinas (interdisciplinares).
El -Se ha ido desdibujando en la década del ‘80 y se -El currículum como texto normativo no pudo abstraerse de sus
componente encuentra en estado de revisión crítica aún en la responsabilidades respecto a las prácticas interpretativas. Se
normativo actualidad. formula para ser llevado a la práctica.
RELACIÓN
-Si bien el vínculo entre ambas disciplinas va a estar condicionado por la concepción disciplinar, el posicionamiento de los distintos autores y por la
tradición geo-política, si se ha llegado a u un consenso de que ambas estudian las prácticas educativas, y cómo éstas se pueden vincular
interdisciplinariamente a los fines de aportar criterios de intervención para resolver los problemas que se les presenta a los docentes en sus
prácticas de enseñanza.
-Feeney caracteriza el Currículum como un “satélite de la Didáctica y de la Política”, visualizándolo así en una relación de dependencia con
respecto a las otras disciplinas. A su vez, expresa que el impacto que ha tenido la teoría curricular en la tradición de Didáctica general en Argentina
impide estudiar la Didáctica al margen del Currículum. Al respecto, Camilloni declara que el Currículum es una preocupación de la Didáctica. En
cambio, Davini, reconoce las preocupaciones de la Didáctica sobre el Currículum, pero también visualiza que se ha producido una especialización
del campo curricular en los últimos años.
-Diaz Barriga, por su parte, señala que la tensión se sitúa en pensar al currículo como planificación institucional y didáctica como planificación
situada.
-Metadisciplina, perspectiva de articulación de ambos campos a la que Picco Sofía anima a arribar.
Más allá de las descripciones realizadas, existen controversias acerca de si la Didáctica es una
teoría de la enseñanza, como indica la tradición europea; si se confunde con la Psicología Educacional,
más propia de la tradición norteamericana; o si debe ser reemplazada por alguno de sus objetos de
estudios, entre ellos el currículum.
A pesar de tal preocupación, si queda claro de que cuando se habla de didáctica se alude a una
disciplina que no ha de reducirse meramente a su aspecto normativo acerca de la enseñanza. Las
preocupaciones de la Didáctica siempre fueron más amplias que el método y abarcaron otras
dimensiones, como por ejemplo, las intenciones educativas -objeto, fines, propósitos-, el contenido, la
organización de la clase, los recursos, la evaluación del aprendizaje y de la enseñanza, la formación
docente, etc. Tal reducción fue consecuencia del impacto de la teoría curricular tecnológico que tuvo en los
‘60. Posteriormente, en los ’80, hicieron aterrizaje la Sociología del currículum y los enfoques prácticos y
críticos, prioritariamente de origen sajón. Si en el ‘80 la didáctica fue marcada por una reconceptualización
a la luz de tales emergencias, en la actualidad se puede hablar de una nueva reconceptualización de la
didáctica. Asimismo, con las reformas e innovaciones educativas que tuvieron lugar en Argentina en 1989,
se contribuyó a que una temática central en la didáctica fuese “cómo diseñar el currículum”. Este proceso
permitió -en parte- fundamentar que el currículum sea un satélite también de la Política educativa. Pero
además hubo una baja producción curricular en Argentina en los años ‘90, que no ha acompañado este
proceso de diseño y transformación educativa.